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UNIVERSIDAD TECNICA DE ESMERALDAS

LUIS VARGAS TORRES

FACULTAD:

CIENCIAS ADMINISTRATIVAS Y ECONOMICAS

CARRERA:

CONTABILIDAD Y AUDITORIA 1 “A”

INTRODUCCIÓN AL DERECHO I

NOCIONES GENERALES, ETIMOLOGÍA Y ORIGEN DEL DERECHO,


CONCEPTOS DEL DERECHO

ESTUDIANTE:

COX GONZÁLEZ JULISSA ALEJANDRA

PROFESOR:

Abg. JOSÉ CORTEZ ALTAFUYA


1.2 ¿QUÉ ES EL DERECHO?

La palabra proviene de la palabra latina directum, que significa


no desviarse del camino correcto, seguir el camino que indica la ley, que es de
sentido o dirección. En general, se entiende por derecho un conjunto de
normas jurídicas adoptadas por el Estado para regular la conducta externa de las
personas y sujetas a sanciones legales si no se observan.

Forma un mecanismo especial para regular la existencia social humana. De esto


se puede concluir que los derechos no están formados por los tipos de actividades
o las dimensiones de la vida humana que regulan, sino por las formas específicas en
que se desarrollan estas normas.

Al afirmar que el derecho es un fenómeno humano, estamos diciendo dos cosas


a la vez, el derecho es un producto humano que regula el comportamiento humano,
y por otro lado, el derecho es creado por el hombre en diferentes contextos y marcos,
contextos históricos. Debe entenderse en el contexto de estas circunstancias. Se dice
así que una ley tiene una conexión implícita con la realidad concreta de la que deriva.

El derecho es resultado de los distintos contextos históricos, de las ideologías,


de los intereses y conflictos predominantes en los mismos. Por eso varía en sus
contenidos en función de las circunstancias históricas y refleja los caracteres de esas
circunstancias. El derecho se destaca por su naturaleza normativa, los modelos de
conducta incluidos en un ordenamiento jurídico constituyen criterios de comportamiento
a los que están sujetos los destinatarios de ese sistema. En este contenido se afirma
que el derecho pertenece al mundo del deber ser (Alfonso Ochoa , 2005)

Puede decirse que el derecho es un conjunto de normas que determinan


obligaciones y normas que otorgan facultades que forman la
base de la convivencia social, que tiene por objeto brindar un mínimo de seguridad,
certeza, igualdad, libertad y libertad a todos los miembros de la sociedad.
Justicia (Atienza, Manuel, 2001).
Según otros autores:

Para Ulpiano, el Derecho es el "arte de lo bueno y lo equitativo". Para Kant, el


Derecho es el "complejo de las condiciones por las cuales el arbitrio de cada uno puede
coexistir con el criterio de todos los demás, según una ley universal de libertad". Para
Marx, el Derecho "es la voluntad de la clase dominante, elevada a la categoría de ley"
(Orna Sanchez Oswaldo).

Para Herbert Lionel Adolphus Hart en su libro de “El concepto de derecho”, hay
que tener en cuenta las tres principales perplejidades de la teoría jurídica tal como él
las menciona:

1. La primera, es la reducción de las normas jurídicas a ordenes respaldadas por


amenazas.

2. La segunda, es la separación entre el derecho y la moral.

3. La última, es la consideración axiomática del derecho, esto con el fin de intentar


dar una definición aproximada a lo que es el Derecho.

El Derecho según (Hart), es la suma del conjunto de reglas que cumplen con
criterios de validez que establece una regla maestra del sistema a la que le
denomina regla de reconocimiento.

Según Hart, el Derecho debía concebirse como una práctica social, observable y


describible, separada de la moral y desarrollada por las autoridades estatales, sobre
todo por los jueces.

De acuerdo con Fernando Flores Gómez González y Gustavo Carvajal Moreno,


el Derecho es el conjunto de normas que imponen deberes y normas; confieren
facultades, establecen las bases de convivencia social y su fin es dotar a todos los
miembros de la sociedad de seguridad, certeza, igualdad, libertad y justicia.

El derecho puede abordarse desde diferentes puntos de vista, puede ser visto
como ordenamiento, fenómeno social, como valor o como argumentación. El derecho
como ordenamiento es el conjunto de normas que tratan de regular la conducta
humana mediante ordenamientos, permisiones y prohibiciones; como fenómeno social,
es aquel ordenamiento jurídico que nace para regular la conducta entre los individuos
como grupo y resulta aplicable siempre que se encuentre en sociedad.

Por otro lado, el derecho como valor corresponde al conjunto de disposiciones


que son de carácter obligatorio y que se encuentran al servicio de valores sociales,
además de tener una finalidad axiológicamente respetable.

En lo que respecta al derecho como argumentación, es aquel conjunto de


normas que se materializan a través del lenguaje, pues éste corresponde al
instrumento fundamental del legislador debido a que las palabras diseñan normas
jurídicas. Asimismo, es relevante señalar el derecho tiene como fin principal tres cosas:
seguridad, justicia y bien común (Michelle williams).

Derecho penal

Se entiende por derecho penal la rama del derecho encargada de regular e


idear las potestades punitivas, es decir, la pena reservada por el Estado a quienes
infrinjan las normas de convivencia o conducta, siempre con base en los principios de
proporcionalidad y justicia.

