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Jesús Jiménez Celaya


TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES


TÍTULO PRIMERO
DE LAS OBLIGACIONES EN GENERAL
I.- DEBER JURÍDICO
El deber jurídico se percibe desde un punto de vista pasivo, pues es la necesidad de realizar
un comportamiento conforme a una norma jurídica, o bien, conforme disposiciones de índole moral
o convencionalismos sociales.
El deber jurídico es el género cuyas especies son el deber jurídico en sentido estricto y la
obligación.
El deber jurídico en stricto sensu se encuentra en la necesidad extrapatrimonial de realizar
un comportamiento. Así el deber de obediencia a los padres y de éstos a los hijos, votar, cumplir con
determinadas normas sociales y socorrer a los desvalidos, son deberes jurídicos stricto sensu.
El deber que crea vínculos jurídicos de carácter patrimonial, se denomina obligación.
“El deber jurídico –anota el maestro DIEZ-PICAZO- aparece así como aquello que hay que
hacer y la razón por la cual hay que hacerlo… La obligación es pues un fenómeno o una situación
que determina deberes jurídicos, pero que provoca también la adquisición de derechos… Superando
la equiparación entre obligación y deber jurídico, la idea de obligación se emplea, con una precisión
mayor, para expresar el enlace entre un derecho y un deber.1”.
Por su parte el Doctor Domínguez Martínez enseña: “El derecho de las obligaciones según
lo refieren los conceptos apuntados, forma parte del Derecho Civil. Ello se traduce, de entrada, tal
como lo indican dichos conceptos, en la observación de la disciplina desde un ángulo visual objetivo,
es decir, como un conjunto de normas jurídicas, de las cuales, como tales, de realizarse su supuesto,
ofrecen a su vez un derecho subjetivo correlativo de un deber cuyo conjunto integralmente observado
es una relación jurídica, que precisamente es la obligación contenida en la norma correspondiente
en cada caso, y además, tal derecho subjetivo es un crédito y ese deber, por su parte es una
deuda.2”.
“La obligación -señala HERNÁNDEZ GIL citado por Domínguez Martínez- se diferencia del
deber general en que éste sólo expresa el directo sometimiento a las normas, mientras que a través
de la obligación ese sometimiento se traduce en un concreto deber de conducta hacia otros que
integra el contenido de la obligación.3”.
II.- OBLIGACIÓN
La obligación es el vínculo jurídico por el cual una parte está facultada para exigir de la otra
una contraprestación que puede consistir en un dar, hacer, no hacer, dejar de hacer o tolerar.

1
DIEZ PICAZO, Luis. FUNDAMENTOS DEL DERECHO CIVIL PATRIMONIAL II. LAS RELACIONES OBLIGATORIAS.
Civitas. 6ª. ed. P. 64. 2008.
2
DOMÍNGUEZ MARTÍNEZ, Jorge Alfredo. DERECHO CIVIL OBLIGACIONES. Porrúa. México. P. 4. 2018.
3
DOMÍNGUEZ MARTÍNEZ… P. 24.

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Según la instituta de Justiniano en el Libro III, título XIII: “obligatio est iuris vinculum, quo
necessitate adstringimur alicuius solvendae rei secundum nostrae civitatis iura”. La obligación es un
vínculo de derecho, por el que somos constreñidos con la necesidad de pagar alguna cosa según
las leyes de nuestra ciudad.
El vínculo obligacional nace de una relación entre acreedor (creditor) y deudor (debitor). La
obligatio es la relación de deuda (debitum), conforme al Derecho Civil.
“Ninguna institución –enseña el maestro Alvaro D’Ors- presenta una conexión tan íntima y
evidente entre el derecho y la acción como la de las obligaciones” 4.
Continúa el maestro “Las relaciones de obligaciones son menos estables que las de los
derechos reales, pues nacen precisamente para ser extinguidas por el cumplimiento, y justamente
en este cumplimiento que las extingue está su utilidad. El Incumplimiento de las obligaciones de dare
se llama solutio, y el de las obligaciones de facere se denomina por el contenido especial de cada
caso (tradere, vehere, opus facere, pati, etc.) y de una manera general se llama satisfactio. La solutio
es un tipo de datio (ob causam; solvendi causa) efectiva y definitiva, cuya causa inmediata es el
acuerdo de pago y cuya causa remota es el debitum5”.
“La correlación entre obligación y acción es tal, que allí donde falta la acción in personam
falta también la obligación. No la hay propiamente en las deudas contraídas por esclavos y otras
personas alieni iuris, que no pueden dar lugar a una acción civil mientras sigan siendo incapaces;
pero si se paga una deuda de éstas, no se puede pretender la recuperación de lo pagado como
indebido, sino que el que cobró puede retener lo cobrado (solutio retentio), pues se entiende que se
le debía. Partiendo de esta consideración del debitum, la Jurisprudencia del s.II d.C. llama
abusivamente debitores a esos incapaces, y califica esas relaciones como obligationes n a t u r a l e
e s. Aparte i) la retención del pago, efecto típico de estas obligaciones, ii) podían éstas ser
garantizadas con prendas o fianzas, iii) ser objeto de delegación, novación y constitutum, iv) ser
compensadas y v) tenidas en cuenta para aumentar o disminuir el peculio, vi) también podía la
compra hecha por esas personas incapaces servir como iusta causa para la usucapión6”.
La obligación es una correlación entre el deber jurídico del deudor y el derecho subjetivo del
acreedor o derecho de crédito.
A).- LOS ELEMENTOS DE LA OBLIGACIÓN
Los elementos de la obligación son la relación jurídica o vínculo jurídico, el elemento
subjetivo o personal que son el acreedor y deudor y el elemento objetivo que es el bien o el hecho o
la abstención.
En cuanto a la relación jurídica o vínculo jurídico, se compone del débito (que los alemanes
le llaman shuld), y la responsabilidad (que la teoría alemana la identifica como haftung).

4
D’ORS, Alvaro. DERECHO PRIVADO ROMANO. Eunsa. 10ª ed. P. 432. 2004.
5
Ibid. P. 434.
6
Ibid. P. 435-436.

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El débito es el deber del deudor de cumplir la prestación y correlativo derecho del acreedor.
La responsabilidad es la sujeción del patrimonio del deudor al cumplimiento de la prestación y
derecho del acreedor a dirigirse contra el mismo si incumple.
Por eso los alemanes dicen que shuld o debito es la deuda y el haftung o responsabilidad se
actualiza con el incumplimiento que es un hecho ilícito.
El débito o shuld es el deber del deudor o la prestación a que está constreñido. La
responsabilidad o haftung es la relación de responsabilidad, es decir, se va a responder por la
relación de débito implicada en el shuld. Así si una persona se obliga, ha adquirido el shuld, y desde
el momento en que la obligación es exigible, se complementa con el otro elemento que es el haftung.
El haftung es la responsabilidad del deudor, es decir, el deudor debe cumplir y responde del
cumplimiento y en su caso por el incumplimiento de la obligación, toda vez que las obligaciones
siempre son susceptibles de incumplirse.
El vínculo jurídico o relación jurídica es el elemento que une al shuld y al haftung y permite
cumplir con la obligación, independientemente de su carácter coercible o no.
Recuérdese que no todas las obligaciones son susceptibles de exigirse coactivamente, pero
la responsabilidad si se puede exigir coactivamente.
El vínculo jurídico implica una atadura del deudor hacia el acreedor, por lo que algunos
tratadistas señalan que más que vínculo jurídico se trata de una relación jurídica porque sólo existe
una atadura del deudor y no así del acreedor.
No obstante lo anterior, mi opinión personal es que la mayor de las veces en las relaciones
jurídicas de las personas las obligaciones son recíprocas lo que implica un vínculo jurídico porque
ambos lados de una relación jurídica están atadas entre sí de manera recíproca.
Además si bien es cierto que no en todas las relaciones jurídicas existe un vínculo jurídico
recíproco de carácter patrimonial, si lo hay como deber jurídico de carácter extrapatrimonial, pues el
acreedor siempre tiene el deber de proporcionar al deudor lo necesario para acreditar que se ha
satisfecho la pretensión obligacional, o bien, a reconocer que se ha extinguido la obligación cuando
así sucede.
La obligación es especie del deber jurídico y siguiendo al Notario Arturo González Jiménez,
su regulación puede contenerse en cualesquier materia, pues el Derecho en general, orbita alrededor
de las obligaciones.
Ahora bien, hay que distinguir entre el valor pecuniario de la obligación y el interés pecuniario
de la misma, pues el interés pecuniario se solventará sólo a falta de cumplimiento cuando no pueda
señalarse o determinarse el valor pecuniario de la obligación, como es el caso del daño moral por la
pérdida de una persona como consecuencia de un delito o de responsabilidad civil extracontractual.
La obligación tiene siempre un carácter patrimonial, la posibilidad misma de indemnizar
pecuniariamente el incumplimiento de una obligación que no tenga carácter pecuniario le da a esa

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obligación el carácter de patrimonial. Además de que la mayoría de las obligaciones de carácter


extrapatrimonial siempre tienen su origen en un acto de carácter patrimonial.
Es más, piénsese en los actos jurídicos gratuitos como la donación, donde las obligaciones
generalmente son de dar, pero también pueden ser de hacer o no hacer como por ejemplo que una
persona teniendo derecho a hacerlo, no interponga una demanda contra su deudor y
consecuentemente vea afectado su activo patrimonial por la no interposición de la demanda y no
reciba nada a cambio del acreedor como compensación por esa pérdida en el activo patrimonial.
“…El segundo de los puntos en que un cambio en la dinámica económica incide en el
ordenamiento jurídico se encuentra en lo que puede llamarse la estandarización de la materia
contractual. Contratos en masa o contratos tipo, como ya hemos visto en páginas anteriores,
sustituyen los esquemas contractuales clásicos por un sistema de pura adhesión. La tecnificación y
los procesos de racionalización del trabajo conducen a la automatización de la producción y de la
distribución de bienes y de servicios. Los llamados contratos con máquinas automáticas y la
facturación con ordenadores determinan bajo el punto de vista jurídico supuestos enteramente
nuevos, en los cuales, más que de puras relaciones contractuales, habría que hablarse de relaciones
o supuestos legalmente reglamentados…”7.
B).- SUJETOS DE LA OBLIGACIÓN
Los sujetos de la obligación son todas las personas relacionadas por el vínculo obligatorio.
Esos sujetos pueden ser determinados o indeterminados, que no es lo mismo que conocidos
o desconocidos.
Serán determinados los sujetos cuando se tengan plenamente identificados el deudor y el
acreedor, serán indeterminados si no están identificados, por ejemplo en el juego o la apuesta, existe
un vínculo jurídico, pero esta por determinarse quien es el sujeto acreedor y quien será el deudor, lo
mismo podría decirse de las obligaciones sujetas a condición.
En la mayoría de las obligaciones los sujetos son conocidos, es decir, se sabe quien es el
acreedor y quien es el deudor, pero en ocasiones puede desconocerse el acreedor o deudor. En una
responsabilidad extracontractual objetiva, puede haber sujetos desconocidos, por ejemplo, cuando
se dañan los bienes de una persona, se crea un vínculo y hay un acreedor y un deudor, pero puede
suceder que no se sepa a quien le deba o quien me deba.
Los sujetos de la obligación pueden estar constituidos por una persona o pluralidad de
sujetos, es decir, puede haber un acreedor o muchos acreedores, o bien puede ser uno el deudor o
varios los deudores. Se verá más adelante cuando se estudie a las partes del negocio jurídico en
sentido formal o sentido material.
C).- OBJETO DIRECTO E INDIRECTO DE LA OBLIGACIÓN

7
Diez Picazo. pp. 72-73.

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El objeto directo o inmediato de la obligación es la prestación que consiste en un dar, hacer,


no hacer, dejar de hacer o tolerar (1824 CCMX – 7.65 CCEM -). El objeto indirecto o mediato es la
cosa o el hecho (1824, 1825 y 1827 CCMX – 7.65, 7.66 y 7.68 - CCEM).
III.- DERECHOS DE CRÉDITO O PERSONALES Y DERECHOS REALES
Son Derechos de crédito o personales aquéllos que otorgan a su titular la facultad de exigir
del sujeto pasivo o deudor, la prestación de una cosa que puede consistir en dar, hacer, no hacer,
dejar de hacer o tolerar.
Los Derechos reales son aquéllos que permiten a su titular ejercer un poder directo e
inmediato sobre el bien.
Debe entenderse que ese poder directo e inmediato no sólo corresponde al Derecho de
propiedad, sino a cualesquier derecho real, pues el ejercicio de ese poder directo e inmediato es
hasta el límite del Derecho real.
La obligación la encontramos siempre en los derechos de crédito. Si el enlace de la relación
jurídica es un derecho real, no hay obligación, hay deber (el deber de respetar el derecho real).
Los derechos reales proporcionan un señorío sobre las cosas y los derechos de crédito un
señorío sobre la persona del deudor.8
Los derechos de crédito suelen identificarse con el término de obligación, de tal suerte que
se utilizan como sinónimos.
La obligación implica una relación jurídica “deudor-acreedor” o “acreedor-deudor”
(Domínguez Martínez -p.32) habida en el derecho de crédito.
Si a la obligación en sentido amplio se le ve como una relación jurídica desde el ángulo del
acreedor, entonces será un derecho de crédito o personal y si se le ve desde el lado pasivo del
deudor, será una obligación en sentido restringido o deuda.
Las OBLIGACIONES PROPTER REM O AMBULATORIAS son aquéllas en las que el deudor
se libera de las mismas abandonando la cosa a favor del acreedor, o bien, transmitiéndola o que
esta se extinga.
Es decir, estas obligaciones son aquéllas en las que se está obligado en la medida en que
se detente el bien (artículos 944, 1006, 1121 y 2368 CCMX – 5.250 y 7.640 – CCEM)9.
Las OBLIGACIONES NATURALES son aquéllas en las que el deudor no está constreñido a
cumplir la obligación ni el acreedor puede exigir la satisfacción de la prestación. Propiamente los
sujetos no son acreedor y deudor, sin embargo, al poder satisfacer la obligación sin estar constreñido
a ello, o bien, al estar legitimado para recibir el cumplimiento de la prestación sin estar en posibilidad

8
DIEZ-PICAZO. P. 71.
9
Los artículos 944 y 1121 no tienen correlativos en el CCEM. En lo sucesivo y para efectos de este trabajo,
cuando no existan correlativos no se hará la mención respectiva, teniéndose que consultar cada uno de los
artículos citados.

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de exigir el cumplimiento, dichos sujetos cumplen con las características que corresponde al deudor
y al acreedor respectivamente.
Las obligaciones naturales son obligaciones civiles que fueron eficaces y ahora no pueden
ser exigidas por el acreedor. Ejemplos de ella son la deuda prescrita (1894 CCCMX y 7.130 CCEM),
deuda de conciencia como la donación remuneratoria (2336 CCCMX y 7.613 CCEM), compras al
menudeo y al fiado de bebidas embriagantes (2268 CCCMX y 7.551 CCEM), el Juego o apuesta
prohibidos (2764 a 2770 CCCMX y 7.978 a 7.982).
Si bien en el pago de deuda prescrita no hay derecho de repetir, si se tiene derecho a recibir
el pago. En el juego o apuesta permitidos, la obligación es civilmente eficaz. En los casos del pago
de deuda prescrita o de donación remuneratoria, el pago ya se hizo y se tiene por válido, en la venta
o fiado de bebidas embriagantes, se parte del supuesto que no se ha hecho el pago y el comprador
esta libre de hacerlo, pero la ley no prevé el supuesto de que haga el pago el deudor y si este tiene
derecho de repetir, es decir, si el acreedor debe o no devolver lo pagado, por lo que considero que
le es aplicable las mismas reglas que regulan el juego y apuesta prohibidos y el artículo 1895 y 2765
del CCCMX (7.131 CCEM). En el Estado de México, no tiene la misma solución tratándose del juego
o apuesta prohibidos, por lo que considero aplicable a dichos contratos lo dispuesto en el citado
artículo 7.131 CCEM).
En el juego o apuesta prohibidos, si se prevé la devolución y el ganador no tiene derecho a
nada.

TÍTULO SEGUNDO
FUENTES DE LAS OBLIGACIONES
SECCIÓN PRIMERA

I.- FUENTES DE LAS OBLIGACIONES


Conforme a nuestro Código Civil, son fuentes de las obligaciones las siguientes:
A).- HECHO JURÍDICO.10
B).- NEGOCIO JURÍDICO.11
C).- DECLARACIÓN UNILATERAL DE VOLUNTAD (1860 a 1861). Oferta al público (1860),
promesa de recompensa (1861), concurso con promesa de recompensa (1866), estipulación a favor
de terceros (1868) y documentos civiles o al portador (1873).
D).- POENAM IPSE PROMISORI (PROMESA PORTE FORT) (1841 in fine).
E).- ENRIQUECIMIENTO ILEGÍTIMO (PAGO DE LO INDEBIDO) (1882 a 1895, 26 CPCDF).

10
El hecho jurídico no sólo es fuente de obligaciones sino detonante en general de situaciones jurídicas,
pero no se estudiará en este apunte, toda vez que no corresponde estrictamente a la materia.
11
En el desarrollo de este apunte me referiré indistintamente a contrato y negocio jurídico como uno solo,
sin dejar de reconocer que si existen diferencias entre uno y otro.

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F).- GESTIÓN DE NEGOCIOS (1896 a 1909).


G).- OBLIGACIONES QUE NACEN DE LOS ACTOS ILÍCITOS (1910 a 1934).
Responsabilidad civil –objetiva o riesgo creado (1913) y subjetiva o extracontractual (1910)-, abuso
del derecho (16, 840, 1912 y 2492).
H).- RIESGO PROFESIONAL (1935).
A).- HECHO JURÍDICO
Todo acontecimiento es un hecho, pero si ese acontecimiento produce consecuencias
jurídicas, el hecho será hecho jurídico lato sensu12.
El hecho jurídico lato sensu es todo acontecimiento de la naturaleza o del hombre que
produce consecuencias de derecho.
Las consecuencias jurídicas que se producen pueden ser diversas y variarán en función del
fenómeno que las produzca, pero dichas consecuencias no son común denominador del hecho como
acontecimiento jurídico en general.
El Código Civil del Estado de México (CCEM) define al hecho jurídico como sigue:
“Artículo 7.4.- Hecho jurídico es el acontecimiento natural o humano, voluntario o involuntario
que sea supuesto por una disposición legal, para producir consecuencias de derecho para crear,
transmitir, modificar o extinguir derechos o deberes jurídicos o situaciones jurídicas concretas.”.
Así, cuando el CCEM define al hecho jurídico, lo debemos entender en sentido genérico
como un enunciado de las situaciones jurídicas que se actualizan con el fenómeno jurídico en
general, pero que dichas situaciones o consecuencias jurídicas no se producen en todas las especies
del hecho jurídico, pues hay hechos de la naturaleza que pueden crear diversas situaciones jurídicas,
como el nacimiento de una persona que no transmite derechos, pero si crea derechos y obligaciones
por ejemplo.
B).- HECHO JURÍDICO EN SENTIDO ESTRICTO
El hecho jurídico en sentido estricto es todo acontecimiento de la naturaleza o del hombre
(voluntario o involuntario), que produce consecuencias jurídicas.
Los hechos de la naturaleza son a su vez: hechos simplemente naturales y hechos naturales
relacionados con el hombre.
Los hechos del hombre son hechos voluntarios lícitos (como los cuasicontratos), hechos
voluntarios ilícitos y los hechos involuntarios ilícitos (como los cuasidelitos).
Entre los hechos voluntarios lícitos o cuasicontratos encontramos la aceptación de herencia,
la aceptación de legado, pago de lo indebido, enriquecimiento ilegítimo, gestión de negocios y la
responsabilidad objetiva.
Los hechos voluntarios ilícitos son los delitos dolosos, delitos culposos, incumplimiento de
obligaciones, culpa contractual, culpa extracontractual, culpa precontractual o pacto in contrahendo,
recepción de lo indebido, abuso del derecho y posesión de mala fe.

12
La teoría francesa sólo reconoce al hecho y acto jurídico y la teoría alemana o tripartita habla de hecho, acto
y negocio jurídico.

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Los hechos involuntarios ilícitos o cuasidelitos son por ejemplo el delito imprudencial y la
responsabilidad objetiva.
En los hechos jurídicos voluntarios (lícitos o ilícitos) se atiende a los efectos producidos13.
C).- ACTO JURÍDICO
Toda manifestación de la voluntad que produce consecuencias jurídicas, es acto jurídico.
Para que el acontecimiento del hombre produzca consecuencias jurídicas como acto, no basta su
voluntad, se requiere de la licitud aunque no es esencial, pues todo acto jurídico debe ser lícito, en
cambio el hecho puede ser lícito o ilícito.
En el acto jurídico se quieren las consecuencias y las mismas ya están prestablecidas en la
ley, son consecuencia de la exteriorización de la voluntad.
El acto jurídico es unilateral o plurilateral.
Entre los primeros están la declaración unilateral de voluntad, el reconocimiento de hijo y el
testamento.
Son actos jurídicos plurilaterales el convenio y el contrato.
D).- NEGOCIO JURÍDICO
Para entender la figura del negocio jurídico es necesario comprender los conceptos de
autonomía privada, autonomía de la voluntad, libertad contractual y libertad para contratar.
El maestro Federico de Castro y Bravo, citado por el Notario Carlos de Pablo Serna14 dice
que “se entiende por autonomía privada el poder de auto determinación de la persona, concepto que
se amplía hasta comprender todo el campo de la autarquía personal, y que genera una esfera de
libertad tanto para ejercitar facultades y derechos, cuanto para conformar las relaciones jurídicas que
atañen al titular de esa libertad.”.
Por su parte el Doctor Ignacio Galindo Garfias, citado por el mismo autor15 señala que debe
entenderse a la autonomía de la voluntad “como un concepto jurídico cuyo contenido es el poder de
los particulares de crear normas; como el poder o potestad, dentro de los límites que el derecho
establece, para regular la propia conducta y la conducta de las partes como sujetos de negocio
jurídico: como poder para crear normas individualizadas de conducta que participan de la
coercibilidad propia de la norma jurídica”.
Así la autonomía privada es la facultad de crear normas y la autonomía de la voluntad es el
acto mismo de crear Derecho Objetivo.
A su vez la libertad contractual es la facultad de celebrar los contratos o negocios jurídicos
que las personas quieran y la libertad para contratar es la facultad para celebrar contratos o negocios
jurídicos con cualesquier persona.

13
DOMÍNGUEZ MARTÍNEZ, Jorge Alfredo. EL FIDEICOMISO. 14ª ed. Porrúa. México. p. 19. 2019.
14
DE PABLO SERNA, Carlos. EL CONTRATO. UN NEGOCIO JURÍDICO. 2ª ed. Porrúa-Colegio de Notarios del
Distrito Federal. México. Breviario 15. P. 33. 2009.
15
Op. Cit. P. 41.

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El negocio jurídico es la manifestación de la voluntad para producir consecuencias jurídicas,


queridas por su autor.
Existe Autonomía de la voluntad que es la facultad de crear normas (se crea un Derecho
Objetivo) que modifica los efectos del negocio conforme a lo querido por su autor o autores y por
tanto sólo pueden ser modificados por éstos y que tiene como limitantes a las leyes prohibitivas o
imperativas, las normas de orden público, las buenas costumbres y que desde luego no afecte
derechos de tercero.
La libertad de contratación es la posibilidad de decidir espontáneamente sobre si se celebra
o no determinado negocio jurídico.
La libertad contractual es la libre decisión sobre el clausulado del negocio jurídico.
LAS LIMITACIONES A LA AUTONOMÍA DE LA VOLUNTAD SON:
a).- Leyes prohibitivas o imperativas;
b).- Disposiciones de orden público;
c).- Buenas costumbres; y
c).- Derechos de tercero.
(8, 16, 840, 1830, 1831 y 1912 del CCCMX y 1.5, 1.13, 5.69, 7.71, 7.72 y 7.146).
El negocio jurídico también es unilateral o plurilateral.
En los negocios jurídicos unilaterales tenemos al testamento y serán plurilaterales los
convenios y contratos.
Tanto los actos unilaterales como plurilaterales se convierten en negocios jurídicos si en
ejercicio de la autonomía de la voluntad las partes modifican sus efectos o consecuencias que según
la naturaleza de tales actos deban producirse.
La licitud no es la línea divisoria entre hecho y negocio jurídico, toda vez que hay delitos que
se cometen en atención a circunstancias particulares como la legítima defensa, estado de necesidad,
obediencia jerárquica o el ejercicio de un derecho y que no obstante su licitud, aún y cuando se
quieran los efectos o las consecuencias, no los convierte ni en actos ni en negocios jurídicos16.
El reconocimiento de adeudo, no es una fuente de obligaciones, sólo es una manifestación
del deudor por la cual se vincula expresamente a un acto de voluntad o un hecho preexistente y que
le dio origen a la obligación reconocida.
El reconocimiento de adeudo es un acto volitivo, bien sea de manera libre, es decir, que lo
exprese por una actitud responsable frente a su acreedor, o bien, sea por un requerimiento judicial
o extrajudicial.
E).- ACTOS DE AUTORIDAD
En un punto intermedio tenemos a los actos de autoridad que son jurisdiccionales,
legislativos y administrativos.

16
DOMÍNGEZ MARTÍNEZ. Op cit. P. 22

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Los actos de autoridad como los actos jurisdiccionales, legislativos y administrativos, también
son fuentes de obligaciones, con la particularidad de que dichos actos deben estar fundamentados
y motivados, es decir, deben cumplir con el principio de legalidad y por lo mismo, tienen su origen
en la Ley.
Las sentencias, como tales no necesariamente son productoras de derechos y obligaciones.
Como se sabe, las sentencias, en una primera clasificación pueden ser declarativas, condenatorias
y constitutivas.
Las declarativas y condenatorias, reconocen una obligación preexistente y la facultad
derivada de dicha obligación no es exigible como consecuencia de la sentencia, sino del acto o hecho
que motivó al órgano jurisdiccional para dictar tal sentencia.
En cambio, las sentencias constitutivas, crean situaciones jurídicas nuevas, como la
sentencia que constituye servidumbre.
“De los diversos actos realizados por ese órgano estatal –enseña BECERRA BAUTISTA- en
el desempeño de su función, el esencialmente jurisdiccional es la sentencia. Esta, como hemos
dicho, supone un razonamiento lógico cuya conclusión debe ser la aplicabilidad de la norma
abstracta al hecho discutivo. Por tanto la sentencia determina siempre la voluntad de la ley en
relación al objeto deducido en juicio por las partes.
Cuando la sentencia se concreta a esta declaración tenemos una sentencia declarativa.
En otros casos la sentencia, además de determinar la voluntad de la ley en relación al objeto
deducido en juicio por las partes impone a una de ellas una conducta determinada, debido a la
actuación de la sanción potencial que contiene la norma abstracta. Entonces tenemos una sentencia
de condena.
Finalmente, la sentencia constitutiva es aquella que crea situaciones jurídicas nuevas,
precisamente derivadas de la sentencia y esto acontece o bien cuando no existe norma abstracta
aplicable y es el juez el que crea el derecho a través de su sentencia, o bien, cuando a consecuencia
del fallo, se crean estados jurídicos diversos a los existentes antes del juicio.17”.
Asimismo, los actos legislativos como tales, crean obligaciones que normalmente son
generales y abstractas, pero también pueden referirse a determinadas situaciones jurídicas y
sociales en concreto.
Los actos administrativos son fuente de obligaciones del Estado y de los súbditos frente al
Estado, si se actualizan los supuestos jurídicos que dimanen tales obligaciones.

SECCIÓN SEGUNDA
FUENTE CONTRACTUAL

17
BECERRA Bautista, José. INTRODUCCIÓN AL ESTUDIO DEL DERECHO PROCESAL CIVIL. PP. 172-173.
Ediciones de América Central, S.A. 2ª Ed. México. 1970

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I.- CONTRATO
El CCCMX y el CCF, a diferencia del CCEM, no hace un estudio del acto jurídico, sino del
contrato que es especie de aquél.
No obstante, la doctrina por unanimidad ha resuelto que el estudio es aplicable a todos los
actos y negocios jurídicos en general, mutatis mutandi lo concerniente a cada uno de ellos.
Al respecto, los artículos 1858 y 1859 del CCF, idénticos en número y texto al CCCMX y
prácticamente idénticos en texto a los artículos 7.102 y 7.103, ambos del CCEM, y que se encuentran
ubicados en el último apartado denominado “Disposiciones finales” del CCF del capítulo I del título
primero de la primera parte del libro cuarto18, señalan:
“ARTICULO 1,858.- Los contratos que no estén especialmente reglamentados en este
Código, se regirán por las reglas generales de los contratos; por las estipulaciones de las partes, y
en lo que fueren omisas, por las disposiciones del contrato con el que tengan más analogía, de los
reglamentados en este ordenamiento.
ARTICULO 1,859.- Las disposiciones legales sobre contratos serán aplicables a todos los
convenios y a otros actos jurídicos, en lo que no se opongan a la naturaleza de estos o a
disposiciones especiales de la ley sobre los mismos.”.
En ese tenor, comenzaré con el estudio del contrato.
A).- DEFINICIÓN DE CONTRATO
El contrato es el consentimiento de dos o más personas sobre una misma cosa. DIGESTO.
Libro II, título XIV. Ley 1a., parte 2a.
Convenio o Contrato, es el acuerdo de voluntades para crear, transmitir, modificar o extinguir
los derechos y las obligaciones, confirmar derechos o crear personalidad jurídica (1792 y 1793 del
CCCMX y 7.30 y 7.31 del CCEM).
“ARTICULO 1,792.- Convenio es el acuerdo de dos o más personas para crear, transferir,
modificar o extinguir obligaciones.
ARTICULO 1,793.- Los convenios que producen o transfieren las obligaciones y derechos
toman el nombre de contratos.”19.
El Doctor Domínguez Martínez, después de hacer un análisis de los artículos 1792 y 1793
del CCCMX, concluye que el contrato es “un acuerdo de voluntades, como cualquier otro, pero
generador de consecuencias jurídicas, lo cual es de su esencia y de su exclusividad.”20.
Cuando el Código se refiere al convenio en sentido amplio como aquél que crea, transmite,
modifica o extingue las obligaciones se refiere a las mismas en sentido estricto, es decir, como la

18
En Estado de México si se desarrolla una teoría del acto jurídico, por lo que las referencias a contratos, se
entienden hechas a los actos jurídicos, cuando las disposiciones del Estado de México sean las que se estudien.
19
En el mismo sentido los artículos 7.30 y 7.31 del CCEM.
20
DOMÍNGUEZ Martínez… p. 106.

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necesidad del deudor de satisfacer una prestación, o dicho desde el punto de vista del acreedor,
como la facultad del acreedor de exigir su cumplimiento, o sea, el derecho de crédito.
Asimismo, al señalar a las obligaciones y derechos, cuando define contrato, quiere referirse
a los derechos de crédito y derechos reales respectivamente.
En ese orden de ideas, podemos definir al contrato como el acuerdo de voluntades que crea,
transmite, modifica o extingue los derechos de crédito y los derechos reales, confirma derechos
(reales o personales) y crea personalidad jurídica.
B).- OBJETO DIRECTO E INDIRECTO DEL CONTRATO
El objeto directo del contrato es la creación, transmisión, modificación o extinción de
derechos y obligaciones, la confirmación de derechos y la creación de personalidad jurídica (1792
CCCMX y 7.30 CCEM).
El objeto indirecto del contrato u objeto reflejo, es la cosa o el hecho o la abstención (1824 y
1825 CCCMX y 7.65 y 7.66 CCEM).
La doctrina está dividida en cuanto a la forma de estudiar los contratos.
Para algunos (alemanes e italianos), se deben de analizar desde el punto de vista de sus
elementos de existencia y de validez, para otros, siguiendo la doctrina española de los elementos
personales, reales y formales. Aquí utilizaré el primer método.

ELEMENTOS DE EXISTENCIA ELEMENTOS DE VALIDEZ


I.- VOLUNTAD A.- CAPACIDAD
II.- OBJETO B.- AUSENCIA DE VICIOS
III.- SOLEMNIDAD C.- LICITUD EN EL OBJETO, MOTIVO O
FINALIDAD
D.- FORMA

C).- ELEMENTOS DE EXISTENCIA DEL NEGOCIO JURÍDICO


Todo acto jurídico requiere de elementos de existencia y de validez para quedar
perfeccionado.
Conforme al artículo 1794 del CCCMX y 7.7 del CCEM, para la existencia del contrato se
requiere consentimiento (voluntad) y objeto que pueda ser materia del contrato.
A dicho artículo hay que adicionarle la solemnidad en los casos en que así esté estipulado
(Sólo lo dice el artículo 7.7 del CCEM, pero se infiere del CCCMX).
a).- VOLUNTAD O CONSENTIMIENTO
La voluntad es la exteriorización de lo querido con el propósito de crear situaciones jurídicas
y el consentimiento es el acuerdo de voluntades21.
Así pues, el consentimiento según León Duguit, se forma en cuatro momentos a saber.

21
Se utilizará indistintamente los vocablos voluntad y consentimiento en el desarrollo de este trabajo.

12
Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

a).- Concepción. En esta etapa se plantea el acto, se concibe.


b).- Deliberación. Aquí la persona discierne sobre su querer, pondera sobre la necesidad de
celebrar el acto y sobre si es conveniente o no.
c).- Decisión. El autor del acto después de la ponderación determina que va a celebrar el
acto, pero aún en esta etapa no se exterioriza la voluntad o en su caso se exterioriza que va a
ejecutar el acto, por lo que aún no se generan consecuencias jurídicas.
d).- Ejecución. Es la etapa en la que materializa el acto, lo ejecuta, exterioriza su voluntad y
se detonan las consecuencias jurídicas de su querer.
La voluntad y el consentimiento pueden ser expreso o tácito.
Será expreso cuando la voluntad se manifiesta verbalmente, por escrito, por medios
electrónicos, ópticos o por cualquier otra tecnología, o por signos inequívocos.
El tácito resultará de hechos o de actos que lo presupongan o que autoricen a presumirlo,
excepto en los casos en que por ley o por convenio la voluntad deba manifestarse expresamente.
No obstante, estas maneras de expresar el consentimiento, cuando la Ley establezca que el
consentimiento deba manifestarse de determinada manera, se estará a lo que diga la Ley. Es decir,
el consentimiento puede ser tácito para una compraventa de muebles, pero si se trata de inmuebles
el consentimiento deberá ser expreso, pero no verbal, ni por signos inequívocos ni medios
electrónicos, sino por escrito y no sólo basta que conste por escrito, sino que además debe constar
en escritura pública.
En materia mercantil el tácito está regulado, entre otros, en los artículos 276, 1092, 1094 y
1095 –procesalmente-, todos del CCo., 10, 294 y 374-IV de la LGTOC.
En materia de salud, el artículo 324 de la LGS se refiere al consentimiento tácito en materia
de donación de órganos.
Se considera contratación electrónica inmediata a la hecha por teléfono o videoconferencia.
Será contratación electrónica mediata la hecha por fax, correo electrónico, “SMS” y buzón
de voz.
El consentimiento se puede configurar entre presentes y entre no presentes.
ENTRE PRESENTES. Si no hay plazo, el oferente se desliga si no es aceptada
inmediatamente. Lo mismo para las ofertas hechas por teléfono medios electrónicos, ópticos o
cualquier otra tecnología, o por signos inequívocos (1805 del Código Civil Federal -1805 CCMX y
7.45 CCEM).
ENTRE NO PRESENTES. El oferente queda ligado por tres días, más la ida y vuelta regular
del correo, o del que se juzgue bastante22 teniendo en cuenta la facilidad o dificultad de las
comunicaciones (1806 y 7.46).
Si la oferta no se acepta lisa y llanamente, entonces la respuesta se considera una nueva
oferta. En caso de fallecimiento, quedan obligados los herederos. Las ofertas hechas por telégrafo,

22
¿Por quién debe juzgarse bastante? Sin duda es una apreciación subjetiva.

13
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TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

serán válidas si previamente los contratantes convinieron esa forma de contratar y los originales
contienen las firmas de los contratantes y los signos convencionales pactados (1807 a 1811 y 7.47
a 7.51).
La proposición de celebración de un contrato entre presentes y entre no presentes, también
puede sujetarse a lo siguiente:
CARTA DE INTENCIÓN (LETTER OF INTENT)
Es una declaración de voluntad no vinculante, en la que se establecen los requisitos,
términos, las condiciones y presupuestos mínimos bajo los cuales el declarante estaría dispuesto a
celebrar un negocio jurídico.
Es decir, de cumplirse con lo anterior, se estaría en posibilidad de iniciar negociaciones para
celebrar negocios jurídicos determinados.
MEMORANDUM DE ENTENDIMIENTO (UNDERSTANDING)
Acto bilateral que contiene la buena fe e intención de los probables contratantes de celebrar
negocios jurídicos, así como el procedimiento de comunicación, información y negociación en la
probable celebración del negocio jurídico. De igual manera este acto no es vinculante, pues no obliga
a los que lo suscriben a celebrar el negocio jurídico de que se trate, sólo es un conjunto de normas
que regirán las probables negociaciones.
CARTA OPCIÓN
Es una oferta lisa y llana para celebrar en un plazo determinado un contrato, previo análisis
de las opciones, ventajas y desventajas del negocio jurídico.
La LFPC regula las promociones y ofertas en los artículos 46 a 50, y establece que la
policitación puede ser de dos formas, promociones y oferta, barata, descuento, remate o cualesquier
otra expresión similar.
“ARTÍCULO 46.- Para los efectos de esta ley, se consideran promociones las prácticas
comerciales consistentes en el ofrecimiento al público de bienes o servicios:
I. Con el incentivo de proporcionar adicionalmente otro bien o servicio iguales o diversos, en
forma gratuita, a precio reducido o a un solo precio;
II. Con un contenido adicional en la presentación usual de un producto, en forma gratuita o
a precio reducido;
III. Con figuras o leyendas impresas en las tapas, etiquetas, o envases de los productos o
incluidas dentro de aquéllos, distintas a las que obligatoriamente deben usarse; y
IV. Bienes o servicios con el incentivo de participar en sorteos, concursos y otros eventos
similares.
Por "oferta", "barata", "descuento", "remate" o cualquier otra expresión similar se entiende el
ofrecimiento al público de productos o servicios de la misma calidad a precios rebajados o inferiores
a los normales del establecimiento.”.

Los sistemas de formación del consentimiento son el de: a).- La declaración; b).- La
expedición; c).- La recepción; y d).- La información.

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TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

Nuestros Códigos (CCCMX, CCF23, CCEM y CCo.), adoptan el sistema de formación del
consentimiento de la recepción (arts. 1807 (CCCMX), 7.47 (CCEM), 80 y 89 (CCo.),
respectivamente), con excepción del artículo 21-I LSC24 y 2340 del CCCMX y 7.616 del CCEM, en
materia de donación, que siguen el sistema de la información.

Los artículos 80 y 89 del CCo. no dicen nada del telégrafo y telegrama, por lo que es aplicable
lo dispuesto en el artículo 1811 del CCF, es decir, se distinguen de los medios tecnológicos, en que
previamente hay que estipular la forma de contratar por telégrafo y se asemejan en que se considera
contrato entre presentes.
La diferencia esencial de la oferta en la formación del consentimiento a que se refiere el
artículo 1804 del CCCMX (7.44) y la descrita en el artículo 1860 del CCCMX (7.104), es que en el
primer caso se refiere a una oferta a persona determinada y en el supuesto del artículo 1860 (7.104)
a personas indeterminadas, de allí que la Declaración Unilateral de Voluntad, no se considere como
un contrato, sino como fuente extracontractual de obligaciones.
El consentimiento expreso decía, puede ser por escrito, verbal o signos inequívocos (afirmar
o negar con la cabeza, por ejemplo).
El tácito resultará de hechos o actos que lo presupongan o que autoricen a presumirlo (el
pago y recepción del pago de la renta después de terminado el contrato).
b).- OBJETO
La voluntad de las partes debe referirse a un objeto y éste puede tener dos acepciones,
como finalidad y la prestación en sí.
El objeto directo del contrato es la creación, transmisión, modificación, extinción de derechos
y obligaciones, confirmación de derechos y la creación de personalidad jurídica.
Esos efectos del objeto, son respecto al objeto indirecto o reflejo del contrato, es decir, la
cosa o el hecho (1824 CCCMX, 7.65 CCEM).
Técnicamente el Código debe referirse al bien, toda vez que éste es el género y la cosa es
una especie de bien. En el caso del Estado de México, lo dice correctamente.
CARACTERÍSTICAS DEL OBJETO BIEN
El objeto bien debe:
a).- Existir en la naturaleza.
No obstante lo anterior, puede ser objeto de un contrato una cosa o hecho futuro, con
excepción de la herencia de una persona viva (1826 CCMX, 7.67 CCEM), donación (2333 CCCMX,
7.610 CCEM), prenda (2858 CCCMX, 7.1069 CCEM, 334 LGTOC).

23
Cuando haga referencia al CCCMX y/o CCF, entiéndase que me refiero indistintamente a los dos. Si existe
diferencia entre los textos de uno u otro ordenamiento, lo señalaré.
24
Artículo 21.- El contrato de seguro:
I.- Se perfecciona desde el momento en que el proponente tuviere conocimiento de la aceptación de la oferta.
En los seguros mutuos será necesario, además, cumplir con los requisitos que la ley o los estatutos de la
empresa establezcan para la admisión de nuevos socios.

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TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

b).- Ser determinado o determinable, no sólo en cuanto a su especie, es decir, que esté
especificada o pueda especificarse, precisando su naturaleza –género, especie e individualización-,
calidad y cantidad y/o medidas (1825 CCCMX, 7.66 CCEM). Si es por calidad, se mide por su grado
de excelencia o superioridad.
El objeto será determinable, si al celebrarse el contrato se desconoce su especie, cantidad
y calidad.
Escribe y cita el maestro Felipe de J. Tena, a propósito de la comisión mercantil:
“Si de comprar se trata, las instrucciones podrán comprender no sólo el género, la especie y
la calidad, sino también la cuantía en número, peso y dimensiones, etc., de las mercaderías, materia
de la compra. “Así pues, cuando yo le encomiendo a usted, dicen Delamarre y Le Poitvin, la compra
de 25 barricas de vino rojo, de la cosecha de 1850, es claro que usted no podrá comprar aguardiente
(no sería el género de la mercancía pedida), ni enviarme vino blanco (no sería la especie), ni
consignarme vino de la cosecha de 1829 o 1831 (no sería la calidad), ni siquiera remitirme 10 ó 50
barricas en vez de 25 que le he pedido (no sería la cantidad)”. Doctrina conforme en todo con ésta
de Casaregis: Mandati fines et qualitates omnes, sive intrinsecae, sive extrinsecae, necessariae (que
resultan de la naturaleza de las cosas o de la naturaleza del contrato), aut voluntariae (o que resultan
de los términos del convenio), sunt diligenter servandae”25.
c).- Estar en el comercio (1825, 747 a 749 CCCMX, 7.66, 5.1 a 5.3 CCEM)
Aunque no lo exprese la Ley, también debe:
d).- Ser posible, es decir, que el objeto cosa pueda concretarse o materializarse, pues lo que
es imposible de elaborar o lo que no puede disponerse, entonces, no podrá ser objeto de un contrato.
e).- Debe ser lícito, es decir, que no exista prohibición de la Ley o que sea contrario a derecho
el contrato que tenga por objeto algo ilícito.
Estas dos características, pueden ubicarse en el supuesto del inciso c, es decir, si no están
en el comercio, puede ser porque es imposible o ilícito.
CARACTERÍSTICAS DEL OBJETO HECHO
El objeto hecho puede ser positivo o negativo y debe ser posible y también lícito:
a).- Ser posible (1827-I CCCMX, 7.68-I CCEM).
Es imposible el hecho que no puede existir porque es incompatible con una ley de la
naturaleza o con una norma jurídica que debe regirlo necesariamente y que constituye un obstáculo
insuperable para su realización (1828 CCCMX, 7.69 CCEM).
Es incompatible con una ley de la naturaleza el hecho que conforme a las capacidades
naturales no pueda realizarse, por ejemplo, hacer un edificio de 40 kilómetros de alto y dos
centímetros de ancho, brincar hasta la luna o vivir bajo el mar.

25
TENA Felipe de J. DERECHO MERCANTIL MEXICANO. Incluye Títulos de Crédito. pp. 222-223. Porrúa. 18ª
Ed. México. 1999.

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TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

No será incompatible el hecho que no pueda hacerlo o no hacer el obligado pero si un tercero
(1829 CCCMX, 7.70 CCEM).
La imposibilidad natural o legal al momento de la celebración del contrato, no imposibilita a
que pueda pactarse como un hecho futuro y que de ser posible se lleve a cabo. En este supuesto el
contrato debe tener un plazo para llevar a cabo el hecho ahora imposible pero posible en un futuro.
Si es imposible porque lo prohíbe la ley, entonces el objeto en realidad es ilícito no imposible.
b).- Ser lícito (1827-II CCCMX, 7.68-II CCEM).
Es ilícito el hecho o el acto que es contrario a las Leyes de orden público o las buenas
costumbres (1830 CCCMX, 7.71 CCEM –sólo lo que es contrario a las Leyes de orden público-).
El fin o motivo determinante de la voluntad será ilícito si es contrario a las Leyes de orden
público o buenas costumbres (1831 CCMX, 7.72 CCEM -lo mismo-).
La compraventa de sustancias prohibidas, es posible, pero es ilícito.
El contrato de promesa de promesa es posible y es lícito, pero es una aberración jurídica.
El objeto hecho también debe:
c).- Existir en la naturaleza.
d).- Ser determinado o determinable en cuanto a su especie.
c).- Estar en el comercio.
XI.- ELEMENTOS DE VALIDEZ DEL NEGOCIO JURÍDICO
A).- CAPACIDAD

La personalidad es la aptitud para ser sujeto, titular de derechos y obligaciones.

La capacidad es la aptitud del sujeto para ser titular de derechos y obligaciones.

La capacidad de goce es la aptitud del sujeto para ser titular de derechos y obligaciones.

La capacidad de ejercicio es la aptitud de ser sujeto de derechos y obligaciones, ejercer los


primeros y cumplir los segundos, así como para comparecer en juicio por derecho propio.

Si se tiene personalidad, se es persona. No se puede tener más o menor personalidad


jurídica.

La capacidad de goce o capacidad jurídica, en unión de la capacidad de ejercicio integran la


capacidad general.

La personalidad es única, indivisa y abstracta, la capacidad de goce es múltiple, diversificada


y concreta.

Así pues, la capacidad tiene triple característica, es gradual, concreta y divisible, la


graduación de la capacidad es múltiple, pues tenemos grados de capacidad de goce y grados de
incapacidad de ejercicio. La capacidad es concreta si se tiene la aptitud para celebrar negocios

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TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

jurídicos determinados. Es divisible, pues se divide en capacidad de goce y en capacidad de


ejercicio.

Son hábiles para contratar todas las personas no exceptuadas por la ley (1798 y 1799
CCCMX, 7.38 del CCEM, 2, 5, 9 y 81 del CCo.).

El que es hábil para contratar puede hacerlo por sí o por medio de otro legalmente autorizado
(1800 a 1802 del CCCMX, 7.40 al 7.42 del CCEM, 2, 5, 9 y 81 del CCo.).

La administración de los bienes por el menor, se rige por las reglas de la emancipación (435,
641 y 643 CCDF, 4.216 CCEM) y ésta y el concurso de acreedores (2166, 2189, 2190, 2965 y 2966
CCDF, y 761 CPCCMX, 7.410, 4.433, 7.434, 7.490, 7.491 CCEM, 4.9, 4.11 y 4.14 CPCEM), son
limitaciones especiales a la capacidad de ejercicio.

1.- LA CAPACIDAD DE GOCE Y DE EJERCICIO. CONCEPTOS.


La capacidad de ejercicio es la aptitud del sujeto para ser titular de derechos y obligaciones,
ejercitar los primeros y contraer y cumplir las segundas en forma personal y comparecer en juicio
por derecho propio.
En cambio, la personalidad es la aptitud para ser sujeto titular de derechos y obligaciones.
Si no hay personalidad, luego entonces, no hay capacidad en general.
“Desde el punto de vista filosófico –apuntan los señores Notarios FAUSTO RICO y
PATRICIO GARZA- la diferencia entre personalidad y capacidad puede comprenderse fácilmente si
se atiende a las nociones de sustancia y accidente. La personalidad jurídica se identifica con la
noción de sustancia, es decir, se refiere a un ser que existe por sí mismo. Por su parte, la capacidad
se identifica con la noción de accidente, es decir, se refiere a un elemento que caracteriza a una
sustancia, sin que llegue a confundirse con ésta.”.
Para los citados autores “…La personalidad jurídica constituye el concepto más abstracto de
todos, ya que se refiere a la esencia misma de la persona, a la aptitud más elemental para intervenir
en el mundo del Derecho; sin personalidad jurídica no puede estudiarse la capacidad y legitimación
de un sujeto, ya que ni siquiera habrá sujeto de Derecho.
La capacidad de goce es una aptitud jurídica de segundo orden, que presupone la existencia
de la persona y que determina su idoneidad para celebrar actos jurídicos genéricamente
considerados o ser titular de los derechos y obligaciones derivados de ellos.
La legitimación es una aptitud jurídica de tercer orden, que presupone la existencia de la
persona y la capacidad de goce, y que determina la idoneidad para celebrar actos jurídicos
específicamente considerados o ser titular de los derechos y obligaciones derivados de ellos…”.
La legitimación es la aptitud derivada de la norma para actuar con eficacia jurídica.
De la anterior definición, se concluye que no hay falta de capacidad cuando la ley y algún
sector de la doctrina dicen que algunas personas son incapaces, verbigracia, el extranjero que no
puede adquirir en la denominada zona restringida. La capacidad es general y existen grados de
capacidad e incapacidad. Por lo tanto, la legitimación, que es la actuación con eficacia jurídica, es
decir, el poder de lograr el efecto que se quiere, presupone la capacidad, pues para que un acto
jurídico sea válido se requiere de capacidad como un presupuesto de la legitimación.
La Suprema Corte se ha pronunciado acerca de las diferencias entre capacidad y
legitimación.

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Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

“Registro No. 241917


Localización:
Séptima Época
Instancia: Tercera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación
51 Cuarta Parte
Página: 17
Tesis Aislada
Materia(s): Civil
CAPACIDAD Y LEGITIMACIÓN. DIFERENCIAS. La distinción entre capacidad y
legitimación se establece con toda evidencia: capacidad es la aptitud intrínseca de una persona para
dar vida a actos jurídicos; legitimación es la aptitud para hacer surgir actos que tengan un
determinado objeto, en virtud de una relación en que la parte se encuentra con éste. Hay que ver en
la capacidad la idoneidad de la persona para el acto jurídico, con independencia de una relación del
sujeto con el objeto del acto. En la legitimación, la idoneidad de la persona para el acto, resulta de
una particular relación del sujeto con el objeto del acto mismo. Así, por ejemplo cuando se dice que
el menor de edad no puede realizar negocios jurídicos, se resuelve un problema de capacidad,
cuando se dice que el tutor no puede ser adquirente de los bienes confiados a su gestión, se resuelve
un problema de legitimación.
Amparo directo 3840/71. José Antonio Lammoglia Aranda. 29 de marzo de 1973.
Unanimidad de cuatro votos. Ponente: Ernesto Solís López.”.
La capacidad jurídica o de goce es la aptitud del sujeto para ser titular de derechos y
obligaciones.
La capacidad de obrar o capacidad de ejercicio es la aptitud para ejercer sus derechos y
contraer o cumplir obligaciones en forma personal, así como comparecer en juicio por derecho
propio.
2.- GRADOS DE CAPACIDAD DE GOCE DESDE SU MANIFESTACIÓN MÍNIMA EN
ADELANTE.
En Derecho Romano sólo los sui iuris podían ser propietarios de un patrimonio y tener en
nombre propio relaciones patrimoniales. En cambio los alieni iuris estaban sujetos in pestate al pater
familiae, por lo que carecían de capacidad jurídica.
1.- El nasciturs.- Es el concebido pero no nacido, puede adquirir algunos derechos reales y
personales (usufructuario, heredero, legatario, donatario y fideicomisario -arts. 983, 984, 1314, 1391
y 2357, todos del CCCMX; 6.21, 6.74 y 7.629, todos del CCEM. 394-II LGTOC.-), así como derechos
no patrimoniales, como lo es el Estado Civil.
2.- Menores de edad.- Tiene como cualquier ser humano, garantías individuales o derechos
humanos y derechos derivados del Estado Civil. La ley deja un vacío respecto de los que son
desprendidos enteramente del seno materno, que no han sido registrados y aún no han cumplido las
veinticuatro horas de vida.
El menor de edad goza de todos sus derechos patrimoniales, pero no tiene la capacidad de
ejercicio. Sin embargo, algunos actos jurídicos no patrimoniales (aunque tengan efectos
patrimoniales), no pueden celebrarlos sino en determinados casos, como son los siguientes:
a).- El menor de edad no puede contraer matrimonio sino hasta los 18 años cumplidos (148
del CCCMX y 4.4 del CCEM).

