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Título de la actividad:

Tratado de Utrecht de 1713

Integrantes:
Ana Fabiola Baron Romero
Jose Martin Hernandez Barrena
Pedro Leonel Arce Lopez

Materia:
Derecho Internacional Público

Fecha: 16/08/2022
¿Qué fue el Tratado de Utrecht?

El Tratado de Utrecht, también conocido como Paz de Utrecht, fueron una


serie de acuerdos, firmados entre 1713 y 1715, que finalizaron con la Guerra
de Sucesión española.
Esta guerra, en la cual se luchó por la Corona española luego de la muerte de
Carlos II de España, debilitó al Imperio español hasta que finalmente entregó,
a través de dicho tratado, la mayoría de sus territorios en Europa, además de
ciertas rutas comerciales y beneficios de sus colonias.
De esta manera, el Tratado de Utrecht, firmado entre España, Francia,
Inglaterra, Austria, Saboya y Prusia, puso un fin a la Guerra de Sucesión y dio
lugar a un reordenamiento, tanto político como territorial, en la Europa
del siglo XVII la principal causa del Tratado de Utrecht se remonta al origen
de la Guerra de Sucesión española, que enfrentó a los principales imperios
europeos en una lucha por el poder español. Esta guerra se originó a partir de
la muerte del rey Carlos II de España, quien falleció sin descendencia, pero
con un testamento que dejó a cargo de su trono a Felipe de Anjou, nieto del
rey francés Luis XIV sin embargo, que Felipe de Anjou asumiera el trono
español suponía la unificación de los reinos de España y Francia, lo cual
representaba la formación de un gran imperio que podía amenazar la
existencia de otros reinos con menor influencia en Europa, particularmente del
reinado de Gran Bretaña, durante mucho tiempo enemigo de Francia y España
de esta manera se desató un conflicto en el que estuvieron involucrados
diversos países de todo el continente. Finalmente, se recurrió a la paz
mediante una serie de acuerdos, denominados Tratado de Utrecht, que
establecieron la paz y los límites entre los bandos enfrentados. 
Luego del tratado, hubo un cambio notorio en el mapa político y territorial de
todo el continente europeo.
España, que durante dos siglos había sido uno de los imperios más poderosos
del mundo, vio limitado su poder e influencia, al punto de que su debilidad
facilitó el avance de los procesos de independencia en las colonias americanas.
Por otro lado, Gran Bretaña salió fortalecida de todos los tratados, tanto
política como económicamente, lo cual ayudó a consolidar su dominio
marítimo y comercial la guerra dividió por tanto a España entre aquellos
partidarios de Felipe V y el archiduque Carlos, en aquel momento, el Sacro
Imperio Romano Germánico (Hannover, Austria y Prusia) y la propia Francia
comenzaron a desatar un conflicto continental a dos bandos: los reinos de
Castilla y Francia por un lado y, al otro frente, Austria, Rusia, Aragón,
Portugal, Holanda, Prusia y Saboya, que querían evitar que los Borbones
reinaran sobre un territorio tan amplio, los intereses que impulsaron aquel
conflicto iban mucho más allá de quién ocupase el trono; había grandes
intereses económicos, por supuesto territoriales y hasta luchas dinásticas que
venían de antaño
Carlos VI se negó a firmar el Tratado, no renunció a la Corona española y
siguió en guerra hasta 1714. Lo que puso fin a este conflicto, fueron los
tratados de Rastatt y Baden y otros 19 pactos comerciales y territoriales que
forman parte del conjunto conocido como Paz de Utrecht.
Principales acuerdos

Gran Bretaña se quedó con Gibraltar y Menorca, Nueva Escocia, el territorio


de Terranova y la bahía de Hudson, en Norteamérica. Así mismo, obtuvo el
derecho al tráfico de esclavos negros hacia América, que era casi exclusivo de
Portugal y España.
La casa de Saboya recuperó Niza y recibió la isla de Sicilia, siendo aceptada
su denominación como reyes de Saboya y Sicilia, que luego se convertirían en
reyes de Italia.
Nació la denominación del reino de Prusia, antes Brandeburgo, al cual se le
adicionaron varios territorios al norte de Europa.
Portugal recuperó la colonia del Sacramento en América.
Austria obtuvo Nápoles, Flandes y Cerdeña. El archiduque de Austria se
convirtió en emperador y firmó que abandonaría cualquier reclamo del trono
español.
Francia obtuvo el principado de Orange en Provence, y acordó en apoyar a la
Corona inglesa en contra de las pretensiones de los Estuardo, antiguos aliados
franceses en Escocia.
Felipe V fue reconocido como rey de España y renunció definitivamente a
cualquier pretensión sobre la Corona francesa y la unificación de ambos
reinados.

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