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INFORMACIÓN E INSCRIPCIONES:
ANEXO
El altar tradicional por excelencia, es el altar de siete niveles, que representan
los niveles que debe atravesar el alma para poder llegar al lugar de su descanso
espiritual, el cual se compone de los siguientes elementos:
El papel picado representa la unión entre la vida y la muerte.
El pan de muerto que representa la generosidad de quien lo recibe y el regalo de
la tierra misma.
Las flores de cempasúchil se utilizan para guiar a las almas a través del camino
que deberán recorrer hasta las ofrendas.
Las velas representan la ascensión del espíritu y simbolizan el amor que guía a
las almas.
Las calaveritas de azúcar representan a los difuntos de la familia.
El agua es utilizada para mitigar la sed de las almas y fortalecerlos en su camino
de regreso.
Fotografía o artículos personales para recordarles.
Copal o incienso, utilizado para alejar a los malos espíritus.
Sal, purifica el alma y evita que se corrompa.
Izcuintle o perro guardián, ayuda a las almas a cruzar el río Chiconahuapan, último
paso para llegar al Mictlán.
El arco se coloca en la cúspide del altar y simboliza la entrada al mundo de los
muertos.
Imagen de las ánimas del purgatorio. Esta se coloca para que, en caso de que el
espíritu del muerto se encuentre en el purgatorio, se facilite su salida.
Los alimentos que se compartirán que pueden ser platillos tradicionales, así como
los platillos favoritos del difunto.