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Previniendo el tráfico de drogas en

establecimientos educacionales

ORIENTACIONES GENERALES PARA ABORDAR EL TRÁFICO DE


DROGAS ILÍCITAS
AL INTERIOR DE LOS ESTABLECIMIENTOS EDUCACIONALES

Santiago de Chile
Junio 2005

1
INDICE

I. INTRODUCCIÓN

II. ANTECEDENTES GENERALES

III. MARCO NORMATIVO Y LEGAL VIGENTE


• Normativa existente

• Orientaciones para los establecimientos educacionales

IV. MEDIDAS PREVENTIVAS Y RECOMENDACIONES

V. ANEXOS
• Ley Orgánica Constitucional de Educación – LOCE (Ley18.962)
• Reforma Constitucional que Establece la Obligatoriedad y Gratuidad de la
Educación Media
• Convención Internacional sobre los Derechos del Niño
• Normativa Internacional Relativa a las Peores Formas de Trabajo Infantil
• Ley de Alcoholes
• Ley de Drogas (Ley 20.000)

I. INTRODUCCIÓN

2
Considerando que el tráfico de drogas al interior de los establecimientos educacionales
es una problemática que constituye una seria amenaza para el bienestar de la
convivencia escolar de las unidades educativas, la salud de los/as estudiantes y sus
proyectos de vida, así como también en ocasiones involucra a niños, niñas,
adolescentes y muchas veces a sus familias y adultos significativos en actividades
delictivas, se planteó como un deber de la sociedad en su conjunto y principalmente
de las instituciones del Estado, relevar el tema, revisar la normativa legal existente,
reflexionar acerca de sus distintos alcances y proponer orientaciones que ayuden a los
establecimientos educacionales a enfrentarla de la mejor forma posible.

Con este propósito, entre los meses de agosto de 2004 y abril de 2005, sesionó la
“Comisión Elaboradora de Criterios y Orientaciones para Abordar el Microtráfico de
Drogas en los Establecimientos Educacionales”, compuesta por representantes del
Ministerio de Educación (MINEDUC), del Servicio Nacional de Menores (SENAME), de
la División de Seguridad Ciudadana y del Consejo Nacional para el Control de
Estupefacientes (CONACE), organismos dependientes del Ministerio del Interior. Esta
comisión utilizó una metodología que consideró la revisión de documentos y
antecedentes existentes, presentación temática asociada a cada institución y la
reflexión colectiva de cada uno de los temas propuestos como guía de funcionamiento,
tales como:

- Normativa legal vigente


- Orientaciones generales
- Medidas específicas de cómo actuar

Las presentes orientaciones recogen algunos antecedentes que contextualizan el


fenómeno e identifican las tendencias entre los/as alumnos/as, respecto a la
percepción relacionada con la exposición de los/as escolares a la oferta real de drogas
ilícitas en los establecimientos educacionales del país. Del mismo modo, se señalan los
componentes del marco normativo legal vigente referido al tema y se proponen
orientaciones y medidas específicas que podrían ser implementadas por las unidades
educativas, desde una perspectiva preventiva, integral, sistemática y articulada con la
red de prevención existente en su espacio local.

Finalmente, cabe señalar que dichas orientaciones se basan en las normativas


nacionales e internacionales, que han sido elaboradas especialmente para la
protección de los derechos de los niños, niñas y adolescentes. Por tal motivo, es
necesario reafirmar que en nuestro proceder siempre debe imperar el principio de
inocencia1, el cual consiste en que, mientras no exista una sentencia definitiva de
término, dictada por un tribunal competente, debe presumirse que las personas

1
Este principio está consagrado principalmente en el Art. Nº 40 letra b, de la Convención de los
Derechos del Niño.

3
involucradas y principalmente los/as alumnos/as que han sido vinculados a los hechos
que se investigan, son inocentes y, en consecuencia, deben ser tratados como tal.

4
II. ANTECEDENTES GENERALES

El último estudio de CONACE realizado en la población escolar, informa que la


proporción de alumnos/as que declaran que le han ofrecido drogas ilícitas en el último
mes corresponde a 17% para marihuana y 6% para cocaína o pasta base. Del mismo
modo, el 30% de los/as estudiantes encuestados declara que al menos una vez en el
año le han ofrecido marihuana y el 12% declara que le han ofrecido cocaína o pasta
base2.

Respecto a la disponibilidad de oferta de drogas ilícitas en su entorno cercano, un


35% de los/as alumnos/as percibe que existe droga al interior del establecimiento y el
47% declara que hay drogas alrededor de la escuela o liceo. Estos datos reflejan la
percepción entre los/as alumnos/as, respecto a la problemática a la que se ven
expuestos los establecimientos educacionales en cuanto a la disponibilidad de oferta,
porte y distribución de drogas ilícitas en las escuelas o liceos y entornos cercanos a los
niños, niñas y adolescentes de nuestro país.

No obstante lo anterior, el estudio pone en evidencia que la exposición de los/as


escolares a ofrecimientos recientes de marihuana en el último año ha disminuido
ligeramente (en comparación con el estudio realizado el año 2001) de un 31% a un
30%, lo que concordaría con la disminución en las prevalencias de consumo de esta
droga, manifestada de manera consistente en los últimos estudios. Por el contrario, la
exposición a una oferta de cocaína o pasta base en el último año tiende a subir de 9%
a 12% durante el mismo período, lo que podría indicar que probablemente existiría
mayor disponibilidad y una mayor presión del tráfico hacia el uso de estos tipos de
drogas ilícitas.

Por otra parte y en relación a uno de los más poderosos factores de riesgo de
involucrarse en el consumo de drogas ilícitas, como es la percepción que tienen los/as
alumnos/as respecto a la existencia de estas drogas en su entorno cercano, tales
como la casa, el colegio y los amigos, los resultados del estudio en el ámbito escolar
indican que la percepción que en los colegios hay drogas ilícitas (“los/as alumnos/as
traen, usan o se pasan drogas entre ellos”), ha disminuido en 3 puntos porcentuales,
es decir, baja de un 38% en el año 2001 a un 35% en el año 2003. Sin embargo, la
percepción de la existencia de drogas ilícitas en los alrededores del colegio aumenta
de 46% a un 47%, en comparación con los mismos períodos.

2
Datos extraídos del V Estudio Nacional de Drogas en la población escolar de Chile año 2003. El estudio
se realizó en alumnos de octavo año básico a cuarto año medio de colegios municipalizados,
particulares subvencionados y particulares pagados de 86 comunas, con una muestra que alcanzó a
58.489 alumnos, distribuidos en 3.035 cursos.

5
De acuerdo a estos antecedentes, podríamos señalar que los equipos directivos de los
establecimientos educacionales, así como los(as) profesores, los padres, madres y
apoderados, tienen un importante rol que cumplir en relación a desarrollar medidas
para hacer frente a las situaciones de tráfico que se detecta en el entorno en el
cual conviven los alumnos. En ese sentido, se ha constatado que aquellos
centros de educación que efectivamente tienen una actitud de clara
oposición al consumo de drogas, así como normativas explícitas al
respecto, presentarían una menor tasa de consumo de drogas ilícitas
dentro del establecimiento, lo que podría incidir en la disminución del nivel
de la magnitud de tráfico existente.

En el estudio de escolares realizado en el año 20013, se puede constatar que los/as


alumnos/as que creen que el colegio reaccionaría “no haciendo nada” en relación a un
alumno si lo encontraran portando, probando o pasando drogas a sus compañeros/as,
tienen una tasa de consumo más elevada que aquellos que creen que tomarían alguna
medida contra ellos/as. De la misma manera, los/as jóvenes que consideran que les
resulta fácil conseguir marihuana presentan una tasa de prevalencia mayor para
cualquier tipo de droga ilícita (29.5%, que es 6.3 veces más elevada) que los que
piensan que no podrían conseguirla (4.7%), es decir, establecimientos con normativas
claras frente al tema, tienen efectivamente menos prevalencias de consumo entre sus
estudiantes.

En relación a la forma en que son percibidos factores relacionales tan importante


como los de la familia, los estudios muestran que los padres y madres involucrados en
la crianza y desarrollo de sus hijos disminuyen significativamente las prevalencias de
consumo de drogas (de un 40% a un 5% en “padres altamente involucrados”), que un
ambiente grato y afectivo es altamente preventivo para los/las alumnos/as (de un
25% de probabilidad de consumo disminuye a un 9% de probabilidad) y que una
relación cercana y de preocupación de los/as docentes hacia sus alumnos/as es hasta
3 veces más preventiva y protectora de aquella que no lo es.

