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1. Amor – Desarrollo del ser como primera prioridad.

Amor tóxico – Obsesión con la relación.


2. Amor – Espacio para crecer, expandirse; deseo de que el otro crezca.
Amor tóxico – Seguridad, comodidad en la similitud; intensidad de la necesidad vista como una
prueba de amor (que puede ser realmente miedo, inseguridad, soledad)
3. Amor – Intereses separados; otros amigos; mantener otras relaciones significativas.
Amor tóxico – Involucrados totalmente; vida social limitada; negación de viejos amigos e
intereses.
4. Amor – Alentarse mutuamente a expandirse; seguridad en la valía propia.
Amor tóxico – Preocupación por el comportamiento del otro; miedo a que el otro cambie.
5. Amor – Confianza apropiada (por ejemplo confiar que la pareja se comporte de acuerdo a su
naturaleza fundamental).
Amor tóxico – Celos; posesión; miedo a la competencia; protege “su inventario”.
6. Amor – Compromiso, negociación o tomar turnos para ser líder. Resolución de problemas en
conjunto.
Amor tóxico – El poder juega por el control; reproches; manipulación pasiva o agresiva.
7. Amor – Abrazar mutuamente la individualidad del otro.
Amor tóxico – Tratar de cambiar al otro a nuestra imagen.
8. Amor – La relación se enfrenta con todos los aspectos de la realidad.
Amor tóxico – La relación está basada en una falsa ilusión y en la evasión de lo que no es
placentero.
9. Amor – Ambos se cuidan a sí mismos; el estado emocional no depende del otro.
Amor tóxico – Expectativa de que uno arregle o rescate al otro.
10. Amor – Desapego amoroso (preocupación sana por el otro, mientras lo dejas ir).
Amor tóxico – Fusión (estar obsesionado con los problemas y sentimientos del otro).
11. Amor – El sexo es una elección libre que crece desde el cuidado y la amistad.
Amor tóxico – Presión sobre el sexo debido a la inseguridad, miedo y la necesidad de
gratificación instantánea.
12. Amor – Habilidad para disfrutar en soledad.
Amor tóxico – Incapaz de soportar la separación; estar pegados.
13. Amor – Ciclo de comodidad y contento.
Amor tóxico – ciclo de dolor y desesperación.
El amor no debe ser doloroso. Hay dolor involucrado en cualquier relación, pero si es doloroso
la mayor parte del tiempo, entonces algo no está funcionando.
No hay nada malo con desear una relación, es natural y saludable. No hay nada malo con
querer una relación que dure para siempre – tener la expectativa de que dure para siempre es
lo que es disfuncional. Las expectativas nos colocan en el papel de la víctima – y provocan que
nos abandonemos a nosotros mismos en la búsqueda de nuestra meta.
Si podemos comenzar a ver las relaciones, no como metas, sino como oportunidades para
crecer, entonces podemos comenzar a tener relaciones más funcionales. Una relación que
termina no es un fracaso o un castigo, es una lección.
Mientras nuestra definición de una relación exitosa sea que dure por siempre – estamos
predestinados a fracasar. Siempre que creamos que debemos tener al otro en nuestra vida
para ser felices, somos realmente solo un adicto tratando de proteger nuestro inventario –
usando a otra persona como nuestra droga de conveniencia. Ese no es Verdadero Amor – Ni
es Amoroso.¿Cuántas veces nos hemos "creído" esto?????????mmmmm
“Mientras creamos que alguien más tiene el poder de hacernos felices, estaremos poniéndonos
a nosotros mismos como víctimas”.

