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Índice:
Portada
Introducción
Contenido
Conclusiones
Introducción
Las raíces indígenas del pueblo Hondureño han logrado sobrevivir al mestizaje y el
folklore.
La etnia no constituye una unidad estática, por lo que sus características pueden variar
a lo largo del tiempo. El incremento de la población puede generar su desplazamiento,
separación o transformación, al sufrir el contacto con otros grupos étnicos.
Contenido
Antecedentes Históricos
Los pueblos indígenas son muy importantes, ya que cada uno de ellos nos aportan
tradiciones, riqueza cultural y lenguas únicas como país. Según la Organización de las
Naciones Unidas (ONU), la población indígena mundial se compone de más de 370
millones de personas, con más de 5,000 grupos étnicos, en 90 países, los cuales son
parte fundamental de nuestros orígenes e historia.
Asimismo, cada grupo etnico ha sido de gran aporte para el progreso de Honduras por
su experiencia en la gestión de ecosistemas, donde no solo aportan a la diversidad
biológica sino al patrimonio cultural y la seguridad alimentaria.
Son pueblos que comparten afinidades culturales, tienen sus propias historias,
costumbres, religiones, tecnologías, lenguajes, artes y folklore.
Son pueblos étnicos con conocimientos tradicionales muy importantes para la ciencia,
la tecnología y la actividad económica, y los conocimientos son de gran valor actual y
futuro para el desarrollo sostenible de nuestras comunidades.
Son el fruto del estrecho contacto de los pueblos con la naturaleza, de su necesidad de
dominarla y de buscar soluciones a sus problemas en ella, y de la rica biodiversidad la
que se dispone.
1. Lencas
El Lenca constituye el pueblo originario más numeroso de Honduras y actualmente se
distribuye en los departamentos de Lempira, Intibucá y la Paz en Honduras y en los
departamentos de Usulután, San Miguel, Morazán y La Unión de El Salvador.
El tamaño de la población lenca varía considerablemente dependiendo de la fuente y
criterios que consideremos. Atendiendo al XVII Censo de Población y VI de Vivienda
2013, el último realizado hasta la fecha por el país que posee datos étnicos de
Honduras se autoidentifican como lencas 453.672 personas, aunque si atendemos a
criterios puramente de tradición cultural -es decir comunidades que conservan y
elaboran una tradición- ronda los 100.000 miembros (Rivas, 2000). A ellos que habría
que sumar unos 37.000 en El Salvador.
En el año 1537, también son los lencas los protagonistas del levantamiento más célebre
de resistencia a la conquista de Centroamérica a través del jefe guerrero del grupo
Cerquín, Lempira. Lempira logró una alianza con todo el pueblo lenca, es decir, cares,
potones, cerquines y lencas para luchar contra los conquistadores españoles.
Catolicismo
La mayoría de los lencas profesan la religión católica. En Intibucá son devotos del
Cristo Negro, con el cual durante el tiempo de colonización se sintieron identificados
debido al color de piel. Algunas costumbres ancestrales de los lencas como El
Guancasco y La Compostura, sufrieron modificaciones para que se pudieran seguir
practicando aún con las nuevas creencias religiosas.
LA VESTIMENTA original de los lencas era de tela de manta, fue luego que adoptaron
su forma tradicional de vestir. Utilizan en su vestimenta tradicional colores vibrantes y
energéticos. Los colores son un rasgo destacado de esta cultura; la definen y la
caracterizan.
Uno de los hogares de los lencas es Intibucá. Sus verdes paisajes son el escenario en
que esta etnia se desenvuelve en su diario vivir. Es muy común ver este tipo de
viviendas en las comunidades lencas, en las cuales, el principal material de
construcción es el bahareque y el barro. El bahareque se usa entretejido como
estructura de las paredes y luego se recubre con barro. Tradicionalmente el techo era
de zacate. En una estructura bastante sencilla por dentro, estas casas son como un
salón, no tienen subdivisiones y por ello se agrupan los enseres en cada esquina.
