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Bloque 4
Introducción
Bienvenidos al Bloque IV, llamado “La calidad en Educación Inicial”.
Video de Introducción
Estudio de Caso
Entre los años de 2018 y 2020, se desarrolló en México un estudio pionero para el
diagnóstico de la calidad de los centros de atención infantil públicos que prestan
el servicio a niñas y niños menores de 3 años en el país.
Los resultados muestran que los centros de atención infantil en México cuentan
con niveles de calidad estructural altos, con espacios físicos seguros y en buen
estado, en los que las niñas y niños tienen acceso a materiales y actividades de
juego por lo general adecuados para su edad. En cuanto a la calidad de las inte-
racciones, los resultados muestran un rango medio-bajo, especialmente en el área
de Apoyo Motivador del Aprendizaje, lo que ofrece una ventana de oportunidad
única para seguir mejorando la experiencia de las niñas y niños en los centros y
promoviendo su desarrollo. Asimismo, existen retos importantes de focalización
a poblaciones vulnerables”. (Banco Interamericano de Desarrollo, 2021)
Lo que nos interesa conocer de este estudio son dos puntos importantes, mismos
que se mencionan a continuación
Casi la totalidad de los centros están ubicados en zonas urbanas (98%) de baja
o muy baja marginación económica (97%), según el Índice de Marginación por
Municipio de 2015 del Consejo Nacional de Población (CONAPO). La principal
excepción es el modelo de atención CAIC, con el 32% de sus centros ubicados
en zonas de marginación media, alta o muy alta.
Los centros públicos del país atienden a niñas y niños en hogares con mejores
condiciones socioeconómicas, con ambientes más estimulantes en el hogar y
con niveles más altos de desarrollo del lenguaje. El 60% de los usuarios de los
servicios públicos de cuidado pertenecen al quintil de hogares más ricos del país,
identificados en la ENSANUT 2018-2019.6 Esta cifra no es sorprendente dada la
ubicación geográfica de los centros y que 3 de los 5 modelos de prestación ana-
lizados atienden a hogares con trabajadores formales como parte de sus presta-
ciones laborales. Es importante mencionar que los CAIC atienden a población con
menor nivel socioeconómico: sólo el 24% de sus usuarios pertenecen a hogares
en el quintil más rico. Asimismo, asociado a la condición socioeconómica, las
niñas y niños menores de 3 años usuarios de los centros cuentan con entornos
más favorecedores para el juego y el aprendizaje en sus hogares, así como con
mayores niveles de desarrollo del lenguaje, en comparación con una niña o niño
promedio en México. Esto confirma los desafíos existentes en cobertura y focali-
zación de los servicios, subrayando la falta de cobertura en zonas con mayores
índices de marginalización.
Los centros tienen en promedio 5,8 niñas y niños por agente educativo en las
aulas: 4,6 niñas y niños por agente educativo en aulas de lactantes y 6,2 niñas y
niños por agente educativo en aulas de maternal. Los centros cuentan con entre
1 y 3 aulas tanto de lactantes como de maternal, a las cuales asisten un promedio
de 12,9 y 16,8 niñas y niños, respectivamente, a cargo de entre 2 y 3 agentes
educativos en cada una.9 El número de niñas y niños por agente educativo, o
coeficiente de atención, se suele emplear como una medida aproximada de la
calidad de procesos dado que tener menos niñas y niños a cargo puede facilitar
las interacciones y promover el desarrollo.
Si deseas profundizar y conocer más sobre los resultados de este estudio, puedes
acceder a la siguiente lectura:
• Lee en plataforma:
LECTURA 1
Como podemos observar en estos datos, si bien es cierto que, en términos ge-
nerales, los resultados muestran que los centros de atención infantil en México
cuentan con niveles de calidad estructural altos, cuentan con espacios físicos se-
guros y en buen estado, en los que las niñas y niños tienen acceso a materiales
y actividades de juego por lo general adecuados para su edad.
Como hemos mencionado durante este bloque, una educación de calidad debe
ser accesible para todos, independientemente de su condición física, psicológica,
social o cultural y que les permita a estas personas, lograr su desarrollo de forma
integral y holística para poderse desenvolver en el mundo actual. Sin olvidar que
esto implica formar personas con espíritu crítico y compromiso social que sean
capaces de respetar, reconocer y ejercer los derechos humanos. Que tengan
oportunidades para integrarse y prosperar en su sociedad y también para contri-
buir a la mejora de su entorno.
