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1
DIEZ PICAZO, Luis. FUNDAMENTOS DEL DERECHO CIVIL PATRIMONIAL II. LAS RELACIONES OBLIGATORIAS.
Civitas. 6ª. ed. P. 64. 2008.
2
DOMÍNGUEZ MARTÍNEZ, Jorge Alfredo. DERECHO CIVIL OBLIGACIONES. Porrúa. México. P. 4. 2018.
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DOMÍNGUEZ MARTÍNEZ… P. 24.
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Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES
Según la instituta de Justiniano en el Libro III, título XIII: “obligatio est iuris vinculum, quo
necessitate adstringimur alicuius solvendae rei secundum nostrae civitatis iura”. La obligación es un
vínculo de derecho, por el que somos constreñidos con la necesidad de pagar alguna cosa según
las leyes de nuestra ciudad.
El vínculo obligacional nace de una relación entre acreedor (creditor) y deudor (debitor). La
obligatio es la relación de deuda (debitum), conforme al Derecho Civil.
“Ninguna institución –enseña el maestro Alvaro D’Ors- presenta una conexión tan íntima y
evidente entre el derecho y la acción como la de las obligaciones” 4.
Continúa el maestro “Las relaciones de obligaciones son menos estables que las de los
derechos reales, pues nacen precisamente para ser extinguidas por el cumplimiento, y justamente
en este cumplimiento que las extingue está su utilidad. El Incumplimiento de las obligaciones de dare
se llama solutio, y el de las obligaciones de facere se denomina por el contenido especial de cada
caso (tradere, vehere, opus facere, pati, etc.) y de una manera general se llama satisfactio. La solutio
es un tipo de datio (ob causam; solvendi causa) efectiva y definitiva, cuya causa inmediata es el
acuerdo de pago y cuya causa remota es el debitum5”.
“La correlación entre obligación y acción es tal, que allí donde falta la acción in personam
falta también la obligación. No la hay propiamente en las deudas contraídas por esclavos y otras
personas alieni iuris, que no pueden dar lugar a una acción civil mientras sigan siendo incapaces;
pero si se paga una deuda de éstas, no se puede pretender la recuperación de lo pagado como
indebido, sino que el que cobró puede retener lo cobrado (solutio retentio), pues se entiende que se
le debía. Partiendo de esta consideración del debitum, la Jurisprudencia del s.II d.C. llama
abusivamente debitores a esos incapaces, y califica esas relaciones como obligationes n a t u r a l e
e s. Aparte i) la retención del pago, efecto típico de estas obligaciones, ii) podían éstas ser
garantizadas con prendas o fianzas, iii) ser objeto de delegación, novación y constitutum, iv) ser
compensadas y v) tenidas en cuenta para aumentar o disminuir el peculio, vi) también podía la
compra hecha por esas personas incapaces servir como iusta causa para la usucapión6”.
La obligación es una correlación entre el deber jurídico del deudor y el derecho subjetivo del
acreedor o derecho de crédito.
A).- LOS ELEMENTOS DE LA OBLIGACIÓN
Los elementos de la obligación son la relación jurídica o vínculo jurídico, el elemento
subjetivo o personal que son el acreedor y deudor y el elemento objetivo que es el bien o el hecho o
la abstención.
En cuanto a la relación jurídica o vínculo jurídico, se compone del débito (que los alemanes
le llaman shuld), y la responsabilidad (que la teoría alemana la identifica como haftung).
4
D’ORS, Alvaro. DERECHO PRIVADO ROMANO. Eunsa. 10ª ed. P. 432. 2004.
5
Ibid. P. 434.
6
Ibid. P. 435-436.
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Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES
El débito es el deber del deudor de cumplir la prestación y correlativo derecho del acreedor.
La responsabilidad es la sujeción del patrimonio del deudor al cumplimiento de la prestación y
derecho del acreedor a dirigirse contra el mismo si incumple.
Por eso los alemanes dicen que shuld o debito es la deuda y el haftung o responsabilidad se
actualiza con el incumplimiento que es un hecho ilícito.
El débito o shuld es el deber del deudor o la prestación a que está constreñido. La
responsabilidad o haftung es la relación de responsabilidad, es decir, se va a responder por la
relación de débito implicada en el shuld. Así si una persona se obliga, ha adquirido el shuld, y desde
el momento en que la obligación es exigible, se complementa con el otro elemento que es el haftung.
El haftung es la responsabilidad del deudor, es decir, el deudor debe cumplir y responde del
cumplimiento y en su caso por el incumplimiento de la obligación, toda vez que las obligaciones
siempre son susceptibles de incumplirse.
El vínculo jurídico o relación jurídica es el elemento que une al shuld y al haftung y permite
cumplir con la obligación, independientemente de su carácter coercible o no.
Recuérdese que no todas las obligaciones son susceptibles de exigirse coactivamente, pero
la responsabilidad si se puede exigir coactivamente.
El vínculo jurídico implica una atadura del deudor hacia el acreedor, por lo que algunos
tratadistas señalan que más que vínculo jurídico se trata de una relación jurídica porque sólo existe
una atadura del deudor y no así del acreedor.
No obstante lo anterior, mi opinión personal es que la mayor de las veces en las relaciones
jurídicas de las personas las obligaciones son recíprocas lo que implica un vínculo jurídico porque
ambos lados de una relación jurídica están atadas entre sí de manera recíproca.
Además si bien es cierto que no en todas las relaciones jurídicas existe un vínculo jurídico
recíproco de carácter patrimonial, si lo hay como deber jurídico de carácter extrapatrimonial, pues el
acreedor siempre tiene el deber de proporcionar al deudor lo necesario para acreditar que se ha
satisfecho la pretensión obligacional, o bien, a reconocer que se ha extinguido la obligación cuando
así sucede.
La obligación es especie del deber jurídico y siguiendo al Notario Arturo González Jiménez,
su regulación puede contenerse en cualesquier materia, pues el Derecho en general, orbita alrededor
de las obligaciones.
Ahora bien, hay que distinguir entre el valor pecuniario de la obligación y el interés pecuniario
de la misma, pues el interés pecuniario se solventará sólo a falta de cumplimiento cuando no pueda
señalarse o determinarse el valor pecuniario de la obligación, como es el caso del daño moral por la
pérdida de una persona como consecuencia de un delito o de responsabilidad civil extracontractual.
La obligación tiene siempre un carácter patrimonial, la posibilidad misma de indemnizar
pecuniariamente el incumplimiento de una obligación que no tenga carácter pecuniario le da a esa
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TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES
7
Diez Picazo. pp. 72-73.
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DIEZ-PICAZO. P. 71.
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Los artículos 944 y 1121 no tienen correlativos en el CCEM. En lo sucesivo y para efectos de este trabajo,
cuando no existan correlativos no se hará la mención respectiva, teniéndose que consultar cada uno de los
artículos citados.
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TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES
de exigir el cumplimiento, dichos sujetos cumplen con las características que corresponde al deudor
y al acreedor respectivamente.
Las obligaciones naturales son obligaciones civiles que fueron eficaces y ahora no pueden
ser exigidas por el acreedor. Ejemplos de ella son la deuda prescrita (1894 CCCMX y 7.130 CCEM),
deuda de conciencia como la donación remuneratoria (2336 CCCMX y 7.613 CCEM), compras al
menudeo y al fiado de bebidas embriagantes (2268 CCCMX y 7.551 CCEM), el Juego o apuesta
prohibidos (2764 a 2770 CCCMX y 7.978 a 7.982).
Si bien en el pago de deuda prescrita no hay derecho de repetir, si se tiene derecho a recibir
el pago. En el juego o apuesta permitidos, la obligación es civilmente eficaz. En los casos del pago
de deuda prescrita o de donación remuneratoria, el pago ya se hizo y se tiene por válido, en la venta
o fiado de bebidas embriagantes, se parte del supuesto que no se ha hecho el pago y el comprador
esta libre de hacerlo, pero la ley no prevé el supuesto de que haga el pago el deudor y si este tiene
derecho de repetir, es decir, si el acreedor debe o no devolver lo pagado, por lo que considero que
le es aplicable las mismas reglas que regulan el juego y apuesta prohibidos y el artículo 1895 y 2765
del CCCMX (7.131 CCEM). En el Estado de México, no tiene la misma solución tratándose del juego
o apuesta prohibidos, por lo que considero aplicable a dichos contratos lo dispuesto en el citado
artículo 7.131 CCEM).
En el juego o apuesta prohibidos, si se prevé la devolución y el ganador no tiene derecho a
nada.
TÍTULO SEGUNDO
FUENTES DE LAS OBLIGACIONES
SECCIÓN PRIMERA
10
El hecho jurídico no sólo es fuente de obligaciones sino detonante en general de situaciones jurídicas,
pero no se estudiará en este apunte, toda vez que no corresponde estrictamente a la materia.
11
En el desarrollo de este apunte me referiré indistintamente a contrato y negocio jurídico como uno solo,
sin dejar de reconocer que si existen diferencias entre uno y otro.
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La teoría francesa sólo reconoce al hecho y acto jurídico y la teoría alemana o tripartita habla de hecho, acto
y negocio jurídico.
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TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES
Los hechos involuntarios ilícitos o cuasidelitos son por ejemplo el delito imprudencial y la
responsabilidad objetiva.
En los hechos jurídicos voluntarios (lícitos o ilícitos) se atiende a los efectos producidos13.
C).- ACTO JURÍDICO
Toda manifestación de la voluntad que produce consecuencias jurídicas, es acto jurídico.
Para que el acontecimiento del hombre produzca consecuencias jurídicas como acto, no basta su
voluntad, se requiere de la licitud aunque no es esencial, pues todo acto jurídico debe ser lícito, en
cambio el hecho puede ser lícito o ilícito.
En el acto jurídico se quieren las consecuencias y las mismas ya están prestablecidas en la
ley, son consecuencia de la exteriorización de la voluntad.
El acto jurídico es unilateral o plurilateral.
Entre los primeros están la declaración unilateral de voluntad, el reconocimiento de hijo y el
testamento.
Son actos jurídicos plurilaterales el convenio y el contrato.
D).- NEGOCIO JURÍDICO
Para entender la figura del negocio jurídico es necesario comprender los conceptos de
autonomía privada, autonomía de la voluntad, libertad contractual y libertad para contratar.
El maestro Federico de Castro y Bravo, citado por el Notario Carlos de Pablo Serna14 dice
que “se entiende por autonomía privada el poder de auto determinación de la persona, concepto que
se amplía hasta comprender todo el campo de la autarquía personal, y que genera una esfera de
libertad tanto para ejercitar facultades y derechos, cuanto para conformar las relaciones jurídicas que
atañen al titular de esa libertad.”.
Por su parte el Doctor Ignacio Galindo Garfias, citado por el mismo autor15 señala que debe
entenderse a la autonomía de la voluntad “como un concepto jurídico cuyo contenido es el poder de
los particulares de crear normas; como el poder o potestad, dentro de los límites que el derecho
establece, para regular la propia conducta y la conducta de las partes como sujetos de negocio
jurídico: como poder para crear normas individualizadas de conducta que participan de la
coercibilidad propia de la norma jurídica”.
Así la autonomía privada es la facultad de crear normas y la autonomía de la voluntad es el
acto mismo de crear Derecho Objetivo.
A su vez la libertad contractual es la facultad de celebrar los contratos o negocios jurídicos
que las personas quieran y la libertad para contratar es la facultad para celebrar contratos o negocios
jurídicos con cualesquier persona.
13
DOMÍNGUEZ MARTÍNEZ, Jorge Alfredo. EL FIDEICOMISO. 14ª ed. Porrúa. México. p. 19. 2019.
14
DE PABLO SERNA, Carlos. EL CONTRATO. UN NEGOCIO JURÍDICO. 2ª ed. Porrúa-Colegio de Notarios del
Distrito Federal. México. Breviario 15. P. 33. 2009.
15
Op. Cit. P. 41.
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TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES
16
DOMÍNGEZ MARTÍNEZ. Op cit. P. 22
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TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES
Los actos de autoridad como los actos jurisdiccionales, legislativos y administrativos, también
son fuentes de obligaciones, con la particularidad de que dichos actos deben estar fundamentados
y motivados, es decir, deben cumplir con el principio de legalidad y por lo mismo, tienen su origen
en la Ley.
Las sentencias, como tales no necesariamente son productoras de derechos y obligaciones.
Como se sabe, las sentencias, en una primera clasificación pueden ser declarativas, condenatorias
y constitutivas.
Las declarativas y condenatorias, reconocen una obligación preexistente y la facultad
derivada de dicha obligación no es exigible como consecuencia de la sentencia, sino del acto o hecho
que motivó al órgano jurisdiccional para dictar tal sentencia.
En cambio, las sentencias constitutivas, crean situaciones jurídicas nuevas, como la
sentencia que constituye servidumbre.
“De los diversos actos realizados por ese órgano estatal –enseña BECERRA BAUTISTA- en
el desempeño de su función, el esencialmente jurisdiccional es la sentencia. Esta, como hemos
dicho, supone un razonamiento lógico cuya conclusión debe ser la aplicabilidad de la norma
abstracta al hecho discutivo. Por tanto la sentencia determina siempre la voluntad de la ley en
relación al objeto deducido en juicio por las partes.
Cuando la sentencia se concreta a esta declaración tenemos una sentencia declarativa.
En otros casos la sentencia, además de determinar la voluntad de la ley en relación al objeto
deducido en juicio por las partes impone a una de ellas una conducta determinada, debido a la
actuación de la sanción potencial que contiene la norma abstracta. Entonces tenemos una sentencia
de condena.
Finalmente, la sentencia constitutiva es aquella que crea situaciones jurídicas nuevas,
precisamente derivadas de la sentencia y esto acontece o bien cuando no existe norma abstracta
aplicable y es el juez el que crea el derecho a través de su sentencia, o bien, cuando a consecuencia
del fallo, se crean estados jurídicos diversos a los existentes antes del juicio.17”.
Asimismo, los actos legislativos como tales, crean obligaciones que normalmente son
generales y abstractas, pero también pueden referirse a determinadas situaciones jurídicas y
sociales en concreto.
Los actos administrativos son fuente de obligaciones del Estado y de los súbditos frente al
Estado, si se actualizan los supuestos jurídicos que dimanen tales obligaciones.
SECCIÓN SEGUNDA
FUENTE CONTRACTUAL
17
BECERRA Bautista, José. INTRODUCCIÓN AL ESTUDIO DEL DERECHO PROCESAL CIVIL. PP. 172-173.
Ediciones de América Central, S.A. 2ª Ed. México. 1970
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TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES
I.- CONTRATO
El CCCMX y el CCF, a diferencia del CCEM, no hace un estudio del acto jurídico, sino del
contrato que es especie de aquél.
No obstante, la doctrina por unanimidad ha resuelto que el estudio es aplicable a todos los
actos y negocios jurídicos en general, mutatis mutandi lo concerniente a cada uno de ellos.
Al respecto, los artículos 1858 y 1859 del CCF, idénticos en número y texto al CCCMX y
prácticamente idénticos en texto a los artículos 7.102 y 7.103, ambos del CCEM, y que se encuentran
ubicados en el último apartado denominado “Disposiciones finales” del CCF del capítulo I del título
primero de la primera parte del libro cuarto18, señalan:
“ARTICULO 1,858.- Los contratos que no estén especialmente reglamentados en este
Código, se regirán por las reglas generales de los contratos; por las estipulaciones de las partes, y
en lo que fueren omisas, por las disposiciones del contrato con el que tengan más analogía, de los
reglamentados en este ordenamiento.
ARTICULO 1,859.- Las disposiciones legales sobre contratos serán aplicables a todos los
convenios y a otros actos jurídicos, en lo que no se opongan a la naturaleza de estos o a
disposiciones especiales de la ley sobre los mismos.”.
En ese tenor, comenzaré con el estudio del contrato.
A).- DEFINICIÓN DE CONTRATO
El contrato es el consentimiento de dos o más personas sobre una misma cosa. DIGESTO.
Libro II, título XIV. Ley 1a., parte 2a.
Convenio o Contrato, es el acuerdo de voluntades para crear, transmitir, modificar o extinguir
los derechos y las obligaciones, confirmar derechos o crear personalidad jurídica (1792 y 1793 del
CCCMX y 7.30 y 7.31 del CCEM).
“ARTICULO 1,792.- Convenio es el acuerdo de dos o más personas para crear, transferir,
modificar o extinguir obligaciones.
ARTICULO 1,793.- Los convenios que producen o transfieren las obligaciones y derechos
toman el nombre de contratos.”19.
El Doctor Domínguez Martínez, después de hacer un análisis de los artículos 1792 y 1793
del CCCMX, concluye que el contrato es “un acuerdo de voluntades, como cualquier otro, pero
generador de consecuencias jurídicas, lo cual es de su esencia y de su exclusividad.”20.
Cuando el Código se refiere al convenio en sentido amplio como aquél que crea, transmite,
modifica o extingue las obligaciones se refiere a las mismas en sentido estricto, es decir, como la
18
En Estado de México si se desarrolla una teoría del acto jurídico, por lo que las referencias a contratos, se
entienden hechas a los actos jurídicos, cuando las disposiciones del Estado de México sean las que se estudien.
19
En el mismo sentido los artículos 7.30 y 7.31 del CCEM.
20
DOMÍNGUEZ Martínez… p. 106.
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TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES
necesidad del deudor de satisfacer una prestación, o dicho desde el punto de vista del acreedor,
como la facultad del acreedor de exigir su cumplimiento, o sea, el derecho de crédito.
Asimismo, al señalar a las obligaciones y derechos, cuando define contrato, quiere referirse
a los derechos de crédito y derechos reales respectivamente.
En ese orden de ideas, podemos definir al contrato como el acuerdo de voluntades que crea,
transmite, modifica o extingue los derechos de crédito y los derechos reales, confirma derechos
(reales o personales) y crea personalidad jurídica.
B).- OBJETO DIRECTO E INDIRECTO DEL CONTRATO
El objeto directo del contrato es la creación, transmisión, modificación o extinción de
derechos y obligaciones, la confirmación de derechos y la creación de personalidad jurídica (1792
CCCMX y 7.30 CCEM).
El objeto indirecto del contrato u objeto reflejo, es la cosa o el hecho o la abstención (1824 y
1825 CCCMX y 7.65 y 7.66 CCEM).
La doctrina está dividida en cuanto a la forma de estudiar los contratos.
Para algunos (alemanes e italianos), se deben de analizar desde el punto de vista de sus
elementos de existencia y de validez, para otros, siguiendo la doctrina española de los elementos
personales, reales y formales. Aquí utilizaré el primer método.
21
Se utilizará indistintamente los vocablos voluntad y consentimiento en el desarrollo de este trabajo.
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TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES
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¿Por quién debe juzgarse bastante? Sin duda es una apreciación subjetiva.
13
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serán válidas si previamente los contratantes convinieron esa forma de contratar y los originales
contienen las firmas de los contratantes y los signos convencionales pactados (1807 a 1811 y 7.47
a 7.51).
La proposición de celebración de un contrato entre presentes y entre no presentes, también
puede sujetarse a lo siguiente:
CARTA DE INTENCIÓN (LETTER OF INTENT)
Es una declaración de voluntad no vinculante, en la que se establecen los requisitos,
términos, las condiciones y presupuestos mínimos bajo los cuales el declarante estaría dispuesto a
celebrar un negocio jurídico.
Es decir, de cumplirse con lo anterior, se estaría en posibilidad de iniciar negociaciones para
celebrar negocios jurídicos determinados.
MEMORANDUM DE ENTENDIMIENTO (UNDERSTANDING)
Acto bilateral que contiene la buena fe e intención de los probables contratantes de celebrar
negocios jurídicos, así como el procedimiento de comunicación, información y negociación en la
probable celebración del negocio jurídico. De igual manera este acto no es vinculante, pues no obliga
a los que lo suscriben a celebrar el negocio jurídico de que se trate, sólo es un conjunto de normas
que regirán las probables negociaciones.
CARTA OPCIÓN
Es una oferta lisa y llana para celebrar en un plazo determinado un contrato, previo análisis
de las opciones, ventajas y desventajas del negocio jurídico.
La LFPC regula las promociones y ofertas en los artículos 46 a 50, y establece que la
policitación puede ser de dos formas, promociones y oferta, barata, descuento, remate o cualesquier
otra expresión similar.
“ARTÍCULO 46.- Para los efectos de esta ley, se consideran promociones las prácticas
comerciales consistentes en el ofrecimiento al público de bienes o servicios:
I. Con el incentivo de proporcionar adicionalmente otro bien o servicio iguales o diversos, en
forma gratuita, a precio reducido o a un solo precio;
II. Con un contenido adicional en la presentación usual de un producto, en forma gratuita o
a precio reducido;
III. Con figuras o leyendas impresas en las tapas, etiquetas, o envases de los productos o
incluidas dentro de aquéllos, distintas a las que obligatoriamente deben usarse; y
IV. Bienes o servicios con el incentivo de participar en sorteos, concursos y otros eventos
similares.
Por "oferta", "barata", "descuento", "remate" o cualquier otra expresión similar se entiende el
ofrecimiento al público de productos o servicios de la misma calidad a precios rebajados o inferiores
a los normales del establecimiento.”.
Los sistemas de formación del consentimiento son el de: a).- La declaración; b).- La
expedición; c).- La recepción; y d).- La información.
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TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES
Nuestros Códigos (CCCMX, CCF23, CCEM y CCo.), adoptan el sistema de formación del
consentimiento de la recepción (arts. 1807 (CCCMX), 7.47 (CCEM), 80 y 89 (CCo.),
respectivamente), con excepción del artículo 21-I LSC24 y 2340 del CCCMX y 7.616 del CCEM, en
materia de donación, que siguen el sistema de la información.
Los artículos 80 y 89 del CCo. no dicen nada del telégrafo y telegrama, por lo que es aplicable
lo dispuesto en el artículo 1811 del CCF, es decir, se distinguen de los medios tecnológicos, en que
previamente hay que estipular la forma de contratar por telégrafo y se asemejan en que se considera
contrato entre presentes.
La diferencia esencial de la oferta en la formación del consentimiento a que se refiere el
artículo 1804 del CCCMX (7.44) y la descrita en el artículo 1860 del CCCMX (7.104), es que en el
primer caso se refiere a una oferta a persona determinada y en el supuesto del artículo 1860 (7.104)
a personas indeterminadas, de allí que la Declaración Unilateral de Voluntad, no se considere como
un contrato, sino como fuente extracontractual de obligaciones.
El consentimiento expreso decía, puede ser por escrito, verbal o signos inequívocos (afirmar
o negar con la cabeza, por ejemplo).
El tácito resultará de hechos o actos que lo presupongan o que autoricen a presumirlo (el
pago y recepción del pago de la renta después de terminado el contrato).
b).- OBJETO
La voluntad de las partes debe referirse a un objeto y éste puede tener dos acepciones,
como finalidad y la prestación en sí.
El objeto directo del contrato es la creación, transmisión, modificación, extinción de derechos
y obligaciones, confirmación de derechos y la creación de personalidad jurídica.
Esos efectos del objeto, son respecto al objeto indirecto o reflejo del contrato, es decir, la
cosa o el hecho (1824 CCCMX, 7.65 CCEM).
Técnicamente el Código debe referirse al bien, toda vez que éste es el género y la cosa es
una especie de bien. En el caso del Estado de México, lo dice correctamente.
CARACTERÍSTICAS DEL OBJETO BIEN
El objeto bien debe:
a).- Existir en la naturaleza.
No obstante lo anterior, puede ser objeto de un contrato una cosa o hecho futuro, con
excepción de la herencia de una persona viva (1826 CCMX, 7.67 CCEM), donación (2333 CCCMX,
7.610 CCEM), prenda (2858 CCCMX, 7.1069 CCEM, 334 LGTOC).
23
Cuando haga referencia al CCCMX y/o CCF, entiéndase que me refiero indistintamente a los dos. Si existe
diferencia entre los textos de uno u otro ordenamiento, lo señalaré.
24
Artículo 21.- El contrato de seguro:
I.- Se perfecciona desde el momento en que el proponente tuviere conocimiento de la aceptación de la oferta.
En los seguros mutuos será necesario, además, cumplir con los requisitos que la ley o los estatutos de la
empresa establezcan para la admisión de nuevos socios.
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TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES
b).- Ser determinado o determinable, no sólo en cuanto a su especie, es decir, que esté
especificada o pueda especificarse, precisando su naturaleza –género, especie e individualización-,
calidad y cantidad y/o medidas (1825 CCCMX, 7.66 CCEM). Si es por calidad, se mide por su grado
de excelencia o superioridad.
El objeto será determinable, si al celebrarse el contrato se desconoce su especie, cantidad
y calidad.
Escribe y cita el maestro Felipe de J. Tena, a propósito de la comisión mercantil:
“Si de comprar se trata, las instrucciones podrán comprender no sólo el género, la especie y
la calidad, sino también la cuantía en número, peso y dimensiones, etc., de las mercaderías, materia
de la compra. “Así pues, cuando yo le encomiendo a usted, dicen Delamarre y Le Poitvin, la compra
de 25 barricas de vino rojo, de la cosecha de 1850, es claro que usted no podrá comprar aguardiente
(no sería el género de la mercancía pedida), ni enviarme vino blanco (no sería la especie), ni
consignarme vino de la cosecha de 1829 o 1831 (no sería la calidad), ni siquiera remitirme 10 ó 50
barricas en vez de 25 que le he pedido (no sería la cantidad)”. Doctrina conforme en todo con ésta
de Casaregis: Mandati fines et qualitates omnes, sive intrinsecae, sive extrinsecae, necessariae (que
resultan de la naturaleza de las cosas o de la naturaleza del contrato), aut voluntariae (o que resultan
de los términos del convenio), sunt diligenter servandae”25.
c).- Estar en el comercio (1825, 747 a 749 CCCMX, 7.66, 5.1 a 5.3 CCEM)
Aunque no lo exprese la Ley, también debe:
d).- Ser posible, es decir, que el objeto cosa pueda concretarse o materializarse, pues lo que
es imposible de elaborar o lo que no puede disponerse, entonces, no podrá ser objeto de un contrato.
e).- Debe ser lícito, es decir, que no exista prohibición de la Ley o que sea contrario a derecho
el contrato que tenga por objeto algo ilícito.
