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Jesucristo: Plenitud de la revelación

Jesucristo, un nombre conocido en casi todo el mundo, un nombre que traspasa países,

continentes, culturas y religiones, un nombre grabado en la historia de la humanidad. Tiene un

significado claro, siendo la unión de Jesús con Cristo, siendo este segundo término un

equivalente a la palabra hebrea “Mesías”, el enviado por Dios para cumplir la promesa realizada

por este hacia su pueblo. “El atribuir el nombre “Cristo” a Jesús de Nazaret es el testimonio de

que los Apóstoles y la Iglesia primitiva reconocieron que en Él se habían realizado los designios

del Dios de la Alianza y las expectativas de Israel.” (Beato Juan Pablo II, s.f.). Lo mencionado se

evidencia en la conducta de Jesús para con su pueblo, la cual se caracterizaba de sabiduría, así

como de humildad.

A partir de las escrituras sagradas plasmadas en el nuevo testamento se puede interpretar que

“Jesús es el revelador de Dios, el conocedor de sus secretos más íntimos, de su ser y de su

quehacer, el manifestador de su plan sobre el hombre, la señal personal que hace visible al

Invisible.” (Ramos, F. s.f.), por lo que el nacimiento de Jesús es el inicio del plan divino guiado

por su padre. Dentro del cristianismo, Jesucristo representa la revelación de la palabra de Dios,

como es entendido “el verbo hecho carne”, demostrando su divinidad y humanidad ante y entre

lo hombres durante el desarrollo de su vida, por lo que se vuelve la máxima representación de las

escrituras, una revelación plena. Un ejemplo de esto es la manera en que Jesús caracteriza la

bondad, la amistad, el perdón, la justicia, la compasión y todas las virtudes que se posee dentro

del padre en frente de sus apóstoles cuando compartía su sabiduría, o en frente de los gentíos

cuando predicaba la palabra de su padre y realizaba milagros.

La aparición de Cristo fue diferenciada, y destacaba ante otros profetas o predicadores, pues

dentro de la historia del cristianismo se han evidenciado mensajes de Dios por medio de
diferentes de estos, como se menciona en la carta a los Hebreos 1:1-4 (La Nueva Biblia Anotada

de Oxford) “Dios, después de haber hablado muchas veces y en diversas formas a nuestros

padres por medio de los profetas, en estos días, que son los últimos, nos ha hablado por el

Hijo...”, haciendo referencia a la entrega de Dios hijo hacia la humanidad para la salvación de la

misma.

Es necesario mencionar que la revelación no se quedó únicamente en la vida de Cristo, sino en el

impacto que dejo dentro del a historia de la humanidad a partir de sus enseñanzas, ejemplo de

esto la expansión del cristianismo. Los apóstoles contribuyeron en la revelación perfecta que fue

Jesucristo, dado que fueron ellos los que compartieron el evangelio y aquella misión divina y

humana bajo la cual el hijo de Dios desarrollo su vida en la tierra. Ellos fueron los anunciantes

de que “Dios está en el mundo, para que los hombres puedan estar para Dios en la historia”

(Rahner, K., s.f.), por lo que la revelación de Dios en el mundo se vuelve un sacramento de la

voluntad de este para con la humanidad, la cual se evidencia en la entrega de Dios Hijo al mundo

terrenal como profesión del mensaje divino.

Para finalizar, Jesucristo debe ser entendido como la revelación plena de la palabra de Dios,

como un ente divino y humano, que se manifiesta en el mundo de los vivos para ser la expresion

viva de las enseñanzas y creencias de este, como es comúnmente entendido, Jesucristo es el

verbo hecho carne. Por lo que, lo expresado y actuado por Cristo dentro de las escrituras debe ser

interpretado como la misma palabra y acciones de Dios. Asimismo, esta revelación ha sido pilar

fundamental para la transmisión del evangelio y la expansión de la iglesia cristiana, ambos

eventos motivados por la voluntad divina que impulsó a los apóstoles a profesaban la verdad

experimentada en su relación con Cristo.


Bibliografía

Juan Pablo II. (1987) Audiencia General.

https://www.vatican.va/content/john-paul-ii/es/audiences/1987/documents/hf_jp-

ii_aud_19870107.html

La Nueva Biblia Anotada de Oxford. (2007). M. D. Coogan (Ed.). Oxford, UK: Oxford

University Press.

Ramos, F. (s.f.) Revelación del Hijo por el Padre – DJN. Mercaba

https://mercaba.org/DJN/R/revelacion_del_hijo_por_el_padre.htm

Rahner, K. (s.f.) Revelación - SaMun. Mercaba

https://www.mercaba.org/Mundi/6/revelacion.htm

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