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INICIACIÓN BÍBLICA

II Parte
Programa
Cada Católico con su Biblia de la
Conferencia Episcopal de Colombia
y la Sociedad Bíblica Colombiana

Textos tomados de los anexos a la


Biblia Dios Habla Hoy
0. Introducción

1. Cómo leer la BIBLIA

2. Cómo interpretar lo que se lee


en la BIBLIA?

3. Cómo orar con la BIBLIA

4. Curiosidades

5. Para el diálogo
0. Introducción

En casi todos los hogares católicos hay


una Biblia, sin embargo no significa
que sea el libro más leído.
Existe conciencia que la Biblia es el
Libro Sagrado de la casa, pero para
muchos, la Biblia sigue siendo un
adorno en la sala o un hermoso libro
cerrado que adorna nuestra biblioteca
personal.
Uno de los grandes problemas de leer la
Biblia sin tener una orientación de lo
que se lee, es la interpretación parcial,
equivocada o literal del texto.

Otros de los errores, es la lectura al azar,


sin reflexión, sin orden o sin motivo, y
sin alguna explicación.
Por tanto es necesario comprender que no basta
leer la Biblia con fe y devoción, es
recomendable, unir la fe, la oración y la
devoción con el estudio sistemático y
metodológico y con una mínima preparación, es
decir, hay que prepararse para leerla.
 
Entonces es bueno intentar resolver las
preguntas siguientes: ¿Cómo leerla?, ¿cómo
interpretarla?, ¿Cómo orar con ella?
1. Cómo leer la BIBLIA
Ojala, pueda tener su Biblia personal,
dónde Usted pueda escribir al margen lo
que le llamo la atención y tenerlo allí para
una futura lectura.
En la Sagrada Escritura, Dios habla al hombre
a la manera de los hombres. Por tanto, para
interpretar bien la Escritura, es preciso estar
atento a lo que los autores humanos quisieron
verdaderamente afirmar y a lo que Dios quiso
manifestarnos mediante sus palabras. (DV 12,1)
1. Puede iniciar por los Evangelios si lo
desea.

2. Tome un capítulo o un párrafo según


el tiempo que disponga.

3. Examine su contenido. Puede ayudarse


con estas preguntas:

¿Se trata de un Evangelio o una carta?

¿Es un relato simple o es un testimonio?

¿Qué sucede en el texto leído?


4. Vuelva a leer el texto e identifique las
palabras o frases más importantes, los
personajes, los lugares.

5. Pregúntese cuál es la intención o el


propósito del pasaje leído.

6. Pregúntese: ¿Qué he aprendido acerca de


Dios en este texto? ¿Qué me enseña el texto
del mismo hombre? ¿cómo puedo aplicar el
texto a mi vida?.
7. Lea el texto una vez más, y observe
si hay algún versículo que quisiera
memorizar.

8. Dar gracias a Dios, por lo que le ha


mostrado, y pedir su ayuda para cumplir
con lo reflexionado.
2. Cómo interpretar lo que se lee en
la BIBLIA?
“La Escritura se ha de leer e interpretar con el mismo Espíritu
con que fue escrita” DV. 12,3

1. Prestar atención al contenido y a la unidad de toda la Biblia.


El hilo conductor de toda la Palabra, es Cristo, nuestro Señor y Salvador.

2. Leer la Escritura, en el contexto de la Tradición viva de la Iglesia.


Lo que hoy podemos leer es lo que la Iglesia siempre ha reconocido
como testimonio de nuestra fe católica.

3. Todos los libros de la Biblia son complementarios, razón por la


cual se hace necesario estudiarla para comprender con mayor
facilidad.
Interpretar un texto bíblico es
sacar a la luz el mensaje que
Dios transmite por el autor
sagrado

Algunos autores llaman “exégesis” a la tarea de


interpretar la Sagrada Escritura.
Actualizar el mensaje es adaptar el contenido de
un texto a la realidad personal y comunitaria
haciendo activo el carácter de Palabra de Dios
viva y eficaz, que interpela y transforma.
Para descubrir la intención de los autores
sagrados es preciso tener en cuenta las
condiciones de su tiempo y de su cultura, los
“géneros literarios" usados en aquella época, las
maneras de sentir, de hablar y de narrar en aquel
tiempo.