Por otra parte y de acuerdo al estudio en escolares realizado por CONACE en el año
2003, la relación entre el uso de drogas ilícitas y la agresión escolar se muestra
totalmente consistente. De esta manera, siempre se encuentran mayores prevalencias
entre los/as alumnos/as que declaran haber participado en algún episodio de
violencia, las cuales se incrementan sistemáticamente a medida que el número de
episodios declarados aumenta. En este mismo sentido, el uso de drogas ilícitas está
también conectado con la victimización escolar. Es importante notar que los/as
alumnos/as victimizados/as tienen prevalencias de consumo de droga ilícitas más altas
que los/las alumnos/as no victimizados/as. Sólo en el caso del robo escolar el uso de
drogas ilícitas aparece asociado a la agresión y no a la victimización. En síntesis, el uso
3
Estudio realizado en 58.722 alumnos de 3.028 colegios de las mismas 86 comunas, que configuran las
muestras nacionales de drogas de CONACE.

6
de drogas ilícitas no sólo predispone hacia una mayor agresión escolar, sino que
también aumenta la vulnerabilidad de los/as alumnos/as ante episodios de violencia y
hacen más probable que sean víctimas de una agresión.

Las detenciones por infracción a la Ley de Drogas

En términos sociales, el tráfico de drogas ilícitas representa una amenaza social


importante, debido a las enormes ganancias que obtienen con esta actividad ilegal las
organizaciones criminales, cuyo objetivo principal es lograr la mayor distribución y la
mayor cantidad posible de consumidores, es decir, diversificar la oferta y expandir la
demanda.

Los hechos que cotidianamente observamos a través de los medios de comunicación,


revelan que en el tráfico y las mafias organizadas utilizan con una frecuencia creciente
a niños, niñas y adolescentes en el transporte y distribución de las sustancias, así
como en la comercialización de las mismas. Los/as traficantes saben que en las
medidas legalmente tipificadas para estos casos –en las situaciones en que se
encuentra involucrado un/a menor- se les podría declarar sin discernimiento, lo que
en muchos casos significa en la práctica que no son detenidos/as, y si así ocurriese,
puedan salir rápidamente en libertad, así como también en situaciones especiales,
ingresar a un programa de prevención, protección o tratamiento.

En este sentido, es relevante señalar los antecedentes que muestran que de un total
de 12.435 detenciones por infracción a la Ley de Drogas registradas durante el año
2004, el 8,44% de ellos, es decir, 1049 detenciones, corresponden al grupo etáreo de
menores de 17 años, estimándose una edad promedio de 16 años4.

En resumen

En relación a la exposición de los alumnos/as a drogas ilícitas:

• 17% de alumnos/as de 8º básico a 4º medio declara que le han ofrecido


marihuana y un 6% declara que le han ofrecido cocaína y pasta base en el último
mes.

• 30% de alumnos/as de 8º básico a 4º medio declara que le han ofrecido


marihuana y un 12% declara que le han ofrecido cocaína y pasta base en el último
año.

• 35% de los/as alumnos/as percibe que existen drogas ilícitas al interior de sus
establecimientos educacionales.

4
Información de la División de Seguridad Ciudadana sobre la base de los datos proporcionados por los
organismos de control.

7
• 47% de los/as alumnos/as declara que hay drogas ilícitas en los alrededores del
establecimiento educacional.

• De un total de 12.435 detenciones por infracción a la Ley de Drogas registradas en


el año 2004, el 8,44% de ellos, es decir 1049 detenciones, corresponde a un
promedio de edad de 16 años.

• La relación entre el uso de drogas ilícitas y la agresión escolar se muestra


totalmente consistente. El uso de drogas ilícitas también está conectado con la
victimización escolar.

En relación a la percepción existente respecto a la disponibilidad de la


oferta

• Los alumnos/as que consideran que les resulta fácil conseguir marihuana tienen
una tasa de prevalencia para cualquier droga (29.5%) que resulta 6.3 veces más
elevada que los que piensan que no podrían conseguirla (4.7%).

• Alumnos/as que creen que el colegio reaccionaría “no haciendo nada”, presentan
mayor tasa de consumo.

• Padres y madres involucrados/as en la crianza y desarrollo de sus hijos/as


disminuyen significativamente las prevalencias de consumo de drogas ilícitas de un
40% a un 5%.

• Un ambiente grato y afectivo es altamente preventivo para los/as alumnos/as (de


un 25% de probabilidad de consumo disminuye a un 9% de probabilidad).

• Una relación cercana y de preocupación de los/as docentes hacia sus alumnos/as


es hasta 3 veces más preventiva y protectora de aquella que no lo es.

En conclusión

• Los/as estudiantes de educación básica y de educación media del país están


expuestos/as a distintos ambientes en que existe el consumo y tráfico de drogas
ilícitas.

• Los equipos directivos de los establecimientos educacionales, así como los/as


profesores/as, padres, madres y apoderados, tienen una gran responsabilidad en
relación a la posibilidad de desarrollar las medidas necesarias para hacer frente a
las situaciones de tráfico que se detecta en el entorno en el cual conviven los/las)
alumnos/as.

8
• Centros de educación que efectivamente tienen una actitud de clara oposición al
consumo de drogas ilícitas, así como normativas explícitas al respecto, presentarían
una menor tasa de consumo de drogas.

• La forma de abordar esta problemática no sólo debe considerar respuestas desde


una perspectiva punitiva y judicial. Un gran porcentaje de las denuncias vistas por
las OPD, línea de trabajo comunal de SENAME, corresponden a casos de
vulneración de derechos de niños, niñas y adolescentes provenientes del sistema
escolar.

9
III. MARCO NORMATIVO Y LEGAL VIGENTE

Normativa existente

En relación a la normativa legal vigente, es necesario señalar lo siguiente:

• Existe tráfico de drogas ilícitas no sólo cuando alguien la vende o comercializa,


sino también cuando éstas se transfieren a cualquier otro título, sea que se
distribuya (regalen) o permuten. La ley entiende que también trafica todo aquel
que porta, guarda o lleva consigo drogas ilícitas, a menos que se acredite ante
el tribunal, que la droga que el sujeto portaba era para su propio consumo
personal, o que está sometido a un tratamiento médico. En ese caso, se aplica
la sanción propia del consumo de drogas ilícitas en lugares públicos (multa, o
asistencia a programas de prevención).

• El tráfico de drogas ilícitas es un delito que la ley sanciona con penas muy altas,
que van desde los 5 años y un día hasta los 15 años de privación de libertad5.
Cuando el Estado penaliza una conducta es porque considera que hay un bien
jurídico que es necesario proteger (la vida, o la propiedad, por ejemplo). En
este caso, el bien jurídico protegido es la salud pública, que se ve seriamente
lesionada con la actividad desplegada por los/as traficantes, al introducir al
mercado drogas ilícitas (sustancias estupefacientes y psicotrópicas) destinadas
al consumo de la población.

• El microtráfico de drogas es un delito que la ley sanciona con presidio que va


de los 541 días a 5 años, y multa de diez a cuarenta unidades tributarias
mensuales, a menos que justifique que están destinadas a la atención de un
tratamiento médico o a su uso o consumo personal exclusivo y próximo en el
tiempo. No concurrirá esta circunstancia cuando la calidad o pureza de la
droga no permita racionalmente suponer el uso o consumo descrito, o cuando
sea indicataria del propósito de traficar a cualquier título.

• De acuerdo a nuestro ordenamiento jurídico, si el tráfico de drogas ilícitas se


realiza en las inmediaciones o en el interior de un establecimiento educacional,
la conducta se castiga más severamente, es decir, constituye una circunstancia
agravante de la responsabilidad penal. Lo mismo ocurre si se suministran o si
se promueve o facilita el consumo de éstas, entre menores de edad. Lo
anterior demuestra la importancia que se le asigna a la persecución del delito
de tráfico de drogas ilícitas cuando éste puede afectar a menores de edad y, en
consecuencia, la gravedad que reviste si se configura al interior de los
establecimientos educacionales.

5
Art. Nº 1 de la Ley Nº 20.000, Ley de Drogas.

10
• Los menores de edad se encuentran en una situación de mayor vulnerabilidad,
en la medida que suelen ser utilizados o reclutados por las redes de tráfico
para la realización de actividades ilícitas en este ámbito, ya sea para la
distribución o producción de la droga. La OIT considera que esta conducta
constituye una de las peores formas de trabajo infantil y el Estado de Chile ha
ratificado el instrumento internacional (Convenio 182) que prohíbe esta forma
de explotación de los/as menores.

• La Convención de los Derechos del Niño, en tanto, junto con reconocer el


derecho de niños, niñas y adolescentes a la educación, reconoce también su
derecho a estar protegidos contra la explotación económica, e impulsa a los
Estados Partes a adoptar las medidas apropiadas para proteger a los niños,
niñas y adolescentes contra el uso de drogas ilícitas, así como para impedir que
sean utilizados en la producción y el tráfico ilícitos de esas sustancias.

