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Medios técnicos de
protección. Equipos de primera intervención: funciones, actuaciones a realizar.
Los planes de emergencia son una parte de la gestión empresarial del riesgo de incendio. La
organización contra incendios tiene dos objetivos:
Ante una determinada situación de riesgo, el plan o planes de emergencia contra incendios
pueden ser enunciados como la planificación y organización humana para la utilización óptima
de los medios técnicos previstos, con la finalidad de reducir al máximo las posibles
consecuencias económicas y humanas de la emergencia.
En caso de emergencia se realizan toda una serie de acciones para limitar sus consecuencias:
evacuar, intentar la extinción con medios propios, avisar a bomberos, etc. Una de las claves en
el éxito de dichas acciones es tener presente que cualquier acción que vaya a tomar, implica
un tiempo de retardo, durante el cual la emergencia se ha desarrollado y su control se hace
cada vez más difícil.
Dependiendo de las variables que confluyan en el riesgo, existe toda una gama de acciones
que se pueden adoptar. Para su mejor compresión se relacionan de forma no exhaustiva,
conforme las expone la NTP 045 mencionada:
Posibles variables:
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1. Gravedad de la emergencia:
- Falsa alarma.
- Conato de incendio.
- Incendio grave.
- Gran emergencia.
5. Tipo de ocupación.
- Numerosa (por ejemp lo, oficinas).
- ln organizab le (por ejemplo, grandes almacenes, y salas de espectáculos).
- lnevacuable (por ejemplo, hospitales y cárceles).
7. Ubicación de la emergencia:
- Zona sectorizada.
- Lugar de difícil acceso (por ejemplo, sótanos o plantas en altura).
- Instalaciones peligrosas alrededor.
- Vecinos a los que hay que avisar (por ejemplo, industrias, en edificios de viviendas).
- Etc.
6. Evacuar.
7. Asistir a heridos.
8. Bajar ascensores a planta baja.
9. Avisar a cierto personal de la empresa (por la noche).
10. Reaprovisionamiento de mat erial contra incendios.
11. Impedir la ent rada a curiosos.
12. Contactos con la prensa, etc.
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Dependiendo de las variables del riesgo, deben decidirse las acciones a emprender en cada
caso. Es lógico que en una empresa pequeña que se vacíe por la noche, protegida por
extintores, el plan de emergencia quede reducido a pocas funciones: de día, intentar extinguir
y si no evacuar, avisar a bomberos, recibirlos e informarlos y en todo caso avisar a los posibles
vecinos.
De cualquier forma, en todos los casos puede establecerse una cadena lógica que permita el
diseño de la emergencia:
1. Establecimientos de las variables temporales (día, noche, festivos, etc.) y de los medios
humanos disponibles en cada caso.
4. Diseño del proceso temporal a seguir para cada acción: quién lo va a hacer, cómo se le
avisará, cómo y con qué lo hará.
6. Crítica de los medios técnicos y humanos disponibles. ¿Es posible llevar a cabo las acciones
planeadas con garantías de éxito?
9. Programa de simulacros.
10. Previsión de posibles adaptaciones por evolución del riesgo, variaciones del personal y
experiencias adquiridas en simulacros o emergencias reales.
Se debe tener en cuenta que la seguridad contra incendios debe gestionarse como cualquier
otra actividad de la empresa.
Es lógico que legalmente sea exigible un plan de emergencia que incluya, como mínimas
funciones organizadas:
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1. La extinción de conatos de incendio al menos a nivel de extintores.
2. El aviso a bomberos y evacuación de personas que puedan resultar afectadas, en caso
de que el conato no se controle.
3. La recepción e información a bomberos.
Ineludiblemente, toda persona que pueda verse involucrada en una emergencia, debe ser
avisada con antelación de qué debe hacer y cómo realizarlo. La realización de simulacros
periódicos permitirá probar la fiabilidad del sistema, entrenar a las personas y corregir posibles
deficiencias.
Existe un Documento Básico (DB-SI), que tiene por objeto establecer reglas y procedimientos que
permitan cumplir las normas fundamentales a seguir de seguridad en caso de un incendio. Este
documento pr viene del Ministerio de Fomento (Consejo Superior de Investigaciones Científicas); y si
quieres tener más conocimiento de él, puedes descargártelo en la web, en este enlace:
https://www.codigoteenico.org/index.php/menu-seguridad-ca so- incendio.htm1
Solo en este momento, cuando el edificio está correctamente equipado, cabe hablar de la
implantación de un plan de emergencia si queremos tener la certeza de que este será
operativo y eficaz. En caso contrario, dispondremos de un documento más o menos correcto,
pero ineficaz en su puesta en práctica.
A tal pregunta responde en parte la legislación vigente que, a nivel estatal, exige a
determinado tipo de edificios o actividades implantar plan de emergencia. Es el caso de
hospitales, hoteles, locales de espectáculos, recintos deportivos, etc.
Y qué debe tenerse en cuenta en aquellos edificios o actividades para los que no existe
reglamentación que les obligue: en tales supuestos, la implantación de un plan de emergencia 7
es siempre exigible técnicamente cuando se trate de instalaciones en que se dé una grave
situación de riesgo o bien en instalaciones en que aun no siendo elevado el niVel de riesgo, sí
podrían serlo las consecuencias humanas o materiales que se producirían.
Junto a factores de riesgo comunes a otras actividades e instalaciones, en estos edificios y/o
espacios concurren factores de riesgo propios y, en cierto modo, presentes en todos ellos. De
entre ellos, cabe destacar por su incidencia e importancia:
La existencia de alguno de estos factores o la conjunción de todos ellos junto a otros que
puedan existir, previsiblemente darían lugar a consecuencias graves o incluso catastróficas
ante la aparición de una situación de emergencia, si previamente no se ha previsto tal evento y
se han tomado medidas para su control.
Los componentes del EPI tendrán además formación en los siguientes temas: conocimiento del
fuego, métodos de extinción, agentes extintores, extintores portátiles, práctIcas de extinción
con extintores portátiles, operaciones en sistemas fijos de extinción (en su caso) y plan de
emergencia.