Estas dos características, pueden ubicarse en el supuesto del inciso c, es decir, si no están
en el comercio, puede ser porque es imposible o ilícito.
CARACTERÍSTICAS DEL OBJETO HECHO
El objeto hecho puede ser positivo o negativo y debe ser posible y también lícito:
a).- Ser posible (1827-I CCCMX, 7.68-I CCEM).
Es imposible el hecho que no puede existir porque es incompatible con una ley de la
naturaleza o con una norma jurídica que debe regirlo necesariamente y que constituye un obstáculo
insuperable para su realización (1828 CCCMX, 7.69 CCEM).
Es incompatible con una ley de la naturaleza el hecho que conforme a las capacidades
naturales no pueda realizarse, por ejemplo, hacer un edificio de 40 kilómetros de alto y dos
centímetros de ancho, brincar hasta la luna o vivir bajo el mar.
25
TENA Felipe de J. DERECHO MERCANTIL MEXICANO. Incluye Títulos de Crédito. pp. 222-223. Porrúa. 18ª
Ed. México. 1999.
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TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES
No será incompatible el hecho que no pueda hacerlo o no hacer el obligado pero si un tercero
(1829 CCCMX, 7.70 CCEM).
La imposibilidad natural o legal al momento de la celebración del contrato, no imposibilita a
que pueda pactarse como un hecho futuro y que de ser posible se lleve a cabo. En este supuesto el
contrato debe tener un plazo para llevar a cabo el hecho ahora imposible pero posible en un futuro.
Si es imposible porque lo prohíbe la ley, entonces el objeto en realidad es ilícito no imposible.
b).- Ser lícito (1827-II CCCMX, 7.68-II CCEM).
Es ilícito el hecho o el acto que es contrario a las Leyes de orden público o las buenas
costumbres (1830 CCCMX, 7.71 CCEM –sólo lo que es contrario a las Leyes de orden público-).
El fin o motivo determinante de la voluntad será ilícito si es contrario a las Leyes de orden
público o buenas costumbres (1831 CCMX, 7.72 CCEM -lo mismo-).
La compraventa de sustancias prohibidas, es posible, pero es ilícito.
El contrato de promesa de promesa es posible y es lícito, pero es una aberración jurídica.
El objeto hecho también debe:
c).- Existir en la naturaleza.
d).- Ser determinado o determinable en cuanto a su especie.
c).- Estar en el comercio.
XI.- ELEMENTOS DE VALIDEZ DEL NEGOCIO JURÍDICO
A).- CAPACIDAD
La capacidad de goce es la aptitud del sujeto para ser titular de derechos y obligaciones.
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TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES
Son hábiles para contratar todas las personas no exceptuadas por la ley (1798 y 1799
CCCMX, 7.38 del CCEM, 2, 5, 9 y 81 del CCo.).
El que es hábil para contratar puede hacerlo por sí o por medio de otro legalmente autorizado
(1800 a 1802 del CCCMX, 7.40 al 7.42 del CCEM, 2, 5, 9 y 81 del CCo.).
La administración de los bienes por el menor, se rige por las reglas de la emancipación (435,
641 y 643 CCDF, 4.216 CCEM) y ésta y el concurso de acreedores (2166, 2189, 2190, 2965 y 2966
CCDF, y 761 CPCCMX, 7.410, 4.433, 7.434, 7.490, 7.491 CCEM, 4.9, 4.11 y 4.14 CPCEM), son
limitaciones especiales a la capacidad de ejercicio.
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b).- El menor de edad no puede reconocer hijos, toda vez que se requiere la edad exigida
para contraer matrimonio. Art. 361 CCCMX. En el caso del Estado de México, sólo si presta su
consentimiento quienes ejerzan la patria potestad o la tutela. Art. 4.163 del CCEM.
c).- El menor de edad no puede ser tutor ni curador. Arts. 503-I y 622. En el Estado de México
no hay impedimento expreso, sin embargo en un argumento a minori ad majus si no puede
administrar su persona y su patrimonio, al estar sujeto a la patria potestad o tutela, tampoco puede
cuidar y administrar a otra persona y su patrimonio.
d).- Para adoptar se requiere la edad mínima de 25 años y 17 años de diferencia con el
adoptado (397-II del CCCMX). En el Estado de México, la edad mínima es de 21 años y 10 años
más que el adoptado (57-I de la Ley que Regula los Centros de Asistencia Social y las Adopciones
en el Estado de México).
En este supuesto, se observa que la adopción es una incapacidad inclusive para los mayores
de 18 años y menores de 25 años en la Ciudad de México y para los mayores de 18 años y menores
de 21 años en el Estado de México.
Asimismo, de la lectura de los preceptos citados, se desprende que se requieren algunos
requisitos adicionales, lo que implica que una vez satisfechos conjuntamente con la capacidad,
entonces se estará legitimado para adoptar.
e).- Están incapacitados para otorgar testamento los menores que no han cumplido 16 años
y los que habitual o accidentalmente no disfrutan de su cabal juicio. Los dementes (mayores o
menores) que tengan un intervalo de lucidez pueden otorgar testamento. La capacidad del testador
se atenderá especialmente al estado en que se halle al hacer el testamento (Artículos 1305, 1306,
1307 y 1312 del CCCMX y 6.18 y 6.19 del CCEM).
3.- Sólo los mexicanos mayores de 18 años y que tengan un modo honesto de vivir gozan
de los derechos y prerrogativas y tendrán las obligaciones a que se refieren los artículos 35 y 36 de
la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos (art. 34 de la CPEUM).
4.- El mayor de edad privado de sus facultades mentales, tiene la capacidad de goce, pero
salvo excepciones, no puede ejercer sus derechos por derecho propio ni comparecer personalmente
en juicio. En estos supuestos el ejercicio de tales derechos lo deberá hacer a través de su
representante legal.
Así la ley exige que el adoptante sea persona apta para adoptar (se puede interpretar en el
sentido de que no tenga incapacidad natural, ni transitoria ni permanentemente).
Tampoco puede contraer matrimonio (arts. 148, 156-X y 450-II del CCCMX y 4.4, 4.7
fracciones VIII, IX y X, 4.230 fracciones II a V del CCEM).
Al mayor de edad privado de sus facultades mentales, o bien, que tenga incapacidad natural,
también se le puede suspender el ejercicio de la patria potestad (art. 447-I del CCCMX y 4.225-I del
CCEM).
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5.- Los mayores de edad sujetos a concurso, en términos de los artículos 2965 y 2966,
ambos del CCDF y 738 del CPCCMX (artículos 7.490 y 7.491, ambos del CCEM y 4.2 del CPCEM).
Ver artículos 12 y 81 del C.COM. ARTS. 179 -85 Y 91-, TÍTULO TERCERO DE LA LEY DE
CONCURSOS MERCANTILES. ARTS. 25, 28, 1798, 1799, 2966 CCF. ARTS. 641 Y 435
RESPECTO DE LOS EMANCIPADOS).
6.- En materia sucesoria se determina la capacidad para heredar en los artículos 1313 y
1316, ambos del CCCMX y 6.20 a 6.22, ambos del CCEM.
7.- Los extranjeros no podrán inmiscuirse de ninguna manera en los asuntos políticos del
país (art. 33 de la CPEUM). Tampoco podrán adquirir el dominio directo de bienes inmuebles en la
zona denominada zona restringida (art. 27 de la CPEUM y 10 y 10 A de la Ley de Inversión Extranjera
(LIE)). En este último caso se trata de legitimación.
3.- GRADOS DE INCAPACIDAD DE EJERCICIO.
De conformidad con el artículo 1798 del CCCMX (7.38 CCEM), son hábiles para contratar
todas las personas no exceptuadas por la Ley.
Las limitaciones a la capacidad de ejercicio pueden ser generales o especiales, según que
se limite de manera absoluta, o bien, sólo para determinados actos.
Así un menor de doce años, puede tener capacidad de ejercicio para determinados actos,
pero carece de voluntad jurídica.
El BGB previó en su artículo 104 que es incapaz de obrar, quien no ha cumplido los 7 años
de edad y el artículo 106 establece que un menor de edad que ha cumplido los 7 años de edad tiene
una capacidad de obrar limitada, conforme a lo prevenido en los artículos 107 a 113.
“104 (Incapacidad para emprender negocios jurídicos).
Es incapaz para emprender negocios jurídicos la persona:
1.° Que no ha completado su séptimo año de vida.
2.° Que sufre una perturbación mental patológica que le impide ejercer libremente su
voluntad, a menos que la naturaleza de esta condición sea temporal.
106 (Capacidad limitada de los menores de edad).
Un menor que haya completado su séptimo año de vida está limitado en su capacidad para
emprender negocios jurídicos, de acuerdo con lo dispuesto en las disposiciones de los §§107 a 113.
107 (Consentimiento del representante legal).
Un menor necesita, para una declaración de voluntad por la cual no sólo adquiera una
ventaja jurídica, el consentimiento de su representante legal.
108 (Contrato sin consentimiento).
1. Si el menor concluye un contrato sin el consentimiento necesario de su
representante legal, la validez del contrato dependerá del consentimiento de su representante legal.
2. Si la otra parte solicita al representante legal que declare su aprobación a la
declaración, sólo puede (la declaración) hacerse frente a ella; una declaración o una denegación de
aprobación al menor antes de la petición no tiene efectos. La aprobación sólo puede declararse antes
de que concluya un plazo de dos semanas después de la recepción de la petición; si no se da se
considera que ha sido rechazada.
3. Si el menor no tiene limitada su capacidad para emprender negocios jurídicos, su
propia aprobación ocupa el lugar de la ratificación del representante.
109 (Derecho de revocación de la otra parte).
1. Antes de que se conceda la aprobación al contrato la otra parte está autorizada a
revocar. La revocación también puede serle anunciada al menor.
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otro lugar, desde mi punto de vista si aplican las disposiciones del Código Civil para el Distrito
Federal.
3.- Por lo que se refiere a la capacidad de ejercicio alcanzada por los menores emancipados,
el Código Civil de 1928, hasta la reforma de 31 de diciembre de 1969, publicada en el Diario Oficial
de la Federación (en lo sucesivo DOF), el 28 de enero de 1970, en vigor tres días después, distinguía
la emancipación legal y la judicial, según los siguientes artículos:
“Artículo 641.- El matrimonio del menor produce de derecho la emancipación. Aunque el
matrimonio se disuelva, el cónyuge emancipado, que sea menor, no recaerá en la patria potestad.
Artículo 642.- Los mayores de dieciocho años que estén sujetos a patria potestad o a tutela,
tienen derecho a que se les emancipe, si demuestran su buena conducta y su aptitud para el manejo
de sus intereses.
Los padres o tutores pueden emancipar a sus hijos y pupilos que se encuentren en las
condiciones mencionadas en el párrafo anterior, siempre que éstos consientan en su emancipación.”.
Hasta la fecha de entrada en vigor de la reforma citada, la mayor edad se alcanzaba a los
21 años cumplidos.
Posteriormente la emancipación sólo se alcanzaba en virtud del matrimonio y los
emancipados, tenían la libre administración de sus bienes, pero durante su menor edad, necesitaban
de autorización judicial para la enajenación, gravamen o hipoteca de bienes raíces y de un tutor para
negocios judiciales, conforme lo disponen los artículos 173, 451, 496, 499, 623, 624, 643 y 731,
todos del CCCMX, respecto al último artículo ver el Código Civil Federal (4.21, 4.340, 4.231, 4.263,
4.265, 4.333 y 4.383-I, todos del CCEM).
Los mencionados artículos están derogados expresa o tácitamente, toda vez que la
emancipación por matrimonio no existe ya que sólo pueden casarse los mayores de 18 años, sin
dispensa por edad.
No obstante, son o pueden ser aplicables por lo escrito a continuación.
Si por la ley o por la voluntad del padre, el hijo tiene la administración de los bienes, se le
considerará respecto de la administración como emancipado, con la restricción que establece la ley
para enajenar, gravar o hipotecar bienes raíces. Ver artículo 435 del CCCMX y 4.216 del CCEM.
Al respecto transcribo lo dicho por los maestros LUIS MUÑOZ y FELIPE DE J. TENA.
LUIS MUÑOZ:
“En el primitivo Derecho romano, los bienes que los hijos adquirían correspondían al padre.
Esta rigidez se aminoró por medio de los “peculios”, o patrimonios que los hijos podían reservar para
sí con separación del de sus padres. Existieron varias clases de peculios: el “profecticium”, formado
por bienes que el padre daba a los hijos para que éstos los administraran; el castrense, constituido
por bienes adquiridos en el ejercicio de las armas; el cuasicastrense, integrado por los adquiridos en
el ejercicio de profesiones liberales; y el “adventitun”, que se constituía con bienes adquiridos de
personas distintas al padre.
La propiedad del peculio “profecticio" correspondía al padre y la administración al hijo. Con
el "adventicio" ocurrió lo contrario, y, por lo que se refiere a los otros peculios el hijo tenía las
facultades de un "pater familias". Las Partidas aceptaron el Derecho romano.
La administración de los bienes de los hijos no debe considerarse renunciable ni delegable
por parte de quienes ejercen la patria potestad. Esta administración es de interés público y social, y
constituye un deber de asistencia y protección más que un derecho. Si se admitiera la delegación en
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favor del hijo se desvirtuaría la finalidad que persigue la ley; si se permitiera en favor de un tercero,
puede decirse lo mismo.
Las personas que ejercen la patria potestad, además de los deberes de guarda y dirección,
tienen el de representación (Arts. 424, 427), y son los administradores legales de los bienes de
quienes están en esa situación. Compete a los varones asesorados por sus consortes, lo que pone
de manifiesto, una vez más, que la mujer está considerada por el legislador en un plano de igualdad
y que la patria potestad se ejerce en cooperación por las personas de ambos sexos llamadas a esa
delicada función.
El régimen de los bienes que el hijo adquiere por su trabajo (Art. 428 I) viene a ser algo
parecido al peculio adventicio del Derecho romano.
Las personas que ejercen la patria potestad, como administradores y usufructuarios de los
bienes, tienen las obligaciones que la ley exige a los administradores y usufructuarios (Arts. 429 a
434).
En realidad el artículo 435 consagra la habilitación de edad (Art. 429), cuyos efectos son
idénticos a la emancipación por otorgamiento.
El emancipado tiene la libre administración de sus bienes, pero siempre necesita durante su
menor edad:
Del consentimiento del que lo emancipó para contraer matrimonio antes de llegar a la mayor
edad. Si el que otorgó la emancipación ejercía la patria potestad y ha muerto, o está incapacitado
legalmente al tiempo en que el emancipado intentó casarse, necesita éste el consentimiento del
ascendiente a quien corresponda darlo, y en su defecto, el del juez; de la autorización judicial para
la enajenación, gravamen o hipoteca de bienes raíces; de un tutor los negocios judiciales. (Art. 643).
Hecha la emancipación no puede ser revocada. (Art. 644).
En torno a la capacidad del menor emancipado por otorgamiento, se plantean interesantes
problemas que se refieren al otorgamiento de poderes, a la posibilidad de ser mandatario, a la
suscripción de contratos de partición de herencia y a la cancelación de hipotecas, así como a la
aportación de bienes a sociedades.
¿Puede ser mandatario sin las limitaciones a que se refiere el Art. 643 antes citado? La
jurisprudencia del Tribunal Supremo de España en su sentencia de 17 de enero de 1903, se
pronunció por la afirmativa. En lo que se refiere a la legislación de nuestro país, entendemos que
este mismo criterio puede adoptarse con respecto a la celebración del contrato de mandato por el
menor emancipado por otorgamiento, ya que el Código civil no contiene ningún precepto prohibitivo.
Ahora bien: el mandato deberá estar conferido por una persona capaz y contener estrictamente
aquellos actos que el emancipado está facultado a realizar como mandatario.
Sin embargo, no puede sostenerse la misma tesis en orden al mandato judicial, ya que, como
dice el Art. 2585, en su fracción I, no pueden ser procuradores en juicio los incapacitados y es
evidente que, teniendo en cuenta la terminología del Código Civil de 1928, los menores son
incapacitados. En este sentido puede verse el Art. 23 que dice: La menor edad, el estado de
interdicción y las demás incapacidades establecidas por la ley, son restricciones a la personalidad
jurídica.
¿Puede otorgar poderes? También creemos que podrá otorgar poderes; pero no para la
enajenación, gravamen o hipoteca de bienes raíces, pues a tenor de la fracción II del Art. 643 precisa
de autorización judicial para ello.
En cuanto a la suscripción de contratos de partición de herencia, estimamos que si éstos se
refieren a la suspensión de la partición no podrá hacerse más que con intervención de un tutor y con
audiencia del Ministerio Público, según determina el Art. 1769. Igual se puede decir del repudio de
la herencia (Art. 1654). En los demás casos relativos a la herencia, el emancipado puede suscribir
contratos que no lleven consigo gravamen ni enajenación de bienes.
Podrá cancelar hipotecas, ya que en realidad se trata de un acto de administración de
patrimonio, pues no solamente no enajena ni grava bienes, sino que tiende a suprimir un gravamen.
Respecto a si puede posponerlas, el criterio que viene sosteniendo la jurisprudencia de casi
todos los países es afirmativo, ya que se tiende a interpretar ampliamente los preceptos que regulan
la capacidad civil de los emancipados.
Estos pueden aportar bienes, dinero o industria a sociedades, pero no bienes raíces para lo
cual necesitan autorización judicial, ya que la aportación implica la transmisión de su dominio a la
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sociedad, salvo que expresamente se pacte otra cosa, en cuyo caso entendemos que podrían
aportar dichos bienes, siempre que no resulten gravados o hipotecados (Art. 643, III, y 2689).
El menor emancipado necesita licencia para contraer matrimonio, según se desprende de la
fracción I del artículo 644 del Código de 1928.
Puede hacer donaciones de bienes muebles, como se deduce de los artículos 643 y 2345.
Finalmente, ¿puede el menor emancipado aceptar la herencia que se le deje, sin necesidad
de la asistencia de tutor? Estimamos que sí, según se desprende de la doctrina sentada en los
artículos 643, 1653 y 1656. El primero fija que el emancipado tiene la libre disposición de sus bienes
con las salvedades que el mismo artículo señala, y entre las que no se encuentra la prohibición de
aceptar herencias. El Art. 1653 se limita a decir que pueden aceptar o repudiar la herencia todos los
que tienen la libre disposición de sus bienes. Pero la diferencia entre la aceptación y la repudiación
la determina el Art. 1654. Según él, la herencia dejada a los menores y demás incapacitados será
aceptada por sus tutores quienes podrán repudiarla con autorización judicial, previa audiencia del
Ministerio Público. Por donde deducimos que el emancipado puede aceptar la herencia, pero no
repudiarla, a cuyo efecto regirá dicho Art. 1654. Este artículo y sus concordantes corresponden al
Art. 992 del Código Civil español y las concordancias de éste. Pues bien, al referirse a estas
disposiciones, los tratadistas españoles Manresa, Scaevola y De Buen, sostienen la misma opinión
que la nuestra; opinión que también mantuvo la jurisprudencia de la Dirección de los Registros de
España.
La renuncia del usufructo por los padres es formal (Art. 431) y se considera como donación
a tenor del artículo 432.
Los réditos y rentas vencidos antes de la iniciación del ejercicio de la patria potestad no son
frutos, sino bienes (Art. 433).
El artículo 436 restringe las facultades de disposiciones de quienes ejercen la patria
potestad, aunque sean los administradores de los bienes (Art. 437).
Como hemos visto el usufructo de los bienes de las personas en patria potestad es
renunciable (Art. 431, 432). Obsérvese que el Código sólo se refiere a los padres. El Derecho de
usufructo se extingue en los casos a que alude el artículo 438. Conviene hacer notar que en éste
artículo se habla de renuncia por parte de las personas que ejercen la patria potestad (III).
La administración que la ley confiere a las personas que ejercen la patria potestad, no es
renunciable; se trata de una acción de orden público y no de interés privado. Tal administración es
una consecuencia más de la patria potestad. Tampoco es delegable y mucho menos en favor del
hijo, pues quedaría burlada la intención del legislador.
La obligación de rendir cuentas figura en el artículo 439, y la entrega de bienes una vez que
cese la administración en el Art. 442.
El artículo 440 nos habla del tutor especial, que suele llamarse en la doctrina defensor de
menores o defensor judicial. Es muy difícil determinar "a priori" cuando hay oposición de intereses
entre las personas sujetas a patria potestad y los que la ejercen; pero cuando son copartícipes de
una misma herencia o, respectivamente, herederos y legatarios en una misma sucesión, puede
hablarse de oposición de intereses, salvo que las personas que ejercen la patria potestad renuncien
a los derechos que puedan corresponderles. Como norma general interpretativa diremos que los
intereses comunes o idénticos no son opuestos.
La intervención de la autoridad judicial se producirá a instancia de parte, y la solicitud de
intervención es “quasi pública”.”.
FELIPE DE J. TENA:
“94. Hemos afirmado anteriormente que existe en nuestro derecho común cierta
emancipación parcial. “Cuando el hijo, dice el artículo 435 del Código Civil, tenga la administración
de los bienes por la ley o por la voluntad del padre, se le considerará respecto de la administración
como emancipado, con la restricción que establece la ley para enajenar, gravar o hipotecar bienes
raíces.”
Y en presencia de esa disposición, se impone esta pregunta: ¿La capacidad civil que
adquiere el hijo en cuanto a los bienes propios que administra, lo colocará bajo el amparo de los
artículos 6º y 7° del Código de Comercio, de modo de considerarlo con la capacidad absoluta de un
mayor de edad, para comerciar con aquellos bienes? En nuestra opinión, la respuesta negativa no
es dudosa. La emancipación de que trata el artículo 435 es una mera ficción de la ley; el hijo no se
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TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES
“Así las cosas, es errónea la aseveración del artículo 450 por cuyo encabezado destina su
contenido a quienes “tienen incapacidad natural y legal”, pues según hemos visto, hay con plena
capacidad natural y padecer la legal, tal cual es el caso de los menores de edad con madurez mental
suficiente y como lo es también el de los sujetos a concurso ya señalados. En realidad, nuestro
ordenamiento no regula con sistema y con tino la determinación de la esencia de la incapacidad
natural. Inclusive recordemos que según el artículo 1795, el contrato puede ser invalidado por
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incapacidad legal, sin referirse a la natural para los mismos efectos. La situación se salva con la
exigencia impuesta en el ordenamiento del cabal juicio requerido al testador en el otorgamiento de
su testamento (artículos 1305 y siguientes y 1505 entre otros)…
Debemos tener por incapacidad absoluta aquella por la cual el sujeto está impedido para el
otorgamiento de todo acto jurídico, y por ende, para la celebración de cualquier contrato; su situación
lo coloca en una imposibilidad contundente y definitiva para ello. La incapacidad relativa en tanto,
supone, por el contrario, que quien la padece tiene permitido por la ley actuar personalmente en lo
jurídico pero limitado al otorgamiento de ciertos actos y en su caso, a la celebración de ciertos
contratos.”26.
26
DOMÍNGUEZ Martínez, op cit. p. 151-153.
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por objeto evitar un perjuicio al dueño del negocio. La representación suele ejercerse en diversos
negocios jurídicos, la gestión es espontánea y casual.
El contrato consigo mismo está prohibido en determinados actos. Por ejemplo: patria
potestad (440 CCCMX, 4.220 CCEM), tutela (569 y 570 CCCMX, 4.307 y 4.308 CCEM) compraventa
(2280 a 2282 CCCMX, 7.560 a 7.562 CCEM). En materia mercantil si puede el comisionista comprar
los bienes cuya venta le han encargado si existe autorización expresa (299 CCo.).
En el contrato consigo mismo, las normas generalmente protegen a uno solo de los
contratantes.
En el mandato, por ejemplo, el mandatario no puede comprar los bienes del mandante, pero
no se impide que el vendedor represente al comprador, además de que para uno puede ser acto de
administración y para otro acto de dominio.
No comparto los puntos de vista de BARBERO, citado por el Doctor Domínguez Martínez.
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jurídica formal, son) actos cumplidos por la sociedad: naturalmente, por medio de su ‘órgano’, así
como la persona física se expresa por medio de sus ‘órganos’ (la cabeza, la mano, la boca), y esos
sus órganos no se expresan (no quieren, no escriben, no hablan) en nombre de la persona física,
sino que no son más que instrumentos físicos a través de los cuales la persona misma, directamente
y en nombre propio, quiere, escribe y habla. Instrumentos físicos, éstos, instrumentos formales, los
otros (como toda la ‘persona jurídica’ es un fenómeno formal) pero asumidos en la realidad jurídica
mediante una calificación, la de ‘órgano’ que elimina entre ellos y la sociedad la distinción y
contraposición de sujetos, implicada, por el contrario, en la representación. Así también los
‘administradores’, órganos de acción externa (al menos los que son tales), en cuanto son ‘órganos
de acción externa (al menos los que son tales), en cuanto son ‘órganos’, no son ‘representantes’, no
obran en nombre de la sociedad, como sujeto distinto sobre la base de una relación de ‘mandato’,
que ponga entre ellos y la sociedad la contraposición de sujetos aportada por la ‘representación’,
sino que son los instrumentos (instrumentos formales) a través de los cuales la sociedad se expresa
al exterior y en sus contactos con los terceros.”
“Es, por tanto, del todo legítimo la afirmación de la ‘capacidad de obrar’ de la persona jurídica.
En virtud de la cual todos los actos de los ‘órganos’ de la sociedad, en cuanto ‘órganos’, deben
considerarse, es decir, asumen la calificación jurídica formal y, por tanto, son, en la realidad jurídica
formal, ‘actos de la sociedad’. Actos, por consiguiente, de los que la sociedad, y la persona jurídica
en general, tienen que responder directamente, como de actos propios, y sin son ilícitos tendrá que
responder de ellos a tenor del Artículo 2043, no ya del Artículo 2049.”.27
En materia procesal tenemos al actor y al demandado, ambos son partes en el proceso. Así,
el que tiene la posibilidad de intervenir en un proceso, por derecho propio o a través de sus
representantes, tiene legitimación procesal. Debe distinguirse la legitimación procesal de la
capacidad civil. Para tener legitimación procesal basta con tener capacidad de goce, pues los
artículos 44 y 45 del CPCCMX señalan que todo el que conforme a la ley esté en el pleno ejercicio
de sus derechos civiles puede comparecer en juicio y por los que no lo tengan, comparecerán sus
representantes legítimos o los que deban suplir su incapacidad conforme a derecho. En el mismo
sentido el CPCEM en sus artículos 1.78, 1.79 y 1.79 bis.
