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ete

EOS

Capo L.

Enfoque general
Margarct S. Mahler
.

Fred P
Ánnol BB ergmad

a,
x

y| nacimiento
psicológico del
,

Flonacimienta Iinlágico del infante húmario y el nacimiento psicológico no


coinciden
e en el Giempo. El primeto, a!es Uh armntecimiento cxpentoridar,
nbservable y bien circunseriplos el último es un prochin intrapsnico de
lento desarrollo.

infante humano
Para el adulto más e menes Hormal, da exporñencia de sí oiisios
como alguien que está plenamente “bn” y a da vez plenamente separado
del “mundo que está abi afuera", es hlgo que se da por senado como Un
dalo propia de la vida. La concieneja de sí núsmo y el estár sbseriíido
Simbiosis-cindividuación-—--
W
sn conciencia de sí san dos polaridades entre las cuales el adullo se
mueve con envinble facilidad y con variables grados de allernación O si-
multancidad. Pero esta resolla también de un procesa de lenta desarreila,

Denominamos al nacimiento psicológico del individuo froscso de


¿Separación-individucción: el establecifniento de tn sentimiento de separ
ración respecto de un mudo de rdalidad, > de una colación con él,
partienlarmente con tespeclo a ls | experioencilas_del frofbfo cuerpo y
al principal repuesentante del mundo tal romo el infante do experi-
menta, el cbjeto piúnario de amor. [ms 2 procesa, cero cuaiguier ntro
RRTEIASORIA i 25 procesa intrapsiquico, se manifiesta a.todo |lo largo del cielo “tal. Nunca.
EA : ' termina; sigue siempre en actividad;yen muevas fases del ciclo wlal ni-
MaHN e RU ; nt RES
Ta sro, nte L servamos cómo actúan aún nuevos al rivados de Jos PROFESÓs má yrtprnds
rr rs =r ASrn,org ceo

4 > tivosJPero—los- principales Jogros-psicplógicos«ln este—pronos murren—en

Ñ el periodo que va del 42 6 5% mes a Mos 30 óó 36 IMESCS, pan que denno-


minamos fase de sepáreción-individudción.
El proceso normal de sparación- midividuación, que sigueA 11
- EQue periodo simbiético evolutivamente normal, incluye el logro por parte
»

Endirinnár Ada runiar


a
en presencia de la madre y con Descamos poner de relieve que enfocamos el proceso en la miñe
del niño de un. funcionamiento sepa rado
Pla disponibilid ad emocional de ésta ¡Mahl er, 1963); ci niño se enfrenta temprana. No queremos significar, como se hace a veces [con a edad,
cada
continuamente con amenazas
mínimas de pérdida de objeto (que que toda nueva separaciónjo paso hacia un sentimiento revisado o. Ss
traer consi ga). Sin cn: Largo , en
pandido de sí mismo a cualquier edad forme parte del proceso de > nara.
paso del proceso de maduración par cce nonn al
l | contraste con situaciones de separación
trau máti ca, este proc
de una disposic
eso
ión evo”
ción-individuación. Nos parecería que así se diluye el cohce to. > e lo
de separación-individuación ocurre er el ámbito aleja erróneamente de ese losro intrapsiguico temprano de un entimie lo
6
| Jutiva para el funcionamiento indez endie níe y de una complacencia en ds separación, que consideramos su núcleo. En cualquiera ly en tod : las
tal actividad.
etapas de la vida puede reactivarse (o permanecer periférica o .nel .o
o dos desarrollos centralmente activo) un. viejo sentimiento parcialmente! irresuehode
conciben com
La separación y! a individuación se autoidentidad o de límites corporales; ¡ero nuestro enfoa > bn
sepa raci ón consiste en la emergencia del niño de
complementarios:.. la “1 proceso infanul original, no a los nuevos eventos O sil cio! e
AX
1952), y la individuación
una fusión simbiótica con la madre (Mahler,
1, . >.
vuelven a provocarlo, o
consiste en los logros que jalónan la asunción porparte
delniño de sus
Estos desarrollos están entrelazados o En lo que respecta asu
a su ubicación
ubicació en el ármbito
ñ más| amplio de ia
propias características individuales. ; pued en pro- psicoanalítica, considerámos que nuestra investigación se centra
no son idénticos a ellos
con los procesos € volutivoz, Pero
] . 4

especialmente .,
adaentació yrelación
demora o precocidad en uno u Gtro. t sobre doss problemas
problem
prob incl
acinales: adaptación de ,

ceder en forma divergente, con una : principales:


prematuro, que permi te al niño te- o Ajeto.
Por ende, el desarrollo ] ocomotor encia prema -
e llevar a una conci
pararse físicamente de li madre, pued ismos inter nos de
d e que los mecan
tura del estado de separación, antes | Adaptación
un componente de la individua-
regulación (cf. Schur, 1 966), que son
enfrentar esa conciencia. Por el con- y
ción, proporcionen los medios para Ya bustantete ns -
Sstori
aveavanzad: la lústoria :
tilizadora, que' liiterfiére“com, la Hartmann evolutiva del psicoanálisis, comenzó
trario, una madre omnipresente € infan . ce
9 ) «a incorporar a la teoría psicoanalitica una perspectiva
Yo. 4 , .
ón, obstaculizando por lo común
:
dela
2
adan:
y

tendencia innata del niño a la indiv! duaci Le a+ ESSR ación. Áá4n éste
Quizás sea el motivo
e . por el cual en" el7 siconná:
puede retrasar el desarrollo de
i a a “afana
de 3
zu yo, . E in

la función locomotriz autónoma . e 2.

ción yo-otro por parte del niño, de dentro del


.
survir
.
que parecen
.
aciente, G de udultos hy tantas cosas
.«sl3
.
una plena conciencia de la difereencia IA a -
tivas, ri acIE sus ras
de Paro aricterolómic
os Erricterológicos de vieja data y de sus fantasíus
aun precoz, de sus funciones cogni
pese al desarrollo progresivo, 6 me ul trabajarcon infantes y con _niños, la idea: de ada
o
tación _sdap-
perceptuales y ufectivas. as:1Ó11 SE -IMÉMDONE “mente al
pone.forzosamente aloobservador, Desde el > comienzo Meel niño p
su
- - ce el 1
ables e inferidos del primitivo es” swldia yy desplie -
despliega en la matriz de la unidad dual madre-infante. Cunles-
A partir de los comienzos obsérv era dual madre-infante. Cuales-
te, en que no hi ay conciencia de la dife- esa sean
quiera las adaptaci
áptaciones al niño que la madre pueda realizar
tado cognitivo-afecti vo del infan
»
.e $ se

una oriranización más. importante de . iba


qu Ñ LO
de dEdtie y empática,
" aos
estemos profundamente col encia :
renciación yo-0tro, <e desarrolla
fax]

..
adaptativ: : ivencido
en torno de los eventos de la separación < que la capacidad
como material fresco y rn;7
vida intrapsiquica y condu ctal
ndo fase lenble 7)es dd de peuprativa del niño, e. | :
nización que Carac terizamos denomina «du stación po , .
cy]aa indivm iduación, orga : ¡Recesiad
— (para lograr sutisfacción), son mucho
ndiv idua ción al período subsipgule nie. En la parte 11 mayores que las della. mm JENuC
de la smpa raci ón-i
nzando por Sede de la, madre,
constituida, con todascuya personalidad está firme yy 4< menudo
as de este proceso (las subfases), come tigidumente sus pautas de carácier y de defensa
describiremos las etap (Maider, 1963). El a, con tocas . 4 1
siguiendo con el período de absor- y contrapunto co
; .
.
bebé se configura en armonía
los primeros signos de diferenciación,
aa
las nu, 210) , 4] unto con
pr
onalniento autónomo con Cx- 5 tuheras y estilo de la madre, sen que ésta
ción por el infante en su propiio funci RIODOECIONE POrss parte ur:
ando luego al importantísimo periodo objeto sano o purolówic aro
el punto de vista
olv2 Via %
clusión casi total de Ja madre, pasa ógito,piuológico
inutapsicolón] para tal adaptación.
el. enfoque dinámico
o. —el Desde
conflicto entre impul
.
samente porque percibe con mayor o !
lansicolóp1E
de acercamiento en que el niño, preci
so de-
A
etnsa— z Inuc
23 Imucho .
inenos importante en los primeros meses de. a
madre, 5€ siente u rgido a redirigir
cl foco
claridad su separación de la 16
es tructuración A Que
a la percepción de un epoca
et posterior,. cuando la: de la personalidad: hace
a su madre, y lega !finalmente vue sun dl fo

de su atención mitiv
i
.
El
? .
S ¡ .
$ “ . a
e» principalísima
O
intra ei
importancia los conflictos.
.
Aes
o de sí mism o, de entid ad e identidad individual, . A
el ) eEMO
i 2
sentimiento pri ió
SICInicos, Lu tensión,
sistemicos.
rameds
laa ansiedad traumática,
ia del objeto libidinal y del yo. del 15. y la homeostasis s > sarmbre biológ.ca, el
can la aue avanza hacia la constanc
r.sto
aparato : meoslasis son Concentos aci hialAminas lima «helo
g él
.
2
res,
eros meses y que son los precurso subfase
ren mayor pertinencia en los prim
de la estaba gravemente perturbado 0 fracasaba , descubrimos .
contenido psíquico, la ansi edad con —igual
rl que otros autores, , como Ftijli
jling-Schreuder (1969), Kernb
respectivamente, de la ansiedad con yo, y los meca nism os ( ) y G. y R. Blanck (1974) — que pueden ocurrir fenórnenos o pe
las funciones del
señal, los impulsos orales y Otros, cter ). El punt o de vista tados fronterizos, e incluso psicosis. '
nsa y cará
reguladores internos (rasgos de defe nte
la infancia temprana, pues el infa 1968b)Est PA: diferencia
adaptativo es muy importante en ón que se le ¿im-
j del dedicado
edi a psicosis infantil (Mahler
encias de adaptaci
nace en la cresta misma de las exig O. , minan!
minantemente del desarrollo promedio ledio y3 se propone
estas exig enci as las satisface la capacidadque tiene vir a la comprensión, a lo sumo, de la patología de nivel medio.
- ponen. Por fortuna su
idad y. laestructurainforme_de En 7 o .
el infante —a' raíz de la maleabil ente y dea mold arse Po o estudio de psicosis infantiles, tanto en casos de síndromes pre
ormar por su ambi
personalidad— , de dejarse conf e
e

amol dars e a la estructura Malos pc pe como de los predominante-


antemente autísti
d del niño
. e
para
a ese ambiente. La facilida
qa
xP

infan cia. ANS , 5; cf.:cf. también Mabhler, er, Fure


Furer y Settlage
comienzo de la
de su ambiente ya está presente al re , servó a niños que parecían
a ecía. i ncapaces de entraar en, o de lle- le
E psconan el a crepuscular delusivo de una órbita “simbiótica
Relación objetal n re-infante (Mahler y Furer, 1960 s cf. Mahler, 1968b ]
osque
son niños pueden no mostrar: nunca a una respuesta a, ouna acido cia
-
tra contribución ocupa un lugar_es de ptarse a, estímulos que emanan de la persona máter
Tenemos la impresión de que nues la relac ión objet al.. Aecir, niños que no pueden utilizar un n “principi
“principio maternante” >
de la histo ria de (Mabler 0
pecialen el_estudio psicoanalítico
Los prim ero s escri tos psico analí ticos mostraban que el desarrollodela y ación , pueden mostrar pánico ante cualquier percepción
mpulsos (Freud, 1905; Abra ham, 1921, ceseparas ón real. Es posible incluso que renuncien al ejercicio de fun-
| ._ relación. objetal_depen:día_de Josi mario y oa ónomas (por ejemplo, la movilidad o el lenguaje) “o las
). Conc epto s tales como narcisismo (pri
! 1924; Fenichel, 1945 oral oanal, y trián” sion n para preservar la delusión de la unidad simbiótica incondi-
masoquismo, carácter
| * secundario), ambivalencia, sado lso ionalmente omnipotente (of. Ferencal, 1913)
ltáneamente con problemas de impu o
¡. gulo edípico se relacionan simu ribu ción Pm ¡
ién Mahler, 1960). Nuestra. cont rEn oamb d os
Ss estos niños sufrefboeuna deficiencia de su cap acidad
¡ y de relación objetal (cf. tamb rro"
de tal enfoque, pues muestra el desa
cp

tari a a mad re como un faro Orientador en el mundoo dede lla rea”


¡debe considerarse suplemen en para lelo con la li :
partir del narcisismo, idad (Mahler, 1968b). De ello resulta que la personalidad del infante
,

¿ llo de la relación objetal a


. 3

da enel contexto del desarrollo libi-


pro?

nose organi relació con_lamadrecomo-objeto ex-


tortavitartemprana-del-ye, ubica
Seorganizaen torno delarelación
una conciencia dela terno de amo r. No progresan los aparato:
a:p
e. El logro cognitivo-afectivo de

7
dinal concurrent l
verdadera relación objetal, el pape da so Wii riz d de Ja relación
E comáternante “común y dedi-

a
se desarrollan en la-matriz II
separación Como prerrequisito de la ria, perc epci ón)
plo movilidad, memo A innicott, 1962) ; 0, para ¡utilizar palabras de Glover (1956)
de los aparatos del yo (por ejem la
más comp leja s del yo (como la prueba de realidad) en rito e no se PnteRzan, sino que se disgregan secundariamente.
y de funciones ión centr al en nuestra
an una posic
promoción de tal conciencia, OCup
A O efensas 'predominantement
A r isticas parece
mnente autisticas pare tratar
E a la
r cómo la relación ob. etal se desa” a meY hueso (Bowlby, Robertson y Rosenbluth, 1952) tomo
investigación. Tratamos de demostra
o primario del infante, y seáltera 1s e; sólo si se ve amenazadaa su caparazón
Ó autist ¡ 0
rrolla a partir del narcisismo simbiótico a su
ación.yla individuación, y cómo, netración
Danos. Baa maizde
raíz j 1Ó humana, el niño
nerasión iñ reacciona conarábia y/o
rabia y/o
en paralelo con el logro de la separ

-
el-na rcisi sm o secu ndar io se desar rolla n . gica o, el niño con una' organización predominantemente
vez, el funcionamiento del yo y objet al con la
y, Más _tarde,
en la matriz de la relación narcisistica
mó parece tratar a la madre como si ésta fuera parte de.su yo
, Como no separada de su yo sino más bien fusionada con éste
a ? . 2

. madre.
con fenómenos psicopatológicos . de DOOR Estos últimos niños són incapaces de integrar una ima
. En lo que respecta a su relació n tigación se-refiere-a-lo-qu eAnnao.4 --gen -de--madre—como-un—objjeto-externo—distinto-.y-—entero;-en--
10—disti y entero; -en--cambio,
nves
clínicos, consideramos que nuestrai evolutivo
es del desarrollo, que el flujo mantisemen la escisión
ma isi Jetos;
entre los objetos: j
—. parciales bueno y_ malo, , y alter-
Freud (1965b). llamó perturbacion lo
e compensar durante el desarrol Pan. tre querer incorporarel bueno b expulsar el malo. Como. conse
de la energía (E. Kris, 1955) pued precursoras de una neurosis. NA ncia de una u otra , de estass.solu ci
soluciones, 1Ó al mundo
, la ad aptación mundo'
“posterior, o que, en ciertos casos, pueden ser 1 desarrollo
.En casosraros, en que € E o (representada más específicamente en una relación objetal en
infantil o de patología-de.nivel medio
TOS

17
16
a Ooom
_ tremas de la: identidad. Utilizamos el término(identidad 'para referirnos
desarrollo con la madre [o el padre]) y la individuación meters 2
. o . .» e. leva a .

a la conciencia más termprana de un sentimiento de ser, de entidad, que


la constitución de una personalidad única en el niño, n AIDA
, . o se
.s . . =
¡

parejamente a partir de un estadio temprano en alante Por lo , incluye en parte, a nuestro parecer, una catexia del cuerpo
con energía
sti la
humanas esenciales. se An y istorsionan en su libidinal. No es un sentimiento de quién soy sino de gué soy; como
|las características dedes
pioceo de tal,
o se fragmentan más adelante. o ? s | constituye“la primera etapa del proceso despli gue de la"individualidad.
estadio rudimentario
o , : , . bs aración a | an -»
o
El estudio del período simbiótico normal, y de a sp an 1
individuación normales, ayuda a hacer más comprensibles las
?5 individuaci | -
- Psicosis simbiótica y separación-individuación normal: >
ol
LL utivas de los miños opsicólcos. LY
| | NN (
|Análisis general de estos conceptos
e Algunas: definiciones Históricamente; las observaciones: de Mahler acerca del
desarrollo nor-
i
mal y de la díada madre-infantela llevaron gradualmente al estudio ¡de
En discusiones y conferencias, a lo largo de los “años, hemos descbero fenómenos patológicos, incluida ¡la psicosis: infantil. Por supuesto
, esto
que nuestros tres conceptos básicos se entienden erróneamente con Das no significó en ningún caso que dejara de ocuparse de los problem
| as del
tante frecuencia
“utilizamos como, para merecer un esclarecimiento. En primer l sar,
el término desarrollo normal. Aunque el presente, trabajo fue precedido
separación' para referirnos al logro nirepiae | inmediata-
mente por el estudio de la: psicosis simbiótica del primer estadio
¡ de la ni-
de un sentimiento de separación de la: madre, ya través ' éste, e ñez, querríamos mostrar ahora en qué forma este último estudio
nos llevó
separación del mundo en general, (Este sentimiento co .¿operar - naturalmente a reconsiderar el desarrollo -normal.
ción es lo que el niño psicótico es mnpapaz de ea ste aude '
Ñ N
de ano 1 a claras re ]
algodiia delas representaciones del mundo objetal acerca de la pótesi de una Íase normal
(Jacobson, 1964). Naturalmente, en el curso normal de los cenosevo e separación-individuación
| o o es o
lntivos, las separaciones físicas reales (de rutina o de otra clase) de
constituyen importantes contribuciones al sentimiento-que adquie En nuestra investigación anterior ¡sobre la historia natural de la: psicosis
e ETE e 3ona 5 rada —pero lo que examinaremos es el simbiótica infantil (realizada con Furer), llegamos a un límite: cuando
sentimiento
a Cien Edea
ser unAindivi earado,
imidas” verdadnoqueel en ciertas
hecho condiciones
de estar física” superar
tratamos en
de su desarrollo por
comprender inaqué;¡esos
fase simbiótica a
niños enfermos eran incapaces de

aber A che fitodela 'eparación puede llevar a una negación tenían incluso que retrotraerse a extraños -mecanismos de naturaleza
Cadavorás atortorizada del hecho de la separación, y a la delusión de autística secundaria para: mantener su vida (Mahler y Furer. 1960;
que existe una unión simbiótica.) a a y Mahler, 1968b). Nos dimos cuenta de que para compre
l ilizamos el término simbiosis (Mahler y Furer, nder este he-
En segundo lugar, utilizamos > |?. cho teníamos que saber más acerca de las etapas que llevan a la indivi-
estado. intrapsiquico, más < duación normal y, en particular, acerca de las experiencias
1966) en forma similar, para penes e un estado cenestésicas,
inferido. No nos - preverbales, por las que comienza la formación de límites,
bien que a un conductal; et de aferramiento,más bien que p evalecen
referimos, por a 0 en los dos primeros años de vida.
ejemplo, a la a Y emitiva en que 'no ha ocurrido | |
O Comenzamos formulando varias preguntas. ¿Cuál era “la
un rasgo de la vida cognitivo-afectiva a dre co s manera
e común” en que uno llegaba a constituirse en un individ
la diferenciación entro el TA E o-objeto (que caracte uo separado,
” ” | tránsito que estos niños psicóticos no lograban realizar? ¿Cómo era
una TEBA Estado S -— TED no quiere” necesar el
iamente 7 |! ' , “proceso de ruptura del cascarón” en el infante normal? ¿Cómo
Hisaba al paso Simnótica): O o ue puede basarse en imágenes podía-
la presencia” física de la madre, rg a ación de las JP; mos comprender en detalle el modo en que la madre —como catali-
percepciones ! zadora, activadora u organizadora—, contribuía a estos proceso
praia de ene Mentidn.Mahler, 1960). s? ¿Cómo
contradictoria s o , se las arreglaba' la: gran mayoría de los niños para alcanzar la segunda
o : ado . . eo. o
y , ha explic lorm
ya anteri ¿ experiencia psiquic a de nacimiento, aparentemente muy gradual | .
En tercer lugar, Mahler ,1958a y b) P dos perturbacion
dl
ormente - ÓN , que
: : : icosis simbiótica son esex- l comienza durante la fase simbiótica y luego cede el paso a los
que el autismo infantil y la SICOsiS simbiótica —— eventos
EA : o h
" ¿
a , E : !
2

del proceso de separación-individuación? ¿Y cuáles eran, por con" . Acerca de la hipótesis de la ánsiedad que
traste, los rasgos genéticos y estructurales que impedían al niño prepsicó- acompaña a la conciencia de separación
tico alcanzar esta segunda experiencia de nacimiento, este “romper el 4

cascarón” del “límite común” simbiótico madre-infante? Se ha formulado la hipótesis (Mahler, 1952) de que en'ciertos
deam-!
buladores el estímulo maduraciondl de las funciones locomo
En 1955 (Mahler y Gosliner) comenzamos a poder articular una SS trices y dé
Otrasfunciones autónomas ocurre juntocon Uh retraso en
concepción que incluía una fase normal de separación-individuación. la disposición
emocional a funcionar separadamente de la madre
y produce pánico
Llamemos a [este] período, por razones de brevedad... fase de separación-indivi- organísmico, cuyo contenido mental no es fácilmente discerñ
duación dentro del desarrollo de la personalidad. Sostenemos que esta fase de
ible porque
el niño (que se halla aún en el estádio preverbal) no
separación-individuación es crucial respecto del yo y el desarrollo de las relaciones puede comunicarse
(c£. Harrison, 1971). Este_pánico nunca se consoli
objetales. También sostenemos que el temorcaracterístico de este período és la da en forma de
ansiedad de separación. Esta ansiedad de separación ño es sinónima del témor constituir una señal apropiada de ahsiedad, sino que
conserva el carácter
de aniquilación por abandono. Es una ansiedad menos abruptamente arrolladora de unadesazón organismica aguda o insidiosa, acompañada
por la inca-
que da ansiedad de la fase previa. Sin embargo, su naturaleza es más compleja, pacidad delniñopara utilizar al “Otro” como organidador extern
y esperamos analizar más adelante esta complejidad. En efecto, necesitamos es- o o jo
auxiliar. Esto detiene además la estructuración del yo.
tudiar el fuerte ímpetu que lleva a la separación)unido al temor de separa- El hecho mismo
ción, para poder comprender la psicopatología grave de la niñez que muy a de que la maduración más O mebhos ínsita siga adelant
e, mientras el
menudo comienza o se revela en forma insidiosa o aguda desde la segunda mitad esarrollo psicológico no lo hace? ¡vuelve extremadamente
frágil al yo
del segundo año en adelante. rudimentario. Puede ocurrir desdiferenciación y fragme
ntación y se pro”
Esta fase de separación-individuación es una especie de segunda experiencia duce luego
g el muy conociiddo cuatro>clínic
clíni o de la psicosis
icosis infanti
infar l (Mah-
,
de nacimiento, que uno de nosotros describió como “una ruptura de la mem- ler, 1960). | o
brana común simbiótica madre-hijo”. Esta juptura es tan inevitable como el
a una Esta
hinótovisión
s de cl
los everntos Intraps
intraps
trap íqui
iqu ¡
quicos sigue ¡
siendo, por supuesto,
-. nacimiento biológico (Mahler y Gosliner, 1955, pág. 196). 40] r €SI5, especialmente sí se tiene en cuenta la naturaleza
preverbal
e los fenómenos que se propone explicar.. Sin emba em!
Además: muy bien a los datos clínicos a —que co
sds
A los fines de facilitar la comprensión de nuestras afirmaciones, nos proponemos descripptivos— r especto
to d de la pérdid
Erdidaa de funcion
j es autóno
som mas ya adqui-
quie
centrarnos sobre la posición defensiva del. infante de 18 a 36 meses, que trata ridas y de una detención en el desarrollo subsiguiente.
Esta,fragmentación -.---
de proteger su autoimagen en desarrollo, placentera y celosamente guardada, de la puede ocurrir en cualquier momentó desde el final del
irrupción por parte de la madre y de otras figuras de importancia. Se trata de un primer año de
vida y en el curso del segundo, Puéde seguir a un traum
(cnónteno clínicamente importante y notable, que ocurre durante la fase de sepa- a doloroso e
inesperado, pero a menudo sigue 3 un acontecimiento
tación-individuación. Como señaló Anna Freud [1951b), a la edad de 2 y 3 años aparentemente
puede observarse uná fase negativista casi normal del deambulador. Se trata de la menor, tal como una breve separación o una pérdida de menor
importan-
reacción conductal concomitante que señala el proceso de desligamiento de la sim- cia. Estas observaciones nos llevaron 'finalmente a estudia
biosis madre-hijo. Cuanto menos satisfactoria o más parasitaria haya sido la fase
r los “pánicos”
amortiguados en el infante y el deambulador normal durante
simbiótica, tanto más próminente y exagerada será esta reacción negativista. El la separa-
temor de reengoJfamiento amenaza a una diferenciación individual que apenas
ción-individuación y la manera en que la madre y el niño,
como una”
acaba de comenzar y que debe ser defendida. Más allá del límite de los 15 a unidad y como individuos, los enfrentan. Nuestro creciente conoci
miento
18 meses, la imagen primaria de unidad e identidad cori la madre cesa de ser de las tareas evolutivas ante las que se encuentra el infante
constructiva para Ja evolución” de un yo y de un múndo objetal (Mahler y
normal y
más tarde el deambulador normal dliranté la fase de separac
Gosliner, 1955, pág. 200). ión-indivi-
os duación, y los ensayos y dificultades ly las regresiones moment
A
áneas que
En la actualidad, dataríamos el comienzo de la separación-individua- se observan en la conducta de estos niños, proveen la base para
A formular
- ——ciónmuchoantes,y_podemos_agregar muchas cosas a estas primeras __huestro encuadre teórico,..dentro...del.cual.-comprenderemo
. 2 . s-las- perturb a-
formulaciones. ciones benignas y transito
. » loro
rias y las neuróti cas, así como la rara ocurrencia!
de reacciones más graves y duraderad que muestran lós niños psicótic
os
: 1)Sabemos ahora que el impulso no se dirige hacia la separación: por sÍ simbióticos en edad temprana o en un periodo posterior.
misma, sino que lo innato dado es el impulso hacia la individuación, que no puede , . L
lograrse sin la separación autónoma. o 2 Véase Hartmann, Kris y Loewenstein (1946), que examinan la madura-
ción y el desarrollo.
i

20
Sobre la hipótesis del desarrallo, de un sentimiento de identidad A fines de la década de 1950, en el Masters Children's Center de
la ciudad de Nueva York, Furer y Mahler habían comenzado un estudio
sistemático de “La historia natural de la psicosis simbiótica infantil”.
individuación normal.es elprimer
A A
prerrequisito crucial parael desarrollo Fue una investigación de acción terapéutica, en la que: utilizamos, el así
y el "mántenimiento del “sentimiento. de identidad”. Nuestra preocu" _lVamado diseño tripartito (niño, madre y terapeuta), aplicado por pri-
pación por elproblema de'la” identidad surgió al observar un fenómeno mera vez por Paula Elkisch (1953). Intentamos establecer lo que Augusta
clínico enigmático, a saber, que el niño psicótico nunca llega a tener Alpert (1959) habría llamado una relación simbiótica correctiva entre
un sentimiento de totalidad, dei entidad individual, y no digamos “un la madre y el niño, mientras; el terapeuta actuaba como .un puente en-
sentimiento de identidad humapa”. Las psicosis infantiles autísticas - y tre ellos. Paralelamente coni el proyecto mencionado más arriba, se
simbióticas se consideraron comd dos perturbaciones extremas del senti" comenzó la fase piloto de un estudio observacional de parejas madre-hijo
miento de “identidad” (Mahler, 1958a): resultaba claro que en esos normales. Este último estudio; fue de observación bifocal (es decir, enfo-
raros estados había algo que a tomado básicamente un camino cado sobre :la madre y el niño) de parejas madre-infante seleccionadas
equivocado en“las raíces mismas,!es decir, en las primerísimas interaccio- más o menos al azar, en el que las unidades madre-niño se comparaban
nes mismas dentro de la unidag madre-infante. En síntesis, podríamos entre sí y consigo mismas a¡lo largo del tiempo. Estos estudios de la
sintetizar. la hipótesis central de lá siguiente manera: mientras en el autis" psicosis simbiótica infantil y de parejas madre-infante normales tuvieron
mo primario hay un murocongelado y sin alía entre el sujeto y el un curso páralelo por más o menos cuatro años y continuaron separada-
objeto humano, en la psicosis_sirnbiótica hay fusión, coalescencia y falta mente por otros siete años. |
de diferenciaciónentre elyo. y eno-yo, es decir, una completa impreci-
:

Los estudios de parejas, mádre-infante promedio continuaron en


sión de límites. Esta hipótesis nos llevó finalmente “al estudio de lafor- mayor escala y más sistemáticamente a partir de 1963.1 Las preguntas
mación normal de la entidad separada y la identidad (cf. Mahler, 1960), que nos planteamos originariamente estaban orientadas hacia dos. hipó-'
y
]
yr z
tesis principales: 1) que existe un proceso intrapsíquico normal y univer-
sal de separación-individuación, que va precedido por una fase simbiótica
Sobre la función catalizadora de la maternación normal normal; y*2)' que en ciertos: casos predispuestos, pero extremadamente
7
raros, el estímulo imaduracional de la locomoción y de otras [unciones
Surgió una cuarta hipótesis de luna observación característica, que nos nutónomas del yo, cuando se une con un retraso concomitante jen la
llamó poderosamente la atención: los niños psicóticos simbióticos eran disposición emocional a funcionar separadamente de la madre, da origen
incapaces de usar a la madre en tanto objeto externoreal como base a pánico organísmico. Es este pánico lo que provoca la fragmentación
para desarrollar un sentimiento estable de separación del mundo de la del yo y produce así un cuadro clínico de psicosis simbiótica. infantil
realidad y de relación con él. El frabajo con parejas madre-hijo normales (Mahler, 1960). Iemos establecido desde entonces que existen 'innu-
desarrolló nuestro interés en las: modalidades del contacto entre madre merables grados y formas de ¡fracaso parcial del proceso de separación-
e infante en diferentes estadios del proceso de separación-individuación: individuación. ,
en las modalidades por las cuales se mantenía el contacto aunque dis" El método de estudio del rocoso normal de separación-individuación
minuyera la simbiosis; y en el ro] específico de la madre al facilitar se aproximaba al' método utilizado en el estudio de “La: historia na-
no sólo la separación del niño;¡sino también el moldeamiento especí- tural de la psicosis simbiótica infantil” (el diseño tripartito) y se carac-
fico de su personalidad en proceso de individuación, por complemen- terizaba por la continua presencia de la'madre, por un ambiente: físico
tariedad, contraste, identificación o desidentificación (Greenson, 1968).
3 Subsidio M-3353 del National Institute of Mental Health, USPHS ¡1959/
Por. lo. tanto, las ideas centrales del trabajo con niños psicóticos 1960-1962/1963, “The Natural History of Symbiotic Child Psychosis”, M. S. Mah-
ler y M. Furer, coinvestigadores principales.
simbióticos se desarrollaron y transformaron paulatinamente y con con“
3 Continuó como estudio del seguimiento a cargo de J- B. MeDevitt, Anni
tinuidad hasta convertirse en las ideas organizadoras del trabajo con pa- Bergman, y colaboradores bajo los auspicios de “la Junta directiva. del Masters
rejas madre-infante normales. Otro tanto ocurrió con nuestros intentos Children's Center hasta el 31 de diciembre de 1974. Lo patrocina en la actuali-
.dad el Margaret S. Mahler Research Fund de The Menil Foundation, me-
más formales
, de investigación, cómo
: describiremos en seguida,
diante una donación realizadaen forma anónima al Medical College de Pensilvania.
! : -
A

.22 92
i

diseñado específicamente para, y extraordinariament


e adecuado a, la
observación de la disposición del infante para la Estos psicoanalistas exigen que tales hipótesis estén también apoyadas
experimentación activa
en la separación y el retorno, y por la oportu por la reconstrucción, es decir, por material clínico y, por supuesto,
nidad de observar la
reacción del infante a las experiencias de separa
ción pasiva. predominantemente verbal. Creemos que hay un amplio territorio inter-
La investigación sobre la fase normal de separación-i medio donde se ubiban los psicoanalistas que, con cautela, están dispuestos
ndividuación a explorar contribuciones'a la teoría que provengan de inferencias res”
realimentó a su vez en forma considerable nuestr
o trabajo anterior so-
bre la psicosis simbiótica infantil. No sólo nuestra pecto del período preverbal (Mahler, 1971).
descripción de las
subfases del desarrollo de la separación-individuación En general, al extraer inferencias respecto del período preverbal
. , * i ,

nos permitió
anticipar y conceptualizar algunos de los cambio partiendo de datos psicoanalíticos clínicos, los teóricos del psicoanálisis
s progresivos que se
observan en el niño psicótico simbiótico durante afirman su derecho a preguntar siempre “¿por qué?”, “¿cómo ocurrió
el curso de su terapia
intensiva (cf. Bergman, 1971; Furer, 1971; Kupfer esto?”, y a contestar rastreando recuerdos verbalizables cada vez más
man, 1971), sino
que nuestras formulaciones mismas (que dimos, en tempranos, y finalmente a vincular estos recuerdos con fenómenos pre-
parte, más arriba)
acerca del niño psicótico simbiótico llevan la marca verbales (pero manifiestamente observables) de la infancia, que son
de nuestra com-
prensión posterior del proceso de separación-individ isomórficos con los fenómenos clínicos verbalizables; por ejemplo, los
uación (Mahler
y Furer, 1972; Mahler, 1969b, 1971). comentarios de Freud (1900, pág. 271) acerca de sueños de volar y la
experiencia del infante de ser arrebatado y levantado por adultos (cf. tam-
bién Anthony, 1961). Es decir, estudiamos fenómenos del; período pre-
Nota preliminar sobre observación e inferencia verbal que (desde fuera) parecen ser los tipos de experiencia equiparables
a lo que los pacientes son capacessólo más tarde de comunicar durante el
La: cuestión referente a la clase' de inferencias que pueden
extraerse de la análisis, en sug recuerdos verbalizables, O sea, asociaciones libres, sin que
observación directa del período preverbal es muy controv
ertida. El pro- en ese punto se den cuenta del origen de éstos.
blema se ve complicado por el. hecho de que no sólo el
infante es prever- É
Como en el psicoanálisis clínico, nuestro método de trabajo se car
bal, sino «que los medios verbales del observador-concept
ualizador sólo racterizó desde el principio al fin por la “atención flotante” para registrar
se prestán muy mal para la traducción de ese material.
Los problemas de las conductas y secuencias transaccionales usuales y esperables, pero más
la reconstrucción psicoanalítica en este caso encuentran
su paralelo en el particularmente las inesperadas, sorprendentes e inusuales, "Tal como el
problema de la construcción «psicoanalítica, es decir, ,
la construcción :mento—psicoanalítico;-especialmente-eboído—fvétaseTsakower,1939),
nstrumento—psi
de-ucuadro de la vida interna del niño preverbal, tarea :
en la que a funciona durante el análisis, también en la observación psicoanalítica. de:
nuestro juicio la empatía cenestésica desempeña un papel
fundamental. infantes el ojo psicoanalítico se deja Jlevar adonde lo lleven. las secuencias
Aunque no podamos probar en última instancia la correcc
ión de tales lenomenológicas reales (cf. A. Freud, 1951b).
construcciones, creemos sin embargo que pueden ser
útiles, y es nuestra
tarea intentar formularlas. Pero más allá de estos modos generales de observaciones derivádas
:
_Los psicoanalistas han adoptado posiciones que varían a lo largo psicoanalíticamente, el observador del niño en el periodo preverbal tiene
de
un amplio espectro, respecto de los esfuerzos realizados para una oportunidad observacional especial: la de observar el cuerpo en
comprender
el período preverbal. En un extremo se ubican los que creen en fantasí movimiento. Para explicar una de nuestras bases fundamentales de formu-
as
edípicas complejas innatas, los que, como Melanie Klein y lación de inferencias sobre conductá no verbal, permítasenos referirnos
sus seguido-
res, atribuyen a la vida mental humana extrauterina en a la significación de la función kinestésica y a la función de movilidad
sus primeras
en el niño en crecimiento. Como se éxpresa en una cantidad de artículos
"ee . . É . e :
etapas una memoria casi filogenética, un proceso simbólico innato
(MMah-
ler, 1969; Furer, citado por Glenn, 1966). En el otro extrem aparecidos en la década de 1940 (Mahler, 1944; Mahler, Luke, y Dal-
o del es-
pectro están esos psicoanalistas freudianos -que-.miran-—con—a troff,1945;MahleryGross,1945;Mahler,.1949a),_la«qbservación de:.
probación la
evidencia verbal y reconstructiva estricta, organizada sobre lenómenos motores, kinestésicos y 'gestuales (afectomotores) dé “todo
la base
de las construcciones metapsicológicas de Freud, pero parece
n atribuir al
el cuerpo puede tener gran valor, pues permite al observadorinferir lo
material preverbal pocos títulos para servir de base ni siquier
a a la más
que está ocurriendo dentro del niño; és decir, los fenómenos motores están
cautelosa y provisoria extensión de nuestro cuerpo principal de correlacionados con eventos intrapsíquicos. Esto es particularmente cierto
hipótesis.
pez RT se, en los primeros años de vida, í
24 E CTO sz a > j £ r 0. £ 2 e
Mii A