Equipo de Segunda Intervención (ESI): este equipo representa la máxima capacidad extintora
del establecimiento. Su ámbito de actuación será cualquier punto del establecimiento donde
se pueda producir una emergencia de incendio.
Deben ser personas localizables permanentemente durante la jornada laboral mediante algún
medio de transmisión fiable (llamada colectiva, buscapersonas, radio. etc.).
Deberán tener formación y adiestramiento adecuados en el combate del tipo de fuegos que
puedan encontrar en establecimiento con medios de primera intervención (extintores
portátiles), de segunda intervención (mangueras) y, en su caso, equipos especiales (sistemas
fijos de extinción, equipos de respiración autónoma, etc.). Deben asimismo conocer
exhaustivamente el plan de emergencia.
La composición mínima del ESI debe ser de tres personas, pudiendo formar más de un equipo
cuando las circunstancias de amplitud del establecimiento lo requieran (tiempos de
intervención demasiado dilatados, etc.).
Esta Norma Básica de Autoprotección, como señala el artículo 3.1 del Real Decreto 393/2007,
recoge las obligaciones de autoprotección que serán exigidas como norma mínima o
supletoria.
Asimismo, contempla también las obligaciones del personal de las actividades: el personal
tendrá la obligación de participar, en la medida de sus capacidades, en el Plan de
Autoprotección y asumir las funciones que les sean asignadas en dicho Plan.
C) Criterios para la elaboración del plan de autoprotección. Los criterios mínimos que deben
observarse en la elaboración del Plan de Autoprotección son los siguientes:
2. Se designará, por parte del titular de la actividad, una persona como responsable única para
la gestión de las actuaciones encaminadas a la prevención y el control de riesgos .
- Precauciones, actitudes y códigos de buenas prácticas a adoptar para evitar las causas
que puedan originar accidentes o sucesos graves.
- Permisos especiales de trabajo para la realización de operaciones o tareas que
generen riesgos.
- Comunicación de anomalías o incidencias al titular de la actividad. 13
5. Se designará, por parte del titular de la actividad, una persona responsable única, con
autoridad y capacidad de gestión, que será el director del Plan de Actuación en Emergencias.
6. El director del Plan de Actuación en Emergencias será responsable de activar dicho plan de
acuerdo con lo establecido en el mismo, declarando la correspondiente situación de
emergencia, notificando a las autoridades competentes de Protección Civil, informando al
personal, y adoptando las acciones inmediatas para reducir las consecuencias del accidente o
suceso.
7. El Plan de Actuación en Emergencias debe detallar los posibles accidentes o sucesos que
pudieran dar lugar a una emergencia y los relacionará con las correspondientes situaciones de
emergencia establecidas en el mismo, así como los procedimientos de actuación a aplicar en
cada caso.
- La detección y alerta.
- La alarma.
- La intervención coordinada.
- El refugio, evacuación y socorro.
- La información en emergencia a todas aquellas personas que pudieran estar expuestas
al riesgo.
- La solicitud y recepción de ayuda externa de los servicios de emergenc ia.
Con esa finalidad, por dichos órganos, se establecerán los protoco los que garanticen, por un
lado, la comunicación inmediata de los incidentes que se produzcan y tengan o puedan tener
repercusiones sobre la autoprotección y, por otro, la movilización de los servicios de
emergencia que, en su caso, deban actuar. Asimismo establecerán los procedimientos de
coordinación de tales servicios de emergencia con los propios del Plan de Autoprotección y los
requisitos organizativos que permitan el ejercicio del mando por las autoridades competentes
en materia de protección civil.
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1. Las actividades de mantenim into de la eficacia del Plan de Autoprotección deben formar
parte de un proceso de preparación continuo, sucesivo e iterativo (repetitivo) que,
incorporando la experiencia adquirida, permita alcanzar y mantener un adecuado nivel de
operatividad y eficacia.
4. Para evaluar los planes de autoprotección y asegurar la eficacia y operatividad de los planes
de actuación en emergencias se realizarán simulacros de emergencia, con la periodicidad
mínima que fije el propio plan, y, en todo caso, al menos una vez al año evaluando sus
resultados.
6. Los simulacros implicarán la activación total o parcial de las acciones contenidas en el Plan
de Actuación en Emergencias.
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7. De las actividades de mantenimiento de la eficacia del Plan se conservará por parte de la
empresa a disposición de las Administraciones Públicas, información sobre las mismas, así
como de los informes de evaluación realizados debidamente firmados por el responsable del
Plan.
Conceptos y definiciones
- Recursos: elementos naturales o técnicos cuya función habitual no está asociada a las
tareas de autoprotección y cuya disponibilidad hace posible o mejora las labores de
prevención y actuación ante emergencias.
- Rehabilitación: es la vuelta a la normalidad y reanudación de la actividad.
- Riesgo: grado de pérdida o daño esperado sobre las personas y los bienes y su
consiguiente alteración de la actividad socioeconómica, debido a la ocurrencia de un
efecto dañino específico.
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- Titular de la actividad: la persona física o jurídica que explote o posea el centro,
establecimiento , espacio, dependencia o instalación donde se desarrollen las actividades.
Los equipos, sistemas y componentes que conforman las instalaciones de protección activa
contra incendios deberán cumplir las condiciones y los requisitos que se establecen en las
normas de la Unión Europea, en la Ley 21/1992, de 16 de julio, de Industria y sus normas de
desarrollo, así como en este Reglamento y sus anexos.
c) Marcado CE: marcado por el que el fabricante indica que el producto es conforme a todos
los requisitos aplicables establecidos en la legislación comunitaria y armonización que prevé
su colocación.
d) Evaluación técnica: valoración de los requisitos básicos relacionados con el uso previsto y
evaluación y seguimiento del control de producción en fábrica de productos (equipos,
sistemas o sus componentes) de protección contra incendios.
1.º Ubica y/o insta la equipos y/o sistemas de protección activa contra incendios.
2.° Coloca las señales, balizamientos y/o planos de evacuación de los sistemas de
señalización luminiscente.
