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* Licenciada en Psicología. Universidad de Deusto. Avda Julian Gaiarre nº 17-5º izda. 48004 Bilbao. España.
** Doctora en Psicología. Universidad de Deusto. Facultad de Psicología y Educación. Avenida de las Universidades 24, 48007 Bilbao, España. Tfno:
944139000 ext. 2878. Email: aestevez@deusto.es
hablar, leer, escribir y contar; asociar experiencias; an- tades en la capacidad para simbolizar.
ticipar eventos; pensar cómo pueden sentirse los demás
y cuáles son sus intenciones; imaginar e inventar (Ahn, Los síntomas a los que se hace referencia son los
Gelman y Amsterlaw, 2000; Berger, 2007; Deloache, siguientes: El pensamiento resulta incoherente y desor-
1991; Papalia, Wendkos Olds y Duskin, 2001;Piaget e denado con presencia de asociaciones extrañas, llegando
Ildeher, 2000). incluso al delirio en algunas ocasiones. Esta desorga-
nización repercute negativamente sobre los procesos de
La capacidad simbólica empieza a desarrollarse desde atención y razonamiento lógico. El lenguaje carece de in-
el nacimiento. Autores como Piaget (1961) sitúan la apar- tencionalidad comunicativa, y frecuentemente aparecen
ición de la misma alrededor de los 2 años de edad, cuando neologismos y ecolalias. Por otro lado, las expresiones
el niño puede ya formar imágenes mentales de objetos y afectivas y emocionales resultan incoherentes con el es-
acciones, y utilizar otros elementos (palabras, números, tado de ánimo, y pueden oscilar mucho de ser exagera-
dibujos, etc.) para hacer referencia a ellas. Aunque esta das, a ser inexistentes. Así mismo, es posible que se den
edad de inicio concreta ha sido cuestionada por otros alteraciones sensoperceptivas, manifestándose en forma
autores (Bonnet, 1983; Gibson y Walter, 1984; Zelazo y de alucinaciones bajo cualquier modalidad sensorial
Clinton, 1993; Zelazo, Kearsley y Snack, 1993; Swain, (especialmente auditivas o visuales), así como en forma
1993), se considera que a partir de ese momento su evolu- de alteraciones perceptivas del propio cuerpo (fragmen-
ción hasta la edad adulta va siendo cada vez mayor. tación, cambio corporal, etc.). Como resultado de todo
ello, el comportamiento resulta perturbado y desorga-
Los problemas en la adquisición o en el desarrollo de nizado (Ajuriaguerra y Marcelli, 2004; Equipo docente
la capacidad de representación repercuten gravemente y terapéutico del Centro de día Terapéutico-Educativo de
en todos los aspectos cognitivos mencionados con ante- Ortuella, 2005; Remschmidt, 2005).
rioridad. Uno de los colectivos de la población clínica
que mayores problemas de simbolización presenta es el La mayor parte de las investigaciones centradas en las
que forman los pacientes con trastornos psicóticos (Epel- -
baum, 1997; Herrera, Alcatud, Jordan, Blanquer, Labajo siones sobre otros aspectos de la vida del niño se circun-
y De Pablo 2008; Pestalozzi, 2003; Wetherby, Prizant y
Hutchinson, 1998). Desde sus inicios, el término “psico- juego simbólico y el lenguaje. En ellas, se ha encontrado
sis” y por extensión el término de “trastorno psicótico”
fue problemático y controvertido. Nunca existió una con- retrasos respecto a los niños que no tienen este diagnósti-
ceptualización y delimitación clara del mismo, y la acep- co (Ajuriaguerra y Marcelli, 2004; Garcia, 1995; Gray y
tación de que pudiera desencadenarse en la infancia siem- Tonge, 2001; Kasari, Freeman y Paparella, 2006; Kern-
pre se puso en entredicho (Ajuriaguerra y Marcelli, 2004). berg, 1997; López, 2005). El dibujo y la escritura, han
Sin embargo, con el tiempo ha logrado tener entidad pro- sido también investigados, especialmente desde una per-
pia dentro de las Teorías Psicodinámicas. Éstas teorías, spectiva interpretativa, tratando de establecer correspon-
- dencias entre las características formales/estructurales de
nóstico (CFTMEA-R, 2002), donde se establecen cinco éstos, y aspectos de la personalidad y el mundo interno
grandes categorías de psicosis infantil: Autismo Infantil de las personas que los realizan (Cabrera, 2009; Ham-
Precoz de Kanner; Otras formas de autismo; Psicosis mer, 1976; Koch, 1980; Pulver, 1953; Speier, 1961; Vels,
1949; Viñals, 1999;).