Codependencia: La Danza de las Almas Heridas


Uno de los problemas más grandes con las relaciones en esta sociedad, es que el contexto con
el que las abordamos es demasiado pequeño.
Se nos enseñó que la meta es tener la relación.
Esto comienza en la niñez temprana con los Cuentos de Hadas sobre el Príncipe y la Princesa
que vivieron felices para siempre. Continúa en películas y libros en donde “el chico encuentra a
la chica” “el chico pierde a la chica” “el chico recupera a la chica”, la música se hace más fuerte
y la feliz pareja parte en el atardecer. Las canciones que dicen “no puedo sonreír sin ti” “no
puedo vivir sin ti” “Tú eres mi todo”, describen el tipo de amor que hemos aprendido conforme
crecimos, amor tóxico, una adicción con la otra persona, como nuestra droga por conveniencia,
como nuestro Poder Superior.
En el momento en que consideramos a otro ser humano como nuestro Poder Superior, vamos
a enfrentar la experiencia de fracaso en lo que sea que estemos tratando de lograr.
Terminaremos sintiéndonos victimizados por la otra persona, o por nosotros mismos, y aún
cuando nos sintamos victimizados por la otra persona, nos reprocharemos por las elecciones
que hicimos.
Estamos programados para fracasar en la satisfacción de nuestras necesidades en las
Relaciones Románticas, debido al sistema de creencias que se nos enseñó en la niñez y los
mensajes que obtuvimos de nuestra sociedad al ir creciendo.
No existe una meta que alcanzar que nos lleve a “vivir felices para siempre”. No estamos
incompletos hasta que encontramos a nuestra pareja del alma. No somos mitades que no
puedan completarse sin una relación.
El amor verdadero no es una obsesión dolorosa.
No es tomar un rehén o ser un rehén.
No es algo que consume totalmente, que aísla, o constriñe.
Creer que no podemos estar completos o ser felices sin una relación, no es sano, y nos
conduce a aceptar la privación y el abuso, y nos engancha en la manipulación, la
deshonestidad y las luchas de poder.

El abuso emocional es una mutilación devastadora y debilitante del


corazón y del alma. La herida más profunda y duradera de cualquier
abuso es la herida emocional.

Abuso Emocional

Escribí las líneas anteriores como una frase descriptiva del abuso
emocional, para un buscador en el que me di cuenta que podía
obtener fácilmente el primer rango de entradas para la palabra clave
abuso emocional. Después de obtener el primer lugar y comenzar a
recibir muchas entradas por esta palabra clave, me di cuenta de que, aunque menciono el
abuso emocional en todo mi libro y mi sitio, nunca he escrito nada específicamente sobre el
abuso emocional. Estoy escribiendo esta página para abordar más específicamente este
concepto.

Voy a utilizar citas en este artículo de diferentes páginas y de mi libro, para explicar mis
creencias sobre el abuso emocional, comenzando con una que proviene de las páginas de
preguntas y respuestas de mi sitio original.

"Aunque solo fui abusado emocionalmente, mi padre fue abusado físicamente. No existe tal
cosa como ser abusado solo emocionalmente, he escuchado muchas historias horribles sobre
abuso físico y el aspecto más nocivo del abuso físico es el abuso emocional que causa, cuando
decimos "Solo fui abusado emocionalmente" es la enfermedad minimizando el trauma que
experimentamos. El abuso emocional está debajo de todos los otros tipos de abuso, el aspecto
más nocivo del abuso físico, sexual, mental, etc., es el trauma en nuestros corazones y almas
por haber sido traicionados por las personas que amábamos y en quien confiábamos. Los otros
tipos de abuso pueden agregar más niveles a la curación necesaria, pero lo principal es el
abuso emocional y su efecto en nuestra habilidad para Amarnos y confiar en nosotros mismos.
De hecho, ser abusado solo emocionalmente, puede hacer más difícil muchas veces ponernos
en contacto con nuestros problemas, porque no siempre es tan llamativo u obvio. Parte fue muy
sutil, algunos de nosotros fuimos abusados y avergonzados por la forma como nos miraron o
dijeron nuestro nombre o no nos vieron y escucharon en bases diarias."