Producción artesanal de calidad que los lencas elaboran y ofertan. En las fotografías:
artesanías de pino, artesanía de barro blanco y tejidos lencas.
TRADICIONES
El Guancasco. Esta es una danza practicada ancestralmente por los lencas para
celebrar el encuentro entre dos pueblos y fortalecer así los lazos de amistad. Los lencas
lo practican desde antes de la colonización española por lo que cada elemento usado
en su celebración era auténtico de la cultura, luego, con la religión se vio modificada.
LA CULTURA LENCA está tejida por manos de mujer. Las mujeres cumplen varios
roles fundamentales para el funcionamiento de esta cultura, tanto en su familia como en
su comunidad:
Son ellas quienes son generadoras de vida.
Son ellas líderes de hogar.
Son ellas líderes comunitarias.
Son ellas las proveedoras y sustentadoras de múltiples necesidades.
2. TOLUPANES
Tolupanes, una etnia en vía de extinción. Morazán, donde se ubica la capital de
Honduras y en el Municipio de Orica, en una de sus montañas denominada La Flor, se
encuentra esta milenaria etnia que procede de enclaves sureños del Tronco Hokán-
Xioux procedentes de de los pueblos indígenas que vivían al sudoeste de los Estados
Unidos y al Norte de México. Se supone que llegaron a territorio hondureño en sus
actividades nómadas por buscar alimentos. Hoy en día, algunos de ellos conservan su
lengua, denominada Tol, además siguen vigentes sus formas de gobierno internos,
dirigidos por caciques. Llegaron de Norte América a finales de la época prehispánica,
se ubicaron en varias zonas de Honduras, juntos no suman más de 20 mil personas,
viven en hacinamiento, en medio de montañas donde la tierra no les pertenece y en
lugares donde las autoridades les mantienen en un olvido, pareciera planificado.
Se supone que llegaron a territorio hondureño en sus actividades nómadas por buscar
alimentos. Hoy en día, algunos de ellos conservan su lengua, denominada Tol, además
siguen vigentes sus formas de gobierno internos, dirigidos por caciques.
Los más pequeños juegan entre los árboles, sus cuerpecitos diminutos denotan
desnutrición, sus ojos vivaces se perciben hambrientos de comida, salud y educación
que se les ha negado durante décadas, teniéndolos reducidos a ayudas emergentes
esporádicas y a visitas turísticas para mostrarles como un grupo étnico que subsisten
en territorio hondureño.
Sus necesidades
Los tolupanes, enfrentan además flagelos como la delincuencia, son víctimas de la
deforestación de las zonas donde viven, no tienen títulos de sus tierras, las condiciones
de las viviendas son infrahumanas, además de que tienen padecimientos como la
tuberculósis y el mal de chagas, comenta Salvador Zúniga, miembro del Consejo de
Pueblos Indígenas de Honduras, COPIN. Las casas donde viven son pequeñas,
limitadas a espacios para dormir, construidas a base de lodo y paja, lo que les facilita
ser picados por chinches y contagiados del mal de chagas. Las seis comunidades
tienen un solo centro escolar, donde no siempre llegan los maestros, y los que se
encargan de dar clases imparten la enseñanza en idioma español, por lo que su
dialecto está destinado a la extinción.
3. CHORTÌS
La cultura chortí es un grupo indígena que habita el territorio de lo que hoy pertenece a
Honduras y Guatemala. Se les considera descendientes de los mayas, más
estrechamente relacionados con los mayas de Yucatán, Belice y parte norte de
Guatemala. Y parientes de los Choles que habitan Chiapas, México.
Según las fuentes científicas, el pueblo chortí es uno de los más antiguos, dentro de la
familia maya-quiché, lo que confirma el arcaísmo de su idioma. En Honduras el chortí
se considera una lengua muerta; los únicos lugares en donde se puede estudiar es en
los pueblos guatemaltecos de Jocotán y Camotán, donde se manifiesta el idioma chortí
en su expresión más pura, aunque ya han adoptado un amplio vocabulario en español.
