Está en la página 1de 12

Comprensión Lectora:

Definición y 4 técnicas para mejorarla


Publicado:
2/11/20
Gabriela Suárez

¿Sabías que existen hábitos personales que adquirimos desde muy


temprana edad y casi de manera innata? Seguro que una de las
primeras aptitudes que pensaste fue la lectura. Desde nuestra
formación educativa, experiencia profesional y hasta de pasatiempo
personal, leer es un hábito que, sin importar el tipo de texto, podemos
mejorar y perfeccionar para lograr una buena comprensión y sacarle
el mayor provecho a la experiencia que nos ofrece el proceso de
lectura.

Y es que la lectura comprensiva es la sucesión de una serie de


pasos que tienen como finalidad la comprensión del texto,
incluyendo además un sinfín de técnicas que permiten identificar con
mayor facilidad la idea principal de cualquier tipo de lectura, optimizar
la velocidad de lectura y aumentar nuestro nivel crítico ante cualquier
texto escrito.

Aunque parezca un proceso complejo, para una mejor comprensión


de textos sólo es necesario poner en práctica sencillos trucos que
podemos aplicar en nuestra vida cotidiana, y así convertir la lectura
en un hábito que te permita cuidar tu salud física y mental.

¿Te animas a descubrir más? ¡Pues empezamos!


Qué es la comprensión lectora
La comprensión de un texto va más allá del simple hecho de leer
una novela, investigación o blog. Forma parte de las habilidades
comunicativas básicas que el ser humano adquiere a lo largo de su
vida, y que puede mejorar a través de la experiencia o deseo
personal.

Si queremos dar una definición más precisa, el concepto de


comprensión lectora hace referencia a un doble proceso: por un
lado, trata la decodificación y reconocimiento de palabras, y por otro,
busca construir el significado del texto a través de conocimientos
previos.

Por tanto, se trata de una interacción constante entre el lector y el


texto donde se desarrolla la capacidad de mejorar la comprensión
general de lo que se lee.

Como ves, la comprensión de lectura implica una serie de etapas que


tienen como finalidad la correcta interpretación de la información del
texto.
¡Pero cuidado! No es lo mismo hacer una lectura rápida que
una lectura comprensiva. De hecho, un error muy común a la hora
de leer es absorber el mayor número de palabras posibles, sin tomar
en cuenta el contenido en sí.

Y aunque la velocidad de la lectura es una de las


tantas características de un buen lector, para poder entender
realmente el contenido del texto, necesitamos poner en práctica
nuestra atención, concentración y estrategias de lectura que permitan
potenciar tu comprensión literaria.

Es por eso que la comprensión de textos es una técnica muy útil que
permite desarrollar nuevas habilidades comunicativas, mejorar
nuestro rendimiento académico o profesional, cuidar nuestra
memoria, impulsar nuestra imaginación y nos convierte en mejores
personas al salir de nuestra propia mente y aprender a ver nuevas
perspectivas del mundo a través de distintos tipos de lectura.

Porque como cualquier otro hábito, la comprensión lectora es una


práctica que podemos mejorar y aplicar a cualquier otro ámbito de
nuestra vida.

Por ejemplo, si estás buscando llevar una dieta balanceada, ¿qué


mejor fuente de inspiración que un libro de recetas saludables? O
quizás, ¿necesitas buscar motivación para un nuevo proyecto? Pues
no dudes en consultar las autobiografías de grandes empresarios o
emprendedores.

De hecho, de acuerdo a la programadora y especialista en periodismo


e información de sistemas Lisa Bu, la lectura es un gran aliado en
nuestras vidas, capaz de abrir nuestras mentes y enseñarnos a ver el
mundo de una mejor manera.
¿Te animas entonces a incluir este nuevo hábito en tu vida?
Pues toma lápiz y papel porque a continuación te traemos los
distintos niveles de comprensión lectora y las técnicas más conocidas
para mejorar tu lectura.

Niveles de comprensión lectora


Para poder delimitar el proceso de metacognición de cada persona,
es decir, la acción y efecto de razonar sobre nuestro propio
aprendizaje, es necesario definir los distintos modelos y niveles de
aprendizaje, para lograr visualizar y crear un correcto plan de acción
que se adapte a nuestras necesidades y objetivos personales.

En este sentido, la taxonomía de Bloom, cuyo nombre se acuñe a


su creador el psicólogo estadounidense Benjamin Bloom, es un
modelo práctico y sencillo que, aunque es utilizado primordialmente
en el sector educativo, nos permite ver la jerarquía que tenemos los
humanos dentro de nuestro proceso de comprensión y conocimiento.f

De hecho, uno de los principios básicos de esta propuesta es


el desarrollar la habilidad de recordar para lograr un mayor análisis
y entendimiento de los distintos conceptos que leemos. De ahí que la
base de esta jerarquía esté formada por el conocimiento previo
necesario para una correcta comprensión global del contenido
aprendido.

