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Materia muy básica, pero muy importante, pues es el inicio de los conocimientos
básicos sobre las nociones del derecho. Por lo que vamos a identificar las
características del conocimiento científico y ubicar a la ciencia jurídica en el campo
de las ciencias sociales-humanísticas y normativas, así como revisar las
particularidades del Derecho como su objeto de estudio.
Ser humano
Con la creación de las artes y las ciencias surge el derecho, y con él, se tuvo la
necesidad de constituir una serie de instituciones de carácter jurídico que dieran
estructura sólida a una civilización que, hasta hoy día, seguimos utilizando su
legado en nuestro quehacer cotidiano.
Introducción al estudio del Derecho es, quizá, una de las materias más estudiadas
por los doctrinarios, en razón de la importancia que reviste dentro de las
disciplinas jurídicas. La especial relevancia deriva por la serie de instrumentos que
le aporta al estudiante en su formación como futuro operario del derecho.
Sociedad
Cultura y Derecho
La cultura tiene una función de vida, puesto que gracias a ella toda sociedad es
capaz de perpetuarse. La cultura es transmitida de generación en generación,
porque los descendientes tomarán aquello que les sea de utilidad, desecharán lo
añejo e incorporarán las mejoras que sean más adecuadas y, una vez terminado
dicho proceso, éstos trasmitirán su cultura a los individuos contemporáneos.
Recaséns Siches resume claramente cultura al decir que es “lo que los miembros
de una determinada sociedad concreta aprenden de sus predecesores y
contemporáneos en esa sociedad, y lo que le añaden y modifican”.
En toda sociedad que tiene una cultura vemos la presencia del Derecho, ya que es
necesario para regular las relaciones entre los humanos, puesto que todo actuar
del hombre está encaminado a un interés particular, y habrá casos en que los
intereses se contraponen unos con los otros y surgen los problemas. Aquí es
donde entra el Derecho, para menguar los conflictos y tratar de que todos
consigan sus fines.
Definición de Derecho
No hay acuerdo entre los estudiosos para definir la ciencia del derecho, pero todos
coinciden en que es normativa y obligatoria.
Esta es una característica en la que coinciden diversos autores: “el derecho es el
conjunto de leyes de observancia obligatoria, fijada por el gobierno y que para su
cumplimiento puede emplear su fuerza”.
“El derecho es el conjunto de condiciones bajo las cuales el arbitrio de uno puede
conciliarse con el arbitrio del otro según una ley universal de la libertad.”
La palabra derecho se usa en dos sentidos, en primer lugar significa una facultad
reconocida al individuo por la ley para llevar a cabo determinados actos, en
segundo lugar, es un conjunto de leyes, o normas jurídicas, aplicadas a la
conducta social de los individuos.
Derecho.- En general se entiende por todo conjunto de normas eficaz para regular
la conducta de los hombres, siendo su clasificación más importante la de derecho
positivo y derecho natural. Estas normas se distinguen de la moral.
Fuentes históricas. Son los documentos heredados del pasado que contienen
información relevante sobre la materia jurídica o las leyes de su momento. Por
ejemplo: El Código de Hammurabi, proveniente de la antigua Mesopotamia.
Otros criterios posibles, de naturaleza teórica, sobre las fuentes del derecho,
distinguen entre:
O entre:
Fuentes originarias. Son aquellas que crean el derecho a partir de la nada (ex
nihilo, “de la nada” en latín), como las de los procesos políticos revolucionarios.
Las fuentes del derecho no tienen la misma importancia en todos los sistemas
jurídicos, por lo que cada Estado determina la jerarquía que tienen estas fuentes
a la hora de dictar normas o legislar. En todos los casos, las fuentes de menor
rango no pueden contradecir a las de mayor nivel.
Las fuentes del derecho son la base para el derecho, que es el instrumento que
regula el funcionamiento de las diferentes sociedades. Conocer las fuentes
permite al individuo conocer y comprender el proceso que se utiliza para la
creación de las normas y la influencia que tienen en ellas los diferentes factores.
Las normas surgen a partir de las fuentes del derecho, que son las que
permiten ordenar y estructurar todas aquellas disposiciones que buscan regular el
comportamiento social e instaurar deberes y derechos. Es importante mencionar
que estas normas serán aplicadas siempre y cuando surjan de autoridades
competentes y se respete el procedimiento estipulado.
En esta clase vamos a conocer las diversas ramas del derecho y su clasificación
doctrinal.
Derecho natural
Para definir al derecho natural, podemos recurrir a las distintas concepciones que
ha tenido a través de la historia, entre las que destacan:
• Derecho natural con sentido biológico, predominio de los fuertes sobre los
débiles. Justicia natural (Cálicles).
Son las normas aprobadas por ambas Cámaras, sancionadas por el Ejecutivo y
publicadas en el Diario Oficial de la Federación. Su vigencia inicia a partir del acto
de su publicación.
Para García Máynez, el derecho eficaz es derecho “positivo o factible”, a esta tesis
la conocemos como “Teoría de los 3 círculos”.
Derecho objetivo
El derecho objetivo está constituido por una serie de normas, como afirma
Eduardo García Máynez, “el Derecho, en su sentido objetivo, es un conjunto de
normas. Tratase de preceptos impero-atributivos, es decir, de reglas que, además
de imponer deberes, conceden facultades.”
En relación con el derecho objetivo, Miguel Villoro argumenta que “el derecho
objetivo es un sistema de normas que rige obligatoriamente la vida humana en
sociedad.”
Derecho subjetivo
Derecho sustantivo
Por ejemplo, en materia penal podemos ver que el derecho sustantivo penal dice
“aquel que prive de la vida a otro se le aplicará una pena.”
En este sentido, podemos afirmar que el derecho sustantivo regula el deber ser,
es el que impone los comportamientos que deben seguir los individuos en la
sociedad.
La norma según la cual “aquel que cause un daño a otro, debe repararlo”, es una
típica norma de derecho sustantivo o material, es decir, impone una obligación
jurídica de reparación o indemnización a favor de la víctima, por parte de aquel
que realizó contra ella el hecho ilícito.
Derecho adjetivo
Derecho Público
• El derecho administrativo es la rama del derecho público que tiene por objeto
específico la administración pública.
La administración pública es definida por Eduardo García Máynez como “la
actividad a través de la cual el Estado y los sujetos auxiliares de éste tienden a la
satisfacción de los intereses colectivos”.
El derecho penal es el conjunto de normas que determinan los delitos, las penas
que el Estado impone a los delincuentes y las medidas de seguridad que el mismo
establece para la prevención de la criminalidad.
Derecho privado
• Derecho civil: tiene por objeto regular los atributos de las personas físicas y
morales, organiza jurídicamente a la familia y al patrimonio, determinando las
relaciones de orden económico entre los particulares, que no tengan contenido
mercantil, agrario y/u obrero.
• Derecho laboral: regula las relaciones de los particulares cuando éstos tienen el
carácter de patrones o trabajadores.
Derecho legislado
Derecho consuetudinario
b) Que sus leyes no regulen las materias que están reservadas expresamente a la
Federación.
Derecho internacional
Entre los romanos el derecho internacional era conocido como Ius gentium, éste
se aplicaba a aquellas personas que eran ajenas a Roma, es decir, a los
extranjeros, a diferencia del Ius civile, que era aplicado a los ciudadanos romanos.
En ésta última instancia, el Estado mismo es el que decide si sus derechos han
sido violados, o bien, si el mismo es responsable de alguna violación del derecho
internacional. Las sanciones típicas por parte de un Estado son la guerra y las
represalias.
Por su fuente: Los preceptos del derecho pueden ser formulados, según hemos
visto, por órganos especiales (poder legislativo); provenir de la repetición más o
menos reiterada de ciertas maneras de obrar, cuando a éstas se halla vinculado el
convencimiento de que son jurídicamente obligatorias, o derivar de la actividad de
ciertos tribunales.
Por su ámbito temporal de validez: Las normas jurídicas pueden ser de vigencia
determinada o indeterminada. Podemos definir las primeras como aquellas cuyo
ámbito temporal de validez formal se encuentra establecido de antemano; las
segundas, como aquellas cuyo lapso de vigencia no se ha fijado desde un
principio.
Puede darse el caso de que una ley indique, desde el momento de su publicación,
la duración de su obligatoriedad. En esta hipótesis, pertenece a la primera de las
dos categorías. En la hipótesis contraria pertenece a la segunda, y sólo pierde su
vigencia cuando es abrogada, expresa o tácitamente.
Por su ámbito material de validez: Los preceptos del derecho pueden también
ser clasificados de acuerdo con la índole de la materia que regulan. Esta
clasificación tiene su fundamento en la división del derecho objetivo en una serie
de ramas.
Las que pertenecen a las llamadas disciplinas de creación reciente (derecho del
trabajo, derecho agrario) no siempre son clasificadas del mismo modo. En nuestro
país tienen el carácter de preceptos de derecho público. La determinación de la
índole, privada o pública, de un precepto, así como la inclusión del mismo en
alguna de las ramas que hemos mencionado, no sólo posee interés teórico, sino
enorme importancia práctica.
Por su jerarquía: Las normas pueden ser del mismo rango (código civil – código
penal). Las normas de menor jerarquía son aplicación o consecuencia de las de
mayor jerarquía.
El orden jurídico es una larga jerarquía de preceptos, cada uno de los cuales
desempeña un doble papel: en relación con los que le están subordinados tienen
carácter normativo; en relación con los supraordinarios son un acto de aplicación.
Las únicas normas que no tienen ese doble carácter son la norma base o
fundamental del sistema que solo tiene carácter normativo, y la norma más inferior
del sistema de la que no puede derivarse otra norma y solo constituye un acto de
aplicación. (normas constitucionales, tratados internacionales, leyes generales
expedidas por el congreso, leyes federales y estatales, y normas municipales.
Los preceptos que pertenecen a un sistema jurídico pueden ser del mismo o de
diverso rango. En la primera hipótesis hay entre ellos una relación de
coordinación; en la segunda, un nexo de supra o subordinación. La existencia de
relaciones de este último tipo permite la ordenación escalonada de aquellos
preceptos y revela, al propio tiempo, el fundamento de su validez.
Por sus sanciones: Las normas pueden ser perfectas, leyes más que perfectas,
leyes menos que perfectas y leyes imperfectas.
Un tercer grupo de normas está integrado por aquellas cuya violación no impide
que el acto violatorio produzca efectos jurídicos, pero hace al sujeto acreedor a un
castigo. A los preceptos de esta índole se les llama leyes menos que perfectas.
Hay normas jurídicas que tienen por sí mismas sentido pleno, en tanto que otras
sólo poseen significación cuando se les relaciona con preceptos del primer tipo.
Cuando una regla de derecho complementa a otra, recibe el calificativo de
secundaria. Las complementadas, por su parte, se llaman primarias. Las
secundarias no encierran una significación independiente, y sólo podemos
entenderlas en relación con otros preceptos.
Son secundarias:
Las normas de que acabamos de tratar son especies de un mismo género, al que
correspondería el nombre de normas de vigencia.
Tienen igualmente carácter secundario las que explican o definen los términos
empleados en otros preceptos. En los códigos es frecuente el uso de vocablos que
poseen diversas significaciones, además de la propiamente jurídica. La acepción
en que el legislador toma los tecnicismos de que se vale suele explicarse en
nuevas normas, las llamadas de definición, o declarativas.
El grupo más numeroso e importante de las secundarias está constituido por las
sancionadoras. El supuesto jurídico de éstas es la inobservancia de los deberes
impuestos por la disposición sancionada.
Por sus relaciones con la voluntad de los particulares: Pueden ser taxativas y
dispositivas, las segundas, se pueden dejar de aplicar por voluntad expresa de las
partes. Las primeras, son aquellas que obligan a los particulares,
independientemente de su voluntad.
La sanción;
El deber jurídico;
El derecho subjetivo;
La responsabilidad jurídica.
El primer concepto jurídico fundamental, esto es, el hecho ilícito o antijurídico, está
indicado en el postulado kelseniano como hecho condicionante de la sanción. Es
la conducta (acto antijurídico) de aquel individuo contra el cual se dirige la sanción.
La sanción jurídica es impuesta por los órganos del Estado cuando los individuos
no observan la conducta debida. El derecho subjetivo, según Kelsen, queda
sobreentendido en virtud de que, frente al obligado a observar determinadas
conductas, existe el pretensor y, a su vez, el órgano que tiene el deber jurídico de
sancionar y exigir el cumplimiento. El deber jurídico significa la existencia de una
norma válida que ordena determinado comportamiento. Para Kelsen, la existencia
de un deber jurídico consiste en “la validez de una norma de derecho que hace
depender una sanción de la conducta contraria a aquella que forma el deber
jurídico”. Es simplemente la norma de derecho en su relación con el individuo a
cuya conducta la misma norma enlaza la sanción. Es la “obligación de obedecer la
norma del derecho”.