El derecho penal es tan antiguo como la vida social, aunque primero


existieron en las tribus leyes de venganza, como las leyes de venganza. Tiene su
origen en Europa como institución jurídica gracias al derecho romano, aunque luego
fue reemplazada por la Inquisición de la Iglesia Católica y aparece en la época
moderna con las Leyes de la República (Equipo Editorial, 2021).
Elementos del derecho penal

Todo acto de interés para el derecho penal consta de los siguientes elementos:

Un delincuente: A quien se acusa de haber quebrantado la ley y quien ha sido


apresado por ello.
Un delito: Una ruptura concreta de la ley atribuible a un delincuente y del cual
haya pruebas, evidencias y versiones.
Una pena: Un castigo o sanción proporcional a la gravedad del delito cometido e
impartido por las fuerzas mismas del Estado.
Un juez: Un ciudadano experto en leyes que supervisa el funcionamiento del
juicio y dictamina finalmente la decisión tomada tras oír a las partes.

Derechos humanos

Los derechos humanos son derechos que tienen todas las personas,


independientemente de su raza, sexo, nacionalidad, origen nacional, idioma, religión u
otras circunstancias. Los derechos humanos incluyen, entre otros, el derecho a la vida
y la libertad, la libertad de la esclavitud o la tortura, la libertad de opinión y expresión, la
educación y el trabajo. Este derecho se aplica a todos sin discriminación alguna.
Derecho internacional de los derechos humanos

El derecho internacional de los derechos humanos obliga a los gobiernos a


actuar o abstenerse de ciertos actos para promover y proteger los derechos humanos y
las libertades fundamentales de las personas o grupos de personas.

Uno de los mayores logros de las Naciones Unidas es la creación de un


estándar integral de derechos humanos: un código protegido universal
e internacionalmente al que todos los países pueden adherirse y al que todos
aspiran. Las Naciones Unidas definen una amplia gama de
derechos reconocidos internacionalmente, incluidos los derechos civiles, culturales,
económicos, políticos y sociales. También establecen mecanismos para promover y
proteger estos derechos y asistir a los Estados en el cumplimiento de sus obligaciones.

La Declaración Universal de los Derechos Humanos

La Declaración Universal de los Derechos Humanos (DUDH) es un


documento histórico en la historia de los derechos humanos. La Asamblea General de
las Naciones Unidas, celebrada en París el 10 de diciembre de 1948, declaró en su
Resolución 217 A (III) que la Declaración fue elaborada como un ideal común por
representantes de todas las regiones del mundo de diferentes culturas y
tradiciones jurídicas. a todas las naciones y pueblos. Estableció por
primera vez derechos humanos básicos que deben ser protegidos universalmente.
Desde su adopción en 1948, la Declaración Universal de Derechos Humanos ha sido
traducida a más de 501 idiomas. Es el documento más traducido del mundo y ha
servido de inspiración para las constituciones de muchos países recientemente
independientes y muchas democracias nuevas. Junto con el Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos y sus dos protocolos facultativos (sobre el procedimiento
de apelación y sobre la pena de muerte) y el Pacto Internacional de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales y sus protocolos facultativos, la Declaración
Universal de Derechos Humanos constituye el el llamado Proyecto de Ley Internacional
de Derechos Humanos.
Derechos económicos, sociales y culturales

El Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales entró en


vigor en 1976 y, a finales de octubre de 2016, ya contaba con 164 Estados parte. Entre
los derechos humanos que este Pacto busca promover y proteger se encuentran:

el derecho a trabajar en unas condiciones justas y favorables;


el derecho a la protección social, a un nivel de vida adecuado y al disfrute del
más alto nivel posible de salud física y mental;
el derecho a la educación y a gozar de los beneficios derivados de la libertad
cultural y el progreso científico.

Derechos civiles y políticos

El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y su primer Protocolo


Facultativo entraron en vigor en 1976. Este Pacto contaba con 167 Estados parte a
finales de 2010. El Segundo Protocolo Facultativo fue aprobado en 1989.

La Convención incluye derechos como la libertad de circulación, la igualdad ante


la ley, el derecho a un juicio justo y la presunción de inocencia, la libertad de
pensamiento, conciencia y religión, la libertad de opinión y expresión, la libertad
de reunión pacífica, la libertad de asociación, participación en asuntos públicos
y elecciones y protección de los derechos de las minorías. Asimismo, prohíbe el
quitar la vida; tortura, castigo o trato cruel o degradante; esclavitud y trabajos
forzados; detención o encarcelamiento arbitrarios; injerencia arbitraria en la vida
privada; propaganda en apoyo de la guerra; discriminación y apología del odio racial
o religioso.
El Derecho se divide en público y privado.

El Derecho Público: corresponde a la parte del ordenamiento jurídico que regula


las relaciones entre las personas o entidades privadas con los órganos que ejercen el
poder público, cuando estos últimos actúan en ejercicio de sus legítimas potestades
públicas, sean jurisdiccionales, administrativas, según la naturaleza del órgano que las
ejerce. Esto ocurre de acuerdo con el procedimiento legalmente establecido y de los
órganos de la Administración Pública entre sí.

Las ramas del Derecho público son:

Derecho Administrativo. Es el conjunto de normas que regula el funcionamiento


del Estado como poder administrador, entre los distintos órganos administrativos y su
relación con los particulares.

Derecho constitucional o político: Se ocupa del análisis de las leyes


fundamentales que define un estado.
Derecho Privado

Esta es una ley que regula las relaciones jurídicas entre particulares. Es decir,


algunas condiciones son las mismas entre particulares y empresas con estatus de
persona jurídica, sin interferir en los intereses del Estado.

Características del derecho

Proviene de la Antigüedad.

