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SENTENCIA NÚMERO: En la ciudad de Córdoba, a los treinta días del mes de

diciembre del año dos mil trece, siendo día y hora designados en estos

autos "FRISON, GUILLERMO VICTOR C/ ASIFAC S.A. Y OTRO - ORDINARIO DESPIDO”

EXPTE. 182195/37 para que tenga lugar la lectura de la sentencia, se

constituye el Tribunal Unipersonal de la Sala Décima de la Excma. Cámara

del Trabajo integrada por el Dr. Huber Oscar Alberti, procediéndose a dictar

sentencia en dichos autos, de los que resulta que a fs. 1/4 comparece

Guillermo Víctor Frison iniciando demanda en contra de ASIFAC S.A. y Caminos

de las Sierras SA, persiguiendo el cobro de la suma de pesos Treinta y dos

mil setecientos dos con ochenta centavos ($ 32.702,80) en concepto de

indemnización por antigüedad, indemnización sustitutiva de preaviso, trece

días de enero de 2011, integración del mes de despido, 2° SAC del año 2010,

1° SAC del año 2011 proporcional, vacaciones no gozadas del año 2010 y

sanción del art. 2 de la ley 25.323, con más intereses, costas y rubro del

art. 104, inc. 5° de la ley 9459. En sustento de su pretensión relata que

ingresó a trabajar a las órdenes de las accionadas desde el 01 de diciembre

de 2004, siendo que su actividad a favor de las accionadas tenía la

calificación profesional de VIGGC vigilador con una jornada laboral de

lunes a domingo de 7.00 a 19.00 hs. y un franco semanal rotativo, con una

remuneración mensual pactada de Un mil ochocientos ($ 1.800). Que las tareas

de vigilancia las realizaba en distintos objetivos (peajes), encontrándose

entre los últimos Nueve Norte, El Obrador de la Ruta 19, entre otros, todos

de la provincia de Córdoba. Que las órdenes eran impartidas indistintamente


por las coaccionadas, aunque especialmente por Caminos de las Sierras SA.