La legitimación en la causa es la aptitud de ejercer una acción por ser el titular de un derecho
subjetivo, o bien, la aptitud para contradecir tal derecho, o sea excepcionarse.
27
DOMÍNGUEZ MARTÍNEZ. OBLIGACIONES. pp. 51.52.
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TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES
El artículo 1 del CPCCMX dice: “Sólo puede iniciar un procedimiento judicial o intervenir en
él, quien tenga interés en que la autoridad judicial declare o constituya un derecho o imponga una
condena y quien tenga el interés contrario.
Podrán promover los interesados, por sí o por sus representantes o apoderados, el Ministerio
Público y aquellos cuya intervención esté autorizada por la Ley en casos especiales.”.
El artículo 1.77 del CPCEM dice:
“Definición de parte
Artículo 1.77.- Es parte en un procedimiento judicial quien tenga interés en que la autoridad
judicial declare o constituya un derecho o imponga una condena, y quien tenga el interés contrario.
Puede también intervenir en un procedimiento judicial, el tercero que tenga interés directo o
indirecto en el negocio.”.
INTERÉS
28
BECERRA Bautista. José. EL PROCESO CIVIL EN MÉXICO. Porrúa. 19ª ed. México. 2006.
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TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES
u omisión materia del reclamo, no basta con tener un interés simple para acudir al amparo, por ser
condición necesaria demostrar, objetivamente, alguna afectación real y actual (no futura o de
realización incierta) en la esfera jurídica del quejoso, en tanto que si no es cierta, real y actual, el
examen de constitucionalidad versaría sobre un análisis abstracto de constitucionalidad que es ajeno
al objeto y fin del amparo, porque en éste se requiere acreditar, forzosamente, la afectación jurídica
en función de la existencia de la materia reclamada, a causa de la cual se plantee el perjuicio cierto,
real y actual en la esfera de derecho. En efecto, para la procedencia del juicio de amparo, el interés
simple o jurídicamente irrelevante es el que se puede tener acerca de lo dispuesto en alguna norma,
actuación u omisión reclamable en amparo, pero que en realidad no afecta a la esfera jurídica o
alguna situación especial del particular frente al orden jurídico cuestionado. De ahí que contra
normas, actos u omisiones que no provengan de tribunales judiciales, administrativos o del trabajo,
el interés legítimo para la procedencia del juicio de amparo, si bien no exige la existencia de algún
agravio personal y directo, sí es condición el acreditamiento de cierta afectación real y actual en la
esfera jurídica de quien lo promueve, aunque sea indirecta.
PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO DEL SEGUNDO CIRCUITO CON RESIDENCIA EN CIUDAD
NEZAHUALCÓYOTL, ESTADO DE MÉXICO.
Amparo en revisión 390/2015. Juana Rivera y otros. 31 de marzo de 2016. Unanimidad de votos.
Ponente: Fernando Alberto Casasola Mendoza. Secretario: Pablo Andrei Zamudio Díaz.
Esta tesis se publicó el viernes 14 de octubre de 2016 a las 10:24 horas en el Semanario Judicial de
la Federación.”.
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Amparo en revisión 39/2014. Moisés Alejandro Juan Ugalde Hernández. 20 de marzo de 2014.
Unanimidad de votos. Ponente: Virgilio Solorio Campos. Secretario: Gabriel Zúñiga Roque.
Esta tesis se publicó el viernes 23 de mayo de 2014 a las 10:06 horas en el Semanario Judicial de
la Federación.”.
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Amparo directo 139/99. José Adolfo Terán Rodríguez y otra. 10 de junio de 1999.
Unanimidad de votos. Ponente: Guadalupe Méndez Hernández. Secretario: José Merced Quintanilla
Vega.”.
El negocio jurídico puede ser unilateral o plurilateral y por tanto intervenir una o varias
voluntades por sí mismas o a través de sus representantes.
Así tenemos que puede en un negocio jurídico intervenir varias voluntades con diferentes
caracteres.
Parte en sentido material es a quien le recaen los efectos del negocio jurídico y puede o
no participar en él, es decir, puede o no ser compareciente.
Parte en sentido formal es quien interviene directamente en el negocio jurídico y no
necesariamente los efectos del negocio afectan su esfera jurídica, como puede ser el representante.
Son tres los vicios que pueden afectar tales características y son el error, el miedo y la lesión.
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ERROR. Falsa noción de la realidad. Es una falta total o parcial de la adecuación entre el
pensamiento y la realidad. El error de derecho o de hecho, inválida el contrato si recae sobre el
motivo determinante de la voluntad, si se declaró ese motivo o por las circunstancias de la
celebración del contrato, se desprende ese falso motivo (1813, 1831, 1301, 2224, 2230, 2233 y 2236
del CCCMX; 7.53, 7.72, 6.16, 7.10, 7.14. 7.16 y 7.19 del CCEM).
El dolo y la mala fe son medios para provocar o mantener el error. Pero puede haber dolo o
mala fe y aún así no se expresa la voluntad viciada, por lo que entonces no habrá repercusión.
DOLO. Sugestión o artificio empleado para inducir a error o mantener en él a uno de los
contratantes (conducta activa).
MALA FE. La disimulación del error o el sostenimiento del dolo (conducta pasiva). Ambos
medios anulan el negocio. Puede ser por reticencia, es decir, callar lo que tiene que decirse.
(1815, 1816, 1821 y 1822, 7.56, 7.57, 7.62 y 7.63). Puede ser por reticencia, es decir, callar
lo que tiene que decirse.
CLASES DE ERROR
Error provocado.
Error obstativo (también llamado error obstáculo, error impediente o error grave), y puede
ser porque hay:
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VIOLENCIA. Si se emplea fuerza física (vis compulsiva) ó amenazas (vis impulsiva), que
importen peligro de perder la vida, la honra, la libertad, la salud o una parte considerable de los
bienes del contratante, cónyuge, ascendiente, descendientes o colaterales dentro del segundo
grado. Temor reverencial, consiste en no querer desagradar a personas a quienes se debe sumisión
o respeto (1819 y 1820; 7.60 y 7.61). Lo que vicia es el miedo, que es la perturbación mental ante
un peligro inminente e injusto que impide la formación de la voluntad.
Si lo que se pretende es una prestación debida no hay miedo. Por ejemplo, es válido el
requerimiento de pago donde se advierte que ante el incumplimiento se acudirá ante los tribunales,
pero si se exige a alguien una donación a un tercero a cambio de no denunciarlo, no es válido.
Es de notarse que el artículo 17 utiliza los superlativos suma, notoria y extrema, no así el
artículo 7.55 que además si menciona al Estado de Necesidad.
Tesis #225 571 y 227 081. No mencionan el “Estado de Necesidad”, sin embargo, está el
principio pro persona, además aprovecharse del “Estado de Necesidad” es un Abuso del Derecho.
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También puede ser por ligereza, debilidad de carácter, falta de juicio como necesidad
apremiante, estado de necesidad, apuro, en fin.
La causa es aquéllo que genera o produce algo. Es el origen de un fenómeno, en este caso
jurídico y concretamente el contrato.
La Teoría Causalista, Clásica u Objetivista, cuyo principal exponente es Pothier, señala que
“La causa de uno es la obligación del otro”.
Creo que no tiene sustento, pues necesariamente uno se tendría que obligar primero y esto
no sucede en los contratos sinalagmáticos perfectos.
La Teoría Anticausalista desarrollada, entre otros, por Planiol, explica que no puede haber
causas en los contratos porque carecen de lógica y las obligaciones son simultáneas. Está teoría no
se explica en los contratos sinalagmáticos imperfectos.
Bonnecase, expone la Teoría Causalista Subjetivista y enseña que los fines siempre son
subjetivos y variables.
CAUSA EFICIENTE. Son las fuentes de las obligaciones, según deriva del Derecho
Romano. La creación, transmisión, modificación o extinción de derechos y obligaciones.
CAUSA FINAL. Según la teoría de Domat y Pothier, es el fin abstracto del negocio jurídico,
es decir, lo que pretende obtenerse del negocio jurídico, según del negocio de que se trate. Por
ejemplo, el vendedor de un bien, pretende obtener el precio, el que paga la renta, pretende el uso
de un bien.
La causa falsa a que se refieren los artículos 1813 y 7.53, invalida el contrato si recae sobre
el motivo o fin determinante. La causa ilícita en cambio provoca la nulidad absoluta del contrato, es
decir, si la causa es un objeto, motivo o fin ilícito.
En materia mercantil, el objeto, motivo o fin lícito de los actos de comercio deben ser lícitos
(art. 77 CCo.).
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La formalidad es el requisito de forma que la ley establece para la validez del negocio jurídico.
Ad Probationem Causa, que sirve para probar la existencia del negocio jurídico.
Nuestro Código no prevé la forma sino en los casos expresamente determinados en la Ley
(1832 a 1834 del CCDFF y también 1834 BIS tratándose del CCF. En el CCEM son los artículos 7.73
a 7.75. En materia mercantil 78, 89 bis, 93 del CCo.).
Por regla los códigos son consensualistas en oposición a formal y a real, salvo las
excepciones que más bien parecen reglas (1795-IV, 1796 y 1832 CCDF; 7.8-IV, 7.32 y 7.73 CCEM).
El artículo 78 del CCo. dice que en materia mercantil, predomina el consensualismo, sin
embargo en prácticamente todos los actos jurídicos se prevé la forma, como se analizará en cada
uno de los contratos.
MODALIDADES DE LA FORMA.
Hay que precisar que la voluntad siempre se exterioriza de una forma determinada, pero
para que sea válida esa exteriorización debe hacerse con la formalidad que señale la ley. A veces
nos expresamos de manera determinada y se dice esas no son formas.
Son formales los negocios jurídicos que requieren de una forma específica (1795-IV y 2341
en donación, 7.8-IV y 7.617).
Los contratos reales son aquéllos que se perfeccionan mediante la entrega de la cosa. La
prenda no es contrato real (2858 y 7.1069). Ver artículos 2284 y 7.564.
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En el Código Civil de 1884 había dos contratos reales (depósito -2545- y mutuo -2661-)
“Artículo 2545.- El depósito en general es un acto por el cual se recibe la cosa ajena con
obligación de custodiarla y restituirla en especie, sin facultad de usarla ni aprovecharse de ella.”.
“Artículo 2661.- Bajo el nombre de préstamo se comprende toda concesión por tiempo y para
objeto determinados, del uso de una cosa no fungible, con obligación de restituir esta en especie, y
toda concesión gratuita o a interés, de cosa fungible, con obligación de devolver otro tanto del mismo
género y calidad. En el primer caso, el préstamo se llama comodato y en el segundo mutuo.
Los solemnes son aquéllos negocios jurídicos que de no reunir los requisitos de forma,
adolecen de nulidad absoluta.
El matrimonio (146 y 147; 4.1 bis y 4.1), el testamento (1491 y 6.112), y el mutuo subrogatorio
(2059 y 7.304) son ejemplos de actos solemnes en Derecho Mexicano.
La forma puede ser en escrito privado ante dos testigos (2556 CCDF; 7.769-IIIy 7.773
CCEM).
En escrito privado, ratificadas las firmas ante fedatario (2321 CCDF, 7.769- II y 7.772 CCEM).
En escrito privado ante dos testigos y ratificadas las firmas ante fedatario (2555 CCDF).
Si no sabe o no puede firmar, la huella, o el juez decide (1832 a 1834 y 7.73 a 7.75). También
Ver 18 y 450-II del CCDF y 1.14 y 4.230-II a V del CCEM.
DOCUMENTO.
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Todo documento implica tres elementos que lo conforman: material, grafía y contenido. Para
que tenga efectos jurídicos, es necesario la firma del que lo suscribe o de su autor.
El papel es el material más utilizado, pero a través de la historia otros materiales han servido,
tales como el papiro (egipcios y bizantinos), pergamino (griegos), tablas enceradas (romanos),
tabiques (mesopotámicos).
La evolución tecnológica ha creado otro tipo de materiales, inclusive intangibles. Los filmes,
fotografías, fonógrafos, computadoras, fax, correos electrónicos y demás tecnologías que han
generado el documento electrónico, al que me referiré más adelante.
El monumento igual que el documento capta hechos, pero se diferencia de éste, en que
generalmente son inmuebles, tales como pirámides, tumbas, obeliscos, catedrales.
El documento y el monumento son obras humanas (opus), pues la voluntad del hombre
interviene en ellos.
Desde mi punto de vista, el documento es toda manifestación directa o indirecta del intelecto
humano. Una fotografía se toma con la intención de representar un hecho o una situación y se desea
además su permanencia. En cuanto a una simple manifestación que no represente un hecho, creo
que más bien, si lo representa pero no trasciende. Hay quienes escriben más libros que los que leen,
pero esos libros no dejan de ser documentos, aunque no trasciendan.
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Las tarjetas, folletos y libros, tienen una finalidad distinta a la de los documentoides, contratos
privados, títulos de crédito e instrumentos públicos, pues estos últimos tienen una intención
documentadora original, es decir, la razón de su elaboración es que por su destino sean documentos.
El instrumento notarial forma parte del protocolo. El artículo 76 de la Ley del Notariado para
la Ciudad de México dice:
“Protocolo es el conjunto de libros formados por folios numerados y sellados en los que el
Notario, observando las formalidades que establece la presente Ley, asienta y autoriza las escrituras
y actas que se otorguen ante su fe, con sus respectivos apéndices; así como por los libros de registro
de cotejos con sus apéndices electrónicos.
En sentido amplio es la expresión que se refiere a todos los documentos que obran en el
haber de cada Notaría. El protocolo es abierto, por cuanto lo forman folios encuadernables con
número progresivo de instrumentos y de libros. En sentido estricto es tanto el conjunto de
instrumentos públicos fuente original o matriz en los que se hace constar las relaciones jurídicas
constituidas por los interesados, bajo la fe Notarial; como la colección ordenada cronológicamente
de escrituras y actas autorizadas por el Notario y aquellas que no pasaron, y de sus respectivos
apéndices, conforme a una periodicidad, procedimiento y formalidades reglados en esta Ley; y que
adquiridos a costa del Notario respectivo son conservados permanentemente por él o por su sustituto
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En las escrituras se hacen constar actos jurídicos y en las actas hechos jurídicos. Sin
embargo existen hechos jurídicos en sentido amplio (tanto hechos como negocios, ambos jurídicos)
que constan en el mismo instrumento y entonces no es ni acta ni escritura, sino instrumento en
sentido genérico.
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El documento en Derecho Procesal tiene una importancia vital, pues partiendo que el
proceso es un silogismo, donde la premisa mayor es la norma jurídica, la premisa menor son los
hechos y la consecuencia es la sentencia. Ésta es la conclusión documentadora de la combinación
de dichas premisas.
LA FIRMA
La firma es el signo emanado del puño y letra de la persona que se vincula con un
documento. También se le define como el conjunto de caracteres manuscritos que la permiten
identificar con la autoría o vinculación de un documento. La firma puede ser autógrafa o electrónica.
Ver firma electrónica (art. 2 LFECMX y 5-XI BIS, XII y XII BIS de la Ley de Gobierno Digital del Estado
de México).
La acción proforma procede si no se trata de actos solemnes o revocables (1833, 2232 del
CCCMX y 27 y 517-III del CPCCMX; 7.74 y 7.18 CCEM; 2.167-III CCEM).
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Son las consecuencias jurídicas que emanan del contrato, lo producido por él. Son la
creación, transmisión, modificación o extinción de derechos y obligaciones. La confirmación de
derechos o la creación de personalidad jurídica.
Las cláusulas de escala móvil o cláusulas de indexación son aquéllas que sirven de
referencia para fijar el precio de las prestaciones (2389 y 7.660, 359 CCo., 8 Ley Monetaria).
3.- RELATIVIDAD DEL CONTRATO. El principio res inter alios acta, aliis neque prodesse,
neque nocere potest, consiste en que los efectos del contrato sólo afecta o aprovecha a las partes
que lo celebraron y por lo tanto, sólo entre ellas se crean derechos y obligaciones (1796 y 7.32).
4.- OPONIBILIDAD DEL CONTRATO. Consiste en que los terceros deben respetar los
efectos del contrato, efectos reflejos o indirectos, que son el dar, hacer, no hacer, dejar de hacer o
tolerar. Consiste en que precisamente deben los terceros no interesados en el contrato respetar los
derechos materia del contrato como consecuencia de la relación jurídica contractual de las partes
(3007, 3008 -8.13, 8.14). Ver también los efectos reflejos de la cosa juzgada y su excepción en el
artículo 93 del CPCDF y 1.212 del CPCEM).
La cláusula es la estipulación del autor o las partes del negocio jurídico con contenido
obligacional. Es la expresión de la voluntad, de lo querido, es decir, del derecho que se pretende y
de la obligación que se asume.
Los artículos 1839 del CCCMX y 7.80 del CCEM señalan que los contratantes pueden poner
las cláusulas que crean convenientes; pero las que se refieren a requisitos esenciales del contrato o
sean consecuencia de su naturaleza ordinaria, se tendrán por puestas aunque no se expresen, a no
ser que las segundas sean renunciadas en los casos y términos permitidos por la ley.
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Las cláusulas esenciales son aquéllas que de no estar, no producen ningún efecto jurídico
respecto al negocio jurídico querido, o sea, si no se ponen, no hay negocio. El acuerdo de voluntades
sobre una cosa debe constar en el negocio jurídico, pues de lo contrario no habría negocio. Si X
quiere comprar el coche de Y, tendría que haber una cláusula que dijera que Y le vende a X el coche
en precio de tantos pesos, pues de no existir no habría compraventa.
Las cláusulas naturales son aquéllas que se tienen por puestas aunque no se expresen.
Por ejemplo dice el CC que todo el que enajena está obligado al saneamiento para el caso de que
el adquirente sufra la evicción. De tal suerte que en los contratos translativos de dominio se responde
del saneamiento para el caso de evicción, salvo en la donación.
Las cláusulas accidentales son aquéllas que modifican los efectos del negocio jurídico y
que pueden o no aparecer en el negocio jurídico. Por ejemplo puede pactarse que el enajenante no
se obligue al saneamiento para el caso de evicción, o sólo responda hasta determinado monto.
Asimismo, puede pactarse que la entrega del bien se haga en un lugar distinto al señalado
en el artículo 2082 (7.324).
1.- Palabras con distintas acepciones serán entendidas en aquélla que sea más conforme a
la naturaleza y objeto del contrato (1855 y 7.98).
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3.- Si las dudas son sobre cláusulas accidentales en contrato gratuito, se resolverá en favor
de la menor transmisión de derechos e intereses, si fuere oneroso, se resolverá la duda en favor de
la mayor reciprocidad de intereses (17, 20, 1837, 1838, 1857 y 7.55, 1.15, 7.78, 7.79, 7.100).
4.- Si las dudas recayesen sobre el objeto principal del contrato, y no puede saberse la
intención o la voluntad de los contratantes, el contrato será nulo (1857 in fine, 1389, 7.100, 6.72).
5.- El argumento a contrario o contrario sensu, indica que el contrato es restrictivo, restringe
el uso o el alcance de un derecho, a determinadas personas o circunstancias, lo que interpretado en
sentido contrario, significa que todo lo demás en el supuesto jurídico.
“Para que la aplicación del razonamiento analógico sea correcta, no basta la simple
semejanza de dos situaciones de hecho, una prevista y otra no prevista por la ley; requiérese
asimismo que la razón en que la regla legal se inspira, exista igualmente en relación con el caso
imprevisto. Lo que puede justificar la aplicación por analogía es, pues, “la identidad jurídica
substancial”. La aplicación se realiza bien porque existe igualdad o paridad de motivos (argumento
a pari –se prohíbe la entrada de perros-), bien porque hay una mayoría de razón (argumento a minori
ad majus –en el caso del artículo 865 del CCDF, aunque los animales no sean bravíos, se tiene el
mismo derecho-), bien porque lo que ocurre es precisamente lo contrario (argumento a majori ad
minus –el supuesto del artículo 149 de la LGSM-). “Todos estos argumentos son aplicaciones
diferentes del mismo procedimiento científico, y suponen siempre el análisis profundo de las
disposiciones de la ley, con vistas al descubrimiento de la razón fundamental que la ha inspirado
(ratio iuris). Descubierta la ratio iuris, la aplicación extensiva es posible, a menos de que la
disposición legal consagre una excepción (exceptio est strictissimae interpretationis)… “Cuando nos
permitimos extender por analogía una fórmula legal a casos no previstos en ella, lo hacemos
convencidos de que el legislador habría querido lógicamente la solución, si hubiera podido conocer
la misma hipótesis” (GARCIA MAYNEZ y GENY, citado por aquél, pp. 335-336).
UNILATERAL. Sólo una de las partes queda obligada (1835, 20 del CCCMX y 7.76, 1.15
CCEM).
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Por ejemplo el contrato de promesa (2243 y 2244 -7.524 y 7.525-), donación (2332 -7.610-),
depósito (2516 y 2517 -7.738 y 7.739-).
BILATERAL. Las partes se obligan recíprocamente (1836, 20, 1949 del CCCMX, 7.77, 1.15,
7.345 del CCEM).
Por ejemplo compraventa (2248 y 7.532), mutuo con interés (2384 y 2393 -7.655 y 7.663-),
arrendamiento (2398 y 7.670), comodato (2497 y 7.721),
SINALAGMÁTICOS PERFECTOS. Son aquéllos en los que las obligaciones de las partes
se generan desde el momento de su celebración. Compraventa al contado.
Considerar que el que cumple puede exigir el cumplimiento de la otra parte del contrato (646
del CPCCMX). Contra la posibilidad de exigir el cumplimiento sin cumplir se puede oponer la exceptio
non adimpleti contractus, o no cumplir (2431 y 2445).
También debe preverse el derecho de retención (2287 y 2299 -7.567 y 7.579) o la resolución
del contrato (1949 y 7.345).
CONMUTATIVO. Las prestaciones que se deben las partes son ciertas desde que se celebra
el contrato, pudiendo apreciar el beneficio o pérdida como consecuencia de la celebración del
contrato (1838, 7.79). Compraventa.
GRATUITO. Es aquél en que el provecho es sólo para una de las partes (1837 in fine y 7.78
in fine). Vg. Donación.
EJECUCIÓN INSTANTÁNEA. Aquéllos en los cuales las prestaciones y los efectos del
contrato, finalizan con la celebración del mismo. Vg. Compraventa.
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INSTANTÁNEOS CON EJECUCIÓN DIFERIDA. Son aquéllos contratos en los que las
obligaciones nacen en el momento de la celebración del contrato pero se cumplen en el transcurso
del tiempo. Vg. Compraventa en abonos y Apertura de crédito.
Ver artículos 1159, 1162 y 1163 del CCCMX, 7.474 y 4.476, 7.477 del CCEM.
FORMALES. Los que requieren de alguna forma establecida por la ley (1795-IV, 2341 del
CCCMX y 7.8-IV, 7.617 del CCEM).
OBLIGATORIOS. Son aquéllos en los que su esencia es obligarse, es decir, el objeto directo
de la obligación y no el objeto mismo, o sea, la causa final u objeto indirecto de la obligación (2014,
2248, 2327, 2332, 2688, 2689, 2774, 2920 -7.259, 7.532, 7.605, 7.610, 7.909, 7.910, 7.985, 7.1125-
).
ASOCIATIVOS. Por los cuales se crean personalidad jurídica o conjunción de esfuerzos sin
crear personalidad. Vg. Asociación Civil y Sociedad Civil, Aparcería Rural o Ganadera.
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DE GARANTÍA. Por los cuales se crean garantías a favor de uno de los contratantes.
SECCIÓN TERCERA
FUENTES EXTRACONTRACTUALES
A).- GENERALIDADES
(1) Para la constitución de una relación obligatoria mediante negocio jurídico, así como para
la modificación del contenido de una relación obligatoria, es necesario un contrato entre las partes,
en la medida en que la ley no dispone otra cosa.
(2) Una relación obligatoria con los deberes del § 241, apartado 2, también resulta de
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2. la preparación de un contrato por el cual una parte, en vista a una posible relación jurídica
negocial, concede a la otra parte la posibilidad de afectar a sus derechos, bienes jurídicos e intereses
o se los confía, o de
(3) Una relación obligatoria con los deberes del § 241, aparto 2, también puede afectar a
personas que no deben ser partes contractuales. Especialmente nace una relación obligatoria de
este tipo si el tercero exige una confianza especial y, por ello, influencia considerablemente las
negociaciones contractuales o la conclusión del contrato.”.
La declaración unilateral de voluntad igual que el contrato, deviene de la voluntad, pero basta
con una voluntad para crear a la obligación.
Por lo anterior, el que no estén reguladas otras declaraciones unilaterales distintas a las
señaladas en los artículos del 1860 al 1881 del CCCMX (7.104 a 7.116 del CCEM) no significa que
dichas declaraciones no sean válidas.
B).- ESPECIES
“ARTICULO 46.- Para los efectos de esta ley, se consideran promociones las prácticas
comerciales consistentes en el ofrecimiento al público de bienes o servicios:
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TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES
Esta policitación u oferta al público puede considerarse como una subespecie del género a
que se refiere el artículo 1804 del CCCMX y 7.44 del CCEM.
“En el Diccionario de la Lengua “ofrecer” significa prometer; obligarse uno a dar… algo”, en
tanto que “ofrecimiento” es acción de ofrecer. “Oferta”, por su parte, es promesa de dar…una cosa;
propuesta para contratar. “Propuesta” a su vez significa manifestar con razones para inducir a
aceptar. Por último, “sostener” es sustentar; mantener firme una cosa.