psicóticas. Si tratamos de encontrar una equivalencia en
el DSM-IV-TR (2001) o la CIE-10 (2001), advertiremos Sin embargo, aunque las investigaciones en la rama in-
que no se contemplan formas de “psicosis infantil”. En terpretativa están muy desarrolladas, actualmente existe
su lugar, aparece el término “Trastornos Generalizados una carencia de investigaciones en las que se estudie de
del Desarrollo” (TGDs), con el que se puede establecer forma sistemática y completa el grado de desarrollo evo-
una correspondencia aproximada. En todos los cuadros lutivo de los dibujos de los niños psicóticos respecto a los
clínicos descritos tanto en la CFTMEA como en la CIE- niños de su edad. Así mismo, tampoco se conocen in-
10 o el DSM-IV-TR, se hace referencia a una serie de
síntomas característicos de la “psicosis infantil” o de los Uno de los modelos del desarrollo evolutivo del dibujo
- infantil más reconocido a nivel mundial es el propuesto
a principios de los años 70 por Viktor Lowenfeld (1972). Respecto a la organización espacial, el avance más sig-
Éste autor, intentó explicar de forma sistemática la evo-
lución de los dibujos infantiles en función de la edad. defecto el borde del papel) sobre la que organizan todos
A través de sus estudios, trató de determinar qué carac- los elementos del dibujo. La utilización de dos líneas de
terísticas (motivos, elementos, formas de ejecución, etc.) base es indicativa de un mayor desarrollo y un paso hacia
eran comunes en los dibujos de los niños de una misma la perspectiva. Los problemas que les genera la tercera
edad, descubriendo la existencia de una evolución en la dimensión, los resuelven representando los elementos
realización del dibujo, y de unas etapas en las que ésta que son verticales (personas, casas, etc.) frontalmente,
discurre. Las etapas propuestas por Lowenfeld son las mientras que los horizontales (campos cultivados, pisci-
siguientes: nas, carreteras, etc.) se representan a modo de “vista de
pájaro”.
Etapa del Garabateo (2-4 años). Son frecuentes los dibujos “en rayos X”, que consisten
En esta etapa, el niño va avanzando desde no apreciar en realizar transparencias donde en realidad no debería
relación alguna entre los movimientos que realiza con su de haberlas. A veces utilizan varios folios para represen-
mano y el trazo que aparece en el papel, hasta llegar a ser tar los diferentes momentos de un suceso, o de secuencia
totalmente consciente de esta relación. El mayor control temporal completa (por ej. un día).
motor que adquiere, le permite realizar movimientos de El uso del color se vuelve rígido en esta etapa, de forma
que siempre utilizan los mismos colores para representar
los garabatos empiezan a tener intención de representar los mismos objetos (cielo azul, hojas verdes, etc).
algo, es decir, surge la capacidad simbólica como tal. Las
Etapa del comienzo del Realismo (9-12 años).
humana. Éstas estarían formadas por un círculo que emu-
laría la cabeza, del que salen unos “brazos” horizontales tratan de caracterizarlas muy bien, con gran cantidad de
o verticales..En relación al color, éste tiene un papel muy detalles (niño con pantalones, niña con falda y coletas,
secundario. etc.). Se supera la yuxtaposición de elementos, y cada
parte empieza a tener sentido aunque se aísle del dibujo
Etapa Preesquemática (4-7 años). completo.
Las proporciones comienzan a respetarse, sin que se
exageren ni reduzcan los tamaños arbitrariamente. En
humana, aparece el tronco o algo que se le asemeja. este caso, tampoco se dan omisiones voluntarias.