Manifiesta que la relación se desarrolló con normalidad hasta que a pocos

días de iniciada la segunda quincena del mes de diciembre del año 2010

solicitó licencia sin goce de haberes por enfermedad de su pareja, Mirta

Paván, quien requería de atención personalizada. Refiere que dicha licencia

le fue otorgada por el periodo 23-12-2010 al 28-12-2010, debiendo

reintegrarse el día 29-12-2010. Que el día 28 de diciembre de 2010 concurrió

a la empresa a fin de comunicar que se encontraba impedido de asistir a

prestar tareas hasta el día 11-01-2011 por tener que acompañar de manera

permanente a su esposa. Aclara que en dicha oportunidad fue acompañado por

Elda Rodríguez y César Luna quienes presenciaron el momento en que informó

tal situación al Sr. Cobos, quien en ese mismo acto dijo que "lo autorizaba

a faltar por esa razón y que no había problemas..."- Sostiene que

sorpresivamente el día 30-12-2010 ASIFAC remitió CD N° 063680843

imponiéndole una sanción de cuatro días de suspensión bajo el argumento de

que no había solicitado con 24 hs. de antelación el permiso para faltar a

sus tareas. Que frente a ello se apersonó a ASIFAC y se le explicó que

había sido un error, que no le diera importancia. Posteriormente a ello,

el día 04-01-2011, nuevamente ASIFAC remitió CD 063671325 en la que se lo

emplazó a presentarse a trabajar bajo apercibimiento de considerar abandono

de trabajo. Que dicha misiva fue respondida mediante TCL impuesto CD

063668309 por la que expresó que la patronal no tenía derecho a formularle

requerimiento alguno, ya que se encontraba en uso de licencia sin goce de


haberes hasta el día 11 de enero de 2011. Asimismo remitió CD 063697680

rechazando la suspensión impuesta. Con fecha 10 y 11 de enero de 2011

concurrió a la empresa a fin de solicitar la extensión de la licencia sin

goce hasta el día 20-01-2011 pues su esposa podría quedar internada en un

nosocomio de la ciudad. Aclara que tuvo que ir dos veces porque el primer

día el Sr. Cobos no lo quiso atender, por lo que concurrió el día 10-01-

2011 con los Sres. Elda Rodríguez y César Luna quienes presenciaron el

momento en que le comunicó al mismo que no podía concurrir hasta el día 20-

01-2011. Que luego de ello, mediante CD 919871145, en que la patronal

reconoció la entrega de los certificados, lo intima a presentarse bajo

apercibimiento de abandono de trabajo; y mediante CD 067450240 le comunican

el despido, poniendo a su disposición la liquidación final. Expresa que

frente a tal misiva, remitió TCL impuesto en CD 162231934, por medio de la

cual rechazó la causa del despido invocada e intimó al pago de las

indemnizaciones de ley y la entrega de la certificación de servicios y

remuneraciones. Que la demandada solo le entregó un cheque de pago diferido,

cargo Banco Macro N° 81517002 con vencimiento el día 21-01-2011 por la suma

de pesos Dos mil dieciséis ($ 2.016) que no pudo ser cobrado por estar mal

completado el monto en letras. Considera que la demandada Caminos de las

Sierras SA es solidariamente responsable con ASIFAC SA en función de los

arts. 29, 30 y 31 de la LCT, en tanto Caminos de las Sierras S.A. ha

delegado y subcontratado trabajos o servicios correspondientes a la

actividad normal y específica propia del establecimiento (mantenimiento de


las vías de acceso a la ciudad de Córdoba) como son la seguridad y vigilancia

de los puestos de peaje, como asimismo de las máquinas de la demandada. Que

a fs. 21 de autos se lleva a cabo la audiencia prevista en el Art. 49 de

la ley 7987 y, ante la falta de avenimiento de las partes, la actora se

ratifica de su demanda, solicitando se haga lugar a la misma con más

intereses y costas; en tanto que las codemandadas, por las razones de hecho

y derecho que en cada caso exponen en sus respectivos memoriales, solicitan

su rechazo con costas. ASIFAC S.A., en su responde agregado a fs. 15/16,

niega que las órdenes se le hayan impartido en forma indistinta por Caminos

de las Sierras SA o ASIFAC SA. Reconoce que al actor se le concedió una

licencia sin goce de haberes por familiar enfermo desde el día 23 al 28 de

diciembre de 2010, debiendo reintegrarse el día 29 de diciembre de 2010,

habiéndosele notificado dicha circunstancia. Niega que el actor haya

concurrido personalmente a la empresa, que lo haya hecho con la finalidad

de comunicar que se encontraba impedido de asistir a prestar sus tareas

normales hasta el 11 de enero de 2011 por tener que asistir y acompañar a

su esposa; que en esa oportunidad haya concurrido acompañado de los Sres.

Elda Rodríguez y César Luna y que el Sr. Cobos haya dicho verbalmente que

estaba autorizado a faltar por esa razón, que no había problemas. Aclara

que toda autorización se efectúa por escrito, suscribiendo ambas partes.

