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Conceptos de Virología
CARACTERÍSTICAS GENERALES DE LOS VIRUS
Los virus se diferencian de otros agentes infecciosos por su tamaño especialmente pequeño y porque son parásitos intracelulares estrictos (obligatorios), es decir tienen un
requerimiento absoluto de células huésped vivas para multiplicarse. No obstante, comparten ambas propiedades con ciertas bacterias pequeñas. En la actualidad se sabe que las
verdaderas caracterísiticas distintivas de los virus se relacionan con su organización estructural simple y su mecanismo de replicación (Tortora et al., 2007). En consecuencia, los
virus son estidades que:
Contienen una cubierta proteica (a veces incluida en una envoltura de lípidos, proteínas e hidratos de carbono) que rodea el ácido nucleico.
Se multiplican dentro de las células vivas mediante el uso de la maquinaria de síntesis de la célula.
Inducen la síntesis de estructura especializadas capaces de transferir el ácido nucleico viral a otras células.
Los virus tienen pocas o ninguna enzima metabólica propia; lo cual carecen de enzimas para la síntesis de proteínas y la generación de ATP. Para multiplicarse deben tomar el control
de la maquinaria metabólica del huésped. Esto tiene considerable importancia médica para el desarrollo de fármacos antivirales, dado que la mayoría de los fármacos que podrían
interferir en la multiplicación viral también interferirían en el funcionamiento de la célula huésped y en consecuencia serían demasiado tóxicos para el uso clínico.
El siguiente cuadro 1 se comparan los virus con las bacterias para una mejor claridad (Tortora et al., 2007).
Espectro de huéspedes
El espectro de huéspedes de un virus es el espectro de células a las que puede infectar. También existen casos aislados donde los virus cruzan la barrera del rango de huéspedes y lo
expanden. Hay virus que infectan invertebrados, vertebrados, plantas, protistas, hongos y bacterias pero la mayoría de los virus pueden infectar tipos específicos de células de una
sola especie huésped (Tortora et al., 2007).
El rango particular de huéspedes de un virus está determinado por los requerimientos del virus para la fijación específica a la célula huésped y por la disponibilidad de los factores
necesarios para la multiplicación viral. Para que un virus infecte a una
célula huésped la superficie externa del virus debe establecer interacciones
químicas con sitios receptores
específicos sobre la superficie celular. Los dos
componentes complementarios se mantienen unidos mediante enlaces débiles, por
ejemplo enlaces hidrógeno. La combinación de
muchos sitios de fijación y
receptores conduce a una fuerte asociación entre la célula huésped y el virus (Tortora et al., 2007).
ESTRUCTURA VIRAL
Ácido nucleico:
Cápside y envoltura:
MORFOLOGÍA GENERAL
1.
Virus helicoidales: se asemejan a largos
bastones que pueden ser rígidos o flexibles. El ADN viral se encuentra dentro
de una cápside cilíndrica hueca con estructura helicoidal.
2.
Virus poliédricos (de muchas caras): la cápside de
la mayoría de los virus poliédricos tiene la forma de un icosaedro, un poliedro
regular con 20 caras triangulares y 12 ángulos.
3.
Virus con envoltura: son casi esféricos y su
cápside está cubierta por una envoltura.
4.
Virus complejos: los virus bacterianos poseen
estructuras complicadas. Un ejemplo es el bacteriófago, que, en algunos casos,
estos tienen cápsides a las que se adosan
estructuras adicionales.
MODELOS DE REPLICACIÓN
Entre los modelos de replicación que puede presentar una especie de virus se encuentran: el secuestro de las actividades de síntesis normales de la célula hospedadora y las
reorientan para utilizar los materiales disponibles para elaborar ácidos nucleicos y proteínas que forman un virión nuevo, inserción (integración) del DNA del virus al DNA
cromosómico de la célula hospedadora (el DNA viral integrado se conoce como provirus).
Otro modelo a considerar es el de los retrovirus, estos infectan el DNA de las células eucariontes, y sintetizan sus estructuras utilizando RNA como un molde, por medio de la
transcriptasa inversa. El genoma retroviral es una cadena simple de RNA que codifica esta enzima y una pocas moléculas de la enzima son empaquetados junto con el genoma de
RNA en cada partícula viral.
En la actualidad se sabe que los virus son esencialmente genes rodeados de una cubierta proteica protectora. Sin embargo, estos genes deben entrar en una célula y utilizar la
maquinaria celular para expresar sus genes mediante la síntesis de proteínas y replicar sus cromosomas; en muchos casos la célula infectada estalla (lisis) y libera la progenie de
virus, que pueden tener acceso a las células vecinas (Alberts et al., 2011, p. 223).