Pero, dado que la Sagrada Escritura es


inspirada, hay otro principio de la recta
interpretación, no menos importante que el
precedente, y sin el cual la Escritura sería
letra muerta: "La Escritura se ha de leer e
interpretar con el mismo Espíritu con que
fue escrita". (DV 12,3)
TRES CRITERIOS PARA UNA INTERPRETACIÓN DE LA
ESCRITURA CONFORME AL ESPÍRITU QUE LA INSPIRÓ  

El Catecismo de la Iglesia Católica (112-114) enseña tres


criterios que la Iglesia siempre ha sostenido como
necesarios para interpretar correctamente la Biblia:

1. Prestar atención "al contenido y a la


unidad de toda la Escritura” Por muy diferentes
que sean los libros que la componen, la Escritura es una en
razón a la voluntad de Dios, es decir, es Cristo Jesús es el
centro y el corazón de la Sagrada Escritura.
2. Leer la Escritura en "la Tradición viva
de toda la Iglesia". Según un adagio de los Padres,
"La Sagrada Escritura está más en el corazón de la Iglesia
que en la materialidad de los libros escritos"
En efecto, la Iglesia encierra en su Tradición la memoria
viva de la Palabra de Dios, y el Espíritu Santo le da la
interpretación espiritual de la Escritura. 

3. Estar atento "a la analogía de la fe".


Por "analogía de la fe" (cf. Rm 12,6) entendemos la
cohesión de las verdades de la fe entre sí y en el proyecto
total de la Revelación.
En síntesis:

Como la Biblia es palabra “de Dios”, se requiere tener en


cuenta los siguientes principios básicos de interpretación:

 Leer y meditar el texto bíblico con la asistencia del


mismo Espíritu que lo suscitó, es decir, inspirados del
Espíritu Santo de Dios.

 Tener por punto de referencia la genuina tradición de


la Iglesia.
 Emplear la Sagrada Escritura conscientes de la
finalidad que Dios tuvo al inspirar a los autores que la
pusieron por escrito: revelar la verdad que salva.

 La Escritura, por tanto, debe leerse como historia de la


salvación, hilo fundamental de toda la Biblia que el
confiere unidad.

 Cuando el creyente interpreta la Biblia no debe perder


de vista ni el “momento” en que se ubica la revelación
del proyecto ni la “totalidad” del mismo.
3. Cómo orar con la BIBLIA

En la Sagrada Escritura Dios nos sale al


encuentro para conversar con nosotros (DV. 21)

La mejor forma de realizar una lectura provechosa de


la Biblia es la lectura orante, en medio de una actitud
de fe sincera y deseo de entrar en conversación con
Dios.

HAY QUE HABLARLE A DIOS


DE LO QUE DIOS NOS HABLA

Un método privilegiado para la lectura es la


“LECTIO DIVINA”
La Lectio Divina, es un método de
lectura y oración con la Sagrada
Escritura, muy antiguo: se remonta al
siglo III.

El cardenal Carlos María Martini


describe el método como “un ejercicio
ordenado de la escucha personal de la
Palabra”.
PASOS PARA LA LECTIO DIVINA
Es una escalera donde cada
etapa del proceso es un
peldaño. Su base se asienta
sobre la Biblia y su
extremo superior penetra el
corazón de Dios y escruta
los secretos de los cielos.
Contemplación
acción
Oración

Meditación

Lectura
1. LECTURA
En la Lectio Divina se requiere de una lectura
consciente y cuidadosa.

Comenzar nuestra lectura invocando al Espíritu


Santo.

Leer el texto seleccionado 2 ó 3 veces,


serena y tranquilamente.

Buscar las frases más llamativas, o las


palabras que se repiten.

Buscar personajes, lugares, horas.


2. MEDITACIÓN
La meditación es la captación del “hoy” de la Palabra
para mí o para la comunidad

Aquí se repasan con calma y con atención las palabras y


frases significativas. Estas preguntas pueden ayudarnos:

1. ¿Quiénes intervienen? ¿Qué es lo que dicen y


hacen?
2. ¿por qué lo dicen y hacen?
3. ¿Qué me dice hoy a mi?
4. ¿Qué me piden?
3. ORACIÓN
La meditación abre el paso a una respuesta
sencilla y serena de nuestra parte.

Nuestra oración no puede ser la misma de


antes. Es el Señor quien la provoca en
nosotros y a través de ella se derrama nuestro
ser entero en su presencia.

Aquí la pregunta que nos puede ayudar es


¿Qué le decimos al SEÑOR
motivados por su PALABRA?
“orar el texto sagrado” es adentrarse en él,
dejándose llevar por el clamor de sus palabras
ante el sufrimiento o el arrepentimiento y la
conversión ante el pecado cometido, o por
sentimientos de agradecimiento por los bienes
recibidos, o de alabanza por la intervención
favorable de Dios.
Por tanto, partiendo del texto le presento a Dios
mis necesidades y anhelos personales y
familiares, le doy gracias y me dispongo a
escucharlo.
4. CONTEMPLACIÓN
Es una forma de orar, más allá de las palabras,
a veces con el sueve esfuerzo del corazón que
repasa los hechos, las palabras del texto o con
el abandono en las manos de Dios.