7 ra 2 t
pes
,
!
: ¿Por qué ocurre esto? Porque: las. vías motoras y kinestésicas son los
Capítulo 2
principales caminos de expresión, flefensa y descargade que dispone el
infante (mucho antes de que ocurra la comunicación verbal). Podemos
realizar inferencias a partir de esos fenómenos remontándonos
Evolución y funcionamiento A o
a esta-
dos internos, porque tales fenómenos son productos terminales de del ambiente de investigación |
los
estados internos. No podemosténer certeza sobre el estado interno, pero
en el esfuerzo de inferirlo, las observaciones e inferencias múltiples
,
repetidas y convalidadas consensualmente, ofrecen alguna salvaguardia
?
, 4
contra el error total. Además; en: el período preverbal, por
*

definición,
* el lenguaje no ha asumido aún la función expresiva fundamental
1 . :

a la
que más tarde sirye, y por lo tanto deja la tarea de la comunicación
predominantemente a las esferas mimética, motriz y gestual. Y por
úl-
timo, el niño muy pequeño aún nq ha aprendido cambios como la
mo-
dulación, la inhibición, la estilización y la distorsión defensiva
de la
expresión corporal. ep
La conducta afectomotriz (gestual) de todo el cuerpo del niño pe-
queño, rica. y expresiva, así como el movimiento alternante de conductas
de acercamiento y llamado y de conductas de distanciamiento entre
el
infante y sy madre —su frecuencia, amplitud, sincronización e intensi-
En este capítulo describiremos la lenta evolución de una manera de
dad—, sirvieron como importantes ¡guías al proporcionar muchas claves
trabajar. Se, trata de una manera de trabajar que fue al comienzo muy
de fenómenos que encontramos a jravés de la comunicación verbal en
clínica, más bien no sistemática, y sin embargo extraordinariamente
: estadios posteriores. Observamos atentamente la movilidad expresiv
a interesante. Más tarde llegamos a ser más sistemáticos —demasiado ! siste-
del infante a medida que ésta progresaba más allá de la descarga in-
máticos.a veces, en el sentido de que nuestros sistemas de recolección de
mediata de impulsos instintivos, mediante funciones de rodeo provista
s datos perdieron contacto con el flujo natural del material— pero !tene-
por las capacidades primitivas del yo: las de demorar, de aprender y
de mos la impresión de que logramos restablecer el equilibrio y desarrollar
anticipar. Observamos y evaluamos: el funcionamiento motor autónomo:
modos razonablemente Jlexibles de organización de los datos. Estos: vira="
y no conflictuado del infante, considerando especialmente las etapas
jes coincidieron, en cierta medida, con un cambio en la ubicación
progresivas del proceso de separación-individuación, En una palabra
, la física del trabajo y con un avance progresivo en nuestrasformulaciones
observación ¿de conductas motrices-gestuales nos dio importantes claves
(las describiremos más adelante). En general, sin embargo, huestro pro-
de eventos intrapsíquicos, y .las formulaciones sustanciales a las
que pósito fue siempre el de encontrar una manera de trabajar quea nuestro
pronto nos abocaremos han sido influidas por tales observaciones
(véase juicio conservara un apropiado equilibrio entre la observación psico"
Homburger, 1923; Mahler, 1944; Mahler, Luke, y Daltroff, 1945).
analítica flotante y el diseño experimental prefijado.. 3%
En lugar de profundizar en la: controversia general respecto de
la
observación de infantes preverbales y de la legitimidad de las inferenc Sabemos que nuestros procedimientos son pasibles de serias críticas
ias
acerca de la evolución de fenómenos intrapsíquicos, querríamos presenta de ambos sectores, y somos en verdad perfectamente capaces: de enfren-
r
la historia, métodos y resultados provisorios de tal esfuerzo. . tar las que se nos dirijan. En particular, estamos bien conscientes de
:
n vestros problemas de verificación, de la necesidad de establecer, si
6 La importante obra de Kestenberg testimonia cuánto podemos aprender nola prueba, al menos aproximaciones a ella. Desde el punto de vista del
de las pautas de movimiento de la madre y el infante (1965a, 1965b, 1967a, psicoanálisis, nuestras observaciones "sobre el infante-deambrlador no nos
y
1971). Infortunadamente, excede el ámbito de ,huestra metodología de la inves-
dan ' oportunidad de confirmación mediante información espontánea
tigación crear lineamientos generales mediante los: cuales los fenómenos motores,
especialmente dos expresionales o afectomotores, puedan wtilizarse en forma más del sujeto, emergencia de recuerdos confirmatoriós_ o por cambios de
específica y manejable como referentes de procesos intrapsíquicos, Es de esperar síntomas, señales todas éstas que confirman la interpretación de una
que futuros investigadores emprendan tal; proyecto. manera por lo común confiable para el psicoanálisis clínico. Pero si bien
,
26 i nn
|

hijos (o de
entar la maternación de sus
significado la necesidad de aum habe rse sent ido autorizadas Parte 11
), otras pueden
ver maternadas ellas mismas caso las caracte”
o materno—, en cualquier
a prodigar un menor cuidad
i

s de maternación no pare cian cambiar.


rísticas básicas de las actitude MANA
SOBRE LA SIMBIOSIS HU
daban cuenta
ade que estas madres, que se
Aunque no hay ninguna dud
proyecto de investigación, deb
en haberse PROCESO
de que participaban en Un Y LAS SUBFASES DEL ON

-
sentido influidas en cierta medida
en su con duc ta por tal conc iencia, sin
de conductas “DE SEPÁRACION-IND IVID
UACI
e notable la gran variedad
embargo nos resultó siempr ísti cas que PU”
s € individualmente caracter

a
aparentemente muy naturale res e. hijo s de dos a
como vimos a las mad
dimos observar. En verdad, odo de años , y a menudo
durante un perí
cuatro mañanas por semana ía difícil sos”
undo (e incluso tercer) hijo,ser
“hicimos lo mismo con Un seg dad o una muestra
pose y que nos hayan
¡ tener que adoptaran sólo una en los peri odos dur ante los
ta con sús hijos
! no representativa de. su conduc
3 cuales las observamos.

e
a
INTRODUCCION

o
o
TAcd
to
AR a
En esta parte pr
esentaremos una
separación-individ descrie pción secuencio
uación y de sus Pr al del Proceso de
ecursores, las fases autística
a normal
5
|
El capítulo 3 es
tá dedicado a las
mental. Nos damo dos primeras fases
s cuenta de que del desarrollo
en forma de Cara no contiene ni de
cterizaciones cond lejos tanto materi
tes. Si bien hemo uctales, como los al,
s estudiado capítulos ¡siguien-
la estructuración
temprana de la
Am as

fase
ao

marie Weil 2), Ma


hler denominó
viduación. El Prop ese período fase

Ta
de separaci.,
.
ósito principal de ón-indi-
hemos aprendido este libro es el de
ácerca de la sepa relacionarlo que
a otros autores ración-individuaci
e] estudio extens ón, Hemos idejad
autística norma] o y en profundida o
y la de los Primer d de la fase ne
os meses simbiótic on át al , la
zaron con mucho os, y ellos lo rea
cuidado, ingenio li-
y Capacidad técnic
En verdad, los co a y metodológica,
nceptos: mismos de
tuados en un niv las dos primeras
el Superior de ab
ción con las subf stracción metapsic so. fases están si.
ases siguientes. Es ólógica, en comp
os conceptos deri ara-
varon -a] comienzo
No
ns ci
O cc

1 Comunicación per
sonal, |
|
ceso.de individuación. Esto nos sugería conv
incentemente que era ventajo-
so subdividir los datos que estábamo
intrapsíquico de separación-individuación,
s reuniendo sobre el proceso Capítulo 3 ¡
de acuerdo con los referentes
conductales reiteradamente observables
ces el proceso en “cuatro subfases: difer
de ese proceso. Dividimos enton- Los preludios del proceso de separación iidividuación
enciación, ejercitación locomotriz,
acercamiento, y “en camino a la const
ancia de objeto libidinal”. Los
»

capítulos 4-7 se refieren “cada uno a una


de estas subfases. l
El capítulo 7, sin embargo, que: trata
de la cuarta subfase, tiene en
cierto modo una posición aparte respecto
de los otros tres. No es por cier-
to resultado del azar que no lográramos
asignar a esta subfase un rótulo
simple, expresable en una sola palabra. Sin
duda el establecimiento de la
individualidad y de la constancia de objet
o son las cuestiones centrales
de esta subfase del proceso de separación
-individuación ; no obstante,
por su naturaleza misma, no podemos decir
con claridad dónde comienzan,
y mucho menos cuándo terminan. Son
parte de un proceso evolutivo
continuo, Por ende, preferimos hablar del
“comienzo de la consolidación”
de la individualidad (autoidentidad o autoc
onstancia, cf. G. y R. Blanck,
1974), y hablar del logro de un cierto
grado de constancia objetal (es

>
decir, de estar en camino de la constancia La fase autística normal
objetal). *
. 'Sdemás, los comienzos y los logros de
las representaciones intra»
psíquicas son mucho más difíciles de aseverar En las semanas que preceden a la ¡evolución haciala simbios
desde esta fase en adelante, is, los _es"
y varían considerablemente de un niño a otro. Los proce tados somniformes del neonato y del infante A A
muy pequeño superan de lejos
A

sos intrapsíquicos
están en ese momento mediados por forma a . los períodos de vigilia, y recuerdán esé_estado._primigeni
s verbalesy_de_otro_tipo-—de +r o-de-distribu-
expresiónsimbólica, y deben inferirse ción de la libido que prevalecía en la vida intrauterina y
, o eo o
de éstas, de un modo muy pare-
o
quese parece
cido a lo que ocurre en el psicoanálisis clínic al modelo de un sistema monádico cerrado, autosuf
o de niños. Aunque hemos A AAA iciente en su rear
tratado de explorar estos procesos mediante lización alucinatoria de deseos.
“sesiones de juego”, éste no
era: el objetivo principal de nuestro esfuerzo
investigativo. Por todas estas Esto nos trae a la memoria el uso que hacía Freud
razones, debe entenderse que el capítulo 7 es (1911) delhuevo
más provisorio y especula- de ave como modelo de un sistema psicológico cerrad
tivo que los capítulos 4, 5 y 6. : o: “Un ejemplo
neto de sistema físico cerrado a losestímulos delmúndo externo,
y capaz
de satisfacer incluso sus' requerimientos nutricionales
en forma autís-
tica... es el del huevo de ave con su abastecimiento aliment
ario encerra-
do en su cáscara; para él, el ciidado de la madre se limita
a proveer
calor” (pág. 220n; la bastardilla es nuestra).
En Ja (fase. autística normal' ha) una relativa ausencia de catexia
A mi

de los estímulos externos(en especial_los_perceptuales..d


e-—distancia).
Este es el periodo eri que se observa, más claramente la barrera
que se:
opone a los estímiilos (Freud, 1895, 1920), la falta innata
de respuesta
a los estímulos externos. El infanté Pasa la mayor parte del día
en un:
estado de semisueño y sémivigilia: ' se despierta sobre todo
cuando
el' hambre uotras tensionesprovocadas por necesidades “(quizás lo que
David M. Levy [1937] quería decir con el concepto de hambre
A Ao

de
Bs a a

afecto) lo hacen llorar, y se hunde o cae nuevamente .en el sueño


Y

cuando
está satisfecho, es decir, cuando se han aliviado las tensiones
excedentes.
52
Predominan procesos fisiológicos más bien que psicológicos, y la función capaz de producir una “identidad perceptual” de un estímulo externo
de este período debe encararse ¿obre todo en términos fisiológicos. El con un correspondiente recuerdo placentero? Volver la cabeza hacia el
infante está protegido contra los estímulos extremos, en una situación pecho (o hacia el pezón) es una transacción cenestésica primitiva¡con
semejante al estado prenatal, para “facilitar el crecimiento fisiológico. “la maternante”, del mismo tipo que la. búsqueda visual. El seguimiento
Conceptualizando metafóricamente el estado del sensorio, hemos visual, como el volverse hacia el pecho, muestra una progresión: en el
desarrollo, mientras que los. reflejos primordiales de succión, implan-
aplicado a las primeras semanas (de vida el término autismo normal; pues
|
en este estadio el infante parece hallarse en una situación de desorienta- tación, prensión y el de Mo van declinando paulatinamente y |'por
último desaparecen.
ción alucinatoria primitiva, en la cual la satisfacción de necesidades
parece pertenecer a su propia epoita“incondicionada”, omnipotente y La,tarea¡de la fase autística es el logro del equilibrio homeostático
autística (cf. Ferenczi, 1913). del organismo "dentro del'MUEVO..4Ar mbiente extrauterino, por mecanis-
mos predominantemente somatopsíquicos (Spitz). fisiológicos...
Comoseñaló Ribble (1943)! es la maternación lo que saca gra-
El neonato trae consigo al ¡mundo exterior el equipo de: autonomía
dualmente al infante de su tendencia innata a la regresión vegetativa,
primaria (Hartmann, 1939). En la fase autística normal estos aparatos
esplácnica, y promueve la conciencia sensorial del ambiente y del
de autonomía. primaria obedecen a las reglas de la organización cenes-
contacto con él. :En términos de energía o catexia libidinal, esto significa
tésica del sistema nervioso central: la reacción a cualquier estímulo jque
que tiene que ocurrir un desplazamiento progresivo de la libido desde
dentro del cuerpo (en particular! desde los órganos abdominales) hacia. sobrepase el umbral de recepción en las semanas de autismo narma] es
su periferia (Greenacre, 1945; Mahler, 1952). global, difusa, sincrética —nos recuerda la vida fetal—. (¡Esto significa
que hay sólo un grado mínimo de diferenciación, y que varias funciones
En este sentido, proporidríamos distinguir dos estadios dentro de
organísmicas son intercambiables.) i
la fase del narcisismo “primario (un concepto freudiano que nos parece
Aunque la fase autística se caracteriza por una relativa ausencia
muy útil mantener). Durante Jas:¿primeras|semanas de vida extrauterina,
de catexia de los estímulos externos, esto no significa qué |pueda! no
prevalece un estadio de narcisismo primario “absoluto, marcado por la
haber ninguna responsividad a los estímulos externos. Wolff (1959) y
falta. de conciencia del infante”respecto de la existencia de un agente
Frantz (1961), entre otros, han demostrado claramente que! existe! tal
maternante. Este es el estadio que"hemos denominado de autismo normal.
responsividad en el neonato, y Wolff describe adicionalmente Jos éstádos
Va“seguido por un estallodeoscura “concienciade. que “uno mismo no pasajeros de “inactividad alerta”, en que es muy probable que: ésta ocu-
puede proveer la satisfacción nepesaria, “sino que ésta proviene de al-
rra. Es esta responsividad pasajera a los estímulos exteriores lo que
gún lugar de fuera del sí-mismo (narcisismo primario en la fase simbiótica
contribuye a la continuidad entre la fase autística normal y las posteriores.
incipiente), o séa “a estadio de. omnipotencia alucinatoria absoluta o
incondicional, de: Ferenczi (1913). Parafraseando a Ferenczi, podríamos
llamar, a este estadio de nafcisismo primario, omnipotencia alucinatoria El comienzo de la fase simbiótica
contlicionada. h. : * A

El neonato normal nace con un equipo reflejo, tal como la succión, La vida de vigilia del neonato se centra en torno de sus continuos | in-
implañtación, prensión, y la Anklammerung (aferramiento) (véase Her- lentos de lograr la homeostasis. El efecto de las atenciones que; la' madre
mann, 1936), probablemente relacionada con el reflejo de Moro y proporciónareduciendo los padecimientos de hambre-necesidad no pue-
complementaria de éste. Sin embargo, la reacción que Freud (1895) 2
d': aislarse, ni el infante pequeño puede diferenciarlas de sús propios
singularizó como más notable —el hecho de que el bebé vuelva la cabeza intentos de reducir la tensión, tales como orinar, defecar, toscr, estornus
hacia el pecho para lograr el placer deseado, que había experimentado lar, escupir, regurgitar, vomitar, | que son todas maneras en queel infante
en contactos preyios con éste (un derivado del reflejo de implanta- de
"trata de librarse de _Una tensión desagradable. El efecto de estos fénó-
ción) — es de un fipo diferente.; Es una pauta de recepción adquirida menos expulsivos,“así como la gratificación que se obtiene con las atencio*
casi-cenestésicamente, al servicio de una importante “motivación de logro
de placer”, 1 Sólo mucho más tarde, al escribir sobre Negación (1925) explicitó Freud
con mayor detalle el logru evolutivo de la prueba de realidad que ¡se produce
Por consiguiente, según Freud (1895), la percepción (recepción en
cuando la imagen del objeto perdido puede o no Puede reencontrarse mediante
el sentido de Spitz) al servicio de la motivación de lograr placer era la percepción.

2£A
hi da

nes de la madre, ayuda al infante a diferenciar con el transcurso del «ciación, de fusióncon la madre, en que. el “yo” ño está aún diferenciado
tiempo entre una calidad de experiencia “placentera”/“buena” y otra del “no--yo” y en quelo interno y lo externosóloestán Megando€enforma
“penosa”/“mala” (Mahler y Gosliner, 1955). (Esta parece ser la, prime- gradual a sersentidos como diferentes. Cualquier percepción desagrada-
ra basecasi--ontogenética del posterior mecanismo de escisión.) ble; externa o interna,es proyectada imás allá del límite común de milieu
Por obra de Ja facultad perceptiva innata y autónoma del yo pri“ intérieur simbiótico (cf. el concepto de IFreud, de “yo de placer puro”,
mitivo, aparecen rastros mnémicos de las doscualidades “primordiales. de 1915b), que incluye la gestalt del Copartícipe maternañte durante los
estímulos - dentro dela matriz indiferenciada primigenia, lo que Jacob- actos de atención. Sólo transitoriamente —en el estado del sensorio que
son llama el sí-mismo psicofisiológico primigenio (en el mismo sentido se denomina inactividad alerta (cf. Wolff, 1959) — el infante pequeño
usado por Fenichel y por Flartmann, Kris, y Loewenstein). Podemos parece aceptar la entrada de estímulos provenientes de fuera del milicu
sugerir además la hipótesis de que esos rastros se catexian con energía simbiótico. El reservorio primordial de energía que se inviste en el “yo-
impulsional indiferenciada primordial (Mahler y Gosliner, 1955). ello” indiferenciado parece contener lima mezcla indiferenciada de libido
y agresión. La catexia libidinal investida en la órbita simbiótica reem-
A partir del segundo | mes, una oscura conciencia del objeto que
plaza a la barrera instintiva innata que se opone a los estímulos y
satisface las necesidades marca el comienzo de la fase de simbiósis ñor- protege al yo rudimentario de uná tensión prematura mo específica
mal, én que el infante se “comporta y funciona como si él y su madre
de la fase, de los traumas por tensión excesiva (cf. Kris, 1955; Khan,
constituyeran un sistema omnipoteñte, una unidad dual dentro de ún
1963, 1964).
límite unitario común. Esto 'es quizás lo que Freud y Romain Rolland
í

discutieron en su diáldgo, denominándolo sentimiento de infinitud o sen- El rasgo esencial de la simbiosis es la fusión somatopsíquica omni-
timiento oceánico (Freud, 1930). potente, alucinatoria o delu:
usiva, conla representación dé la. madre y.
en particular, la delusión de que éxiste un límite común entre dos
En este período, la barrera casi sólida contra los estímulos (nega- individuos fisicamente” separados, Este “es
esel mecanismo al que regresa
tiva, porque no está _Catexiada) —estacaparazón
E
autística que excluye el yo en casos de pertirrbación muy grave de la individuación y de
los estímulos externos— comienza aresquebrajarse.* A raíz del giro
desorganización psicótica, que. Mahler (1952; Mahler y Gosliner, 1955)
catéxico hacia la periferia sensorio-perceptiva, comiénza ahora a for- ha descripto como “psicosis simbióticaInfantil”,
marse y a envolver la órbita simbiótica de la unidad dual, madre-hijo A Aa —

un-escudo-contra-estímulos-—que--es—protector,—pero—también-es-receptivo ____En la especie humana, la: función._deantopreservacióny_elequipo


yselectivo y está positivamente catexiado (Mahler, 1967a, 1968b). destinado a ella están atrofiados. El yo rudimentario (aún no funcional)
del neonato y del infante pequeño 'tiene que complementarse con la
Es obvio que mientras el infante es absolutamente dependiente res"
relación emocional establecida mediante el cuidado materno, una espe-
pecto de su, copartícipe simbiótico durante la fase simbiótica, la simbio-
cie de simbiosis social. Dentro de esta matriz de dependencia fisiológica
sis tiene un significado muy diferente para el copartícipe adulto de la
y sociobiológica respecto de la madre ocurre la diferenciación estructural
unidad dual, La necesidad que el infante tiene de su madre es absoluta;
que lleva a la organización del individuo para la adaptación: el yo en
la necesidad que lamadre tiene del infante es relativa.
ES funcionamiento. a
El término. simbiosis en este contexto es una metáfora. A diferencia
Debemos a la ingeniosa lucidez deSpitzmuchos conocimientos acer-
-del concepto biológico de simbiosis, en este caso no se describe lo que
ca de la manerá en que durante el segundo y tercer mes de la vida la
realmente ocurre en una relación mutuamente beneficiosa entre, dos , A
recepción sensorial de naturaleza contacto:percéptual facilita"la entrada
individuos separados de diferentes especies, sino ese estado de indiferen-
del infante 'en el estadio simbiótico”> propiamente dicho. sólo agregariamos
A

a los factoresque destaca Spitz, que creemos que las experiencias con-
? Benjamin y sus colaboradores (1961) observaron una interesante crisis
“lisiológica“alrededordelas"32 4semanas. A esa edad ocurre una crisis madura- nto-perceptuales”“del-cuerpo”totalespecialmentelá:«sensibilidadprofun-
cional, Esta observación está apoyada por estudios electroencefalográficos y porque a de la superficie corporal total (dá presión que ejerce la madre al
se ve un acentuado aumento de sensibilidad general a da estimulación externa. tene «al niño), además del sentido kinestésico desempeñan también
“Sin la intervención de una figura materna que le ayude a reducir la tensión, |
un importante papel en la: simbiosis. No olvidemos de qué manera
el infante tiende en ese período a quedar abrumado por los estímulos, con
aumento del llanto y de otras manifestaciones motrices de afecto negativo in-' muchos adultos bastante normales conservan el anhelo de sostener y ser
diferenciado.” sostenidos, de abrazar y ser abrazados (Hollander, 1970). Más allá

EL 4
orocopiacess |] 1
de las experiencias primigenias de cavidad, de Spitz (1955), estas
últi- “imagen corporal” (Schilder, :1923; Mahler-y Furer, 1966). Desde ese
mas modalidades desempeñan un papel decisivo en el proceso de familia- momento, representaciones del cuerpo contenidas en el yo rudimentario
rización del infante muy pequeño con su copartícipe simbióti
co, las median entre las percepciones internas y externas, Esto corresponde al
- conductas de amoldamiento y susi variaciones. Todo esto está aún
dentro concepto de: Freud (1923), de que el yo se moldeabajo el impactode
del dominio de las experiencias icenestésicas globales. * la realidad, por un lado, yde los impulsos instintivos,por elotro. El
, yocorporal. contiene dos
A. a

Spitz (1965) describió cómola “experiencia situacional unificad clases de autorrepresentaciones;. un núcleo
a” interno de la imagen corporal, con un Jímite que está vuelto
boca-mano-laberinto-piel está fusionada con-la primera imagen hacia el in-
visual, terior del cuerpo y separa a éste del yo, y un estrato externo de engrama
el rostro de la madre. Establecimos que si todo el resto se s
mantiene sensorioperceptivos que contribuye a la fijación de los límites del “sí-
igual, la simbiosis: era óptima c ando la madre permitía natural
mente mismo corporal” (cf. Bergmann, 1963, al analizar ideas de Federn).
_ al infante pequeño enfrentar su gara a la de ella, es decir, permitía
y
promovía el contacto Visual, espetialmente mientras daba el pecho
biberón al infante, o al hablarle cantarle.
o el Desde,elpunto de vistade Ja imagen corporal, el cambio«de yna
catexia predominantemente propioceptiva-enteroceptiva a una. catexia
o
Esto nos recuerda que Freud (1895) pensaba que el primer percepto sensorioperceptiva"de la periferia es 1n. paso fundamental en el desa
estaba constituido por “masas en movimiento”; sabemos ahora
que la
rrollo.* No se comprendía la importancia de este cambio ahtes de los
cera humgna (“frente a frente”) en movimiento es el primer percepto estudios psicoanalíticos de la psicosis precoz infantil. Sabemos, ahora
que
significativoy es el engrama mnémico que suscita la sonrisa 'no espe- este cambio fundamental de lacatexia es un prerrequisitoesencial de la
cífica llamada social. Sólo tenemps que substituir las “masas formación del yo corporal. Otro paso paralelo es el de la desviación
en movi-
miento” de Freud por la' cara humana en movimiento vertical, —mediante formaciones de defensa tales como la proyección—
aun oculta de la
por una máscara o un símbolo de “ella (Spitz, 1946), y tendrem energía destructiva, no neutralizada, agresiva, más allá de los
os nuestro límites
concepto más actualizado del comienzo de la actividad emocion del sí-mismo ¡corporal (cf. Hoffer, 1950b). A
al per-
ceptual “social” del ser humano. : : . . ¿ i
Las sensaciones internas. del infante constifuyenel núcleode su
. e : $
! |
El encuentro mirada a mirad incluso con un rostro enmascarado
si-mismo. Parecen seguir siendo el punto central de cristalización del
que se mueve en dirección yertical, es el desencadenador, el organiz “sentimiento
a
¡de sí mismo”, en torno del cual. llegará a establecerse
ador
o quizás el “descargador” de la respuesta “inespecífica —llama un “sentimiento de identidad” :(Greenacre, 1958; Mahler, 1958b; Rose,
da social—
de sonrisa. Esta' respuesta inespecífica de sonrisa señala 1964, 1966). El órgano sensorioperceptivo - —el “anillo periférico!
la entrada en el del
estadio de Ja relación con un objeto que satisface las necesida yo”, como le; llamaba Freud— contribuye sobre todo a
des.- Hay la demarcación
una catexia temporaria de la madre y/o de las atenciones que ésta del yo respecto del mundo objetivo. Las. dos clases de estructu
prodiga ras intra-
a raíz de la presión de la “necesidad”. Esto co responde 43 la psíquicas juntas forman el marco de referéncia para la
entrada autoorientación
en el período que hemos denominado fase simbiótica. Si bien (Spiegel, 1959).
prevalece
aún.el narcisismo. primario, en la fase simbiótica no es tan absoluta ho

como :eral en la fase autística (las. primeras semanasdevida); Dentro de la órbita simbiótica común, los dos partícipes o polos
elinfan- de la díada pueden considerarse como polarizadores.de
le.comienzaoscuramentea percibir la satisfacciónde sus necesidades los procesos de
organización y de estructuración. Las estructuras que derivan
como algo que viens de algún objeto-parte que satisface
AA A
de este
des —-aunque todapía desde dentro de la órbita de la esas: necesida- doble marco dereferencia representan un encuadre con el
cual tienen
omnipotente simbiótica—, úmidad dual que relacionarse todas las experiencias antes de que haya
en el yore-
y se vuelve libidinalmente hacia esa fuente
rn...

o agente de maternación (Spitz, 1955; Mahler, 1969). presentaciones claras y globales del sí-mismo y del ':-mund
La necesidad se o objetivo
(Jacobson, 1964). Spitz (1965) llamaa l: madre “yo auxilia
transíorma gradualmente en un deseo (cf. Schur, 1966) y r” del in-
más tarde fante. En forma similar, creemos que la “conducta de
en el afecto específico de anhelo ¿“ligado a un objeto” (Mahle sostenimiento”
r, 1961, de la partícipe maternante, la “preocupación maternal
1963, 1971). j primaria” de éésa,
Al mismo tiempo; y de acuerdo con las secuencias de placer- $ Lo testimonia la bien conocida insensibilidad -al dolor
dolor, periférico,: y también
ocurre la demarcación de las representaciones del yo” corporal dentro la hipersensibilidad a las sensaciones enteroceptivas
(“intestinales”) |” que pro-
de la matriz simbiótica. Estas representaciones se depositan en forma duce pánico y que en el psicótico se equipara a los introyec
de tos malos. :
!
1
38 RN
e
E
! 1
i

en el sentido de Winnicott ( 1958) 1


, es el organizador simbiótico, el par- Í
tero de la individuación, del nacimien ok la separación e individuación y
to psicológico. la emergencia del yo rudimentario
estructurá funcional (Mahler como
y Furer, 1963 5 Cf. también Glov
A lo que Spitz denominaba “est er, 1956 ).
El infante toma a su propio adio preobjetal” lo hemos llam
cuerpo, y al de la madre, como
objeto de su nar- fase simbiótica, nombre que deno ado
cisismo secundario. Sin embargo, ta, la cualidad exclusivamente
oscuro tanto en la teoría psico
el concepto de narcisismo sigue
siendo bastante ¡ de nuestra existencia. Sigue habi humana
analítica como en el uso, a meno endo. vestigios de esta fase durante
sulicientemente Jas vicisitudes
del impulso agresivo.
s que acentuemos Í ciclo vital, todo el
| ho Ú
Durante el curso del desar .
rollo normal, sistemas prote
el cuerpo del infante de las presi ctores salvaguardan
ones
oral-sádicas, que a partir del $
comienzan a constituir una amen cuarto mes, y . E
aza potencial para su integridad La fase simbiótica nor
1950a). La barre ra del dolor es uno de tales instr física (Hoffer, a mal
insistió particularmente en que umentos. Además, Hoffer (195 e
la libidinización adecuada del 0b)
la relación madre-hijo, es impor cuerpo, dentro de La fase simbiótica normal está
tante para el desarrollo de señalada por un áumétito del inve
Sólo cuando el. cuerpo se transformá la imagen corporal. miento perceptual y afectivopor sti-
en el objeto del narcisismo secundario partedelinfante, de Estimulós

Aq
infante, a través de los amantes
cuidados de la madre, el objeto exter
del nosótros (losObservadores adultos) que
elegible para identificación. Cita no se vuelve Fecohocemoj como provenientes del
ndo a Hoffer (1950a, pág. ínurido exterior, pero que (nos
desde la edad de 3 ó 4 meses 159) diremos que otros postillamos) el infante 'no
“ya se ha modificado el narci
sismo primario, pero como de origeii claramente externo: reconoce
el mundo de los objetos aún
no ha tomado necesariamente Aquí comienzaelestablecimiento
definitiva”, su configuración dels “ssnénicas”(Wh ey Gosliner
, ferenciación de interno y exte , 1955), pero ño una di-
El autismo normal y la simbiosis rno, de yo y otro. En esta etap
normal son Prerrequisitos del co- catexiando cada vez máx e múndo, a se va
mienzo del proceso normal de
separación-individuación (Mahler, «especialmente en Já Persona de
Mahler y Furer, 1963a). Ni la fase 1967a; madre,pero como unidad dual
con el yo aún noclaramente deli
la
autística normal ni la simbiótica' nor- neado,
mal, ni cualquiera de las subfases
de la separación-individuación, es

Po
totalmente reemplazada por la fase
siguiente. Desde un punto de vista lo que ”vendiAmás adelante. Sab
descriptivo, es posible observar simil
itudes entre ellas: pueden diferen- emos-que el infanteya puede responder
Ciarse conceptualmente sobre la diferencialmente a estímulos dede
. ntroy de fuera. (Una luz, por
base de agrupamiento s de fenó, menos se experimentará en forma" diferente ejemplo,

«e
UD e
op E

á
ES

conductales, pero se superponen


Y UA mn a ads

: - p e de un Fefortijón de hambre.)
er

APS ar
..,

. - en medi da cons ider able ._Sin-—embargo, menosqu , A


ePpostulenios-la-existencia-deiR A Pero a
desde un punto de vist a evolutivo, cada fase se presenta com z deñz innat as, lo > ) Pero
en, que se hace una contribu As, o. . o un períoodo 3
, parece ser la suposición de que : "más razo
el niño no tiene Mingún concepto,
nable
! A ción cualA itativamente diferente al desarrollo ' gún esquema, de sí mismo y de nin"
psico
o lógic o del individuo. La fase autistica norm , . : cp otro; al cual pueda atribuir y asim
dación postnatal del desaa nn al sirve . para la consoli-
estos difer entesesestímulos. Postulamos que la to ilar
rrollo Hisiológico extrIE auterino, Promueve . la de fuera es toda os : A o,
experiencia de dentro y
homeostasis postíetal. La fase simbióti
ca normal marca la importantísima
| “objeto parcial” vía vaga; el ss
obje to niás. .cate xiado :
, la madre, es aúnno.
un
: ES
capacidad filogenética del ser humano á os NN
para investir a: la madre dentro ; o,
de una vaga unidad dual, que cons
tituye la tierra primordial a parti
1 Mahler (Mahler y Goslinet, 1955) formula la hipótesis
la cual se forman todas las relaciones r de ! imágenes del objeto de amor, y las de que las
humanas siguientes: La fase de se- imágenes del yo corporal y más
Pparación-Individuación se caracter del yo psíquico, tarde
.» . . e

surgen de las huellas tnnémicas


.. :

iza por un continuo aumento de


.
.

cada vez más abundantes


, ”
. “y
.
conciencia de la po A
separaci . la ii¿
¡

e Experiencias instintivas y emoc


ón del si-mismo y del “otro”, que coin
4 > Fa Arte
¡ o»
: sis .

ionáe
: A

les placenteras (“búefias”) y no


i

cide con
. data

los orígenes del sentimiento de si-m


33

ismo, de..la.. verdadera relación de ¡ e


placenteras (“malas ), y de las percepci

- e
objeto, y de la conciencia: de una | ones con que éstas llega
, e
ii a aso
.

realidad existente en el mundo Clarse.


