Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Por otra parte, según el artículo 117.3 CE: “el ejercicio de la potestad jurisdiccional, en
todo tipo de procesos, juzgando y haciendo ejecutar lo juzgado, corresponde
exclusivamente a los Juzgados y Tribunales determinados por las leyes”, y el apartado 5
del mismo precepto proclama que “el principio de unidad jurisdiccional es la base de la
organización y funcionamiento de los Tribunales”, lo que cierra el paso a la
configuración de la jurisdicción contencioso-administrativa como una jurisdicción
especial.
A su vez, el artículo 9.4 de la LOPJ determina que los Jueces y Tribunales del Orden
Contencioso-Administrativo
Supuesto todo lo cual, el precepto constitucional esencial sobre el alcance de ese control
pasa a ser el básico del art. 24: “todas las personas tienen derecho a obtener la tutela
efectiva de los Jueces y Tribunales en el ejercicio de sus derechos e intereses legítimos
sin que, en ningún caso, pueda producirse indefensión”.
- Juzgados de lo Contencioso-administrativo.
- Juzgados Centrales de los Contencioso-administrativo.
Justicia.
a) El Municipio.
b) La Provincia.
c) La Isla en los archipiélagos balear y canario.
- Las Comarcas u otras entidades que agrupen varios Municipios, instituidas por las
Comunidades Autónomas de conformidad con esta Ley y los correspondientes Estatutos
de Autonomía.
- Las Áreas Metropolitanas.
Las Entidades de Derecho público que sean dependientes o vinculadas al Estado, las
Comunidades Autónomas o las Entidades locales.
No obstante, por vía de atribución y al objeto de velar por la efectividad de los derechos
e intereses legítimos de quienes con ellos se relacionan, también controlarán a:
Los órganos competentes del Congreso de los Diputados, del Senado, del
Tribunal Constitucional, del Tribunal de Cuentas y del Defensor del Pueblo, así
como de las Asambleas legislativas de las Comunidades Autónomas análogas al
Tribunal de Cuentas.
Al Defensor del Pueblo respecto de los actos y atribuciones en materia de
personal, administración y gestión patrimonial sujetos al Derecho público
[artículo 1.3.a)].
El Consejo General del Poder Judicial en cuanto a sus actos y disposiciones y
los órganos de gobierno de los juzgados y tribunales en relación con su actividad
administrativa, en los términos de la Ley Orgánica del Poder Judicial [artículo
1.3.b)].
La Administración electoral, en los términos previstos en la Ley Orgánica del
Régimen Electoral General [artículo 1.3.c)].
El Gobierno y los Consejos de Gobierno de las Comunidades Autónomas, en
relación con la protección jurisdiccional de los derechos fundamentales, los
elementos reglados y la determinación de las indemnizaciones que fueren
procedentes en relación con sus actos, cualquiera que fuese la naturaleza de
dichos actos.
Las personas públicas o privadas sujetas a la legislación de contratos de las
Administraciones públicas, respecto de los actos de preparación y adjudicación
de contratos.
Las Corporaciones de Derecho público, en cuanto ejerzan funciones públicas.
Los concesionarios de servicios públicos, ya directamente, cuando dicten actos
que de conformidad con la legislación sectorial sean recurribles, ante este orden
jurisdiccional ya indirectamente, a través de los actos administrativos de control
o fiscalización, dictados por la Administración concedente, respecto de los
dictados por aquellos que impliquen el ejercicio de potestades administrativas
conferidas a los mismos.
• Aquellos otros sujetos cuya actividad se someta a este orden jurisdiccional por
atribución expresa de una Ley.
Por último, el art. 2 LJCA, respecto del ámbito material de competencia, señala que el
orden jurisdiccional contencioso-administrativo conocerá de las cuestiones que se
susciten en relación con:
Limites.
Artículos 3, 4 y 28 LJCA.
No corresponden al orden jurisdiccional contencioso-administrativo:
a) Las cuestiones expresamente atribuidas a los órdenes jurisdiccionales civil, penal y
social, aunque estén relacionadas con la actividad de la Administración pública.
d) Los recursos directos o indirectos que se interpongan contra las Normas Forales
fiscales de las Juntas Generales de los Territorios Históricos de Álava, Guipúzcoa y
Vizcaya, que corresponderán, en exclusiva, al Tribunal Constitucional en los términos
establecidos por la disposición adicional quinta de su Ley Orgánica.
No obstante, si bien es cierto que existen unos aspectos reglados de los actos del
Gobierno estatal o de los Consejos de Gobierno de las Comunidades Autónomas,
existen otros vedados al control de los Juzgados y Tribunales. Por lo que se limita a
establecer una serie de aspectos sobre los que en todo caso siempre será posible el
control judicial por amplia que sea la resolución gubernamental: los derechos
fundamentales, los elementos reglados del acto y la determinación de las
indemnizaciones procedentes.
4. LA COMPETENCIA TERRITORIAL.
Artículo 14 LJCA:
1. La competencia territorial de los Juzgados y de los Tribunales Superiores de Justicia
se determinará conforme a las siguientes reglas:
Primera. Con carácter general, será competente el órgano jurisdiccional en cuya
circunscripción tenga su sede el órgano que hubiere dictado la disposición o el acto
originario impugnado.
Segunda. Cuando el recurso tenga por objeto actos de las Administraciones públicas en
materia de responsabilidad patrimonial, personal, propiedades especiales y sanciones
será competente, a elección del demandante, el juzgado o el tribunal en cuya
circunscripción tenga aquél su domicilio o se halle la sede del órgano autor del acto
originario impugnado.
Cuando el recurso tenga por objeto actos de las Administraciones de las Comunidades
Autónomas o de las entidades de la Administración Local, la elección a que se refiere
esta regla segunda se entenderá limitada a la circunscripción del Tribunal Superior de
Justicia en que tenga su sede el órgano que hubiere dictado el acto originario
impugnado.
Más infrecuentes son los supuestos en que una Administración impugna un acto propio
(recursos de lesividad, arts. 109 y ss, LJCA) o los de la impugnación del acto de una
Administración por otra u otras (art. 63.1.a) LBRL).
Capacidad procesal.
Para la defensa del derecho de igualdad de trato entre mujeres y hombres, además de los
afectados y siempre con su autorización, estarán también legitimados los sindicatos y
asociaciones legalmente constituidas cuyo fin primordial sea la defensa de la igualdad
entre hombres y mujeres, sin perjuicio, si los afectados estuvieran determinados, de su
propia legitimación procesal (art. 19.1.i).
En cuanto a las Administraciones públicas, se les reconoce legitimación en los
siguientes términos:
a) En sus actuaciones ante órganos unipersonales, las partes podrán conferir su
representación a un Procurador y serán asistidas, en todo caso, por Abogado.
Cuando las partes confieran su representación al Abogado, será a éste a quien se
notifiquen las actuaciones.
b) En sus actuaciones ante órganos colegiados, las partes deberán conferir su
representación a un Procurador y ser asistidas por Abogado (artículo 23).
Si el recurso tiene por objeto una actuación material constitutiva de vía de hecho, el
demandante podrá pretender que se declare contraria a Derecho, que se ordene el cese
de dicha actuación y que se adopten, en su caso, las demás medidas previstas en el
artículo 31.2.
Art. 30 LJCA.
Requerimiento previo entre AAPPs: art. 44 LJCA. En los casos de litigios entre
Administraciones públicas no cabrá interponer recurso en vía administrativa. No
obstante, cuando una Administración interponga recurso contencioso-administrativo
contra otra, podrá requerirla previamente para que derogue la disposición, anule o
revoque el acto, haga cesar o modifique la actuación material, o inicie la actividad a que
esté obligada.
El plazo se contará desde el día siguiente a aquel en que se reciba la comunicación del
acuerdo expreso o se entienda presuntamente rechazado. El requerimiento se entenderá
rechazado si, dentro del mes siguiente a su recepción, el requerido no lo contestara
(artículo 44 LJCA).
2. MEDIDAS CAUTELARES
Estas afirmaciones son de singular trascendencia dado que, por más que esta postura se
hubiere suavizado en los últimos tiempos, tradicionalmente la suspensión de la
ejecución del acto administrativo, que era la única medida cautelar aplicable, se
consideraba como una facultad que sólo excepcionalmente podría ser ejercitada por los
tribunales.
En cuanto a su regulación, hay que señalar que los interesados podrán solicitar en
cualquier estado del proceso la adopción de cuantas medidas aseguren la efectividad de
la sentencia. Si se impugnare una disposición general, y se solicitare la suspensión de la
vigencia de los preceptos impugnados, la petición deberá efectuarse en el escrito de
interposición o en el de demanda (artículo 129 LJCA).
Las medidas cautelares estarán en vigor hasta que recaiga sentencia firme que ponga fin
al procedimiento en el que se hayan acordado, o hasta que éste finalice por cualquiera
de las causas previstas en esta Ley. No obstante, podrán ser modificadas o revocadas
durante el curso del procedimiento si cambiaran las circunstancias en virtud de las
cuales se hubieran adoptado. (artículo 132.1 LJCA).
En estos casos, además, las medidas también podrán solicitarse antes de la interposición
del recurso, tramitándose conforme a lo dispuesto anteriormente. En tal caso el
interesado habrá de pedir su ratificación al interponer el recurso, lo que habrá de hacerse
inexcusablemente en el plazo de diez días a contar desde la notificación de la adopción
de las medidas cautelares. En los tres días siguientes se convocará la comparecencia a la
que hace referencia el artículo anterior. De no interponerse el recurso, quedarán
automáticamente sin efecto las medidas acordadas, debiendo el solicitante indemnizar
por los daños y perjuicios que la medida cautelar haya producido (artículo 136. 2
LJCA).
En cuanto a la interposición del recurso, la regla general es que se iniciará por un escrito
reducido a citar la disposición, acto, inactividad o actuación constitutiva de vía de hecho
que se impugne y a solicitar que se tenga por interpuesto el recurso, salvo cuando esta
Ley disponga otra cosa. A este escrito se acompañará (artículo 45):
Una vez cumplido lo que se acaba de exponer, el Secretario judicial, en el siguiente día
hábil, acordará, si lo solicita el recurrente, que se anuncie la interposición del recurso y
remitirá el oficio para su publicación por el órgano competente, sin perjuicio de que sea
costeada por el recurrente, en el periódico oficial que proceda atendiendo el ámbito
territorial de competencia del órgano autor de la actividad administrativa recurrida. El
Juzgado o Sala podrá también acordar de oficio la publicación, si lo estima conveniente
(artículo 47.1).
Cuando no hubiera sido posible emplazar a algún interesado en el domicilio que conste,
el Secretario judicial mandará insertar el correspondiente edicto en el mismo periódico
oficial en que se hubiera publicado el anuncio de la interposición. Los emplazados por
edictos podrán personarse hasta el momento en que hubiere de dárseles traslado para
contestar a la demanda. El emplazamiento de los demandados en el recurso de lesividad
se efectuará personalmente por plazo de nueve días (artículo 49).
5. Contra el auto que declare la inadmisión podrán interponerse los recursos previstos en
esta Ley. El auto de admisión no será recurrible pero no impedirá oponer cualquier
motivo de inadmisibilidad en momento procesal posterior.
Transcurrido el término para la remisión del expediente administrativo sin que éste
hubiera sido enviado, la parte recurrente podrá pedir, por sí o a iniciativa del Secretario
judicial, que se le conceda plazo para formalizar la demanda (artículo 53.1).
b) La solicitud a que se refiere el apartado anterior suspenderá el curso del plazo
correspondiente.
h) El Secretario judicial declarará concluso el pleito, sin más trámite, para
sentencia una vez contestada la demanda en los siguientes supuestos: cuando el
actor pida por otrosí en su demanda que el recurso se falle sin necesidad de
recibimiento a prueba ni tampoco de vista o conclusiones y la parte demandada
no se oponga o si en los escritos de demanda y contestación no se solicita el
recibimiento a prueba ni los trámites o conclusiones. En ambos casos, el Juez o
Tribunal podrá hacer uso de la facultad de acordar de oficio el recibimiento a
prueba que le atribuye el artículo 61 (artículo 57).
Por otra parte, se puede presentar por las partes, las conocidas como alegaciones
previas, reguladas en los artículos 58 y 59. En ellas las partes demandadas podrán
alegar, dentro de los primeros cinco días del plazo para contestar la demanda, los
motivos que pudieren determinar la incompetencia del órgano jurisdiccional o la
inadmisibilidad del recurso, sin perjuicio de que tales motivos, salvo la incompetencia
del órgano jurisdiccional, puedan ser alegados en la contestación, incluso si hubiesen
sido desestimados como alegación previa.
Arts. 60 y 61 LJCA.
El artículo 60 LJCA determina:
a) Solamente se podrá pedir el recibimiento del proceso a prueba por medio de otrosí,
en los escritos de demanda y contestación y en los de alegaciones complementarias. En
dichos escritos deberán expresarse en forma ordenada los puntos de hecho sobre los que
haya de versar la prueba y los medios de prueba que se propongan.
c) Se recibirá el proceso a prueba cuando exista disconformidad en los hechos y éstos
fueran de trascendencia, a juicio del órgano jurisdiccional, para la resolución del pleito.
Si el objeto del recurso fuera una sanción administrativa o disciplinaria, el proceso se
recibirá siempre a prueba cuando exista disconformidad en los hechos.
De acuerdo con las leyes procesales, en aquellos procedimientos en los que las
alegaciones de la parte actora se fundamenten en actuaciones discriminatorias por razón
del sexo, corresponderá al demandado probar la ausencia de discriminación en las
medidas adoptadas y su proporcionalidad.
e) El Juez podrá acordar de oficio, previa audiencia a las partes, o bien a instancia de
las mismas la extensión de los efectos de las pruebas periciales a los procedimientos
conexos. A los efectos de la aplicación de las normas sobre costas procesales en
relación al coste de estas pruebas se entenderá que son partes todos los intervinientes en
los procesos sobre los cuales se haya acordado la extensión de sus efectos,
prorrateándose su coste entre los obligados en dichos procesos al pago de las costas.