El distinguido jurista mexicano Óscar Morineau entendía por derecho objetivo “la
norma bilateral que regula la conducta”.
Por su parte, existen autores que otorgan prioridad al derecho objetivo. Señalan
que, si no existiera la norma, no podría derivarse de ella un derecho subjetivo.
Para Morineau tal posición no es sostenible, ya que el derecho subjetivo y el
objetivo se implican: “no es posible que exista una norma sin autorizar conducta,
pues ella es la autorización de conducta y no es posible que exista el derecho
subjetivo si no existe la norma que lo otorga. El derecho subjetivo es, por
definición, la autorización de la conducta hecha por la norma, a un sujeto”.
El derecho objetivo es, pues, el derecho como ordenación o norma, mientras que
el derecho subjetivo “es el derecho como prerrogativa o facultad”.
Relación Jurídica.
Deber Jurídico.
El sujeto de derecho puede “crear, para sí o para otros, por medio de su libertad
jurídica nuevas situaciones”, las cuales pueden consistir en el “nacimiento,
transmisión, modificación o extinción de facultades y deberes”.
El derecho subjetivo no puede desligarse del deber jurídico, ya que aparece bajo
la forma de la facultad, cuyo efecto puede ser directa o indirectamente la
producción de una norma de derecho. Por tanto, el acto facultativo es el supuesto
para la creación de una norma jurídica; se halla definido en la norma y debe a ésta
su existencia, no tiene existencia propia. El deber y el derecho subjetivos se
encuentran fundidos recíprocamente, puesto que “no pueden existir el uno sin el
otro. Siempre coexisten en la regulación jurídica”. El deber jurídico queda
justificado cuando aparece como objeto correlativo del derecho subjetivo,
integrando el concepto de consecuencia de derecho.
Por lo tanto, el deber jurídico es aquella acción del sujeto por medio de la cual y,
por virtud de ella, participa en el “proceso creador del derecho”, en razón de la
imposición de deberes de otro sujeto, y la creación de situaciones jurídicas nuevas
en beneficio propio o en el de un tercero. Por este motivo, el deber jurídico
adquiere sentido y queda justificado “cuando aparece como objeto correlativo del
derecho positivo”.
La norma jurídica por su estructura lógica es una regla hipotética: los supuestos
previstos en la parte condicional de la norma son los hechos jurídicos, y la parte
dispositiva se refiere a los efectos de tales hechos, los cuales implican siempre
una alteración en el mundo del derecho y, en particular, el nacimiento, la
modificación o la extinción de relaciones jurídicas. Los hechos dotados de eficacia
jurídica son “los hechos jurídicos”.
Las relaciones jurídicas pueden ser originadas por eventos naturales o por ciertas
condiciones de hecho, independientes de la voluntad humana. Los fenómenos
meramente físicos (los que no pertenecen a un sujeto) no son por sí ni lícitos ni
ilícitos, son extraños e indiferentes al derecho. Sin embargo, pueden asumir
indirectamente una importancia jurídica, en cuanto pueden constituir el
presupuesto considerado por las normas como condición para su aplicabilidad. En
tal sentido, pueden distinguirse dos especies: hechos simples y hechos jurídicos.
Los hechos simples son los que “no producen consecuencias relevantes para el
derecho (fenómenos meteorológicos) y los hechos jurídicos son aquellos que
producen tales efectos”; esto es, que son tomados en consideración por las
normas para hacer depender de ellos el nacimiento, la modificación o la extinción
de una obligación o facultad. Pueden citarse, como ejemplos, el nacimiento, la
muerte, alcanzar la mayoría de edad, etcétera.
Concepto de Persona
Estas relaciones jurídicas crean entre los hombres vínculos que “suponen
obligaciones y facultades que constituyen la trama de la vida”.
García Máynez define la persona como “todo ente capaz de tener facultades y
deberes”, por lo que tiene razón Radbruch cuando afirma que “ser persona es el
resultado de un acto de personificación del orden jurídico”.