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ODISEA
Presentación:
La siguiente pauta de entrevista es parte del sistema de valoración de parentalidad positiva
ODISEA, que se compone de cuatro herramientas: la escala E2P, la entrevista E2P, la escala E2P
de observación en visita domiciliaria y el mapa de redes.
Ningún instrumento por si solo permite concluir con rigurosidad respecto a la zona de
desarrollo próximo de la parentalidad, ya que una evaluación de este tipo es por definición
altamente compleja y requiere considerar diversas aristas del fenómeno en cuestión: las
competencias parentales o el saber-hacer respecto a la crianza del niño/a en las áreas
vinculares, formativas, protectoras y reflexivas; las condiciones actuales de vida; los recursos
familiares y comunitarios actuales y potenciales; las necesidades, características y
capacidades del niño, niña o adolescente; y el flujo temporal en que se inserta la parentalidad,
desde el pasado al presente y la apertura al futuro, esto es, lo heredado, lo vivido y lo soñado.
La pauta de entrevista E2P, entonces, es uno de los instrumentos con que cuenta este sistema
de valoración, y se estructura en una introducción y un guión de preguntas para explorar los
dominios de constitución de la parentalidad, desde la temprana infancia a la crianza actual
para finalizar en el proyecto parental. El objetivo de la entrevista es ofrecer a los padres la
oportunidad de realizar un examen reflexivo de su constelación de parentalidad heredada,
vivida y soñada, analizando sistemáticamente las cuatro cuerdas comprensivas propuestas
por Gómez (2017): el cuerpo, los personajes, la experiencia y los guiones.
La Constelación de la Parentalidad
La parentalidad es un fenómeno de una profundidad y amplitud que hasta hoy no hemos sido
capaces de capturar en una teoría compleja de la parentalidad, reduciéndola a la descripción y
análisis de prácticas de crianza, estilos de crianza o actitudes ante la crianza por un lado, al
sistema de cuidados guiados por la sensibilidad parental y a los modelos operativos internos
que propone la teoría del apego, o bien a las competencias parentales propuestas por los
enfoques ecosistémicos del desarrollo humano (siendo este concepto un avance importante en
la materia, pero que aún no hace justicia a toda la densidad que supone adentrarse en el
fenómeno de la parentalidad).
En un intento por avanzar hacia una teoría compleja de la parentalidad, propongo estudiarla
como una constelación de “dominios” fenomenológicos articulados en “procesos” e
interconectados por puentes que denomino “cuerdas”. Estos tres conceptos resultan claves
para articular una teoría compleja de la parentalidad.
Los DOMINIOS
Existen seis dominios de parentalidad: lo heredado, lo vivido y lo soñado, por un lado, y lo
aprendido, lo narrado y lo ecológico, por otro. El dominio de Lo Heredado es la historia
genético/social con la que se da origen a la parentalidad, incluyendo la propia experiencia
como hijo/a y los esquemas de crianza heredados. El dominio de Lo Vivido, incluye no sólo la
práctica cotidiana de crianza, sino que todo el registro sensorial de lo que va ocurriendo en la
relación con el niño/a. El dominio de Lo Soñado, que alude al proyecto parental y familiar, y a
las expectativas que se forjan sobre el futuro de forma más o menos consciente. El dominio de
Lo Aprendido, donde se radican las competencias parentales vinculares, formativas,
protectoras y reflexivas. El dominio de Lo Narrado, que involucra el relato y todos los
significados asociados a la crianza. El dominio de Lo Ecológico que es la apertura a los
sistemas de influencia de la parentalidad y la vida familiar, incluyendo a la pareja, otros
familiares y la cultura en su conjunto.
Los PERSONAJES: los personajes son aquellos protagonistas de nuestra historia pasada,
presente y soñada. En el dominio de lo heredado, se identifican figuras que aportaron salud
mental y otras que la dañaron: son los guardianes y demonios de nuestra infancia. Algunos
personajes se constituyeron en figuras de apego (para bien o para mal), otros configuraron tal
dolor, estrés y daño en nuestra experiencia temprana que se constituyeron en figuras de
trauma; mientras que otros personajes aportaron aquellos ingredientes que movilizaron
procesos de sanación y superación frente a la adversidad, constituyéndose en tutores de
resiliencia.
En el dominio de lo vivido, los personajes corresponden a todos aquellos que hoy juegan un
rol protagónico, de influencia en nuestra posibilidad de parentalidad, incluyendo al niño/a,
sus características y necesidades, sus propuestas y contribuciones cotidianas en la
interacción; el sí mismo en rol parental, la pareja parental y la familia extensa, así como otros
actores relevantes que puedan jugar un rol significativo en la crianza actual (vecinos,
profesores, profesionales, etc).
Finalmente, los personajes en el dominio de lo soñado dicen relación con identificar quiénes
son aquellas figuras que concentran con más fuerza los sueños y expectativas parentales, y de
La EXPERIENCIA: la experiencia es aquella cuerda que conecta los tres dominios en torno a la
vivencia, a lo sentido, a todo aquello que fue, es o será experimentado en el proceso de
desarrollo de la parentalidad. En el dominio de lo heredado, la experiencia dice relación con
los recuerdos, emociones y vivencias de la infancia, niñez y adolescencia, y con todo aquello
que constituyó a nuestro “niño interior”.
En el dominio de lo vivido, la experiencia dice relación con lo que actualmente constituye la
crianza: rutinas, roles, tareas y desafíos cotidianos de parentalidad. Cada experiencia
cotidiana, por simple o acotada que sea, puede atar lo heredado a lo vivido, convocando la
historia a hacerse presente en la crianza actual.
En el dominio de lo soñado, la experiencia se asocia a lo anhelado, a los sueños que movilizan
incluso de forma inconsciente la parentalidad y la crianza. Este punto es importante: la
experiencia soñada se diferencia los guiones ya que no está estructurada como relato o
narrativa, no se constituye en expectativa organizada (como sí lo hacen los guiones), sino más
bien como motor o fuerza inconsciente que moviliza, paraliza, fortalece o debilita, concentra o
dispersa las energías parentales en la crianza.
Los GUIONES: finalmente, los guiones pueden comprenderse como una elaboración mayor de
las tres primeras cuerdas (cuerpo, personajes y experiencia), organizadas como esquemas de
crianza. En el dominio de lo heredado, los guiones son aquellos esquemas de crianza
heredados, los mandatos familiares y las lealtades invisibles que convocan a perpetuar el
legado de la historia familiar en la crianza, salvo que exista un proceso de comprensión,
elaboración y sanación de esa historia, tomando aquello que se considere coherente y
saludable y soltando o liberando aquello que se identifique como perjudicial o traumático.
En el dominio de lo vivido, los guiones son aquellos esquemas de crianza actual, vigentes,
manifestados como narrativas respecto a la experiencia actual de crianza en conexión con los
personajes principales del presente.
En el dominio de lo soñado, los guiones se configuran como expectativas parentales, para bien
o para mal, presentes, ausentes, involucradas, sobre-involucradas o abandónicas, organizando
el sueño como relato, siendo siempre un aspecto reducido en comparación a toda la vastedad
inconsciente de la experiencia en lo soñado. Las expectativas se pueden explicitar hasta cierto
nivel, mientras que la experiencia soñada muchas veces no.
Introducción:
La entrevista tiene tres momentos: primero, le haré algunas preguntas sobre su infancia,
luego sobre su experiencia actual de crianza y finalmente, sobre cómo imagina el futuro de su
familia. La entrevista completa dura aproximadamente una hora.
¿Tiene alguna duda o consulta de lo que haremos a continuación? ……… Bien, comencemos”.
Lo Heredado:
Lo Soñado:
Respecto al hijo/a:
Gracias por compartir esto conmigo, está haciendo un excelente trabajo. Hemos
ido al pasado, y hemos conectado con el presente más reciente, ahora quiero
pedirle que volemos al futuro, a sus sueños y proyectos y a los sueños que tiene
para su hijo/a.