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Liceo Manuel Montt

Departamento de Lenguaje.
Profesor Christoffer Padrón
Guía comprensión lectora
Nombre: Curso:
Fecha:
OA: Comprender y analizar en su totalidad la finalidad de un texto narrativo. Destacando sus ideas
principales y secundarias, además del espacio físico donde se desarrolla el relato.
Instrucciones: Lee con atención el siguiente texto, y luego responde las preguntas de desarrollo.

- Debes destacar con distintos colores:


o Los personajes que aparezcan en el relato
o El espacio físico donde se desarrolla la historia
o Lo más importante que vayas encontrando

La Señora Mireya
Todos los días después de almuerzo hasta la hora de la once empezaba la batalla en el pasaje: dos
equipos, sin camisetas y a la vista tú pa allá, tú pa acá, buscando que quedara parejito. Y le dábamos
y le dábamos, sin cansancio. Nos reíamos, nos picábamos, peleábamos, crecíamos. Pero había una
villana, una enemiga: la señora Mireya. «Hueón, que no se vaya la pelota para allá, ¡porfa!», era un
ruego asumido entre todos y que nunca, ningún día, se cumplía. ¡Y pam!, un pelotazo se escapa a
las plantas de la casa de la señora Mireya. Había veces en que éramos más rápidos y conseguíamos
saltar la reja, pisar un par de plantas y volver con el tesoro. Pero la mayoría de las veces, bien
pendiente, bien astuta, ella aparecía y con semblante serio la tomaba y simplemente se llevaba la
pelota.
A veces, después de horas y horas, 54 a 54, caía el balón en su jardín y cagábamos. Obvio que
podíamos ir a jugar a otro lado, pero era el único lugar propio, nuestro, donde no debíamos esperar
que hubiese alguien. Era perfecto, salvo por la señora Mireya. Al final del día alguno de nuestros
padres iba donde ella y rescataba la pelota, pero ella no alteraba su posición. «¡Esto no es un
estadio!», decía, y fin del tema. Y así fue hasta que ya jugábamos menos, y el horario del colegio
iba ahogando, y las espinillas eran testimonio de que la de al frente no era solo una vecina y el
corazón como que latía
Hoy, después de mucho, tras haberme cambiado de casa, pasé por ese mismo pasaje: me sorprendió
y emocionó ver que había cabros chicos jugando en la calle, y ahí, más viejita, pero bien atenta,
estaba la señora Mireya sentada en una banca. Cuando ya me iba escuché un pelotazo y un
«¡¡noooooo, pa allá noooo»… Me di vuelta y la señora Mireya, con el mismo semblante de siempre,
se paró bien rápido y atrapó la pelota. No la devolvió, al contrario, se entró a la casa. Y ahí me di
cuenta de que ella, a su modo, también estaba jugando, y lo sigue haciendo.
Preguntas:
1. Describe de manera detallada, cómo crees que es el espacio físico donde se desarrolla la
historia. (mínimo 3 líneas)
2. ¿Por qué crees que la señora Mireya actuaba de esa forma con los niños?
3. Si tu fueras uno de los niños que jugaban, ¿Qué solución hubieras planteado para esta
problemática?
Liceo Manuel Montt
Departamento de Lenguaje.
Profesor Christoffer Padrón

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