Los equipos y sistemas de protección activa contra incendios, así como sus partes o
componentes, y la instalación de los mismos, deben reunir las características que se
especifican a continuación.
La norma UNE-EN 54-1, describe los componentes de los sistemas de detección y alarma de
incendio, sujetos al cumplimiento de este Reglamento.
Los dispositivos para la activación automática de alarma de incendio, esto es, detectores de
calor puntuales, detectores de humo puntuales, detectores de llama puntuales, detectores de
humo lineales y detectores de humos por aspiración, de que se dispongan, deberán llevar el
marcado CE, de conformidad con las normas UNE-EN 54-5, UNE-EN 54-7, UNE-EN 54-1O, UNE-
EN 54-12 y UNE-EN 54-20, respectivamente.
Los detectores con fuente de alimentación autónoma deberán llevar el marcado CE, de
conformidad con la norma UNE-EN 14604.
Los dispositivos para la activación manual de alarma de incendio, es decir, los pulsadores de
alarma, deberán llevar el marcado CE, de conformidad con la norma EN 54-11.
Los pulsadores de alarma se situarán de modo que la distancia máxima a recorrer, desde
cualquier punto que deba ser considerado como origen de evacuación, hasta alcanzar un
pulsador, no supere los 25 m. Los pulsadores se situarán de manera que la parte superior del
dispositivo quede a una altura entre 80 cm. y 120 cm.
Los equipos de control e indicación (E.C.I.) deberán llevar el marcado CE, de conformidad con
la norma EN 54-2, adoptada como UNE 23007-2.
El E.C.I. estará diseñado de manera que sea fácilmente identificable la zona donde se haya
activado un pulsador de alarma o un detector de incendios.
Tanto el nivel sonoro, como el óptico de los dispositivos acústicos de alarma de incendio y de
los dispositivos visuales (incorporados cuando así lo exija otra legislación aplicable o cuando el
nivel de ruido donde deba ser percibida supere los 60 dB(A), o cuando los ocupantes
habituales del edificio/establecimiento sean personas sordas o sea probable que lleven
protección auditiva), serán tales que permitirán que sean percibidos en el ámbito de cada
sector de detección de incendio donde estén instalados.
Los dispositivos acústicos de alarma de incendio deberán llevar el marcado CE, de conformidad
con la norma UNE-EN 54-3. Los sistemas electroacústicos para servicios de emergencia, serán
conformes a lo establecido en la norma UNE-EN 60849.
Los sistemas de control de alarma de incendio por voz y sus equipos indicadores deberán llevar
el marcado CE, de conformidad con la norma UNE-EN 54-16. Los altavoces del sistema de
alarma de incendio por voz deberán llevar el marcado CE, de conform ida d con la norma UNE-
EN 54-24.
Los dispositivos visuales de alarma de incendio deberán llevar el marcado CE, de conformidad
con la norma UNE-EN 54-23.
Los equipos de transmisión de alarmas y avisos de fallo deberán llevar el marcado CE, de
conformidad con la norma EN 54-21.
Cuando las señales sean transmitidas a un sistema integrado, los sistemas de protección contra
incendios tendrán un nivel de prioridad máximo.
En caso de utilizar sistemas anti-intrusión, éstos deberán ser compatibles con el sistema de
apertura de emergencia del sistema de sectorización automática.
Los sistemas de hidrantes contra incendios, estarán compuestos por una red de tuberías para
agua de alimentación y los hidrantes necesarios. Los hidrantes contra incendios, serán del tipo
de columna o bajo tierra.
Para asegurar los niveles de protección de los distintos hidrantes contra incendios, solo se
admiten hidrantes de columna de rango de par «2» y de tipos «B» o «C». Cuando se prevean
riesgos de heladas, solo se admitirán los de tipo «C». El mST, requerido para el tipo «C» será de
250 N-m. Solo se admiten hidrantes bajo tierra, con PFA de 1600 kPa (16 kg /cm 2).
Los hidrantes contra incendios, alcanzarán el coeficiente de flujo, Kv (presión en bar y caudal
en m3/h), indicado en la tabla siguiente, en función de las conexiones de entrada, de las salidas
y de su número.
Kv mínimo 21
Salidas: número y DN
Hidrante de columna Hidrante bajo tierra
1 de 45 33 33
2 de 45 66 66
1 de 70 80 80
2 de 70 150 150
1 de 90/100 180 150
Los racores y mangueras, utilizados en los hidrantes contra incendios, necesitarán, antes de su
fabricación o importación, ser aprobados, justificándose el cumplimiento de lo establecido en
las normas UNE 23400 y UNE 23091, respectivamente.
El racor es una pieza metálica con dos roscas internas en sentido inverso que sirve para
empalmar tubos y otros perfiles cilíndricos.
Para considerar una zona protegida por hidrantes contra incendios se harán cumplir las
condiciones que se indican a continuación, salvo que otra legislación aplicable imponga
requisitos diferentes:
El extintor de incendio es un equipo que contiene un agente extintor, que puede proyectarse y
dirigirse sobre un fuego, por la acción de una presión interna. Esta presión puede producirse
por una compresión previa permanente o mediante la liberación de un gas auxiliar.
a) Extintor portátil: Diseñado para que puedan ser llevados y utilizados a mano, teniendo en
condiciones de funcionamiento una masa igual o inferior a 20 kg.
b) Extintor móvil: Diseñado para ser transportado y accionado a mano, está montado sobre
ruedas y tiene una masa total de más de 20 kg.
Los extintores de incendio, sus características y especificaciones serán conformes a las exigidas
en el Real Decreto 769 /1999, de 7 de mayo, por el que se dictan las disposiciones de
aplicación de la Directiva del Parlamento Europeo y del Consejo, 97/ 23/ CE, relativa a los
equipos de presión y se modifica el Real Decreto 12 44/1979, de 4 de abril, que aprobó el
Reglamento de aparatos a presión.
Su distribución será tal que el recorrido máximo horizontal, desde cualquier punto del sector
de incendio,que deba ser considerado origen de evacuación, hasta el extintor, no supere 15 m.