Por la contemplación se llega a la imitación


de CRISTO. Es como decía san Juan de la Cruz
“como estar amando al Amado”

La pregunta que nos puede ayudar en


este momento es ¿qué me muestra el Señor
de Él mismo? ¿a qué me esta invitando?
5. ACCIÓN

Es un mirarse a uno mismo, es buscar


las actitudes y la manera de vivir el
mensaje que se ha encontrado y que es
propuesta para mi, hoy, aquí y ahora.
Aquí puedo hacer un compromiso para
ayudar a alguien, o un compromiso de
conversión en alguna situación
particular.
Formula para fortalecer el ejercicio de la
LECTIO DIVINA

5-10 5-10
minutos minutos
de lectura de
estudio

10 - 15
minutos de
oración y
meditación
Oración antes de leer la Palabra de Dios

Señor Jesús abre mis ojos y mis oídos a tu Palabra.


Que lea y escuche tu voz y medite tus enseñanzas,
despierta mi alma y mi inteligencia
para que tu Palabra penetre en mi corazón
y pueda saborearla y comprenderla.

Dame una gran fe en ti


para que tus palabras, sean para mí
otras tantas luces que me guíen hacia ti,
por el camino de la justicia y de la verdad.
Habla Señor que yo te escucho
y deseo poner en práctica tu doctrina,
por que tus palabras son para mí,
vida, gozo, paz y felicidad.
Háblame Señor, tu eres mi Señor y mi Maestro
y no escucharé a nadie sino a ti. Amén.
Para invocar al Espíritu Santo nos
podemos valer de un canto o de
una oración.
Oración después de leer la Palabra de Dios

Padre bueno
que la Palabra que escuchamos
eche raíces hondas en nuestra vida.
Ayúdanos a construir cimientos fuertes
para nuestra fe.

Que edifiquemos toda nuestra vida


sobre la roca firme de tu Palabra.
Que penetre nuestro corazón
y nos empape de tus sentimientos
y de tus propuestas.

Que ilumine nuestras acciones


y oriente las decisiones que tomemos. Amén.
4. Curiosidades

Se dice que toda la Escritura es inspirada por Dios, sin


embargo hay una porción de la ella que no es inspirada
por él.
Se trata de los Diez Mandamientos, los cuales Dios
escribió en las tablas por su mano y no las inspiro a
nadie para que las escribiera:
“Cuando el Señor dejó de hablar con Moisés en el
monte Sinaí, le entregó las tablas de piedra con le ley
escrita por el dedo mismo de Dios”
Ex 31, 18
En el libro de Jueces capítulo 8 versículo 30 dice
que Gedeón tuvo 70 hijos, ¿Habrá otro personaje
bíblico que haya tenido más que Gedeón?.

La Biblia fue escrita mucho tiempo antes de la


invención del papel y los lápices. Fue escrita sobre
extensas tiras de papiro o pergamino.

El primer nombre que Dios puso a una mujer fue


Sara (Génesis 17,15) porque a Eva el nombre se lo
puso Adán (Génesis 3,20)
El libro de segundo de Reyes capítulo 19 y el libro del
Profeta Isaías en su capítulo 37, tienen el mismo
contenido, se puede decir que esos dos libros son iguales
en esos capítulos.

La frase: “Manos a la obra” es totalmente bíblica y la


vemos en 1 Crónicas 22, 16 “Así que MANOS A LA
OBRA y que el Señor te ayude”
5. Para el diálogo

1. Mencione 3 claves para iniciar la Lectura


bíblica.
2. ¿Cuáles son los criterios par la Interpretación
de la Sagrada Escritura?
3. ¿Qué es la Lectio divina?
4. ¿Cuáles son los pasos de la Lectio Divina?
5. Busca el siguiente texto Jn. 15, 1-8 y medítalo.
Cuando lees, Dios te habla; cuando oras,
hablas tú a Dios»… «Dedícate a la lectio de las
divinas Escrituras; aplícate a esto con
perseverancia. Esfuérzate en la lectio con la
intención de creer y de agradar a Dios. Pero no
has de contentarte con llamar y buscar. Para
comprender las cosas de Dios te es
absolutamente necesaria la oratio.
Precisamente para exhortarnos a ella, el
Salvador no solamente nos ha dicho: “Buscad
y hallaréis”, “llamad y se os abrirá”, sino que
ha añadido: “Pedid y recibiréis”».DV. 86

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