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A∴L∴ D∴ G∴ A ∴ D ∴U S∴ T ∴U

R∴ L∴ S Tolerancia Num.5 O∴ de Hermosillo, Sonora,

Viernes 27 de mayo del 2022. E.V.

V∴ M y Q Q ∴ HH

Someto a su consideración, el siguiente burilado

El cual se denomina:

El Ara, el altar de los altares

En el presente burilado buscaremos entender un poco la significancia y magnificencia del Ara, de


nuestro templo, inicialmente se debe entender que la palabra Ara, etimológicamente significa
“Altar”, o “piedra de sacrificios”, para quienes buscamos avanzar en el camino de la luz y la
verdad, el Ara, es el lugar donde llevamos a cabo nuestros juramentos, como manifestación visible
de un ente invisible y perfecto, el Ara, es la imagen del centro espiritual de nuestro corazón y
nuestra existencia, es la representación de que cumpliremos nuestra palabra y cada uno de
nuestros actos, serán una imagen de la grandeza del Gran Arquitecto del Universo.

Buscando entender la grandeza del Ara, me remonte en la búsqueda, en el libro del origen de la
Biblia, el Genesis, en el cual se presenta a un particular personaje, Abraham, conocido como
“padre de la fe”, mas, sin embargo, una característica de este personaje es su carácter de
constructor, Abraham se identifica particularmente con los altares, en cada momento significativo
de su vida, construye un altar, en el Génesis, se identifican al menos cinco, iniciando con el altar
del pacto, (gen. 12,7), Dios le pide a Abraham, salga de Ur, y le hace la siguiente promesa “A tus
descendientes les daré la tierra”, es en este altar donde se construye la unión del hombre con
Dios, de manera similar debemos nosotros alimentar la unión de herederos del Gran Arquitecto
del Universo, ser su luz y el camino por donde se debe de transitar para llegar hasta él. El segundo
altar es “el altar de la gracia “(gen. 12, 4-7), construido de encino y que representaba la lluvia
temprana de su primer encuentro con Dios, nuestros primeros encuentros con Dios son llenos de
expectación, entusiasmo, de emoción por las promesas, esa es la lluvia temprana, posteriormente
se tiene el “altar de la confianza” (gen. 12, 8), construido en un lugar entre Betel y Hai, Betel
significa Casa de Dios y Hai significa Ruina, Escombros, en medio de tu caminar como hombres en
busca del encuentro con el Gran Arquitecto del Universo, en pos del propósito por el cual existes,
nos podemos encontrar como Abraham, entre la gloria del Gran Arquitecto del universo y los
Escombros o la Ruina de la vida profana. Este tercer altar es edificado en medio de lo incierto, en
medio de la incertidumbre, del cómo, del cuándo. En este segundo altar Abraham sacrificó sus
dudas, sus incertidumbres e interrogantes y siguió su camino. Es lo mismo QQ: HH tenemos que
hacer, sacrificar nuestros interrogantes y continuar hacia el camino de la luz y la verdad. “El altar
de la fortaleza”, es el cuarto de los altares, es construido de encino en Mambre de Hebrón, (gen.
13, 14-15), Mamre significa vigor y Hebrón significa, alianza, compañía y unión. En este altar Dios
le reafirma "fortalécete, toma vigor en nuestra alianza, en nuestra compañía, en nuestra unión";
en este tercer altar es necesario sacrificar relaciones, que impedirán que avances hacia el
cumplimiento de los propósitos del Gran Arquitecto del Universo en tu vida, es en este tercer altar
que comprendes que tu mayor y más poderosa alianza no es con hombres sino con tu el Gran
Arquitecto del Universo, es aquí donde recobras vigor en tu alianza, tu pacto, unión y compromiso
con él. es donde decides mejor camino solo, humanamente hablando, antes de obstaculizar lo que
está preparado y determinado para uno, finalmente se tiene “el altar de la renuncia”, (gen. 22, 1-
4), este es quizás el mas significativo para quienes conocemos la historia del Patriarca Abraham,
pues es aquí donde se le pide sacrifique a Isaac, su unigénito, este es el altar donde se forja
nuestro carácter, el sitio de este altar es Moriah, que significa: “Dios proveerá”, es aquí donde se
expresa nuestra mayor entrega al Gran Arquitecto del Universo, se entrega uno sin reservas, aquí
se proclama: “¿Qué quieres de mí?, ¡Lo mío es tuyo!, en este cuarto altar no hay donde mirar, solo
se confía en el Gran Arquitecto del Universo, nadie más que él nos puede ayudar.