Las referencias anteriores nos hacen concluir que no obstante las diversas situaciones en
las cuales alguien hace una oferta según los términos de los dispositivos relacionados, como son la
hecha con fijación de plazo (artículo 1804); la hecha sin fijación de plazo (artículo 1806), y en general,
todas las demás ofertas aludidas en los preceptos siguientes a los citados, son en los mismos
términos a la referida en el artículo 1860. Se trata de una y la misma oferta, concretamente para la
celebración de un contrato, acaso las indicadas en las primeras disposiciones para una aplicación
genérica, sin circunscribirse a la celebración de contratos con cosa y precio, señaladas
limitativamente en la segunda, y con tan solo la salvedad de que en el repertorio de disposiciones
del primer supuesto el sujeto a quien la oferta se dirige está determinado, y no así en la oferta al
público, pues como su denominación lo indica, se hace a la generalidad de las personas sin
determinación alguna; pero en suma, todos los supuestos es una oferta pendiente de aceptarse y
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TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES
mientras continúe activa en sus términos, quien la hizo debe mantenerla. Así pues, la oferta al público
(artículo 1860) es una especie de la oferta en general (artículos 1804 y siguientes).”29.
Tanto la policitación u oferta al público como la oferta con promesa de recompensa tienen
las siguientes reglas comunes:
Antes de prestado el servicio o cumplida la condición, podrá revocarse la oferta, con la misma
publicidad que el ofrecimiento y siempre que no se hayan hecho erogaciones para prestar el servicio
o cumplir la condición, en cuyo caso el que las haya hecho tiene derecho a que se les reembolse,
salvo que se le demuestre que fuere imposible ejecutar el servicio o cumplir la condición (1863 del
CCCMX y 7.107 del CCEM).
Si fueren varios los acreedores, tendrá preferencia el primero en ejecutar el servicio o cumplir
la condición, si fuere simultánea, por partes iguales y si la recompensa no fuere divisible, se sorteará
(1865 del CCCMX y 7.109 del CCEM).
Aunque no lo prevé el Código, debe reconocerse a los otros concursantes que participaron
y reunieron los requisitos para obtener la recompensa y que también ganaron.
A quien cumpla con los requisitos debe pagársele independientemente de que haya o no
beneficios para el oferente.
29
DOMÍNGUEZ MARTÍNEZ… DERECHO CIVIL. OBLIGACIONES. pp. 284-285.
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TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES
Toda vez que es una subespecie de la oferta con promesa de recompensa, le son aplicables
las reglas de esa especie de declaración unilateral de voluntad.
Obligación que nace de un negocio jurídico, por la cual el promitente se obliga frente al
estipulante o promisorio a beneficiar a un tercero que no interviene en el contrato que le dio
nacimiento a la estipulación (excepción a la res inter allios acta…).
Es un contrato entre estipulante y promitente que por excepción a los efectos res inter allios
acta e intangibilidad del contrato, beneficia a un tercero, que no adquiere ninguna obligación.
La estipulación puede exigirse por el tercero o por el promitente (1869 del CCCMX y 7.113
del CCEM).
La estipulación se perfecciona desde que nace el contrato que le dio nacimiento, salvo las
modalidades que consten en el contrato (1870 y 1796 del CCCMX y 7.114 y 7.32 del CCEM).
En el caso del contrato de seguro ¿qué pasa si el tercero no ha nacido cuando la celebración
del contrato de seguro?
El promitente podrá oponer las excepciones derivadas del contrato, salvo pacto en contrario
(1872 del CCCMX, 29 y 32-III del CPCCMX y 7.116 del CCEM, y 2.25 del CPCEM).
Pueden transmitirse por endoso (conteniendo lugar y fecha en que se hace, concepto en que
se reciba, valor del documento, nombre de la persona a cuya orden se otorgó el endoso y firma del
endosante (1874 del CCCMX). Puede hacerse por endoso en blanco (1875 del CCCMX). Los
endosantes se obligan solidariamente, salvo endoso sin responsabilidad (1876 del CCCMX). Los
títulos al portador, se transmiten por la simple entrega del título (1877 del CCCMX). Salvo orden
judicial el deudor está obligado a pagar el título, aún cuando entre en circulación contra su voluntad
(1878, 1879, 1881, todos del CCCMX). En títulos al portador sólo pueden excepcionarse por nulidad
del título, las que deriven de su texto o las tenga contra el portador (1880 del CCCMX).
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TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES
a).- El Código Civil ahora Federal se terminó de publicar el 31 de agosto de 1928 y entró en
vigor el 01 de octubre de 1932 y la LGTOC se publicó el 27 de agosto de 1932 y entró en vigor el 15
de septiembre de 1932, es decir, la LGTOC se publicó con posterioridad al CCF y entró en vigor
antes que el CCF.
b).- La publicación formal de la ley no le da efectos jurídicos sino hasta que efectivamente
entra en vigor, es decir, durante la vacatio legis la ley no tiene efectos y por tanto en el caso concreto
la LGTOC aunque se publicó con posterioridad, es decir, formalmente tuvo existencia después del
CCF, dicha LGTOC no surtió efectos sino el 15 de septiembre de 1932, es decir, entró en vigor con
anterioridad al CCF que comenzó sus efectos precisamente el 01 de octubre de 1932, por lo que la
LGTOC no derogó al CCF por lo que se refiere a los documentos civiles a la orden o al portador.
c).- Asimismo, se trata de instrumentos jurídicos distintos, pues los títulos de crédito son
cosas mercantiles según el artículo 1 de la LGTOC y son documentos para ejercer el derecho literal
en el consignados y tienen las características propias de cada clase de los títulos de crédito
regulados en la referida LGTOC.
d).- Los títulos de crédito son documentos solemnes (14 LGTOC) y sólo se pueden ejercer
los derechos literales consignados en los mismos y conforme a las disposiciones propias de cada
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TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES
título de crédito de los regulados en la LGTOC u otras leyes especializadas como la Ley de
Instituciones de Crédito y la Ley del Mercado de Valores.
e).- Los documentos civiles a la orden o al portador, no son documentos solemnes y pueden
referirse a cualesquier obligación, sean de dar o hacer. Difícilmente puede encontrarse obligaciones
de no hacer o tolerar.
f).- Extrañamente en el Código Civil del Estado de México del 2002 se omitió su regulación,
no obstante que pueden tener una aplicación práctica.
El que sin causa legítima se enriquece en detrimento de otro, está obligado a indemnizarlo
en la medida que él se ha enriquecido (1882 del CCCMX y 7.117 del CCEM).
En realidad causa siempre hay, el supuesto es que no haya causa legítima y es a lo que se
quiso referir la ley.
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TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES
1.- CONDICTIO AB CAUSAM DATORUM O CAUSA DATA CAUSA NON SECUTA (acción
por acontecimiento futuro que no llega a realizarse y hay prestación cumplida. Vg. Donación
antenupcial (230, 1940 y 1882 del CCCMX y 4.57, 7.181 y 7.117 del CCEM)).
3.- CONDITIO AB TURNEM CAUSA (acción para pedir la restitución por pago hecho contra
leyes de orden público o las buenas costumbres (1895 del CCCMX y 7.131 del CCEM). Vg. El dinero
obtenido por cometer un delito (art. 3 LGSM)).
Si el accipiens o receptor actúa de buena fe, los efectos son los siguientes:
1.- Se tiene la obligación de restituir la cosa (1883 y 2011-III del CCCMX y 7.118 y 7.256-III
del CCEM). Si se trata de la prestación de un hecho, el accipiens debe pagar el equivalente al
enriquecimiento (1883 in fine del CCCMX y 7.119 del CCEM).
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verdadero deudor o los fiadores, respecto de los cuales la acción estuviere viva (artículo 1890 del
CCCMX y 7.126 del CCEM).
4.- El accipiens, tiene derecho a que se le abonen los gastos necesarios y a retirar las
mejoras útiles, si no se pudiere, a recibir una cantidad equivalente al aumento de valor de la cosa
con las mejoras hechas (1889 del CCCMX y 7.125 del CCEM).
Si el accipiens o receptor actúa de mala fe, los efectos son los siguientes:
1.- Se tiene la obligación de restituir la cosa y abonar el interés legal si se trata de capitales
o los frutos percibidos y los dejados de percibir, de las cosas que los produjeren (1883, 1884, 2011-
III y 2076 del CCCMX y 7.118, 7.119, 7.120, 7.256-III y 7.318 del CCEM). Tratándose de la prestación
de un hecho, el accipiens debe pagar el precio corriente de esa prestación (1883 2° párrafo del
CCCMX y 7.119 del CCEM).
2.- El accipiens además responde de los menoscabos del bien sufridos por cualquier causa,
y de los perjuicios que se irrogaren al que la entregó hasta que la recobre. No responde del caso
fortuito cuando éste hubiere podido afectar del mismo modo a la cosa hallándose en poder del
solvens.
3.- Si el accipiens la hubiere enajenado a un tercero que también tuviera mala fe, podrá el
dueño reivindicarla y cobrar de uno u otro, los daños y perjuicios (1885, 2164, 2165 y 3009 del
CCCMX y 7.121, 7.408, 7.409 y 8.15 del CCEM).
4.- El accipiens sólo tiene derechos si ha poseído en concepto de dueño, por más de un año,
pacífica, continua y públicamente y con tal que dicha posesión no sea delictuosa (813 del CCCMX y
5.48 del CCEM).
Se presume si se entrega una cosa o se ejecuta un hecho que no se debía o que ya estaba
pagado, pero aquel a quien se pide la devolución puede probar que la entrega o el hecho se hizo a
título de liberalidad o por cualquier causa justa (1892 y 2076 del CCCMX y 7.128 y 7.318 del CCEM).
La prueba del pago indebido y la del error, incumbe al solvens, a menos que el demandado
(accipiens) negare haber recibido la cosa que se le reclama. En este caso, justificada la entrega por
el demandante, queda relevado de toda otra prueba. Esto no limita el derecho del demandado para
acreditar que le era debido lo que recibió (1891 y 1893 del CCCMX y 7.127 y 7.129 del CCEM ).
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TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES
Si se ha pagado para cumplir una deuda prescrita o para cumplir un deber moral, no se tiene
derecho de repetir. Es una obligación natural (1894 y 1140 del CCCMX y 7.130 y 7.466 del CCEM).
Existe gestión de negocios si el que sin mandato y sin estar obligado a ello (Gestor) se
encarga de un asunto de otro (Dueño del Negocio), ya sea de carácter patrimonial, de hechos
materiales (verbigracia el cuidar de una persona) o de hechos jurídicos (poseer un bien). Artículos
1896 CCCMX y 7.132 CCEM.
La gestión de negocios como fuente extracontractual desde luego se refiere a los negocios
ajenos, pues la gestión de negocios propios no merece tal regulación.
a).- OBLIGACIONES
1.- Obrar conforme a los intereses del Dueño del Negocio (1896 del CCCMX y 7.132 del
CCEM).
2.- Desempeñar su encargo con toda diligencia (1897 del CCCMX y 7.133 del CCEM).
Pero su actuación debe conducirse con la máxima diligencia posible, es decir, como un
diligentísimo padre de familia.
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TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES
“En el Derecho romano se distinguieron tres tipos abstractos de conducta, que a su vez
correspondieron a tres tipos ideales de hombres: el diligentísimo padre de familia, que era el hombre
que observaba una diligencia máxima tanto en la custodia y conservación de las cosas propias o
ajenas, como en el manejo y cuidado de sus asuntos y de su hogar. Cuando no se observaba esta
diligencia máxima que la ley exigía generalmente al deudor en los contratos a título gratuito, para su
beneficio personal, como el comodato, se incurría en la culpa llamada levísima. Un segundo tipo
abstracto de conducta correspondía al buen padre de familia, quien debería observar una diligencia
media en el cuidado y conservación de las cosas y, cuando no procedía de esa manera, se le hacía
responsable de la culpa llamada leve, a cuyo efecto se consideraba como regla general que en los
contratos bilaterales y en los onerosos, ambas partes deberían cuidar las cosas cuyo uso, goce,
administración o custodia se les confería por la otra, observando esa diligencia media, de tal suerte
que en caso contrario se incurriría en culpa leve, con la consiguiente responsabilidad de indemnizar
los daños y perjuicios causados. Por último, el tercer tipo ideal de conducta se formó tomando en
cuenta el proceder del hombre común y corriente, a quien los romanos exigían la diligencia mínima
que cualquier hombre debe tener en el cuidado de sus cosas y en el manejo de sus asuntos, de tal
suerte que si no se observaba, se incurría en la culpa grave o lata. A este efecto se requería que en
los contratos gratuitos en beneficio del acreedor, como el depósito o el mandato no remunerados, el
deudor observara por lo menos esa diligencia mínima, pues no era posible exigirle mayor cuidado
en la conservación de las cosas de su acreedor, tomando en cuenta que éste era el que se
beneficiaba con la actividad de aquél. Sólo en el caso de dolo, malicia o culpa grave se hacía
responsable al deudor por los daños y perjuicios que le hubiere causado a su acreedor.”30.
Otras disposiciones que imponen el deber de actuar con diligencia son el comodato (2502
CCCMX y 7.7272 del CCEM), y el fideicomiso que se refiere al buen padre de familia en el artículo
391 de la LGTOC.
3.- Avisar de su gestión al Dueño del Negocio y continuar con su gestión hasta concluir con
el asunto si no fuere posible dar tal aviso (1902 del CCCMX y 7.138 del CCEM).
4.- No tiene derecho de cobrar retribución (1904 del CCCMX y 7.140 del CCEM).
b).- RESPONSABILIDADES.
1.- Indemnizar daños y perjuicios por culpa o negligencia (1897 del CCCMX y 7.133 del
CCEM).
30
ROJINA VILLEGAS, Rafael. DERECHO CIVIL MEXICANO. Tomo VI, Vol. 1. p. 272. 9ª ed. Porrúa, México, 2010.
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TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES
2.- Si tuvo por objeto evitar un daño inminente, sólo responde por dolo o falta grave (1898
del CCCMX y 7.134 del CCEM).
3.- Si actúa contra la voluntad real o presunta del Dueño del Negocio, debe reparar daños y
perjuicios, aunque no haya incurrido en falta (1899 y 1900 del CCCMX y 7.135 y 7.136 del CCEM).
4.- Responde aún del caso fortuito, si ha hecho operaciones arriesgadas, aunque el dueño
tuviere costumbre de hacerlas, o si hubiere obrado más en interés propio que en el del dueño (1900
del CCCMX y 7.136 del CCEM).
5.- Si delega también responde de los actos del delegado. Si son varios los gestores,
responden solidariamente (1901 del CCCMX y 7.137 del CCEM).
1.- Si el negocio fue útilmente gestionado, debe cumplir las obligaciones que el Gestor haya
contraído a nombre de él y pagar los gastos conforme a los artículos 1903 del CCCMX y 7.139 del
CCEM.
2.- Pagar los gastos necesarios que hubiere hecho en el ejercicio de su cargo y los intereses
legales correspondientes (1904 del CCCMX y 7.140 del CCEM).
3.- Si no ratifica la gestión, sólo responderá de los gastos que originó ésta, hasta la
concurrencia de las ventajas que obtuvo el negocio (1907 del CCCMX y 7.143 del CCEM).
4.- Pagar el importe de los alimentos que un extraño haya dado al acreedor alimentista, salvo
que los haya dado con ánimo de un acto de beneficencia (1908 del CCCMX y 7.144 del CCEM).
5.- Pagar al que los haga, los gastos funerarios proporcionados a la condición de la persona
y a los usos de la localidad, aunque el difunto no haya dejado bienes. Esta obligación corresponde
a los que hubieren tenido la obligación de alimentarlo en vida (1909 del CCCMX. En el CCEM
debidamente se omitió).
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TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES
Asimismo, la ratificación que produce efectos de mandato como señalan los artículos 1906
del CCCMX y 7.142 del CCEM se refiere respecto a la relación jurídica que surge con los terceros
con los que contrató el Gestor del Negocio y no significa que la gestión de negocios ajenos que nace
como cuasicontrato se convierta en un mandato.
En la gestión de negocios ajenos, los artículos 1904 del CCCMX y 7.140 del CCEM señalan
que el gestor no tiene derecho a retribución alguna y en el mandato si hay derecho a retribución,
pues el mandato gratuito debe estipularse expresamente, de lo contrario será oneroso (2549 del
CCCMX y 7.767 del CCEM).
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TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES
encargue de un asunto que esté momentáneamente abandonado por su dueño, por encontrarse
ausente o impedido para atenderlo personalmente, pues se trata de una institución que tiene su
fundamento en un principio de solidaridad social.
Amparo directo 207/82. Inmobiliaria Aguigón, S.A. 4 de noviembre de 1983. Unanimidad de
cuatro votos. Ponente: Gloria León Orantes. Secretario: Marco Antonio Rivera.
Véase: Quinta Época, Tomo XCVIII, página 1472.”.
El mandato para actos concretos de comercio, se reputa comisión mercantil (273 del Código
de Comercio).
En Derecho Romano existía el concepto de inuria que comprendió a todos los hechos ilícitos.
Los ilícitos privados o delicta eran conductas que causaban daño a otro, en su persona o en sus
bienes. Los crimina o ilícitos públicos, eran aquéllos que causaban daño directa o indirectamente al
orden público, a la organización política o a la seguridad del Estado.
Los primeros se vinculan con los ilícitos civiles y los segundos con el Derecho Penal.
El capítulo que ahora corresponde estudiar no sólo regula actos, sino también hechos que
lícitos o no, causan un daño.
Como veremos, según se lee en el artículo 1913 (7.147), el acto aunque lícito puede causar
un daño y consecuentemente la obligación de indemnizar.
“ART. 1910.- El que obrando ilícitamente o contra las buenas costumbres cause daño a otro,
está obligado a repararlo, a menos que demuestre que el daño se produjo como consecuencia de
culpa o negligencia inexcusable de la víctima.”.
La ilicitud consiste en actuar contra leyes de orden público o buenas costumbres (1830 -
7.71- (sólo vs leyes de orden público)).
Por lo tanto, según el enunciado del artículo 1910 (7.145), debe entenderse que obrar
ilícitamente también es ir contra las buenas costumbres y puede ser por acción (2269 -7.552- en la
venta de cosa ajena) o por omisión (60 -3.12- no reconocer a los hijos).
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TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES
No obstante que el artículo 1910 (7.145), no supone el último elemento, éste debe
considerarse como esencial, pues si se actúa sin dolo y sin culpa debe eximirse al causante del daño
de responsabilidad, primero porque se infiere de la parte final del artículo 1910 (7.145) y que puede
interpretarse extensivamente agregando que no responde si se demuestra que hubo culpa o
negligencia inexcusable de la víctima, o bien, el daño o perjuicio se produjo por factores externos
que no puede prever o pudiéndolo hacer, le sea imposible al causante del daño evitarlos. Una
persona puede causar un daño con dolo, con culpa, o sin culpa ni dolo.
Conforme al artículo 1911, son responsables los incapaces que causen daño, salvo los
supuestos de los artículos 1919 -7.163- (patria potestad), 1920 -7.164- (custodia), 1921 -7.165-
(tutela).
De allí se desprende que la víctima debe demandar al incapaz y en los supuestos de los
artículos mencionados (1919 a 1921 -7.163 a 7.165-), a las personas allí especificadas, sin poder
elegir a quien demandar.
El artículo 1922 (7.166), exige que los incapaces estén bajo su poder y habiten con ellos, es
decir, estén bajo su custodia.
Si están bajo la custodia de personas diferentes a los que ejercen la patria potestad, serán
aquéllos los que respondan (1922 -7.166-) y no debe limitarse a los directores de colegios, talleres,
etcétera; sino a cualesquier persona que tenga la custodia (tíos, primos, etcétera).
El artículo 1921 (7.165) dice que a los tutores les será aplicable lo dispuesto en los artículos
1919 y 1920 (7.163 y 7.164).
Todos quedan eximidos si dichas personas ejercieron suficiente vigilancia o si les fuere
imposible evitar el daño o perjuicio. Lo último, así como la extensión de exención de responsabilidad
a las personas señaladas en el artículo 1920 (7.164), se desprende de una interpretación amplia del
artículo 1922 (7.166).
Aunque el artículo 1920 (7.164) dice menores, debe entenderse a incapaces en general.
Conforme al artículo 1917 (7.161), si varias personas causan daño a otro, todos responden
solidariamente.
La parte final del artículo 1913 (7.147) también señala que el propietario de los mecanismos,
instrumentos, aparatos, vehículos automotores o sustancias peligrosas, será responsable solidario
de los daños causados.
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Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES
El artículo 1918 (7.162), dice que las personas morales son responsables de los daños y
perjuicios que causen sus representantes legales en el ejercicio de sus funciones, y debió distinguir
entre los realizados dentro de su objeto social y los que están fuera de su objeto social.
Responde la persona moral, pero esta puede repetir contra su representante legal (1928 -
7.171-).
El Doctor Domínguez Martínez (p. 370), distingue entre representante legal y mandatario y
escribe que si se trata de éste último y actúa ilícitamente, implicaría extralimitación en el ejercicio del
mandato y por tanto responde directamente (2568 y 2569 -7.782 y 7.783-). A mi parecer, la solución
es la misma sin distinguir si se trata de una representación legal (estatutaria u orgánica) o una
representación voluntaria, sin olvidar que el mandato puede ser con representación o sin
representación y en este último supuesto si respondería directamente el mandatario si se extralimito
en el ejercicio del mandato.
También debe considerarse si la víctima sabía que el representante actuaba como tal o por
derecho propio.
Hay dos posibilidades, una que la sociedad sea la única que responda por los hechos ilícitos
y la otra que no sea la única que deba responder, en el caso de esta última, puede demandarse a
los dos por apariencia jurídica.
Esta responsabilidad está regulada en los artículos 1923 a 1925 (7.167 a 7.169).
Los primeros dos artículos se distinguen del artículo 1925 (7.169), en que este último no
exime de responsabilidad a los jefes, sin embargo los tribunales han señalado la responsabilidad
inclusive por hechos de terceros y no solamente de las personas mencionadas en los artículos
citados, por la culpa in eligendo y culpa in vigilando.
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TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES
obliga a responder a quien, sin haber tenido una intervención directa en la realización de ese hecho,
mantiene con su autor material una determinada relación que, a los ojos del legislador justifica que
se le haga responsable de las consecuencias de tal hecho, de suerte que ese tipo de responsabilidad
puede generarse por el hecho propio o por un hecho ajeno. En el caso de las aseguradoras, cuando
restringen a sus derechohabientes a la asistencia médica de los profesionistas de la red, su
responsabilidad civil deriva de su culpa in eligendo y de su culpa in vigilando por insuficiente
vigilancia; lo primero, en virtud de haber sido esa institución la que lleva a cabo su elección para
integrar la lista de los facultativos que prestan el servicio de asistencia médica a sus beneficiarios y
lo segundo, por la falta de constatación de que los especialistas autorizados cumplan con los
requisitos mínimos en la prestación de ese servicio. Por otro lado, su responsabilidad deriva también
de la restricción a que sujeta a sus derechohabientes para tener acceso a la atención médica
brindada exclusivamente por los profesionistas de la red, que lleva implícita la prohibición a sus
asegurados de acudir a otro médico que pudiera ajustarse al tabulador de la aseguradora. Así, es
precisamente la elección del médico responsable para integrar la lista de asistencia médica y la
sujeción a sus beneficiarios a dicha lista, lo que permite afirmar la corresponsabilidad de la
aseguradora con el profesionista que, materialmente, ocasionó el daño que dio lugar a la
responsabilidad civil.
CUARTO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER CIRCUITO.
Amparo directo 419/2009. Seguros Comercial América, S.A de C.V. 13 de agosto de 2009.
Unanimidad de votos. Ponente: Mauro Miguel Reyes Zapata. Secretaria: Mireya Meléndez Almaraz.”.
Si el principal fue el demandado, éste a su vez tiene derecho de repetir contra sus
dependientes según lo dispuesto en el artículo 1928 (7.171). Debe aplicarse el mismo criterio
respecto de los representantes de personas morales.
e).- Responsabilidad del Estado por hechos de sus empleados y servidores públicos.
Esto quiere decir, que no hay que acreditar dolo o culpa y puede demandarse directamente
al Estado y no necesariamente al servidor público.
“ARTÍCULO 1927.- El Estado tiene obligación de responder del pago de los daños causados
por sus empleados y servidores públicos con motivo del ejercicio de las atribuciones que les estén
encomendadas. Esta responsabilidad será objetiva y directa por la actividad administrativa irregular
conforme a la Ley de la materia y en los demás casos en términos del presente Código.”.
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TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES
Sólo responde si se actualizan los supuestos de la fracción primera del artículo 1929 (7.173),
es decir, si no lo guardaba y vigilaba con el cuidado necesario. La fracción segunda está relacionada
con el artículo 1930 (7.174) y tanto la fracción segunda como la tercera eximen de responsabilidad
al dueño del animal si hubo imprudencia del afectado, así como en el caso fortuito o fuerza mayor o
por responsabilidad de un tercero (1929-IV y 1930 -7.173-IV y 7.174-).
Salvo la fracción tercera del artículo 1932 (7.176), que es responsabilidad subjetiva, todas
las demás son responsabilidad objetiva.
Según el artículo 1933 (7.177) los jefes de familia que habiten una casa o parte de ella, son
responsables de los daños causados por las cosas que se arrojen o cayeren de la misma.
Sus elementos son el acontecimiento que causa el daño, la causación del daño y la relación
causa-efecto, entre el acontecimiento y el daño.
El artículo 1913 (7.147) tiene carácter enunciativo, más no limitativo, por su parte el artículo
1914 (7.148) señala que si no hay empleo de mecanismos, instrumentos, etcétera y sin culpa o
negligencia de ninguna de las partes, se producen daños, cada una de ellas los soportará sin derecho
a indemnización.
Debe existir una relación de causalidad entre el uso de mecanismos y el daño causado,
independientemente de que exista o no dolo o culpa. Siempre que haya dolo o culpa, hay
responsabilidad civil y debe responderse, en cambio si no hay una relación de causa-efecto, se libera
de responsabilidad.
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TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES
Así lo ha sostenido la tesis jurisprudencial número 176131, pero que además agrega
desafortunadamente la liberación de responsabilidad por caso fortuito o fuerza mayor, no obstante
lo dispuesto en la ley y la tesis aislada número 271482.
