Está en la página 1de 10

Rezar bien

Teología
el Padrenuestro
José Ignacio González Faus, SJ
Cristianisme i Justícia
E-mail: gfaus@fespinal.com

Recibido: 24 de agosto de 2020


Aceptado: 11 de enero de 2021

RESUMEN: La quinta petición del Padrenuestro utiliza en griego un verbo que no


significa perdonar (como recitamos nosotros) sino soltar, dejar ir. Ello parece deberse
a que, en arameo, la misma palabra significa pecado y deuda. Los hombres solemos
pensar que los pecados pueden ser expiados o perdonados pero las deudas “hay que
pagarlas”. En una sociedad inundada de deudas (como era la de Jesús y es la nuestra),
eso sitúa al deudor insolvente totalmente a merced del acreedor. La concepción del
pecado como deuda contraída ante Dios nos ayuda a comprender la gratuidad del
perdón y nos obliga, cuando somos acreedores, a la misericordia para con el deudor
insolvente. Eso tiene serias consecuencias sociales.
PALABRAS CLAVE: Ofensa; deuda; pecado; contracción; liberación.

Pray the Lord’s Prayer well


ABSTRACT: The fifth petition of the Lord’s Prayer uses a verb in Greek that does not
mean to forgive (as we recite), but to let go. This seems to be because, in Aramaic, the
same word means sin and debt. Men usually think that sins can be atoned for or for-
given but debts “must be paid”. In a society flooded with debts (as was Jesus’ and is
ours), this places the insolvent debtor totally at the mercy of the creditor. The concep-
tion of sin as a debt contracted before God helps us to understand the gratuitousness
of forgiveness and obliges us, when we are creditors, to mercy towards the insolvent
debtor. This has serious social consequences.
KEYWORDS: Offense; debt; sin; contraction; liberation.

Razón y Fe, 2021, t. 283, nº 1450, pp. 197-206, ISSN 0034-0235 197
José Ignacio González Faus, SJ

1.  Introducción es todo lo que sucede y sin sospe-


char siquiera que esa voluntad de
La traducción del Padrenuestro Dios puede estar no cumpliéndo-
no es fácil. Desde la mentalidad se en absoluto en esta tierra nues-
y la lengua aramea, reseteada en tra. Desconocemos también que
griego, traducida después a nues- la misma palabra pan, significa
tras lenguas y transmitida rutina- en arameo “sustento”; y el dicho-
riamente durante siglos, es fácil so adjetivo de ese pan (“super-
que surjan algunas dudas o que sustancial” si hemos de traducir
perdamos el sentido de algunas al pie de la letra) ha dado lugar a
palabras. mil hipótesis 2.

Por ejemplo: “el cielo” es para En las páginas que siguen quiero
nosotros aquella parte de la crea- fijarme solo en la quinta petición:
ción que no es la tierra, mientras “perdona nuestras ofensas como
que antaño aludía a la dimensión también nosotros perdonamos a
que trasciende no al planeta tie- los que nos ofenden”. Creo sin-
rra sino a toda la realidad creada. ceramente que ese es uno de los
Lo de “santificar” ha acabado por puntos donde más desfigura-
provocar en nosotros una sensa- da tenemos la intención y la en-
ción ascética y moral, muy dis- señanza de Jesús. No obstante,
tante de aquella mentalidad bí- quisiera presentar las líneas que
siguen no como una tesis sino
blica para la que la santidad era
sólo como una hipótesis que, como
la misma gloria trascendente de
sucede en el campo de la ciencia,
Dios1. También, desde una idea
reclama un refrendo mayoritario
más genérica que cristiana de lo
para convertirse en tesis. Los ex-
que es Dios, podemos decir “há-
pertos dirán y a ellos me remito:
gase Tu Voluntad”, dando por
pues yo debo reconocer que, si
supuesto que la voluntad divina
puedo defenderme en griego, es-
toy regular en hebreo y soy casi
1
  Recordemos además que “la gloria analfabeto en arameo. Y las tres
de Dios es el hombre vivo” según la
conocida definición de san Ireneo en el
s.  ii. En Otro mundo es posible… desde Je- 2
  Dolores Aleixandre defendía que el
sús, comenté la posible alusión que hay “epiousios” no puede venir de epeimi,
en esta primera petición, a diversos pa- sino de ephiemi y debe traducirse como
sajes de Ezequiel donde, ante situacio- “venidero” en el sentido de que “el pan
nes de injustica, guerra y muerte, Yahvé para todos” llegará precisamente con
exclama: “mi Nombre está siendo pro- ese reinado de Dios cuya venida hemos
fanado”. pedido.

198 Razón y Fe, 2021, t. 283, nº 1450, pp. 197-206, ISSN 0034-0235
Rezar bien el Padrenuestro

lenguas juegan un papel impor- • Mc 10, 28 (hemos dejado todas


tante en la reflexión que sigue. las cosas). También 8,13 (deján-
dolos estar se fue a la otra ori-
lla), 12,20 (no dejó descenden-
2.  Datos lingüísticos cia), 15, 37.
• Lc 4,18 (he venido para anun-
Desde hace años, tengo la cos- ciar la libertad [áphesin] a los
tumbre de rezar el Padrenuestro cautivos)
en griego. A base de repetir, caí • Lc 18,16 (dejad que vengan a
un día en la cuenta de que lo que mí).
estaba diciendo no tiene casi nada
• 1 Cor 7,11 (el marido no despida
en común con el recitado habitual a la mujer).
de nuestras eucaristías: la versión
• Hb 6,1 (prescindiendo de esta en-
griega no parece hablar para nada
señanza elemental…).
ni de perdón ni de ofensas.
• Ap 2,4 (has abandonado tu pri-
En efecto: el verbo griego aphíêmi, mer amor).
que traducimos como perdonar
nunca se usa con ese significado No son todos los ejemplos, pero
ni en el griego clásico. Significa creo que son suficientes. Y pido
más bien dejar ir, disolver, soltar 3. al lector que se detenga un mo-
No voy a abrumar al lector con to- mento y piense que cuando reci-
das las citas, pero sí son necesarias ta esa petición del Padrenuestro,
unas pocas que procuraré sean de está usando ese mismo verbo cu-
autores diversos, para que enten- yos ejemplos acabo de proponer.
damos el significado de ese verbo: ¿No suscita eso ninguna pregun-
ta?
• Mt 4,11 (el diablo le dejó ir).
También 3, 15; 27,50 (exhaló el El argumento se refuerza con el
Espíritu) y 18,27.32 (que sería complemento de ese verbo que,
el significado más cercano a en el Padrenuestro, no son ofensas
perdón y que luego comenta- ni culpas sino deudas. Y, por si fue-
ré un poco más: le condonó la ra poco, resulta que la traducción
deuda). latina tampoco echó mano del clá-
sico verbo parco, para hablar del
perdón. Por muy acostumbrados
3
  En los tres clásicos de la tragedia apa-
rece con frecuencia como dejar escapar que estuvieran los latinos a rezar
una palabra, soltar la cólera. En Platón aquello de “parce nobis Domine”
como abandonar las armas… (perdónanos, Señor) no se les ocu-

Razón y Fe, 2021, t. 283, nº 1450, pp. 197-206, ISSN 0034-0235 199
José Ignacio González Faus, SJ

rrió traducir el Padrenuestro di- do al Calígula de Camus4 podría-


ciendo “parce nobis peccata” sino mos decir que “la gramática es
“dimitte nobis debita”: suelta o necesaria hasta en la teología”…
deja ir nuestras deudas, sin hablar Ojalá al final del artículo resulte
de culpa u ofensa. Como si pidié- que todo este chaparrón ha servi-
ramos a Dios una “dimisión” de do para fecundar algo la tierra de
su carácter de acreedor... nuestros corazones creyentes.
Y sin embargo resulta que ese
verbo, que no significa propia- 3. 
Una clave hermenéutica:
mente perdonar pasa a ser el la deuda
clásico en el Nuevo Testamen-
to, para hablar del perdón de los
En todo ese campo lingüístico
pecados: primero en el lenguaje
parece haber un claro influjo del
de Jesús que habla de su sangre
arameo, que usaba la misma pala-
derramada eis afesin hamartiôn;
bra (shabaq) para el pecado y para la
y luego en los sermones de los
deuda 5 (exactamente como en el
Hechos que invitan a la conver-
alemán el vocablo schuld). Las len-
sión y al bautizo con esa misma
guas (por primitivas que puedan
expresión (Hchs 5,31; 10,43; 13,
ser sus gramáticas) son, además
38…). Con Jesús, el perdón se ha
de un idioma, una manera de ver
convertido, en descarga, en remi-
la realidad. Y sucede que, en ara-
sión, en liberación.
meo, el perdón del pecado suena
Para acabarlo de arreglar, los clá- igual que la remisión de una deu-
sicos verbos griegos para la ofen- da.
sa o la culpa (adikêma) y para el
perdón (syggnomê), los conoce el Además, se refleja aquí también la
Nuevo Testamento y aparecen, situación social de un mundo como
por ejemplo en Apoc 18,5 (“el el de Jesús, agobiado por la canti-
Señor no olvida sus culpas”, en dad y la violencia de las deudas (y,
clásico paralelismo con hamartía)
y en 1 Cor 7,6 (“os hablo desde la 4
  “La organización es necesaria hasta
indulgencia, no desde la imposi- en el arte”.
5
  Cf. B. Luzárraga, El padrenuestro
ción”). Pero el Padrenuestro los
desde el arameo, Roma 2008; A. Aya, El
desconoce. arameo en sus labios, Barcelona 2013;
E.  Edelman: Jesús hablaba arameo, Barce-
Perdone el lector este mogollón lona 2014 (aunque este autor parece más
verbal (o verborrea: nunca mejor preocupado por mostrar que Jesús era
usada la palabra). Pero parodian- un maestro oriental).

200 Razón y Fe, 2021, t. 283, nº 1450, pp. 197-206, ISSN 0034-0235
Rezar bien el Padrenuestro

en ese sentido, bastante similar al del deudor ante el acreedor: está


nuestro): el deudor insolvente que- ante él como impedido, y necesita
da totalmente a merced del acree- ser liberado para poder moverse
dor, como “reo” de una injusticia o o relacionarse con normalidad: al
una culpa para con él. igual que la deuda, el pecado o se
paga o se borra (y este es el verda-
Pues bien, como suele suceder
dero significado del perdón). Esa
con el lenguaje religioso, la expe-
asimilación ofensa-deuda, típica
riencia creyente trasladó aquí esa
del Padrenuestro sugiere aún otra
experiencia social a la relación del
lección importante: el que ofende
pecador con Dios, para poner de
a otro (en contra de lo que noso-
relieve la impotencia del hombre pe-
tros sentimos) queda ante él como
cador ante Dios: frente a la justicia
deudor, como contrahecho ante él:
divina infinita, el pecador queda
quien maltrata a otro se hace más
como el deudor insolvente queda-
daño él a sí mismo que al otro…
ba entonces ante a su acreedor que
podía desahuciarlo, convertirlo
en esclavo suyo, etc. Y notemos el
4.  Aplicación de esa clave
matiz que introduce este lenguaje:
el pecado se puede expiar 6, pero las
deudas hay que pagarlas, a menos Hecha esta aclaración, y volvien-
que sean gratuitamente abolidas. do al Padrenuestro, la mentalidad
A partir de esta experiencia, en el bíblica encontró en esa aproxima-
lenguaje posterior, la liberación de ción deuda-culpa otra enseñanza
la deuda y el perdón de la culpa se sobre la situación del pecador ante
aproximan mucho, y permiten las Dios: el ser humano, con toda su
ambigüedades que hemos consta- pretendida fuerza y su poder, no
tado en el apartado anterior. puede llegar a ofender a Dios que
está muy por encima de él: como
Nosotros hoy, podemos compren- he dicho otras veces, la piedra
der mejor la experiencia que late que el hombre lanza hacia el cielo,
en ese modo de hablar arameo, nunca llegará al cielo (y en cambio
desde la expresión castellana: puede que le caiga a él en la cabe-
“contraer una deuda”. La contrac- za). El Nuevo Testamento concre-
ción es algo que nos limita, nos ate- tará por eso que la maldad huma-
naza, nos deja como impedidos. Y na solo llegará a ser “ofensa” de
esa es precisamente la situación Dios, si Dios ha decidido antes po-
nerse a nuestro alcance: esa es la
6
  Es el famoso kippur hebreo tan cono- queja de Yahvé ante Su pueblo, y
cido hoy por el “iom kippur”. dará luego pie a la enseñanza más

Razón y Fe, 2021, t. 283, nº 1450, pp. 197-206, ISSN 0034-0235 201
José Ignacio González Faus, SJ

decisiva de Jesús: “tuve hambre y otro momento, en la parábola que


no Me disteis de comer, etcétera”. Jesús pone al fariseo Simón ante
la pecadora, habla Lucas de dos
Desde esta mentalidad, veamos
deudores a los que el acreedor “les
ahora la enseñanza de los evan-
hizo la gracia” (echarísato: 7,42) de
gelistas, dejando antes claro de
liberarlos de su deuda. Y esa gra-
una vez por todas, que hablamos
tuidad es presentada ahí como ra-
siempre de aquel deudor que, aun
zón para amar 8.
queriendo, no puede pagar, no del
abusón que, aun pudiendo, inten- Hoy vivimos la experiencia de las
ta escaquearse. deudas con intensidad parecida a
la de los contemporáneos de Jesús,
Lucas pero no vivimos así la experiencia
del pecado: el hombre de nuestra
Lucas, que es griego, que escribe sociedad, o no se siente en deuda
para griegos y tiene un afán peda- con Dios como Bien Supremo, o
gógico de aclarar muchos lengua- (si es creyente) corre el peligro de
jes, aparca la tradición que recibe abaratar facilonamente el perdón
y traduce libremente en su versión de Dios, utilizando así el amor de
del Padrenuestro: “deja ir nuestros
pecados (hamartías) como nosotros perdonem els nostres deutors”). El
liberamos a nuestros deudores”. castellano dice tranquilamente “perdo-
Lucas aclara así a sus lectores lo na nuestras ofensas como nosotros per-
de las deudas como imagen del donamos a los que nos han ofendido”,
pecado; pero no identifica sin más identificando y unificando el doble sen-
tido de la palabra aramea… El francés
ambas palabras, sino que, con in- mantiene la misma univocidad del cas-
negable pedagogía, mantiene una tellano. El inglés también, cambiando
dualidad entre nuestra relación las ofensas por sins. El italiano conserva
con Dios, ante quien necesitamos la antigua versión castellana de deudas
perdón porque somos pecadores, y y deudores. La alemana es la versión que
más me gusta porque (aunque retiene
la relación que tienen con nosotros como todas las anteriores el verbo perdo-
nuestros deudores, que no necesi- nar como traducción de aphièmi), no solo
tan propiamente perdón, sino con- aprovecha el doble significado de la pa-
donación, liberación 7. Por eso en labra Schuld, sino que hace un doble uso
en singular y plural: perdona nuestra
culpa (Schuld) como nosotros perdona-
7
  Esa pedagogía de Lucas se ha mante- mos a nuestros deudores (Schuldigern).
nido en la versión catalana, caso único Me parece por eso la versión que más se
entre las lenguas que yo conozco. (“per- acerca a la intención de Jesús.
doneu les nostres culpes com nosaltres 8
  “¿Cuál de los dos le amará más?”

202 Razón y Fe, 2021, t. 283, nº 1450, pp. 197-206, ISSN 0034-0235
Rezar bien el Padrenuestro

Dios en provecho propio. Por eso, Juan


con frecuencia, la experiencia de
la culpa en nuestra sociedad casi Lo anterior encaja perfectamente
solo es la decepción ante nuestro con la descripción que Juan Bau-
propio superego que puede inclu- tista hace de Jesús en el cuarto
so derivar en auténticas neurosis evangelio (1,29): “el que carga con
de culpa, muy distintas de lo que el pecado del mundo”, no sim-
es la experiencia creyente del pe- plemente el que lo perdona (o lo
cado (y del perdón). perdona cargando con él) y que
tampoco se refleja en nuestra tra-
ducción castellana. Efectivamente,
Mateo
para un acreedor, condonar una
Si de Lucas pasamos a Mateo, en deuda equivale a cargar él con ella
su capítulo 18, parece haber otro puesto que pierde todo aquello a
reflejo de esta bipolaridad de la lo que tenía derecho.
fuente aramea entre culpa y deu- Todo esto puede hacer compren-
da: Pedro pregunta a Jesús cuántas sible la ambigüedad que estamos
veces pecará mi hermano contra
estudiando en nuestro modo de
mí (con el verbo clásico hamar-
recitar el Padrenuestro. Pero que
tanô y sin ninguna alusión a una
algo sea comprensible no signifi-
deuda económica). Jesús, como ya
ca que no pueda ser perjudicial.
es sabido responde que habrá de
De hecho, nuestra reforma litúr-
perdonar “hasta 70 veces 7” (con
gica, con mucha menos peda-
el mismo verbo aphiêmi que hemos
gogía que los evangelistas, optó
comentado antes). Pero, inmedia-
tamente a continuación (y con una simplistamente por eliminar esa
partícula conclusiva: “por eso”), duplicidad, sustituyendo las deu-
explica Jesús que el Reino de Dios das por ofensas, tanto en la rela-
se parece a una situación de deu- ción nuestra con Dios, como en la
das “perdonadas”, aunque no se relación del deudor con nosotros.
condonarán a quienes, a su vez, Con ello, perdió toda referencia a
no liberen a aquellos de quienes las deudas (que tan necesaria hu-
ellos son acreedores. El paso del biese sido hoy) y perdió también
pecado o la ofensa, por el que pre- el sentido de la total gratuidad en
gunta Pedro, a la deuda desde la nuestra liberación por Dios. Así
que responde Jesús (o sea: el paso queda distorsionada toda la ense-
de hamartía a oféilêma) se hace aquí ñanza de Jesús sobre una oración
con toda tranquilidad. típica de sus seguidores.

Razón y Fe, 2021, t. 283, nº 1450, pp. 197-206, ISSN 0034-0235 203
José Ignacio González Faus, SJ

5.  Algunas consecuencias La parábola antes citada de los dos


deudores (Mt 18) parece ser la me-
Lo primero que parece despren- jor visibilización de la actitud a la
derse de esta clave hermenéutica que Jesús nos invita al enseñarnos
aramea es que el perdón que pedi- el Padrenuestro. El primer deudor
mos en el Padrenuestro no es una simboliza nuestra situación ante
mera declaración formal, ni siquiera la Dios y la posibilidad inesperada,
no imposición del castigo merecido 9, gratuita, de transformar esa situa-
sino una transformación de nues- ción recibiendo la libertad. El se-
tro interior. La declaración forense gundo deudor interpela a nuestro
pensaremos que podrá servirnos modo de reaccionar frente a aque-
para la otra vida pero no para ésta. llos contra los que tenemos algo.
Mientras que, desde nuestra situa- Y enlaza así nuestra conducta con
ción de imposibilitados, o de “cau- nuestra condición de liberados:
tivos” ante Dios, simbolizada por somos liberados llamados a ser li-
la situación del deudor, pedimos beradores.
una verdadera liberación para esta
vida y no solo para la otra. Esto se ha Por supuesto, esta interpretación
perdido en nuestro modo de rezar (que estoy convencido de que es la
el Padrenuestro. auténtica del Padrenuestro) pro-
vocará una cadena de reacciones
Y en segundo lugar, pedimos una que tacharán a Jesús de comunis-
liberación que tendrá consecuencias ta, de populista (¿alguien sabría
en nuestras conductas: porque de explicarme qué significa esa pala-
liberados deberemos convertirnos bra?) y de fomentar la pereza de
en liberadores para con aquellos los vagos para que vivan a costa
que se encuentren sometidos a no- de los diligentes. Con este tipo
sotros. La imagen y la experiencia de ataques ya se encontró Jesús.
de la deuda constituyen, en tiem- Y dudo mucho de que ningún di-
po de Jesús y en el nuestro, una rigente de nuestros grandes Ban-
excelente pedagogía de esa trans- cos (si es que todavía se considera
formación nuestra. creyente, aunque sea de manera
vaga) se atreva entonces a rezar
9
 “parcere subiectis et debellare superbos” sinceramente el Padrenuestro.
(perdonar a los que se han sometido y Pero Jesús ya avisó de que debe-
humillar a los que no se someten) era la ríamos contar con ese tipo de reac-
misión del romano según el libro VI de
la Eneida virgiliana. Y parece que por
ciones: “os azotarán en sus sinago-
ahí siguen yendo nuestras relaciones gas y seréis llevados ante los reyes
políticas. y gobernadores por causa de mi

204 Razón y Fe, 2021, t. 283, nº 1450, pp. 197-206, ISSN 0034-0235
Rezar bien el Padrenuestro

Nombre” (Mt 10, 17ss). Y para que las ofensas sino también las
no parezca que ataco aquí a per- deudas”11.
sonas que en realidad son frutos
de un “sistema que mata”, recor- No se trata pues de ninguna no-
demos la lección que, cuando la vedad sino más bien de algo que
crisis del 29, extrajo J. Steinbeck en estábamos olvidando.
Las uvas de la ira: “el banco es algo
más que hombres. Fíjate que todos Cabe suponer entonces que to-
los hombres del banco detestan lo dos los pueblos “cristianos” que
que el banco hace, pero, aun así, el se obstinaron por cobrar aquella
banco lo hace. El banco es más que deuda “e(x)terna” del tercer mun-
hombres, créeme. Es el monstruo. do, cuyas cifras oscilaban según
las fluctuaciones económicas de
Los hombres lo crearon, pero no
nuestro primer mundo, no de-
lo pueden controlar” 10. O recorde-
bían rezar mucho el Padrenues-
mos cómo comentaban el Padre-
tro. Como tampoco debía rezarlo
nuestro los cristianos de Solenti-
aquella “autoridad” económica
name, con Ernesto Cardenal:
alemana que impuso al presiden-
– “Decimos que perdonamos a te Zapatero un cambio vergonzo-
los que nos deben. Eso puede so de nuestra Constitución, para
ser cualquier ofensa, pero tam- que los réditos de nuestra deuda
bién pueden ser las deudas de fueran destinados antes a cubrir
dinero. No digo que no recla- los intereses de los bancos acree-
memos una deuda al que tiene dores que a aplacar el hambre de
con qué pagar; pero al que no, los hambrientos. Y nada digamos
también debemos perdonarlo. de aquella deuda griega que hasta
Para muchos ricos es más fácil el FMI había declarado impaga-
perdonar una ofensa, cualquier ble, mientras los bancos alemanes
ofensa, que una deuda. repetían que las deudas han de pa-
garse…
– Cuando un rico va a perdonar
una deuda.
– Entonces un rico no puede 6.  Conclusiones
rezar esta oración si no está
dispuesto a perdonar, no solo Desde lo dicho, una versión del
Padrenuestro, fiel a su espíritu
10
  Citado por S. Zuboff, La era del capita-
lismo de la vigilancia, Barcelona 2019, 307. 11
  El evangelio en Solentinamne, I, 114.

Razón y Fe, 2021, t. 283, nº 1450, pp. 197-206, ISSN 0034-0235 205
José Ignacio González Faus, SJ

más que a nuestra letra, podría re- mos al menos como forma de
zar más o menos así: oración personal, dudo mucho
de que después de rezar algo así,
Abbá, Padre de todos que estás más
allá de nuestra dimensión:
podamos sentirnos tan tranqui-
los como antes. Y además, vale la
Que resplandezca Tu Nombre paterno.
pena notar cómo así desaparece
Que llegue a nosotros Tu reinado de
fraternidad, para que así se cumpla en la objeción que muchos creyen-
esta tierra Tu Voluntad, como se cum- tes y personas que buscan creer,
ple en Tu dimensión divina. me han puesto algunas veces,
Ayúdanos a dar a todos los hombres el tras conocer el Padre nuestro en
sustento cotidiano. su versión castellana: ¿no parece
Descárganos nuestra(s) deuda(s) con- que nosotros le estemos dando
tigo, como nosotros libramos a los in- lecciones a Dios de cómo perdo-
solventes que nos deben algo. nar?
Y no permitas que nos derrote nuestra
maldad interior, pero líbranos también Pues no hay tal: es más bien Dios
del mal estructurado que nos envuelve. quien nos da a nosotros la lección
de cómo debemos comportarnos
Comprendo que esta versión no si de veras queremos recibir su
pueda servir para la recitación perdón. n
litúrgica oficial. Pero si la toma-

206 Razón y Fe, 2021, t. 283, nº 1450, pp. 197-206, ISSN 0034-0235

También podría gustarte