Aunque hay muchas semejanzas entre los virus bacterianos y eucariontes, un importante tipo de virus -el retrovirus- se encuentra solamente en las células eucariontes. En muchos
aspectos, los retrovirus se asemejan a los retrotransposones. Una característica clave del ciclo de vida de ambos elementos genéticos es un paso donde el DNA se sintetiza
utilizando RNA como un molde (el término retro se refiere a la inversión de flujo habitual de la información del DNA al RNA) y la enzima que realiza este paso es la transcriptasa
inversa. El genoma retroviral es una cadena simple de RNA que codifica esta enzima y una pocas moléculas de la enzima son empaquetados junto con el genoma de RNA en cada
partícula viral (Alberts et al., 2011, p. 225)
CICLO LÍTICO
Virus: Bacteriófagos
T simétricos
Fijación:
Ocurre cuando
una bacteria y un bacteriófago interactúan entre sí, este último se adosa a un
sitio receptor complementario de la bacteria, formando enlaces débiles entre el
sitio de
fijación y el receptor. Los bacteriófagos utilizan fibras en su
extremo cola para fijarse.
Penetración:
Luego de la
fijación, inyecta su DNA dentro de la bacteria mediante liberación de una
enzima, la lisozima del fago, la cual le permite degradar la pared celular
bacteriana. Durante la
penetración, la vaina de la cola se contrae y el núcleo
es el inyectado a la bacteria. La cápside queda fuera de la célula, el fago actúa
como si fuese una jeringa hipodérmica mientras
inyecta su DNA (Tortora et al.,
2007).
Figura 4: Fijación y penetración del ciclo lítico del bacteriófago T simétrico (Tortora et al., 2007).
Biosíntesis: Una vez que el DNA del bacteriófago llega hasta el citoplasma de la célula huésped ocurre la biosíntesis del ácido nucleico y la proteína viral. La síntesis de proteínas del
huésped es detenida por la degradación del DNA del huésped inducida por el virus, las proteínas virales que interfieren en la transcripción o la represión de la traducción. Todo el RNA
transcrito en la célula es mRNA transcrito a partir del DNA del fago para la biosíntesis de las enzimas del fago y las proteínas de la cápside. Los ribosomas, las enzimas y los
aminoácidos de la célula huésped se usan para la traducción. Los controles genéticos regulan la transcripción de las distintas regiones del DNA del fago en mRNA durante el ciclo de
multiplicación
Maduración: Se ensamblan los DNA y las cápsides de los bacteriófagos para formar viriones completos. Los componentes virales se ensamblan espontáneamente para generar una
partícula viral y así se elimina la necesidad de muchos genes no estructurales y productos génicos. Las cabezas y las colas de los fagos se ensamblan por separado a partir de
subunidades proteicas y la cabeza se llena de DNA del fago y se adosa a la cola.
Liberación: La etapa final de la multiplicación viral es la liberación de viriones por la célula huésped. En general se usa el términolisis para aludir a esta etapa de la multiplicación de
los fagos T simétricos porque en este caso la membrana plasmática realmente se rompe (se lisa). La lisozima codificada por un gen del fago se sintetiza dentro de la célula. Esta
enzima induce la ruptura de la pared de la célula bacteriana y los bacteriófagos recién producidos son liberados de la célula huésped. Los bacteriófagos liberados infectan otras
células susceptibles cercanas y se repite el ciclo de multiplicación viral dentro de esas células
Figura 5: Biosíntesis, maduración y liberación del ciclo lítico del bacteriófago T simétrico (Tortora et al., 2007).
GENÉTICA VIRAL
Introducción a la terminología
Mutaciones
Recombinación
Complementación
Interacciones no genéticas
entre virus
Heterocigosis
Interferencia
La interferencia en el
crecimiento entre dos virus homólogos o muy relacionados se observa cuando alguno
de los dos posee una ventaja sobre el otro. Puede ocurrir en distintas
etapas
de la infección: adsorción (por ejemplo, el paramixovirus NDV), penetración
(retrovirus) o replicación (muchos virus) (Carballal et al, 2014).
Mezcla fenotípica
En una célula infectada por un
par de virus relacionados pueden producirse viriones compuestos por proteínas
estructurales de ambos y el genoma de uno u otro. Este proceso se
conoce como
mezcla fenotípica y ocurre porque las proteínas homólogas (con la misma función
y estructuras muy similares) de uno y otro virus pueden sustituirse unas a
otras en la
formación de cápsides y en el ensamblaje con el material genético
(por ejemplo, poliovirus tipos 1 y 2). Las características antigénicas de tales
partículas están dadas por las
proteínas externas y no reflejan la identidad
del genoma (Carballal et al, 2014).
