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ENSAYO
Ya con esto definamos las competencia que deben tener el profesor universitario, en
líneas generales se debe tener competencias cognitivas, sociales comunicativas,
tecnológicas y personales, con estas el profesor podrá llevar en práctica situaciones
de aprendizaje pero a profundidad y a partir de esto dividimos estas competencias de
formas más específicas, estas podrían definirse como la planificación y planteamiento
de objetivos que añade el desarrollo de capacidades de aplicación y la transferencia
del saber, y la selección de contenidos en función a la relación teoría y práctica. Así
como la corrección mediante explicaciones, y determinar el tiempo de cada
conocimiento se pueda acoplar en los estudiantes. También se incorpora ejemplos o
demostraciones donde se aplica el razonamiento en situaciones de interacción reales
profesor- estudiantes donde entra directamente la teoría y la practicidad de la misma y
el conocimiento en función a las experiencias. Cabe destacar que la organización
didáctica pertenece a los recursos primordiales en la práctica de un profesor gracias a
la predominación y el efecto que tiene en los resultados del aprendizaje de los
estudiantes, además de ser la base y eje regidor del proceso educación o aprendizaje.
Desde las propiedades del nuevo concepto universitario y los puntos que envuelven a
las políticas educativas para ofrecer respuesta a las necesidades de desarrollo de los
alumnos en el presente mundo contemporáneo, es importante que en su dinamismo el
nuevo aprendiza impartido por un docente universitario que combine las prácticas
clásicas con métodos modernos, o por consecuencia tendríamos una educación de
contenidos basada en la improvisación aunada a una desorganización en su
ocupación. Su trascendencia se finca en el instante en que su ejecución instituye una
posibilidad y/o probabilidad de proponer situaciones desafiantes que generen
detonantes que movilicen los saberes en el estudiante a través de la vivencia y del
aprendizaje, es decir, que se puedan los aprendizajes esperados de cada contenido,
el desarrollo de las competencias y la obtención de los estándares curriculares.
En el presente siglo los paradigmas educativos en cuanto a la docencia, el
aprendizaje, la evaluación asertiva y la actuación de los profesores tuvieron un cambio
muy radical y es que el profesor ha pasado a jugar un papel menos activo referente a
su actuación frente al estudiante, más activo en la conducción, en el apoyo, en la
orientación, en la tutoría, dentro y fuera del aula. Ahora el profesor universitario
debería estar dotado de una secuencia de competencias pedagógicas que propicien el
aprendizaje universitario por medio de la implementación de distintas tácticas
metodológicas y didácticas propias del área del aprendizaje, facilitará el aprendizaje
universitario además con la utilización de las TIC. Es decir que el profesor debería
aprovechar los recursos técnicos, metodológicos, didácticos, administrativos que les
permitan gestionar su clase a partir del aula con éxito, así sea a distancia, presencial o
semipresencial, desarrollando competencias que se vayan adaptando a la evolución
de las sociedades. De manera general tenemos que decir sobre la importancia el
papel del profesor como un enseñante confiable de confianza, promotor de
aprendizaje y planificador del currículum y bastante precisamente de las ocupaciones
de trabajo libre que desarrollarán los estudiantes bajo su orientación y control lo que
favorecerá el desarrollo de la libertad cognoscitiva y su preparación para la vida. El
papel del profesor cambia una vez que los estudiantes son considerados sujetos
activos del proceso de enseñanza-aprendizaje. El profesor deja de ser el que lo sabe
todo y por consiguiente trasmite los conocimientos de una manera acabada para
transformarse en orientador y facilitador del aprendizaje de los estudiantes en el
camino hacia la comprensión de los conocimientos y su área de aplicación en el
ámbito profesional.