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TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

b).- El menor de edad no puede reconocer hijos, toda vez que se requiere la edad exigida
para contraer matrimonio. Art. 361 CCCMX. En el caso del Estado de México, sólo si presta su
consentimiento quienes ejerzan la patria potestad o la tutela. Art. 4.163 del CCEM.
c).- El menor de edad no puede ser tutor ni curador. Arts. 503-I y 622. En el Estado de México
no hay impedimento expreso, sin embargo en un argumento a minori ad majus si no puede
administrar su persona y su patrimonio, al estar sujeto a la patria potestad o tutela, tampoco puede
cuidar y administrar a otra persona y su patrimonio.
d).- Para adoptar se requiere la edad mínima de 25 años y 17 años de diferencia con el
adoptado (397-II del CCCMX). En el Estado de México, la edad mínima es de 21 años y 10 años
más que el adoptado (57-I de la Ley que Regula los Centros de Asistencia Social y las Adopciones
en el Estado de México).
En este supuesto, se observa que la adopción es una incapacidad inclusive para los mayores
de 18 años y menores de 25 años en la Ciudad de México y para los mayores de 18 años y menores
de 21 años en el Estado de México.
Asimismo, de la lectura de los preceptos citados, se desprende que se requieren algunos
requisitos adicionales, lo que implica que una vez satisfechos conjuntamente con la capacidad,
entonces se estará legitimado para adoptar.
e).- Están incapacitados para otorgar testamento los menores que no han cumplido 16 años
y los que habitual o accidentalmente no disfrutan de su cabal juicio. Los dementes (mayores o
menores) que tengan un intervalo de lucidez pueden otorgar testamento. La capacidad del testador
se atenderá especialmente al estado en que se halle al hacer el testamento (Artículos 1305, 1306,
1307 y 1312 del CCCMX y 6.18 y 6.19 del CCEM).
3.- Sólo los mexicanos mayores de 18 años y que tengan un modo honesto de vivir gozan
de los derechos y prerrogativas y tendrán las obligaciones a que se refieren los artículos 35 y 36 de
la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos (art. 34 de la CPEUM).
4.- El mayor de edad privado de sus facultades mentales, tiene la capacidad de goce, pero
salvo excepciones, no puede ejercer sus derechos por derecho propio ni comparecer personalmente
en juicio. En estos supuestos el ejercicio de tales derechos lo deberá hacer a través de su
representante legal.
Así la ley exige que el adoptante sea persona apta para adoptar (se puede interpretar en el
sentido de que no tenga incapacidad natural, ni transitoria ni permanentemente).
Tampoco puede contraer matrimonio (arts. 148, 156-X y 450-II del CCCMX y 4.4, 4.7
fracciones VIII, IX y X, 4.230 fracciones II a V del CCEM).
Al mayor de edad privado de sus facultades mentales, o bien, que tenga incapacidad natural,
también se le puede suspender el ejercicio de la patria potestad (art. 447-I del CCCMX y 4.225-I del
CCEM).

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Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

5.- Los mayores de edad sujetos a concurso, en términos de los artículos 2965 y 2966,
ambos del CCDF y 738 del CPCCMX (artículos 7.490 y 7.491, ambos del CCEM y 4.2 del CPCEM).
Ver artículos 12 y 81 del C.COM. ARTS. 179 -85 Y 91-, TÍTULO TERCERO DE LA LEY DE
CONCURSOS MERCANTILES. ARTS. 25, 28, 1798, 1799, 2966 CCF. ARTS. 641 Y 435
RESPECTO DE LOS EMANCIPADOS).
6.- En materia sucesoria se determina la capacidad para heredar en los artículos 1313 y
1316, ambos del CCCMX y 6.20 a 6.22, ambos del CCEM.
7.- Los extranjeros no podrán inmiscuirse de ninguna manera en los asuntos políticos del
país (art. 33 de la CPEUM). Tampoco podrán adquirir el dominio directo de bienes inmuebles en la
zona denominada zona restringida (art. 27 de la CPEUM y 10 y 10 A de la Ley de Inversión Extranjera
(LIE)). En este último caso se trata de legitimación.
3.- GRADOS DE INCAPACIDAD DE EJERCICIO.
De conformidad con el artículo 1798 del CCCMX (7.38 CCEM), son hábiles para contratar
todas las personas no exceptuadas por la Ley.
Las limitaciones a la capacidad de ejercicio pueden ser generales o especiales, según que
se limite de manera absoluta, o bien, sólo para determinados actos.
Así un menor de doce años, puede tener capacidad de ejercicio para determinados actos,
pero carece de voluntad jurídica.
El BGB previó en su artículo 104 que es incapaz de obrar, quien no ha cumplido los 7 años
de edad y el artículo 106 establece que un menor de edad que ha cumplido los 7 años de edad tiene
una capacidad de obrar limitada, conforme a lo prevenido en los artículos 107 a 113.
“104 (Incapacidad para emprender negocios jurídicos).
Es incapaz para emprender negocios jurídicos la persona:
1.° Que no ha completado su séptimo año de vida.
2.° Que sufre una perturbación mental patológica que le impide ejercer libremente su
voluntad, a menos que la naturaleza de esta condición sea temporal.
106 (Capacidad limitada de los menores de edad).
Un menor que haya completado su séptimo año de vida está limitado en su capacidad para
emprender negocios jurídicos, de acuerdo con lo dispuesto en las disposiciones de los §§107 a 113.
107 (Consentimiento del representante legal).
Un menor necesita, para una declaración de voluntad por la cual no sólo adquiera una
ventaja jurídica, el consentimiento de su representante legal.
108 (Contrato sin consentimiento).
1. Si el menor concluye un contrato sin el consentimiento necesario de su
representante legal, la validez del contrato dependerá del consentimiento de su representante legal.
2. Si la otra parte solicita al representante legal que declare su aprobación a la
declaración, sólo puede (la declaración) hacerse frente a ella; una declaración o una denegación de
aprobación al menor antes de la petición no tiene efectos. La aprobación sólo puede declararse antes
de que concluya un plazo de dos semanas después de la recepción de la petición; si no se da se
considera que ha sido rechazada.
3. Si el menor no tiene limitada su capacidad para emprender negocios jurídicos, su
propia aprobación ocupa el lugar de la ratificación del representante.
109 (Derecho de revocación de la otra parte).
1. Antes de que se conceda la aprobación al contrato la otra parte está autorizada a
revocar. La revocación también puede serle anunciada al menor.

21
Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

2. Si la otra parte tuviera conocimiento de la minoría de edad, puede revocar sólo si el


menor hubiese declarado, falsamente, que tenía la aprobación de su representante; incluso en este
caso no lo puede revocar si supiese, en el momento de conclusión del contrato, que no se había
concedido la aprobación.
110 (Contrato de un menor).
Un contrato emprendido por un menor sin el consentimiento de su representante legal es
considerado válido desde el principio si el menor ha realizado su parte con medios a él concedidos,
para ese propósito o para su libre disposición, por el representante o, con el consentimiento de este
último, por un tercero.
111 (Negocio jurídico unilateral).
Un negocio jurídico unilateral que el menor emprenda sin el consentimiento necesario de su
representante legal es ineficaz. Si el menor emprende dicho negocio jurídico con otra parte con este
consentimiento, el negocio jurídico es ineficaz si el menor no presenta el consentimiento por escrito,
y la otra parte inmediatamente rechaza el negocio jurídico por este motivo. El derecho a rehusarlo
está excluido si el representante había expresado a la otra parte su consentimiento.
112 (Dirección independiente de un negocio).
1. Si el representante legal, con la aprobación del Tribunal de Tutelas, autoriza al menor
para que lleve a cabo una ocupación retribuida de forma independiente, el menor está entonces
capacitado sin límites para emprender todos los negocios jurídicos que estén dentro del ámbito de
la empresa. No están incluidas aquellas transacciones para las que el representante necesite la
aprobación del Tribunal de Tutelas.
2. La autorización sólo puede ser revocada por el representante legal con la aprobación
del Tribunal de Tutelas.
113 (Comienzo de servicio o empleo).
1. Si el representante legal autoriza al menor para que comience un servicio o empleo,
el menor está entonces capacitado ilimitadamente para emprender aquellos negocios jurídicos
relacionados con el comienzo o el fin de la relación de servicio y empleo del autorizado, o para la
realización de las obligaciones que se desprendan de dicha relación. No están incluidos aquellos
contratos para los que el representante necesite la aprobación del Tribunal de Tutelas.
2. La autorización puede ser retirada o limitada por el representante.
3. Si el representante legal es un tutor la autorización puede, si es denegada por él, ser
sustituida por el Tribunal de Tutelas a petición del menor. El Tribunal Tutelar suplirá dicha
autorización si es de interés del pupilo.
4. Una autorización dada para un caso particular se considera, en caso de duda, como
una autorización general para emprender relaciones del mismo tipo.”

1.- El concebido tiene incapacidad de ejercicio total.


2.- El menor de edad no emancipado. Hay que distinguir respecto de los bienes adquiridos
por su trabajo y los adquiridos por cualquier otro título. Ver artículos 425, 426, 427, 428, 429, 430,
537-IV, V y VI, 549, 556, 557, 561, 563, 564, 566, 573, 574, 575, 582 y 583 todos del CCCMX, y 915
al 921, todos del CPCCMX (4.203 a 4.205, 4.208 a 4.213, 4.294- IV, V y VI, 4.305 al 4.312, todos del
CCEM, y del 3.7 al 3.10 y 3.11 al 3.14, todos del CPCEM).
Asimismo, no pueden comparecer en juicio por derecho propio según los artículos 427 y 537-
V, ambos del CCCMX (4.203 y 4.294-V, ambos del CCEM).
Sin embargo, si es perito en la materia y actúa dolosamente, el acto en el que interviene es
nulo, pero el menor no puede alegar la nulidad. Ver artículos 635, 636, 639 y 640, todos del CCCMX.
En el CCEM no encuentro nada al respecto. Considerando que la capacidad jurídica de las personas
se rige por el lugar de su domicilio, si un menor de edad con domicilio en la Ciudad de México, perito
en determinada materia, celebra un acto jurídico en el Estado de México y que surte efectos allí o en

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Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

otro lugar, desde mi punto de vista si aplican las disposiciones del Código Civil para el Distrito
Federal.
3.- Por lo que se refiere a la capacidad de ejercicio alcanzada por los menores emancipados,
el Código Civil de 1928, hasta la reforma de 31 de diciembre de 1969, publicada en el Diario Oficial
de la Federación (en lo sucesivo DOF), el 28 de enero de 1970, en vigor tres días después, distinguía
la emancipación legal y la judicial, según los siguientes artículos:
“Artículo 641.- El matrimonio del menor produce de derecho la emancipación. Aunque el
matrimonio se disuelva, el cónyuge emancipado, que sea menor, no recaerá en la patria potestad.
Artículo 642.- Los mayores de dieciocho años que estén sujetos a patria potestad o a tutela,
tienen derecho a que se les emancipe, si demuestran su buena conducta y su aptitud para el manejo
de sus intereses.
Los padres o tutores pueden emancipar a sus hijos y pupilos que se encuentren en las
condiciones mencionadas en el párrafo anterior, siempre que éstos consientan en su emancipación.”.
Hasta la fecha de entrada en vigor de la reforma citada, la mayor edad se alcanzaba a los
21 años cumplidos.
Posteriormente la emancipación sólo se alcanzaba en virtud del matrimonio y los
emancipados, tenían la libre administración de sus bienes, pero durante su menor edad, necesitaban
de autorización judicial para la enajenación, gravamen o hipoteca de bienes raíces y de un tutor para
negocios judiciales, conforme lo disponen los artículos 173, 451, 496, 499, 623, 624, 643 y 731,
todos del CCCMX, respecto al último artículo ver el Código Civil Federal (4.21, 4.340, 4.231, 4.263,
4.265, 4.333 y 4.383-I, todos del CCEM).
Los mencionados artículos están derogados expresa o tácitamente, toda vez que la
emancipación por matrimonio no existe ya que sólo pueden casarse los mayores de 18 años, sin
dispensa por edad.
No obstante, son o pueden ser aplicables por lo escrito a continuación.
Si por la ley o por la voluntad del padre, el hijo tiene la administración de los bienes, se le
considerará respecto de la administración como emancipado, con la restricción que establece la ley
para enajenar, gravar o hipotecar bienes raíces. Ver artículo 435 del CCCMX y 4.216 del CCEM.
Al respecto transcribo lo dicho por los maestros LUIS MUÑOZ y FELIPE DE J. TENA.
LUIS MUÑOZ:
“En el primitivo Derecho romano, los bienes que los hijos adquirían correspondían al padre.
Esta rigidez se aminoró por medio de los “peculios”, o patrimonios que los hijos podían reservar para
sí con separación del de sus padres. Existieron varias clases de peculios: el “profecticium”, formado
por bienes que el padre daba a los hijos para que éstos los administraran; el castrense, constituido
por bienes adquiridos en el ejercicio de las armas; el cuasicastrense, integrado por los adquiridos en
el ejercicio de profesiones liberales; y el “adventitun”, que se constituía con bienes adquiridos de
personas distintas al padre.
La propiedad del peculio “profecticio" correspondía al padre y la administración al hijo. Con
el "adventicio" ocurrió lo contrario, y, por lo que se refiere a los otros peculios el hijo tenía las
facultades de un "pater familias". Las Partidas aceptaron el Derecho romano.
La administración de los bienes de los hijos no debe considerarse renunciable ni delegable
por parte de quienes ejercen la patria potestad. Esta administración es de interés público y social, y
constituye un deber de asistencia y protección más que un derecho. Si se admitiera la delegación en

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Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

favor del hijo se desvirtuaría la finalidad que persigue la ley; si se permitiera en favor de un tercero,
puede decirse lo mismo.
Las personas que ejercen la patria potestad, además de los deberes de guarda y dirección,
tienen el de representación (Arts. 424, 427), y son los administradores legales de los bienes de
quienes están en esa situación. Compete a los varones asesorados por sus consortes, lo que pone
de manifiesto, una vez más, que la mujer está considerada por el legislador en un plano de igualdad
y que la patria potestad se ejerce en cooperación por las personas de ambos sexos llamadas a esa
delicada función.
El régimen de los bienes que el hijo adquiere por su trabajo (Art. 428 I) viene a ser algo
parecido al peculio adventicio del Derecho romano.
Las personas que ejercen la patria potestad, como administradores y usufructuarios de los
bienes, tienen las obligaciones que la ley exige a los administradores y usufructuarios (Arts. 429 a
434).
En realidad el artículo 435 consagra la habilitación de edad (Art. 429), cuyos efectos son
idénticos a la emancipación por otorgamiento.
El emancipado tiene la libre administración de sus bienes, pero siempre necesita durante su
menor edad:
Del consentimiento del que lo emancipó para contraer matrimonio antes de llegar a la mayor
edad. Si el que otorgó la emancipación ejercía la patria potestad y ha muerto, o está incapacitado
legalmente al tiempo en que el emancipado intentó casarse, necesita éste el consentimiento del
ascendiente a quien corresponda darlo, y en su defecto, el del juez; de la autorización judicial para
la enajenación, gravamen o hipoteca de bienes raíces; de un tutor los negocios judiciales. (Art. 643).
Hecha la emancipación no puede ser revocada. (Art. 644).
En torno a la capacidad del menor emancipado por otorgamiento, se plantean interesantes
problemas que se refieren al otorgamiento de poderes, a la posibilidad de ser mandatario, a la
suscripción de contratos de partición de herencia y a la cancelación de hipotecas, así como a la
aportación de bienes a sociedades.
¿Puede ser mandatario sin las limitaciones a que se refiere el Art. 643 antes citado? La
jurisprudencia del Tribunal Supremo de España en su sentencia de 17 de enero de 1903, se
pronunció por la afirmativa. En lo que se refiere a la legislación de nuestro país, entendemos que
este mismo criterio puede adoptarse con respecto a la celebración del contrato de mandato por el
menor emancipado por otorgamiento, ya que el Código civil no contiene ningún precepto prohibitivo.
Ahora bien: el mandato deberá estar conferido por una persona capaz y contener estrictamente
aquellos actos que el emancipado está facultado a realizar como mandatario.
Sin embargo, no puede sostenerse la misma tesis en orden al mandato judicial, ya que, como
dice el Art. 2585, en su fracción I, no pueden ser procuradores en juicio los incapacitados y es
evidente que, teniendo en cuenta la terminología del Código Civil de 1928, los menores son
incapacitados. En este sentido puede verse el Art. 23 que dice: La menor edad, el estado de
interdicción y las demás incapacidades establecidas por la ley, son restricciones a la personalidad
jurídica.
¿Puede otorgar poderes? También creemos que podrá otorgar poderes; pero no para la
enajenación, gravamen o hipoteca de bienes raíces, pues a tenor de la fracción II del Art. 643 precisa
de autorización judicial para ello.
En cuanto a la suscripción de contratos de partición de herencia, estimamos que si éstos se
refieren a la suspensión de la partición no podrá hacerse más que con intervención de un tutor y con
audiencia del Ministerio Público, según determina el Art. 1769. Igual se puede decir del repudio de
la herencia (Art. 1654). En los demás casos relativos a la herencia, el emancipado puede suscribir
contratos que no lleven consigo gravamen ni enajenación de bienes.
Podrá cancelar hipotecas, ya que en realidad se trata de un acto de administración de
patrimonio, pues no solamente no enajena ni grava bienes, sino que tiende a suprimir un gravamen.
Respecto a si puede posponerlas, el criterio que viene sosteniendo la jurisprudencia de casi
todos los países es afirmativo, ya que se tiende a interpretar ampliamente los preceptos que regulan
la capacidad civil de los emancipados.
Estos pueden aportar bienes, dinero o industria a sociedades, pero no bienes raíces para lo
cual necesitan autorización judicial, ya que la aportación implica la transmisión de su dominio a la

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Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

sociedad, salvo que expresamente se pacte otra cosa, en cuyo caso entendemos que podrían
aportar dichos bienes, siempre que no resulten gravados o hipotecados (Art. 643, III, y 2689).
El menor emancipado necesita licencia para contraer matrimonio, según se desprende de la
fracción I del artículo 644 del Código de 1928.
Puede hacer donaciones de bienes muebles, como se deduce de los artículos 643 y 2345.
Finalmente, ¿puede el menor emancipado aceptar la herencia que se le deje, sin necesidad
de la asistencia de tutor? Estimamos que sí, según se desprende de la doctrina sentada en los
artículos 643, 1653 y 1656. El primero fija que el emancipado tiene la libre disposición de sus bienes
con las salvedades que el mismo artículo señala, y entre las que no se encuentra la prohibición de
aceptar herencias. El Art. 1653 se limita a decir que pueden aceptar o repudiar la herencia todos los
que tienen la libre disposición de sus bienes. Pero la diferencia entre la aceptación y la repudiación
la determina el Art. 1654. Según él, la herencia dejada a los menores y demás incapacitados será
aceptada por sus tutores quienes podrán repudiarla con autorización judicial, previa audiencia del
Ministerio Público. Por donde deducimos que el emancipado puede aceptar la herencia, pero no
repudiarla, a cuyo efecto regirá dicho Art. 1654. Este artículo y sus concordantes corresponden al
Art. 992 del Código Civil español y las concordancias de éste. Pues bien, al referirse a estas
disposiciones, los tratadistas españoles Manresa, Scaevola y De Buen, sostienen la misma opinión
que la nuestra; opinión que también mantuvo la jurisprudencia de la Dirección de los Registros de
España.
La renuncia del usufructo por los padres es formal (Art. 431) y se considera como donación
a tenor del artículo 432.
Los réditos y rentas vencidos antes de la iniciación del ejercicio de la patria potestad no son
frutos, sino bienes (Art. 433).
El artículo 436 restringe las facultades de disposiciones de quienes ejercen la patria
potestad, aunque sean los administradores de los bienes (Art. 437).
Como hemos visto el usufructo de los bienes de las personas en patria potestad es
renunciable (Art. 431, 432). Obsérvese que el Código sólo se refiere a los padres. El Derecho de
usufructo se extingue en los casos a que alude el artículo 438. Conviene hacer notar que en éste
artículo se habla de renuncia por parte de las personas que ejercen la patria potestad (III).
La administración que la ley confiere a las personas que ejercen la patria potestad, no es
renunciable; se trata de una acción de orden público y no de interés privado. Tal administración es
una consecuencia más de la patria potestad. Tampoco es delegable y mucho menos en favor del
hijo, pues quedaría burlada la intención del legislador.
La obligación de rendir cuentas figura en el artículo 439, y la entrega de bienes una vez que
cese la administración en el Art. 442.
El artículo 440 nos habla del tutor especial, que suele llamarse en la doctrina defensor de
menores o defensor judicial. Es muy difícil determinar "a priori" cuando hay oposición de intereses
entre las personas sujetas a patria potestad y los que la ejercen; pero cuando son copartícipes de
una misma herencia o, respectivamente, herederos y legatarios en una misma sucesión, puede
hablarse de oposición de intereses, salvo que las personas que ejercen la patria potestad renuncien
a los derechos que puedan corresponderles. Como norma general interpretativa diremos que los
intereses comunes o idénticos no son opuestos.
La intervención de la autoridad judicial se producirá a instancia de parte, y la solicitud de
intervención es “quasi pública”.”.
FELIPE DE J. TENA:
“94. Hemos afirmado anteriormente que existe en nuestro derecho común cierta
emancipación parcial. “Cuando el hijo, dice el artículo 435 del Código Civil, tenga la administración
de los bienes por la ley o por la voluntad del padre, se le considerará respecto de la administración
como emancipado, con la restricción que establece la ley para enajenar, gravar o hipotecar bienes
raíces.”
Y en presencia de esa disposición, se impone esta pregunta: ¿La capacidad civil que
adquiere el hijo en cuanto a los bienes propios que administra, lo colocará bajo el amparo de los
artículos 6º y 7° del Código de Comercio, de modo de considerarlo con la capacidad absoluta de un
mayor de edad, para comerciar con aquellos bienes? En nuestra opinión, la respuesta negativa no
es dudosa. La emancipación de que trata el artículo 435 es una mera ficción de la ley; el hijo no se

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Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

ha emancipado verdaderamente de la potestad de su padre; no ha existido ni la emancipación tácita


que resulta del matrimonio, ni la expresa que se produce en virtud de la declaración formal del padre.
Unicamente se considera al hijo “como emancipado”, lo cual significa que en realidad no lo está.
Pues bien, sobre esta ficción legal tendríamos que fundar una segunda: la que establece el artículo
7º del Código de Comercio, según el cual los menores emancipados comerciantes “se consideran
como mayores de edad, no obstante las disposiciones del derecho común”. No son, pues, mayores
de edad; únicamente se les tiene como tales. He aquí una nueva ficción de la ley. “No perdamos de
vista, dice Bravard Veyrieres, que la mayoría de edad de que aparece investido el menor
comerciante, es una pura ficción. Su capacidad es arbitraria, excepcional…”
104
En consecuencia, si derivásemos de la emancipación ficta del citado artículo 435 la mayoría
de edad, también ficta, del artículo 7°, marcharíamos, como dice aquel tratadista, de ficción en
ficción, de excepción en excepción, lo que es contrario a la lógica del derecho, a los principios de
una sana hermenéutica jurídica.
Por lo demás, esa dualidad en la condición personal de un comerciante, menor e incapaz
respecto de ciertos actos, mayor y absolutamente capacitado en cuanto a otros, produciría
necesariamente dificultades prácticas muy serias, que redundarían en perjuicio de los terceros
contratantes y del crédito del menor, y ello sería contrario al criterio mismo de nuestro código, para
el cual el ejercicio legal del comercio trae aparejada a favor del menor una capacidad jurídica que no
conoce trabas ni restricciones de ninguna especie.”.
4.- Los mayores de edad incapacitados, pueden otorgar testamento público abierto, según
los artículos 1305, 1306, 1307, 1310, 1312 y 1511, todos del CCCMX. En el Estado de México ver
6.18 y 6.19 del CCEM.
5.- El mayor de edad, es decir el que ha cumplido 18 años, dispone libremente de su persona
y de sus bienes (artículos 24, 646 y 647, todos del CCCMX (4.339 y 4.340, ambos del CCEM).
6.- La incapacidad natural y legal, limitan a la persona en la capacidad de ejercicio. Ver
artículos 449, 450 y 451, todos del CCCMX (4.229 y 4.230, ambos del CCEM).
La incapacidad natural a diferencia de la legal, requiere de prueba, la incapacidad legal
opera de iure.
SE LLAMA INCAPACIDAD NATURAL (DE OBRAR), aquella que tiene su raíz en un estado
psíquico (permanente o transitorio) de enfermedad mental determinado por cualquier evento
(embriaguez grave, sonambulismo, hipnosis, demencia, sobreexcitación, angustia y similares) (nexo
de causalidad entre estado psíquico y acto jurídico). En sentido más amplio se habla también de
incapacidad de entender (propiamente: inconsistencia) o de querer… la cual implica que quede
disminuida la aptitud del sujeto para entender el valor del acto que realiza, o bien que quede
disminuida su facultad volitiva de determinarse a realizar un acto.
El Doctor Domínguez Martínez concluye:

“Así las cosas, es errónea la aseveración del artículo 450 por cuyo encabezado destina su
contenido a quienes “tienen incapacidad natural y legal”, pues según hemos visto, hay con plena
capacidad natural y padecer la legal, tal cual es el caso de los menores de edad con madurez mental
suficiente y como lo es también el de los sujetos a concurso ya señalados. En realidad, nuestro
ordenamiento no regula con sistema y con tino la determinación de la esencia de la incapacidad
natural. Inclusive recordemos que según el artículo 1795, el contrato puede ser invalidado por

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Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

incapacidad legal, sin referirse a la natural para los mismos efectos. La situación se salva con la
exigencia impuesta en el ordenamiento del cabal juicio requerido al testador en el otorgamiento de
su testamento (artículos 1305 y siguientes y 1505 entre otros)…
Debemos tener por incapacidad absoluta aquella por la cual el sujeto está impedido para el
otorgamiento de todo acto jurídico, y por ende, para la celebración de cualquier contrato; su situación
lo coloca en una imposibilidad contundente y definitiva para ello. La incapacidad relativa en tanto,
supone, por el contrario, que quien la padece tiene permitido por la ley actuar personalmente en lo
jurídico pero limitado al otorgamiento de ciertos actos y en su caso, a la celebración de ciertos
contratos.”26.

7.- Asimismo, la Ley es el único vehículo jurídico para determinar la capacidad y la


incapacidad. Ver artículos 24, 646, 647, 830, 1305, 1355, 1358, 2301 y 2901, todos del CCCMX
(4.339, 4.340, 5.65, 6.19, 6.49, 6.52, 7.582 y 7.1106, todos del CCEM).
LA INCAPACIDAD NO DECLARADA.
Es una situación no regulada en Derecho Mexicano, sin embargo, interpretando los artículos
1830, 1910 y 2225 del CCCMX (7.71, 7.145, 7.11, todos del CCEM), si se prueba que una persona
no era capaz al momento de celebrar el acto, el acto le causa daños y/o perjuicios y hay dolo o mala
fe del otro contratante, puede y debe anularse el acto.
“Tesis: Semanario Judicial de la Federación Quinta Época 341976 1 de 1
Tercera Sala Tomo CXIV Pag. 329 Tesis Aislada(Civil)
Ocultar datos de localización
INTERDICCION, ACTOS ANTERIORES A LA DECLARACION.
La capacidad es condición de validez de los actos jurídicos, y siendo la salud mental un
elemento de la capacidad, si falta no puede ser válido el acto celebrado por el enfermo, haya o no
declaración de interdicción, y por tanto, los actos de los incapacitados no son válidos aunque sean
anteriores a la declaración del estado de interdicción y al nombramiento del tutor.
Amparo civil directo 1037/52. Miranda Domingo y coags. 14 de noviembre de 1952.
Unanimidad de cuatro votos. Ausente: Vicente Santos Guajardo. La publicación no menciona el
nombre del ponente.
Tesis: Semanario Judicial de la Federación Quinta Época 365613 1 de 1
Tercera Sala Tomo XXV Pag. 336 Tesis Aislada(Civil)
Ocultar datos de localización
INTERDICCION.
Son nulos los contratos celebrados por los individuos sujetos a interdicción, antes del
nombramiento de tutor, aunque sea interino, si la causa de interdicción era patente y notoria en la
época en que se celebró el contrato; pues sería ilógico que la ley requiriera forzosamente que la
interdicción hubiera sido declarada o promovida previamente, para que pudieran atacarse de nulos
los actos y contratos celebrados con el incapaz, pues esto sería tanto como sujetar al mismo, a las
consecuencias materiales de actos que no dependen de su voluntad.
Amparo civil directo 697/28. Cassaza Alfieri, sucesión de. 26 de enero de 1929. Unanimidad
de cinco votos. La publicación no menciona el nombre del ponente.

26
DOMÍNGUEZ Martínez, op cit. p. 151-153.

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Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

8.- La representación legal es una institución auxiliar para subsanar la incapacidad de


ejercicio. Artículos 425, 449 y 537, todos del CCCMX (4.203 a 4.205, 4.229 y 4.294, todos del CCEM).
La representación legal tiene las siguientes características: es necesaria, con facultades
precisas, irrevocable e irrenunciable.
La representación voluntaria no es necesaria, tiene facultades variables, es revocable y
renunciable.
La representación orgánica o estatutaria, es necesaria, tiene facultades precisas, es
revocable y renunciable.
Así pues, cuando decimos que la representación puede ser legal, convencional o estatutaria
nos referimos a la fuente y si nos referimos a la representación necesaria o voluntaria, nos referimos
a las características de la representación (BARRERA GRAF. La representación voluntaria en
derecho privado. Pie de página. P. 27).
LEGITIMACIÓN

La legitimación es la aptitud derivada de la norma para actuar con eficacia jurídica.

La legitimación puede ser ordinaria o extraordinaria (apariencia jurídica).

Le legitimación ordinaria a su vez puede ser directa o indirecta.

También existe la legitimación fiduciaria.

LEGITIMACIÓN DIRECTA. Es la aptitud del titular de un derecho objetivo o subjetivo


(absoluto o relativo), para actuar directamente en su propia esfera jurídica.

LEGITIMACIÓN INDIRECTA. Es la aptitud de actuar con eficacia jurídica en la esfera


jurídica ajena.

REPRESENTACIÓN. Es la institución por la cual el representante ejecuta actos y hechos


jurídicos en nombre y por cuenta del representado, cuyos efectos se producen directa e
inmediatamente en la esfera jurídica del representado.

CARACTERÍSTICAS DE LAS DIFERENTES CLASES DE REPRESENTACIÓN

LEGAL (necesaria, con facultades precisas, irrevocable e irrenunciable).

ESTATUTARIA U ORGÁNICA (necesaria, puede tener facultades precisas, es revocable y


renunciable).

VOLUNTARIA (facultades variables, es revocable y renunciable).

La diferencia entre la representación y la gestión de negocios es que la primera deriva de la


ley o de la voluntad de las partes y la segunda es un hecho jurídico lícito (cuasicontrato) y que tiene

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Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

por objeto evitar un perjuicio al dueño del negocio. La representación suele ejercerse en diversos
negocios jurídicos, la gestión es espontánea y casual.

El contrato consigo mismo está prohibido en determinados actos. Por ejemplo: patria
potestad (440 CCCMX, 4.220 CCEM), tutela (569 y 570 CCCMX, 4.307 y 4.308 CCEM) compraventa
(2280 a 2282 CCCMX, 7.560 a 7.562 CCEM). En materia mercantil si puede el comisionista comprar
los bienes cuya venta le han encargado si existe autorización expresa (299 CCo.).

En el contrato consigo mismo, las normas generalmente protegen a uno solo de los
contratantes.

En el mandato, por ejemplo, el mandatario no puede comprar los bienes del mandante, pero
no se impide que el vendedor represente al comprador, además de que para uno puede ser acto de
administración y para otro acto de dominio.

Por lo que se refiere a la representación de la persona moral, conforme a la teoría organicista,


la persona moral actúa por medio de sus órganos (asamblea y administración). Así como la persona
física exterioriza su voluntad con la cabeza, boca y manos, la persona moral lo hace lo hace a través
de sus órganos de representación, por ello las personas morales, como los incapaces en términos
de ley, tienen capacidad de goce y no es posible que tengan capacidad de ejercicio, pues esta implica
que la persona pueda ejercer el derecho o cumplir la obligación por sí mismo, o bien, a través de
representante, circunstancia que en la persona moral no acontece, pues los órganos de
representación son instrumentos legales que la ley le confiere para actuar con eficacia jurídica, así
como la figura de la representación legal es un instrumento para que los incapaces actúen
igualmente con eficacia jurídica.

No comparto los puntos de vista de BARBERO, citado por el Doctor Domínguez Martínez.

“En cuanto a la capacidad de obrar -enseña BARBERO- la cuestión es diferente y mucho


más discutida. Se dice comúnmente que las ‘personas jurídicas’, aun dotadas de ‘capacidad jurídica’,
no tienen, sin embargo, la ‘capacidad de obrar’, puesto que ésta presupone un poder de entender y
de querer, prerrogativa exclusiva de las personas físicas. Pero la observación, exactísima desde el
punto de vista naturalístico, olvida la realidad y la concertación de la forma jurídica. Si la persona
jurídica, supongamos una ‘sociedad por acciones’, fuese incapaz de obrar, todo acto que interesara
a su esfera jurídica debería ser realizado por ‘representantes legales’: es decir, por personas
mandadas, por ley, para obrar por su cuenta y en su nombre”.
“Pero la realidad no es ésta. La realidad es que la sociedad y, por tanto, en general la persona
jurídica, tiene ciertamente ‘representantes’ provistos de mandato (proveniente éste de la ‘sociedad’
o, en general, de la persona jurídica), que actúa al exterior en nombre y por cuenta de la sociedad o
de la persona, pero tiene también, y antes todavía, ‘órganos’ que, no tanto obran en nombre de la
sociedad, cuanto expresan la sociedad en acción: órganos de acción interna, la ‘asamblea de los
socios’, y órganos de acción externa, los ‘administradores’. Tanto los unos como los otros no obran
en nombre, es decir, no declaran una voluntad de ellos en sustitución de la voluntad social, sino que
expresan la voluntad social misma, que se forma en ellos y es declarada directamente por ello. La
‘asamblea de los socios’, o sea los ‘socios en asamblea’ no hablan en nombre de la sociedad, sino
que son la sociedad que habla; sus actos no son ‘actos en representación de la sociedad’, sino que
son, en la realidad jurídica formal, ‘actos de la sociedad’, actos que se consideran (y en la realidad

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Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

jurídica formal, son) actos cumplidos por la sociedad: naturalmente, por medio de su ‘órgano’, así
como la persona física se expresa por medio de sus ‘órganos’ (la cabeza, la mano, la boca), y esos
sus órganos no se expresan (no quieren, no escriben, no hablan) en nombre de la persona física,
sino que no son más que instrumentos físicos a través de los cuales la persona misma, directamente
y en nombre propio, quiere, escribe y habla. Instrumentos físicos, éstos, instrumentos formales, los
otros (como toda la ‘persona jurídica’ es un fenómeno formal) pero asumidos en la realidad jurídica
mediante una calificación, la de ‘órgano’ que elimina entre ellos y la sociedad la distinción y
contraposición de sujetos, implicada, por el contrario, en la representación. Así también los
‘administradores’, órganos de acción externa (al menos los que son tales), en cuanto son ‘órganos
de acción externa (al menos los que son tales), en cuanto son ‘órganos’, no son ‘representantes’, no
obran en nombre de la sociedad, como sujeto distinto sobre la base de una relación de ‘mandato’,
que ponga entre ellos y la sociedad la contraposición de sujetos aportada por la ‘representación’,
sino que son los instrumentos (instrumentos formales) a través de los cuales la sociedad se expresa
al exterior y en sus contactos con los terceros.”
“Es, por tanto, del todo legítimo la afirmación de la ‘capacidad de obrar’ de la persona jurídica.
En virtud de la cual todos los actos de los ‘órganos’ de la sociedad, en cuanto ‘órganos’, deben
considerarse, es decir, asumen la calificación jurídica formal y, por tanto, son, en la realidad jurídica
formal, ‘actos de la sociedad’. Actos, por consiguiente, de los que la sociedad, y la persona jurídica
en general, tienen que responder directamente, como de actos propios, y sin son ilícitos tendrá que
responder de ellos a tenor del Artículo 2043, no ya del Artículo 2049.”.27

Ver los artículos 26 a 28 del CCCMX y 2.11 Y 2.12 del CCEM.

La APARIENCIA JURÍDICA, es una situación jurídica que es contraria a la realidad, pero


que presenta exteriormente las características de una situación jurídica verdadera, con efectos
definitivos y oponibles erga omnes a favor del titular aparente, con la acción personal de
indemnización a favor del titular verdadero y en contra del que creó la situación jurídica aparente. La
apariencia jurídica se reconoce en los siguientes artículos (para muebles 798, 799 y 800 del CCCMX,
5.36, 5.37 y 5.38 del CCEM; para la posesión de estado 341 y 343 del CCCMX, 4.156, 4.157 del
CCEM; para inmuebles 3009 y 3010 del CCCMX, 8.15 y 8.16 del CCEM, 13 y 14 de la LRCMX, 8 y
9 LREM).

LEGITIMACIÓN PROCESAL O LEGITIMATIO AD PROCESUM

En materia procesal tenemos al actor y al demandado, ambos son partes en el proceso. Así,
el que tiene la posibilidad de intervenir en un proceso, por derecho propio o a través de sus
representantes, tiene legitimación procesal. Debe distinguirse la legitimación procesal de la
capacidad civil. Para tener legitimación procesal basta con tener capacidad de goce, pues los
artículos 44 y 45 del CPCCMX señalan que todo el que conforme a la ley esté en el pleno ejercicio
de sus derechos civiles puede comparecer en juicio y por los que no lo tengan, comparecerán sus
representantes legítimos o los que deban suplir su incapacidad conforme a derecho. En el mismo
sentido el CPCEM en sus artículos 1.78, 1.79 y 1.79 bis.

LEGITIMACIÓN EN LA CAUSA O LEGITIMATIO AD CAUSAM

La legitimación en la causa es la aptitud de ejercer una acción por ser el titular de un derecho
subjetivo, o bien, la aptitud para contradecir tal derecho, o sea excepcionarse.

27
DOMÍNGUEZ MARTÍNEZ. OBLIGACIONES. pp. 51.52.

30
Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

El artículo 1 del CPCCMX dice: “Sólo puede iniciar un procedimiento judicial o intervenir en
él, quien tenga interés en que la autoridad judicial declare o constituya un derecho o imponga una
condena y quien tenga el interés contrario.
Podrán promover los interesados, por sí o por sus representantes o apoderados, el Ministerio
Público y aquellos cuya intervención esté autorizada por la Ley en casos especiales.”.
El artículo 1.77 del CPCEM dice:
“Definición de parte
Artículo 1.77.- Es parte en un procedimiento judicial quien tenga interés en que la autoridad
judicial declare o constituya un derecho o imponga una condena, y quien tenga el interés contrario.
Puede también intervenir en un procedimiento judicial, el tercero que tenga interés directo o
indirecto en el negocio.”.

INTERÉS

“El “interés” –enseña el maestro BECERA BAUTISTA- presupone, según la doctrina


tradicional, la existencia de un derecho subjetivo que se hace valer frente a un estado de hecho
lesivo o contrario al derecho mismo, por lo cual en nuestra definición este término se reduce a la
pretensión válida respecto a la aplicación de una norma substantiva en un caso concreto,
precisamente a favor del promovente y a través de los órganos jurisdiccionales.
Por tanto, el interés que hacen valer las partes en juicio, son propios, cuando actúan en su
propio nombre y derecho; y son ajenos cuando ese interés está al cuidado procesal del
promovente.”28.

Si se objetan las facultades del representante, lo que debe resolverse es si falta o no la


personalidad o capacidad, pero si se objeta la carencia de acción, lo que debe resolverse es si se es
o no titular del derecho subjetivo que motiva la acción.

“Tesis: II.1o.23 K (10a.) Gaceta del Semanario Judicial de la Federación Décima


Época 2012855 1 de 4
Tribunales Colegiados de Circuito Libro 35, Octubre de 2016, Tomo IV Pag. 2942
Tesis Aislada(Común)
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INTERÉS JURÍDICO E INTERÉS LEGÍTIMO EN EL JUICIO DE AMPARO.
De la fracción I del artículo 5o. de la Ley de Amparo se obtiene que el quejoso es quien aduce ser
titular de algún derecho subjetivo o interés legítimo (individual o colectivo) y, a su vez, plantea que
alguna norma de observancia general, acto u omisión conculca algún derecho fundamental tutelado
en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos o en los instrumentos internacionales
suscritos por México en la materia, a condición de que se trate, desde luego, de alguna afectación
real y actual en su esfera jurídica, sea de manera directa o indirecta con motivo de su especial
situación frente al orden jurídico. Ahora, el concepto de interés legítimo, como medida para acceder
al juicio de amparo (tanto en lo individual como en lo colectivo), se satisface cuando el quejoso alega
ser titular de algún derecho subjetivo (en sentido amplio) y reclama normas, actos u omisiones
autoritarios que afectan a su esfera jurídica, directa o indirectamente. Es decir, para justificar el
interés legítimo tratándose del reclamo de normas, actos u omisiones no provenientes de tribunales
jurisdiccionales, no se requiere del acreditamiento de alguna afectación personal y directa (lo cual
se conoce tradicionalmente como interés jurídico), sino que basta con cierta afectación real y actual,
aun de manera indirecta, según la situación especial del gobernado frente al orden jurídico. Sin
embargo ¿cuál es la razón por la cual el surtimiento del interés legítimo (tratándose de la
impugnación de normas, actos u omisiones no provenientes de tribunales) se requiere acreditar,
necesariamente, que la materia reclamada produzca alguna afectación real y actual en la esfera
jurídica del quejoso? La razón estriba en que, por un lado, el juicio de amparo es improcedente contra
actos inexistentes, futuros o de realización incierta y, por otro, porque aunque exista la norma, acto

28
BECERRA Bautista. José. EL PROCESO CIVIL EN MÉXICO. Porrúa. 19ª ed. México. 2006.

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Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

u omisión materia del reclamo, no basta con tener un interés simple para acudir al amparo, por ser
condición necesaria demostrar, objetivamente, alguna afectación real y actual (no futura o de
realización incierta) en la esfera jurídica del quejoso, en tanto que si no es cierta, real y actual, el
examen de constitucionalidad versaría sobre un análisis abstracto de constitucionalidad que es ajeno
al objeto y fin del amparo, porque en éste se requiere acreditar, forzosamente, la afectación jurídica
en función de la existencia de la materia reclamada, a causa de la cual se plantee el perjuicio cierto,
real y actual en la esfera de derecho. En efecto, para la procedencia del juicio de amparo, el interés
simple o jurídicamente irrelevante es el que se puede tener acerca de lo dispuesto en alguna norma,
actuación u omisión reclamable en amparo, pero que en realidad no afecta a la esfera jurídica o
alguna situación especial del particular frente al orden jurídico cuestionado. De ahí que contra
normas, actos u omisiones que no provengan de tribunales judiciales, administrativos o del trabajo,
el interés legítimo para la procedencia del juicio de amparo, si bien no exige la existencia de algún
agravio personal y directo, sí es condición el acreditamiento de cierta afectación real y actual en la
esfera jurídica de quien lo promueve, aunque sea indirecta.
PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO DEL SEGUNDO CIRCUITO CON RESIDENCIA EN CIUDAD
NEZAHUALCÓYOTL, ESTADO DE MÉXICO.
Amparo en revisión 390/2015. Juana Rivera y otros. 31 de marzo de 2016. Unanimidad de votos.
Ponente: Fernando Alberto Casasola Mendoza. Secretario: Pablo Andrei Zamudio Díaz.
Esta tesis se publicó el viernes 14 de octubre de 2016 a las 10:24 horas en el Semanario Judicial de
la Federación.”.

“Tesis: I.13o.C.12 C (10a.) Gaceta del Semanario Judicial de la Federación


Décima Época 2006503 2 de 4
Tribunales Colegiados de Circuito Libro 6, Mayo de 2014, Tomo III Pag. 2040
Tesis Aislada(Común, Civil)
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INTERÉS JURÍDICO E INTERÉS LEGÍTIMO. SUS DIFERENCIAS EN MATERIA CIVIL.
La doctrina concibe al interés legítimo como una institución mediante la cual se faculta a todas
aquellas personas que, sin ser titulares del derecho lesionado por un acto de autoridad, es decir, sin
ser titulares de un derecho subjetivo tienen, sin embargo, un interés en que un derecho fundamental,
sea respetado o reparado. En otras palabras, implica el reconocimiento de la legitimación a la
persona cuyo sustento no se encuentra en un derecho subjetivo otorgado por cierta norma jurídica,
sino en un interés cualificado que de hecho pueda tener respecto de la legalidad de determinados
actos de autoridad. La nueva Ley de Amparo diferencia claramente el interés jurídico del legítimo,
pues al respecto el artículo 5o., preceptúa que el primero consiste en un derecho subjetivo y el
segundo se refiere a una situación frente al orden jurídico. De hecho, uno de los principales objetivos
pretendidos con ese precepto fue, precisamente permitir el acceso al amparo a aquellas personas
no afectadas en su esfera jurídica por actos administrativos (interés legítimo), no obstante carecieran
de la titularidad del derecho subjetivo respectivo (interés jurídico); es decir, ampliar el número de
personas que pudieran acceder a la Justicia Federal en defensa de intereses, difusos y colectivos.
Es así que no resulta factible equiparar ambas clases de interés -jurídico y legítimo-, pues la doctrina,
la jurisprudencia y el órgano legislativo que expidió la Ley de Amparo así lo han estimado al señalar
que mientras el interés jurídico requiere ser tutelado por una norma de derecho objetivo o, en otras
palabras, precisa de la afectación a un derecho subjetivo; en cambio, el interés legítimo supone
únicamente la existencia de un interés respecto de la legalidad de determinados actos, interés que
no proviene de la afectación a la esfera jurídica del individuo, sino directa o indirectamente de su
situación particular respecto al orden jurídico. Por consecuencia, el interés jurídico en materia civil
establecido en la ley de la materia tiene por fin garantizar derechos fundamentales contra actos de
autoridad jurisdiccional y, por su parte, el interés legítimo se dirige a garantizar tales derechos, pero
vinculados con actos atribuibles a autoridades administrativas que afecten a personas o a
determinados núcleos sociales; de ahí sus evidentes diferencias.
DÉCIMO TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER CIRCUITO.
Amparo en revisión 6/2014. Moisés Alejandro Juan Ugalde Hernández. 12 de febrero de 2014.
Unanimidad de votos. Ponente: Virgilio Solorio Campos. Secretario: Gabriel Zúñiga Roque.
Amparo en revisión 36/2014. José Luis Medina Camargo. 5 de marzo de 2014. Unanimidad de votos.
Ponente: Virgilio Solorio Campos. Secretario: Gabriel Zúñiga Roque.

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Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

Amparo en revisión 39/2014. Moisés Alejandro Juan Ugalde Hernández. 20 de marzo de 2014.
Unanimidad de votos. Ponente: Virgilio Solorio Campos. Secretario: Gabriel Zúñiga Roque.
Esta tesis se publicó el viernes 23 de mayo de 2014 a las 10:06 horas en el Semanario Judicial de
la Federación.”.

“Tesis: III.4o.(III Región) 17 K (10a.) Gaceta del Semanario Judicial de la Federación


Décima Época 2005381 3 de 4
Tribunales Colegiados de Circuito Libro 2, Enero de 2014, Tomo IV Pag. 3074
Tesis Aislada(Común)
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INTERÉS JURÍDICO E INTERÉS LEGÍTIMO EN EL AMPARO. CARACTERÍSTICAS DEL MÉTODO
CONCRETO QUE DEBE UTILIZAR EL JUEZ PARA SU DETERMINACIÓN.
Del texto del artículo 107, fracción I, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, a
partir de su reforma publicada en el Diario Oficial de la Federación el 4 de octubre de 2011, se
advierte que la intención del Constituyente es continuar en el juicio de amparo con la tutela del interés
jurídico y agregar al ámbito de protección el interés legítimo, los cuales tienen diversos alcances,
pues el primero requiere, para su acreditación, el perjuicio de un derecho subjetivo del cual es titular
el agraviado; en cambio, el segundo comprende únicamente la existencia de un interés cualificado
respecto de la legalidad de los actos impugnados, y proviene de la afectación a la esfera jurídica del
individuo, ya sea directa o derivada de su situación particular respecto a la norma que establezca el
interés difuso en beneficio de una colectividad, identificada e identificable, lo cual supone que el
quejoso pertenece a ella; en ese contexto, dichas figuras están referidas u orientadas a cuestiones
de legitimación en la causa, pues en ambas se pretende la protección de derechos bajo modalidades
distintas, pues reconocer la tutela de dichos intereses a nivel constitucional, sólo tiene por efecto
posibilitar, en el interés jurídico, la protección de los derechos subjetivos individuales directos y, en
el legítimo, aquellos de grupo o individuales indirectos. A partir de las anteriores premisas el Juez,
en función del caso concreto, determinará si se está o no en presencia de un supuesto donde deba
analizar el interés jurídico o el legítimo, es decir, el método concreto consiste en atender a la
condición legal del sujeto frente al acto calificado de transgresor de sus derechos para precisar cuál
es su pretensión, lo que se logra mediante la revisión de la demanda en su integridad, las pruebas,
la naturaleza jurídica del acto reclamado e, incluso, de la autoridad responsable, dado que estos
factores, conjuntamente, influyen para determinar cuál interés busca protegerse; por ejemplo, si se
reclama de una autoridad la orden, ejecución, desposeimiento y embargo de un vehículo de motor
en el procedimiento administrativo en materia aduanera, cuya propiedad el quejoso adujo probar con
documentos específicos, como la factura con su traducción por ser de procedencia extranjera, este
planteamiento permite advertir que se reclama la afectación a un interés jurídico, dada la protección
pretendida al derecho de propiedad sobre el automotor. Por tanto, a partir de la diferencia de los
intereses descritos, no se está en posibilidad de examinar la afectación de los dos en torno a un acto
reclamado, en tanto uno excluye al otro, dado sus particulares orientación y finalidad, sin ser dable
perfilar el estudio en sede constitucional por la vía del interés legítimo sólo porque así lo refiere el
quejoso, pues ello equivaldría a desnaturalizar la función del órgano jurisdiccional en su calidad de
rector del juicio.
CUARTO TRIBUNAL COLEGIADO DE CIRCUITO DEL CENTRO AUXILIAR DE LA TERCERA
REGIÓN, CON RESIDENCIA EN GUADALAJARA, JALISCO.
Amparo en revisión 151/2013 (cuaderno auxiliar 580/2013). Reyna Griselda Rejón Ruelas. 11 de
julio de 2013. Unanimidad de votos. Ponente: Jorge Humberto Benítez Pimienta. Secretario: Miguel
Mora Pérez.
Esta tesis se publicó el viernes 24 de enero de 2014 a las 13:21 horas en el Semanario Judicial de
la Federación.”.