En Honduras aún se pueden encontrar algunos vestigios de esta lengua en las
comunidades de El Paraíso, Carrizalón y Ostumán. La lengua nativa es el «tcor ti» (en
español chortí). El español es actualmente la lengua comercial por excelencia, ya que la
emplean en los mercados para negociar con los ladinos e inclusive hasta entre ellos
mismos durante la compraventa.
4. TAWAHKAS
Los Tawahkas o sumos, como también se les denomina, son uno de los grupos
indígenas que habitan tierra adentro de la costa misquita viven los Tawahkas. La
mayoría de ellos en la aldea de Krausirpi, ubicada en la margen del río Patuca en el
corazón de la zona selvática hondureña. Los Tawahkas de Honduras constituyen un
grupo pequeño.
Historia
Histórica y culturalmente son una etnia que ha soportado la influencia misquita, si bien
han adaptado muchos de sus patrones culturales aún conservan elementos de su
propia cultura que los hace distinguirse como pueblo indígena. Entre las características
que mantienen se encuentra la lengua, sus relaciones sociales y sus características de
producción y de mutua solidaridad. El primer contacto que tuvieron con los españoles
fue en el año de 1604. Los Tawahkas o sumos eran uno de los grupos indígenas más
extensos de Centroamérica durante el período colonial. Se extendían hacia el sur desde
el Río Patuca en Honduras, a través de la sierra central de Nicaragua, hasta el Río
Rama.
Los documentos coloniales indican que fueron el grupo dominante en esta zona por lo
menos cuatro siglos. Durante la época colonial, se vieron obligados a replegarse hacia
el interior del país, ante la belicosidad e intransigencia de los misquitos o zambos; así
fue como se establecieron en la región central. Al parecer los Tawahkas tienen
parentesco cercano con los misquitos.
Lengua
Los Tawahkas llaman a su lengua twanka, que muestra una similitud con la
denominación que, a principios del siglo XVII los españoles dieron a los indios de la
zona del Guayape – Guayambre: Tahuajcas. Hay muchos rasgos socioculturales que
los asemejan y la lengua es uno de esos elementos.
Cultura y Tradición
Los Tawahkas muestran un alto grado de penetración cultural misquita. Durante el siglo
XIX, estuvieron a punto de extinguirse debido al reducido número de mujeres Tawahkas
por razones aún no determinadas y a que sus varones no deseaban unirse con las
mujeres misquitas.
Ocurre lo contrario con los Misquitos, quienes, sin problema alguno deciden juntarse
con las Tawahkas. Una muestra de influencia Misquita es una de las bebidas más
tomadas por los Tawahkas: el guabul, bebida elaborada de puré de plátano maduro
disuelto en agua o leche y puesto a hervir.
Además de estas elaboran vinos de varias especies de palmas y de caña de azúcar; del
arroz y del maíz preparan bebidas embriagantes como la chicha.
De la palma llamada supa consumen el fruto cocido y el tronco les sirve para construir
arcos y flechas (igual que los misquitos). Consumen contrario a los misquitos, en menor
medida: ajo, cebolla, café y tés de varias hierbas.
Educación
La ancianidad entre Tawahkas de ninguna manera implica soledad y desocupación. Las
personas de edad avanzada siguen dedicándose a sus labores cotidianas, en la medida
que sus fuerzas se lo permitan.
5. MISKITOS
Los Misquitos son uno de los grupos indígenas de Honduras que habitan en el
departamento de Gracias a Dios.
La dieta alimenticia de Los Misquitos esta compuesta principalmente por yuca, ñame,
malanga, plátano, arroz y frijoles. También consumen carne de gallina, cerdo y peces
que ellos mismos cazan y pescan.
Entre las bebidas tradicionales Misquitas están: el guabul y el ulang; que son bebidas
embriagantes de yuca, maíz, caña de azúcar y supa (pejivalle).