Cuando surge la primera forma de derecho y estado. La comprensión actual del


derecho y del mundo jurídico debe mucho al antiguo derecho romano (derecho
romano) ya los profundos cambios filosóficos que se produjeron en Occidente
durante el Renacimiento a causa del humanismo y sus consecuencias. información.

Es de carácter normativo.

Consiste en un conjunto de normas, reglas y directrices válidas dentro de


una determinada realidad social y cultura. Suelen ser códigos de
conducta obligatorios

Se sustentan en la bilateralidad.

Requiere la interacción de dos o más personas porque la ley funciona de


manera heterónoma: la sociedad (externamente) impone normas a los individuos que
debemos seguir, estemos o no de acuerdo con el principio. .

Aspira a la inviolabilidad.

Castiga con sanciones a quienes violentan las normas, para impedir que el
hábito de romperlas termine por despojarlas de su sentido.

Opera como un sistema de normas.

Se establecen de manera ordenada, convergente, evitando yuxtaposiciones y


arbitrariedades. Se trata de un aparato jurídico.
1.2 ¿CUAL ES LA ETIMOLOGIA DEL DERECHO?

El primer antecedente conocido de la disciplina del derecho de la Ilustración se


encuentra en la obra Spculum iuris de Guillermo Duarte en el siglo XIII, y
posteriormente en el siglo XVII, se encuentran los departamentos de derecho natural
en las principales universidades europeas, donde se proponía descubrir la ética
fisiológica. la base del derecho, y el tema de la misma visión sistemática se da en sus
diversas ramas, pero en el siglo XIX, estudiando sus conceptos básicos, surge en 1808
una disciplina que daba el mismo cuadro completo. Decano de la Facultad, Profesor
Care Rance. de Derecho, General de Estudios Jurídicos Públicos Introducción 1819
Aparecen las obras de Lerbett Introducción al estudio de la fisiología jurídica.
Finalmente, en 1840, el filósofo Victor Kazin fundó la primera cátedra de derecho en la
Universidad de París.

Desde entonces, en su corta y joven historia, bajo la influencia de diversas


corrientes de pensamiento, Introducción a las Ciencias Jurídicas se ha desarrollado con
idas y venidas, siendo en ocasiones rebautizada como Principios Generales del
Derecho, Principios de Legislación General, etc. En otros casos, tuvo el efecto de
cambiar el origen de su contenido, gracias a las continuas luchas entre la sociología, el
dogma jurídico y la filosofía del derecho que renacía a fines del siglo XIX.

En varios idiomas modernos (germánico y latín) las palabras "derecho" e


"igual" se usan indistintamente para denotar ley. Así que en inglés decimos
correctamente; en alemán, rect; en holandés, a la derecha; en francés derecho; en
italiano, diritto; Rumano, Drepta, etc.

La palabra Derecho se usa en dos sentidos:

1. Como facultad reconocida al individuo por la ley para llevar a cabo determinados
actos, o un conjunto de leyes o normas jurídicas, aplicables a la conducta social
de los individuos.
2. Como conjunto de reglas o disposiciones que rigen la conducta de los hombres
en sus relaciones sociales.

Terminología del derecho administrativo

Atendiendo a las materias o actividades que afectan a la sociedad surge la


necesidad de regularlas jurídicamente, por lo que el Derecho Administrativo se ha
formado con una terminología jurídica, técnica, económica y contable.

La terminología jurídica la podemos subdividir en la propia, la que adopta del


derecho común y la que va surgiendo o tiene su origen en la doctrina.
La terminología propia va en aumento con la evolución del derecho
Administrativo, la doctrina se está encargando de enriquecerla.
La terminología técnica es la segunda en importancia dentro del Derecho
Administrativo. Hay que acudir al técnico correspondiente para que nos resuelva
el alcance que tiene una terminología técnica.
La terminología económica. La mayoría de las leyes expedidas o que están en
vigor tiene un origen económico, así como las reformas constitucionales y a
ordenamientos del derecho privado.
La terminología contable no tiene en el Derecho Administrativo la influencia que
posee en el derecho tributario, pero se le encuentra con cierta frecuencia.

CONCEPTO Y DEFINICIÓN DEL DERECHO ADMINISTRATIVO

Rafael Entrena Cuesta, tratadista español, define el Derecho Administrativo


como “el conjunto de normas del derecho público interno que regulan la organización y
actividad de las administraciones públicas”. Para el autor argentino Rafael Bielsa, el
Derecho Administrativo es el conjunto de normas jurídicas que regulan las relaciones
entre la administración pública y los administrados. Es el conjunto de normas positivas
y de principios de Derecho público de aplicación concreta a la institución y
funcionamiento de los servicios públicos y al consiguiente contralor jurisdiccional de la
administración pública. Para Emilio Margáin Manautou el Derecho Administrativo es el
conjunto de normas y de principios que regulan la administración pública en sus
relaciones con los particulares, con los demás poderes de la Unión y entes públicos, su
organización interna, la prestación de los servicios públicos y explotación de sus
bienes, así como el control de la legitimidad de sus actos.

1.3 ¿CUÁL ES EL ORIGEN DEL DERECHO?

Desde las más antiguas organizaciones sociales, tenemos algunas referencias


que nos permiten afirmar, sin lugar a dudas, que, en toda organización social, el
derecho está presente, como el factor de cohesión para el desarrollo de la civilización,
las primeras ciudades y los grandes reinos de la antigüedad. Tanto en Egipto, como en
el creciente fértil, los reinos crecieron con el orden que impone el derecho, por ello el
derecho y la justicia nace con las primeras civilizaciones.