• Por su parte, la nueva normativa procesal penal, que estará vigente en todo el
país, obliga a una serie de personas a denunciar los delitos de que tengan
conocimiento. Entre ellos/as, se cuentan los directores, profesores e inspectores
de establecimientos educacionales de todo nivel, a quienes se impone la
obligación de denunciar los delitos que afectaren a los alumnos o que hubieren
tenido lugar en el establecimiento. El incumplimiento de esta obligación de
denunciar acarrea una sanción penal que consiste en el pago de una multa de
una a cuatro UTM6.

• En el caso de tener participación en los hechos menores de 16 años, mientras


no se instalen los tribunales de familia (está previsto que eso ocurra en octubre
de 2005), la denuncia debiera hacerse directamente ante el tribunal de
menores que corresponda.

Actualmente, el sistema legal contempla una normativa específica que dice


relación con el tratamiento que se debe dar a los/as jóvenes menores de 18
años, en el caso que cometan delitos. En esta normativa legal se distingue si el
delito es cometido por un niño o niña menor de 16 años, o uno cometido entre
los 16 y 18 años:

1.- Delito cometido por un/a adolescente entre los 16 a 18 años: en este caso,
se debe determinar si el joven actuó con o sin discernimiento. Esto significa que
se debe determinar si tiene conciencia que ha cometido un ilícito y si es capaz
de distinguir entre el bien el mal. Dicha labor es encomendada a psicólogos y
asistentes sociales de Centros de Observación y Diagnóstico de SENAME,
quienes emiten informes que luego servirán al juez para llegar a una decisión.

6
Artículo Nº 175 letra e del Código Procesal Penal.

11
Si se dictamina que actuó con discernimiento, se inicia un proceso criminal en el
mismo sistema penal que existe para los mayores de 18 años. Si se dictamina
que actuó sin discernimiento, es declarado inimputable y derivado al juzgado de
menores, donde no existe un juicio por el delito, sino que el juez puede cerrar
el caso y entregarlo a su familia, o dar curso a una medida de protección, la
que eventualmente puede significar privación de libertad o derivación a un
programa en el medio libre, a cargo de un/a delegado/a.

2.- Delito cometido por un/a menor de 16 años: la ley lo considera exento de
responsabilidad penal y se aplica la Ley 16.618.

El artículo 28 de la Ley señala, entre otros antecedentes, que “....tanto el menor


de dieciséis años, como el mayor de esa edad y menor de dieciocho años, que
haya obrado sin discernimiento, que aparezcan como inculpados de un crimen,
simple delito o falta, serán juzgados por el juez de letras de menores
respectivo, quien no podrá adoptar respecto de ellos otras medidas que las
establecidas en esta ley...”.

• Hay que hacer presente, asimismo, que en cada fiscalía regional del Ministerio
Público existe la Unidad de Atención a las Víctimas y Testigos, cuya misión es
proteger a las víctimas de los delitos, facilitar su intervención en los
procedimientos a que dé lugar la investigación y evitar o disminuir cualquier
perturbación que tuvieren que soportar con ocasión de dichos trámites.

• La ley de drogas, por su parte, contempla una serie de medidas especiales de


protección que el Ministerio Público puede tomar mientras dura la investigación
y los tribunales, si el caso va a juicio, si se estima que, por las circunstancias
del caso, existe un riesgo cierto para la vida, o integridad física de un testigo y
de su entorno familiar más cercano.

• Es necesario reforzar la idea que el MINEDUC tiene como mandato asegurar la


calidad de la educación en el país. En este sentido, la meta de aumentar de 8 a
12 años la escolaridad representa un gran desafío para todos los actores
involucrados y compromete a realizar las acciones pertinentes que contribuyan
a su logro.

• De acuerdo a la Ley de Jornada Escolar Completa (Ley JEC), durante el año


2005 todos los establecimientos deberán contar con un reglamento interno,
marco normativo que deberá ser visto oportunamente por las Direcciones
Provinciales correspondientes, cuya elaboración sea producto de una reflexión
informada de la comunidad educativa y que permita definir los procedimientos
y sanciones, para abordar los problemas más significativos que afectan a la
comunidad escolar, entre los cuales se encuentra el tráfico de drogas ilícitas.

12
Orientaciones para los establecimientos educacionales

Atendido lo anterior y frente a la detección de casos de microtráfico de drogas ilícitas


al interior del establecimiento educacional, la unidad educativa podría orientarse en el
siguiente sentido:

1) Una vez recolectados el máximo de antecedentes, ponerlos en conocimiento


directo del(la) fiscal del Ministerio Público correspondiente, con el objeto que la
investigación se desarrolle en un contexto que garantice, de la mejor manera
posible, los derechos de los niños, niñas y adolescentes que pudieren aparecer
involucrados/as en las redes de tráfico, así como los de sus compañeros/as
expuestos/as al tráfico desplegado al interior del establecimiento educacional.

2) Es aconsejable que las situaciones de esta naturaleza se aborden


institucionalmente, pudiendo ser el propio director/a del establecimiento
educacional quien canalice la información a las autoridades que correspondan.

3) Considerando que efectivamente los niños, niñas y adolescentes involucrados


pueden ser instrumentos, más que sujetos activos del delito, así como la
necesidad de proteger sus derechos frente a quienes sean los verdaderos/as
responsables de la actividad ilícita, se orienta a los establecimientos
educacionales en el sentido que, sin perjuicio de lo dicho en el numeral 1, ante
situaciones de esta naturaleza, recurran y tomen contacto con las Oficinas de
Protección de Derechos (OPD) que se encuentran en los Municipios (en los
cuales esté implementada), y que corresponden a una línea de trabajo comunal
desarrollada por el SENAME. La función de las OPD es la de facilitar que los
adultos responsables denuncien el caso ante la justicia, si corresponde, y de
brindar medidas de protección a los niños, niñas y adolescentes que lo
requieran, a través de sus profesionales o derivándolos a las instancias
especializadas.

4) Es necesario reforzar la idea de evitar que los establecimientos educacionales


tomen medidas administrativas, como la expulsión de niños, niñas y
adolescentes involucrados en microtráfico de drogas ilícitas. Estos niños, niñas y
adolescentes, están siendo víctimas de grave explotación, por lo que la
denuncia de estos casos no debe considerar sanciones administrativas como la
expulsión.

5) Se recomienda que las orientaciones para abordar la prevención del tráfico de


drogas ilícitas en los establecimientos educacionales sean incorporadas en las
Políticas de Prevención que cada unidad educativa desarrolle e implemente,
insertándola de esta manera en su Proyecto Educativo Institucional y en su
reglamento interno.

13
6) En esta perspectiva, los establecimientos educacionales debieran intensificar el
trabajo de prevención entre los/as estudiantes, implementando los programas
preventivos que han desarrollado y que CONACE y el MINEDUC ofrecen
gratuitamente para todos los ciclos educativos, habilitando técnicamente a
los/as profesores/as en la aplicación de las estrategias preventivas y
estrechando lazos con la comunidad de apoderados, de tal manera de trabajar
mancomunadamente en la prevención del consumo y del tráfico de drogas
ilícitas de manera integral y sistemática.

7) Los establecimientos educacionales podrían establecer redes de apoyo en la


comunidad en que se insertan, con el objeto de procurar una respuesta
colectiva y solidaria de protección a quienes puedan estar expuestos a
represalias como consecuencia de las denuncias por tráfico de drogas ilícitas
ante las autoridades correspondientes. En este sentido, la coordinación y el
trabajo conjunto con la Municipalidad, OPD, PREVIENE, Programa Barrio
Seguro, Carabineros, Policía de Investigaciones, organizaciones no
gubernamentales, juntas de vecinos y otras organizaciones sociales que
aborden la prevención de drogas ilícitas, contribuirá a la articulación de medidas
apropiadas para la prevención del tráfico de drogas ilícitas en la realidad local.

14
IV. MEDIDAS PREVENTIVAS Y RECOMENDACIONES

Medidas Preventivas

La prevención del tráfico de drogas ilícitas al interior de los establecimientos


educacionales debería contemplar las siguientes medidas:

1) Definir los principios respecto a la prevención del consumo y tráfico de drogas,


incorporándolos en el Proyecto Educativo Institucional (PEI).

2) Incorporar las orientaciones respecto a la prevención del tráfico de drogas a la


política de prevención de drogas que elabore el establecimiento educacional, en el
marco de su Proyecto Educativo Institucional (PEI).

3) Constituir un equipo responsable de la prevención del consumo y tráfico de drogas


al interior del establecimiento educacional, definiendo roles y funciones
específicas. El/la directora/a del establecimiento puede liderar este equipo,
invitando a distintos actores claves de la comunidad educativa.

4) Incentivar la sensibilización y capacitación de los distintos actores de la comunidad


educativa, en relación a los principios y orientaciones para prevenir el consumo y
tráfico de drogas en los establecimientos educacionales.

