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LA INTEGRACIÓN DE LAS TIC EN LA EDUCACIÓN TÉCNICA

La integración de las TIC en la educación es una realidad que se ha venido gestando,

concretando y aplicando a través del tiempo concurrentemente con los crecientes y continuos

desarrollos tecnológicos, la mayoría de las veces de manera improvisada y frecuentemente

perdiendo de vista que el uso de las tecnologías son solamente un medio y no el fin en el proceso

de enseñanza aprendizaje.

Haciendo un análisis retrospectivo, crítico y objetivo en mi contexto local, antes de la

emergencia sanitaria causada por el COVID-19 muchas veces, al interior de las escuelas y

colegios, a las TIC se les venía dando un uso parcelado, limitado y circunscrito a situaciones

académicas excepcionales e inconexas y con aplicaciones ocasionales dependiendo del criterio y

nivel de preparación del profesor que las usaba en el aula de clases; sin mencionar la recurrente

situación que se presenta en muchas instituciones educativas, sobre todo en el sector público,

donde frecuentemente observamos costosísimos equipos de tecnología, como tableros digitales,

computadores de última generación, software educativo, etc. sin utilizar efectivamente en la

formación porque sencillamente el cuerpo docente no está capacitado para ello.

Al vernos abocados durante el confinamiento, al reto de un cambio repentino de paradigma

pedagógico al comenzar a impartir la formación de manera remota utilizando tecnologías de la

información sin estar preparados suficientemente desde el punto de vista técnico, la situación se

volvió muy difícil tanto para los estudiantes como para el profesorado, suscitando con ello

desmotivación escolar, bajo nivel de resultados de aprendizaje y lo más grave aún, una altísima

deserción escolar.
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Una de las áreas de la educación que se vio más afectada a raíz de esta situación, es decir, la

imposibilidad de desarrollar clases presenciales, es la formación técnica, dado que ésta casi

siempre conlleva un componente básico de entrenamiento práctico presencial que exige, en la

mayoría de los casos, sesiones de clases de ejercitación continúa, utilizando instrumentos,

equipos, máquinas, ingredientes, insumos, etc. que interactuando con el medio y bajo la

dirección, supervisión y retroalimentación del docente guía al estudiante para qué finalmente

obtenga las competencias y resultados de aprendizaje previstos al inicio de la formación.

Esta problemática situación se evidencia cuando analizamos al detalle el contexto real, local,

donde se lleva a cabo la formación técnica de programas educativos como por ejemplo

topografía, gastronomía, electricidad, mecánica, etc. donde, como dije anteriormente, se requiere

por parte del alumno y el profesor una interacción directa con instrumentos, ejercitación y

práctica continua en un entorno educativo presencial. Es en este punto donde surgen preguntas

orientadas a resolver el problema del aprendizaje de competencias técnicas específicas en un

entorno remoto:

 ¿Cómo hace un estudiante de Topografía para aprender a realizar un levantamiento

topográfico de un terreno en estas condiciones?

 ¿Cómo aprende a preparar un plato específico de comida oriental un estudiante de cocina,

validando sabores, ingredientes y presentación?

 ¿Cómo puede un alumno de electricidad básica aprender a instalar un circuito eléctrico y

realizar las mediciones de amperaje, voltaje y resistencia?

 ¿Cómo aprende a llevar a cabo el desarme y armado de un motor Diesel un estudiante de

mecánica?
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Las respuestas a tales interrogantes las tiene evidentemente la aplicación o utilización de

medios tecnológicos modernos, tecnologías de aprendizaje que abren posibilidades significativas

para apoyar y permitirle al estudiante de una manera realista llevar a cabo sus actividades de

trabajo y el desarrollo de los ejercicios prácticos de tal manera que pueda experimentar e

involucrarse en su proceso formativo en un entorno educativo mediado por tecnología.

Son muchas las posibilidades y alternativas de solución que nos ofrece las tecnologías

emergentes y tendencias tecnológicas, hoy en día ampliamente desarrolladas. Opciones tales

como realidad virtual, realidad aumentada, sistemas de simulación avanzados, robótica, diseños

inteligente de videos interactivos, educación en línea de calidad, B-learning entre otras, nos

permiten disponer de facilidades y características como interactividad, adaptabilidad,

comentarios, elección, acceso no lineal, representaciones vinculadas, aporte abierto del alumno,

y por último comunicación con otras personas las cuáles le ofrecen a los estudiantes un mundo

de posibilidades para desarrollar eficazmente sus competencias.

Estas posibilidades nos permitirían, en un principio, adoptar una solución concreta al

problema del aprendizaje de competencias específicas en un entorno remoto para carreras

técnicas, sin embargo, para que sea una solución económicamente viable y práctica desde el

punto de vista educativo es importante estudiar el contexto y la manera de cómo esta tecnología

se involucraría en el currículo para que no se convierta en un fin ocasional y efímero frente a una

situación crítica específica del momento, sino que haga parte del proceso formativo y se integre

como un elemento esencial en la formación del estudiante, generando una simbiosis entre

alumno, profesor y entorno educativo que le permita a la institución no solamente garantizar su

uso continuo en el tiempo, sino la sostenibilidad de un proceso formativo de calidad soportado

por una infraestructura tecnológica acorde con las necesidades educativas de sus estudiantes.
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Es decir, observo una gran oportunidad de hacer un máximo aprovechamiento del uso de las

TIC en la educación técnica si diseñamos e implementamos un plan estratégico de integración

de las TIC. Dicho plan supone cambios de paradigmas educativos, empezando por la manera de

visionar el horizonte institucional, proyección de la institución, recurso humano, capacitación

docente, el modelo pedagógico, sostenibilidad financiera, el currículo , contar con el concurso de

profesores expertos en su área de conocimiento específico, una infraestructura tecnológica

robusta, a nivel de hardware, software y de comunicaciones, hasta reconocer cambios en el

comportamiento o accionar de los diferentes actores de la comunidad educativa.

