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Interpsiquis 2007
Carmen Moreno Menguiano; Vanesa Gómez Macías; Regina Sala Cassola; Amanda Trigo
Campoy; Mª Carmen Jiménez Ávalos; Pilar Lapastora de Mingo.
Hospital de Móstoles.
página 1 [otros artículos] [5/2/2007]
Resumen
Interpsiquis 2007
1 Febrero - 28 Febrero INTRODUCCIÓN: La esquizofrenia es uno de los trastornos psiquiátricos más devastadores que
www.interpsiquis.com/2007/
afectan a niños y adolescentes. La evidencia apoya la idea de que la esquizofrenia en infancia y
congreso@psiquiatria.com
adolescencia muestra una continuidad con la forma adulta del trastorno a nivel de síntomas,
curso clínico y neurobiología subyacente.
MÉTODO: En este estudio hacemos una revisión bibliográfica sobre la esquizofrenia de inicio en
la infancia y adolescencia. Se han recogido los datos utilizando los artículos publicados los
últimos cinco años en las revistas de mayor impacto incluidas en bases de datos bibliográficas.
Historia
Tanto Kraepelin como Bleuler creían que la esquizofrenia se presentaba de forma similar,
aunque con menor frecuencia, durante la infancia y la adolescencia. Kraepelin (1919) encontró
que el 3.5 % de los casos de demencia precoz se daban por debajo de los 10 años y remarcó
que los casos de inicio en la infancia tenían un inicio insidioso. Bleuler (1911/1950) sugirió que
alrededor del 5 % de los casos de esquizofrenia tenían su inicio antes de los 15 años.
DSM-IV (1,2,3).
Características clínicas
Muchos de los adolescentes con trastornos psicóticos no sólo tienen síntomas psicóticos sino
también síntomas depresivos, que ocurren especialmente durante el primer episodio y son más
severos. Sin embargo, es cuestionable si los trastornos del sueño, el retardo psicomotor y los
problemas de atención en psicosis se relacionan con síntomas depresivos o bien con síntomas
negativos (5).
En los primero brotes de esquizofrenia son más frecuentes los síntomas afectivos (ánimo lábil).
En este grupo de edad los síntomas de las psicosis afectivas son muy similares a los de las
psicosis esquizofrénicas, lo cual hace que la enfermedad presente un alto porcentaje de
infradiagnóstico y lleva a una limitada estabilidad de las clasificaciones (5).
Los fenómenos de pasividad, trastorno formal del pensamiento e incoherencia son menos
frecuentes. También son menos frecuentes los delirios y menos complejos, además de que la
temática delirante es adecuada a la edad (1,2,3).
Fase prodrómica
El reconocimiento precoz del trastorno puede ser muy difícil, dado que las alteraciones
cognitivas y sociales premórbidas pueden gradualmente ensombrecer los síntomas prodrómicos
antes del inicio de los síntomas psicóticos activos. Los síntomas prodrómicos pueden incluir
ideas raras, intereses excéntricos, cambios en el afecto, experiencias inusuales y experiencias
perceptivas bizarras (1,2,3).
Recientes estudios sugieren que jóvenes con alto riesgo para la enfermedad tienen déficits
neuroconductuales y estructurales, déficits psicológicos y anormalidades cerebrales
neuroquímicas que pueden remontarse a la infancia o antes (10).
Síntomas psicóticos
Epidemiología
Desde principios del s.XX se han hecho cientos, -si no miles-, de estudios que presentan
hallazgos sobre el curso y resultado de la esquizofrenia, otros trastornos psiquiátricos mayores y
los trastornos por abuso de sustancias. Estos estudios tienen dos objetivos primordiales:
describir los distintos patrones de morbilidad asociados con diagnósticos específicos e identificar
los predictores biopsicosociales de una mejor o peor evolución.
Pero ocurre que dada la gran variabilidad en la metodología de los estudios, la mayoría de los
resultados obtenidos son inconsistentes. Por ello, Bromet et al.1992, se plantearon iniciar un
estudio en el que se incluían únicamente a pacientes que estaban en su primera hospitalización.
Este estudio avaló la evidencia de que los pacientes con esquizofrenia tenían una peor evolución
a corto y largo plazo que los pacientes con otros diagnósticos de psicosis. Y mientras que en
estos últimos se producía una tendencia a mejorar el funcionamiento tras la hospitalización, no
era tan claro con los pacientes diagnosticados de esquizofrenia. Confirmaron que el
funcionamiento premórbido era predictor de un mejor funcionamiento psicosocial después de 2
años de la primera hospitalización (12).