3.5. Conclusiones.
Vista y conclusiones: arts. 62 a 66 LJCA.
Salvo que en la Ley se disponga otra cosa, las partes podrán solicitar que se celebre
vista, que se presenten conclusiones o que el pleito sea declarado concluso, sin más
trámites, para sentencia (artículo 62.1).
Dicha solicitud habrá de formularse por medio de otrosí en los escritos de demanda o
contestación o por escrito presentado en el plazo de tres días contados desde que se
notifique la diligencia de ordenación declarando concluso el período de prueba.
En el acto de la vista, de carácter oral, se dará la palabra a las partes por su orden para
que de forma sucinta expongan sus alegaciones. El Juez o el Presidente de la Sala, por sí
o a través del Magistrado ponente, podrá invitar a los defensores de las partes, antes o
después de los informes orales, a que concreten los hechos y puntualicen, aclaren o
rectifiquen cuanto sea preciso para delimitar el objeto del debate (artículo 63.2). El
desarrollo de la vista se registrará en soporte apto para la grabación y reproducción del
sonido y de la imagen. El Secretario judicial deberá custodiar el documento electrónico
que sirva de soporte a la grabación. Las partes podrán pedir, a su costa, copia de las
grabaciones originales (artículo 63.3).
Cuando se acuerde el trámite de conclusiones, las partes presentarán por escrito unas
alegaciones sucintas acerca de los hechos, la prueba practicada y los fundamentos
jurídicos en que apoyen sus pretensiones (artículo 64).
El plazo para formular el escrito será de diez días sucesivos para los demandantes y
demandados, siendo simultáneo para cada uno de estos grupos de partes si en alguno de
ellos hubiere comparecido más de una persona y no actuarán unidos bajo una misma
representación.
e) Que se hubiera presentado el escrito inicial del recurso fuera del plazo establecido.
g) La anulación de una disposición o acto producirá efectos para todas las personas
afectadas. Las sentencias firmes que anulen una disposición general tendrán efectos
generales desde el día en que sea publicado su fallo y los preceptos anulados en el
mismo periódico oficial en que lo hubiera sido la disposición anulada. También se
publicarán las sentencias firmes que anulen un acto administrativo que afecte a una
pluralidad indeterminada de personas.
i) Las sentencias firmes que anulen un precepto de una disposición general no afectarán
por sí mismas a la eficacia de las sentencias o actos administrativos firmes que lo hayan
aplicado antes de que la anulación alcanzará efectos generales, salvo en el caso de que
la anulación del precepto supusiera la exclusión o la reducción de las sanciones aún no
ejecutadas completamente (artículo 73).
También puede darse el allanamiento del demandado. Una vez producido éste, el Juez o
Tribunal dictará sentencia de conformidad con las pretensiones del demandante, excepto
si ello supusiere infracción manifiesta del ordenamiento jurídico, en cuyo caso el órgano
jurisdiccional comunicará a las partes los motivos que pudieran oponerse a la
estimación de las pretensiones y las oirá por el plazo común de diez días, dictando luego
la sentencia que estime ajustada a Derecho (artículo 75).
El acuerdo entre las partes constituye una novedad en la LJ 98. El artículo 77 establece
que, en los procedimientos en primera o única instancia, el Juez o Tribunal, de oficio o a
solicitud de parte, una vez formuladas la demanda y la contestación, podrá someter a la
consideración de las partes el reconocimiento de hechos o documentos, así como la
posibilidad de alcanzar un acuerdo que ponga fin a la controversia, cuando el juicio se
promueva sobre materias susceptibles de transacción y, en particular, cuando verse
sobre estimación de cantidad.
El intento de conciliación no suspenderá el curso de las actuaciones salvo que todas las
partes personadas lo solicitasen y podrá producirse en cualquier momento anterior al día
en que el pleito haya sido declarado concluso para sentencia.
Comparecidas las partes, o alguna de ellas, el Juez declarará abierta la vista. Si las
partes no comparecieren o lo hiciere sólo el demandado, el Juez o Tribunal tendrá al
actor por desistido del recurso y le condenará en costas, y si compareciere sólo el actor,
acordará que prosiga la vista en ausencia del demandado.
Contra las resoluciones del Juez sobre denegación de pruebas o sobre admisión de las
que se denunciaran como obtenidas con violación de derechos fundamentales, las partes
podrán interponer en el acto recurso de reposición, que se sustanciará y resolverá
seguidamente (artículo 78.17).
Como última particularidad, señalar que el artículo 78.3 prevé una suerte de
procedimiento abreviado exprés: si el actor pide por otrosí en su demanda que el recurso
se falle sin necesidad de recibimiento a prueba ni tampoco de vista, el Secretario
judicial dará traslado de la misma a las partes demandadas para que la contesten en el
plazo de veinte días, con el apercibimiento a que se refiere el apartado primero del art.
54. Las partes demandadas podrán, dentro de los diez primeros días del plazo para
contestar a la demanda, solicitar la celebración de la vista. En dicho caso el Secretario
judicial citará a las partes al acto conforme a lo previsto en el párrafo anterior. En caso
contrario, el Secretario judicial procederá de acuerdo con lo dispuesto en el art. 57,
declarando concluso el pleito sin más trámite una vez contestada la demanda, salvo que
el Juez haga uso de la facultad que le atribuye el art. 61 (artículo 78.3). Se trata pues, de
un procedimiento sin remisión de expediente, sin prueba y sin celebración de vista, si
bien en la práctica no suele ser habitual, y acaba convirtiéndose en un procedimiento
abreviado, bien porque las partes soliciten la celebración de vista, bien porque el juez
haga uso de su facultad de acordar el recibimiento a prueba.
TEMA 4: EL SISTEMA DE RECURSOS CA.
1. RECURSOS DE APELACIÓN REPOSICIÓN
(Artículos 81 a 85 LJCA).
La regla general del artículo 81 de la LJCA es que todas las sentencias de los Juzgados
de lo Contencioso administrativo y los Juzgados Centrales de lo contencioso-
administrativo son susceptibles de apelación, con excepción de los siguientes asuntos:
a) Aquellos cuya cuantía no exceda de 30.000 €, si bien sí será apelable la sentencia que
declare la inadmisibilidad del recurso.
El recurso de apelación podrá interponerse por quienes se hallen legitimados como parte
demandante o demandada (artículo 82 LJCA).
Previa audiencia de las demás partes por plazo común de tres días, el Juez resolverá
sobre la ejecución provisional en el término de los cinco días siguientes. Cuando quien
inste la ejecución provisional sea una Administración pública, quedará exenta de la
prestación de caución (artículo 84 LJCA).
En los escritos de interposición del recurso y de oposición al mismo las partes podrán
pedir el recibimiento a prueba para la práctica de las que hubieran sido denegadas o no
hubieran sido debidamente practicadas en primera instancia por causas que no les sean
imputables.
Cuando la Sala estime procedente la prueba solicitada, su práctica tendrá lugar con
citación de las partes (artículo 85.6).
Las partes, en los escritos de interposición y de oposición al recurso, podrán solicitar
que se celebre vista, que se presenten conclusiones o que el pleito sea declarado
concluso, sin más trámites, para sentencia.
Son apelables en un solo efecto (devolutivo), de acuerdo con el artículo 80.1 LJCA, los
autos dictados por los Juzgados de lo contencioso- administrativo y los Juzgados
centrales de lo contencioso-administrativo, en procesos de los que conozcan en primera
instancia, en los siguientes casos:
d) Los recaídos sobre las autorizaciones para la entrada en domicilios y restantes lugares
cuyo acceso requiera el consentimiento del titular;
Asimismo se podrá interponer recurso de revisión contra una resolución judicial firme
cuando el Tribunal Europeo de Derechos Humanos haya declarado que dicha resolución
ha sido dictada en violación de alguno de los derechos reconocidos en el Convenio
Europeo para la Protección de los Derechos Humanos y Libertades Fundamentales y sus
Protocolos, siempre que la violación, por su naturaleza y gravedad, entrañe efectos que
persistan y no puedan cesar de ningún otro modo que no sea mediante esta revisión, sin
que la misma pueda perjudicar los derechos adquiridos de buena fe por terceras
personas.
(Arts. 86 a 93 LJCA)
También son susceptibles de recurso de casación los siguientes autos dictados por la
Sala de lo Contencioso-administrativo de la Audiencia Nacional y por las Salas de lo
Contencioso-administrativo de los Tribunales Superiores de Justicia, con la misma
excepción e igual límite dispuestos en los apartados 2 y 3 del artículo anterior:
Para que pueda prepararse el recurso de casación en los casos previstos en el apartado
anterior, es requisito necesario interponer previamente el recurso de súplica.
Sustanciación.
Sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 93.3, el recurso de casación ante la Sala de lo
Contencioso-administrativo del Tribunal Supremo se limitará a las cuestiones de
derecho, con exclusión de las cuestiones de hecho.
Las pretensiones del recurso de casación deberán tener por objeto la anulación, total o
parcial, de la sentencia o auto impugnado y, en su caso, la devolución de los autos al
Tribunal de instancia o la resolución del litigio por la Sala de lo Contencioso-
administrativo del Tribunal Supremo dentro de los términos en que apareciese planteado
el debate.
La Sala de Gobierno del Tribunal Supremo podrá determinar, mediante acuerdo que se
publicará en el “Boletín Oficial del Estado”, la extensión máxima y otras condiciones
extrínsecas, incluidas las relativas a su presentación por medios telemáticos, de los
escritos de interposición y de oposición de los recursos de casación.
Admisión.
El recurso de casación podrá ser admitido a trámite cuando, invocada una concreta
infracción del ordenamiento jurídico, tanto procesal como sustantiva, o de la
jurisprudencia, la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo estime
que el recurso presenta interés casacional objetivo para la formación de jurisprudencia.
b) Siente una doctrina sobre dichas normas que pueda ser gravemente dañosa para los
intereses generales.
c) Afecte a un gran número de situaciones, bien en sí misma o por trascender del caso
objeto del proceso.
d) Resuelva un debate que haya versado sobre la validez constitucional de una norma
con rango de ley, sin que la improcedencia de plantear la pertinente cuestión de
inconstitucionalidad aparezca suficientemente esclarecida.
c) Cuando la sentencia recurrida declare nula una disposición de carácter general, salvo
que esta, con toda evidencia, carezca de trascendencia suficiente.
Admisión.
La admisión o inadmisión a trámite del recurso será decidida por una Sección de la Sala
de lo Contencioso-administrativo del Tribunal Supremo integrada por el Presidente de
la Sala y por al menos un Magistrado de cada una de sus restantes Secciones. Con
excepción del Presidente de la Sala, dicha composición se renovará por mitad
transcurrido un año desde la fecha de su primera constitución y en lo sucesivo cada seis
meses, mediante acuerdo de la Sala de Gobierno del Tribunal Supremo que determinará
sus integrantes para cada uno de los citados periodos y que se publicará en la página
web del Poder Judicial.
a) En los supuestos del apartado 2 del artículo 88, en los que ha de apreciarse la
existencia de interés casacional objetivo para la formación de jurisprudencia, la
resolución adoptará la forma de providencia, si decide la inadmisión, y de auto, si
acuerda la admisión a trámite. No obstante, si el órgano que dictó la resolución recurrida
hubiera emitido en el trámite que prevé el artículo 89.5 opinión que, además de fundada,
sea favorable a la admisión del recurso, la inadmisión se acordará por auto motivado.
b) En los supuestos del apartado 3 del artículo 88, en los que se presume la existencia de
interés casacional objetivo, la inadmisión se acordará por auto motivado en el que se
justificará que concurren las salvedades que en aquél se establecen.
Los autos de admisión precisarán la cuestión o cuestiones en las que se entiende que
existe interés casacional objetivo e identificarán la norma o normas jurídicas que en
principio serán objeto de interpretación, sin perjuicio de que la sentencia haya de
extenderse a otras si así lo exigiere el debate finalmente trabado en el recurso. Las
providencias de inadmisión únicamente indicarán si en el recurso de casación concurre
una de estas circunstancias:
c) no ser relevante y determinante del fallo ninguna de las infracciones denunciadas;
Contra las providencias y los autos de admisión o inadmisión no cabrá recurso alguno.
Los autos de admisión del recurso de casación se publicarán en la página web del
Tribunal Supremo. Con periodicidad semestral, su Sala de lo Contencioso-
administrativo hará público, en la mencionada página web y en el «Boletín Oficial del
Estado», el listado de recursos de casación admitidos a trámite, con mención sucinta de
la norma o normas que serán objeto de interpretación y de la programación para su
resolución.
Sentencia.
3. EJECUCIÓN DE SENTENCIAS
Uno de los privilegios tradicionales de la Administración pública española ha sido la
ejecución de las sentencias judiciales por ella misma, adoptando las medidas que
considere necesarias para alcanzar dicha ejecución.
Cuando son los particulares los sujetos obligados por el órgano jurisdiccional
contencioso-administrativo apenas se plantean problemas: recordemos que la
Administración, en virtud de su imperium podrá adoptar las resoluciones encaminadas
al cumplimiento de lo dispuesto en el fallo. Por ello, mucho más compleja aparece la
cuestión cuando es la Administración el sujeto obligado y no adapta su conducta de
forma voluntaria al contenido de la sentencia. En primer lugar, existe la dificultad de
admitir el empleo de la coacción contra un Poder estatal que está investido de imperium.