Las emociones son una parte vital de nuestros seres. No podemos ser completos y sanos sin
tener una relación emocionalmente honesta con nuestro ser. No podemos saber quienes
somos Verdaderamente, si nuestra relación con nuestro propio proceso emocional está torcida,
distorsionada y reprimida. El cuerpo, la mente y el espíritu son tres partes de una ecuación de
cuatro componentes. Las emociones son la clave para sanar nuestros corazones rotos y almas
heridas. Nuestras reacciones emocionales son mensajes de nuestro ser a nuestra conciencia.
"Las emociones son energía que se manifiesta en nuestros cuerpos. Se encuentran detrás del
cuello. No son pensamientos (aunque las actitudes establecen nuestras reacciones
emocionales.) Con el fin de sanar emocionalmente es vital poner atención en el lugar en donde
la energía se manifiesta en nuestros cuerpos. ¿En dónde está la tensión, la rigidez? ¿Podría
ser que esa "indigestión" sea en realidad una acumulación de sentimientos? ¿Me estarán
diciendo algo esas "mariposas" en el estómago?

La civilización occidental durante muchos años ha estado totalmente desequilibrada hacia la


forma de pensar del cerebro izquierdo, concreto, racional, lo que ves es todo lo que hay (esto
surgió en reacción a tiempos anteriores en que el desequilibrio estuvo hacia el otro lado, hacia
la superstición y la ignorancia.)

Debido a que la energía emocional no puede ser vista, medida ni pesada ("los rayos x
muestran que tienes 5 kilos de dolor allí") las emociones fueron descontadas y devaluadas.
Esto ha comenzando a cambiar de alguna forma en los años recientes, pero la mayoría de
nosotros crecimos en una sociedad que nos enseñó que ser muy emocionales era algo malo
que debíamos evitar. (Ciertas culturas, o subculturas, le otorgan más permiso a las emociones,
pero por lo general están fuera de equilibrio hacia el otro extremo o permiten que las
emociones rijan, la meta es el equilibrio entre lo mental y lo emocional, entre lo intuitivo y lo
racional.)

Nuestras emociones nos dicen quienes somos, nuestra alma se comunica con nosotros a
través de vibraciones de energía. La Verdad es una comunicación energética emocional desde
nuestra Alma en el Plano Espiritual hacia nuestro ser, espíritu o alma en el plano físico, es algo
que sentimos en nuestro corazón, nuestras entrañas, algo que resuena con nosotros.

Nuestro problema ha sido que debido a las heridas no sanadas de nuestra niñez, ha sido muy
difícil encontrar la diferencia entre una Verdad emocional intuitiva y la verdad emocional que
proviene de las heridas de nuestra niñez. Cuando nos aprietan algún botón y reaccionamos en
base al niño inseguro y asustado que está dentro (o el niño enojado y rabioso, o el niño sin
poder e indefenso, etc.) entonces estamos reaccionando en base a la verdad emocional que
teníamos a la edad de 5, 9 o 14 años, no hacia lo que está sucediendo ahora. Debido a que
hemos estado haciendo eso toda nuestra vida, hemos aprendido a no confiar en nuestras
reacciones emocionales (y obtuvimos el mensaje de no confiar en ellas en una variedad de
formas cuando éramos niños.) Sentir los sentimientos.

Yo creo que la codependencia (la dependencia externa o hacia fuera) ha sido la condición
humana en las sociedades civilizadas durante miles de años. Ser un humano en el Planeta
Tierra ha sido una condición emocionalmente abusiva durante mucho tiempo.

Vivimos en sociedades que solo hace poco tiempo dejaron la creencia de que los niños y las
mujeres eran propiedades. Y no estamos muy lejos de sociedades consideradas "sociedades
civilizadas" que no veían nada malo en la esclavitud y el genocidio.

Los seres humanos han sido abusados en todas las formas, incluyendo emocionalmente, por
los sistemas de creencias de las civilizaciones Patriarcales, Espiritualmente hostiles (hostiles
en la idea de que todos estamos conectados y tenemos igual valor Divino), emocionalmente
deshonestas, durante muchas generaciones.

