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con déficits y
trastornos de la
atención
PID_00278491
Juan Antonio Amador Campos Beatriz Mena Pujol Laia Salat Foix
Maestro de Enseñanza Primaria y Maestra de Educación Especial y psi- Psicóloga y adjunta a la dirección en
psicólogo especialista en Psicolo- copedagoga. Directora de la Funda- la Fundación Privada Adana. Direc-
gía Clínica. Catedrático de Evalua- ción Privada Adana, entidad dedi- tora de programas de formación y
ción Psicológica del Departamento cada a la mejora de la calidad de vi- coordinadora del área del prácticum
de Psicología Clínica y Psicobiología da de los niños, adolescentes y adul- en dicha entidad. Terapeuta fami-
(Sección de Personalidad, Evalua- tos con TDAH y otros trastornos del liar especializada en la etapa de la
ción y Tratamiento Psicológico) de neurodesarrollo, del aprendizaje y adolescencia. Formadora de cursos
la Universidad de Barcelona. de la conducta. Coautora de la Guía sobre intervención en TDAH y pro-
de práctica clínica sobre el trastorno blemas de comportamiento. Máster
Ha trabajado en ámbitos clínicos y en Terapia Familiar Sistémica de la
por déficit de atención con hiperactivi-
educativos. Las líneas de investiga- Escuela de Terapia Familiar del Hos-
dad (TDAH) en niños y adolescentes,
ción de las que se ocupa actualmen- pital de la Santa Creu i Sant Pau de
del Sistema Nacional de Salud (Mi-
te son la evaluación y la interven- Barcelona.
nisterio de Sanidad, Política Social
ción en las alteraciones de las fun-
e Igualdad). Su actividad en la fun-
ciones ejecutivas y de la atención,
dación se centra en dirigir y desarro-
especialmente en personas con tras-
llar actividades de formación, tanto
torno por déficit de atención con hi-
presencial como en línea, a profesio-
peractividad (TDAH); la atención vi-
nales de la educación y la salud; di-
sual y los movimientos oculares, y
señar e implementar proyectos de
las aptitudes cognitivas y las funcio-
innovación educativa y actividades
nes ejecutivas.
asistenciales para niños, adolescen-
tes y adultos, y asesorar a familias
y profesionales. Formadora y confe-
renciante.
Virginia Krieger
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CC-BY-NC-ND • PID_00278491 El alumnado con déficits y trastornos de la atención
Índice
Introducción............................................................................................... 5
Bibliografía................................................................................................. 71
Anexo............................................................................................................ 79
CC-BY-NC-ND • PID_00278491 5 El alumnado con déficits y trastornos de la atención
Introducción
Se atribuye a sir George Frederic Still (1868-1941) una de las primeras descrip-
ciones científicas de niños con alteraciones del comportamiento similares a
las que hoy se describen como características del trastorno por déficit de aten-
ción con hiperactividad (TDAH). Still (1902), un pediatra británico, describió
el comportamiento de 43 niños que había visitado durante su práctica clíni-
ca que presentaban dificultades significativas para mantener la atención. Mu-
chos, además, presentaban actividad motora excesiva, comportamientos difí-
ciles y agresivos y un control emocional deficiente. Still argumentó que estos
déficits eran el resultado de una predisposición biológica, que probablemente
era hereditaria en muchos casos y, en los demás, era el resultado de un daño
cerebral pre- o perinatal no detectado (Barkley, 2015). Sin embargo, la falta
de evidencias de la relación directa entre un daño cerebral y la presencia de
hiperactividad y de dificultades significativas de atención llevó a algunos in-
vestigadores a proponer el concepto de «daño cerebral mínimo» y, posterior-
mente, «disfunción cerebral mínima» (Lange et al., 2010). En particular, Lau-
fer, Denhoff y Solomons (1957) describieron en niños, un síndrome llamado
trastorno de impulso hipercinético que se asemeja mucho al concepto actual de
TDAH, y que era la consecuencia de una alteración en el sistema nervioso cen-
tral, concretamente en la zona talámica. En sus estudios utilizaron un grupo
de criterios formales para seleccionar a sus pacientes, que incluyeron hiperac-
tividad, capacidad de atención limitada, baja concentración, variabilidad en el
rendimiento, impulsividad, incapacidad para retrasar la gratificación, irritabi-
lidad y reacciones explosivas, y bajo rendimiento académico (Conners, 2015).
Los criterios propuestos por Laufer, Denhoff y Solomons fueron muy similares
a los utilizados tres décadas después en el nuevo Manual diagnóstico y estadís-
tico de los trastornos mentales (DSM) y sus revisiones posteriores. En 1963, la
etiología del TDAH se atribuyó más a una alteración funcional cerebral que
a un daño anatómico («disfunción cerebral mínima»), lo que sugería que el
daño cerebral no solo podía deducirse de los comportamientos problemáticos
(Ghuman y Ghuman, 2014). En 1968, el concepto de hiperactividad apareció
por primera vez en la segunda edición del DSM (DSM-II; American Psychiatric
Association, APA, 1968), con la etiqueta de «reacción hipercinética».
para inhibir las respuestas impulsivas y controlar la excitación ante las deman-
das situacionales, y la búsqueda de refuerzo inmediato como los principales
factores que podrían explicar los síntomas del TDAH (Barkley, 2015).
En este capítulo se presentan las características del TDAH, los síntomas y con-
ductas alteradas que muestran los niños con este trastorno, y su repercusión
dentro del aula, tanto en el comportamiento como en el aprendizaje. Se iden-
tifican los problemas de comportamiento más habituales y las dificultades de
aprendizaje más frecuentes, y se presentan algunas estrategias de intervención,
CC-BY-NC-ND • PID_00278491 7 El alumnado con déficits y trastornos de la atención
Lectura complementaria
Para más información sobre estas guías de buenas prácticas, véase el siguiente trabajo:
CC-BY-NC-ND • PID_00278491 10 El alumnado con déficits y trastornos de la atención
M. Seixas, M. Weiss, & U. Müller (2012). Systematic Review of National and International
Guidelines on Attention-Deficit Hyperactivity Disorder. Journal of Psychopharmacology,
26, 753-765.
rrupción frecuente de los demás (APA, 2013). La tabla 1 recoge los principales
síntomas y conductas alteradas que se presentan en el TDAH y algunos pro-
blemas que se pueden presentar junto con el trastorno.
Desatención
• No prestan atención a los detalles, cometen errores, por descuido, en las
tareas escolares o en otras actividades.
Hiperactividad-impulsividad
• Se mueven excesivamente (pies y manos, o se remueven en el asiento).
• Hablan mucho.
Otros�problemas�asociados
a)�Cognición
• Déficits en algunas capacidades cognitivas.
b)�Lenguaje
• Retraso en el inicio del lenguaje.
• Dificultades en el habla.
c)�Desarrollo�motor
• Signos neurológicos menores (lentitud o pobre coordinación motora y mo-
vimientos en espejo).
d)�Funcionamiento�escolar
• Rendimiento escolar bajo.
e)�Funcionamiento�emocional
• Déficits en la regulación emocional tanto de emociones positivas como ne-
gativas (reconocimiento y manejo de la ira y regulación de la alegría exce-
siva).
f)�Funcionamiento�social
• Déficits en la comprensión y la atribución social.
• Dificultades en la relación con los padres, con los hermanos y con la familia
extensa.
Figura 1. Esquema de las regiones y estructuras cerebrales asociadas con más frecuencia al
TDAH
Fuente: tomado de J. A. Amador Campos, M. Forns Santacana y M. González Calderón (2010, pág. 34). Reproducido con
permiso.
Varios estudios longitudinales con niños, niñas y adolescentes con TDAH han
encontrado diferencias�en�las�trayectorias�de�crecimiento�cortical que se
caracterizan por un retraso en los procesos de maduración en la corteza pre-
frontal y en la corteza temporal lateral (Shaw et al., 2011). En este sentido, se
ha sugerido que este retraso sea probablemente equivalente a tres� años, lo
que indica que los niños y niñas con TDAH siguen, aunque lentamente, el
desarrollo cerebral normal (Klein et al., 2017). Además, se ha observado que
la tasa de crecimiento cortical durante la infancia y la adolescencia probable-
mente esté relacionada con la gravedad de los síntomas de hiperactividad e
impulsividad (Shaw et al., 2011).
*: riesgo, pero no se ha probado que sea un factor de riesgo causal; #: correlato, no se ha probado que sea un factor de riesgo;
+: riesgo, probablemente factor de riesgo causal.
Los síntomas� del� TDAH� suelen� aparecer� pronto. Los padres y madres co-
mentan que, en sus dos primeros años de vida, sus hijos e hijas eran muy ac-
tivos, movidos e inquietos; tenían dificultades para calmarse y adaptarse a los
cambios (baño, comidas, actividades, etc.), se irritaban con facilidad, tenían
rabietas y cambios de humor rápidos y bruscos; también dormían poco y du-
rante periodos de tiempo cortos e irregulares.
Además, y en esta misma línea, varios estudios han encontrado que niños y
niñas con TDAH presentan niveles�más�bajos�de�ácidos�grasos�omega-3�y
omega-6 que los controles y que estos niveles se correlacionan con la presencia
de síntomas de TDAH (Parletta, Niyonsenga y Duff, 2016). Un metaanálisis de
Chang et al. (2018) encontró que una dieta�equilibrada�y�rica�en�estos�ácidos
grasos mejora la sintomatología y el rendimiento cognitivo, por lo que podría
utilizarse como un tratamiento complementario.
CC-BY-NC-ND • PID_00278491 20 El alumnado con déficits y trastornos de la atención
Son muchos los estudios que indican que los niños y niñas con TDAH pre-
sentan peor rendimiento académico, más repeticiones de curso, reciben más
clases de recuperación, se les coloca con más frecuencia en clases de educación
especial y presentan mayor tasa de abandono de los estudios que los que no
tienen el trastorno (por ejemplo, Fried et al., 2016).
En el DSM-5 (APA, 2013) se proponen cuatro criterios diagnósticos para los TA:
CC-BY-NC-ND • PID_00278491 21 El alumnado con déficits y trastornos de la atención
2) Los déficits en las FE que presentan los niños y niñas con TDAH pueden
interferir en el aprendizaje y el rendimiento académico. Así, las dificultades
en la memoria de trabajo, la inhibición, la velocidad de procesamiento de la
información, la flexibilidad y la planificación se relacionan con dificultades
en el aprendizaje de la lectura (Berninger et al., 2017; Vitiello y Greenfield,
2017), el cálculo (Cragg y Gilmore, 2014; Friso-van den Bos et al., 2013) y la
escritura (Berninger et al., 2017).
CC-BY-NC-ND • PID_00278491 23 El alumnado con déficits y trastornos de la atención
A continuación se comentan con mayor detalle las relaciones entre TDAH y los
dos TA más frecuentes, trastorno específico de la lectura y trastorno específico
del cálculo.
Los trabajos que han analizado los déficits cognitivos asociados al TDAH y
al TL han encontrado que los niños y niñas con ambos trastornos presentan
déficits asociados al TDAH (desatención, problemas para inhibir las respues-
tas, dificultades en la memoria de trabajo) y al TL (déficits en el procesamien-
to fonológico, en la velocidad de lectura de palabras, de la denominación de
objetos o en la memoria verbal). Es decir, los niños y niñas con TDAH y TL
muestran déficits en las funciones ejecutivas, en la velocidad de procesamien-
to de la información y en el rendimiento en tareas verbales, especialmente en
las tareas que requieren procesamiento fonológico, mientras que aquellos con
TDAH presentan déficits en las funciones ejecutivas, pero no necesariamente
en el procesamiento fonológico (Hawkins et al., 2016; Sadek, 2019).
Aquellos que tienen problemas de cálculo se apoyan en los dedos u otras seña-
les físicas para contar y calcular, tardan más tiempo en desarrollar estrategias
de cálculo mental y muestran escasas habilidades con las operaciones aritmé-
ticas, especialmente la resta y la división. También tienen dificultades para ig-
norar la información irrelevante e innecesaria cuando resuelven los problemas
aritméticos. Es decir, estos niños y niñas mantienen en la memoria de trabajo
información que, en un primer momento, se ha de procesar y es necesaria y
relevante, pero que después deja de ser relevante y no la descartan y la siguen
procesando; en definitiva, tienen mecanismos�de�inhibición�menos�eficien-
tes. Esta dificultad para inhibir las respuestas es común a los niños y niñas
con TDAH y también a aquellos que presentan dificultades de cálculo (Riccio,
Sullivan y Cohen, 2010).
CC-BY-NC-ND • PID_00278491 26 El alumnado con déficits y trastornos de la atención
Los niños y niñas con TDAH presentan con cierta frecuencia conductas
oposicionistas, desafiantes, agresivas y de desobediencia. Cuanto más
temprana es la presencia de síntomas de hiperactividad e impulsividad,
y más frecuentes e intensos son estos síntomas, mayor es la probabilidad
de presentar un trastorno�negativista�desafiante (TND) o un trastorno
de�conducta (TC).
Las conductas más frecuentes que pueden observarse en el aula son: discutir
con los compañeros y adultos, negarse a cumplir las reglas o las normas es-
tablecidas, mentir, llevar a cabo deliberadamente actos que molestan a otras
personas, acusar a otros de sus propios errores, peleas con los compañeros,
hacer novillos y, en menor grado, agredir físicamente o acosar a otros.
Un trabajo de McGee y colaboradores (2002) analizó hasta qué punto los sín-
tomas de hiperactividad presentes durante los primeros años de escolaridad
dan lugar a problemas en la adolescencia. Los datos están recogidos de dos es-
tudios longitudinales: el Australian Temperament Project (ATP) y el Dunedin Mul-
tidisciplinary Health and Development Study (DMHDS). En estos estudios se re-
cogió información de padres, madres, profesores, niños y niñas sobre conduc-
tas disociales, delictivas, consumo de drogas y resultados académicos de dos
cohortes diferentes: 846 participantes pertenecientes al ATP y 908 del DMH-
DS. Los primeros fueron evaluados a la edad de 13-14 años; los segundos entre
los 11 y los 18 años. Se disponía de datos tanto del contexto familiar como
suministrados por profesores sobre hiperactividad y conducta antisocial entre
los 5 y los 8 años y de habilidad lectora a la edad de 7-8 años.
Los niños y niñas con TDAH, con importantes dificultades para la autorregu-
lación, presentan una impulsividad emocional que los lleva a tener una pobre
inhibición de los comportamientos inadecuados, una baja tolerancia a la frus-
tración, impaciencia y/u hostilidad. Además, estas reacciones les impiden ge-
nerar estados de ánimo más positivos que les ayuden a controlarse y a cambiar
el foco para encontrar una respuesta más adaptativa. Por ello, en un sentido
más amplio y en relación con el día a día, las personas con TDAH tendrán
dificultades para resolver problemas, motivarse, manejar el tiempo u organi-
zarse personalmente.
1)�Bloqueo�de�vapor: ante una exigencia del entorno se dan las primeras reac-
ciones agresivas (por ejemplo, se le pide a la niña que haga una tarea de gra-
fomotricidad y ésta golpea con el lápiz sobre la mesa).
Un ejemplo podría ser no dar importancia a que se siente con un pie sobre la
silla. Colocar un comportamiento en la cesta C no significa ceder. Cedemos si
ponemos un comportamiento en la cesta A y ante la frustración del niño o la
niña decidimos cambiarlo a la cesta C, rindiéndonos a sus deseos.
CC-BY-NC-ND • PID_00278491 31 El alumnado con déficits y trastornos de la atención
Las condiciones del contexto escolar hacen que el niño o la niña con diag-
nóstico de TDAH pueda presentar importantes dificultades, tanto conductua-
les como emocionales en el aula. Estas dificultades, muy diferentes según el
que las presenta y el periodo educativo en el que se encuentra, pueden afectar
tanto al proceso de aprendizaje como al adecuado desarrollo de las relaciones
personales.
Entre los tres y cinco años, el alumnado con TDAH suele ser descrito por sus
maestros como muy�movido�e�inquieto, con un excesivo�nivel�de�actividad
y con muchas dificultades�para�calmarse o para adaptarse�a�los�cambios
o�a�las�situaciones�nuevas. Por ejemplo, son muy frecuentes las dificultades
para relajarlo después de los recreos o para centrarlo en una tarea de papel y
lápiz, una vez realizada la parte más constructiva y oral. Cambian a menudo de
actividad, suelen interrumpir al maestro o a sus compañeros con comentarios
irrelevantes, aun cuando no tienen el turno de palabra, y juegan con materiales
u objetos inapropiados. Asimismo, tienen muchas dificultades para respetar
el orden establecido en la fila (siempre quieren ser los primeros) y son muy
comunes los comportamientos imprudentes y los accidentes cotidianos como
caerse, pincharse con un punzón o cogerse los dedos con las puertas.
hace un uso inadecuado de la agenda escolar, con lo que suele presentar los
deberes fuera de plazo; olvida el material necesario para hacerlos o, si los hace,
se los olvida en el lugar donde los hizo.
Durante el ciclo inicial, aparecen las primeras dificultades de relación con los
compañeros. Asimismo, suelen agravarse las dificultades de aprendizaje, ya
que empieza a acumular retrasos importantes tanto en la asimilación e inte-
gración como en el desarrollo de muchas de las competencias básicas.
La educación secundaria (ESO) es, sin duda, la etapa más dura para el alumna-
do con TDAH. Este alumnado, muy necesitado de una supervisión externa y
muy individualizada, se encuentra con una realidad en que la autonomía y la
autogestión son determinantes, en que se supone que el hábito, el método y la
técnica de estudio deben estar adquiridos e instaurados. Ya sea disperso, des-
organizado, lento y olvidadizo, o impulsivo, irreflexivo, rápido y dejado con
sus pertinencias, este alumnado suele presentar un nivel de rendimiento muy
irregular y fluctuante y por debajo de sus capacidades. Además, la baja autoes-
tima y la falta de motivación para el estudio pueden llegar a unos niveles muy
preocupantes. Para la gran mayoría de casos, la reeducación psicopedagógica
extraescolar o el refuerzo especializado se hará absolutamente indispensable,
ya que en esta etapa se agravan los problemas de disciplina relacionados con el
hábito de estudio. Numerosos estudios indican que los adolescentes con TDAH
repiten curso más veces que sus compañeros sin el trastorno, o abandonan el
curso y los estudios sin haberlos acabado (Fried et al., 2016). También son más
frecuentes las expulsiones de clase, los novillos, y el consumo de alcohol y de
drogas. Junto con el TDAH presentan, con frecuencia, trastornos del estado de
ánimo y de ansiedad, un pobre autoconcepto, escasas competencias sociales y
desconfianza en sus posibilidades (Barkley, 2006; Robin, 1998).
Una vez finalizada y superada la ESO, el alumnado con TDAH suele sentirse
cansado y con muchas ganas de distanciarse del proceso de escolarización y de
acercarse al mundo laboral. Estos son los motivos que le conducen a empezar
un ciclo formativo especializado en alguna área de interés personal. Durante
esos años de formación, se suele implicar en lo que estudia, aumentando su
CC-BY-NC-ND • PID_00278491 33 El alumnado con déficits y trastornos de la atención
El alumnado con TDAH suele presentar una baja autoestima, ya que las di-
ficultades atencionales o comportamentales son su carta de presentación al
mundo. Su entorno más inmediato se ocupa de repetirle, tanto verbal como
no verbalmente, la gran cantidad de limitaciones que tiene, ya sea con repri-
mendas, castigándole por mal comportamiento o dirigiéndose a él emplean-
do formas agresivas de comunicación. A su vez, cuando se esfuerza por hacer
lo que le toca, o bien pasa desapercibido o bien el esfuerzo invertido es des-
proporcionado respecto al resultado. Es común que ya de bien pequeños se
describan con frases del tipo «Soy tonto», «Lo hago todo mal» o «Soy malo»,
o que verbalicen conclusiones catastróficas y autolimitantes como «Nunca lo
conseguiré». Esta autoestima deteriorada y frágil puede ser manifestada abier-
tamente por un alumno retraído, entristecido y lento: «No vale la pena esfor-
zarme. Me saldrá mal»; puede ser desviada por aquel que pide constantemente
la supervisión del maestro o de los compañeros, debido al miedo terrible a la
equivocación: «Ayúdame» o «¿Voy bien?»; o puede ser negada por el burlón y
fanfarrón que expresa saberlo todo sin realmente producir nada: «No lo pienso
hacer porque está chupado» o «Eso lo hicimos en párvulos».
CC-BY-NC-ND • PID_00278491 34 El alumnado con déficits y trastornos de la atención
con escasas habilidades y recursos personales para pedir ayuda o hacer frente a
sus dificultades prueba un nuevo repertorio de respuestas con el fin de llamar
la atención del entorno. El pensamiento «Si no me hacen caso por las cosas
buenas, me lo harán por las malas» se vuelve el modus operandi del alumnado
disruptivo. Es en este momento cuando la desobediencia y el desafío se vol-
verán sus fieles compañeros durante su recorrido escolar. Los problemas de
disciplina, las hojas de incidencias, las reuniones con los diferentes agentes
educativos y la sensación de impotencia por parte de los profesionales serán
comunes y constantes. Este momento, que puede llegar ya en los primeros
cursos de EP, marcará y etiquetará al alumnado como «problemático».
Las dificultades más comunes que presentan, relacionadas con el propio pro-
ceso de aprendizaje, son:
• Dificultades�en�la�organización�y�la�planificación�del�estudio. A partir
de 3.º de EP, cuando la agenda escolar se convierte en una herramienta
fundamental para la organización del día a día, los problemas del alumna-
CC-BY-NC-ND • PID_00278491 36 El alumnado con déficits y trastornos de la atención
El diagnóstico del TDAH deberá ser efectuado por especialistas. Sin embargo,
los profesionales�de�la�educación constituyen una de las figuras clave en la
detección del trastorno. En las aulas, el profesorado dispone de un marco pri-
vilegiado para detectar e identificar aquellos alumnos que podrían presentar
un TDAH. A menudo, cuando el maestro o la maestra se encuentra con un
alumno que muestra dificultades de atención o tiene un comportamiento dis-
ruptivo, se pregunta si podría tener un TDAH o no. Ante un alumno que rinde
por debajo de sus posibilidades, aun teniendo las mismas oportunidades de
aprendizaje que los iguales de su misma edad, y que manifiesta, con mayor
frecuencia e intensidad, una serie de conductas relacionadas con la capacidad
de atención, la inquietud motora o verbal o la impulsividad, conviene que el
docente esté alerta ante la posible presencia de este trastorno.
1) En cuanto a la atención:
• Les cuesta estar atentos a una explicación, parece que no escuchan cuando
se les habla.
• Les cuesta adquirir los hábitos propios de la edad, como colgar la bata,
prepararse para empezar la clase, etc.
• No repasan su trabajo.
2) En cuanto a la hiperactividad�e�impulsividad:
• Les cuesta privatizar o interiorizar sus emociones tanto positivas como ne-
gativas.
4) En cuanto al rendimiento�y�funcionamiento�escolar:
• Olvidan revisar su propio trabajo, sin identificar y corregir los errores que
puedan haberse producido.
5) En cuanto al funcionamiento�social:
Familias y docentes suelen comentar que estos niños y niñas pueden tener
un comportamiento o rendimiento muy variable, tanto a lo largo del curso
como en las diferentes asignaturas. Uno de los factores que pueden influir
en esta variabilidad es la metodología que habitualmente usa el docente y
que hace que el niño o la niña se comporte o rinda de una forma ante un
educador, y lo pueda hacer de forma diferente ante otro. Existen una serie
de pautas que debemos tener especialmente en cuenta ante el alumnado con
estas características.
Lograr un entorno�sensible,�comprensivo�y�cercano�a�las�dificultades
del�alumnado con TDAH es, con toda seguridad, un buen camino hacia
su éxito académico. Para ello será necesario el conocimiento, por parte
de docentes y otros educadores del centro, de las características� del
trastorno�y�de�sus�repercusiones. Con el fin de instaurar o incrementar
aquellos comportamientos deseados y reducir o eliminar aquellos que
perjudican el buen funcionamiento de sus alumnos en la escuela, los
docentes deben conocer el trastorno y entrenarse en el manejo de las
conductas alteradas dentro del aula.
CC-BY-NC-ND • PID_00278491 43 El alumnado con déficits y trastornos de la atención
1)�Comunicación�de�las�instrucciones
Esquema:
2)�Explicación�de�los�contenidos�académicos
3)�Asignación�de�deberes�y�tareas
Los deberes y tareas para el hogar son importantes para que el niño o
la niña vaya adquiriendo el hábito de trabajar� de� forma� autónoma
y�reforzar�lo�aprendido�en�clase. No obstante, es importante que el
tutor supervise la cantidad de deberes que el alumnado con TDAH tiene
asignados para casa y, si fuera necesario, limite su cantidad, exigiéndole
los de mayor importancia para el aprendizaje.
Estos niños y niñas, al tener un ritmo de trabajo lento y a menudo desorgani- Ved también
zado, acumulan una mayor cantidad de tareas que deberán finalizar en horario
Podéis ver ejemplos de regis-
extraescolar. Este hecho puede provocar un bajo cumplimiento de sus deberes, tros o contratos en el «Anexo
1. Ejemplos de contratos».
CC-BY-NC-ND • PID_00278491 45 El alumnado con déficits y trastornos de la atención
4)�Agenda�escolar
El alumno debe aprender a hacer un buen� uso� de� su� agenda. Ésta
se convertirá en su «aliada», probablemente durante toda su vida. Los
adultos con TDAH utilizan la agenda como recordatorio de sus citas,
para registrar las tareas pendientes y para un sinfín de cosas prácticas
que les ayudan en su día a día (anotar la lista de la compra, el lugar
donde estacionan el vehículo…).
En estos casos, debemos evitar� que� el� alumnado� vea� en� la� agenda� a� un
enemigo, algo que suele suceder cuando ésta se ha utilizado como indicador
de sus fracasos o mal comportamiento. Para ello se recomienda recurrir a otras
vías de comunicación con los padres y madres, como una llamada telefónica,
un correo electrónico o una nota en un sobre cerrado. Por lo tanto, la agenda
se deberá emplear única y exclusivamente como herramienta de planificación
y organización de sus tareas, pudiéndose utilizar también como medio de co-
municación positiva con la familia.
5)�Tutorías�individuales
Dado que el maestro o maestra del alumnado con TDAH es un pilar fun-
damental en la intervención del trastorno, es importante que se muestre
cercano y sensible a las dificultades de sus alumnos. El�espacio�de�tu-
torías�es�fundamental�para�conocer�mejor�al�niño�o�la�niña, valorar
sus posibilidades, adaptarse a sus necesidades específicas y desarrollar
conjuntamente algunas estrategias de aplicación en el aula.
Dedicarles de dos a tres horas semanales de tutoría individual permitirá ayu- Ved también
darle a marcar objetivos concretos y realistas, animarle y enseñarle a utilizar
Podéis ver un ejemplo de au-
la agenda de forma sistemática, ayudarle a organizar sus apuntes y tareas y toinstrucción en el «Anexo 2.
asegurarse de que lo hace, acordar con el niño o la niña una serie de señales Ejemplo de autoinstrucción pa-
ra llevar a cabo una tarea».
privadas que le recuerden el comportamiento esperado en el aula (mantenerse
sentado o en silencio, levantar la mano para solicitar el turno de palabra…),
enseñarle y practicar el uso de autoinstrucciones que le guíen en las tareas
(anexo 2), negociar conjuntamente contratos para mejorar el cumplimiento
de tareas o el buen comportamiento, y trabajar habilidades necesarias para re-
lacionarse con sus compañeros y adultos (dedicando un tiempo a practicar la
comunicación asertiva, la exposición de quejas o la resolución de conflictos,
por ejemplo).
CC-BY-NC-ND • PID_00278491 46 El alumnado con déficits y trastornos de la atención
Para los docentes del niño o la niña con TDAH el día a día puede resultar difí-
cil. Conseguir un comportamiento adecuado en la escuela requiere un trabajo
constante y paulatino, que incluirá la puesta�en�marcha�de�algunas�estrate-
gias�de�una�forma�sistemática. La heterogeneidad de los síntomas y conduc-
tas alteradas asociadas al trastorno da lugar a que el docente se plantee cómo
actuar y se pregunte si lo que aplica es lo más conveniente. A lo largo de su
carrera profesional, difícilmente se encontrará con dos personas con manifes-
taciones del TDAH iguales, unos mostrarán mayores dificultades en el control
del comportamiento, otros en la regulación de su atención, muchos de ellos
presentarán otros trastornos asociados que podrán ir desde trastornos especí-
ficos del aprendizaje a otros trastornos de la conducta o del estado de ánimo.
Actuar ante todo ello puede convertirse en un verdadero reto para cualquier
educador.
tos como interrumpir, moverse, no acabar sus tareas, estar distraído o moles-
tar dentro del aula provocan situaciones difíciles de manejar para el docente,
pero que muchas veces son inevitables para el niño o la niña. Un ambiente
estructurado, con rutinas, organizado y motivador ayudará al alumnado con
TDAH a mejorar su autocontrol. Además, el docente debe representar un mo-
delo adecuado para el alumnado con TDAH y sus compañeros. Mostrando una
actitud� tolerante,� flexible� y� paciente, y comprendiendo las características
propias del trastorno (por ejemplo, no castigarle porque se mueve en exceso
ya que no puede evitarlo), conseguirá un mejor comportamiento por parte del
alumnado con TDAH.
Conviene considerar que hay una serie de factores� que� pueden� agravar el
comportamiento de estos chicos y chicas y que, si se tienen en cuenta con
anterioridad, este empeoramiento se puede evitar. El alumno puede presentar
mayor número de conductas perturbadoras cuando la tarea es difícil y aburri-
da, se le exige un trabajo por un periodo demasiado prolongado, hay poco
control (patios, clases, espacios abiertos, excursiones, transiciones de aulas…),
se realizan cambios de actividades que el niño o la niña no espera, solo se le
recuerdan los errores o es castigado en exceso.
Pedro es un chico de once años que estudia 5.º de EP en una escuela concertada
de su barrio. Es su primer año en esta escuela, ya que los padres decidieron
cambiarlo de centro, porque en el anterior «siempre estaba castigado» y «no
tenía amigos», y porque, aunque en la mayoría de los informes se indicaba
que necesitaba mejorar, los padres sentían que los maestros no le ayudaban.
CC-BY-NC-ND • PID_00278491 49 El alumnado con déficits y trastornos de la atención
Ya desde el tercer curso de educación infantil (cuando Pedro tenía cinco años),
los profesores comentaban que «algo pasaba con él, pero que creían que se
trataba de un niño inmaduro y que ya mejoraría con la edad». Al finalizar
3.º de EP, y ante la propuesta por parte del centro de repetir curso, los padres
decidieron consultar�a�un�especialista,�que�le�diagnosticó�un�TDAH�de�tipo
combinado.
Al empezar 5.º de EP, los nuevos maestros dedicaron muchos esfuerzos a eva-
luar el nivel real de competencias académicas para intentar adaptarse al máxi-
mo a sus necesidades. Observaron que presentaba algunas dificultades impor-
tantes en la comprensión lectora, que todavía tenía una caligrafía muy irre-
gular y de trazo fuerte y cortante, que cometía muchos errores ortográficos y
que, aunque las matemáticas eran verdaderamente su punto fuerte, se equivo-
caba a menudo al precipitar las respuestas. Asimismo, el rendimiento en los
exámenes y en las tareas era muy fluctuante y variable, y, además, no presen-
taba la mayoría de las tareas en el plazo estipulado. Día a día comprueban que
presenta muchas dificultades para seguir las instrucciones y mantenerse aten-
to en el trabajo, que se precipita a la hora de responder, que interrumpe las
explicaciones del maestro con comentarios irrelevantes, que suele dejar inaca-
badas las tareas, que pierde materiales u objetos de uso cotidiano, que su pu-
pitre se encuentra desordenado, que olvida la agenda en casa o en la escuela,
y que se sienta de cualquier forma, balanceándose continuamente en la silla
o levantándose con cualquier excusa. En algunas ocasiones, ante demandas
de la profesora, se ha mostrado desafiante, la ha increpado o se ha negado a
realizar la tarea.
Los maestros, sensibles y muy preocupados por ayudarle, dicen que «es muy
listo pero que debería ser más responsable», «que rinde por debajo de sus posi-
bilidades» y que «debería mejorar notablemente su comportamiento». La cor-
ta relación entre la escuela y la familia es, por el momento, buena, aunque
algunos maestros empiezan a incomodarse delante de algunas demandas de
la familia, que encuentran excesivas y, en ocasiones, un tanto enjuiciadoras.
CC-BY-NC-ND • PID_00278491 50 El alumnado con déficits y trastornos de la atención
1)�Caso�de�Pedro.�Se�levanta�a�menudo�de�su�asiento.�¿Cómo�actuar?
2)�Caso�de�Pedro.�Interrumpe�constantemente.�¿Cómo�actuar?
Ante los casos en los que Pedro continúa interrumpiendo, se ofrecen peque-
ños�recordatorios�de�la�norma�y�se�ignora�la�conducta («Ahora es tu turno
de escuchar y el mío de hablar. Si quieres decir algo, quédate en silencio, bien
sentado y levanta la mano»). A aquellos niños o niñas poco autónomos, que
solicitan continuamente la atención de su maestro, podemos ofrecerles un
medio adicional para reclamar ayuda permitiendo, por ejemplo, que dispon-
gan de una tarjeta roja que dejarán sobre la mesa cuando necesiten la ayuda
del maestro.
Otra estrategia muy útil y muy motivadora para actividades más dialogadas o
verbales será disponer de una bolsa con todos los nombres del grupo escritos
en tarjetas. Se pide al niño o la niña con TDAH que sea el encargado de sacar
las tarjetas con el nombre del compañero que tiene la palabra. Esta estrategia
contribuye a que todo el grupo esté expectante y pendiente de quien tendrá la
palabra. Además, durante ese tiempo, se garantiza que el alumno con TDAH
realice una tarea incompatible con el comportamiento que se quiere mejorar.
3)�Caso�de�Pedro.�Molesta�a�los�compañeros�de�pupitre.�¿Cómo�actuar?
tes». Este espacio podrá ser visitado por él, o por cualquier otro niño o niña,
cuando crea que necesita trabajar con mayor concentración o tranquilidad,
añadiéndolo a la lista de normas que se aplican en el aula. En caso de incum-
plimiento de la norma, aplicamos el tiempo fuera con la siguiente consigna:
«Únete a tu compañero cuando creas que puedes trabajar en silencio». Asimis-
mo, ante algunas situaciones en las que Pedro aumenta su nivel de activación
o el comportamiento disruptivo va a más, se pide que salga de la clase con
algún objetivo muy concreto («Pedro, llévale estos libros a Montse y ayúdala a
colocarlos en su estantería»). En estos casos será muy conveniente tener como
buenos aliados a los docentes de las clases más próximas, con el fin de que
contribuyan positivamente a mejorar el comportamiento del alumno.
4)�Caso�de�Pedro.�Pierde�el�control�y�a�veces�desafía.�¿Cómo�actuar?
Es importante que ante aquellos chicos y chicas que se frustran con facilidad,
y a los que les cuesta mantenerse calmados, los adultos que les rodean com-
prendan�y�entiendan�bien�sus�dificultades. Esta comprensión les ayudará a
reducir las conductas disruptivas y mejorará la tolerancia a la frustración. Iden-
tificar ante qué situaciones puede mostrarse más irritable o colérico ayudará al
maestro o la maestra a prevenir episodios muy incómodos y a ofrecerle, antes
de que sucedan, diferentes alternativas para encontrar la mejor solución. El
refuerzo�positivo es la mejor estrategia para el control de la conducta: genera
autoestima y respeto. Por ejemplo, estaremos especialmente atentos cuando
Pedro camina de forma tranquila por el pasillo, o cuando respeta la fila en el
comedor, para elogiar su buen comportamiento a la vez que se ignoran algu-
nas conductas, sobre todo aquellas que hace para llamar la atención. Convie-
ne señalar que, al principio de la aplicación de la extinción, la intensidad y la
frecuencia de la conducta que se quiere eliminar aumentan; esto no significa
que la estrategia no funcione. Es necesario persistir, de forma paciente y con
constancia, hasta observar una disminución de la conducta problemática.
Asimismo, existen técnicas que tienen como objetivo favorecer�el�autocon- Ved también
trol� y� la� relajación� ante� situaciones� estresantes� o� que� generan� rabia. La
Podéis ver el cuento de la tor-
técnica�de�la�tortuga está dirigida a alumnado desde preescolar hasta segundo tuga en el «Anexo 3. Historia
curso de EP. Su aplicación parte de la explicación de un cuento (anexo 3) para de la tortuga».
5)�Caso�de�Pedro.�Ayudarle�a�comprender�enunciados
El alumnado con TDAH suele presentar más errores de los que los que debería,
según el nivel de aprendizaje alcanzado, a la hora de realizar los ejercicios de
clase, de resolver los problemas o de responder a las preguntas de los exáme-
nes. Estos errores se deben bien a que se precipita en las respuestas, bien a
que lee los enunciados haciendo barridos muy generales de la información, o
bien a que olvida partes importantes de la tarea que debe realizar. En el caso
de Pedro, con el objetivo de fomentar un trabajo más reflexivo y reposado,
el maestro le proporciona una guía�de�autoinstrucciones�para�comprender
enunciados, que puede utilizar cada vez que tiene que resolver ejercicios de
forma autónoma. Algunos ejemplos de esta guía son los siguientes:
• Traza una línea vertical cada vez que encuentres un signo de puntuación o
una letra «y». Así te asegurarás de saber cuántas tareas tienes que realizar.
6)�Caso�de�Pedro.�Estrategias�para�ayudarle�a�comprender�lo�que�lee
Muchas veces, el alumnado con dificultades para comprender lo que lee pre-
senta también una velocidad lectora baja. Por este motivo, antes de facilitar
estrategias para mejorar la comprensión, habrá que asegurarse�de�que�tiene
un�mínimo�dominio�de�la�habilidad�lectora. Para ello, los docentes han de
motivar al alumnado para que lea unos cuantos párrafos de un libro que le
guste, o de otros textos que sean de su interés. Cuando acabe de leer, ha de
dedicar 1 minuto a contar las palabras leídas, utilizando registros de lectura
cronometrada. Para que estas estrategias funcionen, es imprescindible que el
docente refuerce positivamente tanto la ejecución de la tarea como las mejo-
ras observadas.
En el caso de que los niños o las niñas tengan dificultades para seguir correc-
tamente la línea que están leyendo, se les puede ayudar�con�un�cartón�seña-
lador, previamente confeccionado por ellos mismos. Con el fin de mejorar la
calidad de la comprensión lectora de Pedro, se empieza por formular pregun-
tas muy literales de fragmentos muy cortos de un texto para pasar paulatina-
mente a responder a preguntas más amplias y de inferencia.
7)�Caso�de�Pedro.�Estrategias�para�ayudarle�a�mejorar�la�caligrafía
8)�Caso�de�Pedro.�Cómo�mejorar�la�ortografía
Los niños y niñas con TDAH suelen hacer mayor número de errores ortográ-
ficos que sus iguales, debido principalmente a la combinación de dos factores:
las dificultades para atender ante la explicación de la norma ortográfica, y a
la dificultad para pararse y pensar en la norma ortográfica que rige la escritu-
ra de una palabra dudosa. Estos dos hechos explican por qué la repetición�o
práctica�reiterada�de�las�normas conducen a la mejora del rendimiento. Por
tanto, si el docente está convencido de que, la mayoría de veces, estos errores
se producen a causa de la inatención o la impulsividad, se le indica con una
instrucción que cumple una función de recordatorio qué norma ortográfica
concreta debe repasar al finalizar el escrito. Con Pedro, además de utilizar esta
estrategia, se le permite tener una hoja de normas delante, lo que le ayuda a
mejorar bastante la calidad de sus textos.
9)�Caso�de�Pedro.�Estrategias�para�mejorar�la�expresión�escrita
10)�Caso�de�Pedro.�Estrategias�para�mejorar�el�cálculo
Del mismo modo que con el entrenamiento lector, cuando el niño o la niña
presenta dificultades en el cálculo es conveniente que el docente supervise�el
trabajo�individualizado�diariamente. Es conveniente proponer pocas ope-
raciones para cada día, y reforzar su ejecución y cualquier mejora por pequeña
que sea. Para reducir el uso de estrategias inmaduras de conteo (como contar
CC-BY-NC-ND • PID_00278491 56 El alumnado con déficits y trastornos de la atención
con los dedos), se insiste sobre unas mismas operaciones una y otra vez hasta
que se automaticen y se permiten recursos alternativos como soportes mani-
pulativos.
11)�Caso�de�Pedro.�¿Cómo�ayudarle�a�mejorar�en�la�resolución�de�proble-
mas?
En el caso de los niños y niñas con TDAH, las dificultades para resolver pro-
blemas pueden deberse a que hacen una lectura impulsiva o poco reflexiva, lo
que dificulta la comprensión de los datos que el problema proporciona. Tam-
bién es frecuente que presenten dificultades para identificar las partes impor-
tantes o relevantes del problema, dificultades para aplicar conocimientos pre-
vios, falta de una secuencia lógica para resolverlo, y/o cálculos descuidados e
imprecisos. El trabajo mediante autoinstrucciones, que les obligan a parar y
fijarse más en lo que hacen, evita la lectura precipitada, les ayuda a compren-
der el enunciado y a identificar los datos y las operaciones necesarias para re-
solver los problemas. Un ejemplo de una estrategia que es eficaz para trabajar
la resolución de problemas matemáticos es el siguiente:
3.�Decido: «subrayo los datos y busco la palabra clave que me indica lo que
tengo que hacer… creo que es una suma».
4.�Sigo: «ahora ya puedo coger el lápiz y hacer lo que he decidido: haré una
suma».
Sumar�=�poner�cosas�(+)
Restar�=�quitar�cosas�(−)
Multiplicar�=�poner�cosas�(+)�muchas�veces�(?)
Dividir�=�repartir�cosas�(:)
Una forma gratificante de trabajar con esta estrategia es por medio de ejercicios
en los que solo debe identificar la operación y no se le exige que resuelva
completamente el problema.
12)�Caso�de�Pedro.�Ayudarle�a�hacer�un�uso�adecuado�de�la�agenda�escolar
El alumnado debe aprender a hacer un buen uso de su agenda. Para ello, es ne-
cesaria la colaboración del docente. En el caso de Pedro, se diseñan diferentes
estrategias con el fin de asegurarse de que cada día completa adecuadamente
su agenda, anotando todos sus deberes. Una de estas estrategias consiste en
que el maestro propone que sean los mismos alumnos los que se intercambien
sus agendas y revisen si está todo correcto; por ejemplo, diciendo: «hoy cada
uno de vosotros intercambia su agenda con el niño que tiene a su derecha».
Y puede ir modificando la consigna.
13)�Caso�de�Pedro.�Facilitarle�el�estudio
El docente de alumnado con TDAH debe asegurarse de que este sabe cuáles son
los contenidos que ha de estudiar y ayudarle a establecer un horario de estudio.
En el caso de Pedro, antes de empezar el proceso de estudio para un examen, el
maestro se�cerciora�de�que�Pedro�sabe�qué�contenidos�ha�de�estudiar. Para
ello, le ayuda concretándole el material y señalándole lo que considera más
importante. También se le ha ayudado a realizar una buena planificación del
tiempo de estudio a fin de lograr que este sea verdaderamente efectivo. Para
ello, junto con su padre y su madre, se aplica la siguiente estrategia:
CC-BY-NC-ND • PID_00278491 58 El alumnado con déficits y trastornos de la atención
a) Se intenta que el tiempo de estudio sea lo más fijo posible; es decir, convie-
ne estudiar siempre a la misma hora y durante el mismo espacio de tiempo.
Sabido es que esto no será siempre posible, porque a veces se darán situaciones
que no lo permitirán, pero se ha de procurar establecer periodos fijos.
14)�Caso�de�Pedro.�¿Cómo�lograr�las�entregas�de�tareas�y�trabajos�dentro
del�plazo�establecido?
15)�Caso�de�Pedro.�¿Cómo�mejorar�la�relación�con�la�familia?
Ejemplos de situaciones frecuentes No prestan atención a los detalles, cometen errores, por descuido, en las tareas escolares o en
otras actividades.
A menudo no presentan los deberes, u olvidan en casa o en la escuela el material para hacer-
los.
Evitar colocarlo junto a murales, espacios donde los alumnos almacenan sus tareas, ventanas
o elementos decorativos.
Colgar en el aula, cerca de él, una norma que le recuerde que debe estar atento.
Dar las instrucciones de una en una, de forma concreta, con enunciados cortos y con un len-
guaje positivo.
Recordarle, mediante señales privadas o recordatorios visuales, que debe repasar la tarea una
vez finalizada y antes de entregarla.
Destinar en el aula un espacio donde el alumno pueda acudir para concentrarse con mayor
facilidad.
Hablan en exceso con los otros niños y niñas mientras se desarrolla la clase.
Muestran muchas dificultades para adaptarse a situaciones nuevas que requieren autocontrol
como trabajar en clase a la vuelta del recreo
Ejemplos de estrategias de intervención Establecer y colocar en un lugar visible la norma que le recuerde cómo debe intervenir o có-
mo debe permanecer sentado.
Utilizar señales privadas con el alumno con el fin de que recuerde la conducta deseada (hacer-
le una señal, darle un pequeño golpecito en el hombro).
Aprovechar algunas situaciones con otros niños para mostrar el comportamiento correcto,
mediante la alabanza específica.
Ejemplos de situaciones frecuentes Tienen baja autoestima, pueden mostrarse tristes y retraídos, inseguros o fanfarrones delante
de sus compañeros y maestros y maestras.
Cuando se frustran ante tareas de mayor dificultad, reaccionan con negativas o de forma muy
explosiva.
Les cuesta privatizar o interiorizar sus emociones tanto positivas como negativas.
Durante la tarea, supervisar y elogiar frecuentemente para mantener un buen nivel de motiva-
ción.
Aceptar al alumnado tal y como es, decirle qué tiene de especial y creer en sus posibilidades
de éxito.
Ayudarle a identificar sus fortalezas y debilidades y mostrarle éstas como un reto superable.
Prever y evitar situaciones en las que el niño o la niña se muestran más irritables o coléricos de
lo habitual.
Practicar con el niño o la niña técnicas para favorecer el autocontrol y la relajación como la
técnica de la tortuga.
Ejemplos de situaciones frecuentes Les cuesta organizar y planificar el estudio, no saben priorizar lo que es importante frente a lo
que no lo es.
Tienen dificultades para organizar el tiempo; ocupan poco tiempo en los aspectos más re-
levantes y tal vez demasiado en detalles menos importantes; sobreestiman o subestiman el
tiempo necesario para llevar a cabo sus tareas.
Su rendimiento varía mucho en función del día, de la asignatura o del maestro que hay en
clase.
Muestran pocas habilidades para organizar de forma secuencial sus ideas y suelen presentar
un discurso desorganizado
Olvidan revisar su trabajo; no identifican ni corrigen los errores que puedan haberse produci-
do.
CC-BY-NC-ND • PID_00278491 62 El alumnado con déficits y trastornos de la atención
El lenguaje interno no les sirve de guía de su conducta, lo que les lleva a cometer errores.
Presentan torpeza motriz, tanto en la motricidad fina (caligrafía irregular y de trazo muy fuer-
te, se salen de la línea cuando escriben o dibujan…) como en actividades donde se ejercita la
motricidad gruesa (educación física, expresión corporal…).
Ejemplos de estrategias de intervención Recordar las instrucciones antes de iniciar las tareas.
Permitir que el niño o niña solicite ayuda o atención mediante el uso, por ejemplo, de tarjetas
de colores.
Hacer las explicaciones de forma motivadora y dinámica, permitiendo una participación fre-
cuente por parte del alumnado.
Supervisar la cantidad de deberes que tiene asignados para casa y, si fuera necesario, limitar la
cantidad.
Utilizar registros o contratos con el fin de facilitarle la planificación y realización de los debe-
res.
Supervisar cada día la agenda, o procurar que la supervise con otro compañero o compañera.
Evitar utilizar la agenda como indicador de sus fracasos o mal comportamiento; para ello re-
currir a la llamada telefónica, el correo electrónico o un SMS.
Indicarle los tempos durante la tarea y enseñarle y recordarle cómo repasar el trabajo.
En pruebas y exámenes destacar las instrucciones que se le dan, supervisar su ejecución y frac-
cionar las tareas si son muy largas.
Permitir que el niño o la niña utilice guías o autoinstrucciones en el aula para llevar a cabo sus
tareas, como por ejemplo para operar o resolver problemas aritméticos.
Proponer intervenciones muy personalizadas y solo insistir en aquello que debe mejorar, elo-
giando siempre el trabajo bien realizado.
Utilizar registros, por ejemplo, de palabras escritas correctamente destacando los éxitos.
Ejemplos de situaciones frecuentes Conocen las normas pero no siempre las aplican.
Les cuesta recurrir a experiencias pasadas para actuar adecuadamente, parece que no apren-
den de las experiencias positivas o negativas.
Suelen ser rechazados por sus iguales: no les invitan a fiestas, no encuentran con quién hacer
los trabajos.
Ejemplos de estrategias de intervención Utilizar recordatorios visuales como fotos o imágenes que le recuerden en el momento preci-
so la norma a seguir.
Ante episodios de desafío, ofrecer otras alternativas de solución sin entrar en enfrentamientos
ni en luchas de poder.
Retirarlo del aula solo cuando pierde completamente el control y hacerlo con la ayuda de otro
educador.
Entrenar con el niño o la niña las habilidades necesarias para relacionarse con sus iguales y
adultos.
Practicar la comunicación asertiva para que aprenda a exponer de manera correcta sus deseos
y quejas.
Dedicar algunas horas semanales, según las necesidades,a tutoría individual con el fin de ayu-
darle a organizarse, relacionarse mejor con sus iguales y mejorar su comportamiento.
CC-BY-NC-ND • PID_00278491 64 El alumnado con déficits y trastornos de la atención
Tener alumnado con TDAH en el aula puede dar lugar a que los docentes se
enfrenten a retos y problemas para los que no�han�sido�preparados�ni�for-
mados. Los docentes son, a menudo, los primeros en identificar a un niño,
niña o adolescente con TDAH. Si carecen de formación sobre el trastorno, es
probable que no�perciban�ni�valoren�adecuadamente�las�señales�de�alerta.
Es importante que los docentes conozcan las características del trastorno.
Las intervenciones�basadas�en�la�modificación�de�conducta�son�más�efi-
caces que otro tipo de intervenciones para reducir las conductas disruptivas
en el aula. Aproximadamente un 78 % de estudiantes reducen sus conductas
problemáticas con este tipo de intervenciones. Un estudio de Miranda, Pre-
sentación y Soriano (2002) analizó la utilidad de la formación de los docen-
tes y su influencia sobre el comportamiento y el aprendizaje del alumnado
con TDAH. Estos autores realizaron un programa para formar a docentes de
EP que tenían en sus aulas niños y niñas con TDAH. Los maestros y maestras
recibieron formación sobre el TDAH, sobre técnicas de modificación de con-
ducta aplicadas al contexto del aula y sobre la organización y estructuración
del espacio y las tareas escolares durante ocho sesiones de 3 horas de duración,
con una frecuencia quincenal. Paralelamente a esta formación, los docentes
CC-BY-NC-ND • PID_00278491 66 El alumnado con déficits y trastornos de la atención
Sesión Contenido
Sesión Contenido
1.ª ¿Qué�es�el�TDAH?
Sintomatología
Funciones ejecutivas
Comorbilidad y trastornos asociados
Diagnóstico
Tratamiento multimodal
2.ª Autoestima�y�comunicación
Estilos de enseñanza y aprendizaje
La comunicación asertiva
Prevención del comportamiento disruptivo
3.ª Técnicas�de�modificación�de�conducta
Técnicas para incrementar comportamientos adecuados: refuerzo positivo
Técnicas para reducir comportamientos inadecuados: extinción, tiempo fue-
ra, coste de repuesta, retirada de privilegios y sobrecorrección.
4.ª Adaptaciones�para�mejorar�el�rendimiento�en�clase
Lugar de trabajo, agenda y deberes, cómo dar explicaciones, los exámenes
5.ª Tratamiento�cognitivo
Autoinstrucciones y contenidos instrumentales
1)�Selección�de�las�escuelas�participantes.
4)�Sesiones�formativas�con�los�educadores�itinerantes�y�periodo�de�forma-
ción�a�las�escuelas: los educadores itinerantes reciben 20 horas de formación
teórico-práctica y muy específica para poder llevar a cabo el programa. Todos
los profesionales de los centros escolares participantes reciben cuatro horas de
formación teoricopráctica.
Los indicadores de éxito del programa nos indican, por un lado, que los pro-
fesionales con los que se ha trabajado valoran�haber�aprendido�muchas�es-
trategias�de�intervención, además de sorprenderse de cómo «la mirada» que
se tiene de un alumno es determinante a la hora de ayudarle. Por otro lado, se
ha comprobado que todos los niños y niñas con los que se ha intervenido han
aprendido y aplicado habilidades de autocontrol cuando lo han necesitado,
además de haber mejorado las relaciones sociales, tanto con los maestros y
maestras como con los iguales.
CC-BY-NC-ND • PID_00278491 70 El alumnado con déficits y trastornos de la atención
Bibliografía
Bibliografía recomendada
Amador Campos, J. A., Forns Santacana, M., & González Calderón, M. (2010). Trastorno por
déficit de atención con hiperactividad (TDAH). Madrid: Síntesis.
El libro recoge información detallada y sintética sobre el TDAH, sus causas, la presentación
de los síntomas y conductas alteradas a lo largo del ciclo vital, el proceso de evaluación y
diagnóstico y los tratamientos de eficacia demostrada. También se incluyen un conjunto
de materiales para padres, profesores y adultos con TDAH, que pueden ser útiles para los
profesionales que trabajen con personas con este trastorno.
Barkley, R. A. (2011). Niños hiperactivos. Cómo comprender y atender sus necesidades especiales
(2.ª ed. rev. y ampl.). Barcelona: Paidós.
Bauermeister, J. J. (2002). Hiperactivo, impulsivo, distraído, ¿me conoces? Guía sobre el déficit
atencional para padres, maestros y profesionales. Baracaldo: Grupo Albor-Cohs.
Green, C., & Chee, K. (2000). El niño muy movido o despistado. Barcelona: Médici.
La segunda edición revisada del libro del doctor Green, pediatra y gran experto en el trata-
miento de niños con TDAH, recoge, de forma clara y concisa, aquellos conceptos y preocu-
paciones que padres y maestros suelen compartir. Comienza con una revisión extensa sobre
el TDAH, a la que siguen toda una serie de consejos y soluciones a tener en cuenta en el hogar
y en la escuela. También proporciona una gran cantidad de recursos y fuentes de información
muy útiles para las familias de niños y jóvenes con TDAH.
Greene, R. W. (2004). El niño insoportable. Un nuevo enfoque para comprender y educar a niños
crónicamente inflexibles y que se frustran con facilidad. Barcelona: Médici.
El doctor Greene expone de una forma muy práctica, a través de casos, un enfoque diferente
para comprender y educar a niños crónicamente inflexibles y que se frustran con facilidad.
En este libro los educadores encontrarán respuestas efectivas y sensibles a las dificultades de
sus niños.
Martel, M. M. (2020). The Clinical Guide to Assessment and Treatment of Childhood Learning
and Attention Problems. Londres: Elsevier Academic Press.
Los problemas derivados del trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH)
y de los trastornos del aprendizaje (TA) son los más frecuentemente evaluados y tratados
en los ámbitos escolar y clínico. Muchas de las demandas de evaluación e intervención por
parte de profesores y padres están relacionadas con estos trastornos. Este libro, editado por
la doctora Martel, reconocida especialista en estos trastornos, tiene la ventaja de combinar
la evaluación e intervención para los problemas relacionados con ambos trastornos de ma-
nera conjunta. El libro tiene dos partes claramente diferenciadas. En la primera se presenta
información clara, detallada y actualizada sobre la evaluación de niños y adolescentes que
puedan presentar TDAH y TA. La segunda parte proporciona ejemplos de estrategias de in-
tervención, recomendaciones y pautas de tratamiento para ambos trastornos. Libro muy útil
para profesionales (psicólogos, educadores, terapeutas) y padres que convivan y eduquen a
niños con estos trastornos.
Mena, B., Nicolau, R., Salat, L., Tort, P., & Romero, B. (2019). El alumno con TDAH. Guía
práctica para educadores (5.ª ed.). Barcelona: Mayo / Fundación Privada Adana.
Los educadores y los padres encontrarán en esta guía, práctica y amena, un conjunto de
estrategias y pautas de intervención muy útiles para padres y educadores. Las autoras tienen
CC-BY-NC-ND • PID_00278491 72 El alumnado con déficits y trastornos de la atención
una amplia experiencia en el campo de la intervención con niños con TDAH y problemas de
aprendizaje y nos proporcionan recursos útiles para aplicar en casa y en el aula.
Orjales, I. (2011). Déficit de atención con hiperactividad. Manual para padres y educadores (2.ª
ed., 7.ª reimpr.). Madrid: CEPE.
Pennington, B. F., McGrath, L. M., & Peterson, R. L. (2019). Diagnosing Learning Disorders.
From Science to Practice (3.ª ed.). Nueva York: Guilford Press.
Esta tercera edición es una actualización y revisión en profundidad de este libro, un clási-
co en el ámbito de los trastornos del aprendizaje. El libro se estructura en dos partes bien
diferenciadas. La primera recoge las evidencias científicas actuarles sobre los TA: cómo se
presentan y se desarrollan, cómo influyen en la vida de las personas que los presentan y
cómo se pueden utilizar las evidencias científicas disponibles para evaluar e intervenir en los
ámbitos clínico, escolar y familiar. La segunda parte presenta una revisión de seis trastornos:
trastornos del habla y del lenguaje, trastorno específico el aprendizaje de la lectura (dislexia),
trastorno específico del aprendizaje del cálculo, trastorno por déficit de atención con hiper-
actividad, trastorno del espectro autista, y discapacidad intelectual (trastorno del desarrollo
intelectual). Para cada uno de ellos se presenta información sobre cómo evaluarlos y diagnos-
ticarlos, cuáles son las mejores opciones de tratamiento que cuentan con evidencia empírica
sobre su eficacia, y estrategias útiles para la prevención. En esta parte también se incluyen
ejemplos de casos que presentan el proceso de evaluación, el diagnóstico, y las estrategias
de intervención utilizadas. Libro muy útil para psicólogos que trabajen en ámbitos clínicos
y escolares, tanto en evaluación como intervención. También es de utilidad para padres y
profesores que trabajen y convivan con niños y adolescentes que presenten TA.
Rief, S. F. (2016). How to Reach and Teach Children and Teens with ADD/ADHD (3.ª ed.). San
Francisco: Wiley.
Este libro está dirigido a padres y educadores de niños con TDAH. Presenta un conjunto de
estrategias útiles para mejorar el aprendizaje y el rendimiento académico, para modificar el
comportamiento de los niños con TDAH en el aula y en casa, y para mejorar la comunicación
entre padres y profesores. El libro ofrece bastantes casos prácticos y materiales útiles para la
intervención, por ejemplo, cómo mejorar la atención a las tareas y las explicaciones, como
enseñar a los niños a organizar el trabajo y las actividades que han de hacer, cómo modificar
conductas disruptivas o que entorpecen en el funcionamiento diario, etc. En castellano existe
una versión de la edición original de 1993: Rief, S. F. (1999). Cómo tratar y enseñar al niño con
problemas de atención e hiperactividad. Barcelona: Paidós.
Referencias bibliográficas
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Focused Overview for Children's Environmental Health Researchers. Environmental Health
Perspectives, 118, 1646-1653.
Aguiar, A. P., Kieling, R. R., Costa, A. C., Chardosim, N, Dorneles, B. V., Almeida, M. R., &
Rohde, L. A. (2014). Increasing Teachers' Knowledge about ADHD and Learning Disorders: An
Investigation on the Role of a Psychoeducational Intervention. Journal of Attention Disorders,
18, 691-698.
Amador Campos, J. A., Forns Santacana, M., & González Calderón, M. (2010). Trastorno por
déficit de atención con hiperactividad (TDAH). Madrid: Síntesis.
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(2.ª ed.) [DSM-II]. Washington, DC: APA.
American Psychiatric Association (1980). Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders
(3.ª ed.) [DSM-III]. Washington, DC: APA.
American Psychiatric Association (1987). Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders
(3.ª ed. rev.) [DSM-III-R]. Washington, DC: APA.
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American Psychiatric Association (1994). Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders
(4.ª ed.) [DSM-IV]. Washington, DC: APA.
American Psychiatric Association (2000). Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders
(4.ª ed., texto rev.) [DSM-IV-R]. Washington, DC: APA.
American Psychiatric Association (2013). Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders
(5.ª ed.) [DSM-5]. Arlington, VA: American Psychiatric Publishing.
Barkley R. A. (2019, diciembre). Las emociones en el TDAH; qué implican y cómo se ges-
tionan. XVIII Jornada Fundación Adana: Últimas actualizaciones en el TDAH. Encuentro con el
Dr. Russell Barkley. Disponible en: <https://www.fundacionadana.org/la-maestria-del-dr-bar-
kley-ultimas-actualizaciones-tdah/>.
Benner-Davis, S., & Heaton, P. C. (2007). Attention Deficit and Hyperactivity Disorder: Con-
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Asociaciones
Webs de interés
<https://www.feaadah.org>
<https://www.fundacionadana.org/>
<https://www.adhdeurope.eu/>
<https://www.apa.org>
<https://www.chadd.org>
<http://www.russellbarkley.org/>
<https://www.additudemag.com/>
<http://www.psychology-services.uk.com/adhd.htm>
CC-BY-NC-ND • PID_00278491 79 El alumnado con déficits y trastornos de la atención
Anexos
Anexo�1.�Ejemplos�de�contratos
CC-BY-NC-ND • PID_00278491 80 El alumnado con déficits y trastornos de la atención
CC-BY-NC-ND • PID_00278491 81 El alumnado con déficits y trastornos de la atención
Anexo�2.�Ejemplo�de�autoinstrucción�para�llevar�a�cabo�una�tarea
Anexo�3.�Historia�de�la�tortuga
Hace mucho tiempo, en una época muy lejana, vivía una tortuga pequeña y
risueña. Tenía ...... años y justo acababa de empezar ......... de primaria. Se lla-
maba Juan-tortuga. A Juan-tortuga no le gustaba ir a la escuela. Prefería que-
darse en casa con su madre y su hermanito. No quería estudiar ni aprender
nada: solo le gustaba correr y jugar con sus amigos, o pasar las horas mirando
la televisión. Le parecía horrible tener que leer y leer, y hacer esos terribles pro-
blemas de matemáticas que nunca entendía. Odiaba con toda su alma escribir
y era incapaz de acordarse de apuntar los deberes que le pedían. Tampoco se
acordaba nunca de llevar los libros ni el material necesario a la escuela. En
clase, nunca escuchaba a la profesora y se pasaba el rato haciendo ruiditos que
molestaban a todos. Cuando se aburría, que pasaba a menudo, interrumpía la
clase chillando o diciendo tonterías que hacían reír a todos los niños. A veces,
intentaba trabajar, pero lo hacía rápido para acabar enseguida y se volvía loco
de rabia cuando, al final, le decían que lo había hecho mal. Cuando pasaba es-
to, arrugaba las hojas o las rompía en mil trocitos. Así pasaban los días... Cada
CC-BY-NC-ND • PID_00278491 82 El alumnado con déficits y trastornos de la atención
mañana, de camino hacia la escuela, se decía a sí mismo que se tenía que es-
forzar en todo lo que pudiera para que no le castigasen. Pero, al final, siempre
acababa metido en algún problema. Casi siempre se enfadaba con alguien, se
peleaba constantemente y no paraba de insultar. Además, una idea empezaba
a rondarle por la cabeza: «soy una tortuga mala» y, pensando esto cada día, se
sentía muy mal. Un día, cuando se sentía más triste y desanimado que nunca,
se encontró con la tortuga más grande y vieja de la ciudad. Era una tortuga
sabia, tenía por lo menos cien años, y de tamaño enorme. La gran tortuga se
acercó a la tortuguita y deseosa de ayudarla le preguntó qué le pasaba: «¡Hola!
–le dijo con una voz profunda–. Te diré un secreto: no sabes que llevas encima
de ti la solución a tus problemas». Juan-tortuga estaba perdido, no entendía de
qué le hablaba. «¡Tu caparazón!», exclamó la tortuga sabia. Puedes esconderte
dentro de ti siempre que te des cuenta de que lo que estás haciendo o diciendo
te produce rabia. Entonces, cuando te encuentres dentro del caparazón tendrás
un momento de tranquilidad para estudiar tu problema y buscar una solución.
Así que ya lo sabes, la próxima vez que te irrites, escóndete rápidamente». A
Juan-tortuga le encantó la idea y estaba impaciente por probar su secreto en la
escuela. Llegó el día siguiente y de nuevo Juan-tortuga se equivocó al resolver
una suma. Empezó a sentir rabia y furia, y cuando estaba a punto de perder la
paciencia y de arrugar la ficha, recordó lo que le había dicho la vieja tortuga.
Rápidamente encogió los bracitos, las piernas y la cabeza y los apretó contra
su cuerpo, poniéndose dentro del caparazón. Estuvo un ratito así hasta que
tuvo tiempo para pensar qué era lo mejor que podía hacer para resolver su
problema. Fue muy agradable encontrarse allí, tranquilo, sin que nadie lo pu-
diera molestar. Cuando salió, se quedó sorprendido de ver a la maestra que le
miraba sonriendo, contenta porque había podido controlarse. Después, entre
los dos resolvieron el error («parecía increíble que, con una goma, borrando
con cuidado, la hoja volviera a estar limpia»). Juan-tortuga siguió poniendo
en práctica su secreto mágico cada vez que tenía problemas, incluso a la hora
del patio. Pronto, todos los niños que habían dejado de jugar con él por su
mal carácter descubrieron que ya no se enfadaba cuando perdía en un juego,
ni pegaba sin motivos. Al final del curso, Juan-tortuga lo aprobó todo y nunca
más le faltaron amiguitos.