Y, existe, asimismo, la prohibición de despachar mandamiento de ejecución o dictar
providencias de embargo contra derechos, fondos, valores y bienes de la Hacienda
Pública.
b) Frente a las ejecuciones aparentes: serán nulos de pleno derecho los actos y
disposiciones contrarios a los pronunciamientos de las sentencias, que se dicten con la
finalidad de eludir su cumplimiento (artículo 103.4 LJCA).
c) En relación con las sentencias que condenen a la Administración a realizar una
actividad o a dictar un acto, en caso de incumplimiento, el Juez o Tribunal podrá
ejecutar la sentencia a través de sus propios medios o requiriendo la colaboración de las
autoridades y agentes de la Administración condenada o adoptar las medidas necesarias
para que el fallo adquiera eficacia, incluso la ejecución subsidiaria (artículo 108.1
LJCA).
d) Otorga a los órganos judiciales potestades sancionadoras con carácter general para
lograr la efectividad de lo mandado, es decir, en caso de incumplimiento podrá imponer
multas coercitivas e incluso exigir responsabilidad penal.
La Administración pública, las demás partes procesales y las personas afectadas por el
fallo, mientras no conste en autos la total ejecución de la sentencia, podrán promover
incidente para decidir, sin contrariar el contenido del fallo, cuantas cuestiones se
planteen en la ejecución.
4. PROCESOS ESPECIALES
El plazo para interponer este recurso será de diez días, que se computarán, según los
casos, desde el día siguiente al de notificación del acto, publicación de la disposición
impugnada, requerimiento para el cese de la vía de hecho, o transcurso del plazo fijado
para la resolución, sin más trámites. Cuando la lesión del derecho fundamental tuviera
su origen en la inactividad administrativa, o se hubiera interpuesto potestativamente un
recurso administrativo, o, tratándose de una actuación en vía de hecho, no se hubiera
formulado requerimiento, el plazo de diez días se iniciará transcurridos veinte días
desde la reclamación, la presentación del recurso o el inicio de la actuación
administrativa en vía de hecho, respectivamente.
La falta de envío del expediente administrativo dentro del plazo previsto en el apartado
anterior no suspenderá el curso de los autos.
En este auto se acordará emplazar a las partes para que, en el plazo de quince días,
puedan comparecer y formular alegaciones ante el Tribunal competente para fallar la
cuestión. Transcurrido este plazo, no se admitirá la personación (artículo 123).
El plazo para dictar sentencia quedará interrumpido si, para mejor proveer, el Tribunal
acordará reclamar el expediente de elaboración de la disposición cuestionada o practicar
alguna prueba de oficio. En estos casos el Secretario judicial acordará oír a las partes
por plazo común de tres días sobre el expediente o el resultado de la prueba (artículo
125).
Este procedimiento se aplicará en los casos en que, conforme a las leyes, la suspensión
administrativa de actos o acuerdos de Corporaciones o Entidades públicas deba ir
seguida de la impugnación o traslado de aquéllos ante la Jurisdicción Contencioso-
administrativa.
En el plazo de los diez días siguientes a la fecha en que se hubiera dictado el acto de
suspensión o en el que la Ley establezca, deberá interponerse el recurso contencioso-
administrativo mediante escrito fundado, o darse traslado directo del acuerdo
suspendido al órgano jurisdiccional, según proceda, acompañando en todo caso copia
del citado acto de suspensión.
Celebrada la vista o deducidas las alegaciones a que se refieren los apartados anteriores,
se dictará sentencia por la que se anule o confirme el acto o acuerdo objeto del recurso,
disponiendo lo que proceda en cuanto a la suspensión.
4.4. Procedimiento para la garantía de la unidad de mercado. Arts. 127 bis, ter, quáter
LJCA .
b) El plazo de dos meses para la presentación de la demanda se contará a partir del día
siguiente al vencimiento del plazo señalado en el artículo 12 bis.2 de la misma ley.
c) Cuando la sentencia declare la extinción del partido, será notificada al registro para
que éste proceda a la cancelación de la inscripción.
Sobre los órganos que componen la Administración del Estado, es clásica la distinción
entre órganos de la Administración central, con competencia sobre todo el territorio
nacional, y órganos periféricos, con competencias reducidas a una parte de aquél. Los
periféricos pueden tener una base regional (Delegados del Gobierno ante las CCAA), o
provincial, que es lo más frecuente (Subdelegaciones del Gobierno y Delegaciones o
Direcciones provinciales de los diversos Ministerios) e, incluso, infraprovincial
(Registros de la Propiedad, Administración de Hacienda). También suele aludirse a la
división entre órganos de la Administración activa y órganos consultivos (Secretarías
Generales Técnicas, Consejo de Estado).
La Administración General del Estado actúa y se organiza de acuerdo con los principios
establecidos en el artículo 3 de la LRJSP, que a continuación se examinarán, así como
los de descentralización funcional y desconcentración funcional y territorial.
a) Servicioefectivoalosciudadanos.
b) Simplicidad, claridad y proximidad a los ciudadanos.
f) Responsabilidadporlagestiónpública.
Asimismo, de acuerdo con el art. 54.1, la Administración General del Estado actúa y se
organiza de acuerdo con los principios establecidos en el artículo 3, así como los de
descentralización funcional y desconcentración funcional y territorial.
1. EL GOBIERNO
En virtud del artículo 97 CE, al Consejo de Ministros, como expresión máxima del
Gobierno, le corresponden la dirección de la política interior y exterior; la
Administración civil y militar y la defensa del Estado, ejercer la función ejecutiva y la
potestad reglamentaria de acuerdo con la Constitución y las leyes. Las reuniones del
Consejo de Ministros son secretas; y pueden asistir a ellas, además del Presidente y los
Ministros, los Secretarios de Estado (artículo 5 de la Ley del Gobierno).
e) Remitir los Tratados internacionales a las Cortes Generales en los términos previstos
en los artículos 94 y 96.2 de la Constitución.
Las deliberaciones del Consejo de Ministros serán secretas. 2.2. Comisiones Delegadas
del Gobierno
Art. 6 Ley del Gobierno, con la inclusión de un apartado e), referido a la determinación
del régimen interno de funcionamiento y en particular el de convocatorias y suplencias
(DF tercera LRJSP).
a) Examinar las cuestiones de carácter general que tengan relación con varios de los
Departamentos Ministeriales que integren la Comisión.
d) Ejercer cualquier otra atribución que les confiera el ordenamiento jurídico o que les
delegue el Consejo de Ministros.
El cese del Presidente se da por fallecimiento o dimisión del mismo, por expiración del
mandato parlamentario y por pérdida de la confianza parlamentaria.
En cuanto a las funciones del Presidente la Constitución en su artículo 98.2 nos dice:
“[...] el Presidente dirige la acción del Gobierno y coordina las funciones de los demás
miembros del mismo, sin perjuicio de la competencia y responsabilidad directa de éstos
en su gestión”.
a) dirigir la política de defensa y ejercer respecto de las Fuerzas Armadas las funciones
previstas en la legislación reguladora de la defensa nacional y de la organización
militar;
b) convocar, presidir y fijar el orden del día de las reuniones del Consejo de Ministros;
c) refrendar en su caso, los actos del Rey y someterle, para su sanción, las leyes y de
más normas con rango de ley;
e) crear, modificar y suprimir, por Real Decreto, los Departamentos Ministeriales, así
como las Secretarías de Estado y la aprobación de la estructura orgánica de la
Presidencia del Gobierno;
g) resolver los conflictos de atribuciones que puedan surgir entre los diferentes
Ministerios;
Los Ministerios.
Los Ministerios contarán, en todo caso, con una Subsecretaría, y dependiendo de ella
una Secretaría General Técnica, para la gestión de los servicios comunes.
Las Direcciones Generales son los órganos de gestión de una o varias áreas
funcionalmente homogéneas.
Las Subsecretarías, las Secretarías Generales, las Secretarías Generales Técnicas, las
Direcciones Generales, las Subdirecciones Generales, y órganos similares a los
anteriores se crean, modifican y suprimen por Real Decreto del Consejo de Ministros, a
iniciativa del Ministro interesado y a propuesta del Ministro de Hacienda y
Administraciones Públicas.
Los Ministros son los jefes superiores del Departamento y superiores jerárquicos
directos de los Secretarios de Estado y Subsecretarios.
4.2. Ministros.
Arts. 98.1 CE y art. 61 LRJSP.
Los Ministros, como titulares del departamento sobre el que ejercen su competencia,
dirigen los sectores de actividad administrativa integrados en su Ministerio, y asumen la
responsabilidad inherente a dicha dirección. A tal fin, les corresponden las siguientes
funciones:
b) Fijar los objetivos del Ministerio, aprobar los planes de actuación del mismo y
asignar los recursos necesarios para su ejecución, dentro de los límites de las dotaciones
presupuestarias correspondientes.
c) Aprobar las propuestas de los estados de gastos del Ministerio, y de los presupuestos
de los Organismos públicos dependientes y remitirlas al Ministerio de Hacienda y
Administraciones Públicas.
e) Evaluar la realización de los planes de actuación del Ministerio por parte de los
órganos superiores y órganos directivos y ejercer el control de eficacia respecto de la
actuación de dichos órganos y de los Organismos públicos dependientes, sin perjuicio
de lo dispuesto en la Ley 47/2003, de 26 de noviembre, General Presupuestaria.
f) Nombrar y separar a los titulares de los órganos directivos del Ministerio y de los
Organismos públicos o entidades de derecho público dependientes del mismo, cuando la
competencia no esté atribuida al Consejo de Ministros a otro órgano o al propio
organismo, así como elevar a aquél las propuestas de nombramientos que le estén
reservadas de órganos directivos del Ministerio y de los Organismos Públicos
dependientes del mismo.
g) Autorizar las comisiones de servicio con derecho a indemnización por cuantía exacta
para altos cargos dependientes del Ministro.
l) Administrar los créditos para gastos de los presupuestos del Ministerio, aprobar y
comprometer los gastos que no sean de la competencia del Consejo de Ministros,
aprobar las modificaciones presupuestarias que sean de su competencia, reconocer las
obligaciones económicas y proponer su pago en el marco del plan de disposición de
fondos del Tesoro Público, así como fijar los límites por debajo de los cuales estas
competencias corresponderán, en su ámbito respectivo, a los Secretarios de Estado y
Subsecretario del departamento. Corresponderá al Ministro elevar al Consejo de
Ministros, para su aprobación, las modificaciones presupuestarias que sean de la
competencia de éste.
q) Conceder subvenciones y ayudas con cargo a los créditos de gasto propios del
Departamento, así como fijar los límites por debajo de los cuales podrán ser otorgadas
por los Secretarios de Estado o el Subsecretario del Departamento.
s) Modificar las Relaciones de Puestos de Trabajo en los casos en que esa competencia
esté delegada en el propio departamento o proponer al Ministerio de Hacienda y
Administraciones Públicas las que sean de competencia de este último.
u) Ejercer cuantas otras competencias les atribuyan las leyes, las normas de
organización y funcionamiento del Gobierno y cualesquiera otras disposiciones.
Actúan bajo la dirección del titular del Departamento al que pertenezcan. Cuando estén
adscritos a la Presidencia del Gobierno, actúan bajo la dirección del Presidente.
a) Ejercer las competencias sobre el sector de actividad administrativa asignado que les
atribuya la norma de creación del órgano o que les delegue el Ministro y desempeñar las
relaciones externas de la Secretaría de Estado, salvo en los casos legalmente reservados
al Ministro.
f) Autorizar las comisiones de servicio con derecho a indemnización por cuantía exacta
para los altos cargos dependientes de la Secretaría de Estado.
i) Resolver los recursos que se interpongan contra las resoluciones de los órganos
directivos que dependan directamente de él y cuyos actos no agoten la vía
administrativa, así como los conflictos de atribuciones que se susciten entre dichos
órganos.
j) Administrar los créditos para gastos de los presupuestos del Ministerio por su materia
propios de la Secretaría de Estado, aprobar las modificaciones presupuestarias de los
mismos, aprobar y comprometer los gastos con cargo a aquellos créditos y reconocer las
obligaciones económicas y proponer su pago en el marco del plan de disposición de
fondos del Tesoro Público. Todo ello dentro de la cuantía que, en su caso, establezca el
Ministro al efecto y siempre que los referidos actos no sean competencia del Consejo de
Ministros.
c) Establecer los programas de inspección de los servicios del Ministerio, así como
determinar las actuaciones precisas para la mejora de los sistemas de planificación,
dirección y organización y para la racionalización y simplificación de los
procedimientos y métodos de trabajo, en el marco definido por el Ministerio de
Hacienda y Administraciones Públicas.
En los mismos términos del párrafo anterior, informar las propuestas o proyectos de
normas y actos de otros Ministerios, cuando reglamentariamente proceda. A tales
efectos, el Subsecretario será responsable de coordinar las actuaciones correspondientes
dentro del Ministerio y en relación con los demás Ministerios que hayan de intervenir en
el procedimiento.
h) Ejercer las facultades de dirección, impulso y supervisión de la Secretaría General
Técnica y los restantes órganos directivos que dependan directamente de él.
i) Administrar los créditos para gastos de los presupuestos del Ministerio por su materia
propios de la Subsecretaría, aprobar las modificaciones presupuestarias de los mismos,
aprobar y comprometer los gastos con cargo a aquellos créditos y reconocer las
obligaciones económicas y proponer su pago en el marco del plan de disposición de
fondos del Tesoro Público. Todo ello dentro de la cuantía que, en su caso, establezca el
Ministro al efecto y siempre que los referidos actos no sean competencia del Consejo de
Ministros.
j) Conceder subvenciones y ayudas con cargo a los créditos de gasto propios del
Ministerio con los límites establecidos por el titular del Departamento.
o) Ejercer la potestad disciplinaria del personal del Departamento por faltas graves o
muy graves, salvo la separación del servicio.
p) Adoptar e impulsar, bajo la dirección del Ministro, las medidas tendentes a la gestión
centralizada de recursos humanos y medios materiales en el ámbito de su Departamento
Ministerial.
q) Autorizar las comisiones de servicio con derecho a indemnización por cuantía exacta
para altos cargos dependientes del Subsecretario.
r) Cualesquiera otras que sean inherentes a los servicios comunes del Ministerio y a la
representación ordinaria del mismo y las que les atribuyan la legislación en vigor.