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TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES
incurrido, pues basta que el riesgo que ha creado con la venta de una sustancia peligrosa se haya
realizado con daño del actor para que surja responsabilidad.
Amparo directo 6197/58. Compañía Mexicana de Gas, S. A. 21 de abril de 1960. Unanimidad
de cuatro votos. Ponente: Manuel Rivera Silva.
Sexta Epoca, Cuarta Parte:
Volumen XX, página 203. Amparo directo 5192/57. Octavio González. 12 de febrero de 1959.
Tres votos. Disidentes: Gabriel García Rojas y José López Lira. Ponente: José Castro Estrada.
Volumen XVI, página 118. Amparo directo 2544/56. Fulgencio Antonio Díaz y coagraviados.
20 de octubre de 1958. Unanimidad de cuatro votos. Ponente: José Castro Estrada.
Volumen III, página 164. Amparo directo 6205/56. Choferes Unidos de Tampico y Ciudad
Madero, S. C. L. 25 de septiembre de 1957. Cinco votos. Ponente: Mariano Ramírez Vázquez.
Volumen II, página 166. Amparo directo 1324/56. Juan Palomares Silva. 9 de agosto de
1957. Cinco votos. Ponente: Alfonso Guzmán Neyra.
Notas:
En el Volumen XX, página 203, esta tesis aparece bajo el rubro "RESPONSABILIDAD
OBJETIVA (LEGISLACIONES DEL ESTADO DE NUEVO LEON Y DEL TERRITORIO FEDERAL).".
En el Volumen XVI, página 118, esta tesis aparece bajo el rubro "RESPONSABILIDAD
OBJETIVA, ES INDEPENDIENTE DE LA CULPABILIDAD DEL AGENTE.".
En el Volumen III, página 164, esta tesis aparece bajo el rubro "RESPONSABILIDAD
OBJETIVA (AUTOMOVILES)." y página 165 "RESPONSABILIDADES OBJETIVA Y POR ACTOS
ILICITOS COEXISTENCIA DE LAS.".
En el Volumen II, página 166, esta tesis aparece bajo el rubro "RESPONSABILIDAD
OBJETIVA. RECAE EN LOS DUEÑOS DE LOS MECANISMOS PELIGROSOS.".
El segundo párrafo del artículo 1913 (el CCEM no tiene segundo párrafo) señala que en
todos los casos el propietario de los bienes es responsable solidario. Difiero del maestro Fausto Rico
en el sentido de que debe responder aún cuando los bienes se utilicen contra su voluntad, pues en
ese supuesto el titular de dichos bienes a su vez es víctima de otro ilícito, como por ejemplo el robo,
aunado a que de una interpretación integral debe concluirse que nadie está obligado al caso fortuito
o fuerza mayor sino en los casos expresados en el artículo 2111 (7.354).
De igual manera en los supuestos de los artículos 1932 y 1933 (7.176 y 7.177), los
propietarios y jefes de familia son responsables, aunque demuestren que no incurrieron en dolo o en
culpa. Las fracciones I, II, IV y VI del artículo 1932 (7.176), prevén los mismos supuestos del artículo
1913 (7.147).
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equivalente, sin embargo, aun sin cláusula de este género que sirve solamente de precaución para
el oferente, las propuestas puras y simples deben considerarse, en la duda como "no firmes" y por
tanto revocables, en atención a lo expuesto en líneas que anteceden. Luego la negociación o trato
preliminar, constituye un documento en el que los futuros y posibles contratantes debatieron acerca
de cuál podría ser el contenido del pacto a realizar, en que se valoró la conveniencia de la operación,
además de que constituye un esquema meramente hipotético que se podrá o no convertir en contrato
si se da el consentimiento sobre cada una de sus cláusulas.
SEXTO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER CIRCUITO.
Amparo directo 2826/2004. Banco del Atlántico, S.A., Institución de Banca Múltiple,
Integrante del Grupo Financiero GBM Atlántico, S.A. de C.V. 9 de julio de 2004. Unanimidad de
votos. Ponente: María Soledad Hernández de Mosqueda. Secretario: Jorge Chong Gutiérrez.”.
“ARTICULO 1,916.- Por daño moral se entiende la afectación que una persona sufre en sus
sentimientos, afectos, creencias, decoro, honor, reputación, vida privada, configuración y aspectos
físicos, o bien en la consideración que de sí misma tienen los demás. Se presumirá que hubo daño
moral cuando se vulnere o menoscabe ilegítimamente la libertad o la integridad física o psíquica de
las personas.
Cuando un hecho u omisión ilícitos produzcan un daño moral, el responsable del mismo
tendrá la obligación de repararlo mediante una indemnización en dinero, con independencia de que
se haya causado daño material, tanto en responsabilidad contractual como extracontractual. Igual
obligación de reparar el daño moral tendrá quien incurra en responsabilidad objetiva conforme al
artículo 1913, así como el Estado y sus servidores públicos, conforme a los artículos 1927 y 1928,
todos ellos del presente Código.
La acción de reparación no es transmisible a terceros por acto entre vivos y sólo pasa a los
herederos de la víctima cuando ésta haya intentado la acción en vida.
El monto de la indemnización lo determinará el juez tomando en cuenta los derechos
lesionados, el grado de responsabilidad, la situación económica del responsable, y la de la víctima,
así como las demás circunstancias del caso.”.
“Artículo 1.- Las disposiciones de esta ley son de orden e interés público y de observancia
general en el Distrito Federal, y se inspiran en la protección de los Derechos de la Personalidad a
nivel internacional reconocidos en los términos del artículo 133 de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos.
Tiene por finalidad regular el daño al patrimonio moral derivado del abuso del derecho de la
información y de la libertad de expresión.
Tratándose de daño al patrimonio moral diverso al regulado en el párrafo que antecede, se
seguirá rigiendo por lo dispuesto en el artículo 1916 del Código Civil para el Distrito Federal.
Artículo 2.- A falta de disposición expresa de este ordenamiento, serán aplicables las del
derecho común contenidas en el Código Civil para el Distrito Federal, en todo lo que no se
contraponga al presente ordenamiento.
Artículo 3.- La presente Ley tiene por objeto garantizar los siguientes Derechos de la
Personalidad: el derecho a la vida privada, al honor y la propia imagen de las personas en el Distrito
Federal.”.
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Artículo 7.154.- Por daño moral se entiende la afectación que una persona sufre en su honor,
crédito y prestigio, vida privada y familiar, al respeto a la reproducción de su imagen y voz, en su
nombre o seudónimo o identidad personal, su presencia estética, y los afectivos derivados de la
familia, la amistad y los bienes.
Reparación del daño moral
Artículo 7.155.- La obligación de reparar el daño moral, solo será exigible si el mismo se
produce como consecuencia de un hecho ilícito extracontractual, independientemente de que se
hubiere causado daño material y de la reparación que por el mismo procediera.
De la reparación del daño y los perjuicios
Artículo 7.156.- En todo caso, quien demande la reparación del daño moral deberá acreditar
plenamente la ilicitud de la conducta del demandado y el daño que se produjo como consecuencia
inmediata y directa de tal conducta.
De conformidad a lo establecido por este ordenamiento, se consideran como hechos ilícitos
las siguientes conductas:
I. Comunicar a una o más personas, la imputación que se hace a otra de un hecho cierto o
falso, determinado o indeterminado, que cause o pueda causarle deshonra, descrédito o perjuicio, o
exponerla al desprecio de alguien.
II. Ejecutar una acción o proferir una expresión que, por su naturaleza, ocasión o
circunstancia, pueda perjudicar la reputación del agraviado, fuera de una contienda de obra o palabra
y con ánimo de ofender.
III. Imputar a otro falsamente un delito, ya sea porque el hecho es falso o inocente la persona
a quien se imputa.
IV. Las derivadas de la controversia familiar.
Ejercicio del derecho de opinión, crítica, expresión o información
Artículo 7.157.- No podrá demandarse la reparación del daño a quien:
I. Ejerza sus derechos de opinión, crítica, expresión o información, en términos de lo
dispuesto por los artículos 6 y 7 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Cuando aquélla se haya hecho a un funcionario o persona que haya obrado con carácter
público, si la imputación fuere relativa al ejercicio de sus funciones o cuando el demandado obre por
motivo de interés público o privado, pero legitimo.
II. En el contexto de un proceso contencioso, presente escrito o discurso, con las salvedades
de las responsabilidades que de acuerdo con otras disposiciones legales puedan acreditarse.
III. Goce de fuero constitucional.
IV. En caso de simulación de juicio.
La acción de reparación no es transmisible
Artículo 7.158.- La acción de reparación no es transmisible a terceros por acto entre vivos y
sólo pasa a los herederos de la víctima cuando ésta la haya intentado en vida.
Monto de la indemnización del daño moral
Artículo 7.159.- El monto de la indemnización por daño moral lo determinará el Juez,
tomando en cuenta la afectación producida, el grado de responsabilidad, la situación económica del
responsable y la de la víctima, así como las demás circunstancias del caso.
Publicación de la sentencia
Artículo 7.160.- Cuando el daño moral haya afectado a la víctima, en su decoro, honor,
crédito, prestigio, reputación o consideración, el Juez ordenará, a petición de ésta y con cargo al
responsable, la publicación de un extracto de la sentencia, que refleje adecuadamente la naturaleza
y alcance de la misma, a través de los medios informativos que considere convenientes.”.
El artículo 2108 (7.347) señala que daño es la pérdida o menoscabo en el patrimonio, por la
falta de cumplimiento de la obligación y el 2109 (7.348) dice que se reputa perjuicio la privación de
cualquiera ganancia lícita que debiera haberse obtenido con el cumplimiento de la obligación.
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Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES
El daño puede ser patrimonial y que es al que se refieren los artículos 2108 y 2109 (7.347 y
7.348), y recae sobre bienes de la víctima, puede ser corporal y también daño moral, estos dos
últimos son de carácter extrapatrimonial.
La diferencia entre pena pecuniaria y acción indemnizatoria es que la primera se fija sin
consideración al daño patrimonial de la víctima y en la segunda los daños y perjuicios se determinan
según dicho daño patrimonial. 31
La consecuencia es reparar el daño en los términos del primer párrafo del artículo 1915
(7.149 a 7.153), y puede ser reparación restitutoria consistente en el restablecimiento de la situación
anterior, o bien, puede ser reparación indemnizatoria que consiste en el pago de daños y perjuicios.
“De conformidad -escribe el Doctor Domínguez Martínez- con el primer párrafo del artículo
1915 del código, “la reparación del daño puede consistir a elección del ofendido en el
restablecimiento de la situación anterior, cuando ello sea posible, o en el pago de daños y perjuicios.”.
La disposición nos invita a las consideraciones siguientes:
Primera. Como puede observarse, las consecuencias generadas por causarse a alguien un
daño, son el derecho a su reparación a la cual se llega, bien por restablecer la situación a como era
antes del daño, o bien por el pago de los daños y perjuicios correspondientes. Doctrinalmente al
restablecimiento de las cosas al estado anterior puede denominársele reparación restitutoria; si por
su parte se trata del pago de daños y perjuicios, entonces se les etiqueta como reparación
indemnizatoria.
Segunda. En su origen, el precepto, fue de un solo párrafo, no contenía la opción actual a
favor de la víctima entre el restablecimiento de la situación o el indemnizatorio; señalaba que el
lesionado debía exigir primero esa vuelta a lo anterior, y solo de no ser ello posible, entonces
reclamar el pago de daños y perjuicios. En 1940 se adicionó con otros párrafos ajenos por ahora a
lo nuestro (para comentarse después cuando el daño corporal), y en 1975 se reformó ese resultante
primer párrafo para quedar como aparece al inicio de este inciso.
Tercera. Así las cosas, la víctima de un daño material tiene de entrada la opción entre el
restablecimiento anunciado y su indemnización, y por razón natural, esta únicamente podrá
demandarse cuando no fuere posible el restablecimiento a la situación anterior como si el daño no
hubiera existido. Esa vuelta a la situación anterior no requiere de cuantificación trascendente;
simplemente quien causó el daño asume el pago de todo lo necesario de erogarse para alcanzarla.
En cambio, el monto de los daños y perjuicios sí debe ser cuantificado.
Cuarta. Por la característica distintiva del daño material, consistente en permitir ser
observada con toda objetividad la estimación de sus alcances económicos, es considerablemente
más accesible en comparación con los otros dos tipos de daño. Si es posible la vuelta, la
cuantificación del daño será el monto de la restauración del bien dañado, que corresponderá al
mismo tiempo a la diferencia habida entre el valor de dicho bien antes del daño y el valor de menos
ya con el daño. El valor disminuyó a consecuencia del daño sufrido, y precisamente en ello se traduce
su reparación.”32.
El daño debe ser consecuencia de la conducta ilícita (2110 -7.349-). ¿Hasta dónde alcanza
el principio de inmediatez entre la conducta y daño. El artículo 1910 (7.145) sólo se refiere a daño,
sin embargo, considero con la doctrina que debe entenderse referido a ambos (2108 y 2109 (7.347
y 7.348).
Conforme al artículo 2110 (7.349), los daños y perjuicios deben ser consecuencia inmediata
y directa de la falta de cumplimiento de la obligación, ya sea que se hayan causado o que
necesariamente deban causarse. Esto es aplicable tanto al daño material o patrimonial como al daño
corporal y daño moral.
31
FAUSTO RICO. TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES. pp. 393-394.
32
DOMÍNGUEZ MARTÍNEZ, op cit. pp. 384-385.
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Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES
Hay dos teorías predominantes que explican esa consecuencia directa, la primera es la
teoría de la equivalencia y la otra es la teoría de la causalidad adecuada, que desde mi punto de
vista es la aplicable ya que explica de mejor manera la adecuada conexión entre la causa y el efecto,
es decir, conforme a esta teoría, el daño generado por una causa remota o que fue antecedente de
la causa inmediata, no puede ser atribuido a dicha causa remota, pues todo tienen una causa y toda
causa tiene un efecto, y que es precisamente la responsabilidad.
33
Op cit. pp. 396-397.
34
Op cit. PP. 398-399.
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TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES
La acción indemnizatoria prescribe a los dos años (1934 -7.178-) y es compatible con la
fracción IV e incompatible con la fracción V, ambas del artículo 1161 del CCCMX, pues esta última
la hace correr a partir de que se verificaron los actos y no a partir de que se conocieron los hechos.
La SCJN en la tesis de Jurisprudencia número 160583 señala que es a partir de que se tuvo
conocimiento del ilícito.
“ARTICULO 1,915.- La reparación del daño debe consistir a elección del ofendido, en el
restablecimiento de la situación anterior, cuando ello sea posible, o en el pago de daños y perjuicios.
Cuando el daño se cause a las personas y produzca la muerte, incapacidad total
permanente, parcial permanente, total temporal o parcial temporal, el grado de la reparación se
determinará atendiendo a lo dispuesto por la Ley Federal del Trabajo. Para calcular la indemnización
que corresponda se tomará como base el cuádruplo del salario mínimo diario más alto que esté en
vigor en el Distrito Federal y se extenderá al número de días que, para cada una de las incapacidades
mencionadas, señala la Ley Federal del Trabajo. En caso de muerte la indemnización corresponderá
a los herederos de la víctima.
Los créditos por indemnización cuando la víctima fuere un asalariado son intransferibles y
se cubrirán preferentemente en una sola exhibición, salvo convenio entre las partes.
Las anteriores disposiciones se observarán en el caso del artículo 2647 de este Código.”.
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TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES
Todo hecho ilícito, es decir, el contrario a las leyes de orden público o las buenas costumbres,
tiene como consecuencia la responsabilidad civil, en cambio, el ilícito civil no tendrá necesariamente
responsabilidad desde otro ámbito material de validez (Registro 803616).
Las responsabilidades son independientes entre sí, así las excluyentes de responsabilidad
civil, no necesariamente excluyen la responsabilidad penal o administrativa por ejemplo.
Según el artículo 17 de la CPEUM, nadie puede ser aprisionado por deudas de carácter
puramente civil, y es lo que se conoce como el principio de última ratio, lo que es concordante con
el artículo 14 constitucional que para efectos de interpretación distingue a cualesquier materia del
Derecho Penal, con excepción del fiscal.
Mientras que el ilícito civil puede ubicarse por analogía el penal no, pero este debe ser
tipificado y culpable, circunstancias que no necesariamente se actualizan en el civil.
Si alguien toma algo para verlo y se lo lleva sin querer, será un ilícito civil y no penal (772 -
5.19-).
La SCJN distingue entre dolo civil y dolo penal en la tesis jurisprudencial número 195576.
35
Op cit. p. 401.
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TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES
El hecho ilícito penal y el hecho ilícito civil son independientes, pero la indemnización pueden
confluir o coexistir sin conflicto alguno (30, 37 y 42 a 52 del CPCMX; 22, 23, 24 a 38 CPEM ; 24, 29
y 30 a 39 del CPF).
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TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES
PROCESO, SALVO LAS EXCEPCIONES QUE LA LEY PREVÉ (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE
PUEBLA).
De un análisis histórico-legislativo y sistemático de los artículos 20, apartado B, fracción IV,
de la Constitución General de la República; 37, 50 bis, 51 y 51 bis del Código de Defensa Social;
393 del Código de Procedimientos en Materia de Defensa Social, así como de los numerales 853 al
874 del Código de Procedimientos Civiles, todos para el Estado de Puebla, se aprecia que por la
comisión de un delito se causan daños a la víctima u ofendido por éste; que dichos daños pueden
ser reclamados ante el Juez en el procedimiento penal de dos formas diversas, de acuerdo al sujeto
a quien se le reclama dicha reparación: a) al inculpado, durante la sustanciación del procedimiento,
por ser reconocida (la reparación del daño) como pena pública, al ser parte de la sanción pecuniaria
de la que debe resolver el Juez del proceso al momento de dictar sentencia, y b) a persona diversa
del inculpado en vía incidental, de conformidad con el artículo 50 bis de la ley sustantiva de la materia,
y con el procedimiento señalado en el citado artículo 393 del Código de Procedimientos en Materia
de Defensa Social, en consecuencia, el incidente de responsabilidad civil proveniente de delito,
solicitado por la víctima u ofendido para reclamar la reparación del daño al inculpado es
improcedente, dado que ésta debe reclamarse en la sustanciación del procedimiento penal, pedirse
por el Ministerio Público, y resolverse por el Juez del proceso al momento de pronunciarse respecto
de la pena pecuniaria, específicamente en la reparación del daño; asimismo, porque de manera
excepcional dicha reparación, puede reclamarse al responsable del delito ante un Juez Civil en la
vía sumaria, mediante juicio de responsabilidad civil proveniente de un hecho ilícito, en los siguientes
casos: a) cuando el Ministerio Público no haya ejercitado acción penal; b) cuando habiéndose
ejercitado acción penal el Ministerio Público se desista de ella, o no se hubiera logrado la
aprehensión del acusado; c) cuando el proceso se suspenda por fuga del procesado o incapacidad
de éste; o d) si la acción penal se extingue por una causa que no afecte o extinga la responsabilidad
civil.
PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA PENAL DEL SEXTO CIRCUITO.
Amparo en revisión 23/2005. 10 de febrero de 2005. Unanimidad de votos. Ponente: José
Manuel Vélez Barajas. Secretaria: Marcela Aguilar Loranca.”.
A.- La objetiva que señala que se abusa del derecho, si se transgrede o se rebasa el límite
del derecho.
Planiol y Bonnecase señalan que el ejercicio de los derechos más allá de sus límites no es
abuso del derecho, sino un hecho ilícito.
B.- La teoría subjetiva que sigue nuestro Código basado en el BGB alemán, considera que
existe abuso del derecho si se ejerce con el único propósito de causar un daño y sin utilidad para su
titular.
C.- El maestro Rojina Villegas enseña que la teoría funcional que siguen los Códigos Civiles
Suizo y ruso, consiste en el abuso del derecho si se ejerce sin ninguna utilidad social,
independientemente de que exista daño y utilidad.
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TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES
Artículos 1912, 16 y 840 (7.146, 1.13 y 5.69), los dos últimos son disposiciones especiales y
desde mi punto de vista no deben satisfacer los requisitos mencionados.
TÍTULO TERCERO
SECCIÓN PRIMERA
I.- Generalidades.
Modalidad.
“En sentido filosófico modo es aquella forma variable y determinada que puede recibir o no
un ser, sin que por recibirla se cambie o destruya su esencia. De donde modalidad es el modo de
ser o manifestarse una cosa o un acto humano o de la naturaleza. Aplicando este concepto a nuestra
disciplina, entendemos por modalidad de las obligaciones a la forma variable y determinada que la
voluntad del hombre o las fuerzas de la naturaleza pueden imprimir a la manera de perfeccionarse o
extinguirse aquéllas sin alterar su esencia jurídica. Las manifestaciones jurídicas, como todas
aquellas que se originan de actos humanos, se ejercen en el tiempo y éste tiene, como sabemos,
una importancia muy especial en la realizabilidad (así) de la norma. De ahí que, cuando estudiamos
las obligaciones, surja el problema de si la perfección del acto que genera la relación se efectúa por
la sola concurrencia de sus elementos esenciales, sin depender para nada de acontecimientos o
eventualidades futuras y ni siquiera de una fecha cierta, o si dicha perfección depende de esas
condiciones, condiciones que a la vez pueden ser determinantes de la caducidad de la obligación.
En la vida jurídica vemos que los dos supuestos pueden producirse: perfección por la sola
concurrencia de los elementos esenciales de la obligación, y perfección supeditada a dichas
condiciones.”36.
36
MUÑOZ, Luis. COMENTARIOS AL CÓDIGO CIVIL PARA EL DISTRITO Y TERRITORIOS FEDERALES DE 30 DE
AGOSTO DE 1928. p. 431. Ediciones Lex. México. 1946.
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TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES
Deben distinguirse las modalidades del negocio jurídico como lo son la condición, el término
o plazo y el modo o carga, de las modalidades de la obligación que atienden a elementos subjetivos,
como lo son la pluralidad de sujetos (mancomunidad y solidaridad) y a elementos objetivos
(obligaciones divisibles, indivisibles, conjuntivas y alternativas, de dar, hacer y no hacer).
II.- La condición.
Por su parte, el maestro Manuel Borja Martínez afirma, siguiendo al maestro de Nápoles,
Cariota Ferrara, que “los efectos del acto o negocio jurídico son precisamente producir derechos y
obligaciones, por lo que si se afirma que un determinado negocio existe pero no produce sus efectos,
equivale a decir que los derechos y las obligaciones que puedan nacer de dicho negocio están aún
en suspenso, no han nacido”. (Estudios jurídicos en Homenaje a Manuel Borja Soriano. P. 214).
Asimismo, el jurista Manuel Albadalejo, escribe que “se dice, por brevedad, que el negocio
es condicional, pero realmente no es el negocio, sino la producción de sus efectos la que se halla
sub condicione”. (Citado por Borja Martínez. P. 217. ob cit.).
La condición debe ser un acontecimiento futuro e incierto, ya que si se trata de hecho pasado,
la incertidumbre es un elemento subjetivo consistente en si las partes conocen o no el suceso (que
no acontecimiento). En atención a lo anterior, se rompe con la tradicional definición de la condición
de ser acontecimiento incierto, ya que el mismo debe ser futuro pues puede o no existir, más no
puede existir y desconocerse por las partes, ya que en este caso estamos en presencia de un suceso
pasado ya existente, el cual ya no es posible modificar, es más, es imposible que el deudor evite que
el suceso se lleve a cabo, ya está consumado.
El Código Civil de 1884, dice en su artículo 1330 que “También puede constituirse obligación
condicional, haciéndola depender de un hecho pasado, pero desconocido de las partes”.
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TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES
Asimismo, el artículo 1498 dice: “La disposición testamentaria que contenga condición de
suceso pasado o presente desconocidos, no caduca aunque la noticia del hecho se adquiera
después de la muerte del heredero o legatario, cuyos derechos se transmiten a sus respectivos
herederos.” (6.118 CCEM).
Nuestro Código Civil de 1928, se refiere a la obligación condicional desde el punto de vista
de la obligación condicionada, sin considerar la causa eficiente de la obligación, es decir, el negocio
jurídico.
El Código Civil Alemán (BGB), establece en su artículo 158 que “Cuando el acto jurídico ha
sido consumado bajo una condición suspensiva, la eficacia de este acto… se realiza al mismo tiempo
que la condición.
b).- El efecto del negocio jurídico, el cual ya nació y sólo está pendiente la obligación (efecto).
c).- La exigibilidad de las obligaciones, las cuales ya nacieron y sólo está pendiente su
exigibilidad.
A ese respecto nos remitimos a las conclusiones del maestro Borja Martínez en la obra citada
en Estudios Jurídicos en Homenaje a Manuel Borja Soriano, p. 251, transcribiendo las conclusiones
siguientes:
“Si enfocamos la solución a través del negocio jurídico, debemos afirmar que éste existe,
aun cuando no produce de momento sus efectos propios, brevemente, no es eficaz.
Si se analiza la cuestión desde el punto de vista de la obligación –que es el efecto del negocio
jurídico- debe afirmarse que ésta no existe de manera perfecta, sino hasta que se realiza la
condición.
Borja Soriano, planteándose el problema desde el ángulo de la obligación, sostiene en
consecuencia y con absoluta razón, que ésta no nace de manera perfecta sino hasta que la condición
se cumple.
Del negocio jurídico condicionado nace un derecho eventual, tal y como lo enseña Borja
Soriano, y para proteger este derecho eventual, tal cual surgen derechos y obligaciones, puras y
simples, pero de contenido diverso al de la obligación condicionada, derechos autónomos que
encuentran su fuente en el negocio jurídico ya existente.”.
Por su parte, el maestro Manuel Albadalejo, sostiene que “Mientras que la condición está
pendiente los efectos del negocio no se producen, si es suspensiva… Cuando la condición se cumple
se producen los efectos del negocio, si era suspensiva… Incumplida la condición dichos efectos
definitivamente, no se producirán, si era suspensiva…” (citado por Borja Martínez. Estudios… p.
228).
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Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES
Así podemos entender que en la condición suspensiva, no importa si se cree que hay una
expectativa de derecho, un germen de derecho (Colin y Capitant), o cualquier otra cosa, ya que como
lo planteamos, la condición tiene como característica que tiene efectos retroactivos, no así en el
término o plazo, como veremos más adelante.