“Tesis: I.8o.A.4 K (10a.) Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta Décima


Época 2003608 4 de 4
Tribunales Colegiados de Circuito Libro XX, Mayo de 2013, Tomo 3 Pag. 1888
Tesis Aislada(Común)
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Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

INTERÉS JURÍDICO E INTERÉS LEGÍTIMO PARA EFECTOS DE LA PROCEDENCIA DEL JUICIO


DE AMPARO CONFORME AL ARTÍCULO 107, FRACCIÓN I, DE LA CONSTITUCIÓN FEDERAL,
VIGENTE A PARTIR DEL 4 DE OCTUBRE DE 2011. SUS DIFERENCIAS.
Conforme al artículo 107, fracciones I y II, de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, vigente a partir del 4 de octubre de 2011, el juicio de amparo podrá promoverse por la
parte que resienta el agravio causado por el acto reclamado (interés jurídico) o, en su caso, por
aquella que tenga un interés cualificado respecto de la constitucionalidad de los actos reclamados
(interés legítimo), el cual proviene de la afectación a su esfera jurídica, ya sea directa o derivada de
su situación particular respecto del orden jurídico, para que la sentencia que se dicte sólo la proteja
a ella, en cumplimiento del principio conocido como de relatividad o particularidad de las sentencias.
En congruencia con las definiciones que de una y otra clase de interés ha proporcionado la Suprema
Corte de Justicia de la Nación en las jurisprudencias publicadas en el Semanario Judicial de la
Federación, Séptima Época, Volumen 72, Séptima Parte, página 55 y en el Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XVI, diciembre de 2002, páginas 241 y 242, estas
últimas con claves o números de identificación 2a./J. 141/2002 y 2a./J. 142/2002, de rubros:
"INTERÉS JURÍDICO EN EL AMPARO, QUÉ DEBE ENTENDERSE POR PERJUICIO PARA LOS
EFECTOS DEL.", "INTERÉS LEGÍTIMO E INTERÉS JURÍDICO. AMBOS TÉRMINOS TIENEN
DIFERENTE CONNOTACIÓN EN EL JUICIO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO." e "INTERÉS
LEGÍTIMO, NOCIÓN DE, PARA LA PROCEDENCIA DEL JUICIO ANTE EL TRIBUNAL DE LO
CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO DEL DISTRITO FEDERAL.", respectivamente, pueden
identificarse, a partir de cuatro elementos de los que participan ambos tipos de interés, algunos
rasgos característicos que los diferencian, los cuales resultan orientadores para determinar en qué
casos debe satisfacerse uno u otro, a fin de acreditar el exigido por la norma constitucional para
efectos de la procedencia del juicio de amparo, los cuales son: a) titularidad del interés: tratándose
del jurídico es una persona, de manera individual y exclusiva, mientras que del legítimo, un grupo de
personas; b) poder de exigencia del titular: tratándose del primero es la capacidad de exigir de otro,
en este caso, de la autoridad, que realice cierta conducta de dar, hacer o no hacer en su beneficio
exclusivo, mientras que en el segundo no puede exigirse una prestación para sí, sino sólo puede
exigir que la autoridad actúe conforme a la ley, porque la violación a ésta le produce una afectación
a su situación, su cumplimiento, un beneficio o una ventaja jurídica; c) norma de la que surge:
tratándose del jurídico se crea para salvaguardar los intereses de particulares individualmente
considerados, mientras que respecto del legítimo es para salvaguardar intereses generales, el orden
público o el interés social; y d) tipo de afectación que sufre el titular del interés: tratándose del jurídico
la afectación deriva de una lesión directa a la esfera jurídica del gobernado, en tanto que en relación
con el legítimo se produce de manera indirecta, es decir, no es una lesión a la persona, sino a la
comunidad, sin embargo, afecta o impacta calificadamente a un grupo de personas que pertenecen
a esa comunidad por la posición que guardan frente al acto ilícito.
OCTAVO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA ADMINISTRATIVA DEL PRIMER CIRCUITO.
Amparo en revisión 220/2012. Armando Hernández Colín. 20 de septiembre de 2012. Unanimidad
de votos, con salvedades por parte de la Magistrada Ma. Gabriela Rolón Montaño en cuanto al tema
de que el quejoso debe tener interés jurídico antes de la entrada en vigor de las disposiciones
reclamadas. Ponente: Adriana Leticia Campuzano Gallegos. Secretario: Javier Ramírez García.
Amparo en revisión 204/2012. Alberto Romero García. 3 de octubre de 2012. Unanimidad de votos.
Ponente: Adriana Leticia Campuzano Gallegos. Secretario: Javier Ramírez García.”.

“Tesis: IV.2o.P.C.13 C Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta Novena


Época 193090 18 de 73
Tribunales Colegiados de Circuito Tomo X, Octubre de 1999 Pag. 1323 Tesis
Aislada(Civil)
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PERSONALIDAD Y NO LEGITIMACIÓN.
Cuando el demandado sostiene en su escrito contestatorio que el poderdante carece de facultades
para delegar el poder conferido por la empresa demandante, es concluyente que plantea una
cuestión de personalidad, y no de legitimación ad causam, en tanto que no objeta la titularidad del
derecho sustantivo, sino de la representatividad de la empresa demandante.
SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIAS PENAL Y CIVIL DEL CUARTO CIRCUITO.

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Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

Amparo directo 139/99. José Adolfo Terán Rodríguez y otra. 10 de junio de 1999.
Unanimidad de votos. Ponente: Guadalupe Méndez Hernández. Secretario: José Merced Quintanilla
Vega.”.

PARTES DEL NEGOCIO JURÍDICO

El negocio jurídico puede ser unilateral o plurilateral y por tanto intervenir una o varias
voluntades por sí mismas o a través de sus representantes.

Así tenemos que puede en un negocio jurídico intervenir varias voluntades con diferentes
caracteres.

El maestro Borja Soriano en su excelente e insuperable obra de Teoría General de las


Obligaciones (págs. 207 y 208), cita a otro Notario –Fernández Casado- y enseña: “…Sujeto del
instrumento público es la persona capaz de derechos y obligaciones en cuanto se establecen,
modifican o extinguen relaciones jurídicas que le atañen, aunque no intervenga en el otorgamiento.
Cuando se venden bienes inmuebles de un menor, éste es sujeto del instrumento público, pero no
otorgante ni concurrente. Lo mismo puede decirse del mandante, cuando el mandatario, usando del
poder, otorga algún contrato.
Llámase concurrente al que asiste al otorgamiento, aunque no establezca por sí mismo
ninguna relación de derecho. Así, por ejemplo, los testigos… y aún el mismo Notario son
concurrentes, sin ser otorgantes, partes ni sujetos… “Llámase otorgante al que personalmente
establece, modifica o extingue la relación de derecho. La palabra otorgante se deriva del verbo
otorgar, que significa consentir. Es, por lo tanto, impropia la frase Notario otorgante de que están
plagadas nuestras leyes y reglamentos; el Notario autoriza, preside la relación de derecho, pero no
la otorga, es decir, no la establece. El otorgante puede ser parte o sujeto del instrumento público, o
no serlo; cuando la relación de derecho establecida le atañe directamente, como sucede… al
comprador en la compraventa, entonces es sujeto o parte del instrumento público; pero si no tiene
interés directo en ella, no lo será; así, el mandatario que vende una finca es otorgante, pero no parte
ni sujeto; lo mismo puede decirse del padre que vende bienes del hijo menor, y del Juez que enajena
bienes… de alguna persona declarada en rebeldía.
“Llámase parte a los individuos o colectividades que ostentan unas mismas pretensiones en
el instrumento público. Así, por ejemplo… En una escritura de préstamo con fianza personal, el que
presta forma una parte, otra el prestatario y otra el fiador.
“Déducese de lo expuesto; que un solo individuo puede ser concurrente, otorgante, parte y
sujeto del instrumento público; que puede ser concurrente y no ser otorgante, parte ni sujeto; que
puede ser otorgante, pero no parte ni sujeto; que el sujeto puede ser por sí solo parte, o formarla con
otros sujetos, y que las partes y sujetos pueden muy bien no ser otorgantes.” [Fernández Casado,
op. cit; t. I, núm. 575]…”.

Parte en sentido material es a quien le recaen los efectos del negocio jurídico y puede o
no participar en él, es decir, puede o no ser compareciente.
Parte en sentido formal es quien interviene directamente en el negocio jurídico y no
necesariamente los efectos del negocio afectan su esfera jurídica, como puede ser el representante.

B).- AUSENCIA DE VICIOS

La voluntad debe manifestarse libremente, es decir, con conciencia y reflexión de lo que se


quiere y porque se quiere, sin estar coaccionada y en igualdad de circunstancias y con conocimiento
de causa.

Son tres los vicios que pueden afectar tales características y son el error, el miedo y la lesión.

35
Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

ERROR. Falsa noción de la realidad. Es una falta total o parcial de la adecuación entre el
pensamiento y la realidad. El error de derecho o de hecho, inválida el contrato si recae sobre el
motivo determinante de la voluntad, si se declaró ese motivo o por las circunstancias de la
celebración del contrato, se desprende ese falso motivo (1813, 1831, 1301, 2224, 2230, 2233 y 2236
del CCCMX; 7.53, 7.72, 6.16, 7.10, 7.14. 7.16 y 7.19 del CCEM).

El dolo y la mala fe son medios para provocar o mantener el error. Pero puede haber dolo o
mala fe y aún así no se expresa la voluntad viciada, por lo que entonces no habrá repercusión.

DOLO. Sugestión o artificio empleado para inducir a error o mantener en él a uno de los
contratantes (conducta activa).

MALA FE. La disimulación del error o el sostenimiento del dolo (conducta pasiva). Ambos
medios anulan el negocio. Puede ser por reticencia, es decir, callar lo que tiene que decirse.

El Dolus Bonus, son consideraciones generales sobre provechos y beneficios.

(1815, 1816, 1821 y 1822, 7.56, 7.57, 7.62 y 7.63). Puede ser por reticencia, es decir, callar
lo que tiene que decirse.

CLASES DE ERROR

Error espontáneo, que es aquél que no es provocado.

Error provocado.

Error disimulado, que puede ser en su origen espontáneo o provocado.

Error de cálculo y error de cuenta.

El cálculo es la suposición equivocada del alcance de las prestaciones. En realidad el Código


se refiere al error de cuenta, es decir, al hacer la cuenta aritmética, se anota un resultado erróneo.

EL ERROR DE HECHO. GRADOS.

Error obstativo (también llamado error obstáculo, error impediente o error grave), y puede
ser porque hay:

a).- Error sobre la naturaleza del contrato.

b).- Error sobre la identidad del objeto.

c).- Error sobre la identidad de la persona.

Error vicio (error nulidad).

a).- Error sobre cualidades de la persona.

36
Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

b).- Error sobre cualidades del objeto bien.

c).- Error indiferente.

EL ERROR DE DERECHO. Recae sobre la interpretación o el conocimiento de una


disposición legal.

EL ERROR SOBRE EL MOTIVO DETERMINANTE DE LA VOLUNTAD. 1813 y 7.53

No podemos decir que contratamos por un motivo determinado y en realidad contratamos


por un motivo diverso. Tampoco podemos suponer o creer en un cierto sentido y en realidad estamos
creyendo en otro sentido. El error pues, no recae sobre el motivo determinante de la voluntad, sino
sobre la cosa, persona, acto o posibilidad y esto es lo que motiva determinantemente a la voluntad
para contratar.

MIEDO. Es la perturbación mental que provoca que la voluntad no se manifieste libremente.


El miedo es provocado por la violencia.

VIOLENCIA. Si se emplea fuerza física (vis compulsiva) ó amenazas (vis impulsiva), que
importen peligro de perder la vida, la honra, la libertad, la salud o una parte considerable de los
bienes del contratante, cónyuge, ascendiente, descendientes o colaterales dentro del segundo
grado. Temor reverencial, consiste en no querer desagradar a personas a quienes se debe sumisión
o respeto (1819 y 1820; 7.60 y 7.61). Lo que vicia es el miedo, que es la perturbación mental ante
un peligro inminente e injusto que impide la formación de la voluntad.

En el Digesto D.4.2.21.5 se dice que la voluntad coaccionada, aunque coaccionada es


voluntad.

Si lo que se pretende es una prestación debida no hay miedo. Por ejemplo, es válido el
requerimiento de pago donde se advierte que ante el incumplimiento se acudirá ante los tribunales,
pero si se exige a alguien una donación a un tercero a cambio de no denunciarlo, no es válido.

Salvo acuerdos reparatorios.

LESIÓN. Existe cuando se explota la suma ignorancia, notoria inexperiencia, extrema


miseria o el estado de necesidad (17 y 7.55). Ver abuso del derecho (1912 y 7.146).

Es de notarse que el artículo 17 utiliza los superlativos suma, notoria y extrema, no así el
artículo 7.55 que además si menciona al Estado de Necesidad.

Tesis #225 571 y 227 081. No mencionan el “Estado de Necesidad”, sin embargo, está el
principio pro persona, además aprovecharse del “Estado de Necesidad” es un Abuso del Derecho.

37
Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

También puede ser por ligereza, debilidad de carácter, falta de juicio como necesidad
apremiante, estado de necesidad, apuro, en fin.

C).- OBJETO, MOTIVO O FIN LÍCITO.

La causa es aquéllo que genera o produce algo. Es el origen de un fenómeno, en este caso
jurídico y concretamente el contrato.

La Teoría Causalista, Clásica u Objetivista, cuyo principal exponente es Pothier, señala que
“La causa de uno es la obligación del otro”.

Creo que no tiene sustento, pues necesariamente uno se tendría que obligar primero y esto
no sucede en los contratos sinalagmáticos perfectos.

La Teoría Anticausalista desarrollada, entre otros, por Planiol, explica que no puede haber
causas en los contratos porque carecen de lógica y las obligaciones son simultáneas. Está teoría no
se explica en los contratos sinalagmáticos imperfectos.

Bonnecase, expone la Teoría Causalista Subjetivista y enseña que los fines siempre son
subjetivos y variables.

La falta de expresión de causa no anula el acto.

CAUSA EFICIENTE. Son las fuentes de las obligaciones, según deriva del Derecho
Romano. La creación, transmisión, modificación o extinción de derechos y obligaciones.

CAUSA FINAL. Según la teoría de Domat y Pothier, es el fin abstracto del negocio jurídico,
es decir, lo que pretende obtenerse del negocio jurídico, según del negocio de que se trate. Por
ejemplo, el vendedor de un bien, pretende obtener el precio, el que paga la renta, pretende el uso
de un bien.

CAUSA IMPULSIVA. El Motivo determinante de la voluntad, es el motivo interno que mueve


a la voluntad a expresarse de una o determinada manera. Porque se celebra el negocio jurídico.

La causa falsa a que se refieren los artículos 1813 y 7.53, invalida el contrato si recae sobre
el motivo o fin determinante. La causa ilícita en cambio provoca la nulidad absoluta del contrato, es
decir, si la causa es un objeto, motivo o fin ilícito.

En materia mercantil, el objeto, motivo o fin lícito de los actos de comercio deben ser lícitos
(art. 77 CCo.).

D).- FORMA, FORMALIDAD Y SOLEMNIDAD

La forma es la manera de manifestar la voluntad.

38
Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

La formalidad es el requisito de forma que la ley establece para la validez del negocio jurídico.

La solemnidad es la forma de la forma y es un requisito de existencia del negocio jurídico.

La formalidad tiene dos efectos:

Ad Probationem Causa, que sirve para probar la existencia del negocio jurídico.

Ad Solemnitatem Causa, que es un elemento de configuración del negocio jurídico y sin el


cual no puede tener ninguna validez.

En Derecho Mexicano las diferencias de la formalidad son probatorias y de existencia del


negocio jurídico. Si la formalidad sirve para probar su existencia, entonces el negocio jurídico que
adolece de forma estará afectado de nulidad relativa. Si la formalidad la determina la Ley para la
validez del acto, su falta tendrá como consecuencia la nulidad absoluta del negocio jurídico.

Nuestro Código no prevé la forma sino en los casos expresamente determinados en la Ley
(1832 a 1834 del CCDFF y también 1834 BIS tratándose del CCF. En el CCEM son los artículos 7.73
a 7.75. En materia mercantil 78, 89 bis, 93 del CCo.).

Por regla los códigos son consensualistas en oposición a formal y a real, salvo las
excepciones que más bien parecen reglas (1795-IV, 1796 y 1832 CCDF; 7.8-IV, 7.32 y 7.73 CCEM).

El artículo 78 del CCo. dice que en materia mercantil, predomina el consensualismo, sin
embargo en prácticamente todos los actos jurídicos se prevé la forma, como se analizará en cada
uno de los contratos.

MODALIDADES DE LA FORMA.

La forma puede ser consensual, formal, real o solemne.

Hay que precisar que la voluntad siempre se exterioriza de una forma determinada, pero
para que sea válida esa exteriorización debe hacerse con la formalidad que señale la ley. A veces
nos expresamos de manera determinada y se dice esas no son formas.

Será consensual, si la voluntad puede manifestar de cualesquier forma. Verbigracia la


compraventa sobre muebles (2316 -en el Estado de México por escrito-), mutuo (2384 y 7.655),
comodato (2497 en el Estado de México, por escrito), depósito (2516 y 7.738), fianza (2794 y
7.1000).

Son formales los negocios jurídicos que requieren de una forma específica (1795-IV y 2341
en donación, 7.8-IV y 7.617).

Los contratos reales son aquéllos que se perfeccionan mediante la entrega de la cosa. La
prenda no es contrato real (2858 y 7.1069). Ver artículos 2284 y 7.564.

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Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

En el Código Civil de 1884 había dos contratos reales (depósito -2545- y mutuo -2661-)

“Artículo 2545.- El depósito en general es un acto por el cual se recibe la cosa ajena con
obligación de custodiarla y restituirla en especie, sin facultad de usarla ni aprovecharse de ella.”.
“Artículo 2661.- Bajo el nombre de préstamo se comprende toda concesión por tiempo y para
objeto determinados, del uso de una cosa no fungible, con obligación de restituir esta en especie, y
toda concesión gratuita o a interés, de cosa fungible, con obligación de devolver otro tanto del mismo
género y calidad. En el primer caso, el préstamo se llama comodato y en el segundo mutuo.

Entrega real, jurídica o virtual (2284).

Real es entrega material. Jurídica en el ofrecimiento y consignación legalmente hechos. La


virtual es a su vez entrega y recepción virtual. También se conoce como entrega simbólica. En el
pago de una suma dineraria hecha con cheque.

Los solemnes son aquéllos negocios jurídicos que de no reunir los requisitos de forma,
adolecen de nulidad absoluta.

En el caso de la novación (2215 y 7.456) y la hipoteca (2919 y 7.1098), no se trata de actos


solemnes, sólo que deben constar expresamente, es decir, el consentimiento no puede ser tácito,
pero nada impide que se demande la acción proforma en caso de haberse celebrado tácitamente.

El matrimonio (146 y 147; 4.1 bis y 4.1), el testamento (1491 y 6.112), y el mutuo subrogatorio
(2059 y 7.304) son ejemplos de actos solemnes en Derecho Mexicano.

La modificación o extinción de derechos y obligaciones derivados de un negocio jurídico


deben hacerse en la misma forma que para el negocio jurídico que les dio origen se requiera.

A su vez la forma escrita puede ser:

La forma puede ser en escrito privado ante dos testigos (2556 CCDF; 7.769-IIIy 7.773
CCEM).

En escrito privado, ratificadas las firmas ante fedatario (2321 CCDF, 7.769- II y 7.772 CCEM).

En escrito privado ante dos testigos y ratificadas las firmas ante fedatario (2555 CCDF).

En escritura pública (2344 CCDF; 7.600 y 7.620 CCEM).

En escritura pública ante testigos (1513 CCDF y 6.128 CCEM).

En la forma escrita debe firmarse el documento, o bien, imprimir su huella digital.

Si no sabe o no puede firmar, la huella, o el juez decide (1832 a 1834 y 7.73 a 7.75). También
Ver 18 y 450-II del CCDF y 1.14 y 4.230-II a V del CCEM.

DOCUMENTO.

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Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

Todo documento implica tres elementos que lo conforman: material, grafía y contenido. Para
que tenga efectos jurídicos, es necesario la firma del que lo suscribe o de su autor.

El papel es el material más utilizado, pero a través de la historia otros materiales han servido,
tales como el papiro (egipcios y bizantinos), pergamino (griegos), tablas enceradas (romanos),
tabiques (mesopotámicos).

La evolución tecnológica ha creado otro tipo de materiales, inclusive intangibles. Los filmes,
fotografías, fonógrafos, computadoras, fax, correos electrónicos y demás tecnologías que han
generado el documento electrónico, al que me referiré más adelante.

La grafía es el acto de imprimir lo que se quiere transmitir, no necesariamente un texto, sino


la representación de lo que el intelecto humano crea.

Las herramientas son diversas en la prolongación de la historia humana, desde plumas de


ave, punzones, cinceles, hasta equipo mecánico, como pueden ser las imprentas, máquinas de
escribir y los procesadores de texto que generan el documento electrónico. La sustancia es la tinta
o el material físico que permanece indeleble o no en el documento.

El monumento igual que el documento capta hechos, pero se diferencia de éste, en que
generalmente son inmuebles, tales como pirámides, tumbas, obeliscos, catedrales.

El documento y el monumento son obras humanas (opus), pues la voluntad del hombre
interviene en ellos.

El contenido del documento es el pensamiento humano, pero para el maestro Francesco


Carnelutti, la manifestación del pensamiento no es necesaria ni suficiente.

Explica que lo no necesario, es porque una fotografía no representa la psique humana y es


documento y no es suficiente, pues una simple hoja que tiene un símbolo y la leyenda “hola”, es un
pensamiento humano pero no representa un hecho.

Desde mi punto de vista, el documento es toda manifestación directa o indirecta del intelecto
humano. Una fotografía se toma con la intención de representar un hecho o una situación y se desea
además su permanencia. En cuanto a una simple manifestación que no represente un hecho, creo
que más bien, si lo representa pero no trasciende. Hay quienes escriben más libros que los que leen,
pero esos libros no dejan de ser documentos, aunque no trasciendan.

Para determinar la finalidad del documento, es necesario distinguir entre impresos y


documentos. Por impresos se entiende todo tipo de objetos elaborados con papel, al cual se le ha
incorporado un texto, o texto e imagen. Como ejemplo, tarjetas, folletos, periódicos, libros,
documentoides, contratos privados, títulos de crédito e instrumentos públicos.

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Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

El género es el impreso y el documento escrito es la especie.

Las tarjetas, folletos y libros, tienen una finalidad distinta a la de los documentoides, contratos
privados, títulos de crédito e instrumentos públicos, pues estos últimos tienen una intención
documentadora original, es decir, la razón de su elaboración es que por su destino sean documentos.

El documento es un medio de comunicación de carácter permanente, compuesto de material,


grafía, contenido y para efectos jurídicos de firma.

Existen cinco especies de documentos: documentoide o documental, contrato privado, títulos


de crédito, documento notarial y documento electrónico.

El documentoide, es el documento que genera derechos y obligaciones por fuerza de la


práctica en la vida diaria, que tiene cierta eficacia en juzgado y sin ser formalmente un contrato o
negocio jurídico. Ejemplo: contraseñas o boletos de estacionamiento.

El documento privado, es aquél que genera derechos y obligaciones, pero carece de la


característica de la autenticidad, pues la ley no le reconoce eficacia plena como elemento probatorio,
no obstante, que para muchos contratos la forma requerida no es precisamente la escrita ni mucho
menos en instrumento público.

El título de crédito es el documento necesario para ejercer el derecho literal que en él se


consigna, es de naturaleza mercantil (también hay títulos civiles a la orden y al portador), cuyo
objetivo es la circulación de bienes y derechos representados a través del documento denominado
título de crédito. Es una declaración unilateral de voluntad, cuyo vínculo se refuerza con los principios
de autonomía, literalidad y legitimación. Si bien, no tiene valor probatorio pleno, si tiene fuerza
ejecutiva.

El instrumento notarial se clasifica en actas, escrituras, libro de cotejos, certificaciones y


testimonios.

El instrumento notarial forma parte del protocolo. El artículo 76 de la Ley del Notariado para
la Ciudad de México dice:

“Protocolo es el conjunto de libros formados por folios numerados y sellados en los que el
Notario, observando las formalidades que establece la presente Ley, asienta y autoriza las escrituras
y actas que se otorguen ante su fe, con sus respectivos apéndices; así como por los libros de registro
de cotejos con sus apéndices electrónicos.
En sentido amplio es la expresión que se refiere a todos los documentos que obran en el
haber de cada Notaría. El protocolo es abierto, por cuanto lo forman folios encuadernables con
número progresivo de instrumentos y de libros. En sentido estricto es tanto el conjunto de
instrumentos públicos fuente original o matriz en los que se hace constar las relaciones jurídicas
constituidas por los interesados, bajo la fe Notarial; como la colección ordenada cronológicamente
de escrituras y actas autorizadas por el Notario y aquellas que no pasaron, y de sus respectivos
apéndices, conforme a una periodicidad, procedimiento y formalidades reglados en esta Ley; y que
adquiridos a costa del Notario respectivo son conservados permanentemente por él o por su sustituto

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Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

en términos de esta Ley afectos exclusivamente al fin encomendado y, posteriormente, destinados


permanentemente al servicio y matricidad Notarial del documento en el Archivo como propiedad del
Estado, a partir de la entrega de los mismos a dicha oficina, en uno o más libros, observando para
su redacción y conformación de actos y hechos las formalidades y solemnidades previstas por esta
Ley, todo lo que constituye materia de garantía institucional de origen constitucional regulada por
esta Ley.
Los folios que forman el protocolo son aquellas hojas que constituyen la papelería oficial que
el Notario usa para ejercer la función Notarial. Son el sustracto o base material del instrumento
público Notarial, en términos de esta Ley.
Los instrumentos que integren el protocolo deberán constar además en Archivo Electrónico,
reproducción digitalizada o cualquier otra tecnología. Los Notarios remitirán el Archivo Electrónico
firmado con su Firma Electrónica Notarial al Colegio mediante el Sistema Informático, el cual lo
almacenará y resguardará permanentemente en dispositivos magnéticos o bien tecnologías de
vanguardia que los sustituyan como un respaldo que garantice su conservación a efecto de que el
Archivo pueda expedir las copias certificadas o testimonios que correspondan, previo el pago de los
derechos respectivos en términos de la Ley de Ingresos y del Código Fiscal de la Ciudad de México.
El Archivo únicamente recibirá para depósito definitivo los libros de protocolo y sus
respectivos apéndices, en unión del índice electrónico impreso. Esta recepción para depósito
definitivo solamente la hará el Archivo si el Colegio emite previamente una constancia de recepción
del respectivo Archivo Electrónico. Para tal efecto, treinta días hábiles previos a que concluya el
plazo a que se refiere el Artículo 96, el Notario deberá entregar al Colegio para su guarda y custodia
el Archivo Electrónico de cada decena que corresponda y el Colegio expedirá una constancia de
haber recibido el Archivo Electrónico. El Colegio deberá expedir dicha constancia dentro de los veinte
días hábiles siguientes a la recepción del Archivo Electrónico.
El Colegio estará obligado a observar en todo momento el secreto profesional que
establezcan las leyes. Así mismo, el Colegio en todo momento será responsable de la seguridad,
conservación, mantenimiento y actualización del Archivo Electrónico que se encuentre bajo su
guarda y custodia, únicamente para los efectos de coadyuvancia con el Archivo quien de forma
exclusiva expedirá las copias certificadas y testimonios en soporte electrónico respectivos, previo
paro de derechos y aprovechamientos que correspondan.
El Archivo podrá solicitar al Colegio copia electrónica de cualquier instrumento que se
encuentre en el Archivo Electrónico, únicamente para el cumplimiento de sus atribuciones legales.
Para tal efecto, el Colegio y las Autoridades Competentes convendrán la forma y mecanismos
mediante los cuales el Archivo podrá tener acceso al Archivo Electrónico que se encuentre bajo la
custodia del Colegio para los efectos que se mencionan en el párrafo anterior.”.

En las escrituras se hacen constar actos jurídicos y en las actas hechos jurídicos. Sin
embargo existen hechos jurídicos en sentido amplio (tanto hechos como negocios, ambos jurídicos)
que constan en el mismo instrumento y entonces no es ni acta ni escritura, sino instrumento en
sentido genérico.

El documento electrónico es un conjunto de impulsos eléctricos que recaen en un soporte


de computadora, y que, sometidos a un adecuado proceso, permiten su traducción a lenguaje natural
mediante una pantalla o una impresora.

La incorporación del documento electrónico es a través de cualesquier instrumento


tecnológico y no sólo la computadora. Además, el documento electrónico permite la utilización de
diversos lenguajes cibernéticos para el procesamiento o transmisión de la idea que representa.

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TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

La desmaterialización es –según el Glosario de Términos Utilizados en los Sistemas de Pago


y Liquidaciones- la eliminación de certificados físicos o documentos de titularidad que representan
la propiedad de los valores, de modo que los mismos solamente existen como registros contables.

Los títulos de crédito desmaterializados son aquéllos creados y emitidos a través de un


macro título que es inmovilizado en una entidad de depósito de valores, a efecto de que la circulación
y transmisión de tales títulos seriales en él incorporados se realice mediante mensajes de datos o
documentos electrónicos, sin resultar necesario para estos fines el soporte material y la posesión
física de dichos documentos cambiarios.

La importancia del documento, es que es el medio de comunicación por excelencia. La


manifestación de la voluntad puede ser expresa o tácita, la primera es verbalmente, por escrito, por
medios electrónicos, ópticos o por cualquier otra tecnología, o por signos inequívocos, y el tácito de
hechos o actos que lo presupongan o que autoricen a presumirlo, excepto que por ley o por voluntad
el consentimiento deba manifestarse expresamente (artículo 1803 del Código Civil Federal).

El documento en Derecho Procesal tiene una importancia vital, pues partiendo que el
proceso es un silogismo, donde la premisa mayor es la norma jurídica, la premisa menor son los
hechos y la consecuencia es la sentencia. Ésta es la conclusión documentadora de la combinación
de dichas premisas.

Es importante determinar en cada caso concreto el valor probatorio de los documentos


mencionados en este trabajo.

LA FIRMA

La firma es el signo emanado del puño y letra de la persona que se vincula con un
documento. También se le define como el conjunto de caracteres manuscritos que la permiten
identificar con la autoría o vinculación de un documento. La firma puede ser autógrafa o electrónica.
Ver firma electrónica (art. 2 LFECMX y 5-XI BIS, XII y XII BIS de la Ley de Gobierno Digital del Estado
de México).

La firma electrónica tiene un principio de equivalencia a la firma autógrafa (arts. 7 y 8


LFECMX, 7 y 8 de la LFEA y 5-XI BIS, XII y XII BIS, y 54 de la Ley de Gobierno Digital del Estado
de México).

La acción proforma procede si no se trata de actos solemnes o revocables (1833, 2232 del
CCCMX y 27 y 517-III del CPCCMX; 7.74 y 7.18 CCEM; 2.167-III CCEM).

XII.- EFECTOS DE LOS CONTRATOS

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TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

Son las consecuencias jurídicas que emanan del contrato, lo producido por él. Son la
creación, transmisión, modificación o extinción de derechos y obligaciones. La confirmación de
derechos o la creación de personalidad jurídica.

1.- OBLIGATORIEDAD. Los contratos legalmente celebrados deben puntualmente


cumplirse, pues el acuerdo de voluntades tiene fuerza de ley, es decir, la autonomía privada, crea
Derecho Objetivo generador de los Derechos Subjetivos de las partes para estar en aptitud de exigir
de otra su cumplimiento (1796 y 7.32).

2.- INTANGIBILIDAD. Consiste en que la culminación del contrato no puede dejarse al


arbitrio de una de las partes, salvo los casos permitidos por la ley (1797 y 7.33). Podemos ver
excepciones en los siguientes artículos 2423-III, 2478, 2531, 2596, 2635, 2663, 2680, 2720-VI, 2723,
2724 -7.716-V, 7.752, 7.816, 7.855, 7.878, 7.900, 7.935-VII, 7.936, 7.937- (en algunos casos puede
haber responsabilidad por el desistimiento inoportuno, o bien, abuso del derecho (840, 1912, 2531,
2723, 2724 -5.69, 7.146, 7.752, 7.936, 7.937-). Retractación sin responsabilidad 324 LGS, 56 LFPC,
294 de la LGTOC.

Ahora bien, la obligatoriedad y la intangibilidad tienen como excepción la teoría de la


imprevisión (cláusula rebus sic stantibus), que consiste en la modificación del contrato que no sea
aleatorio para igualar o equilibrar las prestaciones y éstas no se hagan onerosas para una de las
partes en claro beneficio de la otra (20, 1796 in fine, 1796 BIS, 1796 ter, 1857 -1.15, 7.32 in fine,
7.100).

Las cláusulas de escala móvil o cláusulas de indexación son aquéllas que sirven de
referencia para fijar el precio de las prestaciones (2389 y 7.660, 359 CCo., 8 Ley Monetaria).

3.- RELATIVIDAD DEL CONTRATO. El principio res inter alios acta, aliis neque prodesse,
neque nocere potest, consiste en que los efectos del contrato sólo afecta o aprovecha a las partes
que lo celebraron y por lo tanto, sólo entre ellas se crean derechos y obligaciones (1796 y 7.32).

4.- OPONIBILIDAD DEL CONTRATO. Consiste en que los terceros deben respetar los
efectos del contrato, efectos reflejos o indirectos, que son el dar, hacer, no hacer, dejar de hacer o
tolerar. Consiste en que precisamente deben los terceros no interesados en el contrato respetar los
derechos materia del contrato como consecuencia de la relación jurídica contractual de las partes
(3007, 3008 -8.13, 8.14). Ver también los efectos reflejos de la cosa juzgada y su excepción en el
artículo 93 del CPCDF y 1.212 del CPCEM).

XIII.- CLÁUSULAS DEL NEGOCIO JURÍDICO

La cláusula es la estipulación del autor o las partes del negocio jurídico con contenido
obligacional. Es la expresión de la voluntad, de lo querido, es decir, del derecho que se pretende y
de la obligación que se asume.

Los artículos 1839 del CCCMX y 7.80 del CCEM señalan que los contratantes pueden poner
las cláusulas que crean convenientes; pero las que se refieren a requisitos esenciales del contrato o
sean consecuencia de su naturaleza ordinaria, se tendrán por puestas aunque no se expresen, a no
ser que las segundas sean renunciadas en los casos y términos permitidos por la ley.

Así tenemos cláusulas esenciales, naturales y accidentales.

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TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

Las cláusulas esenciales son aquéllas que de no estar, no producen ningún efecto jurídico
respecto al negocio jurídico querido, o sea, si no se ponen, no hay negocio. El acuerdo de voluntades
sobre una cosa debe constar en el negocio jurídico, pues de lo contrario no habría negocio. Si X
quiere comprar el coche de Y, tendría que haber una cláusula que dijera que Y le vende a X el coche
en precio de tantos pesos, pues de no existir no habría compraventa.

Las cláusulas naturales son aquéllas que se tienen por puestas aunque no se expresen.
Por ejemplo dice el CC que todo el que enajena está obligado al saneamiento para el caso de que
el adquirente sufra la evicción. De tal suerte que en los contratos translativos de dominio se responde
del saneamiento para el caso de evicción, salvo en la donación.

Las cláusulas accidentales son aquéllas que modifican los efectos del negocio jurídico y
que pueden o no aparecer en el negocio jurídico. Por ejemplo puede pactarse que el enajenante no
se obligue al saneamiento para el caso de evicción, o sólo responda hasta determinado monto.

Asimismo, puede pactarse que la entrega del bien se haga en un lugar distinto al señalado
en el artículo 2082 (7.324).

XIV.- INTERPRETACIÓN DE LOS CONTRATOS

Interpretar es desentrañar el sentido de una expresión, encontrar su significado, o bien,


encontrar su definición o característica en un sentido determinado.

INTERPRETACIÓN LITERAL. Es aquélla que deriva del texto literal de la disposición y no


requiere mayor entendimiento (14 CPEUM, 19, 20, 1302, 1851 del CCCMX, 1.15, 1.16, 1.17, 6.17,
7.94 del CCEM). Igual al método exegético de interpretación de la ley.

INTERPRETACIÓN DE LA VOLUNTAD DECLARADA, VOLUNTAD INTENCIONAL O


INTENCIÓN DE LAS PARTES. Si del texto apareciere la intención evidente de los contratantes,
prevalecerá esa intención sobre las palabras. Es la causa que motiva a contratar. Esto se puede
acreditar con los acuerdos previos al otorgamiento del contrato en la forma requerida (1851 in fine
del CCCMX y 7.94 in fine del CCEM).

INTERPRETACIÓN INTEGRAL. Es aquélla que deriva de la conjunción de todas las


cláusulas de los contratos, atribuyendo a las dudosas el sentido que resulte del conjunto de todas
las cláusulas (1852, 1853, 1854 del CCCMX y 7.95, 7.96, 7.97 del CCEM).

CONSIDERACIONES PARA EL SUPUESTO DE NO PODER RESOLVER LAS DUDAS


CONFORME A LOS ARTÍCULOS 1851 A 1854 (7.94 a 7.97).

1.- Palabras con distintas acepciones serán entendidas en aquélla que sea más conforme a
la naturaleza y objeto del contrato (1855 y 7.98).

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TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

2.- Tomar en cuenta el uso o la costumbre (1856 y 7.99).

3.- Si las dudas son sobre cláusulas accidentales en contrato gratuito, se resolverá en favor
de la menor transmisión de derechos e intereses, si fuere oneroso, se resolverá la duda en favor de
la mayor reciprocidad de intereses (17, 20, 1837, 1838, 1857 y 7.55, 1.15, 7.78, 7.79, 7.100).

4.- Si las dudas recayesen sobre el objeto principal del contrato, y no puede saberse la
intención o la voluntad de los contratantes, el contrato será nulo (1857 in fine, 1389, 7.100, 6.72).

5.- El argumento a contrario o contrario sensu, indica que el contrato es restrictivo, restringe
el uso o el alcance de un derecho, a determinadas personas o circunstancias, lo que interpretado en
sentido contrario, significa que todo lo demás en el supuesto jurídico.

6.- Razonamiento de analogía (argumentos a pari, a majori ad minus, a minori ad majus).


Este tipo de argumentos indican que en todos aquellos casos en que existe una misma razón jurídica,
la disposición debe ser la misma (Ubi eadem ratio, idem jus).

“Para que la aplicación del razonamiento analógico sea correcta, no basta la simple
semejanza de dos situaciones de hecho, una prevista y otra no prevista por la ley; requiérese
asimismo que la razón en que la regla legal se inspira, exista igualmente en relación con el caso
imprevisto. Lo que puede justificar la aplicación por analogía es, pues, “la identidad jurídica
substancial”. La aplicación se realiza bien porque existe igualdad o paridad de motivos (argumento
a pari –se prohíbe la entrada de perros-), bien porque hay una mayoría de razón (argumento a minori
ad majus –en el caso del artículo 865 del CCDF, aunque los animales no sean bravíos, se tiene el
mismo derecho-), bien porque lo que ocurre es precisamente lo contrario (argumento a majori ad
minus –el supuesto del artículo 149 de la LGSM-). “Todos estos argumentos son aplicaciones
diferentes del mismo procedimiento científico, y suponen siempre el análisis profundo de las
disposiciones de la ley, con vistas al descubrimiento de la razón fundamental que la ha inspirado
(ratio iuris). Descubierta la ratio iuris, la aplicación extensiva es posible, a menos de que la
disposición legal consagre una excepción (exceptio est strictissimae interpretationis)… “Cuando nos
permitimos extender por analogía una fórmula legal a casos no previstos en ella, lo hacemos
convencidos de que el legislador habría querido lógicamente la solución, si hubiera podido conocer
la misma hipótesis” (GARCIA MAYNEZ y GENY, citado por aquél, pp. 335-336).

Las lagunas son la ausencia de regulación de determinadas situaciones jurídicas.

XV.- DIVISIÓN DE LOS CONTRATOS

UNILATERAL. Sólo una de las partes queda obligada (1835, 20 del CCCMX y 7.76, 1.15
CCEM).

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TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

Por ejemplo el contrato de promesa (2243 y 2244 -7.524 y 7.525-), donación (2332 -7.610-),
depósito (2516 y 2517 -7.738 y 7.739-).

BILATERAL. Las partes se obligan recíprocamente (1836, 20, 1949 del CCCMX, 7.77, 1.15,
7.345 del CCEM).

Por ejemplo compraventa (2248 y 7.532), mutuo con interés (2384 y 2393 -7.655 y 7.663-),
arrendamiento (2398 y 7.670), comodato (2497 y 7.721),

SINALAGMÁTICOS PERFECTOS. Son aquéllos en los que las obligaciones de las partes
se generan desde el momento de su celebración. Compraventa al contado.

SINLAGMÁTICOS IMPERFECTOS. Son aquéllos en que una parte se obliga desde la


celebración del contrato y la otra parte se obliga eventualmente para lo futuro, verbigracia Mutuo
(2384 y 7.655) y depósito (2516 y 7.738).

Considerar que el que cumple puede exigir el cumplimiento de la otra parte del contrato (646
del CPCCMX). Contra la posibilidad de exigir el cumplimiento sin cumplir se puede oponer la exceptio
non adimpleti contractus, o no cumplir (2431 y 2445).

También debe preverse el derecho de retención (2287 y 2299 -7.567 y 7.579) o la resolución
del contrato (1949 y 7.345).

ONEROSO. Es aquél en que se estipulan provechos y gravámenes recíprocos (1837, 7.78).


La compraventa es bilateral y onerosa.

CONMUTATIVO. Las prestaciones que se deben las partes son ciertas desde que se celebra
el contrato, pudiendo apreciar el beneficio o pérdida como consecuencia de la celebración del
contrato (1838, 7.79). Compraventa.

ALEATORIO. Si la prestación depende de un acontecimiento incierto que impida la ganancia


o pérdida, o bien, quien será el favorecido (1838, 20, 1857, 7.79, 1.15, 7.100). Renta Vitalicia. Juego
o apuesta.

GRATUITO. Es aquél en que el provecho es sólo para una de las partes (1837 in fine y 7.78
in fine). Vg. Donación.

El depósito es unilateral y gratuito, el comodato es bilateral y gratuito.

EJECUCIÓN INSTANTÁNEA. Aquéllos en los cuales las prestaciones y los efectos del
contrato, finalizan con la celebración del mismo. Vg. Compraventa.

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TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

INSTANTÁNEOS CON EJECUCIÓN DIFERIDA. Son aquéllos contratos en los que las
obligaciones nacen en el momento de la celebración del contrato pero se cumplen en el transcurso
del tiempo. Vg. Compraventa en abonos y Apertura de crédito.

TRACTO SUCESIVO. Son aquéllos en que las prestaciones se ejecutan de manera


periódica o escalonada por una o ambas partes. Vg. Arrendamiento.

Ver artículos 1159, 1162 y 1163 del CCCMX, 7.474 y 4.476, 7.477 del CCEM.

REALES. Contratos que se perfeccionan con la entrega de la cosa. En el caso de la prenda


no se trata propiamente de un derecho real, toda vez que lo que se perfecciona con la entrega de la
cosa no es el contrato sino la constitución del derecho real de prenda (2858, 7.1069).

CONSENSUALES. Aquéllos que no requieren ninguna formalidad para su


perfeccionamiento (1796, 1832, 2316, 2384, 2497, 2516, 2794 del CCCMX, 7.32, 7.73, 7.655, 7.738
del CCEM).

FORMALES. Los que requieren de alguna forma establecida por la ley (1795-IV, 2341 del
CCCMX y 7.8-IV, 7.617 del CCEM).

SOLEMNES. Aquéllos que si no revisten la forma establecida por la ley, adolecerán de


nulidad absoluta (vg. Mutuo subrogatorio (2059 y 7.304).

OBLIGATORIOS. Son aquéllos en los que su esencia es obligarse, es decir, el objeto directo
de la obligación y no el objeto mismo, o sea, la causa final u objeto indirecto de la obligación (2014,
2248, 2327, 2332, 2688, 2689, 2774, 2920 -7.259, 7.532, 7.605, 7.610, 7.909, 7.910, 7.985, 7.1125-
).

PRINCIPALES. Aquéllos que no requieren de otro para subsistir.

ACCESORIOS. Aquéllos que si requieren de otro para subsistir. Vg. La hipoteca.

PREPARATORIOS. Son aquéllos contratos preliminares que se celebran como previos al


contrato definitivo.

TRASLATIVOS DE DOMINIO. Aquéllos en los que se transmite la propiedad de cosas o


titularidad de derechos.

TRASLATIVOS DE USO. Son aquéllos en los que se transmite el uso.

DE PRESTACIÓN DE SERVICIOS. Aquéllos en los que se crean obligaciones de hacer a


favor de uno de los contratantes. Vg. Mandato.

ASOCIATIVOS. Por los cuales se crean personalidad jurídica o conjunción de esfuerzos sin
crear personalidad. Vg. Asociación Civil y Sociedad Civil, Aparcería Rural o Ganadera.

49
Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

DE GARANTÍA. Por los cuales se crean garantías a favor de uno de los contratantes.

VOLUNTARIOS VS OBLIGATORIOS. Por ejemplo la cesión de derechos en la Ciudad de


México, es obligatoria (1292).

LIBRES Y DE ADHESIÓN (ART. 85 LFPC).

DE CUSTODIA Y DE GESTIÓN. El depósito es un contrato de custodia y el mandato un


ejemplo de contrato de gestión.

SECCIÓN TERCERA
FUENTES EXTRACONTRACTUALES

I.- DECLARACIÓN UNILATERAL DE VOLUNTAD

A).- GENERALIDADES

Fuente extracontractual de obligaciones, por la cual una persona se obliga a mantener su


oferta frente a personas determinadas o indeterminadas, para que una vez aceptada, nazcan los
derechos y obligaciones derivados de la oferta.

En Roma, distinguían la Pollicitatio (promesa realizada a favor de la Ciudad, para efectuar


una obra pública o entregar una cantidad de dinero y constreñía al promitente cuando la hacía con
motivo de obtener un cargo público o de presentarse como candidato a uno), del Votum (promesa a
favor de una divinidad y su sanción era sacra y no jurídica y se hacía a cambio de la concesión de
una gracia).

La declaración unilateral de voluntad no estaba regulada en los Códigos de 1870 y 1884 y


tiene su fuente directa en el Código Civil Alemán.

El Código Civil Alemán en su artículo 305 ahora 311 señala:

Ҥ 311 Relaciones obligatorias negociales y similares a las negociales

(1) Para la constitución de una relación obligatoria mediante negocio jurídico, así como para
la modificación del contenido de una relación obligatoria, es necesario un contrato entre las partes,
en la medida en que la ley no dispone otra cosa.

(2) Una relación obligatoria con los deberes del § 241, apartado 2, también resulta de

1. entablar negociaciones contractuales,

50
Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

2. la preparación de un contrato por el cual una parte, en vista a una posible relación jurídica
negocial, concede a la otra parte la posibilidad de afectar a sus derechos, bienes jurídicos e intereses
o se los confía, o de

3. contactos negociales similares.

(3) Una relación obligatoria con los deberes del § 241, aparto 2, también puede afectar a
personas que no deben ser partes contractuales. Especialmente nace una relación obligatoria de
este tipo si el tercero exige una confianza especial y, por ello, influencia considerablemente las
negociaciones contractuales o la conclusión del contrato.”.

La declaración unilateral de voluntad igual que el contrato, deviene de la voluntad, pero basta
con una voluntad para crear a la obligación.

En el BGB la fuente de la obligación es el contrato y puede serlo la declaración unilateral de


voluntad cuando así lo dispone expresamente la ley. En nuestro Derecho no es así, por lo que
considero que la obligación derivada de una declaración unilateral de voluntad no sólo tiene su origen
en las especies de declaración unilateral de voluntad reguladas en el CCCMX sino que pueden ser
cualesquiera otras, como se desprende de la interpretación de los artículos 1793, 1858 y 1859, todos
del CCCMX (7.31, 7.102 y 1.103 CCEM), y como ejemplo tenemos la fianza o la hipoteca, que ambas
tiene la posibilidad de ser unilaterales.

Por lo anterior, el que no estén reguladas otras declaraciones unilaterales distintas a las
señaladas en los artículos del 1860 al 1881 del CCCMX (7.104 a 7.116 del CCEM) no significa que
dichas declaraciones no sean válidas.

B).- ESPECIES

La declaración unilateral de voluntad puede manifestarse como la policitación u oferta al


público, la oferta con promesa de recompensa, el concurso con promesa de recompensa, la
estipulación a favor de tercero y los documentos civiles a la orden o al portador.

1.- POLICITACIÓN U OFERTA AL PÚBLICO

Está especie de la declaración unilateral de voluntad consiste en ofrecer al público objetos


en un valor y/o condiciones determinadas. Verbigracia el ofrecer el descuento en determinada
mercancía (1860 CCCMX y 7.104 del CCEM).

Al respecto el artículo 46 de la Ley Federal de Protección al Consumidor dice:

“ARTICULO 46.- Para los efectos de esta ley, se consideran promociones las prácticas
comerciales consistentes en el ofrecimiento al público de bienes o servicios:

51
Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

I. Con el incentivo de proporcionar adicionalmente otro bien o servicio iguales o diversos, en


forma gratuita, a precio reducido o a un solo precio;
II. Con un contenido adicional en la presentación usual de un producto, en forma gratuita o
a precio reducido;
III. Con figuras o leyendas impresas en las tapas, etiquetas, o envases de los productos o
incluidas dentro de aquéllos, distintas a las que obligatoriamente deben usarse; y
IV. Bienes o servicios con el incentivo de participar en sorteos, concursos y otros eventos
similares.
Por "oferta", "barata", "descuento", "remate" o cualquier otra expresión similar se entiende el
ofrecimiento al público de productos o servicios de la misma calidad a precios rebajados o inferiores
a los normales del establecimiento.”.
La obligación consiste precisamente en sostener el ofrecimiento. No es lo mismo a lo
regulado en los artículos 1804 a 1806 del CCCMX (7.44 a 7.46 del CCEM), que se refieren a una
oferta pero a persona determinada, además de que dichas disposiciones pueden referirse a
cualesquier contrato y la policitación consiste en ofrecer bienes en un valor y/o condiciones
determinadas, es decir, puede ser para una compraventa o un arrendamiento.

Esta policitación u oferta al público puede considerarse como una subespecie del género a
que se refiere el artículo 1804 del CCCMX y 7.44 del CCEM.

“En el Diccionario de la Lengua “ofrecer” significa prometer; obligarse uno a dar… algo”, en
tanto que “ofrecimiento” es acción de ofrecer. “Oferta”, por su parte, es promesa de dar…una cosa;
propuesta para contratar. “Propuesta” a su vez significa manifestar con razones para inducir a
aceptar. Por último, “sostener” es sustentar; mantener firme una cosa.

Las referencias anteriores nos hacen concluir que no obstante las diversas situaciones en
las cuales alguien hace una oferta según los términos de los dispositivos relacionados, como son la
hecha con fijación de plazo (artículo 1804); la hecha sin fijación de plazo (artículo 1806), y en general,
todas las demás ofertas aludidas en los preceptos siguientes a los citados, son en los mismos
términos a la referida en el artículo 1860. Se trata de una y la misma oferta, concretamente para la
celebración de un contrato, acaso las indicadas en las primeras disposiciones para una aplicación
genérica, sin circunscribirse a la celebración de contratos con cosa y precio, señaladas
limitativamente en la segunda, y con tan solo la salvedad de que en el repertorio de disposiciones
del primer supuesto el sujeto a quien la oferta se dirige está determinado, y no así en la oferta al
público, pues como su denominación lo indica, se hace a la generalidad de las personas sin
determinación alguna; pero en suma, todos los supuestos es una oferta pendiente de aceptarse y

52
Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

mientras continúe activa en sus términos, quien la hizo debe mantenerla. Así pues, la oferta al público
(artículo 1860) es una especie de la oferta en general (artículos 1804 y siguientes).”29.

2.- OFERTA CON PROMESA DE RECOMPENSA

Puede consistir en la oferta de hechos al público consistente en comprometerse a


determinada prestación a quien satisfaga cierta condición o cumpla determinado servicio, como por
ejemplo el ofrecimiento de un premio por encontrar un bien extraviado o facilitar la satisfacción de
una necesidad (1861, 775 y 780 del CCCMX y 7.105 y 5.21 del CCEM).

