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A .∙. L .∙. G .∙. D .∙. G .∙. A .∙. D .∙.

Valle de Comodoro Rivadavia, 13/04/2012 (era vulgar)

Venerable Maestro
H:. 1º vigilante
H:. 2ºvigilante
Queridos hermanos todos

EL ARA DE LOS JURAMENTOS

En mi investigación acerca de las diferentes interpretaciones masónicas que se le pudieran


adjudicar al simbolismo del Ara de los Juramentos me choqué, en diferentes
oportunidades con la misma explicación que por su calidad descriptiva y su contenido
instructivo trataré de resumir a continuación:

“La palabra "Ara", proviene del latín Ara o Araus, vocablos que en términos castizos se
traduce como Altar o Piedra de los Sacrificios.
Dentro del Sistema Masónico, la palabra Ara se refiere al Altar o Altar-Ara de Altus o
Altura que viene siendo el Sitio Sagrado que se destina al ejercicio de algunas Ceremonias
como la de prestar Juramentos, depositar Ofrendas, ofrecer Libaciones, ejecutar
Sacrificios, quemar Inciensos, etc.
El Altar de los Juramentos, consta de una Mesa elevada sobre Triangulos Gradines y se
encuentra en el centro del Templo, frente a las Dos Columnas de la entrada del Templo y
delante del sitial del Venerable Maestro.
En cada una de sus caras lleva grabadas las palabras. "Amana", "Hur" y "Eubulus", que
significan Verdad, Libertad y Prudencia. En todas las Cámaras, al Altar de los Juramentos
se le destina como su nombre indica, para tomar Juramento a los Iniciados después de
haber sido admitidos como miembros activos de las Logias.
Sobre el Ara aparecen también: un cojín de forma triangular hecho de terciopelo o seda
color púrpura ribeteado con un cordón de oro que remata en tres borlas una en cada
esquina; encima del Cojín se ve la Biblia, el Compás y la Escuadra. Algunas Logias colocan
también su Carta Patente.
Sobre el Ara y durante los trabajos, estará abierto el Libro de la Ley o la Sagrada Escritura
de la Religión predominante del País en que se trabaje.
El Ara representa al Sol y como la Logia representa al Universo, se coloca precisamente en
el centro para significar mejor el Sol que se le supone en el centro del Universo o cuando
menos en el centro del Sistema Planetario.”
Y hasta aquí llegamos con el resumen
Resulta interesante observar el lugar preponderante y central que ocupa el Ara en nuestra
logia, tal que todos los oficiales y participantes en nuestros trabajos se encuentran frente
a ella. En nuestro ejercicio mental en tenida depositamos y sustraemos de ella la energía
de nuestros trabajos. Digo esto porque considero que los seres humanos cuando nos
encontramos concentrados en algún proceso mental, tomamos mucha energía de aquello
que tenemos frente o que imaginamos se encuentra allí, lo que está adelante nuestro es
siempre el objeto de nuestro proceso de pensamiento, aquello que transformamos.
Nunca ponemos el objeto de nuestro pensamiento atrás o al costado.
Ahora bien, si en tenida nos encontramos frente al ara, será ésta el objeto o lugar donde
se congrega esta energía que hace tan especial el salario de nuestro trabajo como
Hermanos. Particularmente imagino que este comportamiento se debe a una cierta
memoria psicogenética desarrollada por nuestros ancestros cuando se disponían en ronda
frente al fuego, esto debido a que considero que el gran desarrollo del pensamiento
humano se dio a medida que el hombre pudo dominar los elementos y se permitió el
tiempo y las condiciones para encontrarse a salvo, en grupo, confortable ( sin padecer
frío ) y frente a una fuente de luz en plena noche. De ser así podría asegurar que el
hombre comenzó a pensar cuando se permitió congregarse en Logia.
El ara materializa los diferentes sacrificios de cada cultura en particular, culturas
americanas precolombinas utilizaban pirámides a modo de aras donde realizaban
sacrificios humanos que consideraban esenciales en su relación con los dioses.
Cuando realizamos un juramento de cualquier tipo estamos condicionando nuestro
comportamiento futuro en función del objeto del mismo, será necesario para ello
comulgar con todo lo que ello implique porque resulta un acto que expone nuestro Honor
a una prueba, y lejos de significar una prueba de alguna manera auditable por terceros, la
implicancia más grande radica en que ponemos en juego nuestra relación con nosotros
mismos. Podríamos entonces evaluar la necesidad de este acto, y considero dos aspectos
muy importantes a saber:
Primero considero necesario que por medio de la utilización de la palabra ( el verbo )
reafirmemos nuestras convicciones, y segundo creo que todo buscador de la verdad en un
camino iniciático se vale de estas convicciones en su tarea de encontrarse a sí mismo para
poder desbastar la piedra bruta.
Muchas veces nuestras propias convicciones nos proponen una conducta sacrificada, por