- El inicio es muy raro antes de los 13 años y ha sido bien documentado. En contraste con la
esquizofrenia de inicio en la infancia, la psicosis en adolescentes (12 – 18 años de edad) ha
recibido una atención científica limitada (5).
Validez diagnóstica
Sin embargo queda pendiente el tema de los “síndromes parciales” que comparten algunas
características diagnósticas o síntomas prodrómicos de esquizofrenia pero no cumplen
completamente los criterios del DSM-IV o la CIE-10. Por lo tanto, estos casos precisan de un
cuidadoso seguimiento clínico que pueda determinar si desarrollarán o no esquizofrenia. El
hecho de cómo tratar adecuadamente a estos pacientes en la práctica clínica persiste como una
importante cuestión sin resolver (1,2,3).
El nivel cognitivo de los niños influye en su habilidad para entender y expresar síntomas
psicóticos complejos tales como el fenómeno de la pasividad, la alienación del pensamiento o las
alucinaciones.
Diagnóstico diferencial
Psicosis
La alta tasa de síntomas positivos encontrados en cuadros de depresión mayor y manía de inicio
en la adolescencia pueden llevar a confusión en el diagnóstico (Joyce, 1984). Las psicosis
afectivas se infradiagnostican como esquizofrenia si se aplica de una forma rígida el concepto de
esquizofrenia de Schneider (1,2,3).
Kolvin (1971) distinguió claramente los síntomas y correlatos del espectro autista con inicio por
debajo de los 3 años de la esquizofrenia tipo del adulto con inicio en la infancia tardía o al inicio
de la adolescencia. No obstante algunos niños con trastornos autistas como por ej. en el
síndrome de Asperger, los síntomas podrían solaparse con los pródromos descritos de una
esquizofrenia. Además niños con trastornos del espectro autista pueden desarrollar síntomas
psicóticos en la adolescencia (Volkmar & Cohen 1991).
A menudo solo es posible distinguir entre esquizofrenia y trastornos del espectro autista
haciendo una meticulosa historia del desarrolla que incluya los detalles de la edad de inicio y el
modelo de alteraciones autisticas de la comunicación, reciprocidad social y conductas/intereses.
De acuerdo con el DSM-IV, la esquizofrenia no puede ser diagnosticada en niños con autismo a
menos que presenten alucinaciones o delirios durante al menos un mes. Sin embargo la CIE-10
no incluye al autismo como criterio de exclusión para el diagnóstico de esquizofrenia (1,2,3).
Condiciones orgánicas
El uso recreacional de las drogas es común entre los jóvenes, por lo que la co-ocurrencia de uso
de drogas y psicosis es esperada. Lo que es menos cierta es la naturaleza de ninguna relación
causal. Los síntomas psicóticos pueden ocurrir como un efecto farmacológico directo de de la
intoxicación con estimulantes, alucinógenos y cannabis. Los síntomas psicóticos asociados a las
drogas suelen ser autolimitados y resueltos después de unos pocos días de abstinencia a la
sustancia (1,2,3).
premórbido y la severidad de los síntomas de base, pero podría ser en parte una respuesta
plástica a la enfermedad (21).
Además determinados estudios reflejan que se han encontrado diferencias entre pacientes con
esquizofrenia y controles normales en el tamaño del cuerpo calloso y la comunicación
interhemisférica (13).
A largo plazo se describe en estos pacientes un curso crónico sin remisión y un deterioro severo
del funcionamiento en la vida adulta (Hollis 2000).
Los predictores de peor resultado en las psicosis afectivas de inicio en la adolescencia incluyen
deterioro social y cognitivo premórbidos, un primer episodio psicótico prolongado, psicosis no
tratada por un largo periodo de tiempo y la presencia de síntomas negativos. El funcionamiento
premórbido y los síntomas negativos proporcionan una mejor predicción del resultado a largo
plazo que el diagnóstico categórico (Hollis 1999) (1,2,3).
El pronóstico es incierto, peor cuanto más prematuro, más insidioso y peor es el funcionamiento
previo. El cumplimiento del tratamiento y el nivel de ajuste premórbido temprano parecen ser
importantes predictores de la tasa de recaídas de un primer episodio de esquizofrenia (18).
Aspectos diferenciales:
- Peor pronóstico: historia familiar, síntomas negativos, inicio insidioso, sexo, funcionamiento
premórbido, soporte social. Crespo-Facorro et al. (2006) encontraron que el mayor hallazgo
entre las características premórbidas es que, ambos, un inicio más temprano de la enfermedad y
el peor funcionamiento premórbido durante la adolescencia, son independientemente asociados
con una menor respuesta a los antipsicóticos (16).
- Riesgo de minimización.
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