"En esta sociedad, en un sentido general, al hombre se le ha enseñado tradicionalmente a ser


primeramente agresivo, el síndrome de "John Wayne", mientras que a la mujer se le ha
enseñado a ser auto-sacrificada y pasiva. Pero esa es una generalización; es completamente
posible que alguien provenga de un hogar en donde su madre era Jonh Wayne y su padre
fuera el mártir auto-sacrificado.

El punto que quiero hacer es que nuestra comprensión de la Codependencia ha evolucionado


hasta darnos cuenta que no solo tiene que ver con algunas familias disfuncionales, nuestros
mismos modelos, o prototipos, son disfuncionales. Nuestros conceptos culturales tradicionales
de lo que es un hombre o una mujer están torcidos, distorsionados, son estereotipos casi
cómicos de lo que realmente son."

Nuestros padres fueron emocionalmente abusados en su niñez, porque sus padres fueron
emocionalmente abusados en la niñez. Nuestros padres fueron nuestros modelos, quienes nos
enseñaron cómo relacionarnos con nosotros mismos y nuestras emociones. Aprendimos a
relacionarnos con nosotros como seres emocionales, desde los modelos de los adultos con los
que estuvimos en contacto y los mensajes que obtuvimos por la forma como nos trataron, así
como los mensajes que obtuvimos de fuentes culturales, desde los cuentos de hadas hasta la
religión.

"La danza que aprendimos cuando niños, la represión y la distorsión de nuestro proceso
emocional, en reacción a las actitudes y los patrones de comportamiento que adoptamos para
sobrevivir en un ambiente emocionalmente represivo y Espiritualmente hostil, es la danza que
seguimos bailando como adultos. Somos impulsados por energía emocional reprimida. Vivimos
la vida en reacción a las heridas emocionales de la niñez. Seguimos intentando obtener la
atención y el afecto sanos, el amor y el cuidado sanos, la validación exaltadora del ser, el
respeto y la afirmación que no obtuvimos como niños. Esta danza disfuncional es la
Codependencia. Es el Síndrome del Niño Adulto. Es el son que los humanos han estado
bailando durante miles de años. Ciclos Viciosos auto-perpetrados de comportamiento auto-
destructivo."

El abuso emocional más destructivo es el que aprendemos a inflingir en nosotros mismos.


Formamos nuestra relación central en la temprana infancia y desde entonces nos hemos
estado juzgando y avergonzando. Lo más destructivo sobre el abuso emocional que sufrimos
porque nuestros padres estaban heridos, fue que incorporamos los mensajes que obtuvimos de
su comportamiento dentro de nuestra relación con nuestro ser. Abusamos emocionalmente de
nosotros en bases diarias. Si tuviéramos una auto-estima sana no le permitiríamos a nadie que
abusara de nosotros emocionalmente, incluyéndonos a nosotros.

"Cuando teníamos 3 o 4 años no podíamos ver alrededor y decir, "Está bien, mi papá está
borracho y mi mamá está muy deprimida y asustada, es por eso que se siente tan mal todo
esto. Creo que voy a conseguirme mi propio departamento."

Nuestros padres eran nuestro poder superior. No éramos capaces de comprender que podían
tener problemas que no tenían nada que ver con nosotros. Por lo que llegamos a sentir que era
nuestra culpa.

Nosotros formamos nuestras relaciones con nosotros mismos y la vida en la temprana infancia.
Aprendimos sobre el amor de personas que no eran capaces de amar sanamente, debido a sus
heridas de la niñez. Nuestra relación más temprana y medular con nuestro ser se formó con el
sentimiento de que algo estaba mal y tenía que ser yo. En el centro de nuestro ser hay un
niño/a pequeño/a que cree que no es digno/a ni merecedor/a de amor. Ese fue el fundamento
en el que construimos nuestro concepto del "ser". La historia ha sido, y sigue siendo, hecha por
individuos inmaduros, asustados, enojados y heridos que estaban y siguen reaccionando a sus
heridas infantiles y programaciones, reaccionando ante el niño pequeño interior que se siente
indigno y no merecedor del amor."

