Este capítulo le da seguimiento al anterior en el estudio profundo del presupuesto de
capital. Tenemos dos tareas principales. Primero, recuerde que en el capítulo anterior vimos que las estimaciones de los flujos de efectivo son un insumo crucial para un análisis del valor presente neto, pero no hablamos mucho del origen de estos flujos de efectivo; por lo tanto, a continuación, examinaremos esta cuestión con mayor detalle. Nuestra segunda meta es aprender cómo examinar de manera crítica las estimaciones del valor presente neto y, en particular, cómo evaluar la sensibilidad de las estimaciones del valor presente neto en términos de los supuestos hechos sobre un futuro incierto. Hasta ahora se han abarcado varias partes de la decisión del presupuesto de capital. La tarea en este capítulo es empezar a conjuntar estas piezas. En particular, se mostrará cómo “extender las cifras” para una inversión o proyecto propuesto y, con base en éstas, realizar una evaluación inicial sobre si se debe o no aceptar el proyecto. En el análisis que viene en seguida, la atención se centra en el proceso de establecer un análisis de los flujos de efectivo descontado. Del capítulo anterior se sabe que los flujos de efectivo proyectados son el elemento básico en una evaluación así. Por lo tanto, se hace hincapié en la importancia de trabajar con información fi nanciera y contable para obtener estas cifras. Al evaluar una inversión propuesta se presta especial atención a definir qué tipo de información es importante para la decisión y cuál no. Como se verá, es fácil soslayar piezas importantes del rompecabezas que constituye el presupuesto de capital. Flujos de efectivo del proyecto: un primer vistazo El efecto de aceptar un proyecto es cambiar los flujos de efectivo totales de la empresa ahora y a futuro. Para evaluar una inversión propuesta, es menester tomar en consideración estos cambios en los flujos de efectivo de la empresa y después decidir si le agregan valor o no. Por lo tanto, el primer paso (y el más importante) es decidir qué flujos de capital son pertinentes y cuáles no Flujos de efectivo pertinentes ¿Cuál es el flujo de efectivo pertinente de un proyecto? El principio general es bastante simple: el flujo de efectivo pertinente de un proyecto es un cambio en el flujo de efectivo general esperado de la empresa que es consecuencia directa de la decisión de aceptar dicho proyecto. Como los flujos de efectivo pertinentes se definen en términos de cambios en, o incrementos hacía, el flujo de efectivo existente de la empresa, se les denomina flujos de efectivo incrementales ligados al proyecto. El concepto del flujo de efectivo incremental es básico para nuestro análisis, así que se establecerá una definición general que se consultará según se requiera: Los flujos de efectivo incrementales para la evaluación de proyectos consisten en cualesquiera y todos los cambios de los flujos de efectivo esperados de la empresa que son consecuencia directa de aceptar el proyecto. Esta definición de flujos de efectivo incrementales tiene un corolario importante y evidente: cualquier flujo de efectivo que exista en forma independiente de la aceptación o rechazo de un proyecto, no es pertinente. El principio de autonomía En la práctica sería muy cansado calcular los flujos de efectivo totales a futuro hacia la empresa con o sin un proyecto, sobre todo en el caso de una empresa grande. Por fortuna no es necesario hacerlo. En cuanto se identifica el efecto de aceptar el proyecto propuesto en los flujos de efectivo de la empresa sólo se requiere enfocarse en los flujos de efectivo incrementales que resultan del proyecto. Esto se conoce como principio de autonomía. El principio de autonomía establece que, una vez que se determinan los flujos de efectivo incrementales por aceptar un proyecto, es posible ver el proyecto como una especie de “miniempresa” con sus propios ingresos y costos a futuro, sus activos y, desde luego, sus flujos de efectivo. En ese momento se estará interesado más que nada en comparar los flujos de efectivo provenientes de esta miniempresa con el costo de adquirirla. Una consecuencia importante de este enfoque es que el proyecto propuesto se evaluará sólo con base en los méritos de éste, separado de cualquier otra actividad