- En relación al espacio, la aparición de elementos en
dominan los redondeles y los bastones, que son yuxtapu- distintos planos sustituye la “línea de base”. Adquieren,
estos para formar brazos, cabezas etc., pero si éstos se además, la capacidad de “superposición” de unos el-
aíslan del dibujo completo, dejan de ser reconocibles. ementos a otros, es decir, empiezan a ser conscientes de
- que lo que está en primer plano, tapa lo que está en se-
petan, asignando tamaños mayores o menores de acuerdo gundo plano, y así lo representan también en los dibujos.
con los sentimientos y emociones que éstos le despiertan. Los colores van acordes con la realidad, pero la rel-
La disposición de los objetos en el espacio es total- ación elemento-color no es ya tan rígida como antes.
mente arbitraria, porque los organizan desde un punto El color empieza a utilizarse con matices (por ejemplo,
de vista egocéntrico, en relación consigo mismos y su verde hierba, verde árbol).
propio cuerpo.
Con respecto a la elección del color, ésta con- Etapa del Razonamiento (12-14 años).
tinúa siendo arbitraria. A esta edad los dibujos se vuelven muy realistas, tratan
de elaborarlos con mucho detalle, poniendo mucho én-
Etapa Esquemática (7-9 años). fasis en la anatomía humana (pechos, músculos, articu-
- laciones). Las características sexuales de los personajes
ma”, repitiendo continuamente su estructura, solo con pueden ser muy exageradas. Su creciente sentido del hu-
alguna variación. Las proporciones entre los elementos mor y la crítica y constante a todo lo que les rodea, les
siguen sin respetarse, pudiendo exagerarse o suprimirse lleva a representar el mundo de forma satírica y a través
algunas partes en función de sus intereses. de las caricaturas.
de Lowenfeld en relación a
Tabla 1. Diferencias en variables descriptivas de la muestra lo esperable para su edad
VARIABLES Grupo Centro Grupo CSM cronológica, y en relación
de Día (Neuróticos)
(Psicóticos) a un grupo de niños con
trastornos neuróticos de una
EDAD MEDIA Chicos 10.27 8.87 edad similar.
COMPOSICION POR Chicas 86.66% 46.66%
En primer lugar, se hipo-
SEXOS tetizó que una gran propor-
Trastorno neurótico 13.33% 53.33%
ción de los niños psicóticos
DIAGNÓSTICO Trastornos psicótico 0% 100% se encontrarían en etapas
Ambos progenitores biológicos 100% 0% evolutivas previas a lo que
SITUACIÓN DE Un progenitor biológico (separados) 20% 60% por edad les correspondería
CONVIVENCIA encontrarse.
CONVIVENCIA 20% 13.33%
Padres adoptivos 6.6% 13.33% Una segunda hipótesis
apuntó que existirían dife-
Hogar tutelado 6.6% 13.33%
rencias entre psicóticos y
Normal 46.6% 0%
neuróticos en cuanto a evo-
SITUACIÓN Repitió puntualmente 6.6% 66.66% lución por etapas, y que los
ESCOLAR
6.6% 13.33% niños psicóticos se situarían
No ha repetido pero recibe ayuda 26.66% 13.33% por detrás.
Individualizada (PTs, ACI…)
MÉTODO
Ha repetido y recibe ayuda 60% 6.66%
Individualizada (PTs, ACI…)
Participantes
PT= Pedagogía Terapéutica
Para el estudio se selecci-
ACI= Adaptación Curricular Individualizada onó una muestra clínica de
30 niños de dos centros de
salud mental de la provincia
En este momento introducen la perspectiva en los de Bizkaia,15 pertenecien-
- tes a un Centro de Día especializado en el tratamiento
miento siguiendo un “punto de fuga”) y también utilizan de niños con psicosis infantil, y 15 de un CSM, con un
claroscuros y sombras, que dan noción de profundidad. diagnóstico de trastorno neurótico (trastornos con pre-
La revisión de la literatura realizada no ha mostrado ponderancia ansiosa, fóbica, histérica, obsesiva, o con
que Victor Lowenfeld estudiara cómo se desempeñaban preponderancia de las inhibiciones. También se incluyen
los niños psicóticos en la realización de los dibujos, ni de depresiones neuróticas, patologías neuróticas de la per-
los niveles que éstos alcanzaban en las etapas evolutivas sonalidad y trastornos neuróticos con predominancia de
del dibujo que él propuso. Sin embargo, cabe esperar que las funciones instrumentales).
