Articulo 134 constitucional y su interpretación judicial electoral en México.

Durante la reforma electoral del 2007, se incorporaron en el artículo 134

constitucionales mandatos en materia de uso de recursos públicos y de contenido
de la propaganda gubernamental, con la finalidad de regir principios de evidente
aspecto electoral como lo son la imparcialidad y la equidad, después de haber hecho
algunos exámenes a la nueva reforma del artículo, se concluyó que estas normas
de deben más a factores genéticos que geográficos, esto hace que la reforma tenga
poca coherencia con el resto de los párrafos del articulo lo que nos hace creer que
estas adiciones estuvieron mal colocadas, ya que debieron aplicarse al artículo 41,
en lugar de al 134.

Sabemos que el orden político y la economía son codependientes uno del otro, ya
que cualquier condición por la que este pasando alguno, afecta directamente al otro,
esto hace que la corrupción se ancle al poder político, más específicamente a las
campañas de elección a base de dinero, para esto también existen leyes que ponen
limites y condicionan que tanto dinero pueden usar en esas campañas electorales,
pretendiendo establecer garantías a la participación individual y libre de los
ciudadanos en materia política para efectos de la emisión del sufragio y del ejercicio
del derecho de asociación política.

En el artículo 134 también se establece que, las adquisiciones, arrendamientos y

enajenaciones de todo tipo de bienes, prestación de servicios de cualquier
naturaleza y la contratación de obra que realicen, se adjudicarán o llevarán a cabo
a través de licitaciones públicas mediante convocatoria pública para que libremente
se presenten proposiciones solventes en sobre cerrado, con el fin de evitar
corrupción y que será abierto públicamente, a fin de asegurar al Estado las mejores
condiciones disponibles en cuanto a precio, calidad, financiamiento, oportunidad y
demás circunstancias pertinentes, con el objeto de preservar la integridad de la
hacienda pública y normar el uso de recursos públicos que con una finalidad
específicamente electoral.
El alcance y contenido normativo del artículo 134 constitucional se concentra
originalmente a regular el procedimiento de contratación pública para dotarlo de
mayor transparencia y de garantías de probidad e imparcialidad, incluyendo en este
fondos provenientes de los tres poderes del estado además de los privados, a lo
largo del paso del tiempo este articulo ha sufrido cambios en sus condiciones mas
nunca en su propósito, que se ha logrado mantener constante.

En el 2007 se propuso una iniciativa en la cámara de senadores por Manlio Fabio

Beltrones Rivera, y como resultado del proceso legislativo, fueron añadidos tres
párrafos al artículo 134 constitucional, cada uno de los párrafos con un propósito
diferente. El primero de ellos fue la inclusión de una modalidad específica del
principio de imparcialidad, ya establecido en el tercer párrafo del texto derivado de
la reforma de 1982, por la cual se obligaba no sólo a los gobiernos federal y del
Distrito Federal, sino también a los de los estados y municipios, a aplicar con
imparcialidad, en relación con los partidos políticos, los recursos cuya
administración les correspondiese, con el propósito explícito de preservar la equidad
en las contiendas electorales. El segundo fue el establecimiento de una serie de
reglas para la propaganda gubernamental, dirigidas a evitar su uso para beneficio
personal de los servidores públicos. El tercero fue delegar al legislador ordinario la
atribución de establecer un régimen sancionador específico por la violación de estas
normas en los estados.

En conclusión:

El texto original del artículo 134 solamente establecía reglas para las contrataciones
y adquisiciones de los gobiernos federal y del Distrito Federal. En la reforma de 1982
fueron agregados los principios de eficiencia, eficacia, economía, imparcialidad y
honradez en la administración de los recursos públicos y expuso la responsabilidad
de los servidores públicos por incumplimiento, tanto de esos principios como de las
reglas establecidas para la celebración de contratos y realización de adquisiciones
gubernamentales. La reforma de 2007 agregó tres elementos esencialmente en
contra de la corrupción, todo esto con el fin ya mencionado, proteger la integridad
de la hacienda pública mediante el uso adecuado de los recursos públicos.