Niega que el actor, luego de la imposición de la sanción, haya concurrido

a las oficinas y que se le haya explicado que fue un error y que no le

diera importancia; que el actor se encontrara en uso de licencia sin goce


y, menos aún, que la misma fuera hasta el día 11 de enero de 2011. Asimismo

niega que el actor haya concurrido el día 10 y 11 de enero de 2011 a

solicitar la extensión de la licencia y afirma que, pese a varios

emplazamientos, el actor no se presentó por lo cual se hizo efectivo el

apercibimiento. También alega que se le abonó cada uno de los rubros que

le correspondían y, por tanto, que ninguna de las pretensiones pude tener

acogida. Caminos de las Sierras SA, a su turno, en su responde que corre

agregado a fs. 19/20, niega todos y cada uno de los hechos y derechos

invocados por el actor. Manifiesta que resulta absolutamente falso que el

actor haya ingresado a trabajar a sus órdenes en la fecha que señala y que

haya cumplido sus funciones de lunes a domingo con un franco semanal

rotativo. Refiere que el salario que percibía el actor se ajustaba a las

disposiciones legales vigentes y que nada le adeuda por ningún concepto al

actor. Indica que no le constan las circunstancias invocadas por el actor,

ni que haya remitido piezas postales que dice, ya que ninguna le llegó a

Caminos de las Sierras SA. Sostiene que ninguna responsabilidad le cabe ni

directa ni solidaria, y menos aún como se pretende los tres tipos de

solidaridad. Aclara que ASIFAC SA existe como empresa y no fue creada para

proporcionarle empleados de seguridad a Caminos de las Sierras SA. Además

considera que ésta es una empresa constructora y concesionaria de la

construcción, ampliación y mantenimiento de las rutas de acceso a Córdoba,

(RAC), por lo que nada tiene que ver con la actividad de vigilancia. Opone

excepción de falta de acción y hace reserva de caso federal. Abierta a


prueba la causa, la parte demandada ASIFAC SA la ofrece a fs. 43/44

consistente en: documental, reconocimiento, testimonial, confesional; la

parte demandada Caminos de las Sierras SA lo hace a fs. 45: confesional,

instrumental, testimonial, documental, exhibición, pericial contable,

pericial caligráfica; y la parte actora a fs. 75/77: documental,

reconocimiento, informativa, confesional, pericial contable, exhibición,

confesional y presuncional. Diligenciadas las pertinentes ante el Juzgado

de Conciliación interviniente, los autos fueron elevados a esta Sala y

celebrada la vista de la causa (a fs. 211, 213 y 230) quedaron en condiciones

de dictar sentencia.- - El Tribunal se planteó la siguiente y UNICA CUESTION

A RESOLVER: ¿QUE RESOLUCION CORRESPONDE ADOPTAR RESPECTO AL RECLAMO

FORMULADO POR EL ACTOR EN SU DEMANDA?.- - A LA UNICA CUESTION PLANTEADA EL

DR. HUBER OSCAR ALBERTI, DIJO: De conformidad a los términos antes

transcriptos la cuestión central a dilucidar pasa por establecer si el

despido dispuesto por la patronal resultó legítimo para, una vez fijado

ello, pronunciarse sobre la procedencia de cada reclamo en particular y,

de tener alguno acogida, respecto a quien o quienes resultan responsables

de su pago. Tratándose de cuestiones de hecho reseñare en primer término

lo acontecido en la audiencia oral del proceso. En ella se recibieron los

siguientes testimonios: Elda Noemí RODRIGUEZ manifestó ser Ama de casa, que

Frisón ha sido vecino de ella, que conoce a la demandada ASIFAC S.A., pero

no a la co-demandada CAMINOS DE LAS SIERRAS S.A. Aclara que la primera vez

fue a la empresa ASIFAC S.A., para acompañar al actor porque necesitaba una
testigo cuando fue a presentar los certificados médicos, ya que no se los

