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ASIGNATURA:

DERECHO

TEMA:
UNIDAD 2 ESTUDIO DE LOS PRINCIPALES CONTRATOS DE
TRANSFERENCIA DE DOMINIO
DE LAS OBLIGACIONES Y DE LOS CONTRATOS EN GENERAL

Una obligación es una exigencia o un compromiso al cual una persona está


sometida por alguna causa y que la hace actuar de una manera predeterminada,
ya sea emprendiendo una conducta o absteniéndose de ella. Esta exigencia
puede ser de tipo moral, jurídica o de otra naturaleza. Por ejemplo, se llama
“obligaciones tributarias” a los impuestos y pagos con que los ciudadanos se
comprometen a contribuir con el Estado y el mantenimiento del sector público.
Ya desde el antiguo derecho romano se habían acuñado definiciones célebres
acerca de la obligación civil, como por ejemplo la clásica definición contenida en
las Institutas de Justiniano en donde se dice que “ la obligación es un vínculo
jurídico que nos constriñe en la necesidad de pagar alguna cosa conforme a las
leyes de nuestra ciudad.
O la diversa definición del jurisconsulto Paulo que la concibe como “la esencia de
la obligación no consiste en convertir algo en cosa o servidumbre nuestra; sino en
compeler a otro para darnos, hacernos o prestarnos algo.”.
Ahora bien, las anteriores definiciones y muchas otras elaboradas en épocas
posteriores tienen el defecto de que sólo hacen énfasis en uno o dos de los tres
elementos esenciales del concepto obligación, por ejemplo, diremos que la
primera definición citada caracteriza a la obligación civil por el vínculo jurídico que
enlaza a los sujetos de la misma; en tanto que Paulo se concentra únicamente en
el objeto de la obligación, o sea, en la conducta que asumirá el sujeto deudor, para
definir a la obligación.
En ese tenor de ideas el maestro Borja Soriano, en su obra titulada “Teoría
General de las Obligaciones” después de citar varias definiciones logradas por
diversos doctrinarios, termina concluyendo que para lograr una definición cabal
sobre la obligación, no debemos fijar nuestra atención de manera especial sobre
alguno de los elementos que constituyen la naturaleza de la obligación, a saber:
los sujetos, el objeto y la relación jurídica, sino que tenemos que comprenderlos a
todos en una la definición, ya que cada uno de ellos forma parte de su esencia.
Por tanto, una definición completa de la obligación sería. Aquella que dentro de su
comprensión lógica contenga los tres elementos necesarios de ésta.
En congruencia con lo anteriormente expuesto, podemos definir a la obligación
civil como la relación jurídica por virtud de la cual un sujeto llamado deudor queda
vinculado jurídicamente respecto de otro sujeto llamado acreedor a realizar una
conducta que puede consistir en un dar, en un hacer o en un no hacer.
2.- Elementos de las obligaciones.
Como apuntamos en el parágrafo anterior, tres son los elementos constitutivos de
la obligación civil, los sujetos, el objeto y la relación jurídica.

a).- Los sujetos de la relación jurídica obligación son el acreedor y el deudor. El


acreedor es el sujeto activo de la obligación que es titular de un derecho subjetivo,
comúnmente llamado derecho personal o derecho de crédito. El deudor es el
sujeto pasivo de dicha relación que tiene a su cargo un deber jurídico denominado
deuda.

b).- El objeto es la conducta que el deudor queda constreñido a realizar, y que


puede consistir en un dar, hacer o un no hacer.

c).- La relación jurídica, según el maestro Bejarano Sánchez, es “…un vínculo


reconocido y disciplinado por el Derecho objetivo, y por lo que se refiere a la
relación jurídica de la obligación o derecho personal, es un vínculo creado por el
Derecho objetivo, el cual faculta al acreedor a exigir una conducta del deudor y
asegura su cumplimiento con la posibilidad de obtener compulsivamente su
acatamiento”.

En efecto, el vínculo jurídico que caracteriza a la obligación no es otra cosa que la


coercibilidad o posibilidad de utilizar la fuerza para vencer la actitud contumaz del
obligado que distingue al derecho de los otros sistemas normativos que rigen la
conducta humana, verbigracia, la moral o los convencionalismos sociales.

3.- Diferencias entre derechos personales y derechos reales.

Señala el tratadista Borja Soriano que respecto a las teorías que pretenden
explicar la diferencia existente entre los derechos reales y personales se
encuentra la teoría clásica, la cual concibe al derecho real como una relación entre
persona y cosa, en tanto que el derecho personal es una relación entre persona y
persona. La diferencia que existe entre el derecho real y el personal, según los
exponente de esta teoría, consiste en que en aquél la proximidad que existe entre
el sujeto titular del derecho y la cosa permite su explotación económica con
exclusión de los demás individuos que le rodean; en tanto que en el derecho
personal la relación entre el sujeto activo y el pasivo es directa e inmediata, es
decir, que lo más importante es la relación personal y de manera secundaria el
objeto de la obligación.