-————El-autismo-normal-y-la”simbió exterior. L Sinembarko,-aun-la-diferenciació
sis normal son los dós primeros esta- - « n-más-primit
iva 56lo putas doi,
dios de_no. diferenciaci ón: .£l primero 'es no objetal, el si se logra unequilibrio psicofisioló
últimió es pre- 1 gico (Sander, 1962a y b). Esto de-
objetal, (Spitz, 1965). Los dos esta ls pende eli primer lugar de úna ciert
dios ocurren antes de la diferenciaci b a: comipatibilidad de las pautas de
de la matriz indiferenciada (Hartmán ón descarga de la madre, y del infa
n, Kris, y Loewenstein, 1949) o nte pequeño, y luiego de sus
diferenciada (Spitz, 1965); es decir no de interacción, conductalmente pautas
, antes de gue se haya producid discernibles por las señales mut
o emit
en, y también por el más temprano uas que
c =
moldeamiento adaptativo del in-
A

O EN
AA

y
CN
60 DS e EA

A
o E jaen os
. 3 .
E
. 4

Esta podía mante"


i

rgceptivas, con una con ducta de sosteni- máduración muscular-esqueletal que mostraba Junie.
¡ fante y por sus capacidades e de su madre simbiótica (Win y la madre le
..,? Mino
su madre,

de
í
part en posició n de pie en el regazo
miento “suficientemente «-buena”, por nerse tiesa
la edad de las tortitas.
nicott, 1956). hacía batir palmas como si la beba ya estuviera en
la falda de la madre, ,Junie no '
Al mantener su pequeño cuerpo rígido en

e
r o explora r a su madre; lo hubiera
, tenía las manos libres para acaricia
o
enimiento a 3
de las madres indudablemente hecho si se: la hubiera dejado actuar espontá neament e.
Pautas de la “conducta de sost
> %

er tiesa la Junie,* de la cual su madre se sentía


Esta pauta de manten
rá el mo-
Inductas de sostenimiento,sugeri desmedidamente orgullosa, llegó a estar, por supuesto, muy cargad
a de
Una descripción de diversas € simb jiót icos del naci rmiento por tal posición .
tivo ¡por el cual las llamamos
; organizadores
s de libido para la beba, que mostraba su preferencia
es de cond ucta super-
psicológico, Hemos observado muc
hos tipo s dife rent
o, aun que La pauta de ponerse rígida en el regazo de la madre o en otras
simbiótico, Elamamantamient da por Junie, se transf ormó en|una de las
sostenimiento durante el período entr e la ficies, extremadamente investi
sariamente una cercania ópt ima s de ésta. Más tarde, al comien zo del. período
es importante, no produce nec! amn ama n- más notables' pautas motrice
ejemplo, estaba orgu llos a de constituir
madre y su hijo. Una madre, por que de ejercitación locomotriz, el impulso a ponerse de pie parecía
sólo porq he esto le resultaba cómodo (no tenía una pauta muy prominente en el repertorio locomotor de Junie, que
tar a.sus bebés, pero izad a y- efic ient e. Mien tras amente largo,
a sentirse real interfirió (es decir, compitió) durante un lapso relativ
esterilizar los biberones) ; la hací pezón metido
en su regazo con “el con la pauta motriz preferible ¡y más madura de moverse hacia
adelante
“amamantaba a su beba la sostenía deseaba
en la boca. No la sostenía
con Sus brazos, porque
ni acunaba
ient emente en pos de una meta (que predomina en la conducta motriz subsi-
inde pend se
guiente de la mayoría de los infantes). La inclinación de Junie aponer
lo¡que se le ocurrier a,
“tenerlos libres para hacer ó muc ho en sonr eír. Cuando lo los brazos
de la actividad de Jact ació n., Est beb a tard
de pie interfería con su capacidad de mover hacia adelant e
isa no específica y estereotipada. arse a
“hizo, seytrataba de una respuesta de sonr
zado el y las piernas, de hacerlos funcionar en colaboración para aproxim
específica duró hasta bien avan do. El gateo fue uno de- los logros motores
Esta respuesta de sonrisa no; nes €n las cual es otros la madre, de gatear avanzan
en situacio que la madre de Junie alentó con impaciencia y esperó con gran
ex”
periodo d e diferenciación y 3] arecía apre nsió n O por
as, hubieran most rado
“niños, en simi lares circunstanci amamantaba a su beba , pectati va.
derada curiosidad. Otra madre
lo menos una modera s
na. le impedía sentirse cóm
oda con un infa nte Al observar que las pautas favoritas de maternación eran asumida
pero su crianza puritana | por el infante (véase Tolpin, 1972), notamos que esto parecía. ser
yieran amamantando.
lactante, y no quería que la esencialmente cierto cuando la pauta significaba alguna frustrac
ión O
con $us
que disfrutaba enormemente el proceso de des"
| En cambio, había una madre Durante la alguna gratificación particular. Por ejemplo, durante
pero no los amamantó.
hijos cuando éstos eran pequeños, tete, luego de un período de |feliz amamant amiento , la madre ¿del Carl
y los sostenía bien. Les sonreia
alimentación los tenía: bien ágarrados los se retrajo y trató de negarse pese al griterío con que su niño reclamaba el:
al bebé acostado para cambiarle
y hablaba, e incluso cuando tenía sostenerlo Y acynarlo, pecho, aferrándose a su blusa y tratando de desgarrarla para alcanzarlo.
por debajo para.
pañales Je pasaba log brazos eran Ella lo consolaba haciéndolo botar en su regazo. Yl niñito tomó más
afectuosa con Sus hijos mientras
Esta madre era particularmente
muy feliz y estaba muy contento, tarde parte activa en esta pauta de movimiento de arriba abajo y, llegó
bebés de brazos. Su niño gra, no sólo a convertirla en un juego de escondidas (véase Kleeman, 1967). En
una. respuesta de sonrisa primero
sino que desarrolló muy precozmente
o : este -easo, la “pauta de hacer botar” fue utilizada luego ¡por el niño
no específica y Juego específica, en un juego que se relacionaba con su madre, y más tarde él buscó
insólitamente altas respecto contacto social con sus padres y con los visitantes mediante su propia
Una de las madres abrigaba ambiciones de funcionamiento. Su
del comportamiento de su behé en
todas las áreas versión de su querida pauta de “escondidas”, que llegó aconstituir el
¡Su robusta beba, Junie, tenía que enfren- sello distintivo de su conducta socializante de aproximación. Así, en
palabra favorita, era “éxito”.
la relación simbiótica de tintes nar-
tar las tensiones que le causaba os Phyllis Greenacre
cisistas que le imponía su madre. 4 Este es también un elocuente ejemplo de lo que acentúa
nte de la madre.
es” pene en el inconscie
de esta madre con su beba parecía (1959): el cuerpo del niño represent a un
La interacción característica nuestro estudio,
as prec oces de Creemos haberlo observado reiteradamente en Jas madres de
le prod ucían las paut
tar motivada por el orgullo que pero optamos por no señalarlo en: cada caso particular.
1 AR
-el caso de Carl, la pauta sirvió
a un propósito constructivo, adap
evolutivo,5 tativo,
Capitulo 4
Otra niña pequeña asumió acti
vamente la pauta de "hamacamient
de su madre. La madre éra una o La primera subfase: La diferenciaci
mujer inmadura, muy narcisista ón
pautas de cuidado tenían una , cuyas
cualidad mecánica, Famacaba
a la niña en
y el desairollo dé la imagen corporal
-su regazo de un modo tenso y
desvinculado. Cuando la niña
pauta, no la utilizó en la rela asumió la 4
ción madre-hija. El hamacamie
nto se utilizó

de diferenciación, esta niñita


trató de aumentar el placer
a sí misma hamacándose frente de mecerse
a un espejo, con lo cual agre
realimentación visual a] placer gaba una
kinestésico. En contraste con
Carl, la pauta asumida por esta el caso de
niñita no sirvió a ningún fin adap
y evolutivo, sino sólo contribu tativo
yó a su narcisismo..

Alrededor de los 4 a 5 meses de edad, en el apoge


o de la simbiosis, hay
fenómenos condu ctales que parecen iádicar el' comienzo
de la primera
subfase de separación-individuación a saber,
la diferenciación. Durante
los meses simbióticos —mediante esa actividad del: preyó
Crbiócomoreceptividad cenestésicaL el infan
que
Spitz des-
te pequeño se ha familiari-

a
zado con la mitad maternante de $u yo"si
mbiótico; como lo indica la
Sónrisa social ho específica. Esta Sonrisa 3e transfor
ma gradualmente
en la respuesta_específica(prefeteñcial)-de-son
risa-iclatiádre,queer el
signotHicial de qué se ha establecido un vinculo
especifico entre el infán-
te y su madre (Bowlby, 1958). :

as AN
Freud acentuó que las percepciones internas
son más fundamentales
y más elementales que las externas. (El infan
te pequeño responde sobre
todo a percepciones internas, como bbservé
también Spock. en su libro
sobre el bebé.) Estas son las respuestas del
cuerpo a sí mismo y a los
órganos internos, Greenacre ( 1960) sostiene
que los cambiantes estados
de tensión y relajación “parecerían;..
formar una especie de núcleo
central de oscura conciencia corporal”. (pág. 207).
Dice Greenacre:
Tengo la idea de que el proceso de
nacimiento mismo es el primer gran
agente que prepara para la conciencia de
separación; que esto raurre por el
considerable impacto de_presión-sobre—lasuper
5-Cuando“el padre volvía a casa fició-—corporal--del infantepor" =>
o cuando llegaban huéspedes, Carl, su estimulación durante el nacimiento, y ¡espec
au los 16 meses de edad, se ocultaba incluso ialmente por los acentuados cam-
detrás de una silla o de una balau bios de presión y situación térmica que rodean
agachando la cabeza o agazapándo strada, al infante al pasar de la vida
se; levantaba “repentinamente la cabez intramural a la extramural. :
ponía de pie, indicando con sonid a y se
os y gruñidos que deseaba que los : . . .
exclamaran: “¡Aquí está!”, adultos En . nuestra invest bs
igación observationa ; . .
l pudimos ver
. o claramente las
pautaciones-de interacción madre-infahte, pero
por el momento sólo pu-
64 3
FOT
XT UDCA MEA
OCORIADORA
e

X ER
V :
dimos conjeturar y extrapolar la pautación interna que contribuyó a la
dirigida hacia el exterior durante los crecientes períodos de vigilia del
“nuclearización” de la imagen corporal primitiva en sus comienzos (cf.
niño.Este es un cambio de grado más bien que de cualidad,¡pues durante
también Kafka, 1971). ¡ : el estadio simbiótico elniñohaestadoporciertomuyatentoalafigura
La pautación de ““nuclearización? de Greenacre no es susceptible maternante. Pero esa atención se va combinando gradualmente con u
de investigación observacional, pero sí lo son algunas conductas que repositorio creciente de recuerdos de las idas y venidas de la madre,
sirven a la demarcación del yorespecto del “otro”, mediante el mecanis- de experiencias “buenas” y “malas”; estas últimas no las podía aliviar en
mo especular mutuo, Jacobson observa que lacapacidad de distinguir absoluto el yo, pero se podía; “esperar con confianza” que las aliviarían
objetos se desarrolla másrápidamenteque-la de distinguir al “sí-mismo” las atenciones de la madre. ,
delosobjetos,Podemos observar el amoldamientodel infantealcuerpo de
...

la madre y cómo se distancia de él con su tronco; podemos ver cómo


Al observar a los infantes en nuestro ambiente de trabajo,! llega
mos a reconocer, en algún puntodurante lasubfase de diferenciación, una
siente su' propio cuerpo y el de su madre; y observar cómo maneja cierta. apariencia nueva de alerta,insistencia y orientación haciaj fines.
objetos transicionales. Hoffer acentuó la importancia del tacto (1949,
Interpretamos que esta núeva aparienciadel niñoera una manifestación
19502, 1950b) en el proceso de!formación de límites, así como la im-
conductal de “ruptura del cascarón”, y decíamos un' poco libremente
portancia de la libidinización del cuerpo del infante por la madre.
que un infante con esta apariencia había “roto el cascarón”, Esta ¡nueva
Greenacre acentúa la “aproximación a un sentimiento de unidad por
gestalt era inconfundible para los miembros de nuestro equipo, pero
el repetido' contacto con la calidez corporal de la madre o de la persona
es difícil de definir con criterios específicos. Lo mejor es” probablemente
que cría al niño; [que] representa un grado relativamente pequeño de
describirla en términos de estado (cf. Wolff, 1959). El niño ya no parece
diferencia de temperatura, textura, olor, elasticidad”, -es' decir, “turgor”
entrar y salir del estado de alerta, sino que tieneunsensoriomás per-
[turgencia] (cf. también Bak, 1941). Probablemente estas diferencias
manentemente alerta cuando está en estado devigilia. |
relativamente pequeñas pueden ser fácilmente asimiladas por los esque-
mas sensoriomotores preordenados del niño (en el sentido de Piaget). ' Alrededorde los 6 meses comienzan los intentos de experimentar
Sería de' esperar que cuando el placer interno, debido al seguro
con la separación-individuación, Esto "puede óbservarse.en conductas del
infante tales como tirar del cabello; las orejas o la nariz de la madre,
anclaje dentro de la órbita simbiótica (que es sobre todo enteroceptiva-
poner comida en la boca de la madre, y poner el cuerpo, tenso! para
propioceptiva y contactual perceptual) continúa, y el placer que produce
apartarse de la madre y poder contemplarla mejor, para jescudriñarla
la. percepción sensorial externa en progresiva maduración (la visión
a ella y al ambiente. Esto contrasta con el simple amoldamiento; a la
o el mirar, y quizás la audición 9 el escuchar hacia afuera) estimula
la madre que sostiene al niño (cf. Spock, 1963). Hay signos definidos de
catexia de la atención dirigida a exterior, estas dos formas de catexia
dela atención pueden oscilar libremente (Spiegel, 1959, Rose, 1964).
El
que el bebé comienza a diferenciarsu propiocuerpodel..de.su.madre.
resultado debe ser un estado simbiótico óptimo, a partir del cual Yk losseis o siete meses ocurre Él apogeo de la exploración. manual,
púede táctil y visual del rostro de la madre yde las partes cubiertas (vestidas)
ocurrir una lenta y suave diferenciación —y expansión más allá
de la y desnudas del cuerpo de la madre; éstas son las semanas.[durante
órbita simbiótica—. o las
oi cuales el infante descubre con fascinación unbroche,un par,de ¿ante-
¿ ojos, o un aro que usa la madre. Pueden ocurrir. juegos de escondidas
La ruptura del cascarón en que el infante aún desempeña un rol pasivo (Kleeman, 1967). Estas
4
, : pautas explorativas se desarrollan más tarde hasta constituir|
la función
El “proceso de ruptura del cascarón” es, a nuestró parecer, una evo- cognitiva de verificar lo no familiar oponiéndolo lo que ya les familiar.
lución ontogenética gradual del sensorio —el sistema perceptual-conscien-
te— que permite al infante tenér un sensorio más permanentemente
alerta cuando está: despierta (cf. también Wolff, 1959). Objetos transicionales y situaciones transicionales
En otras palabras, la atención del infante, que durante los prime-
Como dijo Greenacre (1960) Sl
ros meses de la simbiosis se dirigía en gran parte hacia adentro, o se
enfocaba. de--una vaga maneracenestésica dentrode la órbita simbiótica, El objeto transicional mismo. descripto por Winnico
tt (1953) ies uni mo-
se expande gradualmente con el advenimiento de la actividad perceptual numento a la necesidad de este contacto con' el cuerpo
de la madre, que se
expresa tan conmovedoramente en la insistente preferencia
o e del infante ¡por un 0b-

66 e
jeto que es siempre el mismo, blando, flexible, cálido
al tacto, pero especialmente
por la exigencia de que esté saturado por olores
corporales.1-;", . El hecho de que La pauta de verificación
él oprima por lo común el objeto contra su rostro
cerca de la nariz probable-
mente indique en qué medida ese objeto sustituye
el pecho o el cuello blando Hemos encontrado que, desde más o rhenos 7 a 8 meses, la pauta visual
de la madre” (pág. 208).
de “verificación de la madre” —al mienos en nuestro ambiente de tra-
Hemos observado que la pauta de sedación o estimulación bajo—era el signo másimportante y bastante regular del comienzo de la
preferida diferenciación somatopsíquica. En realidad, parece ser la pauta normal
por la madre es adoptada, es decir, asimilada por el infante
a su propio más importante de desarrollo cognitivó y emocional.
modo, y se transforma así en una pauta transicional,
que puede ejem-
plificarse con las caricias en la cara: o ciertos movimi TI. AR E: .
El_bebécomienza un. prolijo--exdámen.-.comparativo--(véase Pacella,
boa
entos repetitivos

E
descriptos en el capítulo anterior. .
. . CO oe ; . . ,
1972). Se interesa ahora en lá “madre”. y' parece compararla-cor “otto”,
a UL

E
e ro a. 7

Greenacre (1960) tiene la impresión de que “la visión no lonofamiliar con lo familiar, rásgo por.rasgo. El infante pa=
compara lo
es sólo
un elemen rece familiarizarse más exhaustivamente, por así decirlo, con qué és
, GA a sr

to accesorio sino indispensable en el establecimiento


tras 24 .. CU to o; po
: » rr ams de la
confluencia de la superficie corporal y en la promoció
qe “e. mu. .,
: ot. , s bo, : boi s '
madre, qué produce lá sensación, tiene él gusto, el ólor, la apariencia
n de la concienc
1 .
ia
r

a
de delimitación del yo. respecto delno-yo.El “tacto” y de madre, qué “sueria” como imádre.. Ál mismo tiempo que estudia a la
la captación de las
diversas partes del cuerpo conlos ojos (visión) “madre en tanto made” (Brody y Axelrad, 1966), también va descu-
ayuda a esbozar una
imagen de conjunto del cuerpo, que está más allá briendo qué pertenece y qué.no pertenece. al cuerpo de la madre —un
del nivel de la mera
conciencia sensorial inmediata” (pág. 208). La investi prendedor, los anteojos, etcéterá—. El' infante empieza a discriminar
gación observacio=
nal con nuestra metodología no se centró suficienteme entre madre y el ó la o lo que parece, produce la sensación, se mueve en
nte sobre los detalles
de la estructuralización, por así decirlo, del objeto transic forma diferente de, o similar a, msdfe.
ional, pero he-
mos reunido un rico material de impresiones cuya elabor
ación podrá q 1
ser provechosa, por ejemplo, para nuestros estudios de seguimi
ento. Reacciones y ánsiedad ante extraños : ]
Una de las principales diferencias que existen entre el infante
con
desarrollo normal y la perturbación extrema que se observa
en la psicosis Creemos que en la literatura psicoanalítica sobre desarrolló del niño el
y quizás también en estados patológicos fronterizos posterio
res, está grupo de femómenos conductales que indican el aprendizaje acerca
—epresentada,a—nuestro—parecer,—por—las—mismas—circurista
ncias por las del “otro que no es la madre” se describe en forma bastante unilateral
cuales Winnicott (1953) calibró la normalidad y la patolog
ía del objeto e incompleta como “ansiedad ante extraños”. Pero ya en el clásico
transicional (cf. también Furer, 1964; Kestenberg, 1968; Roiphe
y Ga- ftime de Spitz y Wolff sobre la ansiedad ante extraños, uno de, los rasgos
lenson, 1973; Bak, 1974).
más notables que pudimos observar era la curiosidad dé los infantes:
Como quiera que esto sea, es durante la primera subfase de la se- su afán de averiguar acerca “del extraño” tan pronto como éste des-
paración-individuación cuando todos los infantes normales hacen viaba su mirada. :
sus pri"
meros intentos de ruptura, en un sentido corporal, con la situación
hasta Nuestro íntimo conocimiento, basádo en detallados y imultifacéticos
entonces completamente pasiva en que sólo son bebés de brazos,
A
es estudios observacionales a lo largo de tin prolongado espacio de tiempo,
decir, el estadio de unidad dual con la madre. Es posible observar indivi-
dualmente diferentes inclinaciones y pautas, así como características nos ha enseñado que hay diferencias individuales, enórmes variaciones
ge- de diagramación temporal, cantidad y cualidad de lo que se agrupa indis"
nerales del estadio de diferenciación mismo. A todos los infantes
les criminadamente bajo el título de “ansledad de los 8 meses” en general
gusta aventurarse y permanecer a corta distancia de los protectores brazos
de la madre; tan pronto como su motricidad les permite hacerlo, tratan y de “ansiedad ante extraños” en particular (algo que John Benjamin
de . comenzó-a-escrútar-en-sus-prolijos-estudios) :
“deslizarse del regazo materno, pero tienden 'a quedarse lo más.
cerca
posible de los pies de ésta, gateando y jugando. Para ilustrar esto comparemos a dos hijos de la misma madre en un,
corte transversal más o menos a la misma edad: Linda y su hermano,
1 Phylis Greenacre volvió hace poco sobre el asunto para corregir la opinión Peter, 16 meses mayor que ella. :
a

que había sostenido anteriormente, de que este factor era importante


para la Vimos que Linda examinaba trariquila y prolijamente, sin temor,
constitución del objeto. transicional,
tanto visual como táctilmente, los rostros de los observadores participan"

68 l EcroccrIanona |
Yi

$
i mr
j

tes que le eran muy poco familiares. Su ánimo, por lo común feliz, un mayor o menor asombro yaprensión a una prolongada exploración
persistía -por unos pocos segundos después que un extraño la sacaba de la visual y táctil y al.estudio de los rostros y la gestalt de otros. Los estudia
cuna. Luego cobraba tranquila conciencia de alguien “no-madre” y co” de lejos y de cerca.«Parece estar comparando y controlando los rasgos del
: menzaba lo que Sylvia Brody (Brody y Axelrad, 1970) llama “inspección rostro del extraño con los del rostro de su madre, y también con las
de aduana”, término aplicado a la actividad exploratoria visual y táctil imágenes internas que pueda ;tener de su madre (no necesariamente
muy prolija que efectáa el infante en etapa: de diferenciación (véase ni siquiera predominantemente visuales). El infante parece también
Mahler y MoDevitt, 1968). . realizar una verificación comparando con la gestalt de su madre, particu* *
Cuandoen tales ocasionesla Imadre de Linda la tomaba en brazos, larmente con su rostro, en relación con otras experiencias nuevas ¡inte-
veíamos que la beba ya no tenía necesidad de inspeccionar el rostro resantes. |
familiar de la“madre; en cambio, en su excitación, tironeaba y manosea-
En niños que han tenido una fase simbiótica Óptima: y len los que
ba el cuello de ésta.
ha prevalecido una “expectativa confiada” (Benedek, 1938), la curio-
El buen humor de Linda y ¡su confianza se originaban principal-
sidad y el asombro, discernibles en nuestro ambiente de investigación
mente en su proximidad ysen la interacción predominantemente placen-
por la pauta de verificación, son los elementos predominantes en su
tera con su madre.
examen de los extraños. En”contraste, en el caso de niños cuya confian-
En contraste con la “confianza básica” de Linda y su total falta de
za básica no ha sido óptima, puede ocurrir un cambio abrupto;¡ que
ansiedad ante extraños a cualquier edad, observamos que Peter, su her-
produce una aguda ansiedad ante los extraños; o puede haber un prolon-
mano, mostraba una acentuada ansiedad ante extraños a los 7 y 8 meses.
gado período de reacción leve| ante extraños, que interfiere. transitoria=
Luego de una latencia, quizás un, lapso de 1 ó 2 minutos, durante la
mente con una conducta de examen placentero. Este fenómeno y los
cual Peter reaccionaba ante los avances cautelosos y suaves del “extraño”,
factores en que se basan sus variaciones constituyen, a nuestro parecer,
y durante la cual su asombro y curiosidad eran también muy definida”
un aspecto importante de nuestra evaluación del objeto libidinal, de la
mente discernibles, parecía dominarlo la aprensión ante el extraño. Aun-
socialización y del primer paso hacia la constancia” emocional¡del objeto.
que estaba cerca de su madre, en la misma silla de mimbre en que ella
Esta relación ¡inversa entre la confianza básica y la ansiedad ante extra"
se hallaba sentada, y podía pegarse al cuerpo de ésta si lo descaba,
ños requiere: mayor énfasis y verificación (véase Mahler!Y McDe-
rompía a llorar mirando alextraño precisamente en el momento en que
vitt, 1968). |
su madre comenzaba a acariciarle lla cabeza.?
Tales observaciones comparativas demostraron las importantes dife- j

rencias queexistían en el resultado específico de la tensa e impredecible “Ruptura del cascarón” demorada y prematura
interacción entre Peter y su madre, en comparación con la del clima En casos en que los procesos simbióticos, la creación de la membraña
predorninantemente placentero y armonioso que prevalecía durante la protectora común de la unidad dual, se han visto demorados o perturbados,
fase simbiótica de Linda y después de su etapa de “ruptura del cascarón”. el proceso de diferenciación parece retrasarse o anticiparse. Hemos ¡des-
Hemos tratado de entender estas variaciones tomando en Cuenta la cripto en él capítulo precedente el caso de la niñita cuya | madre le
diferente dotación de los hermanos y el clima emocional predominante respondía mecánicamente meciéndola, pero sin evidente calidez e interés.
en la particular relación madre-infante, tal como se la observaba en su En la fase simbiótica, esta niñita tenía una cualidad blanda y nio parecía
interacción (y en nuestras entrevistas con la madre). amoldarse a su madre y transformarse en casi una parte de:ella. Son-
A partir de ésta y de muchas; observaciones similares, hemos llega- reía indiscriminadamente y no respondía a su madre como persona única.
do a opinar que el desarrollo de las reacciones ante extraños se A la edad en que ottos niños comenzaban a participar más activamente
ubica en, un contexto más amplio; que es el siguiente: una vez que en aproximarse o tomar *distancia de sy madre, esta niñita se volvía
.€l infante ha llegado a individuarse. lo suficiente como para reconocer el autocróticamente a su propio cuerpo en busca de estimulación. placente-
..

rostro de su madre —visual y tácfilmente y quizas de otros modos—, ra; se mecía prolongadamente, y en pocas ocasiones practicaba conductas
y una vez que se familiariza con la modalidad y la inanera de “sentir” en
activas de distanciamiento o aproximación. *
general de 'su partícipe en la díada simbiótica, se aplica luego con
En otro caso, la relación simbiótica era insatisfactoria por'' diferentes
razones. La madre de este niñito estuvo deprimida durante la primera
2 Pudimos registrar esta conducta en un filme.
infancia de su hijo, Este era el tercer niño que tenía y se sentía bas-
i
70 :
. 4

tante sobrecargada;' la familia vivía en un nivel modesto y en una casa El bebé Peter fue tino dé los niños que tuvieron'unarelación sim- /
muy pequeña. Poco después del nacimiento de este niño, murió el padre biótica intensa pero incómida. Comenzó a “romper el cascarón” precoz"
de la madre, con: el que ésta había tenido una relación muy estrecha. mente. Entró con rapidez en la fase de diferenciación, desembarazándose
Además, el hijo mayor tuvo un serio accidente cuando el tercero tenía de la incómoda simbiosis. . Peter fue un niño que desarrolló una fuerte
sólo unos pocos meses. La combinación de todas estas circunstancias hizo reacción ante extraños y ansiedad ante extraños. Esta parece haber sido
que la madre, sin darse cuenta, ignorara a su nuevo hijo. Lo alimentó con una de sus primeras pautas defensivas. Mucho después que hubo superado
biberón, a menudo: se lo daba poniéndolo de espaldas contra ella. En las reacciones originales ante extraños; éstas recurríah, aunque en grado
general, evitaba el -contaacto visual con él. Con todo, se preocupaba bási- notablemente atenuado, cuando Peter “sufría algún período de crisis, Pa-
camente mucho por él, como lo hizo con todos sus hijos. Como en el rece como si la fase simbiótica: insatisfactoria hubiera impedidó a Peter
caso de la niñita mencionada anteriormente, este niñito tardó en recono- acumular una reserva suficiente de esa confianza básica, de ese narcisismo
cer a su madre como una persona especial. Se demoró la respuesta normal, que proporciona la base sólida desde la cual se puede salir con
específica de sonrisa. También tardó en utilizar la modalidad visual, confianza al mundo de los “otros que no son la madre”. Además,”al
que es el primer instrumento que pérmite el distanciamiento activo, al haberse diferenciado —es decir, comenzado a separarse— muy pronto,
posibilitar simultáneamente que el niño llene el hueco espacial, es decir, Peter fue abrumado fácilmente por la ansiedad y la desazón, porque las
mantenga un contacto perceptual a distancia. Aunque este niñito se capacidades de su yo en desarrollo autónomo eran precoces y, por lo
demoró en este aspecto de su desarrollo, nunca mostró la cualidad blanda tánto, vulnerables. ¡Hemos encontrado reiteradamente que niños que
y mecánica que era característica de las conductas simbiótica y de di- parecían pasar por un periodo desusadamente difícil al separarse de la
ferenciación de la niñita mencionada. madre, tenían historias de conciencia insólitamente precoz de su madre
También observamos niños que tenían una relación simbiótica más como alguien diferente de otros adultos que les prodigaban cuidados.
bien insatisfactoria débido a la gran ambivalencia de la madre respecto Estas pautas de diferenciación muy temprana parecen no sólo te-
del hijo y de su propio rol como madre. En estos niños la perturbación ner una gran dosis de racionalidad, tánto en lo referente a la relación
de la simbiosis no era provocada por indiferencia o depresión por madre-hijo como a la dotación particular de cada niño, sino tam-
purte de la: madre, sino porque ésta era impredecible. Estos infantes, como bién poner en movimiento pautas de organización de la personalidad que
si ocurriera una compensación, conocían a sus madres bastante pronto; su aparentemente mantienen su coherencia en el desarrollo posterior del
relación mutua mejoraba cuando una mayor distancia la hacía más proceso de separación-individuación y quizás más allá de éste. El na-
———cómoda-y-cuando-elniño-Hegaba-a-—disponer-de-nuevasfuentes-de-placer—— cimientodel—niño—como—individuo—seprodute—cuando; enrespuesta—a
por su creciente autonomía y su disfrute del mundo exterior. Lo que nos la respuesta selectiva de la madre ante las señales del niño, éste va alte-
parece que surge, entonces, es una capacidad de adaptación muy tem" rando gradualmente su conducta, “Es la necesidad inconsciente es"
prana por parte del infante. . pecífica de la madre lo que activa y hace eclosionar las infinitas potencia”
Creemos que la niñita cuya madre era narcisista y poco dada se lidades del infante, en particulár las que crean para cada madre “al niño”
diferenció tardíamente porque no podía confiar en que su madre fuera que refleja sus necesidades únicas e individuales. Este proceso oclrre, por
una partícipe simbiótica y tuvo que hacer buena parte de la “tarea” por supuesto, dentro del ámbito de la dotación innata del niño (Mahler, 1963;
sí misma; es decir, tuvo que hacer de madre para sí misma. Así, cuando véase también Lichtenstein, 1964). :
llegó a diferenciarse, puede haber mostrado ciertos signos de desarrollo Hemos establecido !que los infantes cuyas madres disfrutaron de la
de un “falso yo” (cf. James, 1960). Esta parece ser una manera de fase simbiótica sin demasiados' conflictos, los que fueron saturados, pero
utilizar sus propios recursos en la mayor medida posible. Nos enteramos no sobresaturados, durante esté périodo de importante unidad con la
más tarde que la actitud verdaderamente materna del padre, desde madre, “parecían comenzar en el lapso promedio a mostrar signos de dife-
edad muy temprana, ayudó a la niñita a no' alejarse del mundo de renciación activa, distanciándose levemente del cuerpo de su madre. En
cambio, en los casos en que había ambivalencia o parasitismo, intrusividad;”
tico por razones muy diferentes prolongóaparentemente el “período de “sofocamiento”, por parte de la madre, la diferenciación mostraba pertur-.
simbiosis como para darse a sí mismo y a su madre más tiempo para baciones de diversaintensidad y forma. En algunos casos'gn que la madre
recuperar lo perdido. Emergió de la-órbita simbiótica cuando él, y quizás actuaba claramente motivada por su propia necesidad simbiótica-para"
también su madre, estuvieron preparados para ello. sitaria, antes que en beneficio del infante,.la diferenciación comenzaba
mo | FOTOCORIASUES |Ss A mir DA |