1. Procurar la unidad del Pueblo en todos los niveles, comunal, territorial y político.
2. Lograr la autonomía territorial y auto-gobierno en la nación Miskita de manera que
podamos buscar nuestro buen vivir comunitario desde nuestra propia cosmovisión.
3. Crear la comisión de tierra, prohibir la venta de tierras, y hacer que el Gobierno
respete el derecho a la titulación de tierras indígenas de La Moskitia.
6. PECH
Ellos se autodenominan "Pech" ("gente"), para referirse a los demás utilizan los
términos "Pech-akuá" ("la otra gente"). Los nombres "Payas", "Payar", "Poyers",
"Palyers", "Pahayas", con los que algunos los refieren, son considerados peyorativos
pues hacen alusión a "bárbaro" o "incivilizado"
Aunque algunos autores sostienen que hablaban una lengua aislada, la opinión de
mayor consenso la ubica dentro de las lenguas Chibcha.
Sus asentamientos ancestrales, fueron las tierras bajas del este de Honduras, en la
región conocida como La Mosquitia. Durante la colonia ocuparon los territorios
comprendidos entre los ríos Aguan y Patuca.
Aspecto Físico.
De estatura mediana, entre 1.50 Y 1.75 metros; tienen espaldas anchas, cuello corto;
pómulos salientes, nariz pequeña. La barba y bigote es muy escaso; el cabello es de
color negro, grueso, liso y abundante; el cuerpo en ambos sexos, carece casi
completamente de vello, muchos tienen los ojos oblicuos dándole alguna semejanza
con la raza mongólica.
Las mujeres llevan bultos más pesados que los hombres, un cronista ha relatado: "he
visto una mujer anciana regresando de la plantación, vacilando y bajo una carga
pesadísima; mientras que el marido sigue a poca distancia, no trayendo más que su
machete, escopeta y chuspa (bolsa)".
Las mujeres Pech participan mucho en la vida económica de su aldea, ellas han sido
artesanas, agricultoras, pescadoras, curanderas y chamanes. Durante el embarazo se
las separaba de sus tareas, para proteger la procreación.
Economía
La economía pech se caracteriza porque su producción es a nivel de subsistencia, todo
se consume según las necesidades, no se crean excedentes.
Cultivaban algodon, a partir del cual las mujeres obtenían telas. La confección de
objetos artesanales utilitarios formaba parte importante dentro de la economía pech. Se
elaboraban cuerdas, hamacas y bolsos de henequén y de otra fibra extraída del mahoe
o majagua, así también ropa de cama y hamacas de la cáscara del tuno, del palo are-
katore-ha y del árbol del hule.
Al parecer, habitaron las Islas de la Bahía durante el siglo XVII junto a comerciantes
mayas debido a que se encontraron artefactos similares a los de tierra firme.
A mediados del siglo XVIII piratas ingleses, franceses y holandeses se establecieron en
la Mosquitia hondureña y usaron a la tribu misquito que también habitaba la región. Les
proporcionaban armas de fuego, con éstas obligaron a otros grupos indígenas, entre
ellos los pech a replegarse al interior del territorio selvático.
Los datos históricos señalan que a lo largo de todo el siglo XVIII, los misquitos
cometieron muchas atrocidades contra los pech, con el fin de capturarlos y venderlos
como esclavos a los comerciantes ingleses. La población Pech se redujo
drásticamente. Para ese entonces vivían en el corazón de la zona selvática de Agalta,
su actividad productiva fundamental era la caza y la pesca, con una incipiente
agricultura basada, principalmente, en el cultivo de tubérculos como la Yuca dulce y,
eventualmente el del maíz.
De acuerdo a los relatos de ancianos: "Por cuatro siglos, los pech vagaron errantes por
la selva de Agalta, buscando escondrijos, para no ser encontrados por los
colonizadores y los zambos, quienes los perseguían para venderlos como esclavos en
las Antillas". La ventaja de ser un pueblo nómada y su estrategia de supervivencia
étnica-cultural, les permitió sobrevivir y mantener viva su cosmogonía, su religiosidad,
su organización social y su tradición alimenticia.