Te invito a ver este video, para conocer otra perspectiva de lo que significa la ca-
lidad educativa: ¿Qué elementos caracterizan la calidad educativa?
Una educación de calidad también implica que todas las personas que forman
parte del proceso educativo sean partícipes de él (familia-escuela-contexto) y ejer-
zan las responsabilidades que les correspondan. Y por supuesto que los docentes
tengan las herramientas necesarias para poder ofrecer una educación integral.
Esto supone no solo infraestructuras, sino también formación adaptada a las
necesidades reales y no tanto a los intereses de algún colectivo o intermediario.
4.1.2 Seis elementos no negociables
de una educación inicial de calidad
Como ya habrás leído la Declaración del foro regional: Hacia una educación de
calidad en la primera infancia, documento del que hablamos en el bloque anterior,
la Agenda Regional para el desarrollo de la primera infancia propone a los países
de Latinoamérica crear y fijar una “Agenda de Calidad de la Educación Inicial”.
Dentro de esta agenda se consideran los siguientes no negociables de una edu-
cación de calidad inicial, mismo que vamos a mencionar a continuación:
Reconocer a la primera infancia como una etapa de la vida con una identidad
propia. Esto implica partir de un reconocimiento de los niños y niñas como sujetos
de derechos, el respeto por su perspectiva y sus ritmos heterogéneos de desa-
rrollo dentro de los fines propios de su cultura (en línea con la convención de los
derechos del niño).
Contar con personas que trabajan con niños y niñas capacitados para liderar in-
teracciones pedagógicas que promuevan la curiosidad, creatividad, imaginación
y aprendizaje de los niños y niñas.
Reconocer el lugar central del aprendizaje a través del juego para promover el
desarrollo integral. A diferencia de las prácticas tradicionales de transmisión de
información a niños y niñas pasivos y receptores, en el aprendizaje a través del
juego los niños y las niñas son actores activos que desarrollan habilidades en ex-
periencias de interacción social caracterizadas por la alegría, el involucramiento
activo del niño, la exploración iterativa y la construcción de significados.
Otros usos más específicos de los estándares de calidad educativa son: • Pro-
veer información a las familias y a otros miembros de la sociedad civil para que
puedan exigir una educación de calidad. • Proveer información a los actores del
sistema educativo para que estos puedan: • determinar qué es lo más importante
que deben aprender los estudiantes, cómo debe ser un buen docente y un buen
directivo, y cómo debe ser una buena institución educativa; • realizar procesos de
autoevaluación; • diseñar y ejecutar estrategias de mejoramiento o fortalecimiento,
fundamentados en los resultados de la evaluación y autoevaluación.
Debemos conocer que los Estándares están definidos en dos tipos, indispensables
y básicos; entendiendo los indispensables como las condiciones sin las cuales
no es posible la prestación del servicio, por considerar que se vulneran derechos
fundamentales de las niñas y los niños y los básicos son las condiciones que opti-
mizan el servicio; en este sentido, tanto los estándares indispensables como bási-
cos son de obligatorio cumplimiento y son en el derrotero de calidad de cualquier
jardín infantil que preste servicios de Educación Inicial; igualmente, el documento
de los Estándares Técnicos para la Calidad de la Educación Inicial incluye una
serie de orientaciones y guías técnicas para su adecuada implementación.
En el ámbito de la AEPI, suelen distinguirse dos tipos de estándares: i) están-
dares estructurales, referidos a requisitos que facilitan el funcionamiento de los
centros y el trabajo de los agentes educativos y garantizan seguridad y salubri-
dad. Entre otros, aluden al tamaño de aulas, razón adultos-niños, calificación de
cuidadores-agentes educativos, equipamiento, contenidos curriculares y otros; ii)
estándares de procesos, relacionados con la forma de implementación del proceso
enseñanza-aprendizaje, el clima en el aula, la capacidad de respuesta ante las
necesidades individuales de los niños, sistemas de monitoreo y evaluación de los
resultados en las niñas y niños. (Marco, 2014; López, Araujo y Tomé, 2016; Janta,
van Belle y Stewart, 2016; CERLALC, 2018).