Derecho real es la facultad o poder de aprovechar autónoma o directamente una


cosa. Mientras que el derecho personal consiste en la facultad de obtener de otra
persona una conducta que puede consistir en hacer algo, en no hacer nada o en
dar alguna cosa.

4.- Obligaciones propter rem.

La doctrina reconoce la existencia de ciertas obligaciones o cargas que están de


tal manera vinculadas a la existencia de una cosa que su transmisión de ésta
implica la de aquélla, es decir, que el origen de la obligación se encuentra en la
cosa misma, nace del hecho de su detentación. También se les conoce con el
nombre de ambulatorias, ya que la obligación pasa de un sujeto pasivo a otro por
el simple hecho de la detentación material de la cosa.

Según Borja Soriano, las características de las obligaciones reales o propter rem
son las siguientes:

a) No ligan al deudor en cuanto a su persona o identidad personal, sino que


está determinado por el hecho de ser propietario o poseedor de una cosa.
El poder que ejerce sobre ella los señala y exhibe como deudor. Son
necesidades jurídicas que gravitan sobre aquella persona que posee una
cosa, porque son cargas que pesan sobre esa cosa.

b) Puede transmitir la deuda al transferir la cosa. La deuda sigue a la cosa; por


tanto, para dejar de ser deudor le basta con enajenar la cosa o
abandonarla.
c) El obligado responde de su deuda con la cosa, no con todo su patrimonio y,
si renuncia a ella, se desembaraza de su deuda.

En síntesis, podemos decir que las obligaciones reales son cargas o gravámenes
impuestos por la ley a los poseedores o propietarios, por el simple hecho de la
detentación de la cosa, y cuyo cumplimiento puede evitarse mediante el abandono
de la cosa de la cual dimana el gravamen, respondiéndose de la deuda en todo
caso con la cosa.
5.- Obligaciones naturales.

En este último apartado nos ocuparemos de las llamadas obligaciones naturales,


de la cuales podemos decir que consisten “…en la necesidad jurídica de prestar
una conducta a favor de un acreedor, quien puede obtener y conservar lo que el
deudor le pague, pero puede exigirlo legítimamente por medio de la fuerza
pública”. En otras palabras, lo que caracteriza o distingue a este tipo de
obligaciones es el hecho una vez cumplida voluntariamente la obligación por el
deudor, el derecho autoriza al acreedor a retenerlo válidamente, sin que pueda
repetirse contra éste.

La doctrina considera a este tipo de obligaciones como obligaciones civiles


imperfectas equiparándolas a veces a los deberes morales, toda vez que carecen
de acción procesal que permita lograr su cumplimiento forzoso. Sin embargo, pese
a la diversidad de opiniones que existen sobre el tema, creemos que no se trata
de simples deberes morales, sino de verdaderas obligaciones jurídicas, ya que por
la circunstancia de que el Derecho reconozca la validez del pago y autorice al
deudor para retenerlo, impidiendo la repetición contra éste, resulta inconcuso que
tal reconocimiento por parte del ordenamiento jurídico le quita a dichas relaciones
el carácter meramente moral que pudieran tener, para convertirlas en fenómeno
netamente jurídico.

Conviene precisar, en último lugar, que estas obligaciones no se encuentran


reglamentadas en nuestra legislación civil, por no existir un articulado que las
agrupe reconociéndolas por su nombre, sino que al respecto sólo existen
disposiciones aisladas de las que se desprende su existencia, verbigracia el
artículo 1752 del Código Civil, que a la letra dice: “El que ha pagado una deuda
prescrita o para cumplir un deber moral, no tiene derecho de repetir.”; asimismo,
nos permitimos transcribir el diverso numeral 2124 del citado ordenamiento, que
dispones que: “Las ventas al menudeo de bebidas embriagantes hechas al fiado
en cantinas, no dan derecho para exigir su precio.”; y por último, el precepto 2595,
que textualmente manda lo siguiente: “El que pierde en un juego o apuesta que no
estén prohibidos, queda obligado civilmente, con tal que la pérdida no exceda de
la vigésima parte de su fortuna. Prescribe en treinta días el derecho de exigir la
deuda del juego a que este artículo se refiere".

DOCTRINA Y CÓDIGO CIVIL

LOS CONTRATOS CON SU DOCTRINA Y CÓDIGO CIVIL

Artículo 1351º.- El contrato es un acto jurídico plurilateral, referente a una relación


jurídica obligacional de carácter patrimonial.
(Aprobado en sesión del 14.04.97)
Fundamentación de la Subcomisión:
Los textos actuales del artículo 140º y 1351º del Código Civil son los siguientes:
Artículo 140º.- El acto jurídico es la manifestación de voluntad destinada a crear,
regular, modificar o extinguir relaciones jurídicas.
Artículo 1351º.- El contrato es el acuerdo de dos o más partes para crear, regular,
modificar o extinguir una relación jurídica patrimonial.

Puede observarse que existe una innecesaria repetición de conceptos en dichos


artículos, pues ambos hacen referencia a la creación, regulación, modificación o
extinción de relaciones jurídicas. Ello obedece a que, pese a que el Código civil
recoge el concepto de la mejor doctrina en el sentido que el contrato es una
especie de acto jurídico, la elaboración de los Libros referentes a los Actos
Jurídicos y a las Fuentes de las Obligaciones (dentro del cual se encuentra la
Sección Primera sobre los Contratos en General) estuvieron a cargo de distintos
Ponentes, cada uno de los cuales definió la figura jurídica que estaba modelando,
resultando así una definición completa del acto jurídico y otra definición completa
del contrato, sin poner de manifiesto la relación que existía entre ambos.
Algo similar ocurrió en Francia con motivo de la elaboración del Proyecto del
nuevo Código Civil en el año 1947.

El Texto del primer artículo de la Sección destinada a las fuentes de las


obligaciones redactado por Henri MAZEAUD cuando la Comisión Reformadora
aún no había decidido consignar en el Código una teoría general sobre el acto
jurídico, era el siguiente: “El contrato o convención es el acuerdo de dos o más
personas para crear, modificar o extinguir una relación de derecho jurídico”.
Posteriormente, la Comisión acordó definir el acto jurídico como una manifestación
de una o varias voluntades, que tiene por efecto crear, modificar o extinguir un
derecho.
Con la finalidad de coordinar ambos textos, evitando una innecesaria repetición de
conceptos, se modificó el primitivo artículo que definía el contrato para que
quedara con la siguiente redacción:
“El contrato o convención es un acto jurídico resultante del acuerdo de dos o más
personas”.

CONTRATOS EN GENERAL

Artículo 1352º.- Los contratos quedan concertados por el consentimiento de las


partes, excepto aquellos en los que el consentimiento debe expresarse con la
formalidad prescrita por la ley.
(Aprobado en sesión del 14.04.97) (Reconsideración Lohmann – aprobado
21.04.97)
Fundamentación de la Subcomisión:
El artículo 1352 del Código Civil tiene la siguiente redacción:
Artículo 1352º.- Los contratos se perfeccionan por el consentimiento de las partes,
excepto aquellos que, además, deben observar la forma señalada por la ley bajo
sanción de nulidad.
En el proceso de formación del contrato deben distinguirse, en puridad de
doctrina, dos hechos distintos que, aunque generalmente coincidentes, tienen
peculiaridad propia. Estos hechos son la concertación (conclusión) y el
perfeccionamiento del contrato.
Se prefiere la expresión “concertación” a la expresión “conclusión”, más usada por
la doctrina, debido a que la tercera acepción que da el Diccionario de la Lengua
Española a la primera expresión es “pactar, ajustar, tratar, acordar un negocio”,
que es más adecuada para expresar un acuerdo de voluntades que la expresión
“concluir” que significa finalizar una cosa, ponerle término.

Concertación del contrato es, pues, la concurrencia de las declaraciones de


voluntad para formar una declaración conjunta de una voluntad común, o sea el
consentimiento. Desde el momento en que la aceptación recoge la declaración
contenida en la oferta, haciéndola suya, y es conocida por el oferente, el contrato
queda concertado.
Perfeccionamiento del contrato es la oportunidad en que el contrato, ya
concertado, produce sus efectos (es eficaz), o sea crea (regula, modifica o
extingue) una relación jurídica obligacional.
Normalmente la concertación del contrato consensual lleva consigo el
perfeccionamiento del mismo, porque no se necesita algo más para que el
contrato produzca sus efectos.
Sin embargo, puede ocurrir que el contrato, como acto jurídico, está sometido a
una condición suspensiva o a la determinación de su contenido (el precio, por
ejemplo) por un tercero. En estos casos, el contrato está concertado (celebrado),
pues las partes han llegado a un consenso definitivo, siendo innecesario un nuevo
acuerdo de voluntades, no obstante lo cual no es perfecto (completo) pues no ha
dado lugar a lo que constituye su objeto, o sea producir el efecto de crear (regular,
modificar o extinguir) obligaciones.
En estas condiciones, si consideramos que la perfección de un contrato es el
hecho (o momento) que determina la producción de sus consecuencias
obligatorias, tendremos que llegar a la solución que no siempre basta el
consentimiento para el perfeccionamiento de los contratos consensuales, sino
que, en algunos casos, se requiere algo más: la obtención de sus efectos cuando
éstos no son el resultado de su concertación.
Comprendidos de esta manera la concertación y el perfeccionamiento, quizá el
artículo 1352 del Código Civil debe ser entendido en el sentido que el contrato
queda concertado (no perfeccionado) por el consentimiento.
Por otro lado, la redacción de este artículo ha dado lugar a la creencia que los
contratos solemnes están compuestos de dos elementos distintos, aunque
indispensables ambos: el consentimiento y la solemnidad. Esta última sería, según
palabras del artículo 1352, además del primero, o sea una especie de “plus” que la
ley requiere en determinados casos.

Dentro de esta línea de pensamiento se ha llegado a afirmar que ambos


elementos debían darse conjuntamente, con lo cual se reconocía implícitamente
que uno tenía existencia separada del otro, de tal manera que secuencialmente, el
consentimiento podía preceder a la solemnidad, aun cuando no tuviera efecto
alguno hasta que ésta fuera cumplida.

Últimamente han surgido serias dudas sobre la veracidad de este planteamiento.


Se piensa que el consentimiento, como declaración de voluntad, no debe darse
conjuntamente con la solemnidad sino a través de ella. Con otras palabras, en los
contratos solemnes el consentimiento se solemniza, de tal manera que sólo existe
consentimiento en la medida que se preste en forma solemne. La solemnidad del
acto jurídico (contrato) es la solemnidad de la declaración de voluntad
(consentimiento).

Si la solemnidad es establecida por la ley para llevar a las partes a reflexionar


sobre la importancia del acto que se disponen a cumplir, estipulando el contrato; y
se deciden después de maduro examen; es, por consiguiente, un medio indirecto
de defensa de las partes contra su propia eventual ligereza. Resultaría absurdo
que el consentimiento pudiera formarse a la ligera y cobrar posterior valor con el
cumplimiento de la solemnidad, pues ello restaría sentido a los contratos
solemnes.

ARTÍCULOS 1436- 1460

Art.1436.En la donación a título singular puede imponerse al donatario el


gravamen de pagar las deudas del donante, con tal que se exprese una cantidad
determinada hasta la cual se extiende este gravamen.
Los acreedores, sin embargo, conservarán sus acciones contra el primitivo deudor,
como en el caso del artículo precedente.

Art.1437.- la responsabilidad del donatario respecto de los acreedores del


donante, no se extenderá en ningún caso sino hasta lo que al tiempo de la
donación hayan valido las cosas donadas, constante este valor por inventario
solemne o por otro instrumento autentico. Lo mismo se extiende a la
responsabilidad del donatario por los otros gravámenes que en la donación se le
hayan impuesto.

Art.1438.El donatario de donación gratuita no tiene acción de saneamiento, aún


cuando la donación haya principiado por una promesa.

Art.1439.- las donaciones con causa onerosa no dan acción de saneamiento ´por
evicción, si no cuando el donante ha dado una cosa ajena a sabiendas.

Con todo, si se han impuesto al donatario gravámenes pecuniarios o apreciables


en dinero, tendrá siempre derecho para que se le reintegre lo que haya invertido
en pagarlos, con los intereses corrientes, que no parecieran compensados por los
frutos naturales y civiles de las cosas donadas.

Art.1440.- la donación entre vivos no es resolubles porque después de ella le


hayan nacido al donante uno o más hijos; a menos que esta donación resolutoria
se haya expresado en la escritura pública de la donación.

Art. 1441.- Son rescindibles las donaciones en el caso del Art. 1383.

Art.1442.- si el donatario estuviese en por cumplir lo que en la donación se le ha


impuesto, tendrá derecho el donante, o para que se obligue al donatario a
cumplirlo, o para que se rescinda la donación.
Art.1443.- la acción rescisoria concedida por el artículo precedente termina en
cuatro años, contados desde el día en que el donatario haya incurrido en hora de
cumplir la obligación impuesta.

Art.1444.- La donación entre vivos puede revocarse por ingratitud. Se tiene por
acto de ingratitud cualquier hecho ofensivo del donatario, que le hiciera indigno de
heredar al donante.

Art.1445.- en la restitución a que fuese obligado el donatario por causa de


ingratitud, será considerado como poseedor de la mala fe desde la perpetración
del hecho ofensivo que ha dado lugar a la revocación.

Art.1446.- la acción revocatoria termina en cuatro años, contados desde que el


donante tuvo conocimiento del hecho ofensivo, y se extingue por su muerte; a
menos que haya sido intentada judicialmente durante su vida, o que el echo
ofensivo haya producido la muerte del donante, o ejecutándose después de ella.
En estos casos la acción revocatoria se transmite a los herederos.

Art.1447.- cuando el donante, por haber perdido el juicio, o por otro impedimento,
se halle imposibilitado de intentar que se le concede.

Art.1448.- la resolución, rescisión y revocación de que hablan los artículos


anteriores, no dan acción contra terceros poseedores, ni para la extinción de las
hipotecas, servidumbres u otros derechos constituidos sobre las cosas donadas, si
no en los casos siguientes:

1°.- cuando en la escritura pública de la donación (inscrita en el competente


registro, si la calidad de las cosas donadas lo hubiese exigido), se ha prohibido al
donatario enajenarlas, o se ha expresado la condición.
2°.- cuando antes de las enajenaciones o de la constitución de los referidos
derechos, se ha notificado a los terceros interesados, que el donante u otra
persona a su nombre se proponen intentar la acción resolutoria, rescisoria o
revocatoria contra el donatario.

3º. Cuando se ha procedido a enajenar los bienes donados, o a constituir los


referidos derechos, después de intentada la acción.

El donante que no hiciere uso de dicha acción contra terceros, podrá exigir al
donatario el precio de las cosas enajenadas, según el valor que hayan tenido a la
fecha de la enajenación.

Art.1449.-se entenderán por donaciones remunetarias las que expresamente se


hicieron en remuneración de servicios específicos, siempre que estos sean de los
que suelen pagarse.

Si no constare por escritura privada o pública, según los casos, que la donación ha
sido remuneratoria, o si en la escritura no se especificaren los servicios, la
donación se entenderá gratuita.

Art. 1450.- Las donaciones remuneratorias, en cuanto equivalgan al valor de los


servicios remunerados, no son rescindibles ni revocables; y en cuanto excedan a
este valor, deberán insinuarse.

Art.1451.El donatario que sufriere evicción de la cosa que le ha sido donada en


remuneración, tendrá derecho a exigir el pago de los servicios que el donante se
propuso remunerarle con ella, en cuanto no aparecieren haberse compensado con
los frutos.

Art.1452.En lo demás, las donaciones remuneratorias quedan sujetas a las


reglas de este Título.
Art. 1453.- Las obligaciones nacen, ya del concurso real de las voluntades de dos
o más personas, como en los contratos o convenciones; ya de un hecho voluntario
de la persona que se obliga, como en la aceptación de una herencia o legado y en
todos los cuasicontratos; ya a consecuencia de un hecho que ha inferido injuria o
daño a otra persona, como en los delitos y cuasidelitos; ya por disposición de la
ley, como entre los padres y los hijos de familia.

Art. 1454.- Contrato o convención es un acto por el cual una parte se obliga para
con otra a dar, hacer o no hacer alguna cosa. Cada parte puede ser una o muchas
personas.

Art. 1455.- El contrato es unilateral cuando una de las partes se obliga para con
otra, que no contrae obligación alguna; y bilateral, cuando las partes contratantes
se obligan recíprocamente.

Art. 1456.- El contrato es gratuito o de beneficencia cuando sólo tiene por objeto la
utilidad de una de las partes, sufriendo la otra el gravamen; y oneroso, cuando
tiene por objeto la utilidad de ambos contratantes, gravándose cada uno a
beneficio del otro.

Art. 1457.- El contrato oneroso es conmutativo cuando cada una de las partes se
obliga a dar o hacer una cosa que se mira como equivalente a lo que la otra parte
debe dar o hacer a su vez; y si el equivalente consiste en una contingencia incierta
de ganancia o pérdida, se llama aleatorio.

Art. 1458.- El contrato es principal cuando subsiste por sí mismo sin necesidad de
otra convención; y accesorio cuando tiene por objeto asegurar el cumplimiento de
una obligación principal, de manera que no pueda subsistir sin ella.

Art. 1459.- El contrato es real cuando, para que sea perfecto, es necesaria la
tradición de la cosa a que se refiere; es solemne cuando está sujeto a la
observancia de ciertas formalidades especiales, de manera que sin ellas no surte
ningún efecto civil; y es consensual cuando se perfecciona por el solo
consentimiento.
Art. 1460.- Se distinguen en cada contrato las cosas que son de su esencia, las
que son de su naturaleza, y las puramente accidentales. Son de la esencia de un
contrato aquellas cosas sin las cuales, o no surte efecto alguno, o degenera en
otro contrato diferente; son de la naturaleza de un contrato las que, no siendo
esenciales en él se entienden pertenecerle, sin necesidad de una cláusula
especial; y son accidentales a un contrato aquéllas que ni esencial ni naturalmente
le pertenecen, y que se le agregan por medio de cláusulas especiales.
2.2 CONTRATO O CONVENCION

De acuerdo al Art. 1438 “Contrato o convención es un acto por el cual una parte se
obliga para con otra a dar, hacer o no hacer alguna cosa. Cada parte puede ser
una o muchas personas”. Se ha criticado esta definición legal desde dos ángulos:
primero, porque incurre en el mismo error del precepto anterior, al enumerar las
fuentes de las obligaciones, de confundir el contrato con la convención. Los hace
términos sinónimos.

Entre nosotros, siguiendo a los autores franceses, se considera que la convención


es el acto jurídico bilateral, o sea, todo acto jurídico en que existe acuerdo de
voluntades destinado a producir efectos jurídicos. Estos efectos pueden consistir
en crear, modificar o extinguir obliga-ciones.

Cuando la convención tiene por objeto crear obligaciones, pasa a llamarse


contrato: aquélla es el género, el contrato, la especie. Todo contrato es
convención, ya que supone el acuerdo de voluntades para producir efectos
jurídicos; pero, a la inversa, no toda convención es contrato.

EL CONTRATO PARTE. TEORÍA GENERAL DE LAS FUENTES DE LAS


OBLIGACIONES

Una obligación, sino modificarla o extinguirla, son una convención, pero no un


contrato. Y así, por ejemplo, el pago, la remisión, la tradición son convenciones,
pero no contratos, pues no generan obligaciones.
Valga, sin embargo, en defensa del autor de nuestro Código, que la opinión
anterior no es universalmente compartida, y para muchos tratadistas, contrato y
convención son también términos sinónimos. La segunda crítica es más seria:
siguiendo al Código francés que a su vez se inspiró en Pothier, el precepto, al
definir el contrato, más bien da un concepto de obligación, aludiendo a su máxima
clasificación en de dar, hacer o no hacer. Por ello es que comúnmente se define el
contrato como la con-vención generadora de derechos y obligaciones, o
prescindiendo en la forma ya clásica del aspecto activo de los créditos, como la
convención que da nacimiento a obligaciones

43. Elementos del contrato. Clasificación. En lo que se refiere a los elementos, o


requisitos constitutivos del contrato, hay que distinguir aquellos que son comunes
a todos los contratos en cuanto ellos son actos jurídicos y los elementos propios
de cada uno en particular. Algunos autores modernos pretenden establecer otros
requisitos, que eliminarían de la categoría de contratos algunos de los que
tradicionalmente se califican de tales. Veremos en los números siguientes en
forma sucesiva estas tres materias, advirtiendo, eso sí, que nos detendremos de
manera somera en los requisitos generales del contrato, porque su estudio no
corresponde aquí, sino en la teoría general del acto jurídico.
44. I. Requisitos de todo contrato. De acuerdo a la definición antes dada, dos
son los requisitos para que se forme un contrato:

1º. El acuerdo de voluntades de dos o más personas, y

2º. Que este acuerdo tenga la intención de crear obligaciones.

Ahora bien, este acuerdo de voluntades está a su vez sometido a los requisitos
legales que enuncia el Art. 1445, inc. 1º. “Para que una persona se obligue a otra
por un acto de declaración de voluntad, es necesario: 1º que sea legalmente
capaz; 2º que consienta en dicho acto o declaración y su consentimiento no
adolezca de vicio; 3º que recaiga sobre un objeto lícito; 4º que tenga una causa
lícita
” Para quienes contrato y convención es lo mismo, “el contrato es el acuerdo de
dos o más partes para constituir, regular o extinguir entre sí una relación jurídica
patrimonial” (Art. 1321 del C. italiano), y puede ser de tres clases: constitutivo,
modificatorio y extintivo, clasificación que entre nosotros corresponde a la
convención. En cuanto a la patrimonialidad que le señala al contrato, véanse

¿QUÉ ES UN CONTRATO?

El contrato es un acuerdo con validez legal donde las partes involucradas


establecen los derechos y deben cumplir con ciertas obligaciones.
Para que se pueda llevar a cabo un contrato no basta con que el acuerdo sea
verbal, debe presentarse por escrito con la firma de los involucrados y enmarcarse
dentro de la ley para su cumplimiento.
Por esta razón de legalidad, se dice que todos los contratos son convenios, pero
no todos los convenios son contratos.
Cuando una persona le hace una oferta a otra y ésta lo acepta, debe expresarse
por escrito y registrarse como un compromiso legal para que pueda existir el
contrato.
Otro aspecto fundamental para que se pueda llevar a cabo el contrato es que las
partes involucradas deben ser capaces en términos legales de poder participar en
él. Esto quiere decir que deben tener la capacidad mental para entender los
términos del contrato y tener mayoría de edad.

TIPOS DE CONTRATOS

En líneas generales se podrían clasificar los contratos dentro de los siguientes


grupos:

• Explícitos: describen detalladamente cada uno de los términos utilizados.


• Implícitos: se dejan a libre interpretación los términos porque son conocidos
por las partes involucradas.
• Bilaterales: establecen las obligaciones y derechos del ofertante y el
ofertado.
• Unilaterales: solo establecen las obligaciones de una las partes.

PARTES DEL CONTRATO

Los contratos deben cumplir con las normas legales establecidas en el país en
que se celebren, logrando así la perfecta estructuración del mismo, pues si está
mal elaborado o una de las partes no cumple con los requisitos necesarios, puede
ser cancelado.
Participantes o firmantes: Quienes participan en los términos del contrato deben
ser personas legalmente estables hablando desde el punto de vista psíquico y
psicológico, no deben ser personas adictas a sustancias como drogas o alcohol, o
en su defecto drogodependientes, y deben además cumplir con el requisito básico,
esto es, haber alcanzado la mayoría de edad prescrita en el estado donde se lleva
a cabo.
Oferta: Esta es una expresión de la voluntad de una de las partes, que puede ser
descrita por escrito, parafraseada por la persona que desea celebrar un contrato,
siempre que cumpla con las condiciones descritas anteriormente, es decir, que no
tenga problemas psicológicos, agresividad o dependencia de sustancias nocivas.

DIFERENCIAS ENTRE CONVENIOS Y CONTRATOS


Puedes ver las similitudes entre ambos porque ambos son acuerdos entre dos o
más personas, pero tienen características diferentes, cuando profundizas en el
tema, algunas de las diferencias entre un contrato y un acuerdo son las siguientes:
 Un acuerdo es solo un acuerdo entre dos personas, que generalmente se
negocia y acuerda con algunos términos descritos por ellos, mientras que
los contratos están incluidos en el marco legal.
 Los contratos tienen una estructura similar a la de cualquier documento
escrito, con título, desarrollo del tema, entre otras cosas, por otro lado,
como los acuerdos son prácticamente improvisados, no hay necesidad de
aplicarles un orden.
 El incumplimiento de un contrato puede ser sancionado por la ley,
desencadenando sanciones económicas, más comúnmente conocidas
como multas, e incluso puede llegar a prisión, según la gravedad del caso.
 Los acuerdos suelen ser acuerdos verbales, y los contratos, aunque los hay
verbales, suelen ser literales, es decir, documentos escritos.

¿QUÉ ES UN CONVENIO?

Un convenio es un pacto o acuerdo de voluntades entre dos o más partes


respecto a determinado tema. Se puede llegar a este acuerdo de manera verbal o
escrita sin ser requerido un marco legal.
Cuando una persona le hace una propuesta a otra y ésta la acepta
voluntariamente, se puede decir que se ha llegado a un convenio entre las partes.
Los convenios no están determinados por ninguna ley, lo que quiere decir que las
condiciones y contexto de este acuerdo es establecido enteramente por las partes
que participan en él.
Igualmente, el cumplimiento del convenio dependerá directamente de la
disposición de las personas involucradas.
Los convenios se pueden dar en todo tipo de ámbitos porque no requiere del
cumplimiento de condiciones específicas para llevarse a cabo. Por esto, cualquier
acuerdo que no esté sujeto a la ley puede ser considerado un convenio.

TIPOS DE CONVENIO

Dependiendo de la cantidad de personas que participan en el convenio, este


puede ser:
• Bilateral: aquellos en los que participan solo dos partes interesadas.
• Plurilateral: donde participan tres o más partes.
En el ámbito educativo se suelen llevar a cabo los siguientes tipos de convenio:
• Convenio marco: cuando las instituciones involucradas se comprometen a
cooperar en determinadas áreas, como la investigación conjunta, el
intercambio de material educativo o el intercambio de docentes y
estudiantes.
• Convenio específico: las instituciones llegan a un acuerdo para fortalecer
áreas complementarias llevando a cabo actividades específicas
previamente detalladas que pueden ser académicas, científicas o
administrativas.

ARTICULOS DE LOS CONTRATOS O CONVENCIONES SU DOCTRINA Y


CODIGO CIVIL

El Art. 1454 del Código Civil señala que “Contrato o convención es un acto por el
cual una parte se obliga para con otra a dar, hacer o no hacer alguna cosa. Cada
parte puede ser una o muchas personas”.
Desde el enfoque doctrinario existe una distinción entre contrato y convención.
Constituye convención el acuerdo que se establece entre dos o más partes
conducente a crear, modificar y extinguir obligaciones. El contrato es una
convención dirigida solamente a crear obligaciones. Siguiendo a diversos
tratadistas del derecho civil se concluiría que la convención es el género y el
contrato la especie. El contrato es “el acuerdo de las voluntades de dos o más
partes con el objeto de crear entre ellas una o más obligaciones”

Según el 1455 del código civil el contrato es unilateral y bilateral, pero en el caso
del contrato de compra y venta es bilateral porque los dos adquieren obligaciones
entre ellos. Cuando se hace el contrato las dos partes que están de acuerdo con el
contrato adquieren obligaciones como la del vendedor de entregar la cosa
asignada o la que quiere adquirir el comprador mientras que el comprador
adquiere la obligación de pagar el precio que los dos quedaron de acuerdo para el
contrato. Por lo tanto, los dos adquieren obligaciones y se podría decir que
derechos ya que el vendedor tiene derecho a que le pague lo acordado mientras
que el comprador adquiera en las condiciones que se acordó el bien o la cosa que
se va a comprar establecido en el tiempo y como se hará la transacción. En
conclusión, es bilateral por las dos partes quedan sujetos a acuerdos deberes y
derechos que cada uno tiene que cumplir además de ello cualquier forma de mala
fe puede que renuncia tanto el comprador o vendedor del contrato sin que este
estipulado en el contrato

Doctrina
El mismo criterio tiene el autor Rafael Rojina Villegas, quien respecto del contrato
considera que “el contrato unilateral es un acuerdo de voluntades que engendra
sólo obligaciones para una parte y derechos para la otra” (Rojina, 1980, pág. 9).
El tratadista Víctor Cevallos Vásquez, respecto del contrato Unilateral explica que
“son aquellos en los que se genera obligaciones solamente para una de las partes,
sin reciprocidad de la otra u otras, verbigracia la donación” (Cevallos, 2011, pág.
96)

Contratos oneroso y gratuito

El artículo 1456 del Código Civil ecuatoriano, los contratos pueden ser gratuitos u
onerosos, y seguidamente se explica el alcance que tienen los mismos. En cuanto
al primero, la norma prevé que “El contrato es gratuito o de beneficencia cuando
sólo tiene por objeto la utilidad de una de las partes, sufriendo la otra el gravamen”
(Código Civil, 2005, art. 1456)

Doctrina

El tratadista Ramón Meza, quien respecto a este tipo de contrato explica:


Contrato gratuito o a título gratuito, en cambio, es aquel en que una de las partes
se procura una ventaja sin que ello le demande un sacrificio porque no debe
suministrar una contraprestación a cambio del beneficio que recibe. Son contratos
gratuitos la donación y el comodato. (…) los contratos unilaterales son
generalmente gratuitos (Meza, 1955, pág. 22

Por otra parte, están los contratos onerosos, que son definidos por el autor Víctor
Cevallos en los siguientes términos: Contratos onerosos, son aquellos que en
como consecuencia del convenio las partes asumen cargas o gravámenes u
obligaciones, la palabra oneroso en latín significa carga, peso u obligación. En
estos contratos cada una de las partes recibe de la otra algo con valor de carácter
patrimonial o valorable económicamente. (Cevallos, 2011, pág. 97)

Art. 1457.- El contrato oneroso es conmutativo cuando cada una de las partes se
obliga a dar o hacer una cosa que se mira como equivalente a lo que la otra parte
debe dar o hacer a su vez; y si el equivalente consiste en una contingencia incierta
de ganancia o pérdida, se llama aleatorio.

Doctrina:

Contrato Oneroso es un tipo de contrato en que ambas partes tienen obligaciones


y ventajas económicas recíprocas. Los contratos onerosos más comunes son la
compraventa, el arrendamiento, la sociedad, la permuta, el transporte y el contrato
de trabajo.

Art. 1458.- El contrato es principal cuando subsiste por sí mismo sin necesidad de
otra convención; y accesorio cuando tiene por objeto asegurar el
cumplimiento de una obligación principal, de manera que no pueda subsistir sin
ella

Doctrina:

El contrato principal es el que tiene una vida propia e independiente, como la


compraventa, la sociedad, el arrendamiento. Contrario, el de accesorio es aquel
que garantiza el cumplimiento de una obligación y tiene una situación de
dependencia con respecto a la obligación garantizada

CONTRATOS CONSENSUALES, SOLEMNES O REALES

De acuerdo con del artículo 1459, los contratos pueden ser consensuales o
reales. Respecto del primero, la última parte de este artículo dispone que el
contrato “es consensual cuando se perfecciona por el solo consentimiento.”
(Código Civil, 2005, art. 1459).

Según dispone la definición legal aportada dentro del Código, ya se comprende


lugar que el contrato consensual es aquel que para perfeccionarse solo requiere
del consentimiento expresado por las dos partes, sin requerirse nada más.

Son contratos consensuales los que se perfeccionan por el simple consentimiento


recíproco de las partes, omitiendo la observancia de formalidades, sin que precise
tampoco la entrega de la cosa o la creación de un derecho real. Si no existe el
consentimiento obviamente no hay contrato. (Cevallos, 2011, pág. 100)

Art. 1460.- Se distinguen en cada contrato las cosas que son de su esencia, las
que son de su naturaleza, y las puramente accidentales. Son de la esencia de un
contrato aquellas cosas sin las cuales, o no surte efecto alguno, o degenera en
otro contrato diferente; son de la naturaleza de un contrato las que, no siendo
esenciales en él se entienden pertenecerle, sin necesidad de una cláusula
especial; y son accidentales a un contrato aquéllas que ni esencial ni naturalmente
le pertenecen, y que se le agregan por medio de cláusulas especiales

Doctrina

¿Qué son los elementos esenciales?


Son aquellos elementos imprescindibles para que el contrato sea válido.
Cuando falta alguno de ellos el contrato es nulo.
Estos elementos son:
--El consentimiento de los contratantes, objeto cierto que sea materia de contrato y
la causa de obligación que se establezca.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Código Civil de la República del Ecuador. Publicado en el Registro Oficial No. 349,
el 24 de junio de 2020.

Pothier, R. J. (1761). Traité des Obligations. París.

Kelsen, H. (1934). Reine Rechtslehre. Viena.

FUENTES BIBLIOGRAFICAS

https://www.registroficial.gob.ec/codigo-civil/

https://www4.congreso.gob.pe/comisiones/1997/r_codigos/civil/reforma/libro7/
libro7.htm
https://www.defensoria.gob.ec/images/defensoria/pdfs/lotaip2014/info-legal/
Codigo_civil_libro_IV.pdf

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