Parcial-taller: Entre cenizas de carbón y heces humanas

Autor: Denilson Arnulfo López Builes

Profesor: Gilberto Díaz Aldana

Introducción a la Sociología

Universidad de Antioquia

Introducción

Dirá Durkheim que el Hecho Social en términos simples son esas formas de actuar, sentir y
pensar, externas al individuo y que se le imponen coercitivamente, existiendo dentro de él
tres tipos, los morfológicos que dan forma a las instituciones y a la sociedad misma como la
constitución y las leyes en general; los institucionales en sí mismos que son los que ya están
impuestos como el estado, el trabajo, el amor, entre otros; finalmente las corrientes de
opinión, las modas y las tendencias que son cambiantes. Son de carácter social y cultural,
siendo externos al individuo, pero impuesto bien sea por la fuerza explicita o tacita,
haciéndose inevitablemente evidente cuando los individuos tratan de transgredirlos. Se hizo
necesario plantear de manera explícita una definición corta de lo que Émile Durkheim
plantea como hecho social, con la funcionalidad de que sirva como suelo guía para el
desarrollo del ejercicio que se pretende realizar, pues aquí analizaremos las características
del hecho social en la historia de Roma, pero no la antigua civilización que no se cansa de
ser referida y estudiada desde todos los enfoques posibles para, dizque comprender mejor
nuestra sociedad occidental, sino la historia de la pequeña cerdita mini pig de Argentina,
aquella que incendió las redes levantando opiniones, no muy divididas debo decir. Roma
fue una cerdita mascota que fue entregada en adopción a un hombre que hizo de su
compromiso cuidarla y quererla en un espacio idóneo junto a otros animales como bien se
lo expresó a su familia original, para después incendiarla él mismo en una barbacoa con
brazas de traición y oportunismo, porque según él era un animal muy destructivo. Pero a un
lado los juicios de valor ya que no son el fin de este texto, lo que se pretende dentro de este
corto escrito es identificar tres características del hecho social de Durkheim a través del
suceso deliciosamente trágico, ya consignado en multitud de medios tanto impresos como
electrónicos, para lo cual abordaremos el reportaje de La Vanguardia. Observaremos
entonces este acontecimiento desde los postulados de que todo hecho social es imperativo,
se interiorización y se mantiene en el tiempo.

Cuando hablamos de que los hechos sociales son imperativos, nos obligaría a entrar en el
terreno de la coerción como base fundamental del hecho social, los cuales son esas
imposiciones frente al individuo, y que en el caso de Roma se refleja en el componente
legal que se está llevando acabo, ya que el hombre que, comprometido a cuidarla y termino
dándole un tratamiento como alimento se enfrenta a dos tipos de juicios, el primero de
carácter institucional, debido a la denuncia penal implementada desde colectivos
animalistas argentinos que se movieron con fuerza de tsunami para hacer pagar ante la ley
lo que percibieron como un acto cruel y desalmado que iba en contra de las leyes de
protección animal instituida en Argentina ya desde un lejano 1954 y que se ha ido
modificando constantemente hasta llegar a nuestros días; y un segundo juicio, cruel,
despiadado y en muchos caso arbitrario como un linchamiento público, como podría ser el
juicio social que se abalanza sin piedad por medio de las redes sociales. Es aquí donde se
hace más palpable ese imperativo del hecho social, pues aquí mismo es donde se hace
evidente la imposición de lo socialmente aceptado, ya que un sujeto saliéndose de lo que se
concibe desde varias esferas de la sociedad, como la institucional y la opinión pública, se le
impone una sanción que evidencia que un individuo transgresor de ese hecho social es
reprimido y reprendido por tal acto.

A lo anterior sumamos que todo el rechazo evidenciado no solo por la sociedad argentina,
sino, por todas aquellas personas que desde la distancia repudiaron aquel suceso de la mini
pig argentina, nos muestra lo interiorizado que ya está para nosotros esa relación con el
mundo animal que, si bien a lo largo de la historia ha sido caótica para los animales, y de
neta servidumbre para con ellos desde la óptica humana, ha ido cambiando a una visión
más consiente del papel que juega cada uno en la naturaleza, sin perder el pragmatismo, por
su puesto, reflejado en la utilidad de los animales para la alimentación o compañía del
hombre. Sin embargo, es de aclarar, que esta cultura animalista ha permeado incluso esos
escenarios anteriormente descritos donde los animales siguen siendo compañía o alimento
para los seres humanos. Es la indignación social lo que nos muestra lo interiorizado de este
hecho social, que a su vez se terminó reflejando en aquella querella impuesta ante la corte
argentina.

Finalmente, también ha sido perceptible desde cualquier índole, siendo fácil notar esa
permanencia en el tiempo digan de un hecho social en este suceso, pues desde un inicio
cualquier suceso que involucre a los demás animales con nuestras sociedades ya evoca ese
fenómeno de larga duración, debido a que ellos se involucraron en nuestro entorno desde
antes siquiera que las sociedades sedentarias llegasen a existir, desde antes incluso de que
diéramos nuestros primeros paso como especie en este planeta. Pero también evocando esa
ley de protección animal que en Argentina se instaura en 1954, precisamente para los
animales de corral, nótese la coincidencia, ya se hace evidente toda una forma de entender,
definir y re definir las relaciones de los demás animales, en su mayoría domésticos, con los
humanos en sociedad. Roma es un precedente, y reitero, no hablo de la Roma como equipo
de futbol, ni de esa Roma que alberga curas y papas, ni siquiera me refiero a ese todo
poderoso Imperio Romano ya caído en desgracia hace unos cuantos siglos, me refiero a ese
animal que revolcó la sociedad real y la virtual; un precedente de aquel hecho social que
evidencia que será una constante el comprender de qué manera nos relacionamos con los
animales de cuatro y dos patas de forma adecuada; en este caso puntual, a unos porque los
engañamos con nuestra “buena voluntad”, y a otros porque los llevamos a la parrilla para
hacernos un triste pero sabroso asado argentino.

Conclusión

En un solo caso o un solo suceso ya se puede implementar un análisis que busqué observar
los diferentes hechos sociales desde multiplicidad de perspectivas, identificando esto y con
la intensión de simplificar el ejercicio, decidí solo destacar un aspecto y a partir de ahí
realizar el texto. Decidí desarrollar puntualmente lo relacionado a la querella legal que se
adelanta contra el hombre que mató a la pequeña cerdita, porque me permitió precisamente
destacar el hecho social desde lo institucional, lo morfológico y la opinión pública, ya que
por un lado es evidente que se integran las leyes, actúa una institución como lo es la
jurídica y por medio de las redes se manifiesta esa opinión popular frente a ese suceso, y de
tal manera realizar un ejercicio que fuese claro al dejar en evidencia mi comprensión de la
lectura, así como, la propuesta del autor acerca del hecho social, bien pueda ser equivoca o
necesitar matices, mi objetivo era mostrar mi comprensión de ello y aplicarlo al caso de la
joven Roma; muy joven para partir, y que hoy yace entre cenizas de carbón y heces
humanas.