VIRUS DE DNA
ONCOGÉNICOS
Los virus
oncogénicos se encuentran en muchas familias de virus que contieiien DNA. Estos
grupos incluyen Adenoviridae, Herpesviridae, Poxviridae, Papovaviridae y
Hepadnaviridae.
Entre los papovavirus los papilomavirus causan cáncer uterino (cervical).
VIRUS DE RNA
ONCOGÉNICOS
Vector retroviral
Ese
vector es usado preferencialmente para transferencia génica ex
vivo debido a la baja
tasa de infección in
vivo, pero altísima
tasa in vitro
en las células en fase de división.
Vectores
de ese tipo no infectan las células quiescentes. El pequeño tamaño
genómico de los retrovirus limita la extensión del vector a ser
construidos. O sea, el
tamaño final del
vector debe ser inferior a 9 kilobases (kb) para
haber una buena producción. Es importante resaltar que el vector
debe tener un sistema
completo de expresión génica, lo que significa
un
promotor con enhancer
(la región reguladora es opcional)
y
una secuencia de poliadenilación para señalizar el fin de la
transcripción. Con esto, el tamaño del gen para la inserción
en el
vector retroviral será mucho menor que 9kb6.
Además de eso, las células
transducidas por el vector retroviral sufren modificación genética
permanente, es decir, el genoma viral
es incertado en el genoma de la
célula diana. El tiempo de expresión puede durar el tiempo de vida
de la célula diana (Ulrich
et al,
2008).
Vector
lentiviral
La
familia retroviridae
es formada de onco-retrovirus, lentivirus
y spumavirus.
Es común que encontremos el término vector retroviral como sinónimo
de vector onco-retrovirla, que fue
el primero y más ampliamente
utilizado. En mediados de la década de 1990, fue visto que los
vectores retrovirales construídos con base en los genomas del virus
de la
inmunodeficiencia humana (HIV,
human immunodeficience virus)
y virus de la inmunodeficiencia humana (FIV,
feline immunodeficiency virus) pueden
infectar las células quiescentes,
que son las predominantes in
vivo.
A pesar de toda esa potencialidad del vector, solamente en 2004 se
aprobó el primer protocolo de terápia génica clínica usando
vector lentiviral
para tratar el síndrome de inmunodeficiencia
adquirida (AIDS, acquired
immunodeficiency syndrome).
Las
normas de bioseguridad contra el uso de este tipo de vector son muy
rigurosas (Ulrich
et al,
2008).
Varios
genes lentivirales expresan productos tóxicos, lo que dificulta el
establecimiento de lineas celulares productoras
de virus, como se constató para los vectores onco-retrovirales.
Para
la construcción de vectores lentivirales, el vector plasmídico que
contiene un casete de expresión del
gen
terapéutico
es co-transfectado con otros plásmidos que portan los
genes virales.
Por
lo tanto, la producción y purificación de esos vectores son etapas
criticas cuando hay la necesidad de obtención de vectores a gran
escala y con un grado de pureza
suficiente para su utilización en
seres humanos (Ulrich
et al,
2008).
Vector
de Virus Adeno-asociado
El
genoma del vector del virus adeno-asociado (AAV, adeno-associated
virus) contiene una cadena simple de DNA de 4,5kb. El AAV del
tipo 2 no es patógeno para el ser humano, y es
el más empleado en
la construcción de vectores. En las células humanas, el virus queda
latente y su activación ocurre en la presencia de un helper
virus (virus auxiliar), como el
adenovirus. Los AAV poseen amplio
espectro de tropismo para células de mamíferos. El virus de tipo 2
tiene preferencia para introducir su genoma en una región del brazo
largo del
cromosoma 19 humano. Esto implica mayor control sobre la
mutación de inserción en comparación con lo que ocurre con los
vectores retrovirales (Ulrich et
al, 2008).
Para
la construcción de vectores de AAV, células HEK 293 son
co-transfectadas por un vector plasmídico, que contiene las
secuencias ITR (inverted terminal repeat sequence) del AAV
mas
el casete de expresión del gen terapéutico y un otro vector
plasmídico, conteniendo los genes virales rep (replicación)
e cap (encapsidación), así como algunos genes del
adenovirus. UN proceso al utilizado para vectores de adenovirus y
lentivirus. La producción a gran escala e con su purificación son
también obstáculos con este tipo de vector (Ulrich
et al, 2008).