ER
“eri forma 'casi vehemente. Esto se dio en el.caso de un niñito, ya a los 4 sonriente y bien amoldado mientras tomaba el pecho, se transformó: por
un tiempo en un bebé pasivo, no amoldado, que se dejaba tener en
: 1 “ > .
2 5 meses de edad, porque su madre era simbióticamente demasiado
“envolvente. Durante un buen tiempo este niño prefirió en realidad estar - brazos como un saco 'informe.?:
en brazos de ádultos que no fueran su madre, adultos que pudieran
Luego, por un breve lapso, la interacción generalmente difícil en”
proporcionarle mayor oportunidad de explorar visualmente el ambiente
* tre Bernie y su madre pareció ¡sufrir una influencia favorable con cáda
mientras estaba en brazos. Parecía alejarse físicamente de su madre, en
forma mutho más defensiva, apoyar sus pies y brazos enérgicamente con:
estímulo maduracional que experimentaba el infante. Bernie mostraba
gran interés en la locomoción:ejercitaba el gateo y el ponerse de pie
tra el cuerpo de la madre (e incluso. arquearse hacia atrás en una forma
con gran placer y persistencia. Cuando llegó a poder relacionarse, con
levemente opistotónica). Tal actitud parecía cumplir en este caso .un
propósito dual: 1) servía, como fn los demás infantes simbióticos “más
otros porlos ojos y dar signos de reconocimiento diferencial de su madre,
próximos al promedio”, para poner al niño'en una posición desde la y cuando obtuvo gratificación: por sus propias funciones motrices en
cual pudiera explorar mejor el ambiente de los otros distintos de la madre,
parcial desarrollo, su ámbito de exploración se expandió hasta incluir
para lograr una'nueva perspectiva acerca de la madre desde una po- toda la superficie del cuarto de juegos (y toda la extensión |del depar-
sición más estratégica, para relacionarse visualmente con ella desde tamento en que vivía). Su madre parecía sentirse aliviada por la disminu"
“una mayor distancia; y 2) lograba el fin de reducir el contacto de la ción de los requerimientos simbióticos y la dependencia total de su hijo,
y éste, a: su vez, fue capaz de usar toda partícula de aliento y protección
superficie corporal con la madre, Lo que más nos sorprendió fue que e
en estos niños estrechamente envjeltos (en la relación simbiótica), este durante el período de ejercitación. ,
proceso activo de distanciamiento comenzaba antes de lo esperado. En Como hemos dicho anteriormente, se observó una transición sorpren-
otro niño con una madre similar, se evitaba el estrecho contacto físico. dentemente distinta, de la fase simbiótica a la de separación-individua-
La búsqueda de distancia durante la sublase de diferenciación pa- ción, en el otro niñito, que tuvo una relación simbiótica ¡estrecha y
recía ir acompañado por una mayor conciencia de la madre como perso- prolongada con su madre. Ambos progenitores -de este niño tenían nece-
na especial, aunque esta conciencia, como en el caso mencionado más sidades simbiótico-parasitarias, sobrevaloraban a su niño: como ser ve"
arriba, fuera negativa (cf. también las pautas de escrutinio diferencial getativo, y lo mantenían en un estado de continua dependencia simbiótica
y de “verificación”). (cf. Parens y Saul, 1971). Esto hizo retrasar claramente el investimiento
Tlustraremos mejor algunos. de estos fenómenos de la primera sub- libidinal del niño en sus funciones motrices (véase más abajo), para las
fase (diferenciación) en algunos: niños seleccionados, todos los cuales cuales, quizás, estaba: constitucionalmente mal dotado. Mientras que' Ber-
(como todos los niños “normales”) muestran los desarrollos generales nie entró en la fase de separación-individuación con una modalidad
relacionados con la fase, junto con variaciones muy individualizadas que preferida de exploración motriz, este niñito tuvo una modalidad prefe-
dependen de la relación con la madre, la dotación innata y la historia rida que incluía el uso de los órganos de los sentidos táctil, prensil y
específica (Weil, 1970). : visual durante un período prolongado. Esta preferencia parecía ser
resultado de varios factores. Ambos progenitores insistían en: aliviar la
Bernie había tenido una relación temprana feliz con su madre, que tensión del niño tan pronto como éste la manifestaba, de ¡modo! que
parecía realizarse plenamente al darle el pecho. Debido alos sentimientos no necesitaba esforzarse en lo más mínimo para lograr lo que| quería. Su
de culpa de la madre respecto de su hijo mayor, y también porque el madre nos manifestó, y comunicó de una .manera no verbal al niño,
infante le mordía el pezón (cf. Spock, 1965), lo destetó en forma abrup- su deseo de que éste se mantuviera sedentario y accediera a que se lo
ta e impulsiva y comenzó a darle biberón. El destete produjo un acen- manejara en posición acostado, aunque el niño se opusiera €; pecialmente
tuado cambio en la atmósfera de la relación simbiótica. Al comienzo, a ello. |
ÍÍ

el infante buscaba con la boca, en forma insistente e inquieta, el pecho l

perdido, mientras la madre negaba violentamente la obvia reacción del 3 En los años 1960-1962 experimentamos brevemente con la pauta de
infante al trauma de destete. El?aspecto radiante y satisfecho que esta amoldamiento (cf. Mahler y La Perriere, 1965). No sólo observamos' el contorno
madre mostraba durante el período de amamantamiento fue reemplazado del cuerpo del infante en relación con el de la madre, sino que también;¡com-
por una actitud de indiferencia y'apatía, mientras el infante a su vez se probamos por nosotros mismos la naturaleza del amoldamiento del infante. pequeño
teniéndolo en brazos. Describimos esta sensación cenestésica como:i “amoldarse
volvía inquieto, indiferente y apático. El infante, que se mostraba feliz, bien”, “fusionarse” , “rigidez de tabla”, “tipo bolsa de papas”, etcétera.
¡
4 . i ¿
|
;

! | Loma
a
Este mismo niñito era, por
dotación, lento para madurar en sus
funciones motrices, Su musculatura Los dos carriles evolutivos de la sepa
era más fofa, los movimientos de ración
Su cuerpo, de gran tamaño, eran más cautelosos y menos enér s A y lá indivi ltiación 5
gicos Y
que los de otros, niños de la misma edad
. (Una excepción notable era su po. o :
vigoroso movi
miento de piernas cuando estaba excit La mejor manera de entender los
fenómenos del desar
ado.) Confinado a consiste en observarlos cuando algunos: rollo normal
un Pequeño espacio por su falta de capa elementos del proceso están un
más amplio cida d locom otriz, hizo el uso
de sus facultades perceptivo-cognitivas y prens poco perturbados, Al final del primer año
y en los primeros meses del
iles, en visible segundo podemios ver con particular clar
emergencia, para ocuparse y entretenerse idad“queelprocesoint
por largos períodos “haciendo rapsí-
que duraran los espectáculos interesantes” (Piaget, 1936). diiico de separación-individuación sigue dos
Al mismo carrilesevolutivosinter
iempo, se mantenía extremadamente alert vinculados, pero no siempre conmensurado
a en el plano visual, observan- sel en avances imétrico. Uno
do lo que ocurría a su alrededor; se es el tarmlde la individuación, la evol
relacionabap - gustoso con otros y ución de lá autonomía intrapsí-
aceptaba la confortación de éstos. quica, lá percepción, la memótiala TOBR >
os ICISn""Ix prueda de tealidad;
Estos dos niñosilustran dos maneras “dife ePútro esel carril evoltitivoitapsrquies0818se
rentes de entrar en la parsEión,que sigueJa
primera subfase de la separación-individuación trayectoriadela diferenciación; el distanciam
iento, la formación de limi-
valer la pena hacer! notar que andaban muy : la diferenciación. Puede tes"y la desvinculación de Ja madre. Todo
parejos en su rendimiento
general medido por los tests de desarrollo, lizaciónculiinarán eventlmenear auto s estos"procesos”de”estruetura-
: rrepresentaciones internalizadas,
que se distinguen de las representaciones” inter
Teníamos laimpresión de que nas de los objetos. Los
la madre del segundo, que habí fenómenos conductales de superficie del' proceso
gozado intensamente de la rela a de separación-individua-
ción simbiótica con su bebé de ción pueden observarse en infinitas variaciones
pertenecía a ese grupo de madr pecho, sutiles, como concomitantes
es que no podían tolerar la grad del desarrollo intrapsíquico en curso. Lar
desvinculación del infante al comi ual situaciones óptimas parecen ser
enzo «de la fase de separación-indiv anat laración «
duación. Esas madres adhieren, “apersonan” (cf. i- aquellas en que la conciencia de :
Sperling, 1944) al pecta a lla diferenciación dela la A epal en lo pe
infante a sí mismas y desalien madre, corre paralela con (es decir, ni
* 7 .
tan .sus tanteos «de funcionamiento
me Tetrasa muchoni va Meralmen
...

independiente, en lugar de permitir y promover una separación . - . »


te mm.y por delante de) so
gradual.
. 1 , .
del funcionamiento autónomo
” mar -

En cambio, como hemos descripto e independi ente del deambulador:lo


cog
hayUncontin
en otro trabajo (Mahler, 1967a), nición, percepción, memoria, prueba de realidad,et
gente-muy-grande-demadres que, cétera;-.en-una—pala-——-""-
cesivamente simbióticas, al principio se
a diferencia de las ex- bra, las fúnciones del yo que sirvéñ a lá individuació
n. *
adhieren a su hijo y luego lo
empujan precipitadamente a Ja “autonomía En nuestro estudio de investigación obser
”' (cf, Greenson, 1968; Mah- vacional, las progresiones *
ler, 1968b, 1971). y regresiones y la gradual integració
, n de estos dos carriles de de-
Así como las variables intrínsecas sarrollo —es decir, la separación y la individuación— pueden estud
son muy importantes para un a través de los movimientos mutuos del niño iarse
eventual desarrollo armonioso de la . y la madre. Pudimos
ción madre-hi jo favorable mejora la perso nalidad, también una interac-
adecuaci ón a la subíase. Coleman,
:
seguir este desarrollo por medio de la |lsinteracció : .-
,
ticul o n madre-hijo , y par-
armente observando la vivaz afectomovi 01 :
Kris y Provence (1953) ban llama
3
lidad , el repertorio3 de gestos
do la atención, hace muchos años,
respet to de las variaciones de las actitudes de la madr y las vocalizaciones del niño mismo.
|
e durante
los pri- Nos parece instructivo comparar a ¡niños que
meros años de la vida del niño. La actitu fueron lentos en su
d de la madre tiene también
que adaptarse en todo el curso del proceso desarrollo locom
otor con ' deambuladoreg qué caminaron
de separación-individuación, precozmente.
pero más especialmente en ciertos puntos cruciales o Por ejemplo, dos de nuestros niñitos estaban
encrucijadas de ese en los extremos opuestos del
proceso. o espectro de los dos carriles del proceso_deseparac
a l A ión«individuación:—- o
TT maduración versus desarrollo, separación "versus indivi
] duación. Uno car
,, * Si bicn estamos convencidos de que la parte minaba ya cuando vino al Centro, a la edad de
prepon derant e de la adap- 9 meses; el otro dio sus
- tación debe provenir del infante malea
blee informe, esto no significa que la primeros pasos sin ayuda sólo 2 días ahtes
maternación no tenga qué seguir los de cumplir los 17 meses
cambiantes requerimientos del proces —¡nada menos que 8 meses de difere
de scparación-individuación; debe haber un cierto grado o ncia I—, o
de adaptación también Pot oo. oe i $
por parte de la madre En los capítulos siguie ntes explicarem os e ilustr
or. : aremos la repercu-
! sión que tuvo tal discrepancia en el proceso de separ
| FOTOCOPIADORA ) ación-individuación.
76 ; qu q nos =- | NN |
|
.
rollan estas funciones du-
Capítulo 5 o. | . cualquiera sea la secuencia en ¿que se desar
tico de este estadio tempra"-
Es sante la subfase de diferenciación, es caracterís
és y concentración en estas
La segunda subfase: Ejercitación locomotriz no de ejercitación que si bien hay “inter
e parec e tener decidida precedencia.
actividades, el interés por la madr
y de otro tipo durante
La'maduración de las funtiones locomotrices

A eA
>

cía el más saludable ¡efec to ¡ so"


el primer período de ejercitación produ
h una relac
bre los niños que tenía ión simbi ótica intensa pero insatisfactofia.
s en parte, con un pro"
Parecería posible que esto se vinculara, al meno s. Las madres
en las madre
ceso de desvinculación satisfactoria simultánea

0 AA ge
ue no podían aliviar la desazón
que se habían mostrado muy ansiosas porq
ótica : y de difer enciación, se sentían
de su bebé durante las fases simbi
se volvían menos frágiles y pul-
ahora muy aliviadas cuando sus hijos
Estas madres y Sus hijos no
nerables y un poco más independientes.
tranquilo placer en el estrecho
3
habían sido capaces de experimentar un
uno de otro desde una distancia ”
contacto físico, pero ahora podían gozar
É
!
se mostraban más relajados y ca”
P
un poco mayor. Ístos mismos; niños
1
obten er satisfacción y seguridad.
paces de usar'a sus madres para
] interacción madre-hijo : du-
Por contraste, se observó otra pauta de
El primer período de ejercitación ón, en los niños que buscaban más
rante el primer período de ejercitaci
con la madre , niños cuyas madres tenían
La . q eos |
i
activamente la cercanía física
durante el proceso de
a subfase de diferenciación sel superpone con el período de ejerci- la máxima dificultad en relacionarse con ellos la
tación
tación locomotriz,
lo j En el curso ¡del procesamiento de nuestros datos . Á estas madres Jes agradaba la cercanía de
distanciamiento activo
había pasado, habrían ¡pre-
E pos, que: era útil concebir el período de ejercitación como di- fase simbiótica, pero una vez que esta fase
|ido en2 dodos partes:: 1) la primera “crec idos” . Es “interesante el hecho
i fase de ejercitación,
j a iad , ferido que sus hijos ya estuvieran
por la más temprana nte difícil crecer; fueron in-
) capacidaddel infante de alejarserse fisic.
fisicamente
m7 dede s de que a estos niños les resultó relativame
madre gateando,; haci endo para distanciarse y exigían
| pinitos,
ini trepando oniéndose
ié : de i ero capaces de gozar su incipiente capacidad o
7
aún agarrado;
aón 28 y ido; y 2) el períodoÍ deejercitación
lercitaciónpropiamente
] Ícho, ar
dicho car muy activamente la cercanía. —,
terizado fenomenológicamente
A 0A Pa
por la locomoción verticallibre.
La expansión de la a capacidad locomotriz durante A ra ¡sub-
la prime
0. rol
no sólo tiene Éste un
mn rr
PO
n
Al menos es desarrollos
tres d j
interrelaci :s, aunc - discrimi fase de ejercitación amplía el mundo del niño;
ía y distan cia con su miadri , Sino¡ que :
contribuyen
ontribuyen a que el el niñoha
niño haga sus P rimeros e pr progresos hacia 1
rezoshacia ¡ más activo en determinar la cercan 01 adas para explorarA
| utiliz l
: de separación yy haci 2 da ro? PIOBTESOS hacia laconcion
la concien- cn s hasta entonces el ambiente
cia
la ia la individuación.
hacia indi . E Estos son la rápida
ápi di las modalidade
a un segmento más
ciación corporal[ dede la madre;
ación corporal éstablecin Estosson
adre; “el “el establecimie larápida
nto de unz víncul
diferen-
vinculoespect¿fi relativamente familiar lo exponen repentinamente tocar. La
oír, más que
an”“el e
con"ella>y*eldesarrollo-y:
y"elmaeyarrotto”y: fuz A
y funtionamientoAa
funtionamiento de los aparatos tculo
autó
ratos autóno
específico amplio de realidad; hay más. que ver, más que
o parece estar sutilmente.
yo en estrecha proximidad con la madre. EeHA Esiénemas del manera en que se experimenta este nuevo mund
es el centro del universo *del niño,
relacionada con la madré, que aún
Esto A ad cc” cr AA

aa parecen preparar el camino para que el interés círculos cada vez


do Sólo gradu almen te hacia
e r su] madre se extienda ( mucho más A definid
efinidamente
ini desde el cual éste va salien
que oa
hi ances) a los objetos, , inanimados, más amplios. *
inani al comienz ¡ ¡ > la oportunidad de
ésta —una frazada, ' , u un pañal,
ñ ci
un juguete :
que ell ofrece,
ella e, 0olbiberón
o el biberá
o iberó. Hace poco tiempo uno de, nosotros (A. B.) tuvo
¡de 7 meses duran te este per odo inicial
con: que se despide
EA les] dell inf: nía
níante porrdla noche—, . ElEl infante
inf exploraestos
estos observar de cerca a un bebé
rcentualesdedo e Investiga su;gusto, textura y olor con sus órganos - locom otor activo , que coinci dió con una separa”
del funcionamiento
entro. El bebé ha-
de estos objelde contacto, particularme ) nte la boca y 1 las manos. ¡Alguno ción de sus padres por 2 semanas, seguida de reencu Recibía
¡ ] e ilo y relajado.
os puede transformarse n un objeto j e
transicional. Además,
, bía sido “descripto como particularmente tranqu
1
t
a -
z
1 79
cón alegría a las personas nuevas | Po
y manifestaba su curiosidad y delei
Examinaba prolijamente a todas te. to con .ella a cierta distancia; en verdad, la beba amena
las personas nuevas tanto visual
táctilmente, Durante la ausencia como capaz durante este período de utilizara su madre y se sentía reasegurada
de sus padres quedó con sus abue
los, a con sólo tenerla a la vista'u oír su voz. Ál mismo tiempo, esta niñita
cambio, de bebé de'brazos a bebé mostraba con bastante precocidad uh decaimiento general de su. áni-
en separación. Comenzó a gatear
ponerse de. pie, Sin: embargo, estas y a mo cuando sia madre no estaba en la habitación, es decir, cuando se
nuevas habilidades que adquiría
acar
rcaron más dolor que placer. le interrumpía lá fuente de reaseguro a distancia.
Se caía con frec uencia y lloraba mucho
después de cada caída. No obst
ante, insistía en repetir la experien También hemos úbseivado én este periodo temprano de ejercitación
penosa, y este niño muy quieto cia
y tranquilo pareció de repente que el “pichór en ciétnes” se complace en su naciente relación con ,
pulsivo. Vemos aquí claramente muy im-
la poderosa gravitación de lo mundo de “otros que no son la madre”. Porejemplo, hemos observa o,
dado, el impulso deindividuación innato
,JEl niño mantuvo 'su relación posi a un niño de 11 meses que durante esta fase tuvo que sufrir hospitaliza-
con las personas que lo rodeaban tiva
, y le gustaba que lo pasearan, le ción por una semana. Parecía estar trustrado sobre todo por o conii-
taran y lo consolaran. Cuando volv can-
ió la madre, el niño tuvo al comi namiento en una cuna, de modo que recibía con alegría a cualquiera
una crisis bastante Suerte de enzo
reencuentro, lloró inconsolablement que lo sacara de ella, Cuando retornó del hospital, la relación con su
un rato y no permitió a la mad e por
re que lo alimentara o lo pusi madre se había vuelto menos exclusiva, y el niño no Mostraba reacción
dormir. Sin embargo, al día sigui era a
erite había recuperado su ante
rior yo
de aferramiento ni ansiedad de separación; en ese momento su mayor
tranquilo ysonriente. Esta reacción
a separaciones breves, que es pecu
liar” necesidad en el Centro y en el hogár era que lo hicieran pasear lle-
mente específica de reencuentros
madrewhijo en la Segunda mita vándolo de la mano. Si bien seguía prefiriendo que esto lo hiciera su ma-
primer año, podría entenderse d del
metapsicológicamente en función dre —con y para él—, aceptaba fácilmente sustitutos.
escisión que aún existe en las imág de la
enes parciales internas de la madr Margie y Matthew (que sólo tenían un mes de diferencia) habían
La escisión se activa fácilmente e.
a raíz de tales ausencias breves; * progresado sin altibajos durante la fase simbiótica y también en la
madre de la separación debe ser reintegrada com la
“toda buena”, de modo de no daña o la madre simbiótica primera subfase (diferenciación). Ambos niños podían “esperar con
r o destruir el objeto bueno. Si confianza” que sus madres aliviaran sus tensiones instintivas, que estuvie-
el niñito siguió ejercitando sus bien
nuevas habilidades, la cualidad ran emocionalmente disponibles. A los* 10 meses de edad se observó que
Pulsividad y las frecuentes caíd de im-
as disminuyeron rápidamente. Con
madre como ancla, un centro “para la ambos infantes entraban en el período de ejercitación con gran inves"
su mun do, la parte frustradora de
—las—nuevas—experiencias Y €xpl timiento de interés_en-sus_incipientésfunciones—motrices—y—en—otras.
oraciones volvió a ser manejable,
dominó la parte placentera de la expl y pre- funciones autónomas del yo. Por largos espacios de tiempo se: dedicaron
oración. Este Iragmento de observa- satisfechos a explorar el ambiente físico por sí mismos, mostrando lo
ción personal se adapta muy bien
a las observaciones realizadas dura que Hendrick (1951) ha descripto como placer del dominio o destreza
nuestros estudio, a saber, que las nte
exploraciones tempranas sirven
fines 1) de establecer familiaridad a los (lo que C. Biihler denomina Funktionslust). Los niños etornaban a sus
con un segmento más amplio del
do, y 2) percibir, reconocer y goza mun- madres de tiempo en tiempo para reabástecimiento emocional. Ambas ma-
r de la madre desde mayor dista
Descubrimos que los niños que tení ncia. dres aceptaron la graduál desvinculación de sus Anfantes ceambuladores
an el mejor “contacto a distancia”
la madre eran los que se aventura con y promovieron el interés de éstos en la ejercitación locomotriz, as
ban a alejarse más de ella. En
que había demasiado conf casos en madres estaban emocionalmente disponibles, de acuerdo con las necesi”
licto por el proceso de separación
resistencia a abandonar la cercanía o demasiada dades de los niños, y les proporcionaban el tipo de Apoyo maternal
, los niños mostraban menos plac necesario para el desenvolvimiento óptimo de las funciones autónomas
durante este período. Pero las reglas er
simples. tampoco..son aplicables del yo.
estos procesos. a sE
: ! o
Por ejemplo, el niñito cuya mad La madre de Anna, en cambio, ] eraaiincapaz de proveer unadispo n -
resólo: podía aceptarlo..realmente isponi-
—como"uná parte simbiótica de bilidad-óptinia; de modoque la capacidad desuhijapara la expectativa
sí misma. e interfería: activamente
intentos de alejarse, parecía perder totalmen con sus confiada estaba muy exigida. La maduración de las incipientes funcio"
cuando estaba a cierta distancia
tecontacto con su madre
de ella. En cambio, una niña cuya nes yoicas de Anna ocurrió a tiempo, péro era comosi la dificil lucha que
dre gozaba mucho de la cercanía ma- libraba para lograr de su:madre la atención que necesitaba, la dejara
fue muy capaz de mantener cont
ac» sin suficiente energía libidinal como ¡para catexiar adecuadamente al
80 OTTO LIOYRIANTDa.
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8l
ara

q. yea A
E ES
|
mundo de personas distintas de la madre, sus funciones yoicas autónomas tal contacto; después prosigue rápidamente sus exploraciones y queda

AS
y probablemente también su propio, cuerpo, con.un narcisismo (secun- de nuevo absorbido por su placer de funcionamiento.
dario) sano. Era por lo tanto incapaz de dedicarse a la exploración El fenómeno de reabastecimiento parecía pasar por diferentes jesta= 3
placentera y al dominio de su realidad en expansión. En todo caso, dios y tenía distintas modalidades. en cada niño, que a nuestro parecer
durante la primera subfase y al comienzo del período de ejercitación
se vinculaban estrechamente con la modalidad preferida de: la ¿madre.
se veía a la niña sentada a los pies de su madre, implorándole y supli-
Una madre, por ejemplo, que daba gran valor al funcionamiento inde-
cándole con los ojos. La subfase de diferenciación duró mucho másen el
pendiente, lograba con particular eficacia mantener contacto con su
caso de 'Ánna que en el de susi coetáneas Margie y Matthew, aunque
niño reabasteciéndolo a distancia. Cuando éste se le acercaba, era por
las funciones de su yo en sí miserias no dejaron de madurar.
lo general para breves períodos de contacto físico. Esta madre: raramente
El período de ejercitación dé Anna se caracterizó por breves explo- se levantaba de su silla, donde. estaba confortablemente. sentada repa-
raciones de tanteo realizadas por qu propia cuenta, enlas que sólo se ale- sando la ropa de la familia y charlando con las otras madres. Parecía
jaba de los pies de su nadiepor: cortos períodos, El período de práctica constantemente sintonizada con las necesidades de su hijito, aun a
—<el lapso en que los deambuladores investían tanta libido en sus propias distancia. :
funciones autónomas y en su exploración de la realidad en expansión—
En el caso de Jay, un niño cuya capacidad locomotriz se desarrolló
fue transitorio y abreviado en el caso de Anna y careció de un desarrollo muy precozmente, de modo.Que la capacidad de reabastecimi ento de la
emocional en gran escala, La ausencia relativa de ese desarrollo echa
madre hubiera sido de especial importancia, observamos lo siguiente:
luz sobre el rasgo principal de esta subfase, tal como nosotros la vemos:
la miadre de Jay creía que cualquier límite quese impusiera a suhijo
el gozoso investimiento en el ejercicio de las funciones autónomas, es-
interfiriría* en la eclosión de la personalidad e independencia de | éste.
pecialmente la movilidad, hasta la casi total exclusión de un evidente Miraba aterrorizada mientras Jay pasaba por situaciones peligrosas. No
interés en la madre en algunos momentos. Esesto, y no el desarrollo de podía mantenerse en contacto con él hablándole, pues no quería interfe-
las habilidades motrices por sí mismo, lo que caracteriza la subfase | [
rir con su “independencia”, Aunque su madre lo vigilara ansiosamente
normal de ejercitación. desde lejos, Jay se sentía, y encierta manera realmente estaba, abándo-:

a mm
Guando el niño, a través del proceso de maduración de su aparato nado por su;madre, por más que ésta estuviera presente. Seponía, una
locomotor, comienza a aventurarse” alejándose cada vez más de los pies y Otra vez en situaciones peligrosas que no podía juzgar ni manejar;
de la madre, está a menudo tan absorbido en sus propias actividades aunque sólo estuviera realizando actividades comunes, tenía particular
que por largos períodos de tiempo parece olvidado de Ja presencia de tendencia a lastimarse. Unavez que se caía y estaba llorando, la ma-
ésta. Sin embargo, vuelve periódicamente a ella, pues parece necesi- dre se sentía, autorizada a ayudarlo. |
tar cada tanto su proximidad física. =. Mark era uno de esos: niños que tenía la máxima dificultad |¡para
La distancia óptima, en esta,subfase temprana de ejercitación loco- establecer una distancia manejable entre él y su madre. Esta se volvió
motriz, parece ser la que permite! al gateador en movimiento y explora” ambivalente hacia él tan pronto como el niño dejó de ser parte de
ción, la libertad" y Oportunidad. “de realizar tales actividades a cierta ella, es decir, de ser su niño simbiótico. A veces la madre parecía. evitar
distancia física de su madre. Debe notarse, sin embargo, que durante el estrecho contacto corporal; otras, podía interrumpir a ETE
toda la subfase de ejercitación la > madre es siempre necesaria como actividades autónomas para alzarlo, abrazarlo y tenerlo levantado, Lo
bunto: estable; como “base de operaciones” que satisface la necesidad hacía cuando ella lo .necesitába, no cuando él lo hubiera necesitado, Es
de reabastecimiento mediante contacto físico. Vimos infantes de 7 a 10 ta falta de empatía por parte de la madre puede haber sido lo que | difi-
meses que gateaban o hacían rápidos Pinitos hacia la madre, parándose cultó a Mark funcionar a distancia de ella. |
agarrados a las piernas de ésta, tocándola de otras maneras o simple- Durante la primera subfase de ejercitación, luego del tira y afloja
mente apoyándose contra ella. Este fenómeno es el que Furer llamó inicial para separarse de la madre y acceder al mundo exterior, la
“reabastecimiento o recarga emocianal”.2 Es fácil observar cómo el infante mayoría de los niños parecían ¡pasar por un breve período de aumento
decaído y fatigado se anima y vigoriza en brevísimo, tiempo luego de
a Ho

de la ansiedad de separación. El hecho de que fueran capaces de| ale-


jarse e independizarse de la madre, y de seguir sin embargo ¡conectados
1 Comunicación personal. con ella —no físicamente, sino desde las modalidades de distancia ¡| con=
| UN
|
| AA
sistentes en ver y oír—, hacía que el uso logrado de estas modalidades o de su madre). Sus propias habilidades lo regocijan, está continuamente
de distancia resultara extraordinariamente importante por un tiempo. deleitado con los descubrimientos que realiza en su mundo en expansión,
A.los niños ño les gustaba perder de vista a la madre; podían quedarse y casi enamorado de ese mundo y de su propia grandeza y omnipotencia.
mirando tristemente la silla vacía de ésta, o hacia la puerta por la cual Podríamos considerar la posibilidad 'de que la exaltación de esta sublase
ella se había ido. tenga que ver no sólo con el ejercicio de los aparatos del yo,'sino tam-
bién con la alborozada huida de la' fusión con la madre y del engolla-'
La subfase de ejercitación propiamente dicha. miento en ella,Desde este punto dei vistá consideraríamos que, así como
los juegos de escondidas del infánte' parecen volver activas la pérdida y
recuperación pasivas del objeto gratificador de necesidades y luego
Con el estímulo de las funciones autónomas, tales como la cognición,
del objeto dé ámor, otro tanto ocúrre con el constánte escape del infante
pero especialmente la locomoción vertical, comienza el “idilio con el
hasta que sú madre lo atrapa y alza, qlie vuelve activo el temor pa-
mundo” (Greenacre, 1957). El deambulador dá el paso máximo en la in-
sivo de ser téengolíádo por lá niadte. Esta conducta reasegura también
dividuación húmana. Camina libremente en posturavertical. Así, cambia
al niño de qiie lá madre desea atiápárlo y alzarlo en brazos, No es ne”
el plano de su visión; desde una posición estratégica enteramente nueva
cesario súiponer que tal conducta “está destinada a servir a tales funciones
descubre perspectivas, placeres y frustraciones inesperados y cambiantes.
cuando comienza a surgir, sino sólo que produce estos efectos y luego pue"
Hay un nuevo nivel visual proporcionado por la posición vertical,
de ser intencionalmehte repetida. *
bípeda. 4 i

Durante estos' preciosos 6'a 8 meses' (de la edad de: 10 o 12 meses


1

a 16 o 18 meses), el mundo es la ostra del deambulador incipiente. La La imporiaticia de la locomoción dertical libre: la marcha
catexia libidinalse desplaza sustancialmente y pasa al servicio del yo autó-
- nomo-én fápido desarrollo y de sus funciones, y el niño parece embriaga- La importancia de la marcha para el desarrollo emocional del niño es tan
do por sus propias facultades y por la magnitud de su propio mundo. grande que no se la puede. sobreestimar. La . marcha proporciona al
>

¡El narcisisino alcanza su nivel máximo! Los primeros pasos indepen” un? enorme aumento de descubrimientos y pruebas de reali-
3h * IU
deambulador
i

dientes del niño en posición vertical señalan el comienzo del período de dad del mundo mediante su. propio control y dominio_mágico. Como dice
ejercitación locomotriz por. excelencia, con una ampliación sustancial Creenacre, está “también asociada con una oleada de regocijo corporal
-———delmundoydelaprueba—de-realidad.—Eh—ese-momento-comienza—un: general y de responsividad sensorial; que acompañan al logro” de la—po-
investimiento libidinal en continúa progresión que se aplica a las habili- sición vertical y de la marcha”, (1968, pág. 51). "
dades motrices de la ejercitación y a la exploración del ambiente que se Debemos mencionar brevemente aquí el hecho de que el niño des-
va ampliando, tanto en el mundo humano como en el inanimado. La cubre su pene, aunque lo examinaremos con mayor detalle en el contexto
principal característica de este período de ejercitación es el gran investl- de la identidad sexual (véase pág. 119). El pene es generalmente des-
miento narcisístico del niño en sus propias funciones, st propio cuerpo, cubierto unas pocas semanas antes, cómo un órgano de exquisita sensibili-
y los objetos y objetivos de su “realidad” en expañsión. Junto con esto, dada y productor de placer, cuyo movimiento, sin émbargo, no está sujeto
vemos una gran impermeabilidad a los golpes y caídas y demás frustracio- al dominio yo. Luego de asumir la posición vertical, el niño puede
nes, tales como el arrebatamiento de un juguete por otro niño. Los ver su pene “desde más ángulos y posiciones que antes, y el acrecentado
adultos sustitutos que les resultaban familiares dentro del ambiente interés en Ta micción le agrega un mayor estímulo e importancia como
de nuestro jardín eran aceptados con facilidad (en contraste con lo que parte del cuerpo” (Greenacre, 1968, pág. 51).
ocurre durante la subfase siguiente dela separatión-individuación).
Hemos .descubierto que tanto en niños tomo en niñas, en el mes
3 . , 7 d sr . . "me. .