El Doctor Domínguez Martínez dice: “Consideramos por nuestra parte que no es ni puede
ser la mera exigibilidad de la obligación como efecto del negocio, aquello cuyo nacimiento sea lo
mantenido en suspenso por la presencia de una condición suspensiva, pues ello implicaría una serie
de obligaciones inexigibles por la no realización del acontecimiento en el que la condición consiste,
lo que traería como consecuencia enriquecimientos sin justificación alguna. Lo suspendido es en
realidad el nacimiento mismo de la obligación, pero que cuando éste tiene lugar, sus efectos, como
veremos inmediatamente después, se retrotraen hasta la fecha de celebración del negocio; por eso
la protección de las situaciones de quienes intervienen en la relación, mientras la condición no se
realiza.”. (Derecho Civil. P. 681).
Los maestros Hans Kelsen y Gutiérrez y González, manifiestan que la obligación ya nació.
El primero pone un ejemplo de mutuo a pagar en un año y el segundo argumenta la redacción del
artículo 1939 del Código Civil, en concordancia con los artículos 1942 y 1948.
Creo que lo expuesto líneas arriba son argumentos suficientes para sostener que no nace la
obligación toda vez que aunque se tiene una expectativa de derecho (Borja Martínez dice que tiene
el mismo valor pecuniario que la obligación condicional), los efectos se retrotraen a la fecha del
nacimiento del negocio, o bien, a fecha diferente (1941).
Cumplida la condición, nace la obligación y su exigibilidad, así una vez cumplida la condición
puede ser que el mismo deudor incumpla con la obligación. Por eso hay que distinguir, que una cosa
es el hecho jurídico (como acontecimiento futuro e incierto), de cuya realización depende la
obligación, del cumplimiento de la obligación misma.
En la condición resolutoria los efectos del negocio nacen como si se tratara de una obligación
pura y simple, y cumplida la condición, vuelven las cosas al estado que tenían, como si no hubiere
obligación.
Un caso que merece especial atención es la “conditio juris”, establecida en los artículos 22 y
337 del CCCMX y 2.1 CCEM, que dicen:
“Artículo 22.- La capacidad jurídica de las personas físicas se adquiere por el nacimiento y
se pierde por la muerte; pero desde el momento en que un individuo es concebido, entra bajo la
protección de la ley y se le tiene por nacido para los efectos declarados en el presente Código.
Artículo 337.- Para los efectos legales, sólo se tendrá por nacido al que, desprendido
enteramente del seno materno, vive veinticuatro horas o es presentado vivo ante el Juez del Registro
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Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES
Civil. Faltando algunas de estas circunstancias, no se podrá interponer demanda sobre la paternidad
o maternidad.
2.1.- Persona física es el ser humano desde que nace y es viable, hasta que muere; a quien
se le atribuye capacidad de goce y de ejercicio; y que desde que es concebido se le tiene por persona
para los efectos declarados por la ley.
Es viable el ser humano que ha vivido veinticuatro horas posteriores a su nacimiento o es
presentado vivo ante el Oficial del Registro Civil.”.
Así bien, en una donación a un concebido, la misma está sujeta a una condición resolutoria
negativa, pues surte sus efectos provisionalmente y toda vez que se tenga la certeza de que la
condición resolutoria negativa consistente en que no nazca vivo y viable, no se producirá, los efectos
serán definitivos, perennes.
Se trata de una condición resolutoria negativa, como lo resuelven el Doctor Jorge Alfredo
Domínguez Martínez y el maestro Rafael Rojina Villegas.
Podría considerarse condición suspensiva si conforme a los artículos 1941 y 7.182, los
efectos se retrotraen al momento de la celebración del negocio jurídico por la voluntad o por la ley,
pero estando pendiente la condición, el bien (objeto indirecto) puede perderse o deteriorarse (1948
y 7.189), o incluso mejorarse con o sin culpa del deudor o por caso fortuito o fuerza mayor. En el
ejemplo el deudor es el donante.
La distinción se señala por sus efectos. Por ejemplo, Te vendo mi casa si pavimentan en
mayo. Es evidente que si se cumple la condición la compraventa es perfecta y los efectos de la
condición suspensiva comienzan a correr desde la fecha de la celebración del negocio jurídico o en
fecha posterior por voluntad de las partes. De la misma redacción del contenido de la obligación se
desprende que se trata de una condición suspensiva.
En cambio si digo: Te dono mi casa, en tanto estés enferma, sujeto a la condición resolutoria
de que sanes. Si se cumple la condición, se destruyen los efectos como si no hubiera donación.
Sin embargo, los efectos provisionales pudieron haber surtido otros efectos.
Como ya dije, hay efectos que por su propia naturaleza no se pueden destruir, como es el
caso del usufructo y del arrendamiento.
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Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES
En este caso, como lo establecen los artículos 1941 y 7.182, la retrotracción por disposición
de la ley se refiere a la fecha del cumplimiento de la condición, sin embargo, es condición resolutoria,
ya que la destrucción retroactiva no depende de la naturaleza de la obligación, sino de una
imposibilidad jurídica y material. La imposibilidad jurídica es en cuanto a la retroactividad, no en
cuanto a la condición, ya que como se verá más adelante, las condiciones imposibles jurídica o
materialmente son nulas.
Nótese que el artículo 1334, hace depender la condición de la voluntad de cualquiera de las
partes, sin distingo. Por su parte el artículo 1944 (7.185), interpretado o leído a contrario sensu,
permite que la condición puramente potestativa que depende del acreedor es válida.
La voluntad debe ser del acreedor, interpretando a contrario sensu y por analogía el artículo
1944 del Código de 28 (7.185).
Para los maestros Flores Barroeta, Borja Soriano y Rojina Villegas, las condiciones
potestativas pueden ser puramente potestativas y simplemente potestativas. Las primeras son las
que dependen exclusivamente de la voluntad de una de las partes. Las segundas, dependen de la
voluntad de una de las partes y de una realización exterior incierta (acontecimiento natural o voluntad
de un tercero).
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Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES
“Son condiciones positivas -señala TAPIA RAMÍREZ- las que consisten en tomar la decisión
de realizar un hecho; por ejemplo, que cantes, que pintes, que juegues, etcétera. Son condiciones
negativas las que consisten en actitud de omisión o falta de realización del acontecimiento; por
ejemplo, que no realices el viaje, que no se case tal persona, etcétera. Esta clasificación, para la
mayoría de los estudiosos, resulta ociosa e inútil, puesto que en realidad la misma condición se
puede expresar de acuerdo con el lenguaje tanto en forma positiva como negativa, según la
redacción que se le dé a la cláusula condicional; por ejemplo, si contraigo matrimonio es igual que si
no me quedo soltero; si tengo dinero suficiente es igual que si no estoy pobre; si viajo a París es
igual si no dejo de ir a París; si soy estudioso y tranquilo es igual que no soy un holgazán y no un
destrampado o reventado, etcétera. En estos ejemplos se manifiesta que pueden ser las condiciones
positivas o negativas y, sin embargo, el hecho que constituye la condición es la misma en ambos
aspectos.”37.
Ver artículos 8, 10, 1827, 1828, 1830 y 2225 del CCCMX y 1.5, 1.7, 7.68, 7.69, 7.71 y 7.11
del CCEM.
El artículo 1943 en su último párrafo dice que las condiciones imposibles de no hacer, se
tienen por no puestas. Ejemplo, Te vendo mi casa si no vas al sol.
Los dos párrafos del artículo citado (igual el 7.184) se diferencian en que en el primero la
obligación se anula, pues es claro que la voluntad del deudor es la de no obligarse y aún queriendo
obligarse cuando se trata de condiciones ilícitas, la ley reprueba esas obligaciones.
Las condiciones plantean diversos efectos, según esté pendiente su cumplimiento, o bien ya
se cumplieron, y cuando se tiene la certeza de que la condición no se cumplirá.
“En tanto que la condición no se cumpla, el deudor debe abstenerse de todo acto que impida
que la obligación pueda cumplirse en su oportunidad.
El acreedor puede, antes de que la condición se cumpla, ejercitar todos los actos
conservatorios de su derecho.”.
37
DOMÍNGUEZ Martínez. Obligaciones Civiles. P. 436.
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TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES
Por su parte el artículo 1945 (7.186) establece que se tendrá por cumplida la condición
cuando el obligado impidiese voluntariamente su cumplimiento.
Si la condición suspensiva se ha cumplido, entonces las reglas a aplicar son las del artículo
2017 -7.262- (artículos 2014, 2015, 2017 y 2018 - 7.259, 7.260, 7.262 y 7.263 -).
En este supuesto hay que determinar si la cosa es determinada o determinable, si hay pacto
de posesión, uso o goce.
Si la condición es resolutoria, la obligación surte sus efectos como una obligación pura y
simple.
Cumplida la condición resolutoria se retrotraen los efectos, volviendo las cosas al estado que
tenían, como si la obligación no hubiere existido.
Para determinar la teoría de los riesgos en la condición resolutoria, hay que atender al
artículo 2017 -7.262- (artículos 2014, 2015, 2017 y 2018 - 7.259, 7.260, 7.262 y 7.263 -).
Si es resolutoria, la obligación se transforma en pura y simple, de tal manera que los efectos
realizados, quedan ya consumados y para lo futuro la obligación seguirá surtiendo sus efectos como
si fuera pura y simple, puesto que la condición que pudo haberla extinguido, ya no se realizará.
La no realización de la condición tiene un efecto muy sencillo: impide que la obligación nazca
(Rojina Villegas op. Cit. P. 676).
III.- Término.
Para algunos tratadistas (Domínguez Martínez), el plazo es lo mismo que el término, el cual
es el acontecimiento de realización siempre cierta, depende la exigibilidad o la extinción de los
efectos del negocio (Derecho Civil. P. 686).
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Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES
Un ejemplo del primero es te daré cien pesos el día 31 de diciembre del año en curso.
Un ejemplo de término extintivo es, te doy en comodato mi coche hasta el día último de
diciembre de este año.
Así tenemos el término incierto, que es aquél que necesariamente ha de llegar, pero se
ignora cuando. El término cierto es aquél que se ha especificado concretamente.
El término expreso es aquél en que se señala fecha precisa en que ha de llegar, el tácito, es
el que se deriva de la naturaleza del negocio.
El término legal es el señalado por la ley (2080 y 7.322 y 7.323). El término judicial, por otro
lado, es el que se conoce como término de gracia y es el fijado por el Juez. En materia mercantil no
hay término de gracia (84 del Código de Comercio).
Para Planiol y Ripert, también existe el término a distancia, a que se refieren los artículos
1806 y 7.46 de los respectivos Códigos Civiles y 134 y 1.154 de los respectivos Códigos Adjetivos.
Las obligaciones a plazo o término se contarán por la manera prevenida en el artículo 1956
del Código Civil. (7.193)
Hay que leer los artículos 1175 y 1176 de Código de Comercio, 181 de la LGTOC, y 129
(1.149 y 1.159) del CPC.
Los efectos del término suspensivo, es que no nace la exigibilidad de la obligación y no corre
el plazo para la prescripción. Por lo tanto no se puede exigir el pago y en caso de que el deudor
pague anticipadamente, ignorando el plazo, no tendrá derecho a repetir, sino a reclamar al acreedor
los intereses o frutos que éste hubiere percibido del bien (1957 y 7.194).
Toda vez llegado el término, el negocio produce sus efectos plenos y el deudor debe cumplir
la obligación.
Por lo que se refiere al término final o extintivo, si éste está pendiente, el negocio surte sus
efectos, los cuales se extinguen con la llegada del término. La extinción es para lo futuro, no se
retrotraen los efectos alcanzados.
El término o plazo se presume a favor del deudor, salvo pacto de las partes, o las
circunstancias del negocio (1958 y 7.195). De allí que el deudor puede pagar anticipadamente su
obligación.
Sin embargo, el beneficio del plazo a favor del deudor, puede perderse, en los casos del
artículo 1959 (7.196).
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Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES
El modo o carga, es la liberalidad que el autor de un negocio jurídico, o bien, una de las
partes del negocio, impone al beneficiario de la liberalidad.
b.- Sólo en negocios que importan una liberalidad (aquí estriba su diferencia con la
estipulación a favor de tercero). Además, la estipulación siempre es a favor de tercero, la carga
puede ser a favor del autor de la liberalidad o de un tercero.
SECCIÓN SEGUNDA
Son aquéllas que tienen dos o más objetos, pues el artículo 1961 (7.199) señala que el que
se ha obligado a diversas cosas o hechos, conjuntamente, debe dar todas las primeras y prestar
todos los segundos.
Estas obligaciones pueden ser de dar, hacer, no hacer o dejar de hacer, o bien,
combinaciones de estas.
La finalidad es que cada bien, hecho o abstención, sean parte de una obligación individual,
aunque todas emanen de un negocio jurídico.
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Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES
Si indebidamente se prestaron todas las obligaciones alternativas, sin distinguir que se trate
de buena fe o de mala fe, corresponderá elegir la devolución al que originalmente le correspondía la
elección.
La ley no dice nada al respecto, por lo que siguiendo al maestro Fausto Rico y coautores
(pág. 500), considero aplicable el artículo 1425 del CCCMX.
La elección no producirá efecto, sino hasta que sea notificada por el titular de la elección
(1964 y 7.202). Si la elección es del deudor, deberá notificarse al acreedor, si es de éste, al deudor,
si es de un tercero, a ambos, y si depende de un acontecimiento, creo que de igual manera deben
estar notificados tanto deudor como acreedor.
Si sólo una prestación u objeto fuere posible, el deudor perderá el derecho de elección (1965
y 7.203).
Considero que este artículo se refiere tanto a prestaciones que no fueren posibles desde el
nacimiento de la obligación alternativa, como para el caso de que una de las prestaciones se hiciere
imposible con posterioridad.
Son aplicables los artículos 1978, 1983, 2027 y 2028 (7.216, 7.221, 7.272 y 7.273).
El deudor tiene la posibilidad de cumplir con obligaciones prestando una u otra obligación en
casos determinados en la ley como pueden ser los supuestos del pago de alimentos o integrar al
acreedor alimentista a la familia (309), en los casos de legados alternativos (1421, 1422, 1423, 1456
y 1457).
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Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES
Son aquéllas en que el deudor se obliga respecto de un objeto (in obligatione), pero puede
liberarse con otra prestación (in facultate solutionis).
No está regulada en el Código, pero se distingue de las alternativas en que en las facultativas
sólo puede exigirse el objeto in obligatione, si el objeto in obligatione es imposible, no hay obligación,
aunque la in facultate solutionis, sea posible y lícita. Si se pierde el objeto de la obligación facultativa,
se extingue la obligación, no así en las alternativas.
En el Estado de México el artículo 7.198 dice: “Cuando el deudor debe una prestación única,
pero con la posibilidad de liberarse cumpliendo otra distinta, la obligación es facultativa.”.
SECCIÓN SEGUNDA
I.- GENERALIDADES.
“La simple mancomunidad de deudores o de acreedores no hace que cada uno de los
primeros deba cumplir íntegramente la obligación, ni da derecho a cada uno de los segundos para
exigir el total cumplimiento de la misma. En este caso el crédito o la deuda se consideran divididos
en tantas partes como deudores o acreedores haya y cada parte constituye una deuda o un crédito
distintos unos de otros.”.
No obstante que la parte final indique que se trata de deudas o créditos, distintos, son
simplemente mancomunadas por devenir de la misma relación jurídica, además que para efectos de
distinguirla de la solidaridad, señala: “…En este caso el crédito o la deuda se consideran divididos
en tantas partes…”.
En la simple mancomunidad las partes se presumen iguales a no ser que se pacte otra cosa
o que la ley disponga lo contrario (1986 y 7.224).
La simple mancomunidad desigual por la ley se prevé en los supuestos de los artículos 1411
y 1998 del CCCMX (7.239 -el artículo 1411 no tiene similar en el CCEM), que dicen:
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Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES
salvo que la obligación sea indivisible; pero todos los coherederos serán considerados como un solo
deudor solidario, con relación a los otros deudores.”.
III.- SOLIDARIDAD.
A).- Concepto.
B).- Fuentes.
Así pues, la ley no autoriza el consentimiento tácito a que se refiere el 1803 (7.43), pero
tampoco impone formulismos ni que conste expresamente la palabra solidaridad, de tal suerte que
si en un contrato se dice que debe pagar o se le puede exigir el pago total a cualesquiera de los
deudores, entonces queda clara la intención de que la obligación se constituya como solidaria.
También ver tesis aislada respecto a la conjunción y/o. Número de registro 165841.
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Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES
Si no se pactó la solidaridad entonces hay mancomunidad, por tanto el deudor no sólo puede,
sino que debe pagar a cada acreedor mancomunado su parte y el acreedor sólo puede y debe exigir
la parte que le corresponde al deudor mancomunado.
El pago hecho a uno de los acreedores, extingue la obligación solidaria (1990 y 7.230 -quita
la palabra totalmente que está en el 1990), pero hace exigible una obligación subyacente entre
deudores o entre acreedores.
El incumplimiento de uno de los deudores, sujeta a resarcir daños y perjuicios a los demás
(2002 y 7.246).
Cualesquier acreedor puede exigir el pago total o parcial, en este último caso, el acreedor o
los demás acreedores pueden exigir la diferencia a los demás deudores en cualquier tiempo. Lo
mismo si uno de los deudores es insolvente (1989 y 7.227 a 7.229).
El deudor se libera pagando a cualesquiera de los acreedores solidarios, a menos que uno
de ellos haya requerido el pago judicialmente, caso en el cual debe pagar al demandante (1994 y
7.234).
Si fallece uno de los acreedores solidarios y deja dos o más herederos y la deuda no se
cobró por el albacea, cada coheredero será acreedor simplemente mancomunado respecto de su
haber hereditario y no podrá exigir la totalidad de la deuda (1993 y 7.233).
Existe una aparente contradicción entre lo dispuesto en el artículo 1989 (7.227 a 7.229) y el
artículo 422 del CPCCMX (1.208). Dicha contradicción la corte la resuelve considerando aplicable el
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Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES
CCCMX y no el procesal (registro 201464), sin embargo, considero que sólo es válido el principio de
la relatividad de la sentencia.
El suscrito agrego que no hay cosa juzgada en el caso de insolvencia y por lo tanto no existe
contradicción, pues la sentencia que declara insolvente al deudor solidario, no lo absuelve del
cumplimiento de la obligación, supuesto en el cual se actualizaría la excepción de cosa juzgada.
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Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES
el total de la deuda, menos la parte que se renuncia. Asimismo, dicha deducción sólo opera en el
caso de que el deudor beneficiado con la renuncia, no haya pagado su parte, pues el caso contrario,
trae como consecuencia que a cualesquier deudor pueda exigirse el cumplimiento total de la deuda.
La renuncia hace a la obligación simplemente mancomunada, la remisión la extingue.
Sólo puede interponer las que deriven de la naturaleza de la obligación o las que le sean
personales (1995 y 7.235).
Si la cosa perece o el hecho se hace imposible sin culpa de los deudores, se extingue la
obligación (1997 y 7.237).
Desde luego, el hecho debe ser imposible para todos los deudores solidarios.
Si media culpa de los deudores, los culpables responden del cumplimiento de la obligación
y del pago de daños y perjuicios, teniendo los no culpables acción contra los culpables (1997 in fine
y 2002 -7.238 y 7.246-).
Recibido el pago, debe repartirlo entre los demás acreedores, en la proporción que les
corresponda (1992 y 7.232).
Si el acreedor hubiere hecho quita o remisión, responde frente a los demás acreedores (1992
y 7.232).
Dispone el artículo 1999 (7.240 a 7.243) que el deudor que paga por entero, tiene a su vez
derechos sobre los demás deudores, que lo serán mancomunados y por partes iguales salvo pacto
en contrario, subrogándose en los derechos del acreedor. Lo último contradice lo dispuesto por el
artículo 1990 (7.230), que dice que se extingue la deuda y si se extingue, entonces no puede haber
subrogación.
El déficit del deudor solidario cuyo pago no puede obtenerse, se divide entre todos los
deudores, incluyendo el liberado de la solidaridad.
95
Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES
El deudor requerido debe oponer todas las excepciones procedentes, de lo contrario, pierde
el derecho de repetir contra los demás deudores (1996 y 7.236).
Si la deuda interesa a un solo codeudor, éste será responsable de toda la deuda por entero
(2000 y 7.244).
Lo mismo en la extinción por novación. Considerando que si la nueva deuda es más gravosa,
el que celebró novación debe pagar conforme a la primitiva y si es la nueva menos gravosa, podrá
repetir por el importe de la nueva.
A).-CONCEPTO.
Son divisibles aquéllas que tienen por objeto prestaciones que pueden cumplirse
parcialmente, las indivisibles son aquéllas cuyas prestaciones deben cumplirse por entero (2003 y
7.247).
Son naturalmente divisibles el dinero, la entrega de géneros como los vinos o una cuadrilla
de bueyes. Son indivisibles por naturaleza un libro, un animal o un auto.
Respecto a los hechos, a priori digo que son indivisibles, sin embargo puede haber casos de
divisibilidad de hechos, por ejemplo pintar una casa o prestar servicios jurídicos por etapas
procesales.
Las abstenciones creo que también pueden ser divisibles, por ejemplo abstenerse de
ejecutar un embargo sobre determinados bienes.
Las obligaciones divisibles pueden hacerse indivisibles por acuerdo entre las partes.
Para que las obligaciones puedan ser divisibles debe atenderse a su esencia y valor
económico. Cada billete o moneda del total de una suma de dinero conserva su esencia y valor
económico aunque se separen del total de la suma, de igual suerte una rebanada de pastel o la
entrega de semillas en diversos lotes.
Un caballo, un auto o un cuadro no pueden dividirse sin alterar su esencia o valor económico.
a).- Unicidad.
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Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES
b).- Pluralidad.
El artículo 2005 (7.249) ordena que las obligaciones divisibles con pluralidad de sujetos se
regirán por las reglas comunes de las obligaciones y las indivisibles por las disposiciones siguientes
a dicho artículo.
Esto es, que las divisibles con pluralidad de sujetos se regirán por las obligaciones
simplemente mancomunadas o solidarias.
ii.- Incapacidad.
Por regla general la nulidad por incapacidad sólo puede ser invocada por el incapaz (2230 y
7.16), pero conforme a lo dispuesto en el artículo 1799 (7.39) la incapacidad también puede ser
invocada si el objeto del derecho o de la obligación común es indivisible.
Sólo puede remitirse el crédito por todos los acreedores (2008 y 6 -7.253 y 1.3-) y sólo si es
divisible puede haber remisión parcial.
Coincido con el maestro Rico en el sentido de que si es obligación indivisible deba permitirse
la remisión parcial extinguiendo únicamente la acción del autor de la remisión.
“2007.- Cada uno de los herederos del acreedor puede exigir la completa ejecución
indivisible, obligándose a dar suficiente garantía para la indemnización de los demás coherederos,
pero no puede por sí solo perdonar el débito total, ni recibir el valor en lugar de la cosa.
Si uno solo de los herederos ha perdonado la deuda o recibido el valor de la cosa, el
coheredero no puede pedir la cosa indivisible sino devolviendo la porción del heredero que haya
perdonado o que haya recibido el valor.”.
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Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES
Existe una contradicción entre el primero y segundo párrafos del 2007 y los artículos 7.251
y 7.252 respectivamente.
“2006.- Cada uno de los que han contraído conjuntamente una deuda indivisible, está
obligado por el todo, aunque no se haya estipulado solidaridad.
Lo mismo tiene lugar respecto de los herederos de aquel que haya contraído una obligación
indivisible.”.
Igual el 7.250.
Si sólo es demandado un coheredero deudor, puede solicitar un plazo para hace concurrir a
los demás coherederos deudores, salvo que por la naturaleza de la obligación sólo pueda cumplirse
por el demandado, en cuyo caso al ser condenado, tendrá derecho de indemnización contra los
demás coherederos deudores (2009 y 7.254).
No obstante su falta de regulación (pues lo señalado en los artículos 2007 y 2009 (7.251,
7.252 y 7.254) no es suficiente), deben aplicarse las disposiciones a que se refieren tratándose de
la solidaridad, pues de lo contrario habría enriquecimiento ilegítimo.
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Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES
iv.- La indemnización por incumplimiento en las obligaciones indivisibles sólo puede ser
exigida proporcional y separadamente a los deudores culpables, en la solidaria puede ser exigida a
cualesquiera de los deudores.
v.- La incapacidad puede ser invocada por cualquier acreedor o deudor en las indivisibles,
en las solidarias sólo por el que la padece.
Por último, considero oportuno transcribir lo que respecto a solidaridad escribe el Doctor
Domínguez Martínez en su libro “Derecho Civil. Obligaciones”.
38
DOMÍNGUEZ Martínez. Obligaciones. p. 469
99
Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES
fraccionadamente, a prorrata, a los dos o más acreedores participantes en la relación. Por su parte,
al acreedor con varios deudores, sin convenir con ellos la solidaridad pasiva, sino acordada
únicamente por codeudores y sólo habida por el acreedor, es de considerable ventaja para éste pues
no se verá en el imperativo de cobrar su parte a cada deudor, y válidamente podrá exigir el pago de
cualquiera de ellos.”.39
“A. ESTATUS DE CADA DEUDOR SOLIDARIO
A propósito de quien participa con el carácter de deudor solidario, respecto de su situación
jurídica cabe señalar las reglas siguientes:
Primera. Responde del total de la deuda como si fuera deudor único; la insolvencia de un
codeudor en nada le beneficia y si paga una parte, la deuda disminuye para todos sus codeudores
(artículos 1987 y 1989);
Segunda. Si paga al acreedor, ese pago extingue la obligación para todos;
Tercera. Le beneficia en todo la extinción de la obligación por novación, compensación,
confusión y remisión a favor de cualquiera de los otros deudores, pues ello es un efecto de la
extinción tenida lugar (artículo 1991);
Cuarta. Solamente podrá oponer las excepciones derivadas de la naturaleza de la obligación
y las personales (artículo 1995);
Quinta. Es responsable ante sus codeudores si no hace valer excepciones comunes de todos
ellos (artículo 1996);
Sexta. Si la cosa perece o la prestación se hace imposible por su culpa, todos los deudores
solidarios deberán responder al acreedor de la totalidad del pago y de la indemnización
correspondiente, pero los no culpables podrán dirigir su acción contra el culpable o negligente
(artículo 1997);
Séptima. Si llegare a morir y deja varios herederos, estos responderán en la proporción de
su participación en el haber hereditario de aquel, salvo si se tratare de una obligación indivisible,
pero en todo caso, tales coherederos serán considerados como un solo deudor solidario respecto de
los otros deudores (artículo 1998);
Octava. Si paga la totalidad de la deuda, podrá exigir a los codeudores su respectiva parte
en el total, el cual, de entrada, es en porciones iguales, y si de alguno no puede obtenerse el pago,
su parte se dividirá entre los otros, inclusive a quienes de ellos hubieren sido liberados de la
solidaridad; además, en la medida que un deudor solidario satisface la deuda, este se subroga en
los derechos del acreedor.