Infecciones virales
latentes
Infecciones virales
resistentes
Priones
Los priones causan algunas enfermedades infecciosas. En 1982 el neurobiólogo estadounidense Stanley Prusiner propuso que las proteínas infecciosas causaban una enfermedad
neurológica en ovinos denominada scrapie. La infectividad del tejido encefálico infectado por scrapie se reduce con el tratamiento con proteasas pero no con tratamiento con
radiación, lo que sugiere que el agente infeccioso sería proteína pura. Prusiner acuñó el nombre prión por partícula proteinácea infecciosa (Tortora et al., 2007).
En la actualidad, nueve enfermedades de los animales se incluyen en esta categoría, entre ellas la “enfermedad de la vaca loca”, que apareció en 1987 en ganado bovino de Gran
Bretaña. Las nueve enfermedades son patologías neurológicas denominadas encefalopatías espongiformes porque se desarrollan grandes vacuolas en el cerebro. Las enfermedades
humanas son el kuru, la enfermedad de Creutzfeldt Jakob (ECJ), el síndrome de Gerstmann-Straüssler-Scheinker y el insomnio familiar fatal. Estas enfermedades aparecen en grupos
familiares, lo que sugiere una posible causa genética. Sin embargo, no pueden ser patologías hereditarias puras porque la enfermedad de la vaca loca se originó en el uso de carne de
ovejas infectadas por scrapie para alimentar ganado bovino y la nueva variante (bovina) se' transmitió a seres humanos que comieron carne poco cocida proveniente del ganado
bovino infectado. Además, se ha transmitido la EC con tejido nervioso trasplantado e instrumentos quirúrgicos contaminados. Estas enfermedades son causadas por la conversión
de una glucoproteína normal del huésped, denom inada PrP^- (por proteína celular de prión), en una forma infecciosa denominada PrP®^ (por pro teína de scrapie). En los seres
humanos el gen de la PrP*^ está ubicado en el cromosoma 20 (Tortora et al., 2007).
Identificación viral
La identificación de los aislamientos virales no es sencilla. Por una parte, los virus no se ven sin el uso un microscopio electrónico. Los métodos serológicos como el Western
blotting, son los medios de identificación de uso más común. En dicha prueba, se identifica el virus por su reacción con los anticuerpos.
Los virologos pueden identificar y caracterizar virus mediante el uso de métodos moleculares modernos tales como el empleo de los polimorfismos de longitud de los fragmentos de
restricción (RFLP) y la reacción en cadena de la polimerasa (PCR). La PCR se utiliza para amplificar el RNA viral e identificar el virus del coronavirus asociado con el SARS en China en
2002.
Multiplicación
viral.
El ácido
nucleico de un virión contiene solo algunos de los genes necesarios para la
síntesis de nuevos virus, entre ellos los genes para los componentes
estructurales del virión, por
ejemplo, las proteínas de la cápside, y genes
para algunas de las enzimas usadas en el ciclo vital del virus. Estas enzimas
son sintetizadas y funcionan solo cuando el virus está
dentro de la célula
huésped (Tortora et al., 2007).
En consecuencia,
para que un virus se multiplique debe invadir una célula huésped y tomar a su
cargo la dirección de la maquinaria metabólica del huésped. Un único virión
puede dar
origen a varios o incluso a miles de virus similares en una sola
célula huésped. Este proceso puede modificar drásticamente la célula huésped y
por lo general causa su muerte. En
algunas infecciones virales las células
sobreviven y continúan la producción de virus en forma indefinida (Tortora et al., 2007).
La multiplicación de los virus animales sigue el patrón básico de la multiplicación de los bacteriófagos, pero aun así presenta sus diferencias.
Los virus animales difieren de los fagos en su mecanismo de ingreso a la célula huésped. Además, una vez que el virus esta en el interior de la célula la síntesis y el ensamblado de
los nuevos componentes virales son algo diferentes, en parte debido a las diferencias entre las células procariontes y eucariontes. Los mecanismos de maduración y liberación y los
efectos sobre la célula huésped son distintos entre virus animales y fagos. (Tortora et al,2007).
