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FIDELIDAD E INFIDELIDAD, ¿CUESTIÓN DE AMOR O DE RAZÓN?

PRESENTADO POR: Daniela Agudelo López


GRADO: 11

La infidelidad parece ser un problema universal. Trasciende de la etnia,


educación, condición social o tipo de religión profesada. Desde las antiguas
civilizaciones hasta la sociedad actual, el engaño y el adulterio parecen ser
las raíces que se han colado en el manejo de las relaciones interpersonales.

Investigaciones realizadas sobre el caso, demuestran que más del 50% de la


población occidental es infiel, lo ha sido o lo será. La infidelidad es un fenómeno
que se encuentra intervenido por muchos factores, conflictivos en su mayoría,
tanto para la persona que comete el acto, como para el individuo al que lo afecta.

Los sujetos que sostienen vidas paralelas, pareja/amante, entran en una constante
lucha interior, entre lo que está correcto, lo que creen que quieren y lo que
aparentemente está mal. Usualmente, se apoyan en desearlo todo. En ser
incapaces de dejar a su amante o a su pareja, con anhelos en el fondo de mezclar
éstas personas para conseguir la unión perfecta.

Hay que partir de la definición de infidelidad para discutir sus causas y naturaleza.
Ser infiel es “romper traicioneramente un acuerdo afectivo/sexual preestablecido.” 1
Un pacto que trasciende del amor, pues de acuerdo a Schopenhauer “El amor
tiene por fundamento un instinto dirigido a la reproducción de la especie” 2. es
decir, que desde el punto de vista biológico, el amor está destinado únicamente a
la procreación y perpetuación de la especie.

Considerando que hay una cantidad apreciable de personas que mantienen sus
compromisos, cabe preguntarse ¿cómo hacen para mantenerse fieles? La
fidelidad no tiene ciencia alguna, pero existen dos clasificaciones principales: la
fidelidad bioquímica y la mental. La primera surge del enamoramiento, en el cual,
la relación se sella y nadie más tiene cabida, ya que la pareja ocupa todo el
espacio afectivo/sexual del sujeto; un organismo que no resiste dos
enamoramientos al tiempo.

Por el contrario, la fidelidad mental está sustentada en el razonamiento, la


voluntad, las convicciones y la capacidad de reflexionar. “En situaciones de alto
riesgo, los que practican esta “fidelidad mental/racional”, actúan antes de que el
enredo prospere”3. Este tipo de fidelidad no inquiere la ausencia de deseo, es un
producto de decisión propia, autocontrol, análisis de las ventajas y desventajas,
pero lo más importante; evitación a tiempo.
___________
1
Riso, W. (2003). La fidelidad es mucho más que amor. Bogotá, Colombia. Editorial planeta colombiana.
2
Schopenhauer, A. (2007). Metafísica del amor. Barcelona, España. Editorial Obelisco.
3
Riso, W. (2003). La fidelidad es mucho más que amor. Bogotá, Colombia. Editorial planeta colombiana.

Es frecuente pensar que la fidelidad es un requisito imprescindible para que las


relaciones afectivas puedan tener un desarrollo saludable y crear lazos de
confianza. Aunque en la práctica muchos se entregan con facilidad a sus deseos o
tentaciones. “La generalidad de los humanos sigue siendo fieles a la infidelidad” 4,
aun cuando nos arrepintamos o nos demos golpes de pecho luego.

Hay quienes dicen que somos monogámicos de vocación e infieles por naturaleza.
Existen muchos tipos de infidelidad, para algunos implica necesariamente haber
tenido un contacto sexual completo. Para otros, las relaciones sexuales no son un
requisito indispensable para considerar una conducta infiel, es suficiente con
besos, abrazos, caricias “o incluso, “amistades ocultas” así sean platónicas” 5.
También hay algunos extremos que pueden traspasar la intimidad del otro, pues
algunas personas creen que existe un « “adulterio mental”, donde se involucra lo
que uno piensa, lo que uno imagina y hasta lo que uno sueña »6

La infidelidad, a lo largo de la historia y aún hoy, ha sido vista como una actitud
genuina y común en el hombre, pero escandalosa y reprobada en la mujer.
Schopenhauer afirma que, “Ante todo, preciso es considerar que el hombre
propende por naturaleza a la inconstancia en el amor, y la mujer a la fidelidad. El
amor del hombre disminuye de una manera perceptible a partir del instante en que
ha obtenido satisfacción; parece que cualquier otra mujer tiene más atractivo que
la que posee; aspira al cambio. Por el contrario, el amor de la mujer crece a partir
de ese instante.”7 Puede inferirse que hay un utilitarismo y una cosificación del
sexo femenino, en el cual, el hombre corteja a la mujer hasta lograr lo que desea,
y cuando por fin lo obtiene, pierde el interés, ya que “el objeto” se infravalora;
mientras que para la mujer, no es sólo un momento de placer, sino una conexión
mucho más íntima con su pareja.

Cómo se mencionaba anteriormente, cuando los pactos se cumplen, hay fidelidad,


cuando no se cumplen, hay trampa. Un error muy grave que se suele cometer es
asumir que el otro piensa y actúa de la misma forma que nosotros, o de la manera
en que quisiéramos y no siempre es así. Por ello, la comunicación es clave para
efectuar los acuerdos establecidos con la pareja, haciendo explícitos los detalles y
excepciones de los mismos.