Eldeambulador en suave proceso de separación e individuación


mismo que sigue“al”logro “de”“lalocomoción“activa” libre;“la”afirmación "7
encuentra un solaz narcisístico para compensar las amenazás mínimas
de la individualidad avanzaba a pasos agigantados. Esto parece ser el
de pérdida de objeto —que probablemente cada paso nuevo del desa-
rrolo progresivo trae consigo— en las funciones de su yo, en rápida
primer gran paso haciala formación,de laidentidad.
evolución, El niño se concentra en la ejercitación y dominio de sus La: reñuncia.de..la.madre.a la posesión del «cuerpo del-infante, tanto
ora ir z

propias habilidades y capacidades autónomas - (independientes de otros varón como mujer, en este período es en su mayor parte casi automática,

94 ] FOTOCORHHADOBA
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a ALIAS IA
, | : 85
aunque a veces sela expresa verbalmente como una necesid
ad que se de-
plora. La madre de Barney decía; “Cuando él se aleja Ya muy avanzado nuestro estudio llegamos a: comprender que es
corriendo de mí
en el parque y tengo que llevarla alzado, con su cuerpec más bien la regla que la excepción que los primeros pasos sin ayuda que
ito pesado, de
vuelta a casa, me digo, “Mejor que disfrutes de esto, da el niño siguen una dirección “que lo aleja de su madre u ocurren
no durará" mucho,
no lo llevarás en brazos mucho tiempo más”. durante la ausencia de ésta; esto contradice la creencia popular. (refle-
Fue E. J. Anthony (1971) guien reconoció la pertinencia jada por Kierkegaard, entre otros poetas), de que los primeros pasos
de un se dan en dirección a la madre. La significación de este fenómen
texto de Kierkegaard en que éste, en hermosas frases, nos o
presenta una merece un mayor estudio.
perspicaz descripción de la necesidad de apoyo
emocional materno
|
que tienetlniño: cuandocomienza ¿cami narlibremente. Anthony cita
los siguientes pasajes para ilustrar el hecho
Muchas de las madres parecían reaccionar ante el hecho de. que
de que “la influencia de sus hijos se alejaran, ayudándolos a hacerlo, esto es, dándoles un
suave,
una madre perturbada y perturbadora sobre la indivi o quizás menos suave, empujoncito, como la madre ave alentaría al
duación de su hijo
está en agudo contraste con la de la madre común 'basta pichón. Las madres se interesaban en general mucho por el funcionamien-
nte buena? ”
(pág. 262): ¡ to de sus hijos en este aspecto, pero a veces lo hacían también con críticas,
13 Comenzaban a comparar notas, y mostraban preocupación si sus
La madre amante enseña “a: su hijo a caminar
solo. Está bastante lejos de
hijos
él, de modo que'en realidad no puede: servirle de parecían quedar rezagados. En el caso de muchas madres, la |preocup
sostén, pero le tiende los brazos. a-
Ella imita los movimientos del niño, y si éste
tambalea, se inclina rápidamente ción llegaba a concentrarse especialmente en el afán de que sus hijos
como para agarrarlo, de modo que el niño puede caminaran. Una vez que conseguían hacerlo alejándose a cierta. distancia
creer que no está camina ndo ,
solo... “Y sin embargo, la madre hace, más aun.
Su rostro anuncia una especie era como si repentinamente .la madre comenzara a preocuparse por
de recompensa, de aliento. Así, el niño camina solo
con sus ojos fijos en el si
rostro de su madre, no en las dificultades de su camino. el niño sería capaz de “lográrlo”ahí afuera, en el mundo, en que
Lo apoyan brazos que tendría
no lo agarran, y se esfuerza constantemente por alcanza
r el refugio del abrazo de su
que valerse por sí mismo. La locomoción vertical libre parece transformar-
madre, casi sin sospechar que en el momento mismo en se para muchas madres en “la “prueba suprema del hecho de que el'in-
que insiste en que la ne-
.cesita, está demostrando que puede palerse sin ella, porque está caminando fante “lo logró”.
z

solo (Kierkegaard, 1846, pág. 85),


:
E En el curso del período de ejercitación propiamente dicho, nos lim-
Pero en el caso de l la otra
e
madre,
po. . a
lá situación es muy diferente:
presionó el efecto de tremendo regocijo, "en verdad espectacular, que
la
AS
locomoción, vertical producía sobre el humor general del infante
No hay
cua-
ninguna señal de aliento, «ninguna bendición al
final del recorrido. drúpedo, que hasta entonces: también había estado muy ocupado
Hay el mismo deseo de enseñar al niño a caminar solo,. pero . Nos
no como lo hace dimos cuenta de su importancia para el logro de la “experiencia
lamadre amante. En efecto, hay ahora temor, que
envuelbe al niño. Ese temor lo ¡de
abruma y no lo deja avanzar, Hay el "mismo deseo nacimiento psicológico”, la “ruptura del cascarón”, a través de observa-
de guiarlo a la meta, pero
la meta se vuelve de repente aterradora (Kierkegaard, ciones inesperadas y de ocurrencia regular de secuencias conducta
1846, pág. 85). les, y
y : comparándolas con la obra de Phyllis Greenacre (1957) sobre

-
i > la niñez
Anthony continúa: con sus propias palabras: del artista, ¡Nos pareció que la mayoría de los deambuladores
en pe-
ríodo de ejercitación también tenían “un idilio con el mundo”
El temor, la ambivalencia, la hostilidad inconsciente,
la necesidad de en-
!
capsular, impiden que el niño se lance a caminar En los casos en que se demoraba el influjo de la capacidad
por su cuenta. Con su delicada de li-
penetración, Kierkegaard cristaliza log momentos del
desarrollo en que el deam- bre locomoción del niño, el regocijo obligatorio ocurría más tarde
bulador siente «el tironeo al separarse de su madre que
y afirma al mismo tiempo su lo usual, Así, este fenómeno parecía estar definidamente
individuación. Es una experiencia mixta de enorme vinculado
satisfacción evolutiva, pues con, y depender de, la función de actividad 'locomotriz libre, en
el niño demuestra que puede y no puede hacerlo
sin su madre, y su madre re-
demuestra que ella puede y no pueda dejarlo caminar lación con el estadio de desarrollo de otras funciones parciales
solo (Anthony, 1971, : autónomas
pág. 263). : del yo. || O , |
En síntesis, la marcha parece. tener un gran significado simbólico
Al hablar de situaciones de folie 4'deux, Anthony sigue diciendo
e

: “La tanto para la madre como para el deámbulador: es como si


el deam-
madre psicótica llena estos momentos con aprensión, de modo que el bulador que camina solo. hubiera demostrado, al lograr la
locomoción
niño no sólo no tiene adóndeir, sing queteme llegar a cualquie vertical independiente, “que ya puede incorporarse con derecho al mundo
r parte”. 2

de..seres humanos independientes. “La expectación y confianza. que la


i * tt
¡
z
. ;
86 . : | :

87
|
jj
madre trasunta cuando siente que su hijo es capaz de “lograrlo” ahí afue- '
ra, parece ser un importante desencadenante del sentimiento de seguridad po este“niño fue incapaz de enfrentárse emocionalmente con la ex-
en sí mismo que experimenta: el niño, y quizás también el aliento ini- periencia de las separaciones autoinducidas de la madre en el espacio.
cial que lo impulsa a: intercambiar parte de su omnipotencia mágica por el Se quedaba visiblemente aturdido cuarido se golpeaba y notaba que su
madre no se hallaba automáticamente junto a él,
placer de la propia. autonomía y de su creciente autoestima.
Nuestros datos, con sus abundantes detalles, han demostrado i¡ nequí-
vocamente que ocurría regularmente una combinación de factores, a
La bajada de tono partir de los cuales deducimos que había una conciencia naciente de
pérdida de la mitad simbiótica matérnahte del yo. La conducta siguiente,
La mayoría de los niños que estában en la subfase de ejercitación pro" de bajada de tono, tenía diferentes matices en cada niño cuando se los
piamente dicha parecían tener períodos importantes de regocijo, o por lo
comparaba entre sí y a cada uno consigo mismo a lo largo del tiempo.
menos de relativa exaltación. Eran impermeables a los golpes y caídas, Hemos establecido que esta añoranza del estado de bienestar y de
y sólo les bajaba el tono cuando se daban cuenta de que su madre no únidad o cercanía con la madre faltaba de un modo característico en ni"
estaba en la habitación.Enesas oportunidades, disminuía su movilidad
ños cuya relación simbiótica se había prolongado indebidamente o había
gestual y de actuación, se reducía su interés en el ambiente, y parecían sufrido perturbaciones: pot ejemplo, eri el niño que tenía una simbiosis
estar preocupados con uúfiá átención concentrada hacia adentro, con lo exageradamente estrecha y parasitaria con su madre, y en la niñita cuya
que Rubinfine (1961) llamó “evocación de imágenes”. relación madre-hija era lo que RobertFliess (1961) llamó asimbiética.
Nuestras inferencias acerca del estado que hemos denominado de Parecía disminuida e irregular en niñós en los que la relación simbió-
“bajada de tono” derivan de dos fenómenos recurrentes: 1) si una per- tica con la madre se frustraba porque ésta en parte engolfaba y en parte
sona que no era la madre trataba activamente de consolar al niño, éste rechazaba al niño,-con su conducta impredecible e impulsiva.

«ene
perdía su equilibrio emocional y rompía a llorar; y :2) el estado de i
“bajada. de tono” del niño terminaba visiblemente en el momento
.de su 'reencuentro con la madre que había estado ausente por un breve
lapso, aunque a veces no antes de que un corto llanto liberara la tensión
acumulada. Estos dos fenómenog corroboraron nuestra idea de que hasta
ese punto el niño había estado en un especial “estado del yo”: esta
bajada de tono y la “evocación de la imagen” de la madre que de ella se
infiere, recuerda una depresión anaclítica en miniatura? Tendemos 'a
ver en este hecho el esfuerzo del niño por asirse a un estado de la men-
te que Jofle y Sandler (1965) denominaron “el estado ideal del yo”,
muy afín a lo que Kaufman y Rosenblum (1968) llamaron *“retracción
de conservación” en monos.
Algunos niños parecían transitoriamente muy abrumados por el te-
mor de la pérdida de, objeto, de modo que el “estado afectivo de añoran-
za filtrado por el yo”corría peligro de transformarse muy abruptamente en
llanto desesperado. Esto es lo que ocurría ¿con.Barney «durante el breve
período en que su “individuación” aún no acompañaba a su estímulo
———maduracional--de-locomoción;-que-sirve-para-la-separación—Por-un-tiem-
e

2 Aunque en forma distinta, esta recuperación de la madre ausente en un


estado de vigilia y bajo tono, en que se evocan imágenes, tiene su paralelo
en las exposiciones de Lewin (1946) y de Isakower (1938) acerca de la evoca-
ción de los antiguos “mundos perdidos” en los sueños y del estado de quedarse
dormido. . :

88
Capítulo 6 ración del deambulador —estimulada por su capacidad, maduracio”
nalmente adquirida, de alejarse físicamente de su madre, ypor su
i
La tercera subfase; Acercamiento
.
desarrollo cognitivo—,:éste parece ¡tener una necesidad mayor, un deseo ,
; de que la madre comparta con éltodassus nuevas habilidades y experien-
cias, así comó una gran necesidad deamor objetal.: E

Como explicamos en el capítilo anterior, la necesidad de cercanía


había quedado en suspenso,-por así detirlo, durante el período de ejer-
citación locomotriz. Por esta razón hemos llamado período de acercamien>
to a esta subfase.
Nunca se insistirá demasiado en la importancia que tiene la dispo”
nibilidad emocional óptima de la madre durante esta subfase. :“Es el
amor de la madre por el deambulador.'y su aceptación de la ambivalencia
de éste, lo' que permite al.niño.catexiar su “autorrepresentaciónconenergía '
neutralizada” (Mahler, 1968b). También se ha insistido sobre la: impor-
tancia adicional del padre durante este período (Loewald, 1951; Greena=-
cre, 1966; Abelin, 1971).
El tipo de acercamiento corporal para ““reabastecerse de combusti-
Consideraciohes generales ' * ble”, que había; caracterizado al infante en período de ejercitación, es
reemplazado en el lapso de los 15 a los 24 meses y posteriormente, por
Con la adquisición de la locomoción vertical libre: y con el logro, que
una búsqueda deliberada de contacto corporal íntimo, o su evitamiento.
le sigue de cerca, de ese estadio del desarrollo cognitivo.que Piaget(1936)
Esto se combinaahora con la interacción entre el deambulador y la
considera como el comienzo de la:“inteligencia representacional (que
madre a un nivel muy superior: ¡| se vuelven cada vez más importantes
culminará en el juego simbólico y en el lenguaje), el ser humano ha
el lenguaje simbólico, la intercomunicación vocal y de otros5 tipos, ysel
emergido como una persona separada y autónoma. Estosdo dosPoderosos |
juego (Galenson, 1971).
“organizadores” (Spitz, 1965)constituyen los-parterosdel del nacimiento psi- 1

cológico. En esteestadio final “del proceso de “ruptura del tascarón” Durante la subfase de acercamiento, hemos observado reacciones a
el deambulador alcanza el primer nivel de identidad, es decir, llega aa la separación en: todos nuestros niños. * Aventuramos la hipótesis de que la
constituir una entidad individual separada (Mahler, 1958b). mayor probabilidad de un desarrollo posterior favorable se daha entre
los niños cuyas reacciones a la separación se habían caracterizado por
En la mitad del segundo año de:vida, el infante se ha transformado estados afectivos moderados y filtrados por el yo, en los cuales predomi-
en un deambulador. En ese“periodo!se“vuelve cada vez más consciente naba la valencia libidinal (amor en € lugar de agresión). a
y hace un uso cada vez mayor de isu separación física, Sin embargo,
junto con el desarrollo de sus facultades cognitivas y la creciente dife- !

renciación de su vida emocional hay también una notable disminución Las pautas de seguimiento y de huida
de su impermeabilidad previa a la frustración, así como una disminu-
ción de lo que ha sido un relativo olvido de la presencia de la madre. Dos pautas características de la conducta del deambulador' —el segui-
Puede observarse un aumento de la ansiedad de separación; al comienzo, miento! de la madre y la huida de ella, con la expectativa de ser
ésta consiste sobre todo en temor a;la pérdida del objeto, que puede perseguido y arrebatado por los brazos de la madre—, indican ¡tanto (el
inferirse de muchas de las conductas del niño. La falta relativa de interés deseo de reencuentro con el objéto de amor como el temor del niño
por la presencia de la madre,' que gra ¿aracterística de la súbfasede de que ese objeto lo reengolfe o reabsorba. Se puede observar continuar
i
ejercitación, es reemplazada ahora por: un interés aparentemente”“cons
tante en determinar dónde está la madre; y por una conducta activa 1 El seguimiento (como una sombra: shadowing) significa la incesante vi-
gilancia y seguimiento de todos los movimientos de la madre, .
de acercamiento, A «medida que se * desarrolla la conciencia de “sepa-
a
90
3
.-. 1

mente en el deambulador una pauta de “evitamiento”, dirigida contra tar la gradual separación del niño, el hecho de que éste se vuelva cada vez
posibles intromisiones en su autonomía, de reciente adquisición. En cam- más independiente de ellas y se vaya separando, y ya: no $e lo pueda
bio, su incipiente temor de pérdida del objeto amado representa un considerar como parte de la madre (cf. Masterson, 1973; Stoller, 1973).
elemento del conflicto en vías de internalización. Algunos deambuladores Enesta tercera subfase, la del“acercamiento, si. bien la individuación
en cdad de acercamiento parecen bastante sensibles a la desaprobación;: procede muy rápidamente y el niño la ejercita hasta el límite, ttambién
con todo, defienden en su autonomía con el “No”, y con el aumento se. dawcada vez más cuenta de su separación y emplea toda clase de
de la agresión y el negativismo de la fase anal. (Recordamos aquí el mecanismos. Para, resistir. y contrarrestar su separación real de la madra
clásico artículo de Anna Freud sobre el negativismo y la rendición emo” o) Sin embargo, el hecho es que por más insistentemente que el deambuladar
«cional, 1951a.) trate de coaccionar a su madre, ella yél ya ho pueden seguir funcionan-
En otras palabras, en la época en que el deambulador pequeño de ' 'do eficazmente como una unidad dual, és decir, el niño yá no puede
12 a 15 meses se transforma en deambulador grande, de hasta 24 me- mantener su delusión de omnipotencia parental, que él aún espera a
ses, se ha llegado a un punto en que se produce un giro emocional de veces que restablezca el status quo simbiótico.
suma importancia. En ese momentoel deambulador comienza a expe- La comunicación verbal se hace cada vez más necesaria; la coerción
rimentar, más o menos gradualmente y más o menos agudamente, los gestual por parte del deambulador o la empatía preverbal mutua en-
obstáculos que entorpecen el camino» de lo que, según él evidentemente tre madre e hijo ya no bastan para alcanzar el fin de la: satisfacción,
anticipaba en el apogeo de su regocijo de “ejercitación”, sería:su “con” el del bienestar en el sentido de Joffe y Sandler (1965). El deambulador
quista del mundo”. Junto con la adquisición de habilidades y de faculta- pequeño se da cuenta gradualmente de que sus objetós de amor (sus
des cognitivas nerceptuales primitivas, ha habido una diferenciación padres) son individuos separados con sus propios intereses personales. *El .
cada vez más clara, una separación, entre la representación intrapsíquica niño debe abandonar en forma gradual y penosa la delusión de su propia
- del objeto y la autorrepresentación,/En el apogeo mismo de su dominio, ñ grandeza, a menudo a través de luchas dramáticas con su madre, y
hacia: el final del periodo de ejercitación, ya ha comenzado a despun- menos, en nuestra opinión, con su padre, ista es. la encrupijada que
tar en el deambulador pequeño la idea. de que el mundo no es su ostra, denominamos “crisis de acercamiento”.
que él debe enfrentarlo más o menos “por sus propios medios”, muy a Po.
menudo como un individud relativamente carente de ayuda, pequeño Laactitud.delamadreen_elperiodo-deacercamientodelde.ambulador
——-yaislado,incapaz-de-obtener—alivio-o—ayudameramente porque sienta
que los necesita, ni incluso expresando verbalmente esa necesidad -
n (Mah Según su propia adaptación, la madre. puede reaccionar a lás exigencias
er, 1966b). del niño durante este período con una disponibilidad emocional continuada
La cualidad y medida de la conducta de cortejo del deambulador y una participación juguetona, o con toda una gama de actitudes menos.
respecto de su madre durante esta subfase proporciona importantes in- deseables. rSin embargo, hemos podido establecer que es la continuada
dicios de la normalidad del proceso de individuación.. Se hace cada vez disponibilidad'<
dis emocional de la madre: lo * que resulta: esencialPara que
más evidente el temor de perder el amor del objeto (en lugar de temor el yo autónomo del niño alcance su “capacidad funcional óptima,mien”
de la pérdida del objeto). o tras va cediendo su confiañza en lá oimhipotencia mágica. Si lamadre es”
Pueden observarse incompatibilidades e incomprensión entre madre l tá “serenamente - disponible” con un ' pronto abastecimiento de libido
e hijo, aun en el caso de la: madre normal y su deambulador normal; objetal,:si comparte las hazañas del desmbuladór aventurero,Siresponde
éstas arraigan, en gran medida, en ciertas contradicciones de esta subfase. al juego conel”júego y facilita así los salidables iritentos “de imitación e
La exigencia por parte del deambulador, de constante participación de'la identificación del ñiño, lá internalización de la relación entrela madre
madre, le parece contradictoria a ésta:sibien—elniño—no-es—en—ese—— +eldesimiblador-puede-progresgt-hasla-elpunto—en—que;con—eltiem
momento tan dependiente e i¡nerme como lo era sólo medio año antes, po, se iñiciá la comunicación verbal, áunque aún predomineunavivaz
y parece ansioso de serlo tada vez menos, sin embargo da indicios aun | conductá gestual, es decir, lá afeciomovilidad o(Homburger, 1923; Mahler,
más insistentes de que espera que la madre comparta todos los aspectos ] 1944, 19491). El previsible compromiso emocionalpor_parte dela
de su vida. Durante esta sublase algunas madres no pueden aceptar la madre parece facilitar el rico despliegue de los “procesos de pensamiento
actitud exigente de sus hijos; otras, por contraste, son incapaces de enfren- del deambulador, “la pruebade realidad, y. la conductaimitativa, al
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, final del segundo o comienzo del tercer año de vida. En cambio, | a
nos Durante la edad cronológica del acercamiento, manifestó | en grado
dimos cuenta bastante tarde en nuestro estudio de que el desarroll
o exagerado la actitud opuesta al seguimiento. Desafiaba a su macro e
emocional de la madre en su ¿maternidad, su disposición emociona
l a yendo de ella, en la confianza y esperanza (correcta) de que ella o
dejar que el deambulador se separe, a darle, como hace la madre
ave, correría y alzaría en brazos, anulando con éllo momentáneamente la sepa
un suave empujoncito,'a alentaflo hacia la independencia, es de

o
enorme ración física. La madre hizo una respuesta cada vez más frenética a
utilidad, Puede ser inclusoti elementóingqua nondé la individuación'
esta peligrosa conducta de huida, de modo que por un tiempo desesperó
normal (sana).

€ Dl e
de poder enfrentar la “inquietud” de Barney. Luego alternó e e
Señales de peligro en la subfase de acercamiento: tringir a Barney y, por puro agotamiento, abandonar su habitu al vigilan
Aumento.de la ansiedad de separación
cia de las necesidades del niño y su sintonización de las señales de éste.
3
z
Una de dos: o se precipitabahacia el niño en cualquiersituación, fuera
El así llamado 'seguimiento del deambulador detrás de su madre
i
o no real la necesidad que éste expresaba, o se mantenía alejada de él
(o
el fenómeno opuesto, de “huida”, que tan. a menudo encontramos al cuando era realmente necesaria. En otras palabras, su disponibilidad
comienzo de esta subfase) parece en cierta medida algo inmediata se volvió temporariamente impredecible. Sin embargo, la
inevitable.
(Algunas madres, con su prolongada sobreprotección € intrusivi perturbación de la relación entre ellos durante este período no |fue total;
dad,
enraizadas en sus propias ansiedades y a menudo en sus propias necesi- no llevó a Barney a la hostilidad o a escindirse del mundo de los ¡ob-
dades simbiótico-parasitarias, se transforman ellas mismas en “la jetos, mi siquiera a un aumento de la ambivalencia, Había muchos
sombra”
de su hijo.) En casos normales, el seguimiento por el deambulador aspectos positivos en la subfase. de acercamiento de Barney. Con frecuen
cede
el paso a un cierto grado de constancia objetalhacia la segunda cia traía todo lo que encontraba en las cercanías de su madre y le
mitad
del terceraño. Na obstante, cuanto menos emocionalmente dispóni llenaba el regazo; se quedaba quieto cerca de ella y armaba rompecabezas
me

ble
esté la madreen la época del acercamiento, con tanta mayor en su regazo con su ayuda, o miraba un libro de láminas con ella. La
insistencia
e incluso desesperación el deambulador intentará cortejarla, En algunos relación entre Barney y su madre se volvió más coherentemente satisfac-
casos, este proceso drena una cantidad tan grande de la toria con el advenimiento de la cuarta subfase (consolidación de la, in-
energía evolu-
tiva de que dispone el niño, que como resultado” no queda dividuación y: de la constancia objetal), cuando aquél se transfofmó
energía ni
libido ni agresión constructiva (heutralizada) suficientes para en un niño paciente, de buen funcionamiento, y, dentro de límites nor-
la evolu-
ción de muchas funciones emergentes del yo. males, más sedentario. ol
Í

Los casos que exponemos brevemente a continuación


$

servirán para Consideramos que la exagerada conducta de “huida” de Barney idu-


ilustrar no sólo las pautas conductales peculiares de
esta subfase, sino rante la subíase de acercamiento fue resultado de la maduración precoz
también conductas que hemos llegado a reconocer como
signos peligrosos de su función locomotriz durante la subfase de ejercitación. En ¡ese
en el período de acercamiento. + lapso, se había enfrentado con| el hecho de la separación física: de la
Las necesidades de acercamiento de Barney comenzaron
mucho an- madre, antes de que sus funciones emocionales e intelectuales lo hubieran
tes de lo habitual y se manifestaron con particular agudez
a. Esto podría preparado para ella. El carril evolutivo de la individuación estaba re=
rastrearse remontándose a su desarrollo locomotor
precoz durante la sub- trasado respecto del de la separación. Como resultado, el niño' no podía
fase precedente. Es el mismo niñito que tenía un típico,
aunque muy evaluar adecuadamente los peligros potenciales de sus proezas locomo-
precoz, “idilio cón el mundo”. Durante el curso de su
“ejercitación”, trices (véase Frankl, 1963). Uni conjunto de factores sobredete -rminantes
entre 9 y 11 meses, se caía y se lastimaba a menud
o, pero siempre reac- llevaron más tarde a una: consolidación de esta tendencia al: accidente,
cionaba con gran impermeabilidad. Gradualmente,
al fin del undécimo convirtiéndola en un rasgo permanente de personalidad. El origen! de
y durante el duodécimo mes, llegó a mostrarse muy
visiblemente per- este rasgo reside incuestionablemente en un desequilibrio evol tivo pro-
plejo al descubrir que su madre. no estaba a mano
: para rescatarlo de ducido durante la segunda y la tercera subfases. (Las subfases de ejercita=
situacionez de peligro. Desde los 11 meses en adelant
e, comenzó a llorar ción y de acercamiento estaban bastante entremezcladas en el caso| de
cuando se' caía, En la medida en que llegó a cobrar concie
ncia cognitiva Barney.) Un importante factor adicional que contribuyó a la conducta
le su separación de lg madre, comenzó a desapa
recer su calma acep- de “huida” de Barney fue su identificación muy precoz con su «padre, al
tación de golpes y caídas. - l i o i . . . ., Lh ,
y
A que adoraba realmente como a un héroe, y su imitación especular de éste,
94
gs
pa
!
Se permitía que los.niños miraran, admiraran y, a veces, participaran Ya habíamos observado que el juegó de esta niñita tenía una cualidad de
en las hazañas atléticas de su padre, que eran muy riesgosas. formación reactiva precoz. La madre infotmó que su hija había: manifestado dis-
gusto cuando le dio una parte:de la arcilla;de sú hermanito mayor para que jugara
de
Una: manifestación diferente de la sublase de acercamiento se obser- con ella, y esto ya había ocurrido a los: 18:6 19 meses. El entrenamiento
vó en niños cuyas madres eran incapaces de adaptarse a la desvinculación control de eslínteres de la niña comenzó altedetlor de los 20 meses,» aparentemente
sin presión. Ya decla«la palabra "do-do” asocidda con la micción o defecación,
progresiva y/o a las exigencias cada vez mayores del niño en crecimiento, y al comienzo la madre sintonizaba muy bien-las señales de su hija respecto de
La no disponibilidadmaternal hizo que el período de ejercitación y ex- sus necesidades excretorias. Desde Jos 20 meses en adelante se la oyó decir repeti-
ploración de tales niños fuera bastante breve y poco autónomo. Como damente “Bye-bye; wes wee” cuando tiraba la cádena del inodoro. Sin embargo,
' muchos observadores notaroi pronto «qu estabá empezando a pedir viajes al

eo
nunca podían tener certeza de la disponibilidad de sus madres y siempre
baño cuando quería attaer la atención de du madre o cuando deseaba impedir
estaban entonces preocupados por ello, les resultaba difícil investir libido que ésta abandonara la habitación para acudir a una entrevista —ren todo caso,
en su ambiente y en su propio funcionamiento, Después de un breve más frecuentemente que la posibilidad de que tuvierá realmente una necesidad

RE
rato de ejercitación; volvían a sus madres con una intensidad cada vez intestinal o urinaria—.
mayor e intentaban: por todos los medios posibles hacerlas participar. Esta niñita ya controlaba el intestino a los 22 meses y á esa edad lograba
Luego de expresiones relativamente directas de la necesidad que tenían pasar días sin mojarse. Al comienzo del control de esfínteres (particularmente
cl anal) vimos que estaba dispuesta y eta capaz de complacer a su madre, de
de sus madres, tales como traerles un libro para que les leyeran. o gol- modo que tamto la madre como la hija hallaban en la operación excretoria una
pear los libros o la costura en que las madres se ocupaban habitualmente, zona de encuentro cargada positivamente desde el punto de vista emocional. Pero
pasaban a medidas más desesperadas, como caerse o esparcir galletitas en dos meseg las prácticas eliminatorias hábían entrado en la esfera conflictual de
por el piso y pisotearlas en una rabieta, siempre con un ojo dirigido a esta interacción madrerhija. A los 23 meses la deambuladora acostumbraba
mojar con orina toda la' habitación, y..se' valía de ello como un arma. La madre
conquistar la atención de sus madres, si no su participación. estaba entonces embarazada y á modida que pasó el tiempo su. preñez hizo que
La dotación innáta muy buena de una de las niñas que integraban adoptara naturalmente una actitud de ensimismamiento narcisista. Tenía cada
vez menos reacciones positivas ante las exigencias de su hija de que la acompa-
este grupo, la: ayudó en lo referente a la rapidez con que se desarrolló su ñara al baño de su casa, ubicado en el primer piso. En verdad, la madre nos dijo
lenguajes omitió casi por completo el período habitual de media lengua. que pedía a su hijo, que entonces tenía 4 años, que la sustituyera, llevando a su
Esta adquisición precoz de la comunicación verbal puede haber ocurrido hermanita al baño, El niño, según nos enteramos después, nó desaprovechó
precisamente porque su madre podía comunicarse mejor con ella por la oportunidad de exhibir su orgullo ma culino, su pene, a su hermanita. Íncre-
mentó así la envidia del pene por parte de ésta, y otro tanto ocurrió con su
medios verbales que por cualquier otro; esta: madre se dirigía verbalmente desconfianza de la madre. a c
Ohijaavecesincluso“Ta—consultaba”,-como-si-la-niña—fuera-de su Luego se produjo una lucha alrededor del control de esfínteres, entre madre
misma edad. e hija. A los 2 años de edad, la niña comenzó a utilizar el control de esfínteres
de
para desafiar a su madre; se le produjo una seria constipación como resultado
, Ésta niña mdstró luego lo que nosotros llegamos a considerar como la retención deliberada de las heces. ,
una señal de peligro en la tercera subfase. Se mostraba muy sensible en No vimos a esta niñita por unos 3 meses (desde los 25 a los 28 meses),
! mi 5
su preocupación por saber dónde estaba su madre en todo momento, 'y y en ese Japso nació una hermanita.
La niña volvió a los 29 meses de Edád, imuy pegada a su madre, que Jle-
tendía a seguirla en todos sus movimientos o cuando ésta abandonaba
vaba en brazos a su nueva hija. La madre parecía atormentada y cansadá cuando
la habitación. La niña mostraba una. acentuada ansiedad de separación
entró en la habitación. Se quejaba de que su hija lá estaba volviendo loca. En
y no era fácil consolarla en ausencia de su madre. La relación estaba en verdad la niña se había mostrado muy' difícil, con sus Jloriqueos y exigencias,
ese estadio temprano jaqueada por muchos indicios precursores de serios pero además en los últimos 2 ó 3 días había estado reteniendo las, heces y no
había tenido ninguna deposición. Según, su madre, la "niña sufría cast todo el
conflictos evolutivos, que daban origen a acentuáda ambivalencia y a la tiempo y se sentía en realidad muy incómoda, El pediatra, decía ella, le había
escisión de objetos “buenos” y “malos” y .probablemente también de las asegurado que éste era un hecho normal después del nacimiento de otro niño,
autorrepresentaciones. En una palabra, esta niñita mostrabá de una mar y que ella debía tomarlo con calma y no' prestar ninguna atención a las prácticas
“eliminatoriasdesahijaeheseperiodo”Decía“comungesto-de-impotencia:—*Pero
nera exageradalas perturbacioneso crisiscaracterísticas del acercamiento. simplemente no puedo hacerlo”.
Puede ser de interés referir algunos detalles de la historia evolutiva Observamos a esta niñitá en el cuarto de deimbuladores “mientras jugaba
con agua. Sin embargo, éste no era el tipo de juego .que les gusta habitualmente
de esta niña en el curso del ominoso período delos “segundos 18 a los niños de su edad, y ros pareció que lo haciá en forma bastante
“compul-
A

meses de su vida”. siva”. La niñita empezó a restregar un tazón al cual se había pegado harina,
y
¿
lerintad

96 ¡ 97
4 :
! duna
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estaba muy decidida a limpiarlo fregándolo, pero no pudo lograrlo y se fastidió. medio de su perplejidad igualó obviamente: los regalos con el bebé, con las heces
Miró a la observadora”y dijo: '““Tazón sucio”. Durante todo ese rato parecía muy y con un pene. Mostraba gran confusión acerca de los contenidos aL cuerpo; sus
incómoda, Necesitaba obviamente defecar y estaba bajo continua presión intesti- propias fantasías de preñez eran muy.¡evidentes pero no le resultaba Elaro qué te-
nal. Le brotaron gotitas de transpiración: de: la frente y el color del rostro le iba nía cada cual (hombre o mujer) en: su! vientre. Parecía esperar un bebé del vientre
y le venía. Dos -veces corrió al baño. Se sentó en el inodoro y orinó; luego se de su padre, así como del vientre de su madre.
levantó y se preocupó de tirar la cadena. Volvió al cuarto de deambuladores La relación madre-deambuladora era tal que la niña tenía que: defender a
y jugaba distraída con plastilina, «pero de nuevo, y durante todo el juego, estaba la madre buena contra su propia rabia destructiva. Lo hizo escindiendo «el mundo
incómoda y lo pasaba sacudiéndose y saltando, a la vez que empalidecía repeti- objetivo en “bueno” y “malo”, para mantener apartados lo bueno y lo malo. Lo
damente, Por último, se "precipitó y corrió al baño, se sentó en el inodoro y dijo bueno era siempre el objeto parcial ausente, nunca el objeto presente. Para acla-
a la observadora: “Dame un libro”. Mientras estaba sentada haciendo fuerza, rar esto, describiremos otra secuencia de eventos y verbalizaciones de esta niñita
miraba a la observadora con. expresión bastante apenada en el rostro y le dijo: a los tres años. Cúando su madrese iba, la niñita tenía rabietas y se pegaba a su
“No dejes entrar a mamá”. La observadora la animó a hablar un poco más de esto, querida y familiar maestra jardinera, pero no sin maltratarla verbalmente, aunque
y la niñita dijo: “Mamá me lastima”.? “Luego miró el libro, las láminas de ga- manteniendo siempre los brazos' alrededor de su cuello. Cuando leían Juntas un
titos y potrillitos. Cuando la observadora le estaba mostrando las láminas de libro, encontraba errores en cada lámina y cada frase que la macstra leía; retaba
los animalitos de granja, la niña se mostró cada vez más incómoda, Se miraba a la maestra; todo era al revés de lo que la maestra decía, y Ésta era “mala,
la bombacha, *que se había manchado, y pidió una limpia. Por, último, con ex- mala, mala”,
trema incomodidad, parecía incapaz de retener por más tiempo las heces y pidió: Mahler observó esta conducta delde la cabina de observación y Se|¡aventuró
“Que venga mi mamá;j que venga mi mamá”. La madre llegó en seguida, se sen- a entrar muy despacito en el cuarto de juegos, donde se sentó en el ángulo más
tó junto:a ella, y la niña le pidió que le leyera. alejado de da niñita y su amada Y odiada maestra. La deambuladora inmediata-
La ' observadora participante miró desde la cabina y notó que la: madre le mente captó la presencia de.la “intrusa” y le ordenó encolerizada que saliera.
estaba leyendo el mismo libro acerca de los animales de granja que le había leído Mahler interpretó; con suavidad a: la! niña diciéndole que comprendía:: la: niña
la primera observadora. Señalando a los; animales, la niñita dijo: “Mi papá tie- deseaba realmente que no volviera nadie sino su madre por esa puerta y por
ne un chanchito en su barriga”.' Su madre la miró perpleja y preguntó: “¿Qué?” eso estaba tan enojada. También estaba muy enojada porque no era su mamá,
La niña repitió la frase. La madre parecía perturbada, pues su hija estaba ha- sino la observadora, la que le estaba leyendo. Mahler prosiguió diciendo. que ella
blando cosas sin sentido. Le tocó ja frente para.ver si tenía. fiebre, pero la sabía que mamá volvería, pronto, Con esta casi-interpretación, parecían haberse
deambuladora sonrió, señaló de nuevo el libro, y dijo: “No, es un :caballito”. abierto algunos canales libidinales; la niñita puso su cabeza en el hombro de !la
En este momento, con' una expresión de dicha eñ su rostro, defecó. ¡Luego de observadora «y comenzó a llorar suavemente. En seguida, volvió la madre. Fue
mover el intestino se levantó del inodoro; parecía relajada y comenzó a jugar muy instructivo observar, sin embargo, que en ese reencuentro no se notó ni un
a las escondidag con una puerta de vaivén, pidiendo a la observadora que se atisbo de exultación o felicidad en 'la ¡niña. Sus primeras palabras fueron: “¿ Qué