recibían. Dice que también en esa oportunidad los acompañó otro vecino, que

no recuerda bien como se llama, pero cree que era de nombre Cesar y que no

estaba presente. Tampoco recuerda la dirección de la empresa donde acompañó

al actor, pero sí que quedaba en el centro, era una oficina muy chiquita,

y no sabe bien donde estaba ubicada. Aclara que tiene problemas de memoria

y de vista, pero cree que fueron cerca del mediodía, en una oficina chiquita,

y no ingresaron, sino que los recibieron en la puerta. Los atendió un señor

que lo describe como gordo y de pelo corto, pero que no sabe cómo se llama

y cree que era el jefe de empleados. Dice que el Sr. Frison, en ese momento,

entrega un certificado y el señor que se lo recibe le dice que lo autoriza

al actor a faltar, pero que sería sin goce de sueldo, según lo que ella

escuchó. También dice que recuerda que esa fue la primera vez que acompaño

al Sr. Frison. Refiere que vio el certificado y que el mismo era de la

esposa del Sr. Frison, la misma tenía problemas de salud, estaba muy

delicada, dice que es diabética. Manifiesta que ese hecho ocurrió en

diciembre del año 2010 o primeros días de enero del año 2011. Luego indica

que volvió a acompañar por segunda vez al Sr. Frison, como a los cinco

días, para presentar otro certificado, porque su señora seguía delicada, y

lo atiende la misma persona que la otra vez, alrededor de las 10 u 11:30

hs. de la mañana, recordando que también fueron los tres personas en esa

oportunidad y que, esta vez, no le reciben el certificado, porque el señor

le dijo que no le correspondía licencia ya que la enferma es su señora y


no él, entonces antes la negativa vuelven a su casa. Dice que ella no

escucho que el señor que los atendió le dijera que volviera a trabajar, que

eso a ella no le consta. A los días le comenta el Sr. que había recibido

una carta donde decía que él estaba ausente de su trabajo, que decía que

no se presentó a trabajar. Juan Enrique ARIAS, por su parte, manifestó ser

médico, conocer al actor, haberlo visto. El testigo realiza control de

ausentismo por el Sanatorio Allende. Dice que no conoce las empresas

demandadas, sino que estas contratan para el control de ausentismo al

sanatorio Allende y este es quien lo manda a él. Preguntado de un certificado

de fecha 06-01-2011 dice que el mismo es una constancia que el dejó que fue

al domicilio del actor. Manifiesta que si nadie lo atiende luego de 15

minutos, deja constancia de ese acto e inmediatamente informa en la empresa.

En cambio, dice que si lo atienden, deja constancia de lo que le dicen,

número de DNI, enfermedad que padece la persona, medicación que toma.

Finalmente dice que tiene la sensación de haber visto al actor alguna vez,

pero no recuerda en que oportunidad pudo haber sido. Víctor Raúl TUOSTO, a

su turno, declaró haber sido compañero de trabajo del actor en la empresa

ASIFAC S.A., desde el año 2000 a noviembre del año 2009, indicando que en

esa época el actor aun seguía trabajando. Refiere además que, cuando él

ingreso a trabajar, no recuerda si el actor ya estaba en la empresa.

Manifiesta que cuando él ingresó a trabajar la empresa se llamaba ASIFAR,

luego fue ASIFAC S.A. y que con el cambio de denominación le reconocieron

las vacaciones según su antigüedad, pero no recuerda si con el salario paso


lo mismo.- Dice que era normal que la empresa ASIFAC S.A. no pagara en

término los salarios y que recuerda que luego de su desvinculación de la

empresa, alrededor de los dos meses posteriores, lo despidieron al actor.

Le consta que la esposa del Sr. Frison estaba enferma, cree que era Leucemia,

que eso lo tenía preocupado constantemente al Sr. Frison. Indica que el

actor vivía solo con su esposa, que le consta que tenían hijos pero no

vivían con ellos. Manifiesta que como consecuencia de una movida gremial

que se hizo en la empresa, en la cual él fue cabecilla, como delegado en

la empresa y en la que participó el actor, luego se sintió presionado o

perseguido por la empresa, lo que lo llevo a renunciar. Dice que la renuncia

se la presentó al Jefe de personal de la empresa, que se llama Cobos, a

quien describe como un señor gordo, morocho y alto. Francisco RUIZ DIAZ,

por último, sostuvo ser empleado supervisor de la empresa y conocer al

actor, indicando que el Sr. Frisón le comunica a él que estaba de carpeta

médica, así que no iba a poder cumplir el objetivo. Refiere que la forma

normal de comunicar las carpetas médicas era llamar a la central y la misma

le comunicaba al supervisor. Después comenta que, a los días, él pregunta

a la central si el actor seguía con carpeta médica y le dicen que lo llaman

al Sr. Frisón para pedirle los certificados médicos y el mismo les

manifiesta que no tenía porque estaba cuidando a su esposa enferma, pidiendo

permiso para faltar sin goce de haberes, lo que le fue otorgado, pero que

después no supo más nada de él. Señala que está en la empresa desde el año

2000, y que le consta que el actor ya estaba en esa época, cree que en el
peaje del norte. Aclara que la empresa primero era ASIFE y luego ASIFAC,

