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SEMANA 9- UNA VIDA EN LIBERTAD

PRESENTACIÓN DE LA SEMANA

Con esta semana terminamos el camino que comenzábamos en Octubre. Ha sido un


recorrido a lo largo de nueve semanas. Lo concluimos con una mirada global a nuestra
vida, mirando al don de la Libertad.

Hemos nacido libres y Dios nos quiere así: en plenitud de facultades. Sin duda, la libertad
es la facultad por antonomasia del ser humano. Desde la visión cristiana, el hombre está
dotado de una dignidad singular por haber sido creado a “imagen y semejanza” de Dios. En
esa semejanza se incluye la libertad.

La libertad es susceptible de educarse; de manera que cada persona aprende a discernir el


rumbo que debe dar a sus decisiones. Como se ve, la libertad tiene que ver con las
opciones de cada persona, y con el discernimiento que hace sobre cada una de ellas.
San Pablo habla en la carta a los Romanos de la ley de la Gracia en la que vivimos los
cristianos; en contraposición con la Ley del pecado. Hemos recibido un Espíritu de hijos,
que nos hace exclamar Abba-Padre, y hemos sido despojados del “espíritu de la carne”,
que nos esclavizaba.
Ciertamente, Cristo Jesús nos ha hecho entrar en un reino maravilloso en donde se vive de
Gracia, y en donde únicamente se nos pedirá vivir conforme a esta Ley de libertad. Porque
donde no hay miedo, sólo permanece la libertad de los hijos de Dios.

AL INICIO DEL DÍA

Como vienes haciendo, dedica 5 minutos de tranquilidad por la mañana. Es bueno no


separarse de esta rutina.
Si te va bien hacer un poco de relajación con la respiración sigue haciéndolo. Puede
ayudarte también, el visualizar las tareas del día, y los encuentros que tendrás. No los
prejuzgues ni catalogues en buenos-malos; fáciles-difíciles. Sitúalos en el día y cuando
llegue el momento dedícales la mejor de tus atenciones a todos esos asuntos y personas.
Si tuvieras más tiempo, puedes hacer lectura del evangelio del día, por ejemplo.

AL ACABAR EL DÍA

Recuerda el esquema de nuestra oración.

1. Ponerse en presencia de Dios e invocar al Espíritu Santo de manera


breve y cordial.
2. Centrarse en el momento actual cerrando los ojos y haciendo un
ejercicio de percepción corporal o espacial (notar ruidos, percepciones,
escuchar con atención).
3. Hacer examen de conciencia acerca del día (visualizarlo, percibiendo
lo hecho y valorándolo).
4. Entrar en la Oración, con la propuesta que se sugiere para cada día.
5. Acabar el momento con un gesto (señal de la cruz por ej) u oración
conclusiva.
LUNES- “EL TEMOR A DIOS NO ES TEMOR DE DIOS”

Hay personas que fueron educadas en el temor: temor a Dios, al pecado, a la condenación
eterna. Y desde el temor, la vida se les fue llenando de lazos invisibles que no les
permitieron vivir con alas desplegadas y en plenitud. Al contrario, en nuestros días se
defiende la libertad como prebenda absoluta del individuo; ante la que no hay ninguna
restricción ética, cívica, religiosa; a lo sumo penal. No es posible ser persona sin una
libertad bien educada y sustentada en una moral autónoma y libre; sabiendo que la
libertad verdadera no es absoluta y está al servicio del bien común y de los otros.
Dios nos ha regalado el don de la libertad. Desde su libertad creó lo que existe desde la
nada; desde su libertad nos dio la encomienda de cuidar y completar la creación. La
inteligencia, y el libre albedrío son dos facultades relacionas entre sí. Aunque sólo la
Bondad les permite orientarse debidamente.
Dios no quiere que le temamos. Un padre al que se le teme, es menos padre. Dios quiere
que le amemos, porque queremos y porque LE QUEREMOS. A esta forma de amar a Dios
sobre todas las criaturas y cosas, le llamamos “Temor de Dios”.