Los Subsecretarios serán nombrados y separados por Real Decreto del Consejo de
Ministros a propuesta del titular del Ministerio.
Los nombramientos habrán de efectuarse entre funcionarios de carrera del Estado, de las
Comunidades Autónomas o de las Entidades locales, pertenecientes al Subgrupo A1, a
que se refiere el artículo 76 de la Ley 7/2007, de 12 de abril, por el que se aprueba el
Estatuto Básico del Empleado Público. En todo caso, habrán de reunir los requisitos de
idoneidad establecidos en la Ley 3/2015, de 30 de marzo, reguladora del ejercicio del
alto cargo de la Administración General del Estado.
Art. 65 LRJSP.
Los Secretarios generales técnicos tienen a todos los efectos la categoría de Director
General y ejercen sobre sus órganos dependientes las facultades atribuidas a dicho
órgano por el artículo siguiente.
Los Secretarios generales técnicos serán nombrados y separados por Real Decreto del
Consejo de Ministros a propuesta del titular del Ministerio.
Los nombramientos habrán de efectuarse entre funcionarios de carrera del Estado, de las
Comunidades Autónomas o de las Entidades locales, pertenecientes al Subgrupo A1, a
que se refiere el artículo 76 de la Ley 7/2007, de 12 de abril. En todo caso, habrán de
reunir los requisitos de idoneidad establecidos en la Ley 3/2015, de 30 de marzo,
reguladora del ejercicio de alto cargo de la Administración General del Estado.
Art. 66 LRJSP.
Los Directores generales son los titulares de los órganos directivos encargados de la
gestión de una o varias áreas funcionalmente homogéneas del Ministerio. A tal efecto,
les corresponde:
c) Proponer, en los restantes casos, al Ministro o al titular del órgano del que dependa,
la resolución que estime procedente sobre los asuntos que afectan al órgano directivo.
d) Impulsar y supervisar las actividades que forman parte de la gestión ordinaria del
órgano directivo y velar por el buen funcionamiento de los órganos y unidades
dependientes y del personal integrado en los mismos.
Los Directores generales serán nombrados y separados por Real Decreto del Consejo de
Ministros, a propuesta del titular del Departamento o del Presidente del Gobierno.
Los nombramientos habrán de efectuarse entre funcionarios de carrera del Estado, de las
Comunidades Autónomas o de las Entidades locales, pertenecientes al Subgrupo A1, a
que se refiere el artículo 76 de la Ley 7/2007, de 12 de abril (del Estatuto básico del
empleado público), salvo que el Real Decreto de estructura permita que, en atención a
las características específicas de las funciones de la Dirección General, su titular no
reúna dicha condición de funcionario, debiendo motivarse mediante memoria razonada
la concurrencia de las especiales características que justifiquen esa circunstancia
excepcional.
Art. 67 LRJSP.
Los Subdirectores Generales son los responsables inmediatos, bajo la supervisión del
Director general o del titular del órgano del que dependan, de la ejecución de aquellos
proyectos, objetivos o actividades que les sean asignados, así como de la gestión
ordinaria de los asuntos de la competencia de la Subdirección General.
Existirá una Delegación del Gobierno en cada una de las Comunidades Autónomas.
Podrán crearse por Real Decreto Subdelegaciones del Gobierno en las Comunidades
Autónomas uniprovinciales, cuando circunstancias tales como la población del
territorio, el volumen de gestión o sus singularidades geográficas, sociales o económicas
así lo justifiquen.
Los Delegados del Gobierno son órganos directivos con rango de Subsecretario que
dependen orgánicamente del Presidente del Gobierno y funcionalmente del Ministerio
competente por razón de la materia.
Los Delegados del Gobierno serán nombrados y separados por Real Decreto del
Consejo de Ministros, a propuesta del Presidente del Gobierno. Su nombramiento
atenderá a criterios de competencia profesional y experiencia. En todo caso, deberá
reunir los requisitos de idoneidad establecidos en la Ley 3/2015, de 30 de marzo,
reguladora del ejercicio del alto cargo de la Administración General del Estado.
Los Delegados del Gobierno en las Comunidades Autónomas son los titulares de las
correspondientes Delegaciones del Gobierno y tienen, en los términos establecidos en
este Capítulo, las siguientes competencias:
3.o Recibir información de los distintos Ministerios de los planes y programas que
hayan de ejecutar sus respectivos servicios territoriales y Organismos públicos en su
ámbito territorial.
4.o Elevar al Gobierno, con carácter anual, a través del titular del Ministerio de
Hacienda y Administraciones Públicas, un informe sobre el funcionamiento de los
servicios públicos estatales en el ámbito autonómico.
d) Control de legalidad:
1.o Resolver los recursos en vía administrativa interpuestos contra las resoluciones y
actos dictados por los órganos de la Delegación, previo informe, en todo caso, del
Ministerio competente por razón de la materia.
Las impugnaciones de resoluciones y actos del Delegado del Gobierno susceptibles de
recurso administrativo y que no pongan fin a la vía administrativa, serán resueltas por
los órganos correspondientes del Ministerio competente por razón de la materia. Las
reclamaciones por responsabilidad patrimonial de las Administraciones Públicas se
tramitarán por el Ministerio competente por razón de la materia y se resolverán por el
titular de dicho Departamento.
2.o Suspender la ejecución de los actos impugnados dictados por los órganos de la
Delegación del Gobierno, cuando le corresponda resolver el recurso, de acuerdo con el
artículo 117.2 de la Ley del Procedimiento Administrativo Común de las
Administraciones Públicas, y proponer la suspensión en los restantes casos, así como
respecto de los actos impugnados dictados por los servicios no integrados en la
Delegación del Gobierno.
e) Políticas públicas:
1.o Formular a los Ministerios competentes, en cada caso, las propuestas que estime
convenientes sobre los objetivos contenidos en los planes y programas que hayan de
ejecutar los servicios territoriales y los de los Organismos públicos, e informar, regular
y periódicamente, a los Ministerios competentes sobre la gestión de sus servicios
territoriales.
2.o Proponer ante el Ministro de Hacienda y Administraciones Públicas las medidas
precisas para evitar la duplicidad de estructuras administrativas, tanto en la propia
Administración General del Estado como con otras Administraciones Públicas,
conforme a los principios de eficacia y eficiencia.
Corresponde a los Delegados del Gobierno proteger el libre ejercicio de los derechos y
libertades y garantizar la seguridad ciudadana, a través de los Subdelegados del
Gobierno y de las Fuerzas y Cuerpos de seguridad del Estado, cuya jefatura
corresponderá al Delegado del Gobierno, quien ejercerá las competencias del Estado en
esta materia bajo la dependencia funcional del Ministerio del Interior.
En relación con los servicios territoriales, los Delegados del Gobierno, para el ejercicio
de las competencias recogidas en este artículo, podrán recabar de los titulares de dichos
servicios toda la información relativa a su actividad, estructuras organizativas, recursos
humanos, inventarios de bienes muebles e inmuebles o a cualquier otra materia o asunto
que consideren oportuno al objeto de garantizar una gestión coordinada y eficaz de los
servicios estatales en el territorio.
Competencias:
a) Desempeñar las funciones de comunicación, colaboración y cooperación con la
respectiva Comunidad Autónoma y con las Entidades Locales y, en particular, informar
sobre la incidencia en el territorio de los programas de financiación estatal. En concreto
les corresponde:
f) Ejercer la potestad sancionadora y cualquier otra que les confiera las normas o que
les sea desconcentrada o delegada.
Art. 80 LRJSP.
El Servicio Exterior del Estado se rige en todo lo concerniente a su composición,
organización, funciones, integración y personal por lo dispuesto en la Ley 2/2014, de 25
de marzo, de la Acción y del Servicio Exterior del Estado y en su normativa de
desarrollo y, supletoriamente, por lo dispuesto en la LRJSP.
TEMA 6: LAS COMUNIDADES AUTÓNOMAS
1. EL ESTADO AUTONÓMICO, LA ORGANIZACIÓN DE LAS COMUNIDADES
AUTÓNOMAS. DETERMINACIONES CONSTITUCIONALES.
Todos estos órganos están presentes en la organización de todas las CCAA, por lo que
ya no tiene sentido la inicial discusión de si esa generalización se ha hecho o no con
violación de la CE. En todo caso es claro que el conjunto del sistema responde al
modelo de Gobierno parlamentario. Todos sus elementos están presentes: hay
separación entre las funciones ejecutivas del ámbito de poder de la Asamblea, las
funciones ejecutivas se encomiendan a un Consejo que es políticamente responsable
ante la Asamblea y, por último, la dirección del Consejo está atribuida a un Presidente,
que es elegido por la Asamblea entre sus miembros.
Diversa es, sin embargo, la nomenclatura utilizada para designar el conjunto de la
institución autonómica, y los diversos órganos que la componen, terminología que
patentiza el esfuerzo de los redactores de los Estatutos para distinguir sus respectivas
instituciones (Xunta, Generalidad, Junta de Comunidades, Consell, etc).
Así, pues, el concepto competencia engloba los términos de materia y potestad, pues en
ella se pueden distinguir tres elementos: los sujetos titulares de dicha competencia, el
contenido de la titularidad, que son las potestades o funciones, y el objeto sobre el que
recae, que es la materia.
La materia puede ser atribuida en bloque o no, indistintamente, pero el hecho de que
esté compartida la materia no implica que también tenga que estar compartida la
competencia. Así, pues, se puede dar la posibilidad de que haya materias compartidas
con competencias exclusivas de cada una de las entidades.
Por ello, es preciso que la Norma Suprema distinga y haga referencia cuando estamos
ante una competencia exclusiva o por el contrario una competencia compartida. Estas
precisiones son necesarias por dos razones:
En el artículo 149 CE, sin embargo, se enumeran las competencias exclusivas que tiene
el Estado. Concretamente es un listado de 32 competencias exclusivas del Estado.
Además de este sistema de doble lista, es preciso referirnos al artículo 150 CE: “Las
Cortes Generales, en materias de competencia estatal, podrán atribuir a todas o a
alguna de las Comunidades Autónomas la facultad de dictar, para sí mismas, normas
legislativas en el marco de los principios, bases y directrices fijados por una ley
estatal”. Sin perjuicio de la competencia de los Tribunales, en cada ley marco se
establecerá la modalidad del control de las Cortes Generales sobre estas normas
legislativas de las Comunidades Autónomas.
Así, pues, la norma elaborada por el poder legislativo autonómico será susceptible de
ser revisada por el estatal.
Por otra parte, el artículo 150.2 afirma que: “El Estado podrá transferir o delegar en las
Comunidades Autónomas, mediante ley orgánica, facultades correspondientes a
materia de titularidad estatal que por su propia naturaleza sean susceptibles de
transferencia o delegación. La ley preverá en cada caso la correspondiente
transferencia o delegación. La ley preverá en cada caso la correspondiente
transferencia de medios financieros, así como las formas de control que se reserve el
Estado”. Según este precepto, las competencias del Estado pueden ser atribuidas,
transferidas o delegadas a las Comunidades Autónomas.
2. LAS ASAMBLEAS LEGISLATIVAS
Según el común de los Estatutos el régimen de este organismo supremo de las CCAA
sigue las siguientes reglas:
- Todos los Parlamentos autónomos están constituidos por una sola Cámara, integrada
por un número de miembros muy variable. Son elegidos conforme a la legislación
general electoral, que se entiende como básica, salvo las especialidades previstas en la
legislación autonómica dictada según previsiones estatutarias.
- El derecho de sufragio activo se atribuye a los mayores de 18 años que tengan
residencia en cualquiera de los Municipios de la Comunidad. La condición de elegible
no está condicionada a esta misma circunstancia de los Estatutos, que no suelen
consignar las causas de inelegibilidad, ni de incompatibilidad, materia normalmente
propia de las legislaciones autonómicas, aunque coincidan en esto con la legislación
general.
Las atribuciones del Presidente son las de designar y cesar a los miembros del Consejo
de Gobierno, dirigirlo, coordinar sus actuaciones y, en general, todo lo que comporta la
dirección política y la jerarquía superior de la Administración autonómica. El cargo es
incompatible con cualquier otra función pública o privada y disfruta de los honores
correspondientes a su posición (tratamiento de excelencia, precedencia sobre cualquier
otra autoridad de la Comunidad, utilización de banderín, etc.). En cuanto a los derechos,
además de los emolumentos se les reconoce, como al Lehendakari vasco, una pensión
vitalicia tras el cese.
Leyes marco.
El sistema de leyes marco constituye una técnica propia de la legislación compartida, en
virtud de la cual se relativizan las competencias exclusivas del Estado establecidas en el
artículo 149.1 CE, pasando a ser competencias compartidas con las Comunidades
Autónomas.
En cuanto a su naturaleza jurídica, nos encontramos ante una ley de carácter estatal
ordinaria. La ley marco se diferencia de las demás normas estatales ordinarias por los
siguientes aspectos:
a) Es una norma habilitante, que es preceptiva para que tengan lugar las normas
legislativas de desarrollo de las Comunidades Autónomas, sin éstas no pueden existir
las del Ordenamiento jurídico Autonómico.
c) Es una ley estatal de carácter potestativo, ya que otorga la potestad de legislar ante
una materia concreta a las Comunidades Autónomas.
d) En cuanto a su jerarquía normativa, la ley-marco es una norma que se identifica con
el sistema de delegación legislativa prevista en el artículo 82 CE, o que constituye una
forma especial de delegación legislativa, en concreto, las leyes de bases.
e) En cuanto a la aplicabilidad de esta normativa, las Comunidades Autónomas no
pueden emanar normas legislativas con anterioridad a la promulgación de la
correspondiente ley-marco ya que ésta norma es la que les dota de potestad legislativa y
establecen los principios y directrices necesarios para regular una determinada materia.