señalando que todos continuaron con la antigüedad que tenían. Aclara que

el actor tenía que presentarse a trabajar y no vino y, entonces, fue allí

que se lo llamó. Cree que esto fue en enero de 2011 y no recuerda si ya en

el 2010 había comenzado a faltar por esa Carpeta Médica. Agrega que si le

consta que no llevo certificados médicos, porque decía que el cuidaba a su

señora que era la que estaba enferma. Aclara que él no tiene acceso a los

legajos del personal de la empresa, que el testigo que declaró antes que

él se fue en el 2010, que Cobos es Jefe de personal y la oficina la tiene

en la calle Paso de los Andes, de Bº Observatorio. Finalmente indica que

él a veces está en la oficina, pero no muchas porque hace recorridos, que

en ese lugar hay tres oficinas, que Cobos tenía su propia oficina y que el

referido Cobos es alto y gordo. Hasta aquí la testimonial recibida siendo

dable señalar que el testimonio de Tuosto fue objeto de impugnación por

parte de la codemandada Caminos de las Sierras, con adhesión de ACIFAC,

sobre la base de que el testigo ha manifestado que se sintió perseguido por

la empresa ante la actividad gremial que circunstancialmente llevó a cabo

con el actor, lo que a su entender le resta objetividad; plateo este que

es resistido por el accionante indicando que fue objetivo y congruente con

la primer testigo al describir a Cobos, a lo que se suma que fue objeto de

interrogatorio por parte de la impugnante sin observación alguna previa,

no evidenciándose además que tenga causa pendiente con la empresa ni

animosidad. Analizado el planteo considero que debe ser rechazado ya que


de lo expresado por el testigo, objetivamente, no surge la animosidad ni

parcialidad que le es atribuida, pues sus declaraciones, en general, no

difieren de lo narrado por otros que, vale señalar, no han sido objeto de

cuestionamiento alguno. Las razones expuestas conducen al rechazo de la

impugnación y, por ende, se considera válido el testimonio objeto de

reproche. El resto del material probatorio será relacionado al tratar los

temas según fueran propuestos y en la medida que tengan dirimencia en su

solución. 1.- El distracto: Sobre el punto no hay discrepancia en orden al

intercambio epistolar que precedió a la comunicación extintiva, como así

tampoco respecto a la ocurrida con motivo de ella. Tampoco está

controvertido que desde el 23 al 28 de diciembre el actor gozó de una

licencia sin goce de haberes, lo que además reconoce la accionada en el

texto de su CD de fs.32 y surge de la nota acompañada por el propio actor

de fs. 74, donde también se indica que debe reintegrarse a sus tareas el

29 de diciembre. Finalmente tampoco está controvertido que el actor, lo que

pretendía, era estar gozando de licencia sin goce de haberes hasta el día

11/01/11, en principio, y luego hasta el 20/01/11, todo por enfermedad de

su esposa y según emana de los párrafos 3 y 5 de fs 2.- Revisado el

intercambio de comunicaciones observo que de ellas, en síntesis, surge lo

siguiente: El 30 de diciembre de 2011, invocando la patronal que el actor

no se presentó a tomar servicios el día 29, sin aviso ni justificación, le

aplica una suspensión por 4 días. Luego, el 4 de enero, la demandada,

aduciendo incumplimiento del actor al requerimiento formulado en la


comunicación anterior, remite nueva intimación, ahora para que el en término

de 24hs se presente en la empresa a los fines de asignarle tareas, todo

bajo apercibimiento de considerar su incumplimiento como abandono de

trabajo. El 6 de enero el actor, a través de telegrama, rechaza solo la

intimación anterior alegando que se encuentra en situación de carpeta médica

hasta el día 11 de enero, añadiendo que en el día de la fecha le será

entregada una nueva fotocopia de la carpeta médica, que por enfermedad

grave de mi esposa me encuentro en uso. El 8 de enero, a la vez, rechaza

también la CD que le fuera cursada el 30 de diciembre negando haber incurrido

en falta grave alguna ni que no se haya presentado a cubrir el servicio los

días que así le correspondía hacer. Rechaza la suspensión aplicada, niega

que se tenga que presentar dicho día aduciendo que se encuentra en uso de

carpeta médica hasta el ll de enero, según fuera puesto en conocimiento el

día 28 de diciembre y en presencia de testigos. La patronal, el 11 de enero,

rechaza esta última comunicación del actor. Reconoce que desde el 23 al 28

de diciembre se le concedió uso de licencia sin goce de haberes. Alega que

debía presentarse el 29 a trabajar y que no lo hizo, lo que motivó la

aplicación de la suspensión por 4 días, debiéndose reintegrar el día 3 de

enero, cosa que tampoco hizo, lo que justificó que se lo intimara a

reintegrarse bajo apercibimiento de considerarlo incurso en abandono de

trabajo. Reconoce que tras el envío del telegrama del 6 de enero se presenta

con dos testigos y deja fotocopia de un supuesto certificado médico a

correspondiente a la esposa, retirándose. También expresa la demandada que


envió médico el día 6 de enero a la casa del actor, no encontrándolo dicho

día, sino recién el día 7, oportunidad donde le manifiesta que no se

encuentra enfermo, sino que la enferma en su esposa.- Por ello se lo intima

a retomar su trabajo en el término de 24hs., bajo apercibimiento de

considerarlo en abandono de puesto de trabajo. Finalmente ratifica sus

anteriores comunicaciones y pone en conocimiento que no le serán abonados

los haberes por los días que no prestó servicios injustamente. Finalmente,

y en lo que aquí importa, el 13 de enero la patronal remite CD informando

que, ante el incumplimiento de presentarse a la oficina a los fines de

impartirle directivas conforme intimación anterior, queda despedido por

abandono de puesto de trabajo. Ponen liquidación final a disposición, como

así también las certificaciones, y emplazan para que restituya los elementos

provistos por la empresa. El actor, a la vez, el 17 de enero rechaza el

despido, negando haber incurrido en incumplimiento alguno y sosteniendo que

la empresa está notificada de sus inconvenientes de salud, habiéndolo

obligado a tener que concurrir con testigos para hacerlo. Por ello se pone

en situación de despido indirecto. Hasta aquí, en esencia, lo acontecido.

Pues bien, estando a la prueba producida es un hecho que el accionante

debía presentarse a laboral el 29 de diciembre ya que la licencia sin goce

de haberes lo era hasta el día 28 de diciembre de conformidad a nota

acompañada por el actor de fs. 74, donde también se indica que debe

reintegrarse a sus tareas en aquella fecha. Así ello, si el actor no alega

ni acredita haberse presentado, ni tampoco justifica que estuviera


autorizado para ello, parece claro que la suspensión por cuatro día que se

le aplicara resulta justificada, como también lo es que se lo intimara a

retomar tareas bajo apercibimiento de considerarlo incurso en abandono de

trabajo. Luego, si tras esto y pese a las intimaciones solo invoca que no

se presenta por estar gozando de licencia sin goce de haberes por enfermedad

de su esposa y la testimonial recibida indica que, en el mejor de los casos,

sólo en una oportunidad fue autorizado a gozar de tal licencia, la extinción

del contrato producida por la patronal por abandono del puesto de trabajo

aparece ajustado a derecho. Es que, según Rodríguez, Frison, la primera vez

que lo acompaña en diciembre del año 2010 o primeros días de enero del año

2011, entrega un certificado y el señor que se lo recibe le dice que lo

autoriza al actor a faltar, pero que sería sin goce de sueldo. Luego la

testigo indica que vio el certificado y que el mismo era de la esposa del

Sr. Frison, manifestando además que cuando lo acompaño por segunda vez,

como a los cinco días, para presentar otro certificado, esta vez no le

reciben el certificado, porque el señor le dijo que no le correspondía

licencia la enferma es su señora y no él, entonces antes la negativa vuelven

a su casa. Es claro entonces que, para ese entonces, el actor no gozaba de

ninguna autorización para faltar pues aun cuando, según Rodríguez, no se

le manifestara al actor que debía volver a trabajar, lo relevante es que

se le indicó que no le correspondía la licencia que estaba pidiendo y,

además, vía postal se lo estaba intimando a reintegrase bajo apercibimiento

de despido. En ese contexto, la comunicación cursada por la patronal el 13


de enero informando que, ante el incumplimiento de presentarse a la oficina

a los fines de impartirle directivas conforme intimación anterior (de fecha

11 de enero), quedaba despedido por abandono de puesto de trabajo resulta

ajustada a derecho, pues no solo que se cumplieron todos los recaudos que

exige el art. 244, LCT para habilitar la misma, sino que, además, se

constata el no reintegro del trabajador (elemento objetivo) y que ello

careció de justificación legal. Es que la situación personal del trabajador,

aquejado por los problemas de salud de su esposa, no genera el derecho que

él pretende, al menos dentro de la LCT y el CCT aplicable, por lo que su

resistencia a cumplir con lo que su empleadora, en base a las facultades

legales que le son conferidas, le requería y todo basado en su sola voluntad

de prolongar la no prestación de tareas, lo dejan al margen de la tutela a

la que aspira. Lo trascendental para el caso -como he tenido oportunidad

de expresarlo en pronunciamiento anterior ("GUTIERREZ SUSANA MIRIAM C/

COLEGIO DE INGENIEROS CIVILES DE LA PROVINCIA DE CORDOBA –ORDINARIO-DESPIDO”