No solo fuimos entrenados para ser emocionalmente deshonestos y abusivos con nosotros
mismos, aprendimos conceptos que nos programaron para más abuso emocional. Uno de los
más dañinos de esos conceptos, fue lo que se nos enseñó como amor en la niñez. "No
recuerdo como es que surgió esta intuición particular sobre la que escribo ahora, la pude haber
escuchado, leído o igual solo ocurrió el pensamiento (lo que significaría, para mi, que fue un
mensaje de mi Ser Superior o Poder Superior, por supuesto cualquiera de estos métodos sería
un mensaje de mi Ser Superior o Poder Superior.) Como sea, esta intuición me golpeó con
gran fuerza. Como toda buena intuición, fue asombrosamente simple y obvia. Me movió todo el
piso y el paradigma con su impacto. La intuición fue:
Si alguien te ama, se debe sentir como que te ama. ¡Que concepto! Obvio, lógico, racional,
elemental, como 'duh' claro que así debería ser. Nunca había experimentado sentirme amado
consistentemente en mis relaciones más cercanas. Ya que mis padres no sabían como Amarse
a sí mismos, su comportamiento hacia mi provocó que experimentara el amor como crítico,
vergonzante, manipulador, controlador y abusivo. Debido a que esta fue mi experiencia del
amor cuando niño, ese fue el único tipo de relación con la que me sentía cómodo como adulto.
Fue también, y es muy importante, la relación que tenía conmigo mismo.

Con el fin de comenzar a cambiar mi relación con mi ser, para que pudiera empezar a cambiar
el tipo de relaciones que tenía con otras personas, tuve que enfocarme en intentar aprender la
Verdadera naturaleza del Amor.

Esto, según creo, es la Gran Búsqueda en la estamos todos. Cualquier persona en


recuperación, en un camino Espiritual de curación, finalmente está intentando encontrar su
camino a casa hacia el AMOR. El AMOR es el Poder Superior, la Verdadera naturaleza de la
Fuerza de Dios, la Energía de la Diosa, el Gran Espíritu. El AMOR es el material con el que
todos estamos tejidos. El AMOR es la respuesta.

Y con el fin de comenzar a encontrar mi camino a casa hacia el AMOR, tuve primero que
empezar a despertar para ver lo que no es el Amor. Aquí hay algunas cosas que he aprendido
y según creo, no son parte de la Verdadera naturaleza del Amor.

El Amor no es:

Crítico, vergonzante, abusivo, controlador, manipulador, rebajador, humillante, separador,


reducidor, empequeñecedor, despreciativo, negativo, traumático y doloroso la mayoría del
tiempo.

El amor tampoco es una adicción. No es tomar a alguien como rehén o que alguien te haga
rehén. El tipo de amor romántico que aprendí conforme crecí es un amor tóxico. El "no puedo
sonreír sin ti", "No puedo vivir sin ti." "Tu eres mi todo" "No estás completo hasta que no
encuentras a tu príncipe/princesa" esos mensajes que aprendí en relación al amor romántico
en la infancia, no son descripciones del Amor, son descripciones de la droga, de alguien que es
un poder superior o un falso dios.

Adicionalmente, el Amor no es ser un tapete. El amor no acarrea sacrificar tu ser en el altar del
martirio, porque nadie puede elegir conscientemente sacrificar al ser si nunca tuvo
Verdaderamente un ser que sentía que era digno de ser amado y merecedor. Si no sabemos
como amarnos a nosotros mismos, cómo mostrar respeto y honor por nuestro ser, entonces no
tenemos ningún ser que sacrificar. Estamos intentando sacrificarnos con el fin de probarnos
que somos dignos del amor y merecedores, eso no es dar desde el corazón, eso es
codependientemente manipulador, controlador y deshonesto.