Las evidencias de las primeras civilizaciones, nos dejan una huella clara de un
proceso de organización que permite distinguir un orden primigenio, la simple cacería,
por ejemplo, implica un proceso organizativo para llevarla a cabo con éxito y de forma
breve, evitando el ataque de otros animales, la competencia con otros grupos o dejar
expuestos a sus familias al ataque de algunos depredadores o enemigos, mientras se
salía a cazar. Y es que las primeras evidencias de los antecesores de los seres
humanos, ya sea que se le denomine hombre de Java1, hombre de Pekín2 o de Cro
Magnon3, siempre están asociadas a un grupo, de las especies que habitan nuestro
planeta, el ser humano constituye el menos dotado para cazar y combatir, por ello la
cacería de los grandes animales ya sea para alimento o por defensa, debía realizarse
en forma grupal, la coordinación que se requería es producto de un orden a respetar,
así como la posterior división de las ganancias, si esos grupos primitivos solo hubieran
respetado la fuerza se habrían aniquilado entre ellos, pero por el contrario esos grupos
florecieron y fueron desarrollando formas más avanzadas de cacería y de defensa,
dejando vislumbrar que cierto orden debió estar presente tanto en la actividades de
caza y recolección como de convivencia en las cuevas.

Antes del desarrollo de las civilizaciones de Egipto y Mesopotamia, podemos


suponer que los pueblos primitivos estaban organizados, pero aparentemente
después de ellos ya existía cierta organización basada en leyes que permitió que
floreciera y pusiera en primicia la civilización. Se puede suponer que la evidencia
arqueológica indica la separación de la clase dominante y la gente común. No
podemos estar seguros de la existencia de los derechos humanos, pero es
razonable suponer que la fuerza no solo mantiene la cohesión del grupo, sino
que también conserva cierto respeto por los miembros de la sociedad que de
otro modo se dividirían, por lo que me atrevo a decir que la organización social
crea leyes. y la creación del Estado, entonces el derecho es una mezcla que
permite la cohesión social.
Es una importante figura jurídica de larga tradición, pues su origen se remonta al
siglo XIII, por lo tanto, estamos en presencia de una realidad jurídica muy
antigua y de enorme trascendencia para la tutela de los derechos humanos, que
inicia su recorrido por muy variados ordenamientos jurídicos internos, una vez
que estos llegan a tomar forma en el derecho internacional; asimismo es
importante destacar la fuerte tradición del derecho al debido proceso, la que ha
sido posible por su carácter tan pretérito en el mundo de las ideas jurídicas, lo
que le ha permitido estar dotada de una gran fuerza moral que a su vez ha
revestido con fuerza el carácter normativo en una doble vía: legal y axiológica o
dicho de otra forma en esta igura encuentra acomodo perfectamente la legalidad
y la legitimidad.

Es una institución jurídica que como ya se pudo señalar se originó, tomo forma,
sentido, se desarrolló y se difundió fuertemente en los países de tradición jurídica del
civil law, así como también en los del common law. Resulta importante destacar que
este derecho se caracteriza por su carácter dinámico y cambiante que, mostrado a lo
largo de su evolución, pero salvaguardando siempre y en todo momento su esencia
que lo ha caracterizado siempre como fuerza garantista de los derechos humanos de la
persona, más bien este carácter dinámico ha sido muy positivo al permitirle fortalecer
su esencia protectora adoptando los nuevos paradigmas que han aparecido a lo largo
del tiempo.

El enfoque basado en derechos humanos


El enfoque basado en derechos humanos (en adelante, EBDH) como base de la
política de desarrollo sostenible implementada por la ONU, se sustenta en la relación
entre democracia, desarrollo y derechos humanos. Frente a estos tres aspectos de
relevancia no solo teórica sino aplicativa, encontramos que el desarrollo es un concepto
que ha cambiado a través de la historia, convirtiéndose en un proceso de participación
centrado en los ciudadanos como titulares de derechos.

El desarrollo es la unión de la democracia, los derechos humanos y el desarrollo


quien da fruto a la verdadera protección de los derechos de los ciudadanos de un
Estado, generando esto la implementación de políticas públicas que procuren mejorar
las condiciones de vida digna. (Instituto Universitario de Desarrollo y Cooperación-
IUDC, 2015. Todos los seres humanos son titulares de derechos que la comunidad
internacional debe promover, respetar y proteger. Esta afirmación se opone hoy a la
era de la globalización y de flexibilización de los derechos básicos, pues han sido
transformados en mercancías y por tanto convertidos en privilegios que solo unos
pocos pueden disfrutar. Los derechos humanos están dotados de fuerza, y brindan
importancia al discurso de solidaridad y responsabilidad compartida, los cuales darán
origen a las acciones de cooperación a favor del Desarrollo Humano.

Materialización del EBDH en el derecho interno

2.1. Políticas públicas

La Corte Constitucional (sentencia T- 136, 2006) manifestó que los derechos


fundamentales tienen dos fases, una de abstención y otra de acción. La primera hace
referencia a la protección del contenido del derecho mismo, y la segunda está
encaminada a garantizar la ejecución de los mecanismos, tendiente a hacer eficaz el
goce efectivo del derecho, e indica quién tiene la obligación de sancionar cuando estos
sean violentados. De acuerdo con lo anterior, las políticas públicas son el mecanismo
que tiene el Estado actual (Estado social de derecho) para cumplir con la segunda fase,
la de garantizar el goce efectivo del derecho, el cual promueve gran cantidad de
servicios afectando a la vida cotidiana de los ciudadanos (Pallares, 1988. El deber de
adoptar y realizar políticas públicas permite generar condiciones de vida digna para la
ciudadanía, en especial para quienes viven en situación
La política pública termina siendo la facilitadora del conflicto entre la norma y el
sujeto final al cual se le busca satisfacer la necesidad. Peters (1982) definió las
políticas públicas como “el conjunto de actividades de las instituciones de gobierno,
actuando directamente o a través de agentes, que van dirigidas a tener una influencia
determinada sobre la vida de los ciudadanos”

1.4 EL DERECHO COMO NORMA DE CONDUCTA

Una facultad de derecho es normativa, lo que significa que es un sistema de


reglas de carácter o comportamiento. Por otro lado, la historia de la naturaleza humana
que evoluciona de acuerdo con las leyes a lo largo de la vida y los derechos
que se vuelven ubicuos ofrece un orden normativo que está constantemente
emergiendo, superponiéndose, confrontándose y complementándose a sí mismo.

Para estudiar el sistema normativo de una civilización, es necesario determinar


lo que está prohibido, requerido y permitido. El mundo estándar es vasto y diverso; las
normas jurídicas no son sólo parte de la experiencia normativa, ya que existen
diferentes clases de normas, tales
como normas religiosas, normas sociales, normas consuetudinarias, etc. Todas las
normas tienen algo en común, que es influir en el comportamiento de los individuos y
grupos, y orientar a estas personas y sus acciones hacia objetivos específicos.

Existen dos teorías normativas: derecho como institución y derecho como


relación.

Teoría del derecho como institución: Comparación del concepto de derecho


como norma y el concepto de derecho como institución.

Y la teoría de los derechos como relaciones: significa que todas las


manifestaciones sociales se ordenan, al menos en relación con los compañeros,
gracias a este hecho.

La teoría institucional rompe el circuito cerrado donde la jurisprudencia nacional


considera solo la legislación nacional y equipara el dominio legal con el dominio
nacional.
Según Romano el derecho consta con 3 elementos constitutivos: La Sociedad,
El Orden y La Organización y el concepto de derecho debe contener los siguientes
elementos esenciales:

Comprender el concepto de sociedad, ósea que todos los individuos se


complementan hasta formarla con ayuda de lo jurídico.

Comprender la idea del orden social: toda manifestación social por solo el hecho
de serlo está ordenada por lo menos con relación a sus asociados.

El orden social que establece el derecho: antes de crearse una norma para la
sociedad, el orden social es una organización, estructura, es una consecuencia de la
misma sociedad.

La tesis básica del positivismo jurídico es que la existencia y el contenido de las


normas jurídicas depende de un conjunto relativamente homogéneo de hechos sociales
tradicionales. Esto significa, entre otras cosas, que cualquier organismo interesado en
comprender el significado y el alcance de una declaración legal debe
referirse únicamente a los estándares verificables establecidos en la Convención y no a
la idoneidad o equidad inherentes del sistema legal. Tradicionalmente, las
"directrices de autoridad" o "reglas sociales" son los hechos más comunes sobre el
origen de las normas jurídicas, es decir, hechos sociales complejos que los sujetos
pueden bajo ciertas circunstancias reconocer por el sistema cuando el comportamiento
general es o debería ser ilegal. . De esta forma, el ordenamiento jurídico constituye un
sistema institucional en el que las conductas y actitudes de los diferentes sujetos
tienden a ser consistentes, y la principal energía de la investigación científica jurídica
se dirige a describir el contenido del ordenamiento potestativo, en términos
generales. cualquier dinero en efectivo. Ley.

Sin embargo, la preocupación filosófica positivista por explicar la naturaleza del


derecho en términos empíricos está plagada de dificultades que no pueden
explicarse claramente en los mismos términos: la normatividad del derecho. Los
reclamos legales pueden identificarse mediante mandatos autorizados o reglas
sociales, pero parece incorrecto afirmar que sus características normativas se derivan
simultáneamente del mismo conjunto de hechos. Un deber u obligación parece requerir
la aceptación previa de razones o juicios más abstractos sobre el
deber que razonablemente lo sustenten. De lo contrario, los agentes que aceptan
órdenes autoritativas o reglas sociales como base de sus acciones particulares
cometen la famosa falacia de Hume y vuelven irracional el proceso de deliberación real.

La dificultad de la teoría jurídica en estos términos es explicar la naturaleza de la


premisa principal, cuya función es incorporar directamente rasgos normativos a la
argumentación. Esta premisa a veces es vista como verdaderamente moral, otros la
ven como una regla social compartida por autoridades que tienen un punto de vista
interno, otros la ven como una regla conceptual sin contenido normativo, y algunos
teóricos la ven incluso como tal . Las hipótesis —similares a las categorías lógicas
trascendentales de Kant— permiten que las normas jurídicas se entiendan
correctamente como juicios de "necesidad". En su mayor parte, estas
posiciones apuntan a evitar los problemas lógicos que suelen
enfrentar tales justificaciones (evitación de preguntas, regresión al infinito, suposiciones
dogmáticas) y proporcionar argumentos conceptuales lo suficientemente amplios para
explicar las consecuencias de las obligaciones legales.

El carácter normativo de la legislación no siempre se consideró una verdadera


cuestión teórica. Para quienes defienden lo que Joseph Raz (1998) llama la “tesis
semántica reduccionista” de las normas jurídicas, su función no es exigir o imponer un
comportamiento general en situaciones específicas, sino describir situaciones
específicas. La concurrencia de una condición determinada: s., la posibilidad de realizar
un acto determinado y ser castigado, o la facultad de dictar una orden.