Los agentes extintores deben ser adecuados para cada una de las clases de fuego
normalizadas, según la norma UNE-EN 2:
Los generadores de aerosoles podrán utilizarse como extintores, siempre que cumplan el Real
Decreto 1381/ 2009, de 28 de agosto, por el que se establecen los requisitos para la
fabricación y comercialización de los generadores de aerosoles, modificado por el Real Decreto
473/2 014, de 13 de junio y dispongan de una evaluación técnica favorable de la idoneidad
para su uso previsto, de acuerdo con lo establecido en el artículo 5.3 de este Reglamento.
Dentro de esta evaluación se deberá tomar en consideración que estos productos deben de
cumplir con los requisitos que se les exigen a los extintores portátiles en las normas de
aplicación, de forma que su capacidad de extinción, su fiabilidad y su seguridad de uso sea, al
menos, la misma que la de un extintor portátil convencional. Adicionalmente, deberá
realizarse un mantenimiento periódico a estos productos donde se verifique que el producto
está en buen estado de conservación, que su contenido está intacto y que se puede usar de
forma fiable y segura. La periodicidad y el personal que realice estas verificaciones será el
mismo que el que le correspondería a un extintor portátil convencional.
Los sistemas de bocas de incendio equipadas (BIE) estarán compuestos por una red de
tuberías para la alimentación de agua y las BIE necesarias.
Las BIE pueden estar equipadas con manguera plana o con manguera semirrígida.
La toma adicional de 45 mm de las BIE con manguera semirrígida, para ser usada por los
servicios profesionales de extinción, estará equipada con válvula, racor y tapón para uso
normal.
Las BIE con manguera semirrígida y con manguera plana deberán llevar el marcado CE, de
conformidad con las normas UNE-EN 671-1 y UNE EN 671-2, respectivamente.
De los diámetros de mangueras contemplados en las normas UNE-EN 671-1 y UNE-EN 671-2,
para las BIE, solo se admitirán 25 milímetros de diámetro interior, para mangueras
semirrígidas y 45 milímetros de diámetro interior, para mangueras planas.
Para asegurar los niveles de protección, el factor K mínimo, según se define en la norma de
aplicación, para las BIE con manguera semirrígida será de 42, y para las BIE con manguera
plana de 85.
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Los sistemas de BIE de alta presión demostrarán su conformidad con este Reglamento
mediante una evaluación técnica favorable. Las mangueras que equipan estas BIE deben ser
de diámetro interior nominal no superior a 12 mm. Se admitirán diámetros superiores siempre
que en la evaluación técnica se justifique su manejabilidad .
Las BIE deberán montarse sobre un soporte rígido, de forma que la boquilla y la válvula de
apertura manual y el sistema de apertura del armario, si existen, estén situadas, como
máximo, a 1,50 m. sobre el nivel del suelo.
Las BIE se situarán siempre a una distancia, máxima, de 5 m, de las salidas del sector de
incendio, medida sobre un recorrido de evacuación, sin que constituyan obstáculo para su
utilización.
El número y distribución de las BIE tanto en un espacio diáfano como compartimentado, será
tal que la totalidad de la superficie del sector de incendio en que estén instaladas quede
cubierta por, al menos, una BIE, considerando como radio de acción de ésta la longitud de su
manguera incrementada en 5 m.
Para las BIE con manguera semirrígida o manguera plana, la separación máxima entre cada
BIE y su más cercana será de 50 m. La d istancia desde cualquier punto del área protegida
hasta la BIE más próxima no deberá exceder del radio de acción de la misma. Tanto la
separación, como la distancia máxima y el radio de acción se medirán siguiendo recorridos de
evacuación.
Para facilitar su manejo, la longitud máxima de la manguera de las BIE con manguera plana
será de 20 m y con manguera semir rígida será de 30 m.
Para las BIE de alta presión, la separación máxima entre cada BIE y su más cercana será el
doble de su radio de acción. La distancia desde cualquier punto del local protegido hasta la BIE
más próxima no deberá exceder del radio de acción de la misma. Tanto la separación, como la
distancia máxima y el radio de acción, se medirán siguiendo recorridos de evacuación. La longi-
tud máxima de las mangueras que se utilicen en estas 8.1.E de alta presión, será de 30 m.
Se deberá mantener alrededor de cada BIE una zona libre de obstáculos, que permita el acceso a ella y
su maniobra sin dificultad.
Para las BIE con manguera semirrígida o con manguera plana, la red de BIE deberá garantizar
durante una hora, como mínimo, el caudal descargado por las dos hidráulicamente más
desfavorables, a una presión dinámica a su entrada comprendida entre un mínimo de 300 kPa
(3 kg/cm 2 y un máximo de 600 kPa (6 kg / cm 2).
Para las BIE de alta presión, la red de tuberías deberá proporcionar, durante una hora como
mínimo, en la hipótesis de funcionamiento simultáneo de las dos BIE hidráulicamente más
desfavorables, una presión dinámica mínima de 3.450 kPa (35 kg/ cm 2), en el orificio de salida 25
de cualquier BIE
Para las BIE con manguera semirrígida o con manguera plana, el sistema de BIE se someterá,
antes de su puesta en servicio, a una prueba de estanquidad y resistencia mecánica,
sometiendo a la red a una presión estática igual a la máxima de servicio y, como mínimo, a 980
kPa (10 kg / cm 2) , manteniendo dicha presión de prueba durante dos horas, como mínimo,
no debiendo aparecer fugas en ningún punto de la instalación.
En el caso de las BIE de alta presión, el sistema de BIE se someterá, antes de su puesta en
servicio, a una prueba de estanquidad y resistencia mecánica, sometiendo a la red a una pre-
sión de 1,5 veces la presión de trabajo máxima, manteniendo dicha presión de prueba durante
dos horas, como mínimo, no debiendo aparecer fugas en ningún punto de la instalación.
a) Toma de agua en fachada o en zona fácilmente accesible al Servicio Contra Incendios, con la
indicación de «USO EXCLUSIVO BOMBEROS», provista de válvula anti-retorno, conexión
siamesa, con llaves incorporadas y racores de 70 mm, con tapa y llave de purga de 25 mm.