REFLEXIONA
Coge la libreta y haz dos columnas. En una pones rasgos en donde veas reflejado/a el
AMOR DE DIOS y en la otra rasgos en donde veas TEMOR A DIOS.
Date un tiempo, y tal vez percibas momentos, ante ciertas actitudes o actos, en donde te
asaltan dudas acerca del amor de Dios y en donde temas su abandono o enfado por ti.
LEE- Deuteronomio 16 1-13

Has entrado en el corazón de la Alianza:


“Escucha Israel, el Señor es uno. Amarás al Señor con todo tu corazón, con toda tu
alma, con todas tus fuerzas. (…)
Al Señor tu Dios temerás (honrarás) y solo a El le servirás”

MEDITA – Meditar es llevar la Palabra al Corazón


sobre estas palabras y llévalas al corazón. Luego pregúntate: “¿Cómo es mi amor hacia
Dios? ¿Lo reconozco como Señor de mi vida? ¿Recuerdo su amor estando en casa y
acostado, estando sentado y yendo de camino?
Reconoce lo mucho que aún te queda para amarle sobre todas las cosas.

ORA- Orar es vivir de la Palabra

Memoriza y repite mientras acompasas la respiración: “Amarás al Señor con todo tu


corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas”
MARTES- “EL PECADO LIMITA NUESTRA LIBERTAD”

El pecado existe porque existe la libertad humana. Si Dios nos hubiera creado sin libertad
no se produciría el pecado, pero tampoco tendríamos la facultad de crear, de hacer el bien.
El pecado es un desorden de nuestra libertad, que se orienta hacia lo malo; si bien Dios
sigue tocando nuestra vida y orientándola hacia lo bueno, lo bello y lo justo. Cuando
nuestra conciencia nos reclama enmendar lo que hemos hecho mal, estamos siendo
orientados por la voz de Dios. Por eso, para ejercer bien nuestra libertad responsable,
debemos educar la conciencia y también las virtudes (ese ejercicio continuo por
convertirnos en la mejor versión del ser humano).
Nuestra naturaleza humana tiene una tendencia natural a descender, a descentrarse de lo
fundamental. Algunos dirían que es fruto de “ese pecado original”, que condiciona nuestra
voluntad. Jesús, en su obra de salvación, nos proporciona no solo un modelo de conducta,
sino que nos da aquel remedio para sanar nuestra debilidad: la Gracia. Esta se actualiza
en muchos momentos; pero sobre todo en los sacramentos. Frente el límite del pecado, la
Gracia que todo lo puede.

LEE- La mujer pecadora (Lucas, 7, 36-50)


Es un episodio provocador en donde se suman dos osadías: la de una mujer reconocida
públicamente como pecadora y la de Jesús. La primera entra en una casa a la que no había
sido invitada (además, ¡una mujer!), que se tumba a los pies de Jesús y derrama un
perfume en sus pies; que además se los besa, los acaricia y los seca con su cabellera.
Jesús no se siente mal en su compañía ni en lo que hace. Es todo un acto de “adoración” lo
que hace la mujer. De ahí el escándalo que suscita.

MEDITA- Meditar es llevar la Palabra al Corazón


Coge un poco de perfume y póntelo en la piel, muy despacio. Mientras lo haces, cierra los
ojos, y percibe su buena fragancia. Recuerda que Dios ha ungido tu persona y te ha
llenado de bienes. Siéntete amado y bendecido por El. (Date tiempo)
Ponte de rodillas o acurrucado en el suelo, y recuerda todo lo que te lleva hacia abajo
(tendencias, fragilidad, orgullo…). Pídele a Dios perdón de corazón. Siéntete sobre todo
necesitado de su Gracia. Necesitas que Él te levante cada mañana y te restituya. Pero que
jamás el mal o el pecado te lleven a dudar del amor de Dios y de que su ternura duran
eternamente.
ORA- Orar es vivir de la Palabra
Pon palabras a tu oración. Que sea la alabanza, la súplica o la acción de gracias lo que la
inspire de forma espontánea.
Puedes al final emplear esta oración. Al final acaba con un gesto de amor (señal de la cruz,
un beso a la cruz o algún icono de Jesús).

ACTO DE CONTRICCIÓN
Señor Jesús,
rostro humano del amor de Dios,
aquí me tienes, ante Ti,
con mis pecados y pobrezas,
mi inconstancia y mi ingratitud
hacia la generosidad que incondicionalmente me ofreces

Dios Padre, me has creado para gozar de la amistad divina,


pero una y otra vez rompo mi relación contigo;
Jesús, Buen Pastor, me has regalado una vida nueva por tu Cruz y tu Resurrección,
pero yo me empeño en volver a ser un "hombre viejo";
Espíritu Santo, tú me has santificado en el Bautismo,
pero no dejo que ese don dé fruto en mí