El Culuco
Jocomico
Agua Zarca
Brisas de Pisijire
Subirana
El Zopilote
Santa María del Carbón
Vallecito
Silín Colón
Las Marías
La población garífuna habita en la Costa Atlántica del país, desde Masca, departamento
de Cortés, hasta el departamento de Gracias a Dios.
Los Garinagu descienden de los pueblos caribes, arawakas y negros africanos, quienes
llegaron a la isla escapando de la esclavitud.
Según la tradición oral, son descendientes de las etnias africanas Efik, Ibo, Fons,
Ashanti, Yoruba y Congo, raptados de las regiones costeras de África occidental
(correspondiendo a los estados modernos de Costa de Marfil, Ghana, Nigeria, Camerún
y Congo) por barcos esclaveros españoles y portugueses.
Se sabe además que en el Siglo XVII, más de una de esas embarcaciones naufragó
frente a la Isla Yurumain (San Vicente), en la cual se refugiaron los esclavos,
cruzándose gradualmente con los indios caribes nativos, surgiendo así, el pueblo
garífuna.
Cómo llegaron
En abril de 1797, los garífunas fueron expulsados de San Vicente y conducidos en un
convoy naval británico hacia la isla de Roatán.
Cultura Garífuna
Su forma de producción (El barbecho y la rotación de culturas), les ha permitido vivir en
armonía con la tierra y sus recursos, gracias a su organización social donde la mujer
juega un papel preponderante en las actividades agrícolas y culturales.
Además de las ocupaciones tradicionales como la agricultura y la pesca tienen una gran
variedad de comidas y bebidas ricas en proteínas, vitaminas y calorías como el tatau
(tapado garífuna con variedad de tubérculos y mariscos en sopa de coco), la areba o
casabe (tortilla grande de yuca horneada), el hudutu (machuca).
Entre las bebidas está el Hin, especie de cerveza hecha de yuca, el mármara, bebida
preparada a base de maíz fermentado, caldo de caña de azúcar y el guifiti, entre otros.
En cuanto al canto, baile y ritos la manifestación más Importante y significativa, es el
rito denominado Daga, dedicado a los muertos donde se canta el abaimahani por las
mujeres y la punta, una de fertilidad dedicada a la reproducción del pueblo. El Chugú es
también un rito a los espíritus.
En relación al canto, baile y ritos, la situación es Igual; entre estos elementos culturales
se puede mencionar el Digui, el cual es un rito dedicado a los muertos, entre el canto y
arumahani, cantado por los hombres, estos últimos son interpretados en los rezos a los
muertos; también está la punta, una danza dedicada a la reproducción del pueblo, el
Sanvey y el Vanarogua.
Idioma
El idioma garífuna pertenece a la familia de idiomas arahuacos y ha sobrevivido a siglos
de discriminación y dominación linguística. Poseen una gran riqueza de úragas, relatos
que se narraban durante las veladas o las grandes reuniones. Su lengua es el garífuna,
perteneciente a la familia lingüística arahuaca, que sobrevivió a muchos años de
persecución y dominación de lenguas indígenas.
El idioma garífuna es hablado por la mayor parte de los garífuna de Honduras y también
hablan el español. A raíz de su procedencia y permanencia por siglos en la Isla de San
Vicente la lengua garífuna es mixta, que ha sufrido muchos cambios importantes en su
estructura morfológica.
Gastronomía
La base de la alimentación del pueblo garífuna es el coco y la yuca. El pulali, una
especie de atol, se hace con coco, nuez moscada, canela, vainilla o frambuesa que le
cambia su natural color amarillento. La base de la alimentación del pueblo garífuna es
el coco y la yuca.
Conclusiones
Desafortunadamente, los pueblos indígenas a menudo pagan el precio de ser diferentes
y con enorme frecuencia son objeto de discriminación. A lo largo de los siglos, se han
visto desposeídos de sus tierras, territorios y recursos y en consecuencia muchas veces
han perdido su identidad y el control sobre su propia manera de vivir.