Los sistemas de columna seca ascendentes constarán de salidas en las plantas pares hasta la
octava y en todas a partir de ésta, provistas de conexión siamesa, con llaves incorporadas y
racores de 45 mm con tapa; cada cuatro plantas, se instalará una válvula de seccionamiento,
por encima de la salida de planta correspondiente.
La toma situada en el exterior y las salidas en las plantas tendrán el centro de sus bocas a 0,90
m sobre el nivel del suelo.
El sistema de columna seca, estará señalizado, con el texto «USO EXCLUSIVO BOMBEROS». La
señalización se colocará inmediatamente junto al armario del sistema de colum- na seca y no
sobre el mismo, identifican do las plantas y/o zonas a las que da servicio cada toma de agua,
así como la presión máxima de servicio.
Los sistemas de extinción por rociadores automáticos y agua pulverizada, estarán compuestos
por los siguientes componentes principales:
b) Puesto de control.
Los componentes de los sistemas de extinción por rociadores automáticos y agua pulverizada
deberán llevar el marcado CE, de conformidad con las normas de la serie UNE-EN 12259, una
vez entre en vigor dicho marcado. Hasta entonces, dichos componentes podrán optar por
llevar el marcado CE, cuando las normas europeas armonizadas estén disponibles, o justificar
el cumplimiento de lo establecido en las normas europeas UNE-EN que les sean aplicables,
mediante un certificado o marca de conformidad a las correspondientes normas.
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Los sistemas de extinción por agua nebulizada, estarán conectados a un suministro de agua
(almacenada en botellas o bien en depósito con sistema de bombeo), mediante un sistema de
tuberías equipadas de una o más boquillas, capaces de nebulizar el agua en su descarga. Estos
sistemas podrán descargar agua nebulizada pura o una mezcla de ésta con otros agentes.
Los sistemas de extinción por agua nebulizada, sus características y especificacion es, así como
las condiciones de su instalación, serán conformes a la norma UNE-CEN/TS 14972.
Los sistemas de extinción por espuma física, estarán compuestos por los siguientes
componentes principales:
a) Red de tuberías.
b) Tanque de almacenamiento de espumógeno.
c) Dosificador o proporcionador.
d) Boquillas de descarga.
El diseño y las condiciones de instalación de los sistemas de extinción por espuma física serán
conformes a la norma UNE-EN 13565 -2.
Los componentes de los sistemas fijos de extinción por espuma física serán conformes a la
norma UNE-EN 13565-1 .
Los espumógenos de alt a, media y baja expansión, serán conformes a las normas UNE-EN
1568-1, UNE-EN 1568-2, UNE-EN 1568-3 y UNE-EN 1568-4 .
Los sistemas de extinción por polvo estarán compuestos por los siguientes componentes
principales:
a) Recipiente de polvo.
b) Recipientes de gas propelente.
c) Tuberías de distribución.
d) Válvulas selectoras.
e) Dispositivos de accionamiento y control.
f) Boquillas de descarga.
Son sistemas en los que el polvo se transporta mediante gas a presión, a través de un sistema 28
Estos sistemas solo serán utilizables cuando quede garantizada la seguridad o la evacuación del
personal. Además, el mecanismo de disparo incluirá un retardo en su acción y un sistema de
prealarma, de forma que permita la evacuación de dichos ocupantes, antes de la descarga del
agente extintor.
Los sistemas por agentes extintores gaseosos estarán compuestos, como mínimo, por los sigu
ientes elementos:
a) Dispositivos de accionamiento.
b) Equipos de control de funcionamiento.
c) Recipientes para gas a presión.
d) Tuberías de distribución.
e) Difusores de descarga.
Estos sistemas solo serán utilizables cuando quede garantizada la seguridad o la evacuación del
personal. Además, el mecanism o de disparo incluirá un retardo en su acción y un sistema de
prealarma, de forma que permita la evacuación de dichos ocupantes, antes de la descarga del
agente extintor.
Los sistemas fijos de extinción por aerosoles condensados, estarán compuestos por:
dispositivos de accionamiento, equipos de control de funcionamiento y unidades de
generadores de aerosol.
Los generadores de aerosoles podrán utilizarse en los sistemas fijos de extinción por aerosoles
condensados, siempre que cumplan el Real Decreto 472/ 19 88, de 30 de marzo, y el Real
Decreto 1381/ 2009, de 28 de agosto.
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3.1.13. Sistemas para el control de humos y de calor
Los sistemas de control de calor y humos limitan los efectos del calor y de los humos en caso
de incendio. Estos sistemas pueden extraer los gases calientes generados al inicio de un
incendio y crear áreas libres de humo por debajo de capas de humo flotante, favoreciendo así
las condiciones de evacuación y facilitando las labores de extinción.
Los sistemas de control de calor y humos pueden adoptar cuatro principales estrategias para el
movimiento de los gases de combustión: flotabilidad de los gases calientes (edificios de techo
alto), presurización diferencial (vías de evacuación ), ventilación horizontal (edificios de
reducida esbeltez, como túneles o aparcamientos) y extracción de humos (en aparcamientos o
tras la actuación de un sistema de su presión del incendio).
b) Los sistemas de control de humos y calor por presión diferencial son sistemas concebidos
para limitar la propagación de humo de un espacio a otro, dentro de un edificio, a través de
resquicios entre las barreras físicas (por ej.: rendijas alrededor de puertas cerradas), o por las
puertas abiertas. Estos sistemas permiten mantener condiciones seguras para las personas y
los servicios de extinción en los espacios protegidos.
c) Los sistemas de control de humos y calor por ventilación horizontal son sistemas concebidos
para limitar la propagación del humo desde un espacio a otro dentro de un edificio con
reducida esbeltez.
Hasta el momento de entrada en vigor de normas europeas UNE-EN para el diseño de los
sistemas de control de humos y calor por ventilación horizontal, se podrá hacer uso de otras
d) Los sistemas de ventilación para extracción de humos son sistemas concebidos para extraer
el humo generado durante un incendio, funcionando durante y/o tras el mismo. Su diseño se
realizará según la capacidad de extracción, a partir de un ratio del volumen del edificio 30
También pueden utilizarse para la extracción del humo tras el incendio, cuando se instala un
sistema de supresión del incendio incompatible con un sistema de control de humos de los
otros tipos indicados.
