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Nuestro Señor, que deseaba fervientemente

comer la Pascua final antes de su sufrimiento..


Reseña.

Cada ocasión de participar de la santa cena del señor, es una


oportunidad de decir, que cristo murió por nosotros, de
proclamar, que el hoy puede seguir salvando, sanando, o de
confesar, «Por este medio acepto todos los beneficios de la plena
redención de Cristo Jesús: perdón, recuperación, fuerza, salud,
suficiencia».

La santa Cena del Señor, no ha de ser simplemente un recordatorio


ritual, sino una oportunidad de arrepentimiento, mediante la cual
y nos apropiamos ahora de todo lo que Jesús ha provisto y
prometido por medio de su muerte en la cruz y resurrección.
Por esto es necesario mirar lo que Jesús hizo antes de su muerte
el día que comió la pascua con sus discípulos. El deseó comer la
última pascua con sus discípulos, su propósito tal vez era el de
enseñarles el valor y significado de la santa cena del Señor, Luc.
22:14.
La noche antes de que Jesús fuera crucificado, tuvo la última cena
con sus discípulos. Les dijo: "He deseado fervientemente comer
esta Pascua con vosotros antes de sufrir" (Lucas 22:15).

Desde el Génesis hasta el Apocalipsis, toda la Biblia testifica el


ferviente amor y deseo de Dios de salvar a toda la humanidad.

La santa cena del Señor es un anuncio solemne

La verdadera pascua estaba a punto de comenzar, Jesús mismo


como cordero seria ofrecido como sacrificio para librarnos del
juicio divino.
En su aspecto principal la santa cena del Señor es un anuncio
solemne y continuo de la muerte del señor Jesús, hasta que el
venga. Porque cada vez que coméis este pan y bebéis de esta copa,
proclamáis la muerte del Señor hasta que él venga (1 Corintios
11:26)
Antes de la santa cena del Señor pruébese cada uno a sí mismo

Pablo, presenta: Por tanto, pruébese cada uno a sí mismo, y coma


así del pan, y beba de la copa (1 Corintios 11:28). Así, que cada uno
debe examinarse a sí mismo, antes de comer el pan y beber de la
copa, no dice el texto examine cada uno a su hermano, pues en
este caso la hipocresía saldría a flote y no se estaría cumpliendo lo
que dijo Jesús, sacar primero la viga que está en nuestro propio
ojo, para poder mirar la paja que está en el ojo de mi hermano.

ORACION.

“Oh Dios, Padre Eterno, en el nombre de Jesucristo, tu Hijo, te


pedimos que bendigas y santifiques este pan para las almas de
todos los que participen de él, para que lo coman en memoria del
cuerpo de tu Hijo Amado, y testifiquen ante ti, oh Dios, Padre
Eterno, que están dispuestos a tomar sobre sí el nombre de tu Hijo,
y a recordarle siempre, y a guardar sus mandamientos que él les
ha dado, para que siempre puedan tener su Espíritu Santo consigo.
Amén”

“Oh Dios, Padre Eterno, en el nombre de Jesucristo, tu Hijo, te


pedimos que bendigas y santifiques este vino [agua] para las
almas de todos los que lo beban, para que lo hagan en memoria de
la sangre de tu Hijo, que por ellos se derramó; para que testifiquen
ante ti, oh Dios, Padre Eterno, que siempre se acuerdan de él, para
que puedan tener su Espíritu consigo. Amén” (D. y C. 20:79).

Lectura bíblica Lucas 22:14-16.

Cuando llegó la hora, Jesús y sus discípulos se sentaron a la


14

mesa.

15
Jesús les dijo: «He deseado muchísimo comer con ustedes en
esta Pascua, antes de que yo sufra y muera.

16
Porque les aseguro que ya no celebraré más esta cena, hasta el
día en que comamos todos juntos en el gran banquete del reino
de Dios.»
La Cena del Señor: (1 Corintios 11:23-26)

“Porque yo recibí del Señor lo que también os he enseñado: Que el


Señor Jesús, la noche que fue entregado, tomó pan; y habiendo
dado gracias, lo partió, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo
que por vosotros es partido; haced esto en memoria de mí.

Asimismo tomó también la copa, después de haber cenado,


diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; haced esto
todas las veces que la bebiereis, en memoria de mí. Así, pues, todas
las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte
del Señor anunciáis hasta que él venga”.
1 Corintios 11:23-26

PUEDEN COMER Y BEBER AL VINO.

Hace más de dos mil años en una fiesta de la pascua Jesús celebro
con sus discípulos la primera cena y dijo que ya no la celebraría
con ellos porque tenía que partir de este mundo, pero prometió
que un día regresaría y volvería a celebrarla con todos aquellos que
hemos creímos en su nombre, y posiblemente este momento será
cuando todos estemos en su presencia, en las bodas del
Cordero: “Y el ángel me dijo: Escribe: Bienaventurados los que son
llamados a la cena de las bodas del Cordero. Y me dijo: Estas son
palabras verdaderas de Dios”, (Apocalipsis 19:9). Sin embargo,
mientras ese día llega sigamos como iglesia celebrando la cena del
Señor recordando sus padecimientos con acción de gracias y
anunciando hasta al mundo su muerte hasta que Él venga.

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