Al don de Dios que me ha hecho hijo suyo


respondo con una vida lejos de los valores del Evangelio:
con el pecado me opongo al proyecto de Dios,
que no es otro que mi propia felicidad
Reconozco, con verdadero dolor,
que mis actitudes y actos
han oscurecido mi condición de hijo de Dios
y han causado daño a mis hermanos

Señor Jesús, Buen Pastor,


ayudado por tu Espíritu, que inspira toda obra buena,
me propongo celebrar con gozo el Sacramento del Perdón,
signo del amor del Padre que me reconcilia también con la Iglesia
Quiero seguirte de nuevo por la senda del Evangelio
y reconstruir, desde la caridad,
lo que mi egoísmo destruyó,
sabiendo que donde yo he puesto el pecado tú pones siempre la gracia.
AMÉN
(webdepastoral)
MIÉRCOLES- “JESÚS, HOMBRE LIBRE Y OBEDIENTE, A LA VEZ”

En Jesús, en su humanidad, reside la fórmula para saber quiénes somos en raíz. Nos
sorprende la libertad suprema de Jesús, su valentía para hablar, decir y contradecir.
¿Dónde aprendió a ser así? ¿De dónde nacía esa férrea libertad?
El secreto de su libertad reside en la obediencia.
Libertad y obediencia no son dos
palabras contrapuestas, aunque lo
parezcan. Jesús vivió una relación de
filiación extrema con su Padre Dios. De
tal modo, que su proyecto fue hacer la
voluntad de su Padre. La carta a los
hebreos, cap.5 nos habla de que “Cristo
aprendió sufriendo a obedecer, y llevado
a la consumación se ha convertido para
los que obedecen en autor de salvación
eterna”. Luego en la obediencia está la
clave de la libertad y la salvación. El
hombre nunca es más libre que cuando
obedece a Dios; pues en Dios encuentra
la raíz de su fundamento y el horizonte
de sus deseos. En Dios y en seguir su
voluntad radica la fuente de la plenitud
humana. Así lo vivió Jesús.

LEE. Construir en Roca (Mateo 7, 21-27)


Lee el texto que se propone despacio.
Advierte lo que dice Jesús: no basta con invocarle “Señor, Señor”; tampoco basta con
echar demonios y hablar en su nombre; si uno no se esfuerza en hacer la voluntad de
Dios. Es una advertencia severa. No bastan las obras, si ellas nacen de un corazón
autosuficiente. Es necesaria la escucha de corazón y pedir sobre todo: “hágase tu
voluntad”. Las cosas hechas desde el cariño a Dios y desde la obediencia tienen otro
sentido. Ciertamente, la obra de Dios hecha en Jesús, lleva siempre hacia la desposesión
de uno mismo, y a la entrega de todo cuanto eres. El culmen de la obediencia es la cruz.
MEDITA- Meditar es llevar la Palabra al Corazón

o ¿Está mi vida edificada sobre la roca de la Palabra y de la vinculación con Dios? o


¿Está radicada en mis deseos y proyectos? Medita qué puede más.
o Piensa en esos momentos en que “triunfas” y cómo te llenas de orgullo y
satisfacción.
o Piensa en esos otros en que fracasas, y te sientes hundido y de mal humor.
o Quien hace la voluntad de Dios, todo (éxito o fracaso) es relativo; porque no es
nuestro poder, sino el suyo el que llevará las cosas a su término, bajo la forma de
éxito o fracaso.

ORA- Orar es vivir de la Palabra

Ponte en manos de Dios. Deja silencio ahora para la oración. La oración es como un
susurro suave en tus oídos, que invade tu alma. Pídele como María de Nazaret:
“Hágase en mí según tu Palabra”.
Repite esta oración incesantemente esta noche.

Sal tranquilo de la oración con un acto de amor a Dios (Señal de la cruz, Beso a la cruz).
JUEVES- “LIBERTAD Y VALENTÍA”
¿Has oído alguna vez la palabra “parresía”? Se puede traducir como libertad o valentía. La
palabra sale en el nuevo testamento a partir de la Pascua y después del don del Espíritu
Santo a los discípulos. Se habla de que daban testimonio del Señor Jesús con
determinación y valentía; casi temerariamente, diríamos. Esta forma de ser y actuar es un
don del Espíritu santo, que va obrando en nuestra libertad, haciéndonos sencillos pero
valientes a la vez. Alegres y sanamente combativos. Obedientes y tozudos para el bien.
Jesús vivió a la sombra del Espíritu que le acompañaba. El Espíritu le concedió esa
condición filial y esa libertad propia del Hijo que se ocupa de los asuntos y del buen
nombre de su Padre.