A. Rosam a Dz. Austin también parece estar de acuerdo en que la esencia de


una declaración legal no es exactamente una expresión del propósito real de una
promulgación legislativa, sino más bien una expresión teórica o descriptiva de un
conjunto de hechos legalmente significativos (que pueden variar ampliamente según
el contexto). . ). enfoque reduccionista). Sin embargo, el fracaso de todas estas teorías,
como ha sido reiteradamente acusado, es precisamente la interpretación unilateral de
las expresiones que contienen términos normativos: si bien otorgan al lenguaje jurídico
sólo una función descriptiva, evitan el uso característico que no la tienen. Las personas
que quieran defender tus acciones o criticarte lo harán.

En los términos popularizados por Hart, ninguno de estos enfoques deja de dar
cuenta del concepto general de normas jurídicas porque "una sociedad con leyes es un
comportamiento reconocido" (1998, pp. 101 y 249). Es esta perspectiva interna como
una actitud práctica de aceptación de normas (Shapiro, 2006) la que nos permite ver
ciertas reglas sociales o mandatos de autoridad como fuentes de responsabilidad o
razones para la acción, en lugar de simplemente describir el comportamiento.

Pero para evitar las particularidades de las teorías reduccionistas, estoy más
interesado en considerar otros argumentos que no entran en la categoría de
"reduccionismo semántico", es decir, aquellos que consideran las reglas como
declaraciones prescriptivas según las cuales el comportamiento o estado de cosas
"debería ser" (o, en última instancia, se le permite ser). Este ha sido uno de los temas
más controvertidos del positivismo jurídico, del que depende en gran medida el éxito o
el fracaso de la teoría jurídica: explicar las dimensiones fáctica y práctica del derecho.
Como señala Raz: "En muchos aspectos, este es el conjunto de cuestiones más
importante que debe afrontar cualquier filosofía del derecho porque plantea la cuestión
del aspecto dual del derecho: ser una institución social con un aspecto normativo"
(Raz), 1998, Pág. 240, la traducción es mía). Aunque el problema parece reducirse a
una simple explicación de sentido común sobre la naturaleza de las "obligaciones
jurídicas", sus posibles soluciones suelen implicar -como se verá más adelante-
aspectos teóricos más complejos que, en última instancia, se vinculan con la
justificación práctica. Se conecta la naturaleza, la relación entre la moral y el derecho,
el papel de la autonomía de la voluntad en la adopción de las normas jurídicas, etc.

En este artículo, identificaré algunos de los problemas más comunes que


enfrenta la teoría jurídica al explicar la normatividad de las normas jurídicas y
proporcionaré un breve análisis de cada uno. Si bien mi objetivo inicial se limitó a
mostrar las implicaciones e incompatibilidades de cada elemento del análisis, la
estructura del trabajo en sí revela lineamientos generales para la construcción de una
teoría normativa del derecho. En concreto, me limitaré a seis aspectos de la reflexión
filosófica: en primer lugar, analizaré las diferencias que existen entre lo que llamo los
enfoques subjetivo y objetivo de la normatividad jurídica (ii), y luego desarrollaré con
más detalle la incidencia de la racionalidad. y la autonomía individual cuando surgen
obligaciones legales (III), y señala las posibles consecuencias de enfoques regulatorios
injustificados (IV). A continuación, desde un enfoque subjetivo, enfatizaré las
diferencias entre el comportamiento ajustado a la norma y el cumplimiento de las
obligaciones legales, así como la importancia de distinguir entre razones prudenciales y
morales (V). En conclusión, señalaré algunas implicaciones de la tesis de la diferencia
práctica (VI), luego presentaré algunos argumentos en contra del llamado dilema regla-
observancia (VII) y revelaré algunas posiciones teóricas sobre la naturaleza de las
normas jurídicas en el razonamiento práctico (VIII).).

La primera cuestión que debe abordar una teoría normativa del derecho es el
papel de la autonomía de los individuos, determinada por la autoridad o las reglas
sociales, en el surgimiento de las obligaciones jurídicas. 4 Puede decirse, en primer
lugar, que la obligación decisiva o evidencia inmediata para la realización de una
acción resulta de actos de habla (órdenes) emitidos por la autoridad o de la
convergencia de conductas y actitudes de los sujetos (reglas sociales),
independientemente del objeto de la acción. las reglas (o cualquier otra acción) la
consideran justificada o coercitiva (es decir, independientemente de la actitud real del
sujeto a quien se dirige la orden o regla social). La dimensión normativa de la regla
tiene así cierta objetividad, ya que no es incoherente suponer que "el sujeto x tiene (o
está obligado a) hacer p", aun cuando nadie más que la institución suponga que la
acción ha sido realizada. x debe ser p. En otras palabras, las normas jurídicas pueden
imponer obligaciones o crear justificación para la acción, independientemente de las
opiniones o actitudes normativas de los destinatarios o terceros de la norma.

Tal posición ciertamente enfrenta una gran dificultad: el fundamento de la


objetividad de las "obligaciones jurídicas". Hay al menos dos estrategias que se pueden
utilizar. De acuerdo con el primero de ellos —y desafiando la falacia de Humé—, la
naturaleza normativa de las normas jurídicas es una consecuencia del contexto
pragmático en el que se emiten las órdenes autoritarias: se podría argumentar, por
ejemplo, que dada la naturaleza institucional del acto de habla que llamamos una
"tarea", a partir de declaraciones descriptivas es posible derivar tareas normativas
simplemente asumiendo, como sugiere Searle (1964), el contexto institucional
relevante.

