Universidad de Alicante Alicante – 10.12.

2022

Comentario del fragmento de Soldados de Salamina

de Francisca Lange

EJERCICIO (Soldados de Salamina, de Javier Cercas)

“Esa tarde, mientras escuchaba con creciente interés la historia exagerada de Miralles,
pensaba que muy pronto iba a leerla en uno de los libros exagerados de Bolaño, pero para
cuando llegué a mi casa, después de despedir a mi amigo y de pasear por la ciudad iluminada
de farolas y escaparates, quizá llevado por la exaltación de los gin-tonics yo ya había
concebido la esperanza de que Bolaño no fuera a escribir nunca esa historia: la iba a escribir
yo. Durante toda la noche estuve dándole vueltas al asunto. […] Tumbado en la cama,
desvelado y a oscuras […], la cabeza me hervía, y en algún momento, de forma inevitable,
porque la edad y los fracasos imprimen prudencia, traté de refrenar el entusiasmo recordando
mi último descalabro. Fue entonces cuando lo pensé. Pensé en el fusilamiento de Sánchez
Mazas y en que Miralles había sido durante toda la guerra civil un soldado de Líster, en que
había estado con él en Madrid, en Aragón, en el Ebro, en la retirada de Cataluña. «¿Por qué
no en el Collell?», pensé. Y en aquel momento, con la engañosa pero aplastante lucidez del
insomnio, como quien encuentra por un azar inverosímil y cuando ya había abandonado la
búsqueda (porque uno nunca encuentra lo que busca, sino lo que la realidad le entrega) la
pieza que faltaba para que un mecanismo completo pero incapaz desempeñe la función para la
que ha sido ideado, me oí murmurar en el silencio sin luz del dormitorio: «Es él». Salté de la
cama, descalzo y de tres zancadas fui al comedor, descolgué el teléfono, marqué el número de
Bolaño. Estaba aguardando respuesta cuando vi que el reloj de pared marcaba las tres y
media; dudé un momento; luego colgué. Creo que hacia el amanecer conseguí dormirme.
Antes de las nueve telefoneé de nuevo a Bolaño. Me contestó su mujer: Bolaño todavía estaba
en la cama. No conseguí hablar con él hasta las doce, desde el periódico. Casi a bocajarro le
pregunté si tenía intención de escribir sobre Miralles; me dijo que no. Luego le pregunté si
alguna vez le había oído mencionar a Miralles el santuario del Collell; Bolaño me hizo repetir
el nombre. —No —dijo por fin—. No que yo recuerde. —¿Y el de Rafael Sánchez Mazas? —
¿El escritor? —Sí —dije—. El padre de Ferlosio. ¿Lo conoces? —He leído alguna cosa suya,
bastante buena, por cierto. ¿Pero por qué iba a mencionarlo Miralles? Nunca hablé con él de
literatura. Y, además, ¿a qué viene este interrogatorio? Ya iba a contestarle con una evasiva
cuando reflexioné a tiempo que sólo a través de Bolaño podía llegar a Miralles. Brevemente
se lo expliqué —¡Chucha, Javier! —exclamó Bolaño—. Ahí tienes una novela cojonuda. Ya
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sabía yo que estabas escribiendo. —No estoy escribiendo. —Contradictoriamente añadí—: Y

no es una novela. Es una historia con hechos y personajes reales. Un relato real. —Da lo
mismo —replicó Bolaño—. Todos los buenos relatos son relatos reales, por lo menos para
quien los lee, que es el único que cuenta.”

A partir del siguiente texto de Soldados de Salamina, efectúe un comentario personal de la

obra. [El texto se ofrece como apoyo o punto de arranque; que a criterio de cada estudiante
ocuparse más o menos de él].

El libro que le dio renombre a Javier Cercas “Soldados de Salamina” fue publicado en
marzo de 2001, Barcelona, bajo la editorial Tusquets Editores. En la época en la cuál el
escritor puso manos a la obra estaba pasando por un momento crítico en su vida personal y
profesional. Él empezó a escribir la novela en 1999, mismo año en el cual, por motivos
familiares, su familia y él abandonaron Barcelona y volvieron a Gerona. Además de ello, el
autor estaba pasando por una importante crisis literaria y depresiva.

Volviendo a la obra de Cercas, ésta se caracteriza por ser una novela meta-ficticia en la que
personajes imaginarios y reales están en el mismo plano y se describen mitos literarios como
Bolaño, Ferlosio y otros. Además de ello, la obra consta de tres círculos: “Los amigos del
bosque”, “Soldados de Salamina” y “Cita en Stockton”, está escrita en primera persona y
corresponde a la clase de novela testimonio. Adicionalmente, la narración incorpora
elementos como el hibridismo de géneros y la novela de la memoria.

En su obra, Cercas ha creado un mundo de ficción con ecos de realidad, y son estos dos
elementos los que finalmente culminan en una difusión, un limbo entre lo que se percibe
como realidad y fantasía, dejando al lector con la persistente incertidumbre de qué creer y
aceptar como cierto y qué no. Esta idea también se apoya en la siguiente cita sacada del
fragmento de Soldados de Salamina: “Todos los buenos relatos son relatos reales, por lo
menos para quien los lee, que es el único que cuenta.”. Es a partir de este estilo tan particular
del autor, que relata sus historias y lleva al lector a lugares antes jamás imaginados.

Una historia que destaca especialmente, y con la que se inicia el recorrido por la obra de
Cercas y en la que se basa toda su novela, es la huida del fusilamiento de Rafael Sánchez
Mazas y lo que este acto conlleva. El narrador comienza su relato, como en el fragmento a
comentar, con uno de los muchos mitos literarios, como Bolaños y su mujer, el padre de
Ferlosio, Miralles y Rafael Sánchez Mazas. Éste último fue un soldado que participó en la
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Guerra Civil Española y que tuvo la suerte de poder huir de su propia muerte. Cercas,
basándose en la Guerra Civil Española, la pone en contraste con la Batalla de Salamina y
menciona que las dos batallas tienen lo siguiente en común: ambas “lograron salvar su nación,
y con ello la democracia y la civilización occidental como entonces se conocían”. Lo que
también tienen en común es que, aunque estos dos acontecimientos históricos están muy
alejados en el tiempo y en el espacio, son lejanos para la actualidad, pero las consecuencias de
ambos conflictos llegan hasta el presente.

En conclusión, me parece muy interesante cómo Cercas consigue profundizar en sus ideas y
dejarnos siempre con la duda de qué es real y qué es ficticio. Además, el mensaje que guardo
es: El pasado es de hecho el presente, y la memoria y los hechos que aún nos marcan y
afectan a nuestra vida actual son algo personal, pero también algo colectivo... como la
memoria.