Novena. Si solo a él interesa el negocio generador de la deuda con solidaridad pasiva, debe
responder del total ante sus codeudores (artículo 2000).
Décima. Le perjudicará porque le será aplicable, cualquier interrupción de la prescripción
negativa (artículo 2001);
Undécima. Responderá también solidariamente con sus codeudores de los daños y
perjuicios reclamados procedentemente. (artículo 2002).
B. SITUACIÓN DE CADA ACREEDOR SOLIDARIO
Si de los acreedores solidarios se trata, también es el caso de tener en cuenta la situación
guardada por cada uno de ellos, pues le es aplicable a todos los participantes en la relación con ese
carácter. A ello nos referiremos de inmediato, de acuerdo con las reglas contenidas en lo siguiente:
Primera. Independientemente de que también puede hacerlo en unión de otro o de algunos
o de todos sus coacreedores, en lo individual, el acreedor solidario puede exigir del deudor la
totalidad de la deuda (artículos 1987 y 1989);
Segunda. Si el solo recibe el pago del total del adeudo la obligación está plenamente
cumplida (artículo 1990);
Tercera. Si hace novación, compensación, confusión o remisión de la deuda, así sea sin la
participación de sus coacreedores, da lugar a la extinción de la deuda (artículo 1991);
Cuarta. Si en lo personal recibió parte o la totalidad de la deuda, o bien, hizo quita o remisión,
es responsable ante sus coacreedores de lo correspondiente a ellos al dividirse el monto del crédito
entre ellos (artículo 1992);
39
DOMÍNGUEZ Martínez. Obligaciones. p. 470
100
Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES
Quinta. Si muere, y deja dos o más herederos, cada uno de estos tendrá derecho y podrá
reclamar únicamente la parte de la deuda en la proporción que del haber hereditario le corresponda,
salvo si se tratare de obligación indivisible (artículo 1993);
Sexta. Si es el primero en requerir el pago, el deudor deberá pagarle a él (artículo 1994);
Séptima. Le favorece cualquier circunstancia, propia o ajena, interruptora de la prescripción
de la deuda (artículo 2001);”.40
SECCIÓN TERCERA
I.- GENERALIDADES.
Toda obligación tiene por objeto el dar, hacer, no hacer, dejar de hacer y tolerar. Esto es el
objeto directo de la obligación.
El objeto indirecto del contrato u objeto reflejo, es la cosa o el hecho (1824 CCCMX y 7.65
CCEM).
Las obligaciones consistentes en dejar de hacer y tolerar no son estudiadas por la doctrina,
sin embargo, se encuentran implícitas, las primeras en las obligaciones de hacer y las segundas en
las obligaciones de no hacer, pues las consecuencias de su incumplimiento son las mismas.
Recuérdese que conforme a los artículos 23 y 830 (2.2 y 5.65) el propietario de un bien y el
titular de un derecho pueden disponer de sus bienes con tan sólo las restricciones que le imponga
la ley, por lo que la voluntad no puede restringir la enajenación de los bienes, es decir, no se puede
obligar a no dar, salvo que lo permita la ley, como es el caso de los artículos 2301 y 2901 (7.582 y
7.1106).
Son cuatro los supuestos de obligaciones de dar que regula la ley (2011 y 7.256), y son la
enajenación de dominio de bien cierto, la enajenación temporal del uso o goce de bien cierto, la
restitución de bien ajeno y el pago del bien debido.
Los artículos mencionados en su fracción segunda, tienen diferencias que parecen mínimas
pero son de fondo, mismas que se analizarán en el turno de su estudio.
40
DOMÍNGUEZ Martínez. Obligaciones. pp. 471-473.
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Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES
La transmisión del bien, si éste es cierto y determinado42 se verifica por mero efecto del
negocio jurídico sin dependencia de tradición, natural o simbólica, teniéndose en cuenta las
disposiciones sobre el Registro Público43 (2014 y 7.259).
De los artículos 2011, 2014 y 2015 (7.256, 7.259 y 7.260), se hace alusión a cosa cierta, a
cosa cierta y determinada y a cosa indeterminada en cuanto a su especie.
El bien debe ser cierto y determinado con conocimiento del acreedor, es decir, no basta con
que sea cierto y determinado, sino que debe saberlo el acreedor.
Asimismo, si no se designa la calidad del bien, el deudor cumple entregando uno de mediana
calidad (2016 y 7.261).
En el caso de bienes que no son ciertos ni determinados, toda vez que se hacen ciertos y
determinados con conocimiento del acreedor, se verifica la transmisión de la propiedad, y en la
determinación del bien cierto, debe especificarse la calidad del bien, de lo contrario se cumple con
un bien de mediana calidad, pero que debe hacérsele saber al acreedor cual es ese bien de calidad
media.
Es importante precisar que el efecto de las obligaciones de dar conforme a la fracción primera
de los artículos 2011 y 7.256, es precisamente la transmisión de dominio, es esencia de la obligación
transmitir la propiedad y no se requiere de algún otro acto o hecho para que la traslación se verifique.
41
Tanto los legisladores como la doctrina consideran dichos términos como sinónimos.
42
El estudio de los bienes ciertos y determinados se hizo a propósito del desarrollo del objeto de los contratos.
43
Esta última parte no la menciona el artículo 7.259, pero se infiere de una interpretación integral.
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Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES
Toda vez que se celebre el negocio jurídico que tenga por objeto una obligación de dar
conforme a la mencionada fracción primera, se transmite la propiedad sólo queda pendiente la
entrega del bien, ya sea real, jurídica o virtual (2283-I y 7.563-II).
Los efectos de los contratos traslativos de dominio son reales y no obligacionales, como lo
precisa el Doctor Domínguez Martínez.
“En efecto, al definir al contrato de donación, por ejemplo, según la parte relativa de su
artículo 2332, “…es un contrato por el que una persona transfiere a otra una parte o la totalidad de
sus bienes presentes”; en el mismo sentido, conforme a la parte complementaria del artículo 2689,
la aportación de bienes del socio a la sociedad, implica la transmisión de su dominio de aquel a esta;
y lo mismo podemos decir respecto de la renta vitalicia, contrato aleatorio “…por el cual el deudor se
obliga a pagar periódicamente durante la vida de una o más personas determinadas, mediante la
entrega de una cantidad de dinero o de una cosa mueble o raíz estimadas, cuyo dominio se le
transfiere desde luego.” (artículo 2774). Así pues, en los tres casos señalados la ley hace referencia
a esa transmisión automática del derecho de propiedad del enajenante al adquirente, como una
consecuencia inherente a la respectiva celebración de cada uno de los contratos correspondientes.
No puede decirse lo mismo con respecto al contrato de compraventa. Según el artículo 2248,
por dicho contrato el vendedor se obliga a transferir la propiedad de una cosa o de un derecho y el
comprador se obliga a pagarle un precio cierto y en dinero. Efectivamente el comprador tiene a su
cargo la obligación de pagar un precio, lo cual trae consigo el cumplimiento consecuente; el vendedor
no se convierte en propietario del precio por mero efecto del contrato, pues el pago del comprador
tendrá lugar con la entrega misma del precio, y el vendedor podrá exigírselo. El vendedor, por el
contrario, en aplicación de la regla general establecida en el artículo 2014, transmite la propiedad de
lo (así) cosa objeto del contrato como un mero efecto de este, sin requerirse de entrega alguna para
que opere tal transmisión. Si el vendedor se obligara, como lo señala el artículo 2248, a transmitir la
propiedad de dicho objeto, el cumplimiento de tal obligación sería una realidad, y no la hay porque
el contrato no genera obligación alguna de ese contenido; no hay ciertamente tal obligación. Los
efectos de la compraventa son reales: transmisores; no obligacionales. Y tales efectos se dan
inclusive en la compraventa con reserva de dominio regulada en los artículos del 2312 al 2315 del
código como una modalidad de la compraventa, pues no obstante no haber transmisión de propiedad
cuando la celebración del contrato, el vendedor no se obliga a transmitir la propiedad cuando el
comprador cubra la totalidad del precio, sino en la realidad jurídica, esa transmisión tiene lugar al
cumplirse la condición con el pago indicado, pues dicho pago es la realización del acontecimiento en
el que la condición consiste.
Otra cuestión es la obligación del vendedor de entregar lo vendido, reconocida en el artículo
2283, cuyo cumplimiento si requiere de una ejecución.
La permuta por su parte aparece definida con la misma incongruencia. Según el artículo
2327, es el contrato por el que cada uno de los permutantes se obliga a dar una cosa por otra, es
decir, igualmente como acontece con la compraventa, según la ley, los efectos del contrato de cita
traen consigo la obligación de transferir, no obstante lo dispuesto en el artículo 2014 como regla
general.”.44
La fracción dos (romano) del artículo 2011, hasta el 16 de mayo del 2012 decía “enajenación”
y actualmente dice entrega.
Sin duda es un desacierto, pues es muy diferente la enajenación a la entrega, pues puede
haber enajenación de dominio, de uso o de goce y no entregar el bien o el derecho cuya enajenación
de dominio, de uso o de goce se verificó.
Asimismo, sobra la fórmula “y/o”, pues el uso y el goce son cosas distintas.
44
DOMÍNGUEZ Martínez. Obligaciones. pp. 68-69.
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Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES
De la fracción tres (romano) de los artículos 2011 y 7.256, parece que restitución de cosa
ajena y pago de cosa debida son lo mismo, sin embargo, se trata de dos prestaciones diferentes.
a).- En la transmisión de dominio, aplica el principio res perit domini (la cosa perece para
su dueño), el cual tiene su regulación en los artículos 2017 y 7.262.
“Artículo 2017.- En los casos en que la obligación de dar cosa cierta importe la traslación de
la propiedad de esa cosa, y se pierde o deteriora en poder del deudor, se observarán las reglas
siguientes:
I.- Si la pérdida fue por culpa del deudor, éste responderá al acreedor por el valor de la cosa
y por los daños y perjuicios;
II.- Si la cosa se deteriorare por culpa del deudor, el acreedor puede optar por la rescisión
del contrato y el pago de daños y perjuicios, o recibir la cosa en el estado que se encuentre y exigir
la reducción de precio y el pago de daños y perjuicios;
III.- Si la cosa se perdiere por culpa del acreedor, el deudor queda libre de la obligación;
IV.- Si se deteriorare por culpa del acreedor, éste tiene obligación de recibir la cosa en el
estado en que se halle;
V.- Si la cosa se pierde por caso fortuito o fuerza mayor, la obligación queda sin efecto y el
dueño sufre la pérdida, a menos que otra cosa se haya convenido.”45.
La última fracción prevé que el supuesto de que el bien se pierda por caso fortuito o fuerza
46
mayor (2111 y 7.354).
45
En el mismo sentido el artículo 7.262
46
El caso fortuito consiste en un hecho natural y la fuerza mayor en un hecho del hombre, como el hecho del
príncipe que consiste en un acto de autoridad que impide el cumplimiento de la obligación.
104
Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES
La ley no hace la distinción entre caso fortuito y la fuerza mayor, inclusive para algunos
doctrinarios es lo mismo. Se encuentran equivalencias de caso fortuito y fuerza mayor además del
artículo citado en los artículos 812 y 1847 (5.48 y 7.90).
Salvo prueba en contrario, la pérdida del bien en poder del deudor se presume culpa suya
(2018 y 7.263).
El deudor de un bien cierto y determinado que se pierde o se deteriore sin su culpa debe
ceder al acreedor los derechos y acciones que tuviere para reclamar la indemnización al responsable
(2020 y 7.265).
La pérdida puede consistir en que el bien perezca o quedando fuera del comercio, o bien,
desapareciendo de modo que no se tengan noticias de él o no se pueda recuperar (2021 y 7.266).
b).- En las enajenaciones con reserva de la posesión, uso o goce de bien hasta cierto
tiempo se observarán las reglas de los artículos 2023 y 7.268.
“Artículo 2023.- En los casos de enajenación con reserva de la posesión, uso o goce de la
cosa hasta cierto tiempo, se observarán las reglas siguientes:
I.- Si hay convenio expreso se estará a lo estipulado;
II.- Si la pérdida fuere por culpa de alguno de los contratantes, el importe será de la
responsabilidad de éste;
III.- A falta de convenio o de culpa, cada interesado sufrirá la pérdida que le corresponda, en
todo, si la cosa perece totalmente, o en parte, si la pérdida fuere solamente parcial;
IV.- En el caso de la fracción que precede, si la pérdida fuere parcial y las partes no se
convinieren en la diminución de sus respectivos derechos, se nombrarán peritos que la
determinen.”.47
c).- En las enajenaciones temporales del uso o del goce, el riesgo es por cuenta del
acreedor, a menos que intervenga culpa o negligencia de la otra parte (2024 y 7.269).
El Notario Ríos Hellig en su obra “La práctica del Derecho Notarial”, define algunos
conceptos relacionados con la culpa que mutatis mutandi son aplicables a cualesquier relación
obligatoria:
47
En el mismo sentido el artículo 7.268
105
Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES
Culpa levísima: se incurre en este tipo de culpa por haberse omitido una diligencia
extraordinaria.”.48
A las obligaciones de hacer como a las de no hacer el legislador sólo les destina un solo
artículo a cada tipo de obligación.
Los artículos 2028 y 7.273 expresan que el que estuviere obligado a no hacer alguna cosa,
quedará sujeto al pago de daños y perjuicios en caso de incumplimiento. Y si hubiere obra material,
podrá exigir el acreedor que sea destruida a costa del obligado.
TÍTULO CUARTO
Así pues, cuando dice que habrá cesión de derechos debemos apuntar a lo siguiente:
48
RÍOS Hellig, Jorge. LA PRÁCTICA DEL DERECHO NOTARIAL. P. 420, 9ª ed. Mc Graw Hill, México, 2017.
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TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES
a).- Es correcta a mi parecer la denominación del capítulo primero del título tercero del libro
cuarto.
b).- Dicho capítulo no sólo regula la cesión de créditos, sino la cesión de derechos en general,
tales como la cesión en globo y la cesión de derechos hereditarios (2042, 2046 y 2047 -7.287, 7.291
y 7.292-). El artículo 1292 dice “venden”.
c).- Los derechos que son objeto de cesión definitivamente son derechos de carácter
patrimonial.
d).- Dichos derechos se refieren a bienes muebles (753 y 754 -5.7 y 5.8-) y nunca a derechos
reales, pues estos son objeto de otro tipo de contrato.
e).- El artículo 2031 (7.276) al referirse a que a la cesión de derechos se le aplicarán las
disposiciones del acto jurídico que le dio origen en lo que no estuvieren modificadas por dicho
capítulo, puede admitir diversas interpretaciones, entre las cuales, observo las siguientes:
1.- La cesión de derechos se regirá por el capítulo primero del título tercero del libro cuarto
y en lo que ese capítulo fuere omiso, por las disposiciones del acto jurídico que como causa eficiente
de la obligación generó la cesión de derechos. Dicha interpretación que es del Dr. Domínguez
Martínez es factible, pero hay que considerar que la cesión de derechos es un acto jurídico principal.
2.- Que a la cesión de derechos se le aplicarán las disposiciones del acto jurídico con el que
más analogía tenga (1858 y 1859 -7.102 y 7.103-), verbigracia, si la cesión es a título oneroso,
seguramente las de la compraventa y si es a título gratuito serán las de la donación.
B).- CONCEPTO.
La cesión de derechos o cesión de créditos es el negocio jurídico por el cual el acreedor
transmite a un tercero los derechos o créditos que tiene en contra de su deudor.
C).- CARACTERÍSTICAS.
Sólo se transmiten derechos personales y no reales. Ver registro “168188”.
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TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES
carácter de propietario y en consecuencia, ser apto para acreditar la calidad de propietario para
efectos de acudir a un juicio de prescripción adquisitiva o usucapión.
Contradicción de tesis 48/2007-PS. Entre los criterios sustentados por los Tribunales
Colegiados Sexto y Séptimo, ambos en Materia Civil del Primer Circuito y el actual Primer Tribunal
Colegiado en Materia Civil del Segundo Circuito. 21 de mayo de 2008. Unanimidad de cuatro votos.
Ausente: Sergio A. Valls Hernández. Ponente: Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Secretaria:
Mariana Mureddu Gilabert.
Tesis de jurisprudencia 89/2008. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en
sesión de fecha diecisiete de septiembre de dos mil ocho.”.
La cesión de créditos puede hacerse sin consentimiento del deudor, salvo que en el crédito
se establezca tal circunstancia. Sólo pueden cederse los créditos cuya cesión no esté prohibida, se
haya convenido no hacerla o no lo permita la naturaleza del negocio (2030 y 7.275).
No pueden cederse por su naturaleza los derechos personalísimos como el derecho al voto
o el nombre.
Por disposición de la ley, como ejemplo están los artículos 111 y 303-VIII de la Ley Federal
de Telecomunicaciones y Radiodifusión:
“Artículo 111. En ningún caso se podrá ceder, gravar, dar en prenda o fideicomiso, hipotecar
o enajenar total o parcialmente la concesión, los derechos en ella conferidos, instalaciones, servicios
auxiliares, dependencias o accesorios y los bienes afectos a la misma, a ningún gobierno o estado
extranjero.
Artículo 303. Las concesiones y las autorizaciones se podrán revocar por cualquiera de las
causas siguientes:…
VIII. Ceder, arrendar, gravar o transferir las concesiones o autorizaciones, los derechos en
ellas conferidos o los bienes afectos a las mismas en contravención a lo dispuesto en esta Ley;”.
Los supuestos de los artículos 111 y 303 citados, así como los artículos 569 y 2276, ambos
del CCCMX (4.307 y 7.557 ambos del CCEM), se refieren además a la falta de legitimación para ser
cesionario.
La cesión de créditos puede ser de cualesquier negocio jurídico, como el derecho a recibir
el precio en la compraventa, o bien, el precio de un arrendamiento, entre otros muchos.
A la cesión de créditos se le aplicarán las disposiciones del negocio jurídico con el que más
semejanza tenga y no como incorrectamente dice el artículo 2031 (7.276), las del contrato que le dio
origen.
Si no se le notifica al deudor, éste se libra de la obligación pagando al acreedor primitivo, y
si ya fue notificado, sólo se libra pagando al cesionario (2040 y 2041 -7.285 y 7.286-).
A su vez el artículo 2034 dice49:
“Artículo 2034.- La cesión de créditos que no sean a la orden o al portador, no produce
efectos contra tercero, sino desde que su fecha deba tenerse por cierta, conforme a las reglas
siguientes:
I. Si tiene por objeto un crédito que deba inscribirse, desde la fecha de su inscripción, en el
Registro Público de la Propiedad;
II. Si se hace en escritura pública, desde la fecha de su otorgamiento;
49
El CCEM no tiene similar, toda vez que no regula a los títulos civiles a la orden o al portador.
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TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES
En los supuestos del artículo 203350, para que la cesión de créditos sea oponible y el
cesionario pueda ejercer sus derechos, es necesario que la cesión se le notifique al deudor, ya sea
judicialmente, ya en lo extrajudicial, ante dos testigos o ante notario. Tal notificación sólo pueden
50
Ídem.
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TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES
pedirla el acreedor (cesionario) que presente el título justificativo del crédito, o el de la cesión, cuando
aquél no sea necesario (2036 y 2037 -7.281 y 7.282-).
El artículo 7.278 del CCEM establece que:
“Forma de la cesión de créditos.
7.278.- La cesión de créditos debe hacerse en escrito privado que firmarán el cedente y el
cesionario ratificado ante Fedatario Público.”.
No cedibles los alimentos (sólo los vencidos) 321, 2949, 2950 y 2951 (4.145, 7.1152, 7.1153
y 7.1154).
OBJETO INDIRECTO
Al respecto, considero oportuno señalar la redacción diferente del artículo 7.308, el cual
transcribo a continuación:
“Dación en pago
Artículo 7.308.- El deudor puede dar en pago sus bienes a sus acreedores. Esta dación,
salvo pacto en contrario, sólo lo libera por el importe líquido de los bienes entregados. Los convenios
que al efecto celebren el deudor y sus acreedores, se sujetarán a las reglas de la concurrencia y
prelación de créditos.”.
110
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TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES
51
Artículos 220, 221, 225, 226, 310 y demás de la Ley de Concursos Mercantiles. 91 a 100 de la Ley de
Navegación y Comercio Marítimos. En concreto el 94 de la LNCM.
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TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES
Amparo directo 372/95. Ejido Lázaro Cárdenas, Municipio de la capital del Estado de
Durango. 21 de septiembre de 1995. Unanimidad de votos. Ponente: Pablo Camacho Reyes.
Secretario: Alberto Caldera Macías.”.
Esto es, la cesión de créditos deberá otorgarse en la forma que para el acto por el cual nace
el crédito materia de la cesión, exige la Ley.
DOCUMENTOS A LA ORDEN Y AL PORTADOR TIENEN RÉGIMEN ESPECIAL (1874 a la
orden y 1877 al portador -en el Estado de México no se regulan los documentos civiles a la orden al
portador).
El “PUEDE” es sólo para decir el mínimo de formalidad, pero no exige nada más (Domínguez
Martínez).
En el caso del Estado de México, la cesión de créditos es formal conforme al artículo 7.278
que dice:
El cedente sólo responde de la solvencia del deudor si así se pactó, o bien, la solvencia fue
pública y anterior a la cesión (2043 y 7.288).
Si el cedente transmite sus derechos hereditarios, sin enumerar los bienes que la conforman,
sólo está obligado a responder de su calidad de heredero (2047 y 7.292).
Lo anterior toda vez que el heredero puede disponer del derecho que tiene en la masa
hereditaria, pero no de los bienes que la conforman (1289 y 6.9).
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TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES
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TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES
La palabra subrogación viene de subrogare, sustituir, poner una persona o una cosa en lugar
de otra.
Supuestos de Subrogación real (182 quintus-IV, 1432, 1439 y 2910 -4.27-III, 6.89, 6.91 y
7.1115).
Partes:
Subrogado quien paga directamente al acreedor o expensa al deudor para que éste pague
(el subrogado se convierte en nuevo acreedor), y
El Deudor.
Fracción I.- Pagar a un acreedor preferente o con garantía específica, para no perder
prelación, o bien, ganarla, o bien, no perder el bien que pueda ser objeto de garantía.
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TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES
En el caso de la fracción IV además se puede extinguir el pago del precio del bien con el
derecho de crédito del comprador como subrogado, por compensación.
Otros supuestos de subrogación personal están previstos en los artículos 1443, 1999, 2352,
2448 H, 2448 M, 2830 y 1999 (6.94, 7.240 a 7.243, 7.625, 7.681 y 7.1036).
MUTUO SUBROGATORIO.
El mutuo subrogatorio estaba previsto en el artículo 1593 que decía "En términos llanos por
título auténtico podemos entender el documento que por sus caracteres y formalidades para su
autorización y expedición tiene valor probatorio pleno, de manera tal que su contenido se le tiene por
cierto".52
SUBROGACIÓN CONVENCIONAL.
Es posible pactar una subrogación, es decir, no tiene su fundamento sólo en la ley (2072 y
2098 -7.314 y 7.341).
El artículo 2058 (7.303) dice “que sin necesidad de declaración alguna de los interesados”,
lo que permite interpretar que si hay posibilidad de la subrogación voluntaria.
52
Domínguez Martínez. p. 536.
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TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES
En la subrogación el pago es del crédito en la cesión por el crédito (2060 y 2061 -7.305 y
7.306).
La cesión de deudas está prevista en los artículos 2051 a 2057 (7.296 a 7.302).
Puede haber cesión de deuda sin consentimiento del acreedor, pero está supeditado a su
aceptación expresa o tácita.
Ante la duda, quien debe responder es el nuevo deudor (tercero cesionario), pero si el
acreedor exige el pago al deudor original (cedente), éste hace el pago y tiene derecho de repetir
contra el nuevo deudor.
TÍTULO QUINTO
SECCIÓN PRIMERA
A).- GENERALIDADES.
“Concepto de pago
Artículo 7.307.- Pago o cumplimiento es la entrega del bien, cantidad debida, prestación del
hecho o del servicio que se hubiere prometido.”.
El pago suele hacerse por el mismo deudor personalmente, o bien, a través de sus
representantes voluntarios, legales o estatutarios u orgánicos. También puede hacerse por un
tercero (2065 y 7.310), en este último supuesto salvo pacto en contrario o la obligación sea intuitu
personae (2064 y 7.309).
Puede hacerse por un tercero con interés jurídico (2065 y 7.310), como en la subrogación.
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TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES
Puede hacerlo el tercero ignorándolo el deudor (2067 y 2070 -7.312-), en cuyo caso el tercero
sólo puede reclamar al deudor si el acreedor consintió en recibir menor suma que la debida (2070 y
1904 -7.312 y 7.140-). Sinceramente no le encuentro lógica, porque puede ser inclusive como gestión
de negocios. No se evita con esto un enriquecimiento ilegítimo, pues ni siquiera lo hay como afirma
el Doctor Domínguez Martínez. Tampoco es una liberalidad.
Puede inclusive hacerse contra la voluntad del deudor (2068, 2071 y 1905 -7.313 y 7.141-).
Puede recibir el pago el propio acreedor o su representante (2073 y 7.315). aunque la ley no
lo dice, salvo que sea intuitu personae.