Las mantas ignífugas son láminas de material flexible destinadas a extinguir por sofocación
pequeños fuegos.
Las mantas ignífugas deberán mantenerse adecuadamente envasadas hasta su uso, con el fin
de protegerlas de condiciones ambienta les adversas. En el envase o en el folleto que
acompaña al producto, se indicarán las instrucciones de mantenimiento previstas por el
fabricante.
Dada la naturaleza de este producto, deberá indicarse la caducidad del mismo, que no debe
exceder los 20 años.
El emplazamiento de las mantas ignífugas permitirá que sean fácilmente visibles y accesibles.
Estarán situadas próximas a los puntos donde se estime mayor probabilidad de uso. Las
mantas ignífugas estarán señalizadas.
Las instalac iones destinadas a alumbrado de emergencia, deben asegurar, en caso de fallo del
alumbrado normal, la iluminación en los locales y accesos hasta las salidas, para garantizar la
seguridad de las personas que evacuen una zona, y permitir la identificación de los equipos y
medios de protección existentes.
El Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo (INSHT) tiene editadas dos Notas
Técnicas de Prevención (NTP) básicas en esta materia: la NTP 99 actualizada por la NTP 666,
sobre métodos de extinción y agentes extintores y la NTP 536, relativa a "Extintores de
incendio portátiles: utilización". La exposición del presente epígrafe seguirá,
fundamentalmente, las directrices de dichas Notas Técnicas.
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3.2.1. Introducción
Están concebidos para que puedan ser llevados y utilizados a mano teniendo en condiciones
de funcionamiento una masa igual o inferior a 20 kg.
Dentro de los tipos más usuales se encuentra el extintor de incendios de presión permanente,
que a su vez se presenta en tres modalidades:
2ª La segunda está formada por aquellos en que el agente extintor se encuentra en fase líquida
y gaseosa, tal como los hidrocarburos halogenados, y cuya presión de impulsión se consigue
mediante su propia tensión de vapor con ayuda de otro gas propelente, tal como nitrógeno,
añadido en el recipiente durante la fabricación o recarga del extintor.
Otro tipo de extintor es el de presión no permanente. En estos el agente extintor puede ser
líquido o pulverulento y están sometidos a la presión atmosférica. El agente impulsor suele ser
un gas inerte tal como el nitrógeno o el anhídrido carbónico, que va contenido presurizado en
un botellín instalado dentro o fuera del extintor.
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Para el accionamiento del extintor se comienza por quitar el pasador de seguridad tirando de
su anilla, desbloqueándose así la palanca que al apretarla hacia la maneta fija abre la salida
del agente impulsor del botellín 2 que, a través del tubo 3, se aloja en la cámara 4.
Posteriormente, si se empuña la boquilla de la manguera 7 y se acciona su palanca el agente
impulsor que estaba presionando desde su cámara al agente extintor, obligará a este a pasar
por el tubo 1 y salir por la boquilla de la manguera.
EXTINTOR DE INCENDIOS
6 kg Polvo ABC
21 A 113B C
1 1 1 1 1
MODO DE EMPLEO
1. Quitar el pasador de segurid ad
2. Apretar la maneta
3. Dirigir el chorro a la base de las ll amas
PRECAUCIÓN
No apto para su uso en presencia de tensiones
superiores a 35.000 voltios
El polvo ABC no es tóx ico ni corrosivo
FABRICANTE:
MARCA DE LA ENTIDAD AUTORIZADA
Agente extintor: 6 kg Polvo
ABC Agente propulsor: N2
Contraseña: FAI 14 91
Transporte: EX- 0 291- V- V
Homologado según: ITC, MIE AP-
5 BOE 20.6.85
Temperatura de servicio: - 20 ºC + 60 ºC
Verificar anualmente
Utilizar para la recarga
Recambios originales del modelo aprobado
DISTRIBUIDOR:
En la casilla superior se indica la marca comercial del extintor. En la siguiente casilla viene la
información sobre el tipo y cantidad de agente extintor y la eficacia del extintor. En el caso de
la figura se indica que el extintor es de 6 kg de masa total (suma de las masas de los agentes
extintor e impulsor y la del recipiente). El agente extintor es polvo polivalente antibrasa ABC a
base de fosfatos que extingue fuegos de las clases A (sólidos ), B (líquidos) y C (gases) con las
eficacias correspondientes a 21 A, 113 By C, respectivamente, según la norma UNE-23110 que
especifica el tamaño y clase de fuego que es capaz de extinguir considerando unas
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determinadas condiciones.
A continuación viene una casilla sobre el modo de empleo del extintor. La casilla que indica
PRECAUCIÓN es para advertir sobre los tipos de fuego para los que no debe utilizarse el
extintor y además se añade la información de que el agente extintor no es tóxico ni corrosivo.
En la siguiente casilla se da la referencia del fabricante que cumple con las exigencias legales.
A continuación viene la casilla con las referencias del distribuidor y otra última con las
referencias del mantenedor y/ o encargado. Todos ellos deben cumplir con las exigencias
legales.
En principio, se debería tener en cuenta para qué clase de fuego se quiere el extintor. Para ello
se considerará lo expuesto en el reglamento de instalacion es de protección contra incendios.
En la elección del agente extintor se deberá prescindir del halón, para así cumplir con el
Protocolo de Montreal relativo a las sustancias que agotan la capa de ozono y que está
ratificado por el estado español. Se podría elegir algunos de los productos alternativos de los
halones que están autorizados.
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Otro parámetro a tener en cuenta sería el tamaño del fuego que viene indicado por la parte
numérica del código que nos define la eficacia del extintor. Este código está determinado por
la norma correspondiente. Si los recintos que se desean proteger están en edificios habrá que
recurrir a lo dispuesto en la Norma Básica de la Edificación que corresponda según la fecha de
construcción del inmueble o, en caso de que exista, a la ordenanza municipal correspondiente.