5) Asegurar la implementación de los programas de prevención del consumo de


drogas en los diferentes cursos de los ciclos educativos del establecimiento, en la
perspectiva de la elaboración e implementación de una política de prevención del
consumo y tráfico de drogas.

6) Desarrollar acciones e implementar programas de prevención dirigidos a las


familias.

7) Implementar programas y acciones de prevención para abordar aquellos casos en


que se ha detectado que ya existe consumo y tráfico de drogas.

8) Informar acerca de la Ley Nº 20.000, Ley de Drogas, y sobre la Ley Nº 19.925, ley
de Alcoholes vigente, a los diferentes actores de la comunidad educativa.

9) Realizar acciones que faciliten la coordinación permanente con instancias de la red


comunal, tanto en el ámbito preventivo, de tratamiento y de control, así como con
las organizaciones sociales correspondientes. Coordinarse con la OPD, PREVIENE,
Programa Barrio Seguro, Carabineros, Policía de Investigaciones, entre otros.

15
10) Realizar actividades de sensibilización y capacitación, para la prevención del
consumo y tráfico de drogas, dirigidas al Consejo Escolar y a las distintas
instancias de participación que existan en la unidad educativa.

11) Realizar acciones para el seguimiento y evaluación del impacto de las acciones
preventivas implementadas.

16
Recomendaciones

Las recomendaciones para abordar un caso concreto de tráfico de drogas al interior de


un establecimiento educacional son las siguientes:

1) Siempre la mejor estrategia será la prevención. Los establecimientos deben


manifestar su clara oposición al consumo y tráfico de drogas en el proyecto
educativo, contar con normativas claras incorporadas al reglamento interno, dar
a conocer la normativa legal existente, implementar políticas de prevención del
consumo de drogas y coordinarse con la red local de prevención y protección.

2) Proceder resguardando el principio de inocencia. Recoger todos los


antecedentes posibles de la situación detectada de manera reservada y
oportuna.

3) Garantizar el derecho de los/as alumnos/as posiblemente involucrados/as.


Considerar que están siendo víctimas de explotación y por tanto evitar medidas
administrativas tales como la expulsión.

4) Resguardar el derecho de los/as alumnos/as a vivir y estudiar en un entorno


libre de drogas. Asumir de manera organizada e informada la responsabilidad
ineludible de poner en conocimiento de la situación a la autoridad competente.

5) Actuar de forma institucional. Poner los antecedentes en conocimiento del


director/a y del equipo responsable de la implementación de la política de
prevención y tráfico drogas del establecimiento, de tal manera de utilizar las
redes y programas de apoyo correspondientes, principalmente a través del
PREVIENE y OPD.

6) El/la director/a debería canalizar en forma reservada la información acerca de la


situación, al fiscal y a la Unidad de Atención de Víctimas y Testigos del
Ministerio Público.

7) Tomar contacto con la OPD. La OPD (Programa comunal de SENAME) realizará


las acciones que faciliten que los adultos responsables realicen la denuncia y de
brindar las medidas de protección a los niños, niñas y adolescentes que lo
requieran.

17
V. ANEXOS:

1) MARCOS NORMATIVO Y LEGAL VIGENTE

Ley Orgánica Constitucional de Educación – LOCE (18.962)

Artículo 2º

“La educación es el proceso permanente que abarca las distintas etapas de la vida de
las personas y que tiene como finalidad alcanzar el desarrollo moral, intelectual,
artístico, espiritual y físico mediante la transmisión y el cultivo de valores,
conocimientos y destrezas, enmarcados en nuestra identidad nacional, capacitándolos
para convivir y participar en forma responsable y actividad en la comunidad.”

“La educación es un derecho de todas las personas. Corresponde preferentemente a


los padres de familia, el derecho y el deber de educar a sus hijos; al Estado, el deber
de otorgar especial protección al ejercicio de este derecho; y, en general, a la
comunidad, el deber de contribuir al desarrollo y perfeccionamiento de la educación.”

De la misma manera señala en el artículo:

“Es también deber del Estado fomentar el desarrollo de la educación en todos los
niveles, en especial la educación parvularia, y promover el estudio y conocimiento de
los derechos esenciales que emanan de la naturaleza humana, fomentar la paz,
estimular la investigación científica y tecnológica, la creación artística, la práctica del
deporte y la protección e incremento del patrimonio cultural de la nación”.

Artículo 3º:

“Es deber del Estado financiar el sistema gratuito destinado a asegurar el acceso de la
población a la enseñanza básica”.

18
Reforma Constitucional que Establece la Obligatoriedad y Gratuidad
de la Educación Media – Ley 19.876

Artículo Único que sustituye el inciso quinto del numeral 10º del artículo
19 de la Constitución Política de la República, por el siguiente:

“ La educación básica y la educación media son obligatorias, debiendo el Estado


financiar un sistema gratuito con tal objeto, destinado a asegurar el acceso a ellas
de toda la población. En el caso de la educación media este sistema, en
conformidad a la ley se extenderá hasta cumplir los 21 años de edad.”

19
Convención Internacional sobre los Derechos del Niño

Chile suscribió la Convención Internacional de los Derechos del Niño, junto a otros 57
países, el 26 de enero de 1990. El 10 de Julio de ese año, la Convención fue
aprobada unánimemente por ambas ramas del Congreso Nacional y ratificada ante
Naciones Unidas el 13 de agosto. El 14 de agosto de 1990, fue promulgada como ley
de la República mediante el Decreto Supremo Nº 830 del Ministerio de Relaciones
Exteriores, el cual fue publicado en el Diario Oficial el día 27 de Septiembre de 1990,
fecha en que definitivamente la Convención entró en vigencia en Chile.

La Convención sobre los Derechos del Niño, es un convenio de las Naciones Unidas
que describe la gama de derechos que tienen todos los niños y establece normas
básicas para su bienestar en diferentes etapas de su desarrollo. Los países que
ratifican la Convención (y que por consiguiente se convierten en Estados Partes de la
misma) aceptan someterse legalmente a sus estipulaciones e informan regularmente a
un Comité de los Derechos del Niño, acerca de su estado de avance.

En este sentido, los Estados miembros tienen la responsabilidad de proteger a los


niños contra el uso indebido de drogas e impedir que se les utilice en la producción y
tráfico ilícito de estas sustancias. La orientación para responder a este gran desafío
por parte de los Estados miembros, se hace explicita en los siguientes artículos
descritos en la Convención:

Artículo 1

“Para los efectos de la presente Convención, se entiende por niño todo ser humano
menor de dieciocho años de edad, salvo que, en virtud de la ley que le sea aplicable,
haya alcanzado antes la mayoría de edad.”

Artículo 2

1. Los Estados Partes respetarán los derechos enunciados en la presente Convención y


asegurarán su aplicación a cada niño sujeto a su jurisdicción, sin distinción alguna,
independientemente de la raza, el color, el sexo, el idioma, la religión, la opinión
política o de otra índole, el origen nacional, étnico o social, la posición económica, los
impedimentos físicos, el nacimiento o cualquier otra condición del niño, de sus padres
o de sus representantes legales.

2. Los Estados Partes tomarán todas las medidas apropiadas para garantizar que el
niño se vea protegido contra toda forma de discriminación o castigo por causa de la
condición, las actividades, las opiniones expresadas o las creencias de sus padres, o
sus tutores o de sus familiares.

20
Artículo 3

1. En todas las medidas concernientes a los niños que tomen las instituciones públicas
o privadas de bienestar social, los tribunales, las autoridades administrativas o los
órganos legislativos, una consideración primordial a que se atenderá será el interés
superior del niño.

2. Los Estados Partes se comprometen a asegurar al niño la protección y el cuidado


que sean necesarios para su bienestar, teniendo en cuenta los derechos y deberes de
sus padres, tutores u otras personas responsables de él ante la ley y, con ese fin,
tomarán todas las medidas legislativas y administrativas adecuadas.

3. Los Estados Partes se asegurarán de que las instituciones, servicios y


establecimientos encargados del cuidado o la protección de los niños cumplan las
normas establecidas por las autoridades competentes, especialmente en materia de
seguridad, sanidad, número y competencia de su personal, así como en relación con la
existencia de una supervisión adecuada.

Artículo 6

1. Los Estados Partes reconocen que todo niño tiene el derecho intrínseco a la vida.

2. Los Estados Partes garantizarán en la máxima medida posible la supervivencia y el


desarrollo del niño.

Artículo 19

1. Los Estados Partes adoptarán todas las medidas legislativas, administrativas,


sociales y educativas apropiadas para proteger al niño contra toda forma de perjuicio
o abuso físico o mental, descuido o trato negligente, malos tratos o explotación,
incluido el abuso sexual, mientras el niño se encuentre bajo la custodia de los padres,
de un representante legal o de cualquier otra persona que lo tenga a su cargo.