(EXPTE N°41189/37), sent. del 6 de febrero de 2009)- es que no existiendo

reconocimiento convencional de licencia sin goce de haberes o, en su caso,

habiéndose ya agotado ella como ocurría en el que nos ocupa, toda solicitud

para que se lo autorizara a no trabajar sin mediar causa legal que la

justificara (enfermedad del propio trabajador, examen, etc.) exorbitaba los

“derechos” conferidos al trabajador para introducirse de lleno a las

“facultades” del empleador, quien si quiera debía dar razonas para

denegarla.- Insisto en que no está prohibido que excedidas las licencias


legales o convencionales, o ante hechos no previstos, la patronal conceda

licencias con o sin goce de haberes, pero de ello –es decir de su no

prohibición– no puede seguirse la materialización de un “derecho” por parte

del trabajador.- Tan así es lo que sostengo que si la posibilidad de faltar

ante la enfermedad prolongada del cónyuge fuera un derecho de los

trabajadores –como parece afirmarlo la actora– no se entendería que

solicitara el “permiso”, como originariamente lo hizo, sino que lisa y

llanamente comunicaría que se los toma, conforme se lo hace, por ejemplo,

con una licencia anual pendiente de otorgamiento.- Luego entonces si la

Empleadora se los denegó y lo intimó a reintegrarse, ninguna duda podía

caberle al accionante que su solicitud no había tenido acogida, razón por

la cual su pretensión de que por haber presentado certificado médico

correspondiente a la esposa, entendía que podía ausentarse, carece de todo

fundamento, ello así en tanto ninguna norma de orden convencional o legal

obligaba a su empleador a reconsiderar su decisión.- En ese contexto,

reitero, el despido dispuesto por la patronal resulta legítimo. Sentado

ello paso ahora al tratamiento de las pretensiones. 2.- Los reclamos en

particular: a) Indemnización por antigüedad, sustitutiva de preaviso,

integración mes de despido y art. 2 ley 25.323: Como necesaria consecuencia

haberse declarado legítimo el despido dispuesto por la patronal corresponde

el rechazo de las pretensiones con sustento en los art. 232, 233 y 245, LCT

y art. 2 ley 25.323, lo que así dejo sentado. b) Días trabajados enero

2011: Como necesaria consecuencia de haberse determinado que las ausencias


del trabajador durante el mes de enero no estuvieron justificadas y que,

además, dos de ellas eran consecuencia de una suspensión disciplinaria que

se tuvo por legítima, el reclamo no puede ser de recibo y así lo dejo

sentado. c) SAC 2° sem 2010, prop. 1° sem.2011 y vacaciones no gozadas año

2010: En cuanto al SAC prop. 1° sem.2011 observo que, no habiendo generado

durante el mes de enero de dicho año el derecho al pago de remuneración,

tampoco entonces puede generar derecho al SAC. Si ello es así, el reclamo

no puede ser recibido por inexistencia de causa, lo que dejo sentado. En

cuanto al SAC 2° sem 2010 y vacaciones no gozadas año 2010 recuerdo que la

empleadora afirma haberlos abonado intentando acreditar tal extremo con los

recibos de fs. 25 ($. 729,85 neto) y fs. 23 ($. 2.016), respectivamente y

cuyos originales se reservan en secretaria. La actora, por su parte, indica

que le fue entregado un cheque de pago diferido por la suma de $. 2.016 que

no pudo cobrar por estar mal completado el monto en letras. Refiere luego

en su alegato que esto se puede constatar fácilmente con las impresiones

de pantalla del certificado y liquidación obrantes a fs. 39/42. Estando a

dicha documental observo que se trata de la certificación de servicios y

remuneraciones que aparecen suscriptas por el referido Frisón, pero de las

que nada surge con relación al supuesto cheque y su imposibilidad de cobro

por razones ajenas al trabajador. En ese escenario, y no surgiendo de la

restante prueba producida elemento alguno se sustente lo alegado por el

actor, debo necesariamente darle pleno valor convictivo a los recibos de

haberes acompañados por la demandada y que fueron reconocidos en oportunidad


de la audiencia fijada a tal fin, otorgando entonces fuerza cancelatoria a

