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Introducción

La obligación da a entender una concepción jurídica abstracta: encierra el


concepto espiritualizado de un vínculo inmaterial. El derecho romano, concibió
y desenvolvió esta idea, creando un orden de instituciones que rigen hasta
nuestros días. El derecho moderno nada innovador ha aportado al sistema
latino de los derechos de crédito.

Concepto de obligación.

Ya desde el antiguo derecho romano se habían acuñado definiciones célebres


acerca de la obligación civil, como por ejemplo la clásica definición contenida
en las Institutas de Justiniano en donde se dice que "obligatio est iuris
vinculum, quo necessitate adstringimur alicuius solvendae rei secundum
nostrae civitatis iuria". Es decir, la obligación es un vínculo jurídico que nos
constriñe en la necesidad de pagar alguna cosa conforme a las leyes de
nuestra ciudad.

O la diversa definición del jurisconsulto Paulo que la concibe como


"obligationum substantia non in eo consistit, ut aliquid corpus nostrum (aut
dservitutem nostram) faciat, sed ut alium nobis obstringat at danum aliquid, vel
faciendum , vel prestandum". Es decir, la esencia de la obligación no consiste
en convertir algo en cosa o servidumbre nuestra; sino en compeler a otro para
darnos, hacernos o prestarnos algo.".

Ahora bien, las anteriores definiciones y muchas otras elaboradas en épocas


posteriores tienen el defecto de que sólo hacen énfasis en uno o dos de los tres
elementos esenciales del concepto obligación, por ejemplo, diremos que la
primera definición citada caracteriza a la obligación civil por el vínculo jurídico
que enlaza a los sujetos de la misma; en tanto que Paulo se concentra
únicamente en el objeto de la obligación, o sea, en la conducta que asumirá el
sujeto deudor, para definir a la obligación.

En ese tenor de ideas el maestro Borja Soriano, en su obra titulada "Teoría


General de las Obligaciones" después de citar varias definiciones logradas por
diversos doctrinarios, termina concluyendo que para lograr una definición cabal
sobre la obligación, no debemos fijar nuestra atención de manera especial
sobre alguno de los elementos que constituyen la naturaleza de la obligación, a
saber: los sujetos, el objeto y la relación jurídica, sino que tenemos que
comprenderlos a todos en una la definición, ya que cada uno de ellos forma
parte de su esencia. Por tanto, una definición completa de la obligación sería
aquella que dentro de su comprensión lógica contenga los tres elementos
necesarios de ésta.

En congruencia con lo anteriormente expuesto, podemos definir a la obligación


civil como la relación jurídica por virtud de la cual un sujeto llamado deudor
queda vinculado jurídicamente respecto de otro sujeto llamado acreedor a
realizar una conducta que puede consistir en un dar, en un hacer o en un no
hacer.

Las obligaciones naturales


Las obligaciones son civiles o meramente naturales. Civiles son aquellas que
dan derecho para exigir su cumplimiento. Naturales las que no confieren
derecho para exigir su cumplimiento, pero que cumplidas autorizan para
retener lo que se ha dado o pagado, en razón de ellas.
En este orden de cosas, las obligaciones pueden ser civiles o naturales de
acuerdo a su condición y a la sujeción que tienen a la Ley: serán civiles
aquellas de las que su incumplimiento pueda motivar una acción por la vía
legal, al tiempo que serán obligaciones naturales aquellas que no tienen un
sustento legal, no pudiendo ejercerse una acción directa por medio de la Ley
para forzar su cumplimiento. Por ejemplo:
• un contrato de deposito, una deuda de juego
En cuanto a las obligaciones naturales, la cuestión es algo más compleja:
aunque carece de acción jurídica para ser exigida, por sus características no
debe confundirse con el simple deber moral, en la medida que sí produce una
serie de efectos jurídicos (Efectos de las obligaciones naturales).
El más habitual es el del principio de la retención de lo pagado, es decir la
facultad del acreedor de retener cuanto el deudor le haya espontáneamente
pagado. Además, una obligación natural puede oponerse al acreedor que exige
el cumplimiento de una obligación civil, y por otra parte puede ser convertida de
natural a civil por medio de la llamada ‘novación’. En ocasiones, se garantizan
estas obligaciones naturales por medio de la constitución de un derecho de
prenda o hipoteca.
La mayoría de los Códigos civiles establecen particularidades respecto a las
diferencias entre las clases de obligaciones naturales y las obligaciones civiles.
Es habitual que se enumeren los casos de las obligaciones civiles
CARACTERÍSTICAS DE LAS OBLIGACIONES NATURALES
Existencia de los elementos esenciales de una
obligación

En ellas se presentan todos los elementos esenciales de la relación jurídica


obligatoria, en especial están determinados ambos sujetos (acreedor y deudor),
y el objeto (prestación), con la particularidad de que el vínculo jurídico se
encuentra debilitado, ya que no cuentan con la posibilidad de coerción, aunque
esto no priva a la relación de su carácter jurídico.

Las hipótesis enumeradas en los cinco incisos del artículo 515 del Código civil
argentino corresponden a relaciones jurídicas en las cuáles encontramos todos
los elementos.
Inexigibilidad

Esa ausencia del ingrediente "responsabilidad " es lo que las torna inexigibles,
como lo resalta el artículo 515 al decir que "no confieren acción para exigir su
cumplimiento".

El acreedor no podrá en manera alguna ejercitar coacción para obtener


forzadamente la ejecución de la prestación debida.

Principio rector que se proyecta en todos los efectos que se conceden o niegan
a esta relación, que puede cumplirse espontáneamente, pero no de otra
manera; por eso
no se admitirá la compensación legal, ni podrá servir de fundamento al derecho
de
retención.

Irrepetibilidad del pago

Pero la falta de exigibilidad no priva a la relación de carácter jurídico; subsiste


el otro
ingrediente del vínculo: esenciales de una obligación.

No se legisla aquí sobre "meros" deberes, cuya característica -como hemos


expuesto- es su generalidad e indeterminación, sino sobre lo que en sentido
técnico debe denominarse obligación, aunque el vínculo presente
características diferentes del vínculo que existe en las obligaciones civiles.
Aunque esta relación carezca de coerción, hay un vínculo jurídico de débito y
no solamente un deber moral.

En este caso la irrepetibilidad tiene como fundamento la existencia de una


deuda, que tiene carácter jurídico o, con otras palabras: "las obligaciones
naturales son causa jurídica suficiente para justificar un desplazamiento
patrimonial. Lo que por ellas se ha pagado no es un pago indebido y, por tanto,
no es repetible"

Finalmente, se admite que quien recibe una liberalidad que ha estado fundada
en deberes morales o de conciencia que pesaban sobre el solvens, retenga lo
recibido.
Aquí también hay irrepetibilidad, pero no existía previamente ninguna relación
obligatoria.

Marco histórico
Origen y evolución histórica
Sobre el origen del nombre “obligaciones naturales”. Por influencia de la
filosofía estoica, en el derecho Romano se denominó obligación natural a éste
tipo de obligaciones. La obligación natural, es la que se funda en la ley natural
que gobierna al mundo. La ley natural era la recta razón que prescribía lo que
debía o no hacerse. Luego, en la formación de la obligatio naturalis no
concurría el ius civile sino que la naturaleza Misma de las relaciones sociales.
En el derecho de obligaciones, las obligaciones naturales son una categoría
intermediaria entre las obligaciones civiles (o jurídicas) y las obligaciones
morales.
A diferencia de las obligaciones civiles, las obligaciones naturales carecen de
fuerza coercitiva exterior para imponer su cumplimiento; en otras palabras, la
obligación natural es lícita, pero no goza de coactividad, es decir, no son
judicialmente exigibles. Que sea lícita implica que las obligaciones naturales
permitan retener el pago realizado en virtud de estas obligaciones, por lo tanto,
si el pago se cumple voluntariamente, éste no es luego repetible.
En el Derecho Romano era aquella que no tenía actio para exigir su
cumplimiento. Según René Ramos Pazos, «fueron creadas para moderar los
efectos del sistema del jus civile que negaba la capacidad de obligarse
civilmente a los esclavos y a las personas sujetas a patria potestad y que
desconocía la fuerza obligatoria a los simples pactos».
Sin embargo, se le reconocían ciertos efectos jurídicos:
1. La soluti retentio o irrepetibilidad de lo pagado; lo pagado, pagado está.
2. La opinión dominante niega la posibilidad de la compensación, porque
para poder compensar debe darse entre deudas exigibles, y la
obligación natural no lo es.Sin embargo, existen romanistas que
plantean que sí podían ser compensadas.
3. Eran susceptibles de delegación, novación y constitutum.
4. Podían ser garantizadas por prenda o hipoteca.

La influencia de la concepción romanista de la naturalis obligatio es notable en


las elaboraciones de la era moderna sobre el tema de la obligation naturelle.
De hecho, en la doctrina francesa clásica, no es concebible una obligación
natural separada de una obligación civil preexistente (y ya no coercible). Ello se
deriva del hecho de que, inicialmente, el deber moral se considera
absolutamente ajeno al caso de la obligación natural, que así se identifica en la
obligation civil dégénérée, de la que se identifican como ejemplos el contrato
celebrado por el incapaz, la deuda prescrita o la deuda residual del acuerdo
concursal.
Modernamente, surgió una corriente cultural que restringió su alcance, se le
considera más un deber moral al que se reconocen ciertos efectos jurídicos
que una obligación, por lo que la encontramos entre las obligaciones civiles y
morales.
Las obligaciones naturales nacen en el derecho romano primitivo para atenuar
el rigorismo del derecho civil; fue una creación pretoriana fundada como
respuesta al incremento de las relaciones comerciales con otros pueblos.
A diferencia de las civiles, las obligaciones naturales no cuentan con el auxilio
de la fuerza pública para poder ser cumplidas; ellas están libradas a los valores
y principios de las partes, con basamento en la equidad y el derecho natural.
La equidad es la versión inmediata y directa del derecho natural, o como dice
Savatier, «el derecho natural interpretado objetivamente por el juez». Ese
derecho natural, que Cicerón definiera como la recta razón inscripta en todos
los corazones, que no se puede alterar por otras leyes, que es la misma en
Roma que en Atenas, la misma hoy y mañana, inmutable y eterna que rige a la
vez a todos los pueblos y en todos los tiempos7 es, en definitiva, el conjunto de
principios superiores de Justicia en los cuales debe nutrirse todo ordenamiento
jurídico positivo.
O como nos explica Justiniano en sus Institutas: “[…] las leyes naturales, que
por igual se observan entre todas las gentes, establecidas por cierta
providencia divina, permanecen siempre firmes e inmutables […]”
Los romanos contemplaban la existencia de las obligaciones naturales. A pesar
de ello, si consideramos a las relaciones de crédito según la clásica definición
brindad por el mencionado emperador, podría parece que no eran, en rigor,
verdaderas obligaciones las naturales porque la atadura, ligadura o sujeción
entre acreedor y deudor no estaba garantizada por las instituciones del derecho
civil y, por lo tanto, era imposible exigir su cumplimiento por medio de una
acción.
El vínculo entre los contrayentes en las obligaciones naturales, que se basaba
en el derecho de gentes, a menos que la ley civil lo reprobara expresamente,
merecía ser respetado; pero, al no estar sancionado positivamente, no confería
el derecho de invocar la intervención de los tribunales romanos. Esto
significaba que el acreedor no tenía una acción a su favor para ejercitarla e
intentar el cobro de su crédito.
Sin embargo, ello no significaba que la obligación natural carecía por completo
de valor. Así, el crédito nacido de una obligación natural era útil a su titular toda
vez que éste pudiera hacerlo valer sin recurrir a una demanda judicial.
Además, si bien la obligación natural no otorgaba una acción a su titular, le
permitía, en cambio, excepcionarse. Además, producía los siguientes efectos:
a) no se podía repetir el dinero pagado en base a ellas;
b) un crédito natural podía ser opuesto por vía de compensación cuando se
perseguía contra el acreedor natural el cobro de una deuda civil, con tal de que
se reunieran en el caso, las condiciones requeridas para la procedencia de la
compensación;
c) el acreedor natural podía ejercer el derecho de retención si tenía motivo para
ello;
d) el deudor natural podía reconocer su deuda de una forma civil; y
e) de la misma forma, la obligación natura podía servir de base a un derecho
civil accesorio que constituyera una garantía de una obligación natural. Estos
supuestos enumerados tienen sustento en el Digesto.
La obligatio naturalis podía originarse por tres motivos:
a) Por las calidades de las partes o de una de ellas (ejemplo del esclavo);
b) Por la naturaleza particular de ciertos hechos obligatorios que compelía a los
romanos a rehusar a los beneficios de la obligación civil; y
c) Por el modo en que la obligación había tenido nacimiento. Acá basta con
observar que una relación existente entre dos personas no tiene fuerza civil
obligatoria más que cuando el derecho quiritario la ha sancionado.
Y, en lo que concierne a las relaciones que se establecen por convención entre
el acreedor y el deudor, los romanos reconocían que en verdad constituían un
vínculo obligatorio; pero, para que ese vínculo tuviera plena eficacia civil, era
menester que él se fundamentara en una causa civil que podía residir, sea en
la naturaleza misma de la obligación, sea en la forma externa de que aquel
estaba revestido.
Una simple obligación desprovista de esa causa civil se denominaba pacto
desnudo y no producía más que una obligación natural. De la misma forma,
para que un hecho unilateral diera motivo a una obligación civil, era necesario
que el derecho quiritario hubiese creado una acción al respecto.

Marco conceptual
El ámbito del derecho se ha ocupado fuertemente de las obligaciones, pues
básicamente la estructura social de regulación y sanción en pos de una sana
convivencia parece ser un equilibrio preciso entre la actitud solidaria y la
obligación.

En este orden de cosas, las obligaciones pueden ser civiles o naturales de


acuerdo a su condición y a la sujeción que tienen a la Ley: serán civiles
aquellas de las que su incumplimiento pueda motivar una acción por la vía
legal, al tiempo que serán obligaciones naturales aquellas que no tienen un
sustento legal, no pudiendo ejercerse una acción directa por medio de la Ley
para forzar su cumplimiento. Por ejemplo: un contrato de deposito, una deuda
de juego.

En este orden de cosas, la obligación civil es fácil de ser interpretada y


comprendida: en efecto, son las que nacen a partir de leyes o contravenciones,
de las que no puede acusarse desconocimiento y las que tienen una función en
pos del equilibrio o contrato social que se ha explicado antes.
En cuanto a las obligaciones naturales, la cuestión es algo más compleja:
aunque carece de acción jurídica para ser exigida, por sus características no
debe confundirse con el simple deber moral, en la medida que sí produce una
serie de efectos jurídicos (Efectos de las obligaciones naturales).

El más habitual es el del principio de la retención de lo pagado, es decir la


facultad del acreedor de retener cuanto el deudor le haya espontáneamente
pagado. Además, una obligación natural puede oponerse al acreedor que exige
el cumplimiento de una obligación civil, y por otra parte puede ser convertida de
natural a civil por medio de la llamada ‘novación’. En ocasiones, se garantizan
estas obligaciones naturales por medio de la constitución de un derecho de
prenda o hipoteca.

La mayoría de los Códigos civiles establecen particularidades respecto a las


diferencias entre las clases de obligaciones naturales y las obligaciones civiles.

A definición Vínculo jurídico en cuya virtud una persona, llamada acreedor,


puede exigir a otra, llamada deudor, la realización de una conducta consistente
en dar, hacer o no hacer. Elementos Son tres los elementos de toda obligación:
a. Elemento jurídico. Entre acreedor y deudor existe un vínculo de derecho que
lleva al constreñimiento, a la coacción, para que el acreedor pueda exigir al
deudor determinada conducta.

b. Elemento subjetivo. Los sujetos que intervienen en la obligación pueden ser


personas naturales o jurídicas; no pueden existir obligaciones entre cosas; son
dos los sujetos:

1. Sujeto activo: el acreedor; quien exige. El sujeto activo puede o no estar


determinado al surgir la obligación, pero al hacerse exigible debe estar
determinado.

Las obligaciones son civiles o meramente naturales. Civiles son aquellas que
dan derecho para exigir su cumplimiento. Naturales las que no confieren
derecho para exigir su cumplimiento, pero que cumplidas autorizan para
retener lo que se ha dado o pagado, en razón de ellas.

Ejemplos de obligaciones civiles:


-Pagar los perjuicios en caso de ocasionar daño en cosa ajena.

-Un contrato de depósito.

-Una orden de restricción.

-Las obligaciones que nacen a partir del matrimonio.


-Cumplir con lo estipulado en un contrato.

-Pagar los derechos de autor en los casos que corresponda.

-La prohibición de fumar en determinados sitios


.
-Las obligaciones de un padre para con sus hijos.

-Las que nacen a partir del divorcio.

-La prohibición de estacionar en determinado lugar.

Ejemplos de obligaciones naturales:

-Un menor de edad que le presta dinero a otro.

-Una deuda de juego.

-Oposición de deudas en compensación, a partir de una deuda no constituida


formalmente.

-Un demente que compra un producto sin estar en su capacidad plena.

-Pago de una deuda sin obligación, habiendo creído estar obligado a pagarla.

Marco teórico
Obligaciones naturales son aquellas que una vez incumplidas, no dan al
acreedor derecho para exigir su cumplimiento, pero que, si son cumplidas por
el deudor, autorizan al acreedor para retener los que se haya dado o pagado en
razón de ellas.

La obligación es un vínculo jurídico entre dos sujetos, por el cual uno de ellos,
llamado deudor, se ve en la necesidad de dar, hacer o no hacer algo a favor de
otro sujeto, denominado acreedor.

La obligación da a entender una concepción jurídica abstracta: encierra el


concepto espiritualizado de un vínculo inmaterial. El derecho romano, concibió
y desenvolvió esta idea, creando un orden de instituciones que rigen hasta
nuestros días.
El derecho moderno nada innovador ha aportado al sistema latino de los
derechos de crédito.

La concepción romana de las obligaciones ha contribuido al desarrollo de la


civilización occidental, regulando las relaciones de comercio entre los hombres,
las que – en muchos sentidos – perduran en nuestra compleja vida económica.

El derecho es un producto social que nos revela la inteligencia de un pueblo, su


grado de civilización, la índole de sus sentimientos y de sus necesidades. Es el
resultado de quien lo ha creado y lo sustenta.

La inteligencia de un pueblo se desenvuelve como la del hombre: una


civilización rudimentaria es como la infancia. Las palabras conservan los
rastros de las primeras ideas que ellas manifestaron y nos muestran la
evolución del pensamiento. Jus, derecho, procede de la raíz sánscrita ju, que
significa ligar y está vinculada a un vocablo que expresa la imagen material de
la dominación: jugum, yugo, jugum sub quo victi transibant, dice Pompeius
Festus: el yugo bajo el cual se hacía pasar a los vencidos.

La primera concepción del derecho fue sugerida por la fuerza.

Es que el derecho, tanto para el hombre más primitivo como para el más
desarrollado, indefectiblemente debe tener relación con la fuerza y el poder.
Cualquier norma jurídica – en el sentido más amplio del término – contiene, ya
sea explícita o implícitamente, una sanción que amenaza a aquél quien
pretende incumplir con la misma.

En el campo de las relaciones personales, esta noción resulta tan clara que la
clásica definición de Justiniano de obligación se centra en la idea de
constreñimiento. Porque en el mundo del derecho y, por ende, en el de la
seguridad jurídica, las normas (ya sean creadas por particulares o por la
comunidad toda) nacen para cumplirse.

Lo que nos ha legado el derecho romano sobre este punto resulta de vital
relevancia. No interesaba al derecho de aquél pueblo (como tampoco le
interesa al de los nuestros) el motivo por el cual los hombres cumplen con él.
Lo importante, para mantener la paz social y crecer como sociedad, es que
simplemente lo respeten.

Mas, aunque ello sea así, cualquier sociedad que se considere a ella misma
como justa, debe acatar las normas, en primer término, en base al derecho
natural y la equidad. Con sustento en esta última idea, en el presente trabajo,
en primer lugar, intentaremos abordar el tema siempre interesante de las
obligaciones naturales en el derecho romano.

Marco jurídico
OBLIGACIONES CIVILES 1

Son las que dan derecho a exigir su cumplimiento, es decir sus titulares pueden
hacer valer plenamente sus derechos, que se resumen, en una palabra:
Ejecución. Confiere derechos al acreedor para ejercerlos sobre el patrimonio
del deudor y en los casos en su cumplimiento, es exigible.

Se llaman también “perfectas o legitimas”, en el fondo y la forma.

En realidad, toda la teoría de las obligaciones se desarrolla teniendo en mira


esta clase de obligaciones que son las que tienen la mayor Importancia
práctica. Acuerdan derecho de Acción y Excepción.

Sin embargo, otros autores también nos dan su definición en diversas obras:
Son aquellas que confieren al acreedor acción ante el cumplimiento del deudor,
de tal manera que el deudor no está en la potestad de cumplir o no cumplir,
sino que “debe y tiene que cumplir”, pues puede ser coaccionado al
cumplimiento de la prestación debida.

Las obligaciones civiles están especialmente tuteladas por el derecho positivo,


que les reconoce la plenitud de su eficacia. En Cambio, las obligaciones
naturales no se sustentan en el derecho positivo sino exclusivamente en el
derecho natural y la equidad: ello explica su reducida eficacia, en la medida en
que el legislador las admite en la vida jurídica.

El acto jurídico: Es un acto jurídico bilateral generador de obligaciones, que


puede definirse en toda su amplia comprensión conceptual como el acto
jurídico que celebran dos o más personas capaces mediante el concurso de
sus voluntades, para el cumplimiento de una prestación licita por parte de la
persona o Personas que se obligan justamente. En consecuencia, son
elementos constitutivos del contrato:

La capacidad legal;

El consentimiento;

b. La responsabilidad civil por delitos o culpas:

-El dolo, la culpa


-Presunción de Culpa

-El riesgo creado

c. El enriquecimiento ilegitimo: Quien, sin justo motivo, se enriquece en


detrimento de otro está obligado, en proporción a su enriquecimiento, a
indemnizar a éste por la correspondiente disminución patrimonial.

Conceptos básicos del Derecho Civil en Bolivia

Para comprender el Derecho Civil en Bolivia, es necesario conocer algunos


conceptos básicos. A continuación, te presentamos algunos de los más
importantes:

Persona

En Derecho Civil, se entiende por persona a todo ser humano que tiene la
capacidad de adquirir derechos y obligaciones. Además de las personas
físicas, el Código Civil boliviano reconoce la existencia de personas jurídicas,
como las empresas y las asociaciones.

Derechos y obligaciones

Los derechos y obligaciones son las facultades y deberes que tienen las
personas en sus relaciones jurídicas. Algunos de los derechos civiles más
importantes son:

Derecho a la vida, a la integridad física y moral, a la libertad y a la igualdad


ante la ley.
Derecho a la propiedad, a la herencia y a la posesión.
Derecho al honor, a la intimidad personal y familiar, y a la imagen.
Derecho a contraer matrimonio y a fundar una familia.

Por otro lado, algunas de las obligaciones civiles más importantes son:

Obligación de cumplir con los contratos y acuerdos.


Obligación de respetar los derechos de autor y propiedad intelectual.
Obligación de pagar impuestos y cumplir con las obligaciones fiscales.
Obligación de no dañar a otras personas o sus propiedades.

Contratos

El contrato es un acuerdo voluntario entre dos o más personas que tiene


efectos jurídicos. En Derecho Civil, los contratos son una herramienta
fundamental para regular las relaciones entre las personas. Algunos de los
tipos de contratos más comunes en Bolivia son:
Contrato de compraventa.
Contrato de arrendamiento.
Contrato de trabajo.
Contrato de préstamo.
Los procedimientos legales en el Derecho Civil en Bolivia

Cuando se produce un conflicto en una relación jurídica civil, es necesario


seguir un procedimiento legal para solucionarlo. A continuación, te presentamos
los procedimientos legales más comunes en el Derecho Civil boliviano:

Conciliación

La conciliación es un procedimiento extrajudicial que busca la solución de un


conflicto a través del diálogo y el acuerdo entre las partes involucradas. En
Bolivia, la conciliación es un procedimiento obligatorio antes de iniciar un
proceso judicial.

Proceso judicial

Cuando la conciliación no es posible, es necesario iniciar un proceso judicial.


En el Derecho Civil boliviano, existen varios tipos de procesos judiciales,
dependiendo del tipo.

Proceso de conocimiento

El proceso de conocimiento es el procedimiento judicial más común en el


Derecho Civil boliviano. Este proceso se inicia cuando una persona reclama
ante un juez la existencia de un derecho o la realización de una obligación.

Durante el proceso de conocimiento, se realizan diversas etapas, como la


presentación de pruebas y la sentencia del juez. Si el demandado no cumple
con la sentencia, se pueden tomar medidas como el embargo de bienes o la
ejecución forzosa.

Proceso monitorio

El proceso monitorio es un procedimiento judicial que busca la cobranza de una


deuda mediante un juicio rápido y sencillo. En el proceso monitorio, el
demandante presenta una serie de documentos que prueban la existencia de la
deuda.

Si el demandado no se opone al proceso monitorio, se considera que acepta la


existencia de la deuda y se procede al pago. Si el demandado se opone, el
proceso se convierte en un proceso de conocimiento.
Proceso ejecutivo

El proceso ejecutivo es un procedimiento judicial que busca la ejecución


forzosa de una obligación que no ha sido cumplida. En el proceso ejecutivo, el
juez puede ordenar el embargo de bienes del deudor para garantizar el pago
de la obligación.

Derechos y obligaciones de las partes involucradas en el Derecho Civil en


Bolivia

En cualquier relación jurídica civil, las partes involucradas tienen derechos y


obligaciones que deben respetar. A continuación, te presentamos algunos de
los derechos y obligaciones más importantes de las partes involucradas en el
Derecho Civil boliviano:

-Derechos de las partes involucradas


-Derecho a un juicio justo y equitativo.
-Derecho a la defensa y a ser oído.
-Derecho a la tutela judicial efectiva.
-Derecho a la presunción de inocencia.
-Derecho a la intimidad y a la protección de datos personales.
-Obligaciones de las partes involucradas
-Obligación de actuar de buena fe y de acuerdo con las normas jurídicas.
-Obligación de cumplir con los contratos y acuerdos.
-Obligación de pagar las deudas y obligaciones pendientes.
-Obligación de respetar los derechos de autor y propiedad intelectual.
-Obligación de no dañar a otras personas o sus propiedades.

Obligaciones propter rem.

La doctrina reconoce la existencia de ciertas obligaciones o cargas que están


de tal manera vinculadas a la existencia de una cosa que su transmisión de
ésta implica la de aquélla, es decir, que el origen de la obligación se encuentra
en la cosa misma, nace del hecho de su detentación. También se les conoce
con el nombre de ambulatorias, ya que la obligación pasa de un sujeto pasivo a
otro por el simple hecho de la detentación material de la cosa.

Según Borja Soriano, las características de las obligaciones reales o propter


rem son las siguientes:

a) No ligan al deudor en cuanto a su persona o identidad personal, sino que


está determinado por el hecho de ser propietario o poseedor de una cosa. El
poder que ejerce sobre ella los señala y exhibe como deudor. Son necesidades
jurídicas que gravitan sobre aquella persona que posee una cosa, porque son
cargas que pesan sobre esa cosa.

b) Puede transmitir la deuda al transferir la cosa. La deuda sigue a la cosa; por


tanto, para dejar de ser deudor le basta con enajenar la cosa o abandonarla.
c) El obligado responde de su deuda con la cosa, no con todo su patrimonio y,
si renuncia a ella, se desembaraza de su deuda.

En síntesis, podemos decir que las obligaciones reales son cargas o


gravámenes impuestos por la ley a los poseedores o propietarios, por el simple
hecho de la detentación de la cosa, y cuyo cumplimiento puede evitarse
mediante el abandono de la cosa de la cual dimana el gravamen,
respondiéndose de la deuda en todo caso con la cosa.

DIFERENCIA ENTRE OBLIGACION CIVILY OBLIGACION NATURAL

Obligaciones civiles y obligaciones naturales Las obligaciones son


civilescuando puede exigirse su cumplimiento, es decir, cuando el vínculo
esfuerte, vigoroso, en consecuencia, el acreedor puede accionar judicialmente
para exigir su cumplimiento.

Las obligaciones naturales son las que, fundadas sólo en el derecho natural y
en la equidad, no confieren acción para exigir su cumplimiento pero que
cumplidas por el deudor autorizan a retener lo que es dado en razón de ellas.
El plano filosófico estudia al Derecho como valor, suscita la axiología de los
valores en que el Derecho debe inspirarse.

Considera el tema tradicionalmente llamado Derecho Natural que son las


normas puramente ideales o racionales dotadas de intrínseca y necesaria
validez. Desde la antigüedad, en Grecia pensemos en la Antígona de Sófocles
se ha admitido la concepción de un orden jurídico válido para todos los pueblos
y épocas, superior a las determinaciones contingentes delos hombres cuyo
imperio persiste aun contraviniendo las normas positivas consagradas por los
gobernantes, en La República de Cicerón se consagra que la ley es la razón
suma, ingénita en la naturaleza que manda lo que debe hacerse y prohíbe lo
que debe evitarse, en el mismo sentido las
Institutas de Justiniano dicen: “los derechos naturales que existen en todos los
pueblos, constituidos por la Providencia Divina, permanecen firmes e
inmutables”, es el criterio sostenido por San Pablo en la Epístola a los
Romanos 2, 14 y 15 donde expresa: “La ley natural es una escritura que Dios
graba en nuestros corazones” y su contemporáneo Séneca “la razón es una
porción del espíritu divino introducida en el cuerpo humano”.Aristóteles, tanto
en el Arte de la Retórica 6 como en su Ética a Nicómaco

donde expone la doctrina de la equidad y su relación con la justicia, establece


que lo equitativo es justo pero no de acuerdo con la ley, sino que es una
enmienda de lo justo legal si lo justo es bueno lo equitativo es mejor. En
consecuencia, en las obligaciones naturales el vínculo se halla flojo, enervado,
debilitado y el acreedor ya no puede accionar para lograr el cumplimiento, pero
conforme el Código Civil, si el deudor cumple voluntariamente no puede pedir
repetición de lo pagado.
La obligación civil es un tipo de obligación que tiene la virtud de conferir acción
para exigir su cumplimiento. Se opone a la obligación natural, que es aquella
que no confiere derecho para exigir su cumplimiento, pero que cumplida,
autoriza para retener lo que se ha dado o pagado en razón de ella. Las
obligaciones civiles constituyen la regla general en materia de obligaciones,
pues lo normal es que los derechos estén revestidos de acción para exigir que
se cumplan, y tratándose de los derechos personales, que son los que pueden
reclamarse de ciertas personas porque han contraído las obligaciones
correlativas, las acciones se llaman personales.

Al igual que las obligaciones naturales, las civiles también permiten retener lo
pagado en razón de ellas. Obligaciones naturales son las que, fundadas sólo
en el derecho natural y en la equidad, no confieren acción para exigir su
cumplimiento, pero que, cumplidas por el deudor, autorizan para retener lo que
se ha dado por razónde ellas. Se trata de obligaciones anormales, pues no
parece jurídico hablar de obligación o de derecho sin acción para obligar al
deudor a cumplir. Pues precisamente lo que define la obligación desde el punto
de vista jurídico es la posibilidad del acreedor de compulsar al deudor a darle
cumplimiento o, en su defecto, a pagarla indemnización correspondiente.
Pero no están desprovistas de toda protección jurídica, ya que si el deudor ha
pagado voluntariamente (única vía concebible desde que el acreedor no puede
compulsarlo) el acreedor tiene derecho a retener lo pagado. Su diferencia con
las obligaciones civiles o perfectas radica precisamente en que estas confieren
al acreedor una acción para obligar al deudor a cumplir.

CONCLUSIÓN

- Los llamados "deberes morales" y las "obligaciones naturales" son dos figuras
jurídicas distintas, que no deben confundirse por las siguientes razones:

a) El deber es general e indeterminado; la obligación, en sentido técnico, es un


vínculo jurídico entre dos sujetos determinados (acreedor y deudor), al que
deben sumarse como elementos esenciales la causa, y una prestación
determinada.

b) En la base de todo deber jurídico hay siempre un deber moral; pero no todo
deber moral engendra un deber jurídico.

La "obligación natural" contiene los elementos esenciales de una obligación


jurídica,
aunque su vínculo esté debilitado por la falta de acción.

a) El primer efecto de las obligaciones naturales es la"soluti retentio", pero no


es el único.
b) Estas obligaciones pueden ser extinguidas no solamente por el pago, sino
también por novación, y puede asegurarse su cumplimiento mediante fianzas,
hipotecas, prendas y cláusulas penales.

En los "deberes morales" no se encuentran los elementos esenciales de una


obligación en sentido técnico, ya que con frecuencia están indeterminados los
sujetos, o la prestación. Son numerosísimos, pero no todos inciden en el
campo jurídico; cuando lo hacen sus principales efectos son los siguientes:

a) Dan origen a la "soluti retentio" (que es lo que suele provocar su confusión


con las obligaciones naturales).

b) La promesa de pago de un deber moral engendra una verdadera obligación


civil, exigible, es decir munida de acción (esta es la nota diferencial, pues jamás
las obligaciones naturales podrán producir este efecto).

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