Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Casación Nº 2229-2008-Lambayeque
En el año 1943 don Rafael Llúncor Castellanos alega, que entró en posesión del
inmueble en litigio, posesión que le entregó María Eugenia Izaga de Pardo, ya
fallecida, en reconocimiento de los servicios laborales que le prestaba. Añade también
que en dicho inmueble nacieron sus hijos, manteniendo así hasta la fecha la posesión
y conduciéndose como propietario en forma continua, quieta, pacífica y de buena fe,
por más de sesenta años.
Contestando la demanda los emplazados señalan que los demandantes saben que el
bien materia de litigio tiene propietario y que carecen de justo título, habiendo recibido
los descendientes la propiedad de dicho predio, por lo que es falso que los
accionantes hayan ejercido algún derecho de propiedad sobre el bien inmueble.
En este sentido el fundamento del litisconsorcio necesario se debe buscar fuera del
derecho procesal; pues se debe ir al derecho material, toda vez que aquél trae su
causa al proceso de la naturaleza de la relación jurídico sustantiva que se deduce en
el mismo.
Específicamente la demandante hace referencia al artículo 950 del Código civil. Sin
embargo lo que se debe esclarecer aquí es si ambos accionantes tienen la condición
de poseedores en el mismo grado del inmueble que pretenden usucapir y a qué título
lo ejercen, sólo así se podrá discurrir finalmente si tienen la condición de litisconsortes
necesarios.
La Sala Superior señala que la ley no pone impedimento para que dos o más
coposeedores homogéneos puedan usucapir, puesto que el resultado sería una
copropiedad, figura jurídica que está prevista en nuestra legislación. Por lo tanto, es
evidente que la instancia revisora ha incurrido en una evidente interpretación errónea
de la norma aludida, dado que de su texto ni de su interpretación se puede colegir que
los coposeedores del mismo rango estén impedidos de usucapir de consuno.
d. Fallo
III. CRITICA
- Otro tema con el cual estoy de acuerdo es con la interpretación del Art.950 del
código civil, es aquí donde no encaja la figura planteada por los demandantes
(cooposesión), no encaja porque uno de ellos es poseedor inmediato y la otra
persona ocupa el inmueble por extensión del derecho de Uso del que goza el
primero como arrendatario, quedando demostrado lo erróneo de su
planteamiento.
- Por último, es creo que la decisión tomada por la Corte Suprema es ecuánime,
en el sentido de que observa la controversia con un amplio panorama jurídico,
descubriendo así verdadero sentido de las normas y su cabal aplicación.