El usuario de un extintor de incendios, para conseguir una utilización del mismo mínima eficaz,
teniendo en cuenta que su duración es aproximadamente de 8 a 60 segundos según tipo y
capacidad del extintor, tendría que haber sido formado previamente sobre los conocimientos
básicos del fuego y de form a completa y lo más práctica posible, sobre las instrucciones de
funcionamiento, los peligros de utili zación y las reglas concretas de uso de cada extintor.
▪ La posible toxicidad del agente extintor o de los productos que genera en contacto con
el fuego.
▪ La posibilidad de quemaduras y daños en la piel por demasiada proximidad al fuego o
por reacciones químicas peligrosas.
▪ Descargas eléctricas o proyecciones inesperadas de fluidos emergentes del extintor a
través de su válvula de seguridad. También se debe considerar la posibilidad de
mecanismos de accionamiento en malas condiciones de uso.
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1. Descolgar el extintor asiéndolo por la maneta o asa fija y dejarlo sobre el suelo en
posición vertical.
2. Asir la boquilla de la manguera del extintor y comprobar, en caso de que exista, que la
válvula o disco de seguridad (V) está en posición sin riesgo para el usuario.
Sacar el pasador de seguridad tirando de su anilla.
3. Presionar la palanca de la cabeza del extintor y, en caso de que exista, apretar la
palanca de la boquilla realizando una pequeña descarga de comprobación.
4. Dirigir el chorro a la base de las llamas con movimiento de barrido.
En caso de incendio de líquidos proyectar superficialmente el agente extintor
efectuando un barrido evitando que la propia presión de impulsión provoque derrame
del liquido incendiado.
Aproximarse lentamente al fuego hasta un máximo aproximado de un metro.
Antes de usar un extintor contra incendios portátil se recomienda realizar un cursillo práctico
en el que se podrían incluir las siguientes reglas generales de uso:
1. Descolgar el extintor asiéndolo por la maneta o asa fija que disponga y dejarlo sobre el
suelo en posición vertical.
2. En caso de que el extintor posea manguera asirla por la boquilla para evitar la salida
incontrolada del agente extintor. En caso de que el extintor fuese de C02 llevar
cuidado especial de asir la boquilla por la parte aislada destinada para ello y no dirigirla
hacia las personas.
3. Comprobar, en caso de que exista válvula o disco de seguridad, que están en posición
sin peligro de proyección de fluido hacia el usuario.
4. Quitar el pasador de seguridad tirando de su anilla.
5. Acercarse al fuego dejando como mínimo un metro de distancia hasta él. En caso de
espacios abiertos acercarse en la dirección del viento.
6. Apretar la maneta y, en caso de que exista, apretar la palanca de accionamiento de la
boquilla. Realizar una pequeña descarga de comprobación de salida del agente
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extintor.
7. Dirigir el chorro a la base de las llamas.
8. En el caso de incendios de líquidos proyectar su perficialmente el agente extintor
efectuando un barrido horizontal y evitando que la propia presión de impulsión pueda
provocar el derrame incontrolado del producto en combustión. Avanzar gradualmente
desde los extremos.
Con respecto a la causa probable de muerte en un fuego, 2 de cada 3 víctimas son debidas a la
inhalación de los humos producidos en los incendios.
La Nota Técnica de Prevención (NTP) 436 -Cálculo estimativo de vías y tiempo de evacuación-
del Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo - INSHT- , expone que el plan de
emergencia de cualquier centro de trabajo plantea el doble objetivo de proteger a las personas
y a las instalaciones ante situaciones críticas, minimizando sus consecuencias. La mejor
salvaguarda para los ocupantes ante una emergencia es que puedan trasladarse a un lugar
seguro, a través de un itinerario protegido y en un tiempo adecuado, esto es, realizar una
evacuación eficiente. La citada Nota Técnica pretende exponer los parámetros a considerar
para conseguir con éxito una evacuación. Para ello, aborda el estudio a través de los siguientes
aspectos:
Definiciones
Altura de evacuación: Diferencia de cotas de evacuación entre la del origen y la de salida del
edificio. Para evacuación no se consideran las escaleras mecánicas, rampas móviles y aparatos
elevadores, excepto las rampas móviles con dispositivo de parada automática por sistema de
detección y alarma.
Rampas: Son consideradas como los pasillos con una pendiente que no deberá ser mayor que
el 12 % cuando su longitud sea menor que 3 m, que el 10 % cuando su longitud sea menor que
10 m o que el 8 % en el resto de los casos.
Recinto: Espacio cerrado y formado por elementos constructivos separadores. Puede abarcar
diversas plantas pero constituye un sector de incendio.
Espacio exterior seguro: Es el lugar de la vía pública dentro de una zona delimitada con un
radio de distancia de la salida de edificio de O,1 P metros, siendo P el número de ocupantes. Si
el espacio exterior no está comunicado con la red viaria o con otros espacios abiertos no será
preciso computar la superficie necesaria dentro del radio de distancia antes citado pero habrá
que excluir una franja de quince metros desde la fachada. Este espacio se determina a razón
de 0,5 m 2/ persona como mínimo. Ver también salida de edificio.
planta y del edificio. Un recinto puede disponer de una única salida, si su ocupación es menor
de 100 personas, no existen recorridos para más de 50 personas que precisen salvar en sentido
ascendente una altura de evacuación de más de dos metros y ningún recorrido hasta la salida
debe ser mayor de 25 m en general. Una planta puede disponer de una única salida si además
de cumplir las condiciones anteriores, su altura de evacuación no es mayor que 28 m.
Si un recinto o planta deben tener varias salidas se verifica que: desde cualquier origen hasta
alguna salida el recorrido es menor de 50 m y desde todo origen de evacuación hasta algún
punto con al menos dos recorridos alternativos no tenga más de 25 m.
Salida de planta: Puede ser el arranque de una escalera que conduce a una planta de salida
del edificio, siempre que esta no tenga un ojo o hueco central con un área en planta mayor
que 1,3 m 2 y no comunique con otras inferiores a través de huecos verticales además de las
normales de las escaleras.