-o
pusiera detrás, y. me trajiste?”, y volvió a manifestar ss disconformidad con lloriqueos. o]
En este episodio, la secuencia de fonductas y verbalizaciones nos permitió Por un: buen. tiempo esta niñita no logró alcanzar. una representación de
extraer conclusiones, reconstruir los elementos precursores, por así decirlo, del objeto unificado o; reconciliar las cualidades buenas y las malas del objeto de amor.
desarrollo de la neurosis infantil in statu nascendi de esta niñita. Deficiente- Al mismo tiempo, sufrió detrimento ¡la integración. de su propia autorrepresén-
mente abastecida por la madre desde el punto de vista emocional, ni el inves- tación y su autoestima,
,timiento libidinal en su auto-representación ni su excelente desarrollo de autonomía
habían sido suficientes para reemplazar en forma gradual la omnipotencia simbió- Por contraste, do :que vimos ¡en "el caso de Barney era meramente
tica temprana, que es una actitud forzosa en el niño, La niña no podía identificarse una distorsión evolutiva transitoria en forma de una crisis de acerca"
de un módo progresivo y gradual con :la imagen materna “buena”;.no podía miento. En el caso descripto '¿n| extensó más arriba, observamos. una
hacer suya por asimilación (internalización) una función maternante suave y formación de síntoma, una constipación que duró hasta avanzado lel .
reconfortante. Pese a gu excelente dotación, la niña era incapaz de evitar la em-
bestida de la ansiedad de separación y el colapso de la autoestima, Su cólera contra sexto año, desarrollada sobre la base de-una relación madre-hija bastante
la madre por no haberle dado un peng aparece inconfundiblemente en su ma- insatisfactoria, pero activada y en gran medida producida por la. ten-
terial verbal.' Ambicionaba los regalos que la madre recibía del padre. La niña, sión acumulada y, también por traumas a raíz de shocks,
en su desaliento, se volvió hacia su padre, y cuando la madre quedó embarazada, en
Hasta bien avanzada la cuafta subfase, la relación de esta niñita
2 Vemos' aquí la profunda confusión del niño entre dolor infligido desde con su “madre siguió plena de ambivalencia, Sin embargo, su rendimiento
fuera y dolor derivado de fuentes somáticas (de dentro del cuerpo). En la mente escolar era excelente, Su desarrollo social era bueno. Nuestro estudio de
A [Zn

de 29 meses de esta niñita, el dolor parece provenir del introyecto “malo”; las seguimiento nos dirá más sobre el destino* corrido por su: neurosis
sensaciones dolorosas internas se externajizan luego y se atribuyen á la madre infantil.* a | l
“mala”,
8 Tan pronto como el dolor se torna insoportable, Ja madre simbiótica es
4 El estudio de seguimiento lo está réalizando Johin B; McDevitt, junto con
la única invocada para ayudar en la dolorosa eliminación de las heces. Anní Bergman, Emmagene Kamaiko, y Laura Salchow, actuando como consultora
l ¡
mur t A
1

Una relación 'aparentemente muy armoniosa parecía caracterizar la Matthew comenzó entonces a hostrar algunos signos de tensión. Du-
interacción mpadre-hijo entre Matthew y su madre, durante toda la sub- rante la ausencia de su madre, necesitaba que una observadora lo tuviera
fase de ejercitación locomotriz. La madre tenía la capacidad de alentar en su regazo. Tendía a cansarse rhás fácilmente, y hacia el final de la
la independencia y autonomía de sus hijos, mientras que al mismo tiempo mañana regresaba á veces al gateo, ¡en lugar de caminar. Sólo unos pocos '
parecía estar totalmente disponible para ellos en el plano libidinal; es meses después de nacido su hermanito, Matthew mostró signos visibles de
decir, calibraba su respuesta a Matthew con una gran comprensión perturbación, con su práctica de [lastimiarse casi habitualmente y con
intuitiva de sus variables necesidades. La capacidad de la madre para un:acentuado aumentode su facilidad para llorar. Trepaba con frecuencia
hacerlo, según creímós en esa época, aseguraba a Matthew una suave al regazo de su madre, cosa que ésta: permitía cuando no tenía en
progresión hacia los comienzos de la subfase de acercamiento. Pese al brazos al bebé. Sin embargo, cuarldo la madre estaba ocupada con el
embarazo de la madre y a la llegada de un hermanito cuando Matthew bebé, Matthew se dirigía a otros adultos. Prestaba muy poca aten-
tenía 19 meses —£poca en que aumenta de intensidadla renovada ne- ción al bebé. Aunque aparentemente seguía estando alegre, había signus
cesidad que el deambulador tiene de su madre—, el niño parecía seguir sutiles de que no todo andaba ta bien como debería. A medida que
bastándose a sí mismo, Era capaz de usar a otros adultos como sustitutos pasó el tiempo Matthew se tornó inquieto e hiperactivo, y se caía aun más
de la madre y parecía haber logrado alguna identificación con ésta, que antes. Mostraba gran interés pbr su'imagen en, el espejo, y le hacía
como lo mostrabasu interés por otros bebés y por su hermanito, interés caras. (La significación de esta úllima conducta es difícil de interpretar.) *
en el cual el elemento agresivo parecía al comienzo sorprendentemente La mádre de. Matthew necesitaba creer que éste estaba madurando
bien controlado. Observamos que Matthew tenía también una buena y por lo tanto aumentó su expectativa de que el niño llegara .a ser cada
relación con su padre. Parecía capaz, en suma, de mantener un prolon- vez más independiente (1. En: Feallidad, la. madurez , aparentemente
gado.interés por el mundo, aun al llegar a la subfase de acercamiento, mayor de Matthew —su identificación especular con sus hermanos mayo"
mientras que al mismo tiempo compartía todo lo que su madre estuviera res, especialmente con los de edad escolar— puede haber sido también una
dispuesta a compartir con él. Sólo hacia el final de la subfase de acerca" especie de triste resignación a: la depresión; a.la madre le habría resul-
miento cuando esperamos comúnmente que la conducta de acercamien- tado demasiado penoso reconocerlo.; Otra forma de intento de adaptación
to ceda el paso .a la constancia del objeto libidinal, comprendimos fue la identificación con el bebé,rival. Matthew mostraba signos de
excedía evidentemente las fuerzas de Matthew. querer ser él mismo .un bebé; como su hermanito, por ejemplo, se metía
en-el-corralito-Sin-embargo;-esto-su-madre-no-podía-tolerarloMatthew le --
Durante el comienzo de la subfase de acercamiento, Matthew sutrió replicaba volviéndose menos obediente a las indicaciones verbales de
una operación de emergencia de hernia. (Esto ocurrió durante las va- la madre, y comenzó a mostrar alguna actividad agresiva difusa, tal como
caciones de verano.) La madre de Matthew nos dijo que tenía que dejar arrojar cosas o corretear sin rumbo fijo. Con anterioridad se había
a Matthew en elhospital, donde éste se sentía muy desdichado. Sin em- descripto a Matthew como un niño feliz. y radiante. En éste otro período,
bargo, se dijo que se había recuperado rápidamente luego de volver aún continuaba sonriendo, pero había una impresión unánime entre los
al hogar. Cuando lo volvimos a ver, a la edad de 18 meses, no mostraba observadores de que su sonrisa carecía del brillo anterior. Ahora era ten"
signos de tensión excesiva, aunque. observamos que había adoptado sa, y parecía más una mueca que una sonrisa, como 'si con ella: expre-
una pauta de trepar a posiciones poco seguras. La interacción entre sara su sumisión”a las expectativas de su madre, a la vez que una
Matthew y su madre siguió siendo placentera, aunque ésta tenía que apelación al mundo en general. Además Matthew no reaccionaba mucho
dejarlo entonces librado a sí mismo en nuestro Centro, mientras su her
a las ausencias de su madre cuando ésta se iba de la habitación, o qué
zás no se permitía :llacerlo. ) 3
mano mayor comenzaba a asistir al jardín de:infantes. La madre se vio
A la edad de 2 años, la madre envió a Matthew al cuarto de
precisada a funcionar como “madre ayudante” de maestra jardinera, Yo
“deambúladores,sinellá. En verdad,lasexigencias guerel restó de la” fami-
a tomar turnos con otras madres en el jardín de infantes.
lia implicaba para ella eran tan grandes que no pudo traernos regular-
mente al niño más pequeño, que-habría sido el cuarto niña de la familia
M. Mahler. Patrocina este trabajo la junta directiva del Master's Children's que hubiéramos podido observar en; nuestro estudio,
Center, y, en medida limitada, el M. S. Mahler Research Fund de la Menil
oo: . : . 4 ori
Foundation. ; “CE los estudios de McDevitt sobre la imagen especular (inéditos).
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La maestra del cuarto de deambuladores observó a Matthew mas- En él había incorporados algunos elementos de la costumbre, que desdeel
turbándose de una manera autoagresiva, muy a menudo agarrando su comienzo tuvola madre, de sustituirse a sí misma por juguetes! También
pene y levantando las piernas, es «decir, regresando a la actividad auto- contenía elementos somatopsíquicos de identificación con la muy avan=
erótica.* La observadora del cuarto de juegos notó que las expresio- zada gravidezide la madre; y había también elementos de aquiescencia
nes faciales de Matthew no cambiaban apropiadamente junto con los al deseo consciente e inconsciente de la madre, de que su hijo' fuera
cambios de situación que le ocurrían, y que tendía a volverse inquieto . grande y fuerte (era más bien pequeño). Por último, la actitud del
e hiperactivo. Así, parece que la lacumulación de traumas (traumas de niño cóntenía: elementos de: preliminares primitivos de defensa, tales
shock y de tensión en el sentido de Kris; cf. también Khan, 1963): era como identificación (espejamiento) y proyección. Luego de fracasados to”
excesiva para Matthew.” El niño salió de la subfase de acercamiento dos estos recursos, vimos muy pronto, después de un período de depresión
con tendencia a hallar satisfacción en actividades autoeróticas y auto- grave (Mahler, 1961), 'cómo este niñito recurría gradualmente al me-
, agresivas, así como en la hiperactividad; y con, una especie de blandura canismo de la !lentrega masoquística,
en su vida afectiva, todo lo cual, á la observación superficial, parecía sa-
Ya nos hémos referido al fenómeno del seguimiento. Cuando resulta
tisfacer los deseos de la madre de que llegara 'a ser independiente y
excesivo, es a nuestro parecér una de las señales de peligro de| esta sub-
siguiera siendo su muchachito *grande” feliz.
fase, un signo de que la conciencia de separación que tiene el niño le está
En- el caso de Henry, la segunda preñez de la madre y el destete causando gran tensión: el niño intenta aferrarse a la madre, tratando
del niño *ocurrieron en el punto¡:culminante del estado en el cual la de respoder a“cada movimiento:¡y variación .del ánimo de ésta, y plan-
subfase temprana de ejercitación se superpone con la subfase de di- teándole además insistentes exigencias. *En el caso de Tommy) el, rasgo
ferenciación. (La madre se incorpgró a nuestro proyecto cuando Henry
sobresaliente del proceso de individuación fue este fenómeno, de segui-
tenía un poco más de 9 meses.) ¡En esa época, el niño gateaba hasta miento, su negativa 2 permitir. ¡que la madre se le perdiera de. vista,
acercarse a: ella con frecuencia y, gritaba "para que ella lo levantara:
Tommy seguía todos los movimientos de su madre con el rabillo del
parecía necesitar contacto y continuo reabastecimiento o “recarga” por
ojo; se precipitaba literalmente hacia ella tan pronto como ésta se dirigía
parte de la madre. Esto ocurrió cuando comenzó a ejercitar con cautela
hacia la puerta, o cuando hacía ¡cualquier movimiento. Sus comunicacio-
los preliminares dé la locomoción vertical sin llegar a caminar. La con-
nes vocales frecuentes estaban | dirigidas .exclusivamente a su madre
ducta de acercamiento y solicitación que mostraba Henry ocurrió entonces
y se desarrollaron en forma gradual hasta adquirir el carácter de co-
en forma prematura, antes del período de ejercitación ' de la locomoción municaciones verbales mal enunciadas, en las que el niño manifestaba
vertical. Se hallaba estrechamente "vinculada con el evidente aislamiento sobre todo impaciencia. Era uno de esos deambuladores (como Barney)
emocional de la madre durante sh embarazo; en este respecto, el caso en los que la locomoción ya había producido una conciencia de sí mis-
de Tlenry recuerda el de la niñita que hemos relatado anteriormente.
mos como algo separado de la madre, antes de que estuvieran emocio-
A los 11 a 13 meses Henry realizaba proezas motrices que sobrepasa- nalmente preparados para enfrentarse con esa conciencia. Esto hizo que
ban a las de los demás niños de su grupo de edad y que todos admiraban, Tommy tuviera berrinches que; duraban mucho más que los pocos
pero que su madre daba simplemente por sentadas. Después de haber minutos de costumbre.
llegado él finalmente a dominar ¿la locomoción vertical activa, a los
14 meses, la: madre cesó totalmente de responder al renovado cortejo En general, las señales de peligro potencial que se observan durán-
activo de su hijo. Comoconsecuencia Henry procedió a adoptar recursos te esta fase incluyen una ansiedad de separación mayor que el promedio;
tácitos cada vez más exagerados para atraerla. Durante los meses cáli- un excesivo seguimiento de la madre e una continua “huida” impulsiva; de
dos de verano llevaba sudando pesados juguetes en sus brazos para entre- ella, con el fin; de provocarla a que atrape al niño; y, finalmente, exce-
garlos a su madre, casi como ofrendas, pero sin que le sirviera de nada. sivas perturbaciones del dormir. (Algunas perturbaciones transitorias del
El carácter exagerado y repetitivo dle este medo de acercamiento por un dormir son una característica normal del segundo año de vida.) |
período de semanas ¿era obviamente sintomático y sobredeterminado. Seleccionando material de nuestros datos y de su procesamiento, lle-
gamos a establecer que podíamos subdividir el acercamiento, en tres
0 Na de la manera tranquila y 0 na que vimos. en otros niños. períodos: 1). el comienzo del acercamiento; 2) la crisis de acercamiento;
7 En medio del. apiñamiento en dl vivía la señora M., parecía ¡inevitable la. y 3) las soluciones individuales | de esta crisis, que dan por resultádo
exposición a la escena primaria. pautaciones y: características de personalidad con las que el niño :entra
¡ dl |
_en la cuarta subfase de la separación-individuación, es decir, la consoli-
dación de la individuación. él quería compartir sus placeres, notamos quesla exaltadapreocupación
- del deambulador.por la locomoción y. la exploración por sí mismas estaba
Llegamos a estas subdivisiones comparando mes por mes a los nueve “comenzando_a disminuir, La fuente de máxirrio placer del niño se despla-
niños más exhaustivamente estudiados —el último grupo “de nuestro zaba de la locomoción independientey la exploración del mundo inani-
estudio— con respecto al desarrollo de sus relaciones objetales, sus es" mado en expansión, a la interacción” social. Los juegos de escondidas
tados de ánimo, sus tendencias psicosexuales y «agresivas, y también su (Kleeman, 1967) y también los de imitación son“ahora los;pasatiempos
desarrollo, cognitivo. Cuando describamos con “mayor detalle el acerca- favoritos, Bl reconocimiento de la madre como uná personaseparada en
miento, utilizaremos ejemplos tomados de los estudios detallados acerca el amplio.mundo. iba paralela a la conciencia de la vexistencia separada
de estos niños. de otros niños, de que éstos eran similares, pero diferentes, del yo de uno.
Esto se ponía en evidencia,.por el hecho de que los niños mostraban
.El comienzo del acercamiento entoncés mayor.deseo
un de tener o hacer lo que otro niño. tenía o hacía,
es decir, undeseo de actividad especular, de imitación, de identificación en
Alrededor de los 13 meses, notamos un importante cambio en la calidad cierta medida con el otro niño. Losniños deseaban los jugueteso la_copa
de la relación del niño con su madre, Durante el período de ejercitación, de “jugo dé fritas y la galletita que “otro niño teníaenlaimano.>y Junto
como ya hemos dicho, la madre era la: “base de operaciones” a la que el con este importante desarrollo aparecia lá cólera específica dirigida a
niño volvía a menudo en los momentos en que le era necesario —cuando un fin, la agresión, si no habia mantra, dealcanzar el fin.deseado. Por
quería alimento, consuelo, o para “reabastecerse” cuando se sentía can" supuesto, lio estamos perdiendo dévidia el hecho de_Queestos. desarrollos
sado o aburrido—> Pero durante ¡este período el niño no parecía reconocer ocurren: en medio de la fase anal, con las características de adquisitividad,
a la madre como una persona separada de existencia autónoma. Más o celos y envidiatípicasde esá fást.a *
a

menosen torno a los 15 meses, la madre ya no era sólo la “base de Examinaremos más adelante, en!! este capítulo - (véase p3g. 119), e
operaciones”; parecía estarse transformando en una persona con la cual: descubrimiento de la diferencia anatómica, sexual durante este deriado;
el deambulador deseaba compartir sus descubrimientos del mundo, baste decir aquí que para las. niñas el pene parecé transformarse en el
cada.vez más ampliosEl signo conductal más importante de esta nueva prototipo de úna “posesión” deseada; pero inalcanzable, de otros niños.
manera de relacionarse era el traer continuamente cosas a la madre, lle- Para los niños y las niñas por igualje este descubrimiento estimiulaba'la
narle «el regazo de objetos que el niño había encontrado en su mundo adquisicióndetinaconciencia.más_netadelpropio.cuerpoy_delarelación.
en expansión. Todos esos objetos eran interesantes para él, pero el prin- de éste con los cuerpos de otras personasz, El deambulador parecía expe”
cipal investimiento emocional reside en la: necesidad que tiene el niño _rimentar cada. vez más su cuerpo por,sí mismo como una posesión que le
de compartirlos con su madres (véanse los casos de Barney, Henry y era propia..[Ya no le gustaba que lo *'manejaran”. Y lo más notable
otros, págs. 94-102). Al mismo tiempo, el deambulador indicaba a la ma- es que se resistía a que lo pusieran 9 mantuvieran en una Posición pa-
dre con palabras, sonidos o gestos, que deseaba que ella se interesara en sus siva mientras lo vestían o le cambiaban los pañales. Ni siquiera parecía
“descubrimientos” y participara con él en disfrutarlos.2 gustarle qué lo abrazaran y besaran, 'a menos que estuviera dispuesto a
Junto con la incipiente conciencia de separación, el niño llegaba a ello. Teníamos la impresión de que esta relvindicación de la autonomía
comprender que los deseos de su madre no eran siempre de ninguna ma- corporal era más acentuada en los varones.
nera idénticos a los“suyos, o al revés, que sus propios deséos no siempre
coincidían con los de su madre. Esta comprensión desafiaba fuertemente
La expansión social y la importañicia 'de la relación con el padre
el sentimiento de grandeza y omnipotenei “del período de ejercitación, en
queeconsu personita se había sentido*en la curhbre del:
1 mundo”XMahler, yh
Éldeseodemásamplia autonomía.for. parte.del_niño no. sólose ex”_
- presabapor el negativismo.hacia la mádre:y otras personas, sino que tam"
ces sin “duda alguna! : Qué perturbación para la bienaventuranza de la
bién llevabá á tina extensión activa del mundo madre-hijo: principalmente
unidad dual!
¿Paraincluir al Padre. Elpadre, domo' objéto de: amor, desde época.muy
En paralelo o concomitancia con esta sensación del niño, de que la temprana en adelante pertenece a unacategoríade objetos-de amor
madre era una persona “que estaba ahí afuera, en el mundo” y con la que totalmente distinta de la madre, Aunque no está totalmente fuera de la
Pr 1
O

104
. e : , 105

FOT SCAHIADORPRA |
no E ma, ni. 1
unión simbiótica, tampoco es. siempre plenamente parte de ella, Además, tado de separación, es el afecto o emoción de tristeza (cf. Mahler, 1961).
el infante probablemente percibe muy pronto que existe una relación Soportar la tristeza, sin embargo, parece requerir una gran dosis de ro-
especial del padre con la. madre, chya significación, durante la. fase de bustez yoica (cf. Zetzel, 1949, 1965), un investimiento que el niño no
hiperactividad o la inquietud. pues
parece capaz de realizar a esa edad: la_hi
separación-individuación y en la fase preedípica posterior, apenas esta=
mos comenzando a comprender (Abelin, 1971; Greenacre, 1966; Mah- den considerarse entonces, en este; caso, como una “actividad” defensiva
temprana contra la conciencia del penoso estado afectivo de tristeza. |
ler, 19672).
Pero el niño en etapa de acercamiento desarrolla. relaciones con A medida que progresaba la subfase de acercamiento, los niños des-
otras personas del ambiente, aparte del padre y la madre. En el caso de cubrían maneras ¡más activas de' enfrentar
e
re;_se
las ausencias de la madre
los niños |denuestroestudio, pudimos observar que desde valrededor con “adultos sustitutos . y Se- dedicaban, al juego simbólico
relacionaban_cc
de 15-17 meses en adelante gustaban de pasar períodos cada vezmás (v£ase Galenson, 1971). “Inventaban a menudo formas de juego que los
largos apartadós de sus madres, gn el cuarto de 'deambuladores, y ayudaban a controlar el hecho de la¡desaparición y la reaparición de cosas;
qué tanto los niños como las niñas por igual comenzabana' buscár”alos o su juego tendía a consistiren interacción social. Muchas formas del
observadores,muy a “meñudo a los *del sexo masculino, Y formaban"una juego revelaban una temprana identificación con la madre o el padre;
vinculación muy estrecha con: alos ¿ por ejemplo, en la forma en que sostenían a las muñecas y a sus ositos.
_Parecía estar ocurriendo el comienzo de la internalización de la represen
tación objetal, El juego de pélota, por. ejemplo,Parecía prestarse. par”
. Reacciones a la separación en la primera subfase
de acercamiento, con ejemplos clínicos ticularmente bien a la interacción social y a la expresión de sentimientos
y fantasías de deshacerse de un objeto y reéncontrarlo” (véase|Freud,
1920). Donna tiraba la pelota y luego experimentaba especial placer en
Durante la primera subfase de acercamiento encontramos un cambio de
reencontrarla; otra niña perdía la pelota yluego pedíaa, los observadores
actitud, muy interesante en las reacciones de los niños según la madre
que se la recuperaran; Wendy, que, prefería las relaciones. exclusivas
estuviera dentro o fuera de la habitación. Eh ese período: todos ellos se
daban cada yez más cuenta de la ¡ausencia mo de: la madre y querían sa”
uno-a-uno con adultos, usaba la pelota para hacer entrar en le juego
a un observador, adulto. | o
ber.dóndeestabá“Eta.“(conlo cual“aumentaba en forma significativa
su propia orientación espacial!). Porotro lado, sin embárgo, erantambién Para la mayoría de los niños,*el primer período de acercamiento
actividades
de Quedarse absorbidos en sus propias
_cada. vez más capaces de culminaba a, laedadde 172-18. Meses,en loque. parecía una “consolida-
ya menudo nonoqueríanque se losinterrumpiera- uerían“ir” rá ver” a la ción y una*aceptación_temporariasde laseparación. Esto ocurría junto
madre, pero no con la intención de![quedarse con ella; más bien: pasaban actividades con la madre o
con un gran placer en compartir posesiones yac
junto a ella,:se desviabañ y “alejaban”para v3 olver A sús propias ocupacio- el padre, y también, cada vez"más, con el mundosocial"en expansión,
-NE$. Esta desviación y alejamiento parecían ser másnotable en varonesque que incluía no sólo a adultos sino también a otrosniños: “deambúladores
en nenas, Sin embargo, cuando la! madre misma. estaba demasiado Jejos de la misma edad, niños mayores y hebés. Durante el período de ejerci-
por demasiado tiempo, “se"producfan”“reacciones diferentes de Jas ob” tación, la palabra “bye-bye” (adiós-adiós) había tenido gran importancia);
servadas en las subfases previas. Ya! hemos“descripto la “bajada le tono” la palabra más importante de este primer período de acercamiento era
| a
que es característica de las fases ide diferenciación y de ejercitación, “hi? (hola).
como una reacción al hecho de que la madre se ausentara de la ha- Durante este nivel de edad de 17-18 meses, que servíaparaLl:la con-
bitación. Luego, durante el acercamiento temprano, nos pareció encontrar salidación, observamos sin embargo importantes indicios precursores de
un tipo diferente de conducta: la' ausencia de la -madre producía un la inminente lucha con el objeto' dé amor, que traslucían a través de mu-
aumento de la actividad y la inquuietud. Parecería que el“equivalente
e e ee chas conductas. La más llamativa de éstas era la ocurrencia de berrincheso
delabajada«de tctono,“enellmomento en que el niño corpprende su es”: _prácticamente en todos los niños. Vimos muchos signos de una mayor
- vulnerabilidad, de rabia impotente, y de desamparo. En muchos niños
8 Esta precoz preferencia por observadores masculinos, cuando ocurría, pa- ¡
recía tener un estilo específico para fada sexo, que. sin embargo ho estamos
0 Mahler ha ofrecido alguna explicación de la psicodinámica de los berrin-
.

en condiciones de interpretar, ni siquiera de analizar, con algún -grado de cer- |


tidumbre. : ches, en sus estudios sobre el “tic” (Mahler y Luke, 1946; Mahler, 1949).

107
|!
¡
taba envuelta en un mundo propio, en su propia vida de fantasía. Parecíá satisfacer
había una recurrencia de reacciones ante extraños. Como en el caso de su necesidad de cercanía física con una conductá que le era muy peculiar: utili-
las reacciones anteriores ante extraños (a los 7 a 9 meses; véanse págs. zando objetos inanimados, También, cuando!estaba angustiada, se echaba boca aba-
69-71), pudimos observar una mezcla de ansiedad, interés y curiosidad. jo en el piso, o en Ía colchoneta que estaba en el piso, o se apelotonaba en un
Ahora había a menudo un alejamiento deliberado del extraño, como si espacio muy pequeño; era como si deseatá sei rodeadá (para ho desintegrarse)
de está manera, lo que le proporcionaba parte del sentimiento de coheréncia y
úste, en el momento, constituyera una amenaza para la delusión o la ilusión, seguridad que echaba de menos en la relación con su madre,
ya vacilante, de la unión exclusiva con la madre. Parecía haber una
amenaza implícita en ol hecho mismo de que ciertas personas que no
eran la madre comenzaran a volverse auténticamente importantes Sobre la:estruciuralizadión del yo y el.
en la vida del niño (conflicto de lealtad), como si esto fuera incompa- establecimiento dé un si-mismo cohesivo
tible con la relación hasta entonces exclusiva y muy especial con la madre
(parecen confundirse la causa y "la “consecuencia, y prevalecer meca- Debemos acentuar que lá primera contiencia de separación del niño ha-
nismos proyectivos o de externalización). . bía traído consigo placenteros descubrimientos de incipiente, autonomía
y de interacción social, expresados en una: cantidad de palábras y co”
En nuestra mucstra de los niños más sistemáticamente observados,
niunicaciones gestuales importantes de -ese período. Uno de estos descu-
había varios en los cuales el período de Ja primera consolidación de la
brimientos consistía en notar que uno podía pedir que satisficieran sus
separación no: parecía haber ocurrido de la manera ordinaria, o bien
deseos, mediánte el empleo de palabras y gestos de pedido o necesidad.
se había interrumpido. En cada caso esto parecía vincularse con las
Por ejemplo, “galletita”. era una de las primeras palabras importantes
dificultades surgidas durante las primeras subfases de la relación madre-
de todos los niños. Con el descubrimiento de. que se podía llamar a la
hijo. llustraremos este punto con nuestras observaciones acerca de dos
madre y solicitar su atención, las palabras “Mira, mamá”, también
de estos niños.
se volvieron de uso muy frecuente. Además, estaba el descubrimiento de
que uno podía encontrar a la madre y a:otros;-y mostrar su deleite con una
t o.
o.

exclamación; esto se denotaba coh la pálabra típica de este período, “hi!”


Durante la primera parte del período de 17-18 meses Mark continuó inte-
resándose en una variedad” creciente de personas y actividades. Se sentía atraido (yhola!). También era impor tante en; este punto el descubrimiento de
por el*cuarto de deambuladores; era capaz de dejar a su madre y volver a ella, / que a uno lo elogiaban y admiraban s: i realizaba proezás de habilidad
ooy generalmentetenía_unarelaciónfeliz_con_su_madre.Alrededordelamitad —————_motriz_y—de-—otros-—tipos—Parecía-importante:-para—el-deambulador—en
del período de 17-18 meses Mark empezó a ponerse muy exigente. Necesitaba período de acercamiento, que pudiera proporcionar placer-a su madre;
constantemente la atención de la madre, pero no parecia tener en absoluto se-
guridad acerca de lo que deseaba realmente de ella. Comenzó a mostrar una pauta esto lo expresaba, desde el comienzo mismo de este período, levándole
de rápida alterancia entre conductas “de acercamiento extremo y de excesiva juguetes, .
agresión y distanciamiento de su madre. Esta ambitendencia se extendió también
Los aspectos más penosos de la separación apenas habían comenzado
a otras personas y a otros fines. Por ejemplo, Mark insistía típicamente en que su
madre lo alzara, pero tan pronto como, lo tenía en brazos exigía enojado que a despuntar en los deambuladores durante estos meses, excepto en los
lo bajara. Se aferraba a su madre ansiosamenté, como si temiera que ella lo niños en los cuales diversas circunstanciás, en parte intrínsecas, y en parte
dejara o le retirara su amor para siempre. Todo esto se debía, en nuestra opinión, experienciales, promovieron crisis prematuras de separación. *'
a una insólita perplejidad tanto de la madre como del hijo acerca de la inter- !
pretación de sus señales mutuas, es decir, a un fracaso del “señalamiento mutuo”. '
(Esto recuerda la perplejidad de la madre acerca de las señales de su hijo mayor, : 1

descripta por Mahler yFurer, 1963a, págs. 4-5; cí. también Spitz, 1964, el “des- La crisis de acercamiento:
carrilamiento del diálogo”).
18-20 a 24 meses y con posterioridad
Harriet mostró también una conducta1un pocoo atípica, durante este periodo: e mnmero e
” noseaferrabaa lamadre,sino que más bien la"ignoraba; en verdad, le prestaba
mucha menos atención durante él décimo-octavo 'mes que en el anterior. Cuando
Sentimiento de grandeza y temor a la pérdida del objeto de yamor
su madre. se iba o volvía, ella casi no lo notaba. No mostraba en el intercambio :
4

social el gran placer que se veía en otros niños; durante ese mes parecía haber- Alrededor de'Jos 18 mescs nuestros dedmbuladores parecían muy ansio"
se retraído en sí misma. Se describió a esta niñita como contenta consigo misma sos de ejercitár a fondo su autonomía, en rápido aumento. Preferían
pero generalmente no interesada en Ja gente. Era típico qué Jugara con juguetes,
cáda vez más netamente que no les recordaran que a veces ho podían
muñecas y ositos y charloteara consigo misma, dándonos la impresión de que es-

FOTOCOPIADORA |
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108 109
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en proceso de separación € individuación.


arreglárselas solos. Se producían como consecuencia conflictos que pa- respecto de su deambulador de
momento estab a muy a menudo teñida
_ recían centrarse en el deseo de esfar separado y ser grande y omnipotente La reacción de la madre en ese lad or en afirmar
sistencia del deambu
por una "parte, y hacer que la imadre satisficiera mágicamente los de- sentimientos de fastidio ante lain r
dese o, por ejemplo, de atarse sin ayuda los ¡co
seos sin fener que reconocer que eri realidad llegaba ayuda del exterior su autonomía, ante su pue des a rreg lart e ¡gplo ? Muy
. “¿Crees que
porotra: En la mayoría de los £asós el humor que predominaba era el dones de los zapatos, etcétera
s recursos, a Ver cómo te va”
LO: “Face
e ainsatisfaccióngeneral, la ipsaciabilidad, tendencia a rápidos cam- bien, puedo deja rte libr ado atu
estar conmi go. Bueno, ahora yo
no quiero estar
t le : y a berrinches.'El período se caracterizaba en- un momento no querías
y Bergman, 1970, págs. 257-2
14). ¿
tonces porel deseq rápidamente alternantedéalejaralamadrey de contigo” (véase Mahler, Pine, m-
aferrarse “a ella, secuencia -conquctal “descripta” muy exactamenti en mente, encontramos en muchos dea
| os explicado ante rior
Como hem . extraños. ¡Con
la palabra “ambitendencia”. Pero'yaa esaedad hahía a A rgimiento de la reacción ante
buladores un, enérgico resu “timidez”. La
simultáneo. +n ambas direcciones; “esdecir,a“ambivalencia característica rvadores denominaban a esto
mucha frecuencia los óbse ment ante personas
e
de los niñós que están en la mitad” de la subfase de acercamiento... ría especial
renovada reacción ante extraños ocur |
que eh “un mom ent o anterior de la vida del [niño
- Era característico de los niños de esta edad“utilizar a la: madre como del mundo exterior
os preferidos. Basta citar una de las
una extensión de si mismo, proceso en el cual. de..alguna manera ne: habían sido consideradas como, amig iones:
tras observac
gaban laipenosa. conciencia de “separación. Una conducta típica de Esta. conductas típicas registrada en nues se expresaba
adultos aparte de su madre
clase era, por ejemplo, tirar de la mano de la madre y usarla. como una La relación de Frankie con otros de una mane ra amistosa
se acercab a a ellos
herramienta para alcanzar un objeto deseado, o esperar que la madre,” en las siguientes conductas. A veces pron to como ellos se acercaban ¡a él,
rgo, tan
desde cierta distancia; sin emba obser-
requerida por algún gesto mágica por sí solo, más bien -que con palabras, dad hizo rodar una pelota hacia una ndo,
huía hacia su madre. En una oportuni r apiiga; cuan do ésta se la devo lvió roda
adivinara y cumpliera el deseo momentáneo del deambulador. Apareció vadora que acostumbraba ser su méjo
iarse en su madre. i
un fenómeno inesperado y extraño, aparentemente precursor de la pro- sin embargo, €l niño huyó a refug
ca de es te período. Varios niños
yección de los sentimientos negativos del niño: era la ansiedad re encina La indecisión era una coriducta típi al de ] cuarto de
que éste experimentaba, de: que ¡su madre se hubiera ido, en ocasiones en este período se. detenían un buen rato en el umbr a las activi-
dir si se incorporarían O no
en que ésta nisiquiera se había ¡levantado de la silla (1). Ocurrían con deambuladores, incapaces de deci al parecía ser la
cia en el umbr
mayor o menor frecuencia momentos de un aparente y extraño “desco- dades que allí ocurrían. La' permanen
os en conflicto; el de entrar al cuarto
nocimiento” de la madre, luego de una breve ausencia de su parte. simbolización perfecta de los dese
|
e, y el de permanecer con la *
de deambuladores alejándose de la madr e indeci-
¿Córno debíamos interpretar esta tendencia a “perder” repentina-
“madre en elicuarto de infantes; (Esto recuerda un poco la e
mente el sentimiento de la presencia de la madre, en un momentoen :
i
)
sión en la neurosis obsesiva-compulsiva. po
"con la creciente separación, ésta se había transformado en una ersona su creciente autonomía y
4

Había algunos niños que podían ejercer


ubicada en el munda extérior? ¿Era una 'regresión frente a una Aensión
endencia con; relativame nte poco conflicto visible. He
excesiva, provocada por la necesidad de reconocer que uno tenía que fun- deseo de indep
¡nuestros registros:
aquí otro ejemplo tomado de la
cionar separadamente? ¿O la causaba el: conflicto entre 'el deseo de”
tadamente confiada con), su ¡madre, y
. z
. .