El Amor incondicional no es ser un tapete auto-sacrificado, el Amor Incondicional comienza


amando al ser lo suficiente, como para protegerlo de las personas que Amamos si es
necesario. Hasta que no comenzamos a Amar, honrar y respetar nuestro ser, no estamos
dando Verdaderamente, estamos intentando obtener dignidad a través de otros, siendo
sumisos en nuestro comportamiento hacia ellos"

Cualquier tipo de abuso físico, verbal, mental o sexual también es emocionalmente abusivo.
Cualquier actitud o comportamiento que conlleve un mensaje de que el otro es menos que un
ser que merece ser tratado con respeto y dignidad, incluyendo convertirlo en objeto o confinarlo
a un estereotipo, es emocionalmente abusivo.

Las formas abiertas de abuso son mucho más fáciles de identificar que las formas más
encubiertas. Es relativamente fácil para la mayoría de las personas ver que la furia y los gritos
son emocionalmente abusivos. Los insultos y humillaciones verbales son emocionalmente
abusivos. Puede ser difícil identificar algunas de las formas más pasivo-agresivas como algo
igual de hiriente, como abusivas y dañinas.

"El comportamiento pasivo-agresivo es la expresión indirecta de la rabia. Esto sucede porque


obtuvimos el mensaje en la infancia de una u otra forma, de que no era CORRECTO expresar
ira. Debido a que la ira es energía que no puede ser completamente reprimida, se expresa en
formas indirectas. Esto produce, de una forma u otra, abierta o sutilmente, el grito de batalla de
la Codependencia "Ya les mostraré - Ya verán". Como niño, estaba muy enojado con mi madre
por no protegerse a sí misma o a mí de mi padre, pero no era correcto estar enojado con mi
madre, entonces fui pasivo-agresivo en varias formas. Una fue no mostrando ningún
sentimiento. Para cuando tenía 7 u 8 años, tenía una respuesta pasivo-agresiva a sus intentos
de acercarse a mí, no la dejaba que me tocara, no mostraba felicidad si algo bueno sucedía, o
dolor si pasaba algo malo. Solo decía, "esta bien" sin importar que no fuera así. También "le
mostré" a ella y a mi padre no sacando el tipo de calificaciones de las que era capaz en la
escuela. He gastado mucho mi vida saboteándome para vengarme de ellos.

El comportamiento pasivo-agresivo puede tomar la forma de sarcasmo, desidia, impuntualidad


crónica, ser el aguafiestas, quejarse constantemente, ser negativo, ofrecer opiniones y
consejos que nadie ha solicitado, ser el mártir, el lanza flechas ("qué le has hecho a tu cabello",
"subiste de peso ¿no?"), etc. Si no sabemos como establecer límites o hacemos lo que sea por
evitar el conflicto, entonces por lo general aceptaremos hacer cosas que no queremos hacer, y
como resultado no seremos felices haciéndolas y se la regresaremos a la otra persona de
alguna forma, porque estamos enojados por "forzarnos" a hacer algo que no queríamos. Un
escenario clásico de codependencia es cuando te preguntan en donde quieres comer y dices
"no me importa, en donde quieras" y después te enojas porque te llevan a un lugar que no te
gusta. Pensamos que deben ser capaces de leer nuestra mente y saber que no queremos
hacer cualquier cosa. Típicamente, en las relaciones, uno de los dos le pedirá al otro que
hagan algo y la persona que no puede decir "no quiero hacer eso" aceptará hacerlo y después
no lo hace. Esto dará como resultado regaños y riñas que ocasionarán más ira y
comportamiento pasivo-agresivo.