2. Esas medidas de protección deberían comprender, según corresponda,


procedimientos eficaces para el establecimiento de programas sociales con objeto de
proporcionar la asistencia necesaria al niño y a quienes cuidan de él, así como para
otras formas de prevención y para la identificación, notificación, remisión a una
institución, investigación, tratamiento y observación ulterior de los casos antes
descritos de malos tratos al niño y, según corresponda, la intervención judicial.

21
Articulo 28

1. Los Estados Partes reconocen el derecho del niño a la educación y, a fin de que se
pueda ejercer progresivamente y en condiciones de igualdad de oportunidades ese
derecho, deberán en particular:

a) Implantar la enseñanza primaria obligatoria y gratuita para todos;

b) Fomentar el desarrollo, en sus distintas formas, de la enseñanza secundaria,


incluida la enseñanza general y profesional, hacer que todos los niños dispongan de
ella y tengan acceso a ella y adoptar medidas apropiadas tales como la implantación
de la enseñanza gratuita y la concesión de asistencia financiera en caso de necesidad;

c) Hacer la enseñanza superior accesible a todos, sobre la base de la capacidad, por


cuantos medios sean apropiados;

d) Hacer que todos los niños dispongan de información y orientación en cuestiones


educacionales y profesionales y tengan acceso a ellas;

e) Adoptar medidas para fomentar la asistencia regular a las escuelas y reducir las
tasas de deserción escolar.

2. Los Estados Partes adoptarán cuantas medidas sean adecuadas para velar por que
la disciplina escolar se administre de modo compatible con la dignidad humana del
niño y de conformidad con la presente Convención.

3. Los Estados Partes fomentarán y alentarán la cooperación internacional en


cuestiones de educación, en particular a fin de contribuir a eliminar la ignorancia y el
analfabetismo en todo el mundo y de facilitar el acceso a los conocimientos técnicos y
a los métodos modernos de enseñanza. A este respecto, se tendrán especialmente en
cuenta las necesidades de los países en desarrollo.

Artículo 29

1. Los Estados Partes convienen en que la educación del niño deberá estar
encaminada a:

a) Desarrollar la personalidad, las aptitudes y la capacidad mental y física del niño


hasta el máximo de sus posibilidades;

b) Inculcar al niño el respeto de los derechos humanos y las libertades fundamentales


y de los principios consagrados en la Carta de las Naciones Unidas;

22
c) Inculcar al niño el respeto de sus padres, de su propia identidad cultural, de su
idioma y sus valores, de los valores nacionales del país en que vive, del país de que
sea originario y de las civilizaciones distintas de la suya;

d) Preparar al niño para asumir una vida responsable en una sociedad libre, con
espíritu de comprensión, paz, tolerancia, igualdad de los sexos y amistad entre todos
los pueblos, grupos étnicos, nacionales y religiosos y personas de origen indígena;

e) Inculcar al niño el respeto del medio ambiente natural.

2. Nada de lo dispuesto en el presente artículo o en el artículo 28 se interpretará como


una restricción de la libertad de los particulares y de las entidades para establecer y
dirigir instituciones de enseñanza, a condición de que se respeten los principios
enunciados en el párrafo 1 del presente artículo y de que la educación impartida en
tales instituciones se ajuste a las normas mínimas que prescriba el Estado.

Artículo 32

1. Los Estados Partes reconocen el derecho del niño a estar protegido contra la
explotación económica y contra el desempeño de cualquier trabajo que pueda ser
peligroso o entorpecer su educación, o que sea nocivo para su salud o para su
desarrollo físico, mental, espiritual, moral o social.

2. Los Estados Partes adoptarán medidas legislativas, administrativas, sociales y


educacionales para garantizar la aplicación del presente artículo. Con ese propósito y
teniendo en cuenta las disposiciones pertinentes de otros instrumentos
internacionales, los Estados Partes, en particular:

a) Fijarán una edad o edades mínimas para trabajar;


b) Dispondrán la reglamentación apropiada de los horarios y condiciones de trabajo;
c) Estipularán las penalidades u otras sanciones apropiadas para asegurar la aplicación
efectiva del presente artículo.

Artículo 33

“Los Estados Partes adoptarán todas las medidas apropiadas, incluidas medidas
legislativas, administrativas, sociales y educacionales, para proteger a los niños en el
uso ilícito de los estupefacientes y sustancias sicotrópicas enumeradas en los tratados
internacionales pertinentes, y para impedir que se utilice a niños en la producción y
tráfico ilícito de esas sustancias”.

23
Artículo 34

“Los Estados Partes protegerán al niño contra todas las demás formas de explotación
que sean perjudiciales para cualquier aspecto de su bienestar.”

Artículo 39

“Los Estados Partes adoptarán todas las medidas apropiadas para promover la
recuperación física y psicológica y la reintegración social de todo niño víctima de:
cualquier forma de abandono, explotación o abuso; tortura u otra forma de tratos o
penas crueles, inhumanos o degradantes; o conflictos armados. Esa recuperación y
reintegración se llevarán a cabo en un ambiente que fomente la salud, el respeto de sí
mismo y la dignidad del niño.”

Artículo 40

1. Los Estados Partes reconocen el derecho de todo niño de quien se alegue que ha
infringido las leyes penales o a quien se acuse o declare culpable de haber infringido
esas leyes a ser tratado de manera acorde con el fomento de su sentido de la
dignidad y el valor, que fortalezca el respeto del niño por los derechos humanos y las
libertades fundamentales de terceros y en la que se tengan en cuenta la edad del niño
y la importancia de promover la reintegración del niño y de que éste asuma una
función constructiva en la sociedad.

2. Con este fin, y habida cuenta de las disposiciones pertinentes de los instrumentos
internacionales, los Estados Partes garantizarán, en particular:

a) Que no se alegue que ningún niño ha infringido las leyes penales, ni se acuse o
declare culpable a ningún niño de haber infringido esas leyes, por actos u omisiones
que no estaban prohibidos por las leyes nacionales o internacionales en el momento
en que se cometieron;

b) Que a todo niño del que se alegue que ha infringido las leyes penales o a quien se
acuse de haber infringido esas leyes se le garantice, por lo menos, lo siguiente:

i) Que se lo presumirá inocente mientras no se pruebe su culpabilidad conforme a la


ley;
ii) Que será informado sin demora y directamente o, cuando sea procedente, por
intermedio de sus padres o sus representantes legales, de los cargos que pesan contra
él y que dispondrá de asistencia jurídica u otra asistencia apropiada en la preparación
y presentación de su defensa;
iii) Que la causa será dirimida sin demora por una autoridad u órgano judicial
competente, independiente e imparcial en una audiencia equitativa conforme a la ley,
en presencia de un asesor jurídico u otro tipo de asesor adecuado y, a menos que se

24
considerare que ello fuere contrario al interés superior del niño, teniendo en cuenta en
particular su edad o situación y a sus padres o representantes legales;
iv) Que no será obligado a prestar testimonio o a declararse culpable, que podrá
interrogar o hacer que se interrogue a testigos de cargo y obtener la participación y el
interrogatorio de testigos de descargo en condiciones de igualdad;
v) Si se considerare que ha infringido, en efecto, las leyes penales, que esta decisión y
toda medida impuesta a consecuencia de ella, serán sometidas a una autoridad u
órgano judicial superior competente, independiente e imparcial, conforme a la ley;
vi) Que el niño contará con la asistencia gratuita de un intérprete si no comprende o
no habla el idioma utilizado;
vii) Que se respetará plenamente su vida privada en todas las fases del procedimiento.

3. Los Estados Partes tomarán todas las medidas apropiadas para promover el
establecimiento de leyes, procedimientos, autoridades e instituciones específicos para
los niños de quienes se alegue que han infringido las leyes penales o a quienes se
acuse o declare culpables de haber infringido esas leyes, y en particular:

a) El establecimiento de una edad mínima antes de la cual se presumirá que los niños
no tienen capacidad para infringir las leyes penales;
b) Siempre que sea apropiado y deseable, la adopción de medidas para tratar a esos
niños sin recurrir a procedimientos judiciales, en el entendimiento de que se
respetarán plenamente los derechos humanos y las garantías legales.

4. Se dispondrá de diversas medidas, tales como el cuidado, las órdenes de


orientación y supervisión, el asesoramiento, la libertad vigilada, la colocación en
hogares de guarda, los programas de enseñanza y formación profesional, así como
otras posibilidades alternativas a la internación en instituciones, para asegurar que los
niños sean tratados de manera apropiada para su bienestar y que guarde proporción
tanto con sus circunstancias como con la infracción.