En el artículo 150.1 CE se hace mención a las leyes-marco. Nos dice textualmente: “Las
Cortes Generales, en materias de competencia estatal, podrán atribuir a todas o a
alguna de las Comunidades Autónomas la facultad de dictar, para sí mismas, normas
legislativas en el marco de los principios, bases y directrices fijados por una ley estatal.
Sin perjuicio de la competencia de los Tribunales, en cada ley marco se establecerá la
modalidad de control de las Cortes Generales sobre estas normas legislativas de las
Comunidades Autónomas”. Como podemos apreciar, además de establecer la pauta
orientativa, las leyes-marco son un mecanismo de control legislativo de la norma
autonómica.
Respecto de la ejecución autonómica de la legislación del Estado, ésta puede ser, bien
de la sola legislación estatal (caso de los núms.7o - legislación laboral-, 16o -legislación
sobre productos farmacéuticos-, 17o - legislación básica y régimen económico de la
Seguridad Social-, 28o - gestión autonómica de los bienes culturales del Estado- del
artículo 149 CE), bien del conjunto normativo único formado por las normas básicas del
Estado y las normas de desarrollo autonómico. Esto último, la posibilidad de que las
Administraciones autonómicas ejecuten ese complejo normativo mixto o de las dos
procedencias lo prevé sólo excepcionalmente la CE (art. 149.1, apartados 17o y 27o),
pero la han generalizado los Estatutos que, con virtual unanimidad (y con facultades
para ello, puesto que sólo la normación básica está reservada al Estado) han atribuido a
las respectivas Comunidades tanto el desarrollo de esas normas básicas como la
ejecución del corpus normativo global que resulta de esa integración de normas de las
dos procedencias.
El problema más delicado respecto de esta técnica de gestión que estamos estudiando es
si el Estado dispone o no de un poder de supervisión o vigilancia sobre la actividad
ejecutiva de su legislación que realizan las CCAA. En nuestro Derecho la cuestión no
está directamente resuelta en la CE. Aparentemente, el art. 153 CE, con su intención de
resumir los controles posibles sobre la actividad de las CCAA, parece no dejar espacio
para tal supervisión por el Estado, fuera del caso del ejercicio autonómico de facultades
delegadas atribuidas por vía del art. 150.2 CE . Por otra parte, solo en ciertas materias,
aparte de esa general, los Estatutos han reservado al Estado poderes de inspección, o de
“alta inspección”, poniendo énfasis en el carácter “exclusivo” de las facultades
autonómicas generales de ejecución de la legislación estatal. Frente a estos argumentos
son invocables otros que pretenden justificar el poder general de supervisión,
argumentos tanto de “naturaleza de las cosas” (técnica con la que todas las
jurisprudencias constitucionales han reconocido poderes “inherentes”) como,
especialmente, derivados de preceptos constitucionales expresos (arts. 149.1.1o4 y
1555).
Las relaciones de interferencia de un ordenamiento sobre otro, concretamente del
ordenamiento estatal sobre el autonómico, suponen excepciones singulares o
modificaciones (nunca totales, por supuesto, pues ello sólo podría hacerse mediante
reforma constitucional), al normal trazado de la distribución de competencias: o bien
porque el Estado traslada a una o varias Comunidades por vía delegativa competencias
que le pertenecen, para que, manteniendo su titularidad sobre las mismas, sean ejercidas
por dichas Comunidades6; o bien porque el Estado interviene, con habilitación
constitucional explícita, para “armonizar” la competencia normativa autonómica
mediante Leyes propias, como excepción del principio ordinario de separación de los
órdenes de fuentes respectivas7; o bien finalmente, porque el Estado intervenga por vía
coercitiva en el funcionamiento autonómico por la vía excepcional del artículo 155 CE ,
al que ya nos hemos referido parcialmente.
f) Al margen de estos controles puede entenderse que las Comunidades Autónomas
están también sujetas al control que, como sobre el resto de las Administraciones
Públicas, corresponde ejercer al Defensor del Pueblo, así como los controles interiores a
cargo de órganos de las propias Comunidades, según las previsiones estatutarias o de
posteriores normas de organización.
Desde una perspectiva comparatista los controles descritos se han quedado bastante por
debajo de lo que es normal en los Estados federales o regionales. En los Estados
federales, como ocurre en la República Federal Alemana, aparte de los controles
judiciales se reconoce a la Federación poderes de vigilancia y control en relación con la
actividad de los Estados miembros cuando ejecutan la legislación federal a través de
instrucciones o directivas de mayor o menor intensidad. Los incumplimientos pueden
originar el empleo de una coacción federal, que lleva consigo tanto la ejecución
subsidiaria por la Federación de las actividades omitidas como la retirada de
asignaciones económicas, o el envío de delegados con poderes especiales para que
vigilen o se encarguen de ejecutar las decisiones en sustitución de los Lander (artículo
37 de la Constitución alemana).
Artículos 34 y 70 a 79 LOPJ.
Regulación.
No es hasta la aprobación de la Ley de Bases del Régimen Local de 1985 que se define
el concepto de Municipios en su artículo 1.1que establece que: “Los Municipios son
entidades básicas de la organización territorial del Estado y cauces inmediatos de la
organización territorial del Estado y cauces inmediatos de participación ciudadana en
los asuntos públicos, que institucionalizan y gestionan con autonomía los intereses
propios de las correspondientes colectividades”. Por su parte el artículo 11 les atribuye
personalidad jurídica y plena capacidad para el cumplimiento de sus fines.
- Posibilidad de establecer y exigir tributos, de acuerdo con la CE y las leyes (art. 133.2
CE).
Este precepto contiene, por tanto, el reconocimiento, por parte del Ordenamiento
constitucional, del municipio y la provincia como ordenamientos territoriales. Dentro de
dicho ámbito, le deben ser reconocidos los poderes de todo ordenamiento: potestad
normativa, de autoorganización, de gestión de personal y bienes patrimoniales, y la
potestad tributaria y financiera.
El régimen local con carácter básico viene establecido por la Ley 7/1985, de 2 de abril,
pero que –como ha recordado la STC 27/1987, de 27 de febrero (FJ 3) “no puede
implicar en ningún caso el establecimiento de un régimen uniforme para todas las
entidades locales de todo el Estado, sino que debe permitir opciones diversas, ya que la
potestad normativa no es en estos supuestos de carácter reglamentario”.
La LBRL es, por tanto, una norma directamente aplicable por todos los poderes
públicos. No se trata de una Ley de Bases en el sentido (art. 82.2 CE) de autorización
del legislativo al ejecutivo para regular con fuerza de Ley una determinada materia; sino
que es una Ley que, además del contenido normativo propio, sirve de marco de
referencia a la legislación de las Comunidades Autónomas.
La LBRL es, en consecuencia, la primera norma reguladora del Régimen Local. A partir
de ella (es decir, sin poder vulnerar este contenido esencial), las CCAA podrán
establecer su propio modelo de régimen local. Pero ello sólo será posible por parte de
las CCAA que, en sus Estatutos, tengan asumida competencia plena en materia de
Administración local. Ello implica que, en muchos casos, la legislación estatal será la
única existente, mientras no se amplíe la competencia autonómica conforme al art.
148.2 CE). De ahí que la Disposición Final Primera de la LBRL autorizase al Gobierno
para refundir, en un solo texto, las disposiciones legales anteriores a la misma que no
hubiesen quedado derogadas por no oponerse ni ser contradictorias con la nueva
regulación; y a actualizar y acomodar a lo dispuesto en la misma a todas las normas
reglamentarias que continúen vigentes. Y así se han aprobado:
Pero la legislación reguladora del “Régimen Local”, entendido éste como el estatuto
subjetivo de los Entes Locales, no agota todo el ámbito normativo de dichas Entidades.
Y así, la LO 5/1985, de 19 de junio regula el régimen electoral, conteniendo
disposiciones generales y específicas para las elecciones municipales. Igualmente, la
Ley 39/1988, de 28 de diciembre, regula las Haciendas Locales. Finalmente, a Leyes
sectoriales (General de Sanidad, la de Defensa de Consumidores y Usuarios, etc.)
corresponde determinar las competencias locales, conforme el art. 25.2 LBRL.
Suficiencia financiera para el desempeño de sus funciones (art. 105 y ss. LBRL).
“Las Haciendas Locales deberán disponer de los medios suficientes para el desempeño
de las funciones que la Ley atribuye a las Corporaciones respectivas, y se nutrirán
fundamentalmente de tributos propios y de participación con los del Estado y de las
Comunidades Autónomas”.
Las Haciendas locales se nutren, además de los tributos propios y las participaciones
reconocidas en los del Estado y los de las CCAA, de aquéllos otros recursos que prevea
la Ley.
Las entidades locales tendrán autonomía para establecer y exigir tributos de acuerdo con
lo previsto en la legislación del Estado reguladora de las Haciendas Locales y en las que
dicten las CCAA en los supuestos previstos en aquélla. La potestad reglamentaria de las
entidades locales en materia tributaria se hará a través de Ordenanzas fiscales
reguladora de los tributos propios y de Ordenanzas generales de gestión, recaudación e
inspección. Las corporaciones locales podrán emanar disposiciones interpretativas y
aclaratorias de las mismas.
No es hasta la aprobación de la Ley de Bases del Régimen Local de 1985 que se define
el concepto de Municipios en su artículo 1.1 que establece que: “Los Municipios son
entidades básicas de la organización territorial del Estado y cauces inmediatos de la
organización territorial del Estado y cauces inmediatos de participación ciudadana en
los asuntos públicos, que institucionalizan y gestionan con autonomía los intereses
propios de las correspondientes colectividades”. Por su parte el artículo 11 les atribuye
personalidad jurídica y plena capacidad para el cumplimiento de sus fines.
Así pues, con la caracterización del Municipio como Entidad local básica y la referencia
a una colectividad que se supone estable con intereses propios se rinde todavía tributo a
la concepción “naturalista” presente en nuestra más reciente legislación.
b) Por la segregación de parte del territorio de uno o varios Municipios para constituir
otro independiente o para agregarlo a otro limítrofe.
La población del municipio constituye otro elemento estructural del mismo. La Ley de
Bases de Régimen Local define la población en su artículo 15 como aquella “el
conjunto de personas inscritas en el padrón municipal”.
La estrecha vinculación del Padrón con el sistema electoral, que es básicamente para lo
que sirve –puesto que puede coincidir o no con el domicilio fiscal o con el lugar real de
residencia–, justifica la obligación de los Ayuntamientos de realizar las operaciones
necesarias para mantener actualizados sus padrones, de modo que los datos que
contengan concuerden con la realidad.
b) Los de capitales de Provincia cuya población sea superior a los 175.000 habitantes;
d) Los Municipios cuya población supere los 75.000 habitantes, que presenten
circunstancias económicas, sociales, históricas o culturales especiales. En el caso de los
dos últimos supuestos, deberán decidirlo las Asambleas Legislativas correspondientes a
iniciativa de los respectivos Ayuntamientos (artículo 121.1).
1.4. El Pleno
El Pleno se integra por todos los Concejales, elegidos por sufragio universal, libre,
directo y secreto por los vecinos. En las elecciones locales el sufragio activo y pasivo
están también reconocidos a los miembros de la Unión Europea domiciliados en el
Municipio.
La CE (art. 140) impone que los Concejales sean elegidos por los vecinos del Municipio
mediante sufragio igual, libre, directo y secreto. En las elecciones locales tienen derecho
de sufragio, activo y pasivo, los españoles , sin que sea exigible ni la inscripción en el
censo electoral ni en el padrón municipal de habitantes del municipio en el que presenta
la candidatura en las elecciones locales.
2. Organización.
4. Normativas.
Acordar la imposición y supresión de sus tributos propios, así como aprobar las
correspondientes Ordenanzas Fiscales reguladoras de los mismos.
7. Bienes.
8. Población municipal.
9. Termino municipal. 10.Procedimiento administrativo. 11.Contratación.
12.Urbanísticas.
12.3. Exigir y aceptar las cesiones obligatorias de terrenos de los propietarios de suelo
urbano y urbanizable.
El Alcalde es el Presidente del Ayuntamiento. Su elección puede ser por los concejales
o por los vecinos. Arts. 196 a 200 LOREG.
La Junta de Gobierno existe en todos los municipios con población superior a los 5.000
habitantes y en los de menos, cuando así lo disponga su reglamento orgánico o así lo
acuerde el Pleno de su Ayuntamiento (art. 20.1.b) LBRL). Regulado en el art. 23 LBRL.
b) En los Municipios con población superior a 5.000 habitantes, además: parque
público, biblioteca pública y tratamiento de residuos.
c) En los Municipios con población superior a 20.000 habitantes, además: protección
civil, evaluación e información de situaciones de necesidad social y la atención
inmediata a personas en situación o riesgo de exclusión social, prevención y extinción
de incendios e instalaciones deportivas de uso público.
d) En los Municipios con población superior a 50.000 habitantes, además: transporte
colectivo urbano de viajeros y medio ambiente urbano.
c) Limpieza viaria.
f) Alumbradopúblico.
Para reducir los costes efectivos de los servicios el mencionado Ministerio decidirá
sobre la propuesta formulada que deberá contar con el informe preceptivo de la
Comunidad Autónoma si es la Administración que ejerce la tutela financiera.