o proyecto. Flujos de efectivo incrementales En este apartado nada más interesan los flujos de efectivo que son incrementales y que resultan de un proyecto. De regreso a la definición general, se podría pensar que sería bastante fácil decidir si un flujo de efectivo es o no incremental. Aun así, existen algunas situaciones en las que es fácil cometer errores. En esta sección se describen algunos de los errores comunes y cómo evitarlos. Costos hundidos Por definición, un costo hundido es aquel que ya se pagó o con respecto al cual ya se ha contraído la responsabilidad de pagar. Dicho costo no puede cambiar por la decisión de aceptar o rechazar un proyecto hoy. En otras palabras, la empresa deberá pagar este costo a como dé lugar. Con base en la definición general del flujo de efectivo incremental que se ha dado, es evidente que este costo no tiene importancia en la decisión inmediata. Por lo tanto, siempre se procurará excluir los costos hundidos de nuestro análisis. Costos de oportunidad Cuando se piensa en costos, por lo general vienen a la mente costos erogados, de manera específica los que requieren que se gaste en realidad cierta cantidad de efectivo. Un costo de oportunidad es algo diferente: requiere que se renuncie a un beneficio. Una situación común que surge es la de una empresa que ya es propietaria de una parte de los activos que se usarán en un proyecto propuesto. Efectos colaterales Recuerde que los flujos de efectivo incrementales de un proyecto incluyen todos los cambios resultantes en los flujos de efectivo esperados de la empresa. No sería nada raro que un proyecto tuviera efectos colaterales o de desbordamiento, tanto buenos como malos. Capital de trabajo neto En general, un proyecto requerirá que la empresa invierta en capital de trabajo neto además de los activos a largo plazo. Por ejemplo, un proyecto necesitará cierta cantidad de efectivo disponible para pagar los gastos que se presenten. Además, requerirá una inversión inicial en inventarios y cuentas por cobrar (para cubrir las ventas a crédito). Parte del financiamiento para ello estará en forma de cantidades que son propiedad de los proveedores (cuentas por pagar), pero la empresa tendrá que proveer el saldo. Este último representa la inversión en capital de trabajo neto. Es fácil omitir una característica importante del capital de trabajo neto en el presupuesto de capital. Cuando un proyecto llega a su fin, los inventarios se venden, las cuentas se cobran, las facturas se pagan y los saldos en efectivo pueden ser aprovechados. Estas actividades liberan el capital de trabajo neto invertido al principio. Por lo tanto, la inversión de la empresa en el capital de trabajo neto de un proyecto es muy parecida a un préstamo. La empresa provee capital de trabajo al principio y lo recupera al final. Costos de financiamiento Al analizar una inversión propuesta no se incluyen los intereses pagados o cualquier otro costo de financiamiento, como dividendos o pago de deudas, porque el interés radica en el flujo de efectivo que generan los activos del proyecto. Como se menciona en el capítulo 2, los intereses pagados, por ejemplo, constituyen un componente del flujo de efectivo para los acreedores, no del flujo de efectivo de los activos. En términos más generales, el objetivo en la evaluación de un proyecto es comparar el flujo de efectivo de éste con su costo de adquisición a fin de calcular el VPN. La combinación particular de deuda y capital que en realidad elige una empresa para el financiamiento de un proyecto, es una variable administrativa y determina, sobre todo, cómo se divide el flujo de efectivo de un proyecto entre los propietarios y los acreedores. Esto no quiere decir que los acuerdos de financiamiento carezcan de importancia. Nada más es algo que se analiza por separado y se examina en capítulos siguientes Estados financieros pro forma y flujos de efectivo del proyecto Lo primero que se necesita al empezar a evaluar una inversión propuesta es una serie de estados financieros pro forma, o proyectados. Una vez que se cuenta con ellos, es posible averiguar los flujos de efectivo planeados del proyecto. En cuanto se tienen los flujos de efectivo se calcula el valor del proyecto mediante las técnicas descritas en el capítulo anterior.