En el análisis que realizan López, Araujo y Tomé (2016) se muestra que las va-
riables estructurales están significativamente correlacionadas con la calidad del
cuidado infantil. Por ejemplo, las interacciones positivas y afectivas ocurren con
menor frecuencia cuando se atienden a un gran número de bebés. Cuando se
cuenta con poco o ningún material o infraestructura básica, las rutinas de salud
y nutrición tienden a ser de mala calidad o inexistentes y las actividades son
menores en frecuencia y calidad. Por otro lado, existe evidencia empírica que su-
giere que los elementos estructurales por sí solos no garantizan una atención de
calidad y, por lo tanto, utilizarlos como una única representación de las medidas
de calidad del cuidado puede ser insuficiente y hasta peligroso (Hamre y Pianta,
2007; CERLALC, 2018).
(1) Interacciones cálidas y sensibles entre las y los educadores y las niñas y los
niños.
(2) Procesos intencionales que alientan a las y los bebés y promueven el diálogo
recíproco.
Derechos
Se vincula con niños, niñas y sus familias aplicando herramientas que favorezcan
el diálogo y el buen entendimiento, promoviendo espacios de cuidado y aprendiza-
je que fomenten la prevención y erradicación de la violencia en todas sus formas.
Desarrollo infantil
Diseña actividades que estimulen, en los primeros mil días, la función de apego
seguro y la adquisición de la lengua materna como organizadores del desarrollo y
constitución de la subjetividad teniendo en cuenta los aportes de la neurociencia.
Invita a niños y niñas a leer libros infantiles, como actividad cotidiana que pro-
mueva diversas expresiones ligadas al lenguaje, las emociones, el pensamiento
y las percepciones del contexto. Ofrece todo tipo de materiales, juguetes, juegos,
libros y propuestas, de acuerdo a la edad, que inviten a explorar nuevos roles y
emociones, revisando los estereotipos de género de las familias y del personal
de cuidado y educación.
Familia y comunidad
Salud y nutrición
• Planifica y realiza encuentros con las familias de niños y niñas para poder com-
partir saberes y prácticas de promoción de salud y prevención de enfermedades.
Diversidades y género
• Interviene ante situaciones de bullying hacia niños, niñas y sus familias por su
condición de migrantes (u otras condiciones diversas), desarrollando estrate-
gias interdisciplinarias orientadas a la resolución de problemas; proponiendo
actividades que contribuyan a valorar la diversidad humana.
Observa, escucha, respeta las opiniones de los otros en las interacciones, enten-
diendo el aprendizaje como un proceso de co-construcción abierta (entre institu-
ción familia, comunidad y niños y niñas) que asegura la inclusión social y genera
andamiaje en el proceso de desarrollo-aprendizaje.
• F o m e n t a i n t e r a c c i o n e s d e c a l i d a d e n t r e n i ñ o s y n i -
ñas y estos a su vez con los adultos significativos, promue-
ve la pregunta como medio de construcción de conocimiento.
Como hemos podido observar las políticas educativas que asumen una mirada
más comprehensiva sobre la calidad de la educación -incorporando en ella las
dimensiones como la equidad, relevancia, pertinencia, eficacia y eficiencia- y que
se diseñan a partir de este enfoque de derechos, pueden ayudar a responder a los
desafíos que en el campo de la educación enfrentan los países de la región. Son
los países quienes tienen la responsabilidad de asegurar que todos sus habitantes
puedan hacer exigible su derecho a una educación de calidad. Como hemos insis-
tido, las personas que cuentan con mejores oportunidades de educación, pueden
ampliar el ejercicio de su libertad; aumentando su productividad, abatir de forma
gradual la pobreza, así como el combatir las desigualdades, esto les permitirá
consolidar comunidades más cohesionadas, transparentes y democráticas.
Lo anterior marca la pauta para que los servicios de educación inicial sean un
precedente importante en el desarrollo de las niñas y los niños.
Otro de los temas que logramos abordar fue el que corresponde a los estánda-
res para los espacios de atención. Logramos identificar la relevancia que tiene el
cumplimiento y la revisión de estos estándares para garantizar la calidad en los
servicios y, por lo tanto, el desarrollo óptimo en las niñas y los niños. Es interesan-
te cómo identificamos las diferencias entre estándares estructurales y estándares
de procesos.
Cerramos esta unidad con las competencias básicas y universales que surgieron
del marco de desarrollo infantil temprano. Dichas competencias se integran por: