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La Cena del Señor: Su significado (1 Corintios 11:23-26)

“Porque yo recibí del Señor lo que también os he enseñado: Que el Señor Jesús, la noche
que fue entregado, tomó pan; y habiendo dado gracias, lo partió, y dijo: Tomad, comed;
esto es mi cuerpo que por vosotros es partido; haced esto en memoria de mí. Asimismo
tomó también la copa, después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en
mi sangre; haced esto todas las veces que la bebiereis, en memoria de mí. Así, pues, todas
las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis
hasta que él venga”.
1 Corintios 11:23-26
INTRODUCCIÓN

                En estos versículos el apóstol Pablo describe el significado de la cena del Señor.


Estos versículos son de gran ayuda para la iglesia cristiana ya que nos brindan una
descripción exacta de lo que significa la cena del Señor. Pablo nos dice que esto que nos
está enseñando lo recibió directamente del Señor, lo cual pudiera sugerir que se lo revelo
Jesús a través de alguna visión, o simplemente fue instruido por algún apóstol como Pedro
o Bernabé en la forma de cómo ministrarla y todo lo referente en cuanto a su significado.
De alguna forma la tradición de compartir los alimentos en las comunidades antiguas era
un factor tradicional que simbolizaba la comunión entre las personas donde se recordaban
los favores de Dios. Así por ejemplo, para los judíos la fiesta de la pascua era un momento
donde toda la familia se reunía a comer y recordar el hecho de que Dios los había liberado
de la esclavitud de Egipto: “Y cuando entréis en la tierra que Jehová os dará, como
prometió, guardaréis este rito. Y cuando os dijeren vuestros hijos: ¿Qué es este rito
vuestro?, vosotros responderéis: Es la víctima de la pascua de Jehová, el cual pasó por
encima de las casas de los hijos de Israel en Egipto, cuando hirió a los egipcios, y libró
nuestras casas. Entonces el pueblo se inclinó y adoró. Y los hijos de Israel fueron e hicieron
puntualmente así, como Jehová había mandado a Moisés y a Aarón”, (Éxodo 12:25-28). En
la ley mosaica existían ofrendas de acción de gracias donde parte del animal sacrificado
era comido por los sacerdotes y los que ofrecían el sacrificio como parte de la
celebración: “Si se ofreciere en acción de gracias, ofrecerá por sacrificio de acción de
gracias tortas sin levadura amasadas con aceite, y hojaldres sin levadura untadas con
aceite, y flor de harina frita en tortas amasadas con aceite. Con tortas de pan leudo
presentará su ofrenda en el sacrificio de acciones de gracias de paz. Y de toda la ofrenda
presentará una parte por ofrenda elevada a Jehová, y será del sacerdote que rociare la
sangre de los sacrificios de paz. Y la carne del sacrificio de paz en acción de gracias se
comerá en el día que fuere ofrecida; no dejarán de ella nada para otro día”, (Levítico 7:12-
15). También en el pensamiento judío existía la creencia que cuando Dios estableciera su
reino en este mundo habría una mesa preparada con toda clase de alimentos deliciosos
donde los principales invitados eran ellos: “Porque vendrán del oriente y del occidente, del
norte y del sur, y se sentarán a la mesa en el reino de Dios. Y he aquí, hay postreros que
serán primeros, y primeros que serán postreros”, (Lucas 13:29-30). De igual forma la santa
cena está inspirada en este principio de compartir, de tener comunión y recordar. Veamos
de acuerdo a estos versículos el significado de esta santa institución.
LA CENA DEL SEÑOR ES UN RECORDATORIO DE LOS PADECIMIENTOS DE JESÚS

“Porque yo recibí del Señor lo que también os he enseñado: Que el Señor Jesús, la noche
que fue entregado, tomó pan; y habiendo dado gracias, lo partió, y dijo: Tomad, comed;
esto es mi cuerpo que por vosotros es partido; haced esto en memoria de mí. Asimismo
tomó también la copa, después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en
mi sangre; haced esto todas las veces que la bebiereis, en memoria de mí”.
1 Corintios 11:23-25