Hay algunos pactos y acuerdos diferentes a lo que tradicionalmente conocemos


como exclusividad. Está la poligamia, un tipo de unión en el que uno de sus
miembros está casado al mismo tiempo con más de un compañero, con la
distinción que dentro del harén no están casados entre sí. “Comprende tanto
la poliginia (un hombre casado con varias mujeres) como la poliandria (una mujer
casada con varios hombres). “8
_________
4 Riso, W. (2003). La fidelidad es mucho más que amor. Bogotá, Colombia. Editorial planeta colombiana.
5 Riso, W. (2003). La fidelidad es mucho más que amor. Bogotá, Colombia. Editorial planeta colombiana.
6 Riso, W. (2003). La fidelidad es mucho más que amor. Bogotá, Colombia. Editorial planeta colombiana.
7
Schopenhauer, A. (2007). Metafísica del amor. Barcelona, España. Editorial Obelisco
8
Disponible en: https://www.aboutespanol.com/que-es-la-poligamia-2601139

La infidelidad en el caso de la poligamia ocurre cuando se tiene relaciones con


alguna persona ajena al grupo. Hallamos también el poliamor, en el que una
pareja sostiene una relación abierta en la que se incluyen otras personas. Al
interior de esta unión hay una gran organización y honestidad, donde es esencial
que no haya secretos.

Cada relación, independientemente de su conformación “consciente o


inconscientemente, genera un conjunto de reglas y límites: los más estrictos son
“para siempre” y sin malos pensamientos, y los más laxos, promulgan un amor
libre de cuerpo y mente”9, cuando hay falencias en éste sistema, aparece la
infidelidad.

Hay determinadas explicaciones de ciertas causales de infidelidad. En algunas


ocasiones sobrevaloramos el amor y creemos que éste sentimiento nos protegerá
de tentaciones, pero la realidad es que no nos hace inmunes y por tanto, bajamos
la guardia. La búsqueda de la persona perfecta genera consecuencias negativas
que conllevan a saltar de una relación a otra creyendo en la posibilidad de
encontrar alguien mejor o que supere en algún punto a la pareja, y ser intolerantes
ante los defectos o errores de la persona que queremos. Esta insatisfacción
desembocará tarde que temprano en la infidelidad. Otra de las causas va de la
mano con la ley del talión. La venganza provoca que queramos hacer daño al otro
para que sufra de la misma forma en la que lo hicimos. Al final, resulta
contraproducente, pues la relación pierde el norte y se genera un vacío y una
frialdad casi irremediable.

Genéticamente hablando, hay personas que son infieles crónicas: no pueden vivir
sin engañar. Ya sea por el ejemplo visto mientras estaban creciendo, o porque en
su árbol familiar, la infidelidad es una conducta común transmitida de generación
en generación. Cuando sentimos que nos falta algo que nuestra pareja no puede
darnos, se desprende una sensación de poca gratificación que se trata de
equilibrar con una tercera persona. La baja autoestima y la necesidad de ser
amado o amada a cualquier precio, conlleva a colmar éste vacío emocional con
cuántos sujetos se crucen por el camino. Los amores inconclusos y la
vulnerabilidad disparada en ciertas edades pueden acarrear también hacia la
infidelidad.

Ahora bien, a pesar del negativismo que rodea la infidelidad, hay mucho por hacer
para evitarla y trascender de ella. El amor es la conjunción entre el deseo, la
amistad y el cuidado por el otro. “El amor de pareja, el terrenal, hay que trabajarlo
mucho para que prospere, nada está garantizado por el cosmos.” 10 Es ciertamente
la lucha por construir algo sólido, que pueda soportar golpes y tempestades.

La fidelidad es una decisión, un acto de voluntad que exige capacidad de


mantenerse alejado de lo que no queremos hacer, tener control de nuestros
impulsos y deseos. Poder capotear la atracción inconveniente; acercarse a la
hoguera y no meter la mano, para no hacer daño a nuestra pareja, a nosotros
mismos ni a un tercero.

El amor no basta para ser fiel. “La fidelidad no sólo se siente, también se piensa,
se “decide”. Es mejor confiar en uno mismo que en el amor” 11, las debilidades nos
predisponen a conductas de engaño, que pueden ser combatidas si se detectan a
tiempo y se afrontan los problemas que habitualmente se nos presentan en la
convivencia y relaciones interpersonales.

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9
Riso, W. (2003). La fidelidad es mucho más que amor. Bogotá, Colombia. Editorial planeta colombiana
10
Riso, W. (2003). La fidelidad es mucho más que amor. Bogotá, Colombia. Editorial planeta colombiana
11
Riso, W. (2003). La fidelidad es mucho más que amor. Bogotá, Colombia. Editorial planeta colombiana

BIBLIOGRAFÍA

Riso, W. (2003). La fidelidad es mucho más que amor. Bogotá, Colombia. Editorial
planeta colombiana.
Schopenhauer, A. (2007). Metafísica del amor. Barcelona, España. Editorial
Obelisco
https://lamadredelcordero.es/la-infidelidad-es-natural-en-el-hombre-e-
imperdonable-en-la-mujer/
https://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2016-02-08/pareja-poliamorosa-
blythe-pepino-tom-jacob-sexo-vaults_1148616/
https://www.aboutespanol.com/que-es-la-poligamia-2601139

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