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R∴𝑳∴𝑺 Tolerancia No. 5 ∴ de Hermosillo, Sonora,

Viernes 25 de Noviembre del 2022 E∴𝑽

V∴𝑴, QQ:. HH

Someto a su consideración, el siguiente trazado

En defensa del amor; el altruismo.

Estimados hermanos, en el verano del 2009, un periódico local, publico; El académico Daniel Zaragoza
Ortega se disfraza de un ropavejero que cambia su oficio de recopilar ropa usada para salvar el planeta,
como una manera divertida de que los niños reflexionen y adquieran conciencia de los problemas que radican
en el medio ambiente”, durante mas de 10 años, tuvimos este personaje que buscaba atrapar la atención de
los niños, mediante la fusión de la pantomima y comedia interpretando a un viejo con gabardina y una bolsa
grande llena de peluches y muñecas viejos que ha recopilado en su andar y, al narrar sus aventuras y
sueños, los envuelve en la magia y el deseo de sanar al medio ambiente, este personaje se llama "Trapero
del medio ambiente" y pretende salvar las playas, el aire de la contaminación y a los animales en peligro de
extinción, pero desconoce cómo hacerlo, así que decide pedir ayuda a los niños y así suma a muchos
"traperitos" en su misión ecologista, la idea era de trabajar con este tema para inculcar en los niños la idea de
hacer un mundo más agradable al fomentarles hábitos de reciclaje y sustentabilidad tales como no
desperdiciar el agua, recoger la basura y cuidar los árboles".

Muchos fueron los amigos y familiares que me preguntaban; ¿por qué?, y mi respuesta siempre fue; ¡Y
porque NO!.

Estoy seguro que todos tenemos historias y anécdotas, donde la manifestación del amor, va más allá de las
acciones particulares y muchas veces egoístas, acciones donde sentimos que el amor se irradia a través de
cada una de nuestras acciones y pensamientos, que va recorriendo cada una de nuestras partículas, inquieto,
como si le tuviéramos prisionero, y solo cuando vemos más allá, sentimos que le damos libertad, esa
sensación nace del altruismo, de actos que van más allá, son manifestaciones de la defensa del amor.

El altruismo, busca el bienestar de los demás, alcanzar el bien es su razón principal y transforma el
comportamiento, es un estado del ser humano perdurable y perfecto, una acción que verdaderamente
altruista, no busca el beneficio propio, no busca ser alabado, las gracias o un gesto de gratitud, se hace sin
miedo a ser criticado o calmar una angustia personal.
Esta sociedad enfrenta una gran crisis que lacera la naturaleza del hombre, una crisis que esclaviza al
hombre en tres dimensiones; una que clama la inmediatez, cuyo actor es la economía, otra a mediano plazo,
cuyo protagonista es la satisfacción y el éxito y una a largo plazo, cuyo eje transversal es el medio ambiente.

Decía mi padre, “mucho de lo que pasa y vemos, es por falta de consideración por los demás, por querer
construir nuestra propia felicidad, pasando sobre los demás y con su sangre y sufrimiento”.

Ese trapero reflejaba con sus acciones, que el altruismo es un sentimiento, es acción, es fe, el sabía que el
altruismo es la manifestación de la grandeza del alma, con sus acciones cultivaba en los niños los valores
fundamentales de la humanidad, pues todo ser humano, desde su nacimiento hasta su muerte, necesita
amor, manifestado como ternura, afección, consideración, perdón, solicitud y silencio.

Queridos hermanos de la escuadra y del compás, ninguna religión podrá satisfacer esta necesidad, hay
valores universales que no enseñan las religiones y enaltecen la naturaleza del hombre, esos valores se
reciben entre estas columnas y debemos darlos a nuestros hijos desde la infancia, el altruismo es uno de
ellos, así como el amor al prójimo, la compasión, la empatía, la tolerancia, la apertura a las diferencias y el
rechazo a la discriminación.

Para cerrar este trazado, les recuerdo, el "instrumento" no es lo inquietante mientras la motivación sea
correcta, pues "un martillo puede servir para construir una casa o para destruirla", lo importante "es verificar
en todo momento la motivación", si se está actuando por el bien propio o de un pequeño número o por el de
la mayoría, para el corto plazo o para el largo plazo.

C:.M

Daniel Zaragoza Ortega