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Introducción
1. “Este procedimiento concentra todas las etapas del proceso en una sola
audiencia”. El procedimiento Directo concentra de este modo la audiencia de
calificación de Flagrancia y audiencia de Formulación de Cargos, concomitante
con el art.5.12 del COIP este procedimiento aduce al principio de concentración
que implica realizar la mayor cantidad de actos procesales con el fin de manejar
la justicia de forma expedita siempre y cuando se respeten las reglas generales y
sea posible la ejecución de este proceso.
2. La aplicación del Procedimiento Directo tendrá lugar únicamente en delitos de
flagrancia sancionados con máximo 5 años de privación de libertad y referente a
los delitos de la propiedad que no excedan los treinta salarios básicos unificados
del trabajador. Este numeral establece las excepciones para la aplicación de este
procedimiento “se excluirán las infracciones contra la eficiente administración
pública, delitos contra la inviolabilidad de la vida e integridad y libertad
personal con resultado de muerte”
3. “El juez de garantías penales será competente para resolver y sustanciar este
proceso” Para el procedimiento Directo el juzgador debe ser competente y
adecuado para conocer la causa, es este sentido el juez de garantías penales
perteneciente a la unidad de flagrancia es el más apropiado para sustanciar y
resolver dicho procedimiento, cabe mencionar que en este caso no es competente
el Tribunal de garantías penales (Blum Carcelén, 2015).
4. Una vez calificada la flagrancia el juzgador señala el día y hora en que se llevará
a cabo la audiencia de juicio directo en un plazo máximo de 10 días. Por esta
razón, cuando se pretenda concurrir al procedimiento directo se debe tener la
seguridad de recabar los elementos de convicción necesarios en el tiempo
correspondiente. El mismo que se menciona en el numeral siguiente.
5. Los elementos de convicción deben ser presentados hasta tres días antes de la
audiencia, dichos elementos deben ser presentados de forma escrita.
6. “De considerarlo necesario y de forma motivada o a petición de parte el juez
puede suspender el juicio por una sola vez, indicando el día y hora para su
reanudación, plazo que no excede de los quince días” Esta acción puede ser
tomada pero no con la finalidad de declararla fallida, sino en virtud de
precautelar el debido proceso aunque de ser el caso en el art. 613 del COIP
aduce que se declarará fallido cuando existen causas imputables al juez o fiscal
donde se informará al Consejo de la Judicatura para las sanciones
correspondientes. De igual forma sucede si se trata de otros funcionarios
públicos (Blum Carcelén, 2015).
7. En caso de que el procesado sea el ausente el juzgador ordenará su inmediata
detención no como prisión preventiva sino como medida cautelar alternativa
para su obligatoria asistencia a juicio.
8. “La sentencia dictada en esta audiencia es condena o ratificatoria de inocencia y
podrá ser apelada ante la Corte Provincial”. Finalmente una vez que el juzgador
ha resuelto el caso el procesado mediante su defensor público puede apelar ante
la Corte Provincial si existe sustanciación y motivación para recurrir al fallo de
su sentencia.
Referencias
Alcántara Sáez, Manuel; García Montero, Mercedes & Sánchez López, Francisco
(2012). El poder legislativo en América Latina a través de sus normas. Universidad de
Salamanca – 476 páginas.
Bibliografía
Blum Carcelén, J. M. (19 de enero de 2015). derechoecuador.com. Obtenido de
https://www.derechoecuador.com/procedimiento-directo-en-el-proceso-penal--
En tal virtud, la Policía de tránsito ha impulsado los controles viales que logran
sancionar a conductores en estado de embriaguez. En el año 2017 se emitieron 91.225
“comparendos” que resultan una medida de prevención de accidentes viales vinculados
con el alcohol (Justicia, 2017). El comparendo en la legislación colombiana está
tipificado en el artículo 2 del Código Nacional de Tránsito de Colombia que establece la
siguiente definición: “comparendo es una orden formal de notificación para que el
presunto contra ventor o implicado se presente ante la autoridad de tránsito por la
comisión de una infracción”.
En concordancia con este tipo de sanción se encuentra también la Ley 1696 aprobada en
el 2013, debido a la ineficacia de la ley anterior. Esta ley fue sancionada el jueves 19 de
diciembre de 2013 y entra en vigencia tan pronto quede publicada en el Diario Oficial.
El Presidente de la República dio instrucciones al Ministerio de Transporte y a la Policía
Nacional para que se aplique dicha ley en virtud de las medidas de celeridad y eficacia.
Ramirez, (2015) asevera que la Ley 1696 “implica un freno drástico para aquellos
conductores acostumbrados a conducir en estado de embriaguez”. Esta ley se caracteriza
por el aumento de multas donde la mínima es de $1'768.500 pesos colombianos y
dependiendo del grado de alcohol puede alcanzar la suma de 28 millones y en caso de
reincidencia el infractor deberá pagar el valor comercial del 15% del vehículo como
multa, además la suspensión de la licencia de conducir es mínimo un año o de manera
definitiva. En el ámbito en el caso de homicidio por conducción bajo efectos del
alcohol, la pena aumenta de dos terceras partes al doble, y puede llegar hasta 18 años de
cárcel (Ramirez, 2015).
Primera vez
Segunda vez
Tercera vez
CONCLUSIÓN
Los accidentes de tránsito vinculados con el alcohol en Colombia ocupan un alto índice
dentro de las estadísticas nacionales que provocan una tasa de mortalidad crítica, sin
embargo, los índices de accidentes han disminuido debido a la aplicación de la Ley
1696 aprobada en 2013 que está dirigida plenamente al castigo de los conductores en
estado de embriaguez. La aplicación de multas económicas y administrativas son más
severas.
REFERENCIAS
Renato, V., & Laura, C., (2016). La sanción penal de los conductores ebrios en
Colombia: entre las dificultades dogmáticas y la ausencia de una política criminal
coherente. Civilizar 14 (26): 67-86. Recuperado de
http://www.scielo.org.co/pdf/ccso/v14n26/v14n26a05.pdf.