La forma para dejar de ser pasivo-agresivo, es comenzar a ser honesto (primero que nada con
nosotros mismos), estableciendo límites (entre más entremos en contacto con nuestro niño
interior, podremos establecer límites ante los agresivos que nos están provocando el
comportamiento pasivo-agresivo), diciendo que no cuando no queremos hacer algo. Es más
fácil decirlo que hacerlo. En un nivel, lo que estamos haciendo es recrear nuestras dinámicas
de la niñez de ser criticados por nuestros padres. Nosotros tenemos relaciones románticas,
amistosas y de trabajo, en donde seremos criticados y nos darán el mensaje de que somos
malos o estamos equivocados, porque en nuestro centro nos sentimos indignos y no
merecedores del amor. Debido a que no nos Amamos, necesitamos manifestar a personas
fuera de nosotros que se conviertan en nuestro padre criticador, entonces podemos sentirnos
ofendidos, sentirnos víctimas y ser pasivo-agresivos. Ellos son de hecho solo un reflejo de la
forma como nos tratamos a nosotros internamente. Entre más aprendamos a defendernos
internamente de la voz del padre criticador, más nos daremos cuenta de que no queremos
personas críticas en nuestras vidas."

Si en nuestra niñez tuvimos un padre que nos criticó y avergonzó, esa fue una mutilación
abusiva de nuestra estima. Si el otro padre no nos protegió del abuso verbal (o físico o el que
sea), entonces también fue emocionalmente abusivo para nosotros a través de su modelo, y
también lo fue que abrogara en su responsabilidad como padre o madre. Como un niño
pequeño lo único "normal" que conocemos es lo que estamos experimentando. Crecer en un
ambiente emocional abusivo nos programa para sentirnos atraídos hacia personas y
situaciones emocionalmente abusivas en la vida adulta.
El abuso emocional es una mutilación devastadora y debilitante del corazón y del alma. Los
moretones en el cuerpo desaparecen, los moretones del corazón y de la mente permanecen,
hasta que comenzamos a enfocar en ellos la Luz de la curación. El abuso emocional es atroz
para la auto-estima y nos programa para quedarnos atrapados en los círculos viciosos auto-
perpetrados de vergüenza, sufrimiento y auto-abuso que impulsan las dinámicas de la danza
disfuncional que es la codependencia.

Es vital que comencemos a aprender cómo protegernos a nosotros mismos. Es vital que
empecemos a darnos cuenta que el abuso emocional no es aceptable, que merecemos ser
tratados con respeto y dignidad. Con el fin de hacerlo, necesitamos comenzar a aprender a
tratarnos a nosotros mismos en formas más amables y bondadosas, necesitamos aprender
cómo ser Amorosos con nosotros mismos.

Darnos cuenta de que hemos sido emocionalmente abusados, es el inicio de un proceso de


recuperación que involucra crecimiento, cambio y curación en nuestra relación con nuestro ser.
Existen miríadas de facetas diferentes y niveles que están involucrados en nuestras relaciones
internas, con nuestras propias emociones, cuerpos, mentes, géneros, sexualidad, etc. Con la
intención de dar Luz sobre lo que hay que hacer para volvernos conscientes del abuso
emocional, he escrito una nueva página, la primera de una serie de artículos sobre Honestidad
Emocional y Responsabilidad Emocional.

Robert Burney, el autor de "Codependence: The Dance of Wounded Souls" ("Codependiencia,


la Danza de las Almas Heridas") es un maestro Espiritual, consejero de Codependencia y
terapeuta de aflicción. El ha desarrollado un enfoque innovador y poderoso del aspecto
emocional y la curación del niño interior, que lo ayudó a integrar el conocimiento intelectual y la
Verdad Espiritual dentro de su relación emocional con la vida, en una forma que le permitió
cambiar su experiencia de vida de un infierno de sufrimiento emocional, hacia una aventura que
es emocionante y gozosa la mayor parte del tiempo

*** Convención de los heridos de Amor - ***


 

Disposiciones generales:

A – Considerando que el dicho de que “en el amor y en la guerra todo


vale” es completamente verdadero,

B – Considerando que en lo relativo a la guerra contamos con la


Convención de Ginebra, adoptada el 22 de agosto de 1864, que determina
cómo debe tratarse a los heridos en el campo de batalla, mientras que
hasta hoy no se ha promulgado ningún documento que regule la situación
de los heridos de amor, muy superiores en número,

Se decreta que:

Art. 1 – todos los amantes, independientemente de cuál sea su sexo,


quedan advertidos de que el amor, además de ser una bendición, también
es algo extremadamente peligroso, imprevisible, que puede acarrear
serios daños.

Por lo tanto, quien tenga la intención de amar, debe ser consciente de que
está exponiendo su cuerpo y su alma a heridas de muy diferentes tipos,
sin poder culpar por ello a su pareja en ningún momento, puesto que
ambos corren el mismo riesgo.

Art. 2 – Una vez alcanzado por una flecha del arco ciego de Cupido, debe
solicitarse inmediatamente al arquero que dispare la misma flecha en la
dirección opuesta, con el objeto de no sufrir la herida conocida como
“amor no correspondido”.

En el caso de que Cupido se niegue a hacerlo, la Convención que en estos


momentos se promulga exige del herido que de manera inmediata se
arranque la flecha del corazón y la tire a la basura.

Para llevar esto a buen puerto, debe evitar llamadas telefónicas, mensajes
de correo electrónico, envíos de flores (siempre rechazadas), o cualquier
otra forma de seducción, pues semejantes medios, si bien pueden dar
algún resultado positivo a corto plazo, no resisten el paso del tiempo.

La Convención decreta asimismo que el herido debe buscar sin falta la


compañía de otras personas, así como debe imponerse al pensamiento
obsesivo que le dice “vale la pena luchar por esta persona”.

Art. 3 – En el caso de que la herida provenga de un tercero, es decir, que


el ser amado se sienta atraído por alguien que no estaba a priori en el
guión, queda expresamente prohibida la venganza.

En este caso, se permite el uso de lágrimas hasta que los ojos se sequen,
así como algunos puñetazos en la pared o en la almohada, o reuniones con
amigos donde poder insultar a gusto al antiguo(a) compañero(a),
incidiendo en su perfecta falta de gusto, pero sin llegar a difamar su
honra.

La Convención determina que también se aplique en este caso la regla del


Art. 2 que mueve a buscar la compañía de otras amistades, sólo que
evitando en la medida de lo posible los lugares que la otra persona
frecuenta.

Art. 4 – En lesiones leves, clasificadas aquí como pequeñas traiciones,


pasiones fulminantes que no duran mucho, o desinterés sexual pasajero,
debe aplicarse con generosidad y rapidez el medicamento llamado
Perdón.

Una vez aplicada tal medicina, no se debe volver atrás bajo ninguna
circunstancia, y el asunto debe ser definitivamente olvidado, no
utilizándolo jamás como argumento en una discusión o en momento de
odio.

Art. 5 – En todas las heridas definitivas, también conocidas como


“rupturas”, el único medicamento que tiene algún efecto se llama
Tiempo.

De nada sirve buscar consuelo en cartomantes (que siempre prometen el


regreso del amor perdido), leer libros románticos (que siempre acaban
bien), engancharse a una telenovela o cosas por el estilo.

Se debe sufrir con intensidad, evitando radicalmente las drogas, los


calmantes o las oraciones a los santos. En cuanto al alcohol, sólo serán
permitidos dos vasos de vino diarios.

Consideraciones finales: los heridos por el amor, al contrario de los


heridos en conflictos armados, no son víctimas ni verdugos. Optaron por
algo que forma parte de la vida, y deben asumir, por consiguiente, la
agonía y el éxtasis de su elección.

Y los que jamás fueron heridos por el amor, nunca podrán decir: “he
vivido”. Porque no vivieron

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