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COMUNIDADES EN ORACIÓN
Personas que buscan a Dios
NOVIEMBRE"La llevaré al desierto y le hablaré al corazón"
La añoranza contiene una gran tensión vital, pues azuza el deseo. Como
creyentes intuimos que esa vida bien vivida tiene que ver con Dios, al que
imaginamos como mayor que nosotros mismos y mayor que todos nuestros
deseos. No sabemos dónde anda, pero lo intuimos muy cerca; lo añoramos
porque lo deseamos. Este camino que comenzamos quiere darte la
oportunidad para “buscar” eso MAYOR que deseas encontrar, aunque es
bueno saber que el encuentro con nuestro Dios siempre será “en precario”,
nunca pleno; de ahí que el mejor síntoma que podemos sentir es la SED DE
DIOS; y las ganas de seguir buscando un día y otro más con calma, pero sin
pausa.
La invitación esta semana es que camines los caminos de cada día y los
degustes. Cada día puedes elegir uno de ellos: el camino que te lleva al
trabajo, puede llevarte a valorar si el trabajo es una carga dura o se ha
convertido en tu vocación. Puedes andar hacia tu hogar-familia y valorar
aquello que te llena y eso que se te hace más difícil. Seguro que encuentras
más rutas significativas en tu vida: apúntalas y cada día recorre una de ellas
físicamente, con calma, haciendo conscientes tus pasos, y dando sentido a lo
que vives en cada uno de ellos.
Durante esta semana considera estos textos que se te sugieren. Tienen que
ver con el desierto o con el camino que tratas de encontrar. No te conformes
con leerlos una vez; ve considerando cada día, algo nuevo:
Dedica al menos 5 minutos para releer cada día uno de los textos y para
hacer silencio.
NOVIEMBRE: "La llevaré al desierto y le hablaré al corazón"
En los Salmos, los salmistas siempre están seguros de que Dios escucha. ¡Qué
privilegio es la oración! Dios escucha a todo creyente, pero a través de la
Biblia el pobre y necesitado tiene derecho especial al oído de Dios.
Este salmo recuerda la salida de Egipto de los hijos de Israel, llena de signos
prodigiosos. Recordar estos hechos implica reconocer el paso de Dios por
nuestra vida; incluso en los tiempos de mayor dificultad personal o eclesial.
Si Dios hizo maravillas entonces, la seguirá realizando en el momento
presente.
Mientras rezas con este salmo, puedes traer al recuerdo tantos momentos de
felicidad que descubres en tu vida pasada o presente. Da gracias al Señor
por ello.
NOVIEMBRE: "La llevaré al desierto y le hablaré al corazón"