25
Convenio 138 y 182 de la Organización Internacional del Trabajo
(OIT)

Desde de su creación, la OIT ha incluido el trabajo infantil como una de sus


preocupaciones fundamentales. “El principal instrumento de OIT en su lucha por
abolir el trabajo infantil han sido y siguen siendo las normas del trabajo que
determinan el concepto de una edad mínima para ingresar en el empleo. Este
criterio responde a dos deseos, el de proteger a los niños respecto de un trabajo
que interfiera con su pleno desarrollo y la búsqueda de una eficiencia económica
mediante mercados de trabajo de adultos que funciones correctamente”.

“ Al respecto, la Organización Internacional del Trabajo aprobó los convenios 138


(1973) y 182 (1999). El convenio 138, ratificado por nuestro país en 1999, plantea
que los Estados realizarán esfuerzos por subir progresivamente la edad de la
incorporación de los niños y niñas al mundo laboral. Como consecuencia, al año
siguiente, se elevó de 14 a 15 años la edad mínima de admisión al empleo”7.

Al año siguiente, Chile suscribió el Convenio 182, referido a la erradicación de las


peores formas de trabajo infantil. Este convenio plantea que “se entenderá por
peores formas de trabajo infantil:

a) Todas las formas de esclavitud, o práctica análoga como la venta y trata de


niños, la servidumbre por deuda y condición de siervo, y el trabajo forzoso u
obligatorio, incluyendo el reclutamiento forzoso u obligatorio para su utilización
en conflictos armados.

b) La utilización, el reclutamiento o la oferta de niños para la prostitución, la


producción de pornografía o actuaciones pornográficas.

c) La utilización, el reclutamiento o la oferta de niños para la realización de


actividades ilícitas, en particular la producción y el tráfico de
estupefacientes, tal como se define en los tratados internacionales
pertinentes.

d) Cualquier trabajo que, por su naturaleza o por la condición en que se lleva a


cabo, es probable que dañe la salud, la seguridad o la moralidad de los niños,
lo que deberá ser determinado por la legislación nacional o la autoridad
competente.

La adopción de estos convenios establece obligaciones de carácter recíproco. Por


una parte, los Estados miembros están obligados a respetar, promover y aplicar los

7
Manual de Capacitación para el Registro Único de Peores Formas de Trabajo Infantil. Documento SENAME,
Ministerio del Trabajo, IPEC / OIT.

26
principios de la Declaración relativa a los derechos fundamentales en la mayor
medida en que lo permitan sus recursos y habida cuenta de las circunstancias
específicas. La organización está obligada a asistir a sus miembros para lograr la
meta”8.

8
Manual Opcit.

27
Ley de Alcoholes (19.925)

El día 19 de diciembre del año 2003 se promulgó la nueva ley de alcoholes, esta ley
regula el expendio de bebidas alcohólicas, las medidas de prevención y rehabilitación
del alcoholismo, así como las acciones y los procedimientos aplicables. Los artículos
que pueden facilitar y orientar las acciones y los procedimientos acorde a la ley, con
alumnos o personas que presenten problemas con alcohol, son los siguientes:

Título I / Del expendio de bebidas alcohólicas

Artículo 8º

“La municipalidad determinará, en su respectivo plano regulador, o a través de


ordenanza municipal, las zonas de su territorio en las que podrán instalarse
establecimientos clasificados en las letras D), E) y O) del artículo 3º y locales que
expandan bebidas alcohólicas para ser consumidas fuera del respectivo lugar.

Sin perjuicio de ello, no concederá patentes para que funciones en conjuntos


habitacionales, a aquellos establecimientos de expendio de bebidas alcohólicas que
determine mediante ordenanza municipal.

Para los efectos previstos en los incisos anteriores, la municipalidad solicitará a


Carabineros de Chile informe escrito, el que deberá ser evacuado dentro del plazo de
treinta días, contados desde la fecha en que se reciba la respectiva solicitud. Si
Carabineros de Chile no emitiera el informe dentro del plazo señalado, se procederá
sin este trámite.

Tampoco se concederá patente para el funcionamiento de alguno de los


establecimientos indicados en el inciso primero, que estén ubicados a menos de cien
metros de establecimientos de educación, de salud o penitenciarios, de recintos
militares o policiales, de terminales y garitas de movilización colectiva. La
municipalidad podrá excluir de esta prohibición a los hoteles o restaurantes de
turismo.

La distancia se medirá entre los extremos más próximos de los respectivos


establecimientos, tomando la línea de acceso principal más corta, por aceras, calles y
espacios de uso público.”

28
Título II / De las medidas de prevención y rehabilitación

Artículo 25º

“Se prohíbe el consumo de bebidas alcohólicas en las calles, caminos, plazas, paseos y
demás lugares de uso público. La contravención a esta prohibición será sancionada
con alguna de las siguientes medidas:

1º Multa de hasta una unidad tributaria mensual.


2º Amonestación, cuando aparecieren antecedentes favorables para el infractor”.

Artículo 26º

“Lo dispuesto en el artículo precedente también tendrá lugar respecto a quienes


fueren sorprendidos en la vía pública o en lugares de libre acceso al público en
manifiesto estado de ebriedad. En este caso, si una persona hubiere incurrido en dicha
conducta más de tres veces en un mismo año correspondiente, Carabineros
denunciará el
hecho al juez de policía local correspondiente, el cual podrá imponer alguna de las
siguientes medidas:

1º Seguir algún programa de prevención o de tratamiento médico, psicológico o de


alguna otra naturaleza, destinado a la rehabilitación, y

2º Internarse en un establecimiento hospitalario o comunidad terapéutica que cuente


con programas para el tratamiento del alcoholismo.”

Artículo 28º

“Si un menor de dieciocho años de edad fuere sorprendido realizando algunas de las
conductas prohibidas en los artículos 25º, inciso primero, y 26º inciso primero, como
medida de protección será conducido por Carabineros al cuartel policial o a su
domicilio, con la finalidad de devolverlo a sus padres o a la persona que se encuentre
encargada de su cuidado, siempre que éste fuere mayor de edad.

Si el menor fuere conducido al cuartel policial, Carabineros adoptará las medidas


necesarias para informar a su familia o a las personas que él indique acerca del lugar
en el que se encuentra, o bien le otorgará las facilidades para que se comunique
telefónicamente con alguna de ellas.

Al devolver al menor a sus padres o a la persona encargada de su cuidado,


Carabineros los apercibirá por escrito que, si el menor incurriere en las
contravenciones a que se refiere este artículo más de tres veces en un mismo año, se
hará llegar sus antecedentes al Servicio Nacional de Menores. Asimismo, consignará

29
en ese documento las ocasiones precedentes en que aquél hubiere realizado tales
conductas. La persona que reciba al menor, previa individualización, firmará la
constancia respectiva.

Carabineros, en la oportunidad que corresponda, dará cumplimiento al apercibimiento


señalado en el inciso precedente.”

Artículo 29º

“Prohíbase el ingreso de menores de dieciocho años a los cabarés, cantinas, bares y


tabernas, y el ingreso de menores de dieciséis años a discotecas, sin perjuicio de lo
dispuesto en el artículo 42.

El administrador o dueño de esos establecimientos, así como quien atienda en ellos,


estará obligado a exigir la cédula de identidad u otro documento de identificación
expendido por la autoridad pública a todas las personas que deseen ingresar y
tengan, aparentemente, menos de dieciocho años o, en su caso, dieciséis años de
edad.”

Artículo 34º

“Deberán asistir a dichos programas las personas a que se refieren el artículo 26 y los
reincidentes en la conducción de vehículos bajo los efectos del alcohol o estado de
ebriedad.

Lo anterior, salvo que el juez, en su sentencia, resuelva imponerles la medida de


seguir otro tratamiento médico, sicológico o de otra naturaleza, destinado a la
rehabilitación.”

Artículo 35º

“En las mismas condiciones, el juez de policía local también podrá ordenar la
asistencia a esos programas de tratamiento y rehabilitación del cónyuge o del padre o
la madre de familia que habitualmente se encontrase bajo la influencia del alcohol, de
modo que no le sea posible administrar correctamente sus negocios o sustentar a su
cónyuge o hijos.”

Artículo 36º

“El juez podrá ordenar la medida de internación no voluntaria, en una unidad de


hospitalización del servicio de salud correspondiente o en otro establecimiento
hospitalario o comunidad terapéutica que proporcione tratamiento para bebedores
problema y alcohólicos.”

30
Artículo 39º

“En todos los establecimientos educacionales, sean de enseñanza parvularia, básica o


media, se estimulará la formación de hábitos de vida saludable y el desarrollo de
factores protectores contra el abuso del alcohol. Se incluirán temas relativos a cultura
gastronómica y a actividades sociales que consideren un consumo adecuado de
bebidas alcohólicas, a fin de prevenir positivamente el alcoholismo.

Con el objeto de contribuir a la finalidad prevista en el inciso precedente, el Ministerio


de Educación proporcionará material didáctico a los establecimientos educacionales de
menores recursos y capacitará docentes en la prevención del alcoholismo.

Se prohíbe la venta, suministro o consumo de toda clase de bebidas alcohólicas en los


establecimientos educacionales.

No obstante lo dispuesto anteriormente, la dirección del respectivo establecimiento, a


solicitud del centro general de padres y apoderados o con la aprobación de éste,
podrá autorizar que se proporcionen y consuman bebidas alcohólicas durante fiestas
patrias, actividades de beneficencia que se realicen hasta 3 veces por año calendario,
de lo cual se dará aviso previo a Carabineros y a la respectiva Municipalidad. Esta
autorización no se concederá durante el año escolar a establecimientos que cuenten
con internado. La dirección del establecimiento velará por el correcto uso de la
autorización concedida y porque la realización de la actividad no afecte de manera
alguna el normal desarrollo de las actividades educacionales.

La contravención a lo dispuesto en los incisos tercero y cuarto precedentes será


castigada con las sanciones previstas en el artículo 43.

Una comisión interministerial, compuesta por representantes de los Ministerios de


Educación, de Salud y de Trabajo y Previsión Social, estará encargada de implementar
y fomentar programas de prevención del abuso de bebidas alcohólicas para ser
impartidos en establecimientos educacionales, empresas, servicios públicos y
municipalidades, y de arbitrar las medidas y efectuar los estudios necesarios para
evaluar sus resultados.”

Título III / De las sanciones y procedimientos

Artículo 42º

“El que vendiere, obsequiare o suministrare bebidas alcohólicas, a cualquier título, a


un menor de dieciocho años en alguno de los establecimientos señalados en el artículo
3º, será sancionado con prisión en su grado medio y multa de tres a diez unidades
tributarias mensuales.”

31
Ley de Drogas (20.000)

El día 16 de febrero de 2005, se promulgó en el diario oficial la Ley Nº 20.000 que


sustituye la Ley Nº 19.366 que sanciona el tráfico ilícito de estupefacientes y
sustancias sicotrópicas. Los artículos que pueden orientar los procedimientos para
abordar el tráfico de drogas ilícitas al interior de los establecimientos educacionales
son los siguientes:

Título I / De los delitos y sanciones

Párrafo 1º / De los crímenes y simples delitos

Artículo 1º / Elaboración de drogas

“Los que elaboren, fabriquen, transformen, preparen o extraigan sustancias o drogas


estupefacientes o sicotrópicas productor de dependencia física o psíquica, capaces de
provocar graves efectos tóxicos o daños considerables a la salud, sin la debida
autorización, serán castigados con presidio mayor en su grado mínimo a medio y
multa de cuarenta a cuatrocientas unidades tributarias mensuales.

Si se tratare de otras drogas o sustancias de esta índole que no produzcan los efectos
indicados en el inciso anterior, podrá rebajarse la pena hasta en un grado.

Incurre también en este delito, quienes tengan en su poder, elementos, instrumentos,


materiales o equipos comúnmente destinados a la elaboración, fabricación,
preparación, transformación o extracción de las sustancias o drogas a que se refieren
los incisos anteriores.”

Artículo 3º / Tráfico

“Las penas establecidas en el artículo 1º se aplicarán también a quienes trafiquen,


bajo cualquier título, con las sustancias que dicha disposición se refiere, o con las
materias primas que sirvan para obtenerlas y a quienes, por cualquier medio,
induzcan, promuevan o faciliten el uso o consumo de tales sustancias.

Se entenderá que trafican los que, sin contar con la autorización competente,
importen, exporten, transporten, adquieran, transfieran, sustraigan, posean,
suministren, guarden o porten tales sustancias o materias primas.”

32
Artículo 4º / Microtráfico

“El que, sin competente autorización posea, transporte, guarde o porte consigo
pequeñas cantidades de sustancias o drogas estupefacientes o sicotrópicas,
productoras de dependencia física o síquica, o de materias primas que sirvan para
obtenerlas, sea que se trate de las indicadas en los incisos primero o segundo del
artículo 1º, será castigado con presidio menor en su grado medio a máximo y multa
de diez a cuarenta unidades tributarias mensuales, a menos que justifique que están
destinadas a la atención de un tratamiento médico o a su uso o consumo personal
exclusivo y próximo en el tiempo.

En igual pena incurrirá el que adquiera, transfiera, suministre o facilite a cualquier


título, pequeñas cantidades de estas sustancias, droga o materia prima, con el
objetivo de que sean consumidas o usadas por otros.”

Artículo 5º / Suministro de inhalables a menores

“El que suministre a menores de dieciocho años de edad, a cualquier título, productos
que contengan hidrocarburos aromático, tales como benceno, tolueno u otras
sustancias similares, incurrirá en la pena de presidio menor en su grado medio a
máximo y multa de cuarenta a doscientas unidades tributarias mensuales.”

Artículo 8º / Siembra y plantación de especies vegetales

“El que, careciendo de la debida autorización, siembre, plante, cultive o coseche


especies vegetales del género cannabis u otra productora de sustancias
estupefacientes o sicotrópicas, incurra en la pena de prisión menor en su grado
máximo a presidio mayor en su grado mínimo y multa de cuarenta a cuatrocientas
unidades tributarias mensuales, a menos que justifique que están destinadas a su uso
o consumo personal exclusivo y próximo en el tiempo, caso en el cual sólo se aplicarán
las sanciones de los artículos 50º y siguientes.

Según la gravedad del hecho y las circunstancias personales del responsable, la pena
podrá rebajarse en un grado.”

Artículo 12º / Responsabilidad de quien tolere consumo o tráfico

“Quien se encuentre, a cualquier título, a cargo de un establecimiento de comercio,


cine, hotel, restaurante, bar, centro de baile o música, recinto deportivo,
establecimiento educacional de cualquier nivel, u otros, abiertos al público, y tolere el
tráfico o consumo de algunas de las sustancias mencionadas en el artículo 1º, será
castigado con presidio menor en su grado medio a máximo y multa de cuarenta a
doscientas unidades tributarias mensuales, a menos que le corresponda una sanción
mayor por su participación en el hecho.

33
El tribunal podrá, además, imponer las medidas de clausura a que hace referencia el
artículo 7º9.”

Artículo 13º / Obligación de los funcionarios públicos a denunciar

“El funcionario público, que en razón de su cargo, tome conocimiento de algunos de


los delitos contemplados en esta ley y omita denunciarlos al Ministerio Público, a los
funcionarios de Carabineros de Chile o de la Policía de Investigaciones, o de
Gendarmería en los delitos cometidos dentro de los recintos penitenciarios, ante
cualquier tribunal con competencia en lo criminal, será castigado con presidio menor
en su grado medio a máximo y multa de cuarenta a cuatrocientas unidades tributarias
mensuales”.10

Párrafo 2º / De las circunstancias agravantes

Artículo 19º / Circunstancias agravantes

“Tratándose de los delitos anteriormente descritos, la pena deberá ser aumentada en


un grado si concurre alguna de las circunstancias siguientes:

a) Si el imputado formó parte de una agrupación o reunión de delincuentes, sin


incurrir en el delito de organización del artículo 16º.

b) Si se utilizó violencia, armas o engaño en su comisión.

c) Si se suministró promovió, indujo o facilitó el uso o consumo de drogas o


sustancias estupefacientes o sicotrópicas a menores de dieciocho años de edad,
o a personas con sus facultades mentales disminuidas o perturbadas.

d) Si el delito se cometió por funcionarios públicos aprovechando o abusando su


calidad de tales.

e) Si el delito se cometió valiéndose de personas exentas de responsabilidad


penal.

9
Artículo 7º “Atendidas las circunstancias del delito, podrá imponerse además la medida de clausura temporal del
establecimientos, por un plazo no inferior a sesenta días, ni superior a ciento veinte días, aun cuando el autor del
hecho sea empleado o dependiente de cualquier modo en dicho establecimiento. En caso de reiteración, podrá
imponerse la clausura definitiva y la prohibición perpetua para el autor de tales ilícitos de participar en otro
establecimiento de igual naturaleza.”
10
Código Procesal Penal, Artículo175 “Denuncia obligatoria” : “Estarán obligados a denunciar:
Letra e) : Los directores, inspectores y profesores de establecimientos educacionales de todo nivel, los delitos que
afectares a los alumnos o que hubieren tenido lugar en el establecimiento.”

34
f) Si el delito se cometió en las inmediaciones o en el interior de un
establecimiento de enseñanza o en sitios a los que escolares y estudiantes
acuden a realizar actividades educativas, deportivas o sociales.

g) Si el delito se perpetró en una institución deportiva, cultural o social, mientras


ésta cumplía sus fines propios o en sitios en donde se estaban realizando
espectáculos públicos, actividades recreativas, culturales o sociales.

h) Si el delito fue cometido en un centro hospitalario, asistencial, lugar de


detención o reclusión, recinto militar o policial.