- La tabla muestra una descripción más pormenorizada
bólica o de representación, realicen dibujos que por sus de cada uno de éstos grupos en cuanto a algunas variables
características, se sitúen en etapas evolutivas previas a las
que por edad les correspondería encontrarse. Tampoco se
ha investigado cómo se desenvuelven los psicóticos en Variables e instrumentos de medida
relación a niños que presentan otro tipo de patologías más La evaluación de las características de los dibujos, se
leves (trastornos neuróticos). realizó utilizando una tabla de doble entrada inspirada en
el modelo de Lowenfeld, y elaborada “ad hoc” por las in-
OBJETIVOS E HIPÓTESIS vestigadoras (ver Anexo 1). Este instrumento novedoso,
se construyó detectando en los textos de Lowenfeld las
El estudio que se presenta a continuación tuvo como variables o elementos de observación que eran comunes
objetivo principal determinar cómo se sitúan los dibujos a todas las etapas (“Figura”, “Elementos”, “Proporcio-
de un grupo de niños psicóticos en las etapas evolutivas
RESULTADOS
Dibujo 1
Para observar el posible retraso en la evolución de los
dibujos de los niños psicóticos, se efectuó una compara- pero las características corresponden a la etapa de Gara-
ción entre la Etapa Teórica (ET), es decir, en la que por
edad deberían situarse sus dibujos, y la Etapa Real (ER), un círculo del que salen brazos horizontales y verticales.
aquella en la que realmente se constata que se encuen- Finalmente, se incluye una representación realizada
tran sus dibujos tras haber analizado sus características.
Aunque la prueba Chi-cuadrado no arrojó diferencias
por un niño de 13 años. Aunque debería situarse en la dominios estudiados. Así, se encontraron diferencias es-
etapa de Razonamiento, sus características corresponden -
a la última fase de la etapa de Garabateo, con una incipi-
DISCUSIÓN
de descartar que las posibles diferencias posteriores pudi- a dudas. Este retraso en la evolución se ha constatado
eran ser debidas a que la edad de partida fuese distinta. también en otros estudios sobre desarrollo general basa-
dos en las etapas de Piaget. Torres, Olivares, Rodríguez,
Bahamonde y Berrios (2007) encontraron que el 70%
A continuación, se empleó la prueba Chi- de los esquizofrénicos adultos se situaban en el estadío
de operaciones concretas, y tan solo un 6% alcanzaban
entre las etapas reales (ERs) de los dibujos de los niños el de operaciones formales (propio de la adultez); Katz
psicóticos y los de los neuróticos, encontrándose que és- (1991) observó que la mayor parte de los esquizofrénicos
- de su muestra permanecían en el estadío de operaciones
distribución comparativa por etapas de los dos grupos. Tal espacial, y el lógico-matemático.
como puede observarse, la totalidad de los niños psicóti-
cos se sitúan en las primeras etapas (20% en Garabateo; -
53.3% en Preesquemática; 26.7% en Esquemática; y 0% ños presentan en el ámbito de la simbolización, debido
en Realismo y Razonamiento). Este patrón no se repite principalmente a que el dibujo es una de las formas de
en el caso de los niños neuróticos, que mayoritariamente expresión simbólica más habitualmente empleada por los
se encuentran en etapas más evolucionadas (0% en Gara- pequeños. Al parecer, los niños psicóticos siguen la mis-
bateo; 6.7% en Preesquemática; 60% en Esquemática; y ma secuencia evolutiva que el resto de los niños, pero ad-
33.3% en Realismo). quieren los patrones y características propias de su edad,
a una edad más avanzada.