Tanto la policitación u oferta al público como la oferta con promesa de recompensa tienen
las siguientes reglas comunes:

Antes de prestado el servicio o cumplida la condición, podrá revocarse la oferta, con la misma
publicidad que el ofrecimiento y siempre que no se hayan hecho erogaciones para prestar el servicio
o cumplir la condición, en cuyo caso el que las haya hecho tiene derecho a que se les reembolse,
salvo que se le demuestre que fuere imposible ejecutar el servicio o cumplir la condición (1863 del
CCCMX y 7.107 del CCEM).

Si se señala plazo, sujetarse a él, de lo contrario, se aplica supletoriamente el artículo 2080


del CCCMX y 7.322 y 7.323 del CCEM (1864 del CCCMX y 7.108 del CCEM).

Si fueren varios los acreedores, tendrá preferencia el primero en ejecutar el servicio o cumplir
la condición, si fuere simultánea, por partes iguales y si la recompensa no fuere divisible, se sorteará
(1865 del CCCMX y 7.109 del CCEM).

Aunque no lo prevé el Código, debe reconocerse a los otros concursantes que participaron
y reunieron los requisitos para obtener la recompensa y que también ganaron.

Si se estableció plazo, no podrá revocarse la oferta en tanto no expire el plazo.

A quien cumpla con los requisitos debe pagársele independientemente de que haya o no
beneficios para el oferente.

3.- CONCURSO CON PROMESA DE RECOMPENSA

Es una subespecie de oferta con promesa de recompensa, y debe fijarse necesariamente


un plazo. El plazo es un elemento esencial, cuya omisión provoca la inexistencia. Se tiene derecho
a designar la persona que deba decidir a quien o a quienes de los concursantes se otorga la
recompensa (1867 del CCCMX y 7.111 del CCEM), así como las reglas y bases a que se sujetarán.
Por ejemplo al ganador se le otorgará una beca, o bien, un sorteo.

29
DOMÍNGUEZ MARTÍNEZ… DERECHO CIVIL. OBLIGACIONES. pp. 284-285.

53
Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

Toda vez que es una subespecie de la oferta con promesa de recompensa, le son aplicables
las reglas de esa especie de declaración unilateral de voluntad.

4.- ESTIPULACIÓN A FAVOR DE TERCERO

Obligación que nace de un negocio jurídico, por la cual el promitente se obliga frente al
estipulante o promisorio a beneficiar a un tercero que no interviene en el contrato que le dio
nacimiento a la estipulación (excepción a la res inter allios acta…).

Es un contrato entre estipulante y promitente que por excepción a los efectos res inter allios
acta e intangibilidad del contrato, beneficia a un tercero, que no adquiere ninguna obligación.

La estipulación puede exigirse por el tercero o por el promitente (1869 del CCCMX y 7.113
del CCEM).

La estipulación se perfecciona desde que nace el contrato que le dio nacimiento, salvo las
modalidades que consten en el contrato (1870 y 1796 del CCCMX y 7.114 y 7.32 del CCEM).

En el caso del contrato de seguro ¿qué pasa si el tercero no ha nacido cuando la celebración
del contrato de seguro?

Puede revocarse mientras el tercero no haya manifestado su aceptación. En tal caso o


cuando rehúse la prestación, el derecho se considera como no nacido (1871, 1805, 1806 y 1808 del
CCCMX y 7.115, 7.45, 7.46 y 7.48 del CCEM).

El promitente podrá oponer las excepciones derivadas del contrato, salvo pacto en contrario
(1872 del CCCMX, 29 y 32-III del CPCCMX y 7.116 del CCEM, y 2.25 del CPCEM).

5.- DOCUMENTOS CIVILES A LA ORDEN O AL PORTADOR

Documentos emitidos unilateralmente a la orden o al portador y contienen obligaciones


contraídas por el emisor a favor del titular del documento (1873, 1874, 1881 y 2091 del CCCMX, 201
y 202 CPCCMX). Tienen la característica de literalidad y autonomía (1880 del CCCMX).

También ver los artículos 6 y 14 in fine de la LGTOC

Pueden transmitirse por endoso (conteniendo lugar y fecha en que se hace, concepto en que
se reciba, valor del documento, nombre de la persona a cuya orden se otorgó el endoso y firma del
endosante (1874 del CCCMX). Puede hacerse por endoso en blanco (1875 del CCCMX). Los
endosantes se obligan solidariamente, salvo endoso sin responsabilidad (1876 del CCCMX). Los
títulos al portador, se transmiten por la simple entrega del título (1877 del CCCMX). Salvo orden
judicial el deudor está obligado a pagar el título, aún cuando entre en circulación contra su voluntad
(1878, 1879, 1881, todos del CCCMX). En títulos al portador sólo pueden excepcionarse por nulidad
del título, las que deriven de su texto o las tenga contra el portador (1880 del CCCMX).

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Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

Una tesis aislada de la quinta época dice:

“Tesis: Semanario Judicial de la Federación Quinta Época 351723 1 de 0


Tercera Sala Tomo LXXIV Pag. 4567 Tesis Aislada(Civil)
Ocultar datos de localización
DOCUMENTOS CIVILES, NO PUEDEN TRANSFERIRSE POR ENDOSO.
Los artículos del 1873 al 1881 del Código Civil, vigente en el Distrito Federal, que se refiere
al otorgamiento de documentos civiles pagaderos a la orden o al portador, fueron derogados por la
Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito, de 26 de agosto de 1932, en su artículo 3o.,
transitorio, por oponerse aquellos artículos a dicha ley. Por tanto, los documentos civiles no pueden
transferirse por endoso, sino que para ellos es necesaria la cesión de derechos.
Amparo civil directo 3083/42. Delgado Abeyta Héctor. 18 de noviembre de 1942. Unanimidad
de cuatro votos. El Ministro Emilio Pardo Aspe no intervino en la votación de este asunto por las
razones que constan en el acta del día. La publicación no menciona el nombre del ponente.”.

Los documentos civiles a la orden o al portador fueron objeto de controversia en la doctrina


toda vez que había una postura (entre otros BORJA SORIANO y ESTEVA RUIZ) que decían que
estaban derogados por la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito (LGTOC) y otra que les
daba plena eficacia (ROJINA VILLEGAS, BEJARANO SÁNCHEZ y DOMÍNGUEZ MARTÍNEZ, entre
otros).

Después de las diversas consideraciones e interesantes argumentos de una y otra postura,


el suscrito concluyo lo siguiente:

a).- El Código Civil ahora Federal se terminó de publicar el 31 de agosto de 1928 y entró en
vigor el 01 de octubre de 1932 y la LGTOC se publicó el 27 de agosto de 1932 y entró en vigor el 15
de septiembre de 1932, es decir, la LGTOC se publicó con posterioridad al CCF y entró en vigor
antes que el CCF.

b).- La publicación formal de la ley no le da efectos jurídicos sino hasta que efectivamente
entra en vigor, es decir, durante la vacatio legis la ley no tiene efectos y por tanto en el caso concreto
la LGTOC aunque se publicó con posterioridad, es decir, formalmente tuvo existencia después del
CCF, dicha LGTOC no surtió efectos sino el 15 de septiembre de 1932, es decir, entró en vigor con
anterioridad al CCF que comenzó sus efectos precisamente el 01 de octubre de 1932, por lo que la
LGTOC no derogó al CCF por lo que se refiere a los documentos civiles a la orden o al portador.

c).- Asimismo, se trata de instrumentos jurídicos distintos, pues los títulos de crédito son
cosas mercantiles según el artículo 1 de la LGTOC y son documentos para ejercer el derecho literal
en el consignados y tienen las características propias de cada clase de los títulos de crédito
regulados en la referida LGTOC.

d).- Los títulos de crédito son documentos solemnes (14 LGTOC) y sólo se pueden ejercer
los derechos literales consignados en los mismos y conforme a las disposiciones propias de cada

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Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

título de crédito de los regulados en la LGTOC u otras leyes especializadas como la Ley de
Instituciones de Crédito y la Ley del Mercado de Valores.

e).- Los documentos civiles a la orden o al portador, no son documentos solemnes y pueden
referirse a cualesquier obligación, sean de dar o hacer. Difícilmente puede encontrarse obligaciones
de no hacer o tolerar.

f).- Extrañamente en el Código Civil del Estado de México del 2002 se omitió su regulación,
no obstante que pueden tener una aplicación práctica.

II.- ENRIQUECIMIENTO ILEGÍTIMO

El que sin causa legítima se enriquece en detrimento de otro, está obligado a indemnizarlo
en la medida que él se ha enriquecido (1882 del CCCMX y 7.117 del CCEM).

Para que se actualice el supuesto jurídico se requiere:

a).- Enriquecimiento de una persona;

b).- Empobrecimiento de otra;

c).- Relación entre el enriquecimiento y el empobrecimiento; y

e).- Ausencia de causa legítima.

“Tesis: Semanario Judicial de la Federación Sexta Época 270324 1 de 1


Tercera Sala Volumen LXXVII, Cuarta Parte Pag. 25 Tesis Aislada(Civil)
Ocultar datos de localización
ENRIQUECIMIENTO ILEGITIMO, ELEMENTOS DE LA ACCION DE.
El artículo 1882 del Código Civil del Distrito Federal, previene: "El que sin causa se enriquece
en detrimento de otro, esta obligado a indemnizarlo de su empobrecimiento en la medida que el se
ha enriquecido". Relacionando este precepto con el diverso artículo 26 del Código de Procedimientos
Civiles, sin duda se ve que ambas disposiciones establecen a favor del perjudicado, una acción de
indemnización, que tiene como limite, el empobrecimiento sufrido. De consiguiente, los elementos
que integran la acción de enriquecimiento ilegítimo son: a) El enriquecimiento de una persona; b) El
empobrecimiento de otra; c) Relación entre el enriquecimiento y el empobrecimiento; y d) Ausencia
de causa.
Amparo directo 818/61. Virginia Escobedo López. 28 de noviembre de 1963. Cinco votos.
Ponente: Mariano Ramírez Vázquez.”.

En realidad causa siempre hay, el supuesto es que no haya causa legítima y es a lo que se
quiso referir la ley.

El accipiens, es quien recibe lo indebido, también conocido como receptor. El solvens, es


quien da lo indebido, también conocido como pagano o pagador.

El enriquecimiento y el empobrecimiento no tienen que ser proporcionalmente iguales.

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Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

A).- CAUSAS DE ENRIQUECIMIENTO ILEGÍTIMO

1.- CONDICTIO AB CAUSAM DATORUM O CAUSA DATA CAUSA NON SECUTA (acción
por acontecimiento futuro que no llega a realizarse y hay prestación cumplida. Vg. Donación
antenupcial (230, 1940 y 1882 del CCCMX y 4.57, 7.181 y 7.117 del CCEM)).

2.- CONDICTIO INDEBITI (acción para pedir la restitución de lo pagado indebidamente


(1883, 1928 y 2076 del CCXMX y 7.118, 7.171 y 7.318 del CCEM). También puede ser por miedo y
en este supuesto la acción es de nulidad y no restitutoria). Puede consistir en la entrega de un bien
o en la ejecución de un hecho.

Pago de lo indebido no es un término afortunado, pues se paga lo que se debe y se tiene


por pagado lo que se recibe como pago, sin embargo, considero que es una utilización del lenguaje
para inferir que se pretende un pago y se recibe el mismo, en ambos supuestos de manera legítima.

3.- CONDITIO AB TURNEM CAUSA (acción para pedir la restitución por pago hecho contra
leyes de orden público o las buenas costumbres (1895 del CCCMX y 7.131 del CCEM). Vg. El dinero
obtenido por cometer un delito (art. 3 LGSM)).

4.- CONDITIO AB INJUSTAM CAUSAM (acción otorgada para oponerse al enriquecimiento.


Pago que no persigue fin inmoral pero es contrario a derecho. Vg. Usura (806, 904, 905 –buena y
mala fe- y 2397 del CCCMX, 5.44 y 7.669 del CCEM, y 21 LGSM)).

B).- ACTUACIÓN DE BUENA FE EN LA CONDICTIO INDEBITI

Si el accipiens o receptor actúa de buena fe, los efectos son los siguientes:

1.- Se tiene la obligación de restituir la cosa (1883 y 2011-III del CCCMX y 7.118 y 7.256-III
del CCEM). Si se trata de la prestación de un hecho, el accipiens debe pagar el equivalente al
enriquecimiento (1883 in fine del CCCMX y 7.119 del CCEM).

2.- El accipiens es responsable del menoscabo o pérdida de la cosa y sus accesiones, en


cuanto por ellos se hubiere enriquecido. Si la enajenó a título oneroso, entregará el precio o cederá
la acción para hacerlo efectivo (1887 del CCCMX y 7.123 del CCEM).

3.- Si el accipiens donó la cosa, no subsistirá la donación y se aplicará al donatario lo


dispuesto en el artículo 1887 (1888) del CCCMX, 7.123 (7.124) del CCEM. La cosa se puede
reivindicar si el tercero la adquirió de buena fe y a título gratuito (1886 y 3009 del CCCMX y 7.122 y
8.15 del CCEM).

No procede la restitución si el accipiens creyendo que se hacía el pago por cuenta de un


crédito legítimo y subsistente, hubiese inutilizado el título, dejado prescribir la acción, abandonado
las prendas o cancelado las garantías de su derecho. El solvens sólo podrá ejercer acción contra el

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Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

verdadero deudor o los fiadores, respecto de los cuales la acción estuviere viva (artículo 1890 del
CCCMX y 7.126 del CCEM).

4.- El accipiens, tiene derecho a que se le abonen los gastos necesarios y a retirar las
mejoras útiles, si no se pudiere, a recibir una cantidad equivalente al aumento de valor de la cosa
con las mejoras hechas (1889 del CCCMX y 7.125 del CCEM).

C).- ACTUACIÓN DE MALA FE EN LA CONDICTIO INDEBITI

Si el accipiens o receptor actúa de mala fe, los efectos son los siguientes:

1.- Se tiene la obligación de restituir la cosa y abonar el interés legal si se trata de capitales
o los frutos percibidos y los dejados de percibir, de las cosas que los produjeren (1883, 1884, 2011-
III y 2076 del CCCMX y 7.118, 7.119, 7.120, 7.256-III y 7.318 del CCEM). Tratándose de la prestación
de un hecho, el accipiens debe pagar el precio corriente de esa prestación (1883 2° párrafo del
CCCMX y 7.119 del CCEM).

2.- El accipiens además responde de los menoscabos del bien sufridos por cualquier causa,
y de los perjuicios que se irrogaren al que la entregó hasta que la recobre. No responde del caso
fortuito cuando éste hubiere podido afectar del mismo modo a la cosa hallándose en poder del
solvens.

3.- Si el accipiens la hubiere enajenado a un tercero que también tuviera mala fe, podrá el
dueño reivindicarla y cobrar de uno u otro, los daños y perjuicios (1885, 2164, 2165 y 3009 del
CCCMX y 7.121, 7.408, 7.409 y 8.15 del CCEM).

4.- El accipiens sólo tiene derechos si ha poseído en concepto de dueño, por más de un año,
pacífica, continua y públicamente y con tal que dicha posesión no sea delictuosa (813 del CCCMX y
5.48 del CCEM).

D).- ERROR EN EL PAGO

Se presume si se entrega una cosa o se ejecuta un hecho que no se debía o que ya estaba
pagado, pero aquel a quien se pide la devolución puede probar que la entrega o el hecho se hizo a
título de liberalidad o por cualquier causa justa (1892 y 2076 del CCCMX y 7.128 y 7.318 del CCEM).

E).- PRUEBA DEL ERROR

La prueba del pago indebido y la del error, incumbe al solvens, a menos que el demandado
(accipiens) negare haber recibido la cosa que se le reclama. En este caso, justificada la entrega por
el demandante, queda relevado de toda otra prueba. Esto no limita el derecho del demandado para
acreditar que le era debido lo que recibió (1891 y 1893 del CCCMX y 7.127 y 7.129 del CCEM ).

F).- ACTIO IN REM VERSO

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Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

La acción para repetir y ser indemnizado de lo pagado indebidamente corresponde al solvens


y prescribe en un año, contado desde que se conoció el error que originó el pago. El solo transcurso
de cinco años, contados desde el pago indebido, hace perder el derecho para reclamar su devolución
(1893 y 799 del CCCMX, 7.129 y 5.37 del CCEM y 26 CPCCMX).

G).- OBLIGACIÓN NATURAL

Si se ha pagado para cumplir una deuda prescrita o para cumplir un deber moral, no se tiene
derecho de repetir. Es una obligación natural (1894 y 1140 del CCCMX y 7.130 y 7.466 del CCEM).

H).- NATURALEZA JURÍDICA DE LA ACCIÓN DEL SOLVENS

La acción es indemnizatoria y restitutoria, si se actúa de mala fe y sólo restitutoria si se actúa


de buena fe. Si hubo miedo, entonces la acción es de nulidad.

III.- GESTIÓN DE NEGOCIOS AJENOS

A).- CONCEPTO Y NATURALEZA JURÍDICA

Existe gestión de negocios si el que sin mandato y sin estar obligado a ello (Gestor) se
encarga de un asunto de otro (Dueño del Negocio), ya sea de carácter patrimonial, de hechos
materiales (verbigracia el cuidar de una persona) o de hechos jurídicos (poseer un bien). Artículos
1896 CCCMX y 7.132 CCEM.

La gestión de negocios como fuente extracontractual desde luego se refiere a los negocios
ajenos, pues la gestión de negocios propios no merece tal regulación.

La naturaleza jurídica de la gestión de negocios ajenos es la de un cuasicontrato, pues


aunque esta figura es propia del Derecho Romano y no ha tenido un reconocimiento en nuestro
Derecho Mexicano, la gestión de negocios ajenos goza de las cualidades del cuasicontrato, pues se
trata de un acto voluntario lícito del Gestor y que genera derechos y obligaciones tanto para éste
como para el Dueño del Negocio.

B).- OBLIGACIONES Y RESPONSABILIDADES DEL GESTOR

a).- OBLIGACIONES

1.- Obrar conforme a los intereses del Dueño del Negocio (1896 del CCCMX y 7.132 del
CCEM).

2.- Desempeñar su encargo con toda diligencia (1897 del CCCMX y 7.133 del CCEM).

Pero su actuación debe conducirse con la máxima diligencia posible, es decir, como un
diligentísimo padre de familia.

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Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

Al respecto, el maestro Rojina Villegas enseña:

“En el Derecho romano se distinguieron tres tipos abstractos de conducta, que a su vez
correspondieron a tres tipos ideales de hombres: el diligentísimo padre de familia, que era el hombre
que observaba una diligencia máxima tanto en la custodia y conservación de las cosas propias o
ajenas, como en el manejo y cuidado de sus asuntos y de su hogar. Cuando no se observaba esta
diligencia máxima que la ley exigía generalmente al deudor en los contratos a título gratuito, para su
beneficio personal, como el comodato, se incurría en la culpa llamada levísima. Un segundo tipo
abstracto de conducta correspondía al buen padre de familia, quien debería observar una diligencia
media en el cuidado y conservación de las cosas y, cuando no procedía de esa manera, se le hacía
responsable de la culpa llamada leve, a cuyo efecto se consideraba como regla general que en los
contratos bilaterales y en los onerosos, ambas partes deberían cuidar las cosas cuyo uso, goce,
administración o custodia se les confería por la otra, observando esa diligencia media, de tal suerte
que en caso contrario se incurriría en culpa leve, con la consiguiente responsabilidad de indemnizar
los daños y perjuicios causados. Por último, el tercer tipo ideal de conducta se formó tomando en
cuenta el proceder del hombre común y corriente, a quien los romanos exigían la diligencia mínima
que cualquier hombre debe tener en el cuidado de sus cosas y en el manejo de sus asuntos, de tal
suerte que si no se observaba, se incurría en la culpa grave o lata. A este efecto se requería que en
los contratos gratuitos en beneficio del acreedor, como el depósito o el mandato no remunerados, el
deudor observara por lo menos esa diligencia mínima, pues no era posible exigirle mayor cuidado
en la conservación de las cosas de su acreedor, tomando en cuenta que éste era el que se
beneficiaba con la actividad de aquél. Sólo en el caso de dolo, malicia o culpa grave se hacía
responsable al deudor por los daños y perjuicios que le hubiere causado a su acreedor.”30.

Otras disposiciones que imponen el deber de actuar con diligencia son el comodato (2502
CCCMX y 7.7272 del CCEM), y el fideicomiso que se refiere al buen padre de familia en el artículo
391 de la LGTOC.

3.- Avisar de su gestión al Dueño del Negocio y continuar con su gestión hasta concluir con
el asunto si no fuere posible dar tal aviso (1902 del CCCMX y 7.138 del CCEM).

4.- No tiene derecho de cobrar retribución (1904 del CCCMX y 7.140 del CCEM).

b).- RESPONSABILIDADES.

1.- Indemnizar daños y perjuicios por culpa o negligencia (1897 del CCCMX y 7.133 del
CCEM).

30
ROJINA VILLEGAS, Rafael. DERECHO CIVIL MEXICANO. Tomo VI, Vol. 1. p. 272. 9ª ed. Porrúa, México, 2010.

60
Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

2.- Si tuvo por objeto evitar un daño inminente, sólo responde por dolo o falta grave (1898
del CCCMX y 7.134 del CCEM).

3.- Si actúa contra la voluntad real o presunta del Dueño del Negocio, debe reparar daños y
perjuicios, aunque no haya incurrido en falta (1899 y 1900 del CCCMX y 7.135 y 7.136 del CCEM).

4.- Responde aún del caso fortuito, si ha hecho operaciones arriesgadas, aunque el dueño
tuviere costumbre de hacerlas, o si hubiere obrado más en interés propio que en el del dueño (1900
del CCCMX y 7.136 del CCEM).

5.- Si delega también responde de los actos del delegado. Si son varios los gestores,
responden solidariamente (1901 del CCCMX y 7.137 del CCEM).

C).- OBLIGACIONES Y RESPONSABILIDADES DEL DUEÑO DEL NEGOCIO

1.- Si el negocio fue útilmente gestionado, debe cumplir las obligaciones que el Gestor haya
contraído a nombre de él y pagar los gastos conforme a los artículos 1903 del CCCMX y 7.139 del
CCEM.

2.- Pagar los gastos necesarios que hubiere hecho en el ejercicio de su cargo y los intereses
legales correspondientes (1904 del CCCMX y 7.140 del CCEM).

3.- Si no ratifica la gestión, sólo responderá de los gastos que originó ésta, hasta la
concurrencia de las ventajas que obtuvo el negocio (1907 del CCCMX y 7.143 del CCEM).

4.- Pagar el importe de los alimentos que un extraño haya dado al acreedor alimentista, salvo
que los haya dado con ánimo de un acto de beneficencia (1908 del CCCMX y 7.144 del CCEM).

5.- Pagar al que los haga, los gastos funerarios proporcionados a la condición de la persona
y a los usos de la localidad, aunque el difunto no haya dejado bienes. Esta obligación corresponde
a los que hubieren tenido la obligación de alimentarlo en vida (1909 del CCCMX. En el CCEM
debidamente se omitió).

D).- DIFERENCIAS CON OTRAS FIGURAS JURÍDICAS

a).- CON LA ACTUACIÓN POR QUIEN NO ES SU LEGÍTIMO REPRESENTANTE

La actuación por quien no es su legítimo representante no reúne los requisitos de la gestión


de negocios, ni produce sus efectos. Quien actúe por otro sin ser su representante, así lo debe
señalar, pues de lo contrario puede presumirse que actuó de mala fe. Además, en la actuación por
otro sin ser su representante, puede haber una presunta autorización del representado
(representación indirecta), cosa que no pasa en la Gestión de Negocios.

b).- CON EL MANDATO

61
Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

La Gestión de Negocios es un cuasicontrato, donde los derechos y obligaciones del Dueño


del Negocio frente al otro contratante, nacen con su ratificación, además de que deben reunirse los
requisitos de obrar sin mandato y sin estar obligado a actuar a favor del Dueño del Negocio o
representado.

El mandato es un contrato en que puede haber representación o no. Al igual que en la


Gestión de Negocios los efectos surten en la esfera jurídica patrimonial del representado o Dueño
del Negocio, respectivamente, pero en el mandato, hay consentimiento previo del representado o
mandatario y en la Gestión de Negocios no la hay del Dueño del Negocio.

Asimismo, la ratificación que produce efectos de mandato como señalan los artículos 1906
del CCCMX y 7.142 del CCEM se refiere respecto a la relación jurídica que surge con los terceros
con los que contrató el Gestor del Negocio y no significa que la gestión de negocios ajenos que nace
como cuasicontrato se convierta en un mandato.

En la gestión de negocios ajenos, los artículos 1904 del CCCMX y 7.140 del CCEM señalan
que el gestor no tiene derecho a retribución alguna y en el mandato si hay derecho a retribución,
pues el mandato gratuito debe estipularse expresamente, de lo contrario será oneroso (2549 del
CCCMX y 7.767 del CCEM).

Ver tesis jurisprudenciales No. De Registro “347 722” y “240 359”.

“Tesis: Semanario Judicial de la Federación Quinta Época 347722 1 de 0


Tercera Sala Tomo LXXXIX Pag. 1564 Tesis Aislada(Civil)
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GESTION DE NEGOCIOS, SUS DIFERENCIAS CON EL MANDATO.
El concurso de las voluntades del mandante y del mandatario, forman el mandato, en tanto
que en la gestión oficiosa, la intervención del gestor tiene por origen la voluntad unilateral y
espontánea de éste, ya que participa en los actos, sin el consentimiento y aun sin noticia del
interesado, aunque lo presuma. En el mandato, el mandatario contrata en representación del
mandante, conforme a las instrucciones que de él recibe, y la gestión de negocios tiene por
fundamento, conforme al artículo 2416 del Código Civil para el Distrito Federal de mil ochocientos
ochenta y cuatro, el mandato presunto del interesado, el cual se funda, a su vez, en la presunción
de que se aprobaran los actos ejecutados por el gestor, con la circunstancia de que las obligaciones
que contrae el dueño del negocio, no son efecto de su voluntad, sino que derivan de la ley, al reunirse
los requisitos que ésta exige.
Amparo civil directo 6615/44. Morales viuda de Otero Josefa. 12 de agosto de 1946.
Unanimidad de cuatro votos. Ausente: Vicente Santos Guajardo. Ponente: Hilario Medina.”.

“Tesis: Semanario Judicial de la Federación Séptima Época 240359 1 de 0


Tercera Sala Volumen 175-180, Cuarta PartePag. 99 Tesis Aislada(Civil)
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GESTION DE NEGOCIOS Y EL MANDATO, NATURALEZA JURIDICA DISTINTA DE LA.
Son de naturaleza jurídica diferente la gestión de negocios y el mandato, pues este último
es un contrato y como tal requiere de la existencia del concurso de voluntades de los contratantes
para que el mandante contraiga las obligaciones que su ejercicio implica, de donde resulta que la
eficacia de las acciones derivadas de ese contrato está condicionada a la comprobación del vínculo
jurídico existente entre el mandante y el mandatario; mientras que para la existencia de la gestión
de negocios, se requiere que una persona, sin tener mandato y sin estar obligada legalmente, se

62
Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

encargue de un asunto que esté momentáneamente abandonado por su dueño, por encontrarse
ausente o impedido para atenderlo personalmente, pues se trata de una institución que tiene su
fundamento en un principio de solidaridad social.
Amparo directo 207/82. Inmobiliaria Aguigón, S.A. 4 de noviembre de 1983. Unanimidad de
cuatro votos. Ponente: Gloria León Orantes. Secretario: Marco Antonio Rivera.
Véase: Quinta Época, Tomo XCVIII, página 1472.”.

c).- CON LA COMISIÓN MERCANTIL

El mandato para actos concretos de comercio, se reputa comisión mercantil (273 del Código
de Comercio).

IV.- DE LAS OBLIGACIONES QUE NACEN DE LOS ACTOS ILÍCITOS

A).- DERECHO ROMANO

En Derecho Romano existía el concepto de inuria que comprendió a todos los hechos ilícitos.
Los ilícitos privados o delicta eran conductas que causaban daño a otro, en su persona o en sus
bienes. Los crimina o ilícitos públicos, eran aquéllos que causaban daño directa o indirectamente al
orden público, a la organización política o a la seguridad del Estado.

Los primeros se vinculan con los ilícitos civiles y los segundos con el Derecho Penal.

B).- HECHO ILÍCITO

El capítulo que ahora corresponde estudiar no sólo regula actos, sino también hechos que
lícitos o no, causan un daño.

Como veremos, según se lee en el artículo 1913 (7.147), el acto aunque lícito puede causar
un daño y consecuentemente la obligación de indemnizar.

“ART. 1910.- El que obrando ilícitamente o contra las buenas costumbres cause daño a otro,
está obligado a repararlo, a menos que demuestre que el daño se produjo como consecuencia de
culpa o negligencia inexcusable de la víctima.”.

Este artículo primero señala el supuesto jurídico (obrar ilícitamente), posteriormente la


sanción (reparación del daño) y por último una excluyente de responsabilidad (la culpa o negligencia
inexcusable de la víctima).

La ilicitud consiste en actuar contra leyes de orden público o buenas costumbres (1830 -
7.71- (sólo vs leyes de orden público)).

Por lo tanto, según el enunciado del artículo 1910 (7.145), debe entenderse que obrar
ilícitamente también es ir contra las buenas costumbres y puede ser por acción (2269 -7.552- en la
venta de cosa ajena) o por omisión (60 -3.12- no reconocer a los hijos).

C).- ELEMENTOS DE LA RESPONSABILIDAD SUBJETIVA O DIRECTA

Para que se actualice la responsabilidad subjetiva o directa, es necesario que se conjunten


los elementos siguientes:

A.- Conducta ilícita.

B.- Causación de un daño y/o perjuicio.

63
Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

C.- Relación de causa-efecto.

D.- Dolo o culpa del transgresor. Es un elemento esencial.

No obstante que el artículo 1910 (7.145), no supone el último elemento, éste debe
considerarse como esencial, pues si se actúa sin dolo y sin culpa debe eximirse al causante del daño
de responsabilidad, primero porque se infiere de la parte final del artículo 1910 (7.145) y que puede
interpretarse extensivamente agregando que no responde si se demuestra que hubo culpa o
negligencia inexcusable de la víctima, o bien, el daño o perjuicio se produjo por factores externos
que no puede prever o pudiéndolo hacer, le sea imposible al causante del daño evitarlos. Una
persona puede causar un daño con dolo, con culpa, o sin culpa ni dolo.

D).- RESPONSABILIDAD POR HECHOS AJENOS O INDIRECTA

1.- RESPONSABILIDAD POR HECHOS DE PERSONAS

a).- Responsabilidad por hechos de incapaces.

Conforme al artículo 1911, son responsables los incapaces que causen daño, salvo los
supuestos de los artículos 1919 -7.163- (patria potestad), 1920 -7.164- (custodia), 1921 -7.165-
(tutela).

De allí se desprende que la víctima debe demandar al incapaz y en los supuestos de los
artículos mencionados (1919 a 1921 -7.163 a 7.165-), a las personas allí especificadas, sin poder
elegir a quien demandar.

El artículo 1922 (7.166), exige que los incapaces estén bajo su poder y habiten con ellos, es
decir, estén bajo su custodia.

Si están bajo la custodia de personas diferentes a los que ejercen la patria potestad, serán
aquéllos los que respondan (1922 -7.166-) y no debe limitarse a los directores de colegios, talleres,
etcétera; sino a cualesquier persona que tenga la custodia (tíos, primos, etcétera).

El artículo 1921 (7.165) dice que a los tutores les será aplicable lo dispuesto en los artículos
1919 y 1920 (7.163 y 7.164).

Todos quedan eximidos si dichas personas ejercieron suficiente vigilancia o si les fuere
imposible evitar el daño o perjuicio. Lo último, así como la extensión de exención de responsabilidad
a las personas señaladas en el artículo 1920 (7.164), se desprende de una interpretación amplia del
artículo 1922 (7.166).

Aunque el artículo 1920 (7.164) dice menores, debe entenderse a incapaces en general.

De las disposiciones estudiadas no se desprende derecho de repetición contra los


incapaces, lo cual tampoco se deduce del artículo 1911.

b).- Responsabilidad por hechos colectivos.

Conforme al artículo 1917 (7.161), si varias personas causan daño a otro, todos responden
solidariamente.

En realidad no es responsabilidad por hechos ajenos. El artículo 2437, es parecido al BGB


alemán y establece una presunción de quien provoca el daño y si no puede determinarse, todos los
inquilinos responderán a prorrata.

La parte final del artículo 1913 (7.147) también señala que el propietario de los mecanismos,
instrumentos, aparatos, vehículos automotores o sustancias peligrosas, será responsable solidario
de los daños causados.

64
Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

La responsabilidad solidaria del propietario también la encontramos en los artículos 1932 y


1933 (7.176 y 7.177), así como respecto de los patrones en los artículos 1935 a 1937 (derogados en
el Estado de México).

c).- Responsabilidad de las personas morales por hechos de sus representantes.

El artículo 1918 (7.162), dice que las personas morales son responsables de los daños y
perjuicios que causen sus representantes legales en el ejercicio de sus funciones, y debió distinguir
entre los realizados dentro de su objeto social y los que están fuera de su objeto social.

Responde la persona moral, pero esta puede repetir contra su representante legal (1928 -
7.171-).

El Doctor Domínguez Martínez (p. 370), distingue entre representante legal y mandatario y
escribe que si se trata de éste último y actúa ilícitamente, implicaría extralimitación en el ejercicio del
mandato y por tanto responde directamente (2568 y 2569 -7.782 y 7.783-). A mi parecer, la solución
es la misma sin distinguir si se trata de una representación legal (estatutaria u orgánica) o una
representación voluntaria, sin olvidar que el mandato puede ser con representación o sin
representación y en este último supuesto si respondería directamente el mandatario si se extralimito
en el ejercicio del mandato.

También debe considerarse si la víctima sabía que el representante actuaba como tal o por
derecho propio.

Hay dos posibilidades, una que la sociedad sea la única que responda por los hechos ilícitos
y la otra que no sea la única que deba responder, en el caso de esta última, puede demandarse a
los dos por apariencia jurídica.

Ver el artículo 421 del Código Nacional de Procedimientos Penales.

d).- Responsabilidad por hechos de dependientes laborales o profesionales.

Esta responsabilidad está regulada en los artículos 1923 a 1925 (7.167 a 7.169).

Los primeros dos artículos se distinguen del artículo 1925 (7.169), en que este último no
exime de responsabilidad a los jefes, sin embargo los tribunales han señalado la responsabilidad
inclusive por hechos de terceros y no solamente de las personas mencionadas en los artículos
citados, por la culpa in eligendo y culpa in vigilando.

“Tesis: I.4o.C.218 C Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta Novena


Época 165172 1 de 1
Tribunales Colegiados de Circuito Tomo XXXI, Febrero de 2010 Pag. 2909
Tesis Aislada(Civil)
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RESPONSABILIDAD CIVIL POR EL HECHO DE OTRO. LAS ASEGURADORAS SON
CORRESPONSABLES CON LOS MÉDICOS QUE INTEGRAN SU RED, POR VIRTUD DE LA
EXISTENCIA DE NEXOS QUE LOS UNEN, ATINENTES A LA CULPA IN ELIGENDO Y A LA CULPA
IN VIGILANDO.
La aseguradora es corresponsable con los profesionistas que integran su red de asistencia
médica, cuando en el contrato de seguro sujeta a sus beneficiarios y derechohabientes,
exclusivamente, a la lista de profesionistas que la propia institución integró. En conformidad con los
artículos 1910, 1911, 1918 a 1925 y 1927 a 1933 del Código Civil para el Distrito Federal, la
responsabilidad civil es la obligación de responder ante la justicia por un daño y de reparar sus
consecuencias indemnizando a la víctima, esto es, restablecer el equilibrio roto, por el autor del daño,
entre su patrimonio y el de la víctima. En la relación obligatoria a que da lugar la responsabilidad
civil, el deudor es el sujeto responsable o persona obligada a indemnizar el daño; por regla general,
lo está en primer lugar el autor material del hecho dañoso; pero también existen casos en que se

65
Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

obliga a responder a quien, sin haber tenido una intervención directa en la realización de ese hecho,
mantiene con su autor material una determinada relación que, a los ojos del legislador justifica que
se le haga responsable de las consecuencias de tal hecho, de suerte que ese tipo de responsabilidad
puede generarse por el hecho propio o por un hecho ajeno. En el caso de las aseguradoras, cuando
restringen a sus derechohabientes a la asistencia médica de los profesionistas de la red, su
responsabilidad civil deriva de su culpa in eligendo y de su culpa in vigilando por insuficiente
vigilancia; lo primero, en virtud de haber sido esa institución la que lleva a cabo su elección para
integrar la lista de los facultativos que prestan el servicio de asistencia médica a sus beneficiarios y
lo segundo, por la falta de constatación de que los especialistas autorizados cumplan con los
requisitos mínimos en la prestación de ese servicio. Por otro lado, su responsabilidad deriva también
de la restricción a que sujeta a sus derechohabientes para tener acceso a la atención médica
brindada exclusivamente por los profesionistas de la red, que lleva implícita la prohibición a sus
asegurados de acudir a otro médico que pudiera ajustarse al tabulador de la aseguradora. Así, es
precisamente la elección del médico responsable para integrar la lista de asistencia médica y la
sujeción a sus beneficiarios a dicha lista, lo que permite afirmar la corresponsabilidad de la
aseguradora con el profesionista que, materialmente, ocasionó el daño que dio lugar a la
responsabilidad civil.
CUARTO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER CIRCUITO.
Amparo directo 419/2009. Seguros Comercial América, S.A de C.V. 13 de agosto de 2009.
Unanimidad de votos. Ponente: Mauro Miguel Reyes Zapata. Secretaria: Mireya Meléndez Almaraz.”.

La víctima puede demandar directamente al responsable, como lo señala el artículo 1926


(7.170).

Si el principal fue el demandado, éste a su vez tiene derecho de repetir contra sus
dependientes según lo dispuesto en el artículo 1928 (7.171). Debe aplicarse el mismo criterio
respecto de los representantes de personas morales.

e).- Responsabilidad del Estado por hechos de sus empleados y servidores públicos.

Según reforma de 10 de enero de 1994, la responsabilidad civil del Estado es solidaria en


los hechos ilícitos dolosos, y subsidiaria en los demás casos.

En el 2002 se reformó el artículo 113 de la Constitución Política, adicionándole un párrafo,


conforme al cual “…La responsabilidad del Estado por los daños que, con motivo de su actividad
administrativa irregular, cause en los bienes o derechos de los particulares, será objetiva y directa.
Los particulares tendrán derecho a una indemnización conforme a las bases, límites y
procedimientos que establezcan las leyes.”

Esto quiere decir, que no hay que acreditar dolo o culpa y puede demandarse directamente
al Estado y no necesariamente al servidor público.

El 31 de diciembre del 2004, se publicó en el DOF la Ley Federal de Responsabilidad


Patrimonial del Estado, que derogó el artículo 1927 del Código Civil Federal.

En octubre del 2008, se publicó la Ley de Responsabilidad Patrimonial de la Ciudad de


México y se reformó el artículo 1927, para quedar como sigue:

“ARTÍCULO 1927.- El Estado tiene obligación de responder del pago de los daños causados
por sus empleados y servidores públicos con motivo del ejercicio de las atribuciones que les estén
encomendadas. Esta responsabilidad será objetiva y directa por la actividad administrativa irregular
conforme a la Ley de la materia y en los demás casos en términos del presente Código.”.

No entiendo que quiso decir con los demás casos.

El Estado también responde por culpa in operando o cupla in omitendo.

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Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

2.- RESPONSABILIDAD POR HECHOS DE BIENES

a).- Responsabilidad por hechos de animales (art. 1929 -7.173-).

Sólo responde si se actualizan los supuestos de la fracción primera del artículo 1929 (7.173),
es decir, si no lo guardaba y vigilaba con el cuidado necesario. La fracción segunda está relacionada
con el artículo 1930 (7.174) y tanto la fracción segunda como la tercera eximen de responsabilidad
al dueño del animal si hubo imprudencia del afectado, así como en el caso fortuito o fuerza mayor o
por responsabilidad de un tercero (1929-IV y 1930 -7.173-IV y 7.174-).

b).- Responsabilidad por ruina de inmuebles edificados.

Si la destrucción de un edificio causa un daño, se está obligado a responder conforme al


artículo 1931 (7.175).

c).- Responsabilidad por la explosión o desplazamiento de bienes.

Salvo la fracción tercera del artículo 1932 (7.176), que es responsabilidad subjetiva, todas
las demás son responsabilidad objetiva.

d).- Responsabilidad por objetos caídos o arrojados de inmuebles.

Según el artículo 1933 (7.177) los jefes de familia que habiten una casa o parte de ella, son
responsables de los daños causados por las cosas que se arrojen o cayeren de la misma.

La exención de responsabilidad se actualiza cuando se rinde la prueba de descargo, o sea,


que no incurrieron en dolo o culpa.

E).- RESPONSABILIDAD OBJETIVA

Consiste en la reparación de daños y perjuicios causados por el uso de mecanismos,


instrumentos, aparatos o substancias peligrosas por sí mismos, por la velocidad que desarrollen, por
su naturaleza explosiva o inflamable, por la energía de la corriente eléctrica que conduzcan o por
otras causas análogas, aunque no medie dolo o culpa de su parte (1913 -7.147-).

Los supuestos son de carácter enunciativo y la responsabilidad es independiente a la licitud


o ilicitud.

Se diferencia de la subjetiva en que es irrelevante el dolo o la culpa.

Sus elementos son el acontecimiento que causa el daño, la causación del daño y la relación
causa-efecto, entre el acontecimiento y el daño.

A.- RESPONSABILIDAD OBJETIVA POR EL EMPLEO DE BIENES PELIGROSOS O


GENERADORES DE PELIGRO

El artículo 1913 (7.147) tiene carácter enunciativo, más no limitativo, por su parte el artículo
1914 (7.148) señala que si no hay empleo de mecanismos, instrumentos, etcétera y sin culpa o
negligencia de ninguna de las partes, se producen daños, cada una de ellas los soportará sin derecho
a indemnización.

Debe existir una relación de causalidad entre el uso de mecanismos y el daño causado,
independientemente de que exista o no dolo o culpa. Siempre que haya dolo o culpa, hay
responsabilidad civil y debe responderse, en cambio si no hay una relación de causa-efecto, se libera
de responsabilidad.

67
Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

Así lo ha sostenido la tesis jurisprudencial número 176131, pero que además agrega
desafortunadamente la liberación de responsabilidad por caso fortuito o fuerza mayor, no obstante
lo dispuesto en la ley y la tesis aislada número 271482.

“Tesis: 1a./J. 189/2005 Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta Novena


Época 176131 1 de 1
Primera Sala Tomo XXIII, Enero de 2006 Pag. 541 Jurisprudencia(Civil)
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RESPONSABILIDAD CIVIL OBJETIVA. CUANDO EL ACTOR, QUE ALEGA DAÑOS
SUFRIDOS A CAUSA DE UNA COLISIÓN EN LA QUE PARTICIPARON DOS O MÁS VEHÍCULOS
AUTOMOTORES, ES UN PASAJERO QUE NO CONDUCÍA NINGUNO, LE CORRESPONDE
DEMOSTRAR QUIÉN PRODUJO ACTIVAMENTE DICHOS DAÑOS (LEGISLACIÓN DEL ESTADO
DE JALISCO).
El artículo 1427 del Código Civil del Estado de Jalisco establece que cuando una persona
use mecanismos, instrumentos, aparatos o sustancias peligrosos por sí mismos, por la velocidad
que desarrollen, por su naturaleza explosiva o inflamable, por la energía de la corriente eléctrica que
conduzcan, o por otras causas análogas, debe responder del daño que cause, aunque no obre
ilícitamente, a no ser que demuestre que ese daño se produjo por culpa o negligencia inexcusable
de la víctima, por caso fortuito o fuerza mayor. Por su parte, el artículo 286 del Código de
Procedimientos Civiles de la mencionada entidad dispone que el actor debe probar los hechos
constitutivos de su acción y el demandado los de sus excepciones. Así, de una interpretación
armónica y sistemática de ambos preceptos, se colige que cuando en una colisión participen dos o
más vehículos, y quien ejercite la acción de responsabilidad civil objetiva, alegando daños producidos
por tal evento, sea un pasajero que no conducía alguno de los vehículos siniestrados, éste deberá
probar los hechos constitutivos de su acción, consistentes en 1) la existencia de mecanismos,
instrumentos, aparatos o sustancias peligrosas; 2) el uso de dichos objetos; 3) la producción de un
daño; y 4) la relación de causalidad. En contrapartida, para combatir la referida acción, el demandado
debe probar los hechos constitutivos de sus excepciones, los cuales pueden ser el caso fortuito, la
fuerza mayor o la culpa o negligencia inexcusable de la víctima. Ahora bien, aunque por regla general
la actualización de la responsabilidad civil objetiva no requiere considerar elementos subjetivos de
la conducta dañosa como la culpa, en la hipótesis apuntada no puede existir un rigorismo en tal
sentido, pues del propio artículo 1427 señalado se advierten excepciones al postulado general, en
tanto que para que proceda la acción de mérito, no puede coexistir la culpa o negligencia inexcusable
de la víctima, pues ello la haría improcedente. En congruencia con lo anterior, se concluye que
cuando en el siniestro intervengan dos o más vehículos, para que prospere la acción de
responsabilidad civil objetiva el actor debe acreditar quién o quiénes produjeron directamente los
daños causados, así como la conexidad entre éstos y el uso de los automotores.
Contradicción de tesis 118/2005-PS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados
Segundo y Quinto, ambos en Materia Civil del Tercer Circuito. 16 de noviembre de 2005. Cinco votos.
Ponente: Sergio A. Valls Hernández. Secretario: Joaquín Cisneros Sánchez.
Tesis de jurisprudencia 189/2005. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en
sesión de fecha treinta de noviembre de dos mil cinco. México, Distrito Federal, primero de diciembre
de dos mil cinco.”.

“Tesis: Semanario Judicial de la Federación Sexta Época 271482 1 de 1


Tercera Sala Volumen XXXIV, Cuarta Parte Pag. 144 Tesis Aislada(Civil)
Ocultar datos de localización
RESPONSABILIDAD OBJETIVA.
De acuerdo con la teoría de la responsabilidad objetiva que adopta el artículo 1913 del
Código Civil, la responsabilidad derivada de la relación que una persona guarda respecto de cosas
peligrosas por sí mismas, que maneja o usa habitualmente, en tanto que deriva ventajas de su
iniciativa, se le imponen las cargas inherentes a los riesgos que de tal suerte determinar, y por riesgo
se entiende la contingencia o posibilidad de causar un daño con un resultado no sólo de caso fortuito
o fuerza mayor sino sobre todo de las situaciones derivadas de la vida social; por ende, no es
necesario para establecer la responsabilidad de la quejosa examinar la culpa en que pudo haber

68
Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

incurrido, pues basta que el riesgo que ha creado con la venta de una sustancia peligrosa se haya
realizado con daño del actor para que surja responsabilidad.
Amparo directo 6197/58. Compañía Mexicana de Gas, S. A. 21 de abril de 1960. Unanimidad
de cuatro votos. Ponente: Manuel Rivera Silva.
Sexta Epoca, Cuarta Parte:
Volumen XX, página 203. Amparo directo 5192/57. Octavio González. 12 de febrero de 1959.
Tres votos. Disidentes: Gabriel García Rojas y José López Lira. Ponente: José Castro Estrada.
Volumen XVI, página 118. Amparo directo 2544/56. Fulgencio Antonio Díaz y coagraviados.
20 de octubre de 1958. Unanimidad de cuatro votos. Ponente: José Castro Estrada.
Volumen III, página 164. Amparo directo 6205/56. Choferes Unidos de Tampico y Ciudad
Madero, S. C. L. 25 de septiembre de 1957. Cinco votos. Ponente: Mariano Ramírez Vázquez.
Volumen II, página 166. Amparo directo 1324/56. Juan Palomares Silva. 9 de agosto de
1957. Cinco votos. Ponente: Alfonso Guzmán Neyra.
Notas:
En el Volumen XX, página 203, esta tesis aparece bajo el rubro "RESPONSABILIDAD
OBJETIVA (LEGISLACIONES DEL ESTADO DE NUEVO LEON Y DEL TERRITORIO FEDERAL).".
En el Volumen XVI, página 118, esta tesis aparece bajo el rubro "RESPONSABILIDAD
OBJETIVA, ES INDEPENDIENTE DE LA CULPABILIDAD DEL AGENTE.".
En el Volumen III, página 164, esta tesis aparece bajo el rubro "RESPONSABILIDAD
OBJETIVA (AUTOMOVILES)." y página 165 "RESPONSABILIDADES OBJETIVA Y POR ACTOS
ILICITOS COEXISTENCIA DE LAS.".
En el Volumen II, página 166, esta tesis aparece bajo el rubro "RESPONSABILIDAD
OBJETIVA. RECAE EN LOS DUEÑOS DE LOS MECANISMOS PELIGROSOS.".

Asimismo, es irrelevante si se actuó lícita o ilícitamente. Se puede causar un daño actuando


lícitamente por ejemplo si se maniobra un vehículo para evitar lesionar a una persona. Es excluyente
del delito conforme al artículo 29 CPCMX (15CPEM). Se obra ilícitamente si no se reparan los frenos
de un vehículo y por tanto se causa un daño.

El segundo párrafo del artículo 1913 (el CCEM no tiene segundo párrafo) señala que en
todos los casos el propietario de los bienes es responsable solidario. Difiero del maestro Fausto Rico
en el sentido de que debe responder aún cuando los bienes se utilicen contra su voluntad, pues en
ese supuesto el titular de dichos bienes a su vez es víctima de otro ilícito, como por ejemplo el robo,
aunado a que de una interpretación integral debe concluirse que nadie está obligado al caso fortuito
o fuerza mayor sino en los casos expresados en el artículo 2111 (7.354).

B.- RESPONSABILIDAD OBJETIVA POR HECHOS DE REPRESENTANTES Y DE


DEPENDIENTES LABORALES O PROFESIONALES

Los representantes y dependientes pueden tener responsabilidad objetiva o subjetiva, en


tanto que las personas morales y hospederos, tendrán responsabilidad objetiva, pues no pueden
liberarse acreditando que no incurrieron en dolo o en culpa in eligendo.

C.- RESPONSABILIDAD OBJETIVA DE LOS PROPIETARIOS POR HECHOS


PRODUCIDOS CON SUS BIENES

De igual manera en los supuestos de los artículos 1932 y 1933 (7.176 y 7.177), los
propietarios y jefes de familia son responsables, aunque demuestren que no incurrieron en dolo o en
culpa. Las fracciones I, II, IV y VI del artículo 1932 (7.176), prevén los mismos supuestos del artículo
1913 (7.147).

“Tesis: 1a. CCLXXII/2014 (10a.) Gaceta del Semanario Judicial de la Federación


Décima Época 2006958 1 de 2
Primera Sala Libro 8, Julio de 2014, Tomo I Pag. 142 Tesis Aislada(Civil)
DAÑOS PUNITIVOS. CONCEPTUALIZACIÓN DE SUS FINES Y OBJETIVOS.

69
Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

Mediante la compensación del daño se alcanzan objetivos fundamentales en materia de


retribución social. En primer lugar, al imponer a la responsable la obligación de pagar una
indemnización, la víctima obtiene la satisfacción de ver sus deseos de justicia cumplidos. Así,
mediante la compensación, la víctima puede constatar que los daños que le fueron ocasionados
también tienen consecuencias adversas para el responsable. Por otra parte, la compensación tiene
un efecto disuasivo de las conductas dañosas, lo que prevendrá conductas ilícitas futuras. Así, dicha
medida cumple una doble función, ya que las personas evitarán causar daños para evitar tener que
pagar una indemnización y, por otra, resultará conveniente desde un punto de vista económico
sufragar todos los gastos necesarios para evitar causar daños a otras personas. A dicha faceta del
derecho de daños se le conoce como "daños punitivos" y se inscribe dentro del derecho a una "justa
indemnización".
Amparo directo 30/2013. J. Ángel García Tello y otra. 26 de febrero de 2014. Cinco votos de
los Ministros Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, José Ramón Cossío Díaz, quien formuló voto
concurrente, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, Olga Sánchez Cordero de García Villegas y Jorge Mario
Pardo Rebolledo, quien formuló voto concurrente. Ponente: Arturo Zaldívar Lelo de Larrea.
Secretaria: Ana María Ibarra Olguín.
Amparo directo 31/2013. Admivac, S.A. de C.V. 26 de febrero de 2014. Mayoría de cuatro
votos de los Ministros Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, José Ramón Cossío Díaz, Alfredo Gutiérrez
Ortiz Mena y Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Disidente: Jorge Mario Pardo Rebolledo,
quien formuló voto particular. Ponente: Arturo Zaldívar Lelo de Larrea. Secretaria: Ana María Ibarra
Olguín.
Esta tesis se publicó el viernes 11 de julio de 2014 a las 8:25 horas en el Semanario Judicial
de la Federación.”.