Si concurren dos o más de estas circunstancias señaladas precedentemente, la


pena podrá ser aumentada en dos grados.”

Título III / De la competencia del Ministerio Público

Párrafo 2º / De las medidas de protección a testigos, peritos, agentes


encubiertos, informantes y cooperador eficaz

Artículo 36º

“Cuando se trate de la investigación de los delitos a que se refiere esta ley, si el


Ministerio Público estimare que existe riesgo para la seguridad de los agentes
encubiertos, agentes reveladores, informantes, testigos, peritos y, en general de
quienes hayan cooperado eficazmente en el procedimiento, podrá disponer que
determinadas actuaciones, registros o documentos sean mantenidos en secreto
respecto de uno o más intervinientes.

Se aplicará lo dispuesto en el artículo 182 del Código Procesal Penal11, pero el


Ministerio Público podrá disponer que se mantenga el secreto hasta el cierre de la
investigación. Además, deberá adoptar medidas para garantizar que el término del
secreto no ponga en riesgo la seguridad de las personas mencionadas en el inciso
anterior.”

11
Código Procesal Penal

35
Título IV / De las faltas

Párrafo 1º / De las faltas comunes

Artículo 50º

“Los que consumieren alguna de las drogas o sustancias estupefacientes o


sicotrópicas de que hace mención el artículo 1º, en lugares públicos o abiertos al
público, tales como calles, caminos, plazas, teatros, cines, hoteles, cafés,
restaurantes, bares, estadios, centros de baile o de música; o en establecimientos
educacionales o de capacitación, serán sancionados con alguna de las siguientes
penas:

a) Multa de una a diez unidades tributarias mensuales.

b) Asistencia obligatoria a programas de prevención hasta por sesenta días, o


tratamiento o rehabilitación en su caso por un período de hasta ciento ochenta
días en instituciones autorizadas por el Servicio de Salud competente. Para
estos efectos el Ministerio de Salud o el Ministerio del Interior deberán asignar
preferentemente los recursos que se requieran.

c) Participación en actividades determinadas a beneficio de la comunidad, con


acuerdo del infractor y a propuesta del departamento social de la municipalidad
respectiva, hasta por un máximo de treinta horas, o en cursos de capacitación
por un número de horas suficientes para el aprendizaje de la técnica o arte
objeto del curso. Para estos efectos, cada municipalidad deberá anualmente
informar a el o los juzgados de garantía correspondientes acerca de los
programas en beneficio de la comunidad de que disponga. El juez deberá
indicar el tipo de actividades a que se refiere esta letra, el lugar en que se
desarrollarán y el organismo o autoridad encargada de su supervisión. Esta
medida se cumplirá sin afectar la jornada educacional o laboral del infractor.

Se aplicará como pena accesoria, en su caso, la suspensión de la licencia para


conducir vehículos motorizados por un plazo máximo de seis meses. En caso de
reincidencia la suspensión será de hasta un año y, de reincidir nuevamente,
podrá extenderse hasta por dos años. Esta medida no podrá ser suspendida, ni
aun cuando el juez hiciera uso de la facultad contemplada en el artículo 398 del
Código Procesal Penal12.

12
Código Procesal Penal

36
Idénticas penas se aplicarán a quienes tengan o porten en tales lugares las
drogas o sustancias antes indicadas para su uso o consumo personal exclusivo
y próximo en el tiempo.

Con las mismas penas serán sancionados quienes consuman dichas drogas en
lugares o recintos privados, si se hubiesen concertado para tal propósito.

Se entenderá justificado el uso, consumo, porte o tenencia de alguna de dichas


sustancias para la atención de un tratamiento médico.”

Párrafo 2º / De las faltas especiales

Artículo 51º

“Si la falta de que hace mención el artículo anterior se cometiere en un lugar de


detención, recinto militar o policial por personas ajenas a él o en un
establecimiento educacional o de salud por quienes se desempeñen como
docentes o trabajadores, la sanción pecuniaria se aplicará en su máximo.”

Párrafo 3º / De la aplicación de la pena

Artículo 52º

“Si el sentenciado no pagare la multa impuesta sufrirá, por vía de sustitución, la


pena de reclusión, regulándose un día por cada unidad tributaria mensual. En
todo caso, la reclusión no podrá exceder de seis meses.

Sin perjuicio de lo dispuesto en el inciso anterior, en casos debidamente


calificados, el tribunal podrá eximir al condenado del pago de multa o imponerle
una inferior al mínimo establecido en esta ley, debiendo dejar constancia en la
sentencia de las razones que motivaron su decisión.”

Artículo 53º

“Las disposiciones de este Título se aplicarán también al menor de dieciocho


años, el que será puesto a disposición del juez de menores correspondiente. El
juez prescindiendo de la declaración de haber obrado o no con discernimiento
respecto del que tuviere más de dieciséis años, podrá imponer al menor
algunas de las medidas establecidas en la Ley número 16.618 o de las
siguientes, según estimare más apropiado para su rehabilitación:

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a) Asistencia obligatoria a programas de prevención, hasta por sesenta días, o
tratamiento o rehabilitación, en su caso por un período de hasta ciento
ochenta días, en instituciones consideradas idóneas por el Servicio de Salud
de la ciudad asiento de la Corte de Apelaciones respectiva. Esta medida se
cumplirá, en lo posible, sin afectar la jornada escolar o laboral del infractor.

b) Participación del menor, con acuerdo expreso de éste, en actividades


determinadas a beneficio de la comunidad, a propuesta del departamento
social de la municipalidad respectiva, hasta por un máximo de treinta horas,
o en cursos de capacitación por un número de horas suficientes para el
aprendizaje de técnica o arte objeto del curso. El juez de menores deberá
indicar el tipo de actividades de que se trate , el lugar en que se
desarrollarán y el organismo o autoridad encargada de su supervisión. Esta
medida se cumplirá sin afectar la jornada escolar o laboral del infractor.”

Artículo 54º

“Las faltas a que aluden los artículos 50 y 51 serán de conocimiento del juez de
garantía, de acuerdo a las reglas generales establecidas en el Título I del Libro
Cuarto del Código Procesal Penal.

Los autores de las faltas contempladas en este Título serán citados por los
agentes de la policía para que comparezcan a la fiscalía correspondiente, a la
cual se remitirá la respectiva denuncia.

Si las personas señaladas en el inciso anterior, no tuvieran manifiestamente,


control sobre sus actos y hubiere riesgo de que pueda afectarse su integridad
física o de terceros, los agentes de la policía podrán conducirlos al recinto
hospitalario más cercano, para que reciban la atención de salud que según el
caso se necesite.

El tribunal determinará la sanción correspondiente teniendo en cuenta las


circunstancias personales del infractor y su mayor probabilidad de
rehabilitación. Para estos efectos, el juez establecerá la obligación del infractor
de ser examinado por un médico calificado por el Servicio de Salud
correspondiente, con el fin de determinar si es o no dependiente de sustancias
estupefacientes, el grado de dependencia y el tratamiento que debiera seguir el
afectado. En todo caso, el aludido examen podrá ser decretado desde que se
inicie el respectivo procedimiento.

En caso de resistencia o negativa del infractor a realizarse el examen decretado,


el juez ordenará las medidas conducentes a su cumplimiento.

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La Secretaría Regional Ministerial de Justicia, previo informe de la Secretaría
Regional Ministerial de Salud, entregará a la Corte de Apelaciones respectiva la
nómina de facultativos habilitados para practicar los exámenes y remitir los
informes a que se refiere el artículo.

El fiscal, con el acuerdo del infractor, podrá solicitar al juez de garantía la


suspensión condicional del procedimiento, en los términos previstos en el
artículo 237 y siguiente del Código Procesal Penal. En tal evento, se podrá
imponer como condición la asistencia obligatoria a programas de prevención,
tratamiento o rehabilitación, en su caso por el tiempo que sea necesario, de
acuerdo al informe que se refiere el inciso cuarto de este artículo, en
instituciones consideradas idóneas por el Servicio de Salud competente.

Si el imputado sirviere un cargo público que, legalmente, no puede ser


desempeñado por una persona que tenga dependencia a sustancias o drogas
estupefacientes o sicotrópicas, el juez de garantía enviará al órgano respectivo
copia de la sentencia ejecutoriada que lo condene por alguna de estas faltas o
de la resolución que dispone la suspensión condicional del procedimiento, en su
caso, a fin de que se adopten las medidas pertinentes para dar cumplimiento a
las disposiciones estatutarias que procedan.

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CONACE- SECRETARÍA EJECUTIVA
AGUSTINAS 1235 – PISO 9
SANTIAGO – CHILE

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www.conacedrogas.cl

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