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Georg-August-Universität Göttingen, Seminar für Romanische Philologie

Dozent: Dr. Cristian Caselli (cristian.caselli@phil.uni-goettingen.de)

Alexander von Humboldt, Ensayo político sobre el Reino de Nueva España (1811)1

Los blancos se dividen en blancos nacidos en Europa y en descendientes de europeos nacidos en las
colonias españolas de la América. A los primeros se les da el nombre de chapetones o de
5 gachupines, a los segundos, el de criollos. El gobierno, desconfiado de los criollos, da los empleos
importantes exclusivamente a naturales de la España antigua. [...] El más miserable europeo, sin
educación se cree superior a los blancos nacidos en el Nuevo Continente; y sabe que con la
protección de sus compatriotas, y en una de tantas casualidades como ocurren en parajes donde se
adquiere la fortuna tan rápidamente como se destruye, puede algún día llegar a puestos cuyo acceso
10 está casi cerrado a los nacidos en el país, por más que éstos se distingan en saber y en calidades
morales. Los criollos prefieren que se les llame americanos; y desde la Paz de Versalles y,
especialmente, después de 1789 se les oye decir muchas veces con orgullo: “Yo no soy español, soy
americano”; palabras que descubren los síntomas de un antiguo resentimiento. Delante de la ley
todo criollo blanco es español; pero el abuso de las leyes, la falsa dirección del gobierno colonial, el
15 ejemplo de los estados confederados de la América Septentrional y el influjo de las opiniones del
siglo, han aflojado los vínculos que en otro tiempo unían más íntimamente a los españoles criollos
con los españoles europeos.
Hasta la época de la independencia de los Estados Unidos de la América Septentrional, el gobierno
español no había pensado siquiera en aumentar el número de sus tropas en las colonias [...] hasta
20 que se formó en la América Septentrional una gran confederación de estados libres. [...] De unos
veinte años acá, los establecimientos españoles y portugueses del Nuevo Continente han
experimentado variaciones muy notables. [...] El comercio libre, que la fuerza de las circunstancias
obligaba a la Corte de Madrid a conceder de tiempo en tiempo a la isla de Cuba, costa de Caracas y
puertos de Veracruz y Montevideo, ha puesto a los colonos en relaciones con los angloamericanos,
25 franceses, ingleses y daneses. [...] En tales circunstancias, no debemos extrañar que las alteraciones
políticas ocurridas en Europa desde 1789 hayan excitado el más vivo interés en unos pueblos que
mucho tiempo antes aspiraban ya a gozar de varios derechos.
A pesar del carácter pacífico y de la extremada docilidad del pueblo en las colonias españolas; a
pesar de la situación particular de los habitantes, que, por vivir dispersos en una vasta extensión de
30 territorio, gozan de aquella libertad individual que siempre nace de la soledad, las alteraciones
políticas hubieran podido ser mucho más frecuentes desde la Paz de Versalles2, y principalmente
desde 1789, si el odio mutuo de las castas y el temor que inspira a los blancos y a todos los hombres
libres el crecido número de negros e indios, no hubiesen contenido los efectos del descontento
popular. Estos motivos han tomado todavía más fuerza desde los acontecimientos de Saint

1
La obra fue redactada por Humboldt en francés, con el título de Essai politique sur le royaume de la Nouvelle
Espagne.
2
Tratado de paz firmado el 3 de septiembre de 1783 entre Gran Bretaña, Estados Unidos, Francia y España. Mediante
este tratado se reconoció la independencia de Estados Unidos de América y se otorgó a la nueva nación todo el territorio
al norte de Florida, al sur del Canadá y al este del Río Mississippi.
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35 Domingue3 y no se puede dudar que ellos son los que han contribuido a mantener la tranquilidad en
las colonias españolas mucho más que las medidas de rigor4.
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Según opina Humboldt:


40 • ¿Qué elementos de la sociedad colonial han influído en la formación de una rivalidad entre
españoles y criollos?
• ¿Qué acontecimientos internacionales han animado a los criollos en sus reivindicaciones?
• ¿Cuál es el factor principal que retrasa, en los territorios americanos bajo dominio español, la
puesta en marcha del proceso de independencia?
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Ejemplo de comentario de una fuente escrita

El texto es un fragmento de la obra Essai politique sur le royaume de la Nouvelle Espagne, escrita
50 por el científico alemán Alexander von Humboldt después de du viaje a Latinoamérica y publicada
en 1811. En ella, según indica el título, el autor analiza la situación política del Virreinato de Nueva
España, una de las mayores divisiones administrativas en los dominios coloniales españoles en
América, que tenía su centro en la zona del actual México. El ensayo de Humboldt aparece en un
momento especialmente delicado, es decir, cuando acaban de producirse unos importantes cambios
55 que llevarán la mayoría de las colonias españolas en el Nuevo Mundo a independizarse y a formar
los modernos Estados latinoamericanos.
Los orígenes de estos procesos se remontan al s. XVIII y se pueden explicar a partir de algunas
transformaciones que en este periodo afectan la relación jerárquica entre los diferentes sectores de
la sociedad colonial. Hasta la mitad del siglo la capa más alta en la pirámide social estaba formada
60 por los españoles y por los criollos, es decir, los descendientes de familias españolas nacidos en
América (líneas 3-5). Los otros grupos sociales (indígenas, mestizos, negros y mulatos) ocupaban
en cambio posiciones subordinadas. La élite política justificaba esta situación de desigualdad,
creada por la conquista militar en el s. XVI, mediante el concepto de limpieza de sangre, que tenía
dos vertientes: por un lado un discurso racial, según el cual españoles y criollos tenían la sangre
65 “limpia” – y por lo tanto el derecho exclusivo a ejercer el poder – porque supuestamente sus
familias nunca se habían “manchado” mezclándose a otras etnias; por el otro lado un discurso
cultural, centrado en la definición de españoles y criollos como “cristianos viejos” – es decir,
miembros de familias cuya religión siempre había sido el cristianismo – en contraposición a los
“cristianos nuevos” – es decir, conversos o descendientes de conversos, tal como podían,