La figura de Abraham como constructor de altares (aras), nos recuerda el compromiso que
debemos asumir día a día, en cada uno de nuestros actos, con el Gran Arquitecto del Universo,
pues cada hacer y decir de nosotros debe de ser una alabanza para su gloria, solo que a diferencia
de Abraham, nosotros, quienes hemos decidido el camino de la verdad y la luz, no necesitamos
construir un “Ara” para cada momento de significancia y relevancia para nosotros y nuestro
pueblo, ya que cuando se ha decidido ser hombres libres y de buenas costumbres, nuestro cuerpo
es la casa donde mora el Gran Arquitecto del Universo, es decir, somos su templo espiritual y
nuestro espíritu es el “Ara” donde nos inmolamos metafóricamente, para dar gracias por grandes
actos que ha actuado en nosotros, es donde podemos sentir su presencia, en los momentos de
agobio y soledad, él nos da consuelo, cobijo y compañía, cuando sentimos que la duda esta en
nosotros, el nos muestra su luz y camino, con signos y señales que marcan nuestro caminar; mas
cuando llegamos al templo material, donde nos reunimos para escuchar las enseñanzas de cada
uno de nuestros QQ:.HH, encontramos al centro del templo el ARA, símbolo de la unión de los
misterios de la tierra con la gloria del Gran Arquitecto del Universo.

El Ara, como bien sabemos QQ: HH, es el Altar de nuestra respetable logia simbólica Tolerancia
No. 5 y de todas las logias, es el mayor símbolo de nuestro templo, es la imagen del universo, es el
centro entre la puerta al occidente y el oriente, entre las columnas del norte y las columnas del
sur, es el centro de nuestra hacer como masones, y su gran importancia y trascendencia se refleja
al estar iluminada por las luces de la sabiduría, la fuerza y la belleza. El Ara es el eje transversal de
nuestro taller, es el canal de comunicación de lo divino con la humano, es el nexo de la bóveda
celeste con la tierra.

QQ: HH, cada vez que nos reunimos en este taller, para llevar a cabo nuestros trabajos, con
nuestras ceremonias y conjunto de símbolos y alegorías que en ellas ejecutamos, se establece una
comunicación sublime y profunda con el Gran Arquitecto del Universo a través del Ara,
preparando nuestro corazón, nuestra mente, nuestro espíritu y todo nuestro ser para ser
receptores del mana del conocimientos y sabiduría que solo pueden emanar del hacedor de todas
las cosas.

Toda la logia se dispone y organiza toda la logia y trabajos que en su interior se llevan a cabo, el
Ara, como ha sido desde los tiempos más ancestrales, el símbolo invisible de lo divino, para los
masones en una expresión formal y sensible de la presencia y unión que se da con el Gran
Arquitecto del Universo, al estar en el taller se le puede observar desde los cuatro puntos
cardinales y de ella se puede ver todo el templo, en la parte superior se puede apreciar como
símbolo de la unión entre la tierra y los cielos, la escuadra y el rectángulo (tierra), el compás y el
circulo (cielo), relacionando todos los elemento de los terrestre con lo celestial.

La bóveda celeste, que se puede ver sobre el Ara, simboliza de igual manera al macro y al mico
cosmos, y el Ara simbólicamente corresponde al corazón del templo espiritual del hombre,
dejando como testigo de esta unión la palabra sagrada y sabiduría divina representada por el libro
sagrado que descansa al centro del Ara, transformando en el sitio perfecto para la transformación
y realización de nuestro ser, nuestros trabajos deben de estar encaminados a buscar esta
trasmutación en nuestro interior, lo que corresponde a devastar la piedra bruta y ascender en los
diferentes estados del conocimiento, inquietud y deseo que debe de estar siempre en nuestro
interior como aprendices de maestro masón, compañeros y los maestros mismos.

Dado que el Ara, es el símbolo de la unión de nuestro taller con lo divino y es la esencia de la
presencia del Gran Arquitecto del Universo entre nosotros y dentro de cada uno que se postra
ante el Ara, esta se convierte en el sitio donde se llevan a cabo nuestros juramentos, como acto
visible de lo invisible y trascendente, siendo el Ara el epicentro espiritual de nuestra vida, ya que al
estar en torno a ella es porque hemos aceptado los compromisos de ser hombres de bien y de
buenas costumbres, este compromiso puede resultado intrascendente para quien lleva una vida
profana, pero para el masón es un acto de fe que rige su vida, esta presente en nuestras palabras y
en nuestros actos, por esto cada vez que pasamos por el frente del Ara, le mostramos nuestro
respeto y renovamos en este saludo nuestras promesas y compromisos masónicos.

Para finalizar este burilado, y retomando la figura de Abraham como constructor de altares, me
permito preguntar a ustedes QQ: HH, ¿Hemos sido capaces de construir en nuestro interior un
altar, donde se sienta la presencia del hacedor de todas las cosas, en nuestro interior? ¿Hemos
sabido trazar un camino de bien, como signo y símbolo de nuestro amor a los hombres, a Dios y a
nosotros mismos? Y finalmente, ¿hemos sido fieles y leales a la herencia milenaria que hemos
recibido y se reviven al estar frente al Ara?

 Saludos fraternales.

Es cuanto:

A∴P∴M

Daniel Zaragoza Ortega

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