El plan de acción debe concebir la identificación de estrategias para aprovechar los recursos

tecnológicos y académicos existentes en el centro educativo. Seguido de la generación de

mecanismos para que el currículo institucional se adecue a las estrategias propuestas, basados en

el diseño instruccional definido, planeando y organizando la secuencia de los mismos a través de

la implementación de guías de aprendizajes iterativas, como recurso pedagógico. En las guías de

aprendizaje, los docentes estructuran y describen la secuencia didáctica, “ruta” de las

actividades, que permitirá a los estudiantes alcanzar los resultados de aprendizaje esperados,

considerando: La activación de los conocimientos que ya poseen (saberes previos); textos o

recursos digitales de situaciones o problemáticas de la vida real provocadas por la ausencia de

ese conocimiento; contenidos, actividades de aprendizaje, formativas y de profundización

coherentes y alineadas con los resultados de aprendizaje. Una vez diseñadas y estructuradas las

guías de aprendizaje centradas en el estudiante, que son la base para la creación de los

contenidos y actividades digitales interactivas, videos explicativos de cada procedimiento

totalmente práctico, evaluaciones, ejercicios prácticos, se debe implementar una plataforma de

gestión del aprendizaje innovadora, dinámica, flexible, actualizable que promueva el aprendizaje
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personalizado, autónomo y colaborativo. Esta plataforma permitirá al estudiante de las carreras

técnicas llevar a cabo sus procesos de aprendizaje, revisando los contenidos, actividades digitales

interactivas, sistemas de simulación avanzados, videos interactivos inteligentes de los

procedimientos reales prácticos, de una manera secuencial, las veces que desee, a cualquier

hora, desde cualquier lugar, conectado desde cualquier dispositivo, permitiendo que de esta

manera todos los estudiantes adquieran todas las competencias a su propio ritmo de aprendizaje.

En este punto es importante resaltar que dentro del proceso se concibe la solicitud de un producto

final por parte del docente, donde se evidencien que los estudiantes obtuvieron los resultados de

aprendizaje reflejando por medio de un video explicativo paso a paso que se lograron las

competencias o habilidades técnicas. Dicho producto debe ser revisado por el docente experto,

verificando que el estudiante cumpla con las exigencias del mismo, y retroalimentando si es

necesario.

Es importante destacar que el estudiante debe recibir una formación integral y que la

tecnología, por su misma naturaleza, permite fomentar el desarrollo de las habilidades duras o

técnicas, que incluyen el conocimiento específico. Sin embargo, para el desarrollo de las

habilidades blandas tales como el pensamiento crítico, la capacidad de síntesis, trabajo en

equipo, resolución de problemas, creatividad, innovación entre otras, el estudiante no puede

valerse simplemente de la tecnología, sino que es imprescindible que se propicien escenarios de

participación con los docentes y los otros estudiantes.

En conclusión, en escenarios educativos donde es imposible que los estudiantes reciban su

formación de manera presencial, como lo fue al inicio de la pandemia, las instituciones técnicas

donde el porcentaje del componente practico es alta y demanda el involucramiento directo de los

estudiantes con los procedimientos, pasos a paso, herramientas, laboratorios, se requiere la


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implementación de un modelo educativo que involucre las TIC, propiciando un entorno realista

donde el estudiante pueda interactuar en escenarios simulados, a través de una plataforma de

gestión del aprendizaje autónoma, como si estuviera en el ambiente real de clases. Así mismo, en

estos momentos, donde todo parece volver a la normalidad, es necesario potenciar la calidad

educativa por medio del involucramiento eficaz de las TIC dentro del proceso de enseñanza –

aprendizaje, es decir, propiciar un modelo educativo B-learning, permitiendo, desde el punto de

vista del estudiante, la oportunidad de interactuar con el material educativo de manera flexible,

desde cualquier lugar, en cualquier momento; fomenta la colaboración, con oportunidades de

trabajo en línea tanto en virtual como presencial; el aprendizaje es de manera personalizada,

satisfaciendo mejor las necesidades individuales de cada estudiante, entre otros beneficios. Y

desde el punto de vista del docente, permite que asuma un rol de orientador, dado que el

estudiante tiene la posibilidad de adelantar, fuera del entorno educativo, el material suministrado

en la plataforma.
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REFERENCIAS

Vieira, C. (2019) Mediaciones en Educación y TIC.

Bransford, J.D & Brown, A.L & Cocking, R.R. (2000) How people learn. Brain, Mind,

Experience, and School.

Bransford, J.D & Brown, A.L & Cocking, R.R. (2000) How People Learn II Learners, Contexts,

and Cultures.

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