“Tesis: 1a. CCLXXI/2014 (10a.) Gaceta del Semanario Judicial de la Federación


Décima Época 2006959 2 de 2
Primera Sala Libro 8, Julio de 2014, Tomo I Pag. 143 Tesis Aislada(Civil)
DAÑOS PUNITIVOS. ENCUENTRAN SU FUNDAMENTACIÓN LEGAL EN EL ARTÍCULO
1916 DEL CÓDIGO CIVIL PARA EL DISTRITO FEDERAL.
El carácter punitivo de la reparación del daño se deriva de una interpretación literal y
teleológica del artículo 1916 del Código Civil para el Distrito Federal. Dicho artículo dispone que en
la determinación de la "indemnización", se valoren, entre otras circunstancias, los derechos
lesionados, el grado de responsabilidad y la situación económica de la responsable. De esta forma,
el juez no debe solamente considerar en su condena aquellos aspectos necesarios para borrar, en
la medida de lo posible, el daño sufrido por la víctima, sino que existen agravantes que deberán
ponderarse en el quántum de la indemnización. Como se puede observar, este concepto no busca
únicamente reparar el daño en los afectos de la víctima, sino que permite valorar el grado de
responsabilidad de quien causó el daño. Tal conclusión también se deriva de los antecedentes
legislativos que dieron lugar a la reforma publicada en el Diario Oficial de la Federación el 31 de
diciembre de 1982.
Amparo directo 30/2013. J. Ángel García Tello y otra. 26 de febrero de 2014. Cinco votos de
los Ministros Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, José Ramón Cossío Díaz, quien formuló voto
concurrente, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, Olga Sánchez Cordero de García Villegas y Jorge Mario
Pardo Rebolledo, quien formuló voto concurrente. Ponente: Arturo Zaldívar Lelo de Larrea.
Secretaria: Ana María Ibarra Olguín.
Amparo directo 31/2013. Admivac, S.A. de C.V. 26 de febrero de 2014. Mayoría de cuatro
votos de los Ministros Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, José Ramón Cossío Díaz, Alfredo Gutiérrez
Ortiz Mena y Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Disidente: Jorge Mario Pardo Rebolledo,
quien formuló voto particular. Ponente: Arturo Zaldívar Lelo de Larrea. Secretaria: Ana María Ibarra
Olguín.
Esta tesis se publicó el viernes 11 de julio de 2014 a las 8:25 horas en el Semanario Judicial
de la Federación.”.

“Tesis: I.6o.C.363 C Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta Novena


Época 177335 1 de 1

70
Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

Tribunales Colegiados de Circuito Tomo XXII, Septiembre de 2005 Pag. 1436


Tesis Aislada(Civil)
CONTRATOS NEGOCIACIONES O TRATOS PRELIMINARES EN ÉSTOS.
En tratándose de contratos, es de señalar que en ocasiones éstos se forman sin ir precedidos
de contactos previos entre las futuras partes, sin embargo, en la realidad el contrato casi nunca se
forma instantáneamente, especialmente, cuando presenta relevante interés económico, pues
entonces, va precedido de tratos o negociaciones, que en el lenguaje coloquial se denomina
contratar, que sólo es una actividad dirigida a conseguir los acuerdos respectivos, más o menos
prolongados, durante los cuales las futuras partes contratantes debaten acerca de cuál será o podrá
ser el contenido del contrato por realizar y valoran la conveniencia de acceder o no a él. Los tratos o
negociaciones preliminares no son vinculantes, en virtud de que el resultado de ellos no es todavía
el contrato, sino un mero esquema hipotético, que se convertirá en un futuro contrato, si las partes
dan su consentimiento sobre cada una de las cláusulas que lo forman. Sin embargo, tales tratos sí
obligan cuando ya han llegado al punto en que haga prever que se podría celebrar el contrato y una
de las partes rompe con los tratos sin motivo justo o atendible, porque entonces se da la culpa en el
curso de los tratados contractuales y la responsabilidad precontractual y entonces la contraparte
tendrá derecho al resarcimiento del daño, esto es, al denominado interés contractual negativo, en
contraposición al llamado interés contractual positivo o interés en el cumplimiento cuando pueda
probarse que confiando en el estado de los tratos, ha incurrido en gastos que no habría afrontando
si hubiese podido prever que el contrato no se iba a concluir, o bien, que rechazó otra oferta igual o
más ventajosa, proveniente de otra persona sufriendo así daños y/o perjuicios lo cual se encuentra
implícito en el artículo 1796 del Código Civil para el Distrito Federal, pero no obstante lo anterior, no
hay lugar al resarcimiento cuando la ruptura de los tratos ha quedado sin consecuencias
patrimoniales para la contraparte. El contrato puede formarse de manera instantánea con todos sus
elementos, pero puede también, de momento, alcanzar el entendimiento sobre algunos elementos
remitiendo la determinación de otros a un momento posterior, lo que se conoce como la formación
progresiva del contrato y el documento en el que se fija por escrito el contenido de los puntos
esenciales, sobre los que se alcanza el aludido entendimiento de las partes, es la denominada minuta
o borrador, pero en principio, no tiene carácter vinculativo para las partes porque éstas son
conocedoras del carácter provisional o interlocutorio de él cuyo entendimiento formal será alcanzado
en cuanto a todos los puntos una vez que esté debidamente formado, por lo que la minuta, aunque
esté firmada no es fuente de obligación o de adquisición de derechos. Debe decirse también que los
tratos se inician con una propuesta u oferta de contrato dirigida, verbalmente o por escrito, por un
sujeto proponente u oferente a un destinatario y la oferta no es perfecta, sino hasta que sea conocida
por éste. La propuesta, completa como debe ser, contiene en germen, todos los elementos
esenciales del futuro contrato y se debe someter al destinatario de ella para su examen, y si bien es
cierto que dicho destinatario no tiene el deber jurídico de dar una respuesta de aceptación o rechazo
pudiendo dejar caer en silencio la propuesta, también es verdad que ésta no compromete al
proponente, quien siempre estará en posibilidad de revocarla, mientras no sea aceptada, cuestiones
las anteriores que se infieren de la interpretación de los artículos del 2243 al 2246 del comentado
Código Civil para el Distrito Federal, contenidos en el título primero, denominado "De los contratos
preparatorios. La promesa de la compraventa", en íntima relación con los artículos del capítulo II,
denominado "De la declaración unilateral de voluntad", artículos del 1860 al 1881 del citado código.
Debe señalarse también que la propuesta, con independencia de su revocación, pierde eficacia o
caduca, en el sentido de que libera al proponente si queda sin respuesta de aceptación por un tiempo
que exceda del establecido por el referido proponente, o del ordinariamente necesario, según la
naturaleza del negocio. Actualmente las propuestas u ofertas están reguladas en los artículos del
1860 al 1881 ya expuestos, las que acompañadas de un plazo dentro del cual el destinatario tiene
la facultad de aceptar, contienen una implícita renuncia al derecho de revocación y son vinculantes
para el oferente por toda la duración de aquel término, conforme a los artículos 1860 y 1863 de la
codificación legal en cita. La revocación de las propuestas u ofertas que sirve para limitar la
consecuencia de un espontáneo acto de voluntad y arbitrio del proponente, sólo es eficaz si se ha
hecho después del vencimiento del término, acorde con el artículo 1863 invocado, pero por otra
parte, transcurrido el término sin la aceptación del destinatario, la revocación es inútil, ya que la
caducidad de la oferta se produce por sí misma. Precisamente, para que la propuesta no se entienda
como oferta firme, se suele acompañar de la cláusula "sin compromiso", "quedando libre", u otra

71
Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

equivalente, sin embargo, aun sin cláusula de este género que sirve solamente de precaución para
el oferente, las propuestas puras y simples deben considerarse, en la duda como "no firmes" y por
tanto revocables, en atención a lo expuesto en líneas que anteceden. Luego la negociación o trato
preliminar, constituye un documento en el que los futuros y posibles contratantes debatieron acerca
de cuál podría ser el contenido del pacto a realizar, en que se valoró la conveniencia de la operación,
además de que constituye un esquema meramente hipotético que se podrá o no convertir en contrato
si se da el consentimiento sobre cada una de sus cláusulas.
SEXTO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER CIRCUITO.
Amparo directo 2826/2004. Banco del Atlántico, S.A., Institución de Banca Múltiple,
Integrante del Grupo Financiero GBM Atlántico, S.A. de C.V. 9 de julio de 2004. Unanimidad de
votos. Ponente: María Soledad Hernández de Mosqueda. Secretario: Jorge Chong Gutiérrez.”.

F).- DAÑO MORAL

CÓDIGO CIVIL DE LA CIUDAD DE MÉXICO:

“ARTICULO 1,916.- Por daño moral se entiende la afectación que una persona sufre en sus
sentimientos, afectos, creencias, decoro, honor, reputación, vida privada, configuración y aspectos
físicos, o bien en la consideración que de sí misma tienen los demás. Se presumirá que hubo daño
moral cuando se vulnere o menoscabe ilegítimamente la libertad o la integridad física o psíquica de
las personas.
Cuando un hecho u omisión ilícitos produzcan un daño moral, el responsable del mismo
tendrá la obligación de repararlo mediante una indemnización en dinero, con independencia de que
se haya causado daño material, tanto en responsabilidad contractual como extracontractual. Igual
obligación de reparar el daño moral tendrá quien incurra en responsabilidad objetiva conforme al
artículo 1913, así como el Estado y sus servidores públicos, conforme a los artículos 1927 y 1928,
todos ellos del presente Código.
La acción de reparación no es transmisible a terceros por acto entre vivos y sólo pasa a los
herederos de la víctima cuando ésta haya intentado la acción en vida.
El monto de la indemnización lo determinará el juez tomando en cuenta los derechos
lesionados, el grado de responsabilidad, la situación económica del responsable, y la de la víctima,
así como las demás circunstancias del caso.”.

LEY DE RESPONSABILIDAD CIVIL PARA LA PROTECCIÓN DEL DERECHO A LA VIDA


PRIVADA, EL HONOR Y LA PROPIA IMAGEN EN EL DISTRITO FEDERAL

“Artículo 1.- Las disposiciones de esta ley son de orden e interés público y de observancia
general en el Distrito Federal, y se inspiran en la protección de los Derechos de la Personalidad a
nivel internacional reconocidos en los términos del artículo 133 de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos.
Tiene por finalidad regular el daño al patrimonio moral derivado del abuso del derecho de la
información y de la libertad de expresión.
Tratándose de daño al patrimonio moral diverso al regulado en el párrafo que antecede, se
seguirá rigiendo por lo dispuesto en el artículo 1916 del Código Civil para el Distrito Federal.
Artículo 2.- A falta de disposición expresa de este ordenamiento, serán aplicables las del
derecho común contenidas en el Código Civil para el Distrito Federal, en todo lo que no se
contraponga al presente ordenamiento.
Artículo 3.- La presente Ley tiene por objeto garantizar los siguientes Derechos de la
Personalidad: el derecho a la vida privada, al honor y la propia imagen de las personas en el Distrito
Federal.”.

CÓDIGO CIVIL DEL ESTADO DE MÉXICO:

“Concepto de daño moral

72
Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

Artículo 7.154.- Por daño moral se entiende la afectación que una persona sufre en su honor,
crédito y prestigio, vida privada y familiar, al respeto a la reproducción de su imagen y voz, en su
nombre o seudónimo o identidad personal, su presencia estética, y los afectivos derivados de la
familia, la amistad y los bienes.
Reparación del daño moral
Artículo 7.155.- La obligación de reparar el daño moral, solo será exigible si el mismo se
produce como consecuencia de un hecho ilícito extracontractual, independientemente de que se
hubiere causado daño material y de la reparación que por el mismo procediera.
De la reparación del daño y los perjuicios
Artículo 7.156.- En todo caso, quien demande la reparación del daño moral deberá acreditar
plenamente la ilicitud de la conducta del demandado y el daño que se produjo como consecuencia
inmediata y directa de tal conducta.
De conformidad a lo establecido por este ordenamiento, se consideran como hechos ilícitos
las siguientes conductas:
I. Comunicar a una o más personas, la imputación que se hace a otra de un hecho cierto o
falso, determinado o indeterminado, que cause o pueda causarle deshonra, descrédito o perjuicio, o
exponerla al desprecio de alguien.
II. Ejecutar una acción o proferir una expresión que, por su naturaleza, ocasión o
circunstancia, pueda perjudicar la reputación del agraviado, fuera de una contienda de obra o palabra
y con ánimo de ofender.
III. Imputar a otro falsamente un delito, ya sea porque el hecho es falso o inocente la persona
a quien se imputa.
IV. Las derivadas de la controversia familiar.
Ejercicio del derecho de opinión, crítica, expresión o información
Artículo 7.157.- No podrá demandarse la reparación del daño a quien:
I. Ejerza sus derechos de opinión, crítica, expresión o información, en términos de lo
dispuesto por los artículos 6 y 7 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Cuando aquélla se haya hecho a un funcionario o persona que haya obrado con carácter
público, si la imputación fuere relativa al ejercicio de sus funciones o cuando el demandado obre por
motivo de interés público o privado, pero legitimo.
II. En el contexto de un proceso contencioso, presente escrito o discurso, con las salvedades
de las responsabilidades que de acuerdo con otras disposiciones legales puedan acreditarse.
III. Goce de fuero constitucional.
IV. En caso de simulación de juicio.
La acción de reparación no es transmisible
Artículo 7.158.- La acción de reparación no es transmisible a terceros por acto entre vivos y
sólo pasa a los herederos de la víctima cuando ésta la haya intentado en vida.
Monto de la indemnización del daño moral
Artículo 7.159.- El monto de la indemnización por daño moral lo determinará el Juez,
tomando en cuenta la afectación producida, el grado de responsabilidad, la situación económica del
responsable y la de la víctima, así como las demás circunstancias del caso.
Publicación de la sentencia
Artículo 7.160.- Cuando el daño moral haya afectado a la víctima, en su decoro, honor,
crédito, prestigio, reputación o consideración, el Juez ordenará, a petición de ésta y con cargo al
responsable, la publicación de un extracto de la sentencia, que refleje adecuadamente la naturaleza
y alcance de la misma, a través de los medios informativos que considere convenientes.”.

G).- CONSECUENCIA DEL HECHO ILÍCITO

El artículo 2108 (7.347) señala que daño es la pérdida o menoscabo en el patrimonio, por la
falta de cumplimiento de la obligación y el 2109 (7.348) dice que se reputa perjuicio la privación de
cualquiera ganancia lícita que debiera haberse obtenido con el cumplimiento de la obligación.

Hay culpa o negligencia cuando el obligado ejecuta actos contrarios a la conservación de la


cosa o deja de ejecutar los que son necesarios para ella (2025 -7.270-).

73
Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

El daño puede ser patrimonial y que es al que se refieren los artículos 2108 y 2109 (7.347 y
7.348), y recae sobre bienes de la víctima, puede ser corporal y también daño moral, estos dos
últimos son de carácter extrapatrimonial.

La diferencia entre pena pecuniaria y acción indemnizatoria es que la primera se fija sin
consideración al daño patrimonial de la víctima y en la segunda los daños y perjuicios se determinan
según dicho daño patrimonial. 31

La consecuencia es reparar el daño en los términos del primer párrafo del artículo 1915
(7.149 a 7.153), y puede ser reparación restitutoria consistente en el restablecimiento de la situación
anterior, o bien, puede ser reparación indemnizatoria que consiste en el pago de daños y perjuicios.

“De conformidad -escribe el Doctor Domínguez Martínez- con el primer párrafo del artículo
1915 del código, “la reparación del daño puede consistir a elección del ofendido en el
restablecimiento de la situación anterior, cuando ello sea posible, o en el pago de daños y perjuicios.”.
La disposición nos invita a las consideraciones siguientes:
Primera. Como puede observarse, las consecuencias generadas por causarse a alguien un
daño, son el derecho a su reparación a la cual se llega, bien por restablecer la situación a como era
antes del daño, o bien por el pago de los daños y perjuicios correspondientes. Doctrinalmente al
restablecimiento de las cosas al estado anterior puede denominársele reparación restitutoria; si por
su parte se trata del pago de daños y perjuicios, entonces se les etiqueta como reparación
indemnizatoria.
Segunda. En su origen, el precepto, fue de un solo párrafo, no contenía la opción actual a
favor de la víctima entre el restablecimiento de la situación o el indemnizatorio; señalaba que el
lesionado debía exigir primero esa vuelta a lo anterior, y solo de no ser ello posible, entonces
reclamar el pago de daños y perjuicios. En 1940 se adicionó con otros párrafos ajenos por ahora a
lo nuestro (para comentarse después cuando el daño corporal), y en 1975 se reformó ese resultante
primer párrafo para quedar como aparece al inicio de este inciso.
Tercera. Así las cosas, la víctima de un daño material tiene de entrada la opción entre el
restablecimiento anunciado y su indemnización, y por razón natural, esta únicamente podrá
demandarse cuando no fuere posible el restablecimiento a la situación anterior como si el daño no
hubiera existido. Esa vuelta a la situación anterior no requiere de cuantificación trascendente;
simplemente quien causó el daño asume el pago de todo lo necesario de erogarse para alcanzarla.
En cambio, el monto de los daños y perjuicios sí debe ser cuantificado.
Cuarta. Por la característica distintiva del daño material, consistente en permitir ser
observada con toda objetividad la estimación de sus alcances económicos, es considerablemente
más accesible en comparación con los otros dos tipos de daño. Si es posible la vuelta, la
cuantificación del daño será el monto de la restauración del bien dañado, que corresponderá al
mismo tiempo a la diferencia habida entre el valor de dicho bien antes del daño y el valor de menos
ya con el daño. El valor disminuyó a consecuencia del daño sufrido, y precisamente en ello se traduce
su reparación.”32.

El daño debe ser consecuencia de la conducta ilícita (2110 -7.349-). ¿Hasta dónde alcanza
el principio de inmediatez entre la conducta y daño. El artículo 1910 (7.145) sólo se refiere a daño,
sin embargo, considero con la doctrina que debe entenderse referido a ambos (2108 y 2109 (7.347
y 7.348).

Conforme al artículo 2110 (7.349), los daños y perjuicios deben ser consecuencia inmediata
y directa de la falta de cumplimiento de la obligación, ya sea que se hayan causado o que
necesariamente deban causarse. Esto es aplicable tanto al daño material o patrimonial como al daño
corporal y daño moral.

31
FAUSTO RICO. TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES. pp. 393-394.
32
DOMÍNGUEZ MARTÍNEZ, op cit. pp. 384-385.

74
Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

Hay dos teorías predominantes que explican esa consecuencia directa, la primera es la
teoría de la equivalencia y la otra es la teoría de la causalidad adecuada, que desde mi punto de
vista es la aplicable ya que explica de mejor manera la adecuada conexión entre la causa y el efecto,
es decir, conforme a esta teoría, el daño generado por una causa remota o que fue antecedente de
la causa inmediata, no puede ser atribuido a dicha causa remota, pues todo tienen una causa y toda
causa tiene un efecto, y que es precisamente la responsabilidad.

Si bien, desde el punto de vista filosófico la causa de la causa es la causa de lo causado, o


sea, todo se origina de un antecedente causalista, jurídicamente ese origen remoto u origen mediato,
no puede tener como consecuencia una responsabilidad, pues se llegaría a absurdos como
pretender que acontecimientos remotos sean causa directa y efectiva de consecuencias que no
tienen esa relación o conexión próxima.

Los comentarios y citas del Doctor Domínguez, clarifican mejor lo anterior.

“La atención y pretendida solución, si bien en principio es razonablemente sencilla cuando


los acontecimientos ostentan objetividad y relación directa e inmediata, se multiplican los factores
por los cuales el planteamiento y el tratamiento de la cuestión puede complicarse considerablemente,
pues por ejemplo, por una razón u otra pueden ser dos o más los sujetos implicados en el daño por
sus acciones de diversa naturaleza; también es factible que si bien un daño causado, cuyo acontecer
aislado no representa complicación alguna, a su vez el suceso en el cual consiste puede provocar
otro y así sucesivamente, sin perjuicio de que en sí, el mismo hecho que se pretenda sea el
generador del daño, no resulta lo suficientemente consistente y por ello tal relación no sea
contundente, y en consecuencia no convenza; en fin, son múltiples y variados los ángulos desde los
cuales pueden ser observadas tales complicaciones. Todas estas cuestiones han ocupado a la
doctrina. Según el ángulo desde el cual se observa, lo mismo se hace referencia al daño directo y al
daño indirecto; a los perjuicios próximos y perjuicios lejanos; a la teoría de la equivalencia de las
condiciones y a la teoría de causalidad adecuada, y en general, el tema, además de inagotable es
muy interesante.”33.
“Determinar que conducta o hecho da lugar de manera inequívoca al daño causado se
pretende explicar con el sostenimiento de diversas teorías; a las de mayor difusión se refiere
O’CALLAGHAN.
“Se han dado muchas teorías sobre la relación causal -reseña O’CALLAGHAN- para
responder a la pregunta de qué acción u omisión ha tenido fuerza suficiente para producir tal
resultado dañoso. Se pueden mencionar las más conocidas para llegar a la que se acepta y es
seguida por la jurisprudencia.”
“La primera que debe mencionarse es la teoría de la equivalencia o conditio sine qua non,
que entiende el sujeto queda obligado a reparar el daño en el que ha intervenido como causa o
concausa aunque mínima, remota o desproporcionada; se reputa causa toda condición que ha
contribuido al resultado, de forma que éste no se hubiera producido si la condición no se hubiera
dado; todas las concausas o condiciones que han mediado son equivalentes para ser consideradas
como causa. La teoría de la causa próxima considera causa a la inmediata y directa en la producción
del daño, sin remontarse a una causa más distante. La teoría de la causa preponderante entiende
que es la causa la de mayor eficiencia, por su calidad intrínseca para producir el resultado dañoso,
conforme al enlace normal de los acontecimientos.”
“La teoría de la causalidad adecuada es la que se acepta y es seguida por la jurisprudencia:
estima que se da el nexo causal entre un acto y el daño, cuando aquel es apropiado (adecuado) para
producir éste, es decir, cuando se da la necesaria y correcta (adecuada) conexión entre el
antecedente (causa) y la consecuencia (efecto), es decir, en síntesis, la aptitud de la causa para
producir el resultado.””34.

33
Op cit. pp. 396-397.
34
Op cit. PP. 398-399.

75
Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

La acción indemnizatoria prescribe a los dos años (1934 -7.178-) y es compatible con la
fracción IV e incompatible con la fracción V, ambas del artículo 1161 del CCCMX, pues esta última
la hace correr a partir de que se verificaron los actos y no a partir de que se conocieron los hechos.

La SCJN en la tesis de Jurisprudencia número 160583 señala que es a partir de que se tuvo
conocimiento del ilícito.

“Tesis: 1a./J. 113/2011 (9a.) Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta


Décima Época 160583 1 de 1
Primera Sala Libro III, Diciembre de 2011, Tomo 3 Pag. 2206
Jurisprudencia(Civil)
Ocultar datos de localización
DAÑOS CAUSADOS EN TÉRMINOS DEL CAPÍTULO V DEL TÍTULO PRIMERO DE LOS
CÓDIGOS CIVILES FEDERAL Y PARA EL DISTRITO FEDERAL. INICIO DEL CÓMPUTO DEL
PLAZO PARA QUE OPERE LA PRESCRIPCIÓN DE LA ACCIÓN RELATIVA A SU REPARACIÓN,
CONFORME AL ARTÍCULO 1934 DE DICHOS ORDENAMIENTOS.
Conforme al citado precepto, la acción para exigir la reparación de los daños causados en
términos del capítulo V, del Título Primero del Código Civil Federal y del Código Civil para el Distrito
Federal, prescribe en dos años contados a partir del día en que se haya causado el daño, sin
condicionarlo a ninguna otra situación, sin embargo, se considera que resulta necesario atender al
momento en que el afectado tiene conocimiento del daño que se le causa, toda vez que considerando
que es la omisión del acreedor de exigir el cumplimiento de la obligación que tiene el deudor, durante
el término establecido en la ley, lo que actualiza la prescripción, resulta que es presupuesto
indispensable de la misma, que el acreedor tenga conocimiento del derecho del que deriva tal
obligación, a efecto de que pueda estar en condiciones de exigirlo. Por tanto, si bien conforme al
referido artículo 1934, el plazo de la prescripción de la acción para exigir la reparación de los daños
causados en términos del señalado capítulo V, empieza a correr a partir de que se causa el daño, lo
cierto es que tal regla aplicará siempre y cuando el afectado tenga conocimiento del mismo, pues de
lo contrario, dicho plazo iniciará hasta en tanto el afectado conozca el daño y en consecuencia, esté
en posibilidad de exigir la obligación que deriva del mismo; debiendo señalarse que si el actor
asevera haber tenido conocimiento en una fecha determinada y el demandado niega esa
aseveración manifestando que tuvo conocimiento desde antes, entonces, la carga probatoria de esa
afirmación le corresponde al demandado.
Contradicción de tesis 319/2010. Entre las sustentadas por el Tercer Tribunal Colegiado en
Materia Civil del Primer Circuito y el Primer Tribunal Colegiado en Materia Civil del Tercer Circuito.
22 de junio de 2011. Cinco votos. Ponente: Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Secretaria:
Ana Carolina Cienfuegos Posada.
Tesis de jurisprudencia 113/2011. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en
sesión de fecha cinco de octubre de dos mil once.”.

“ARTICULO 1,915.- La reparación del daño debe consistir a elección del ofendido, en el
restablecimiento de la situación anterior, cuando ello sea posible, o en el pago de daños y perjuicios.
Cuando el daño se cause a las personas y produzca la muerte, incapacidad total
permanente, parcial permanente, total temporal o parcial temporal, el grado de la reparación se
determinará atendiendo a lo dispuesto por la Ley Federal del Trabajo. Para calcular la indemnización
que corresponda se tomará como base el cuádruplo del salario mínimo diario más alto que esté en
vigor en el Distrito Federal y se extenderá al número de días que, para cada una de las incapacidades
mencionadas, señala la Ley Federal del Trabajo. En caso de muerte la indemnización corresponderá
a los herederos de la víctima.
Los créditos por indemnización cuando la víctima fuere un asalariado son intransferibles y
se cubrirán preferentemente en una sola exhibición, salvo convenio entre las partes.
Las anteriores disposiciones se observarán en el caso del artículo 2647 de este Código.”.

H).- RESPONSABILIDAD CIVIL

76
Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

La responsabilidad civil puede ser contractual o extracontractual, la primera se analizará


cuando precisamente se estudie el capítulo correspondiente a las consecuencias del incumplimiento
de las obligaciones y la extracontractual es la que deriva de este capítulo y sin duda se trata de una
nueva obligación que consiste precisamente o en la reparación o en la indemnización cuando no se
pueda la reparación.

“Ciertamente, tenemos por una parte, la alusión a “responder”, a “responsable” o


“responsables”, a “responsabilidad”, pero como fuere, bajo cualquier circunstancia atribuido a quien
debe reparar el daño, y, por otra parte, precisamente está que quien cause daño debe repararlo, o
está obligado a su reparación.
Pues bien, la referencia a tales términos es en función a otro de los conceptos principales
en los cuales el Derecho de los daños se apoya. Se trata de la responsabilidad civil. Llegamos a su
significado al partir del atribuible (así) a “responder”. Por responder se entiende, en uno de sus
significados, “estar uno obligado u obligarse a la pena y resarcimiento correspondientes al daño
causado o a la culpa cometida”; “responsable” es “el obligado a responder de una cosa o por alguna
persona”; “responsabilidad”, por su parte, es “calidad de responsable”, o , en su caso, “deuda,
obligación de reparar y satisfacer, por sí o por otro, a consecuencia de delito, de una culpa o de otra
causa legal.” Así responsabilidad es la obligación de responder; a quien toca cumplir es el
responsable y responder es reparar, en el caso por el daño causado.”35.

I).- DIFERENCIA ENTRE EL HECHO ILÍCITO CIVIL Y EL HECHO ILÍCITO PENAL

Todo hecho ilícito, es decir, el contrario a las leyes de orden público o las buenas costumbres,
tiene como consecuencia la responsabilidad civil, en cambio, el ilícito civil no tendrá necesariamente
responsabilidad desde otro ámbito material de validez (Registro 803616).

“Tesis: Semanario Judicial de la Federación Quinta Época 803616 1 de 1


Primera Sala Tomo CXXVI Pag. 786 Tesis Aislada(Penal)
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ILICITO PENAL E ILICITO CIVIL.
Todo ilícito penal lleva inhíbito un ilícito civil, y la diferencia que separa a estos dos tipos de
ilícitos no es sustancial, sino genérica, o en otros términos, no puede decirse que haya un ilícito
penal ahí donde el hecho está declarado como ilícito civil.
Amparo en revisión 5350/48. Por acuerdo de la Primera Sala, de fecha 8 de junio de 1953,
no se menciona el nombre del promovente. 16 de marzo de 1949. Mayoría de tres votos. La
publicación no menciona el nombre del ponente.”.

Las responsabilidades son independientes entre sí, así las excluyentes de responsabilidad
civil, no necesariamente excluyen la responsabilidad penal o administrativa por ejemplo.

Según el artículo 17 de la CPEUM, nadie puede ser aprisionado por deudas de carácter
puramente civil, y es lo que se conoce como el principio de última ratio, lo que es concordante con
el artículo 14 constitucional que para efectos de interpretación distingue a cualesquier materia del
Derecho Penal, con excepción del fiscal.

Mientras que el ilícito civil puede ubicarse por analogía el penal no, pero este debe ser
tipificado y culpable, circunstancias que no necesariamente se actualizan en el civil.

Si alguien toma algo para verlo y se lo lleva sin querer, será un ilícito civil y no penal (772 -
5.19-).

La SCJN distingue entre dolo civil y dolo penal en la tesis jurisprudencial número 195576.

35
Op cit. p. 401.

77
Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

“Tesis: VI.2o. J/146 Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta Novena


Época 195576 1 de 1
Tribunales Colegiados de Circuito Tomo VIII, Septiembre de 1998 Pag. 1075
Jurisprudencia(Penal)
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FRAUDE O DOLO CIVIL Y FRAUDE O DOLO PENAL. DISTINCIÓN ENTRE.
Hay que distinguir el fraude o el dolo civiles, que otorgan simplemente a la persona lesionada
una acción de reparación del perjuicio del fraude penal o dolo penal, que hace incurrir, además, al
que lo emplea, en una pena pública. Aun cuando se ha sostenido que la ley penal hace delito de
todo atentado a la propiedad cometido por sustracción, engaño o deslealtad, y abandona al derecho
civil la materia de las convenciones cabe observar que el legislador también ha considerado el interés
de proteger a la sociedad de quienes atacan el patrimonio de las personas, aprovechando la buena
fe de éstas, su ignorancia o el error en que se encuentran, y otorga la tutela penal estableciendo
tipos de delito que protejan a la sociedad y repriman esas agresiones, aunque se utilicen sistemas
contractuales como medios para enriquecerse ilegítimamente u obtener un lucro indebido. Por ello
se ha expresado que si bien es verdad que la voluntad de las partes es soberana para regir las
situaciones que han creado por virtud del contrato, la responsabilidad que de él deriva está limitada
con relación a las exigencias del orden público, tal como la tutela penal a cargo del Estado. Así, cabe
distinguir: la represión penal se funda en el carácter perjudicial del acto desde el punto de vista social.
Su objeto es que se imponga una pena. La responsabilidad civil se funda en el daño causado a los
particulares, y su objeto es la reparación de este daño en provecho de la persona lesionada,
pudiendo un hecho engendrar tanto responsabilidad civil como penal.
SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO DEL SEXTO CIRCUITO.
Amparo en revisión 295/94. Raymundo Varela Porquillo. 7 de septiembre de 1994.
Unanimidad de votos. Ponente: Clementina Ramírez Moguel Goyzueta. Secretario: Gonzalo Carrera
Molina.
Amparo directo 570/93. José Juan García de Gaona. 29 de septiembre de 1994. Unanimidad
de votos. Ponente: Clementina Ramírez Moguel Goyzueta. Secretario: Gonzalo Carrera Molina.
Amparo en revisión 446/96. Rogelia Sanluis Carcaño. 19 de septiembre de 1996.
Unanimidad de votos. Ponente: Clementina Ramírez Moguel Goyzueta. Secretario: Gonzalo Carrera
Molina.
Amparo en revisión 13/97. Ricardo Serrano Lizaola. 6 de febrero de 1997. Unanimidad de
votos. Ponente: Gustavo Calvillo Rangel. Secretario: José Mario Machorro Castillo.
Amparo directo 339/98. Ricardo Sergio de la Llave del Ángel. 20 de agosto de 1998.
Unanimidad de votos. Ponente: Carlos Loranca Muñoz. Secretario: Gonzalo Carrera Molina.
Véase: Semanario Judicial de la Federación, Sexta Época, Volumen CV, Segunda Parte,
página 70, tesis de rubro: "FRAUDE O DOLO CIVIL Y FRAUDE O DOLO PENAL, DISTINCIÓN
ENTRE.".

El hecho ilícito penal y el hecho ilícito civil son independientes, pero la indemnización pueden
confluir o coexistir sin conflicto alguno (30, 37 y 42 a 52 del CPCMX; 22, 23, 24 a 38 CPEM ; 24, 29
y 30 a 39 del CPF).

Lo interesante es distinguir la vía en que se exige la reparación del daño o indemnización


civil (tesis 178637).

“Tesis: VI.1o.P.234 P Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta Novena


Época 178637 1 de 1
Tribunales Colegiados de Circuito Tomo XXI, Abril de 2005 Pag. 1473
Tesis Aislada(Penal)
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REPARACIÓN DEL DAÑO. ES IMPROCEDENTE PARA RECLAMARLA EL INCIDENTE DE
RESPONSABILIDAD CIVIL SOLICITADO POR LA VÍCTIMA O EL OFENDIDO DE UN DELITO,
DADO QUE AQUÉLLA DEBE PROMOVERSE EN LA SUSTANCIACIÓN DEL PROCEDIMIENTO
PENAL, PEDIRSE POR EL MINISTERIO PÚBLICO Y RESOLVERSE POR EL JUEZ DEL

78
Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

PROCESO, SALVO LAS EXCEPCIONES QUE LA LEY PREVÉ (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE
PUEBLA).
De un análisis histórico-legislativo y sistemático de los artículos 20, apartado B, fracción IV,
de la Constitución General de la República; 37, 50 bis, 51 y 51 bis del Código de Defensa Social;
393 del Código de Procedimientos en Materia de Defensa Social, así como de los numerales 853 al
874 del Código de Procedimientos Civiles, todos para el Estado de Puebla, se aprecia que por la
comisión de un delito se causan daños a la víctima u ofendido por éste; que dichos daños pueden
ser reclamados ante el Juez en el procedimiento penal de dos formas diversas, de acuerdo al sujeto
a quien se le reclama dicha reparación: a) al inculpado, durante la sustanciación del procedimiento,
por ser reconocida (la reparación del daño) como pena pública, al ser parte de la sanción pecuniaria
de la que debe resolver el Juez del proceso al momento de dictar sentencia, y b) a persona diversa
del inculpado en vía incidental, de conformidad con el artículo 50 bis de la ley sustantiva de la materia,
y con el procedimiento señalado en el citado artículo 393 del Código de Procedimientos en Materia
de Defensa Social, en consecuencia, el incidente de responsabilidad civil proveniente de delito,
solicitado por la víctima u ofendido para reclamar la reparación del daño al inculpado es
improcedente, dado que ésta debe reclamarse en la sustanciación del procedimiento penal, pedirse
por el Ministerio Público, y resolverse por el Juez del proceso al momento de pronunciarse respecto
de la pena pecuniaria, específicamente en la reparación del daño; asimismo, porque de manera
excepcional dicha reparación, puede reclamarse al responsable del delito ante un Juez Civil en la
vía sumaria, mediante juicio de responsabilidad civil proveniente de un hecho ilícito, en los siguientes
casos: a) cuando el Ministerio Público no haya ejercitado acción penal; b) cuando habiéndose
ejercitado acción penal el Ministerio Público se desista de ella, o no se hubiera logrado la
aprehensión del acusado; c) cuando el proceso se suspenda por fuga del procesado o incapacidad
de éste; o d) si la acción penal se extingue por una causa que no afecte o extinga la responsabilidad
civil.
PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA PENAL DEL SEXTO CIRCUITO.
Amparo en revisión 23/2005. 10 de febrero de 2005. Unanimidad de votos. Ponente: José
Manuel Vélez Barajas. Secretaria: Marcela Aguilar Loranca.”.

J).- ABUSO DEL DERECHO

Existen tres teorías:

A.- La objetiva que señala que se abusa del derecho, si se transgrede o se rebasa el límite
del derecho.

Planiol y Bonnecase señalan que el ejercicio de los derechos más allá de sus límites no es
abuso del derecho, sino un hecho ilícito.

B.- La teoría subjetiva que sigue nuestro Código basado en el BGB alemán, considera que
existe abuso del derecho si se ejerce con el único propósito de causar un daño y sin utilidad para su
titular.

C.- El maestro Rojina Villegas enseña que la teoría funcional que siguen los Códigos Civiles
Suizo y ruso, consiste en el abuso del derecho si se ejerce sin ninguna utilidad social,
independientemente de que exista daño y utilidad.

Los elementos para que exista abuso del derecho, son:

a).- La titularidad de un derecho y el ejercicio dentro de sus límites.

b).- La intención de causar un daño y/o perjuicio (tesis aislada 186700).

“Tesis: I.9o.C.80 C Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta Novena


Época 186700 1 de 1
Tribunales Colegiados de Circuito Tomo XVI, Julio de 2002 Pag. 1231
Tesis Aislada(Civil)

79
Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

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ABUSO DEL DERECHO. PARA EL EJERCICIO DE LA ACCIÓN PREVISTA EN EL
ARTÍCULO 1912 DEL CÓDIGO CIVIL PARA EL DISTRITO FEDERAL DEBE ACREDITARSE LA
INTENCIÓN DE CAUSAR EL DAÑO.
Para la procedencia de la indemnización prevista en el artículo 1912 del Código Civil para el
Distrito Federal se requiere no sólo acreditar el ejercicio de un derecho, la causación del daño y la
falta de utilidad por parte del titular de ese derecho, sino también el elemento subjetivo consistente
en la intención de producir el daño.
NOVENO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER CIRCUITO.
Amparo directo 2089/2001. Yolanda Castañeda Tamayo. 28 de septiembre de 2001.
Unanimidad de votos. Ponente: Indalfer Infante Gonzales. Secretario: Marco Antonio Guzmán
González.”.
c).- Falta de utilidad para el titular del derecho.

d).- Causar un daño y/o perjuicio.

Artículos 1912, 16 y 840 (7.146, 1.13 y 5.69), los dos últimos son disposiciones especiales y
desde mi punto de vista no deben satisfacer los requisitos mencionados.

Inscribirse en la UNAM sabiendo que no va a cursarse la materia, solicitar ayuda social,


teniendo bienes suficientes, usar de los derechos condominales, en fin.

TÍTULO TERCERO

MODALIDADES DE LAS OBLIGACIONES

SECCIÓN PRIMERA

CONDICIÓN, TÉRMINO, PLAZO, MODO O CARGA

I.- Generalidades.

Modalidad.

Se entiende por modalidad la manera de manifestarse un negocio jurídico, cuya finalidad es


iniciar, suspender, exigir o extinguir los efectos del propio negocio jurídico.

“En sentido filosófico modo es aquella forma variable y determinada que puede recibir o no
un ser, sin que por recibirla se cambie o destruya su esencia. De donde modalidad es el modo de
ser o manifestarse una cosa o un acto humano o de la naturaleza. Aplicando este concepto a nuestra
disciplina, entendemos por modalidad de las obligaciones a la forma variable y determinada que la
voluntad del hombre o las fuerzas de la naturaleza pueden imprimir a la manera de perfeccionarse o
extinguirse aquéllas sin alterar su esencia jurídica. Las manifestaciones jurídicas, como todas
aquellas que se originan de actos humanos, se ejercen en el tiempo y éste tiene, como sabemos,
una importancia muy especial en la realizabilidad (así) de la norma. De ahí que, cuando estudiamos
las obligaciones, surja el problema de si la perfección del acto que genera la relación se efectúa por
la sola concurrencia de sus elementos esenciales, sin depender para nada de acontecimientos o
eventualidades futuras y ni siquiera de una fecha cierta, o si dicha perfección depende de esas
condiciones, condiciones que a la vez pueden ser determinantes de la caducidad de la obligación.
En la vida jurídica vemos que los dos supuestos pueden producirse: perfección por la sola
concurrencia de los elementos esenciales de la obligación, y perfección supeditada a dichas
condiciones.”36.

36
MUÑOZ, Luis. COMENTARIOS AL CÓDIGO CIVIL PARA EL DISTRITO Y TERRITORIOS FEDERALES DE 30 DE
AGOSTO DE 1928. p. 431. Ediciones Lex. México. 1946.

80
Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

Deben distinguirse las modalidades del negocio jurídico como lo son la condición, el término
o plazo y el modo o carga, de las modalidades de la obligación que atienden a elementos subjetivos,
como lo son la pluralidad de sujetos (mancomunidad y solidaridad) y a elementos objetivos
(obligaciones divisibles, indivisibles, conjuntivas y alternativas, de dar, hacer y no hacer).

II.- La condición.

La condición es un acontecimiento futuro de realización siempre incierta de cuya realización


depende la existencia o resolución de los efectos del negocio jurídico (derechos y obligaciones) -
1938 (art. 7.179 dice exigibilidad y no existencia).

“La condición es una determinación accesoria o accidental de voluntad involucrada en la


estructura del negocio jurídico y cuyo objeto es hacer depender del cumplimiento o no de un
acontecimiento futuro e incierto, la producción o cesación de los efectos propios del negocio jurídico”
(Arturo González Jiménez, apuntes).

La obligación condicional no hace depender la existencia o resolución propiamente dichas


del negocio jurídico o de la voluntad, sino de los efectos de ese negocio o voluntad que son la
creación, transmisión, modificación y extinción de derechos y obligaciones.

Para Luis de Gásperi lo que depende de la condición no es la existencia de la voluntad sino


la existencia del efecto que con ella se quiere conseguir, no es el querer sino lo querido. (citado por
Rojina Villegas. Pie de página. Derecho Civil Mexicano V. Tomo II. Derecho de las obligaciones. P.
664).

Por su parte, el maestro Manuel Borja Martínez afirma, siguiendo al maestro de Nápoles,
Cariota Ferrara, que “los efectos del acto o negocio jurídico son precisamente producir derechos y
obligaciones, por lo que si se afirma que un determinado negocio existe pero no produce sus efectos,
equivale a decir que los derechos y las obligaciones que puedan nacer de dicho negocio están aún
en suspenso, no han nacido”. (Estudios jurídicos en Homenaje a Manuel Borja Soriano. P. 214).

Asimismo, el jurista Manuel Albadalejo, escribe que “se dice, por brevedad, que el negocio
es condicional, pero realmente no es el negocio, sino la producción de sus efectos la que se halla
sub condicione”. (Citado por Borja Martínez. P. 217. ob cit.).

La condición debe ser un acontecimiento futuro e incierto, ya que si se trata de hecho pasado,
la incertidumbre es un elemento subjetivo consistente en si las partes conocen o no el suceso (que
no acontecimiento). En atención a lo anterior, se rompe con la tradicional definición de la condición
de ser acontecimiento incierto, ya que el mismo debe ser futuro pues puede o no existir, más no
puede existir y desconocerse por las partes, ya que en este caso estamos en presencia de un suceso
pasado ya existente, el cual ya no es posible modificar, es más, es imposible que el deudor evite que
el suceso se lleve a cabo, ya está consumado.

El Código Civil de 1884, dice en su artículo 1330 que “También puede constituirse obligación
condicional, haciéndola depender de un hecho pasado, pero desconocido de las partes”.

En materia sucesoria el artículo 1353 mantiene la condición de hecho pasado, al establecer


que: “La condición potestativa se tendrá por cumplida aun cuando el heredero o legatario hayan
prestado la cosa o el hecho antes de que se otorgara el testamento, a no ser que pueda reiterarse
la prestación en cuyo caso no será ésta obligatoria sino cuando el testador haya tenido conocimiento
de la primera” (6.48 CCEM).

81
Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

Asimismo, el artículo 1498 dice: “La disposición testamentaria que contenga condición de
suceso pasado o presente desconocidos, no caduca aunque la noticia del hecho se adquiera
después de la muerte del heredero o legatario, cuyos derechos se transmiten a sus respectivos
herederos.” (6.118 CCEM).

Las características esenciales de la condición, ya suspensiva, ya resolutoria, es que siempre


es un acontecimiento de realización incierta y tiene efectos retroactivos a la fecha de la celebración
del negocio, a menos que por la voluntad de las partes o por la naturaleza del negocio deban ser
referidas a fecha diferente (1938 a 1941 CCCMX y 7.179 a 7.182).

A.- Condición suspensiva.

La condición es suspensiva cuando de su cumplimiento depende la existencia de la


obligación, según el artículo 1939 del CCCMX. El artículo 7.180 dice exigibilidad.

Nuestro Código Civil de 1928, se refiere a la obligación condicional desde el punto de vista
de la obligación condicionada, sin considerar la causa eficiente de la obligación, es decir, el negocio
jurídico.

El Código Civil Alemán (BGB), establece en su artículo 158 que “Cuando el acto jurídico ha
sido consumado bajo una condición suspensiva, la eficacia de este acto… se realiza al mismo tiempo
que la condición.

La condición suspensiva hace depender, según tres teorías dominantes:

a).- La existencia de la voluntad y consecuentemente el nacimiento del negocio jurídico.

b).- El efecto del negocio jurídico, el cual ya nació y sólo está pendiente la obligación (efecto).

c).- La exigibilidad de las obligaciones, las cuales ya nacieron y sólo está pendiente su
exigibilidad.

A ese respecto nos remitimos a las conclusiones del maestro Borja Martínez en la obra citada
en Estudios Jurídicos en Homenaje a Manuel Borja Soriano, p. 251, transcribiendo las conclusiones
siguientes:

“Si enfocamos la solución a través del negocio jurídico, debemos afirmar que éste existe,
aun cuando no produce de momento sus efectos propios, brevemente, no es eficaz.
Si se analiza la cuestión desde el punto de vista de la obligación –que es el efecto del negocio
jurídico- debe afirmarse que ésta no existe de manera perfecta, sino hasta que se realiza la
condición.
Borja Soriano, planteándose el problema desde el ángulo de la obligación, sostiene en
consecuencia y con absoluta razón, que ésta no nace de manera perfecta sino hasta que la condición
se cumple.
Del negocio jurídico condicionado nace un derecho eventual, tal y como lo enseña Borja
Soriano, y para proteger este derecho eventual, tal cual surgen derechos y obligaciones, puras y
simples, pero de contenido diverso al de la obligación condicionada, derechos autónomos que
encuentran su fuente en el negocio jurídico ya existente.”.

Por su parte, el maestro Manuel Albadalejo, sostiene que “Mientras que la condición está
pendiente los efectos del negocio no se producen, si es suspensiva… Cuando la condición se cumple
se producen los efectos del negocio, si era suspensiva… Incumplida la condición dichos efectos
definitivamente, no se producirán, si era suspensiva…” (citado por Borja Martínez. Estudios… p.
228).

82
Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

Así podemos entender que en la condición suspensiva, no importa si se cree que hay una
expectativa de derecho, un germen de derecho (Colin y Capitant), o cualquier otra cosa, ya que como
lo planteamos, la condición tiene como característica que tiene efectos retroactivos, no así en el
término o plazo, como veremos más adelante.

El Doctor Domínguez Martínez dice: “Consideramos por nuestra parte que no es ni puede
ser la mera exigibilidad de la obligación como efecto del negocio, aquello cuyo nacimiento sea lo
mantenido en suspenso por la presencia de una condición suspensiva, pues ello implicaría una serie
de obligaciones inexigibles por la no realización del acontecimiento en el que la condición consiste,
lo que traería como consecuencia enriquecimientos sin justificación alguna. Lo suspendido es en
realidad el nacimiento mismo de la obligación, pero que cuando éste tiene lugar, sus efectos, como
veremos inmediatamente después, se retrotraen hasta la fecha de celebración del negocio; por eso
la protección de las situaciones de quienes intervienen en la relación, mientras la condición no se
realiza.”. (Derecho Civil. P. 681).

Concluyendo, la condición suspensiva es el acontecimiento futuro de realización incierta de


cuya realización depende la existencia de la obligación originada por el negocio jurídico.

Los maestros Hans Kelsen y Gutiérrez y González, manifiestan que la obligación ya nació.
El primero pone un ejemplo de mutuo a pagar en un año y el segundo argumenta la redacción del
artículo 1939 del Código Civil, en concordancia con los artículos 1942 y 1948.

Creo que lo expuesto líneas arriba son argumentos suficientes para sostener que no nace la
obligación toda vez que aunque se tiene una expectativa de derecho (Borja Martínez dice que tiene
el mismo valor pecuniario que la obligación condicional), los efectos se retrotraen a la fecha del
nacimiento del negocio, o bien, a fecha diferente (1941).

Cumplida la condición, nace la obligación y su exigibilidad, así una vez cumplida la condición
puede ser que el mismo deudor incumpla con la obligación. Por eso hay que distinguir, que una cosa
es el hecho jurídico (como acontecimiento futuro e incierto), de cuya realización depende la
obligación, del cumplimiento de la obligación misma.

B.- Condición resolutoria.

La condición resolutoria, es el acontecimiento futuro de realización incierta, de cuya


realización depende la resolución de los efectos del negocio jurídico (1940 y 7.181).

De la anterior definición, se sugiere que a diferencia de la condición suspensiva, los efectos


del negocio jurídico surten sus efectos, cumplida la condición, van a dejar de surtir sus efectos para
lo futuro volviendo las cosas al estado que tenían a la fecha de nacimiento del negocio jurídico, o
bien, a fecha diferente, según la voluntad o la ley (1940 y 1941 del CCCMX y 7.181 y 7.182 CCEM).

En la condición resolutoria los efectos del negocio nacen como si se tratara de una obligación
pura y simple, y cumplida la condición, vuelven las cosas al estado que tenían, como si no hubiere
obligación.

La condición resolutoria negativa.

Un caso que merece especial atención es la “conditio juris”, establecida en los artículos 22 y
337 del CCCMX y 2.1 CCEM, que dicen:

“Artículo 22.- La capacidad jurídica de las personas físicas se adquiere por el nacimiento y
se pierde por la muerte; pero desde el momento en que un individuo es concebido, entra bajo la
protección de la ley y se le tiene por nacido para los efectos declarados en el presente Código.
Artículo 337.- Para los efectos legales, sólo se tendrá por nacido al que, desprendido
enteramente del seno materno, vive veinticuatro horas o es presentado vivo ante el Juez del Registro

83
Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

Civil. Faltando algunas de estas circunstancias, no se podrá interponer demanda sobre la paternidad
o maternidad.
2.1.- Persona física es el ser humano desde que nace y es viable, hasta que muere; a quien
se le atribuye capacidad de goce y de ejercicio; y que desde que es concebido se le tiene por persona
para los efectos declarados por la ley.
Es viable el ser humano que ha vivido veinticuatro horas posteriores a su nacimiento o es
presentado vivo ante el Oficial del Registro Civil.”.

Por su parte los artículos 1947 y 7.188 dicen:

“La obligación contraída bajo la condición de que un acontecimiento no se verifique en un


tiempo fijo, será exigible si pasa el tiempo sin verificarse.
Si no hubiere tiempo fijado, la condición deberá reputarse cumplida transcurrido el que
verosímilmente se hubiera querido señalar, atenta la naturaleza de la obligación.”.