LEE. Pedro ante el sanedrín (Hechos 5, 27-33)

Lee despacio el discurso de Pedro. Subraya lo que más te llame, o se quede en tu corazón.
“Es preciso obedecer antes a Dios que a los hombres”.

MEDITA- Meditar es llevar la Palabra al Corazón


Obedecer a Dios. Esta es la razón para la actitud valiente de los discípulos de Jesús. La
obediencia a Dios, desencadena todas las desobediencias posibles ante los poderes
humanos que intentan convertirse en Divinos. Dios ha actuado sobre todo en la persona
de su Hijo Jesús, cuya culminación fueron los hechos de la Resurrección. Este hecho ha
sido el “Big bang” de la nueva creación. Todo tiene un nuevo significado desde entonces: la
muerte y la vida / el hombre / el Cosmos / Dios…
CONTEMPLA
Imagínate a ti mismo dando testimonio de Jesús ante un público hostil. Visualízate: ¿cómo
miras? ¿Qué actitud corporal tomas? ¿Puedes sentir el miedo?
Imagínate lo que dirías (desde tu experiencia concreta) sobre Jesús y sobre quién es para
ti. (Date tiempo, ve despacio en este ejercicio).

ORA- Expresa tus sentimientos con palabras.

o Pide al Espíritu Santo lo que creas más necesario para ti. Muéstrate dócil a sus
inspiraciones para que te enseñe el camino.
o Invoca al Padre, y pídele hacer su “Voluntad”, tan distante de la nuestra.
o Invoca a Jesús: que sea El, el camino que te conduzca a la vida eterna.
VIERNES- “EL CRISTIANO, “NUEVA CRIATURA”

El cristiano es una “nueva criatura” porque ha compartido la muerte y la resurrección de


Jesús. ¿En dónde o cuándo ha sido eso? En nuestro bautismo ha sido sepultada nuestra
condición mortal y hemos sido revestidos de una nueva condición gloriosa. Nuestra suerte
es la suerte de Cristo. No vivimos más que para El, que por nosotros murió y Resucitó.

Hoy nuestra oración se centra en ese momento en que Cristo resucita, llevando consigo a
una “multitud de cautivos” (los que habían muerto sin conocerle), y nos abrió las puertas
del Reino de la luz y de la vida. Jesús más LIBRE que nunca, nos ha conferido la LIBERTAD
DE LOS HIJOS.

LEE EL ICONO- Icono de la “Anástasis” o Resurrección.


Es una mosaico de Rupnik. Forma parte de un lienzo más amplio, del que es sólo un
detalle. Contemplar un Icono tiene su tiempo y cierto conocimiento para desvelar sus
claves de lectura.

A) Comienza mirando los colores: oscuros, dorados, rojos, blancos. Gira la vista
repetidamente en torno a ellos. Vete del fondo al exterior. Centra tu atención en aquellos
que más te “gustan” o mejor “te hacen degustar” la imagen.

B) Mira el personaje central (Jesús): postura, color, gestos, acción que está realizando.
Está sacando a dos personas; mejor aún, rescatándoles del interior de unas fauces. Fíjate
cómo se aferran a Jesús las dos personas: es el buen pastor que ha ido a buscar a la oveja
perdida, y es que a Dios ninguno se le pierde. Mira que están entrando en un jardín:
seguro que es el “jardín del edén” (mira las flores del suelo). Nota el contraste con el lugar
de desolación desde el que llegan. Sin duda ese jardín nos habla del paraíso. Degústalo.

C) La oscura cueva. Puedes detenerte en esa cueva desde donde salen los personajes.
Esas fauces nos hablan de un animal feroz. En el apocalipsis se habla de una fiera enorme
y despiadada. Es muy simbólico, y nos hace recordar a ese gran pez que tragó a Jonás, y
al que Jesús alude: “No se os dará más signo que el signo de Jonás”. Hace referencia a la
resurrección al tercer día. Ese lugar del que salen las personas es el “hades” o el “seol”, el
lugar de los muertos. Nuestro credo alude a él cuando dice: “Descendió a los infiernos”. Y
descendió para traerse a todos los que no tuvieron la oportunidad de conocer a Cristo, la
Resurrección y la Vida definitiva.
ORA-
En esa escena estás tú también. Contempla que eres uno de ellos, que está siendo
salvado por Jesús. Nada temas, porque ni siquiera la muerte, y el mal podrán derrotarte.
Hay uno que ha pagado el precio de tu salvación y de tu libertad.
Agradece, contempla y festeja tu libre condición.

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