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TEMA: ANTECEDENTES HISTORICOS DE LAS

TUTELAS Y CURATELAS 

Introducción

Desde tiempos inmemoriales la sociedad ha forjado diversos sistemas sociales


jerárquicos dirigidos a controlar y normar una sociedad, sin embargo, no todas las
personas eran consideradas capaces para ejercer sus derechos o manejar sus bienes, en
tal virtud surgen diferentes figuras jurídicas dedicadas a normar estos aspectos como las
Tutelas y Curatelas que aparecen en el Derecho Romano.

“La tutela y curatela son formas de protección para algunas personas que no tienen la
capacidad suficiente para valerse por sí mismas y carecen de quien ejerza la patria
potestad sobre ellas” (Universidad Internacional para el Desarrollo, 2015).

Desarrollo

Dentro del Derecho Romano era fundamental la institución de la familia, bajo el


precepto “familia iure” donde se menciona al paterfamilias quien es el cabecilla del
hogar y por ende quien dirige y emite las ordenes dentro del núcleo familiar pero
cuando este fallecía sus agnados o familiares quedaban desprotegidos ante la sociedad,
por tal motivo esta situación estaba tipificada en las XII tablas romanas, especialmente
en la Tabla XII que tipifica la FAMILIA (Sola, 2009).

I. FAMILIA ROMANA

La familia romana preserva la convicción de communi iure, donde la familia significa


una estrecha unión de personas a la autoridad del paterfamilias, mientras éste vive. La
familia entonces es el órgano político superior donde se limita la libertad de los
individuos subordinados en grupos. En este sentido Bonfante asevera que la familia
romana constituye un sistema político y patriarcal. Así mismo Fernandez de Buján, A.
reitera que la sociedad romana fue constituida por la unión de varias familias y por esta
razón el sistema jurídico fue inicialmente patriarcal (Sola, 2009: 183-184).

Cabe mencionar que, en sentido técnico-jurídico, en Roma el paterfamilias era el que no


estaba sometido a potestad ajena, puesto que paterfamilias equivale a jefe de hogar, sin
embargo, los demás familiares si podían estar bajo su dependencia y su autoridad. En
esta instancia aparece el aganado.

II. PERSONAS FÍSICAS


Para que una persona se considerase titular de derechos debía poseer cierto status frente
al Estado y la Familia además ser considerado como ciudadano romano, es decir un
individuo para ser considerado como ciudadano debía gozar de libertad y no ser un
esclavo, además de ser un sui iuris o jefe de familia mas no encontrarse bajo la
dependencia de otro pater. Estos dos requisitos eran esenciales para considerar lo que se
denomina la “capacidad jurídica”. Por esta razón muchos de los individuos en la
sociedad romana no eran considerados ciudadanos romanos por lo que se declaraba la
incapacidad jurídica y en consecuencia aparecen las tutelas y curatelas.

Sola, (2009) alega que las tutela y curatela son dos poderes que se instruyen sobre las
personas que, a pesar de, ser sui iuris, no poseen capacidad de entender y querer ambas
necesarias para dirigir favorablemente el patrimonio propio. Cuando se da la ausencia
de tal capacidad, ésta puede ser total o parcial, a veces la incapacidad del sujeto se basa
en razones de edad, sexo, enfermedad mental o de prodigalidad (pág. 202).

III. TUTELAS

El emperador Justiniano, en sus Institutas 26,1, tipificó la definición de tutela, misma


que había sido cedida por el jurisconsulto Servio Sulpicio Rufo, cónsul en el año 51
a.C., Rufo también mencionó que era “un Poder y Potestad (la fuerza) en una cabeza
libre (persona libre), dada y permitida por el derecho civil, para proteger a quien por
razón de su edad no puede defenderse por sí mismo” (Hernandez, 2010).

Sola, (2009) recalca que la Tutela es una institución perteneciente al ius civile para
poteger, y esta no se encuentra bajo la patria potestas, por eso menciona tres tipos de
tutela:

A. Tutela legítima: Así esta clase de tutela le corresponderá a un varón púber o


agnado más cercano. Considerando que el tutor legítimo, lo es en razón a su
parentesco de agnación, si este termina, también queda extinguida la tutela
legítima. Pero mientras es tutor legítimo, no puede renunciar a la tutela ni puede
ser removido.
B. Tutela testamentaria: (por voluntad del testador). Es la que establece el pater en
su testamento para los hijos impúberes que a su muerte se convertirán en sui
iuris o dependientes, en tal virtud necesitan de un tutor para manejar su herencia.
C. Tutela dativa o atiliana: tutela se da a partir del siglo III a/EC coincidiendo con
el esfuerzo bélico que Roma realiza con motivo de la segunda Guerra Púnica.
Esto con el objetivo de nombrar tutores de la plebe para los sui iuris impúberes
que carecían de tutores o agnados.