Linda había tenido una relación inusi


t . :
.
manejarse valiéridose sólo del propio yo y el deseo de participar de la relación. Pero Linda protestaba, ahora
omnipotencia materna? El desep de funcionar mediante “el propio yo ue- ésta había disfrutado todo el tiempo de esa , algo que hasta en tonces la ha-
cuando la madre la llevaba escaleras arriba
de resulta? particularmente amenazador para el niño en el untomis en este momento menos cont: acto físico con
bía deleitado. La niña parecía necesitar ar
del desarrollo en que sus sentimientos y deseos y los de la madre: están o” lejos de la madre y llegó a realiz
su madre. Deseaba explorar “el mund con otras perso na s. Cuando la
frecu ente
aún poco diferenciados. El deseo de ser autónomo y separado de, la una interacción social cada vez más capaz de jugar por largos períodos
en la habit ación , Lind a era
madre, de dejarla, pod ríasignificar también“emocionalmenteque lame- madre no estaba dre, ¡podía en-
ía echar de menos a su ma
en forma independiente. Aunqúe parec por un; momento
dre querría dejar al. niño (perí do introyectivo-proyectivo de Ferenczi golíarse de tal modo 'en sus actividades
que la busca ba sólo
i
haciendo.
1913). La conceptualización de estos fenómenos 'ide acercamiento se vol- y luego seguía con lo que había estado insatisfecha
la madre estaba: : ¡
vía aun más complicada y enigmática por el hecho de que esta identidad En algunos casos, en cambio, en que
sa por él, o aleja da, llegaron 2 exagerarse
borrosa de la madre en el mundo exterior coincidía con mucha fre- con su hijo, terriblemente ansio
amiento. En las dos conductas con“
cuencia, con una tendencia por parte de ésta a reAcejonar adyersamente 'mucho las pautas normales de acerc ;

/ 11
!

m0.
1
*

.
:
ejemplo, Frankie”
y la separación (Parte 1L capítulo 3, "págs. 62-64) —. Por
|
trastantes de acercamiento y distanciamiento, este conflicto de ambivalen-
sa y exigente,
cia había sido exactuado [acted out] en forma de extremo seguimiento desarrolló a la edad del acercamiento una manera ruido
o extremo alejamiento de la madre (al final de la ejercitación y al ncia hacia ladra matiz ación que recor daba mucho la
así como una tende
tambi én muy
comienzo de la subfase de acercamiento), o bien había provocado un actitud de su madre. Otro niñito erá no sólo exigente, sind
oblig ar a su madr e a
excesivo cortejamiento de la madre, en alternancia con 'un extremado poco dispuesto a compartir. Se cohcentiaba en
cular mente poco dispu esto
negativismo. cumplir sus deseos. Este niño estaba parti
ia de la unid ad dual simbi ótica ; esto nos
a abandonar la omnipotenc ento
enci a de su inadr e auna relac ión de apers onami
Ampliacióndel ámbitoemocional ycomienzo de. la empatía tecordabalá tend
hasta bien pa-
simbiótico (Sperling, 1944), que elia había prolongado
que era much o mayor .
sado el estádio simbiótico con sú hija,
Durante este período, la “gama de los afectos experimentados por el 4

defensa era la
deambulador parecía ampliarse y volverse muy diferenciada. Al describir Otra forma de identificación como mecanismo de
nto de un
el período precedente, hemos hablado de la. hiperactividad e intranquili- que exhibían niños que habían. tenido que enfrentar el nacimie
período de acercam iento, y que luego
dad que parecían constituir una defensa contra la. tristeza: producida por hermano duránte el comienzo “del
con el cuidado e! interés que su madre prodiga ba al
la pérdida de-la unidad simbiótica anterior. Ahora, la necesidad de ma- se identificaban
.nejar los afectos de tristeza y cólera, .la decepción causada por la nuevo bebé. : :
madre, o la comprensión de que las propias capacidades son limitadas
y uno está relativamerfte inerme, “podían rastrearse' en muchos otros
La internalización parcial parecía constituir. una manera de enfren”
que .el deambulador
tipos diferentes de conducta. Duranteeste período, por ejemplo, ob- tar (o defenderse contra) la creciente vulnerabilidad
cia de separación y El
experimentaba a medida que aumentaba su concien
servaciones realizadas en muchos niños mostraron por primera _yez que solo y desarm-
niño comprendía con pesar no sólo que a veces estaba
éstos ¿estaban luchandó contra.sus lágrimas, tratando de reprimir su rle siempre
necesidad de llorar. parado, sino, también que ni siquiera su madre podía devolve estaban
de ella
el sentimiento de bienestar, que en; verdad los intereses
no coincidían siem-
Las reacciones de Teddy ante el llanto de otro niño, por ejemplo, eran separados y eran distintos de los suyos, y que los dos
interesantes de observar. Simplemente no podía soportar que otro niño sentimientos/ se dgravab an, por
pre de ninguna -maneras Todós estos
ro DE ión
llorara. Esto parecía. estimular de alguna manera su defensividad agresiva; supuesto, si_el nacimiento de un hermano se: entremet ía en la felac

e
atacaba a otros niños sin que lo provocaran.*” Su innegable conciencia a sido exclusiva.
con la madre, que hasta entonces había
. 2 : : .o.+ 4

de separación y vulnerabilidad parecían' haber dado origen, sin em- 7

bargo, a una nueva capacidad de empatía, que se expresaba también


iento
en formas positivas. Teddy, que a menudo mostraba esta reacción agre” Reacciones a la separación durante la crisis de acercam
l
siva cuando oía llorar a otro niño, en otras ocasiones reaccionaba con (18 a 21 meses)
gran simpatía a las variaciones de ánimo de otros niños. Por ejemplo,
, todos los
le llevaba su propia mamadera a Mark cuando éste lloraba, o bien se Durante el período de las más agudas crisis de acercamiento a
es a, la ausenci
aproximó a Harriet :con gran simpatía e interés un día en que ésta estaba niños estaban conicientes de, y á veces eran muy sensibl
n pot averigu ar dónde se
obviamente decaída. de la madre de la habitación y se preocupaba
capaci dad de compre nder que
. » . sp .
. Vimos a esta edad muchos signos de identificación con las actitudes
os
hallaba, En €l aspecto cognitivo, la
rar (cf. la “per-
de otros, en especial con las de la madre o el:padre. Esto estaba en un la madre podía estar en otra parteyy se la podía encont
manencia del objeto” de Piaget ), era algo que ya se hallaba bien estable”
nivel superior de - identificación del* yo”-=no" tenia las características
mn troyectivas-o-especulares-de-periodos-anteriores,—tales-como-el-de-dife=—.. -- | cidoÉsteconocimientobastaba_a veces para reasegurar al deambulador, ON
a su madre.
renciación, cuando vimos que los niños asumían pautas del cuidado que cuando éste experimentaba la emoción de echar de menos
edad no Bustab a de que
sus madres les prodigaban, en sus primeros pasos hacia la individuatión En general; siri embárgo, el diambilador a esta
difi-
lo' “dejaran abandonado” pasivamente. Cómenzaban a producirse n
en la reacció
10 No sabemos si esta reacción afectiva puede o debe considerarse a edad cultadés er el proceso mismo de Hespédida, exptesadas
madre. Por lo común estas reaccio nes iban acompañadas
tan temprana como identificación con el agresor o como identificación proyectiva. de aferrarse a la
ny
113
¿ e Y ¿SomaTN Ra A |
1 12 2 7
LA OA A
Fenómenos transicionales E | |
por. depresiónYpor una incapacidad inicial, breve o .prolongada, de * | |
dedicarse2.
a jugar. ¡ También vimos otros mecanismos destinados a enfrentar la separación
0 lr e
3
Gon frecuencia, durante esos, momentos de intensa angustia emocio- durante la crisis de acercamiento. Uná niñita que había entrado en
nal que «seguían a la retirada de la madre, el deambulador se adhería _ esta parte de la fase de acercamiento más tardé que otros niños- —proba-
fuertemente a una de las observadoras, quería sentarse en su iegazo, y blemente porque su madre 'se lás ingenió para satisfacer sus' necesidades

5
ocasionalmente manifestaba incluso una regresión a la somnolencia. En y seguir siendo “omnipotente” por un tiempo: tan largo, en lugar de
esos. instantes,la observadora no era evidentemente otro objeto de amor .darle el suave empujoncito que requiere el pichón—, transfirió el reque-
ni meramente alguna persona lel mundo no-materno, sino más bien rimiento de posesión exclusiva; de la madre a la silla de ésta. Cuando la
'una especie de sustituto simbiótico de la madre, únaextensióndelyyo. madre abandonaba la habitación, la niñita se sentaba en seguida en
Pero ya había comenzado también la escisión del mundoobjetivo(véase la silla de ésta. Si se levantaba de ella, no permitía que nadie más,
Kernberg, 1967). Los “observadores” se prestaban especialmente bien se sentara allí. La palabra “mía” se volvió importante para ella en ese
al ejercicio de esta defensa ño] parte del niño, al transformárse en período; no hubiera compartido | a la madre con nadie, y sólo ¡podía
blanco de sus reacciones de cólera impotente, para proteger la imagen soportar su ausencia si conservaba la posesión exclusiva de ps silla La
de la madre buena de la rabia destructiva del niño, Esto era particu- silla se transformó para ella en una especie de objeto-órgano u. tilizado
larmente observable en los niños ¿que habían tenido unarelación no del como puente con la madre enel sentido de Kestenberg (1971).
todoóptimacon. su "madresdurdnte lassubfases' anteriores,
AAPPP” o o
'
Otros niños mostraban una variedad de fenómenos transicionales
i

Los mecanismos de escisión (véanse págs. 97-99; 132) en esta época que estaban menos claramente relacionados con sus madres. Por ejemplo,
podían tomar varias“formas. Si.la observadora en ausencia de la madre consumían grandes cantidades ¡de pretzels y galletitas, o bien. insistían en
se transformaba en la “madre mala” no podía: hacer náda ¡bien, y pre" llevar de un: lado a otro su mamadera. Algunos niños no podían quedarse
valecía un mal humor generalizado. El niño anhelaba a la “madre buena”, esperando en el cuarto de juegos sin sus madres, sino que vagaban por
el guardarropa en que las: madres y los niños .colgaban sus abrigos al
pero éstaparecíaexistir sólo en su fantasía. Cuando volvía la madre real,
llegar al Centro. Acostumbrábamos- llamar a ese cuarto: . “habitación
podía ocurrir que el niño la saludara preguntándole” “¿Qué me trajiste?”,
transicional”, porque estaba ubicado entre el cuarto deinfantes —el imun-
o que la recibiera con todo un espectro de reacciones de cólera, despe- do de la madre y el infante— y el cuarto de deambuladores —el«mundo
cho, u, otras actitudes negativas. O bien la observadora, como madre de la autonomía del deambulador—. El guardarropa, además,|¡ tenía
sustituta, podía. transformarse te“mporariamente en la*“madre buena una ventana del piso al techo que daba al mundo exterior; hay que
simbiótica”, y el deambulador sentarse pasivamente en su regazo y co- añadir que cuando los abrigos estaban colgados, representaba el cuarto
mer galletitas, como un niñito ueño. Sin embargo, a la vuelta dela de transición entre el hogar y el Centro, e l
madre real podía haber un impulzo a llegar a ella lo, más pronto posible, La lectura de libros de cuentos se transformó en otra actividad
y al mismo tiempo un impulso a; evitarla, como para eludir una mayor
transicional de particular importancia: a muchos deambuladores. les gus”
frustración. El deambulador podía ignorar a la madre a su retorno, o ir taba que les leyeran mientras¡la madre no estaba en la habitación. Los
hacia ella y luego desviarse, reghazando después las insinuaciones de libros de.cuentos parecían ser de naturaleza transicional, puesto que sa”
la madre. En estos últimos casos, parecería que la madre ausente se hu- tisfacian la necesidad dedistanciamiento y de exploración de un mundo
biera transformado en la madre *“pala”Y porlo tanto hubiera que. evitar- más amplio; (mediante la simbolización y la fantasía); por Otro. lado, la
la. Otra variaciónconsistía en tratar en forma ambivalente a la madre situación servía al fin del acercámiento, «de arrimarse a la:“persona
sustituta, a' la vez como “buena” ly “mala”, como a la madre verdadera que leía. to
amada con ambivalencia cuando'estaba presente. Si bien; los “deambuladores necesitaban saber durante este período
¡Vimos luchas de esta clase con muchos grados y variaciones diferen” dónde estaba la madre,-y no les gustaba en general que los dejaran; pasi-
es. Se podían percibir con especial claridad durante este período las vamente (porque reactionaban a la despedida de la madre), se fueron
raíces de muchos. problemas y dilemas típicamente humanos, que a veces volviendo cada vez más capaces de dejar a la madre activamente y por
no se resuelven nunca por completo durante todo elciclo vital,
propia iniciativa, El cuarto mismo de los deambuladores| tomó| gran,
1
Aaa e

- 114
i
Í
un
importancia: pareció trans[ormarse para muchos deambuladores en Alrededor de los 21 meses, hicinios la importante observación en
a
refugio de la relación conflictual con la madre. Los niños tendían a nuestras comparaciones mes a mes, de que ya no erd posible agrupar
s y materiales, de acuerdo con lds criterios generales utilizado s hasta
estar contentos allí; se absorbían en el juego con juguete los deambula dores
iban,
y entre-sí. Comenz aron a formar una relación con su maestra de juego, entorices. Las vicisitudes del proceso de individuación de los niños
Esta re- se trataba de conducta s específic as
que estaba “disponible en 'un nivel óptimo” para todos ellos. cambiando tan rápidamente, que ya Ho
que s de un niño -
lación no era con una madre sustituta, sino con un nuevo adulto, de una fase, sino individu almente miy distintas, y diferente
exterior. era tanto la comprens ión de la
podía: ser útil para promover los intereses del niño en el mundo a otro. Lo que aquí se planteab a ho
afecta”
Además, este nuevo, adulto podía ofrecer satisfac ciones alternat ivas y separación, sino más bien la manera en que esta comprensión era
incipien tes. da por, ya su vez afectaba, la relación: madre-hi jo, la relación padre-
canalizar así el descontento promoviendo sublimaciones
se diferenc iaba ya claramen te de la primera) , y Ja
t
hijo (esta última
integración de la personalidad total del niño individual, Observamos
Moldeamiento del acercamiento: también que. parecía producirse en ese período una diferencia” bastatite
la distancia óptima significativa en el desarrollo de los niños, en | ión con las niñas.
comparac
les
En nuestra muestra relativamente pequeña de ca30s, losniños,._¿1 se
eral de la ban tenden cia .a , desvinc ularse,
A la edad de 21 meses, podía observarse_una_disminuicióngen daba una oportunidad razonab le, mostra
ión
lucha por el acercamiento. La griterí a para lograr el control ormnip oten" de.Ja madre y a gozar de su funcionamiento en el mundo en expans
das
te, los periodos extremos de ansiedad de separación, la
alternancia de (véase Greenson, 1968). Lasniñas, en cambio, páreciar más absorbi
a y es”
exigencias de cercan ía y de autono mía, se calmab an por lo menos durante por la madre en presencia deésta; exigían una mayor cercani
rar la distanc ia enreda das en los aspecto s ambiva lentes de la
un tiempo, pues cada niño parecía una vez 'más encont taban más persistentemente
dife"
óptima respecto de su madre, la distanciaa lá cual su” funcio
namiento relación con ella. Esto parecia vincularse con la comprensión de la
es“ la herida en el
era óptimo. Er nuestro ambiente de estudio, esta
distancia óptima rencia de sexos. ¡Había un, hecho | muy importante:
era casi sin
taba generalmente : repres entada por el cuarto de deambu ladores, cerca” narcisismo, que experimentaban "las [hiñas al "ho teñer pene,
oportu nidad de ejercer “excepciónreprochaba a la madre (véase pág. 121).
no pero separado, 'que ofrecía estimulación,
esta”
Por ejemplo, la madre de una niñita percibió que su hija se
autonomía y un placer creciente en la interac ción social.
que quería lo
Los elementos de la creciente individuación, que
parecían posibi- ba volviendo cada vez más exigente e imperiosa. Toddo lo
-si—no —podía —obten erlo.— En—elparqu e,
la presencia exigía, y se entulerizaba—mucho
litar esta capacidad para funcionar a mayor distancia, y sin niña insistía en que ésta la hamaca ra inter-
lenguaje, es según decía la madre, la
física de la madre, son los siguientes: ' 1) El desarrollo del
decir, la designa ción de objetos y la expres iónde deséos con palabras minablemente, Seguía acudiendo a:su madre en busca de ayuda ante
manera
-espetíficas.- La capacidad de nombrar objetos (Katan, 1961)
parece ha- cualquier situación difícil, más bien que intentar de alguna
oportu nidad, luego de una
ber proporcionado al deambulador un 'mayor sentim iento de capacidad la búsqueda de soluciones propias. 'En úna
había salido de la
de controlar su ambiente. El uso del pronom bre person al “yo” aparecía pelea ocurrida.a raíz de la ausericia, de sii madre que
un ¡ibro, en la que identif icó toda clase
también a menudo 'en ese momento, y otro tanto
ocurría con la capa” habitación, miró una lámina de
de rechazo).
cidad de nombrar a personas familiares y a sí mismo en
fotografías;”* de imágenes pero no la de “la ma re” (mecanismo
de actos de
2) el proceso de internalización, que podía inferirse tantodores de satis" A los 22 reses, otra niñita se Volvió mucho más tozud
a y negativis”
provee
identificatión con la mádié yel padre “buenos” y ta. Objetaba particularmente el uso del tipo de ropas
que su madre
y exigencias (comienzo la. Ál mismo
facciones, como de la internalización de reglas, elegía para ella y tenía berrin ches ¡cuan do quería n' peinar
del superyó); y 3) el progre so en'la::capacidad deexpresar deseo: Y tiempo, se volvió más apegada a lh madre. En el Centro
, donde des-
“simbólico, así como el uso del juego para
A 2

fantasías_mediante_el juegó =- -—-de-edad-muy-temprana-se-había-distinguido..por_su..disgusto Iespecto de...


fines de dominio. ÓN expresaba intenso
otros niños, se volvió auri más cautelosa frente a: ellos y
madre. Le
s datos lo suficiente
disgusto si alguien trataba de “usurpar” la atención de su
12 Al redactar este libro, no pudimos analizar nuestro y los factores . resultó cada vez más difícil ir al cuarto de deambu
ladores; cuando
como para determinar en forma inequívoca:los detalles cronológicos la niña volvía al cuarto de infantes,
(1) no sincrético. su madre la llevó. finalme nte allí,
contextuales de la aparición del “yo”
117
116 o
4A Y
E AAA 1
,
dejando atrás a la madre, No le interesaban mucho los juguetes, ex- del niño por su rápida individuación (muy a menudo esto producía; un
cepto como objetos'de'interacción social con la madre y con otros adultos. aumento de la ambivalencia y de la agresión), o con presiones corporales
* Volvía a menudo asu madre en husca deestrecho contacto. (Comprendi- no relacionadas con decepciones simultáneas respecto de la madre; en
mos" esta conducta como una competencia desplazada con sus hermanos ciertas oportunidades, la crisis! parecía decididamente vinculada ' con
para lograr'la atención exclusiva de su madre, pues la deseaba para sí presiones corporales (orales, anales y fálicas, es decir, zonales) en el senti-
mismá, por ser la beba. La mayor parte del tiempo no se opuso a que do de Greenacre (1945). En.otras, parecía relacionarse con la medida
su madre abandonara la habitación, pero corría hacia ella cuando ésta y naturaleza de la disponibilidad de la madre, o con los propios sen-
volvía. En una .de estas ocasiones, corrió hacia ella con una muñeca timientos y ansiedad de la madre a medida que el niño se iba volviendo”
y le mostró con excitación cómo la muñeca hacía “pipí”. más individuado,
Una tercera niñita que tenía 22 meses manifestaba deseo de cer- En síntesis, esta “fase final”¿muy importante del acercamiento como
canía con su madre, y también necesidad de estimulación física por parte desarrollo intrapsíquico parecía ser la suma de las soluciones a: las múl-
de ésta. La madre respondía tenjéndola ensu regazo, acariciándola y tiples tareas evolutivas y maduracionales, a las que había llegado
estimulándola de una manera bástante sensuál. Cuando la madre no cada niño individual dutante:el ¡curso de su desarrollo particular en las
estaba, la niña se estimulaba m turbándose. Siguió gozando del juego subfases, hasta el comienzo de la cuarta subfase.
en el cuarto de deambuladores, pero iba más a menudo al cuarto de
infantes, obviamente debido a su ¡mayor necesidad de estar cerca de la
madre. A menudo;se: aproximaba¡ta su madre jugando a las escondidas, * El comienzo de la identidad sexual i 4

o la tentaba de alguna manera a, que le diera caza. La niña mostraba


reacciones directas de celos respefto de su hermanita, e incluso había Las madres comentaban a menudo que los cuerpos de sus niñitas pro-
tratado de sacarle el biberón. A los 22 meses, esta niñita comenzó a uti- ducían una sensación distinta del de los varones, que las niñas eran más
lizar la palabra “miamá” por primera vez. También se despertaba durante blandas y: mimosas. No queremos discutir si este sentimiento de 'las
la nochey llamaba: a la madre. La. buscaba y.preguntaba por ella. cuando madres estaba culturalmente determinado, o si se-debía al hecho de:«que
ésta se iba: a una entrevista, Miexjtras la madre estaba: ausente, la niña las bebas se amoldan realmente de una «maneramás: plástica! que. [los
parecía jugar alternativamente a ler la beba y a ser la madre de los bebés; quizás se deba a ambas cosas. En todo caso, la impresión«del la
bebés. Esta situación obedecía en gran medida, por supuesto, a múltiples madre acerca del cuerpo de sus hijos puede muy biensufrir:la influencia
factores, y sólo la comprendíamós porque conocíamos detalladamente de alguna pautación temprana, ¡En general, observamós que¿los niños
las subfases precedentes de la historia evolutiva de la niña, y porque eran más motores que las niñas y se resistían más obstinadamente a¡los
conocíamos a la madre. : abrazos y los besos, más allá de, e incluso durante, la diferenciación;'tam-
Los varones, en cambio,
La
arecían enfrentar la : erce ción de la fal-
bién vimos: que:los niños se interesaban antes en los objetos en
« movimiento,
j tales como autos y trenes, ' | e
ta de pene de las niñas de una manera mucho menos abierta; su aper-
* cepción se confundía con preochpaciones anales, y ¿más tarde con Cualesquiera sean las diferencias sexuales que puedan haber pre-
ansiedades fálicas de castración,y expresadas en el simbolismo de su juego. existido en el sector de los aparatos innatos del: yo y de las: modalidades
Cuandolos niños andaban por los 23 meses, parecía que, su capaci tempranas del yo,. eran por cierto muy complicadas y se combihaban len
dad para enfrentar la separacióní y también la separación física real, general con los; efectos que producía el descubrimiento de las diferencias
dependía en cada caso de la historia de la relación madre-hijo, así como anatómicas sexuales por el infante. Esto ocurría a veces durante | el
del estado presente de esa relación; era por cierto” mucho! menos es- periodo de 16.a: 17 meses o incluso antes, pero más.a menudo 2 los
pecífica de la fase. “Nos resultó difícil establecer exactamente en cada 20 ó 21 meses. o , e, . + |
p
caso qué era lo que producía 'más ansiedad en algunos niños y más Por lo general el niño descubría su pene mucho antes. El componen"
JO y 1
capacidad de «superarla en otros. ¡Cada niño había establecido: en esa te sensorio-táctil de este descubrimiento puederemontarse incluso 'al
Época sus propias maneras características de sobreponerse a la ansiedad. primer año de:vida (véase Roiphe y Gálenson, 1972, 1973); pero no. hay
Cuando ocurrían períodos de crisis, no siempre era fácil percibir con certeza acerca de su impacto emocional. Sin embargo, hemos observado
qué se relacionaba, la crisis. A veces, parecía vinculada. con la ansiedad que alrededor'de los 12 a 14 meses la posición vertical facilita la ex-
de i
: a : loo e a
ploración visual y. semsorio-motriz del pene (pág. 85). Posiblemente vulnerable porque su padre estaba temporar iamente ausente. La niña era
en combinación con un progreso maduraciorial en la libidinización de la insólitamente brillante, encantadora,|; eminentemente verbal, y precoz,
: e A
* . e

zona, esto llevaba: a una mayor catexia de este órgano, de exquisita gozaba del favor de todo el inundoy'era un gran consuelo para su mar.
:
o sensibilidad y productor de placer.” dre. Esta última sentia “un orgullo; poco comiúh por lis cualidades
Diremos al pasar que raramente se ve en la psicología evolutiva femeninas de su hijita y la vestía siempre con particular cuidado. Era,
psicoanalítica alguna referencia al hecho de que el descubrimiento del por así decirlo, su más hermoso y femenino “alter ego”.' Durante la
pene, y particularmente la importante experiencia de su erección y ausencia del padre, la madre tomó jun trabajo que le ocupaba parte.
detumescencia involuntarias, estén en paralelo con la adquisición de del día; y durañte. ese tiempo Cathy “estaba al cuidado de la madre de
la locomoción libre y voluntaria del cuerpo. Excepto Lofgren. (1968), uno de los niñitos de nuestro estudió. Calhy, que era precoz en todos
no hemos encontrado ninguna referencia a que el niñito note que su los respectos, ya tenía un entrenamiento parcial de control de esfínteres.
pene, órgano muy catexiado, se mueve (o sea se pone erecto) por Un día notamos que no quería sentarse en la bacinilla; en cambio,
sí mismo. Esta experiencia pasiva probablemente sea muy importante. comenzó a gemir y a agarrarse la zona genital. La madre nos había di-
Parecería que el niñito llega a cobrar conciencia del movimiento invo” cho previamente que en varias ocasiones Cathy se había bañado con un
luntario de su pene al mismo tiempo que desarrolla el dominio dé su amiguito. Al preguntarle si Cathy había notado el pene de $u amiguito,
la madre, nos dijo que la niñita había'comentado que su amiguito tenía
Y
propio movimiento corporal en posición erecta (véase Mahler, 19682).
dos bultitos en la panza. Siguió tun 'perlodo de mal humor extremo, y
En todo caso, la exploración que el niño pequeño hace de su. pene
esta niñita, hasta entonces encantadota, se volvió imposible de satisfacer
durante la subfase. de ejercitación, parecía al comienzo una experiencia
en nuestro grupo de infantes. Un poco más tarde, Cathy comenzó .a.
de absoluto placer; varias madres informaron que sus hijos se mas"
“volverse no sólo malhumorada sino agresiva hacia los otros niños. Su
turbaban con frecuencia y tranquilos en su casa. Esto difería de la
forma particular de agresión (de la ctal náda podía disuadirla) consistía
observación que efectuamos posteriormente en la- fase de separación-
en tirar del pelo a nenas y varones por igual. Eventualmente, la madre
individuación (al final del segundo y comienzo del tercer año), en que
nos dijo que-como Cathy odiaba que le lavaran la cabeza, ella la había
los niños aferraban su pene para tranquilizarse.
estado llevando a la ducha con ellá para lavársela allí. En la ducha,
El descubrimiento del pene por las niñas las enfrentaba conalgo_de Cathy había agarrado a la madre por el vello pubiano, buscando ob-
lo que ellas mismas carecían. “Este descubrimientoprodujo un amplio viamente el “pene oculto”. Debido ¡a la precocidad verbal de Cathy,
e Ae

rangode conductas,queindicabanclaramenteansiedad, cólera des” tuvimos oportunidad de seguir los altibajos de sus intentos de remediar ”
confianza. Las niñas deseaban anular la diferencia sexual. Por ello nos la herida narcisística de no tener un pene. Esto debe haberla lastimado
pareció que en las niñas la masturbación tenía una cualidad desesperada tanto debido a la ausencia del padre,' y quizás también porque hásta
y saturada de agresión más frecuentemente que en los varones y a edad entonces ella había constituido un objeto de amor miuy perfecto y que“
anterior. Ya hemos mencionado que este descubrimiento coincide con rido para la madre, para sí mismay para todos los demás. La niña
la emergencia del afecto de envidia (pág. 105); en algunas de nuestras había manifestado una autoestimación floreciente y óptima, aun
máxi-
niñas, la envidia temprana del pene puede haber explicado la persistente ma, Había otra niñita que se sintió también muy herida por el descubri-
:
predominancia de este estado afectivo. miento de la diferencia sexual. También En éste caso era muy evidente -
El descubrimiento de la diferencia anatómica sexual tomaba dife- que la niña era perfecta para la madre, y un verdadero completamiento
rentes formas .en diferentes niños. Un niñito (que habló precozmente) de su propio yo (véase Stoller, 19733 Galenson y Roiphe, 1971).
descubrió el. ombligo de su madrey lo llamó “pipi”. Se encontrarán
4

En una palabra, descubrimos que la. tarea de llegar a ser un indi-


otros ejemplog mencionados a lo largo deeste libro. . viduo separado parecía en general, en este punto, más “dificil
para
“las ñenas queparalos “varones, “porque” aquéllas;“al: notar-ladiferencia
,

“Lareacciónmásdramática (ysin“embargo lamástipica)“al"déscus"””" sentirse


brimiento más bien repentino de la diferencia anatómica sexual fue sexual, tendían a volverse contra la madre, reprocharle, exigirle,
exactuada y verbalizada por Cathy a la tierna edad de 14 meses. Esto defraudadas por ella, y no obstante estar ambivalentemente ligadas a ella.
Como la
nos resultó singularmente conmovedor, «debido a las circunstancias de la * Exigían de la madre que saldara uña deuda,.por así decirlo.
cción, puede volvers e también -
vida de esta niñita en ese período, Cathy era entonces particularmente niña es afectada por su propia imperfe
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120 Po 0 - >
E
imperfecta:en eliinconsciente de la madre. Los varones, en cambio, pa- La persistencia y el grado de la crisis de acercamiento “indican
recían enfrentarse:con la ansiedad de castración, pero esto sólo ocurría una internalización prematura de conflictos, perturbaciones evolutivas que
más tarde; durante; el segundo tercer año, les'resultaba más fácil que eran precursoras de la neurosis infantil, pero que pueden incluso entorpe-
“a las nenas funcionár por ado eran más capacesde volverse hacia el cer decididamente. el camino del desarrollo de la neurosis infantil,.en el;
mundo exterior, o hacia su propio cuerpo, para obtener placer y satisfac- sentido clásico del término (1. Como dijimos antes, el conflicto al co-
ción; también se volvían hacia gu padre como alguien*con quien podían -mienzo es exactuado, es decir, indicado por conductas coercitivas dirigidas
identificarse. En cierto modo parecían enfrentar su ansiedad. de castra- hacia la madre y destinadas a forzarla a funcionar como la extensión
ción en una fase de triangulación casi-edípica, (Abelin, 1972:: en nuestro omnipotente del niño; estas conductas alternan con signos de: aferramien-

e
ambiente de trabajo no era fácil seguir este proceso, to desesperado. En otras palabras, en estos niños con un desarrollo no
poo. 1 óptimo puedé discernirse el conflicto de ambivalencia-«durante la:subfase
| Examen de la tercera subfase de acercarniento por la rápida alternancia de conductas de aferramiento
nop | l cd : | y negativismo. Estas conductas alternantes son los ingredientes de los
En nuestró estudio:observacional pudimos ver por qué ocurre la crisis de fenómenos que denominamos “ambitendencia”, es decir, la situación
acercamiento, y también por qué, en algunos casos, ésta se transforma que se produce mientras las tendencias en contraste no estánaún plena-
en un: conflicto , intrapsíquico ipresuelto y. sigue- siéndolo.: Puede consti- mente internalizadas. Este fenómeno puede ser en algunos casos un
tuirse -en un punto desfavorable de Ttijación :e- interferir así con el o del hecho de que el niño ha escindido el mundo ¡de objetos
desarrollo”edípico * sosterior; en :el sriejor de los casos, acrecienta la di- n “bueno” y “malo” de un modo más permanente que lo que 'sería
ficultad de resolución del complejo de Edipo yle da un!sello peculiar. óptimo. Mediante esta escisión, se defiende al objeto “bueno” éontra
los derivados, del impulso «agresivo. : :
La tarea evolutiva en el: apogto mismo de'la lucha por la: separa- >

ción--individuación,. “durante la “subfase de “acercamiento, es realmente Estos dos mecanismos —coerción y escisión del mundo objetal-_, si
tremenda. Se encuentran y acumulan en ésta importante encrucijada del son excesivos, .resultan también característicos de la mavoría de los casos
desarrollo de' la personalidad Posta y conflictos orales, anales y de transferencia fronteriza enadultos (Mahler, 1971: véase también
de la primera fase genital. Hay. una necesidad de renunciar a la omni- Frijling-Schreuder, 1969). “Pudimos estudiar los posibles antecedentes. de
potencia simbiótica, y hay también una más aguda conciencia de la este hecho en el material verbal de proceso primario de unos pocos: nos
imagen corporal y de Ja presión del cuerpo, en especial' en los puntos al final de su segundo año de: vida y durante. el tercer año. Estos! me-
de libidinización zonal. Parece fambalear la creencia en la omnipoten- canismos, jurito con el problema de establecer lo que Maurice Bouvet
cia de la madre, o ] (1958) describió como la “distancia óptima”, pueden prevalécer, ya cn
Si bien se alivia en parte el temor de la pérdida de objetos y de la cuarta subfase de la separación-individuación, en la época en| que
abandono en este estadio de la evolución, la situaciónse complica mucho debé comenzar a lograrse la “constancia del objeto libidinal” y:a disminuir
por la internalización de las exigencias parentales; esto no sólo indica el las reacciones a la separación. |
comienzo del desarrollo del superyó, sino que también se expresa en Es probable que las perturbaciones que ocurren en la subfasé de
el temor de perder el amor del pbjeto (1). En consecuencia, observamos acercamiento reaparezcan en formas mucho más definidas e ¡individual-
una vulnerabilidad intensificada. del deambulador en periodo de acer- mente diferentes, durantela fase final de ese proceso en el cual debeirse
, camiento, El temor de perder el amor del objeto vá en paralelo con demarcando una autorrepresentación unificada a partir de una represen”
reacciones extremadamente sensibles a la aprobación y.desaprobación tación fusionada e integrada del objeto.
de los .progenitores. Hay una “mayor conciencia de las sensaciortes y .El resultado clínico de estas crisis de acercamiento será determinado
presiones corporales, en el sentido de Greenacre. Estas aumentan por la por: 1) el desarrollo hacia la constancia del objeto libidinal; (2) la lcan-
conciencia de las sensaciones intestinales y urinarias que se producen tidad y calidad de las frustraciones posteriores (traumas por sobretensión) ;
durante el período de entrenamiento de esfínteres, aun en el caso de un- 3) posibles traumas por shock; 4) el grado de la ansiedad de :castra-
desarrollo totalmente normal. Los niños a menudo muestran, en algunos ción; 5) el destino del complejo de Edipo; y 6) las crisis evolutivas
casos muy «dramáticamente, uná reacción al: descubrimiento de la di- de la adolescencia; todo lo cual funciona dentro del contextó de la
ferencia anatómica sexual, A dotación constitucional del individuo.