2. La Provincia
2. Asimismo, existirán en todas las Diputaciones órganos que tengan por objeto el
estudio, informe o consulta de los asuntos que han de ser sometidos a la decisión del
Pleno, así como el seguimiento de la gestión del Presidente, la Junta de Gobierno y los
Diputados que ostenten delegaciones, siempre que la respectiva legislación autonómica
no prevea una forma organizativa distinta en este ámbito y sin perjuicio de las
competencias de control que corresponden al Pleno.
Artículo 34 y 35 LBRL.
De forma análoga y con el mismo carácter presidencialista con que está concebida la
figura del Alcalde, está el Presidente de la Diputación en el diseño de la Ley de Bases
de Régimen Local de 1985.
Su elección corresponde al Pleno, que lo debe elegir de entre sus miembros, por
mayoría absoluta en la primera votación o por mayoría simple en la segunda.
El nuevo Presidente se elegirá de acuerdo con el sistema previsto para los Alcaldes. El
paralelismo entre el Alcalde y el Presidente de la Diputación continúa en lo que atañe a
sus funciones y competencias, que están, como las de aquél, concebidas en base a ser el
Presidente ejecutivo de un órgano colegiado, de cuyo funcionamiento es responsable, y
que encarna la representación de la Provincia, además de ser el Jefe de su
Administración Provincial.
Sus funciones, de acuerdo con el artículo 34 de la LRBRL son: a) Dirigir el gobierno y
la administración de la provincia. b) Representar a la Diputación.
c) Convocar y presidir las sesiones del Pleno, salvo los supuestos previstos en la
presente Ley y en la legislación electoral general, de la Junta de Gobierno y cualquier
otro órgano de la Diputación, y decidir los empates con voto de calidad.
k) La aprobación de los proyectos de obras y de servicios cuando sea competente para
su contratación o concesión y estén previstos en el Presupuesto.
En cuanto a los vicepresidentes, decir que son nombrados por el Presidente y que,
obviamente, le sustituyen, por el orden de su nombramiento y en los casos de vacante,
ausencia o enfermedad. Son libremente designados por éste entre los miembros de la
Junta de Gobierno.
Artículo 36 y 37 LBRL.
a) La coordinación de los servicios municipales entre sí para la garantía de la prestación
integral y adecuada a que se refiere el apartado a) del número 2 del artículo 31.
h) El seguimiento de los costes efectivos de los servicios prestados por los municipios
de su provincia. Cuando la Diputación detecte que estos costes son superiores a los de
los servicios coordinados o prestados por ella, ofrecerá a los municipios su colaboración
para una gestión coordinada más eficiente de los servicios que permita reducir estos
costes.
a) El Municipio.
b) La Provincia.
c) La Isla en los archipiélagos balear y canario.
a) Las Comarcas u otras entidades que agrupen varios Municipios, instituidas por las
Comunidades Autónomas de conformidad con esta Ley y los correspondientes Estatutos
de Autonomía.
La iniciativa para la creación de una comarca podrá partir de los propios Municipios
interesados. En cualquier caso, no podrá crearse la comarca si a ello se oponen
expresamente las dos quintas partes de los Municipios que debieran agruparse en ella,
siempre que, en este caso, tales Municipios representen al menos la mitad del censo
electoral del territorio correspondiente. Cuando la comarca deba agrupar a Municipios
de más de una Provincia, será necesario el informe favorable de las Diputaciones
Provinciales a cuyo ámbito territorial pertenezcan tales Municipios.
Las áreas metropolitanas son Entidades locales integradas por los Municipios de
grandes aglomeraciones urbanas entre cuyos núcleos de población existan vinculaciones
económicas y sociales que hagan necesaria la planificación conjunta y la coordinación
de determinados servicios y obras.
c) Caso de extinción del Este, que decide también la entidad matriz, su aparato
organizativo y patrimonial retornan al seno de la Entidad matriz.
La Ley 40/2015 establece en su artículo 84.1 una nueva clasificación del sector público
institucional estatal para los organismos y entidades que se creen a partir de la entrada
en vigor de la Ley, más clara, ordenada y simple, pues quedan reducidos a los siguientes
tipos:
a) Los Organismos públicos, que incluyen los organismos autónomos y las entidades
públicas empresariales;
d) Los Consorcios,
e) Las Fundaciones del sector público,
Las entidades integrantes del sector público institucional estatal estarán sometidas al
control de eficacia y supervisión continua, sin perjuicio de lo establecido en el artículo
110 LRJSP.
Para ello, todas las entidades integrantes del sector público institucional estatal
contarán, en el momento de su creación, con un plan de actuación, que contendrá las
líneas estratégicas en torno a las cuales se desenvolverá la actividad de la entidad, que
se revisarán cada tres años, y que se completará con planes anuales que desarrollarán el
de creación para el ejercicio siguiente.
El control de eficacia será ejercido por el Departamento al que estén adscritos, a través
de las inspecciones de servicios, y tendrá por objeto evaluar el cumplimiento de los
objetivos propios de la actividad específica de la entidad y la adecuada utilización de los
recursos, de acuerdo con lo establecido en su plan de actuación y sus actualizaciones
anuales, sin perjuicio del control que de acuerdo con la Ley 47/2003, de 26 de
noviembre, se ejerza por la Intervención General de la Administración del Estado.
Todas las entidades integrantes del sector público institucional estatal están sujetas
desde su creación hasta su extinción a la supervisión continua del Ministerio de
Hacienda y Administraciones Públicas, a través de la Intervención General de la
Administración del Estado, que vigilará la concurrencia de los requisitos previstos en
esta Ley. En particular verificará, al menos, lo siguiente:
Las entidades integrantes del sector público institucional podrán ser consideradas
medios propios y servicios técnicos de los poderes adjudicadores y del resto de entes y
sociedades que no tengan la consideración de poder adjudicador cuando cumplan las
condiciones y requisitos establecidos en la Ley de Contratos del Sector Público (Ley
9/2017, de 8 de noviembre, art. 32).
a) Sea una opción más eficiente que la contratación pública y resulta sostenible y eficaz,
aplicando criterios de rentabilidad económica.
Los estatutos podrán atribuir a los organismos públicos la potestad de ordenar aspectos
secundarios del funcionamiento para cumplir con los fines y el servicio encomendado,
en el marco y con el alcance establecido por las disposiciones que fijen el régimen
jurídico básico de dicho servicio.
Los organismos autónomos son entidades de derecho público, con personalidad jurídica
propia, tesorería y patrimonio propios y autonomía en su gestión, que desarrollan
actividades propias de la Administración Pública, tanto en actividades de fomento,
prestacionales, de gestión de servicios públicos o de producción de bienes de interés
público, susceptibles de contraprestación, en calidad de organizaciones instrumentales
diferenciadas y dependientes de ésta.
Régimen jurídico.
El titular del máximo órgano de dirección del organismo tendrá atribuidas, en materia
de gestión de recursos humanos, las facultades que le asigne la legislación específica. El
organismo autónomo estará obligado a aplicar las instrucciones sobre recursos humanos
dictadas por el Ministerio de Política Territorial y Función Pública y a comunicarle a
este departamento cuantos acuerdos o resoluciones adopte en aplicación del régimen
específico de personal establecido en su Ley de creación o en sus estatutos.
La contratación de los organismos autónomos se ajustará a lo dispuesto en la legislación
sobre contratación del sector público. El titular del máximo órgano de dirección del
organismo autónomo será el órgano de contratación.
La gestión y administración de sus bienes y derechos propios, así como de aquellos del
Patrimonio de la Administración que se les adscriban para el cumplimiento de sus fines,
será ejercida de acuerdo con lo establecido para los organismos autónomos en la Ley
33/2003, de 3 de noviembre.
El personal de las entidades públicas empresariales se rige por el Derecho laboral, con
las especificaciones dispuestas en este artículo y las excepciones relativas a los
funcionarios públicos de la Administración General del Estado, quienes se regirán por
lo previsto en la Ley 7/2007, de 12 de abril (EBEP) y demás normativa reguladora de
los funcionarios públicos o por la normativa laboral.
Las entidades públicas empresariales podrán financiarse con los ingresos que se deriven
de sus operaciones, obtenidos como contraprestación de sus actividades comerciales, y
con los recursos económicos que provengan de las siguientes fuentes:
b) Los productos y rentas de dicho patrimonio y cualquier otro recurso que pudiera
serle atribuido.
Con independencia de cuál sea su denominación, cuando una entidad tenga la naturaleza
jurídica de autoridad administrativa independiente deberá figurar en su denominación la
indicación «autoridad administrativa independiente» o su abreviatura «A.A.I.».
Régimen jurídico.
Se entiende por sociedad mercantil estatal aquella sociedad mercantil sobre la que se
ejerce control estatal:
a) Las razones que justifican la creación de la sociedad por no poder asumir esas
funciones otra entidad ya existente, así como la inexistencia de duplicidades. A estos
efectos, deberá dejarse constancia del análisis realizado sobre la existencia de órganos o
entidades que desarrollan actividades análogas sobre el mismo territorio y población y
las razones por las que la creación de la nueva sociedad no entraña duplicidad con
entidades existentes.
b) Un análisis que justifique que la forma jurídica propuesta resulta más eficiente frente
a la creación de un organismo público u otras alternativas de organización que se hayan
descartado.
Las sociedades mercantiles estatales formularán y rendirán sus cuentas de acuerdo con
los principios y normas de contabilidad recogidos en el Código de Comercio y el Plan
General de Contabilidad y disposiciones que lo desarrollan.
Los consorcios son entidades de derecho público, con personalidad jurídica propia y
diferenciada, creadas por varias Administraciones Públicas o entidades integrantes del
sector público institucional, entre sí o con participación de entidades privadas, para el
desarrollo de actividades de interés común a todas ellas dentro del ámbito de sus
competencias.
Los consorcios podrán utilizarse para la gestión de los servicios públicos, en el marco
de los convenios de cooperación transfronteriza en que participen las Administraciones
españolas, y de acuerdo con las previsiones de los convenios internacionales ratificados
por España en la materia.
En los consorcios en los que participe la Administración General del Estado o sus
organismos públicos y entidades vinculados o dependientes se requerirá:
c) Del convenio formarán parte los estatutos, un plan de actuación, de conformidad con
lo previsto en el artículo 92, y una proyección presupuestaria trienal, además del
informe preceptivo favorable del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas.
El convenio suscrito junto con los estatutos, así como sus modificaciones, serán objeto
de publicación en el «Boletín Oficial del Estado».
d) Causas de disolución.
3. LA ADMINISTRACIÓN CORPORATIVA.
El artículo 52 CE dispone (en referencia a las Cámaras): “La ley regulará las
organizaciones profesionales que contribuyan a la defensa de los intereses económicos
que les sean propios. Su estructura interna y funcionamiento deberán ser
democráticos”.
Asimismo, ejercerán las competencias de carácter público que les atribuye esta Ley y
las que les puedan ser asignadas por las Administraciones Públicas con arreglo a los
instrumentos que establece el ordenamiento jurídico.
Aparte de esta autogestión, tiene una ventaja adicional porque las Corporaciones no
gravan el presupuesto del Estado porque su sostenimiento corre a cargo, normalmente,
de las cuotas u otras aportaciones de los miembros de éstas y los titulares de sus órganos
gestores no perciben por ello emolumentos.
Ahora bien, junto a las Corporaciones encontramos otro tipo de entidades - asociaciones
privadas, sindicatos- que también tienen encomendada la defensa y promoción de
determinados colectivos.
c) En tercer lugar, tiene un carácter monopolístico, ya que no cabe más que una sola y
única organización corporativa para operar con determinadas finalidades y sobre un
mismo colectivo.
Así pues, las Corporaciones disponen de elementos de Derecho público tales como la
asignación de fines públicos, su creación por acto de poder, la obligatoriedad de la
pertenencia de los miembros y la organización monopolística- y, además, de la
subsistencia de elementos privados -como la defensa de intereses privados de sus
miembros y el sostenimiento económico a cargo de éstos sin financiación pública. Por
tanto, se les dota de un régimen jurídico mixto.
Por su parte, la Ley 2/1974, de 13 de febrero, sobre Colegios Profesionales, define a los
mismos como Corporaciones de derecho público, amparadas por la Ley y reconocidas
por el Estado, con personalidad jurídica propia y plena capacidad para el cumplimiento
de sus fines. Son fines esenciales de estas Corporaciones la ordenación del ejercicio de
las profesiones, la representación institucional exclusiva de las mismas cuando estén
sujetas a colegiación obligatoria, la defensa de los intereses profesionales de los
colegiados y la protección de los intereses de los consumidores y usuarios de los
servicios de sus colegiados, todo ello sin perjuicio de la competencia de la
Administración Pública por razón de la relación funcionarial.
En cuanto Corporaciones, tienen las notas anteriormente señaladas, y ejercen dos tipos
de funciones básicas: la representación de los intereses de la profesión y funciones de
interés particular para sus miembros, y funciones de interés general (información,
consulta y colaboración con la Administración y las que ésta pudiera encomendarles), y
a título propio, la de ordenación del ejercicio de la profesión.
TEMA 9: LA ADMINISTRACIÓN CONSULTIVA Y DE
CONTROL.