Pero, en otras palabras, si lo que se busca es una base sin culpa como esta,
donde los juicios de responsabilidad se extraen de hechos institucionales, entonces
podemos elegir modelos de razonamiento pragmático como (a) y proponer que la
naturaleza obligatoria de normas jurídicas. no directamente del mandato o del acto de
mandato, sino de la evaluación objetiva de la obligación -como condición (1)- otorga a
dicho acto de habla una virtud incondicional que crea una obligación u obligación (y el
punto es que la existencia objetiva, ni la obligación, que cualquiera dependería
necesariamente de la actitud del sujeto o de la aceptación real). Llamo a este punto de
vista el "enfoque normativo objetivo del derecho" (en adelante, "EON").

En el extremo opuesto de estas teorías (basadas ambas en supuestos bastante


contradictorios sobre el lenguaje y el razonamiento práctico) se encuentran quienes
sostienen que la responsabilidad jurídica es el resultado de las actitudes normativas de
algunos sujetos hacia órdenes y reglas. La normatividad en este sentido no dependería
únicamente del acto de habla de la autoridad, pues también se supondría que el
destinatario del deber o cualquier otra persona ve las normas jurídicas como base para
la acción. Bayón (1991, p. 289) parece hacerlo así, al decir que "es necesaria alguna
aceptación real, aunque no necesariamente por parte del receptor autorizado, para
decir que se ha 'creado' un 'verdadero ser'". Para Bayón (1991, p. 286), la aceptación
como actitud práctica forma parte de la condición pragmática necesaria para la
ocurrencia de los actos de habla mandatarios y permite explicar la normatividad del
derecho con la ayuda de modelos inferenciales como (a). La premisa (1) claramente no
se basa aquí en normas objetivas, como se sugirió en la sección anterior, sino en
juicios de responsabilidad, que siempre dependen de la opinión, que nuevamente es un
conjunto más o menos accesible de Puntos de apoyo. Muchas razones diferentes para
que alguien te acepte.
En este segundo enfoque es necesario que se haga evaluación de los efectos
de la política pública social, a fin de corroborar si contribuyó a que el ciudadano
aprendiera que puede resolver sus necesidades por sus medios. En este sentido, se
entiende la calidad de vida como “agenciamiento de capacidades”. Desde esta
perspectiva, “Agenciar es administrar recursos de todo tipo en función de unos
objetivos. Este es conocido también como el enfoque promocional, con el cual el punto
de partida es la capacidad de los individuos para transformar sus situaciones” (Álvarez,
2015.)

El último concepto es el de calidad de vida como garantía de derechos, el cual


“(…) defiende una visión en que lo económico depende de lo político, donde el Estado
tiene la obligación de materializar la vida digna suministrando los servicios básicos
como agua, salud, educación y empleo” (Álvarez, 2015.).

La enfática y ampliamente conocida distinción entre «norma» y «ley penal»


planteada por BINDING permitió el establecimiento de una diferenciación no
reconocida con suficiente claridad hasta ese momento: el agente, al cometer el delito,
no «infringe» la ley, sino que actúa conforme a ella. En ese sentido, «el delincuente
solo puede transgredir la proposición que le prescribe el modelo de su
comportamiento». Conforme a esto, a quien se le imponga la pena que corresponda al
delito de homicidio (escenario en el que una persona mata a otra) tiene que haber
cumplido el presupuesto de ese delito, a saber: haber matado a otro. Dicho de otra
manera, tiene que haber actuado conforme a la ley penal. La idea de que la comisión
de un delito no representa la transgresión de la ley sino, en realidad, su cumplimiento,
no implica desconocer que este expresa un atentado contra el Derecho (pese a que la
afirmación de que el delito supone «cumplir la ley» parece ser intuitivamente contraria a
la idea de que el delito es la forma más grave de afectación del Derecho). Sostener que
solo la norma es la proposición jurídica que puede ser infringida por el delincuente deja
en evidencia la existencia de un elemento que, al reflejar la «esencia» del delito, ha de
ser necesariamente objeto de análisis.

La idea del delito como «contrariedad a la ley», que se puede reconocer ya en


FEUERBACH y que, a mi modo de ver, es expresión del desplazamiento de la filosofía
para un posterior ensalzamiento de las ciencias naturales en el ámbito del Derecho
penal, por tanto, puede ponerse en tela de juicio con el planteamiento iniciado por
BINDING, en virtud del cual será posible sostener que la punibilidad de una conducta.

Los mecanismos alternativos de solución de conflictos obligan al análisis de la


relación entre el conflicto y el derecho. Su importancia surge cuando se analizan las
conductas de los seres humanos en el ámbito de la interacción social y se trata de
comprender y dar significados a sus actos, guiándonos para la interpretación y
comprensión de sus actuaciones en el marco de lo social. Así conductas de tipo
conflictivas, cooperativas y competitivas nos muestran diversos modos de
comportamientos, pero también diversas formas a través de los cuales las personas
solucionan sus conflictos, los cuales finalmente derivan en la mayoría de los casos, del
sistema jurídico propio de cada país, que se caracterizan por la intervención o no, de
terceros que actúan como facilitadores o decisores del conflicto. El presente artículo,
resultado de una investigación doctoral, tiene como objetivo analizar cómo el Derecho
define el conflicto y al mismo tiempo cómo lo regula, con el propósito de analizar la
importancia de los desarrollos legales que vienen dando sobre formas diferentes al
proceso judicial pero que tienen los mismos efectos jurídicos en relación a la solución
del conflicto, y que en países como Colombia, resultan ser formas de administración de
justicia, diferentes al proceso judicial, operadas por particulares que tienen facultad
para administrar justicia de manera ocasional y transitoria. De ese modo, el Estado
tiene el deber de garantizar, siempre que exista un conflicto, el que las partes pueden
acceder a la justicia ordinaria pero también a los mecanismos alternativos, para
solucionarlos. De ahí, que el derecho tiene como una de sus funciones más
importantes, la resolución de conflictos.