Así bien, en una donación a un concebido, la misma está sujeta a una condición resolutoria
negativa, pues surte sus efectos provisionalmente y toda vez que se tenga la certeza de que la
condición resolutoria negativa consistente en que no nazca vivo y viable, no se producirá, los efectos
serán definitivos, perennes.

Se trata de una condición resolutoria negativa, como lo resuelven el Doctor Jorge Alfredo
Domínguez Martínez y el maestro Rafael Rojina Villegas.

Podría considerarse condición suspensiva si conforme a los artículos 1941 y 7.182, los
efectos se retrotraen al momento de la celebración del negocio jurídico por la voluntad o por la ley,
pero estando pendiente la condición, el bien (objeto indirecto) puede perderse o deteriorarse (1948
y 7.189), o incluso mejorarse con o sin culpa del deudor o por caso fortuito o fuerza mayor. En el
ejemplo el deudor es el donante.

Ahora bien, si es condición resolutoria negativa el bien donado se transmite al donatario


como si fuere pura y simple y sólo se destruirán los efectos del negocio de donación si efectivamente
el donatario no nace vivo y viable, pero será propietario desde el momento de la celebración de la
donación sin necesidad de acudir a una ficción legal como la establecida en los artículos 1941 y
7.182.

Es importante distinguir cuando estamos en presencia de una condición suspensiva y


cuando de una condición resolutoria.

La distinción se señala por sus efectos. Por ejemplo, Te vendo mi casa si pavimentan en
mayo. Es evidente que si se cumple la condición la compraventa es perfecta y los efectos de la
condición suspensiva comienzan a correr desde la fecha de la celebración del negocio jurídico o en
fecha posterior por voluntad de las partes. De la misma redacción del contenido de la obligación se
desprende que se trata de una condición suspensiva.

En cambio si digo: Te dono mi casa, en tanto estés enferma, sujeto a la condición resolutoria
de que sanes. Si se cumple la condición, se destruyen los efectos como si no hubiera donación.

Sin embargo, los efectos provisionales pudieron haber surtido otros efectos.

Pensemos en el ejemplo anterior, pero tratándose de un usufructo temporal.

Como ya dije, hay efectos que por su propia naturaleza no se pueden destruir, como es el
caso del usufructo y del arrendamiento.

84
Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

Si, siguiendo al ejemplo, el usufructuario renta el inmueble y después de un año sana. Se


cumple la condición resolutoria y por su propia naturaleza se retrotraen los efectos al nacimiento del
negocio jurídico (donación), que le dio origen a la obligación condicional. Sin embargo, el uso y goce
del arrendatario y la percepción de los frutos civiles, consistentes en el pago de las rentas, no es
posible restituirlos, al menos no jurídicamente hablando.

En este caso, como lo establecen los artículos 1941 y 7.182, la retrotracción por disposición
de la ley se refiere a la fecha del cumplimiento de la condición, sin embargo, es condición resolutoria,
ya que la destrucción retroactiva no depende de la naturaleza de la obligación, sino de una
imposibilidad jurídica y material. La imposibilidad jurídica es en cuanto a la retroactividad, no en
cuanto a la condición, ya que como se verá más adelante, las condiciones imposibles jurídica o
materialmente son nulas.

C.- Condición potestativa, casual y mixta.

Tanto la condición suspensiva como la resolutoria, pueden ser potestativas, casuales o


mixtas.

El Código de 1884, dice en su artículo 1334, que la condición es potestativa o voluntaria,


cuando depende puramente de la voluntad de una de las partes.

La condición puramente potestativa es aquélla, cuyo cumplimiento de la condición, depende


de la exclusiva voluntad de una de las partes. Si la parte de cuya voluntad depende la condición es
el deudor, entonces la obligación condicional es nula conforme a los artículos 1944 y 7.185.

Nótese que el artículo 1334, hace depender la condición de la voluntad de cualquiera de las
partes, sin distingo. Por su parte el artículo 1944 (7.185), interpretado o leído a contrario sensu,
permite que la condición puramente potestativa que depende del acreedor es válida.

Un ejemplo es: te regalo un automóvil si te titulas como Abogado.

La condición es casual, cuando depende enteramente del acaso, ó de la voluntad de un


tercero no interesado en el contrato, según el artículo 1333 del Código de 84.

Así la condición es casual cuando depende de un acontecimiento natural o de la voluntad de


un tercero.

Por su parte, la condición es mixta, cuando depende juntamente de un acontecimiento ajeno


de la voluntad de las partes y de la voluntad de una de ellas (artículo 1334 del Código de 1884).

La voluntad debe ser del acreedor, interpretando a contrario sensu y por analogía el artículo
1944 del Código de 28 (7.185).

Para los maestros Flores Barroeta, Borja Soriano y Rojina Villegas, las condiciones
potestativas pueden ser puramente potestativas y simplemente potestativas. Las primeras son las
que dependen exclusivamente de la voluntad de una de las partes. Las segundas, dependen de la
voluntad de una de las partes y de una realización exterior incierta (acontecimiento natural o voluntad
de un tercero).

D.- Condición positiva y negativa.

La condición positiva, consiste en un hecho que llegare a pasar, si consiste en que un


acontecimiento no suceda, entonces es condición negativa. Ver artículos 1946 y 1947 (7.187 y
7.188).

La condición puede ser positiva o negativa, según como la condición se redacte.

85
Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

“Son condiciones positivas -señala TAPIA RAMÍREZ- las que consisten en tomar la decisión
de realizar un hecho; por ejemplo, que cantes, que pintes, que juegues, etcétera. Son condiciones
negativas las que consisten en actitud de omisión o falta de realización del acontecimiento; por
ejemplo, que no realices el viaje, que no se case tal persona, etcétera. Esta clasificación, para la
mayoría de los estudiosos, resulta ociosa e inútil, puesto que en realidad la misma condición se
puede expresar de acuerdo con el lenguaje tanto en forma positiva como negativa, según la
redacción que se le dé a la cláusula condicional; por ejemplo, si contraigo matrimonio es igual que si
no me quedo soltero; si tengo dinero suficiente es igual que si no estoy pobre; si viajo a París es
igual si no dejo de ir a París; si soy estudioso y tranquilo es igual que no soy un holgazán y no un
destrampado o reventado, etcétera. En estos ejemplos se manifiesta que pueden ser las condiciones
positivas o negativas y, sin embargo, el hecho que constituye la condición es la misma en ambos
aspectos.”37.

E.- La condición imposible y la condición ilícita.

La condición imposible de dar o hacer, anula la obligación. La condición ilícita, es decir la


que vaya en contra de la ley o contra las buenas costumbres también anula la obligación (artículo
1943). El artículo 7.184 quita la frase “contra las buenas costumbres”.

Ver artículos 8, 10, 1827, 1828, 1830 y 2225 del CCCMX y 1.5, 1.7, 7.68, 7.69, 7.71 y 7.11
del CCEM.

El artículo 1943 en su último párrafo dice que las condiciones imposibles de no hacer, se
tienen por no puestas. Ejemplo, Te vendo mi casa si no vas al sol.

Los dos párrafos del artículo citado (igual el 7.184) se diferencian en que en el primero la
obligación se anula, pues es claro que la voluntad del deudor es la de no obligarse y aún queriendo
obligarse cuando se trata de condiciones ilícitas, la ley reprueba esas obligaciones.

En cambio las obligaciones de no hacer simplemente se tienen por no puestas y la obligación


nace como pura y simple.

F.- Efectos de las condiciones.

Las condiciones plantean diversos efectos, según esté pendiente su cumplimiento, o bien ya
se cumplieron, y cuando se tiene la certeza de que la condición no se cumplirá.

a.- Los efectos de la condición, estando pendiente ésta.

Si la condición no se ha cumplido y ésta es suspensiva, como ya se indicó, la exigibilidad de


la obligación (que si sus efectos conservatorios), no ha nacido, no existe.

En este supuesto hay un derecho en germen, o una expectativa de derecho, o bien, el


derecho a que una vez cumplida la condición nazca el derecho pendiente de ésta.

En los tres supuestos, atendiendo a la retroactividad de la condición, el acreedor tiene


derecho a los actos conservatorios de sus derechos, en términos del artículo 1942 (7.183), el cual a
la letra dice:

“En tanto que la condición no se cumpla, el deudor debe abstenerse de todo acto que impida
que la obligación pueda cumplirse en su oportunidad.
El acreedor puede, antes de que la condición se cumpla, ejercitar todos los actos
conservatorios de su derecho.”.

37
DOMÍNGUEZ Martínez. Obligaciones Civiles. P. 436.

86
Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

Por su parte el artículo 1945 (7.186) establece que se tendrá por cumplida la condición
cuando el obligado impidiese voluntariamente su cumplimiento.

Si la condición es suspensiva, pendiente ésta, la cosa objeto del contrato, se perdiere,


deteriorare, o bien se mejorare, se observarán las reglas del artículo 1948.

Si la condición suspensiva se ha cumplido, entonces las reglas a aplicar son las del artículo
2017 -7.262- (artículos 2014, 2015, 2017 y 2018 - 7.259, 7.260, 7.262 y 7.263 -).

En este supuesto hay que determinar si la cosa es determinada o determinable, si hay pacto
de posesión, uso o goce.

Si la condición es resolutoria, la obligación surte sus efectos como una obligación pura y
simple.

Cumplida la condición resolutoria se retrotraen los efectos, volviendo las cosas al estado que
tenían, como si la obligación no hubiere existido.

Para determinar la teoría de los riesgos en la condición resolutoria, hay que atender al
artículo 2017 -7.262- (artículos 2014, 2015, 2017 y 2018 - 7.259, 7.260, 7.262 y 7.263 -).

b.- Certeza de que la condición no se cumplirá.

Aquí también hay que distinguir si se trata de condiciones suspensivas o resolutorias.

Tratándose de condición suspensiva, la obligación no nació, nunca existió y por lo tanto no


hubo efectos provisionales que deban retrotraerse. Sólo se destruye el vínculo obligatorio, es decir,
la causa eficiente de la obligación.

Si es resolutoria, la obligación se transforma en pura y simple, de tal manera que los efectos
realizados, quedan ya consumados y para lo futuro la obligación seguirá surtiendo sus efectos como
si fuera pura y simple, puesto que la condición que pudo haberla extinguido, ya no se realizará.

La no realización de la condición tiene un efecto muy sencillo: impide que la obligación nazca
(Rojina Villegas op. Cit. P. 676).

III.- Término.

Es la modalidad que consiste en el acontecimiento de realización siempre cierta en que se


hace exigible, o bien, se resuelve la obligación.

El plazo es el tiempo que transcurre entre el nacimiento de la obligación y su exigibilidad o


resolución (término). Es decir, el término, es el vencimiento del plazo.

El día cierto es el que necesariamente ha de llegar (1954 y 7.191).

Para algunos tratadistas (Domínguez Martínez), el plazo es lo mismo que el término, el cual
es el acontecimiento de realización siempre cierta, depende la exigibilidad o la extinción de los
efectos del negocio (Derecho Civil. P. 686).

El término afecta la exigibilidad o extinción de la obligación, nunca su existencia. En el mismo


sentido el maestro Rojina Villegas.

A. Término suspensivo y término extintivo.

Se entiende por término suspensivo o inicial, el acontecimiento futuro de cuya realización


cierta necesariamente depende la exigibilidad de los efectos del negocio.

Del término extintivo o final, en cambio, depende la extinción de dichos efectos.

87
Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

Un ejemplo del primero es te daré cien pesos el día 31 de diciembre del año en curso.

Un ejemplo de término extintivo es, te doy en comodato mi coche hasta el día último de
diciembre de este año.

Hay otras clasificaciones doctrinales del término.

Así tenemos el término incierto, que es aquél que necesariamente ha de llegar, pero se
ignora cuando. El término cierto es aquél que se ha especificado concretamente.

El término voluntario es el fijado por la voluntad.

El término expreso es aquél en que se señala fecha precisa en que ha de llegar, el tácito, es
el que se deriva de la naturaleza del negocio.

El término legal es el señalado por la ley (2080 y 7.322 y 7.323). El término judicial, por otro
lado, es el que se conoce como término de gracia y es el fijado por el Juez. En materia mercantil no
hay término de gracia (84 del Código de Comercio).

Para Planiol y Ripert, también existe el término a distancia, a que se refieren los artículos
1806 y 7.46 de los respectivos Códigos Civiles y 134 y 1.154 de los respectivos Códigos Adjetivos.

El término esencial es aquél, según el cual si la obligación no se presta en la fecha


establecida, carece de cualquier valor. Desde mi punto de vista este término no es reconocido por la
Ley y doctrina nacionales.

Las obligaciones a plazo o término se contarán por la manera prevenida en el artículo 1956
del Código Civil. (7.193)

Hay que leer los artículos 1175 y 1176 de Código de Comercio, 181 de la LGTOC, y 129
(1.149 y 1.159) del CPC.

Los efectos del término suspensivo, es que no nace la exigibilidad de la obligación y no corre
el plazo para la prescripción. Por lo tanto no se puede exigir el pago y en caso de que el deudor
pague anticipadamente, ignorando el plazo, no tendrá derecho a repetir, sino a reclamar al acreedor
los intereses o frutos que éste hubiere percibido del bien (1957 y 7.194).

Toda vez llegado el término, el negocio produce sus efectos plenos y el deudor debe cumplir
la obligación.

Por lo que se refiere al término final o extintivo, si éste está pendiente, el negocio surte sus
efectos, los cuales se extinguen con la llegada del término. La extinción es para lo futuro, no se
retrotraen los efectos alcanzados.

El término o plazo se presume a favor del deudor, salvo pacto de las partes, o las
circunstancias del negocio (1958 y 7.195). De allí que el deudor puede pagar anticipadamente su
obligación.

Sin embargo, el beneficio del plazo a favor del deudor, puede perderse, en los casos del
artículo 1959 (7.196).

B. Diferencias con la condición.

El término se distingue de la condición en que aquél, siempre es de realización cierta y no


afecta la existencia misma de la obligación, la obligación ya nació sólo está por definirse si la misma
se extingue, o bien, se exige. Su similitud consiste en que ambos son de realización futura.

88
Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

El Código establece en su artículo 1955 (7.192) que si la incertidumbre consiste en si ha de


llegar o no el día, la obligación será condicional.

IV.- Modo o carga.

El modo o carga, es la liberalidad que el autor de un negocio jurídico, o bien, una de las
partes del negocio, impone al beneficiario de la liberalidad.

Sus características son:

a.- Consiste en una carga accesoria.

b.- Sólo en negocios que importan una liberalidad (aquí estriba su diferencia con la
estipulación a favor de tercero). Además, la estipulación siempre es a favor de tercero, la carga
puede ser a favor del autor de la liberalidad o de un tercero.

c.- La carga es impuesta por el autor de la liberalidad.

d.- Se impone al agraciado con la liberalidad.

A.- Diferencias con la condición.

El modo no depende de un acontecimiento futuro e incierto, es una ejecución impuesta al


agraciado de la liberalidad. Inclusive el modo puede estar sujeto a una condición.

SECCIÓN SEGUNDA

OBLIGACIONES COMPLEJAS POR SU OBJETO

I.- Obligaciones Conjuntivas.

Son aquéllas que tienen dos o más objetos, pues el artículo 1961 (7.199) señala que el que
se ha obligado a diversas cosas o hechos, conjuntamente, debe dar todas las primeras y prestar
todos los segundos.

Estas obligaciones pueden ser de dar, hacer, no hacer o dejar de hacer, o bien,
combinaciones de estas.

La finalidad es que cada bien, hecho o abstención, sean parte de una obligación individual,
aunque todas emanen de un negocio jurídico.

II.- Obligaciones Alternativas.

Si el deudor se ha obligado a uno de dos hechos, o a una de dos cosas, o a un hecho o a


una cosa, cumple prestando cualquiera de esos hechos o cosas (1962 y 7.200).

Se debe distinguir entre obligación alternativa y de géneros. Ejemplo de una alternativa, el


que se obliga a pagar una suma de dinero, o prestar un servicio profesional. Ejemplo de una
obligación de géneros, un vendedor de perros, se obliga a entregar uno de sus perros. Si se le
considera alternativa, el vendedor, cumplirá con entregar cualquier perro, si es de géneros, deberá
entregar uno de mediana calidad (2015 y 2016 -7.260 y 7.261-).

También debe distinguirse de la alternativa de cumplimiento, pues esta se refiere a la


modalidad o manera en que se cumplirá la obligación. Verbigracia, el lugar o fecha de cumplimiento.

A).- Prohibición de pago parcial.

89
Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

Si el deudor se ha obligado a uno de dos hechos, o a una de dos cosas, o a un hecho o a


una cosa, cumple prestando cualquiera de esos hechos o cosas; más no puede, contra la voluntad
del acreedor, prestar parte de una cosa y parte de otra, o ejecutar en parte un hecho (1962 y 7.200).

La parte final ya lo dice el artículo 2078 (7.320), al referirse a la exactitud en el modo de


pago.

B).- Derecho de elección.

a).- Titular del derecho de elección.

Conforme al artículo 1963 (7.201), por regla general, le corresponde al deudor.

Puede sujetarse a la ley, al acreedor, a un tercero, o a un acontecimiento, y esto último no


la hace obligación condicional.

Si indebidamente se prestaron todas las obligaciones alternativas, sin distinguir que se trate
de buena fe o de mala fe, corresponderá elegir la devolución al que originalmente le correspondía la
elección.

b).- Plazo de elección.

La ley no dice nada al respecto, por lo que siguiendo al maestro Fausto Rico y coautores
(pág. 500), considero aplicable el artículo 1425 del CCCMX.

c).- Forma de ejercicio.

La elección no producirá efecto, sino hasta que sea notificada por el titular de la elección
(1964 y 7.202). Si la elección es del deudor, deberá notificarse al acreedor, si es de éste, al deudor,
si es de un tercero, a ambos, y si depende de un acontecimiento, creo que de igual manera deben
estar notificados tanto deudor como acreedor.

d).- Consecuencias de la elección.

Determina el objeto de la obligación, pero la transmisión de la propiedad y los riesgos, si se


trata de bienes individualizados, se verifica con efectos retroactivos al nacimiento del negocio
jurídico, salvo estipulación en contrario.

e).- Extinción del derecho de elección.

Si sólo una prestación u objeto fuere posible, el deudor perderá el derecho de elección (1965
y 7.203).

Considero que este artículo se refiere tanto a prestaciones que no fueren posibles desde el
nacimiento de la obligación alternativa, como para el caso de que una de las prestaciones se hiciere
imposible con posterioridad.

C).- Incumplimiento de un hecho.

Son aplicables los artículos 1978, 1983, 2027 y 2028 (7.216, 7.221, 7.272 y 7.273).

D).- Obligaciones Alternativas legales.

El deudor tiene la posibilidad de cumplir con obligaciones prestando una u otra obligación en
casos determinados en la ley como pueden ser los supuestos del pago de alimentos o integrar al
acreedor alimentista a la familia (309), en los casos de legados alternativos (1421, 1422, 1423, 1456
y 1457).

III.- Obligaciones Facultativas.

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Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

Son aquéllas en que el deudor se obliga respecto de un objeto (in obligatione), pero puede
liberarse con otra prestación (in facultate solutionis).

No está regulada en el Código, pero se distingue de las alternativas en que en las facultativas
sólo puede exigirse el objeto in obligatione, si el objeto in obligatione es imposible, no hay obligación,
aunque la in facultate solutionis, sea posible y lícita. Si se pierde el objeto de la obligación facultativa,
se extingue la obligación, no así en las alternativas.

En el Estado de México el artículo 7.198 dice: “Cuando el deudor debe una prestación única,
pero con la posibilidad de liberarse cumpliendo otra distinta, la obligación es facultativa.”.

SECCIÓN SEGUNDA

OBLIGACIONES COMPLEJAS POR LOS SUJETOS

I.- GENERALIDADES.

La mancomunidad es la relación jurídica en la que intervienen varios sujetos, ya como


acreedores, ya como deudores, o bien, como acreedores y deudores a la vez (1984 y 7.222).

Las obligaciones mancomunadas son simplemente mancomunadas o solidarias.

Tanto las obligaciones simplemente mancomunadas como las obligaciones solidarias,


pueden ser activas (donde hay pluralidad de acreedores), pasivas (donde hay pluralidad de
deudores) y mixtas (donde hay pluralidad de acreedores y deudores).

II.- SIMPLE MANCOMUNIDAD.

Dice el artículo 1985 (en el mismo sentido el artículo 7.223).

“La simple mancomunidad de deudores o de acreedores no hace que cada uno de los
primeros deba cumplir íntegramente la obligación, ni da derecho a cada uno de los segundos para
exigir el total cumplimiento de la misma. En este caso el crédito o la deuda se consideran divididos
en tantas partes como deudores o acreedores haya y cada parte constituye una deuda o un crédito
distintos unos de otros.”.

No obstante que la parte final indique que se trata de deudas o créditos, distintos, son
simplemente mancomunadas por devenir de la misma relación jurídica, además que para efectos de
distinguirla de la solidaridad, señala: “…En este caso el crédito o la deuda se consideran divididos
en tantas partes…”.

En la simple mancomunidad las partes se presumen iguales a no ser que se pacte otra cosa
o que la ley disponga lo contrario (1986 y 7.224).

La simple mancomunidad desigual por la ley se prevé en los supuestos de los artículos 1411
y 1998 del CCCMX (7.239 -el artículo 1411 no tiene similar en el CCEM), que dicen:

“ARTICULO 1,411.- Si toda la herencia se distribuye en legados, se prorratearán las deudas


y gravámenes de ella entre todos los partícipes, en proporción de sus cuotas, a no ser que el testador
hubiere dispuesto otra cosa.”.
“ARTICULO 1,998.- Si muere uno de los deudores solidarios dejando varios herederos, cada
uno de éstos está obligado a pagar la cuota que le corresponda en proporción a su haber hereditario,

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Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

salvo que la obligación sea indivisible; pero todos los coherederos serán considerados como un solo
deudor solidario, con relación a los otros deudores.”.

III.- SOLIDARIDAD.

A).- Concepto.

Conforme al artículo 1987 (7.225), además de mancomunidad, habrá solidaridad activa,


cuando dos o más acreedores tienen derecho para exigir, cada uno de por sí, el cumplimiento total
de la obligación; y solidaridad pasiva cuando dos o más deudores reporten la obligación de prestar,
cada uno de por sí, en su totalidad, la prestación debida.

Es decir, existe igualmente un vínculo jurídico principal y relaciones jurídicas subyacentes.

El vínculo jurídico principal se da entre los acreedores y deudores desde el inicio de la


solidaridad y el vínculo jurídico subyacente nace entre los acreedores, en el momento en que un
acreedor recibe el total de la prestación, y entre los deudores, cuando uno de ellos cumple por entero
la obligación.

B).- Fuentes.

La solidaridad no se presume, nace de la ley o de la voluntad de las partes (1988 y 7.226).

Así pues, la ley no autoriza el consentimiento tácito a que se refiere el 1803 (7.43), pero
tampoco impone formulismos ni que conste expresamente la palabra solidaridad, de tal suerte que
si en un contrato se dice que debe pagar o se le puede exigir el pago total a cualesquiera de los
deudores, entonces queda clara la intención de que la obligación se constituya como solidaria.

También ver tesis aislada respecto a la conjunción y/o. Número de registro 165841.

“Suprema Corte de Justicia de la Nación


Registro digital: 165841
Aislada
Materias(s): Civil
Novena Época
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: Tomo XXX, Diciembre de 2009
Tesis: I.3o.C.772 C
Página: 1507
CONTRATOS. LA CONJUNCIÓN "Y/O". SU USO EN LOS CONTRATOS IMPLICA
SOLIDARIDAD O MANCOMUNIDAD EN LAS OBLIGACIONES, SEGÚN PREVALEZCA LA "Y" O
LA "O" COMO RESULTADO DE LA INTERPRETACIÓN SISTEMÁTICA DE LAS CLÁUSULAS.
Si en un contrato las partes hacen valer la expresión "y/o" para designar personas, cosas,
derechos u obligaciones, se debe atender a la naturaleza de lo pactado a efecto de advertir la
verdadera intención de las partes al contratar; así, de prevalecer la conjunción "o", se debe entender
la existencia de solidaridad en la obligación, en donde todos o cualquiera de los obligados están
constreñidos a dar cumplimiento a la totalidad de ella y a su vez, el cumplimiento de la obligación se
puede exigir a todos o a cualquiera de los obligados. Por otra parte, si lo que prevalece es la
conjunción "y", se estará frente a una mancomunidad, supuesto en el que la obligación se entiende
dividida en tantos sujetos cuantos se hayan obligado y cada uno de ellos responde en la porción que
le toca. Por ejemplo, en el caso de un contrato de arrendamiento, en el que se estipuló mediante la
conjunción "y/o" que los arrendatarios asumirían las obligaciones derivadas de tal acuerdo de
voluntades, debe entenderse en el sentido de que la obligación es solidaria y lo que prevalece es la
conjunción "o", pues cualquiera de ellos responderá por el total de la obligación.

92
Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER CIRCUITO.


Amparo directo 355/2009. Leticia Yolanda Santillán Islas. 20 de agosto de 2009. Unanimidad
de votos. Ponente: Víctor Francisco Mota Cienfuegos. Secretario: Erick Fernando Cano Figueroa.”.

Si no se pactó la solidaridad entonces hay mancomunidad, por tanto el deudor no sólo puede,
sino que debe pagar a cada acreedor mancomunado su parte y el acreedor sólo puede y debe exigir
la parte que le corresponde al deudor mancomunado.

C).- Efecto del pago.

El pago hecho a uno de los acreedores, extingue la obligación solidaria (1990 y 7.230 -quita
la palabra totalmente que está en el 1990), pero hace exigible una obligación subyacente entre
deudores o entre acreedores.

La novación, compensación, confusión o remisión hecha por cualquiera de los acreedores


solidarios, con cualquiera de los deudores solidarios, extingue la obligación (1991 y 7.231), lo cual
opera si con dichas formas de extinguir las obligaciones, se cubre la totalidad de la deuda y no sólo
una parte proporcional. Al respecto ver los artículos 1992 a 1995 (7.232 a 7.235).

D).- Interrupción de la prescripción.

Asimismo, la interrupción de la prescripción favorece a todos los acreedores y perjudica a


todos los deudores (2001 y 7.245).

E).-Responsabilidad por incumplimiento.

El incumplimiento de uno de los deudores, sujeta a resarcir daños y perjuicios a los demás
(2002 y 7.246).

F).- Efectos en la solidaridad activa.

a).- Exigibilidad del todo o parte.

Cualesquier acreedor puede exigir el pago total o parcial, en este último caso, el acreedor o
los demás acreedores pueden exigir la diferencia a los demás deudores en cualquier tiempo. Lo
mismo si uno de los deudores es insolvente (1989 y 7.227 a 7.229).

b).- Legitimación para recibir el pago.

El deudor se libera pagando a cualesquiera de los acreedores solidarios, a menos que uno
de ellos haya requerido el pago judicialmente, caso en el cual debe pagar al demandante (1994 y
7.234).

c).- Fallecimiento de un acreedor solidario.

Si fallece uno de los acreedores solidarios y deja dos o más herederos y la deuda no se
cobró por el albacea, cada coheredero será acreedor simplemente mancomunado respecto de su
haber hereditario y no podrá exigir la totalidad de la deuda (1993 y 7.233).

G).- Efectos en la solidaridad pasiva.

a).- Insolvencia de deudores.

Existe una aparente contradicción entre lo dispuesto en el artículo 1989 (7.227 a 7.229) y el
artículo 422 del CPCCMX (1.208). Dicha contradicción la corte la resuelve considerando aplicable el

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Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

CCCMX y no el procesal (registro 201464), sin embargo, considero que sólo es válido el principio de
la relatividad de la sentencia.

El suscrito agrego que no hay cosa juzgada en el caso de insolvencia y por lo tanto no existe
contradicción, pues la sentencia que declara insolvente al deudor solidario, no lo absuelve del
cumplimiento de la obligación, supuesto en el cual se actualizaría la excepción de cosa juzgada.

“Suprema Corte de Justicia de la Nación


Registro digital: 201464
Aislada
Materias(s): Civil
Novena Época
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: Tomo IV, Septiembre de 1996
Tesis: I.5o.C.46 C
Página: 681
OBLIGACION SOLIDARIA. LA DECLARACION DE INSOLVENCIA DE UNO DE LOS
DEUDORES SOLIDARIOS NO CONSTITUYE COSA JUZGADA RESPECTO DE LOS DEMAS,
POR LO QUE PUEDE EN DIVERSO JUICIO EXIGIRSE DE ESTOS SU CUMPLIMIENTO.
Existe evidente contradicción entre lo dispuesto por el artículo 1989 del Código Civil y lo
preceptuado en el numeral 422 del Código de Procedimientos Civiles, ambos ordenamientos del
Distrito Federal, pues en tanto el primero de los preceptos citados autoriza que en caso de
insolvencia de un deudor solidario puede demandarse de los demás el cumplimiento total de la
obligación contraída, el segundo previene que existe cosa juzgada, puesto que lo resuelto en el
primer juicio surtirá efectos en contra del deudor solidario, aun cuando no haya sido parte en aquél;
contradicción que debe decidirse determinando que lo que debe prevalecer es lo establecido en el
dispositivo del Código Civil de mérito, en virtud de que la solidaridad es una figura jurídica que se
encuentra instituida y regulada en dicha codificación civil como una modalidad de las obligaciones,
estableciendo en sus diversas disposiciones cuándo se actualiza, qué efectos produce entre las
partes que contrajeron las obligaciones, así como entre los mismos deudores solidarios y entre los
mismos acreedores solidarios, en qué casos se extingue la solidaridad, qué excepciones puede
hacer valer el deudor en contra del acreedor, por lo que debe considerarse como una figura jurídica
de derecho sustantivo y no adjetiva o procesal, como sí lo es la cosa juzgada o los incidentes
promovidos en juicio, que se encuentran definidos, regulados y desarrollados en cuanto a su
procedencia y trámites en el código procesal civil; de tal suerte que al tener la solidaridad naturaleza
jurídica sustantiva, debe estarse a lo que dispone el Código Civil y, por tanto, el acreedor está en
aptitud, en caso de insolvencia de uno de los deudores solidarios de promover un diverso juicio en
contra de otro u otros deudores solidarios, sin que por ello se configure la cosa juzgada; lo cual,
además, es acorde con el principio "res inter alios judicata, aliis nec nocere nec prodesse potest", es
decir, que lo que se juzga entre unos, no puede perjudicar ni beneficiar a otros, pues la circunstancia
de que una sentencia que pasa en autoridad de cosa juzgada tenga valor frente a todo el mundo, no
significa que de ella puede prevalerse una persona que no ha intervenido en un juicio ni aun cuando
sea un deudor solidario.
QUINTO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER CIRCUITO.
Amparo directo 3725/96. Silvia Meda Bravo. 11 de julio de 1996. Unanimidad de votos.
Ponente: José Rojas Aja. Secretario: Francisco Sánchez Planells.”.

b).- Renuncia del acreedor a la solidaridad pasiva.

Puede el acreedor (1989 y 7.227 a 7.229) renunciar a la solidaridad pasiva y convertir la


deuda en simplemente mancomunada La renuncia puede ser parcial o total, si es parcial, sólo
beneficia a los deudores designados en la renuncia, por lo que puede exigirse a los demás deudores

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Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

el total de la deuda, menos la parte que se renuncia. Asimismo, dicha deducción sólo opera en el
caso de que el deudor beneficiado con la renuncia, no haya pagado su parte, pues el caso contrario,
trae como consecuencia que a cualesquier deudor pueda exigirse el cumplimiento total de la deuda.
La renuncia hace a la obligación simplemente mancomunada, la remisión la extingue.

c).- Excepciones del deudor solidario.

Sólo puede interponer las que deriven de la naturaleza de la obligación o las que le sean
personales (1995 y 7.235).

Las derivadas de nulidad absoluta, nulidad relativa, de pago, novación, prescripción, de


contrato no cumplido, son ejemplo de las primeras, nulidad por error, por falta de capacidad o
legitimación, son ejemplos de las segundas.

d).- Imposibilidad de cumplimiento.

Si la cosa perece o el hecho se hace imposible sin culpa de los deudores, se extingue la
obligación (1997 y 7.237).

Desde luego, el hecho debe ser imposible para todos los deudores solidarios.

Si media culpa de los deudores, los culpables responden del cumplimiento de la obligación
y del pago de daños y perjuicios, teniendo los no culpables acción contra los culpables (1997 in fine
y 2002 -7.238 y 7.246-).

e).- Fallecimiento de un deudor solidario.

Me remito a los comentarios vertidos en relación al fallecimiento del acreedor solidario,


mutatis mutandi.

H).- Relación jurídica subyacente.

a).- En la solidaridad activa.

Recibido el pago, debe repartirlo entre los demás acreedores, en la proporción que les
corresponda (1992 y 7.232).

Entre los acreedores existe una obligación simplemente mancomunada.

Si la prestación es un hecho, se debe pagar en dinero la parte proporcional que le


corresponda a cada acreedor, sin que puedan aplicarse las disposiciones sobre enriquecimiento
ilegítimo.

Si el acreedor hubiere hecho quita o remisión, responde frente a los demás acreedores (1992
y 7.232).

b).- En la solidaridad pasiva.

Dispone el artículo 1999 (7.240 a 7.243) que el deudor que paga por entero, tiene a su vez
derechos sobre los demás deudores, que lo serán mancomunados y por partes iguales salvo pacto
en contrario, subrogándose en los derechos del acreedor. Lo último contradice lo dispuesto por el
artículo 1990 (7.230), que dice que se extingue la deuda y si se extingue, entonces no puede haber
subrogación.

El déficit del deudor solidario cuyo pago no puede obtenerse, se divide entre todos los
deudores, incluyendo el liberado de la solidaridad.

95
Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

Si la prestación es un hecho, se debe pagar en dinero la parte proporcional que le


corresponda a cada acreedor, sin que puedan aplicarse las disposiciones sobre enriquecimiento
ilegítimo.

El deudor requerido debe oponer todas las excepciones procedentes, de lo contrario, pierde
el derecho de repetir contra los demás deudores (1996 y 7.236).

Si la deuda interesa a un solo codeudor, éste será responsable de toda la deuda por entero
(2000 y 7.244).

La extinción por remisión libera a todos los deudores.

La extinción por compensación da acción contra los demás codeudores.

Lo mismo en la extinción por novación. Considerando que si la nueva deuda es más gravosa,
el que celebró novación debe pagar conforme a la primitiva y si es la nueva menos gravosa, podrá
repetir por el importe de la nueva.

IV.- OBLIGACIONES DIVISIBLES E INDIVISIBLES

A).-CONCEPTO.

Si existe un objeto y pluralidad de acreedores, de deudores o de ambos, se da la


indivisibilidad.

Son divisibles aquéllas que tienen por objeto prestaciones que pueden cumplirse
parcialmente, las indivisibles son aquéllas cuyas prestaciones deben cumplirse por entero (2003 y
7.247).

Para determinar si es susceptible de ser divisible o no el objeto de la obligación, debe


atenderse a su esencia, a la depreciación económica o de valor que sufra la cosa o el hecho, es
decir, que el objeto pueda fraccionarse sin detrimento de su valor.

Que pueda fraccionarse o no el objeto de la obligación depende de su naturaleza o del


convenio entre las partes.

Son naturalmente divisibles el dinero, la entrega de géneros como los vinos o una cuadrilla
de bueyes. Son indivisibles por naturaleza un libro, un animal o un auto.

Respecto a los hechos, a priori digo que son indivisibles, sin embargo puede haber casos de
divisibilidad de hechos, por ejemplo pintar una casa o prestar servicios jurídicos por etapas
procesales.

Las abstenciones creo que también pueden ser divisibles, por ejemplo abstenerse de
ejecutar un embargo sobre determinados bienes.

Las obligaciones divisibles pueden hacerse indivisibles por acuerdo entre las partes.

Para que las obligaciones puedan ser divisibles debe atenderse a su esencia y valor
económico. Cada billete o moneda del total de una suma de dinero conserva su esencia y valor
económico aunque se separen del total de la suma, de igual suerte una rebanada de pastel o la
entrega de semillas en diversos lotes.

Un caballo, un auto o un cuadro no pueden dividirse sin alterar su esencia o valor económico.

B).- UNICIDAD Y PLURALIDAD DE SUJETOS.

a).- Unicidad.

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TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

Si existe un solo deudor y un solo acreedor, la regla general es la indivisibilidad de la


obligación y su consecuente cumplimiento por entero o el pago de una pena convencional por no
cumplirse por entero, salvo claro, acuerdo de las partes.

b).- Pluralidad.

El artículo 2005 (7.249) ordena que las obligaciones divisibles con pluralidad de sujetos se
regirán por las reglas comunes de las obligaciones y las indivisibles por las disposiciones siguientes
a dicho artículo.

Esto es, que las divisibles con pluralidad de sujetos se regirán por las obligaciones
simplemente mancomunadas o solidarias.

c).- Relación principal en la indivisibilidad activa y pasiva.

i.- Obligación de cumplir por entero la obligación.

Si varios deudores contrajeron conjuntamente una deuda indivisible, están obligados a


cumplirla por entero aunque no se haya pactado solidaridad (2006 y 7.250).

ii.- Incapacidad.

Por regla general la nulidad por incapacidad sólo puede ser invocada por el incapaz (2230 y
7.16), pero conforme a lo dispuesto en el artículo 1799 (7.39) la incapacidad también puede ser
invocada si el objeto del derecho o de la obligación común es indivisible.

iii.- Consecuencia del incumplimiento.

Si la obligación es indivisible, pierde ese carácter si es incumplida y nace el derecho de


indemnización:

“2010.- Pierde la calidad de indivisible, la obligación que se resuelve en el pago de daños y


perjuicios y, entonces, se observarán las reglas siguientes:
I.- Si para que se produzca esa conversión hubo culpa de parte de todos los deudores, todos
responderán de los daños y perjuicios proporcionalmente al interés que representen en la obligación;
II.- Si sólo algunos fueron culpables, únicamente ellos responderán de los daños y
perjuicios.”.

En el mismo sentido el artículo 7.255 del CCEM.

d).- Indivisibilidad activa.

i.- Remisión de deuda.

Sólo puede remitirse el crédito por todos los acreedores (2008 y 6 -7.253 y 1.3-) y sólo si es
divisible puede haber remisión parcial.

Coincido con el maestro Rico en el sentido de que si es obligación indivisible deba permitirse
la remisión parcial extinguiendo únicamente la acción del autor de la remisión.

ii.- Fallecimiento de uno de los acreedores.

“2007.- Cada uno de los herederos del acreedor puede exigir la completa ejecución
indivisible, obligándose a dar suficiente garantía para la indemnización de los demás coherederos,
pero no puede por sí solo perdonar el débito total, ni recibir el valor en lugar de la cosa.
Si uno solo de los herederos ha perdonado la deuda o recibido el valor de la cosa, el
coheredero no puede pedir la cosa indivisible sino devolviendo la porción del heredero que haya
perdonado o que haya recibido el valor.”.

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Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

En el mismo sentido los artículos 7.251 y 7.252

Existe una contradicción entre el primero y segundo párrafos del 2007 y los artículos 7.251
y 7.252 respectivamente.

e).- Indivisibilidad pasiva.

i.- Fallecimiento de uno de los deudores.

“2006.- Cada uno de los que han contraído conjuntamente una deuda indivisible, está
obligado por el todo, aunque no se haya estipulado solidaridad.
Lo mismo tiene lugar respecto de los herederos de aquel que haya contraído una obligación
indivisible.”.

Igual el 7.250.

ii.- Concurrencia en juicio.

Si sólo es demandado un coheredero deudor, puede solicitar un plazo para hace concurrir a
los demás coherederos deudores, salvo que por la naturaleza de la obligación sólo pueda cumplirse
por el demandado, en cuyo caso al ser condenado, tendrá derecho de indemnización contra los
demás coherederos deudores (2009 y 7.254).

Lo mismo tratándose solamente de deudores.

f).- Relaciones jurídicas subyacentes.

No obstante su falta de regulación (pues lo señalado en los artículos 2007 y 2009 (7.251,
7.252 y 7.254) no es suficiente), deben aplicarse las disposiciones a que se refieren tratándose de
la solidaridad, pues de lo contrario habría enriquecimiento ilegítimo.

g).- Indivisibilidad y solidaridad.

“2004.- La solidaridad estipulada no da a la obligación el carácter de indivisible; ni la


indivisibilidad de la obligación la hace solidaria.”.

Igual el artículo 7.248.

h).- Semejanzas entre la indivisibilidad y solidaridad.

La exigibilidad y el cumplimiento en las obligaciones indivisibles y solidarias siempre es por


entero, pero las primeras por la naturaleza del objeto de la obligación y las segundas, o sea, las
solidarias, por la ley o por la voluntad de las partes.

i).- Diferencias entre la indivisibilidad y solidaridad.

i.- El fallecimiento de uno de los deudores o acreedores, no le quita el carácter de indivisible,


en las solidarias, entre los causahabientes, se vuelve simplemente mancomunada.

ii.- La extinción voluntaria en las indivisibles requiere el consentimiento de todos, salvo en la


quita, en las solidarias no.

iii.- La interrupción de la prescripción a favor de uno de los acreedores o en contra de uno


de los deudores, no aprovecha o perjudica a los demás (1173 y 7.486), en la solidaridad sí (2001 y
7.245).

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TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

iv.- La indemnización por incumplimiento en las obligaciones indivisibles sólo puede ser
exigida proporcional y separadamente a los deudores culpables, en la solidaria puede ser exigida a
cualesquiera de los deudores.

v.- La incapacidad puede ser invocada por cualquier acreedor o deudor en las indivisibles,
en las solidarias sólo por el que la padece.

Por último, considero oportuno transcribir lo que respecto a solidaridad escribe el Doctor
Domínguez Martínez en su libro “Derecho Civil. Obligaciones”.

“A. SOLIDARIDAD LEGAL


Por cierto, hay una pluralidad considerable de supuestos de solidaridad establecidos en la
ley, si bien en todo caso se trata de solidaridad pasiva. Los previstos en el Código Civil están
diseminados en su texto. Citemos algunos de ellos, principalmente para ver la dinámica de la figura
y sin pretender agotarlos. Podemos señalar por ejemplo la de quien no proporcione datos, debiendo
proporcionarlos, respecto de la situación económica del deudor alimentario (artículo 323); la de los
endosantes para con el portador del documento civil a la orden (artículo 1876); la de los gestores de
un mismo negocio (artículo 1901); la de los comodatarios respecto de las obligaciones que el
comodato genera a esta parte del contrato (artículo 2510); la de los mandantes en un negocio común
para con el mandatario (artículo 2580); la de los socios administradores con la sociedad en la
sociedad civil (artículo 2710). Como puede observarse, en todos los señalamientos hechos aparece
la presencia de dos o más sujetos como deudores a quienes la ley les trata como deudores solidarios;
todo lo cual se traduce en la obligación de cualquiera de ellos, en cada supuesto, de cumplir con la
totalidad de la deuda, por tratarse en el caso de la solidaridad pasiva presentada por el artículo 1987
del código.
En cuanto a acreedores solidarios se refiere, si bien los artículos 1990, 1991 y 1993 aluden
a ellos y según el artículo 1988 citado, la solidaridad no se presume sino que deriva de la ley o de la
voluntad de las partes, sin distinguir si se trata de solidaridad pasiva o activa, lo así planteado autoriza
a pensar en ambas, pero en realidad, el texto de nuestro ordenamiento no contiene supuesto alguno
de pluralidad de acreedores solidarios, de no ser el señalamiento respecto de la interrupción de la
prescripción, la cual, conforme al artículo 1174, dicha interrupción a favor de algunos de esos
acreedores, aprovecha a todos. Por esa razón, al principio del párrafo anterior advertimos que la
solidaridad legal se da únicamente en la solidaridad pasiva.”.38
“B. SOLIDARIDAD CONVENCIONAL
Contrariamente a la limitación observada en la solidaridad legal al tener lugar únicamente en
supuestos de solidaridad pasiva y no de activa, la solidaridad convencional aparece libremente en
sus dos manifestaciones, es decir, puede pactarse tanto respecto de los acreedores como de los
deudores.
Si bien en términos del artículo 1988, la solidaridad calificada convencional es la proveniente
de la voluntad de las partes, lo cual puede traducirse, en principio, en un acuerdo entre deudor o
deudores con acreedor o acreedores, pues se trata en el caso de la parte acreedora y de la parte
deudora, en realidad, si nos detenemos un poco más en el texto del precepto, ese convenio es
sobrante, ya que en todo caso, si no hubiera tal convenio y simplemente se pactare internamente
entre acreedores o bien entre deudores, y la otra parte no participara en el acuerdo sino simplemente
fuere notificada y con ello quedare enterada, lejos de perjudicarla la solidaridad habida entre los
miembros de su contraparte, le resulta ventajosa bien sea para el ejercicio y efectividad de su
derecho si se trata del acreedor, o bien para el cumplimiento de su obligación si se trata del deudor.
Inclusive, así admite dicho precepto ser entendido, pues no se refiere a acuerdo alguno de las partes
sino simplemente a la voluntad de las partes.
En efecto, lo pactare o no el deudor con sus acreedores, le resulta a todas luces conveniente
la constitución de estos en acreedores solidarios, por acuerdo entre ellos, lo cual, por cierto, no
requiere el consentimiento del deudor, y si lo acuerdan así los acreedores, no hay inconveniente
legal alguno. Tal solidaridad traerá consigo la posibilidad de cumplimiento por parte del deudor con
el total de la deuda a su cargo pagando a cualquier acreedor, sin la necesidad legal de pagar

38
DOMÍNGUEZ Martínez. Obligaciones. p. 469

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Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

fraccionadamente, a prorrata, a los dos o más acreedores participantes en la relación. Por su parte,
al acreedor con varios deudores, sin convenir con ellos la solidaridad pasiva, sino acordada
únicamente por codeudores y sólo habida por el acreedor, es de considerable ventaja para éste pues
no se verá en el imperativo de cobrar su parte a cada deudor, y válidamente podrá exigir el pago de
cualquiera de ellos.”.39
“A. ESTATUS DE CADA DEUDOR SOLIDARIO
A propósito de quien participa con el carácter de deudor solidario, respecto de su situación
jurídica cabe señalar las reglas siguientes:
Primera. Responde del total de la deuda como si fuera deudor único; la insolvencia de un
codeudor en nada le beneficia y si paga una parte, la deuda disminuye para todos sus codeudores
(artículos 1987 y 1989);
Segunda. Si paga al acreedor, ese pago extingue la obligación para todos;
Tercera. Le beneficia en todo la extinción de la obligación por novación, compensación,
confusión y remisión a favor de cualquiera de los otros deudores, pues ello es un efecto de la
extinción tenida lugar (artículo 1991);
Cuarta. Solamente podrá oponer las excepciones derivadas de la naturaleza de la obligación
y las personales (artículo 1995);
Quinta. Es responsable ante sus codeudores si no hace valer excepciones comunes de todos
ellos (artículo 1996);
Sexta. Si la cosa perece o la prestación se hace imposible por su culpa, todos los deudores
solidarios deberán responder al acreedor de la totalidad del pago y de la indemnización
correspondiente, pero los no culpables podrán dirigir su acción contra el culpable o negligente
(artículo 1997);
Séptima. Si llegare a morir y deja varios herederos, estos responderán en la proporción de
su participación en el haber hereditario de aquel, salvo si se tratare de una obligación indivisible,
pero en todo caso, tales coherederos serán considerados como un solo deudor solidario respecto de
los otros deudores (artículo 1998);
Octava. Si paga la totalidad de la deuda, podrá exigir a los codeudores su respectiva parte
en el total, el cual, de entrada, es en porciones iguales, y si de alguno no puede obtenerse el pago,
su parte se dividirá entre los otros, inclusive a quienes de ellos hubieren sido liberados de la
solidaridad; además, en la medida que un deudor solidario satisface la deuda, este se subroga en
los derechos del acreedor.
Novena. Si solo a él interesa el negocio generador de la deuda con solidaridad pasiva, debe
responder del total ante sus codeudores (artículo 2000).
Décima. Le perjudicará porque le será aplicable, cualquier interrupción de la prescripción
negativa (artículo 2001);
Undécima. Responderá también solidariamente con sus codeudores de los daños y
perjuicios reclamados procedentemente. (artículo 2002).
B. SITUACIÓN DE CADA ACREEDOR SOLIDARIO
Si de los acreedores solidarios se trata, también es el caso de tener en cuenta la situación
guardada por cada uno de ellos, pues le es aplicable a todos los participantes en la relación con ese
carácter. A ello nos referiremos de inmediato, de acuerdo con las reglas contenidas en lo siguiente:
Primera. Independientemente de que también puede hacerlo en unión de otro o de algunos
o de todos sus coacreedores, en lo individual, el acreedor solidario puede exigir del deudor la
totalidad de la deuda (artículos 1987 y 1989);
Segunda. Si el solo recibe el pago del total del adeudo la obligación está plenamente
cumplida (artículo 1990);
Tercera. Si hace novación, compensación, confusión o remisión de la deuda, así sea sin la
participación de sus coacreedores, da lugar a la extinción de la deuda (artículo 1991);
Cuarta. Si en lo personal recibió parte o la totalidad de la deuda, o bien, hizo quita o remisión,
es responsable ante sus coacreedores de lo correspondiente a ellos al dividirse el monto del crédito
entre ellos (artículo 1992);

39
DOMÍNGUEZ Martínez. Obligaciones. p. 470

100
Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

Quinta. Si muere, y deja dos o más herederos, cada uno de estos tendrá derecho y podrá
reclamar únicamente la parte de la deuda en la proporción que del haber hereditario le corresponda,
salvo si se tratare de obligación indivisible (artículo 1993);
Sexta. Si es el primero en requerir el pago, el deudor deberá pagarle a él (artículo 1994);
Séptima. Le favorece cualquier circunstancia, propia o ajena, interruptora de la prescripción
de la deuda (artículo 2001);”.40

SECCIÓN TERCERA

OBLIGACIONES DE DAR, HACER Y NO HACER

I.- GENERALIDADES.

Toda obligación tiene por objeto el dar, hacer, no hacer, dejar de hacer y tolerar. Esto es el
objeto directo de la obligación.

El objeto directo o inmediato de la obligación es la prestación que consiste en un dar, hacer,


no hacer, dejar de hacer o tolerar (1824 CCMX – 7.65 CCEM -). El objeto indirecto o mediato es la
cosa o el hecho (1824, 1825 y 1827 CCMX – 7.65, 7.66 y 7.68 - CCEM).

El objeto directo del contrato es la creación, transmisión, modificación o extinción de


derechos y obligaciones, la confirmación de derechos y la creación de personalidad jurídica (1792
CCCMX y 7.30 CCEM).

El objeto indirecto del contrato u objeto reflejo, es la cosa o el hecho (1824 CCCMX y 7.65
CCEM).

Las obligaciones consistentes en dejar de hacer y tolerar no son estudiadas por la doctrina,
sin embargo, se encuentran implícitas, las primeras en las obligaciones de hacer y las segundas en
las obligaciones de no hacer, pues las consecuencias de su incumplimiento son las mismas.

La obligación de dejar de hacer puede ser consistir en suspender la construcción de una


obra, la obligación de tolerar la podemos encontrar en las servidumbres.

Por lo que se refiere a las obligaciones de no dar, su prohibición no es absoluta, pero si es


limitada su eficacia.

Recuérdese que conforme a los artículos 23 y 830 (2.2 y 5.65) el propietario de un bien y el
titular de un derecho pueden disponer de sus bienes con tan sólo las restricciones que le imponga
la ley, por lo que la voluntad no puede restringir la enajenación de los bienes, es decir, no se puede
obligar a no dar, salvo que lo permita la ley, como es el caso de los artículos 2301 y 2901 (7.582 y
7.1106).

II.- OBLIGACIONES DE DAR.

Son cuatro los supuestos de obligaciones de dar que regula la ley (2011 y 7.256), y son la
enajenación de dominio de bien cierto, la enajenación temporal del uso o goce de bien cierto, la
restitución de bien ajeno y el pago del bien debido.

Los artículos mencionados en su fracción segunda, tienen diferencias que parecen mínimas
pero son de fondo, mismas que se analizarán en el turno de su estudio.