Es también una puerta de acceso a una escalera o a su vestíbulo previo, a un pasillo protegido,
siempre que cumpla con la normativa específica y que conduzcan a una salida de edificio.
Es la puerta de acceso a otro sector, con las condiciones de que el primer sector tenga otra
salida de planta o una puerta de acceso a un tercer sector y finalmente a una salida de edificio.
Las dos salidas del primer sector no conducirán a un sector común para los dos recorridos
optativos. Los espacios a los que se accede, dentro de 30 m de recorrido de evacuación desde
la puerta considerada disponen como mínimo de 0,5 m2 por persona asignada a dicho
recorrido.
Salida de edificio: Puerta o hueco utilizable como paso a un espacio exterior seguro. Si el
espacio exterior seguro no tiene capacidad para todos los ocupantes se podrá buscar otro
espacio adicional capaz con la condición de que el recorrido sea menor que 50 m y cumpla con
la normativa específica.
En general, se pueden indicar como normas a tener en cuenta en una evacuación en caso de
incendio las siguientes:
La evacuación total de un Hospital es, además de difícil, improbable, pero no las evacuaciones
parciales o traslados a otras zonas no afectadas, por lo que cada área del Hospital deberá
contar con su propia sistemática de evacuación. Naturalmente dicha sistemática será diferente
en algunas áreas del Hospital, como las Unidades de Cuidados Intensivos, Neonatología,
Hospitalización de Traumatología, etc. Al menos las Unidades de pacientes críticos y los
bloques quirúrgicos deberán disponer de sus sistemáticas especiales de evacuación.
Si se desea que la evacuación sea verdaderamente eficaz, hay que partir de dos premisas
fundamentales: que sea ordenada y que se sigan vías preestablecidas. Ello viene determinado,
en principio, por el escaso o limitado tiempo con el que se cuenta, y por la necesidad de
solventar las reacciones de pánico que suelen provocar los siniestros.
Como norma general de actuación debe recordarse, una vez más, el principio básico de la
Medicina de Catástrofes, en el sentido de primar el interés colectivo frente al individual.
El personal permanecerá en su puesto de trabajo hasta recibir órdenes de la persona que dirija
la evacuación y solo de esta. Para realizar una adecuada evacuación deberán seguirse las 41
siguientes recomendaciones:
Se evacuarán siempre primero los enfermos, y luego los bienes materiales, comenzando por la
documentación y siguiendo por los que puedan contribuir a agravar el siniestro y por los que
puedan ser necesarios para la asistencia a los afectados. Para la movilización de los pacientes
será necesario que se encuentren en peligro vital inminente y perfectamente estables.
Hay que partir del hecho de que el paciente evacuado debe poder ser identificado
posteriormente para proseguir cuidados y atención médica en la zona de seguridad o en otro
La consignación de estos datos será realizada por el Personal de Enfermería y, por supuesto,
dependerá del tiempo de que se disponga, por lo que puede ir desde consignar simplemente el
número de cama a preparar toda la historia clínica completa.
Es recomendab le que el personal que participe en la evacuación esté identificado; para ello se
sugiere el portar un brazalete con distintivos. Sus funciones serán trasladar enfermos hasta la
zona de seguridad señalada.
C) Técnicas de traslado
La elección del método de traslado de enfermos estará en función del estado y patología del
paciente, edad, etc. Los traslados de enfermos pueden realizarse en horizontal o en vertical.
Toda evacuación supone, en princip io, un traslado en horizontal, y puede ser realizada en la
propia cama del enfermo. Si se trata de una evacuación mediante traslado en vertical, la
utilización de camas o sillas queda descartada. La elección del método de traslado será
realizada por el Facultativo responsable de la Unidad y en su ausencia por el/la Supervisor/a de
la misma.
Los planes de emergencia pretenden con su implantación optimizar la utilidad de los recursos
técnicos y humanos disponibles, con el objetivo de controlar con rapidez la evolución de la
emergencia y minimizar sus consecuencias. En un plan de autoprotección se pretenden los
mismos objetivos pero además se incluye el de implantación de medidas de prevención que
reduzcan la probabilidad de inicio de emergencias.
Los conceptos de accidente y emergencia están muy ligados entre sí, pudiendo definirse como
sucesos inesperados y no deseados que interrumpen el desarrollo normal de una actividad. En
algunos casos solo entrañan consecuencias económicas pero en otros pueden ocasionar daños
a personas. Algunos son de evolución rápida, como puede ser la muerte de alguien por
electrocución o explosión. Otros pueden ser de evolución más lenta como un incendio o
sequía. El desarrollo de actividades lleva implícito una serie de riesgos que con el paso del
tiempo pueden dar lugar a acc identes que ocasionarán situaciones de emergencia.
En un establecimiento sanitario las emergencias pueden ser muy variadas pudiendo ir desde
una situación de catástrofe externa que pueda ocasionar la llegada de numerosos enfermos o
heridos, pasando por situaciones potenciales de emergencia interna como una alarma de
bomba o también los posibles accidentes que puedan originarse por las instalaciones o
actividades que se desarrollan en el propio establecimiento.
Son todos los recursos técnicos y humanos del establecimiento, así como la cantidad y calidad
de tiempo de intervención de las ayudas externas para la actuación en una situación de
emergencia.
Los recursos técnicos internos para la lucha contra incendio y evacuación se pueden concretar
en:
- Medios de extinción, que son los medios de que dispone un establecimiento para la
lucha contra el fuego, como extintores, bocas de incendio, sistemas fijos de extinción,
etc.
- Medios de evacuación, sistemas para poder evacuar a las personas, como escaleras,
pasillos especiales señalizados, etc.
c. Por arrastre con silla: son rápidos, son bastante confortables para los pacientes pero
no se pueden utilizar, generalmente, para la evacuación vertical.
d. Por arrastre por colchón: son seguros y confortables, son muy lentos y complicados,
las vías de evacuación deben ser amplias y se necesita un gran esfuerzo físico.
acudan por las escaleras próximas y sacar los que acudan por el montacamas.
- Cerrar las ventanas y puertas, etc., de almacenes y servicios.