¿Cuáles son las 4 normas de conducta?


Ante tal situación, se inventaron distintos órdenes normativos para regular la
conducta social de manera simultánea, dando como resultado la configuración de
cuatro tipos de normas: jurídicas, morales, religiosas y convencionalismos sociales. A
continuación, estudiarás cada una de ellas.

El enfoque es el normativo, es decir el mejor modo para acercarse a la


experiencia jurídica es aprehender los rasgos característicos y considerar el derecho
como un sistema de normas, o reglas de conducta. La experiencia jurídica es una
experiencia normativa.

Nuestra vida se desenvuelve dentro de un mundo de normas. Estamos


encerrados en reglas de conducta, que desde el nacimiento y hasta la muerte dirigen
nuestras acciones. Estas normas se han vuelto tan comunes y ordinarias que no nos
damos cuenta de su presencia.

En relación al sometimiento permanente de nuevas reglas, la vida entera, es un


proceso educativo continuo.

¿Qué finalidad tienen las normas de conducta?

Regulan y guían el comportamiento.


Las normas ejercen control sobre la conducta de las personas. Al regular el
comportamiento individual y hacer que cada persona no pueda comportarse como
quiera se cuidan las necesidades de la propia sociedad.

Norma objetiva de causación

Una segunda forma de abordar la relación entre la teoría de la norma y el


concepto de delito se vincula con la posibilidad de comprender a la norma de una
manera distinta a la forma en la que es entendida mayoritariamente, es decir, desde
una perspectiva distinta al imperativismo. En efecto, un importante sector doctrinal,
influido por la teoría clásica de la imputación y la filosofía analítica del lenguaje, ha
señalado que la norma subyacente al tipo penal no podría ser comprendida como una
norma de carácter imperativo (un mandato o una prohibición), sino que debería ser
entendida como una norma objetiva de causación64. KINDHÄUSER, por ejemplo,
propone la comprensión de la norma de conducta como una «prohibición de
causación» («Verursachungsverbot»), la que es, además, formulada de manera
contradictoria a partir de un tipo delictivo.

Este planteamiento, según sus defensores, resultaría necesario si se quiere


evitar el «error categorial» en el que habría incurrido el finalismo: la confusión entre el
contenido y la función de la norma de conducta66 o, en otras palabras, la vulneración
de la prohibición de autorreferencialidad de las normas.

Si se observa bien, esta discusión está estrechamente vinculada con la relación


entre la teoría de la norma y la teoría de la imputación73. La pretensión radicalmente
analítica de los autores que propugnan la orientación antes comentada les conduce a
separar el momento de la infracción de la norma (que, en su comprensión, sería, como
se dijo, un «estado de cosas antinormativo») para luego aplicar reglas de imputación74
(en dos niveles): primero, se imputa al agente su conducta como lesión de un deber.

Naturaleza jurídico-pública o jurídico-penal de la norma

Una cuarta forma de analizar la relevancia de la teoría de las normas en el


Derecho penal tiene que ver con el examen de su propia naturaleza: si la norma posee
un carácter jurídico-público o si tiene un carácter jurídico-penal. La primera orientación
–que es mayoritaria–106 parece encontrar una vinculación directa con el planteamiento
original de BINDING, quien, como se sabe, consideró que la norma, que era
conceptualmente previa e independiente a la ley penal, formaba parte del Derecho
público107. Como contrapartida, la segunda orientación propone entender a la norma
de conducta como una norma de carácter jurídico-penal.

Norma como imperativo de carácter «general» o «individual»


Una última forma de entender la relación entre la teoría de la norma y el
concepto de delito sería la que, teniendo como punto de partida la comprensión de la
norma como imperativo orientado a la regulación de conductas humanas, se considere
que tal imperativo posee carácter «general» o carácter «individual»120. Cada una de
estas orientaciones tiene, además, repercusiones importantes en el propio concepto de
delito, concretamente, en la relación entre las categorías del injusto y la culpabilidad.
Se podría sostener, por tanto, que aquella diferenciación (entre un imperativo de
carácter «general» o de carácter «individual») tiene que ver directamente con el debate
sobre si la teoría de la norma puede ser la base para la construcción del concepto de
delito.

La comprensión nomológica dominante, como se dijo, entiende que la norma


posee un carácter «abstracto» y «general» y, por tanto, «se dirige a todos». Esta
comprensión, sin embargo, se realiza sacrificando la propia idea de norma como
mensaje imperativo en favor de una comprensión del concepto de delito caracterizado
por la arraigada distinción categorial entre injusto y culpabilidad126. Frente a lo
desarrollado por la doctrina dominante, la segunda orientación, por la que la norma es
una norma de carácter individual, termina reconociendo que la distinción entre injusto y
culpabilidad no resulta sostenible, precisamente, en virtud del punto de partida
asumido.
NORMAS DE CONDUCTAS

Normas educativas- Escuchar a la maestra


Normas religiosas –Vestir de blanco al casarse, bautismo o purificaciones, no
comer carne roja durante semana santa.
Normas sociales- Saludar a los presentes al llegar a un lugar, no interrumpir a
otros cuando hablen.
Normas jurídicas- Está prohibido hacer trabajar a un niño, todas las personas
tienen derecho a una identidad.
Normas morales- Decir siempre la verdad, asumir la responsabilidad de las
acciones.
Normas de trato social

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