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Características:

 El sistema de la organización aprende como un todo, casi como si la


organización fuese un único cerebro.
 Las personas de la organización reconocen que el aprendizaje continuo en
todo el ámbito organizativo es decisivo para el éxito actual y futuro de la
organización.
 La atención se centra en la creatividad y en el aprendizaje generativo.
 Se cree que el pensamiento sistémico es fundamental.
 Las personas disponen de un acceso continuo a la información y a los
recursos de datos que son importantes para el éxito de la compañía.
 El clima de la organización estimula, premia y acelera el aprendizaje
individual y en grupo.
 La organización se compromete con el cambio, y considera que las
sorpresas y los fracasos imprevistos constituyen oportunidades para
aprender.
 La organización es ágil y flexible.
 La organización puede adaptarse, renovarse y revitalizarse continuamente
como respuesta a los cambios en el entorno.

Las personas

Las organizaciones que aprenden consideran que la formación en toda la


empresa es crucial. Se potencia a las personas con objeto de que aprendan todo lo que
necesiten conocer para el éxito continuo:

- Los empleados deben planificar las futuras competencias, emprender


acciones y asumir riesgos.
- Los directivos deben actuar como tutores y asesores de sus empleados,
sirviendo de modelo de conductas de aprendizaje adecuadas.
- Los clientes deben identificar sus necesidades de productos y servicios de la
organización, y recibir la formación adecuada a ese respecto.
- El entorno social recibirá conocimientos de la organización que aprende y, al
mismo tiempo, los proporcionará a ésta, cuando la organización se introduce
en el campo social y educativo.

En un mundo tan cambiante como el actual lo relevante es ser capaces de


encontrar soluciones a los constantes desafíos que enfrentamos. El éxito no está en lo
que sabes sino en nuestra capacidad para pensar y hacer de manera creativa.

Necesitamos profesionales con nuevas competencias y sobre todo necesitamos


nuevas organizaciones. Organizaciones más abiertas, más flexibles, más participativas
y colaborativas, más activas y “dialogantes”. Organizaciones que deben “conversar”
cada vez más con sus clientes (ciudadanos) y con sus empleados. Necesitamos
organizaciones que aprendan, entendidas como “grupos de personas que buscan
mejorar continuamente su capacidad de crear lo que quieren crear y que comparten
una filosofía de anticipación, reacción y respuesta al cambio, la complejidad y la
incertidumbre”

Una auténtica organización que aprende nunca acaba de transformarse


definitivamente en una organización que aprende. Es decir, el proceso nunca termina
porque el cambio nunca termina. Siempre existirá la necesidad de aprender.

En conclusión, una organización que aprende, es una organización ética e


inteligente en concordancia con la nueva racionalidad económica, en la sociedad el
conocimiento las organizaciones deben construir capacidades para anticiparse, dar
respuesta y adaptarse rápidamente a los cambios y a contextos altamente
complejizados, en tal sentido configurar competencias y facultades de navegar en el
mar de las emergencias sistémicas, permitirá evolucionar y ser altamente competitivas
incorporando en sus procesos de funcionamiento y estructuras, la flexibilidad y la
resiliencia como aspectos clave de su desempeño.

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