Luz Ramos Rezola

CASO PRÁCTICO 3.

La Comisión Europea solicita al Tribunal de Justica que anule la la

directiva por la que se facilita el intercambio transfronterizo de información
sobre infracciones de tráfico en relación con la seguridad vial. Pide que si
se anula esta Directiva, que sus efectos sean definitivos.

La Comisión pide la anulación de la Directiva porque cree que al basarse

en el artículo 87 TFUE apartado dos, se adoptó erróneamente. La Comisión
cree que puede cubrir las infracciones de otra naturaleza, como las
infracciones administrativas, en el entorno específico de los capítulos 4 y 5
del título V de la tercera parte del Tratado. Este criterio fija los parámetros
en temas de adopción de medidas legislativas y, por consiguiente, debería
definirse relacionadas con la competencia de que dispone la competencia
para actuar en materia penal.
Considera también que se debería haber elegido el artículo 91 TFUE ya que
está relacionado con el ámbito de política de transporte.

En este marco, posiciones como las de la Directiva 2011/82, que poseen

por objeto la optimización de la estabilidad vial por medio de la represión
de comportamientos considerados peligrosos, son parte precisamente de la
materia «penal» y no tienen la posibilidad de calificarse de reglas que se
relacionan con la estabilidad en los transportes en el sentido del artículo 91
TFUE. Por consiguiente, continúa el Consejo, esta Directiva cae de lleno
entre los metas contemplados en el artículo 87 TFUE, apartado 2, pues, en
primera instancia, aunque la optimización de la estabilidad en los
transportes forme parte, conforme el Consejo, de la política de transportes,
el tamaño de que se trata está dedicada, precisamente, a facilitar la
detección de los autores de infracciones transfronterizas en temas de
estabilidad vial. En segundo sitio, esa Directiva está en verdad referida a
recabar datos sobre infracciones con el propósito de permitir su represión,
medidas para las que la Alianza es competente en ventaja del artículo 87
TFUE.

La Comisión y el Consejo piden al Tribunal de Justicia que, en caso de

anular la Directiva impugnada, mantenga sus efectos. A este respecto,
debería recordarse que, de acuerdo con el tenor del artículo 264 TFUE,
párrafo segundo, el Tribunal de Justicia puede, si lo cree primordial,
señalar esos efectos del acto anulado que deban ser considerados como
definitivos. En estas situaciones, causas importantes de estabilidad jurídica
justifican que el Tribunal de Justicia mantenga los efectos de esa Directiva
hasta la entrada en vigor, en un plazo razonable, que no puede exceder de
doce meses desde la fecha en que se dicta la presente sentencia, de una
totalmente nueva directiva con una base jurídica idónea, en específico, el
artículo 91 TFUE, apartado 1, letra c).

Es por ello que el Tribunal anula la directiva y mantiene os efectos de esta

hasta la entrada en vigor de la nueva directiva basada en el artículo 91.