El representante voluntario con cualesquiera de las facultades del artículo 2554 y 2587
fracción VII (7.771 y 7.806-VII).
El pago hecho a un incapaz para administrar bienes será válido en cuanto le fuere útil (2075,
2098 y 3037 -7.317, 7.341 y 8.51-). Verbigracia en los supuestos de los artículos 2392 y 2519 (7.662
y 7.741).
El pago a un menor y éste paga con ese dinero sus colegiaturas, se convirtió en su utilidad.
(Azúa Reyes).
Pago al acreedor aparente. El pago hecho de buena fe al que estuviese en posesión del
crédito, liberará al deudor (2076 y 7.318). Por ejemplo el heredero aparente y en el caso de la prenda
(2866 y 7.1078), aunque en este último realmente se está legitimado para recibir el pago.
El pago debe hacerse del modo en que se hubiere pactado y no puede ser parcial, salvo
convenio o por disposición de la ley. Si una parte es líquida y la otra no, debe pagarse la líquida sin
esperar a que la segunda sea líquida (2078 y 2189 -7.320 y 7.433- y 8 Ley Monetaria-). Recordar lo
que dicen los artículos 2012 , 2013 y 1796 (7.257, 7.258 y 7.32).
El pago debe hacerse en el tiempo estipulado, o bien, treinta días después de la interpelación
judicial o extrajudicial, si se trata de obligaciones de dar, y si se trata de obligaciones de hacer, el
tiempo que se considere por peritos como prudente para el cumplimiento de la obligación. Puede el
deudor hacer anticipos, pero el acreedor no está obligado a hacer descuentos (2079, 2080, 2081 y
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Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES
1958 -7.321 a 7.323 y 7.195-). No es necesario señalar que el acreedor no está obligado a hacer
descuentos, como lo hizo el CCEM.
El pago debe hacerse en el domicilio del deudor, salvo convenio, circunstancias, naturaleza
de la obligación o la ley (2082 y 7.324 y 7.325).
Los gastos de entrega por cuenta del deudor, salvo convenio en contrario (2086 y 2013 -
7.329 y 7.258-).
Si es de pensiones, el pago de una de ellas presume el pago de las anteriores (2089 y 7.332).
Si se paga el capital sin reservarse intereses, se entienden pagados éstos (2090 y 7.333).
El deudor puede declarar a cual de las diversas deudas que tenga con el acreedor debe
aplicarse el pago y si no lo hace se entenderá hecho el pago por cuenta de la deuda que le fuere
más onerosa entre las vencidas. Si todas fueren igual de onerosas, se aplicará a la más antigua; y
siendo todas de la misma fecha, se distribuirá entre todas ellas a prorrata. Las cantidades pagadas
a cuenta de deudas con intereses, no se imputarán al capital mientras hubiere intereses vencidos y
no pagados, salvo convenio en contrario (2092 a 2094 y 7.335 a 7.337).
El acreedor no está obligado a recibir cosa diferente de la debida, pero si puede inclusive
renunciar a su derecho a recibir el pago, puede asimismo recibir en pago cosa distinta (2095 y 7.338).
El deudor puede ceder sus bienes a los acreedores en pago de sus deudas. Esta cesión,
salvo pacto en contrario, sólo libera a aquél de responsabilidad por el importe líquido de los bienes
cedidos. Los convenios que sobre el efecto de la cesión se celebren entre el deudor y sus
acreedores, se sujetarán a lo dispuesto en el Título relativo a la concurrencia y prelación de los
créditos (2063 y 7.308).
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TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES
Ver el artículo 2587-V. En el Estado de México agrega que sea en beneficio del deudor.
(7.806-V).
A).- GENERALIDADES.
El ofrecimiento seguido de la consignación hace las veces de pago, si reúne todos los
requisitos que para éste exige la ley (2097 y 7.340).
Los artículos 2098 y 2099 (7.341 y 7.342) prevén los supuestos en que procede la
consignación y puede ser que sea por rechazo a recibir el pago, por negativa a entregar el
comprobante de pago, por incertidumbre respecto de la persona del acreedor (ausencia, muerte,
sucesión en trámite. en este caso no hay ofrecimiento), incapacidad del acreedor (en este caso no
hay ofrecimiento), o bien, porque los derechos sean dudosos (tampoco hay ofrecimiento).
B).- PROCEDIMIENTO.
Del 224 al 234 del CPCCMX (2.68 a 2.76 del CPCEM) están las disposiciones preliminares
de la consignación y puede ser ante juez o ante notario, en este último supuesto sólo que no haya
derechos dudosos (224 y 231 del CPCCMX). En el caso del Estado de México, el procedimiento
siempre es judicial.
Aprobada la consignación por el juez, la obligación queda extinguida con todos sus efectos
(2102 y 7.343 -este último omite decir “con todos sus efectos”-, sin embargo, creo que no trasciende-
).
Hay una aparente contradicción (señala ROJINA VILLEGAS) con el 2097 (7.340) que dice
que el ofrecimiento seguido de la consignación hace veces de pago.
A).- GENERALIDADES.
Ya se vio que el pago es la entrega de la cosa o cantidad debida o la prestación del servicio
que se hubiera prometido (2062 y 7.307). Aunque la definición no contempla la satisfacción de
obligaciones de no hacer, se tiene implícita en el efecto mismo de la obligación.
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TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES
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TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES
DOLO es sugestión para inducir a error, es decir, es un medio para viciar la voluntad. Pero
el dolo en el incumplimiento consiste en la actuación deliberada de incumplir.
Puede haber responsabilidad aún sin culpa como en el comodato (2502, 2504 y 2505 -7.727
y 7.729-), es decir, aún cuando incurra en culpa levísima o aquiliana, o bien, puede ser que sólo se
responda cuando haya malicia o negligencia como en el depósito (2522 y 7.744).
El que incumpla una obligación de dar, hacer o no hacer, debe satisfacer la prestación y
además debe pagar daños y perjuicios desde el vencimiento (2104 y 2105 -7.350-).
Nadie está obligado al caso fortuito, sino cuando ha contribuido a él, está previsto en la ley,
o se obligó expresamente (2111 y 7.354).
Si se pierde la cosa o su deterioro es tan grave que no pueda utilizarse en el uso a que
naturalmente esté destinada, el dueño debe ser indemnizado de todo el valor, pero si el deterioro es
menos grave sólo el importe del daño se abonará al dueño (2112 y 2113 -7.355 y 7.356-).
El valor será al momento de la devolución de la cosa a su dueño, salvo que la ley o el contrato
señalen otra cosa (2114 y 7.357).
Deben estimarse no sólo la disminución del valor de la cosa, sino los gastos de reparación
(2115 y 7.358).
El valor de la cosa se determinará objetivamente, salvo que la cosa se hubiera dañado con
el propósito de lastimar los sentimientos de su dueño supuesto en el cual se aplica lo previsto para
el daño moral (2116 y 7.359).
La responsabilidad civil puede ser regulada por convenio, salvo que la ley disponga otra cosa
(2117 y 7.360).
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TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES
Si bien las partes pueden pactar una indemnización para el caso de incumplimiento, muchas
veces ese pacto está limitado por la ley (2311 y 2448 -7.593 y 7.685-).
CLÁUSULA PENAL. Pacto contenido en un contrato para fijar el monto y los alcances de la
indemnización ante un posible incumplimiento.
La nulidad del contrato importa la de la cláusula penal, pero la nulidad de ésta no acarrea la
de aquél (1841 y 7.82).
En el segundo párrafo (en el CCEM es el artículo 7.83) está previsto lo que en doctrina se
conoce como la promesa "PORTE FORT" (2800 y 7.1006).
La aplicación de la pena procede aún cuando no se hayan causado daños y perjuicios (1842
y 7.85).
El importe de la pena no puede exceder del importe de la obligación principal (1844 y 7.87).
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TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES
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TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES
El acreedor puede exigir el cumplimiento o el pago de la pena, pero no ambos, a menos que
aparezca que la pena se estipuló por el simple retardo en el cumplimiento de la obligación o porque
ésta no se prestó de la manera convenida (1847 y 7.90).
Si hay caso fortuito o fuerza mayor o hecho del acreedor no podrá hacerse efectiva la pena
(1848 y 7.91).
La pena puede pactarse en la celebración del contrato o con posterioridad, pero debe ser
antes de la producción de los daños y perjuicios.
A).- GENERALIDADES.
La evicción es la privación total o parcial de un derecho por sentencia que cause ejecutoria,
en razón de algún derecho anterior a la adquisición.
Es una cláusula natural, excepto en donación y cesión de derechos (2120, 2050 y 2351 -
7.367, 7.295 y 7.624-).
Se puede regular la evicción, salvo que se trate de mala fe (2121 y 2122 -7.368 y 7.369-).
El enajenante que procede de buena fe, estará obligado a entregar al que sufrió la evicción
(2126 -7.372-):
IV.- El valor de las mejoras útiles y necesarias, siempre que en la sentencia no se determine
que el vendedor satisfaga su importe.
Si procedió de mala fe, el enajenante además de responder en términos del artículo 2126
(7.372), con las agravaciones previstas en el artículo 2127 y 7.373 (2123 y 2129 -7.370 y 7.375-) y
que son:
I.- Devolverá, a elección del adquirente, el precio que la cosa tenía al tiempo de la
adquisición, o el que tenga al tiempo en que sufra la evicción;
II.- Satisfará al adquirente el importe de las mejoras voluntarias y de mero placer que haya
hecho en la cosa;
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TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES
D).- CONSECUENCIAS.
Si el adquirente fuere condenado a restituir los frutos de la cosa, podrá exigir del que enajenó
la indemnización de ellos o el interés legal del precio que haya dado (2130 y 7.376).
Si el que enajena, al ser emplazado, manifiesta que no tiene medios de defensa, y consigna
el precio por no quererlo recibir el adquirente, queda libre de cualquiera responsabilidad posterior a
la fecha de consignación (2132 y 7.378).
Las mejoras que el que enajenó hubiese hecho antes de la enajenación, se le tomarán a
cuenta de lo que debe pagar, siempre que fueren abonadas por el vencedor (2133).
El adquirente puede optar por ser indemnizado o resolver el contrato y en su caso debe
devolver el bien libre de gravámenes (2134 a 2136 -7.381 a 7.383-).
E).- ESTELIONATO.
En los contratos conmutativos, el enajenante está obligado al saneamiento por los defectos
ocultos de la cosa enajenada que la hagan impropia para los usos a que se la destina, o que
disminuyan de tal modo este uso, que de (sic) haberlo conocido el adquirente no hubiere hecho la
adquisición o habría dado menos precio por la cosa (2142 y 7.388).
Es una cláusula natural sólo en los contratos conmutativos, por lo que en otros contratos
debe pactarse en los mismos.
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TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES
En el supuesto de que el adquirente sufra vicios ocultos en términos del artículo 2142 (7.388),
puede exigir o la rescisión del contrato y el pago de los gastos que por él hubiere hecho, o que se le
rebaje una cantidad proporcionada del precio, a juicio de peritos (2144 y 7.389).
Si el adquirente prueba que el enajenante conocía los defectos ocultos de la cosa y no los
manifestó, tendrá el adquirente la acción estimatoria y derecho además a ser indemnizado de los
daños y perjuicios si prefiere la rescisión (2145 y 7.391).
Si se enajenan dos o más bienes juntamente, sea en un precio alzado o sea señalándolo a
cada uno de ellos, el vicio de uno da sólo lugar a la acción redhibitoria, respecto de él y no respecto
a los demás, a no ser que aparezca que el adquirente no habría adquirido el sano o sanos sin el que
tenga vicios, o que la enajenación fuese de un bien y si se trata de animales, el vicio fuere contagioso
(2150 a 2152 y 2046 -7.396 a 7.398 y 7.291).
Se presume que se adquiere el todo y no sólo unos bienes (2151 y 2152 -7.397 y 7.398-).
El plazo para exigir la acción redhibitoria es de vente días a partir de la firma del contrato, no
de su fecha como erróneamente dice el artículo 2155 (7.400).
La indemnización por vicios ocultos se puede regular por contrato (2158 y 7.402).
En caso de que los defectos sean manifiestos o que estén a la vista, o bien, sin que lo estén,
si el adquirente es un perito que por razón de su oficio o profesión debe fácilmente conocerlos, no
responde el enajenante (2143 -7.390-), tampoco responde por caso fortuito (2159 y 2017 -7.403 y
7.262-). Tampoco responde si el bien se adquirió por remate o por adjudicación judicial (2162 y
7.406).
Es el Derecho Personal que consiste en la facultad del acreedor de conservar bienes del
deudor, en su poder, para garantizar el cumplimiento del propio deudor.
Condidero que no es posible pactarlo, sino sólo procede en los casos que determina la Ley.
SUPUESTO.
El mandatario tiene derecho de retención en tanto le paguen gastos erogados (2579 y 7.797).
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Lic. Jesús Jiménez Celaya
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES
2.- El derecho de retención sólo opera fuera de juicio o dentro de él. La excepción de contrato
no cumplido es una defensa procesal.
3.- El derecho de retención existe aún a falta de contrato (en la posesión) y la excepción sólo
en contratos sinalagmáticos.
Acción de resolución por incumplimiento también llamado pacto comisorio tácito (1949 y
7.345).
SECCIÓN SEGUNDA
Al acreedor la ley le reconoce ciertos derechos para proteger su crédito y vea garantizado
su pago, por ejemplo la denominada prenda general tácita o garantía genérica del acreedor (2964 y
7.489), preferencia de acreedores en la liquidación de una herencia (1735, 1760 a 1762) y el de
continuar el juicio de investigación de la paternidad promovido por su deudor que dejó bienes
insuficientes (347 a 350).
Los actos celebrados por un deudor en perjuicio de su acreedor, pueden anularse, a petición
de éste, si de esos actos resulta la insolvencia del deudor, y el crédito en virtud del cual se intenta la
acción, es anterior a ellos (2163, 2043 y 2050 -7.407, 7.288 y 7.295).
Los actos pueden ser enajenar, renunciar a un derecho, remitir una deuda, renunciar a la
prescripción, repudiar una herencia y demás que no sean el ejercicio de derechos estrictamente
personales (2170 y 7.414).
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TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES
Otros supuestos 1038-VI, 1673, 1674, 2179, 2854, (5.276-VI, 6.199 a 6.201, 7.423 y 7.1064),
389 de la LGTOC.
El acto debe hacer caer en insolvencia al deudor y consecuentemente ser perjudicial para el
acreedor, es decir, debe lesionar sus intereses.
El fraude a que se refiere el Código Civil no es como delito, sino como la conducta que priva
al acreedor de su facultad de exigir la prestación debida.
Habrá INSOLVENCIA cuando la suma de los bienes y créditos del deudor, estimados en su
justo precio, no iguala al importe de sus deudas. La mala fe, en este caso, consiste en el
conocimiento de ese déficit (2166 y 7.410).
Se presumen fraudulentas las enajenaciones a título oneroso hechas por aquellas personas
contra quienes se hubiese pronunciado antes sentencia condenatoria en cualquiera instancia, o
expedido mandamiento de embargo de bienes, cuando estas enajenaciones perjudican los derechos
de sus acreedores (2179 y 7.423).
NATURALEZA JURÍDICA.
Es una acción de nulidad, pues si bien el acto es válido es contrario a las buenas costumbres
y por tanto ilícito, pues caer en insolvencia para no pagar no es una buena costumbre. El efecto sin
duda alguna es revocatorio.
III.- SIMULACIÓN.
Es simulado el acto en que las partes declaran o confiesan falsamente lo que en realidad no
ha pasado o no se ha convenido entre ellas (2180 y 7.424).
La ABSOLUTA nada tiene de real y por tanto no produce efectos jurídicos como acto pero si
como hecho (2182 y 7.426).
La RELATIVA si tiene algo de real, pero los alcances son gradualmente distintos a lo que
realmente se celebró como acto jurídico, por lo que descubierto el acto real, ese acto no será nulo si
no hay ley que así lo declare (2182 y 7.426).
Están legitimados para pedir la nulidad los terceros perjudicados con la simulación, o el
Ministerio Público cuando ésta se cometió en transgresión de la ley o en perjuicio de la Hacienda
Pública (2183 y 7.427).
Declarada la nulidad se restituirá la cosa o derecho a quien pertenezca, con sus frutos e
intereses, pero si ha sido transferida a título oneroso a tercero de buena fe, no procede la restitución.
También subsistirán los gravámenes a favor de terceros de buena fe (2184 y 7.428).
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TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES
La acción oblicua procede por la omisión de un deudor de ejercer sus derechos para adquirir
o conservar bienes con que pagar a su acreedor, a diferencia de la acción pauliana en la que lo que
se ataca son los actos fraudulentos, en la acción oblicua se persigue la posibilidad de ejercer los
derechos del deudor ante su omisión o pasividad.
“Ninguna acción puede ejercitarse sino por aquel a quien compete o por su representante
legítimo. No obstante eso, el acreedor puede ejercitar las acciones que competan a su deudor
cuando conste el crédito de aquél en título ejecutivo y, excitado éste para deducirlas, descuide o
rehuse hacerlo. El tercero demandado puede paralizar la acción pagando al demandante el monto
de su crédito.
Las acciones derivadas de derechos inherentes a la persona del deudor nunca se ejercitarán
por el acreedor.
Los acreedores que acepten la herencia que corresponda a su deudor ejercitarán las
acciones pertenecientes a éste, en los términos en que el Código Civil lo permita.”.
“Acciones oblicuas
Artículo 2.25.- El acreedor puede ejercitar las acciones que competen a su deudor, cuando
conste el crédito en título ejecutivo y requerido el deudor para deducirlas, descuide o rehúse hacerlo.
Los acreedores que acepten la herencia que corresponda a su deudor ejercitarán las acciones
pertenecientes al mismo, en términos legales.
El que tenga acción que dependa del ejercicio de la acción de otro, puede demandarle para
que la ejercite, o se le autorice a ejercitarla a su nombre.”.
TÍTULO SEXTO
I.- COMPENSACIÓN.
El efecto de la compensación es extinguir por ministerio de la ley las dos deudas, hasta la
cantidad que importe la menor (2186, 2191 y 2194 -7.430, 7.435 y 7.437-).
Evita el flujo de efectivo y sirve de garantía para que el deudor que paga después no se vea
afectado por la insolvencia del acreedor al que pagó.
CONDICIONANTES COMUNES.
Deben ser sumas de dinero o bienes fungibles de la misma especie y calidad, siempre que
se hayan designado al celebrar el contrato (2187 y 7.431). Nadie está obligado a recibir otra cosa a
la debida aunque sea de mayor valor (2078 y 2012 -7.320 y 7.257-).
Las deudas deben ser líquidas y exigibles (2188, 2189 y 2190 -7.432, 7.433 y 7.434-).
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TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES
Por ejemplo:
La compensación no procede en los supuestos de las ocho fracciones del artículo 2192
(7.436) y como ejemplos son los siguientes:
III, IV y V.- 544 CPCCMX y 2785 y 2787 (2.189 CPCEM, 7.994 y 7.996), por ser créditos
inembargables.
También ver los artículos 2199, 2200, 2201 y 2205 (7.441, 7.442, 7.443 y .7.447).
Hay confusión cuando las calidades de acreedor y deudor se reúnen en una misma persona.
La obligación renace si la confusión cesa (2206 y 7.448).
La confusión que se verifica en la persona del acreedor o deudor solidario, sólo produce sus
efectos en la parte proporcional de su crédito o deuda (2207 y 1991 -7.449).
La CONFUSIÓN TRANSITORIA está regulada en el artículo 2208 (7.450). Ver los artículos
1284 y 1288 (6.4 y 6.8).
Cualquiera puede renunciar su derecho y remitir, en todo o en parte, las prestaciones que le
son debidas, excepto en aquellos casos en que la ley lo prohíbe (2209 y 7.451).
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TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES
Los que ejercen la patria potestad no pueden remitir voluntariamente los créditos de sus hijos
(436 y 4.217).
REMISIÓN Y QUITA.
Si se remite deuda principal se entienden los accesorios, pero si se remiten éstos el saldo
principal sigue vigente (2210 y 7.452).
La remisión a un deudor solidario no aprovecha a los demás (2211 y 1991 -7.453 y 7.231).
IV.- NOVACIÓN.
La novación es un contrato por el cual se sustituye sustancialmente una obligación por otra
(2213 y 7.455).
Se sujeta al acuerdo de voluntades salvo las modificaciones en el capítulo que las regula
(2214).
Implica un cambio sustancial en el objeto indirecto aún cuando esté sujeto a condición
suspensiva (2216 y 7.457).
Si la obligación primitiva es nula, también lo será la novación (2218 y 7.459). Ver también el
artículo 2234 (7.20).
La extinción de la obligación principal extingue las accesorias, salvo reserva expresa (2220
y 7.461), salvo que las garantías las haya dado un tercero, quien debe consentir en la novación (2221
y 7.462).
Si la novación fue con un deudor solidario, sólo subsistirán las garantías constituidas por
dicho deudor (2222 y 1991 -7.463 y 7.231-).
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TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES
El pago hecho por novación entre el acreedor y alguno de los deudores solidarios, exonera
a los demás, sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 1999 -7.240 a 7.243- (2223 y 7.464).
TRANSCURSO DEL TIEMPO (1159, 1161 y 1162 -7.474 (son 5 años), 7.475 y 7.476-).
La prescripción no puede comenzar ni correr en los supuestos de los artículos 1166 y 1167
(5.137, 5.138 y 7.488).
Ver las diferencias entre el 1168-II y 258 del CPCCMX. En el Estado de México no existe la
antinomia.
TÍTULO SÉPTIMO
INEFICACIAS
I.- GENERALIDADES.
ANULAR.- (De nulo). Dar por nulo o dejar sin fuerza una disposición, un contrato, etc.
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INVÁLIDO.- Que no tiene fuerza ni vigor. Nulo y de ningún valor, por no tener las condiciones
que exigen las leyes.
NULIDAD.- Cualidad de nulo. Vicio que disminuye o anula la estimación o validez de algo.
NULO.- Falto de valor y fuerza para obligar o tener efecto, por ser contrario a las leyes, o por
carecer de las solemnidades que se requieren en la sustancia o en el modo.
A).- INEXISTENCIA.
El negocio es inexistente por falta de voluntad u objeto (1794 y 2224 del CCCMX, 7.7 y 7.10
del CCEM). La voluntad siempre debe referirse a un objeto. Por lo tanto si la voluntad no existió o no
se manifestó respecto de un objeto, entonces no hay producción de efectos. Sin embargo, ante una
aparente voluntad respecto de un objeto, una voluntad respecto de un aparente objeto, o bien, una
aparente voluntad respecto de un aparente objeto, necesariamente se producirán consecuencias
jurídicas, pues todo acontecimiento de la naturaleza o del hombre produce consecuencias de
derecho. Es decir, la nada, nada produce, pero la apariencia de algo si produce efectos, los cuales
se destruirán, o bien, se indemnizará al perjudicado por la inexistencia. No es susceptible de valer
por confirmación ni por prescripción, pues lo que no existe, no se confirma, ni prescribe. Pero su
declaración si puede invocarse por cualesquier interesado (2224 y 7.10). La restitución de
prestaciones es con efectos retroactivos (2226 y 7.12). Ver la tesis con número de Registro 270028
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TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES
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Se produce la nulidad absoluta por ilicitud en el objeto, motivo o fin, o en la condición, o bien
si se celebra en contra de leyes prohibitivas, imperativas, de orden público o contra las buenas
costumbres o no se otorga con la solemnidad señalada por la ley (6, 7, 8, 1795-III, 1830, 1831, 1943,
1944 y 2226 del CCCMX y 7.72, 7.184, 7.185 y 7.12 del CCEM).
Por regla general produce provisionalmente sus efectos, mismos que se destruirán
retroactivamente una vez declarada la nulidad. Los produce porque el negocio es válido, lo que está
viciado es el elemento del negocio, contrario a la inexistencia, en la que el elemento ni siquiera existe
(2226 y 7.12).
Puede hacerse valer por confirmación o prescripción (17, 1823, 2228, 2231, 2232, 2233,
2234, 2235, 2236, 2237 y 2238 del CCCMX, 7.55, 7.64, 7.14, 7.17, 7.18, 7.19, 7.20, 7.21, 7.22, 7.23,
7.24 y 7.25 del CCEM).
B).- REVOCACIÓN.
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TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES
Los negocios jurídicos unilaterales pierden eficacia por la revocación del acto, lo que trae
como consecuencia un efecto extintivo del negocio, se hayan o no consumado los efectos (1494,
2359, 2370 (2340 y 1807), 2596 del CCCMX, 6.115, 7.631, (7.642, 7.47), 7.816 del CCEM).
El negocio jurídico válido cuyos efectos aún estén vigentes, puede ser ineficaz por acuerdo
de voluntades y siempre que dicho acuerdo no afecte derechos de tercero. Deben comparecer los
titulares de los derechos y obligaciones que se vean involucrados en el negocio. Vg. Hipoteca
unilateral, para su extinción se requiere de la comparecencia del acreedor. Para el jurista ORTIZ
BLANCO, la rescisión opera en el supuesto de que el negocio perjudique a una de las partes. Yo
coincido con el maestro ZAMORA VALENCIA y concluyo que rescisión y mutuo disenso son la misma
figura.
También conocida como PACTO COMISORIO, la facultad de resolver las obligaciones por
incumplimiento se entiende implícita en las recíprocas, para el caso de que uno de los obligados no
cumpliere lo que le incumbe. El que cumple y se ve perjudicado por el incumplimiento, puede exigir
el cumplimiento forzoso o la resolución de la obligación, con el resarcimiento de daños y perjuicios
en ambos casos
También podrá pedir la resolución aún después de haber optado por el cumplimiento forzoso,
cuando éste resultare imposible (1949, 1950 y 2241 -7.345, 7.362 y 7.28- y 88 CCo.).
Las excepciones de contrato no cumplido pueden ser procesales (35 CPCCMX, excepto la
fracción V -2.31 CPCEM-) y sustantivas y debe tratarse de obligaciones bilaterales y simultáneas
(2286 y 7.566). La excepción no afecta la obligación, sólo difiere su cumplimiento.
E).- CADUCIDAD.
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