A consecuencia de ello, surgen distintos niveles de comprensión que


intervienen en nuestra lectura, y que van desde las nociones más
básicas a las más complejas.

Hoy te presentamos los niveles de comprensión más conocidos: el


literal, inferencial, crítico, apreciativo y creativo.

1. Comprensión literal
Hace referencia a la capacidad del lector de reconocer y recordar
información de forma explícita, es decir, captar la información
detallada respecto a un tema, particularmente los que encontramos
en textos expositivos, donde se tiene el objetivo de informar sobre
hechos, datos o conceptos específicos.

2. Comprensión inferencial
Este nivel busca darle significado al texto a través de
las experiencias personales y los conocimientos previos del
lector, que permite, entre otras cosas obtener hipótesis y
conclusiones del contenido del texto. Por tanto, este nivel de lectura
es muy común en textos académicos o investigaciones científicas.
3. Comprensión crítica
De igual forma, el nivel crítico busca analizar de manera más
profunda el contenido de la lectura a partir de la formación y
conocimiento previo del lector.
«La lectura es para la mente lo que el ejercicio es para
el cuerpo». Joseph Addison

Así, con un carácter evaluativo, la lectura crítica es una de las más


enriquecedoras ya que ofrece una experiencia de contrastación y
criterio, así como entender el significado de las palabras leídas.

4. Comprensión apreciativa
En este nivel de comprensión, el lector realiza una conexión más
emocional que racional con el texto y toma en cuenta el impacto
que tiene con la trama, la identificación con algún personaje o el
lenguaje utilizado por el propio autor.

5. Comprensión creativa
Finalmente, el nivel creativo va más allá de la comprensión de la
lectura, sino que busca estimular nuestra imaginación y conlleva a
la creación de nuevas ideas, situaciones o personajes.

Como ves, el proceso de lectura implica distintos niveles de atención


y entendimiento. Ahora que ya lo sabes, ¿te animas a descubrir las
técnicas y estrategias de comprensión más utilizadas por los buenos
lectores?

4 Técnicas de comprensión lectora


Sin importar el nivel de comprensión que apliques, las siguientes
técnicas y estrategias de lectura te ayudarán a mejorar este hábito
hasta dominar y sacarle el máximo provecho a los distintos tipos de
lectura que incluyas en tu rutina.

1. Lee en voz alta


Hacerle un seguimiento al texto en viva voz, te permitirá monitorizar
aquellas secciones donde debas detenerte para comprender en su
totalidad el significado del texto.

De hecho, a través de esta técnica podrás evitar la pequeña vocecita


que acompaña cada palabra que lees en tu mente, conocida como
la subvocalización. De esta manera, el leer en voz alta te permitirá
aumentar tu velocidad lectora y lograr una interpretación correcta de
tu lectura.

2. Memoriza y sintetiza
Una de las estrategias clave dentro del proceso de comprensión de
un texto es lograr que el lector se involucre activamente con el texto.

En este sentido, autores como el holandés Van


Dijk proponen modelos de comprensión que busquen organizar y
reducir las grandes cantidades de información que puede ofrecer un
tipo de texto, enfocándonos en la elaboración de resúmenes como
medio para comprobar la comprensión global del escrito.

De hecho, el emprendedor James Clear alega que uno de los


mayores retos que puede tener cualquier lector es la capacidad de
resumir un texto en tan sólo tres oraciones, lo que en cierta forma
obliga a valorar el contexto y obtener una buena comprensión de lo
leído.

Clear, por ejemplo, propone la llamada Técnica de Feynman, que


consiste en escribir como título el nombre del autor, y seguidamente
hacer una descripción de cómo le explicarías la lectura a un amigo
que desconoce completamente lo que has leído.
De esta manera, no sólo lograrás captar las ideas principales del
texto, sino que mejorarás tu capacidad de comprensión y
comunicación.

Por otra parte, dentro del mundo educativo encontramos una gama
de estrategias de comprensión que pueden ser de gran utilidad no
sólo para mejorar el rendimiento académico de los estudiantes, sino
para cualquier lector. ¿Y lo mejor? Para la mayoría de ejercicios sólo
deberás tener bolígrafo y papel a mano.

Por ejemplo, la Técnica SQ3R (según sus siglas en inglés, Survey-


Question-Reading-Recite-Revision) es un método muy útil para
comprender mejor el material que leemos de una forma explícita y
completa.

Y aunque este método requiere de un poco de tiempo y práctica, una


vez aprendido te ayudará a tener una lectura mucho más eficiente y
eficaz.