3
Nombre con que se conoció el actual territorio de Haití mientras fue colonia francesa. Tras una gran rebelión
de esclavos en 1791, se independizó de Francia en 1804.
4
Medidas de control.
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70 precisamente, indígenas, mestizos, negros y mulatos. En la práctica la ideología de la limpieza de


sangre suponía la división de la sociedad en castas determinadas por la procedencia étnica.
La condición privilegiada de la gozaban había permitido a los criollos, entre otras cosas, disponer
de amplios recursos económicos y utilizarlos para comprar importantes cargos de funcionarios en la
administración colonial: de esta forma un puesto de gobierno acababa siendo utilizado por los
75 criollos para conseguir beneficios personales, con lo cual se reducían los ingresos que la Corona
española recibía de América. Hacia la mitad del s. XVIII, sin embargo, la situación evolucionó a
raíz de las llamadas Reformas borbónicas, una serie de medidas con las que España pretendía
optimizar la explotación de las colonias y aumentar así las entradas que la monarquía recaudaba en
ellas. Con este fin se abolió la venta de cargos y los criollos fueron apartados de los principales
80 puestos de gobierno (líneas 5-6).
Como consecuencia de estos cambios, según observa Humboldt, cualquier español, aunque fuera un
inepto, podía conseguir un empleo de alto nivel en la burocracia colonial, mientras que los criollos,
independientemente de sus cualidades y méritos, quedaron en sustancia excluídos del poder (6-11).
Por esta razón había surgido el fenómeno del criollismo: sintiéndose víctimas de una
85 discriminación, los criollos habían ido desarrollando una conciencia de grupo y una identidad
común marcada por una creciente hostilidad hacia España: de ahí que rechazaran incluso la
denominación de “criollos” – por la relación de dependencia de la autoridad españolas que el
término implicaba – declarando en público que preferían identificarse sencillamente como
“americanos”. El hecho de que los criollos hubieran empezado a manifestar abiertamente su
90 malestar se debía también, de acuerdo con lo que afirma Humboldt, a la influencia de factores
relacionados con el contexto internacional: por un lado las “opiniones del siglo”, es decir, la cultura
de la Ilustración y su defensa de ideas como la libertad y la igualdad de los hombres; por el otro
lado los dos episodios del siglo XVIII que parecían haber realizado de alguna forma dichas ideas, es
decir, la Revolución americana (la creación de Estados Unidos y su victoria en la guerra de
95 independencia de Gran Bretaña) y la Revolución francesa (líneas 11-17). La noticia de estos
acontecimientos llegó a América Latina también gracias a los contactos comerciales y en particular
el ejemplo estadounidense, que tocaba directamente al continente americano, causó gran impresión:
los criollos vieron en él un modelo a seguir, mientras que la Corona de España empezó a
preocuparse por velar sobre los posibles intentos independentistas en sus colonias (líneas 18-27).
100 No obstante, según informa Humboldt, el orden colonial había tardado en sufrir alteraciones
significativas, y eso se debía a factores internos de la sociedad latinoamericana: el “odio mutuo de
las castas” (línea 32), y el miedo de la minoría privilegiada de los criollos ante cualquier cambio
que pudiera dar el poder a otros componentes de la población (en concreto, indígenas, mestizos,
negros y mulatos). Dicho de otra forma, los criollos, a pesar de que las Reformas borbónicas
105 hubieran perjudicado sus intereses, seguían siendo parte de la élite y temían que, al ponerse en
marcha el proyecto independentista, las capas más bajas de la sociedad pudieran aprovechar para
pedir un cambio social radical: la libertad para los esclavos y la igualdad de derechos entre todos los
ciudadanos. Esta preocupación de los criollos se había hecho más fuerte en los últimos años, debido
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a un suceso que también había tenido lugar en el continente americano: la independencia de la


110 colonia frances de Haití en 1804, en la que precisamente habían sido los esclavos quienes se habían
rebelado contra Francia y habían tomado el poder en el nuevo Estado que así se había formado
(líneas 28-36).
En 1811, finalmente, la Acta de Independencia de Venezuela dio inicio a los procesos de
independencia, gobernados por los criollos, quienes con sus amplios recursos económicos y sus
115 contactos políticos internacionales podían juntar las tropas necesarias para la lucha contra España.
Aún así, ante el peligro de que en las colonias españolas pasara lo mismo que en Haití, cuando se
publicó el ensayo de Humboldt una parte de los criollos – concentrada sobre todo en el Virreinato
de Nueva España y en el de Perú – todavía consideraba la dominación española como la mejor
garantía de la jerarquía social tradicional.

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