40
DOMÍNGUEZ Martínez. Obligaciones. pp. 471-473.

101
Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

“Artículo 2011.- La prestación de cosa puede consistir:


I.- En la traslación de dominio de cosa cierta;
II.- En la entrega temporal del uso y/o goce de cosa cierta;
III.- En la restitución de cosa ajena o pago de cosa debida.”.

“Artículo 7.256.- La prestación de un bien puede consistir:


I.- En la traslación de dominio de bien cierto;
II.- En la transmisión temporal del uso o goce de bien cierto;
III.- En la restitución de bien ajeno o pago de bien debido.”.

A).- TRANSMISIÓN DE DOMINIO DE BIEN CIERTO.

La primera obligación de dar puede consistir precisamente en la traslación, transmisión o


enajenación41 de bien cierto.

Conforme a la fracción primera, se transmite el dominio de un bien e implica la transmisión


de sus accesorios, salvo que resulte lo contrario del negocio jurídico o de las circunstancias del caso
(2013 y 1796 -7.258 y 7.32-).

La transmisión del bien, si éste es cierto y determinado42 se verifica por mero efecto del
negocio jurídico sin dependencia de tradición, natural o simbólica, teniéndose en cuenta las
disposiciones sobre el Registro Público43 (2014 y 7.259).

De los artículos 2011, 2014 y 2015 (7.256, 7.259 y 7.260), se hace alusión a cosa cierta, a
cosa cierta y determinada y a cosa indeterminada en cuanto a su especie.

En realidad debe tenerse por individualizada, en cuanto a su género, cantidad y en su caso


especie.

Si el bien es indeterminado, la transmisión sólo se verificará hasta que se hace cierto y


determinado con conocimiento del acreedor (2015 y 7.260).

El bien debe ser cierto y determinado con conocimiento del acreedor, es decir, no basta con
que sea cierto y determinado, sino que debe saberlo el acreedor.

Asimismo, si no se designa la calidad del bien, el deudor cumple entregando uno de mediana
calidad (2016 y 7.261).

En el caso de bienes que no son ciertos ni determinados, toda vez que se hacen ciertos y
determinados con conocimiento del acreedor, se verifica la transmisión de la propiedad, y en la
determinación del bien cierto, debe especificarse la calidad del bien, de lo contrario se cumple con
un bien de mediana calidad, pero que debe hacérsele saber al acreedor cual es ese bien de calidad
media.

Es importante precisar que el efecto de las obligaciones de dar conforme a la fracción primera
de los artículos 2011 y 7.256, es precisamente la transmisión de dominio, es esencia de la obligación
transmitir la propiedad y no se requiere de algún otro acto o hecho para que la traslación se verifique.

41
Tanto los legisladores como la doctrina consideran dichos términos como sinónimos.
42
El estudio de los bienes ciertos y determinados se hizo a propósito del desarrollo del objeto de los contratos.
43
Esta última parte no la menciona el artículo 7.259, pero se infiere de una interpretación integral.

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TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

Toda vez que se celebre el negocio jurídico que tenga por objeto una obligación de dar
conforme a la mencionada fracción primera, se transmite la propiedad sólo queda pendiente la
entrega del bien, ya sea real, jurídica o virtual (2283-I y 7.563-II).

Los efectos de los contratos traslativos de dominio son reales y no obligacionales, como lo
precisa el Doctor Domínguez Martínez.

“En efecto, al definir al contrato de donación, por ejemplo, según la parte relativa de su
artículo 2332, “…es un contrato por el que una persona transfiere a otra una parte o la totalidad de
sus bienes presentes”; en el mismo sentido, conforme a la parte complementaria del artículo 2689,
la aportación de bienes del socio a la sociedad, implica la transmisión de su dominio de aquel a esta;
y lo mismo podemos decir respecto de la renta vitalicia, contrato aleatorio “…por el cual el deudor se
obliga a pagar periódicamente durante la vida de una o más personas determinadas, mediante la
entrega de una cantidad de dinero o de una cosa mueble o raíz estimadas, cuyo dominio se le
transfiere desde luego.” (artículo 2774). Así pues, en los tres casos señalados la ley hace referencia
a esa transmisión automática del derecho de propiedad del enajenante al adquirente, como una
consecuencia inherente a la respectiva celebración de cada uno de los contratos correspondientes.
No puede decirse lo mismo con respecto al contrato de compraventa. Según el artículo 2248,
por dicho contrato el vendedor se obliga a transferir la propiedad de una cosa o de un derecho y el
comprador se obliga a pagarle un precio cierto y en dinero. Efectivamente el comprador tiene a su
cargo la obligación de pagar un precio, lo cual trae consigo el cumplimiento consecuente; el vendedor
no se convierte en propietario del precio por mero efecto del contrato, pues el pago del comprador
tendrá lugar con la entrega misma del precio, y el vendedor podrá exigírselo. El vendedor, por el
contrario, en aplicación de la regla general establecida en el artículo 2014, transmite la propiedad de
lo (así) cosa objeto del contrato como un mero efecto de este, sin requerirse de entrega alguna para
que opere tal transmisión. Si el vendedor se obligara, como lo señala el artículo 2248, a transmitir la
propiedad de dicho objeto, el cumplimiento de tal obligación sería una realidad, y no la hay porque
el contrato no genera obligación alguna de ese contenido; no hay ciertamente tal obligación. Los
efectos de la compraventa son reales: transmisores; no obligacionales. Y tales efectos se dan
inclusive en la compraventa con reserva de dominio regulada en los artículos del 2312 al 2315 del
código como una modalidad de la compraventa, pues no obstante no haber transmisión de propiedad
cuando la celebración del contrato, el vendedor no se obliga a transmitir la propiedad cuando el
comprador cubra la totalidad del precio, sino en la realidad jurídica, esa transmisión tiene lugar al
cumplirse la condición con el pago indicado, pues dicho pago es la realización del acontecimiento en
el que la condición consiste.
Otra cuestión es la obligación del vendedor de entregar lo vendido, reconocida en el artículo
2283, cuyo cumplimiento si requiere de una ejecución.
La permuta por su parte aparece definida con la misma incongruencia. Según el artículo
2327, es el contrato por el que cada uno de los permutantes se obliga a dar una cosa por otra, es
decir, igualmente como acontece con la compraventa, según la ley, los efectos del contrato de cita
traen consigo la obligación de transferir, no obstante lo dispuesto en el artículo 2014 como regla
general.”.44

B).- TRANSMISIÓN DEL USO O DEL GOCE DE BIEN CIERTO.

La fracción dos (romano) del artículo 2011, hasta el 16 de mayo del 2012 decía “enajenación”
y actualmente dice entrega.

Sin duda es un desacierto, pues es muy diferente la enajenación a la entrega, pues puede
haber enajenación de dominio, de uso o de goce y no entregar el bien o el derecho cuya enajenación
de dominio, de uso o de goce se verificó.

Asimismo, sobra la fórmula “y/o”, pues el uso y el goce son cosas distintas.

44
DOMÍNGUEZ Martínez. Obligaciones. pp. 68-69.

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Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

Debemos entender por uso, el servirse de un bien conforme a su naturaleza y el goce es el


derecho a percibir los frutos que un bien genera. El uso no comprende el goce, pero el goce si
comprende el uso. Así pues, es factible enajenar el uso nada más, o bien, enajenar el goce y ello
implica el uso.

La enajenación del uso o del goce, siempre será temporal.

C).- RESTITUCIÓN DE COSA AJENA O PAGO DE COSA DEBIDA.

De la fracción tres (romano) de los artículos 2011 y 7.256, parece que restitución de cosa
ajena y pago de cosa debida son lo mismo, sin embargo, se trata de dos prestaciones diferentes.

La restitución de cosa ajena consiste precisamente en devolver a su propietario o titular el


bien por parte de quien no es su propietario.

El Doctor Domínguez Martínez en su libro de Obligaciones (página 77) cita supuestos de


restitución de cosa ajena y son los siguientes: del despojante respecto del poseedor derivado y del
poseedor originario (792 y 5.30), el poseedor por hecho delictuoso debe restituir los frutos (814 y
5.52), el usufructuario, usuario y habituario (1006, 1052, 1053 y 5.250, 5.287), en el caso de
enriquecimiento ilegítimo (1883 y 7.118), en el mutuo (2384 y 7.655), en el comodato (2497 y 7.721),
en el depósito (2516 y 7.738) y en la prenda (2876-II y 7.1082-II).

El pago de cosa debida es el cumplimiento de la obligación conforme a los artículos 2062 y


7.307 y en el caso concreto es la entrega del bien o de la cantidad debida.

D).- TEORÍA DE LOS RIESGOS.

a).- En la transmisión de dominio, aplica el principio res perit domini (la cosa perece para
su dueño), el cual tiene su regulación en los artículos 2017 y 7.262.

Al respecto hay que considerar si el bien se pierde o se deteriora y si dichas circunstancias


suceden cuando el bien está en poder del deudor.

“Artículo 2017.- En los casos en que la obligación de dar cosa cierta importe la traslación de
la propiedad de esa cosa, y se pierde o deteriora en poder del deudor, se observarán las reglas
siguientes:
I.- Si la pérdida fue por culpa del deudor, éste responderá al acreedor por el valor de la cosa
y por los daños y perjuicios;
II.- Si la cosa se deteriorare por culpa del deudor, el acreedor puede optar por la rescisión
del contrato y el pago de daños y perjuicios, o recibir la cosa en el estado que se encuentre y exigir
la reducción de precio y el pago de daños y perjuicios;
III.- Si la cosa se perdiere por culpa del acreedor, el deudor queda libre de la obligación;
IV.- Si se deteriorare por culpa del acreedor, éste tiene obligación de recibir la cosa en el
estado en que se halle;
V.- Si la cosa se pierde por caso fortuito o fuerza mayor, la obligación queda sin efecto y el
dueño sufre la pérdida, a menos que otra cosa se haya convenido.”45.

La última fracción prevé que el supuesto de que el bien se pierda por caso fortuito o fuerza
46
mayor (2111 y 7.354).

45
En el mismo sentido el artículo 7.262
46
El caso fortuito consiste en un hecho natural y la fuerza mayor en un hecho del hombre, como el hecho del
príncipe que consiste en un acto de autoridad que impide el cumplimiento de la obligación.

104
Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

La ley no hace la distinción entre caso fortuito y la fuerza mayor, inclusive para algunos
doctrinarios es lo mismo. Se encuentran equivalencias de caso fortuito y fuerza mayor además del
artículo citado en los artículos 812 y 1847 (5.48 y 7.90).

Salvo prueba en contrario, la pérdida del bien en poder del deudor se presume culpa suya
(2018 y 7.263).

Si la deuda de un bien cierto y determinado procediere de delito o falta, no se eximirá el


deudor del pago de su precio, cualquiera que hubiere sido el motivo de la pérdida, a no ser que,
habiendo ofrecido el bien al que debió recibirlo, no lo haya aceptado (2019 y 7.264). Esto es lo que
se conoce como mora del acreedor o mora accipendi.

El deudor de un bien cierto y determinado que se pierde o se deteriore sin su culpa debe
ceder al acreedor los derechos y acciones que tuviere para reclamar la indemnización al responsable
(2020 y 7.265).

La pérdida puede consistir en que el bien perezca o quedando fuera del comercio, o bien,
desapareciendo de modo que no se tengan noticias de él o no se pueda recuperar (2021 y 7.266).

b).- En las enajenaciones con reserva de la posesión, uso o goce de bien hasta cierto
tiempo se observarán las reglas de los artículos 2023 y 7.268.
“Artículo 2023.- En los casos de enajenación con reserva de la posesión, uso o goce de la
cosa hasta cierto tiempo, se observarán las reglas siguientes:
I.- Si hay convenio expreso se estará a lo estipulado;
II.- Si la pérdida fuere por culpa de alguno de los contratantes, el importe será de la
responsabilidad de éste;
III.- A falta de convenio o de culpa, cada interesado sufrirá la pérdida que le corresponda, en
todo, si la cosa perece totalmente, o en parte, si la pérdida fuere solamente parcial;
IV.- En el caso de la fracción que precede, si la pérdida fuere parcial y las partes no se
convinieren en la diminución de sus respectivos derechos, se nombrarán peritos que la
determinen.”.47

c).- En las enajenaciones temporales del uso o del goce, el riesgo es por cuenta del
acreedor, a menos que intervenga culpa o negligencia de la otra parte (2024 y 7.269).

La culpa o negligencia se actualiza si el deudor ejecuta actos contrarios a la conservación


del bien o deja de ejecutar los que son necesarios para ella (2025 y 7.270).

El Notario Ríos Hellig en su obra “La práctica del Derecho Notarial”, define algunos
conceptos relacionados con la culpa que mutatis mutandi son aplicables a cualesquier relación
obligatoria:

“Para mayor comprensión de este tipo de responsabilidad en la que puede incurrir el


fedatario público, a continuación se definen algunos conceptos.
Obligación extracontractual: aquellas obligaciones que se encuentran previstas en la ley y
que el notario está compelido a observar.
Culpa: omisión de la diligencia que exige la naturaleza de la obligación, y corresponde a la
circunstancia de las personas, al tiempo y al lugar.
Culpa grave: el extremo de la diligencia o descuidos llevados al grado de no prever
consecuencias fácilmente previsibles.
Culpa leve: omisión de la diligencia o cuidado exigible a un tipo medio de jefe de familia.

47
En el mismo sentido el artículo 7.268

105
Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

Culpa levísima: se incurre en este tipo de culpa por haberse omitido una diligencia
extraordinaria.”.48

III.- OBLIGACIONES DE HACER.

A las obligaciones de hacer como a las de no hacer el legislador sólo les destina un solo
artículo a cada tipo de obligación.

Respecto a las obligaciones que consisten en la prestación de un hecho y el obligado no lo


hiciere, el acreedor tiene derecho a que a costa del deudor se ejecute por otro si esto fuere posible
y lo mismo sucederá si no se hiciere de la manera convenida, teniendo en este caso el acreedor
además el derecho a pedir que se deshaga lo mal hecho (2027 y 7.272).

Si se trata de obligaciones intuitu personae, no podrá exigirse el cumplimiento por un tercero


y sólo se tendrá derecho al pago de daños y perjuicios o en su caso a la pena convencional, como
consecuencia de un incumplimiento in genere.

IV.- OBLIGACIONES DE NO HACER.

Los artículos 2028 y 7.273 expresan que el que estuviere obligado a no hacer alguna cosa,
quedará sujeto al pago de daños y perjuicios en caso de incumplimiento. Y si hubiere obra material,
podrá exigir el acreedor que sea destruida a costa del obligado.

Si bien no menciona de manera expresa la obligación de no hacer un hecho, se desprende


de la lectura de los artículos citados, y así una obligación de no hacer puede consistir en abstenerse
de realizar una obra material como una construcción, o bien, a no realizar un hecho como abstenerse
de competir en un torneo, o a no ejecutar un acto como es obligarse a no embargar o no vender en
determinado tiempo o a determinada persona.

El incumplimiento de una obligación de no hacer genera el pago de daños y perjuicios o en


su caso el pago de la pena convencional.

TÍTULO CUARTO

TRANSMISIÓN DE LAS OBLIGACIONES

I.- CESIÓN DE DERECHOS


A).- CONTEXTO.
Hay cesión de derechos o de créditos cuando el acreedor transfiere los que tiene contra su
deudor (2029 y 7.274).
El crédito es la confianza que se tiene en el deudor, pues con el crédito se aplaza la
prestación debida, de tal modo que el acreedor tiene créditos contra su deudor, es decir, tiene la
facultad de exigir una prestación.
De allí y de lo dispuesto en el artículo 2031 y 7.276, se derivan una serie de consideraciones
para poder determinar su naturaleza jurídica.

Así pues, cuando dice que habrá cesión de derechos debemos apuntar a lo siguiente:

48
RÍOS Hellig, Jorge. LA PRÁCTICA DEL DERECHO NOTARIAL. P. 420, 9ª ed. Mc Graw Hill, México, 2017.

106
Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

a).- Es correcta a mi parecer la denominación del capítulo primero del título tercero del libro
cuarto.

b).- Dicho capítulo no sólo regula la cesión de créditos, sino la cesión de derechos en general,
tales como la cesión en globo y la cesión de derechos hereditarios (2042, 2046 y 2047 -7.287, 7.291
y 7.292-). El artículo 1292 dice “venden”.

c).- Los derechos que son objeto de cesión definitivamente son derechos de carácter
patrimonial.

d).- Dichos derechos se refieren a bienes muebles (753 y 754 -5.7 y 5.8-) y nunca a derechos
reales, pues estos son objeto de otro tipo de contrato.

e).- El artículo 2031 (7.276) al referirse a que a la cesión de derechos se le aplicarán las
disposiciones del acto jurídico que le dio origen en lo que no estuvieren modificadas por dicho
capítulo, puede admitir diversas interpretaciones, entre las cuales, observo las siguientes:

1.- La cesión de derechos se regirá por el capítulo primero del título tercero del libro cuarto
y en lo que ese capítulo fuere omiso, por las disposiciones del acto jurídico que como causa eficiente
de la obligación generó la cesión de derechos. Dicha interpretación que es del Dr. Domínguez
Martínez es factible, pero hay que considerar que la cesión de derechos es un acto jurídico principal.

2.- Que a la cesión de derechos se le aplicarán las disposiciones del acto jurídico con el que
más analogía tenga (1858 y 1859 -7.102 y 7.103-), verbigracia, si la cesión es a título oneroso,
seguramente las de la compraventa y si es a título gratuito serán las de la donación.

B).- CONCEPTO.
La cesión de derechos o cesión de créditos es el negocio jurídico por el cual el acreedor
transmite a un tercero los derechos o créditos que tiene en contra de su deudor.
C).- CARACTERÍSTICAS.
Sólo se transmiten derechos personales y no reales. Ver registro “168188”.

“Tesis: 1a./J. 89/2008 Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta Novena


Época 168188 1 de 1
Primera Sala Tomo XXIX, Enero de 2009 Pag. 109 Jurisprudencia(Civil)
CESIÓN DE DERECHOS. ES UN CONTRATO SUBJETIVAMENTE VÁLIDO PARA
ACREDITAR LA POSESIÓN CON JUSTO TÍTULO PARA EFECTOS DE LA PRESCRIPCIÓN
ADQUISITIVA (LEGISLACIÓN DEL DISTRITO FEDERAL Y DEL ESTADO DE MÉXICO
ABROGADA).
Cuando se ejercita la acción de prescripción adquisitiva, quien pretende usucapir debe
probar fehacientemente el origen de la posesión en concepto de dueño o propietario. Ahora bien,
debe decirse que el contrato de cesión de derechos propiamente dicho, no es apto para transmitir la
propiedad de un inmueble, pues sólo sirve para transmitir otro tipo de derechos que están
directamente vinculados con un crédito. Sin embargo, si en un contrato denominado de cesión de
derechos, derivado de las cláusulas pactadas, una de las partes transfiere derechos reales, ello
implica que en realidad se está ante un diverso contrato que es apto para hacerlo y que no se trata
entonces de un contrato de cesión de derechos como lo sostienen las partes, y derivado de éste, la
propiedad de la cosa u objeto que eran del supuesto cedente pasan a formar parte del patrimonio
del supuesto cesionario, quien la recibe y la incorpora a su esfera de dominio, pero no por virtud del
contrato de cesión de derechos, sino del diverso que sí es apto para transferir derechos reales. En
ese orden de ideas, el denominado contrato de cesión de derechos puede constituir un título
subjetivamente válido, para hacer creer, fundadamente al cesionario, que es apto para transmitir la
propiedad y, como consecuencia de ello, que se tiene el justo título para poseer el inmueble con el

107
Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

carácter de propietario y en consecuencia, ser apto para acreditar la calidad de propietario para
efectos de acudir a un juicio de prescripción adquisitiva o usucapión.
Contradicción de tesis 48/2007-PS. Entre los criterios sustentados por los Tribunales
Colegiados Sexto y Séptimo, ambos en Materia Civil del Primer Circuito y el actual Primer Tribunal
Colegiado en Materia Civil del Segundo Circuito. 21 de mayo de 2008. Unanimidad de cuatro votos.
Ausente: Sergio A. Valls Hernández. Ponente: Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Secretaria:
Mariana Mureddu Gilabert.
Tesis de jurisprudencia 89/2008. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en
sesión de fecha diecisiete de septiembre de dos mil ocho.”.

La cesión de créditos puede hacerse sin consentimiento del deudor, salvo que en el crédito
se establezca tal circunstancia. Sólo pueden cederse los créditos cuya cesión no esté prohibida, se
haya convenido no hacerla o no lo permita la naturaleza del negocio (2030 y 7.275).
No pueden cederse por su naturaleza los derechos personalísimos como el derecho al voto
o el nombre.
Por disposición de la ley, como ejemplo están los artículos 111 y 303-VIII de la Ley Federal
de Telecomunicaciones y Radiodifusión:
“Artículo 111. En ningún caso se podrá ceder, gravar, dar en prenda o fideicomiso, hipotecar
o enajenar total o parcialmente la concesión, los derechos en ella conferidos, instalaciones, servicios
auxiliares, dependencias o accesorios y los bienes afectos a la misma, a ningún gobierno o estado
extranjero.
Artículo 303. Las concesiones y las autorizaciones se podrán revocar por cualquiera de las
causas siguientes:…
VIII. Ceder, arrendar, gravar o transferir las concesiones o autorizaciones, los derechos en
ellas conferidos o los bienes afectos a las mismas en contravención a lo dispuesto en esta Ley;”.

Los supuestos de los artículos 111 y 303 citados, así como los artículos 569 y 2276, ambos
del CCCMX (4.307 y 7.557 ambos del CCEM), se refieren además a la falta de legitimación para ser
cesionario.
La cesión de créditos puede ser de cualesquier negocio jurídico, como el derecho a recibir
el precio en la compraventa, o bien, el precio de un arrendamiento, entre otros muchos.
A la cesión de créditos se le aplicarán las disposiciones del negocio jurídico con el que más
semejanza tenga y no como incorrectamente dice el artículo 2031 (7.276), las del contrato que le dio
origen.
Si no se le notifica al deudor, éste se libra de la obligación pagando al acreedor primitivo, y
si ya fue notificado, sólo se libra pagando al cesionario (2040 y 2041 -7.285 y 7.286-).
A su vez el artículo 2034 dice49:
“Artículo 2034.- La cesión de créditos que no sean a la orden o al portador, no produce
efectos contra tercero, sino desde que su fecha deba tenerse por cierta, conforme a las reglas
siguientes:
I. Si tiene por objeto un crédito que deba inscribirse, desde la fecha de su inscripción, en el
Registro Público de la Propiedad;
II. Si se hace en escritura pública, desde la fecha de su otorgamiento;

49
El CCEM no tiene similar, toda vez que no regula a los títulos civiles a la orden o al portador.

108
Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

III. Si se trata de un documento privado, desde el día en que se incorpore o inscriba en un


Registro Público; desde la muerte de cualquiera de los que lo firmaren, o desde la fecha en que se
entregue a un funcionario público por razón de su oficio.”.

Lo anterior, porque el objeto de la inscripción y de la notificación es darle fehaciencia frente


a terceros y no perfeccionar el acto mismo de la cesión de créditos, es hacer del conocimiento de
los que deban saber de la cesión, que se ha celebrado una cesión de créditos.
Al respecto las siguientes tesis de la Corte dice:

“Tesis: Semanario Judicial de la Federación Quinta Época 328795 69 de 89


Segunda Sala Tomo LXV Pag. 114 Tesis Aislada(Civil)
CESION DE DERECHOS, EFECTOS DE LA NOTIFICACION DE LA.
La notificación al deudor, de la cesión de derechos, no puede producir más efectos que los
de que aquél no pueda hacer el pago al primitivo acreedor sino al cesionario, estando obligado el
cedente a garantizar la existencia y legitimidad del crédito, al tiempo de hacer la cesión.
Amparo administrativo en revisión 8520/39. Báez César. 3 de julio de 1940. Mayoría de tres
votos. Disidentes: José María Truchuelo y Rodolfo Asiáin. La publicación no menciona el nombre del
ponente.”.

“Tesis: 1a./J. 33/2010 Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta Novena


Época 164080 1 de 1
Primera Sala Tomo XXXII, Agosto de 2010 Pag. 314 Jurisprudencia(Civil)
DOCUMENTO PRIVADO. LA COPIA CERTIFICADA POR FEDATARIO PÚBLICO LO HACE
DE FECHA CIERTA A PARTIR DE QUE LO TUVO A LA VISTA PARA SU REPRODUCCIÓN Y,
ÚNICAMENTE, PARA EL EFECTO DE HACER CONSTAR QUE EXISTÍA EN ESE MOMENTO.
La Suprema Corte de Justicia de la Nación ha sostenido que la fecha cierta de un documento
privado es aquella que se tiene a partir del día en que tal instrumento se inscriba en un Registro
Público de la Propiedad; desde la fecha en que se presente ante un fedatario público, o a partir de
la muerte de cualquiera de los firmantes. De no darse alguno de esos supuestos, no puede
considerarse que un documento es de fecha cierta, y por ende, no puede tenerse certeza de la
realización de los actos que consten en tales documentos. Ahora bien, cuando ante un fedatario
público se presenta un instrumento privado para su reproducción y certificación, la fe pública y
facultades de que está investido permiten considerar que el instrumento reproducido existía en la
fecha en que se realizó tal reproducción y cotejo. Por lo que la fecha cierta se adquiere a partir de
dicha certificación y no a partir de la fecha que está asentada en el documento. Asimismo, tal
certificación notarial no debe equipararse con los efectos jurídicos de una certificación notarial de la
autenticidad de las firmas ni califica la legalidad del documento o de lo expresado en él.
Contradicción de tesis 122/2009. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados
Segundo y Tercero, ambos en Materia Civil del Segundo Circuito. 3 de febrero de 2010. Cinco votos.
Ponente: José de Jesús Gudiño Pelayo. Secretaria: María Amparo Hernández Chong Cuy.
Tesis de jurisprudencia 33/2010. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en
sesión de fecha veinticuatro de febrero de dos mil diez.”.

En los supuestos del artículo 203350, para que la cesión de créditos sea oponible y el
cesionario pueda ejercer sus derechos, es necesario que la cesión se le notifique al deudor, ya sea
judicialmente, ya en lo extrajudicial, ante dos testigos o ante notario. Tal notificación sólo pueden

50
Ídem.

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Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

pedirla el acreedor (cesionario) que presente el título justificativo del crédito, o el de la cesión, cuando
aquél no sea necesario (2036 y 2037 -7.281 y 7.282-).
El artículo 7.278 del CCEM establece que:
“Forma de la cesión de créditos.
7.278.- La cesión de créditos debe hacerse en escrito privado que firmarán el cedente y el
cesionario ratificado ante Fedatario Público.”.

D).- ELEMENTOS DE EXISTENCIA.


a).- Consentimiento.
No existe regla especial.
b).- Objeto.
Como se indicó, la cesión de créditos puede ser de cualesquier negocio jurídico.
OBJETO DIRECTO DE LA CESIÓN (2030 y 7.275), Consecuencias de la cesión si era
incesible por naturaleza, la ley o convenio (efectos de nulidades y daños y perjuicios).

No cedibles los alimentos (sólo los vencidos) 321, 2949, 2950 y 2951 (4.145, 7.1152, 7.1153
y 7.1154).

OBJETO INDIRECTO

Lo son el crédito y en su caso la contraprestación, pero conforme al artículo 2042 (7.287)


que sólo garantiza existencia y legitimidad al tiempo de hacerse la cesión, salvo que sea dudoso
(2043, 2063 y 2587-V -7.308 y 7.806-V-).

Al respecto, considero oportuno señalar la redacción diferente del artículo 7.308, el cual
transcribo a continuación:
“Dación en pago
Artículo 7.308.- El deudor puede dar en pago sus bienes a sus acreedores. Esta dación,
salvo pacto en contrario, sólo lo libera por el importe líquido de los bienes entregados. Los convenios
que al efecto celebren el deudor y sus acreedores, se sujetarán a las reglas de la concurrencia y
prelación de créditos.”.

E).- ELEMENTOS DE VALIDEZ.


a).- Capacidad.
Las partes deben tener la capacidad general.
Se debe tener legitimación ordinaria.
El artículo 2042 (7.287) dice: “El cedente está obligado a garantizar la existencia o legitimidad
del crédito al tiempo de hacerse la cesión, a no ser que aquél se haya cedido con el carácter de
dudoso.”.
b).- Ausencia de vicios en el consentimiento.
Se rige por la Teoría General de las Obligaciones.
c).- Objeto materia de la cesión.
Como se indicó, la cesión de créditos, sólo puede ser respecto de Derechos Personales y
no de Derechos Reales (ver registro número “168188”).

110
Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

La cesión de créditos comprende la de todos los derechos accesorios como la fianza,


hipoteca, prenda o privilegio51, salvo aquellos que son inseparables de la persona del cedente. Los
intereses vencidos se presume que fueron cedidos con el crédito principal (2032 y 7.277).
La cesión de derechos litigiosos no está prohibida, salvo que se trate de los supuestos de
los artículos 2276 y 2277 (7.557 y 7.558).
El artículo 1627 del Código Civil de 1884, disponía que: “Se considerará litigioso el derecho
desde el secuestro en el juicio ejecutivo; desde que se fije la cédula, en el hipotecario; y en los
demás, desde la contestación de la demanda hasta que se pronuncie sentencia que cause
ejecutoria.”.
d).- Forma.
La forma de la cesión a priori, es consensual (1832 y 2033 ). El artículo 2033 dispone que:
“La cesión de créditos civiles que no sean a la orden o al portador, puede hacerse en escrito privado
que firmarán cedente, cesionario y dos testigos. Sólo cuando la ley exija que el título del crédito
cedido conste en escritura pública, la cesión deberá hacerse en esta clase de documento.”.
Se entiende por título la causa generadora de la posesión, es decir, la fuente del derecho
(806 in fine -5.44 in fine-).

Nuestra Corte, ha emitido la siguiente tesis tipo jurisprudencia:


“Suprema Corte de Justicia de la Nación
Registro digital: 203918
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Novena Época
Materias(s): Civil
Tesis: VIII.2o. J/3
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. Tomo II, Noviembre de 1995,
página 401
Tipo: Jurisprudencia
POSESION. LO QUE DEBE ENTENDERSE POR TITULO DE LA. (LEGISLACION DEL
ESTADO DE COAHUILA).
Por título de posesión se entiende: a) Acto o hecho jurídico, que hace adquirir un derecho y
que entronca con la causa; b) Documento en que consta ese acto o hecho adquisitivo; c) El derecho
mismo que asiste a una persona y que la legitima activa y pasivamente. Entendiéndose por título la
causa generadora de la posesión, de conformidad con lo dispuesto por la última parte del artículo
806, del Código Civil vigente en el Estado de Coahuila.
SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO DEL OCTAVO CIRCUITO.
Amparo directo 479/91. Marco Antonio Velarde Cruz. 21 de enero de 1992. Unanimidad de
votos. Ponente: Julio Ibarrola González. Secretario: José Martín Hernández Simental.
Amparo directo 166/92. Francisco Flores Carrillo. 24 de junio de 1992. Unanimidad de votos.
Ponente: Pablo Camacho Reyes. Secretaria: Laura Julia Villarreal Martínez.
Amparo directo 31/93. José Francisco González Figueroa. 24 de febrero de 1993.
Unanimidad de votos. Ponente: Pablo Camacho Reyes. Secretario: Alberto Caldera Macías.
Amparo directo 592/94. Lucina Cázares Martínez. 9 de marzo de 1995. Unanimidad de votos.
Ponente: Enrique Rodríguez Olmedo. Secretario: Hugo Arnoldo Aguilar Espinosa.

51
Artículos 220, 221, 225, 226, 310 y demás de la Ley de Concursos Mercantiles. 91 a 100 de la Ley de
Navegación y Comercio Marítimos. En concreto el 94 de la LNCM.

111
Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

Amparo directo 372/95. Ejido Lázaro Cárdenas, Municipio de la capital del Estado de
Durango. 21 de septiembre de 1995. Unanimidad de votos. Ponente: Pablo Camacho Reyes.
Secretario: Alberto Caldera Macías.”.

Esto es, la cesión de créditos deberá otorgarse en la forma que para el acto por el cual nace
el crédito materia de la cesión, exige la Ley.
DOCUMENTOS A LA ORDEN Y AL PORTADOR TIENEN RÉGIMEN ESPECIAL (1874 a la
orden y 1877 al portador -en el Estado de México no se regulan los documentos civiles a la orden al
portador).

El “PUEDE” es sólo para decir el mínimo de formalidad, pero no exige nada más (Domínguez
Martínez).

En el caso del Estado de México, la cesión de créditos es formal conforme al artículo 7.278
que dice:

“Forma de la Cesión de Créditos


Artículo 7.278.- La cesión de créditos debe hacerse en escrito privado que firmarán el
cedente y el cesionario ratificado ante Fedatario Público.”.

La notificación se practica conforme al artículo 2036 (7.281) y la puede pedir el acreedor en


términos del artículo 2037 (7.282).

Las consecuencias de la falta de notificación es que si el deudor le paga al acreedor primitivo,


se libera de la obligación (2038, 2040 y 2041 -7.283, 7.285 y 7.286-).

El cedente sólo responde de la solvencia del deudor si así se pactó, o bien, la solvencia fue
pública y anterior a la cesión (2043 y 7.288).

El cedente no responde si es gratuita (2050 y 7.295) igual al 2351 (7.624) respecto a la


evicción en la donación.

El cedente en alzada o en globo de la totalidad de ciertos derechos, cumple con responder


de la legitimidad del todo en general; pero no está obligado al saneamiento de cada una de las
partes, salvo en el caso de evicción del todo o de la mayor parte (2046 y 7.291).

Si el cedente transmite sus derechos hereditarios, sin enumerar los bienes que la conforman,
sólo está obligado a responder de su calidad de heredero (2047 y 7.292).

Asimismo, si se hubiere aprovechado de algunos frutos o percibido algunos bienes de la


herencia que cediere, deberá abonarla al cesionario, si no se hubiere pactado lo contrario (2048 y
7.293).

Lo anterior toda vez que el heredero puede disponer del derecho que tiene en la masa
hereditaria, pero no de los bienes que la conforman (1289 y 6.9).

F).- CESIÓN DE CONTRATO.


La cesión de contrato es un negocio jurídico que no está regulado en los CCMX y CCEM.
En los Estados Unidos Mexicanos está regulado en los Códigos Civiles de Guanajuato, Guerrero,
Jalisco y Quintana Roo.
La cesión de contrato consiste en la cesión de una posición contractual, en aquéllos
contratos cuyas obligaciones no han sido consumadas.

112
Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

En la cesión de contrato participan el cedente, quien es el que transmite su posición


contractual en un negocio jurídico, el cesionario, que es el tercero extraño a la relación jurídica de la
que se deriva la cesión y el cedido que es la contraparte en el negocio jurídico respecto del cual se
cede la posición contractual.
Para que sea válida la cesión de contrato, es necesario que se trate de un acto bilateral o
plurilateral y que las prestaciones no hayan sido consumadas.
En la cesión de contrato lo que se transmite es un elemento subjetivo que es el ser parte en
una relación jurídica contractual.
La forma de la cesión debe ser la requerida para el negocio jurídico respecto del cual se trata
la cesión.
En el arrendamiento por ejemplo, el arrendatario puede subarrendar si se pactó en el
contrato de arrendamiento, pero el arrendatario tendrá dos caracteres en dos relaciones jurídicas
relacionadas entre sí. Respecto del contrato de arrendamiento seguirá siendo arrendatario y
respecto del contrato de subarrendamiento, será subarrendador.
No obstante, el arrendatario, con el consentimiento del arrendador (cedido), podrá ceder su
posición contractual de arrendatario y en tal supuesto, el arrendador (cedido), seguirá siendo
arrendador, el arrendatario (cedente), dejará de ser parte en el arrendamiento y el tercero que
adquiere los derechos, será el nuevo arrendatario (cesionario).
Se diferencia de la cesión de derechos, en lo siguiente:
a).- Se requiere del consentimiento de la contraparte en la relación jurídica contractual
(cedido), en cambio en la cesión de derechos, salvo que se haya pactado, no se requiere del
consentimiento del deudor, que es la contraparte de la relación jurídica de donde nace la cesión de
derechos.
b).- En la cesión de derechos sólo se transmiten derechos y no obligaciones, pues en ésta
pueden cederse derechos de relaciones jurídicas bilaterales o unilaterales. En la cesión de contrato
al transmitirse la posición contractual, el tercero se convierte en parte en la relación jurídica, como si
se tratase de un negocio cuya celebración originalmente se hubiese celebrado entre el cedido y el
cesionario, sin que nunca figurara el cedente.
c).- Por lo anterior, el cedido, puede oponer todas las excepciones que tuviere contra el
cesionario y ya no las que tuviere contra el cedente.
En la cesión de derechos, es aplicable lo dispuesto en el artículo 2035, que dice que “Cuando
no se trate de títulos a la orden o al portador, el deudor puede oponer al cesionario las excepciones
que podría oponer al cedente en el momento en que se hace la cesión.
Si tiene contra el cedente un crédito todavía no exigible cuando se hace la cesión, podrá
invocar la compensación con tal que su crédito no sea exigible después de que lo sea el cedido.”.
G).- CONTRATO POR PERSONA A DESIGNAR.

113
Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

Es un derecho que puede reservarse alguna de las partes en un negocio jurídico


determinado. No se trata propiamente de un contrato, sino de una cláusula pactada en un contrato.
Esta cláusula tiene mucha utilidad práctica, en las relaciones de negocios, toda vez que a
veces el que contrata tiene la obligación de mantener confidencialidad en las relaciones, como puede
ser en la comisión mercantil sin representación, o bien, las negociaciones pueden desarrollarse con
mayor facilidad, tratando con un contratante que con otro.
Las partes que intervienen se llaman estipulante, promitente, y tercero, que después de ser
elegido, será parte en el contrato.
Es requisito que los efectos del negocio jurídico no sean de ejecución instantánea, pues de
lo contrario, se trataría de un nuevo contrato y no de la ejecución de la cláusula de reserva de persona
a designar.
Este tipo de cláusulas, suelen pactarse en los acuerdos preliminares.
También puede pactarse en contratos traslativos de dominio y puede tener ventajas fiscales
importantes, además de una seguridad jurídica en el ámbito civil-mercantil.
La elección del tercero deberá sujetarse a plazo, y en caso contrario, le será aplicable lo
dispuesto en el artículo 2030 del CCF.
II.- SUBROGACIÓN.

La palabra subrogación viene de subrogare, sustituir, poner una persona o una cosa en lugar
de otra.

Puede ser sustitución de persona o real.

Supuestos de Subrogación real (182 quintus-IV, 1432, 1439 y 2910 -4.27-III, 6.89, 6.91 y
7.1115).

Partes:

Acreedor o subrogante, es la persona que recibe el pago;

Subrogado quien paga directamente al acreedor o expensa al deudor para que éste pague
(el subrogado se convierte en nuevo acreedor), y

El Deudor.

La subrogación legal está prevista en el artículo 2058 (7.303).

Ejemplos en cada una de las fracciones de dicho artículo

Fracción I.- Pagar a un acreedor preferente o con garantía específica, para no perder
prelación, o bien, ganarla, o bien, no perder el bien que pueda ser objeto de garantía.

Fracción II.- El deudor solidario, o el acreedor hipotecario, o el fiador.

Fracción III.- Para evitar vender los bienes en tiempo inoportuno.

Fracción IV.- Evitar un juicio.

Todas las fracciones implican un interés jurídico.

114
Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

En el caso de la fracción IV además se puede extinguir el pago del precio del bien con el
derecho de crédito del comprador como subrogado, por compensación.

Otros supuestos de subrogación personal están previstos en los artículos 1443, 1999, 2352,
2448 H, 2448 M, 2830 y 1999 (6.94, 7.240 a 7.243, 7.625, 7.681 y 7.1036).

MUTUO SUBROGATORIO.

El denominado Mutuo Subrogatorio o Subrogación Ex Mutuo está previsto en el artículo 2059


(7.304) y consiste en el supuesto de que la deuda fuere pagada por el deudor con dinero que un
tercero le prestare con ese objeto, y en ese caso, el prestamista quedará subrogado por ministerio
de la ley en los derechos del acreedor, si el préstamo constare en título auténtico en que se declare
que el dinero fue prestado para el pago de la misma deuda. Si no consta dicha circunstancia, el que
prestó sólo tendrá los derechos que exprese su respectivo contrato.

En el CC de 1884 se preveía en su artículo 1592 la subrogación convencional y decía "La


subrogación convencional tiene lugar cuando el acreedor recibe el pago de un tercero, y le subroga
en sus derechos, privilegios, acciones ó hipotecas contra el deudor. Esta subrogación debe ser
expresa y hacerse al mismo tiempo que el pago.".

De lo contrario, extinguía la obligación.

El mutuo subrogatorio estaba previsto en el artículo 1593 que decía "En términos llanos por
título auténtico podemos entender el documento que por sus caracteres y formalidades para su
autorización y expedición tiene valor probatorio pleno, de manera tal que su contenido se le tiene por
cierto".52

SUBROGACIÓN CONVENCIONAL.

Es posible pactar una subrogación, es decir, no tiene su fundamento sólo en la ley (2072 y
2098 -7.314 y 7.341).

El artículo 2058 (7.303) dice “que sin necesidad de declaración alguna de los interesados”,
lo que permite interpretar que si hay posibilidad de la subrogación voluntaria.

No obstante su omisión en el actual Código y precisamente porque en el anterior (el de 84)


no se preveía el supuesto del artículo 2072 (7.314) y toda vez que cesión de créditos y subrogación
son distintos, considero que si es posible regular la subrogación convencional.

DIFERENCIAS CON LA CESIÓN DE DERECHOS.

Si bien coinciden en la existencia de la deuda y cambio de acreedor, los caminos son


distintos.

La cesión es por convenio y puede ser a título gratuito u oneroso.

En la cesión paga por un crédito, en la subrogación paga el crédito

La subrogación es por ministerio de ley o por convenio.

El cedente responde de la existencia y legitimidad del crédito y de la solvencia del deudor.


El acreedor en la subrogación no.

En la subrogación se tiene la obligación de recibir el pago, en la cesión es indispensable la


participación del cedente.

52
Domínguez Martínez. p. 536.

115
Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

En la subrogación el pago es del crédito en la cesión por el crédito (2060 y 2061 -7.305 y
7.306).

III.- CESIÓN DE DEUDAS.

La cesión de deudas está prevista en los artículos 2051 a 2057 (7.296 a 7.302).

Puede haber cesión de deuda sin consentimiento del acreedor, pero está supeditado a su
aceptación expresa o tácita.

Si acepta el acreedor, entonces habrá también sustitución de deudor.

Ante la duda, quien debe responder es el nuevo deudor (tercero cesionario), pero si el
acreedor exige el pago al deudor original (cedente), éste hace el pago y tiene derecho de repetir
contra el nuevo deudor.

TÍTULO QUINTO

SECCIÓN PRIMERA

I.- EFECTOS DE LAS OBLIGACIONES ENTRE LAS PARTES

CUMPLIMIENTO DE LAS OBLIGACIONES

I.- DEL PAGO

A).- GENERALIDADES.

Una obligación puede o no cumplirse y si se cumple normalmente extingue la obligación.


Con la excepción de la subrogación, donde hay pago y la obligación no se extingue.

Pago o cumplimiento es la entrega de la cosa o cantidad debida, o la prestación del servicio


que se hubiere prometido (2062 ).

El citado artículo omite señalar a las prestaciones de no hacer.

El artículo 7.307 del CCEM dice:

“Concepto de pago
Artículo 7.307.- Pago o cumplimiento es la entrega del bien, cantidad debida, prestación del
hecho o del servicio que se hubiere prometido.”.

Extingue la obligación satisfaciendo el interés del acreedor y liberando al deudor de la


obligación ya extinta.

Dice en la definición entrega de la cosa o cantidad debida y en la dación en pago ello no


sucede. En el ofrecimiento y consignación de pago hay pago, pero no hay entrega directa.

Por último, no necesariamente hay cumplimiento, bien porque se satisfaga la obligación de


uno u otro modo, bien porque no se cumplió en el plazo establecido y conforme a lo convenido.

B).- QUIENES PUEDE HACER EL PAGO.

El pago suele hacerse por el mismo deudor personalmente, o bien, a través de sus
representantes voluntarios, legales o estatutarios u orgánicos. También puede hacerse por un
tercero (2065 y 7.310), en este último supuesto salvo pacto en contrario o la obligación sea intuitu
personae (2064 y 7.309).

Puede hacerse por un tercero con interés jurídico (2065 y 7.310), como en la subrogación.

116
Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

Puede hacerlo un tercero no interesado en el cumplimiento de la obligación con el


consentimiento expreso o presunto del deudor (2066 y 2069 -7.311-). Es decir actuó por cuenta del
deudor pero sin representación.

Puede hacerlo el tercero ignorándolo el deudor (2067 y 2070 -7.312-), en cuyo caso el tercero
sólo puede reclamar al deudor si el acreedor consintió en recibir menor suma que la debida (2070 y
1904 -7.312 y 7.140-). Sinceramente no le encuentro lógica, porque puede ser inclusive como gestión
de negocios. No se evita con esto un enriquecimiento ilegítimo, pues ni siquiera lo hay como afirma
el Doctor Domínguez Martínez. Tampoco es una liberalidad.

Puede inclusive hacerse contra la voluntad del deudor (2068, 2071 y 1905 -7.313 y 7.141-).

C).- RECEPTORES DEL PAGO.

Puede recibir el pago el propio acreedor o su representante (2073 y 7.315). aunque la ley no
lo dice, salvo que sea intuitu personae.

El representante voluntario con cualesquiera de las facultades del artículo 2554 y 2587
fracción VII (7.771 y 7.806-VII).

El pago hecho a un incapaz para administrar bienes será válido en cuanto le fuere útil (2075,
2098 y 3037 -7.317, 7.341 y 8.51-). Verbigracia en los supuestos de los artículos 2392 y 2519 (7.662
y 7.741).

El pago a un menor y éste paga con ese dinero sus colegiaturas, se convirtió en su utilidad.
(Azúa Reyes).

Lo mismo si se paga a un tercero y le es útil al acreedor.

Pago al acreedor aparente. El pago hecho de buena fe al que estuviese en posesión del
crédito, liberará al deudor (2076 y 7.318). Por ejemplo el heredero aparente y en el caso de la prenda
(2866 y 7.1078), aunque en este último realmente se está legitimado para recibir el pago.

El pago hecho contra orden judicial no será válido (2077 y 7.319).

D).- TERCEROS RECEPTORES.

El pago hecho a un tercero extinguirá la obligación, si así se hubiere estipulado o consentido


por el acreedor, y en los casos en que la ley lo determine expresamente. También será válido el
pago hecho a un tercero en cuanto se hubiere convertido en utilidad del acreedor (2074 y 2075 in
fine -7.316-).

E).- CIRCUNSTANCIAS DE MODO, TIEMPO Y LUGAR.

a).- EXACTITUD EN EL MODO.

El pago debe hacerse del modo en que se hubiere pactado y no puede ser parcial, salvo
convenio o por disposición de la ley. Si una parte es líquida y la otra no, debe pagarse la líquida sin
esperar a que la segunda sea líquida (2078 y 2189 -7.320 y 7.433- y 8 Ley Monetaria-). Recordar lo
que dicen los artículos 2012 , 2013 y 1796 (7.257, 7.258 y 7.32).

b).- EXACTITUD EN EL TIEMPO

El pago debe hacerse en el tiempo estipulado, o bien, treinta días después de la interpelación
judicial o extrajudicial, si se trata de obligaciones de dar, y si se trata de obligaciones de hacer, el
tiempo que se considere por peritos como prudente para el cumplimiento de la obligación. Puede el
deudor hacer anticipos, pero el acreedor no está obligado a hacer descuentos (2079, 2080, 2081 y

117
Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

1958 -7.321 a 7.323 y 7.195-). No es necesario señalar que el acreedor no está obligado a hacer
descuentos, como lo hizo el CCEM.

c).- EXACTITUD EN EL LUGAR

El pago debe hacerse en el domicilio del deudor, salvo convenio, circunstancias, naturaleza
de la obligación o la ley (2082 y 7.324 y 7.325).

Domicilio convencional (el del acreedor o un tercero) (34 y 2.22).

Por domicilio debe entenderse tanto la circunscripción territorial políticamente determinada


como una dirección específica.

Ver los artículos 2083, 2084 y 2294 (7.326, 7.327 y 7.574).

Pagar gastos en caso de cambio de domicilio (2085 y 7.328).

F).- OTROS SUPUESTOS.

Los gastos de entrega por cuenta del deudor, salvo convenio en contrario (2086 y 2013 -
7.329 y 7.258-).

Pago hecho con cosa ajena (2087 y 800 -7.330 y 5.38-).

Derecho a exigir comprobante de pago y retener el mismo en tanto el comprobante no sea


entregado (2088 y 7.331).

Si es de pensiones, el pago de una de ellas presume el pago de las anteriores (2089 y 7.332).

Si se paga el capital sin reservarse intereses, se entienden pagados éstos (2090 y 7.333).

Si se entrega el título acreedor al deudor, se presume el pago (2091 y 7.334).

G).- IMPUTACIÓN DEL PAGO.

El deudor puede declarar a cual de las diversas deudas que tenga con el acreedor debe
aplicarse el pago y si no lo hace se entenderá hecho el pago por cuenta de la deuda que le fuere
más onerosa entre las vencidas. Si todas fueren igual de onerosas, se aplicará a la más antigua; y
siendo todas de la misma fecha, se distribuirá entre todas ellas a prorrata. Las cantidades pagadas
a cuenta de deudas con intereses, no se imputarán al capital mientras hubiere intereses vencidos y
no pagados, salvo convenio en contrario (2092 a 2094 y 7.335 a 7.337).

H).- DACIÓN EN PAGO.

El acreedor no está obligado a recibir cosa diferente de la debida, pero si puede inclusive
renunciar a su derecho a recibir el pago, puede asimismo recibir en pago cosa distinta (2095 y 7.338).

Si el acreedor sufre la evicción de la cosa que recibe en pago, renacerá la obligación


primitiva, quedando sin efecto la dación en pago (2096 y 7.339).

I).- CESIÓN DE BIENES.

La cesión de bienes puede ser legal o convencional.

El deudor puede ceder sus bienes a los acreedores en pago de sus deudas. Esta cesión,
salvo pacto en contrario, sólo libera a aquél de responsabilidad por el importe líquido de los bienes
cedidos. Los convenios que sobre el efecto de la cesión se celebren entre el deudor y sus
acreedores, se sujetarán a lo dispuesto en el Título relativo a la concurrencia y prelación de los
créditos (2063 y 7.308).

118
Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

Ver el artículo 2587-V. En el Estado de México agrega que sea en beneficio del deudor.
(7.806-V).

II.- DEL OFRECIMIENTO DEL PAGO Y LA CONSIGNACIÓN.

A).- GENERALIDADES.

El ofrecimiento seguido de la consignación hace las veces de pago, si reúne todos los
requisitos que para éste exige la ley (2097 y 7.340).

Es decir, el ofrecimiento sucede si el deudor notifica que quiere pagar y la consignación es


el depósito de la cosa debida.

Los artículos 2098 y 2099 (7.341 y 7.342) prevén los supuestos en que procede la
consignación y puede ser que sea por rechazo a recibir el pago, por negativa a entregar el
comprobante de pago, por incertidumbre respecto de la persona del acreedor (ausencia, muerte,
sucesión en trámite. en este caso no hay ofrecimiento), incapacidad del acreedor (en este caso no
hay ofrecimiento), o bien, porque los derechos sean dudosos (tampoco hay ofrecimiento).

B).- PROCEDIMIENTO.

Del 224 al 234 del CPCCMX (2.68 a 2.76 del CPCEM) están las disposiciones preliminares
de la consignación y puede ser ante juez o ante notario, en este último supuesto sólo que no haya
derechos dudosos (224 y 231 del CPCCMX). En el caso del Estado de México, el procedimiento
siempre es judicial.

Si se declara fundada la oposición del acreedor, la consignación se tiene por no hecha


(2101).

Aprobada la consignación por el juez, la obligación queda extinguida con todos sus efectos
(2102 y 7.343 -este último omite decir “con todos sus efectos”-, sin embargo, creo que no trasciende-
).

Hay una aparente contradicción (señala ROJINA VILLEGAS) con el 2097 (7.340) que dice
que el ofrecimiento seguido de la consignación hace veces de pago.