Asimismo, no olvides que siempre puedes recurrir a trucos más


usados en la vida cotidiana, como la elaboración de fichas, gráficos,
mapas conceptuales o mentales, para destacar la idea principal o lo
que más te llamó la atención de tu lectura.

3. Optimiza tu tiempo
Sabemos que a veces el ajetreo del día a día nos impide lograr una
lectura crítica y eficaz. ¡No desistas! Existen métodos muy útiles que
permiten planificar tu agenda y lograr una óptima comprensión de
lectura sin sacrificar el valor del tiempo.

Lo primero que debes tomar en cuenta es que a veces menos es


más. Si aún tu mente no está acostumbrada a largas sesiones de
lectura, incluye pequeñas pausas entre capítulos de manera que tu
cerebro pueda descansar.

Recuerda, la fatiga es el peor enemigo para lograr retener la


información del texto de manera efectiva.

La Técnica Pomodoro, por ejemplo, es un método empleado para


mejorar la administración del tiempo dedicado a una actividad. Se
trata básicamente de establecer intervalos de desconexión real y total
de tu entorno para enfocarte, en nuestro caso, en lograr una buena
lectura.
Y aunque el tiempo recomendado por los seguidores de esta técnica
sea de cuatro bloques de 25 minutos con pequeños descansos de 5
minutos, tú puedes ir ajustando la prioridad que desees y que sientas
que te permite dar el máximo rendimiento.

Asimismo, existen otros métodos que permiten mejorar la velocidad


de lectura. La técnica Skimming, de fijación o de escaneo son algunas
de las muchas prácticas que puedes descubrir para lograr identificar
las ideas principales de una manera más rápida sin dejar aún lado la
comprensión del texto.

4. Ejercita la mente y el cuerpo


Nuestro cerebro, como cualquier otra parte de nuestro cuerpo,
necesita entrenarse para mantenerse sano y activo. Recuerda que
un factor clave dentro de la correcta interpretación de textos es la
concentración, y sólo a través del buen funcionamiento del cerebro,
nuestra mente será capaz de potenciar nuestro aprendizaje.

¡Algunos ejercicios los puedes realizar incluso antes de iniciar tu


lectura!

El más conocido, quizás, es el ejercicio de las manos. Se trata de


intercambiar el movimiento utilizando únicamente nuestros dedos.
Repitiendo esta secuencia de 5 a 10 veces, lograremos que nuestro
cerebro se enfoque en el ejercicio, mejorando nuestra concentración.
Por otra parte, la posición que tengamos a la hora de leer puede influir
positivamente en nuestra concentración. De acuerdo con diversas
investigaciones, podemos lograr una buena postura
ergonómica sentados sobre una superficie que nos mantenga
rectos, procurando recargar la cabeza contra una cabecera; de esta
manera podrás prevenir posibles dolores de cuello o espalda que
interrumpan tu lectura.

Recuerda que es importante cuidar y mejorar nuestros hábitos


mentales y físicos para lograr una vida sana.

¿Por qué convertir la lectura en un


hábito?
Y ahora que ya tienes todas las herramientas a tu disponibilidad te
preguntarás: «¿y ahora qué?».

Pues como con cualquier otro hábito, es cuestión de práctica. Aquí


nuevamente el emprendedor James Clear nos ofrece una guía súper
útil de cómo crear y hacerle seguimiento a los nuevos hábitos.

Como verás, se trata de asignar un tiempo, espacio y momento del


día. Por ejemplo, leer por 15 minutos, en la sala de tu casa después
de almorzar.
Asimismo, procura hacer de la lectura un pasatiempo emocionante.
Un truco muy útil es realizar tu lectura con alguna otra acción que
quieras hacer. Si por ejemplo, te gusta la naturaleza, procura
empezar leyendo libros sobre esta temática; así lograrás incluir la
lectura en tu rutina sin desistir en el proceso.

Además, es importante hacerle seguimiento a tu hábito. Es normal


que un día prefieras salir con un amigo que quedarte en casa leyendo;
pero no olvides retomar tu práctica al día siguiente para poder mejorar
en tu lectura.

Y si necesitas un estímulo, busca darte pequeñas recompensas.


¿Tal vez un buen café, un trozo de chocolate o salir a dar un paseo
al parque? Cualquier refuerzo, de manera inconsciente, servirá para
mantener tu motivación.

Porque recuerda, la creación de nuevos hábitos y


especialmente, incluir la lectura en nuestro día a día, puede
ayudarnos a ser más organizados, constantes, dejar a un lado malos
hábitos que entorpecen nuestras metas y en general, potenciar
nuestra comprensión y desarrollo personal.

También podría gustarte