1. EL CONSEJO DE ESTADO
a) El Presidente del Consejo de Estado, que será nombrado libremente por Real
Decreto acordado en Consejo de Ministros y refrendado por su Presidente, entre juristas
de reconocido prestigio y experiencia en asuntos de Estado.
c) Los Consejeros Natos, que son: El Director de la Real Academia Española y los
Presidentes de las Reales Academias de Ciencias Morales y Políticas y de
Jurisprudencia y Legislación, el Presidente del Consejo Económico y Social, el Fiscal
General del Estado, el Jefe del Estado Mayor de la Defensa, el Presidente del Consejo
General de la Abogacía, el Presidente de la Comisión General de Codificación, el
Abogado General del Estado, el Director del Centro de Estudios Políticos y
Constitucionales y el Gobernador del Banco de España. Estos consejeros lo son
mientras ostenten el cargo que haya determinado su nombramiento. Las personas que
hayan ostentado el cargo de presidente del Gobierno son consejeros natos, pero con
carácter vitalicio, pudiendo incorporarse al Consejo en cualquier momento.
d) Los Consejeros electivos, que serán nombrados por Real Decreto, por un período de
cuatro años, entre quienes hayan desempeñado cualquiera de los siguientes cargos:
Diputado o Senador de las Cortes Generales, Magistrado del Tribunal Constitucional,
Juez o Abogado General del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, Defensor del
Pueblo, Presidente o Vocal del Consejo General del Poder Judicial, Ministro o
Secretario de Estado, Presidente del Tribunal de Cuentas, Jefe del Estado Mayor de la
Defensa, Presidente o miembro del Consejo Ejecutivo de Comunidad Autónoma,
Embajador procedente de la carrera diplomática, Alcalde de capital de provincia,
Presidente de Diputación Provincial, de Mancomunidad Interinsular, de Cabildo Insular
o de Consejo Insular, Rector de Universidad.
Junto al Pleno y la Comisión Permanente, integrada por el Presidente del Consejo y los
Consejeros Permanentes, está la Comisión de Estudios, cuyo presidente es también el
del Consejo y está integrada por dos Consejeros Permanentes designados por el Pleno a
propuesta de su Presidente, y el Secretario General.
En cuanto a las competencias del Consejo de Estado este debe ser consultado, ya sea en
Pleno o en Comisión Permanente, en los casos previstos en los artículos 21 y 22 de la
Ley Orgánica 3/80 (anteproyectos de reforma constitucional, anteproyectos de leyes,
proyectos de decretos legislativos, revisión de oficio de los actos administrativos,
nulidad, interpretación, y resolución de contratos administrativos, reclamaciones en
concepto de indemnización de daños y perjuicios que se formulen ante la
Administración del Estado, concesión de monopolios y servicios públicos
monopolizados etc.).
El Consejo de Estado puede, igualmente, elevar al Gobierno las propuestas que juzgue
oportunas acerca de cualquier asunto que la práctica y experiencia de sus funciones le
sugieran.
En cuanto a los dictámenes, no son vinculantes, salvo que la ley disponga lo contrario.
La carga formal, que afecta a todas las disposiciones y resoluciones formadas por el
Consejo, consiste en que, en los casos de disentimiento, el órgano que ha solicitado la
consulta debe hacer constar en la resolución que ésta se adopta “oído el Consejo de
Estado”, o por el contrario si hay asentimiento se dirá “de acuerdo con el Consejo de
Estado”.
Sin embargo, el dictamen será preceptivo para las Comunidades Autónomas que
carezcan de órgano consultivo propio en los mismos casos previstos por la Ley para el
Estado, cuando hayan asumido las competencias correspondientes.
3. EL TRIBUNAL DE CUENTAS
Depende directamente de las Cortes Generales, ejerciendo sus funciones por delegación
de ellas en el examen y aprobación de la Cuenta General del Estado. No obstante, el
Tribunal de Cuentas disfruta de plena independencia para el ejercicio de sus funciones,
reconociéndose constitucionalmente que los miembros del Tribunal gozarán de la
misma independencia e inamovilidad y estarán sometidos a las mismas
incompatibilidades que los jueces.
a) Si bien la función fiscalizadora del Tribunal de Cuentas puede extenderse a todo el
sector público, incluidas las Corporaciones Locales, el ámbito principal y preferente de
su ejercicio lo constituye el de la actividad financiera del Estado y del sector público
estatal.
“Una ley orgánica regulará la institución del Defensor del Pueblo, como alto
comisionado de las Cortes Generales, designado por éstas para la defensa de los
derechos comprendidos en este Título, a cuyo efecto podrá supervisar la actividad de la
Administración, dando cuenta a las Cortes Generales”.
Es el alto comisionado de las Cortes Generales encargado de defender los derechos
fundamentes y las libertades públicas de los ciudadanos mediante la supervisión de la
actividad de las AAPP.
Es elegido por el Congreso de los Diputados y el Senado, por una mayoría de 3/5.
Cualquier ciudadano puede acudir al Defensor del Pueblo y solicitar su intervención,
que es gratuita, para que investigue cualquier actuación de la Administración pública o
sus agentes, presuntamente irregular. También puede intervenir de oficio en casos que
lleguen a su conocimiento aunque no se haya presentado queja sobre ellos.
Con carácter general, el sistema de función pública por el que opta la Constitución
española es el de derecho público y de carácter estatutario, y no el régimen laboral.
Ahora bien, las Comunidades Autónomas, en las leyes que dicten en desarrollo de la
Ley 7/2007, establecerán los criterios para la determinación de los puestos de trabajo
que pueden ser desempeñados por personal laboral, siempre respetando lo establecido
en el artículo 9.2 del EBEP, ya que el ejercicio de las funciones que impliquen la
participación directa o indirecta en el ejercicio de las potestades públicas o la
salvaguardia de los intereses generales corresponde exclusivamente a los funcionarios
públicos.
Esta dualidad de regímenes hace necesario que una ley como la 7/2007 contemple y
regule algunos problemas jurídicos y de gestión de personal de manera que el EBEP
contiene pues, las normas que regulan esta relación laboral de empleo público en virtud
de la competencia que le atribuye el art. 149.1.7 de la Constitución Española.
El Real Decreto Legislativo 5/2015 aprueba el texto refundido de la Ley del Estatuto
Básico del Empleado Público (BOE no 261 de 31 de octubre de 2015). Este texto
refundido integra en un texto único todas las modificaciones introducidas en la Ley
7/2007, e incluye, igualmente, las disposiciones en materia de régimen jurídico del
empleo público contenidas en normas con rango de ley que la hayan modificado.
1.1. Objeto.
Artículo 1 TREBEP.
El objeto aparece definido en los artículos 1.1 y 1.2 del Texto Refundido de la Ley del
Estatuto Básico del Empleado Público (en adelante TRLEBEP). De acuerdo con el 1.1
el TRLEBEP tiene por objeto establecer las bases del régimen estatutario de los
funcionarios públicos incluidos en su ámbito de aplicación, pero con la particularidad de
que la legislación básica, hoy en día no puede configurarse sobre la base de un sistema
homogéneo que tenga como único modelo la Administración del Estado, sino que debe
tener en cuenta la capacidad de cada Administración para configurar su propia política
de personal-. Por su parte, el artículo 1.2 señala como objeto del TRLEBEP determinar
las normas aplicables al personal laboral al servicio de las Administraciones públicas.
De manera que el TRLEBEP incluye dos tipos de regulaciones, con lo que nos
encontraremos a lo largo del mismo con normas aplicables a todo tipo de empleados
públicos, como el régimen disciplinario y normas exclusivas de los funcionarios, como
las situaciones administrativas.
Artículos 2 a 6 TREBEP.
Concepto.
Art. 8 TRBEP.
El artículo 8 define a los empleados públicos como aquellos que desempeñan funciones
retribuidas en las Administraciones Públicas al servicio de los intereses generales y los
clasifica en cuatro grandes categorías:
a) Funcionarios de carrera.
b) Funcionarios interinos.
d) Personal eventual.
Clases.
Funcionarios de carrera.
Funcionarios interinos.
Son funcionarios interinos los que, por razones expresamente justificadas de necesidad
y urgencia, son nombrados como tales para el desempeño de funciones propias de
funcionarios de carrera, cuando se dé alguna de las siguientes circunstancias:
a) La existencia de plazas vacantes cuando no sea posible su cobertura por funcionarios
de carrera, por un máximo de tres años.
c) La ejecución de programas de carácter temporal, que no podrán tener una duración
superior a tres años, ampliable hasta doce meses más por las leyes de Función Pública
que se dicten en desarrollo del Estatuto.
d) El exceso o acumulación de tareas por plazo máximo de nueve meses, dentro de un
periodo de dieciocho meses.
El cese de los funcionarios interinos se producirá, además de por las causas previstas en
el artículo 63 (renuncia, jubilación, perdida de nacionalidad, sanción disciplinaria, pena
principal o accesoria), por la cobertura reglada del puesto por personal funcionario de
carrera, por amortización de los puestos asignados, por finalización del plazo y cuando
finalice la causa que dio lugar a su nombramiento.
A los funcionarios interinos les será aplicable, en cuanto sea adecuado a la naturaleza de
su condición, el régimen general de los funcionarios de carrera.
Personal laboral.
Las Leyes de Función Pública que se dicten en desarrollo del Estatuto establecerán los
criterios para la determinación de los puestos de trabajo que pueden ser desempeñados
por personal laboral, respetando en todo caso lo establecido en el artículo 9.2.
Personal eventual.
El número máximo se establecerá por los respectivos órganos de gobierno. Este número
y las condiciones retributivas serán públicas.
El nombramiento y cese serán libres. El cese tendrá lugar, en todo caso, cuando se
produzca el de la autoridad a la que se preste la función de confianza o asesoramiento.
10. Cumplirán con diligencia las tareas que les correspondan o se les encomienden
y, en su caso, resolverán dentro de plazo los procedimientos o expedientes de su
competencia.
12. Guardarán secreto de las materias clasificadas u otras cuya difusión esté
prohibida legalmente, y mantendrán la debida discreción sobre aquellos asuntos que
conozcan por razón de su cargo, sin que puedan hacer uso de la información
obtenida para beneficio propio o de terceros, o en perjuicio del interés público.
Principios de conducta.
4. COLECTIVAMENTE
El capítulo primero del Título III del TRLEBEP contiene una serie de derechos
aplicables a todos los empleados públicos, divididos en dos grandes categorías:
a) Derechos individuales.
El artículo 15, por su parte, recoge los derechos individuales ejercicios colectivamente:
a la libertad sindical, a la negociación colectiva y a la participación en la determinación
de las condiciones de trabajo, al ejercicio de la huelga, con la garantía del
mantenimiento de los servicios esenciales de la comunidad, al planteamiento de
conflictos colectivos de trabajo y al de reunión.
Tal y como reconocía la propia Ley 7/2007 en su Exposición de Motivos todas las
oportunidades de carrera de los funcionarios se hallaban concentradas en el desempeño
sucesivo de puestos de trabajo, puestos que sólo podían obtenerse a través de procesos
de movilidad.
Las modalidades que las distintas leyes de Función Pública pueden utilizar para regular
la carrera profesional son:
Los funcionarios deberán poseer los requisitos exigidos para el ingreso, tener una
antigüedad de, al menos, dos años de servicio activo en el inferior Subgrupo, o Grupo
de clasificación profesional, en el supuesto de que éste no tenga Subgrupo y superar las
correspondientes pruebas selectivas.
Arts. 21 a 30 TREBEP.
Las retribuciones básicas son las que retribuyen al funcionario según la adscripción de
su cuerpo o escala y por su antigüedad en el mismo (sueldo y trienios). Las
retribuciones básicas se fijan anualmente en la ley de presupuestos generales del Estado
(artículo 23 TRLEBEP).
El artículo 24 del TRLEBEP permite que sean las distintas Administraciones públicas
las que fijen la cuantía y estructura de las retribuciones complementarias de los
funcionarios.
Arts. 31 a 45 TREBEP.
Art. 46 TREBEP.
El derecho de reunión de los funcionarios está regulado en el artículo 46 del TRLEBEP
Las reuniones en el centro de trabajo se autorizarán fuera de las horas de trabajo y no
puede perjudicar la prestación de los servicios, siendo los convocantes los responsables
de su normal desarrollo.
Art. 47 TREBEP.
El artículo 47 dispone que serán las distintas Administraciones Públicas las que
determinen la jornada general y las especiales de trabajo de sus funcionarios públicos
pudiendo ser la jornada a tiempo completo o a tiempo parcial
Permisos:
Artículos 48 y 49 TREBEP.
a) El artículo 48 que contiene, entre otros los permisos por fallecimiento, accidente o
enfermedad grave de familiares, traslado de domicilio, realización de funciones
sindicales, concurrencia a exámenes finales, asuntos particulares, realización de
exámenes prenatales y técnicas de preparación al parto, sesiones de información y
preparación en los casos de adopción y acogimiento, lactancia de un hijo menor de doce
meses, nacimiento de hijos prematuros o que deban permanecer hospitalizados, y
distintos permisos para la atención a familiares por razones de edad, accidente,
enfermedad o discapacidad.
b) El artículo 49, por su parte, recoge los permisos por motivos de conciliación de la
vida personal familiar y laboral, por razón de violencia de género y para las víctimas del
terrorismo y sus familiares directos. Así, el permiso por parto, por adopción o
acogimiento, el permiso de paternidad, el permiso por razón de violencia de género
sobre la mujer funcionaria, el permiso por cuidado de hijo menor afectado de una
enfermedad grave, o los permisos para las víctimas del terrorismo.
Los funcionarios públicos tendrán derecho a disfrutar, durante cada año natural, de unas
vacaciones retribuidas de veintidós días hábiles, o de los días que correspondan
proporcionalmente si el tiempo de servicio durante el año fue menor.
No se considerarán como días hábiles los sábados, sin perjuicio de las adaptaciones que
se establezcan para los horarios especiales. Cuando las situaciones de permiso de
maternidad, incapacidad temporal, riesgo durante la lactancia o riesgo durante el
embarazo impidan iniciar el disfrute de las vacaciones dentro del año natural al que
correspondan, o una vez iniciado el periodo vacacional sobreviniera una de dichas
situaciones, el periodo vacacional se podrá disfrutar aunque haya terminado el año
natural a que correspondan y siempre que no hayan transcurrido más de dieciocho
meses a partir del final del año en que se hayan originado.
Artículo 52 TREBEP.
Según el artículo 52 del TRLEBEP los empleados públicos deberán desempeñar con
diligencia las tareas que tengan asignadas y velar por los intereses generales con
sujeción y observancia de la Constitución y del resto del ordenamiento jurídico, y
deberán actuar con arreglo a los siguientes principios: objetividad, integridad,
neutralidad, responsabilidad, imparcialidad, confidencialidad, dedicación al servicio
público, transparencia, ejemplaridad, austeridad, accesibilidad, eficacia, honradez,
promoción del entorno cultural y medioambiental, y respeto a la igualdad entre mujeres
y hombres, que inspiran el Código de Conducta de los empleados públicos.
Arts. 55 a 62 TREBEP.
El artículo 55 del TRLEBEP contiene los principios que deben regir cualquier proceso
selectivo, tanto de personal funcionario como laboral: publicidad de la convocatoria y
sus bases, transparencia, imparcialidad y profesionalidad de los miembros de los
órganos de selección, así como la independencia y discrecionalidad técnica, entre otros.
d) No haber sido separado mediante expediente disciplinario del servicio de cualquiera
de las Administraciones Públicas o de los órganos constitucionales o estatutarios de las
Comunidades Autónomas, ni hallarse en inhabilitación absoluta o especial para empleos
o cargos públicos por resolución judicial, para el acceso al cuerpo o escala de
funcionario, o para ejercer funciones similares a las que desempeñaban en el caso del
personal laboral, en el que hubiese sido separado o inhabilitado. En el caso de ser
nacional de otro Estado, no hallarse inhabilitado o en situación equivalente ni haber sido
sometido a sanción disciplinaria o equivalente que impida, en su Estado, en los mismos
términos el acceso al empleo público.
Los sistemas selectivos de personal laboral fijo serán los de oposición, concurso-
oposición, o concurso de valoración de méritos. (Artículo 61 TRLEBEP).
Los procesos selectivos tendrán carácter abierto y garantizarán la libre concurrencia, sin
perjuicio de lo establecido para la promoción interna y de las medidas de discriminación
positiva previstas en el Estatuto. Los órganos de selección velarán por el cumplimiento
del principio de igualdad de oportunidades entre sexos.
Los procesos selectivos que incluyan, además de las preceptivas pruebas de capacidad,
la valoración de méritos de los aspirantes sólo podrá otorgar a dicha valoración una
puntuación proporcionada que no determinará, en ningún caso, por sí misma el
resultado del proceso selectivo.
Arts. 63 a 68 TREBEP.
c) La jubilación total del funcionario. La jubilación puede ser voluntaria, forzosa al
cumplir la edad legalmente establecida o por la declaración de incapacidad permanente.
No obstante, en los términos de las leyes de Función Pública que se dicten en desarrollo
del Estatuto, se podrá solicitar la prolongación de la permanencia en el servicio activo
como máximo hasta que se cumpla setenta años de edad. La Administración Pública
competente deberá de resolver de forma motivada la aceptación o denegación de la
prolongación.
De lo dispuesto en los dos párrafos anteriores quedarán excluidos los funcionarios que
tengan normas estatales específicas de jubilación.
d) La sanción disciplinaria de separación del servicio que tuviere carácter firme. La
imposición de esta sanción está reservada para las faltas muy graves y será impuesta, en
el ámbito de la Administración General del Estado por el Ministro del Departamento en
que se haya instruido el expediente, mientras que en el ámbito de las Comunidades
Autónomas se reserva al Consejo de Gobierno.
e) La pena principal o accesoria de inhabilitación absoluta (para todos los empleos o
cargos que tuviere) o especial (los empleos o cargos especificados en la sentencia), que
tuviere carácter firme.
Arts. 69 a 71 TREBEP.
Cada Administración Pública planificará sus recursos humanos de acuerdo con los
sistemas que establezcan las normas que les sean de aplicación.
La Oferta de empleo público o instrumento similar, que se aprobará anualmente por los
órganos de Gobierno de las Administraciones Públicas, deberá ser publicada en el
Diario oficial correspondiente.
Arts. 72 a 77 TREBEP.
Los cuerpos y escalas de funcionarios se crean, modifican y suprimen por ley de las
Cortes Generales o de las asambleas legislativas de las comunidades autónomas.
b) Grupo B. Para el acceso a los cuerpos o escalas del Grupo B se exigirá estar en
posesión del título de Técnico Superior.
Arts. 78 a 80 TREBEP.
Las leyes de Función Pública que se dicten en desarrollo del Estatuto podrán establecer
otros procedimientos de provisión en los supuestos de movilidad a que se refiere el
artículo 81.2, permutas entre puestos de trabajo, movilidad por motivos de salud o
rehabilitación del funcionario, reingreso al servicio activo, cese o remoción en los
puestos de trabajo y supresión de los mismos.
1.2. Movilidad.
Arts. 81 a 84 TREBEP.
En caso de urgente e inaplazable necesidad, los puestos de trabajo podrán proveerse con
carácter provisional debiendo procederse a su convocatoria pública dentro del plazo que
señalen las normas que sean de aplicación.
Con el fin de lograr un mejor aprovechamiento de los recursos humanos, que garantice
la eficacia del servicio que se preste a los ciudadanos, la Administración General del
Estado y las Comunidades Autónomas y las entidades locales establecerán medidas de
movilidad interadministrativa, preferentemente mediante convenio de Conferencia
Sectorial u otros instrumentos de colaboración.
La Conferencia Sectorial de Administración Pública podrá aprobar los criterios
generales a tener en cuenta para llevar a cabo las homologaciones necesarias para hacer
posible la movilidad.
Transcurrido el plazo citado sin que se hubiera acordado su adscripción a otro puesto, o
recibida la comunicación de que la misma no va a hacerse efectiva, el funcionario
deberá solicitar, en el plazo máximo de un mes, el reingreso al servicio activo en su
Administración de origen, la cual deberá asignarle un puesto de trabajo conforme a los
sistemas de carrera y provisión de puestos vigentes en dicha Administración, con
efectos económicos y administrativos desde la fecha en que se hubiera solicitado el
reingreso.
2. SITUACIONES ADMINISTRATIVAS
a) Servicio activo.
b) Servicios especiales.
d) Excedencia.
e) Suspensión de funciones.
Los funcionarios de carrera en situación de servicio activo gozan de todos los derechos
inherentes a su condición de funcionarios y quedan sujetos a los deberes y
responsabilidades derivados de la misma. Se regirán por las normas del Estatuto y por la
normativa de función pública de la Administración Pública en que presten servicios.
a) Cuando sean designados miembros del Gobierno o de los órganos de gobierno de las
comunidades autónomas y ciudades de Ceuta y Melilla, miembros de las Instituciones
de la Unión Europea o de las organizaciones internacionales, o sean nombrados altos
cargos de las citadas Administraciones Públicas o Instituciones.
b) Cuando sean autorizados para realizar una misión por periodo determinado superior
a seis meses en organismos internacionales, gobiernos o entidades públicas extranjeras o
en programas de cooperación internacional.
d) Cuando sean adscritos a los servicios del Tribunal Constitucional o del Defensor del
Pueblo o destinados al Tribunal de Cuentas en los términos previstos en el artículo 93.3
de la Ley 7/1988, de 5 de abril, de Funcionamiento del Tribunal de Cuentas.
g) Cuando sean designados para formar parte del Consejo General del Poder Judicial o
de los consejos de justicia de las comunidades autónomas.
h) Cuando sean elegidos o designados para formar parte de los Órganos
Constitucionales o de los órganos estatutarios de las comunidades autónomas u otros
cuya elección corresponda al Congreso de los Diputados, al Senado o a las Asambleas
Legislativas de las Comunidades Autónomas.
i) Cuando sean designados como personal eventual por ocupar puestos de trabajo con
funciones expresamente calificadas como de confianza o asesoramiento político y no
opten por permanecer en la situación de servicio activo.
l) Cuando sean activados como reservistas voluntarios para prestar servicios en las
Fuerzas Armadas.
En este sentido, las Administraciones Públicas velarán para que no haya menoscabo en
el derecho a la carrera profesional de los funcionarios públicos que hayan sido
nombrados altos cargos, miembros del Poder Judicial o de otros órganos
constitucionales o estatutarios o que hayan sido elegidos alcaldes, retribuidos y con
dedicación exclusiva, presidentes de diputaciones o de cabildos o consejos insulares,
Diputados o Senadores de las Cortes Generales y miembros de las asambleas
legislativas de las comunidades autónomas.
Art. 88 TREBEP.
Los funcionarios de carrera que, en virtud de los procesos de transferencias o por los
procedimientos de provisión de puestos de trabajo, obtengan destino en una
Administración Pública distinta, serán declarados en la situación de servicio en otras
Administraciones Públicas. Se mantendrán en esa situación en el caso de que por
disposición legal de la Administración a la que acceden se integren como personal
propio de ésta.
El período de excedencia será único por cada sujeto causante. Cuando un nuevo sujeto
causante diera origen a una nueva excedencia, el inicio del período de la misma pondrá
fin al que se viniera disfrutando.
Los funcionarios en esta situación podrán participar en los cursos de formación que
convoque la Administración.
Durante los seis primeros meses tendrán derecho a la reserva del puesto de trabajo que
desempeñaran, siendo computable dicho período a efectos de antigüedad, carrera y
derechos del régimen de Seguridad Social que sea de aplicación.
Cuando las actuaciones judiciales lo exigieran se podrá prorrogar este periodo por tres
meses, con un máximo de dieciocho, con idénticos efectos a los señalados
anteriormente, a fin de garantizar la efectividad del derecho de protección de la víctima.
Durante los dos primeros meses de esta excedencia la funcionaria tendrá derecho a
percibir las retribuciones íntegras y, en su caso, las prestaciones familiares por hijo a
cargo.
Los funcionarios que hayan sufrido daños físicos o psíquicos como consecuencia de la
actividad terrorista, así como los amenazados en los términos del artículo 5 de la Ley
29/2011, de 22 de septiembre, de Reconocimiento y Protección Integral a las Víctimas
del Terrorismo, previo reconocimiento del Ministerio del Interior o de sentencia judicial
firme, tendrán derecho a disfrutar de un periodo de excedencia en las mismas
condiciones que las víctimas de violencia de género.
Dicha excedencia será autorizada y mantenida en el tiempo en tanto que resulte
necesaria para la protección y asistencia social integral de la persona a la que se
concede, ya sea por razón de las secuelas provocadas por la acción terrorista, ya sea por
la amenaza a la que se encuentra sometida, en los términos previstos
reglamentariamente.
Art. 90 TREBEP.
Art. 91 TREBEP.
El personal laboral se regirá por el Estatuto de los Trabajadores y por los Convenios
Colectivos que les sean de aplicación.
3. RÉGIMEN DISCIPLINARIO
Art. 93 TREBEP.
Los funcionarios públicos y el personal laboral quedan sujetos al régimen disciplinario
establecido en el Estatuto Básico y en las normas que las leyes de Función Pública
dicten en desarrollo del Estatuto.
Art. 94 TREBEP.
d) Principio de culpabilidad.
b) Toda actuación que suponga discriminación por razón de origen racial o étnico,
religión o convicciones, discapacidad, edad u orientación sexual, lengua, opinión, lugar
de nacimiento o vecindad, sexo o cualquier otra condición o circunstancia personal o
social, así como el acoso por razón de origen racial o étnico, religión o convicciones,
discapacidad, edad u orientación sexual y el acoso moral, sexual y por razón de sexo.
c) El abandono del servicio, así como no hacerse cargo voluntariamente de las tareas o
funciones que tienen encomendadas.
n) El incumplimiento de las normas sobre incompatibilidades cuando ello dé lugar a
una situación de incompatibilidad.
Las faltas graves serán establecidas por ley de las Cortes Generales o de la asamblea
legislativa de la correspondiente comunidad autónoma o por los convenios colectivos en
el caso de personal laboral, atendiendo a las siguientes circunstancias:
Las leyes de Función Pública que se dicten en desarrollo del Estatuto determinarán el
régimen aplicable a las faltas leves, atendiendo a las anteriores circunstancias.
Por razón de las faltas cometidas podrán imponerse las siguientes sanciones:
b) Despido disciplinario del personal laboral, que sólo podrá sancionar la comisión de
faltas muy graves y comportará la inhabilitación para ser titular de un nuevo contrato de
trabajo con funciones similares a las que desempeñaban.
d) Traslado forzoso, con o sin cambio de localidad de residencia, por el período que en
cada caso se establezca.
f) Apercibimiento.
Procederá la readmisión del personal laboral fijo cuando sea declarado improcedente el
despido acordado como consecuencia de la incoación de un expediente disciplinario por
la comisión de una falta muy grave.
Art. 97 TREBEP.
Las infracciones muy graves prescribirán a los tres años, las graves a los dos años y las
leves a los seis meses; las sanciones impuestas por faltas muy graves prescribirán a los
tres años, las impuestas por faltas graves a los dos años y las impuestas por faltas leves
al año.
No podrá imponerse sanción por la comisión de faltas muy graves o graves sino
mediante el procedimiento previamente establecido.
La imposición de sanciones por faltas leves se llevará a cabo por procedimiento sumario
con audiencia al interesado.
Cuando así esté previsto en las normas que regulen los procedimientos sancionadores,
se podrá adoptar mediante resolución motivada medidas de carácter provisional que
aseguren la eficacia de la resolución final que pudiera recaer.
Las Administraciones Públicas actuarán y se relacionarán entre sí en las materias objeto
de este Estatuto de acuerdo con los principios de cooperación y colaboración,
respetando, en todo caso, el ejercicio legítimo por las otras Administraciones de sus
competencias.