             Aquí encontramos el primero de los significados de la cena del Señor: un


recordatorio de los que Cristo hizo por nosotros. Pablo nos aclara que la noche que Jesús
fue entregado tomó pan y vino, y dando gracias les pidió a sus discípulos que hicieran eso
en recordatorio de Él: “Y tomó el pan y dio gracias, y lo partió y les dio, diciendo: Esto es
mi cuerpo, que por vosotros es dado; haced esto en memoria de mí. De igual manera,
después que hubo cenado, tomó la copa, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi
sangre, que por vosotros se derrama”, (Lucas 22:19-20). El texto griego nos dice que Jesús
habiendo tomado el pan dio gracias, y esa expresión de gratitud se traduce de una palabra
griega que es eujaristéo(εὐχαριστέω), de donde proviene la palabra eucaristía, la cual
significa dar gracias. En este sentido la cena del Señor significa recordar con acción de
gracias el sacrificio que Jesús hizo en la cruz del Calvario para redimirnos de todos
nuestros pecados, siendo el pan y el vino los dos elementos que intervienen en este
sacramento. En primer lugar Jesús dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo que por vosotros
es partido; haced esto en memoria de mí, lo cual nos dice que el pan es un símbolo de
cómo su cuerpo fue martirizado hasta la muerte por nuestros pecados: “Quien llevó él
mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando
muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados”, (1 Pedro
2:24). Y luego añadió: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; haced esto todas las
veces que la bebiereis, en memoria de mí. En segundo lugar el vino simboliza su sangre la
cual fue derramada para establecer un nuevo pacto en el cual todos los hombres seriamos
justificados por la fe y no por los hombres ya que por el antiguo nadie llegaría a salvarse.
En tiempos de Moisés Dios estableció un pacto con Israel el cual tenían que cumplir: “Y
tomó el libro del pacto y lo leyó a oídos del pueblo, el cual dijo: Haremos todas las cosas
que Jehová ha dicho, y obedeceremos.  Entonces Moisés tomó la sangre y roció sobre el
pueblo, y dijo: He aquí la sangre del pacto que Jehová ha hecho con vosotros sobre todas
estas cosas”, (Éxodo 24:7-8). Sin embargo fallaron y ahora por el derramamiento de la
sangre de Jesús se ha establecido un nuevo pacto donde la salvación es por fe y no por
guardar las obras de la ley y por cuya sangre podemos ser limpios de todos nuestros
pecados: “Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de
la ira”, (Romanos 5:9). Generalmente la iglesia del Señor considera el pan y el vino
símbolos del cuerpo y la sangre de Cristo al momento de realizar la cena del Señor; no
obstante, a lo largo del tiempo se han llegado a proponer diferentes opiniones en cuanto
a lo que verdaderamente significan las palabras de Jesús al decir: Esto es mi cuerpo… Esta
copa es el nuevo pacto en mi sangre… y entre las más populares tenemos:

1.       La opinión de la Iglesia Católica Apostólica y Romana: El pan y el vino se cambian en


cuerpo y sangre de Cristo, en forma literal, y a esto se le llama la transubstanciación.
2.       La opinión de Martin Lutero: El pan y el vino no se transforman literalmente en el
cuerpo y sangre de Cristo, pero si su sustancia está detrás del pan y vino, llamándole
consubstanciación.
3.       La opinión de Juan Calvino: La presencia espiritual de Jesús estaba en el pan y el
vino.
4.       La opinión de Urlico Zwinglio: El pan y vino son símbolos y su presencia espiritual
está en el corazón de su pueblo.

De todas estas opiniones, la de Urlico Zwinglio está más en armonía con la posición
de la iglesia evangélica de hoy en día, de tal forma el pan y el vino solo son un símbolo que
nos recuerdan el sacrificio vicario de Jesús y el establecimiento de un nuevo pacto donde
solamente la fe cuenta para ser salvo, y en este sentido la iglesia hace esto en memoria de
su Señor.

LA CENA DEL SEÑOR ES UN ANUNCIO DE SU MUERTE HASTA QUE ÉL REGRESE

“Así, pues, todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del
Señor anunciáis hasta que él venga”.
1 Corintios 11:26

              El otro significado que la cena del Señor tiene es que anuncia la muerte del Señor
hasta que Él venga a esta tierra: Así, pues, todas las veces que comiereis este pan, y
bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que él venga. Por un lado, al
practicar la cena del Señor estamos anunciando al mundo la muerte de nuestro Señor
Jesucristo, pero por el otro le estamos recordando que también Él regresara por su amada
iglesia: “Y mientras comían, tomó Jesús el pan, y bendijo, y lo partió, y dio a sus discípulos,
y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo. Y tomando la copa, y habiendo dado gracias, les
dio, diciendo: Bebed de ella todos; porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por
muchos es derramada para remisión de los pecados. Y os digo que desde ahora no beberé
más de este fruto de la vid, hasta aquel día en que lo beba nuevo con vosotros en el reino
de mi Padre”, (Mateo 26:26-29). Hace más de dos mil años en una fiesta de la pascua
Jesús celebro con sus discípulos la primera cena y dijo que ya no la celebraría con ellos
porque tenía que partir de este mundo, pero prometió que un día regresaría y volvería a
celebrarla con todos aquellos que hemos creímos en su nombre, y posiblemente este
momento será cuando todos estemos en su presencia, en las bodas del Cordero: “Y el
ángel me dijo: Escribe: Bienaventurados los que son llamados a la cena de las bodas del
Cordero. Y me dijo: Estas son palabras verdaderas de Dios”, (Apocalipsis 19:9). Sin
embargo, mientras ese día llega sigamos como iglesia celebrando la cena del Señor
recordando sus padecimientos con acción de gracias y anunciando hasta al mundo su
muerte hasta que Él venga.

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