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R∴ 𝑳 ∴ 𝑺 Tolerancia Num. 5 ∴ de Hermosillo, Sonora,

Viernes 28 de octubre del 2022 E∴ 𝑽

V∴ 𝑴, QQ:.HH

Someto a su consideración, el siguiente trazado

Conociendo nuestra esencia a través de nuestro cuerpo.

queridísimos hermanos, en este día, en este momento en el que el G.A.D.U. nos ha permitido estar aquí
reunidos, deseo preguntarles: ¿Cuál es la parte que mas desconocemos de nosotros mismos?, será nuestro
cuerpo, nuestra mente o quizás nuestro espíritu, frecuentemente violentamos a nuestro cuerpo, a nuestra mente
y aun más a nuestro espíritu, mas todos son parte de nuestra unidad y su bienestar es el reflejo de nuestra
esencia, de quienes somos en realidad.

Nuestro cuerpo es el templo donde habita nuestra esencia divina y debemos cuidarle, quererle, buscando
trascender del plano físico y estético, para sumergirnos en un océano de espiritualidad, donde podamos
comprender que este cuerpo físico, que diariamente violentamos y pocas veces nos preocupamos por
alimentarle y comprenderle, es en realidad el contenedor de nuestra esencia inmortal.

En esos momentos cuando la tristeza, el miedo, la soledad, parecen construir su techo en nosotros, la fuerza
del G.A.D.U. que vive dentro de nosotros es nuestro cobijo, esa esencia nos conecta con la respiración, con
nuestras emociones, nos conecta con ese niño que aun habita en nosotros, nuestra esencia inmortal es el
mayor apoyo que tenemos, nos acompaña siempre y cuando sentimos que estamos solos, nos hace sentir su
presencia, por esto hermanos, si deseamos ahondar en nuestro interior, tanto el substancial como el
insustancial, debemos profundizar en el conocimiento de nuestro cuerpo, a través de alimentar nuestra mente
y nuestro espíritu, y ahí en lo mas profundo de nuestro propio ser, encontraremos nuestro propio camino.

Cuando caminamos por el mundo profanos y su inmediatez, nos desconectamos de nuestra esencia, no le
comprendemos, no le escuchamos, estamos sordos, ciegos e insensibles a todo lo que nos comunica, vivimos
en el cuerpo y le ignoramos, no le conocemos y nos alejamos de nuestro constructor, hermanos es necesario
hacer un alto, renacer y construir, aquello que día a día hemos destruido, es necesario, entender que para
trascender es necesario conectarnos con nuestro cuerpo, nuestra mente y nuestro espíritu, comunicarnos
asertivamente con le, con las emociones que recorren mi espalda, como un escalofrío desconocido, que anudan
nuestro vientre y repalpitan en nuestro corazón, para encontrar nuestra esencia, no debemos huir de nuestra
naturaleza física, debemos por lo contrario fusionarnos sabia y amorosamente, para visualizar nuestra alma y
nuestra esencia divina en el amor extraordinario de lo ordinario.

Hermanos, es mi deseo que aprendamos a conectarnos profunda e íntimamente con nuestro cuerpo, para que
a través de el podamos descubrir nuestra esencia espiritual, y con profunda humildad comparto algunas de las
enseñanzas que he recibido de los grandes maestros que me han acompañado en este caminar y que nos
ayudaran a entender y a vivir esta experiencia excepcional que el G.A.D.U., nos ha permitido vivir.

- Respira, respira profundamente, ya que nos une a la vida y al presente, respirar nos conecta con la
conciencia, escucha tu corazón en cada respiración y construye un puente entre lo físico y lo espiritual,
en el respirar nos renovamos, nos relajamos y nos transformamos, siéntela en este momento, mientras
escuchas mis palabras, familiarízate con ella, compréndela.
- Observa tu cuerpo… ignoramos nuestro cuerpo, por eso no lo valoramos, por eso no lo escuchamos,
este es el mejor momento de observarlo, de disfrutar esta experiencia humana, vive en el para pod3er
crecer y evolucionar, en este momento observa tu cuerpo, repasa cada una de las partes que puedes
ver y siente aquellas que no puedes ver, siente tu cuerpo de manera integral, dale las gracias, por ser
el receptáculo de tu esencia divina, envíale, amor, envíale gratitud, dile lo mucho que le quieres. Habla
con el del dolor y las molestias, susurros de nuestra naturaleza que se han materializado en él, pídele
se conecte contigo más allá de este dolor que siente y que permita puedas conocerle a través de este
dolor, pídele ser uno, él te escucha constantemente, cierra tus ojos y platica con él, dale tiempo a que
te responda, a través de una emoción, una imagen, un estremecimiento e incluso ese escalofrió que
te recorre de pronto, dale después las gracias y agradece la sabiduría que ha compartido contigo,
hazle saber que todo tu amor está dirigido a él.

Hermanos, cuando hemos conocido y valora la esencia divina a través de nuestro cuerpo, estamos en
condiciones de vivir en plenitud, de disfrutar el compartir, lo material y lo trascendental, sabremos escoger con
sabiduría las palabras para comunicarnos con el hombre, sabremos hacerlo con fluidez, claridad y fundamento,
avanzando así por los primeros escalones de nuestra escalera de caracol, pues podremos entender que en el
conocimiento de nosotros mismos, construimos el conocimiento del hombre.

Es cuanto

C:.M

Daniel Zaragoza Ortega

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