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b. Cristo sacrificio perfecto (Heb. 10:12-13).- Cristo cumplía los requisitos para limpiar los
pecados, porque era perfecto, sin manchas, sin pecados, Cristo se ofreció como el cordero que
iba quitar el pecado del mundo.
Heb 10:12-14 una sola ofrenda fue suficiente.
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c. Cristo cargo sobre Él, nuestros pecados (Is. 53:3-5; 1Pe 2:24-25).- Jesucristo cumplía todos
los requisitos para ser el cordero perfecto para pagar el precio por nuestros pecados, así el
hombre puede tener nuevamente comunión con Dios, entrar a la presencia de Dios.
Isa 53:3-5, Cristo sufrió por causa de nuestros pecados
1Pe 2:24-25 Cristo llevo nuestros pecados en su cuerpo
Nosotros no podemos pagar la deuda de nuestros pecados, Cristo tuvo que cargar sobre Él
nuestros pecados, Cristo ocupo nuestro lugar en la cruz, porque quien debía carga la culpa del
pecado tendríamos que haber sido nosotros, pero como somos pecadores no podemos, por eso
Cristo ocupo nuestro lugar en la cruz, Cristo pago el precio de nuestros pecados. Cristo abrió el
camino para que usted, yo, podamos acercarnos a Dios sin temor, porque la deuda está pagada.
IV. Conclusión
Cristo es el cordero de la promesa, el cordero perfecto, quien ocupo nuestro lugar, ahora queda en
nosotros reconocer que somos pecadores, que nuestro pecado nos ha separado de Dios, nada de lo
que hagamos agrada a Dios por causa del pecado, ahora ¿Qué tenemos que hacer?
Reconocer que mi pecado me aparta de Dios,
Reconocer que Cristo pago el precio de mis pecados en la cruz.
Creer que solo Cristo puede limpiar mis pecados para que yo pueda entrar en la presencia de Dios
Dios promete vida eterna a todo aquel que se acerca a Dios arrepentido por su pecado.