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R∴ 𝑳 ∴ 𝑺 Tolerancia Num.5 ∴ de Hermosillo, Sonora,

Viernes 21 de octubre del 2022 E∴ 𝑽

V∴ 𝑴, QQ:.HH

Someto a su consideración, el siguiente trazado

Nada hay en la mente que no haya estado antes en los sentidos.

En este día, tan especial, en el que el G.A.D.U. nos ha permitido estar aquí reunidos, me permito con la anuencia
de ustedes queridos hermano, iniciar este trazado con esta frase de Aristóteles, que nos invita a reflexionar en
las diferentes formas y maneras que percibimos la vida y nuestro entorno, esta frase es una invitación a bajar
la guardia del intelecto, estimula a que abramos nuestra mente, vislumbrando la plenitud de los sentidos.

En nuestras diferentes actividades del mundo profano, en donde vivimos sumergidos, existe una dinámica de
precipitación, de rapidez en el diario actuar, en aquello que tenemos de hacer, entramos día a día en el mundo
intelectual, competitivo, a veces rígido, estilos de vida que nos aleja de aquellos que se percibe a través de
nuestro cuerpo, al despertar activamos nuestros pensamientos automáticamente, sin darnos tiempo de sentir
esas pequeñas cosas que nos dan vida y sentido y dada su gran importancia, las tomamos como insignificantes.

Hermanos, los invito a hacer un pequeño viaje, observando, sintiendo, percibiendo, oliendo y degustando, todo
lo que encuentren a su alrededor, dejándose llevar por la percepción y reconocimiento de sensaciones y
estímulos que se producen cuando se disfruta la vida, así por medio de los sentidos se participa de la maravilla
de la vida y el esplendor de las cualidades del experimentar, recibiendo todas esas fuerzas sensoriales que nos
llenan de energía positiva, disfrutemos de los momentos de la vida, en su estado más puro.

¿A dónde nos lleva este viaje de sabores, aromas y sensaciones? Dejemos seducir por el baile de las caricias,
por la sinfonía de los colores, la magia de la luna y la noche estrellada, ese pedazo de chocolate en tu paladar,
ese aroma seductor del café recién colado, escuchar esa poesía o un te amo, déjate seducir por los sentidos.

Despertar a los sentidos es descubrir lo visible, de manera sencilla, sin miedos, sin ira, solo con la disposición
de disfrutar la G:A.D.U., podrías parecer hermanos una simpleza, sin embargo, es importante desconectar la
mente y despertar los sentidos, estar en contacto con uno mismo y con lo que nos rodea es el primer paso,
para descubrir lo esencial de la vida, lo cual es invisible para el ojo humano.

Hace algunos ayeres, comentando sobre esto con mi madre, ella me decía, lo esencial es invisible a los ojos,
solo puede verse con el corazón”, y me explicaba con metáforas y alegorías sencillas, y siempre terminaba
refiriéndose al viaje por el universo de ese pequeño príncipe, hoy hermanos, retomo al principito, y
análogamente así nos encontramos en un viaje, donde buscamos hacer visible lo invisible al mundo profano,
cuando cruzamos la puerta de occidente, un mundo de significados se abre a nosotros, en cada paso de nuestra
escalera de caracol, descubrimos los secretos de nuestra piedra interior, pocas veces como profanos confiamos
en nuestros sentidos, como iniciados depositamos nuestra confianza en ellos, para poder conocer el mundo
físico que nos rodea.

Existen condiciones, recopiladas por los cinco sentidos que son resultado del análisis de las condiciones
materiales e inmateriales, tales como la memoria, los sentimientos, la discriminación, los estados de ánimo,
nuestra visión del futuro, más sin embargo, existen condiciones que son invisibles a nuestros cinco sentidos, y
que coexisten con las cosas materiales en nuestro interior, una realidad insustancial que coexiste con la
substancial, condiciones que se reflejan en nuestro estado de “paz y seguridad”, lo anterior se traduce al estado
de la masonería a estar abierto a entender todas las puertas que conducen al conocimiento, razón por la cual
la estrella pitagórica acompaña nuestros estudios, ya que los cinco sentidos que atan al mundo profano, para
quienes nacimos a la luz, estos cinco sentidos son la ventana para construir un conocimiento mas completo y
profundo de nuestra realidad, explorando los símbolos y alegorías que han acompañada al hombre en su
caminar por esta vida, por lo cual el masón no debe de encadenarse a los sentidos, sino que a través de ellos
debe de buscar la libertad que solo otorga la verdad y el conocimiento.

El masón que sabe vivir la masonería le es posible cruzar los limites de los sensorial, aceptando que no es la
única realidad y que nuestros cinco sentidos son solo la puerta a aquello que esta más allá de lo que se ve, se
siente, se escucha o deja huella con su esencia en nuestros sentidos.

La tarea consiste en encontrar ese desierto donde habita el Principito que podrá enseñarnos por qué lo esencial
es precisamente invisible a los ojos.

Es cuanto.

C:.M

Daniel Zaragoza Ortega

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