También Universidad Internacional para el Desarrollo, (2015) menciona otro tipo de


tutela:

A. Tutela de impúberes: implica una tutela general que reside sobre las personas
denominadas impúberes, es decir, aquellos que no poseen la edad necesaria para
proceder y adquirir obligaciones de forma autónoma, pero siempre refiriendose a
personas sui iuris.
IV. CURATELAS

La curatela es una responsabilidad de administración hecho por el Pretor de un


patrimonio privado, cuyo titular Sui Juris púber, tiene restringida su capacidad de obrar.
Se entiende a esta como un cargo público que obligaba a un ciudadano designado por la
ley o por el magistrado a dirigir la administración de los bienes de un sui iuris púber e
incapaz de ejercitar por sí mismo sus derechos (Hernandez, 2010).

Sola, (2009) indica que existen cuatro formas o clases de curatelas como:

A. Cura furiosi: Las personas consideradas incapaces mentales en Roma (antigua)


se consideraban como tal por medio de un interdicto y pueden ser de dos clases:
los furiosi, concebidos como aquellos que tienen intervalos lúcidos (cura
furiosi); y los mente captus, que no tienen ningún periodo de lucidez (cura
dementis) (Foignet,1956: 77).
B. Cura prodigi: La ley de las XII tablas consideraba prodigo a la persona que no
era capaz de mantener un límite de sus gastos, sino que se arruina, dilapida y
derrocha sus fortunas testamentarias de la sucesión abintestato del padre.
C. Cura mente capti: el individuo poseedor de un poco de inteligencia o de
facultades intelectuales diminutamente desarrolladas. Pero al ocuparse la ley
decenviral únicamente del furiosus sui iuris y púber (sin la protección,
consecuentemente, de un paterfamilias o de un tutor), determinó que quedara
sometido a la curatela legítima de los agnados y, en subsidio, de los gentiles sin
la necesidad de previo decreto de interdicción judicial.
D. Cura minorum XXV annis: surgió después de la Segunda Guerra Púnica, puesto
que los púberes de entre 12 y 25 años ya realizaban negocios pero por su
inexperiencia eran perjudicados, por tal motivo nace esta tutela mientras el púber
cumple los 25 años de edad para hacer negocios.

“Los dementes y pródigos no estaban en curatela por la finalidad de la curatela en aquel


tiempo, no enfocada a salvaguardar los intereses de incapaces, sino de la familia
agnada” (Hernandez, 2010) .

Conclusiones

 En antigua Roma la institución de la familia fue plenamente sistematizada de


modo que se dividía en ciudadanos y no ciudadanos, siendo los primeros
“personas capaces” para ejercer derechos y contraer obligaciones. Esta
capacidad jurídica indicaba que existía una patria potestas en su poder y algún
sui iuris bajo su dependencia.
 Las divisiones jerárquicas sociales dieron paso a la existencia de personas
capaces e incapaces, en tal virtud surgen instituciones jurídicas para auxiliar a la
institución de la familia como son las tutelas y curatelas.
 La Tutela se constituye como un poder y potestad para proteger al impúber
quien por su edad no puede defenderse autónomamente.
 La Curatela implica la responsabilidad otorgada para la administración de los
bienes de un agnado a quien el paterfamilias ha otorgado bienes de forma
sucesoria pero debido a su incapacidad no puede hacer pleno uso y dirección de
sus bienes.
 El Derecho sucesorio fue tipificado en las XII tablas para manejar aspectos
familiares puesto que la institución de la familia tipificada en la tabla numero
XII era fundamental en la creación y mantenimiento del ordenamiento jurídico.

Bibliografía

Hernandez, F. V. (13 de julio de 2010). vhfderechoromano.blogspot.com. Obtenido de


http://vhfderechoromano.blogspot.com/
Sola, M. C. (2009). minerva.usc.es. doi: 1132-9947
Universidad Internacional para el Desarrollo. (2015). moodle2.unid.edu.mx. Obtenido
de
http://moodle2.unid.edu.mx/dts_cursos_mdl/ejec/DE/DR/S06/DR06_Lectura.pd
f
Foignet, R. (1956). Manual elemental de derecho romano. México: Editorial
Cajica.

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