los pagos y por los rubros que allí se indican y, por tanto, declarar

improcedente el reclamo que aquí se trata, lo que así dejo sentado. Conforme

queda resuelta esta cuestión resulta innecesario que me pronuncie respecto

a los restantes planteos efectuados por el actor en orden a la solidaridad

pretendida respecto de los codemandados y defensas articuladas por éstos

al respecto, por devenir abstractos. En consecuencia con lo expuesto

propicio el rechazo de la demanda, lo que así dejo establecido, todo con

costas a cargo de la actora por no encontrar razones que permita apartarme

del criterio de vencimiento objetivo (art. 28,CPL).- Los honorarios serán

regulados conforme a lo previsto en los arts. 27, 36, 39, 97 y 125 de la

ley 9459. A los fines de determinar la base regulatoria, las sumas

integrantes de la demanda deberán ser incrementadas con un interés

consistente en la tasa pasiva promedio nominal mensual que resulta de la

encuesta que realiza el Banco Central de la República Argentina,

incrementada en un dos por ciento mensual (2%), desde la fecha de

interposición de la demanda y hasta su efectivo pago todo conforme lo

dispuesto por la ley 23.928 y sus decretos reglamentarios 529/91 (art. 8)

y 941/91 (art. 10), los que se mantienen vigentes luego de la sanción de

la ley 25.561 y los fundamentos dados por esta Sala en los autos: "Allende

Emiliano H. c/ Transporte Automotores 20 de Junio S.R.L. Demanda" (sentencia

de fecha 11 de noviembre de 1991) y confirmado por el Tribunal Superior de

Justicia en autos: "Juárez Guillermo c/ Cor Acero S.A. y otro - Demanda -


Recurso de Casación" (Sentencia del T.S.J. N° 93 de fecha 15 de octubre de

1992) y "FARIAS C/ MUNICIPALIDAD DE CORDOBA - DEMANDA - Sentencia de fecha

2 de noviembre de 1994" a los que me remito brevitatis causae y que deberán

ser considerados como parte integrante de esta Sentencia, y a los fines de

mantener incólume su contenido habida cuenta de la situación financiera que

se vive en la actualidad y que evidencia un incremento en los índices

inflacionarios proyectados a partir del año 2.006, lo que lleva en

definitiva a adoptar los intereses establecidos en el caso “HERNANDEZ JUAN

CARLOS C/ MATRICERIA AUSTRAL S.A. - DEMANDA - REC. DE CASACION" (Sentencia

del T.S.J. 39 de fecha 25-6-2.002), pretendiendo con ello esta Sala que

integro ajustarse a la nueva realidad económica con el objeto de evitar que

el deudor obtenga un enriquecimiento indebido por no cumplir en tiempo con

su obligación y que el acreedor resulte perjudicado con la morosidad del

primero, teniendo además presente que las tasas bancarias son sólo tasas

de referencia.- Por lo demás la fijación de la tasa de interés no causa

estado y si las circunstancias varían de modo notable, podrán ser

modificadas, aún en etapas posteriores al dictado de la Sentencia, tal cual

se ha expresado en otros antecedentes, sin que ello afecte el derecho de

defensa de las partes, ni la cosa juzgada.- Las sumas definitivas de la

base regulatoria deberán ser determinadas en la etapa previa de ejecución

de la sentencia conforme arts. 812 y siguientes del C. de P.C. y art. 84

de la ley 7987. Hago presente que he valorado la totalidad de la prueba

rendida en la causa y si alguna no transcribo es por no considerarla


dirimente a los fines del decisorio.- Así voto.- - Por todo ello y

disposiciones legales citadas, el Tribunal RESUELVE: I) Rechazar la demanda

dirigida por Guillermo Víctor Frisón en contra de Asifac S.A. y Caminos de

las Sierras S.A.- II) Costas a cargo de la actora (art. 28 ley 7987).- III)

Diferir la regulación de honorarios de los Dres. Norma Gladys Ferreyra,

Andrés R. Ricaldone, Sergio Eduardo Luján, Claudia Nantes, Jorge Genaro

Marín y demás profesionales intervinientes para cuando exista base económica

firme, líquida y actualizada para ello y deberán ser practicados de

conformidad a lo previsto en los arts. 27, 36, 39 y 97 de la ley 9459.- IV)

Oportunamente cumpliméntese la ley 8404.- V) Protocolícese y hágase saber.-

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