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Toda organización tiene tras suyo una gran historia, lo mismo le sucede a Netflix

cuya idea primaria surgió debido a un problema que hoy resulta a anacrónico:
devolver una película en una tienda de alquiler.

Todo inicio en el año 1997 bajo el liderazgo de Reed Hastings cuando a través de
su inconformidad encontró una nueva idea de negocio buscando siempre
diferenciarse de la competencia e innovar cada vez mas para una mejor
satisfacción del cliente.

Reed Hastings y su colega Marc Randolph decidieron crear una empresa de


alquiler de películas por demanda, sin ningún tipo de tienda física ya que los
pedidos se harían por Internet, las películas llegarían al cliente por correo postal y
además presidirían de los VHS que para aquel entonces era el tipo de producto
audiovisual que más se consumía, apostarían por el gran potencial de los DVD
mucho más ligero para enviar por carta y además mejoraba notoriamente la
calidad de las películas.

En aquellos tiempos esta idea parecía una locura, ya que el reproductor de DVD
era algo muy novedoso y bastante caro, el mundo no estaba adaptado a esta
nueva tecnología, lo que limitaba bastante el número de clientes potenciales para
este nuevo negocio, reservándose únicamente para un público con cierto poder
adquisitivo, solo el 5% de los hogares tenía un reproductor DVD para la epoca,
pero Hastings insistía en el futuro de esta novedosa tecnología y apostó por  ello,
demostrando así una increíble visión de negocios y para 2000 ese porcentaje salta
al 13% y para 2004 el porcentaje logra superar el 50% de presencia en los
hogares estadounidenses.

Con el pasar de los años y el estudio del mercado y la competencia Netflix


propuso varias ofertas para su servicio siempre buscando satisfacer al cliente; la
primera

fue de 7 días de alquiler por 4 dólares la película, más 2 dólares adicionales por el
envió, además Netflix, fue un pionero en algo más creo un algoritmo de
sugerencias, para su pág. Web, brindando una experiencia única y novedosa. 
 

El segundo consistió en incentivar la compra del nuevo reproductor de DVD


estableciendo acuerdos con gigantes de la industria, como Toshiba y Sony,
ofreciéndole alquileres de películas gratuitos a los nuevos consumidores esta
tecnología, esto ayudo a Netflix a crear nuevos consumidores de un producto con
el que comercializaba y por otro lado asegurarse de que estos nuevos
consumidores conocieran bien su marca, convirtiéndole a su vez en clientes
potenciales para su producto. 

El tercero y el que marco una gran diferencia y supuso el verdadero principio de


un nuevo modelo de negocio del sector, fue el concepto de suscripción, por 15
dólares, los suscriptores podrían alquilar tantos DVD como quisieran, además sin
ningún tipo de fecha limite ni multa por retraso. 

En 2007 Netflix volvió a dar un paso de gigante apostando por la tecnología de


streaming con la que revolucionaria totalmente las experiencia con las películas,
añadiéndole a sus servicios la inmediatez, el cliente podía ver lo que quisiera
cuando quisiera sin tener que esperar al que DVD llegara a su buzón.  Al principio
no podía conseguir películas muy interesantes ya que comprar los derechos era
bastante difícil y costoso, sin embargo consiguió un par de contratos interesantes
con DISNEY y Sony por los que pago 20 millones de dólares, ofreciendo así a sus
clientes una selección de títulos bastante atractiva. Meses después, firmo otros
contratos con importantes productoras como Paramount y MGM  mejorando
notoriamente la cantidad y calidad de la oferta del catálogo.

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