122 0200
importante en el curso del cual se lega un sentimiento estable de en-
Capítulo 7 al

ad “(límitesdel yo): En “esta sublale ! |p. a¡rete ocurriF. también la conso”


lidátión- primitiva de laidentidad sex al.
La cuarta subfase: La consolidación de
Peto lá tohitancia objetal implica! algo más que él mántenimien
. la individualidad ylos comienzós
de representacióndelobjeto-de”ablar“ausente (cl Mahler19852;
to Ta
_de la constancia. objetal. emocional
Manler y Furer, 1966). Implica tambiéh 1d unificacióndel objeto ““bue-
n,
Jóntotal.
no” y “malo” en una representació Esto promueve la: fusión de los
Agresivo.y.Mbidinal,y “modera. el ódio por el objeto cuando
impulsos
la agresión es intensa. Nuestro punto devista ácercd de la constancia del
objeto libidinal es muy similar (creemos que es idéritico) al de Hoffer,

rs?
atinque lo forriúlemos de un modo distinto, Hoffer (1955) áfirmó que
la constancia: objetal debe considerarse como elúltimoestadio en el
desarrollo de narelaciónobjetal madura. Tiene una repercusión especial
sobre el destino de Jos impulsos agresivosy hostiles.En” elTestado- de
constancia.. objetal, el objeto de amor no' será rechazado ni cambiado
por otro, aunqueyangpueda[proporcionar satistacciones;“eneseestado aún
se añora'alobjeto, y no se lo rechaza(odia)«como“insatislaciónio simple"
A rd

rm do

El lento. <ablecinllento de la constancia del objeto emocional es


,

lo
Desde +el punto de vista del ¡proceso de separación-individuación, la un proceso. -coimplejo.ymulidetenminado, que ¡nelujetodos. 163”aspecttos
tarea principal de la cuarta subfase es doble: 1) ellogro de 'una_indi- del desartollo psíquico. Los determinantesprevios esenciales son 1) la [e
vidualidaddefinida y en ciertos aspectos vitalicia, y 2) el logro de un y lá confianzaaraizde que ya enla: fase simbiótica ha ocurrido unalivio
cierto grado de constáñicia objetal a —
A>
delatensión provocadapor las necesidades, alivio proporciona”
regular de
“ dopor elinstrumentode satisfacción de necesidades. En el curso de las
En lo que respecta al si-mismo [self], hayunaestructuralización de —individuación este alivio de la tensión
¿ublases del proceso de separación-
gran alcance del “yo, y se produceñ signos definidos de. Internalización provocadaporlas netesidades-se va utribuyerido gradualmente al objeto
de exigencias parentales; “qué” indicanTatormációndeprecursores del total que las satisface da madre), y se:transliere luego, por medio de la
superyó. : « e la imádre; y 2) la ad-
internalización,3ala epresentación Antrapsiquica d
El establecimiento__de la constancia objetal afectiva (emocional) ' quisición| cognitiva “de la representación intérna simbólica del objeto
(Hartmann, 1952) depende de la gradual internalizaciónde una imagen ' permanente (enel sentido. de: Piaget); en nuestro caso, del objeto único!
de ámor: la madre. Hay impllicados muchos otros factores, tales como la
constantee positivamente.catexiada dela madre. Esto, para comenzar, per”*
mite que el niño funcione separadamente (en ambientes familiares, por y“madiración instintiva innatás, la neutralización delaenergía
dotación"y
la frustración.y ala an-
tiva, la prueba dé realidad, la tolerancialaÍ
ejemplo en nuestro cuarto de deambuladores) pese a grados moderados
siedad;' etcétera. h :
de tensión (añoranza) e incomodidad. La constancia. objetal emo-
cional se basará porsupuesto, en primer lugar, enellogrocognitivo del - Sólo después de bien avanzada la constancia objetal, que de acuer-
objeto permanente, pero también» participan. de.esta evolución todos do a nuestra concepción no parece ocurrir antes del tercer año (véase
los otrós «aspectos - del - desarrollo dela personalidad del “niño (véase Mahler, 1965b), la madre puede ser sustituida durante su ausencia física,
“MeDevitt1972)La”“última—sublase-(Sprdximadamente“el-tercer—año-—" " -—-—al* menosen”parte;por“la -presencia—de- -úna—imagen—interna—confiable
de vida) constituye "un "período evolutivo. intrapsíquico extremadamente que se mantiene relativamente estable, cualquiera sea el estado de ne-
cesidad instintiva o de incomodidad interna. Sobre la base de este logro,
1 J. B. McDevitt, en artículos y discusiones aún inéditos, ha elaborado cn puede.prolongárse y tolerarse..mejor.la¿eparación temporaria.Elestáble-
qe

forma significativa los criterios


| dé objeto libidinal, en el sentido -cimierito de la permanencia delobjeto y de una“imagenmental”. del
que
1 le damos/ense]
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fantes que tienen, relaciones,armoniosas con su madre desarrollan la *«per-
manencia de personas” antes: que la “permanencia de objetos”» miéntras
a
aspecdsdeey “desarrollo” instintivos y del.yotoman "parte en que, si la relación es inarmónica ocurre lo contrario. (Nuestros | estu-
la lenta transición de la relación de'amor Hnás-primitiva y ambivalente, dios han ilustrado ampliamente este. puñto.): Así, “la presencia de
a la relación más madura (que en €l caso: ideal; jraramente alcanzado, es intensos vínculos libidinalesY¡agresivos con el objeto puede... contribuir
postambivalente), mutua, di dar ytomar, cón, elobjeto de amor, propia a un logro más rápido y menos¡fijado de una representación permanente |
del niño en: edad escolar y]del- adulto. de un objeto permanente”.(Pine,1974; véase, también L. Kaplan, 1972).
¿Antes de:"proseguir, debemos decir.algomás. hobre lo que Piaget dice Todo esto sugiere queel desarrollo de la constancia del objeto li-
acerca de la'“permanencia del objeto” (Piaget, 1937; "véase :ambién bidinal es un proceso complejo. En general, sih embargo, la constancia :
Gouin-Decarie, 1965) y so re nuestro propio uso de la expresión cons- del objeto libidinal es suficientemente estable en el, niño normal de 3
tancia objetal. La obra. de Piaget (1937) ha aclarado que el desarrollo años, como lo representa socioculturalmente la elección de esa edad
de la permanencia del objeto.ocurre a los 18 2" 20 "meses y se corsolida como punto común en que se considera apto al niño para entrar en el
razonablemente enesaÉpoca. Pero los estudios de Piaget se centran so're jardín de infantes (véase Á. Freud, 1963). : o:
:
objetos - físicos" ¡nanjrados,; "transitoriamente catexiados. ¿Ocurre “Ente Esta cuarta subíase del. .-proceso de separación-individuación no “es
desarrollo almismo" rilmo si setrata del objeto libidinal, es decir, de la una subfase en el mismo sentido que las primeras tres, puesto que tiéne '
madre? Por los datos que hemos” obtenido, debemos contestar decidida - su extremo abierto por el lado de la mayor edad. A
3
. Mente. esta pregunta en forma negativa. Hay porlo menos dos diferencias ta

Vemos que ocurre un.cambio prominente,'aunque todavía sólo: fe-


fundamentales entre :el objeto libidinal y los objetos estudiados por Pia=
e lativo, entre los fenómenos de la subfase de acercamiento, con una mayor
get:: 1) el niñoestá en continuo contactó cónell“objeto ¡ibidinal, es dezir,
o menor dificultad en la despedida, y la acrecentada capacidad de jugar
“con l_madre;, y 2) estos contactos. ocúrrehamenudo en condiciones
separadamentede la madre, coñindicaciones de que el niño puedeafe=
de”gran“estimulación: "de |; AÑOranza, frustración, gratificación, excita-
rrarse automáticamente cada, vez. más a la imagen de la madre:(“a .
ción. «La madre, quees un | “objeto” en él seritido psicoanalítico, es de-
madre buena» en ausencia de»vÉSta. Pero' estos cambios ¡no ¡| alcanzan
cir, algo mediante lo cual pe logra grátificación.de impulsos, es mucho
un punto «: terminal único y.definido?
- más ¿que un fobjeto” en ¡el sentido meramente, físico-descriptivo del
término. Creemos que el cofíaci repetido: y el, alto. nivel de estimulación Hemos establecido que a medida que . esta. subfase. avanza, el niño
- producen diferencias en lo; que respecta al grado de adquisición de se va volviendo;en general:cadavez más capaz: de aceptar de 'nueyo, la -
un. 'contepto de permanencia (véase Bell, 1970; Fraiberg, 1969; MeDe- separación de la madre (tomo ¡ocurríaen
|
el período de ejercitación) ;
vitt, 1971, 1972; Pine, 1974). 0 sl, en verdad, cuando está absorbido por el “juego, parece preferir¿que-
darse en el cuarto de deambuladores sin 'la madre, a tener que déjar
Pero el: efecto del status libidinál del objeto sobre el grado de adqui- ese cuarto para «estar con ella, Consideramos esto como signo del: logro
sición de un concepto de ¡su permanencia nno es de ninguna manera incipiente de la constancia objétal”emocional.Sinembargo; “párecen
«inequívoco, Uno de nasotros ha sugerido que'“el incremento del apren- ocurrir 'en el niño muchos procesos complejos,€conflictuales y no conflic-
dizaje y del: registro de recperdos, 'que puede ocurrir en: condiciones de tuales, en el curso del tercer. año, que hacen que la constancia objetal.
- estimulaciónóptima (esto es;un estado impulsional que no alcance dimen- sea aún un logro más bien fluido yreversible. Se trata todavía, como
/ sioneá,traumáticas) y de repetido encuentro,essusceptible de solidificar comunicó Hartmann :-a uno de nosotros (Mahler), de una: cuestión
aspegtos de .la*¡representación interna del 'objeto :libidinal aun antes de de grado.* Depende del contexto ¡de muchos otros factores evolutivos; del
los 18 a 20 meses” '(Pine,:'1974).: "MeDevitt(1972, inédito), por otra estado que prevalece en el,yO, y de la: respuesta afectiva del: ambiente
parte,-hablando' del período: aun posterior a: los':18 2:20 meses, sugiere en ese momento. Damosa continuación:une,
que“la* repfesentación mental de la:Mádré-puede. ser tan vapuleada por
violentos sentimientos de cólera; que'sé:¿desquicie:la: estabilidad de esta 12 Entre los! psicolnalistas,; Jacobson (1964) es el que aclara la persistencia
' imagen,' al 'menos en su. aspecto libidinal, par oposición al cognitivo” de los problemas, de fusión del yo y de: las. imágeñes, objetales hasta bien¿Avan
(véanse'tambiér:los capítulos 5: y 6, págs: 78-123). Es interesante agre- zadoel tercer año, y .
ar” ue Bell:(1970) ha demostrado, experimentalmente. que los in-
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3 Comunicación personal.
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ese inomento , deseaba compartir su dibujo con la madre (acercami ento),
el día en que se pidió
3 , :

Describiremos la conducta de tres niños en


A 3, to

pero, cuando nadie contestó su llamado fue capaz de seguir dibujando,


. . á

que se retiraran a su sector del


a sus madres, con adecuada explicación, e incluso. llegó a: engollarse más en ésá actividad. (En nuestra descrip-
amente a sus hijos bajo el
cuarto de infantes y dejaran más sistemátic ción del tercer.:año, sin embargo, ¡veremos con mayor detalle cuán
Aquí, como en nues"
cuidado de la maestra del cuarto de deambuladores. delicadas, complejas y abiertas á alternativas están aún lás vicisitudes
eriza por una conducta re*
tros ejemplos anteriores, cada caso se caract
bhE

.
ciones individuales de la constatitia objetal emocional en: ese periodo dé edad.)
lacionada con la fase y por acentuadas varia do j e
En contraste cori la priméra hiBita, .que había logrado aparente” '
bas de 3, ñ E ro a
meses) estaban en con”
Tres deambuladores grandes (de 26 a 28 dbjetal libidinal eh este punto, ha-
uladores, que les resultaba ya ínenle. unalto-grado de constancia
dicionés de incorporarse al cuarto de deamb Cada.) o .
bíá un niñito que.sifrió fristraciónes tempranas en su felación con la
. + e opor a
do por muchos meses, pero
muy familiar. Su atractivo los había tenta imadre. Actuó, ese día como. lo habia hecho en muchos días anteriores
an dejar a su madre en el cuarto
estaban en conflicto porque no querí como si tuviera uná+ imagen iriterna confliétual y ambigua de su madre,
prese ncia en el cuart o de deambuladores.
de infantes y requerían su hasta el punto de que en general deseaba evitarla. En ese día estaba
cuarto de infantes, ubi,
Cuando se pidió a las madres que se retiraran al
os observ ar, por un lado, la muy tranquilo y apagado desde su llegada al Centro. Como de costumbre,
cado al lado y fácilmente accesible, pudim
separ ación , y por otra, la dispo” se enfrascó en sus actividades, peroídesde que su madre abandonó el
reacción de los desmbuladores a esta leve
de sus niños, que ahora funcionaban cuarto de deambuladores su humor bajó de tono cada vez más, y lle-
sición de las madres a separarse
en que lo hacían (capítulo gó quizás a estar incluso levemente: deprimido. Expresó su infelicidad
en forma más independiente, y la manera :
: quedándose indiferente junto a la pileta, sin interesarse en el juego con
2, págs. 36-39).
agua, que era por lo común una de Sus actividades favoritas. Sin embar-
estado emocionalmente. dis”
La primera niñita, cuya madre había go, no oreguntó por su madre, y no parecía notar su ausencia, pero su
diríamos que alcanzó el grado
ponible de una manera óptima —ahora pro” mirada era más bien distante.. i
ores, parecía haber
máximo— durante el curso de las subfases anteri
i .

Jos otros niños en lo que respe cta a la constancia objetal. La segunda niñita mostraba otrd tipo másde conducta. En general,
gresado más que
e estaba catexiada en forma su tolerancia a que la:-madre la dejara era muy mala, auhque la sepa”

_
Creemos que la imagen interna de la madr
niña comprendía dónde es”

2E
positiva y no ambivalent e;. en verda d, esta ración. fuera muy breve. Respondía a la salida de la madre de una manera
e

durante ¿una breve ausencia inmediata e intensa. Cuando notaba que:la imadre estaba por irse, corría
taba la madre y podía arreglárselas muy bien

zoom e cr
Lema
_
otra habitación yhubiera-salido hacia ella, se aferraba, gemía y lloraba. La investigadora sugirió a loniña”
de la madre (sea queésta se hallara en

e
edad de 25 a 26 meses. El día en que tomara una muñeca con la que había estado jugando con gran
del Centro) desde más o menos la
ran en el cuarto de infantes, . placer en la semana anterior. Por ún momento la niña dejó de llorar,
que se pidió a las madres que se queda
o de deambuladores des- abrazó a la muñeca contra su cuerpd, y pareció estar a punto de ponerse
la investigadora jefe a cargo del cuart
la siguiente manera. La niña a jugar conella; pero cuando se dio cuenta de que su madre, en verdad no
cribió la primera reacción de la: niñita de
estaba sentada con ella en el se iba a quedar, fue incapaz de jugár con la muñeca. En. cambio, apre-
se quedó cerca de la madre mientras ésta
la madr e se fue, la niña se permitió taba a la muñeca y lloraba mientras corría tras su madre. Por últi-
cuarto de deambuladores. Cuando la investigadora, y
interesarse cada vez más en el juego
iniciado por mo, notó la figura de un miembro del equipo que.le era familiar y cuya
ni siqui era se preoc upó por averiguar el paradero presencia parecía reconfortarla un poco, Sin embargo, siguió abatida du-
por un breve rato
madre abandonó la habitación la rante el lapso en que su madre estuvo ausente. En otras palabras, podía
- de la madre. En verdad, cuando la do
rtida. Sólo la percibió cuan mantener su equilibrio emocional por un corto tiempo en ausencia de la
“niña no se dio cuenta en seguidade supa go misma, punto
estaba dibujando y se iba sintiendomuysatisfecha consi
adp
madre sustituyéndola por una relación niño-adulto uno a uno. Debe
está mamá?” Creerhos que en acentuarse que la crisis de acercamiento aún arroja su sombra sobre el
--———en-el.cual preguntó varias veces,“¿Dónde
de utilizar el juego y su relación progreso evolutivo de esta'niña hacia la constancia objetal emocional;
ausencia de ésta, y que había sido capaz
a,

“$ ., .
para mitigar su preocupación, sa”
. .
la progresión está muy a menudo, jálonada por regresión y ambivalenr?:
de
con personas que le eran familiares
s de bienvenida con los peates iuuand-
te enjel proceso de despedido
Ez

ludaba a su madre con sonrisas; hacía gesto q interfiere muy


que muy visiblemen
>
ía autén ticamente complacida inadre real” está aún potencialmente allí.
juguetes que le llevaba y en general parec afectiva apro”
cia de reacción
de verla. El niñito mostraba una ausen

Já 7 OBA |
128 7 EQNTOONAN
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| Es upico que cuando hay una gran dosis deambivalencia en la re- *
E . .
Pa
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_
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l :
de
| al Za :

. lación, la salida de la madre provoque una cólera y | :


añoranza conside - ]
1able,' expresa o tácita; en: tales condiciones, ya no excelente funcionamiento. autónomo del -yO,: pese a alguna leve: desazón
puede mantenerse
_la imagen positiva de la madre. Las reacciones de los y “añoranza” causada por la ausencia de la madre. | 5
tres niños al
reencuentro, consus madres revelaron también pautas sorprendente Sin embargo, veremos que la constancia de objeto: libidinal de esta
distintas en el desarrollo de:¿la constancia de objeto.
mente niñita, pese a su buen“desarrollo, no podía mantenerse ¡ante ' traum
La primera niñita, as
Queparecía haber conservado la imagen positiva de shock insólitamente fuertes y acumulados (págs. 160-162). .
de la madre durante la
: ausencia.de ésta, y que había sido capaz-de utilizar Nos sorprendió ver, el día en que se pidió a las madres que ¡perma-
el juego y su relación
cop personas que le eran familiares para mitigar necieran en el cuarto de infantes, con qué resistencia la madrede esta
su preocupación, sa-
¡ludaba a su madre con sonrisas; hacía gestos de niñita cumplió el pedido de lla investigadora jefe, cuidadosamente expli-
bienvenida con los
juguetes quele llevaba y en!generálparecia auténticamente compla cado, de que las madres se retiraran al Cuarto adjunto, fácilm
ente
cida accesible, y dejaran que sus hijos fueran y vinieran a voluntad, ¿(Por pri-
“¿de «vérla;El::niñííto mostraba. una ausencia'l de reacción afectiva apro-

23 muta,
"piada: no se notaba ningún placer por su. parte_cúando mera vez se nos hizo claro que la madre. de:esta primera niñita,n
.

volvía la madre; o sólo


Esta comentaba:que su hijo,no, la echaba de menos, estaba, “disponible” para ella .en forma ¡Óptima y no específica
que “no le im- | de la
-portaba”.. Cuando. la segunda; niñita veía que“su: madre fase, sino que: lo éstaba''en” medida, excesiva.) ' des
volvía, reaccio- “En contraste con::esta ¡madre, que. estaba demasiado fácilmente
naba, con visible :ambivalencia, Hacía: muecas, luego
trataba de sonreír, disponible no sólo: en la: súbfase: de acercamiento sino mucho «después
pero "parecía ¡herida y enojada con su madre... E ,
¿Los “referentes conductales, indicadores la madre del niñito (que: hemos' descripto brevemente más arriba)
de estas variaciones en el no
desarrollo de: la: constancia de objeto emocional, podía dejar de ser impredecible én sus actitudes y tendencias emocion
son ¡ inteligibles me- a”
diante'el estudio de la relación del infante-de les respecto de su hijo; Cuando lo vigilamos después que su; madre
ambúladór con su madre abandonó el «cuarto de, deambuladores, el niño parecía : estar completa
durante la subfase anterior de. la: separación-individ

A e
uación. -.
mente engolfado en juegos. de fantasías, tenía a veces una expresión facial
La primera niñita tuvo la buena -suerte' de haber serena y otras triste, carecía de la vivacidad característica de esa | edad,
disfrutado de una.
maternación óptima, es decir; flexible, y progresiva, de acuerd y no se relacionaba bien' con ' personas. Aun asi, el «funcionamient
o con las o
cambiantes necesidades de las isubfasesanteriores. Si' madre autónomo de su yo era excelente. En otras «palabras, tuvo que
comprensiva, y estuvo emocionalmente Gispónible de
era paciente, confiar
'una manera cohe» y confió con: excesiva .predominancia y precocidad en su propia |auto-
rente en las primeras dos subfases, y cuando fue evolut nomía, reprimiendo aparentemente su necesidad emocional de apoyo
ivamente apropia-
do —así lo pensamos en esaj época— alentó de lá madre,
poco a poco la indepen- . Ñ
dencia de' desarrollo y el funcionamiento autón La segunda niñita seguía reaccionando a la despedida de la madre
omo de su hija. En parte
por dotación y en parte como consecuencia de con gran ansiedad; se ponía triste, se sentía desdichada
la óptima interacción y se retraía, En
madre-hija en la fase simbiótica y enlas primer los días en que no estaba demasiado perturbada, podía
as “dos subfases del pre- enfrentar parcial-
ceso de: separación-individuación, esta' niñita había mente la situación imaternando activamente a su muñeca, es, decir,
desarrollado en su
segundo año «de. vida las siguientes características: identificándose con su madre. De noser así, se transformaba| ellamis
confianza básica, ma
seguri dad en su madre y en otras personas, y un narcis en la beba desamparada, que comía constantemente, buscaba a «su
ismo secundario ob»
sano: con buena autoestima. La, niña estaba decidi servador favorito (masculino). y: se apoyaba contra él como sustituto
damente más avanzada
. que cualquiera de sus coetáneas en lo que respecta al funcionamien de la madre que satisfacía las necesidades, o trataba de . lograr:g
secundariamente: autónomo de su yo...
to ratifi-
- caciones autoeróticas y narcisísticas tales como el balanceo ¡violent
E o en '
, Como observamos en el caso citado:más! arriba, :esta' niña, a los 25 el, caballito-hamaca:o el mirarse con : frecuencia en el espejo. Su 'ansie-
i

y 26' meses, supérába muy bien las ausencias' de $ú madre. Cuando : A


dad de separaci A
ón y'su cólera Cao
contra la mádrei .
produje PS AN
ron ¡unaacén
pre-
guntaba"por élla;“entendía claramenté' úna' explicación “simple “sobré su : regresión. de ¡tipo:narcisista, A
paraderg” y se:quédaba” satisfecha.»Parecía ¿que: la' niña tenía: una ima- ES

gen internasara! y satisfactoria'de: su ¡Inádre*y duna"representación intra-


psíquica: "que eral“positiva y cargada" de confianza: Esto
+ | El lofiro dela individualidad
pre, pd : A permitía un
P
a
1
PS
. Como el niño aprende a' expresarse verbalmente durante este período,
podemos rastrear algunas de las' vicisitudes del proceso de separación
be cta A
a . AE . Lo
. 24
intrapsíquica de la madre, y los conflictos que lo rodean, analizando el la gravitación ejercida por la función adaptadora,y negociadora del yo,
material verbal que obtenemos del niño, junto con la fenomennlogía Es decir, cuanto menos predecible y confiable w cuanto más intrusiva
del su conducta, La comunicación verbal. que comenzó durante la ter- llaya' sido la actitud emocional del' objeto de amor eri el mundo exter-
céra_sublasc, se desátrolla diirante ésta v en-la cuarta subfase de la no, tanto mayor será la medida en que el objeto se mantiene como, 0 se
saparación--individuación, y reemplaza lentamente a los” otzos modos transforme en un cuerpoéxtraño no asimilado,—un introyécto “malo".—
de comunicación, aunque el lenguaje gestual de todo el cuerpo v la en la economia emocional intrapsiquica (cf. Heimann. 1966). En ei
afectoinovilidád aún siguen siendo muy visibles. El juego se vuelve más esfuerzo por expulsar este “introyecto malo” entran en juego derive2005
planificado y constructivo. Hay un comienzo de juego de [antasia, desem- del impulso agresivo; y parece desarrollarse una acrecentada proclivida:
peño de roles y juego como-si. Las observaciones acerca del munioreal se a identificar la autorrepresentación corel introvecto “malo”, o por lo
vuelven detalladas y están claramente incluidas en el juego. y har mend¿:a confundir ambas cosas. Si esta situación emerge durante la sul-
un creciente interés en los compañeros de juego y en los adultes que no fase de acercamiento, puede desencadenarse tanta agresión como para
son la madre. Comienza a desarrollarse un sentimiento del tiempo (y inundar o barrer al “objeto bueno”, y juntó con él, a la autorrepresenti-
también de las relaciones espaciales), v junto con él. una creciente ción buena (Mahler, 1971, 1972a). Esto estaria indicado por fuerte:
capacidad de tolerar la demora en-la gratificación y de soportar la sepa” berrinches precoces, por los intentos cadá vez más decididos de obliga==5 -...
ración. El niño de esta edad no sólo comprende, sino que támbién la madre y al padre a funcionar como yoes casi-externos. En una palabra,
utiliza, conceptos tales como “más tarde” o “mañana”: experimenta con puede producirse una gran ambivaléncia, que sigue dañandoel desarrollo;
tales corceftos, polarizados por las idas y venidas de la madre. Vemos siñ tropiezos hacia lá curistancia de objeto emociónal Peel miárcisiómo
una fuerte resistencia activa a las exigencias de los adultos, una gran secundario 5SANO... Estas son las consecieritids en el cáso de los niños en 1
necesidad y un desco (a menudo todavía no realista) de autranomía los cuales una comprensión demasiado” repentina”ypenosadesu desan :
(independencia). También es característica de esta subfase la Focu rren” paro ha producidouna contracción demasiado repantina desu sentimiento p
cia de un negativismo leve o moderado, que parece ser esencial para el previo de omnipotencia,“asi cOmO.dela omnipotencia. mágica cempartida
desarrollo del sentimiento de identidad. (El niñoestá aún principalmente con loé progenitores, en el sentido.de EditliJacobson.-(1954).Estos son
en ,lase anal y fálica tempranadel desarrollo zonal.) los deambuladorts que en el tercer”año en particular muestran tendencia
, la cuarta.subfase.se.caracteriza: por el despliegue de funciones a escindir el ¿mundo Shietal en “bleno” y “malo”, y para los cuales la
-(Bowlby;—
—1958ymdriderdeda:IP
ivan complejas: la comunicación verbal, la fantasia y la prueba “madre real” DA

de realidad. Durante este periodo de rápida diferenciación del yo. (Mahler,1971), es siempre frustradora, y cuya regulación de “li autol vv,
estima es muy precaria, A o, o pe LA q
desde 20 ó 22 meses hasta 30 ó 36 meses, se desarrolla tanto la indivi-
duación que incluso una descripción sintética de ella excedería el ámbito Hemos observado que muchosdeuestros «niños.normales | se Ter.
de este libro (Escalona, 1968), Bastedecir que el establecimiento de re- traían de la madre o mostraban otros signos que había que iiterpres
tar como unaespecie de temor erotizado a ser acorralado por la madre,
representaciones de los" “objetos, prepara el camino para la formación que descaba buscar jugando centácto corporal con el niño. Al mismo
de la autoidentidad. . tiempo, el niño parecía buscar y -gozár con. frecuencia de juegos más
enérgicos con el padre. Tenemos la impresión de que estas conductas
En casos ideales, durante la segunda mitad del tercer año persiste
erarT” signos de temor de reengollfamiento por la “madre después de la 2.
el investimiento libidinal haya o no una satisfacción inmediata, y esto separación”, que estaba narcisísticamente investida pero era un peligro.
permite que.se mantenga el equilibrioemocional del niño durante Jas contra el que había que defendersé; algunos delos niños parecían ercer
ausencias temporarias del objeto.” _
aún en la omnipotencia de esa madre, aunque. sentían que ella ya no
—Duranteelperiododesimbiosisrrormal el -ubjeto”"narcisisticamente lesdejabacompartir suspoderes “imágicos -(Mahler;" 1971). mo
fusionado se percibía como “bueno” —es decir, en. armonía con el yo Jas principales condiciones de la salud mental, en lo delerente.al a
simbiótico— , de modo que la identificación primaria «ocurría baja una desarrollo preedípico, se centran=en el "logro"y"gotitinuidad.de:«la capaci" z
valencia positiva de amor. Guanto menos gradualmente y más abrupla- dad del niño para retener..o, restablecér: sú" autoestima en el contexto” A
mente surge la conciencia intrapsiquica de la separación, O cuando de una relativa constancia. -objelal.:Jibidiríal.pdacata a
más' intrusivos, y/o" impredecibles son los. progenitores, tanto menor será, que es abierta, deben e Arico estructu
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constancia: objetal. libidinal y una autoi o
magen' unificada -basada en
erdaderas' identificaciones. del yO. Sin constancia objéral emociónal— se ven fácilm
embargo, creemos: que estas ente cuestionados - por :
dos estructuras representan, merament la lucha que se produce. en torno de los hábito
e el comienzo del Proceso evolutivo s. de el:minación;'y por.Ja
en Curso7, 0
. 4 conciencia de la diferencia anatómica entre los sexos, lesión del narc
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La “madre interna”, la imagen inter sismo para la niña pequeña y granpeligro para.
na o representación intrapsíqui- la integridadcorpor
ca de la madre, debe llegar a estar más del niño en esa edad. o ,
o menos disponible en el curso
del tercer año, para proporcionar confó En el tercer año,hay en la vida de cada niño
rtación al."niño en ausencia una constelación.par-
física de la madre, La primera base de la: estabilidad”y la cualidad ticular que es resultado * de: la ¡personalidad
esta representación: interna es la relac de ! empática de la madre
ión real' raadré-hijo, como la vimos experienciada hasta entonces,'qué' puede;ser óptima o manos
desennove
y noen la interacción cotidiana. entre tima, y de su capacidad:«de materámación, tdi la ' que, óp-
ambos:si Parecia.ser resúltado que“el niña responde, Esta ]
de las: tres« subfasés precedentes. Sin embargo, léste respuesta se extiende hada elpadre “hacia téda
Ro es de magna la constelación:¿Psicosa=
¿ manera: un:punto terminal. Mostraremos cial de la familia: del niño. Sus:"reacciones están:
eñ la parté 1H, cuando demo :inuy lafluidas por.SUCESÓS
- una descripción. más detallada: de las accidentales, aunque A VecesAecipivos, tales
vicisitudes"dé. la'separación-indi
4
y como enfermedades, inter-,
duación de 'binco niños;.cómoeste nuev venciones quirúrgicas, accidurtes, eparaciones qe:Ja:
ó y pequeñoser;QUe ensu tercer madre o. del p: drey:es
AñO está dispuesto a poner en acció decir, factores experienciales.. Los évento
n «su funcionamiento" independis nte , saccidéntáles de esta ciase cons"
en un mundo ya relativaamente ampl tituyen, en cierto sentidó, el" destino de cada
iado, trata de capear sin la pre- niño, y son la sustaL ncia 2.
sencia. física de: su:imadre las «nuevas «partir de la cual se forman jos' ternas y tareas
tormentas 'Que a veces amenazan de la vida partichlar' de
con barrer, o «incluso¿lo logran, esa
delicada estructura interna recién éste, que son infinitamente variados, pero tamb
formada derelativa. cónstancia objétal' ién infinitamenterecu:
emcciónal; : Ca; rrentes.' NS
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ma a
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sr.
Las! ameníizas ¿cóntra la” constancia
loba”Íibidinal iy el fun- Cuando describimos!los" moviinieñios “de alim
'cionarñiento “individual 'separado -se. ento y disminuc
originan: en. varias” fuentes. Ánte el carino hacia,y en el alejanjiento de, la const
todo, hay:la.presión “de”llaamaduraci ancia: dé: objeio .
ón delooss impulsos;'que enfrenta cional de los cinconiños: cuyo” desarrollo hemo
calniñocón. huertas darcas,durarst tela
e . fase anal; que implica: exigencias s:“seguida”.EStravés" di
de conflictos_de acertainiento hasta él'Cinal «del
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comiol:dea inter es.-Lús gó,. ál' entrar en Ja fasetálic tercer año, veretiósde:
a,sel niño se vuel- flictos y Tuchás de cáidá. niño, tendientes.aobte
z “qe: ¡Ucho. ñÁS;-Conscienté: del la”a difercjisexual, . y' junto con ner'ymantenerde
ne WiesticadadE:Seastración de elio cia de. objeto libidinal durante“la cuart
varjable:intensidad, a sublase, Traticúños e,
Los Psicónnialistas:, están bien_ál.tant 1365 dete rminar en qué medida llega”a! sulfin, si es quelo
od5]la:-gran var iedad” de' ne- alcanza,' la lucha; ;.,
*,¿gaciones,»fantasías“acusaciones y caracterís tica de la" sublase de acércámiénto, ¿: ylo? la
temores con: «jue? el“niño trata de mane
ra, n . que.
:entiEntar estos:«problemas,* Para nosot la solución de las''crisis de:“acercámiiénto: prom
ros, es!_Importante*Ver: en ueve? u--“obstaiculizaelos
e «de qué, mánera todo esto este progreso hacia uná individualidad. (ente iden
afecta a la:“incipiente constancia objet tidad] sana y hacia la!CONS po
-Jibidinal yá vinvestimiento libidinal al tancia" objetal.
Asimismo" Prociiraremos demostrar, «cómo cad
del yo“en:¡procesó «de:Individuación, comienza a organizar «les:'unamanera: carac a: niño.
Hemos.descripto| de'.qué modo la ansiedad. terística”ya vá solidifi ando | 4
«de: castración, ya" desde gradualmentela. ener defensiva,y tamb
la segunda;«mitad del ¡segundo año en adela ién ¿el..estilo acaptativo .de '
nte, puedécontrarrestar!'el cada«niño, es decir, $us" máneras:de enrimas sus"problemas; indiv
desarrollo“y “la.integración sana de las
Autorrepresenta
cionts' (próbable- Av
véase
o Mahler y.MeDevitt,1960). i ugles
mente, 'anle todo, la imugen corporal), y ES |
«también: Jos: procesos" iden= *:
tificatorilos, libidinalm
ente: catex
iados. Los'tramas acuimúlativos de carác
Der evolutivo-(ch:Khan;.1964), en le (ase -
anal:y lespetialmenle”en-la fálica,
* puedensconstitit unibloqueo en el procéso «de: coñstaneia del:
también en él! de latonsolidación prel Objeto,:y
iminar de la
“ind ivid ualidad
del niño. +00 E, o. co 5 a
Estos eventos| precedentes ' y en curso determin
decisivi,el estiloiy grado: de “integración an: denunámain
«de;la; individualidad ' del niño”:»,
detras dos; bos.Íegros-consolidación, dela
individualidad Y
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