Si se aprueba la consignación que procede mediante sentencia declarativa y no constitutiva,


la extinción sucede desde el momento mismo de la consignación y no desde el ofrecimiento del pago
ni mucho menos desde la fecha de la sentencia.

INCUMPLIMIENTO DE LAS OBLIGACIONES

I.- CONSECUENCIAS DEL INCUMPLIMIENTO DE LAS OBLIGACIONES.

A).- GENERALIDADES.

Ya se vio que el pago es la entrega de la cosa o cantidad debida o la prestación del servicio
que se hubiera prometido (2062 y 7.307). Aunque la definición no contempla la satisfacción de
obligaciones de no hacer, se tiene implícita en el efecto mismo de la obligación.

Por lo que se refiere al impago o incumplimiento, vemos la insatisfacción de la cosa o


cantidad debida, la no prestación de lo prometido, o bien, la realización del hecho que no debió
hacerse. Y lo mismo se puede decir del incumplimiento total, como del cumplimiento defectuoso o
en mora.

Hay INCUMPLIMIENTO NO ESENCIAL, como en el caso de mora o vicios ocultos.

119
Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

Respecto al incumplimiento esencial y no esencial, nuestra Corte, ha emitido la siguiente


tesis aislada:

“Suprema Corte de Justicia de la Nación


Registro digital: 2021213
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Décima Época
Materias(s): Civil
Tesis: I.3o.C.358 C (10a.)
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación. Libro 73, Diciembre de 2019, Tomo
II, página 1032
Tipo: Aislada
CONTRATOS. INCUMPLIMIENTOS ESENCIALES Y NO ESENCIALES, Y SU INFLUENCIA
EN LA RESCISIÓN O RESOLUCIÓN DE AQUÉLLOS (APLICACIÓN DEL CRITERIO DE
INTERPRETACIÓN DE LA ESENCIALIDAD).
En el Código Civil para el Distrito Federal, aplicable para la Ciudad de México, no existe una
idea o graduación de la gravedad del acto de incumplimiento. De tal forma que si acudimos al artículo
1949 del citado ordenamiento, se advierte que se limita a mencionar el incumplimiento de "lo que le
incumbe", dando a entender con esa redacción que cualquier incumplimiento, por nimio que sea,
justificaría una reacción resolutoria del acreedor. No obstante, en derecho comparado existen
algunas disposiciones normativas sobre la graduación del incumplimiento. Así, el Código Civil
Italiano en su artículo 1455 establece que el incumplimiento no puede ser de "escasa importancia",
ya que con base en el mismo no podría el acreedor resolver el contrato. Igualmente, el artículo 1525
de esa codificación, cuando se refiere a los pagos, señala que no es susceptible de resolución el
incumplimiento del abono de un plazo, siempre y cuando éste no sea superior a la octava parte del
precio total. Derivado de lo anterior, para la integración del concepto de incumplimiento y su
relevancia a efecto de justificar una posible resolución de la obligación, necesariamente se tiene que
acudir a la doctrina jurisprudencial. Empero, a este respecto es preciso reconocer que en nuestro
país la magnitud del incumplimiento en orden a la determinación de cuándo permite la resolución del
contrato y cuándo no hay lugar a esa declaración, no ha sido profusamente analizada. Por el
contrario, y no obstante que enarbolamos los principios de buena fe y conservación de los contratos,
nos ha parecido muy natural entender que cualquier incumplimiento, por menor que sea y sin
importar que el interés del acreedor en realidad no se vea frustrado, permite la rescisión. Ante esa
situación, es imperioso acudir al derecho comparado, donde la opción obvia es España y su Tribunal
Supremo, cuya doctrina ha sido seguida de cerca en diversos temas por la Suprema Corte de Justicia
de la Nación, que en muchos casos ha adoptado como propia, sobre todo en materia de
responsabilidad civil. Dicho tribunal ha establecido el criterio de interpretación de la esencialidad,
que viene impuesto por la realidad social y el tipo de obligación de que se trate, pero para comprender
la esencialidad, es preciso entender que dicho tribunal tiene reconocida una jurisprudencia constante
en la que trata de salvar el negocio jurídico como premisa, el denominado principio de conservación
de los contratos o favor contractus. La conservación del contrato para el Tribunal Supremo no sólo
constituye un criterio de interpretación, sino un principio general del derecho es, por tanto, un criterio
hermenéutico que envuelve la totalidad del contrato, con plena proyección en el tratamiento de la
eficacia contractual. Debe entonces cuestionarse cuándo se está en presencia de un contrato
rescatable y, por tanto, conservable o en contraposición, si debe ser resuelto. La respuesta está en
la esencialidad o no de la obligación incumplida, cuyo rigor marcará el lindero de una u otra postura.
Así, por ejemplo, respecto al plazo de entrega, constituye jurisprudencia de ese tribunal que el mero
retraso (en la entrega de la cosa) no siempre produce la frustración del fin práctico perseguido por
el contrato, porque el retraso no puede equipararse en todos los casos al incumplimiento, ya que
puede dar lugar a la constitución en mora pero no, necesariamente, a la resolución. Por ello, se exige
del resolutor, además del cumplimiento de sus propias obligaciones, la existencia de un "interés
jurídicamente atendible". Mediante esta expresión se hace referencia a la posibilidad de apreciar el
carácter abusivo, contrario a la buena fe o, incluso, doloso que puede tener el ejercicio de la facultad
resolutoria del contrato cuando se basa en un incumplimiento aparente que no responde a la realidad
de las cosas, situación que ocurre cuando el incumplimiento alegado no afecta al interés del acreedor

120
Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

en términos sustanciales o encubre el simple deseo de aprovechar la oportunidad de concertar un


nuevo negocio para obtener mayores beneficios.
TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER CIRCUITO.
Amparo directo 698/2017. Grissel Guadalupe Hernández Guadarrama. 11 de octubre de
2017. Unanimidad de votos. Ponente: Víctor Francisco Mota Cienfuegos. Secretario: Karlo Iván
González Camacho.
Esta tesis se publicó el viernes 06 de diciembre de 2019 a las 10:18 horas en el Semanario
Judicial de la Federación.”.

B).- DOLO Y CULPA EN EL INCUMPLIMIENTO.

DOLO es sugestión para inducir a error, es decir, es un medio para viciar la voluntad. Pero
el dolo en el incumplimiento consiste en la actuación deliberada de incumplir.

La CULPA o NEGLIGENCIA se da cuando el obligado ejecuta actos contrarios a la


conservación de la cosa o deja de ejecutar los que son necesarios para ella (2025, 2106 y 1822 -
7.270, 7.353 y 7.63-).

Puede haber responsabilidad aún sin culpa como en el comodato (2502, 2504 y 2505 -7.727
y 7.729-), es decir, aún cuando incurra en culpa levísima o aquiliana, o bien, puede ser que sólo se
responda cuando haya malicia o negligencia como en el depósito (2522 y 7.744).

C).- MORA. Es el retraso en el cumplimiento de la obligación, que de darse hace incurrir al


deudor en responsabilidad moratoria (2079 y 2080 -7.321 y 7.322).

El que incumpla una obligación de dar, hacer o no hacer, debe satisfacer la prestación y
además debe pagar daños y perjuicios desde el vencimiento (2104 y 2105 -7.350-).

La facultad de exigir responsabilidad por dolo es irrenunciable (2106 y 7.353).

El deudor incumplidor debe además de la devolución de la cosa o su precio, reparar los


daños y perjuicios (2107 y 7.346).

Los daños y perjuicios deben ser consecuencia directa e inmediata de la falta de


cumplimiento de la obligación, porque se hayan causado o porque necesariamente deban causarse
(2110 y 7.349).

Nadie está obligado al caso fortuito, sino cuando ha contribuido a él, está previsto en la ley,
o se obligó expresamente (2111 y 7.354).

Si se pierde la cosa o su deterioro es tan grave que no pueda utilizarse en el uso a que
naturalmente esté destinada, el dueño debe ser indemnizado de todo el valor, pero si el deterioro es
menos grave sólo el importe del daño se abonará al dueño (2112 y 2113 -7.355 y 7.356-).

El valor será al momento de la devolución de la cosa a su dueño, salvo que la ley o el contrato
señalen otra cosa (2114 y 7.357).

Deben estimarse no sólo la disminución del valor de la cosa, sino los gastos de reparación
(2115 y 7.358).

El valor de la cosa se determinará objetivamente, salvo que la cosa se hubiera dañado con
el propósito de lastimar los sentimientos de su dueño supuesto en el cual se aplica lo previsto para
el daño moral (2116 y 7.359).

La responsabilidad civil puede ser regulada por convenio, salvo que la ley disponga otra cosa
(2117 y 7.360).

121
Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

D).- PENA CONVENCIONAL E INDEMNIZACIÓN LEGAL.

Si bien las partes pueden pactar una indemnización para el caso de incumplimiento, muchas
veces ese pacto está limitado por la ley (2311 y 2448 -7.593 y 7.685-).

E).- CLÁUSULA PENAL O PENA CONVENCIONAL.

Se utilizan como sinónimos pero no lo son:

CLÁUSULA PENAL. Pacto contenido en un contrato para fijar el monto y los alcances de la
indemnización ante un posible incumplimiento.

PENAL CONVENCIONAL. Es la indemnización.

Dice el Doctor Domínguez Martínez que la cláusula es el pacto y la pena su objeto.

La posibilidad de pactar la pena convencional está en el 2117 (7.360) y su regulación en los


artículos del 1840 a 1850 (7.91 a 7.93).

Si se pacta pena convencional no podrán reclamarse además daños y perjuicios (1840 y


7.91). La pena es supletoria de estos y por convenio.

La nulidad del contrato importa la de la cláusula penal, pero la nulidad de ésta no acarrea la
de aquél (1841 y 7.82).

En el segundo párrafo (en el CCEM es el artículo 7.83) está previsto lo que en doctrina se
conoce como la promesa "PORTE FORT" (2800 y 7.1006).

La aplicación de la pena procede aún cuando no se hayan causado daños y perjuicios (1842
y 7.85).

El importe de la pena no puede exceder del importe de la obligación principal (1844 y 7.87).

La pena se modificará en la medida del incumplimiento y si no puede ser exactamente


proporcional, el juez reducirá la pena de una manera equitativa, tomando en cuenta la naturaleza y
demás circunstancias de la obligación (1845 y 7.88).

Al respecto la Suprema Corte se pronuncia en la siguiente tesis tipo jurisprudencia:

“Suprema Corte de Justicia de la Nación


Registro digital: 209385
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Octava Época
Materias(s): Civil
Tesis: I.4o.C. J/61
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación. Núm. 85, Enero de 1995, página
61
Tipo: Jurisprudencia
PENA CONVENCIONAL. CUAL ES LA OBLIGACION PRINCIPAL EN LA.
La interpretación auténtica, lógica y sistemática de las disposiciones legales rectoras de la
cláusula penal, en relación con su objeto y naturaleza jurídica, conduce a determinar necesariamente
que el concepto "obligación principal", utilizado en el artículo 1843 del Código Civil para el Distrito
Federal, se refiere a cada obligación concreta por cuyo posible incumplimiento se pacta la pena
convencional, y en modo alguno a la obligación que se estime de mayor importancia, económica o
de cualquier otra índole, entre todas las contraídas en un contrato. Las razones específicas que
conducen a dicho criterio son las siguientes: 1. De lo dispuesto en el artículo 1840 del citado
ordenamiento sustantivo, se advierte que la pena convencional es una prestación pactada para el

122
Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

caso de que cierta obligación no se cumpla, o no se cumpla de la manera convenida. Su objeto


esencial, según lo explican magistralmente los autores del Código Civil para el Distrito Federal de
1870, en la parte expositiva, consiste en indemnizar al acreedor de los daños y perjuicios que se le
sigan con la falta de cumplimiento de la obligación, y por esto se fija como límite máximo el valor de
la obligación principal, porque si pudiera exceder de éste, se halagaría con un incentivo poderoso al
acreedor, para obstaculizar el cumplimiento o ser moroso al exigirlo, por lo menos, con el ánimo de
obtener el importe de la pena, que implicaría no sólo una justa indemnización, sino también una
considerable ganancia, o bien resultaría un pacto estéril, si no se cumple, o un gravamen realmente
insoportable. En dicha parte expositiva se ve que invariablemente se identificó a la obligación
principal con la obligación incumplida. Por otra parte, el objeto descrito de la cláusula penal ha
continuado hasta nuestros días, sin variación en la legislación vigente, y esto lleva a la situación
siguiente: si no se identificara a la obligación principal con la que por incumplimiento da lugar a la
pena convencional, se desvirtuaría absolutamente la finalidad de ésta, porque admitiría la posibilidad
de que una pena convencional excediera en valor o cuantía a la obligación cuyo incumplimiento la
generó, contrariando así el fin perseguido con la institución. Verbigracia, si un arrendatario
incumpliera con el deber adquirido de sustituir el calentador de agua por uno nuevo, cuyo precio no
excediera de mil nuevos pesos, y por eso estuviera fijada una pena de tres mil nuevos pesos, siendo
la prestación contractual de mayor importancia, el pago de la renta mensual de cuatro mil nuevos
pesos, con el criterio que no se admite por este tribunal, sería válida esa estipulación y,
consecuentemente, contravendría el objeto explicado, al proporcionar al acreedor, no sólo lo máximo
que pudiera obtener con el cumplimiento de la obligación, sino una jugosa ganancia, ajena totalmente
a los propósitos de la institución; en cambio, si como obligación principal se entiende la sustitución
del calentador, lo convenido al respecto sería nulo, en lo que excediera al valor de este mueble más
la mano de obra y materiales para su instalación, logrando así inobjetablemente que el arrendador
fuera compensado por lo que perdió con el incumplimiento, sin propiciar una injusta ganancia. 2. Del
contenido del artículo 1841 del Código Civil, se desprende el carácter accesorio de la pena
convencional, y por tanto, que su existencia, validez y subsistencia siguen la suerte de la obligación
con la que se le vincula. Por esto, el precepto dice que la nulidad del contrato importa "la de la
cláusula penal, pero la nulidad de ésta no acarrea la de aquél", con la sola aclaración de que en este
texto, la palabra contrato está usada como sinónimo de la obligación que sirve de base a la cláusula
penal, siguiendo con esto una antigua costumbre de los legisladores y los autores. Este carácter
accesorio acogido en la ley, permite explicar con claridad que en una disposición inmediata posterior
se use el concepto "obligación principal", entendiéndose éste en oposición al de "obligación
accesoria" dado a la pena, en seguimiento de una de las clasificaciones tradicionales de las
obligaciones, que distingue entre principal y accesoria. 3. En todos los artículos relativos a la cláusula
en comento, se regula únicamente la relación existente entre la obligación incumplida y la de pagar
la prestación convencional por el incumplimiento, sin involucrar para nada alguna situación distinta.
Por ejemplo, en el artículo 1840, donde se establece la posibilidad de pactar esa modalidad; en los
artículo 1844 y 1845, referentes a la modificación de la pena por incumplimiento parcial de la
obligación; o en el 1846, donde se dispone que no se puede exigir el cumplimiento de la obligación
(incumplida) y el pago de la pena, sino una sola de estas prestaciones, por regla general. Esta
constante haría ilógico que cuando a la palabra "obligación" se le agrega la voz "principal", se le
diera un significado diferente al de la obligación incumplida, porque con ello se rompería la
uniformidad, sin ninguna explicación ni necesidad, e inclusive se alteraría la armonía de las normas
y el objeto de la institución regulada, como ya se vio.
CUARTO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER CIRCUITO.
Amparo directo 4974/93. Equipos Básicos, S. A. de C. V. 21 de octubre de 1993.
Unanimidad de votos. Ponente: Leonel Castillo González. Secretario: Ricardo Romero Vázquez.
Amparo directo 2434/94. Adán Gutiérrez y González. 19 de mayo de 1994. Unanimidad de
votos. Ponente: Mauro Miguel Reyes Zapata. Secretario: Luis Arellano Hobelsberger.
Amparo directo 4374/94. Impceco, S. A. de C. V. y otras. 8 de septiembre de 1994.
Unanimidad de votos. Ponente: Gilda Rincón Orta. Secretaria: Marcela Hernández Ruiz.
Amparo directo 4574/94. Ignacio Rocha González. 22 de septiembre de 1994. Unanimidad
de votos. Ponente: Mauro Miguel Reyes Zapata. Secretario: Luis Arellano Hobelsberger.

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Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

Amparo directo 5334/94. María Esther Villalobos Herrera. 27 de octubre de 1994.


Unanimidad de votos. Ponente: José Juan Bracamontes Cuevas, en funciones de Magistrado por
Ministerio de Ley. Secretario: Carlos Arteaga Alvarez.”.

El acreedor puede exigir el cumplimiento o el pago de la pena, pero no ambos, a menos que
aparezca que la pena se estipuló por el simple retardo en el cumplimiento de la obligación o porque
ésta no se prestó de la manera convenida (1847 y 7.90).

Si hay caso fortuito o fuerza mayor o hecho del acreedor no podrá hacerse efectiva la pena
(1848 y 7.91).

La mancomunidad e indivisibilidad de la obligación incumplida están previstas en los


artículos del 1848 al 1850 (7.91 a 7.93).

La pena puede pactarse en la celebración del contrato o con posterioridad, pero debe ser
antes de la producción de los daños y perjuicios.

II.- EVICCIÓN Y SANEAMIENTO.

A).- GENERALIDADES.

Sanear es reparar, es la indemnización o resarcimiento de los daños y perjuicios causados


por la evicción.

La evicción es la privación total o parcial de un derecho por sentencia que cause ejecutoria,
en razón de algún derecho anterior a la adquisición.

Es una cláusula natural, excepto en donación y cesión de derechos (2120, 2050 y 2351 -
7.367, 7.295 y 7.624-).

Se puede regular la evicción, salvo que se trate de mala fe (2121 y 2122 -7.368 y 7.369-).

B).- BUENA FE.

El enajenante que procede de buena fe, estará obligado a entregar al que sufrió la evicción
(2126 -7.372-):

I.- El precio íntegro que recibió por la cosa;

II.- Los gastos causados en el contrato, si fueren satisfechos por el adquirente;

III.- Los causados en el pleito de evicción y en el de saneamiento;

IV.- El valor de las mejoras útiles y necesarias, siempre que en la sentencia no se determine
que el vendedor satisfaga su importe.

C).- MALA FE.

Si procedió de mala fe, el enajenante además de responder en términos del artículo 2126
(7.372), con las agravaciones previstas en el artículo 2127 y 7.373 (2123 y 2129 -7.370 y 7.375-) y
que son:

I.- Devolverá, a elección del adquirente, el precio que la cosa tenía al tiempo de la
adquisición, o el que tenga al tiempo en que sufra la evicción;

II.- Satisfará al adquirente el importe de las mejoras voluntarias y de mero placer que haya
hecho en la cosa;

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Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

III.- Pagará los daños y perjuicios.

D).- CONSECUENCIAS.

Si el adquirente fuere condenado a restituir los frutos de la cosa, podrá exigir del que enajenó
la indemnización de ellos o el interés legal del precio que haya dado (2130 y 7.376).

Si el que adquirió no fuere condenado a dicha restitución, quedarán compensados los


intereses del precio con los frutos recibidos (2131 y 7.377).

Si el que enajena, al ser emplazado, manifiesta que no tiene medios de defensa, y consigna
el precio por no quererlo recibir el adquirente, queda libre de cualquiera responsabilidad posterior a
la fecha de consignación (2132 y 7.378).

Las mejoras que el que enajenó hubiese hecho antes de la enajenación, se le tomarán a
cuenta de lo que debe pagar, siempre que fueren abonadas por el vencedor (2133).

El adquirente puede optar por ser indemnizado o resolver el contrato y en su caso debe
devolver el bien libre de gravámenes (2134 a 2136 -7.381 a 7.383-).

E).- ESTELIONATO.

Consiste en la enajenación de un bien gravado con conocimiento del gravamen y la


ocultación del mismo (2138 y 2139 -7.384 y 7.385-).

F).- EXCLUYENTES DE RESPONSABILIDAD.

El enajenante no responde de la evicción en los supuestos de los artículos 2140 y 2141


(7.386 y 7.387) y que dicen:

“ARTICULO 2,140.- El que enajena no responde por la evicción:


I.- Si así se hubiere convenido;
II.- En el caso del artículo 2,123;
III.- Si conociendo el que adquiere el derecho del que entabla la evicción, lo hubiere ocultado
dolosamente al que enajena;
IV.- Si la evicción procede de una causa posterior al acto de enajenación, no imputable al
que enajena, o de hecho del que adquiere, ya sea anterior o posterior al mismo acto;
V.- Si el adquirente no cumple lo prevenido en el artículo 2,124;
VI.- Si el adquirente y el que reclama transigen o comprometen el negocio en árbitros sin
consentimiento del que enajenó;
VII.- Si la evicción tuvo lugar por culpa del adquirente.
ARTICULO 2,141.- En las ventas hechas en remate judicial, el vendedor no está obligado
por causa de la evicción que sufriere la cosa vendida, sino a restituir el precio que haya producido la
venta.”.

III.- VICIOS OCULTOS.

En los contratos conmutativos, el enajenante está obligado al saneamiento por los defectos
ocultos de la cosa enajenada que la hagan impropia para los usos a que se la destina, o que
disminuyan de tal modo este uso, que de (sic) haberlo conocido el adquirente no hubiere hecho la
adquisición o habría dado menos precio por la cosa (2142 y 7.388).

Es una cláusula natural sólo en los contratos conmutativos, por lo que en otros contratos
debe pactarse en los mismos.

A).- ACCIÓN ESTIMATORIA O QUANTI MINORIS.

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Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

En el supuesto de que el adquirente sufra vicios ocultos en términos del artículo 2142 (7.388),
puede exigir o la rescisión del contrato y el pago de los gastos que por él hubiere hecho, o que se le
rebaje una cantidad proporcionada del precio, a juicio de peritos (2144 y 7.389).

B).- ACCIÓN REDHIBITORIA.

Si el adquirente prueba que el enajenante conocía los defectos ocultos de la cosa y no los
manifestó, tendrá el adquirente la acción estimatoria y derecho además a ser indemnizado de los
daños y perjuicios si prefiere la rescisión (2145 y 7.391).

C).- POSIBILIAD DE ELEGIR ENTRE INDEMNIZACIÓN O RESOLUCIÓN.

Está regulada en los artículos del 2146 a 2149 (7.392 a 7.395).

D).- VICIOS OCULTOS EN PLURALIDAD DE BIENES.

Si se enajenan dos o más bienes juntamente, sea en un precio alzado o sea señalándolo a
cada uno de ellos, el vicio de uno da sólo lugar a la acción redhibitoria, respecto de él y no respecto
a los demás, a no ser que aparezca que el adquirente no habría adquirido el sano o sanos sin el que
tenga vicios, o que la enajenación fuese de un bien y si se trata de animales, el vicio fuere contagioso
(2150 a 2152 y 2046 -7.396 a 7.398 y 7.291).

Se presume que se adquiere el todo y no sólo unos bienes (2151 y 2152 -7.397 y 7.398-).

Si el animal muere dentro de los tres días siguientes a su adquisición, es responsable el


enajenante, si por juicio de peritos se prueba que la enfermedad existía antes de la enajenación
(2153 y 7.398).

El plazo para exigir la acción redhibitoria es de vente días a partir de la firma del contrato, no
de su fecha como erróneamente dice el artículo 2155 (7.400).

La indemnización por vicios ocultos se puede regular por contrato (2158 y 7.402).

En caso de que los defectos sean manifiestos o que estén a la vista, o bien, sin que lo estén,
si el adquirente es un perito que por razón de su oficio o profesión debe fácilmente conocerlos, no
responde el enajenante (2143 -7.390-), tampoco responde por caso fortuito (2159 y 2017 -7.403 y
7.262-). Tampoco responde si el bien se adquirió por remate o por adjudicación judicial (2162 y
7.406).

IV.- DERECHO DE RETENCIÓN.

Es el Derecho Personal que consiste en la facultad del acreedor de conservar bienes del
deudor, en su poder, para garantizar el cumplimiento del propio deudor.

No es derecho real ni es acto jurídico.

Condidero que no es posible pactarlo, sino sólo procede en los casos que determina la Ley.

SUPUESTO.

Derecho de no entregar lo vendido si no se ha recibido el precio (2286 y 7.566).

Derecho a retener el precio si el comprador se encuentra perturbado en la posesión del bien


(2299 y 7.579).

En la permuta (2328 y 7.606).

El mandatario tiene derecho de retención en tanto le paguen gastos erogados (2579 y 7.797).

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Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

Lo mismo el dueño de un hotel puede retener el equipaje (2669 y 7.884).

V.- EXCEPCIÓN DE CONTRATO NO CUMPLIDO.

Exceptio non adimpleti contractus.

El precio y la cosa deben entregarse de manera simultánea y en caso de duda, se depositan


a un tercero para que este haga las entregas correspondientes (2286 y 2294 -7.566 y 7.574-).

La excepción de contrato no cumplido está mencionada en el artículo 2241 (7.28) y artículo


464 del CPCCMX (2.155 del CPCEM), que dice que "si el título ejecutivo contiene obligaciones
recíprocas, la parte que solicite la ejecución al presentar la demanda hará la consignación de las
prestaciones debidas al demandado o comprobará fehacientemente haber cumplido con su
obligación". Ver también artículos 465 y 466 (2.156).

VI.- DIFERENCIAS ENTRE LA EXCEPCIÓN DE CONTRATO NO CUMPLIDO Y EL


DERECHO DE RETENCIÓN.

1.- El derecho de retención sólo opera en obligaciones de dar, la excepción en obligaciones


de dar, hacer y no hacer.

2.- El derecho de retención sólo opera fuera de juicio o dentro de él. La excepción de contrato
no cumplido es una defensa procesal.

3.- El derecho de retención existe aún a falta de contrato (en la posesión) y la excepción sólo
en contratos sinalagmáticos.

VII.- RESOLUCIÓN DE OBLIGACIONES RECÍPROCAS POR INCUMPLIMIENTO.

Acción de resolución por incumplimiento también llamado pacto comisorio tácito (1949 y
7.345).

SECCIÓN SEGUNDA

II.- EFECTOS DE LAS OBLIGACIONES CON RELACIÓN A TERCEROS

I.- ACTOS CELEBRADOS EN FRAUDE DE ACREEDORES.

Al acreedor la ley le reconoce ciertos derechos para proteger su crédito y vea garantizado
su pago, por ejemplo la denominada prenda general tácita o garantía genérica del acreedor (2964 y
7.489), preferencia de acreedores en la liquidación de una herencia (1735, 1760 a 1762) y el de
continuar el juicio de investigación de la paternidad promovido por su deudor que dejó bienes
insuficientes (347 a 350).

II.- ACCIÓN PAULIANA.

Los actos celebrados por un deudor en perjuicio de su acreedor, pueden anularse, a petición
de éste, si de esos actos resulta la insolvencia del deudor, y el crédito en virtud del cual se intenta la
acción, es anterior a ellos (2163, 2043 y 2050 -7.407, 7.288 y 7.295).

Los actos pueden ser enajenar, renunciar a un derecho, remitir una deuda, renunciar a la
prescripción, repudiar una herencia y demás que no sean el ejercicio de derechos estrictamente
personales (2170 y 7.414).

127
Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

La constitución del patrimonio de familia no puede hacerse en fraude de acreedores (739 y


4.387), si la donación es de ciertos y determinados bienes, el donatario no responde de las deudas
del donante (2354 y 7.627).

Otros supuestos 1038-VI, 1673, 1674, 2179, 2854, (5.276-VI, 6.199 a 6.201, 7.423 y 7.1064),
389 de la LGTOC.

El acto debe hacer caer en insolvencia al deudor y consecuentemente ser perjudicial para el
acreedor, es decir, debe lesionar sus intereses.

El fraude a que se refiere el Código Civil no es como delito, sino como la conducta que priva
al acreedor de su facultad de exigir la prestación debida.

Habrá INSOLVENCIA cuando la suma de los bienes y créditos del deudor, estimados en su
justo precio, no iguala al importe de sus deudas. La mala fe, en este caso, consiste en el
conocimiento de ese déficit (2166 y 7.410).

Debe existir previamente la deuda a favor del acreedor.

Se presumen fraudulentas las enajenaciones a título oneroso hechas por aquellas personas
contra quienes se hubiese pronunciado antes sentencia condenatoria en cualquiera instancia, o
expedido mandamiento de embargo de bienes, cuando estas enajenaciones perjudican los derechos
de sus acreedores (2179 y 7.423).

NATURALEZA JURÍDICA.

Es una acción de nulidad, pues si bien el acto es válido es contrario a las buenas costumbres
y por tanto ilícito, pues caer en insolvencia para no pagar no es una buena costumbre. El efecto sin
duda alguna es revocatorio.

No obstante conforme a lo dispuesto en el artículo 2174 (7.418), la acción de nulidad a que


se refiere el artículo 2163 (7.407) cesará luego que el deudor satisfaga su deuda o adquiera bienes
con qué poder cubrirla.

III.- SIMULACIÓN.

Es simulado el acto en que las partes declaran o confiesan falsamente lo que en realidad no
ha pasado o no se ha convenido entre ellas (2180 y 7.424).

La simulación puede ser absoluta o relativa (2181 y 7.425).

La ABSOLUTA nada tiene de real y por tanto no produce efectos jurídicos como acto pero si
como hecho (2182 y 7.426).

La RELATIVA si tiene algo de real, pero los alcances son gradualmente distintos a lo que
realmente se celebró como acto jurídico, por lo que descubierto el acto real, ese acto no será nulo si
no hay ley que así lo declare (2182 y 7.426).

Están legitimados para pedir la nulidad los terceros perjudicados con la simulación, o el
Ministerio Público cuando ésta se cometió en transgresión de la ley o en perjuicio de la Hacienda
Pública (2183 y 7.427).

Declarada la nulidad se restituirá la cosa o derecho a quien pertenezca, con sus frutos e
intereses, pero si ha sido transferida a título oneroso a tercero de buena fe, no procede la restitución.
También subsistirán los gravámenes a favor de terceros de buena fe (2184 y 7.428).

IV.- ACCIÓN OBLICUA.

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Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

La acción oblicua procede por la omisión de un deudor de ejercer sus derechos para adquirir
o conservar bienes con que pagar a su acreedor, a diferencia de la acción pauliana en la que lo que
se ataca son los actos fraudulentos, en la acción oblicua se persigue la posibilidad de ejercer los
derechos del deudor ante su omisión o pasividad.

Está regulada en el artículo 29 del CPCCMX, que dice:

“Ninguna acción puede ejercitarse sino por aquel a quien compete o por su representante
legítimo. No obstante eso, el acreedor puede ejercitar las acciones que competan a su deudor
cuando conste el crédito de aquél en título ejecutivo y, excitado éste para deducirlas, descuide o
rehuse hacerlo. El tercero demandado puede paralizar la acción pagando al demandante el monto
de su crédito.
Las acciones derivadas de derechos inherentes a la persona del deudor nunca se ejercitarán
por el acreedor.
Los acreedores que acepten la herencia que corresponda a su deudor ejercitarán las
acciones pertenecientes a éste, en los términos en que el Código Civil lo permita.”.

El artículo 2.25 del CPCEM dice:

“Acciones oblicuas
Artículo 2.25.- El acreedor puede ejercitar las acciones que competen a su deudor, cuando
conste el crédito en título ejecutivo y requerido el deudor para deducirlas, descuide o rehúse hacerlo.
Los acreedores que acepten la herencia que corresponda a su deudor ejercitarán las acciones
pertenecientes al mismo, en términos legales.
El que tenga acción que dependa del ejercicio de la acción de otro, puede demandarle para
que la ejercite, o se le autorice a ejercitarla a su nombre.”.

TÍTULO SEXTO

EXTINCIÓN DE LAS OBLIGACIONES

I.- COMPENSACIÓN.

Tiene lugar la compensación cuando dos personas reúnen la calidad de deudores y


acreedores recíprocamente y por su propio derecho (2185 y 7.429).

El efecto de la compensación es extinguir por ministerio de la ley las dos deudas, hasta la
cantidad que importe la menor (2186, 2191 y 2194 -7.430, 7.435 y 7.437-).

Evita el flujo de efectivo y sirve de garantía para que el deudor que paga después no se vea
afectado por la insolvencia del acreedor al que pagó.

La compensación puede ser legal, convencional, facultativa y judicial.

CONDICIONANTES COMUNES.

Existencia de dos deudas de igual o diferentes valores.

Reciprocidad de acreedores y deudores por derecho propio (2198 y 7.441).

La COMPENSACIÓN LEGAL procede conforme al artículo 2186 y 7.430.

Deben ser sumas de dinero o bienes fungibles de la misma especie y calidad, siempre que
se hayan designado al celebrar el contrato (2187 y 7.431). Nadie está obligado a recibir otra cosa a
la debida aunque sea de mayor valor (2078 y 2012 -7.320 y 7.257-).

Las deudas deben ser líquidas y exigibles (2188, 2189 y 2190 -7.432, 7.433 y 7.434-).

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Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

La COMPENSACIÓN CONVENCIONAL o VOLUNTARIA es perfectamente válida (2188 y


7.432).

La COMPENSACIÓN FACULTATIVA, es voluntaria, y se da cuando el acreedor de la deuda


exigible decide compensar con la deuda aún no exigible.

Por ejemplo:

“X le debe a Y una cantidad exigible.

Y le debe a X una cantidad no exigible.

Y consiente compensar su deuda y no exige el pago a X.”.

La COMPENSACIÓN JUDICIAL, es aquélla que deriva de una resolución judicial.

La compensación no procede en los supuestos de las ocho fracciones del artículo 2192
(7.436) y como ejemplos son los siguientes:

I.- Ver el artículo 2197 (7.440).

II.- Conducta ilícita de una deuda.

III, IV y V.- 544 CPCCMX y 2785 y 2787 (2.189 CPCEM, 7.994 y 7.996), por ser créditos
inembargables.

VI.- 1446 Y 2567 (6.95 y 7.784).

VII.- 2532 y 2533.

También ver los artículos 2199, 2200, 2201 y 2205 (7.441, 7.442, 7.443 y .7.447).

II.- CONFUSIÓN DE DERECHOS.

Confundir es mezclar cosas diversas de manera que no puedan reconocerse o distinguirse.


Confusión es acción y efecto de confundir.

Hay confusión cuando las calidades de acreedor y deudor se reúnen en una misma persona.
La obligación renace si la confusión cesa (2206 y 7.448).

La confusión que se verifica en la persona del acreedor o deudor solidario, sólo produce sus
efectos en la parte proporcional de su crédito o deuda (2207 y 1991 -7.449).

La CONFUSIÓN TRANSITORIA está regulada en el artículo 2208 (7.450). Ver los artículos
1284 y 1288 (6.4 y 6.8).

III.- REMISIÓN DE DEUDA.

Cualquiera puede renunciar su derecho y remitir, en todo o en parte, las prestaciones que le
son debidas, excepto en aquellos casos en que la ley lo prohíbe (2209 y 7.451).

RENUNCIA.- Es dimisión voluntaria, rechazar un derecho (6 y 7 -1.3 y 1.4-).

REMITIR.- Es perdonar, toda remisión es renuncia, pero no toda renuncia es remisión.

La remisión es bilateral y la renuncia puede ser unilateral o bilateral.

La remisión de deuda tiene naturaleza jurídica contractual.

Se requiere de la voluntad del deudor.

130
Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

Puede afectar el patrimonio, el crédito y el prestigio del deudor.

La aceptación del deudor no debe ser expresa.

Para el acreedor es un acto de dominio, para el deudor un acto de administración.

Los que ejercen la patria potestad no pueden remitir voluntariamente los créditos de sus hijos
(436 y 4.217).

REMISIÓN Y QUITA.

La quita es parcial (2209 y 7.451).

Si se remite deuda principal se entienden los accesorios, pero si se remiten éstos el saldo
principal sigue vigente (2210 y 7.452).

La remisión a un deudor solidario no aprovecha a los demás (2211 y 1991 -7.453 y 7.231).

La devolución del bien dado en prenda presume remisión (2212 y 7.454).

Otros artículos que hacen referencia a la remisión.

Servidumbre 1128-IV (5.227-IV); acreedores y deudores solidarios 1991 y 1992 (7.231 y


7.232); obligación indivisible 2008 (7.253); extinción de la hipoteca 2941-VI (7.1145-VI).

IV.- NOVACIÓN.

La novación es un contrato por el cual se sustituye sustancialmente una obligación por otra
(2213 y 7.455).

Para el Doctor DOMÍNGUEZ MARTÍNEZ, no es un convenio.

La novación no necesariamente es del contrato, porque la fuente de la obligación puede ser


extracontractual.

Implica una obligación preexistente.

Se sujeta al acuerdo de voluntades salvo las modificaciones en el capítulo que las regula
(2214).

La novación no se presume ni nace de la ley (2215). Debe existir el ANIMUS NOVANDI.

Implica un cambio sustancial en el objeto indirecto aún cuando esté sujeto a condición
suspensiva (2216 y 7.457).

El cambio debe ser sustancial (2213 y 7.455).

Si la obligación primitiva es nula, también lo será la novación (2218 y 7.459). Ver también el
artículo 2234 (7.20).

Si la novación es nula, subsistirá la antigua obligación (2219 y 7.460).

La extinción de la obligación principal extingue las accesorias, salvo reserva expresa (2220
y 7.461), salvo que las garantías las haya dado un tercero, quien debe consentir en la novación (2221
y 7.462).

Si la novación fue con un deudor solidario, sólo subsistirán las garantías constituidas por
dicho deudor (2222 y 1991 -7.463 y 7.231-).

131
Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

El pago hecho por novación entre el acreedor y alguno de los deudores solidarios, exonera
a los demás, sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 1999 -7.240 a 7.243- (2223 y 7.464).

V.- PRESCRIPCIÓN NEGATIVA O LIBERATORIA.

La prescripción negativa es un medio para liberarse de obligaciones por el transcurso del


tiempo y bajo las condiciones establecidas en la ley. (1135 y 1136 -7.465-).

La prescripción no necesariamente extingue obligaciones, más bien libera al deudor e


imposibilita al acreedor el cumplimiento de una deuda que se convierte en natural (1894 y 7.130).

Tampoco extingue la acción de cobro, pues si el deudor no se excepciona, el juez no puede


decretar la prescripción de oficio.

TRANSCURSO DEL TIEMPO (1159, 1161 y 1162 -7.474 (son 5 años), 7.475 y 7.476-).

FORMA DE CONTARLO (1176 a 1180).

INACTIVIDAD DEL ACREEDOR.

La prescripción no puede comenzar ni correr en los supuestos de los artículos 1166 y 1167
(5.137, 5.138 y 7.488).

También puede interrumpirse (1168 y 1175 -7.480 y 7.487).

Ver las diferencias entre el 1168-II y 258 del CPCCMX. En el Estado de México no existe la
antinomia.

TÍTULO SÉPTIMO

INEFICACIAS

I.- GENERALIDADES.

ANULABLE.- Que se puede anular.

ANULABILIDAD.- Cualidad de anulable.

ANULAR.- (De nulo). Dar por nulo o dejar sin fuerza una disposición, un contrato, etc.

EFICACIA.- Capacidad de lograr el efecto que se desea o espera.

EFICIENCIA.- Capacidad de disponer de alguien o de algo para conseguir un efecto


determinado.

INEFICACIA.- Falta de eficacia y actividad.

INEFICIENCIA.- Falta de eficiencia.

Jurídicamente podemos entender por INEFICACIA, como la incapacidad del negocio de


producir los efectos esperados.

INEFICACIAS ESTRUCTURALES.- Son aquéllas en las que el hecho jurídico produce


provisionalmente sus efectos como si fuera el negocio jurídico frustrado y los mismos se destruyen
retroactivamente o para lo futuro.

132
Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

INEFICACIAS FUNCIONALES.- Son aquéllas en las que el negocio produce plenamente


sus efecto y por voluntad o causas supervenientes, los efectos se destruyen retroactivamente o para
lo futuro. En estas ineficacias normalmente hay un vicio en la estructura del cumplimiento de la
obligación nacida por el negocio ineficaz.

INVALIDEZ.- Cualidad de inválido.

INVÁLIDO.- Que no tiene fuerza ni vigor. Nulo y de ningún valor, por no tener las condiciones
que exigen las leyes.

NULIDAD.- Cualidad de nulo. Vicio que disminuye o anula la estimación o validez de algo.

NULO.- Falto de valor y fuerza para obligar o tener efecto, por ser contrario a las leyes, o por
carecer de las solemnidades que se requieren en la sustancia o en el modo.

VALIDEZ.- Cualidad de válido.

VÁLIDO.- Firme, subsistente y que vale o debe valer legalmente.

CONVALIDAR.- Confirmar o revalidar, especialmente los actos jurídicos.

VALIDAR.- Dar fuerza o firmeza a algo, hacerlo válido.

REVALIDAR.- Ratificar, confirmar o dar nuevo valor y firmeza a algo.

II.- INEFICACIAS ESTRUCTURALES.

A).- INEXISTENCIA.

El negocio es inexistente por falta de voluntad u objeto (1794 y 2224 del CCCMX, 7.7 y 7.10
del CCEM). La voluntad siempre debe referirse a un objeto. Por lo tanto si la voluntad no existió o no
se manifestó respecto de un objeto, entonces no hay producción de efectos. Sin embargo, ante una
aparente voluntad respecto de un objeto, una voluntad respecto de un aparente objeto, o bien, una
aparente voluntad respecto de un aparente objeto, necesariamente se producirán consecuencias
jurídicas, pues todo acontecimiento de la naturaleza o del hombre produce consecuencias de
derecho. Es decir, la nada, nada produce, pero la apariencia de algo si produce efectos, los cuales
se destruirán, o bien, se indemnizará al perjudicado por la inexistencia. No es susceptible de valer
por confirmación ni por prescripción, pues lo que no existe, no se confirma, ni prescribe. Pero su
declaración si puede invocarse por cualesquier interesado (2224 y 7.10). La restitución de
prestaciones es con efectos retroactivos (2226 y 7.12). Ver la tesis con número de Registro 270028

“Suprema Corte de Justicia de la Nación


Registro digital: 270028
Instancia: Tercera Sala
Sexta Época
Materias(s): Civil

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Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

Fuente: Semanario Judicial de la Federación. Volumen XCVI, Cuarta Parte, página 67


Tipo: Aislada
NULIDAD E INEXISTENCIA. SUS DIFERENCIAS SON MERAMENTE TEORICAS.
El artículo 2224 del Código Civil del Distrito no tiene, en cuanto a la base que pretende dar
para establecer la distinción entre la inexistencia y la nulidad, sino meros efectos teóricos, ya que el
tratamiento que en él reciben las inexistencias es el de las nulidades, como lo demuestra el siguiente
análisis de casos de inexistencia tratados como si fueran de nulidad: la falta de objeto hace
inexistente el acto según dicho artículo 2224; mas sin embargo, en los artículos 1427, 1422 y 1434,
se prevén factiespecies de inexistencia y se les trata como nulidades. Los contratos sobre cosas que
están fuera del comercio, técnicamente carecen de objeto; pero los artículos 1826 y 2950, fracción
III, que se refieren a la transacción sobre una sucesión futura, prevén uno de estos casos de falta de
objeto y lo tratan por medio de la nulidad. El objeto de la compraventa es, indiscutiblemente, la
transferencia del derecho de propiedad, según el artículo 2248; pero ello obstante, a la venta de cosa
ajena se le llama nula en el artículo 2270. Y si de la venta de un crédito inexistente se trata, mismo
que en el momento de la cesión engendra, según el artículo 2042, el efecto de obligar al cedente a
presentar la garantía de su existencia, no hay sino decir que esta situación no se compagina con la
institución de la inexistencia, que es la nada jurídica. Lo mismo puede decirse en el caso del contrato
de renta vitalicia declarado nulo por el artículo 2779, si el beneficiario muere antes del otorgamiento.
Y si a falta de consentimiento se refiere, los artículos 1802 y 2183 que prevén algunos de estos
casos, le dan el tratamiento de la nulidad, mismo que deberá darse por falta de texto adecuado, al
caso del acto celebrado por un incapaz en quien la ausencia de consentimiento es absoluta, pues
habrá que tratarlo por el sistema de las incapacidades, originadora de la nulidad relativa, según el
artículo 2230; el profesor Borja Soriano, que según las "Notas" de García Tellez inspiró la adopción
de las inexistencias en el Código Civil vigente, pasa de la inexistencia a la nulidad sin puente alguno
al referirse precisamente al artículo 1802: "Cuando una persona, dice (Teoría de las obligaciones,
tomo I, páginas 361 y 362, primera edición), celebra un contrato a nombre de otra sin ser su
representante, a ese contrato le falta uno de los elementos esenciales: el consentimiento del
representado. No hay hasta entonces la oferta del otro contratante; no existe aún contrato por falta
de consentimiento. Esta es, pues, la naturaleza de la nulidad a que se refieren los artículos citados
en el número anterior". Ahora bien, según los artículos 2162, 2163 y 2164 del Código Civil del Estado
de Hidalgo (iguales a los números 2180, 2181 y 2182 del Código del Distrito), es simulado el acto en
que las partes declaran o confiesan falsamente lo que en realidad no ha pasado o no se ha convenido
entre ellas, siendo la simulación absoluta cuando el acto simulado nada tiene de real, y relativa
cuando a un acto jurídico se le da una falsa apariencia que oculta su verdadero carácter, no
produciendo ningún efecto jurídico la simulación absoluta, mientras que en tratándose de la relativa
descubierto el acto real que la oculta, ese acto no será nulo si no hay ley que así lo declare. Si la
simulación planteada es absoluta, naturalmente que también se plantea como herida de nulidad
absoluta, según el texto legal correspondiente antes citado, pero que dentro del más riguroso
logicismo de la teoría tripartita de la invalidez podría ser un caso de inexistencia, por lo que tomando
en cuenta que conforme al citado artículo 2206 y el 2208 del Código Civil, bien que se trate de un
caso de inexistencia o bien de nulidad, la acción correspondiente es imprescriptible.
Amparo directo 8286/63. Concretos Premezclados, S. A. 24 de junio de 1965. Unanimidad
de cuatro votos. Ponente: Rafael Rojina Villegas.
Sexta Epoca, Cuarta Parte:
Volumen XI, página 130. Amparo directo 2596/57. Federico Baños Islas. 8 de mayo de 1958.
Unanimidad de cuatro votos. Ponente: Gabriel García Rojas.
Nota: En el Volumen XI, página 130, la tesis aparece bajo el rubro "NULIDAD E
INEXISTENCIA. PRESCRIPCION DE LA ACCION DE, POR SIMULACION (LEGISLACION DE
HIDALGO).".
Véase: Apéndice al Semanario Judicial de la Federación 1917-1965, Cuarta Parte, Tercera
Sala, tesis 238, página 751, bajo el rubro "MINUTA FUERZA LEGAL DE LAS.".”.

B).- NULIDAD ABSOLUTA O INVALIDEZ

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TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES

Se produce la nulidad absoluta por ilicitud en el objeto, motivo o fin, o en la condición, o bien
si se celebra en contra de leyes prohibitivas, imperativas, de orden público o contra las buenas
costumbres o no se otorga con la solemnidad señalada por la ley (6, 7, 8, 1795-III, 1830, 1831, 1943,
1944 y 2226 del CCCMX y 7.72, 7.184, 7.185 y 7.12 del CCEM).

Por regla general produce provisionalmente sus efectos, mismos que se destruirán
retroactivamente una vez declarada la nulidad. Los produce porque el negocio es válido, lo que está
viciado es el elemento del negocio, contrario a la inexistencia, en la que el elemento ni siquiera existe
(2226 y 7.12).

Puede hacerla valer todo interesado y no desaparece por la confirmación o la prescripción


(2226 in fine y 7.12 in fine).

La restitución de prestaciones es con efectos retroactivos (2226 y 7.12).

C).- NULIDAD RELATIVA O ANULABILIDAD.

La nulidad relativa siempre produce provisionalmente sus efectos y es provocada por


incapacidad, vicios en el consentimiento o falta de forma (17,1796, 1812, 1813, 1816, 1817, 1818,
1822, 1824, 1825, 1826, 1827, 1832, 1833, 2227, 2228, 2238, 2239 y 2242 del CCCMX, 7.55, 7.32,
7.52, 7.53, 7.57, 7.58, 7.59, 7.63, 7.65, 7.66, 7.67, 7.68, 7.73, 7.74, 7.13, 7.14, 7.25, 7.26 y 7.29 del
CCEM).

La acción y excepción de nulidad compete a todos los interesados si se trata de forma, si es


por incapacidad o vicios del consentimiento, sólo compete al incapaz o al que ha sufrido esos vicios
(2229 y 2230 del CCCMX, 7.15 y 7.16 del CCEM).

Puede hacerse valer por confirmación o prescripción (17, 1823, 2228, 2231, 2232, 2233,
2234, 2235, 2236, 2237 y 2238 del CCCMX, 7.55, 7.64, 7.14, 7.17, 7.18, 7.19, 7.20, 7.21, 7.22, 7.23,
7.24 y 7.25 del CCEM).

La confirmación implica restitución de prestaciones con efectos retroactivos (2235 y 7.21).

III.- INEFICACIAS FUNCIONALES.

A).- DESISTIMIENTO UNILATERAL.

Supuesto de ineficacia que se actualiza en los negocios plurilaterales cuyos efectos no se


han consumado aún y puede ser con responsabilidad o sin responsabilidad (2423-III, 2478, 2531,
2663, 2680, 2720-VI, 2723 y 2724 del CCCMX, 7.686-I, 7.752, 7.878, 7.900, 7.935-VII, 7.936 y 7.937
del CCEM, 324 LGS, 56, LFPC, 307, 335 del CCo., 294 LGTOC).

B).- REVOCACIÓN.

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Los negocios jurídicos unilaterales pierden eficacia por la revocación del acto, lo que trae
como consecuencia un efecto extintivo del negocio, se hayan o no consumado los efectos (1494,
2359, 2370 (2340 y 1807), 2596 del CCCMX, 6.115, 7.631, (7.642, 7.47), 7.816 del CCEM).

C).- RESCISIÓN Ó MUTUO DISENSO.

El negocio jurídico válido cuyos efectos aún estén vigentes, puede ser ineficaz por acuerdo
de voluntades y siempre que dicho acuerdo no afecte derechos de tercero. Deben comparecer los
titulares de los derechos y obligaciones que se vean involucrados en el negocio. Vg. Hipoteca
unilateral, para su extinción se requiere de la comparecencia del acreedor. Para el jurista ORTIZ
BLANCO, la rescisión opera en el supuesto de que el negocio perjudique a una de las partes. Yo
coincido con el maestro ZAMORA VALENCIA y concluyo que rescisión y mutuo disenso son la misma
figura.

D).- RESOLUCIÓN POR INCUPLIMIENTO.

También conocida como PACTO COMISORIO, la facultad de resolver las obligaciones por
incumplimiento se entiende implícita en las recíprocas, para el caso de que uno de los obligados no
cumpliere lo que le incumbe. El que cumple y se ve perjudicado por el incumplimiento, puede exigir
el cumplimiento forzoso o la resolución de la obligación, con el resarcimiento de daños y perjuicios
en ambos casos

También podrá pedir la resolución aún después de haber optado por el cumplimiento forzoso,
cuando éste resultare imposible (1949, 1950 y 2241 -7.345, 7.362 y 7.28- y 88 CCo.).

Las excepciones de contrato no cumplido pueden ser procesales (35 CPCCMX, excepto la
fracción V -2.31 CPCEM-) y sustantivas y debe tratarse de obligaciones bilaterales y simultáneas
(2286 y 7.566). La excepción no afecta la obligación, sólo difiere su cumplimiento.

E).- CADUCIDAD.

Se produce la caducidad si el negocio no es confirmado o reconocido, o bien, no se realiza


un acto o hecho jurídico en un plazo breve (1412, 1413, 1497, 3035 y 3043 del CCCMX, 6.117, 8.48
y 8.54 del CCEM).

Los actos celebrados en fraude de acreedores (que originan la acción pauliana y de


simulación), los actos que provocan el retracto y el cumplimiento o incumplimiento de las condiciones
suspensivas o resolutorias, son supuestos de ineficacia, los primeros de la estructural (nulidad
absoluta), los segundos, es decir, el cumplimiento o incumplimiento de las condiciones, de la
funcional (caducidad).

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