Finalmente, los análisis realizados con la prueba Chi- Sin embargo, no está claro que los psicóticos lleguen a
cuadrado para determinar si existían diferencias entre el avanzar hasta las últimas etapas del desarrollo del dibujo,
grupo se niños psicóticos y el de neuróticos en los dis- dado que ningúno de los incluidos en la muestra estu-
tintos dominios de las etapas, revelaron que las diferen- diada se situó en la etapa de Realismo ni en la de Razon-
cias no solo se circunscribían a la distribución general amiento. Por esta razón, y considerando que los adultos
por etapas, sino que se daban en todos y cada uno de los
60
50
40
Porcentaje
30
Neuróticos
20 Psicóticos
10
teo ca ca o
ba áti áti ali
sm
ra uem uem Re
Ga sq sq
ee E
Pr
varían en longitud
combinación de
líneas verticales y/o
ocasiones tendencia a
elección de varios
ETAPA PRE-
ESQUEMÁTICA (4-7
AÑOS)
de tronco o similar
elementos (redon
si se aíslan pierden su
menores de acuerdo
con sentimientos y
arbitraria de los
organizados desde
un punto de vista
ación o supresión de
de:
de la de cielo en
siones represen
tados de manera
elección de varios
Respeto de las
proporciones reales
de elementos
en varios planos
de la superposición
(unos elementos
un avance hacia la
Superación de la
e introducción de
la anatomía humana
cibles independiente
ción de la perspectiva
Claroscuros y som
acorde con la
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Porcentaje
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Neuróticos
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Porcentaje
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Neuróticos
20 Psicóticos
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NORMAS DE PUBLICACIÓN
La Revista Cuadernos de Psiquiatría y Psicotera- 5. Bibliografía: Los escritos deberán atenerse a
pia del Niño y del Adolescente de la Sociedad Espa- las normas de publicación de la APA (Publication
ñola de Psiquiatría y Psicoterapia del Niño y del Ad- manual of the American PsychologicalAssociation)
olescente (S.E.P.Y.P.N.A.) publicará eminentemente entre las que recordamos:
trabajos referentes a la psicología, la psiquiatría y la
psicoterapia del niño y del adolescente, tanto desde -
el punto de vista asistencial, como teórico y prác- denadas alfabéticamente en una lista. Cuando
tico. exista más de una referencia sobre el mismo
Publicará las aportaciones que se presenten en autor, se deberán ordenar comenzando por la
- más antigua.
rectamente por S.E.P.Y.P.N.A. o aquellos en los que
la Sociedad colabore.
harán con el apellido del autor y año de publi-
Aceptará y estimulará la presentación de trabajos cación. Ej. (Bion, 1962) y para referenciar tra-
y colaboraciones que se ajusten a las siguientes nor- bajos de un mismo autor/es de la misma fecha
mas: se añadirán letras a, b, c, etc al año, que siem-
pre será el mismo. Ej. (Freud, 1900a, 1900b).
1. Los originales se enviarán por correo elec-
trónicoen tamaño DIN A-4 y deberán estar escritos -
con un inter lineado de 1,5; con letra Times New tor (apellido, coma e iniciales del nombre y
Roman, tamaño 12 y sin numerar. Su extensión punto –si hay varios autores se separan con
máxima será de 25 folios incluyendo el texto, bib- coma y antes del último autor con una “y”);
año (entre paréntesis) y punto; título completo
(en cursiva) y punto; ciudad y dos puntos, y
2. La primera página constará de: editorial. Para señalar los libros traducidos se
a) Nombre principal de autor/es y dos apellidos
(aparecerán 3 en el título principal, pudiéndose aña- entre paréntesis.Ejemplo:
dir más a pie de página); profesión y entidad (centro Lebovici, S. y Soulé, M. (1973). El cono-
de trabajo),dirección de correspondencia (postal y cimiento del niño a través del psicoanáli-
e-mail); número de teléfono o fax. sis. México: Fondo de Cultura Económica
b) Título y resumen del artículo en castellano e in- (Orig.1970).
glés obligatorio, pudiéndose añadir otros idiomas.
El resumen no podrá superar las 150 palabras. PA- -
LABRAS CLAVE: entre 3 y 5 palabras que identi- bros colectivos: autor/es; año; título del tra-
bajo que se cita y a continuación introducido
ambos idiomas. con “En” las iniciales del nombre y los apelli-
dos de los directores, editores o compiladores,
3. Notas a pie de página: se numerarán en el texto seguido entre paréntesis de dir., ed.ocomp.,
con números arábigos consecutivos. añadiendo una “s” en caso de plural (eds.); el
título del libro en cursiva y, entre paréntesis,
4. : Se presen- la paginación del capítulo citado; la ciudad y
tarán también en formato Word a continuación del la editorial. Ejemplo:
trabajo, numeradas en orden de aparición en el tex- Boulanger, J.J. (1981). Aspecto metapsi-
to. Cada una de ellas debe tener un título o pie en cológico. En J. Bergeret (dir.),Manual de
castellano e inglés. psicología patológica (pp. 43-81). Barcelona: