Está en la página 1de 15

PROCEDIMIENTO : ESPECIAL

MATERIA : RECURSO DE AMPARO

RECURRENTE : ARIANNA MARILY FIGUEROA CORDERO

IDENTIDAD : 18387131

ABOGADO : JOAQUIN ARISMENDI LINACRE

CEDULA DE IDENTIDAD : 18.156.567-5

RECURRIDO : INTENDENCIA REGION DE TARAPACA

RUT : 60.511.010-K

DOMICILIO : AVENIDA ARTURO PRAT CHACON 1099, IQUIQUE

EN LO PRINCIPAL: DEDUCE RECURSO DE AMPARO; EN EL PRIMER OTROSI:


ACOMPAÑA DOCUMENTOS; EN EL SEGUNDO OTROSI: ORDEN DE NO INNOVAR; EN EL
TERCER OTROSI: PATROCINIO Y PODER.

ILUSTRISIMA CORTE DE APELACIONES DE IQUIQUE

ARIANNA MARILY FIGUEROA CORDERO, venezolana, identidad N° 18387131, de


32 añ os de edad, desempleada, domiciliado para estos efectos Las Majadas 423, comuna de
Quilpué a vuestra Ilustrísima Señ oría respetuosamente digo:
Que por este acto interpongo acció n constitucional de amparo en mi favor, en virtud
de lo dispuesto en el artículo 21 de la Constitució n Política de la Republica, en contra de la
INTENDENCIA DE LA REGION DE TARAPACA, que presentó orden de expulsió n en mi
contra, Resolució n Exenta – Sanció n N° 4413/2020.- de fecha 9 de diciembre de 2020.
Solicitando desde ya se acoja este recurso y disponer se tomen las medidas necesarias para
restablecer y resguardar el imperio del Derecho, a modo de ponerle fin a toda acció n u
omisió n que importe una amenaza o perturbació n a mis Derechos Fundamentales,
particularmente mi libertad personal y seguridad individual en razó n los antecedentes de
hecho y fundamentos de derecho que paso a exponer:

I. LOS HECHOS

Debido a las graves condiciones en las que se encuentra Venezuela y debido a la falta
de trabajo me vi forzada a salir de dicho país junto a mi hijo. Salimos el 10 de octubre del
añ o 2020, con direcció n a Colombia.

Esta decisió n la tomamos debido a que mi hijo y yo está bamos en trá mite para las
visas de responsabilidad democrá tica. Sin embargo, debido al cierre masivo de los procesos
nos vimos afectados, debiendo salir de Venezuela, puesto que sin trabajo no daba para
comer y poder darle soporte a mi hijo.

Ya en Colombia dejé a mi hijo con su padre, puesto que allí puede tener un mejor
pasar econó mico y puede establecerse, yo continué mi viaje para poder encontrar mejores
oportunidades en Chile, considerando que en Colombia solo el padre de mi hijo tiene un
mejor pasar.

Posteriormente me dirigí en bus a Lima, lugar en donde tomé otro bus que me llevo
a Tacna. No pude cruzar, por lo que fui a Bolivia y crucé por Colchane. Apenas llegué a
Chile el 21 de octubre de 2020, me presenté ante Carabineros de Chile, tomaron mis datos y
me llevaron en bus hasta Iquique, lugar en el que cumplí residencia sanitaria por 14 días.
Posteriormente me fui a la ciudad de Quilpué a vivir con mi pareja de hace ya 10
añ os y que lleva 3 añ os en Chile, FELIX RAUL RIOS TORRES quien actualmente me
apoya económicamente.

Con fecha 17 de noviembre de 2020 me autodenuncié ante la policía de


Investigaciones, entregándoseme la tarjeta de infractor.

Con fecha 9 de diciembre de 2020 se decretó bajo resolució n Exenta-Sanció n N°


4413/2020 por la Intendencia de la Regió n de Tarapacá , Expulsió n del País en mi contra
por ingreso clandestino al territorio nacional. Cabe señ alar que la expulsió n indica “Que
con fecha 16 de noviembre de 2020, se denunció este hecho ante el Fiscal de Pozo Almonte,
de conformidad con lo establecido en el artículo 78 del Decreto Ley 1094 de 1975,
desistiéndose posteriormente de dicha medida.”.

Actualmente vivo con mi pareja, trabajo en lo que puedo debido a que estoy
irregular, enviando remesas a mi hijo en Colombia y ganando lo suficiente para poder
subsistir y apoyar a mi familia.

II. EL DERECHO

1. Procedencia del Amparo

La acció n de amparo, ha sido entendida como la acció n que cualquier persona puede
interponer ante los Tribunales Superiores de Justicia, por sí o a nombre de otro, a fin de
solicitar que éstos adopten inmediatamente las providencias que juzguen necesarias para
restablecer el imperio del Derecho y asegurarle la debida protecció n al afectado, dejando
sin efecto o modificando cualquier acció n u omisió n arbitraria o ilegal que importa una
privació n o amenaza a la libertad personal o seguridad individual sin limitaciones y sin que
importe el origen de dicho atentado.
En nuestro ordenamiento, la acció n de amparo está consagrada en el artículo 21 de
la Constitució n Política de la Repú blica, el cual la establece como un medio para lograr el
restablecimiento del imperio del Derecho y el aseguramiento de la debida protecció n del
afectado, toda vez que tiene lugar una privació n, perturbació n o amenaza del derecho de la
libertad personal y la seguridad individual. Esta consagració n constitucional se debe a la
necesidad de restituir el respeto a los derechos fundamentales de las personas.

Sobre su procedencia, el artículo 21, en su inciso 3° de la Constitució n Política de la


Repú blica, establece “el mismo recurso, y en igual forma, podrá ser deducido a favor de toda
persona que ilegalmente sufra cualquier otra privación, perturbación o amenaza en su
derecho a la libertad personal y de seguridad individual”. En relació n al texto citado, la
procedencia de la acció n requiere que se sufra la privació n, perturbació n o amenaza de su
derecho a la libertad personal y seguridad individual, en razó n de un acto arbitrario e
ilegal.

Acerca el derecho a la libertad personal, el profesor Humberto Nogueira Alcalá la


define como “el derecho de toda persona a que los poderes públicos y terceros no interfieran
en la esfera de autonomía personal, vale decir, de disponer de su propia persona y de actuar
determinado por la voluntad propia, sin otras limitaciones que las que imponen el medio
natural, los derechos de los demás y el ordenamiento constitucional”. Parte de esta esfera de
autonomía personal está constituida por el derecho a la libertad ambulatoria, la cual se
consagra tanto como en la Constitució n Política de la Repú blica, como tratados
internacionales de Derechos Humanos ratificados en Chile.

En la Constitució n Política de la Repú blica, el derecho a la libertad ambulatoria se


encuentra en el artículo 19 N° 7 letra a), la cual señ ala “toda persona tiene derecho a residir
y permanecer en cualquier lugar de la república, trasladarse de un lugar a otro y entrar y
salir de su territorio, a condición de que se guarden las normas establecidas en la ley y salvo
siempre el perjuicio de terceros”.
Esto se complementa por el artículo N° 7 de la Convenció n Americana sobre
Derechos Humanos, la cual señ ala que “toda persona tiene derecho a la libertad personal y
seguridad personales”.

En virtud de lo citado, el derecho a la libertad ambulatoria puede ser entendida


como la facultad que toda persona para trasladarse libremente de un lugar a otro y que
comprende también el derecho a permanecer libremente en el territorio de cualquier país.

En el presente caso, el derecho señ alado se encuentra vulnerado por un acto


arbitrario e ilegal, toda vez que se me expulsa de forma injustificada, por medio de la
Resolució n Exenta – Sanció n N° 4413/2020.- de fecha 9 de diciembre de 2020 de la
INTENDENCIA DE LA REGION DE TARAPACA, lo cual infringe derechos y garantías
consagrados en la Constitució n Política de la Repú blica y los tratados internacionales sobre
Derechos Humanos y la legislació n vigente.

2. Naturaleza del acto administrativo y la aplicación de los principios del Derecho


Penal.

La Resolució n Exenta – Sanció n N° 4413/2020.- de fecha 9 de diciembre de 2020


emanada de la INTENDENCIA DE LA REGION DE TARAPACA, constituye un acto
administrativo sancionador, pues establece la sanció n de la medida de expulsió n contra
mía, cuyo fundamento es el haber cometido la infracció n de ingreso clandestino al país. Al
decretarse la medida de expulsió n, se ve perturbada mi libertad ambulatoria, ya que se ve
imposibilitado de poder viajar tranquilamente a su país y retornar sin problemas a Chile,
ademá s, mi seguridad individual de se ve afectada, dado que teme continuamente por su
expulsió n de Chile.

Respecto a la seguridad individual, ella se ve vulnerada en cuanto yo no puedo


desarrollar una vida tranquila, esto es el derecho a la integridad física y psíquica, ya que
vivo constantemente con el miedo a ser expulsado.
En base a lo anterior, el Estado, por medio de la Intendencia de la Regió n de Tarapacá ,
siendo un ó rgano parte de la Administració n del Estado, de conformidad a lo establecido en
el artículo 1° inciso 2° de la Ley N° 18.575, que establece Bases Generales para la
Administració n del Estado, está amenazando y perturbando mi libertad personal.

Como se ha expuesto anteriormente, la resolució n recurrida es un acto


administrativo sancionador, y, por ende, es una manifestació n del Ius Puniendi del Estado.
Debiendo aplicarse iguales principios que al Derecho Penal. Dado lo anterior, al Derecho
Administrativo sancionador le son aplicables las garantías establecidas en el artículo 19 N°
3 de la Constitució n Política de la Repú blica, específicamente los principios de legalidad,
tipicidad, culpabilidad, non bis in ídem, y la garantía de un “justo y racional procedimiento”.

Tal razonamiento fue manifestado también, por la jurisprudencia de nuestro


Tribunal Constitucional, por medio de la Sentencia Rol N° 244, del 26 de agosto de 1996, en
cuyo considerando 9° se señ ala que “Los principios inspiradores del orden penal
contemplados en la Constitución Política de la República han de aplicarse, por regla general,
al Derecho administrativo sancionador”.

Por ende, podemos concluir que, en definitiva, al Derecho Administrativo


Sancionador le competen los principios que integran al Derecho Penal, pues ambas ramas
del Derecho, emanan del Ius Puniendi del Estado.

3. Falta de acreditación por parte de un juez de la comisión del delito. Titular de la


presunción de inocencia.

En este caso se vulneran ciertas garantías constitucionales por los actos de la


Administració n del Estado, estas son el art. 19 N° 2 de la Constitució n, que asegura a todas
las personas la igualdad ante la ley, así también se vulnera la del art. 19 N° 3 inc. 6 del
mismo cuerpo legal, que establece que no se podrá presumir de derecho la responsabilidad
penal, lo que se denomina “presunción de inocencia”.
Como consecuencia de los dos artículos señ alados, cabe concluir que tanto chilenos
como extranjeros deben ser tratados como equivalentes en temas de garantías
fundamentales y que respecto de ambos se debe presumir de inocencia en todo momento
mientras no exista condena que provenga de un proceso racional y justo. La igualdad ante
la ley y la presunció n de inocencia se ven perturbadas dado que no se le otorga la
posibilidad al extranjero a poder defenderse contra el acto administrativo sancionador,
oportunidad con la que han de contar todas las personas afectas al ius puniendi, es decir, a
un proceso racional y justo que logre desvirtuar la presunció n de inocencia de la persona.

En el presente caso, fui sancionado con el má ximo castigo que la autoridad


administrativa puede imponer a un extranjero vulnerando los artículos precitados, sin que
existiese juicio previo, ni aú n justa condena, viéndose vulnerada su presunció n de
inocencia establecida en la Constitució n y en Tratados Internacionales de DDHH vigentes.
Se fundamenta lo anterior bajo el hecho que he recibido una sanció n de índole
administrativa por su ingreso clandestino, cuya comisió n del delito no fue acreditada por
un juez del fondo en lo penal mediante una sentencia condenatoria en mi contra, porque la
autoridad ha vulnerado el derecho del representado a su presunció n de inocencia, respecto
a los hechos señ alados. Hay entonces elementos del delito que faltan para poder sancionar
con el má ximo castigo que la autoridad administrativa posee, esto es, hacer uso del derecho
administrativo sancionador, y, en consecuencia, del Ius Puniendi del Estado, para lo cual
han de acreditarse todos los elementos del delito, lo que en el caso no sucede como se
señ alará en el punto procedente.

4. La culpabilidad en la acción no ha sido acreditada.

Nuestro ordenamiento jurídico contempla el delito de ingreso clandestino, cuyo tipo


se encuentra en el artículo 69 del Decreto Ley 1.094, que establece: “Los extranjeros que
ingresen al país o intenten egresar de él clandestinamente, serán sancionados con la pena de
presidio menor en su grado máximo. Si lo hicieren por lugares no habilitados, la pena será de
presidio menor en sus grados mínimo a máximo.
Si entraren al país existiendo a su respecto causales de impedimento o prohibición de ingreso,
serán sancionados con la pena de presidio menor en su grado máximo a presidio mayor en su
grado mínimo.
Una vez cumplida la pena impuesta en los casos precedentemente señalados, los extranjeros
serán expulsados del territorio nacional”.

No se discute la concurrencia de la acció n típica que se describe en el Art.69 del


Decreto Ley 1.094, sin embargo, no se logra acreditar la culpabilidad en la misma, es decir,
la concurrencia de la acció n típica no lleva implícita la culpabilidad en la misma, siendo ésta
uno de los elementos constitutivos de los delitos.

El hecho de que se dicte una orden de expulsió n, constituye una aplicació n de una
medida administrativa sancionadora, cuyo fundamento es la tipicidad de la conducta
cometida, sin acreditarse uno de los elementos claves constitutivo de todo delito, que es la
culpabilidad. En base a lo anterior, vale decir que no puede sostenerse la comisió n del
delito de ingreso clandestino, ya que falta uno de los elementos constitutivos del delito, la
culpabilidad, por ende, no debe aplicarse el Ius Puniendi del Estado.

5. No existió un proceso administrativo que acredite la culpabilidad, como tampoco


un término probatorio que permitiera demostrar el estado de necesidad en el
actuar, vulnerándose la garantía del debido proceso consagrada en la Constitución y
en tratados internacionales ratificados por Chile. La orden de expulsión adolece de
vicios de legalidad dados por infracciones a lo dispuesto en la Ley 19.8800

Yo no tuve la posibilidad de defenderme en una instancia que efectivamente


respetara mi derecho a presentar mis argumentaciones y descargos, tampoco existió un
término probatorio, segú n lo dispuesto en el artículo 35 de la Ley 19.880, no pudiéndose
aportar pruebas para acreditar la buena fe en el actuar. La Ley 19.880 en su artículo 35
señ ala que:
“(...) los hechos relevantes para la decisión de un procedimiento, podrán acreditarse
por cualquier medio de prueba admisible en derecho, apreciándose en conciencia.
Cuando a la administración no le consten los hechos alegados por los interesados o la
naturaleza del procedimiento lo exija, el instructor del mismo ordenará la apertura de un
período de prueba, por un plazo no superior a treinta días ni inferior a diez, a fin de que
puedan practicarse cuantas juzgue pertinentes.

El instructor del procedimiento sólo podrá rechazar las pruebas propuestas por los
interesados cuando sean manifiestamente improcedentes o innecesarias, mediante resolución
motivada”.

De acuerdo a lo mencionado anteriormente, la orden de expulsión vulnera la


garantía del “debido proceso”, además el artículo 19 N° 3 inciso 6° de la Constitución
Política de la República establece:

“Toda sentencia de un órgano que ejerza jurisdicción debe fundarse en un proceso


previo legalmente tramitado. Corresponderá al legislador establecer siempre las garantías de
un procedimiento y una investigación racionales y justos.”

La Comisió n de Estudios de la Nueva Constitució n, señ aló que “La garantía de la


legalidad del juzgamiento comprende todo ó rgano que ejerza jurisdicció n, esto es, todo
ó rgano que resuelva una controversia en el orden temporal, tribunales ordinarios,
administrativos (...)” (Actas CENC, sesió n 103, pá gina 14.).

En tanto, el Tribunal Constitucional, en la causa ROL 1376-2003, señ ala en su


considerando n° 30 que “dicho precepto consagra el principio general en la materia, al
imponer al legislador el deber de dictar las normas que permiten a todos quienes sean, o
puedan ser, afectados en el legítimo ejercicio de sus derechos fundamentales ser emplazados y
tener la oportunidad de defenderse de los cargos que le formule la autoridad administrativa”.
Ademá s, el Tribunal Constitucional en las sentencias STC 616-2007 considerando
18, STC 808 considerando 10, STC 1393 considerando 7 y STC 437 considerando 17. Ha
sostenido que las garantías del debido proceso son aplicables a la funció n jurisdiccional,
con independencia del ó rgano que la ejerce, comprendiéndose entonces a la
Administració n del Estado como es la Intendencia ya señ alada.

Por otra parte, la doctrina señ ala que “el vocablo sentencia, no se refiere
exclusivamente a sentencia judicial, en el sentido técnico profesional, sino a cualquier
resolució n de cualquier autoridad” (Luís Cordero Vega, El procedimiento administrativo,
editorial Lexis Nexis 2004).

La jurisprudencia internacional, específicamente la Corte Interamericana de


Derechos Humanos, ha señ alado que el debido proceso abarca las “condiciones que deben
cumplirse para asegurar la adecuada defensa de aquellos cuyos derechos u obligaciones
está n bajo consideració n judicial” (Corte IDH, Opinió n Consultiva OC-9/87. Garantías
Judiciales en Estados de Emergencia. Pá rrafo 28), a efecto de “que las personas estén en
condiciones de defender adecuadamente sus derechos ante cualquier tipo de acto del
Estado que pueda afectarlos” (Corte IDH. Caso Baena Ricardo y otros v. Panamá . Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 2 de febrero de 2001. Pá rrafo 124. Esta garantía aplica
también a los ó rganos administrativos que emiten pronunciamientos y sancionan.

En el caso “Tribunal Constitucional vs Perú ”, la Corte IDH manifestó lo siguiente


respecto al pá rrafo 1 del artículo 8 que cuando la Convenció n se refiere al derecho de toda
persona a ser oída por un “juez o tribunal competente” para “la determinació n de sus
derechos”, esta expresió n se refiere a cualquier autoridad pú blica, sea administrativa,
legislativa o judicial, que a través de sus resoluciones determine derechos y obligaciones de
las personas. Por la razó n mencionada, la Corte IDH considera que cualquier ó rgano del
Estado que ejerza funciones de cará cter materialmente jurisdiccional, tiene la obligació n de
adoptar resoluciones apegadas a las garantías del debido proceso legal en los términos del
artículo 8 de la Convenció n Americana” (Corte IDH. Caso del Tribunal Constitucional v.
Perú . Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 31 de enero de 2001. Pá rrafo 70).
6. La resolución que decreta mi expulsión es un acto arbitrario de la Administración.

La Corte de Apelaciones de Santiago, en su revista gaceta jurídica de 5 de marzo de


1992, ha señ alado sobre la arbitrariedad que esta “implica carencia de razonabilidad en el
actuar u omitir; falta de proporción entre los motivos y el fin a alcanzar, ausencia de ajuste
entre los medios empleados y el objetivo a obtener, o aún inexistencia de los hechos que
fundamentan un actuar, lo que pugna contra la lógica y la recta razón”.

Para este caso, el Estado denunció el hecho que reviste las características del delito
de ingreso clandestino, luego se decreta una orden de expulsió n en contra mía, sin un juicio
previo. Este acto es carente de todo fundamento, puesto que no se basa en un juicio previo
en virtud del cual se haya probado mi culpabilidad, por tanto, nunca se aplicó una sanció n
que derivara de un juicio en sede penal, sino má s que se recurren a maniobras que no
satisfacen los requisitos mínimos impuestos por la ley, ni a los má s bá sicos está ndares de
fundamentació n de la aplicació n de una sanció n administrativa.

En este caso lo que se hace conmigo, es solo un intento de cumplir aparentemente con los
pasos que la ley exige para expulsar a un extranjero que ha hecho ingreso ilegal al país,
pero segú n lo señ alado anteriormente, dicho proceder no es jurídicamente aceptable, por
esto que la orden de expulsió n decretada es completamente arbitraria.

La consecuencia de la aplicació n de esta sanció n sin juicio previo es la vulneració n a la


garantía constitucional del debido proceso, la que se encuentra definida en el artículo 19 N°
3 inciso 6 de la Constitució n en estos términos: “Toda sentencia de un órgano que ejerza
jurisdicción debe fundarse en un proceso previo legalmente tramitado. Corresponderá al
legislador establecer siempre las garantías de un procedimiento y una investigación
racionales y justos”.

De lo señ alado surge con toda claridad que el acto impugnado adolece de falta de
fundamentos, lo que es inaceptable en cualquier actuació n de la Administració n Pú blica;
que por las razones explicitadas la resolució n impugnada resulta arbitraria de modo que
con su pronunciamiento y ejecució n se ha vulnerado la libertad personal del amparado.

7. La orden de expulsión emanada de la INTENDENCIA DE LA REGION DE TARAPACA


es ilegal.

Como se ha dicho en los puntos anteriores, no se pone en duda la competencia del


Intendente Regional para disponer la orden de expulsió n, sino que se aduce aquí que la
orden de expulsió n contenida en la Resolució n Exenta – Sanció n N° 4413/2020.- de fecha 9
de diciembre de 2020 de la INTENDENCIA DE LA REGION DE TARAPACA, no corresponde a
uno de los casos previstos en la ley, a saber, el inciso primero del artículo 69 del Decreto
Ley N° 1.094. La norma mencionada, señ ala que la expulsió n del extranjero que ingresó
clandestinamente al territorio nacional debe hacerse efectiva só lo una vez cumplida la pena
por el delito cometido. En el caso en cuestió n, la pena no ha sido impuesta y por tanto
tampoco ha podido ser cumplida, sino que, ademá s, no se ha siquiera iniciado una
investigació n en su contra, por lo que la responsabilidad penal se encuentra extinguida de
acuerdo a lo señ alado en el artículo 78 del DL 1.094.

El artículo 146 del Decreto Supremo N° 597 (Reglamento de Extranjería) señ ala en
su ú ltimo inciso “Una vez cumplida la pena impuesta en los casos señalados en el presente
artículo y el precedente u obtenida su libertad conforme a lo dispuesto en el artículo 158°, se
deberá disponer su expulsión del territorio nacional.” El artículo 158 a su vez señ ala “Será
competente para conocer de los delitos comprendidos en el presente Título el Juzgado del
Crimen de Mayor Cuantía del lugar en que éstos se hubiesen cometido. El proceso respectivo
se iniciará por denuncia o requerimiento del Ministro del Interior o Intendencia Regional,
podrán desistirse de la denuncia o requerimiento en cualquier tiempo, dándose por
extinguida la acción penal. En tal caso, el Tribunal dictará el sobreseimiento definitivo y
dispondrá la inmediata libertad de los detenidos o reos.”

Respecto a las reglas citadas en el pá rrafo precedente, la duodécima sala de la


Ilustrísima Corte de Apelaciones de Santiago, ha señ alado en sentencia de la causa rol
1058-2015, en su considerando quinto que “ el Decreto Supremo N° 597 ha contemplado la
posibilidad de expulsar del país al extranjero que hizo ingreso al país de manera clandestina -
incurriendo con ello en una conducta constitutiva de delito- antes de que se determine por
quien corresponde que efectivamente se ha cometido ese delito y que se cumpla la pena que la
ley prevé al efecto. En otros términos, ha sido una normativa de carácter jerárquicamente
inferior a la ley la que ha creado una nueva causal que permitiría una forma de afectación del
derecho a la libertad personal y a la seguridad individual -como lo es por cierto la expulsión
del territorio de la República-, en circunstancias que, como se concluyó más arriba luego de la
simple lectura de su texto, esa determinación ha quedado entregada por Constitución Política
al dominio de la ley.” Luego, la misma sentencia en su considerando sexto establece que “
Que esta Corte no desconoce las loables intenciones que pueden subyacer en la regla del
artículo 146 del mencionado Decreto Supremo (evitar el proceso penal y la eventual
imposición de una pena de esta naturaleza) e incluso tampoco las indeseables consecuencias
que puede también eventualmente generar la determinación que aquí se adoptará, en orden
a declarar contraria a la ley la expulsión dispuesta en las condiciones descritas (que
evidentemente desincentivará a la autoridad de desistirse de la acción penal por el delito del
artículo 69 del Decreto Ley N° 1.094), pero lo cierto es que la sujeción irrestricta a la
Constitución y a la ley no sólo de la misma autoridad, sino de esta propia Corte, impide
amparar el proceder del Intendente Regional y, en último término, avalar o respaldar una
expulsión del territorio nacional dispuesta, quiérase o no, en un caso que la ley no ha
contemplado .” La sujeció n a la que se refiere la Corte se encuentra consagrada en los
artículos 6° y 7° de la Constitució n Política de la Repú blica.

De lo anterior se desprende que la ley no ha conferido al Intendente Regional la


autoridad para expulsar a un extranjero que ha ingresado clandestinamente al país sino
una vez cumplida la pena por el delito cometido, y que, de hacerlo, se estaría
contraviniendo a la ley, que es lo que ha sucedido en este caso.

Así como lo ha sostenido reiteradamente la Excma. Corte Suprema (Roles N° 23.172-


19 y N° 29.014-19), la resolució n recurrida se torna en ilegal si la misma presenta como
ú nica motivació n fá ctica el ingreso clandestino al territorio, el cual, no fue eficazmente
investigado por las autoridades llamadas por ley a hacerlo con el objeto de establecer su
efectiva ocurrencia, y que pese a ello, se la invoca en un acto administrativo de grave
trascendencia, lo que ilustra sobre la desproporcionalidad de la medida, desconociéndose
el resto de los elementos que deben ponderarse en este tipo de asuntos. Que, así las cosas,
la resolució n atacada, deviene en ilegal por ausencia de fundamentos, ademá s de
desproporcionada, motivo por el cual la presente acció n constitucional debiese prosperar,
al afectar la libertad ambulatoria del recurrente, sujeto a la medida de expulsió n del
territorio nacional.

POR TANTO, y en mérito de lo establecido por el artículo 21 de la Constitució n


Política de la Repú blica y las demá s normas citadas,

A.S.S.I. RESPETUOSAMENTE SOLICITO: Tener por interpuesto el Recurso de


Amparo a mi favor ARIANNA MARILY FIGUEROA CORDERO, acogerlo y disponer que se
tomen las medidas necesarias para restablecer y resguardar el imperio del derecho, de
modo de ponerle fin a toda acció n u omisió n que importe una amenaza o perturbació n a los
Derechos Fundamentales, en particular su libertad personal y seguridad individual.

EN EL PRIMER OTROSI: SIRVASE S.S.I, tener por acompañ ados los siguientes
documentos:

1. Cedula de identidad de ARIANNA MARILY FIGUEROA CORDERO


2. Pasaporte de ARIANNA MARILY FIGUEROA CORDERO
3. Tarjeta de infractor de ARIANNA MARILY FIGUEROA CORDERO
4. Resolució n Exenta – Sanció n N° 4413/2020.- de fecha 9 de diciembre de 2020 de la
INTENDENCIA DE LA REGION DE TARAPACA y su notificació n en contra de
ARIANNA MARILY FIGUEROA CORDERO.
5. Declaración jurada de FELIX RAUL RIOS TORRES en favor de ARIANNA MARILY
FIGUEROA CORDERO.
6. Cedula de identidad para extranjeros en Chile de FELIX RAUL RIOS TORRES.
7. Certificado de antecedentes penales de ARIANNA MARILY FIGUEROA
CORDERO.

EN EL SEGUNDO OTROSI: SIRVASE S.S.I., ordenar suspender la ejecució n de la medida de


expulsió n que afecta a ARIANNA MARILY FIGUEROA CORDERO, mientras dure la
tramitació n del presente recurso, ya que, de darse cumplimiento a dicha orden, puede
causarse un dañ o irreparable a la persona del recurrente o hacer imposible lo que se
resolviere, en caso de acogerse el presente recurso.

EN EL TERCER OTROSI: SIRVASE S.S.I. tener presente que designo como abogado
patrocinante a don JOAQUIN ARISMENDI LINACRE, CI N° 18.156.567-5 abogado
habilitado para el ejercicio de la profesió n y con domicilio para estos efectos en Coquimbo
1331 depto. 1707 A, comuna de Santiago.

También podría gustarte