lo cual en el Ara de los Juramentos dejamos nuestro sacrificio u ofrenda al igual que
culturas y religiones ancestrales lo hacían materialmente con su ganado y con sus seres
queridos.
El ara entonces establece una comunicación con el G:.A:.D:.U:. y resulta el camino de
contacto con cualquier idea que nosotros tengamos de él, y por ello simbolizamos su
conexión en tenida colocando el texto sagrado sobre el ara, e insistimos en nuestra
instrucción que por usos y costumbres utilizamos La Biblia pero también pudiera utilizarse
cualquier otro libro que congregase la idea que tenemos como Logia del G:.A:.D:.U:., cabe
destacar que no hablamos de colocar otra cosa que no sea un libro, pudiera ser La
Constitución, la Torá, el Kybalion etc; pero siempre un libro. Esto estimo, se debe a la
importancia de la palabra que el Aprendiz debe lograr comprender y guardar con celo.
“ … Al principio, era el Verbo”.
Sobre este libro abierto y sin entrar en detalles sobre los grados del trabajo en particular
se colocan las herramientas principales de nuestra orden, la escuadra y el compás. El
compás con el vértice apuntando hacia el Oriente y los brazos hacia Occidente, nos marca
el sentido de circulación de la Luz que, tal como en la naturaleza nace en Oriente pasa por
el mediodía y descansa en Occidente.
La parte material de esta simbología descansa en la escuadra que nos propone un
comportamiento recto y funcional a los principios de la institución que juramos respetar y
defender en nuestra iniciación. Esto nos habla de una cierta predecibilidad, entonces de
nosotros se puede esperar este comportamiento y creo que comportarnos de una forma
predecible, a la vez que afianza nuestra característica fraterna que nos distingue como H:.,
nos predispone a acoger en nuestro corazón al rito que formará nuestro crecimiento.
El Ara se dispone sobre el damero que, a la vez de ser la alegoría suprema de la dualidad,
representa el inframundo y el camino hacia el centro de la tierra. En esta configuración, el
Ara propone la conexión entre este último y la bóveda celeste, conformando en su
conjunto la idea de Universo. En esta representación se encuentran presentes la
Sabiduría; La Fuerza y la Belleza que conforman el marco indispensable para la existencia
del Universo.
La acción del Aprendiz requiere de la Fuerza como elemento energético de ejecución para
desbastar la piedra bruta y lograr la Belleza en la forma final, la Belleza de haber logrado
dar aquella forma vendrá con la Sabiduría que nos mostrará una nueva arista a pulir. El
Universo se nutre de esta sinergia mostrándonos la perfección de la unidad en cada
estadío.
Creo que el Ara concentra la caracterización de la energía que creamos en nuestros
trabajos, su posición en Logia nos permite a todos colaborar en su construcción, el Rito
nos permite ordenar esa energía para que fluya desde Oriente y ayude a cada H:.
presente a incrementar su salario.
Muchas veces nos encontramos en situaciones donde es preciso de alguna forma corregir
la formalidad del rito que estamos llevando a cabo o aclararle a algún H:. que debe
conservar ciertas formalidades. Considero que el camino de la enseñanza es aprender a
encontrar el significado de este ritual, el H:. que desconoce las partes del ritual lo hace
porque ignora su significado entonces la sola corrección no alcanza, es necesario que
desde las columnas de la logia se incentive el interés de la investigación sobre el aspecto a
corregir y se lo apoye en ese camino de aprendizaje.
Nada es casual, es muy probable que en el aprendizaje del aspecto del rito en cuestión se
encuentre la clave de crecimiento del H:., aquello que debe pulir, y no debemos perder
esa oportunidad dado que así es como trabaja nuestra Orden, con símbolos.
Llevar adelante un rito sin conocer el significado podrá de alguna manera, a modo de
Mantra, ordenar nuestra energía pero considero necesario para un librepensador la
comprensión del mismo. Restará el Trabajo del Mazo y el Cincel.
Quisiera mencionar también que en la disposición de todos los H:. reunidos en torno al ara
se manifiesta “el punto dentro del círculo” que sirve para alertarnos de que mientras
circulemos dentro del círculo no nos equivocaremos en nuestras acciones.
Queridos H:. los convoco entonces a recorrer el círculo como enseña nuestra Orden para
lograr incrementar la energía de ese Universo que construimos en torno al Ara de los
Juramentos, de él nos nutriremos en nuestro salario, por lo cual estará tan vivo como la
energía que pongamos en él y será el sostén de nuestras columnas.
La clave de nuestro aprendizaje está en los símbolos, y el rito como conducta.

Mariano Ciapparelli
V:.M:. Logia Unión Patagónica N° 490

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