El paso inicial del contacto entre el virus y la célula, denominado adsorción, está mediado por la unión de una proteína viral, situada en la superficie del virión, a un receptor de la
superficie celular. Se han identificado receptores celulares de muchos virus. La mayoría de los virus se adsorben a proteínas de la superficie celular que tienen funciones metabólicas
específicas y que sólo se expresan en un subconjunto de células diferenciadas. El virus de la rabia, por ejemplo, se une al receptor de la acetilcolina y, en consecuencia, se adsorbe a
las células nerviosas. El virus de la inmunodeficiencia humana se adhiere a las moléculas CD4 de los linfocitos T y los macrófagos, pero necesita correceptores para entrar en estas
células. Estos correceptores han sido identificados recientemente y pertenecen a la familia de los receptores de quimioquinas. También hay que tener en cuenta que se ha
demostrado que los carbohidratos actúan como receptores de virus. Por ejemplo, el poliomavirus, el virus de Sendai y el virus de la vaccinia se adsorben a los sialiloligosacáridos de
las glicoproteínas y los glicolípidos, que pueden encontrarse en la superficie de muchos tipos de células.
Tras la adsorción, los virus tienen que atravesar la membrana plasmática para entrar en una célula. El mecanismo de penetración difiere de un virus a otro, dependiendo de la
estructura respectiva del virión. La adsorción a los receptores celulares hace que los virus entren en contacto íntimo con la membrana plasmática. Posteriormente, los virus con una
envoltura membranosa pueden inyectar directamente la cápside viral en el citoplasma por fusión de la membrana. Sin embargo, el complejo virus-receptor también puede ser
internalizado por endocitosis mediada por fosas recubiertas y llevado a los endosomas. La posterior fusión de las membranas del virus y del endosoma conduce a la liberación de la
cápside viral en el citoplasma.
Los virus que carecen de envoltura también entran en las células por endocitosis mediada por fosas recubiertas, pero la entrada de la cápside en el citoplasma obviamente no puede
producirse a través de la fusión de membranas. En el caso del adenovirus sin envoltura, se han presentado pruebas de que las proteínas de la cápside inducen la lisis de los
endosomas, liberando así la cápside en el citoplasma.
Una vez dentro del citoplasma, el genoma viral tiene que ser liberado de la cápside y transportado al sitio intracelular apropiado para su transcripción o replicación. Este
acontecimiento se denomina desencapsulamiento.
En el caso de los virus de ARN, se cree que factores celulares como las proteasas desmantelan la cápside del virus inmediatamente después de su entrada, liberando el ARN viral en
el citoplasma, donde se replica y traduce. También los poxvirus, que contienen un genoma de ADN de doble cadena, se replican en el citoplasma, utilizando una ADN polimerasa
codificada por el virus. Sólo los retrovirus transcriben su genoma de ARN en ADN, que posteriormente se transloca al núcleo y se integra en el genoma celular. El genoma retroviral
integrado sirve de plantilla para sintetizar nuevos genomas de ARN.
En el caso de los virus de ADN de replicación nuclear, se supone que la cápside se transloca a lo largo del citoesqueleto hasta los poros nucleares. En los poros nucleares, el ADN
viral se libera en el núcleo, donde se replica.
Cuando el genoma viral llega a su sitio intracelular apropiado, tiene que interactuar con la maquinaria de biosíntesis de la célula anfitriona para amplificarse y transcribirse en ARNm
que permita la síntesis de proteínas virales (cápside y no cápside). A continuación, los factores celulares y virales median el ensamblaje de las cápsides y el empaquetamiento del
genoma viral en estas cápsides. Estos pasos se denominan maduración de la cápside. El ensamblaje de las proteínas de la cápside de los virus sin envoltura se produce en el núcleo
(por ejemplo, parvovirus, adenovirus y papovirus) o en el citoplasma (por ejemplo, reovirus). La mayoría de los virus sin envoltura dependen de la lisis de la célula huésped para su
salida.
El ensamblaje de las cápsides de los virus con envoltura también tiene lugar en el citoplasma (la mayoría de los virus ARN, poxvirus), o en el núcleo (herpesvirus), pero el último paso
en el ensamblaje del virión está relacionado con la liberación de los viriones. La mayoría de los virus de ARN salen por gemación a través de la membrana plasmática. Se ha
demostrado que los herpesvirus salen del núcleo por gemación a través de la membrana nuclear interna. A continuación, se liberan de las células por transporte a través del retículo
endoplásmico. Los poxvirus pueden salir de las células por gemación a través del aparato de Golgi o por disrupción celular, dando lugar a partículas envueltas y no envueltas,
respectivamente. Tanto las partículas envueltas como las no envueltas son infecciosas. Una vez liberada la progenie del virus, nuevas células pueden infectarse y se inician nuevos
ciclos de multiplicación. (Faisst, 1999).
Bibliografía
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